La cultura de la vida

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1.- La difícil situación actual en torno a la vida 2.- Raíces antropológicas del problema 3.- Visión cristiana del hombre 4.- La cultura de la vida 5.- El Evangelio de la vida 6.- La familia, bastión de la vida

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LA CULTURALA CULTURA

DE LA VIDADE LA VIDA

1.- La difícil situación actual en torno a la vida 2.- Raíces antropológicas del problema 3.- Visión cristiana del hombre 4.- La cultura de la vida 5.- El Evangelio de la vida 6.- La familia, bastión de la vida

Contenido

“La elección del tema de La cultura de la vida,

nos invita a reflexionar en una realidad muy importante, la que tiene relación con la

vida, la salud, la enfermedad y la muerte,

con el fin de sensibilizar las conciencias sobre algunos aspectos de la cultura que prevalece hoy y fomentar una toma de

conciencia acerca de los valores necesarios para el desarrollo de

una vida auténticamente humana“. Juan Pablo II. Discurso sobre “ La cultura de la vida “ a los delegados de la Asociación católica de Agentes Sanitarios de Italia reunidos en Roma. 20 – 10 – 1986.Fuente : http://www.mscperu.org/biblioteca/1magisterio/blsanidvidaJPII.html

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La difícil situación actual en torno a la vida

En la actualidad, Occidente ha alcanzado unas cotas de desarrollo económico y de bienestar nunca vistas en la historia de la humanidad:

disminución de la mortalidad infantil, asistencia sanitaria generalizada, prolongación de la esperanza de vida y

notable incremento de su calidad, importante avance científico y tecnológico, educación universal y gratuita en buena medida, difusión de la democracia política y de los derechos humanos, reconocimiento de la libertad y el pluralismo, aprecio por la dignidad humana, mejoramiento de la situación de la mujer, etc.

Pero las partidas que deben apuntarse en el “debe” de la cultura occidental, son imponentes :

guerras mundiales, genocidios, limpieza étnica, holocausto, archipiélago Gulag, bomba atómica, armas químicas y biológicas, tortura, manipulación, totalitarismo, terrorismo,

aborto legalizado, eutanasia, manipulaciones genéticas, experimentos con embriones humanos, fecundación artificial, anticoncepción y control natal, violencia física como medio legítimo de lucha, destrucción del medio ambiente.

El siglo XX y lo que llevamos del XXI, parece haber combinado los mayores extremos de civilización y de

barbarie.

Este gran contraste entre los avances y los crímenes humanos, pueden explicar la

profunda confusión y el malestar de fondo que invaden al hombre

actual.

¿Somos realmente más desarrollados y más humanos que las generaciones

pasadas?

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Raíces antropológicas del problema

Para entender mejor el tratamiento que nuestra sociedad da a la vida, las raíces del problema,

será oportuno mencionar algunos de los rasgos más característicos de la cultura occidental moderna y contemporánea,

en relación a su visión concreta del hombre o ANTROPOLOGÍA.

Pues, según sea la concepción que se tenga del hombre ( antropología ),

así será la cultura

que se proponga en una

sociedad ( ideales, leyes,

modelos, etc ),

en orden a alcanzar

un desarrollo más pleno de

la humanidad en

UN MODELO O IDEAL

DE SER HUMANO

CARACTERÍSTICAS DE LA MODERNIDAD

Siglo XVI – 1950.

1. Confianza absoluta en la razón (Descartes – Kant).

2. Creación de la conciencia histórica, como proceso lógico.

3. Progreso en todos los órdenes de ciencias.

4. Aplicación del principio de inmanencia: las cosas se explican por sí mismas, no por transcendencia o por Dios.

5. La historia es un progreso hacia una mayor libertad por medio de la razón.

6. Separación y confrontación entre fe y razón, de la explicación racional respecto de la religiosa, lo que llevó al ateísmo, por primera vez en la Filosofía. Se separa la ética de los negocios, de la política, de la vida social.

7. El hombre no necesita la metafísica o el mundo inmaterial, sino sólo necesita al mundo y al mismo hombre : humanismo materialista ateo ( Feuerbach, Marx, Sartre ).

RacionalismoRacionalismo

CARACTERÍSTICAS DE LA POSTMODERNIDAD.1950 - actualidad

1.   “ Ya no existe la razón ( muerte de la razón ),

sino sólo palabras “ ( Humberto Eco ).. La razón se sustituye por la pasión.

2.   La Historia también ha muerto, se ha disuelto. No hay un proceso único, lineal. Vattimo dice que los medios de comunicación nos dan tantos datos, que nos hacen perder el sentido histórico, para vivir únicamente el presente o para el futuro.

3 . El sentido de progreso ha muerto. No existe una línea de progreso, sino el pluralismo, una dispersión en la diversidad, en la novedad.

4. El hombre en cuanto tal ha muerto, está deshumanizado. Domina el impersonalismo : “ Soy cuando no pienso “ ( Lacan ). El hombre se explica únicamente por sus condiciones físico – químicas ( materialismo, hedonismo ).

5. La libertad objetiva ha muerto, y sólo hay afirmación de libertades subjetivas y concretas ( de expresión, de información, moral, religiosa, etc ).

6. La práctica religiosa cotidiana ha muerto. Ya no hay ateísmo, o negación radical de Dios, sino indiferentismo, la apatía, el ateísmo práctico.

La religión se tolera como una idea débil, costumbrista o histórica, que debe ser sólo un enseñar a convivir, a ser cívico.

La religión es una opinión particular, no una doctrina sólida, ni algo social o general.

Domina la “tolerancia” o permisión de todas las posturas religiosas como igualmente válidas, censurando el “dogmatismo intolerante“ del que defiende y busca la verdad única.

7. La metafísica o reconocimiento del mundo inmaterial ha muerto. Se eliminan las explicaciones teóricas del ser, ocupándose únicamente de la vida presente, de lo superficial ( nihilismo ) :

se crea una filosofía de la muerte, una cultura de la muerte, que acepta la vida humana sin sentido, sin compromiso, abocada a la muerte.

Cultura de la muerteCultura de la muerte

Conclusión : La cultura actual está construida

sobre el presupuesto de que

el hombre es dueño del mundo y del hombre

Antropocentrismo Antropocentrismo

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Visión cristiana del hombre

“Esta realidad actual indica que es necesario y urgente proponer de

nuevo los valores de la cultura cristiana, la cual afirma que el hombre es una criatura ideada y querida por Dios;

que Dios, y no el hombre, es la fuente y la medida del bien; que existe un orden

moral que trasciende al hombre“.

“ Sólo a la luz de la Revelación y de la fe cristiana los valores de

la persona humana, la aspiración a lo trascendente, la

libertad y la responsabilidad encuentran su más profundo y

verdadero significado.

A la luz de la Revelación, Dios que es “Padre" prohibe al

hombre hacerse "dueño" del hombre y le compromete a

hacerse hermano de sus hermanos “.

“Estos términos simples y perentorios presentan a la persona humana en una

sacralidad natural que toda inteligencia recta puede reconocer, incluso prescindiendo de

una fe religiosa“.

Juan Pablo II. Discurso sobre “ La cultura de la vida “ a los delegados de la Asociación católica de Agentes Sanitarios de Italia reunidos en Roma. 20 – 10 – 1986.Fuente : http://www.mscperu.org/biblioteca/1magisterio/blsanidvidaJPII.html

ANTROPOLOGÍA CRISTIANA =

PERSONALISMO

El ser humano es un ser de estructura

tridimensional o trinitaria,

unión sustancial de cuerpo, mente

y voluntad

Persona o unidad integral

de tres dimensiones:

 

 

DIMENSIÓNFÍSICA

DIMENSIÓNINTELECTUAL

DIMENSIÓN MORAL

ESTRUCTURA DEL SER HUMANO ESTRUCTURA DEL SER HUMANO

FÍSICO : FÍSICO : INSTINTO, DESEO, PLACER, SENSACIÓNINSTINTO, DESEO, PLACER, SENSACIÓN ( Cuerpo, sentidos, materia, C.C. exactas y descriptivas )( Cuerpo, sentidos, materia, C.C. exactas y descriptivas )

MENTE :MENTE : IDEAS, PSIQUE, CONDUCTAIDEAS, PSIQUE, CONDUCTA ( Razón, Imaginación, Personalidad, Filosofía )( Razón, Imaginación, Personalidad, Filosofía )

VOLUNTADVOLUNTAD : AMOR, FE, ESPERANZA : AMOR, FE, ESPERANZA ( Principios, fe, virtudes, Teología )( Principios, fe, virtudes, Teología )

Persona íntegra

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La cultura de la vida

Las expresiones “cultura de la vida“ y “cultura de la muerte“ fueron usadas, por vez primera, en el Magisterio Pontificio, en la encíclica Centesimus annus de Juan Pablo

II ( núms. 38 y 39 ).

Según esta encíclica, la "cultura de la muerte", sostiene una mentalidad anti-vida, fruto de una profunda

distorsión del verdadero humanismo o humanismo integral.

Por ejemplo, América Latina está amenazada.

Hay una “verdadera conjura“ contra la vida; una "conspiración" en curso.

Las manipulaciones son evidentes: algunos gobernantes son vencidos, no convencidos,

por las amenazas y las restricciones.

Frente a esta cultura que propone el mundo, el Magisterio Pontificio, desde Pablo VI,

propone la “CIVILIZACIÒN DEL AMOR”

concebida como un encuentro comunitario de personas, más aún, de comunidades

congregadas y vivificadas por el amor, a partir de la comunidad básica, célula

primordial y vital que es la familia.

El magisterio de Juan Pablo II, sobre todo el presente en la

encíclica Evangelium vitae, propone las bases de la Cultura de la vida,

y resulta para la historia, el documento fundamental para entender y dar respuesta a los problemas actuales

relacionados con la vida.

Así como la Rerum Novarum de León XIII, en su día supuso un documento histórico de denuncia de las injusticias de la época, y marcó la línea a seguir en relación

a la Doctrina social,

igualmente la Evangelium vitae supone hoy la denuncia de los males actuales

contra los más débiles, los concebidos no nacidos, y la defensa de la vida y

de la dignidad humana.

« Hoy una gran multitud de seres humanos débiles e indefensos, como son, concretamente, los niños aún no nacidos, está siendo aplastada

en su derecho fundamental a la vida.

Si la Iglesia, al final del siglo pasado, no podía callar ante los abusos entonces existentes, menos aún puede callar hoy, cuando a las

injusticias sociales del pasado, tristemente no superadas todavía, se añaden en tantas partes del mundo injusticias y opresiones incluso más

graves, consideradas tal vez como elementos de progreso de cara a la organización de un nuevo

orden mundial » ( Evangelium vitae, n. 5 ).

Según las estadísticas, al año hay 50 millones de víctimas de abortos legalizados,

en todo el mundo.

Hoy, el nuevo muro que se alza, dividiendo a la humanidad, no es ya el de Berlín,

construido por la ideología, sino el que separa la cultura de la vida y de la muerte.

¿Quién defiende hoy a los inocentes?

Los no nacidos no pueden protestar, ni manifestarse en las calles,

ni organizar su defensa.

Si el “nasciturus” pudiera defenderse de la letal agresión que perpetran los cómplices del delito al

realizarlo, tendría todo el derecho a hacerlo, incluso hasta quitar la vida al injusto agresor,

según la moral con los principios clásicos conocidos.

« Este horizonte de luces y sombras debe hacernos a todos plenamente conscientes de

que estamos ante un enorme y dramático choque entre el bien y el mal, la muerte y la vida, la "cultura de la muerte" y la "cultura de la vida".

Estamos no sólo "ante", sino necesariamente "en medio" de este conflicto : todos nos vemos

implicados y obligados a participar, con la responsabilidad ineludible de elegir

incondicionalmente en favor de la vida »

( Evangelium vitae, n. 28 ).

La cultura por la vida es ya un anuncio, un Evangelio de liberación en el Señor del

« valor incomparable de cada persona humana. El Evangelio del amor de Dios al hombre, el Evangelio de la dignidad de la persona y el Evangelio de la vida

son un único e indivisible Evangelio »

( Evangelium vitae, n. 2 ).

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El Evangelio de la vida

La Revelación, la palabra que Dios ha dado al hombre para que se convierta en luz que ilumine nuestros pasos, viene en nuestra ayuda para poder comprender todas las cosas.

Ya en las primeras páginas del Libro de la Sabiduría, la cultura de la vida se opone a la cultura de la muerte.

« No fue Dios quien creó la muerte, ni se recrea en la destrucción de los

vivientes ;

Él todo lo creó para que subsistiera, las criaturas del mundo son saludables, no hay en ellas

veneno de muerte ni imperio del infierno sobre la tierra, porque la justicia es inmortal »

( Sab 1,13-15 ).

« Pero los impíos con las manos y las palabras llaman a la muerte ; teniéndola por amiga, se

desviven por ella, y con ella conciertan un pacto, pues bien merecen que les tenga por suyos...

Por azar llegamos a la existencia y luego seremos como si nunca hubiéramos sido...

Caerá con el tiempo nuestro nombre en el olvido, nadie se acordará de nuestras obras; pasará nuestra vida como rastro de nube, se disipará

como niebla acosada por los rayos del sol y por su calor vencida»

( Sab 1,16; 2,1-5 ).

«Venid, pues, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas

con el ardor de la juventud.

Hartémonos de vinos exquisitos y de perfumes, no se nos pase ninguna flor

primaveral, coronémonos de rosas antes que se marchiten; ningún prado quede libre

de nuestra orgía, dejemos por doquier constancia de nuestro regocijo; que nuestra

parte es ésta, ésta nuestra herencia» .

«Oprimamos al justo pobre, no perdonemos a la viuda, no respetemos las canas llenas

de años del anciano.

Sea nuestra fuerza norma de la justicia, que la debilidad, como se ve ,de nada sirve.

Tendamos lazos al justo que nos fastidia, se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos

echa en cara faltas contra la Ley y nos culpa de faltas contra nuestra educación.

Se gloría de tener el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor ».

«Es un reproche de nuestros criterios; su sola presencia nos es insufrible, pues lleva una vida distinta de todas y

sus caminos son extraños.

Nos tiene por bastardos, se aparta de nuestros caminos como de impurezas; proclama dichosa la suerte final de los justos y se ufana de tener a Dios

por padre»

( Sab 2, 6-17 ).

«El Evangelio de la vida, proclamado al principio con la creación del hombre a imagen de Dios

para un destino de vida plena y perfecta,

parece estar en contradicción con la experiencia lacerante de la muerte que entra en el mundo y oscurece el sentido de toda existencia humana.

La muerte entra por la envidia del diablo y por el pecado de los primeros padres.

Y entra de un modo violento»

( Evangelium vitae, n. 7).

El hombre no nace como una realidad negativa, destinada a la nada, sino como una promesa buena.

El punto de partida del desarrollo de una

cultura de la vida es el reconocimiento de que

LA VIDA ES UNA MISIÓN,

UNA VOCACIÓN AL AMOR

En el Bautismo se ha sembrado en nuestro ser este principio profundo:

Cristo nos ha querido, y nos ha elegido :

« Como el Padre me ha enviado, así os envío Yo »

( Jn 17, 18 ).

La vida concebida como misión es la única definición exhaustiva de la vida según Jesús,

de la cultura del amor y de la vida.

Jesús dice:

«Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» ( Jn 10,10 ).

«Ésta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y al que tú has

enviado, Jesucristo» ( Jn 17, 3 ).

Y dice San Pablo: «Todo es vuestro, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es

vuestro; y vosotros, de Cristo, y Cristo de Dios» ( 1Co 3, 21-23 ).

Sobre ello, la Evangelium vitae dice:

«Precisamente el anuncio de Jesús es el anuncio de la vida. Él es la “Palabra de la vida” ( 1Jn 1, 1 ). En él “la vida se hizo visible” ( 1Jn 1, 2 );

Él mismo es “la vida eterna, que estaba junto al Padre y se hizo visible ante nosotros”...

Este Evangelio de la vida se identifica con Jesús mismo »

( N. 29).

Por eso, el punto de partida para una cultura de la vida es la conversión de la persona a Cristo,

la liberación de la persona respecto del pecado, para que viva su vida cumpliendo el deber de este

anuncio, de forma cada vez más madura y consciente.

«El Evangelio de la vida no es una mera reflexión, aunque original y profunda, sobre la

vida humana; ni sólo un mandamiento destinado a sensibilizar la conciencia y a causar cambios significativos en la sociedad; menos aún una

promesa ilusoria de un futuro mejor.

El Evangelio de la vida es una realidad concreta y personal, porque consiste en el anuncio

de la persona misma de Jesús»

( Evangelium vitae, n. 29 )

De esta forma el Evangelio de la vida se convierte en una cultura de la vida, según

la expresión de Juan Pablo II:

« Una fe que no se convierte en cultura es una fe no plenamente acogida, no

intensamente pensada, no fielmente vivida »

( Congreso M.E.I.C., 16.1.1982 ).

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La familia, bastión de la vida

La familia hace partícipe de la cultura de la vida no en solitario,

sino junto a otras personas, dentro de una comunidad de amor que

transmite la vida de forma semejante a como lo hace la comunidad de vida divina .

La unión familiar cristiana y su difusión a través del contacto con otras familias,

constituye el dinamismo y la vida del pueblo cristiano.

Es en esta ámbito y por esta causa, por la que luchamos en una lucha que a todos envuelve y

compromete, y en la que tenemos una certeza: la victoria en el Señor.

Habrá muchas tribulaciones, incluso “persecuciones por la justicia". Habrá poderosos que se endurezcan, pero que terminarán por rendirse ante

la evidencia de una verdad que los interpela y que los avergüenza.

La victoria está de nuestra parte, porque el Señor de la vida, reina vivo.

“El que construye con amor,

edifica para la eternidad“

Referencias

Juan Pablo II. Discurso sobre “ La cultura de la vida “ a los delegados de la Asociación católica de Agentes Sanitarios de Italia reunidos en Roma. 20 – 10 – 1986.Fuente : http://www.mscperu.org/biblioteca/1magisterio/blsanidvidaJPII.html

Cardenal Alfonso López Trujillo. Conferencia “ La Tensión entre la Cultura de la Vida y la Cultura de la Muerte en la Evangelium Vitae “, en el V Congreso Internacional de la Reconciliación en el Pensamiento de Juan Pablo II. Lima, 29 –10 – 1995.Fuente : http://www.multimedios.org/docs/d000068/

Luigi Giussani. Conferencia “ Cultura de la vida y cultura de la muerte “, en el Congreso internacional teológico-pastoral “Los hijos, primavera de la familia y de la sociedad”. Roma, 10 – 10 – 2000. Fuente : www.huellas-cl.com/arch/2000/novembre/famGius.html - 27k

Alejandro Navas. Conferencia “ Cultura de la vida en la sociedad contemporánea “, en las XIII Jornadas de Bioética : "La cultura de la vida“. Pamplona, 27 – 11- 2001.Fuente : http://www.provida.es/pensamiento/Publicaciones/Alejandro_Navas.htm