Raíces filosóficas

Raíces Filosóficas

Teoría de los cuatro temperamentos

Todas las cosas son combinaciones de cuatro elementos básicos: tierra, agua, aire y fuego.

Las cualidades de estos elementos se hallan en los cuatro humores correspondientes que afectan al funcionamiento del cuerpo.

Estos humores influyen en nuestras emociones y nuestras conducta: nuestro temperamento

El desequilibrio de los temperamentos causan problemas de temperamento …..

así que restaurando el equilibrio de los humores, el medico puede curar los problemas emocionales y de conducta.

• Triste

• Temeroso

• Deprimido

• Poético

• Artístico

Melancólico

• Lento

• Tranquilo

• Tímido

• Racional

• Constante

FLEMÁTICO

• Fogoso

• Enérgico

• Apasionado

Colérico

• Cordial

• Alegre

• Optimismo

• Seguro de sí

Sanguíneo

HAY UN ALMA QUE

RAZONA EN ESTA

MÁQUINA

Mente y cuerpo están separados.

El cuerpo es una máquina material,

mecánica.

La mente puede controlar el

cuerpo haciendo fluir los espíritus animales por el

sistema nervioso.

La mente (o alma) es inmaterial, pero

se asienta en la glándula pineal del

cerebro.

¡Duerman!

Hipnosis

Un ruego amable o una orden imperativa se combinan con la

mente sumamente concentrada de un sujeto

Para inducir un estado de sueño lúcido (trance hipnótico).

En tal estado el sujeto se vuelve más susceptible al poder de la sugestión.

Los conceptos se convierten en fuerzas cuando se resisten entre sí

Las experiencias y sensaciones se

combinan para formar ideas.

Las ideas disimiles se resisten mutuamente y

devienen fuerzas en conflicto.

Las ideas similares pueden coexistir o

combinarse.

Una idea debe prevalecer sobre otra.

La idea desfavorecida abandonan la

conciencia; deviene una idea inconsciente

La idea favorecida en la conciencia.

Ser aquel

que uno es

verdaderamente

Tener un YO diferente

Intento de ser alguien diferente

Fracaso y me desprecio por

fracasar

Tengo éxito y abandono mi verdadero Yo.

En ambos casos, desespero a mi verdadero Yo.Para escapar a la desesperación debo aceptar mi verdadero Yo