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Leyendas……
La madre de la merced, comendadora
Ice la leyenda que Nolasco había pasado la noche preocupado, sin dormir
apenas, considerando como la cautividad extiende sus garras sobre la
inocencia de las gentes, y vuelve la impotencia nuestros pequeños gestos.
Era demasiado grande la cautividad para ponerle freno a la ingenuidad de
unos cuantos frailes y limonás recogida por las veredas de los pueblos.
En estos pensamientos andaba
cuando le venció el sueño. Apenas
rozaba el amanecer con sus dedos la
mejilla de horizonte. La madrugada
parecía un romanzo de paz y
nadie en aquel convento
toco la campaña convocaba
a la oración de maitenes a
todos los fraile redentores.
De repente como un suspiro
pedro Nolasco se despertó
acariciado por un rayo de sol
que penetraba por la ventana de su
celda en aquel hospital viejo y
convento de santa Eulalia que el rey
Jaime I había regalado a la orden
como signo de su efecto de su apoyo
incondicional. Sin duda, pensó, todos
los frailes están ya en el coro, rezando
mitenes, y yo aquí dormido. Se
levantó aprisa, se lavó la cara y salió
disparado para el coro con el deseo de
llegar al menos al final de la oración.
¿Cuál sería su sorpre3sa cuando entro
al coro y vio la virgen, con el libro de
las horas rezando el oficio divino y
rodeada de ángeles. Jamás olvidaría
Nolasco aquella visión ¿o
aquel sueño? María de la
merced desde aquél instante
“la comendadora” de la
comunidad y su imagen
preside desde entonces el
coro y la oración de sus hijos
mercedarios ellas es al lado
de su hijo en la cruz el centro de
nuestra vida el estímulo de nuestras
mejores esperanzas, la vos tierna que
nos dice “haced lo que él os diga
“nuestra familia lleva su nombre y
profesa un amor inmenso a quien es
fundadora y protectora a nuestra
historia. Ella es y serás siempre “la
comendadora “de nuestra fraternidad.
Fr. Alejandro Fdez. barrajon
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