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SIETE PRINCIPIOS BIBLICOS
El principio de INDIVIDUALIDAD
El principio de
CARÁCTER CRISTIANO
El principio de
MAYORDOMIA
El principio de
SOBERANIA
El principio de SEMBRAR Y COSECHAR
El principio de
UNIDAD Y UNION
Un adagio popular
dice “La unión hace
la fuerza”, es este
caso es la unión
interna y externa de
la persona, el yo
interior debe reflejar
en mi yo externo.
DIOS es el principio y la
semilla
Dios nos ha hecho libres, y sobre todo libres de toda maldad,
por eso vino al mundo a sacrificar por nosotros. La persona
que glorifica y honra a Dios, encuentra sentido a su vida y
manifiesta en su actuar, con su entorno (familiar, compañeros
de trabajo, estudio) por eso se le confiere el título de
soberano, gobernador absoluto y fuente de vida, porque es
imagen y semejanza de Dios.
La fruta que cada persona cosecha,
es el resultado de lo que siembra,
por lo cual estamos obligados a
sembrar el bien ante los ojos de
Dios. El hombre prepara la tierra
para la siembra, igualmente cada
uno debe preparar su mente-
corazón-cuerpo, para que en ella
se pueda sembrar y cosecha sea abundante para honra y gloria de
Dios.
Dios creó al hombre, como imagen
y semejanza de él. Por lo tanto cada
uno de nosotros es único e
irrepetible; sin embargo somos
diversos (diversidad cultural, étnica ,
social) aquí recae la gran
responsabilidad y obligación de
respetarnos como hijos de un solo
Dios.
Toda autoridad sobre la tierra es obra
de Dios, por lo tanto cada persona
tiene la capacidad de gobernarse
desde adentro, hacia fuera gracias a la
iluminación del espíritu santo. De ser
así uno evita la anarquía y la tiranía y
es lo que nuestra Universidad desea
para los estudiantes.
Cristiano significa, apóstol y siervo de Jesucristo;
la cual se logra al manifestar nuestra fe en Dios,
que el es dueño de toda sabiduría. Pero lo más
importante es que nuestra fe lo demostramos
con nuestras buenas obras; y no a cambio de
algo, por lo tanto el UPANISTA debe estar bien
convencido de que sus obras tendrán buenos
frutos y lo hace con fé.
Dios nos ha bendice en nuestras
labores diarias, tener un empleo y
devengar un salario es una bendición
del Creador, por lo tanto la gloria y la
honra es a Dios. En consecuencia
bajo ese argumento toda persona
debe trabajar con dedicación,
honradez y responsabilidad, sobre
todo conscientes de que mucha
gente no tienen la oportunidad de un
trabajo.
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