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Marisa Azuara analiza la Última Cena de Leonardo da Vinci
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LA ÚLTIMA CENA DE
LEONARDO DA VINCI
MARISA AZUARA
A la vista de los últimos acontecimientos literarios, podría
parecer que Leonardo da Vinci es el mayor genio del misterio de todos
los tiempos
Sin duda, fue un gran científico y destacó en el estudio de la naturaleza y
en el de la ingeniería
Pero en su faceta pictórica, sólo dio a conocer las ideas en
que creía su círculo de amistades
Leonardo da Vinci pasó su juventud en Florencia
Allí se impregnó con las ideas bizantinas de la Academia Platónica
Ayudado por los Medici, se fue a Milán
Y se instaló en el palacio ducal
Donde pasó a formar parte de la corte de Ludovico el
Moro
Por encargo suyo realizó para el convento de Nuestra Señora de la
Grazia
Su famoso fresco de la Última Cena
Aparentemente es una cena clásica. Los
dominicos que habitaban el convento eran expertos
en herejías
Sin embargo, Da Vinci conocía bien los símbolos
que ayudaban a los pintores renacentistas a camuflar su
mensaje
Para transmitirlo con mayor claridad, concibió su obra en tres bloques
Comencemos por el bloque de la derecha, pues Leonardo mismo confesó la identidad de los modelos en el Códice
Atlántico
Son: Marsilio Ficino, el propio Leonardo y el filósofo Platón
Platón explica a Leonardo los
conocimientos secretos de la
Iglesia Alejandrina
mientras Marsilio Ficino confirma y
señala el otro extremo del
cuadro
En él se encuentran seis personas que en
realidad son cinco, pues dos de ellas se funden
como si se tratara de un dragón con dos cabezas
En una reconstrucción más nítida apreciaremos mejor los detalles. Enseguida veremos que simbolizan las cinco Iglesias Primitivas
En el extremo se halla el emperador Constantino aludiendo claramente a la Iglesia de Constantinopla
A continuación se hallan Santiago de Juan y Bartolomé representando a la Iglesia de Jerusalén y a la de Antioquía
Les siguen San Pedro con el cuchillo y Judas con la bolsa de monedas. Simbolizan a la Iglesia Romana desde el punto de vista del resto de las Iglesias
cristianas tras el cisma del concilio de Jerusalén en el año 35 d. C.
Y por último, María Magdalena patrona de la Iglesia de Alejandría
Pedro y Judas, o sea Roma, amenazan a la Magdalena, es decir a la Iglesia de Alejandría, fiel esposa de Juan. Las manos no dejan lugar a dudas
Tampoco el Grial que une la Magdalena…
… a JUAN, según delata la mano del fondo
Y es que quien preside la Cena es Juan y no Jesucristo
Este bloque central es el más comprometido de toda la obra
Representa la institución de la Eucaristía, el misterio más importante del Cristianismo que los católicos reproducimos en todas las misas
Pero quien instituye la Eucaristía no es quien preside la mesa sino el hombre idéntico a él que se sienta a su lado con la túnica blanca como dice el
Evangelio de Juan que Jesucristo llevaba aquella noche
En concreto, narra como los soldados se repartieron sus ropas y la túnica, como era de hilo blanco, tejida de una sola pieza, la echaron a suertes
El mismo Leonardo confesó en el Códice Atlántico haberse inspirado en el Evangelio de Juan para componer la obra
Detrás de Jesucristo hay otra mujer: tal como delata el gesto de la mano, es la Virgen María
Las dos Magdalenas y la presidencia de Juan no son los únicos secretos desvelados por Leonardo
En la composición hay tres hombres idénticos
No significa que sean trillizos sino que son iguales. Un rey es igual a otro: Juan fue el precursor (o ante-cristo), Jesús murió acusado de proclamarse Rey de
los Judios y Santiago el Mayor sucedió a Juan. Leonardo desvela de este modo el misterio de la Resurrección: El rey ha muerto. ¡Viva el rey!
El mismo sentido tiene la M que Leonardo confesó haber colocado en la obra. Son dos espadas y una sucede a la otra
Leonardo no es el único pintor que cuenta las disputas de las Iglesias Primitivas . Poussin las retrata magistralmente con una simples bolitas de pan
Y la disputa por la sucesión de Jesucristo entre Juan y Pedro es tan antigua como el Cristianismo
Leonardo se limita a recoger la tradición arriana de la Iglesia de Alejandría y pintarla en el último lugar en que se buscaría la herejía: un convento de
dominicos
Un último detalle, atendiendo al nudo que aparece en el mantel, la
obra fue pagada o se hizo para complacer a
Bona de Saboya, la esposa del difunto
duque Galeazzo Maria Sforza
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