Aguinaldo Capillense

UNA NOCHE DE AGUINALDO

Un breve recorrido por una de las tradiciones de la religiosidad capillense

La capilla Boyacá es un municipio ubicado en el valle de Tenza, más conocido como la Perla del Oriente,

adornado del costumbrismo de su gente, la amabilidad de la tierra y el sentido del vivir valletenzano.

La iniciación de la novena en el aguinaldo valletenzano, es realizada diariamente por cada una de las veredas que circundan el municipio, donde los habitantes del campo construyen maquetas representativas de la vereda y realizan una procesión por las calles del pueblo.

Chicos y grandes participan en la

celebración religiosa, llevando

consigo las luminarias que han creado con

esmero y dedicación

No importa el formato de la

luminaria ni la calidad

arquitectónica de la misma lo que

cuenta es la voluntad que

coloca cada campesino en la

celebración de la novena y la

representación de su vereda

La emotividad de los habitantes capillenses puede que no se imprima en el conductor de la carrosa, pero si hace que no se provoque una aceleración desmedida que pueda afectar su decoración y la ocupante que lleva consigo.

Como es costumbre una reina adorna y engalana la carrosa de cada vereda.

La devoción ocupa las mentes fervientes de los niños que iluminan su rostro de esperanza con la luz que desprenden sus luminarias

El coro de la iglesia acompaña a diario cada procesión con cánticos y villancicos típicos de la región

Los voladores se encargan de reunir a

los habitantes del pueblo avisando que

comenzará la celebración de la santa misa en la

iglesia principal y colocando un toque de fiesta en el área

urbana y rural

No importa cuanto haya que caminar para llegar al templo, pues la recompensa está en la visita al pesebre principal del pueblo preparando la llegada del niño Dios.

Pasada la eucaristía y como es costumbre, los niños disfrazados con trajes alusivos a las actividades del campo y personajes representativos colombianos esperan al concurso de disfraces organizado por la alcaldía

Mientras se escucha el veredicto final a los mejores trajes, no viene a mal un poco de carranga.

Bueno… y ha terminado una noche más del aguinaldo capillense, de nuevo al campo a visitar la abuelita y contemplar la vista de la perla del oriente boyacense