Confrontación generacional. Mendoza 2016

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MOVIMIENTO ADOLESCENTE…¿ADULTOS EN RETIRADA?Adolescentes desamparados, adultos desorientados…

CONFRONTACIÓN GENERACIONAL

Trayectorias subjetivantes

en la cultura actual

1-

La adolescente: Adolescencia o adolescencias? Es una etapa, proceso, tránsito? Da cuenta del cambio corporal, puberal, exclusivamente? Es una producción epocal?

Los padres: Padres o parentalidades? Cuál es el lugar del adulto? Hay un “deber ser”? Cuál es la función? Ayudar a qué? Contener qué?

Gaturro: Encarna el imaginario social sobre el proceso adolescente.

Momento difícil… para quién? Los adultos sabemos qué les pasa? Imponemos

nuestras vivencias, damos lugar a la singularidad?

“Fuerza”, refiere al trabajo psíquico? De la hija o de ambos?

Zona de controversia: Confrontación generacional. Déjenme sola! Estar solo en presencia de otros.

Alteridad. No me toquen! Necesaria distancia o brecha

generacional. Tramitación de la genitalidad. No me hablen! No me definan. Disponibilidad no

intrusiva. Dejar de ser hablado por otros. Los odio! La agresividad al servicio de la

diferenciación.

Padres perplejos.. conmoción, extrañeza, desvalimiento, vulnerabilidad.

Ahora están ellos en el sillón, implicados en el proceso, el trabajo será para todos…

Cómo pueden posicionarse? Retirarse de la escena?

Gaturro podría representar al imaginario social..

CONFRONTACION GENERACIONAL Freud plantea en “La novela Familiar del

Neurótico”, que el desasimiento parental es una de las operaciones más dolorosas que deberá tramitar el sujeto. Y especifica: “Es absolutamente necesario que se cumpla y es lícito suponer que todo hombre devenido normal lo ha llevado a cabo en cierta medida. Más todavía: el progreso de la humanidad descansa todo él, en esa operación entre ambas generaciones” (Freud 1909).

Winnicott, en 1971, define el lugar de las figuras paternas en la adolescencia: “hacerse cargo de la responsabilidad” mientras se encuentra en marcha el crecimiento, de manera que los adolescentes no salten a una falsa madurez, perdiendo su libertad ideológica y su posibilidad de actuar impulsivamente. Debe darse un acto de confrontación, por medio del cual los adultos ofrecen “una contención que no posea características de represalia, de venganza, pero que tenga su propia fuerza”.

PADRES EN RETIRADA… Simetrización del vínculo: se arrasan las diferencias y

declinan en su función reguladora. Diluyen la responsabilidad.

Funciones invertidas: hijos como sostén de los padres.

Queja que inhabilita la acción y el pensar.

Imposición de un constante abastecimiento: expectativas parentales de hijos totalmente felices.

Desmentida del crecimiento de los hijos.

Exilio precoz : se confunde autonomia con abandono.

DESDE DÓNDE VAMOS PENSANDO… “…pienso en una subjetividad encarnada, que se

produce en el hacer con los otros y el mundo. … se va construyendo/ deconstruyendo a todo lo

largo del ciclo vital. … un psiquismo abierto a nuevas inscripciones…

nuevas construcciones experienciales, que se sustentan tanto en previos puntos de anclaje como en andamios actuales intersubjetivos, en diálogo con el cuerpo, siempre extraño y ajeno, aún más en esa suerte de presencia-ausencia que la virtualidad supone.

No se trata entonces solamente de reviviscencias, revisiones, resignificaciones, sino también de producciones novedosas.”(C. Rojas, 2013)

Este ensamble de encuentro y diferencia entre generaciones implica un proceso de cambio psíquico, tanto para los padres como para los hijos ( reordenamiento de las identificaciones ).

Padres e hijos se co-construyen, en un vínculo asimétrico que no da cuenta de una desigualdad jerárquica sino que se refiere a diferentes grados de conformación subjetiva.

Es una experiencia conmocionante caer a cuenta que el hijo es genuinamente otro.

… en tanto el otro es un sujeto singular y separado, se impone una dimensión de alteridad.

La diferencia deviene imposición inevitable a ser tramitada por cada cual.

El otro es, en alguna dimensión, tan familiar y al mismo tiempo tan ajeno, y por ende, inquietante”

(M. C. Rojas, 2013)

Coordenadas epocales

Caída de las grandes creencias y de las instituciones sólidas. Ausencia de referentes.

Profundos cambios en las configuraciones familiares.

Predominio de la cultura de la imagen. Mercado neo liberal. Expansión acelerada del

consumo como lógica social. Procesos de globalización de la comunicación

donde lo diferente y singular, se desdibuja.

Las categorías de tiempo y espacio se han transformado: los espacios real y virtual se entrecruzan. El tiempo se ha acelerado vertiginosamente. Las nociones de futuro y porvenir han perdido vigencia mientras el presente comanda.

La vertiginosidad (perpetua inestabilidad y cambio) afecta la capacidad de dar significación.

El mundo virtual es otro universo de producción subjetiva y vincular.

Mediatización de los vínculos por los soportes tecnológicos.

ENCUENTROS Y DESENCUENTROS ENTRE GENERACIONES…Adultos y adolescentes son sujetos de época.Los adolescentes estan “ condenados aexplorar” empujados por las exigencias biológicas, psicológicas y sociales. ( Mario Wasserman ). Es un “segundo deambulador”.Los adultos viven también en una búsqueda identificatoria, que anteriormente sólo estaba permitida a los adolescentes.La juventud se ha convertido en ideal social.Estos fenómenos derivan en una simetrización generacional, “diluye las fronteras entre edades y las compacta en un tiempo que no avanza, o, aún más, aspira a retroceder.”

La familia ya no tiene el rol social exclusivo de sostén y regulación. Tendencia a la socialización temprana de los hijos.

Los padres se encuentran desamparados por las instituciones que les daban legalidad.

Los discursos de autoridad han perdido potencia ante un modo de vivir democrático y horizontal.

Ante esta realidad los adolescentes defienden su derecho a confrontar. Construyen obstáculos a vencer, recuperando la asimetría y recreando la confrontación (conductas de riesgo, juegos con la muerte).

NUEVOS CAMINOS EXPLORATORIOSLa descomposición de las ideologías tradicionales va dando lugar a la posibilidad de nuevas agrupaciones y formas de existencia particulares: tales como los espacios virtuales, las nuevas composiciones familiares.Hoy las agrupaciones no son sólidas y estables sino situacionales.La familia comparte con el mundo digital las investiduras del adolescente. Este nuevo escenario favorece el progresivo desprendimiento ofreciendo zonas de existencia en un hacer creativo.

Se despliegan pequeñas ceremonias deencuentro.El adolescente se las ingenia para hacer

marca.Busca perdurabilidad e intensidad. Inscribe

su subjetividad en diferentes superficies

(piel, paredes, calles, espacios virtuales).La multiplicidad de otros en la red requiere una exigencia de trabajo psíquico: lidiar con lo pulsional, con la imagen de si, con la alteridad

y ajenidad, con elecciones de pertenencias..

Repensamos nuestro posicionamiento…

Un abordaje desde la complejidad promueve cambios en nuestra mirada y también en nuestras intervenciones. Creemos necesario realizar una permanente tarea de deconstrucción de nuestros modelos, ideologías, que nos permita detectar las propias contradicciones y prejuicios. Poner en duda…

La adolescencia es una novedosa oportunidad para la producción de subjetividad.

No solo tolerar la confrontación pasivamente (frontón) sino investir un espacio para la diferencia.

Favorecer el armado de “un contexto de quietud y reflexión en medio del perpetuo movimiento”. Rojas.

No tomar una posición retaliativa ante los movimientos adolescentes.

Propiciar despliegues de subjetividad : romper circuitos de repetición, abrir a la diferencia y a nuevas posibilidades simbolizantes.

Cuidar y sostener la capacidad de experienciar … el gesto espontáneo, la capacidad de asombro .

Favorecer el jugar. El jugar es desfamiliarizador, incomoda al adulto. Es una experiencia que no puede “ser otorgada”, pero sí ser facilitada.

Ir al encuentro. Pensamos al otro desde lo que su presencia puede generar, no como portador de una función, de un mandato heredado. Para los jóvenes el acto de enlace, el encuentro, no es consecuencia del respeto al adulto, sino de la capacidad de ser afectado por una presencia. El reconocimiento pierde toda unilateralidad.

Estar atentos a desbloquear la apertura al acontecimiento, a la auténtica experiencia propia para que esta pueda ser procesada y adquirir sentido.

El sentido es una construcción intersubjetiva, situacional.

“..pensar las adolescencias, sus vertientes creativas y/o mórbidas, interrogar al sujeto individual e interrogar a su tribu de referencia, es una exigencia ineludible. No hay texto (indiv) sin contexto (colectivo) que lo genere y legitime” M Viñar.

Repensar las nuevas construcciones de la parentalidad: el desafío que se presenta es aceptar una mayor democracia en el seno de la familia, logrando sostener al mismo tiempo las funciones constitutivas del psiquismo: sostén e interdicción.

Pensar desde el psicoanálisis las problemáticas de la dominación, la violencia y la soberanía del padre. (Derrida)

Poder pensar la diferencia no de manera fálica, clasificando jerarquías y oposiciones. Diferencia no oposicional (Rodulfo)

Valorar la fragilidad como la posibilidad de crear nuevos sentidos para lo que está en el cuerpo y ya no coincide con las referencias existentes.

La fragilidad suele ser vivida como el colapso de uno mismo. La subjetividad moderna recusa esa fragilidad. Será nuestra función ayudar a hacerse cargo de ella para poder crear y recrear sentidos y relaciones con el mundo. Suely Rolnik

Realizar un trabajo de “cartógrafo”, participar, embarcarse en la construcción de territorios, sin imposiciones, sin un mapa preestablecido. La cartografía, a diferencia de los mapas, se hace conjuntamente con los paisajes cuya formación acompaña.

Inventar puentes de lenguaje que permitan expresar los afectos y también crear nuevos mundos. El lenguaje no es un vehículo de mensajes y salvación. Es en sí mismo creación de mundos.

Proponemos repensar nuestro posicionamiento ante las adolescencias desde el entramado subjetividad- vínculo- cultura, para superar la mirada nostálgica y no caer en reduccionismos empobrecedores y limitantes.

Trabajamos desde la Clínica de lo Posible, intentando generar un campo propicio para el despliegue de las posibilidades de cada joven.  

• Tal vez el adulto pueda jugar el

rol de muelle, que desde su territorio se interne en la fluidez de las aguas, permitiendo un lugar de descanso para el adolescente, un espacio transicional, al que pueda arribar, ir y venir… El muelle se interna en la “cartografía líquida”, en permanente mutación, sin perder consistencia, puede tolerar los embates del viento y las olas, sin claudicar en su función, invitando al viaje exploratorio, y también acogiendo los regresos, los desembarques en busca de víveres y las nuevas partidas.

• Esta imagen nos ayuda a pensar las diferentes territorialidades, y el espacio de encuentro e intercambio entre las generaciones. Y que la adolescencia invita al armado de un contexto inédito, novedoso para ambos, para el que explora nuevos mundos, y para quien invita a la exploración y espera en la orilla. Ese desprendimiento exige un verdadero trabajo psíquico, que posibilite el ejercicio de la diferenciación.

• Por qué el barco se aleja de la cálida orilla y se mete en territorios desconocidos, extranjeros? Suelta amarras y se aventura al desamparo, a lo imprevisible…Se libera del aporte parental narcisista y la exploración se vuelve errancia, puede perder el rumbo, desorientarse, inhibir su exploración, repetir itinerarios, amarrarse o anclarse. Es momento de hacer uso del necesario derecho a errar, con los riesgos que implica.

• Para esto existieron adultos que invistieron esa posibilidad, prestaron brújula, quizá alguna hoja de ruta (trama simbólica), entre otras que podrán aportar otros navegantes. Si bien se trata de un viaje singular, esta experiencia fundante se da en aguas compartidas con el otro cultural, y con la seguridad de poder arribar a un muelle.

• La disponibilidad hace a la naturaleza del muelle, lugar estable, previsible, que frente a las turbulencias del experienciar adolescente soporta “sin represalias”. Tolera el oleaje que le da batalla, ese empuje desafiante.

• En ese itinerario inexplorado, en esas aguas anónimas, ilimitadas, será un desafío no desistir en la búsqueda y el hallazgo de lo propio. La sociedad tomará la posta ofertando otros apuntalamientos en esa aventura.