La sanación llega por el perdón

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La sanación llega

por el perdón

“Despojaos del viejo hombre, cuyos deseos

engañosos lo llevan a su propia destrucción y

renovaos en el Espíritu y vestíos del nuevo

hombre”

El primer paso para perdonar y así ser sanados es dejar

atrás todo aquello que te ata al dolor… El perdón sana,

no justifica ni juzga… Te libera del pasado y te pone en

el presente.

“Hay pocas cosas que sean una barrera

mayor para la sanación que la falta de

perdón”

“El poder sanador de nuestro Señor

Jesucristo no puede penetrar a

través de la falta de perdón”.

Una de las raíces de nuestras enfermedades tanto físicas como

espirituales, la encontramos en la falta de perdón.

A nivel espiritual cuando no

perdonamos, cuando

negamos nuestro amor al

hermano, estamos poniendo

trabas al amor de Dios, y

entonces nos quedamos

secos de amor y por más que

hagamos y luchemos, no

adelantamos. "Al estar llenos

de odio hacia nuestros

semejantes, no podemos

recibir el amor de Dios que

nos llega por medio de ellos.

Efectos de la

falta de perdón

A nivel físico.

La falta de perdón engendra

odio, venganza,

resentimiento, tristeza y

ellos envuelven toda nuestra

vida emotiva. Tal estado

produce tensión en nuestro

sistema nervioso y a través

de los años esta tensión

influye en nuestra parte

física; muchas enfermedades

son fruto de estos estados de

tensión y sufrimiento.

NECESIDAD DE PERDONAR PARA SANAR.

"Perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que

nos ofenden". No podemos recibir el perdón de Dios, si nosotros no

perdonamos. Bien claramente nos lo dice Jesús: "Cuando os pongáis a

orar, si tenéis algo contra alguien, perdonádselo, para que también

vuestro Padre celestial os perdone vuestros pecados. Pues si vosotros

no perdonáis, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará vuestras

culpas."

¿QUÉ DEBEMOS HACER PARA PERDONAR?

El primer paso es amar

El siguiente paso, es hacer

algo, a la persona que nos

dañó, con amor junto con

Jesús.

El tercer paso es

orar compartiendo nuestro

corazón con Jesús y tomando

el suyo para hacer el bien de

esa persona y de nosotros.

Señor Jesús,

derrama tu Espíritu

sobre mí, para que

pueda entender la

necesidad de

perdonar y dame la

fuerza necesaria

para que yo, en Tu

nombre, "quiera"

perdonar a los que

tanto me han

ofendido. Amén.