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Presentation for Religion by K Easter
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Hacer El Bien y evitar El Mal
El bien y el mal físico
T
odos estamos de acuerdo en que un incendio, un
terremoto o una enfermedad son un mal físico que
perjudica a las personas y a sus bienes.
El Bien Y El Mal Moral
S
alvar la vida a otra persona, hacer compañía a alguien que está
enfermo o , simplemente, ser responsable en el trabajo lo
consideramos un bien moral. En cambio, sabemos que hablar mal de
alguien, no respetar a los padres, mentir o robar son un mal moral.
T
odos podemos realizar actos buenos y actos malos. Cuando hacemos
el bien, nosotros mismos salimos beneficiados porque nos hace
mejores personas; nos perfecciona. En cambio, hacer el mal nos
perjudica; nos hace peores personas.
A
demás, fíjate en que las acciones buenas agradan,
son ‘bonitas’; mientras que el mal se ve como algo
desagradable y ‘feo’. Por eso, una persona generosa
o alegre siempre resulta más simpática y tiene más
amigos que una persona egoísta o amargada.
La Moral
L
a moral es el conocimiento del bien y del mal, que nos
enseña lo que hay que hacer porque es bueno y lo que hay
que evitar porque es malo. Por es, la primera norma de la
moral es ‘hacer el bien y evitar el mal’.
C
onocer la moral es imprescindible para ser feliz y hacer
felices a lo demás.
Libertad y responsabilidad
L
as personas, a diferencia de los animales, somos seres libres.
Podemos decir: “Quiero hacer esto, que está bien”, o “no quiero
hacerlo”. Cuando hay que hacer los deberes o ayudar en casa,
podemos hacerlo o no. Es decir, podemos hacer el bien y evitar el
mal, y al revés: podemos hacer el mal y evitar el bien. La verdadera
libertad es la que sabe elegir el bien. Los animales, sin embargo, no
pueden decidir cómo comportarse porque siempre actúan por
instinto. La Libertad es uno de los regalos más importantes que
Dios nos ha hecho al crearnos.
I
magina que a un niño le obligan a robar en una tienda. Él no
quiere hacerlo, pero le obligan; por lo tanto, no es responsable de
aquella acción y no se le puede culpar. Si en cambio lo hace
porque quiere, sin que nadie le obligue, entonces es responsable.
C
uando actuamos libremente somos responsables de nuestros
actos. Esto quiere decir que por las buenas acciones tenemos un
mérito y por las malas acciones una culpa.
La Voluntad
M
uchas veces hemos decidido hacer una cosa buena pero después
no la hemos hecho. Qué ha pasado? Que no teníamos suficiente
voluntad.
L
a voluntad es la fuerza que nos permite hacer el bien o evitar el
mal que deseamos. La fuerza de voluntad nos ayuda a ser más
libres porque nos permite hacer lo que realmente queremos.
La Ley Moral
N
o siempre es fácil distinguir lo que está bien de lo que está mal.
A veces una seta puede tener muy buen aspecto y, sin embargo
ser mortalmente venenosa.
L
os cristianos tenemos la gran suerte de tener una ley moral o
una norma que nos indica claramente lo que es bueno y lo que no
nos conviene. Dios mismo nos lo ha enseñado de diversas
maneras:
La Ley Natural
A
l crearnos, Dios nos ha dado una especie de instinto
que nos permite distinguir el bien del mal. No hace
falta que nos digan que matar es malo para saber
que está mal, verdad? Lo sabemos porque cada
persona lo lleva dentro, como si lo tuviera grabado
en el corazón. Por eso lo llamamos “ley natural”.
Los Diez Mandamientos
P
ero resulta que a menudo no sabemos distinguir con
seguridad entre lo que está bien o está mal. Por eso,
Dios dio a Moisés los diez mandamientos, te
acuerdas? Son diez frases muy claras que resumen
la ley natural para que no tengamos dudas.
La Ley Evangélica
J
esús enseño que los diez mandamientos los tienen que
cumplir todas las personas, pero sus discípulos deben
aspirar a ser todavía mejores. La enseñanza moral de
Jesús, resumida en el doble mandamiento del amor,
en la “regla de oro” y en las “Bienaventuranzas”, es el
mejor camino para hacer el bien.
La Conciencia
C
omo ya sabemos, existen unas leyes o principios que nos indican el bien y
el mal, y que somos libres para seguirlos o no.
C
uando tenemos que ayudar en casa y nos resistimos, escuchamos una
especie de voz interior que nos dice: “Venga, hazlo, tienes que obedecer”.
Si hemos estado tentados a no decir la verdad, esa misma voz nos ha
dicho: “Venga, dilo, tienes que decir la verdad”. Esta voz interior que nos
dice si lo que hacemos está bien o está mal es lo que llamamos
conciencia, que también habla después de haber actuado: “Esto no lo
tendrías que haber hecho” o “has hecho bien”.
S
iempre tenemos que hacer caso a la conciencia, porque es la voz de
Dios en nuestra intimidad. Pero es importante que nuestra conciencia
conozca a fondo la Ley de Dios; si no la conoce, se equivocaría en
muchas decisiones y no podríamos ser felices de verdad.
L
a iglesia nos enseña a conocer la ley de Dios y la vida de Jesús; es
decir, nos enseña las instrucciones para llevar una vida buena. De
este modo cumple el encargo de Jesús:
F
IN
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