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UNA PERSPECTIVA ARAGONESA DEL CONDADO DE BARCELONA
MARISA AZUARA
La Hispania cristiana de los godos a punto estuvo de ser aniquilada cuando, en el año 711, los musulmanes se apoderaron de la Península Ibérica
Tras ganar los territorios gobernados por Don Rodrigo, los musulmanes llegaron a las estribaciones de los Pirineos obligando a los godos de Witiza a convertirse al Islam o a replegarse en las Galias en busca del amparo de los
francos
La situación se tornó desesperada cuando los musulmanes penetraron
en la Septimania y conquistaron el Rosellón
y el Narbonesado
Los francos, capitaneados por Carlos Martel acudieron
en su ayuda
En el año 730, derrotaron a los musulmanes en la batalla de Poitiers/Tours y los obligaron a
retroceder al Sur de los Pirineos
El estado franco acogió a los refugiados visigodos en su territorio, pero a fin de evitar las peleas que los habían llevado al desastre, instaló a la facción de
Alamundo en el Ducado de Vasconia y, separados por los francos del Condado de Toulouse, acomodó a los cath-alaunes de Ardón en la Marca de Gotia
Algunos años más tarde, Carlomagno ocupó el trono de los francos y, con la ayuda del Romano Pontífice, unificó en un gran imperio todos los territorios
que había heredado y conquistado
Acto seguido, inició la reconquista de la Península Ibérica.
Para gobernar las plazas ganadas, Carlomagno
creó la Marca Hispánica
La tormentosa sucesión que se
produjo a la muerte del emperador,
Ludovico Pío, llevó a la
desmembración del Imperio y la Marca Hispánica le correspondió al rey de Francia
Como correspondía a la ley franco-goda, la Marca Hispánica fue
dividida en demarcaciones
territoriales llamadas condados
La situación de debilidad del Reino Franco fue aprovechada por el
condado de Pamplona para independizarse y erigirse en
reino
El Condado de Aragón no tardó en unirse al Reino de Pamplona,
seguido de los condados de Sobrarbe y Ribagorza
El resto de condados de la Marca Hispánica permanecieron gobernados por nobles francos y bajo la jurisdicción del rey de Francia
Uno de estos condados de la
Marca Hispánica era el Condado de
Barcelona, constituido en el
año 801 por el emperador
Carlomagno y otorgado al conde Bera, hijo mayor
del conde Guillermo I de
Tolosa
En el año 820, Bera fue acusado de traición y exiliado a Ruán
El condado de Barcelona le fue
otorgado a Rampón, noble
franco del círculo imperial
Rampón murió en el año 825. Entonces, el
emperador otorgó el Condado de
Barcelona a Bernardo de Septimania,
hermano menor del conde Bera
El conde Bernardo estaba casado con la princesa
Dhuoda, hija de Lupo Sánchez y sobrina de Centolio Lupus,
Scemen y Garseand.
A su vez, Dhuoda era hermana de Aznar de Aragón y de
Sancho de la Valdonsella
Bernardo de Septimania era uno de los hombres de
confianza del emperador Ludovico Pío, pero acusado
de mantener relaciones ilícitas con la segunda esposa del cesar, Judith de Baviera, tuvo que abandonar la corte de Aquisgrán y refugiarse en sus posesiones barcelonesas
Bernardo de Septimania acabó siendo ejecutado
por Carlos el Calvo, al que había correspondido Ia Francia Occidental en
el reparto sucesorio
Carlos el Calvo, entonces, entregó el condado barcelonés a Sunifredo, hijo del conde Borrell, de la dinastía Sancha, quien lo sumó a los condados del Rosellón y de la isla
de Cerdeña que acababa de arrebatarle a su primo, Aznar Galindez de Aragón
Pero las cosas tampoco fueron bien con Sunifredo y tras algunos nombramientos condales más, fallidos, Carlos el Calvo otorgó el Condado de
Barcelona a Wifredo el Velloso, primogénito de Sunifredo
Por la Capitular de Quierzy, el Condado de Barcelona se convirtió en hereditario, lo cual no significa que las posesiones administradas por Wifredo
el Velloso se convirtiesen en independientes; tan sólo que uno de sus hijos tenía derecho a heredarlo
Pero seguía siendo un feudo vasallo del rey de Francia y los soberanos franceses debían sancionar la
titularidad para que ésta fuese legítima
El condado de Barcelona, a partir de
entonces, fue administrado por los
descendientes del conde Wifredo el
Velloso que tomaron el apellido Borrell
como nombre de su linaje y de la dinastía
de los condes de Barcelona
El conde Borrell II se casó con Letgarda de Tolosa, hija de Ponce Ramón I, duque de Aquitania y conde de
Tolosa
Eran los tiempos en que Almanzor asediaba la ciudad de Barcelona creando graves problemas a sus condes
El conde Ramón Borrell, hijo y sucesor
de Borrell II, considerando más
prestigioso el apellido de su madre, lo
adoptó como nuevo nombre de su dinastía,
que en adelante se apellidó Ramón de
Barcelona
Durante el gobierno de Ermesinda ondearon en Barcelona las armas de su padre, el duque de Gothia, Rogerio el Viejo
Ermesinda de Carcasona, tras la muerte de su marido, el conde Borrell, ejerció la regencia del condado de Barcelona por ser
menor su hijo y sucesor, Berenguer Ramón I
Las relaciones entre madre e hijo
fueron tormentosas y
estuvieron plagadas de
conflictos
La condesa Ermesinda tuvo un gran
protagonismo, también, en la vida de su nieto, el conde Berenguer Ramón
I, al que empujó a repudiar a Blanca de
Narbona para raptar a Almodis de la Marca,
vizcondesa de Marsella y esposa de Pons Guillaume
de Tolosa
Se empezaba a hablar de preparar una
cruzada a Levante donde se
conquistarían nuevos territorios, y el conde de Barcelona aspiraba a obtener el título de Duque de los Cath-
alaunes cuya heredera era Almodis
De ese modo podría participar en la cruzada como
miembro de la nobleza imperial
Aunque finalmente logró casarse con Almodís, la estrategia de Ramón Berenguer I fracasó
Pues el heredero del título resultó ser Ramón de Saint
Gilles, hijo del primer matrimonio de Almodís y
cabeza de la dinastía de los Baltho, Baux o Bas
Los hijos de Almodís y el conde de Barcelona, los gemelos Berenguer Ramón y Ramón Berenguer II, sólo
recibieron de su madre el derecho a ostentar sus armas personales
En la actualidad, continúan siendo el emblema del Condado de Barcelona
El nieto de Almodís de la Marca, Ramón Berenguer III
de Barcelona, se casó con Dulce de Provenza, Duquesa de Gothia, por lo que pasó a
ostentar la dignidad en calidad de consorte, así como
a ejercer la regencia del Condado de Provenza
Así lo reconocieron los cónsules de Pisa que, en la carta enviada a Ramón Berenguer III para invitarlo a participar en la conquista de Mallorca, lo
catalogaron como Dux Cathalaunicum
Del mismo modo lo constataron, también, los vizcondes de Bas (vicecomes de Baux o Balzo) que disputaron el título a los Ramones de Barcelona en las
llamadas Guerras Balcencas
Con la condesa Dulce llegaron a
Barcelona la lengua lemosina
y las Armas Soberanas del
Reino de Arles-Provenza,
heredadas de su antepasado, el
rey Bosón
A la muerte de la condesa Dulce, el
Condado de Provenza fue heredado por su
hijo mayor, Berenguer Ramón, a
quien correspondieron,
además, el Escudo de Soberanía con las
barras del Reino de Arles y el título de Dux
Cathalaunicum
El resto de los descendientes de
Doña Dulce podían ostentar
las armas de Provenza, pero
no como Escudo Soberano sino como armas personales
Para distinguirlas de las armas soberanas,
debían rematarlas con la
corona que corresondiera a
su título nobiliario
El segundo hijo de la condesa Dulce, Ramón
Berenguer IV de Barcelona, heredó de su padre los condados de Barcelona,
Gerona y Osona en el año 1131
Tres años más tarde, en 1134, murió el rey de Aragón, Alfonso I el Conquistador. Su testamento revolucionó la Cristiandad. Había dejado los Reinos de Aragón y
de Pamplona a las ordenes del Santo Sepulcro, el Hospital de San Juan de Jerusalén y el Temple
El conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, aprovechando la oferta del nuevo rey de Aragón,
Ramiro II, aceptó ejercer la Regencia de Aragón y casarse con la heredera, la princesa Petronila ,
una niña de dos años
Sin la menor duda, Ramón Berenguer IV de Barcelona era la persona más apta para solucionar los
graves problemas de Aragón
Podía negociar con las ordenes de
caballería por ser hijo de Templario y con el Papa, Calixto II, por
estar casada su hermana, la reina Berenguela, con el
sobrino del pontífice, el emperador Alfonso
VII de Castilla
Para alcanzar su propósito, Ramón
Berenguer IV tuvo que reconocer en las capitulaciones
matrimoniales que los condados del Rosellón
y de Cerdeña pertenecían a los Sancho, dinastía
reinante en Aragón
Todos los pactos establecidos en las capitulaciones entre el conde de Barcelona y el rey
de Aragón son claros, sujetos al derecho de la época y poco interpretables, a pesar de las
especulaciones de muchos cronistas, sólo achacables a su
ignorancia jurídica
Según los mismos, el rey de Aragón era Ramiro II y la
única heredera su hija Petronila. El conde Ramón Berenguer IV de Barcelona
ejercería la regencia del reino en nombre de su
suegro y a la muerte de éste en nombre de su esposa
En aplicación de la ley sálica vigente en Aragón, las
mujeres no gobernaban, pero sí transmitían los derechos. Por tanto,
Petronila transmitió los derechos reales de su padre,
el rey Ramiro, a su hijo, el rey Alfonso II de Aragón
Ramón Berenguer IV sólo tendría derecho a ceñirse la Corona de Aragón en caso de no engendrar
sucesor y sobrevivir a la reina Petronila
No hubo lugar. El conde de Barcelona se casó con la heredera de Aragón en
1150 y tuvieron cinco hijos, de los que cuatro
les sobrevivieron
Otro de los temas que se negoció con sumo cuidado fue el correspondiente a las armas
e insignias
Dado que la ley heráldica aragonesa obligaba a elegir un solo blasón de entre todos los
posibles como armas personales, Ramón Berenguer
IV eligió las armas de su madre, las barras de oro y gules de los reyes de Arles-Provenza, por ser las más encumbradas que
tenían los Ramones de Barcelona
En obediencia a las leyes heráldicas,
Ramón Berenguer IV brisó su blasón con la
corona condal
Sin embargo, éste no era el Escudo Soberano, rematado
con la corona real que su hijo convertiría años más
tarde en la Señal Real de los reyes de Aragón
No podía serlo puesto que el
Escudo Soberano
pertenecía al Dux
Cathalaunicum, que era su hermano, Berenguer
Ramón II de Provenza
Otra de las cuestiones que ha generado controversia es el
título de príncipe otorgado a Ramón Berenguer IV de
Barcelona por el rey Ramiro II de Aragón
Su denominación exacta era Príncipe de Aragón y fue creado para ser la dignidad ostentada por los consortes de las reinas
de Aragón
Nada tenía que ver con la Marca Hispánica ni con el
Condado de Barcelona, sobre el que el rey Ramiro II de Aragón
no tenía jurisdicción alguna
Dicho título aragonés no convertía a Cataluña en
Principado, ni mucho menos
Y, desde luego, a nadie se le ocurrió entonces
denominar Principado a los Condados de la Marca
Hispánica
Entre otras cosas porque habría molestado
muchísimo al rey de Francia, de quien eran vasallos, y al resto de
administradores condales, exactamente igual de
condes que Ramón Berenguer IV
Así puede leerse todavía en el cenotafio que la Orden
del Santo Sepulcro erigió a Ramón Berenguer IV en el
monasterio de Ripoll
Las cosas ya estaban bastante mal con
Francia sin necesidad de complicarlas más
En 1152, un año y medio después de la
boda de Ramón Berenguer IV con
Petronila de Aragón se produjo el
esperpéntico divorcio de Leonor de
Aquitania y el rey Luís VII de Francia
Dos meses después, la brava Leonor cometió la acción que más podía fastidiar a su ex-marido: se casó con el rey Enrique II de Inglaterra
Aquella boda dio un vuelco espectacular al
mapa de Francia y redujo las propiedades
del rey francés a menos de la mitad
Aquitania, aunque nominalmente vasalla del rey de Francia, era gobernada por el rey
de Inglaterra
El Condado de Toulouse, feudo francés, se había
quedado descolgado, a merced de los
Aquitanos
Ramón Berenguer IV de Barcelona, que a consecuencia
de la muerte de su hermano mayor ejercía la regencia
provenzal en nombre de su sobrino, Ramón Berenguer III
de Provenza, había iniciado un acercamiento al Imperio, enemigo de la Corona de
Aragón
Ello le había reportado la ayuda de los Ginoveses de Borgoña
para conquistar Lérida y Tortosa, así como para
participar en la Toma de Almería
Crecido con estas victorias, el conde de Barcelona vio en la
debilidad del rey de Francia la ocasión de liberar sus feudos
del dominio francés
Se convirtió en el amigo y el mayor aliado del rey Enrique
II Plantagenet-Anjou, soberano de Inglaterra
La estrategia del rey de Inglaterra y
del regente de Aragón era clara:
Dominar el Sur de Francia y restaurar
el antiguo Reino de Aquitania para independizar los
feudos occitanos e hispánicos del
dominio francés
La muerte impidió a Ramón Berenguer IV
de Barcelona alcanzar sus propósitos
El regente de Aragón falleció el año 1162 en Borgo San Dalmazzio,
en el Ginebresado, cuando se dirigía a
Turín para entrevistarse con el
emperador Federico II
Sólo hacía cinco años que había muerto su
suegro, el rey Ramiro II de Aragón
Su viuda, la reina Petronila, en un gesto
poco reconocido por los historiadores, se hizo
cargo del gobierno en el Reino de Aragón y en el Condado de Barcelona
hasta que su primogénito, Alfonso, cumplió la edad
legal para gobernar
En 1164, Petronila abdicó como reina de Aragón y condesa de
Barcelona en su hijo, Alfonso II, apodado el Casto
Dadas las contradictorias exigencias de los testamentos paternos sobre
el nombre que debía llevar su dinastía, Alfonso II renunció a las
anteriores denominaciones, Sancha o Ramona, e instituyó el apellido
Aragón como nuevo nombre de sus descendientes y herederos
Poco después, Alfonso II heredó de su primo, Ramón Berenguer III
de Provenza, sus posesiones, el título de Dux Cathalaunicum y el escudo soberano de la Casa de
Provenza
Don Alfonso convirtió dichas armas en blasón real por el mismo
motivo que las había elegido su padre: por su prestigio y
antigüedad: “Don Alfonso II mudó las armas e seynnales de Aragón e prendió bastones” (Crónica de San
Juan de la Peña)
Pero no fueron armas condales las que ostentó sino armas reales, a
las que su padre no tenía derecho
Ninguna unión se había producido entre el Condado de Barcelona y el Reino de Aragón, por la sencilla razón de que era jurídicamente imposible
Los reyes de Aragón eran soberanos mientras los
condes de Barcelona eran vasallos feudales
del rey de Francia
La incómoda situación de ser monarca
soberano, y al mismo tiempo vasallo de un
rey vecino, fue heredada por Pedro II
de Aragón
Como soberano aragonés era vasallo de la Iglesia de Roma, pues sus antepasados le habían enfeudado el reino a cambio de la investidura
Pertenecían, por tanto, a la facción güelfa que se enfrentaba a los gibelinos imperiales por el Dominiun Mundi
Pero como conde de Barcelona, Pedro II era
vasallo del rey de Francia
Sólo fue aliviado de la dignidad de Dux Cathalaunicum que, junto con el feudo de Provenza, su padre le dejó a su otro hijo, Alfonso II de Provenza
La herencia no era envidiable pues la Iglesia había lanzado una cruzada
contra los Cath-alaunes por practicar su
antigua religión arriana, a la que se llamó Cáth-arria o Cátara
En un principio, el rey Pedro II apoyó a la Iglesia Romana en el conflicto, llegando a recibir el sobrenombre de el Católico debido a su participación
en la Batalla de las Navas de Tolosa
Pero, inesperadamente, el rey de Francia se unió al Papado para liderar la cruzada contra los Cátharos
Bien mirado, era el único medio que tenía para
derrotar al rey de Aragón,
aliado del rey de Inglaterra, y comenzar a recuperar sus
feudos aquitanos
La cruzada fue salvaje, sobre todo en Beziers y Carcasona,
por lo que Don Pedro no tuvo más remedio que acudir en
auxilio de su hermano y vasallo, Alfonso II de
Provenza, y de su cuñado, Raimundo VII de Tolosa
El rey Pedro intentó por todos los medios evitar la lucha. Para ello, incluso, comprometió a su hijo, Jaime, el heredero de Aragón, con la hija del caudillo de la cruzada,
Simón de Monfort
El príncipe Jaime, de sólo tres años, quedó como rehén en la fortaleza de Carcasona hasta alcanzar la edad de cumplir el pacto
Sin embargo, una vez tuvo en su poder a Don Jaime, Simón de Monfort no cumplió lo acordado y se dispuso a atacar
Al rey Pedro II de Aragón no le quedó otro remedio que pelear
Reunió a sus leales y se preparó para la
batalla.Murió al frente de
sus tropas en Muret
El papa lo había excomulgado por apoyar a los Cátaros por lo que fue enterrado en el Monasterio de Sijena, fuera de suelo sagrado
El rey de Francia se había salido con la suya. Sus posesiones anteriores y posteriores a la Cruzada hablan con mas elocuencia que cualquier argumento
Los Cátaros habían sido derrotados, ya no existían motivos para retener al rey de Aragón. El papa ordenó que liberaran a Don Jaime y que quedase bajo
la tutoría de los Templarios en Monzón. El rey tenía seis años
Jaime I el Conquistador volcó
los mayores esfuerzos de su reinado en
conquistar los reinos de Mallorca y de
Valencia a los musulmanes
Pero su gran problema fue Provenza
La muerte sin herederos varones de su primo, Ramón V de Provenza, abrió un problema sucesorio de
incalculables consecuencias, germen de las posteriores luchas entre franceses y aragoneses por las
posesiones italianas
Los matrimonios de las cuatro hijas de Ramón Berenguer V de Provenza excluían al rey
Jaime I de Aragón de la sucesión provenzal
La apropiación de Provenza por parte de Carlos de Anjou, marido de Beatriz de
Provenza, obligó a los reyes de Francia y de Aragón a establecer un acuerdo por el que
quedaran claros los derechos sobre sus posesiones
Lo firmaron en Corbeil el día 11 de mayo de 1258
En virtud del acuerdo, Jaime I obtuvo todos los feudos de la Marca Hispánica situados al Sur de los Pirineos y el rey de Francia todos los del Norte
El Condado de Barcelona había dejado de ser un feudo del rey de
Francia para convertirse en un feudo de los reyes
de Aragón. El hecho de que
concurriesen en la misma persona los
títulos de rey de Aragón y conde de Barcelona no varía las jurisdicciones
soberana y vasalla de las instituciones
Pero con el nuevo orden se iniciaba un periodo histórico que llevaría a la constitución de la Corona de Aragón
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