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Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
El danzante Proceder de Jezabel.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Introducción:
Esta es una recopilación de algunos cuentos de terror, cuentos de lo que se esconde bajo las sombras
más oscuras del miedo, cuentos entrelazados que podrían poner al lector con un poco de
incertidumbre acerca de lo real y lo imaginario, espero sean del total agrado para ustedes y disfruten
este viaje a un mundo un poco más cercano del que podrían pensar.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Danzante proceder de Jezabel.
La fantasía. el preámbulo, del amor y la pasión solo ocultan un camino lleno de trampas y espinas
mortales que puede alcanzarte si al empeñarte buscas la oscura senda donde habitan los demonios
de averno. Me temo que ese destino ya te ha alcanzado, y pronto sabrás que mejor fuere jemas
haberle conocido, Jezabel, inmundo nombre del cual brotan maldiciones y dolor con disfraz de
placeres, y sutilezas peculiares.
Perfume de pequeños valles se desliza bajo la sombra débil del alma ardiente cuando coloca su sello
en las fibras más delgadas de la condición humana, su disfraz es perfecto, lleno de promesas
deliciosas pero hay veneno en su interior.
No hay como hacer frente cuando arde de lo profundo, en la locura, sábanas blancas, libido
desbordante, hasta que al fin el rio brota lleno de sangre encubierta con la luz de aventuras
perfectas, que tan lejos y equivocado todo, para el pobre infeliz que no distingue hasta que las
fauces se cierran para nunca más ver otro día.
De su pequeña apariencia dulce y angelical redime con palabras correctas cada aspecto en que se
pueda dirigir atención, lleno de dulzura y delicadeza llena los corazones de fervor, quien podría
descubrir su proceder para tapar sus oídos, Huir del lugar, si bien los ojos del corazón son ciegos,
para distinguir, el gélido frio de la muerte acercándose con maneras refinadas y risas de cascabeles
acariciando la piel. Lleno de miedo desperté y hay estaba, finalmente la vi desnudar su alma, negra
y pútrida calavera goteaba sobre mi sus alas abrió, nunca más le volví a soñar.
Un mal Acuerdo.
Después de un día agotador no hay como un café y un cigarro para despejar la mente y
tranquilizarse, si a pesar de estar solo y de tener mucho trabajo un buen trago de café siempre te
hace sentir que todo va mejorando, una sensación de tranquilidad del deber cumplido, frente a la
ventana la vista magnifica de las luces encendidas de una ciudad que grita, finalmente yo solo. Yo
en mi casa, sin preocúpame por nada.
Retomare mañana al amanecer, cuando el sol desborde en el horizonte, aquí estaré, esperando, lleno
de energía, como hombre, asechando la oportunidad. Alguien toca a la puerta, quien puede ser,
todos mis amigos desaparecieron en el pasado, que inquietante, alguien seguro perdido, o tal vez un
vagabundo. Toc…toc…toc..
Pero vaya que es tarde apenas puedo creerlo las 3:00 am, que infortunio, que no me había dado
cuenta y entonces quien será a estas alturas, prendí la luz para baja las escaleras, encendí también la
de la sala, y me aproxime al portón con prisa, antes veré a fuera por la ventana, no me puedo
arriesgar, ve tu un hombre alto bien vestido. ¿Qué querrá a estas horas?.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Camino con desconfianza, al portón preguntare para abrir. ¿Quién es?. Hokkyns, el señor Hokkys!,
que yo no lo conozco, no sé quién es. Habrá señor Morgan, es de saber que el asunto que he de
tratar con usted no tiene ningún tipo de espera y es de suma importancia.
Es usted del banco señor Hopkins, si, si señor, he venido a traer los papeles, usted sabe de qué se
trata, ya un segundo señor Hokkyns, hago una llamada para constatar, usted entenderá que es muy
extraño tenerlo a estas alturas de la madrugada aquí, ..Como quiera señor Morgan aquí esperare.
Qué raro Roy, no me aviso nada ayer en la tarde.. Halo, Roy. Que pasa mi amigo, porque me
despiertas.
Oye Roy, hay un tipo en la casa, frente a mi casa, dice traer unos papeles del banco, tu autorizaste
alguna cuenta que tenga que firmar urgente.
NO! señor Morgan, nada en lo absoluto, necesita que llame a la policía, creo que…..
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DEJE EL TELEFONO EN EL SUELO y escuche señor Morgan, ya sabrás que esto no es un
asunto bueno para usted, le diré, Señor Morgan, durante años le he estado observando, siguiendo
cada paso que usted ha dado ahora me ve con terror, pero antes señor Morgan en su juventud, me
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
busco, cuando no era nadie, recuerdas el contrato que firmaste sobre una hoja de papel, este que
traigo hoy para que lo lea, siéntese señor Morgan, he venido a cobrar lo que por derecho me
corresponde. Léalo con detenimiento.
Que, que es esto, maldita sea será, será el mismo.. Esta hoja… qué diablos es esto… Dios Mío.
LEALO SEÑOR MORGAN.
Yo Morgan Salivar, comprometo a donar todo lo que Jezabel me dé como beneficio, a quien el
desee llegado el momento, si no cumpliere con esta promesa, el desatara su furia sobre mi……
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Lo has leído, bien sé que lo has leído, ahora mira Morgan, quemaras todo, absolutamente todo, lo
que has conseguido, hoy, lo donaras todo al fuego, hoy si no lo haces ya sabes, ya sabes MORGAN.
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Te has desmallado Señor, ya han echado un vistazo, la policía dice que no hay nadie.
No, No es nada señor Roy, dígales a los agentes que fue una falsa alarma, que no pasa nada y deles
mis disculpas.
Está seguro Señor, parece como si alguien le hubiese golpeado.
No, no es nada solo fue un tropezón.
Adiós señor Roy, como quiera señor Morgan.
Tengo que ver el libro, maldita sea, como es esto posible, debe haber algo para evitarlo, debe haber
algo que pueda hacer.
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El antiguo Jezabel.
El señor de los luzfer, el poderoso, señor de la oscuridad.
Diré una cosa antes de seguir, si prometes algo a él gran señor de lo oscuro, más vale que cumplas
tu palabra, mas bale que hagas tu promesa, porque no hay nada que pueda detenerle, entre los
demonios y espíritus, él y solo él no puede ser obligado, si decide poseer, nada ni nadie puede
sacarlo, solo por voluntad propia, su poder no se compara con ningún demonio.
Están basto su poder que da miedo, el solo considerar lo que puede provocar, todos absolutamente
todos los que en la oscuridad vagan le temen.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Así pues dicho esto:
Para hacer el pacto…..
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Qué diablos, que carajos hice…… No.. No, tal vez sea una alucinación, un mal juego de la mente,
suele pasar, si sobre todo cuando se está sobrecargado de trabajo, si eso fue, eso debió ser. Además
mi padre tenía esquizofrenia, tal vez yo tenga algo de eso, puede ser, tal vez.
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Y Morgan no cumplió….
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Dios mío, que es esa cosa.
No lo sé, mira de cerca, sus manos están cortadas y quemadas, la lengua se la sacaron, los ojos
también, y tiene un olor a podredumbre, muy extraño, parece estar vivo, pero no tiene pulso.
Y de quien se trata..
Era el señor Morgan.
El Banquero..
Si……. El mismo.
Dios mío, como puede moverse, míralo, parece un cadáver.
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Don apariencias.
Si todas las personas en el mundo dejaran de vivir escondiéndose detrás de máscaras de frialdad,
de máscaras de brillantes, y de máscaras de absoluta dignidad y decencia, entonces tal vez la gente
comenzaría a valorar la condición humana.
Así se veía Fernando, mira lo que forma de pensar, inteligente, varonil, y un exitoso periodista,
lleno de vida, finalmente cuidaba sus maneras más simples, los detalles para lucir de tal forma como
un hombre poco común, un hombre sofisticado de mundo, pero la verdad era que detrás de tantos
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
adornos que le dio a su personalidad se escondía lo oscuro y lo macabro de su naturaleza enferma y
retrograda de imponer su ley, la ley del más fuerte.
Fernando no tenía nada más que mentiras, así como el itinerario para leer y parodiar frente a la
cámara, mentiras y más mentiras, hipócritas mentiras, desgraciadamente, para tal hombre el destino
le tenía preparado un desastre, un pandemonio que el mismo diablo sentiría lastima.
Así es Fernando creía absurdamente que su fuerza era eterna, pero consideremos que los hombres se
debilitan con cada día que pasa, son menos, su vejez es inminente, y eso es lo que Fernando va a
probar, por anticipado. La vejez que dolor de cabeza para todo hombre orgulloso de su cimiente.
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Ja..ja…ja.. me atrevo a pensar que apenas puede pensar, yo creo que esa pobre creatura no se
diferencia mucho de mi charpey, incluso su hocico se parece…Ja…jaa….ja… que pobre miserable.
Eso es verdad Fer, nosotros como gente de verdad no podemos más que divertirnos de aquellas
caricaturas de personas que ves de vez en cuando, pero mira tal cosa tratando de mover los papeles,
ja…ja…ja..
Mira lo que hago, espera aquí.
EDWARDO, tráeme un café…. Y que este caliente… me entiendes… caliente,… no tibio.
Ya voy señor, en un segundo……
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Que idiota otra vez con sus formas presumidas, maneras poco fiables de un hombre, es un pobre
loco, mediocre, una repetidora de lo que otros escribimos, una imagen vaga de la modernidad, una
parodia imagen que solo el bolsillo de papa sostiene ante los demás.
Así es que más se puede decir, de un ser tan detestable. Tomare su café y reiré como estúpido eso es
lo que le gusta ver, así es como siempre le ha gustado.
Toma señor su café, aquí esta.
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Viste ja…..ja….., es que no puede ser humano, Aleja, este sí que es un torpe, completo…no mejor
un retardad de la más baja categoría, jjaaaa….jjjaaaa.
CI -0, Fer eso es lo que tienen de materia gris….. puu…
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Oye aleja y si no vamos a tomar algo y charlamos rico donde chucho, tú sabes que podemos darnos
una fajadita antes de volver.
Huy esto se pone bueno…vamos, pero antes riégale el café al torpe este..
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Edwardo, recoges los pocillos de mi oficina…
Claro señor. Ya mismo voy, solo deme un minuto para limpiarme.
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Mirate, señor Fernando….Mirate …….como caen tus años bajo mis manos, solo por diversión, un
poco de diversión.
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No, no.. Aleja me estoy sintiendo un poco cansado, que cosa me pasa, prendes la luz, estas un poco
raro, y te sientes igual, No aleja voy a prender la luz y tomar un poco de agua ya está…
Dios, no….
Que pasa Aleja, que pasa…
Shu…..que estas viejo…realmente viejo…
Que como, mis manos que me pasa, esto no puede ser cierto, que diablos.
Aleja espera, no te vallas.
No me hables viejo de crepito…..
Que pasa por que llora y corre, un poco de agua en al baño… ho NO…..Ho noo… qué diablos mi
rostro, no puede ser cierto,… que es lo que me ha pasado…
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Y el espejo se rompió, de frente a la pared una mancha negra como el petróleo atravesó, su rostro
pútrido dejaba ver las cuencas de los ojos blancos calaverita, se puso de pie, se notaban su dos
cuernos afilados saliendo de su frente, un enorme cuerpo y sus alas membranosas, no se distinguían
mientras goteaba esa materia negra como el azabache, que caída sin parar desde su cabeza y le
bañaba lentamente hasta sus pies, como si esa cosa la produjera a propósito y no tuviese fin. Su voz
frenética y fuerte dejo deslizar de entre su boca.
Este será tu aspecto de ahora en adelante, mírate viejo, senil, y loco, ahora veras lo que es ser un
desgraciado, pobre infeliz..ja…ja….ja…ja., hora que estás muerto eres mío….
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Fernando despierta, no… No me hagas esto, Fernando……
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
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Este señor esta tieso Ya no despierta, que le paso?.. Parece que Murió señor,… de que Murió?
CEREBRITO, Hay mi señor el amor, mucha pasión desenfrenada y se atieso todito.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Sueños, pesadillas y muerte.
Las alucinaciones son parte de mi vida, siempre que voy regreso a mi humilde morada, en
el mismo sitio, llegando al borde donde hay un troco por puente, el agua se vuelve turbia, y
el rio muestra su furia, luego un muro de juncos me evita el paso, he tenido que volver al
pueblo donde me siento más seguro.
Todo comenzó un domingo, después de la faena de siempre en la tienda de don Luis, ya
despuntaba la luz del sol sobre la montaña, y la tarde se venía a prisa, las sombras de las
casas comenzaron a desaparecer, así que me apure para tomar la última cerveza, y me
dispuse a ir por mi camino.
No quería que la noche me hallara solo en el campo atravesando los caminos oscuros que
llevan a mi casa, ya sabía de la muerte de Ricardo a manos de hombres armados de los
cuales nadie da razón, unos dijeron que Ricardo tenía problemas con grupos ilegales, pero
más nada se sabe, así que por lo menos apure mi paso para librar el sitio del siniestro.
Ya había avanzado bastante y estaba próximo a llegar al rio, cuando de repente todo
oscureció, en un instante, quede petrificado, pensé que se trataba seguro algún eclipse,me
fije y la luna estaba allí y sin embargo el camino no se podía diferenciar del precipicio, trate
de prender mi linterna, parpadeo, a pesar de mis intentos permaneció inerte sin luz.
Me quede pensando en que hacer, era obvio que si me arriesgaba a ir a oscuras corría el
riesgo de precipitarme hasta el piso de la montaña, lo cual no creo buenas probabilidades de
salir con vida, no me podía quedar allí, era el mismo lugar donde Ricardo murió, no es
seguro me dije, y a pesar de las tinieblas y el gran peligro, busque la pared de rocas de la
montaña evitando el otro lado donde estaba el abismo y después de haberlo alcanzado
comencé a avanzar.
Lentamente avance tocando la montaña cuidadosamente, dure en esta empresa más o
menos una hora y media, y el camino no parecía terminar, era claro para mí que esto no
podía ser, seguía en el abismo del páramo, no tenía sentido, a lo sumo 20 minutos era mi
calculo que debería tomarme llegar al rio, sin embargo llevaba hora y media y no había ni
señas de bendito rio.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Sabía cuánto tiempo había pasado, porque conocía cuanto tiempo le tardaba a la luna de ir
de un lugar a otro, así que decidí que lo mejor era quedarme esa noche allí esperar a que
amaneciera, pero nunca paso, nunca vino el sol, y la oscuridad seguía perpetua. Me dirigí al
abismo arrastrándome, para ver si podía observar algo, cuál fue mi sorpresa cuando hoy el
ruido del agua, y allí estaba el tronco para cruzar, al otro lado me estaba esperando el
potrero de don Fermín, sin embargo cuando estuve en el borde del tronco me encontré con
un muro de juncos, como si alguien hubiese bloqueado el paso, ¿quién podía haber traído
tales monstruosidades de raíces hasta este lugar?, era simplemente imposible, me dolió la
cabeza solo asimilar esa información.
Así que decidí regresar, al otro lado del tronco una silueta se reía, una mujer, pude deducir,
esta era muy peculiar y extraña, era hermosa, sin embargo no parecía ser buena, estaba
totalmente desnuda, se acercó, lentamente, hasta que estuvo frete a mí, pude ver sus ojos,
negros totalmente, no había blanco en absoluto, eso me asusto, me miro, se río y sus diente
afilados se revelaron, era seguro de que no era una persona, el río se puso arisco, casi al
mismo tiempo, luego no recuerdo más, me despierto donde todo se oscurece, nuca he
librado el río, vuelvo al pueblo, pero todos me ignoran, y cuando por alguna razón alguien
me ven huyen despavoridos.
La morada.
Mi oscuro secreto, y es tan fiel a la verdad que me da escalofríos el solo pensar que es real.
Hace algún tiempo cuando apenas era un niño, yo y mis juegos infantiles jamás se percataría de
lo oscuro y sucio que puede ser el mundo, y claro esto no es una novedad para nadie, el mundo
es cruel, frio, para todos, pero no oscuro y sucio.
Esa noche, en mi cuarto, como siempre, escuchaba los pasos de lucy, siempre venia, siempre,
cada noche, me cantaba, me arrullaba, y luego, desaparecía en la ventana, su cuerpo totalmente
terso, hermoso, cálido, yo creía que era normal, pero no, tal vez extraño.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Mi madre Ana ignoraba totalmente la cuestión, nadie lo sabía, y es más nadie lo supo, hasta
hoy, Lucy cada noche le esperaba, y luego le veía venir lentamente, se recostaba junto mío.
Una visión hermosa, unos años más tarde deje de verla, cuando nos mudamos unas cuadras a
una casa más nueva, todo tomo el tinte de una vida común, amigos, juegos, tareas, paseos, y el
amor, que cosa como el amor.
Un día caminando por la calle, me encontré con mi antiguo hogar, era solo ver y recordar; Que
vieja lucia la casa, sus puertas ya astilladas, las ventanas rotas, parecía como si nadie hubiese
entrado en años, me sentí curioso, un suspiro se me escapo, así que hice lo que jamás debí
haber hecho.
Adentro la sala estaba vacía, el piso polvoriento, un cuadro en la pared, nunca me fije de el
hasta ese momento, lo recordaba, era de un viejo, tal vez militar, serio, con uniforme y una
escopeta en la mano derecha, al fondo el paisaje del cañón el chica mocha.
Mire las escaleras, arriba estaba mi cuarto, dude por un segundo, la imagen de Lucy paso por
mi mente, subí llegue al pasillo, camine tal ves 10 o menos pasos y entre.
Al abrir la puerta la soledad me invadió, había nostalgia en el aire, la ventana rota, era un claro
recordatorio de lo olvidado y maltrecho en que se encontraba ese lugar, Salí de la casa con un
sentimiento de tristeza, y con la sensación de alguien me acompañaba.
En la noche, ya en mi apartamento, ajustando los últimos detalles del informe de Han, un caso
típico de esquizofrenia con alucinaciones, pensé en su pobre hijo el pobre Morgan, me detuvo
un escalofrió, cuando una mano se posó sobre mi hombro, cálida y tersa, se montó de
inmediato, me tomo hay mismo, todo sucedió en perspectiva, Lucy, no podía creerlo, que
delicia, pero que pasa, como puede ser esto, no es posible, la tocaba, besaba, amaba y era tan
real, luego me dejo, camino a la ventana y desapareció.
El episodio se repitió algunas noches, otras no, nunca me hablo, jamás una sola palabra, mi
novia Amanda no lo sospecho, hasta el fatídico día, era un sábado, Amanda volvía del trabajo,
quería estar con migo, así que allí estaba en mi apartamento, tomamos unos tragos y pasamos a
la pasión, luego me dormí, soñé con fantasías en las que Lucy y Amanda me amaban, al
despertar sentí como si una sopa se hubiera secado en mi pecho, pude distinguir al abrir los ojos
el pelo de Amanda, boca abajo, me asuste, estaba fría y tiesa, voltee el cuerpo, efectivamente
estaba muerta.
Que aria, era obvio que no podía contar con la policía, me hubiesen culpado, había hematomas
en todo su cuerpo, tome el cadáver lo enrolle en una sábana, y me senté tratando de guardar la
compostura que debía hacer.
Al fin se me ocurrió lo mismo que llevaba unas horas pensando, deje que la noche me cobijara,
bajé a Amanda hasta el garaje y la metí en el baúl, tome el carro y conduci lejos de la ciudad,
busque trochas, en lo más lejano de la civilización, y en un paraje donde había una arbolada
apropiada me interne por donde no había rastro de camino alejándome con el cuerpo lo más que
pude de la carretera, abrí un hueco profundo y pretendí votar el cadáver dentro, sin embargo no
había terminado mi acción cuando una mano toco mi hombro, le vi reír, la sabana se movía
enérgicamente, Amanda se levantó, con el color pálido de la muerte, lo ojos vacíos, tomo a
Lucy de la mano y vi como Lucy se deformaba, hasta convertirse en una terrible criatura, de
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
barba larga, robusto con piel putrefacta, las cuencas de los ojos salían de la calavera, parecía
que la piel se escurriera por su cuerpo, negra como no se describirlo, atisbe un parecido con el
cuadro de aquella siniestra casa, sentí asco de mí mismo, y terror al mismo tiempo, solté a
correr, como un cobarde.
El devorador de mentes.
La realidad a veces se deforma hasta límites inaceptables.
Derrotado Han, después de años de trabajo, lo había perdido todo en un mal manejo bancario,
su dinero, su reputación y su hogar ya no existían, Sus hijos los había perdido después de ser
declarado loco, (Esquizofrenia así se llamaba lo que tenía). Solo le quedaba la casa de sus
padres en un antiguo y decadente caserío, lejos de la civilización.
Al llegar, no vio a nadie en las tristes y deprimentes calles, ni una casa abierta, ni un vecino,
nada, solo el sonido del viento atropellando fuertemente contra los árboles, parecía como si su
terruño se abandonara al destino que mejor quisiera darle la naturaleza, pero nada más
equivocado al pensar tal cosa.
Entro en su casa, abrió con la llave oxidada que recupero del baúl donde guardaba sus
recuerdos, unos sonidos lo perturbaron, al abrir la puerta, las ratas salían en bandadas de donde
alguna vez su madre había cocinado para él y su padre. Entro a su cuarto, hallo su cama no
podía creerlo pero allí estaba después de no haber venido por algunos años, un tanto
polvorienta pero allí estaba, se recostó por horas, soñó cosas extrañas, pesadillas terroríficas en
la que un ser aparentemente humano comía cabezas de serpientes.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
La noche avanzo rápido, Han despertó y decidió dar un paseo por el pueblo que parecía no
tener vida, trato de encontrar una lámpara, tal vez había una en el cuarto de su madre, allí la
encontró, tomo unos segundos pero ya se encontraba paseando las desoladas calles, cuando por
fin vio luz asomándose por la ventana de la casa en donde quedaba la alcaldía, se acercó,
buscando algún rastro de vida, pero tan pronto estuvo cerca detuvo su paso, el sonido que
provenía de adentro no le dio ni un ápice de confianza.
Miro por entre las separaciones de las tablas, de la ventana, esa cosa bramaba como un león,
sus ojos azules brillaba, con la luz de las velas, frente a el un cadáver de un hombre, abierto
desde la garganta hasta los testículos colgaba de las vigas del techo.
Han tomo aire lentamente, se alejó sin hacer ruido, apago la lámpara, deslizan doce como pudo
por las calles, hasta llegar a su cuarto, cerro la casa y determino salir a primera hora de aquella
horrible pesadilla, no había terminado de tomar lo que le serviría para hacer el viaje de regreso,
cuando la puerta estallo en pedazos.
Luego una hondonada de aire putrefacto lo golpeo con fuerza, lo miro caminar hacia él, lo tomo
y lo arrastro hasta la alcaldía, donde estaba el hombre colgado, allí pudo ver con mayor detalle
de quien se trataba, su espanto fue mayor cuando vio sus propias facciones en el cadáver.
El retorno.
Aparentemente el mundo es lógico y predecible, pero la verdad no tiene nada que ver con lo
que las personas puedan creer.
Este fue el escrito de que Laura encontró como advertencia antes mirar un viejo libro que
guardaba su abuela.
Advertencia Al-Azif
Este es mi verdad, lo que realmente oculto y nadie puede ver, lo escribiré todo, todo porque así
lo he dispuesto y lo diré para que los incautos dejen de hurgar donde no deben.
De los antiguos y su cimiente:
Los antiguos fueron, los antiguos son y los antiguos serán.
La conciencia no desaparece del mundo, la luz que protege al hombre está en su interior, dentro
de sí, sin embargo así como el hombre es dueño de su voluntad, también es esclavo de sus
limitaciones, la razón nunca podrá superar a la locura, la razón mantiene el control de todo
cuanto posee, todo tan digno, tan ordenado, tan propicio, ¿quién puede oponerse a aquellos
argumentos? Y quien lo haga será sacado, será desechado, será oprimido, y olvidado, pero la
razón solo sirve en el sentido práctico de la dinámica humana, y la dinámica humana no es lo
único que existe.
Los antiguos tan diferentes a los hombres, su simiente bagá entre las dimensiones del tiempo,
los antiguos descansan fuera del mundo, libres, siempre han sido libres, y sus limitaciones, sus
cadenas, sus ataduras, las dictan su propia locura, la dueña de todo cuanto cometen, por su
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
desenfreno, crean y destruyen, claro está que nadie entre los hombres puede ver lo que
realmente se esconde dentro de sí.
El poder y los antiguos, viven en el último plano de la mente, dentro habitan, sin que nadie se
percate, cada ritual, cada ofrenda, cada conjuro y oración desata la locura subyacente dentro,
algo siniestro, algo oscuro, nadie se escapa, todos somos parte de algo majestuoso, algo frio, y
cruel.
Esa es la simiente de los antiguos, una realidad deformada que parece ser más real, un espacio
de la mente inexplorado en su totalidad, un pandemonio que es mejor no descubrir y
mantenerle en el olvido.
Los antiguos duermen, porque son los hombres quien los ata, el hombre es la llave, el hombre
es quien posee la puerta que los trae a este mundo, pero no, no se confundan, no son mera
imaginería, existen efectivamente existen.
No metáis tus manos en caminos que no puedes controlar, jamás, cualquiera que tome este
camino, su pago final será el olvido, el desecho y la opresión.
Sin embargo si queréis morir aquí os dejo el método.
Laura apenas mantuvo su respiración, era extraño, muy enigmático, el libro parecía pertenecer
a otra época, así que dejo de hojearlo y lo guardo entre su mochila, su abuela ya no lo
necesitaría, pues estaba muerta.
Después del entierro, pasaron algunos meses, en abril llego Eduardo, venia de visita trabajaba
en una plana de autos que había despedido empleados por liquides, así que Eduardo no tenía
mucho que hacer, Eduardo era su hermano prepotente sobremanera, ha Laura no le caía en
gracia la visita, pero era la familia que se podía hacer, y ella apenas era solo una adolescente,
todo paso entre la tranquilidad de su vida rutinaria y la universidad, con Eduardo apenas se
veían, no se soportaban, la vida no siempre será tranquila y el tiempo que se va, no se puede
recuperar, en Junio, Eduardo ya estaba trabajando en una pizzería y la casa de sus padres era su
actual hogar, aunque no por mucho.
Eran las 3:40 pm, la sala estaba lúgubre, se oía sollozar a alguien, yacía sentada en el sofá, al
frente su padre, apenas la vio, algo no estaba del todo bien, presintió de inmediato Laura, se
acercó con desconfianza, y al fin vio al policía.
Era su hermano, había muerto mientras pasaba la calle, fueron días duros, pasaron meses y sus
padres no se reponían, todo lo que podía hacer era observar en perspectiva como su familia se
iba por la alcantarilla, al fin recordó el libro, decidió echarle una hojeada.
Un capitulo hablaba de como volver a la vida a un muerto;
De cómo capturar la esencia del difunto.
Conseguir el cadáver, aun sus carnes estarán en su lugar, de lo contrario precisaras de uno que
recientemente haya fallecido, aquí no importa el saco lo que realmente sino lo que hay dentro.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Los 4 vientos son lo primordial, ellos manejan la marea del espíritu, por lo tanto los
convocaras, para que informen propiciamente del paradero de la esencia.
Para el procedimiento debes escoger un lugar con buen espacio harás un circulo de 4 metros de
diámetro y otro dentro de este de 2 metros, en el centro de este colocaras el cadáver boca arriba
Tomaras el muerto y abrirás su abdomen, usaras un hueso de mandrágora y rogaras a Cthulhu
su venida. Con la oración del ritual oscuro de Jezabel, una vez terminado este conjuro, volverás
tu mirada al viento del norte y desataras las puertas del abismo, aquí necesitas de otra persona,
alguien que sea susceptible a los artificios del insomnio espontaneo, le dormirás le dominaras y
abrirás la puerta con el signo de Voor, capturaras la esencia en recipiente de cristal, repetirás el
procedimiento con tres personas más indicado para cada viento.
Luego tomaras los cuatro recipientes de cristal y los colocaras dentro del abdomen del difunto,
cerraras con hilo y aguja y golpearas fuerte el abdomen hasta que los recipientes se rompan
dentro no se te olvide jamás amarar muy bien el cadáver.
Dentro del libro Laura encontró una hoja de papel, parecía una carta, sin embargo no lo era, se
trataba de un escrito de su abuela, la hoja ya estaba amarilla lo que dejaba ver la antigüedad del
mismo.
En la mañana aparecieron los primeros, deambulaban por las calles lento arrastrando lo que
quedaba de su humanidad, era fácil escapar los delataba el olor a muerte, se podrían como
cualquier cadáver y los gusanos salían por los orificios donde la piel ya no existía, casi nadie
aguantaba, vomitaban, más que terror fue curiosidad lo que causo en la gente los primeros
casos.
Un doctor Manuel se llamaba, tomo un de esas cosas para examinarlo, lo llevo a una finca lejos
del pueblo, después regreso pero era uno de ellos, como termino en tan lamentable condición se
puede sospechar, pero nadie conoce los detalles, sin embargo fue entonces cuando todos nos
dimos cuenta de la verdadera amenaza.
Manuel entro al pueblo a eso de las 2:00 pm, a plena luz del día, Dios mío fue lo último que
pronuncio la señora Yolanda que estaba como siempre en un banco frente al negocio de líchigo
que atendía, algunos borrachos presenciaban la escena, don Manuel venia rápido, corría, sus
ojos en crispados y sus gruñidos eran mala seña, lo vimos saltar sobre Yolanda, el golpe resonó
contra la pared de la casa, ese hombre estaba enloquecido, la mordía, le arranco la nariz y la
boca, uno de los borrachos trato de pelear y se lanzó sobre Manuel, el desdichado callo sobre el
pavimento y Manuel seguía encarnizado con la pobre Yolanda, por fin alguien supo que hacer,
Jaime, tomo como pudo a Alberto del suelo lo levanto, lo metió en la tienda, corrió tras los
estantes saco la escopeta de su madre y disparo a Manuel directo al cráneo, los sesos volaron
por todos lados, pero Manuel se detuvo.
Ese fue el campanazo que desbordo el terror en la gente, doña Yolanda simplemente fue
fusilada, la paranoia de que muriera y volviera en la condición de don Manuel, fue demasiado
para las personas.
El pueblo fue abandonado y los de ambulantes cazados y sometidos al mismo juicio de Doña
Yolanda, ya no estaban vivos, era claro que habían muerto. Yo como notaria tuve que ir de caza
en casa buscando una explicación, lejos del pueblo había una cabaña, de un hombre que era
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
poco apreciado por todos, le decían don Enrique, allí en el fondo de un cajón, encontré el libro,
un hombre de barba roja, mala carozo, todos le tenían miedo, cuando el desastre comenzó
desapareció sin dejar rastro, nadie sabe a dónde fue, algunos dicen que ese hombre era el
mismo diablo, pero quien sabe, solo Dios Sabe.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
Carlos Humberto Báez Rodríguez: Tunja/2015.
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