Liturgia Domingo 1º adviento b 2014

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PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7

¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!

SALMO RESPONSORIAL Sal 79

Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,3-9

Aguardamos la manifestación de nuestro Señor Jesucristo

ALELUYA

Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

EVANGELIO San Marcos 13, 33-37

Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

"Mirad, vigilad: pues no sabéis cuando es el momento.

Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejo su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.

Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer;

no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.

Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: !Velad!"

Palabra de Dios

Con el primer domingo de Adviento comienza un nuevo año litúrgico

ciclo B

ADVIENTO

es la preparación a la venida del Señor en Navidad

Es un tiempo de encuentro con Dios

Tenemos que vivir la alegría de la espera

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera.

¡Ven, Señor Jesús!

Toda nuestra vida debiera ser un continuo “adviento”,

una continua espera y

preparación a la segunda

venida de Cristo

Por eso hay que estar siempre preparados, vigilando

“vivir cada día de nuestra vida como si fuera el último día de nuestra vida en la tierra”

San Francisco de Sales

no sabemos el día ni la hora

Pero parece que no tengamos un solo momento para pararnos

preocupados en los asuntos de nuestra vida

inmersos en una sociedad

en la que todo vale

como si el final de nuestro camino fuese

la nada

Dejemos de una vez esa vida ramplona, que nos ata a los placeres de este mundo

que nos hace insensibles y ciegos

para las cosas de Dios

y para las necesidades de nuestros hermanos

¿Cómo prepararnos? 

Intensificando la oración:

La vivencia de las virtudes, sobre todo la esperanza, la conversión de nuestra vida a Dios.

Estando despiertos y vigilantes:

Hoy suena el despertador en nuestra vida para sacarnos del adormecimiento

Amando:

vela bien precisamente el que ama

Lo sabe la esposa que espera al marido que debe volver de lejos después de un viaje

lo sabe la madre que está intranquila porque el hijo todavía no ha vuelto a casa

lo sabe el enamorado que no ve la hora de encontrarse con su amada . . .

El que ama sabe esperar también cuando el otro tarda

Esperamos a Jesús . . .

si lo amamos y deseamos ardientemente encontrarnos con Él

Se le espera amando al que está cerca de nosotros

Adviento es espera, pero también transformación, conversión.

Nuestra oración "Ven, señor, Jesús" debe ir acompañada . . .

por la decisión

"Voy, Señor Jesús"

Pidamos en este comienzo de Adviento:

unos ojos que estén en vela,

que sean capaces de mirar a las personas y descubrir en ellas sus alegrías, sus preocupaciones, sus ilusiones, sus tristezas

y además una actitud para estar dispuestos a responder a los que nos necesitan.

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