Jonas y el la permision divina #5

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¿Quién manda a quien?

Principio.El valor real de una persona la determina el amor de Dios.

Pautas ministeriales.La cultura imperante valora al ser

humano por la posición social, raza, por el dinero, por los bienes que posee y por

sus capacidades.

El amor de Dios determina el genuino y eterno valor de la persona, sin importar

su trasfondo personal.

El enojo de Jonás. • Jonás, a pesar de la palabra que escucho

de Dios, mantiene su actitud y enojo Jon 4:5.

• Espera que a la ciudad de Nínive le pase lo peor que le pudiera pasar.

• ¿Por qué? Por los prejuicios creados en su forma de pensar.

El prejuicio. • ¿Qué son? Es la acción y efecto de prejuzgar (juzgar

las cosas sin tener cabal conocimiento o antes del tiempo oportuno). Es una opinión previa acerca de alguien o algo que se conoce poco o mal

• Están vinculadas a la discriminación. Y son negativos, se rechaza antes de tener el conocimiento para juzgarlo con motivos.

• El poder de los prejuicios: Pueden sobreponerse a la verdad escrita de Dios.

El prejuicio de Jonás. Prejuicios sociales: Se cree que se en mejor por el nivel que se tiene.

Prejuicios raciales: Rechazo por el color de la piel.

Prejuicios religiosos: No se acepta que otros crean diferente que uno.

El prejuicio de Jonás. • Jonás tenia los tres niveles de

prejuicios que lo llevaba a actuar de un manera inapropiada.

• Su prejuicio lo llevaba a esperar lo peor para Nínive Jon 4:5

El prejuicio de Jonás.

Prejuicio.

Enojo. Conducta

inapropiada.

La misericordia divina. • Dios tiene misericordia de quien no

tiene misericordia Jon 4:6-7.• Los prejuicios no permitieron ver la

misericordia de Dios en acción Jon 4:8

El prejuicio de Jonás. • Los prejuicios impiden aceptar la

verdad de Dios Jon 4:9.• La pataleta de Jonás porque las

cosas no salen como el quisiera y por sus prejuicios, al punto de querer morir.

La misericordia de Dios. • Los prejuicios dan sistemas de

valores, equivocados y dañinos Jon 4:10.

• La misericordia de Dios es inagotable para quienes se vuelven a Él.

Principio. • Aprendamos a valorar a

las personas como Dios las valora, porque de ello

determina nuestra actitud para con ellos.