cita con Vicente Ferrer

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Esta mañana de junio, mientras preparábamos la mochila para el cole, le he dicho a mi hijo que

había muerto un hombre santo. “¿Era famoso?”, me ha preguntado.

“Ya ves que no, tu no le conocías, en España la gente importante de verdad no es famosa”.

Los indios han perdido a su father y los españoles hemos perdido a nuestro santo. Afortunadamente su Dios le ha dejado vivir

89 años para hacer el bien. Era el único santo que teníamos por el mundo, a miles de

kilómetros de donde nació.

Como dice el padre Ángel, es igual que la Iglesia lo suba o no a los altares.

Vicente Ferrer ya estaba antes de morir, en el altar de los hombres

imprescindibles.

“Después de Auschwitz no se puede escribir poesía”, después de Ferrer hay que lanzar las

campanas al vuelo porque los milagros sí pueden ser de este mundo. Él lo demostró, dando de comer y salvando de la muerte a

millones de personas en la India.

Él hizo del heroísmo un acto cotidiano, tenía nombre de santo y hablaba con una sabiduría que ponía los pelos de

punta y encogía el corazón.

Los indios lloran a su father, pero los españoles ni siquiera hemos puesto las

banderas a media asta, ni el Gobierno ha decretado día de luto nacional, ni la Iglesia

a la que pertenecía Vicente Ferrer ha organizado vigilias por el eterno descanso de su alma, ni está previsto ningún funeral

de Estado.

Su alma no echará de menos los oropeles mundanos ni los homenajes oficiales, pero la obligación moral de

toda sociedad debería ser honrar a los hombres que de verdad son

imprescindibles.

Decía:«En el mundo hay más gente buena

que mala, pero los malos son más listos»

Afortunadamente para los miserables de la India, hay personas que son

buenas y además tan listas, con tanta energía, humildad y fuerza interior

como para poner en pie una Fundación que continuará su obra.

Hoy es uno de esos días en los que cualquier hombre o cualquier

mujer, se sienten infinitamente pequeños ante la grandeza de un

ser humano.

Uno de esos días en los que tenemos que arrodillarnos ante la memoria de

una persona excepcional, maravillosa, admirable y única. Hasta los que no

sepan rezar deberían hacerlo.

No porque su alma descanse en la gloria, que eso está más que

asegurado, sino porque él lo habría querido así.

Siempre se consideró un soldado del Ejército de Dios

Lucía MéndezEl mundo.es20.06.2009

Su legado:

Apadrinamientos: más de 2,5 millones de

personas y casi 4 millones de beneficiarios de los 1.874

pueblos del distrito de Anantapur;

39.000 viviendas para las familias más desfavorecidas;

Tres hospitales generales, un centro de planificación familiar, un centro

para enfermos terminales de sida, 14 clínicas rurales;

1.696 escuelas y centros educativos, 120 bibliotecas,

educación para 158.000 alumnos de primaria y

secundaria;

Centros especiales para invidentes, sordos,

discapacitados psíquicos;

Miles de pozos por todo el distrito , casi 2.300 embalses de distintos

tamaños, tres millones de árboles frutales plantados y hasta tres

cosechas por año ;

Control de la natalidad;

Y lo más importante:Dignidad, esperanza e

ilusión.

HASTA SIEMPRE, PADRE.

.

VICENTE FERRER

Barcelona, 9 de abril de 1920

Anantapur, Andhra Pradesh, India, 19 de junio de 2009

.

Música: Conquista del Paraiso

Intérprete: Vangelis

Marta