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X JORNADAS ARGENTINAS DE ESTUDIOS DE POBLACIÓN San Fernando del Valle de Catamarca, 4, 5 y 6 de noviembre de 2009
Sesión 13 “La familia, reflejo de la diversidad en el pasado y presente de Argentina (siglos XVIII-XXI)”
Organiza: Dra. Mónica Ghirardi CEA-UNC.
Familia y red social. La elite salteña en las primeras décadas del siglo XIX
María Mercedes Quiñonez CEPIHA-Universidad Nacional de Salta
mercedesq@uolsinectis.com.ar
A modo de introducción
El estudio de las elites decimonónicas es un tema largamente abordado por la
historiografía latinoamericana y argentina en particular. Sin embargo, para el caso salteño la
atención estuvo puesta en dos momentos históricos delimitados, por un lado, las elites
tardocoloniales y su accionar durante las guerras de independencia, y, por otro lado, los
sectores dirigentes de fines del siglo XIX y principios del XX, durante el llamado ‘régimen
conservador’. El estudio de las elites en la primera mitad del siglo XIX y la reconfiguración
de las mismas luego del proceso independentista y los años posteriores, signados por
enfrentamientos civiles y una reestructuración económica, no convocó sistemáticamente la
atención de los investigadores que estudian el pasado salteño.
El propósito de nuestra investigación es explorar las bases sociales y económicas del
poder y las alianzas políticas de los grupos de elite salteños emergentes del proceso
revolucionario y las guerras de independencia, con una mirada centrada en el accionar
familiar y desde la perspectiva de las redes sociales. En este trabajo centramos la mirada en
familias salteñas que confluyen hacia mediados de siglo en el tronco familiar Patrón Costas,
familias que con trayectorias diferentes iluminan los procesos históricos de una manera
particular, a fin de analizar a través de ellas los derroteros políticos y las alternativas
económicas y visualizar los sectores que se consolidan a fines del siglo XIX. Esta mirada
posibilita conocer los reacomodamientos políticos en tiempos revolucionarios a nivel local y
regional, la reconfiguración de alianzas familiares y comerciales y analizar la emergencia de
los sectores luego de la coyuntura de las guerras de independencia. La propuesta pretende
entonces contribuir al conocimiento de los grupos de poder locales y regionales en un período
clave para la historia provincial y nacional.
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Los individuos en su accionar dejan registros de sus actividades y decisiones. Si
entendemos a la familia como una forma particular de acercarse a lo social, las fuentes
privilegiadas para reconstruir sus trayectorias son aquellas que nos permiten analizar sus
actividades públicas pero que a la vez transparentan un universo privado de relaciones,
tensiones, estrategias y decisiones que traspasan y unen ambos espacios. Así, las escrituras
realizadas ante escribano público nos revelan un amplio espectro de actividades que nos
permiten reconstruir las trayectorias individuales y las redes sociales y comerciales, por lo
cual se privilegian en nuestro trabajo.
Además, tomar a la familia como punto de contacto con el mundo social nos permite
redefinir la cronología, manejando distintas temporalidades en el marco del desarrollo
histórico de Salta y la región. Así también, las trayectorias familiares permiten visualizar un
espacio social, económico y político por el cual los individuos transitan y que a la vez
construyen, que excede los límites jurisdiccionales o políticos.
Familia y red social: una apuesta para complejizar los estudios sobre las elites
Al hablar de la historia de la familia nos estamos refiriendo a un renovado campo de
análisis historiográfico que nos permite acercarnos a la complejidad del mundo social desde
otro registro. La familia no es un tema nuevo en la historiografía y, especialmente, en el
campo de la Antropología1, pero su estudio sistemático- y su diferenciación dentro del campo
de la Historia social- es relativamente reciente. Los estudios de familia abrieron una nueva
posibilidad analítica para la historia social. Al entender a la familia como punto de
articulación con el mundo social y a partir del diálogo con otras disciplinas- que permitieron
el intercambio de métodos y teorías- se profundizan y complejizan los estudios sobre la
familia y se conforma un campo interdisciplinar de renovado interés y crecimiento.
Así, es necesario estudiar las relaciones no sólo al interior de la familia sino todos
aquellos vínculos- comerciales, políticos, espirituales, de amistad, de vecindad- que se
establecen con otros grupos familiares y con distintos actores e instituciones sociales. Para
analizar esta dinámica los investigadores recurren a la técnica de las redes sociales, que les
permite explorar el conjunto de relaciones y vínculos formales y no formales que los
individuos y las familias establecen con su entorno. Así, el concepto de familia cobra nuevas
dimensiones y es entendida, en cuanto grupo social, como una red virtual en la que se
entretejen vínculos no solo basados en el parentesco y la consanguinidad, sino también en la
1 Para una aproximación a los estudios de familia y las interrelaciones entre distintos campos disciplinares remito a Bjerg y Boixadós, 2004.
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amistad, el interés, el paisanaje, el compadrazgo. Si a su vez consideramos a la sociedad como
una red de relaciones veremos como la institución familia cobra relevancia esencial. Dentro
de estas redes de relaciones los vínculos también son históricamente transformados y
responden a un determinado contexto social, dentro del cual hay que poner en juego al
individuo y las redes sociales que se construyen entre familias. La vida social se concibe
como generadora de redes interconectadas en las que cada elemento interactúa con los demás;
por las conexiones que establecen los individuos circulan elementos distintos, se emiten unas
señales y se reciben otras; se explican los comportamientos individuales por las características
de las redes en que los actores se encuentran inmersos2.
Los estudios referidos a la historia de la familia a través de la técnica de las redes sociales
han sido consistentemente utilizados en las investigaciones respecto de las elites en el poder,
ya que es posible reconocer la función de esos lazos en la promoción social y política,
reconociendo la génesis de los grupos de poder regionales y la vinculación de éstos con el
ámbito extraregional.
En nuestro trabajo nos proponemos no tomar a la elite como dato y describir sus atributos;
por el contrario, el propósito es estudiar la conformación de la elite salteña en el complejo y
conflictivo siglo XIX. Así, una de las características que diferencia a los sectores de elite de
aquellos que no lo son es su participación en ámbitos de gobierno y de decisión política, es
decir, el ejercicio del poder. Esta primera distinción necesita ser matizada a fin de no caer en
la tradicional dicotomía elite-masas, que simplifica el análisis social. Sin embargo, como
primera aproximación es válida en tanto el ejercicio del poder es un atributo insoslayable de
las minorías que se atribuyen la supremacía social. Es aquí entonces donde el término elite
muestra sus límites, ya que es un constructo muy complejo y diverso que necesita precisiones.
El poder no está concentrado solamente en los sectores de elite que poseen mayor riqueza,
prestigio o linaje, o cualquier otro atributo o combinación de los mismos que sirva para
identificarlos, sino que está también encarnado en subgrupos o “elites secundarias”3 o
“subelites”4 que se encuentran vinculados a dichos sectores y que ejercen una cuota de poder
imprescindible para el funcionamiento de la sociedad. Es necesario así recordar el carácter
2 Dedieu, 2000. Del mismo modo Zacarías Moutoukias señala que toda red reconstruida con fines de análisis puede ser abstraída como un conjunto de puntos, que representan a los individuos, vinculados entre sí por un conjunto de líneas, que representan a los lazos sociales. Dichas redes no son estáticas, es necesario tener en cuenta el accionar de los individuos, el azar y sus decisiones inesperadas, las prácticas y estrategias en relación con el parentesco, la alianza y la amistad. Moutoukias, 1998. 3 Tutino, 1976. 4 Cruz, 1989-90.
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dinámico de las elites y la perspectiva de “elites en sociedad” que propone Imizcoz Beúnza5,
que nos lleva justamente a no tratar de identificar solamente un grupo social en particular,
sino analizarlo en el tiempo y en el marco de las sociedades de las que son parte, a fin de
aportar para la comprensión del funcionamiento de la sociedad.
Ese carácter dinámico de las elites- en su composición, en el reclutamiento de nuevos
miembros, en el peso atribuido a la riqueza frente al linaje, en el ejercicio del poder, en los
enfrentamientos internos- lleva a considerar que un solo criterio no alcanza para definir la
pertenencia o no a la elite y es necesario mirar al complejo de alianzas, conexiones, vínculos,
es decir las redes sociales de las cuales los individuos forman parte y que les dan sustento
para permanecer o acceder a las filas de la elite. Así, esas redes sociales se constituyen en
redes de poder, en las cuales lo político aparece como un ámbito privilegiado para poder
escrutar el entramado relacional de dichas redes. Si consideramos que el mundo social es una
red podemos entender a lo político no como algo aislado sino como parte del universo social
en el que se ponen en juego la pluralidad de pertenencias de un mismo individuo o familia.
Entonces, tomar como punto de partida un individuo, familia o grupo de familias implica
posicionarse en un punto especial de observación que posibilita captar experiencias,
decisiones, estrategias que solo pueden ser vistas en esa escala. Distintas familias nos brindan
a su vez múltiples miradas que contribuyen al conocimiento más profundo de la sociedad
salteña del siglo XIX.
Las alianzas matrimoniales de los comerciantes a fines del Siglo XVIII. Comercio, poder
y linaje
En la época colonial la ciudad de Salta mantiene la preeminencia social de una elite
tradicional, poseedora de tierras, linaje y con amplia presencia en los ámbitos de gobierno de
la ciudad y la región. Pero el proceso de reformas iniciado por la monarquía borbónica hace
sentir su impacto tanto a nivel económico como político especialmente en la segunda mitad
del siglo XVIII. La ciudad de Salta se transforma a partir de 1783 en capital de la Intendencia
de Salta de Tucumán, dependiente del recién creado Virreinato del Río de la Plata, y como tal
recibe la afluencia de funcionarios enviados por la Corona los cuales constituyen un factor
que dinamiza y complejiza el espacio social local. Las reformas administrativas derivadas de
este proceso impactan al interior de la elite plasmando diferencias previas y conflictos nuevos
5 Imizcoz Beúnza, 1996. El autor nos advierte que los colectivos están compuestos por hombres y mujeres que se hallan vinculados por diversos lazos personales, principalmente los vínculos de familia y parentesco, a los que hay que agregarle la amistad, el patronazgo, padrinazgo, alianzas comerciales o políticas, entre otros.
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en el marco de la lucha por las atribuciones y jurisdicción de la intendencia y los distintos
cabildos6. El espacio económico también siente el impacto del amplio proceso de
mercantilización, producto entre otras cuestiones del ascenso comercial del puerto de Buenos
Aires- a través del cual se introducen esclavos y mercancías destinadas a abastecer
especialmente a los sectores “españoles”- y de la recuperación de la minería peruana y
altoperuana. De esta manera, la ciudad- eje de tres circuitos comerciales, de los cuales el más
importante une Buenos Aires con el Perú, articulando un comercio de gran escala7-, asiste a
una reactivación económica y un crecimiento poblacional que se expresa por un mayor flujo
comercial.
A raíz de este impulso mercantil arriban a la ciudad de Salta un importante número de
comerciantes de origen peninsular y de otras regiones del virreinato8, quienes son
protagonistas de un proceso de ascenso social ya que, si bien no detentan linaje, prestigio
social y poder como las familias tradicionales, logran acumular riquezas a través de sus
actividades económicas y las redes sociales que construyen. Así, podemos decir que los
comerciantes peninsulares constituyen a fines de la colonia una elite periférica o secundaria y
buscan vincularse a la elite tradicional a través de las alianzas matrimoniales9.
Los comerciantes necesitan de estas alianzas a fin de incorporarse a los grupos de elite y
accionan a partir de la riqueza acumulada en el comercio, pero también en muchos casos por
la condición de peninsular- muy valorada en la época-, el conocimiento de los circuitos
mercantiles, los vínculos con el puerto de Buenos Aires, la capacidad en los negocios, entre
otros atributos que los patriarcas de las familias tradicionales ven con agrado en sus futuros
yernos. A la elite tradicional estas estrategias matrimoniales le permiten incorporar nuevos
miembros que dinamicen los grupos familiares y les permitan concentrar linaje, riqueza y
poder. Las reglas familiares de herencia han sido consistentemente estudiadas por distintos
investigadores que sostienen que, a fin de evitar la dispersión patrimonial, los jefes de las
familias poseedoras de tierras y bienes desarrollan distintas estrategias que les permitan
conservar lo adquirido y sumar beneficios a través de su descendencia. De esta manera
6 Tanto Sara Mata como Marcelo Marcchionni han estudiado los conflictos al interior de la elite local en distintos momentos en los cuales se plasma la lucha por el poder y el control de los ámbitos de decisión. Ver: Mata de López, 2000 y Marchionni, 1997. 7 Mata de López, 2000. 8 Mata de López, 1993-94. 9 Las distintas alianzas y las redes sociales que se conforman y unen a miembros de la elite tradicional con estos nuevos sectores mercantiles nos muestran la complejidad del entramado social de los grupos dominantes de Salta a fines del período colonial. Pero tenemos que tener en cuenta que los grupos son heterogéneos y que si bien- con fines analíticos- clasificamos y diferenciamos el universo social a partir de ciertas características comunes, es necesario desentrañar las diferencias al interior de los grupos y analizar las opciones y las estrategias que los individuos ponen en práctica.
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pueden optar por destinar uno o más de sus hijos a la vida eclesiástica; otorgar a veces
importantes y cuantiosas dotes a sus hijas mujeres, que las privan a su vez de la herencia de
propiedades inmuebles; propiciar casamientos entre tíos y sobrinas a fin de evitar la
dispersión patrimonial, entre otras. Pero también es importante señalar que las estrategias
familiares no solo están destinadas a ‘conservar’, sino también- como partes de una sociedad
dinámica y cambiante- las estrategias procuran ampliar el horizonte de alianzas de cada grupo
familiar y sumar ya sea la riqueza, el poder, los conocimientos, los vínculos, de distintos
grupos familiares, en los cuales cada uno tiene determinados intereses en el momento de
constituir la alianza.
Es importante también volver a pensar que las estrategias matrimoniales no son
unidireccionales, sino que a través del matrimonio se unen dos grupos familiares que tienen
algo valioso para aportar en dicha alianza e intereses específicos que los movilizan en la
concreción de la misma. Así, es necesario analizar los grupos familiares y los intereses
presentes en cada elección matrimonial y el significado de la alianza en cada uno de ellos. De
esta manera podemos explicar situaciones a primera vista desiguales en términos sociales o
situaciones excepcionales que nos permitan alumbrar el complejo proceso de reproducción
social en la sociedad que analizamos.
A fines del período colonial, es posible establecer una estrategia recurrente en las familias
de elite que, vinculadas con otras estrategias como ser el destino eclesiástico de los hijos, les
permite permanecer en la cúspide social10. Esta estrategia consiste en heredar las propiedades
inmuebles de la familia a los hijos varones, procurando un único heredero que concentre
dicha herencia. Las familias procuran para estos herederos alianzas matrimoniales con
mujeres de su misma condición social, manteniendo unido el patrimonio y conservando el
apellido y el linaje. Estas alianzas sellan redes sociales que pueden o no ser exitosas, en la
medida que cada grupo familiar pueda aportar y obtener de la misma lo previsto e imaginado
en el momento previo de elección. De la misma manera, como sostiene Pierre Bourdieu11, las
elecciones se realizan dentro de un campo de relaciones ya existentes y consideramos que
mientras más próximos en este campo se encuentren los sujetos y grupos familiares
involucrados, mayores posibilidades de éxito en la alianza. Es decir, las expectativas de uno y
otro grupo no pueden registrar demasiada distancia en términos sociales de prestigio, linaje,
riqueza, en un mercado matrimonial que pareciera por definición, restringido.
10 Quiñonez, 2006. 11 Bourdieu, 1991.
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La estrategia complementaria de la anterior consiste en procurar el matrimonio de las hijas
mujeres con comerciantes provenientes de la península o de otras regiones del virreinato. Los
jefes de las familias tradicionales ven en estos futuros yernos la posibilidad de sumar
actividades mercantiles a las actividades familiares e incluso la incorporación de estos
comerciantes significa una vía de salida para las familias que no tienen descendencia
masculina o los hijos varones no demostraron capacidades en la administración de los
negocios. Serán numerosos los casos en los cuales se designa- por vía testamentaria- albaceas
y ejecutores del patrimonio a los yernos, dejando incluso las negociaciones matrimoniales de
los otros hijos- y las alianzas que conllevan- a cargo de éstos12.
Para los comerciantes estas alianzas matrimoniales constituyen una vía de entrada en una
esfera social que su riqueza por si misma no les asegura, como tampoco su condición de
peninsular. Los reducidos y homogámicos grupos de elite tienen como una de sus
características principales su cohesión y solidaridad interna, limitando y seleccionando los
miembros que pretenden incorporarse. Así, a los comerciantes no les será fácil lograr estas
alianzas, pero aquellos que si lo logren emprenden un camino de ascenso social a través de las
mismas13.
Como veremos en nuestro análisis, no todos los casos siguen el patrón analizado y las
excepciones nos permiten ver los distintos caminos y las posibilidades que la sociedad
tardocolonial y el desarrollo mercantil brinda a los recién llegados. Precisamente, al detener
nuestra mirada en distintos comerciantes que arriban a la ciudad de Salta a fines del siglo
XVIII podemos ver el complejo funcionamiento de la sociedad local.
Nuestro primer caso de análisis lo constituye el comerciante Antonio de Figueroa, de
origen cordobés, quien a través de su alianza matrimonial logra insertarse en una de las
tradicionales familias salteñas, los Toledo Pimentel. Antonio de Figueroa y Mendoza y
Cabrera nace en Córdoba en 1730 en el seno de una importante familia14 y en 1759 contrae
matrimonio con María del Carmen Toledo Pimentel, hija de Francisco de Toledo Pimentel y
12 Socolow, 1991. 13 Las pautas matrimoniales y las estrategias familiares directamente relacionadas constituyen una excelente muestra del tipo de sociedad que estamos analizando. Así, para el caso de Buenos Aires en el cual la tierra o el linaje no son símbolos de status social, la actividad comercial y la riqueza constituyen si un elemento favorable para formar parte de la elite. Los comerciantes entonces también procuran el casamiento de sus hijas mujeres con comerciantes provenientes en lo posible de la península y por esta alianza se consolida y continúa la empresa comercial. Los hijos varones en cambio, al no tener en su destino el mandato social de continuar con el apellido y el linaje o preservar unido el patrimonio familiar, tienen frente a sí un abanico de posibilidades que incluyen las carreras profesionales, militares o eclesiásticas. Socolow, 1991. 14 Hijo de don Francisco de Figueroa y Mendoza (Suárez de Velasco) y doña Bartolina de Cabrera y Celis de Burgos. Francisco de Figueroa era propietario de las estancias “La Limpia Concepción” y “Santo Domingo”, ubicadas en el norte de Córdoba En el año 1739 manifiesta que su abuelo el gobernador don Lucas de Figueroa y Mendoza (del Sueldo) había sido caballero de la Orden de Santiago. Coronel, 2006. Buscá-Sust Figueroa, 1999.
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de Juana Crisóstoma de Hidalgo y Montemayor. Francisco Toledo Pimentel es un importante
e influyente estanciero establecido en Salta, también de origen cordobés, quien en el año 1780
posee una de las fortunas más importantes, calculada en 35.280 pesos, principalmente basada
en propiedades rurales15. La familia Toledo Pimentel cumple una serie de atributos que
distinguen a la elite tardocolonial salteña. En primer lugar, Francisco Toledo Pimentel es
‘benemérito’ del Tucumán, aunque no de Salta, descendiente en línea directa del virrey del
Perú y vinculado a la casa de Alba en España16. Pero además de su linaje ostenta poder y
riqueza propio en el seno de la sociedad salteña. Participa del Cabildo local, posee cargos
militares y sus hijos comparten características propias de su grupo como la educación y el
destino sacerdotal de dos de ellos17. Su propia alianza matrimonial reproduce la tendencia
homogámica de los sectores más tradicionales de la elite salteña y la familia pertenece a la
Tercera Orden de San Francisco. Toledo Pimentel también es un importante propietario de
tierras y de ganado18, que además posee inmuebles en la ciudad de Salta, y participa del
comercio regional, remitiendo ganado a distintos destinos como el Marquesado de Tojo.
Antonio de Figueroa se incorpora en esta importante familia y continúa dedicado al rubro
mular como intermediario de ganaderos cordobeses y además opera por su cuenta, costo y
riesgo19, “indudablemente negocios con su ciudad natal continúan siendo importantes a la
vez que desarrolla una ascendente carrera vinculando el éxito comercial y el prestigio social
en su nuevo espacio” 20. Sus vínculos familiares le permiten vincularse con la orden jesuita, de
la cual obtiene préstamos que son volcados a la actividad mercantil. Mariela Coronel sostiene
que la década de 1770 parece ser el momento de consolidación de la familia en tierras
salteñas. Su importante ascenso comercial lo sitúa como uno de los comerciantes más
prósperos del ámbito local, invirtiendo además- algo no muy común entre los comerciantes-
en la adquisición de importantes haciendas y estancias ganaderas. En 1785 compra a la
administración de Temporalidades la hacienda del Bañado, conformada por dicha estancia
más los potreros El Saladillo y Viniacus, esta propiedad ubicada en el Valle de Lerma es apta
15 Mata de López, 2000: 184. 16 Mata de López, 2000: 198. 17 Coronel, 2006: 5. 18 En 1765 compra la estancia de Yatasto en la frontera este, cuya principal inversión la constituye el ganado vacuno. 19 Sara Mata al referirse a Antonio de Figueroa sostiene que “en la década del [17]70 actuaba sólo como intermediario, luego como fletador y, finalmente, al adquirir tierras propias, concentró las actividades de invernador, apoderado, fletador y dueño de tropas”. Al morir Antonio de Figueroa en 1800, sus hijos Narciso, Apolinar y Francisco Javier “si bien continuarán internando mulas, con mayor frecuencia garantizan las operaciones de otros, particularmente de su tío José Vicente Toledo Pimentel y de su cuñado, Apolinario Javier Usandivaras”. Mata de López, 1993-94: 195-196. 20 Coronel, 2006: 6.
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para la cría e invernada de ganado vacuno y mular. En 1783 compra tierras de estancia en
Escoipe y en 1789 adquiere la estancia El Simbolar, de buenas posturas, ubicada en el sur del
Valle de Lerma y de gran valorización a fines del siglo XVIII 21. Las propiedades rurales y la
actividad ganadera vinculada al comercio se convierten entonces en partes centrales de la
fortuna de este comerciante que deviene en estanciero, posición que profundiza la segunda
generación en tierras salteñas.
Complementariamente a su actividad comercial y a la adquisición de valiosas
propiedades, Antonio de Figueroa desarrolla una intensa actividad política y militar. Se
desempeña en el cabildo local y obtiene cargos militares, concentrando poder y prestigio,
además de reproducir en parte la carrera de su suegro, Francisco Toledo Pimentel. La relación
entre suegro y yerno resulta ampliamente satisfactoria para ambos. Al momento de testar,
Toledo Pimentel nombra a Antonio de Figueroa como segundo albacea y responsable de su
fortuna junto a sus hijos Francisco y Bonifacio22.
De esta manera, Antonio de Figueroa forma parte de un importante grupo de comerciantes
cordobeses que llegan a la ciudad de Salta vinculados principalmente al comercio mular.
Algunos de ellos conforman alianzas matrimoniales con hijas de estancieros y hacendados
locales, ingresando a los sectores de elite más distinguidos. Figueroa además inicia su propia
carrera como estanciero y gran propietario, marca de prestigio que distingue a la elite salteña
durante todo el siglo XIX e incluso el siglo XX.
Siguiendo el modelo de alianzas analizado, el comerciante Francisco Manuel Costas
también se vincula con otra familia ya constituida en la región desde principios del siglo
XVIII: los Ruiz Gauna. Sin embargo, al constituir los Ruiz Gauna un sector secundario de la
elite local, distinta será la trayectoria de la alianza matrimonial y de los grupos familiares
emparentados. Costas llega a la ciudad de Salta a mediados de la década de 1760 y contrae
matrimonio con María Ignacia Ruiz Gauna, hija de Juan Calixto Ruiz Gauna y María Josefa
Báez. Juan Calixto, casado en 1743 en primeras nupcias con María Josefa Báez, representa la
primera generación de la familia nacida en suelo americano23. En 1768 es designado por el
entonces Gobernador Juan Manuel Campero para administrar los bienes de los jesuitas
expulsos de la jurisdicción de la Rioja24.
21 Mata de López, 2000. Coronel, 2006. 22 Coronel, 2006: 8. 23 Hijo de Pascual Ruiz de Gauna y Juana Pedrozo Sierra. Su padre, natural de Álava en las Vascongadas, llega a la ciudad de Salta a principios del siglo XVIII. Archivo y Biblioteca Históricos de Salta (En adelante ABHS). Carpeta 15 “A”. Protocolo notarial 151. 1781. Fs. 7v-9v. 24 Ruiz Gauna se desempeña en el cargo de administrador de temporalidades durante un año, en una etapa en que los bienes aún no se habían arrendado o vendido y la administración es realizada directamente por las personas
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La designación de Juan Calixto Ruiz Gauna para el cargo de referencia nos habla de un
posicionamiento social y ciertas vinculaciones con el poder político local y regional que le
permiten acceder al cargo. Los bienes del Colegio de La Rioja son tasados en 77.043 pesos,
entre ganados, esclavos y bienes inmuebles25 y se ubica, según Quarleri, luego de los
Colegios de Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán26. La autora con su análisis intenta
matizar la idea de la pobreza del Colegio de La Rioja, pero los contemporáneos reflejan en sus
escritos esta visión de escasez, así Ruiz Gauna en una carta escrita durante su administración
observa que no existe “en esta cuenta dinero suficiente por la inopia del lugar para los
precisos gastos” 27. Si bien el destino asignado es considerado periférico en la gobernación28,
Fernández Campero recurre a este vecino de Salta para encomendar la tarea de gestión de las
temporalidades prescindiendo de los miembros de la elite local riojana. Consideramos que es
precisamente esta situación- la de ser un extraño, un “extranjero”- la que lleva a su
enjuiciamiento y condena, en virtud de no contar en la sociedad local con el respaldo y los
vínculos que puede otorgar una red familiar o social29.
Poco antes de su muerte Juan Calixto Ruiz Gauna nombra como primer albacea
testamentario a su yerno Francisco Manuel Costas, junto a Antonio del Oro, Juan Antonio
Moldes y su hija, Rosa Ruiz Gauna30, y declara como herederos a sus hijos legítimos. Es
necesario tener en cuenta esta designación ya que Juan Calixto tiene cuatro hijos varones al
momento de dictar testamento y sin embargo nombra a su yerno como primer albacea. Las
preguntas sobre el porqué de dicha designación se imponen y podemos conjeturar respecto de
designadas al efecto. Luego de su gestión Ruiz Gauna es acusado de graves irregularidades y es procesado por la Junta Superior por un faltante de 4.426 pesos. Si bien todas las administraciones previas a la creación de la Junta Municipal son declaradas irregulares, sólo la de Ruiz Gauna es comprobada. Quarleri, 2001. 25 “Lo mejor y más acomodado de este Colegio [La Rioja] son los esclavos, las dos viñas con sus bodegas… a excepción de los ganados mayores y menores que tienen en tres estancias que mantenían y mantienen dichos esclavos para su conservación”. Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Sala IX, Temporalidades de La Rioja, 22-7-1, 1767-1771. Expte. 1. 26 Quarleri, 2001. 27 AGN, Sala IX, Temporalidades de La Rioja, 22-7-1, 1767-1771. Expte. 1. 28 Catamarca y La Rioja tienen la desventaja de estar situadas marginalmente respecto del camino principal lo que implica menores posibilidades de aprovisionamiento de efectos de Castilla y de la salida para otros mercados de la producción local. Los principales productos son los tejidos de algodón, el vino y el aguardiente, cuyo principal mercado era Córdoba. La situación se complejiza especialmente luego de las reformas comerciales borbónicas a partir de las cuales pierden paulatinamente su conexión con los mercados del litoral y Buenos Aires. Bazán, 1986: 40-41. Quarleri, 2000-2001: 182. 29 No es el único administrador acusado de cometer irregularidades en su gestión, sin embargo si es el único cuyo juicio se concreta. Quarleri reconoce respecto a las administraciones de Baigorri de la Fuente y Ortiz Ocampo Isfrán que en “las otras situaciones, las denuncias fueron irrelevantes, no pudieron comprobarse o formaron parte del mecanismo de denuncias mutuas entre grupos enemistados”. Ruiz Gauna como no forma parte del vecindario de La Rioja no puede apelar a redes constituidas ni a la estrategia de mutua acusación en virtud de amistades o relaciones parentales. Quarleri, 2001. 30 ABHS. Carpeta 15. Protocolo notarial 150. Fs. 160. 1780. Testamentaria en: ABHS. Carpeta 15 “A”. Protocolo 151. Fs. 7v. 1781.
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la confianza brindada por Ruiz Gauna a Francisco Manuel Costas tiene que ver con sus
capacidades en los negocios y su asentamiento definitivo como comerciante próspero y con
buenos vínculos comerciales en la ciudad y con la ciudad puerto de Buenos Aires.
Francisco Manuel Costas se dedica principalmente a la compra y venta de efectos de
Castilla y, aunque también participa tangencialmente en actividades vinculadas con el ganado
mular, sus redes sociales y comerciales principales se encuentran vinculadas a los circuitos de
las mercaderías castellanas. Los efectos de Castilla llegados desde el puerto de Buenos Aires
abastecen los mercados local y regional y los excedentes son enviados a los centros mineros
para su venta31. Costas desarrolla su actividad comercial estableciendo vínculos con
comerciantes locales y con asiento en la ciudad de Buenos Aires, quienes lo abastecen de
mercaderías. En la ciudad puerto residen dos de los hermanos de Francisco Manuel y es
factible inferir que son ellos quienes enlazan- a través de su desplazamiento regional- las
redes de comercio locales y con la ciudad de Buenos Aires. La alianza matrimonial de Costas
también es significativa en relación a los vínculos que puede establecer con comerciantes
porteños. Juan Calixto Ruiz Gauna, su suegro, es natural de Álava en las Vascongadas, origen
de otros comerciantes radicados en Buenos Aires como Gaspar de Santa Coloma y José de
Incháurregui- ambos de Álava- y Juan de Lezica, natural de Vizcaya. Costas se desempeña
como apoderado- junto a Pedro José de Otero, un importante comerciante de quien Costas es
padrino de bodas32- de Gaspar de Santa Coloma33, y claramente vemos articularse los
vínculos entre el parentesco espiritual y las actividades mercantiles. Otero y Santa Coloma se
vinculan también a otro comerciante porteño Manuel Rodríguez de la Vega34 y Francisco
Manuel Costas establece transacciones con estos tres comerciantes35, mostrando su inserción
en este circuito mercantil. Otro apoderado de Santa Coloma y Rodríguez de la Vega en Salta
es el comerciante Manuel Antonio Boedo, quien se vincula a Costas otorgándole en 1777 un
31 Mata de López, 1993-94. 32 Francisco Manuel Costas es padrino de bodas- junto a Rafael Hoyos- de Pedro José de Otero y María Ignacia Torres También Costas apadrina la boda entre José Hormaechea y María Agueda de Torres. Ambas esposas son hijas de Gabriel de Torres. La información sobre matrimonios fue facilitada gentilmente por la Lic. Isabel Zacca. 33 Susan Socolow analiza específicamente a este comerciante y lo caracteriza como un ejemplo del ‘típico’ comerciante porteño del grupo de mayoristas de nivel medio-alto. Socolow, 1991: 159-167. 34 En una referencia de 1787, Socolow muestra a Pedro José de Otero como el principal deudor de Santa Coloma por un monto de 15.000 pesos, más un adicional de 6.000 pesos tomado en préstamo por Otero para comprar mercaderías a Rodríguez de la Vega. Socolow, 1991: 187. 35 ABHS. Carpeta 15. Protocolo notarial 149. Fs. 120. 1779. Poder general otorgado por Otero a Gabriel de Torres, su suegro, y a Francisco Manuel Costas. ABHS. Carpeta 15 “A”. Protocolo notarial 154. Fs. 49-50. 1783. Poder para adquirir mercaderías otorgado por Otero a Gaspar de Santa Coloma y a Francisco Manuel Costas. Uno de los testigos es Manuel Antonio Boedo.
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poder amplio y general para actuar en su nombre y representando su persona36. A la muerte de
Boedo, es Francisco Manuel Costas quien recibe el poder para actuar como apoderado de
ambos comerciantes porteños37, mostrando la persistencia y calidad de los vínculos y el papel
cada vez de mayor importancia que va adquiriendo Costas en esta red comercial38
Además, tanto Incháurregui como Lezica se encuentran vinculados a través de distintas
alianzas matrimoniales con Pablo Ruiz de Gaona, también natural de Álava y residente en
Buenos Aires39. Si bien no contamos con mayores datos acerca de estas relaciones es posible
que actúen aquí lazos de paisanaje y que la cercanía y el conocimiento previo de las familias
en la metrópoli permita comprender mejor los vínculos establecidos en la colonia y explicar la
rápida y exitosa incorporación de los recién llegados en circuitos comerciales donde se
manifiestan como centrales los vínculos personales y la confianza. Los vínculos de paisanaje
son muy fuertes en los emigrados a América y, la solidaridad y ayuda brindada a los recién
llegados están ligadas a la región o provincia a la cual pertenecen y no a España en general.
Aquí los lazos entre los ‘naturales’ de las Vascongadas (Álava y Vizcaya) aparecen con
claridad a partir de la figura del suegro de Francisco Manuel Costas, Juan Calixto Ruiz
Gauna. Las uniones matrimoniales permiten conectar a los provenientes de esta región con los
gallegos hermanos Costas y comprender sus vínculos comerciales en Buenos Aires y en Salta.
Si analizamos los vínculos de Francisco Manuel Costas en el rubro de efectos de Castilla
en relación a los lugares de origen de los comerciantes avecindados en Salta, es posible
establecer también algunas relaciones interesantes y significativas. La mayoría de estos
comerciantes son peninsulares, llegados a Salta en la segunda mitad del siglo XVIII y de
aquellos que conocemos su lugar de origen es posible establecer el mismo cuadro presentado
en relación a las vinculaciones de Costas con la ciudad de Buenos Aires. La presencia de
gallegos y vizcaínos es preponderante en el grupo, lo que indica que las alianzas establecidas
entre los llegados de ambas regiones podrían conformar un patrón en dichas relaciones y
36 ABHS. Carpeta 14. Protocolo notarial 146. Fs. 66v. 1777. Manuel Antonio Boedo, natural de Galicia, se dedica al comercio de efectos de Castilla. Un análisis más detallado de su capital e inversiones en Mata de López, 1993-94: 206-207. 37 ABHS. Carpeta 17 “A”. Protocolo notarial 176. Fs. 69-71. 1795. 38 ABHS. Carpeta 17 “A”. Protocolo notarial 176. Fs. 69-71. 1795. En la escritura Otero reconoce a Francisco Manuel Costas como el apoderado de los comerciantes porteños, poder recibido a la muerte de Boedo. La deuda remite a piezas de plata labrada, tucuyos y distintas obligaciones endosadas. Al año siguiente Antonio de Aguela, comerciante y vecino de la ciudad de Salta, también reconoce a Costas como apoderado de los comerciantes de Buenos Aires, comprometiéndose a pagar los 4.711 pesos que les adeuda. ABHS. Carpeta 18. Protocolo notarial 177 bis. Fs. 39-40. 1796. 39 Solocolw, 1991: 208-209. Si bien la autora se refiere a Ruiz Gaona, en las fuentes consultadas el apellido aparece indistintamente como Ruiz Gaona y Ruiz Gauna por lo cual establecemos que se trata del mismo apellido. En el clan de los Lezica Socolow incluye a Pablo Ruiz Gaona, natural de Álava, casado con Elena Lezica, que tienen como hija a Josefa Ruiz Gaona, casada con José Incháurregui, también natural de Álava.
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constituir una vía de entrada en las sociedades del nuevo mundo para quienes deciden emigrar
de la península. Además, los lazos entre los peninsulares radicados tanto en la ciudad puerto
como en Salta se revelan sólidos, articulando la esfera comercial pero también social, en tanto
es este grupo el que experimenta el mayor ascenso social del período.
Una trayectoria distinta la constituye el caso del comerciante Domingo Antonio Patrón,
también de origen español, nacido en Betanzos, provincia de La Coruña-Galicia. Patrón parte
del puerto de La Coruña, arriba a Montevideo y luego pasa a Buenos Aires. En esta capital
permanece aproximadamente tres años, posiblemente vinculado al comercio de efectos de
Castilla en calidad de dependiente. De esta manera se vincula a comerciantes porteños y
obtiene el crédito necesario para trasladarse a Salta y establecer una tienda de efectos de
Castilla40. En el año 1775 llega a la ciudad de Salta, donde se establece definitivamente41, y
en agosto de 1777 otorga poder a Vicente Rodríguez Carballo y a José Fernández, ambos
vecinos del Ferrol, para que en su nombre celebren matrimonio con Antonia Fernández
Tenreiro y Andrade, también peninsular, originaria de Ferrol, provincia de la Coruña en
Galicia42. Aquí es donde vemos una de las particularidades del caso analizado. Esta estrategia
matrimonial- diferente a las estrategias típicas de los comerciantes recién llegados que
analizamos- nos muestra una temprana orientación atlántica de los intereses de Domingo
Antonio Patrón. Además, los datos relevados son significativos en la medida que prefiguran
redes mercantiles que unen tempranamente a este comerciante con su lugar de origen y el de
su esposa. Por otro lado, esta estrategia no debe ocultarnos que dicho casamiento impide a
Patrón forjar lazos fuertes con comerciantes y estancieros locales y de esta manera usufructuar
de redes y vínculos previamente establecidos.
Sin embargo, la inexistencia de lazos matrimoniales que cimienten redes familiares
locales no significa la ausencia de vínculos en la sociedad local. El destino final de Domingo
Antonio Patrón parece estar vinculado a la residencia en la ciudad de Salta de Juan de Castro,
natural de Galicia, y su esposa María Josefa Freyre y Andrade, natural del Ferrol-Galicia, tía
de Josefa Fernández Tenreiro y Andrade, futura esposa de Patrón, a quien tiene dada palabra
40 AGN. Sala IX. Tribunales. Real Ejecutoria del pleito establecido entre Juan de Castro y Domingo Patrón por ajuste de cuentas (En adelante Real Ejecutoria). Legajo 174. Expte. 4. Fs. 268v. Testimonio de José Rollo en el que expresa que en el año 1775 arribo junto a Patrón a la ciudad de Salta y que éste trajo “dos carretas de géneros de Castilla… que aquí armó tiendas con ellos, que éstos los vino debiendo a Francisco Ignacio de Ugarte, de Buenos Aires… Que a un boticario de dicha ciudad también oyó decir le venía debiendo alguna cantidad”. 41 Testimonio de Tomás de Murrieta y Juan de Cenarruza y Veitia por información de soltería. Archivo del Arzobispado de Córdoba. Expedientes matrimoniales. Legajo 69. Expte. 74. 42 ABHS. Carpeta 14. Protocolo notarial 146. 1777. Fs. 126. José Fernández es el padre de Antonia Fernández Tenreiro y Andrade.
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de matrimonio en la península. Es posible establecer entre Juan de Castro, su esposa y
Domingo Antonio Patrón un trato cotidiano, familiar, a partir del establecimiento de Patrón en
la ciudad. Esta cercanía se refuerza desde la llegada de Antonia Fernández, momento en el
cual ambos se trasladan a vivir en casa del matrimonio Castro, recibiendo a Patrón “como a
un hijo” y como dueño de casa43. Esta residencia conjunta se prolonga durante nueve años, en
la cual Josefa Freyre asiste a Domingo Antonio Patrón, a su hermano, “sus mozos, huéspedes
y criados… en la comida, ropa limpia, costuras y demás necesario a su decencia” 44.
Aparte de los lazos construidos con el matrimonio Castro, Patrón se vincula con otros
comerciantes originarios de La Coruña como Cayetano Viniegra y en Buenos Aires conoce a
otros comerciantes que luego se radican en Salta, originarios de Vizcaya y del Principado de
Asturias. Estos vínculos primarios que es posible rastrear desde la península y su posterior
arribo al virreinato, se refuerzan con la presencia de Juan Francisco Patrón, hermano de
Domingo Antonio, quien se avecina en Santa María de Catamarca al contraer matrimonio en
1785 con Inés Villagrán45. Domingo Antonio, si bien se establece en la ciudad de Salta, tiene-
por lo menos hasta 1780- una tienda de efectos de Castilla en la ciudad de La Paz, la cual era
administrada por su hermano, en colaboración con Juan de Castro.
La red se establece principalmente a partir de lazos que vinculan a Domingo Antonio
Patrón con vecinos y comerciantes naturales de Galicia, que se encuentran radicados en Salta
y otros que residen aún en la península. Estos lazos son “utilizados” por Patrón46 y los
vínculos de paisanaje estructuran redes que le permiten a este comerciante exportar suelas
desde la ciudad de Salta hacia España, otorgando poderes para actuar en su nombre y
comercializar las suelas a comerciantes de La Coruña. Así, las redes familiares y de paisanaje
se imbrican, permitiéndole articular un circuito de gran extensión geográfica y que implica la
existencia de una red de notable envergadura para un comerciante avecindado en Salta, pero
que no posee gran capital, ni grandes extensiones de tierras ni vínculos con la elite local.
43 AGN. Sala IX. Tribunales. Real Ejecutoria. Legajo 174. Expte. 4. Fs. 220v. 44 AGN. Sala IX. Tribunales. Real Ejecutoria. Legajo 174. Expte. 1. Fs. 44-53. Los lazos que unen al matrimonio Castro con Domingo Antonio Patrón se deterioran a partir de 1785 en virtud de producirse un ajuste de cuentas que lleva a un largo juicio entre ambas partes. El pleito citado se encuentra en el Archivo General de la Nación. Los cuatro tomos en el que se desarrollan las distintas instancias del pleito reúnen un excepcional conjunto de documentos que nos permiten obtener una visión amplia y a la vez profunda de las actividades, intereses y vínculos de Domingo Antonio Patrón. AGN. Sala IX. Tribunales. Legajo 174. Real Ejecutoria. 45 Inés Villagrán, hija de Luis Villagrán y Paula Arias, naturales de Santa María, casada el 11-8-1785 con Francisco Patrón. Testigos: José Melchor de las Muñecas y Juan Fermín Fernández. Archivo de la Iglesia de Santa María. Agradecemos al Lic. Pablo Iramain quien nos cedió gentilmente estos datos. 46 Bourdieu, 1991. Este autor se refiere a la noción de las funciones de las relaciones de parentesco o "de la utilidad de los parientes” y considera que los usos netamente genealógicos del parentesco sirven para situaciones oficiales, como ordenadores del grupo social, pero a esto hay que contraponer los usos prácticos de las relaciones de parentesco que permiten analizar más allá de los lazos formalmente establecidos y poder establecer de un determinado individuo o grupo aquellas relaciones que puede- o no- movilizar para determinados fines.
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Además de ser reconocido como “comerciante de efectos de Castilla”, Domingo Antonio
Patrón participa desde su llegada en el comercio mular, rubro en el que su actividad adquiere
una mayor dimensión regional y en el cual el crédito mercantil es más destacado. En este
rubro Patrón se desempeña como intermediario, comprando mulas a vecinos de Salta47,
Córdoba48 y Buenos Aires49 y vendiéndolas a comerciantes de las provincias “de arriba”50, en
algunos casos mediante hipoteca de esas mismas ventas, pero sin participar en otras etapas ya
que no posee tierras. En 1780 establece en cercanías de la ciudad una fábrica para el
procesamiento de cueros y elaboración de suelas para ser comercializadas en los puertos
metropolitanos de La Coruña y Cádiz51. Los distintos rubros en los que incursiona Domingo
Antonio Patrón nos permiten observar la integración de la economía colonial y las
interrelaciones que se establecen entre las distintas ciudades del espacio económico.
Esto lleva también a preguntarnos por las otras vías que utilizaron los comerciantes para
incorporarse al mundo social y económico salteño. Si bien las alianzas matrimoniales son
consideradas como una vía privilegiada para “pertenecer” a los grupos locales más prósperos,
quienes no siguen este camino construyen redes, cimentadas en lazos familiares pero también
de paisanaje, que están orientadas hacia fuera de la sociedad local y ancladas en las
trayectorias previas a la llegada a América.
Una elite en construcción. Salta en la primera mitad del siglo XIX
Estas disímiles trayectorias de comerciantes llegados a la ciudad de Salta en la segunda
mitad del siglo XVIII y su inserción social en distintos sectores de la sociedad local, nos
muestran un universo social complejo y cambiante. Las nuevas generaciones nacidas de estas
47 ABHS. Carpeta 15. Protocolo Notarial 148. 1778. 48 ABHS. Carpeta 14. Protocolo Notarial 146. 1777. ABHS. Carpeta 15. Protocolo notarial 148. 1778. Protocolo notarial 149. 1779.. 49 ABHS. Carpeta 14. Protocolo Notarial 146. 1777. 50 ABHS. Carpeta 14. Protocolo Notarial 146. 1777. Contrata y venta de mulas con Benito Vial, de la provincia de Chiquitos. ABHS. Carpeta 15. Protocolo Notarial 149. 1779. Junto a Cayetano Viniegra contraen deuda por derechos de sisa por 3298 mulas que Patrón remite a las provincias del Perú. 51 La producción de suelas se desarrolla en el espacio regional gracias al clima y a la abundancia del cebil, que es utilizado para la conservación de los cueros. En el caso tucumano, el curtido de cueros constituye una importante actividad en el mundo rural y la suela se utiliza para la confección de calzados, aperos de los caballos y baúles para el transporte de mercancías en las carretas. En el marco de los cambios mercantiles de fines del siglo XVIII se acelera la necesidad de suelas que reclama el mercado porteño para su exportación. López, 2003. La curtiembre de Patrón tiene algunas particularidades que la diferencian en el espacio regional. En primer lugar es un establecimiento destinado específicamente al procesamiento del cuero y confección de suelas que se encuentra en inmediaciones de la ciudad de Salta y no en el mundo rural como parte complementaria de las grandes estancias ni en unidades menores como las familias campesinas. Por otro lado, el destino de las suelas no lo constituye el mercado regional sino mercados peninsulares, lo cual exige el conocimiento de estos mercados, el funcionamiento de redes de gran alcance que permitan la comercialización de las suelas y una calidad superior que permita la conservación en tiempos y espacios tan dilatados
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primeras alianzas son testigos y partícipes de la construcción de la elite decimonónica, fruto
de distintos avatares políticos y significativos reacomodamientos económicos. El proceso
revolucionario y las guerras de independencia configuran un nuevo panorama de relaciones,
en el cual las alianzas políticas adquieren preponderancia frente a los tradicionales vínculos
familiares y las nuevas circunstancias comerciales que alteran los circuitos coloniales.
El matrimonio de Antonio de Figueroa y María del Carmen Toledo Pimentel tiene una
amplia descendencia cuyas alianzas matrimoniales los ligan a distintas familias de
comerciantes, estancieros y funcionarios borbónicos. Así, los matrimonios de las hijas
mujeres vinculan a los Figueroa con los González San Millán, Usandivaras y Allende e
Ibazeta y Aguirre, todos comerciantes provenientes de Córdoba y avecindados en Salta en el
último tercio del siglo XVIII. Por su parte, Trinidad de Figueroa y Toledo contrae matrimonio
con Francisco Javier Aráoz de Lamadrid sellando una importante alianza con esta familia
tucumana. Los descendientes varones, excepto José Gabriel quien elige el destino sacerdotal y
tiene una destacada actuación en el proceso revolucionario, contraen matrimonio con hijas de
grandes propietarios como los Fernández Cornejo, los Cornejo y Castellanos, los Carballo
Arias Velásquez, los Aráoz Figueroa, los Goyechea52. Este patrón de alianzas se completa con
la que vincula a Sebastián Fructuoso de Figueroa Toledo con Francisca Güemes Goyechea,
hija de Gabriel Güemes Montero, tesorero de la Real Hacienda de la Gobernación del
Tucumán, y María Magdalena Goyechea de la Corte, descendiente de una tradicional familia
jujeña53.
En el caso de Francisco Manuel Costas le suceden a su muerte sus nueve hijos54. De ellos,
quien tiene un accionar político más relevante es Francisco Avelino, aunque María Ignacia
Ruiz Gauna y sus hijas María del Carmen y Francisca también tienen una actuación relevante
durante las guerras de independencia. Las alianzas matrimoniales vinculan a los hijos de
Francisco Manuel también con comerciantes y funcionarios borbónicos.
Esta amplia estructura de relaciones se expresa en momentos de la ruptura revolucionaria,
durante la cual los individuos y las familias se alinean en bandos diferentes. Familias
tradicionales de Salta encabezan ya a fines del período colonial distintos grupos frente a
coyunturas y conflictos políticos como la expulsión de los padres jesuitas o la creación de la
intendencia. Así, las familias Fernández Cornejo y Saravia mantienen a lo largo de los
conflictos una posición unánime, en apoyo a los funcionarios reales en el primer caso y
52 Coronel, 2006. 53 Aramendi, 2008. 54 ABHS. Carpeta 26. Protocolo notarial 273. 1825. Fs. 141-143v.
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liderando al sector opositor en el segundo. En cambio, la familia Figueroa diversifica su
actuación y, por sus vínculos con la familia Toledo Pimentel, muy cercana a los padres
jesuitas, actúa en el grupo opositor al gobernador Campero en el momento de expulsión de la
orden; en cambio, en los conflictos que enfrentan a la intendencia y al cabildo local, Antonio
de Figueroa aparece aliado a la intendencia mientras su hijo, Francisco Javier, se une al grupo
opositor. De la misma manera, los miembros de la familia Ruiz Gauna-Costas también
participan en la vida política local de manera diferenciada. Juan Calixto Ruiz Gauna apoya al
gobernador Fernández Campero con motivo de la expulsión de la Compañía de Jesús, pero la
siguiente generación representada por su hijo Calixto y su yerno Francisco Manuel Costas, en
un nuevo contexto político y nuevos enfrentamientos, pertenece a la “pandilla opositora” a los
gobernadores intendentes, lo que implica un nuevo reacomodamiento familiar55.
La participación de integrantes de una misma familia en bandos opuestos, la cambiante y
versátil alineación de los miembros en los diferentes conflictos, las rupturas generacionales,
nos permite observar una lógica en la cual lo político aparece como otro ámbito del accionar
familiar, subordinado a sus intereses y puesto al servicio de la consolidación de las redes
sociales, comerciales y de poder. De esta manera es posible establecer que los alineamientos
no están concentrados aún en lo político y en la mayor o menor lealtad al rey y sus
funcionarios, sino que lo político forma parte de las relaciones y vínculos que unen a los
individuos, sumándose y también superponiéndose a otros vínculos de tipo familiar, religioso
o comercial, en una muy compleja trama de intereses y oportunidades que forman parte de la
vida política de las sociedades de antiguo régimen.
Sin embargo, con la ruptura revolucionaria los alineamientos políticos comienzan a
prevalecer cada vez más frente a las lealtades familiares. Teniendo en cuenta los
enfrentamientos anteriores al interior de la elite, Marcelo Marchionni sostiene que “la
revolución significó la consolidación de las familias tradicionales de propietarios de tierras
que se habían encolumnado en la defensa de las prerrogativas del Cabildo”56, a los que se
suman los comerciantes que adhieren rápidamente a la revolución. Sin embargo, el sector
realista tendrá en Salta una importante presencia, que tiene relación con el apoyo brindado por
parte de la elite local a los funcionarios borbónicos57. Las familias Figueroa y Costas-Ruiz
Gauna diversifican nuevamente su accionar. Algunos de sus miembros se manifiestan
tempranamente a favor de la causa revolucionaria y contribuyen al sostenimiento de la
55 Marchionni, 1999. 56 Marchionni, 1999: 194. 57 Mata de López, 2004: 232.
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guerra58 mientras otros integrantes suman su apoyo a los sectores realistas. Incluso en los
sectores patriotas el gobierno de Martín Miguel de Güemes genera resistencias por los
perjuicios económicos ocasionados. Así, al interior de la familia Figueroa- a pesar de estar
emparentados por el casamiento de la hermana del gobernador con Sebastián Fructuoso de
Figueroa- son continuas las quejas por el accionar de los gauchos y la expropiación de ganado
de sus estancias59.
Es interesante el caso de Francisco Avelino Costas, hijo de Francisco Manuel, quien
consolida el accionar político de la segunda generación al interior del grupo realista. Según
Paulo Cavaleri el “partido realista” de Salta se organiza alrededor de cuatro familias: la de
Nicolás Severo de Isasmendi, la de Francisco Avelino Costas, la de Juan Nadal y Guarda y la
de Pedro José de Otero60. La red nucleada en torno a Francisco Avelino Costas la integran dos
de sus hermanos: Juan Manuel, exiliado en Puno desde 1819 donde fallece sin regresar a Salta
y Santiago, deán de la catedral de Potosí. También forman parte de la red tres de sus cuñados:
Rafael de Echenique, casado con Francisca Costas; Juan Antonio de Murúa, casado con
Manuela Antonia Costas; y Agustín de Gasteaburu, casado con Liberata Costas. Otro
integrante es Rafael Peró, sobrino de José de la Serna quien llega al Callao en 1816 para
combatir en los ejércitos reales y al finalizar la guerra se avecina en Salta y contrae
matrimonio con Josefa Costas Frías, hija de Francisco Avelino61. Así, podemos ver cómo el
entramado de la nueva red familiar tejida por Avelino se revela esencial en su accionar,
desprendiéndose de la red formada por su padre junto a su familia política, los Ruiz Gauna, a
quienes ahora- en términos políticos- se encuentra enfrentado.
La distribución en el espacio de los miembros de la familia Costas permite visualizar una
red que excede los límites de la ciudad y su jurisdicción. Santiago Costas luego de ordenarse
como sacerdote se desempeña en la ciudad de Cochabamba62 y en tiempos de las guerras de
independencia es deán de la catedral de Potosí, mientras que Juan Manuel se casa en Abancay
58 “Apolinario de Figueroa Toledo participa en el ejército Auxiliar del Norte apoyando al general Belgrano en su retirada hacia Tucumán. Belgrano lo designa Gobernador de Potosí, pero debe renunciar a este cargo y retroceder con las fuerzas patriotas ante las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma”. Buscá-Sust Figueroa, 1999: 563. Por su parte, Francisco Javier de Figueroa Toledo participa de las “batallas de Suipacha, Tucumán, Salta, Vilcapugio, Ayohuma, Sipe-Sipe y Río Grande en Jujuy”. Buscá-Sust Figueroa, 1999: 487. Ambas citas en Coronel, 2006: 10. Calixto Ruiz Gauna (h) lleva varios años de participación en el Cabildo local en el grupo opositor a la figura del intendente. Precisamente en 1810 es regidor del cabildo y encarna a una de las familias que se consolidan en dicha institución en los años más turbulentos del período. En 1815 ejerce al cargo de Alcalde provincial, en 1817 es designado elector para el Cabildo de 1818 y en 1818 ocupa el cargo de Alcalde de 1º voto. Marchionni, 1999. 59 Coronel, 2006: 10. 60 Cavaleri, 1995. 61 ABHS. Carpeta 25. Protocolo notarial 265 y 270. 1821-1825. Carpeta 26. Protocolo notarial 273. 1825. www.genealogiafamiliar.net: “Los Peró”. 62 ABHS. Carpeta 18 “A”. Protocolo notarial 183. 1797. Fs. 158-159.
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(provincia del Cuzco) donde se avecina63; en 1816 se encuentra como comandante en Tarija y
a partir de 1819 se exilia definitivamente en Puno. Esta presencia y conocimiento del espacio
les permite a los hermanos movilizarse y seguir los avatares de la guerra, ya sea como parte
de las tropas realistas o exiliándose en los reductos realistas altoperuanos. Francisco Avelino
debe exiliarse en distintas oportunidades de acuerdo a los avatares de la guerra de
independencia, al igual que otros vecinos de la intendencia como Pedro Antonio Olañeta,
Guillermo Marquiegui, vecino de Jujuy, o Saturnino Castro, quienes emigran luego de la
batalla de Salta (1813) con el ejército de Pío Tristán64. Sin embargo, aún en tiempos de
avances y triunfos de los ejércitos patriotas la presencia realista en Salta se mantiene y se
articulan mecanismos para ayudar a los enrolados en la causa del Rey.
Ahora bien, ¿quienes articulan estos mecanismos? Sin duda la presencia y el accionar de
las mujeres constituye una clave para ahondar el estudio y la comprensión de este período. La
historiografía local ha rescatado el accionar de algunas mujeres patriotas en la lucha contra el
enemigo realista, pero también es interesante mostrar la actitud de madres y hermanas que
actuaron acompañando a los jefes de las familias entre los leales a la monarquía española.
Estas mujeres que permanecen en sus ciudades cuando los hombres parten por las
circunstancias referidas son quienes continúan con las actividades cotidianas y se hacen cargo
de distintas operaciones para mantener los negocios familiares, a la par que prestan auxilio a
las tropas realistas. Estos registros también nos permiten observar las vinculaciones existentes
entre las familias realistas, vínculos entretejidos a partir de las mujeres. Así, Eulalia Costas-
hermana de Francisco Avelino es “encargada especial” en la ciudad de Salta de Josefa
Marquiegui de Olañeta65, quien permanece en Jujuy aún cuando su marido y hermanos
abandonan la misma con los ejércitos de Tristán y las siguientes retiradas del ejército realista.
Por su parte, el coronel Guillermo Marquiegui figura como apoderado de María Ignacia Ruiz
Gauna mientras las tropas realistas ocupan Salta en 182166. Así también, los vínculos se
expresan a fin de prestar auxilio a las tropas realistas67 y mantener el patrimonio familiar.
Así, a pesar de la guerra, los saqueos y las contribuciones forzosas, la familia Costas logra
conservar y acrecentar su patrimonio durante las décadas de 1810 y 182068. El originario
63 ABHS. Carpeta 21. Protocolo notarial 212. 1805. Fs. 57v-59. 64 Mata de López, 2004: 233-234. 65 ABHS. Carpeta 25. Protocolo notarial 268. 1823. Fs. 19-19v. 66 ABHS. Carpeta 25. Protocolo notarial 265. 1821. Fs. 59-60. 67 ABHS. Carpeta 25. Protocolo notarial 265. 1821. Fs. 51-52v. 68 Las mujeres de la familia Costas presentan reiteradas quejas y peticiones por esclavos que se enrolan en las filas patriotas o ganado confiscado para el mantenimiento de los ejércitos. Sin embargo, las pérdidas no son tan considerables teniendo en cuenta la adhesión a las filas realistas y los exilios. En su testamento, María Ignacia Ruiz Gauna reconoce que “solamente el ganado se ha perdido en la revolución, tanto de ellos [por sus hijos]
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patrimonio de Francisco Manuel se concentraba en las actividades y el crédito comercial, pero
la familia paulatinamente va adquiriendo propiedades rurales, en muchos casos lindantes con
la familia Ruiz Gauna. La segunda generación comienza la transición hacia las actividades
ganaderas propias de las familias de elite en el siglo XIX. Los hijos de Francisco Manuel
heredan y consolidan un importante patrimonio inmueble que incluye las Chacras de Peñalba
y Nuestra Señora del Carmen; las estancias y potreros Despensa, Mosquera y Porongos,
además de casas y tiendas en la ciudad69. El ascenso social de la familia Costas se consolida a
partir de la unión matrimonial, en 1840, del hijo de Francisco Avelino, Francisco Manuel
Costas Frías, con Catalina Figueroa Güemes.
Catalina es hija de Sebastián Fructuoso de Figueroa y Francisca Güemes Goyechea,
familia que une tempranamente linaje y propiedades a la riqueza derivada del comercio.
Además, la extensa parentela conformada por esta familia70 la vincula por vía matrimonial,
pero también a través de los vínculos espirituales, a una amplia gama de familias salteñas y de
la región que tienen distinta participación política en las guerras de independencia y las luchas
civiles posteriores, además de variados intereses económicos. Así, esta extensa red le otorga a
la familia Costas un amplio espacio social en el cual anudar nuevas y fructíferas relaciones. A
partir de una situación periférica en relación a la elite principal salteña, y a pesar de su
participación política en el sector realista, sus actividades económicas y fundamentalmente
sus alianzas matrimoniales permiten a la familia Costas integrar el núcleo de familias de elite
de mediados del siglo XIX71.
Distinta trayectoria siguen los herederos de Domingo Antonio Patrón y María Antonia
Fernández, trayectorias que permiten un análisis diferencial de las estrategias matrimoniales y
las alternativas económicas del siglo XIX. No conocemos la fecha exacta del fallecimiento de
Domingo Antonio Patrón ni sus circunstancias, aunque estimamos que la misma se produce
como el mío y de él únicamente se han podido salvar cien cabezas que retiró a la Frontera el capataz Francisco Báez”. ABHS. Carpeta 26. Protocolo notarial 273. 1825. Fs. 141-143v. 69 ABHS. Carpeta 26. Protocolo notarial 273. 1825. Fs. 11-143v. 70 Gabriel Güemes Montero y María Magdalena Goyechea de La Corte procrean nueve hijos: Juan Manuel, Martín Miguel, María Magdalena, Francisca, José, Gabriel, Juan Benjamín, Manuel Isaac y Napoleón. Esta extensa familia se vincula por vía del matrimonio con las familias Tejada, Figueroa, Iriarte, Puch, Carrillo y Nadal. Magdalena Goyechea contrae segundas nupcias con José Francisco Tineo Castellanos. Por su parte, el matrimonio entre Antonio de Figueroa y Mendoza con María del Carmen Toledo Pimentel tiene trece hijos: Francisco Javier, Manuela, Sebastián Fructuoso, María Antonia, Marcelino Felipe, Trinidad, Vicente, José Gabriel, Cayetana, María Mercedes, Apolinario, Narciso y Santiago. 71 Es necesario recordar que Francisco Avelino Costas es el único descendiente varón de la segunda generación que continúa el apellido, ya que su hermano Santiago es sacerdote y Juan Manuel fallece sin descendencia. Por ello, las alianzas matrimoniales de sus hijos son importantes para consolidar la posición familiar. A su vez, Francisco Manuel Costas Frías es el único varón de su generación y su alianza con los Figueroa Güemes es estratégica y una clave para el análisis del ascenso social de esta familia.
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entre 1805 y 180772, y la de su mujer antes de 181373. La historia de la segunda generación se
enlaza con la de Juan Francisco Patrón, hermano de Domingo Antonio, quien se avecina en
Santa Maria, Catamarca, al casarse con Inés Villagrán. Al amparo de su tío paterno concurren
los descendientes de Domingo Antonio quienes se establecen en Santa María durante varios
años. Tanto Marcos Antonio como Juan Gregorio contraen matrimonio en Catamarca74
mientras Rosa Agustina se casa en 1815 con Francisco Gordillo, natural de La Rioja75, y se
avecina en Famatina76 con sus cinco hijos. Así, el destino de esta segunda generación se
dispersa por el espacio regional aunque- como veremos- permanecen ligados a la ciudad de
Salta. Consideramos que este derrotero particular se debe a que a la muerte de sus padres
ninguno de los hermanos Patrón Fernández se encuentra en condiciones de hacerse cargo del
emprendimiento de la curtiembre ni de retomar los vínculos comerciales de su padre, siendo
algunos de ellos aún menores de edad.
Los hermanos Marcos Antonio y Juan Gregorio Patrón, únicos descendientes varones,
regresan a la ciudad de Salta en la década de 1820, motivados suponemos por la perspectiva
de retomar el negocio familiar, aunque las circunstancias han cambiado radicalmente. La
historiografía parece coincidir en aceptar que las provincias del norte, especialmente Salta y
Jujuy, reanudan rápidamente- incluso antes de finalizada la guerra de independencia- las
vinculaciones con la economía altoperuana. Sin embargo, consideramos que esta recuperación
se hace bajo un nuevo signo.
Los circuitos tradicionales han sufrido grandes cambios, especialmente para los sectores
más vinculados al comercio con España. El eje Potosí-Buenos Aires articulaba los extremos
que entran en contacto con la economía internacional, el metálico altoperuano y los efectos de
Castilla, luego llamados ultramarinos. En ese circuito de gran envergadura por el que transitan
los comerciantes coloniales Salta cumple el rol de intermediaria, consumidora y
reexportadora, papel que no retoma en el siglo XIX cuando se pasa del monopolio colonial al
contacto directo con el mercado mundial, quedando como abastecedora de ganado y otros
72 En diciembre de 1804 otorga poder a Agustín Careaga, vecino de Chuquisaca, para la venta de un esclavo, en lo que constituye la última operación registrada a su nombre en el archivo notarial salteño. El 16 de febrero de 1808 Juan Francisco Patrón se compromete a pagar a Antonia Fernández la suma de tres mil pesos como liquidación de todas las cuentas sostenidas entre su hermano, ya fallecido, y él. ABHS. Carpeta 20. Protocolo notarial 208. 1804. Fs. 135. ABHS. Carpeta 22 “A”. Protocolo notarial 228. 1808. Fs. 76. 73 ABHS. Carpeta 24. Protocolo notarial 152. 1813. Fs. 14v-16. El matrimonio Patrón-Fernández procrea siete hijos: María Ángela, Marcos Antonio, Juan Gregorio, María Francisca, Rosa Agustina, María Josefa y María Antonia. 74 Marcos Antonio Patrón Fernández contrae matrimonio en 1813 con Ana María Díaz, y procrean seis hijos. Por su parte, Juan Gregorio Patrón Fernández contrae matrimonio en el mismo año con Eugenia Escobar Delgado, también en Santa María, lugar donde residen aproximadamente unos diez años. Corominas, 2006: 68. 75 Corominas, 2006. 76 ABHS. Carpeta 36. Protocolo notarial 347. 1857. Fs. 63-67.
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productos a Bolivia y el sur peruano77. En el caso de Domingo Antonio Patrón y sus
actividades productivas y comerciales a fines del siglo XVIII, podemos observar el
funcionamiento del espacio económico colonial. Patrón envía hacia las "provincias de arriba"
efectos de Castilla adquiridos en Buenos Aires y ganado mular y obtiene efectos de la tierra
que redistribuye por el espacio regional de la Intendencia y el metálico necesario para las
operaciones realizadas en la ciudad-puerto de Buenos Aires. Este circuito se amplia aún más
en la década de 1780 cuando Patrón establece la curtiembre en la ciudad de Salta. Las suelas
son enviadas para su venta- previo paso por Buenos Aires- a los puertos metropolitanos de
Cádiz y La Coruña. Allí obtiene efectos de Castilla que son luego ingresados para su venta en
los mercados local y regional y enviados también hacia el Alto Perú, y metálico que es
también utilizado para la compra de esclavos destinados al trabajo en la curtiembre. Este
complejo circuito se asienta en la permanencia del vínculo colonial, no sólo por los aranceles
o medios de transporte sino porque está afianzado en lazos personales, a veces de tipo familiar
y otras por lazos de paisanaje, que aceitan el funcionamiento del circuito mercantil. El
esquema descrito no se recupera luego de las guerras de independencia.
Los descendientes de Domingo Antonio Patrón continúan con el emprendimiento de la
curtiembre pero su mercado ahora lo constituye la economía litoral en expansión. A pesar de
ser la principal manufactura local, la balanza comercial resulta desfavorable para el comercio
salteño. Respecto a las exportaciones de Salta Viviana Conti expresa que para 1830 el 62%
del valor de las mismas lo constituye el ganado en pie que se envía a Bolivia, Perú y la Puna
de Jujuy y el 37% restante se envía a Buenos Aires- conformado principalmente por cueros,
pieles y suelas- lo que permite al sector comerciante mantener abierto el crédito mercantil en
la ciudad puerto y redistribuir los efectos ultramarinos principalmente hacia Jujuy y Bolivia78.
Sin embargo, al especificar los porcentajes en pesos vemos que los ingresos que recibe Salta
por los cueros, pieles y suelas que vende a Buenos Aires asciende a un monto de 23.721 pesos
mientras que compra efectos ultramarinos por un total de 116.043 pesos (70% del total de
importaciones), lo cual muestra una balanza claramente desfavorable para la provincia y los
comerciantes locales79. Además, las suelas que envía la provincia de Tucumán hacia Buenos
Aires en el bienio 1842-1844 constituyen casi el 74% del total de todas las regiones80, un
bajísimo 4,21% le corresponde a Salta lo que muestra sin dudas que la producción de suelas
77 Halperin Dongui, 2002. 78 Conti, 2003: 117-120. Ver especialmente gráficos 1, 2, 3 y 4. 79 Las reexportaciones hacia Bolivia y Jujuy ascienden a un monto de 22.142 pesos. 80 Con 32.229 unidades es la "provincia-región" que más suelas exporta hacia Buenos Aires. El total de suelas, incluye todas las regiones, es de 43.626 suelas. Rosal, 2003: 244-245. Cuadros 5 y 6.
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en la provincia no se destina al mercado exterior. Para el bienio 1848-1850 Tucumán
mantiene una creciente exportación de suelas, que constituye un 68% del total de todas las
regiones. Nuevamente solo un 3% del total de suelas es enviado desde la provincia de Salta.
Estas cifras aproximadas, de las pocas estimaciones cuantitativas de exportaciones de
Salta hacia Buenos Aires que se han trabajado para el siglo XIX, muestran el fin del proyecto
exportador de suelas que había iniciado a fines del siglo XVIII Domingo Antonio Patrón; las
curtiembres de Salta producen para otros mercados, abandonando la vinculación atlántica81.
Los descendientes de Juan Gregorio Patrón82, Domingo Antonio y Robustiano Patrón
Escobar, continúan el negocio familiar. Así, la familia compra en 1829 la Quinta y molinos de
Medeiros, luego llamada El Paraíso83, que pasa íntegra a manos de Robustiano y Domingo
Antonio por compra de las partes correspondiente a sus hermanos. En 1857 los hermanos
Patrón compran la estancia ganadera San Lorenzo84, uniendo estas extensas propiedades en
las cuales instalan la curtiembre. Los hermanos mantienen la producción y comercialización
de suelas a través de distintas estrategias que articulan distintos sectores vinculados al rubro.
Así, mediante contrato, los hermanos Patrón compran el ramo de carne asegurándose la
provisión de los cueros necesarios para la curtiembre85 y también mediante contrata venden
las suelas producidas a otros comerciantes encargados de su venta en Buenos Aires86. En
1865 Domingo y Robustiano formalizan la Sociedad Patrón Hermanos87 y continúan
vinculados a la producción y comercialización de suelas hasta finalizar el siglo XIX.
En 1865 los hermanos Patrón Escobar contraen matrimonio con las hermanas Francisca y
Catalina Costas Figueroa Güemes y conforman el tronco familiar “Patrón Costas”, que
constituye a fines del siglo XIX y principios del XX uno de los grupos familiares más
importantes de la elite salteña, con proyección a nivel regional y nacional. Como vimos, las
familias que confluyen en esta unión y sus trayectorias difieren entre sí y constituyen un
panorama de las opciones políticas y las actividades de Salta y la región en el siglo XIX, a
pesar de tener sus orígenes en los comerciantes llegados a ciudad a fines del siglo XVIII en el
marco de las migraciones borbónicas.
81 Miguel Ángel Rosal, retomando cifras de Woodbine Parish respecto a la exportación de cueros, sostiene que las cifras de exportación “de la producción del interior incluyen cueros secos y salados, no así curtidos, cuya cantidad es francamente despreciable”. Rosal, 1995: 21. Cuadro C “Exportación de cueros: Buenos Aires frente al interior”. 82 Juan Gregorio y Marcos Antonio fallecen en la década de 1830 dejando sus negocios en manos de sus mujeres e hijos. 83 ABHS. Carpeta 29. Protocolo notarial 301. 1837. Fs. 95-99v. 84 ABHS Carpeta 36. Protocolo notarial 349. 1857. Fs. 274–280v. 85 ABHS. Carpeta 37. Protocolo notarial 350. 1857. Fs. 19-20v. 86 ABHS Carpeta 34. Protocolo notarial 338. 1854. Fs. 214-216. 87 ABHS. Carpeta 41. Protocolo notarial 382. 1865. Fs. 42 y ss.
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Además, la imagen social de la familia, construida en el siglo XX, ha opacado alguno de
los aspectos de estas trayectorias a fin de ensalzar ciertas virtudes y comportamientos,
rescatando la prosapia de las hermanas Costas y el afán industrioso de los hermanos Patrón,
sin vincular dichas trayectorias a los procesos económico-sociales y políticos88. En este
trabajo la historia de la familia, y las distintas estrategias y alianzas matrimoniales, nos
posibilitaron acceder- desde otro registro- al complejo y contradictorio siglo XIX.
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X JORNADAS ARGENTINAS DE ESTUDIOS DE POBLACIÓN
San Fernando del Valle de Catamarca, 4, 5 y 6 de noviembre de 2009.
Sesión 13 “La familia, reflejo de la diversidad en el pasado y presente de Argentina
(siglos XVIII-XXI)”
Organiza: Dra. Mónica Ghirardi CEA-UNC.
Familia y red social. La elite salteña en las primeras décadas del siglo XIX
María Mercedes Quiñonez
CEPIHA-Universidad Nacional de Salta
mercedesq@uolsinectis.com.ar
Resumen
El propósito de nuestra investigación es explorar las bases sociales y económicas del
poder y las alianzas políticas de los grupos de elite salteños emergentes del proceso
revolucionario y las guerras de independencia, con una mirada centrada en el accionar
familiar y desde la perspectiva de las redes sociales. En este trabajo centramos la mirada en
familias salteñas que confluyen hacia mediados de siglo en el tronco familiar Patrón Costas,
familias que con trayectorias diferentes iluminan los procesos históricos de una manera
particular, a fin de analizar a través de ellas los derroteros políticos y las alternativas
económicas y visualizar la emergencia de distintos grupos familiares luego de la coyuntura de
las guerras de independencia. La propuesta pretende entonces contribuir al conocimiento de
los grupos de poder locales y regionales en un período clave para la historia provincial y
nacional.
Al entender a la familia como una forma particular de acercarse a lo social, las fuentes
privilegiadas para reconstruir sus trayectorias son aquellas que nos permiten analizar sus
actividades públicas pero que a la vez transparentan un universo privado de relaciones,
tensiones, estrategias y decisiones que traspasan y unen ambos espacios. Así, las escrituras
realizadas ante escribano público nos revelan un amplio espectro de actividades que nos
permiten reconstruir las trayectorias individuales y las redes sociales y comerciales, por lo
cual se privilegian en nuestro trabajo.
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