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8 SENCILLAS CONDUCTAS QUE DISTINGUEN A TODOS LOS GRANDES ABOGADOS
Conozco a muchos abogados y estudiantes de derecho, así que les pregunté cuáles eran las
características que definen a los grandes abogados. Entendiendo por “gran abogado” a aquellos que
se destacan muy por encima de los abogados promedio, aquella clase de abogado que nos gustaría
que nos represente en un juicio, o aquel abogado con el que disfrutaríamos trabajar y aprender (en el
caso de que seamos abogados).8 Comunicar
Comunicar implica mucho más que tan solo intercambiar información. Se trata de entender las
intenciones y las emociones alrededor de esa información. Cuando se trasmite un mensaje, éste
debería ser recibido y entendido en la forma en que la persona que lo trasmite quería que se
entienda.
Para que la comunicación sea efectiva, el abogado debe saber qué decir y en qué momento decirlo,
controlar su lenguaje corporal, controlar sus emociones, conocer el perfil de la persona con la que se
está comunicando, ser conciso, no divagar y saber leer qué es lo que su mensaje produce en la
persona que lo recibe. Todos los grandes abogados saben comunicarse, y nunca jamás
encontraremos uno que sea tímido.
7 Escuchar
La otra parte de la comunicación consiste en recibir información. Pero escuchar va más allá de tan
solo entender las palabras trasmitidas. Escuchar también implica prestar atención a lo que no se dice
cuando se habla: comprender las emociones presentes en la persona cuando nos habla, leer su
lenguaje corporal, mirar a los ojos, no juzgar ni sacar conclusiones inmediatamente e interrumpir
únicamente si es necesario. Y lo más importante, es que los grandes abogados hacen todo eso
mientras que logran que la persona que habla se siente cómoda, relajada y segura mientras habla.
6 Negociar
Un gran negociador siempre busca que se llegue a un acuerdo que sea justo para todas las partes.
Cuando un abogado participa en una negociación nunca jamás busca aplastar a la oposición con el
objetivo de darle a su cliente lo que él piensa que es justo. Es por esto que el abogado tiene que
tener la mente abierta para entender que los pedidos de la oposición también pueden ser legítimos.
Hay que aprender a ser persuasivo con ambas partes, detectar los intereses comunes e identificar
las áreas en las que se necesitarán compromisos. Participar de un litigio no implica necesariamente
que hay que ser confrontacional.
5 Curiosear
Los grandes abogados mantienen una curiosidad insaciable por el mundo en el que viven. Un
abogado que solamente conozca el mundo de las leyes, solamente podrá aspirar a ser un abogado
mediocre.
La curiosidad de los grandes abogados los lleva a aprender sobre una infinidad de tópicos:
cosmología, psicología, física, rock, fútbol, literatura. Es esta curiosidad la que también los lleva a
tener nuevas experiencias de vida y tener pasatiempos no tan comunes.
Los grandes abogados son conscientes que es esta actitud la que les permite mantener la mente
abierta, conocer nuevas personas (que pueden ser clientes), expandir su perspectiva del mundo y
evitar que se conviertan en personas monótonas (que provocaría que otras personas eviten
interactuar con él).4 Competir
Todos los grandes abogados aman competir. Ya sea un litigio grande o pequeño, ellos tratan cada
caso como si estuvieran por jugar la final de la “Champions League”. Sienten cómo cobran vida
cuando se enfrentan a un nuevo desafío. Esta llama que arde dentro de él es la que los lleva a
trabajar con una concentración obsesiva, con energías que parecen ilimitadas y de una manera tan
disciplinada que sorprendería a cualquier militar. Para los clientes esto es un valor agregado, y para
sus oponentes esto es una ventaja injusta.
3 Confiar
Un abogado tiene que tomar muchas decisiones en escenarios donde rara vez contará con toda la
información necesaria, tendrá poco tiempo para decidir y en donde esta decisión puede traer graves
consecuencias.
Para poder enfrentar estas situaciones, los grandes abogados desarrollan una gran confianza en sí
mismos y aprenden a escuchar sus instintos. No permiten que el hecho de contar con pocos
recursos los detenga, y tampoco se rinden frente a la adversidad.
Se puede distinguir claramente a un gran abogado a cientos de metros de distancia, ya que
manifiestan esta confianza en sí mismos en la forma en que caminan, en la forma en que hablan y
hasta en la forma que se sientan. Esta confianza en sí mismos que emanan, también logra que los
clientes se sientan seguros de que están bien representados y que los abogados contrincantes no se
están enfrentando a cualquiera.
2 Pensar
La habilidad del pensamiento crítico es esencial para los grandes abogados. Deben ser capaces de
utilizar la lógica para detectar fallas o debilidades, tanto en los argumentos de la oposición como en
los de sus propios clientes.
Aprende a identificar cuáles son las ideas, supuestos, puntos de vistas y prejuicios que deben ser
cuestionados. Sabe detectar las preguntas vitales, sacar las conclusiones correctas y presentar los
argumentos que sostengan esas conclusiones.
1 Ser humilde
Es la principal característica (y la más importante) de todos los grandes abogados.
Ellos comprenden que por más años de experiencia que tengan, siempre van a tener cosas por
aprender. Reconocen que por más juicios que hayan ganado, ellos también son humanos.
Nunca jamás veremos a un gran abogado tratando mal a su secretario porque éste no tiene título
universitario, o despreciando a otros abogados que no son tan buenos como él.
Tratan a todos como iguales y no se creen mejor que nadie, y nunca olvidan de que el abogado es
solamente un servidor de la justicia y un colaborador de su administración, nada más y nada menos.
Fuente: http://kickfeed.co/hmm/8-sencillas-conductas-que-distinguen-a-todos-los-grandes-abogados/
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