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El meJor EqUiPo
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primera foto del club america como equipo en l a epoca amateur
CLUB AMERICASeptiembre 2008
HISTORIA DE UN EQUIPO GRANDE DEL FUTBOL MEXICANO
Historia del Club AméricaÉPOCA AMATEUR
El auge desatado por el futbol entre las colonias británica y española fue expandiéndose con rapidez entre la
sociedad capitalina; en poco tiempo, las escuelas particulares de la Ciudad de México adoptaron el futbol como el
deporte de moda.Hacia 1916,el futbol era practicado
con avidez por los jóvenes estudiantes de los colegios jesuitas y maristas. En el
Colegio Mascarones un grupo de muchachos que no rebasaban los trece años de edad, encabezados por Rafael
Garza Gutiérrez y Germán Nuñez Cortina, decidió crear un equipo con los mejores jugadores de la escuela.
Muy cerca del colegio vivía doña Calixta Cortina viuda de Domínguez, la
“tía Calita”, quien su sobrino Germán pidió su casa para realizar la primera
reunión. Ahí en Alzate 136, colonia Santa María la Ribera, nació el equipo RECORD.
En el colegio marista de La Perpetua
se había formado un equipo llamado Colón. Muchas veces no alcanzaba a juntar a los 11 jugadores reglamentarios.
Su entrenador, Eugenio Cenoz, les propuso unirse a otro equipo para ser mas competitivos.
El equipo de los Mascarones contaba
con suficientes jugadores de calidad pero carecía de uniformes y solo tenían un balón para entrenar. Los de La Perpetua,
en cambio, tenían prometidos varios metros de tela de casimir para la confección de los uniformes; además
contaban con dos balones ingleses de excelente calidad.
[2]
Decidieron reunirse el 12 de octubre de 1916 para concretar la fusión. Los
muchachos se congregaron en los llanos de La Condesa para discutir el posible nombre del equipo. Las propuestas fueron
muchas pero al final ganó por unanimidad la de Pedro “Cheto” Quintanilla, quien sugirió el nombre de AMÉRICA, puesto que
ese día se celebraba el descubrimiento del continente.
El América jugó un torneo de segunda fuerza y ganó en ambas categorías, por lo
que en 1917 decidieron pedir su ingreso a la Liga Mayor. Los equipos extranjeros que la formaban los miraban con desprecio,
como jóvenes sin experiencia y, por si fuera poco, mexicanos. Sin embargo, aceptaron realizarles una prueba de tres
partidos. El requisito era que no perdieran ninguno de ellos. Ganaron los dos primeros y lograron empatar contra el cuadro de mayor prestigio en esa época:
el España.Aquellos jovencitos por los que no se
daba un peso, ganaron su lugar por
esfuerzo propio.El naciente equipo propuso formar
una directiva que realizara las gestiones
necesarias para ser aceptado en la Liga
Mayor. Como presidente quedó a cargo Florencio Domínguez Cortina, cuya primera
tarea fue la de crear dos categorías en el nuevo club: la mayor, en donde jugarían todos aquellos mayores de 15 años y que
sería la que iba a buscar un sitio en la liga del Distrito Federal, y la menor, en la que participarían los menores de 15 años
y la cual estaría a cargo de Rafael Garza Gutiérrez, quien contaba con sólo 13 años de edad.
EL UNIFORME
En aquella reunión en casa de tía Calita, donde nació el equipo récord, también se definieron los colores del
uniforme. Rafael Garza Gutiérrez, aquel joven espigado, principal promotor de la creación de la nueva escuadra, había
tomado del armario de su padre unos pantalones viejos. Los cortó a la altura de las rodillas y se confeccionó un pantaloncillo corto. Esta prenda, que algún
día fue un pantalón azul marino, se unió a una camisa color crema ya gastada, de mangas largas y botones al frente, que
aquel chico atesoraba pese a que ya había visto pasar sus mejores días.
Al año siguiente, América ingresó a la
Liga Mexicana de Aficionados, donde
militaban clubes de ilustre trayectoria como México, Necaxa, Asturias y España.
Poco después, el colectivo capitalino fue rebautizado como CENTRO UNIÓN, pero esta denominación no duró mucho tiempo,
pues en 1920 se readoptó el nombre de AMÉRICA.
LOS FABULOSOS 20
Si los años 20 representaron para la humanidad una etapa agraciada después de los estragos de la Primera Guerra Mundial, no menos afortunados fueron
para el América, pues durante esa década llegaron los primeros episodios gloriosos en las memorias del Club.
Durante el ciclo 1923-24, América se adjudicó la Copa Vizcaya al superar al coloso futbolístico mexicano de aquel
tiempo, el Club España, equipo que ya reunía varios honores en su palmarés.
En la justa 1924-25, el equipo conquistó el que sería su primer título de
Liga. Fue el primero de una cadena de cuatro que en esa época alcanzó el equipo, los dos primeros bajo el mando de
Rafael Garza Gutiérrez “Récord”. De los 12 partidos que disputó en el campeonato 1924-25, América ganó 10 y empató dos,
quedando invicto; anotó 22 goles y recibió
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Llegó el tricampeonato la tarde del 5 de junio de 1927, cuando el equipo ya era guiado por Percy Clifford, uno de los mejores técnicos de todas las épocas en nuestro futbol. Benito Contreras, quien había militado previamente en las filas del Deportivo Toluca, fue el autor de los dos tantos con que América doblegó al Aurrerá 2-1 para coronarse.De esta manera, el equipo se quedó con la Copa Challenger, un galardón que se acordó sería otorgado a la primera escuadra que en esos días encadenara tres campeonatos.Por si fuera poco, en 1927, América enfrentó en dos ocasiones ni más ni menos que a uno de los gigantes del futbol mundial, el Real Madrid. Ambos duelos arrojaron resultado favorable a los “merengues” hispanos, 4-2, el 4 de septiembre y 5-3, 14 días más tarde.Para 1927-28, América reportó como novedades a Pedro Suinaga, Charles Neumayer, Carlos Carral, y Manuel Romero Vargas. Los azulcrema aspiraban a igualar la hazaña que en la década previa habían fraguado el Reforma Athletic Club y el Club España, la obtención de cuatro títulos en fila.Y así fue, América consiguió tan elevada meta el 11 de noviembre de 1928 al propinar un contundente 3-1 al que parecía ya su cliente, el Aurrerá. Carlos Garcés, el padre de la famosa porra “Siquitibum”, Roberto Gayón y Alberto “Chaparro” Muñoz fueron los autores de los goles americanistas en esa memorable jornada que redondeó una temporada de 11 victorias, dos empates y apenas una derrota, propinada ésta por el Necaxa. En lo que a goleo se refiere, América marcó 41 a favor y recibió 19. Es bueno recordar que en ese año de 1928, México viajó a los Juegos Olímpicos de Amsterdam con varios elementos de extracción americanista.La brillante racha americanista se vió interrumpida por el Marte del general Aguirre, donde participaban varios futbolistas tapatíos. De cualquier manera, el América se ubicó en la tercera posición de la tabla general al terminar el campeonato 1928-29.
Como consuelo le quedó el triunfo en la Copa Covadonga.Con el fin de los años 20, se cerró también la primera edad dorada de los azulcrema, con algunos jugadores de origen veracruzano, como Alfredo “Viejo” Sánchez, un fino mediocampista procedente del Orizaba que se incorporó al equipo en 1929.La transición de los años 20 a los 30 representó también para el América un periodo de transformación. Poco a poco se retiraban jugadores de la primera gran generación y llegaban nuevos valores. Fue así como como se vio emerger en el torne 1929-30 al guardameta Rafael Navarro “Navarrito”, que intervino con la Selección Mexicana en las eliminatorias para el Mundial de Italia 34.En el certamen 1929-30, parecía que el América volvería por sus fueros, pero sólo le alcanzó para ser subcampeón, apenas un punto abajo de los albinegros del España.
TIEMPOS DE VACAS FLACASDurante los 30, el predominio del España se extendió. En el espacio de 1930 a 1940, este Club se añadió cuatro títulos a su ya de por sí amplia galería de galardones. Compartió roles protagónicos en la escena futbolística nacional con Atlante, el famoso “equipo del pueblo”, que se ciñó la corona por primera vez en la liga 1931-32, y con el legendario Necaxa de los 11 hermanos, un cuadro que ganó cuatro títulos.Pero los 30 no fueron una buena etapa para el América, pues prácticamente se quedó con las manos vacías, a excepción de la Copa conquistada en 1938, justo cuando en el plantel figuraba una de las máximas figuras de nuestro futbol, Luis “Pirata” Fuente.Pese a la sequía, surgieron algunas personalidades, que son recordadas hasta nuestros días como los insignes americanistas de siempre. Allí está, por ejemplo, el guardameta Rafael Mollinedo, quien se dice fue un autodidacta de futbol, pues aprendió en la cancha los secretos del oficio, caracterizándose por su valentía.Allá por 1937, vistió la camisa del Club Octavio Vial, otro inmortal de las canchas mexicanas. Se distinguió por
su excepcional intuición goleadora y su plasticidad en remates de cabeza.A través de esta década, el América sostuvo una gran cantidad de juegos internacionales. Destacó aquel triunfo sobre el Athletic de Bilbao, aquel 28 de julio de 1935, por 2-1.Uno de los triunfos más resonantes fue contra el FC Barcelona, venciéndolo 2-0, el 20 de junio de 1937. Y tampoco escapa de la memoria ese empate a dos goles contra la notable Selección Vasca, ocurrido en 7 de noviembre de ese mismo año.Hacia 1938, el América conseguiría su último título en la época amateur y éste fue el Torneo de Copa.
[4]
CON EMILIO AZCÁRRAGA MILMO,
ASUME EL EQUIPO PERSONALIDAD TRIUNFADORA.
Durante los 50, los primeros logros
importantes en la etapa del profesionalismo se incorporaban a los anales del América. A finales de esa
década, don Emilio Azcárraga Milmo adquirió la franquicia del Club.
Poco antes de que el renombrado empresario comprara a los azulcrema, don
Fernando Marcos asumió la dirección técnica del equipo en la competencia 1957-58, cuando en el plantel se
encontraban figuras como Portugal, Lemus, Walter Ormeño, “Tigre” Gómez, Nájera, Bosco, Valdés, Buendía, Palmer, Calderón
de la Barca, Soto, Pavés, “Pepin” González, Palleiro, Arrieta, Jasso, el argentino Shandleid y Enrique Huerta como portero suplente.
Pese a estar compuesto de una camada, el América se viO relegado al noveno puesto entre 14 equipo que
participaban en el torneo 57-58.Vino el desquite en 1958-59, cuando
los azulcrema ascendieron al cuarto lugar
y Eduardo González Palmer se consagró como el primer campeón goleador americanista en la era profesional, con 25 goles. Ya antes en los años 20, Ernesto y
Jorge Sota habían conseguido tan importante mérito, enfundados en la casaca americanista.
El 12 de noviembre de 1959, América y Guadalajara se midieron en el estadio de C.U. para prácticamente resolver la
supremacía del torneo 1959-60. Ante la abarrotada cazuela del Pedregal, los tapatíos ganaron 2-1.
La competencia 1960-61 fue en
extremo complicada para el bando capitalino, que sólo pudo ubicarse en el quinto sitio de la tabla con 26 puntos.
Ya para la campaña 1961-62, Emilio Azcárraga dispuso que el señor Guillermo Cañedo, quien venía fungiendo como
presidente de los cañeros del Zacatepec y de la FMF, se hiciera cargo de la oficina del América.
Entre las primeras contrataciones significativas de Don Guillermo Cañedo
están la de los brasileños Francisco Moacyr, Ney Blanco de Oliveira, Urabato Nuñez y José Alves “Zague”. Asimismo,
designó a Ignacio Trelles y dejó a Mario Pérez en calidad de asistente.
Como resultado de las buenas
acciones del señor Cañedo en la directiva americanista, los logros no tardaron en llegar. Así, la noche del 21 de abril de 1964 en el estadio Universitario de San
Nicolás de los Garza, Nuevo León, el equipo que ya conducía don Alejandro “conejo” Scopelli superó 6-5 a la Pandilla
del Monterrey en la final de Copa. Durante esa velada, Alfonso Portugal cumplió una memorable actuación al anotar 5 de los
goles azulcremas; José “Pepín” González consiguió la otra anotación.
Para 1965, América refrendó su hegemonía en la Copa al vencer por 4-0 a
los Canarios del Morelia, la tarde del 7 de marzo en la cancha del estadio de la Ciudad Universitaria. Las anotaciones
fueron obra de Javier “Chalo” Fragoso y de Vavá, cada uno con un par.
América estaba recuperando sus
fulgores, pues la liga 1965-66 también quedó en su poder. El 19 de diciembre de 1965, el conjunto guiado por Scopelli y Pepe Moncebáez superó 2-0 al Veracruz
sobre la grama del Coloso del Pedregal con goles de Jorge “Coco” Gómez y “Chalo” Fragoso para asegurara la
supremacía. Al finalizar la campaña, los cremas habían sumado 42 unidades, con 18 victorias y seis empates; sufriendo 6
derrotas y permitieron 29 goles. El brasileño Zague contribuyó con 20 anotaciones a la cosecha de 55 tantos que hicieron al América el cuadro más
goleador entre 16 clubes que entonces aglutinaba el máximo circuito. La suma de José Alves le permitió consagrarse como
líder romperredes.Aunque al año siguiente los
millonetas, como también se conocía en
esa época al equipo, cedieron el título al Toluca, sin duda el evento más significativo para el club fue la
inauguración del majestuoso Estadio Azteca al sur de la Ciudad de México, la
tarde del 29 de mayo de 1966, cuando el imponente coliseo abrió sus puertas para la celebración del encuentro entre América
y el conjunto italiano Torino. El resultado de la confrontación fue de empate a dos goles. Tocó el honor de marcar el primer
tanto en el Azteca al brasileño Arlindo dos Santos Cruz “Memín
INICIAN LAS LIGUILLAS; MÁS HONORES
PARA LOS AZULCREMALa popularidad y competitividad del
equipo crecían. La tendencia ascendente
se mantuvo con la incorporación de jugadores extranjeros, varios de ellos de gran cartel.
Con la finalidad de resolver al campeón de cada temporada, después de la Copa del Mundo de 1970 se creó el sistema de liguillas posterior a las
competencias regulares.Y fue precisamente el América el
primer cuadro que se erigió campeón bajo
esta fórmula, derrotando en la gran final al Toluca por 2-0, la tarde del 1 de agosto de 1971 en el Estadio Azteca. Los
tantos americanistas fueron concretados por el chileno Carlos Reinoso y Horacio López Salgado.
Además, en ese mismo torneo Enrique
Borja anotó 20 tantos y obtuvo el primero de los tres títulos de goleo que ligó con la playera americanista.
En la víspera del invierno de 1973, América, dirigido por don José Antonio Roca, capturó la Copa al dar cuenta del
Cruz Azul por 2-1 en el Estadio Azteca. Los chilenos Osvaldo Castro “Pata Bendita” y Roberto “Negro” Hodge fraguaron los goles del cuadro de Coapa.
Corría el verano de 1976, Cuando América volvió a la cima del futbol mexicano al obtener el campeonato de
Liga del torneo 1975-76. En la final, los Cremas se impusieron por marcador global de 4-0 a la Universidad de Guadalajara.
Por si fuera poco, América derrotó 2-0 a los Tigres de la UANL en el duelo por el Campeón de Campeones
[5]
VOLANDO HACIA LO MAS ALTO
En la historia moderna del América, no ha
habido un periodo de mayores satisfacciones
que la década de los 80, cuando las ya
denominadas Aguilas se adjudicaron cinco
títulos de Liga, dos de Campeón de
Campeones y uno de Concacaf.
Desde que en 1982 se hizo cargo de la
presidencia del equipo el señor Emilio Díez
Barroso, las Águilas observaron un repunte
extraordinario.
La personalidad del equipo no sólo
cambió en el uniforme y en el apodo, desde
entonces la combatividad futbolística del
equipo es acompañada por un alegre himno
compuesto por Carlos Blanco.
Asimismo, Carlos Reinoso, asumió el
puesto de Director Técnico. Con el chileno en
el banquillo, América lució implacable en la
competencia 1982-83 al totalizar 61 puntos.
Acumuló 26 victorias, 9 empates y sólo 3
derrotas, marcó 69 goles y aceptó sólo 27. A
todo esto hay que agregar que el argentino
Norberto Outes se erigió campeón goleador
con 22 anotaciones.
Sin embargo, en la liguilla el vuelo de las
Águilas hacia el campeonato fue frenado por
su más odiado rival, Guadalajara. Tras sacar
ventaja en el Estadio Jalisco de 2-1, América
perdió 3-0 en el Azteca en el juego de vuelta.
Quizá, este ha sido el mejor América que se ha
quedado corto en su afán por ser campeón.
La oportunidad del desquite se presentó
un año mas tarde, cuando las Águilas,
después de un empate a dos en la final de ida
en el Jalisco, aprovecharon en la vuelta el
yerro en el cobro de un penal por parte de
Eduardo Cisneros, para aniquilar el ánimo de
las Chivas y terminar imponiéndose a estas
por marcador de 3-1 con goles de Bacas, Tena
y Aguirre.
Para la competencia 1984-85, se hizo
necesaria la celebración de tres encuentros de
final entre los Pumas y las Águilas. El primero
arrojó un empate a uno en el Azteca. Cuatro
días después, en C.U., el partido concluyó sin
goles. La igualdad en el global llevó a disputar
un tercero y definitivo en el estadio
Corregidora de Querétaro, la noche del martes
28 de mayo de 1985.
Dos anotaciones del “Ruso” Brailovsky
pusieron al América en camino de la gloria. El
triunfo correspondió a los azulcrema 3-1; la
otra diana de las Águilas la apuntó Carlos
Hermosillo, en tanto que el “Tuca” Ferreti
asentó la de la honrilla universitaria.
El tricampeonato se consumó en octubre
del mismo año, cuando las Águilas encararon
al Tampico Madero en la final del Prode 85,
uno de los dos torneos cortos previos al
mundial de México 86. Luego de una batalla
de ida en la que el bando tamaulipeco obtuvo
una cómoda ventaja de 4-1, el América hizo la
hombrada y en el juego de vuelta los venció
4-0, en uno de los más grandes regresos en la
historia del América y del futbol mexicano.
Corría el verano de 1987 cuando América
asumió por segunda vez en su devenir la cima
de la Concacaf al dar cuenta 2-1 del club
costarricense Saprissa.
En la segunda temporada posterior a la
Copa del Mundo, América resurgió y se quedó
con la Liga superando 4-2 en el global de la
final a los Pumas.
Adicional a este laurel, hay que acreditar
al América el triunfo sobre el Puebla 2-0 por el
Campeón de Campeones.
Sirvió el joven clásico capitalino entre
América y Cruz Azul para definir al vencedor
de la contienda 1988-89. Gracias a una ventaja
de 3-2 en la batalla final de ida, las Águilas
prevalecieron en la vuelta, pese a terminar esta
con empate a dos.
Momentos dificiles 90s
Un periodo difícil ha atravesado el
América en los 90, pues no obtuvo en esa
década ningún título de Liga. Lo más cerca fue
su partido final contra los Pumas en la
campaña 1990-91, ya hace casi 10 años.
Pocos meses antes de este
enfrentamiento, América conquistó una clara
victoria sobre el colectivo cubano Pinar del
Río. De esta manera, las Águilas llevaron a sus
aparadores el trofeo que las acreditaba como
campeones de Concacaf.
Además, el día que América conmemoró
85 años de su fundación, lo celebró con el
triunfo de 2-1 frente al club paraguayo Olimpia
y con ello se atribuyó por segunda ocasión la
Copa Interamericana.
Un gol de Hugo Sánchez, la noche del 5
de enero de 1993, en Santa Ana, California,
permitió al América obtener su mas reciente
palma de importancia, el campeonato de
Concacaf de 1993. La víctima entonces fue el
equipo tico Alajualense.
UN NUEVO SIGLO, NUEVOS TÍTULOS
En el siglo XXI, América tiene la
obligación mantenerse como el equipo más
importante de México y en el año 2001
consiguió la Copa de Gigantes, un torneo que
si bien es de baja calidad, América lo ganó
fácilmente adjudicándose así la primera
edición de este torneo.
En el Torneo Verano 2002, cuando el
América disputó también la Copa Libertadores
donde llegó nuevamente hasta las semifinales,
los de Coapa ganaron el título de Liga número
13 en su historia. Justamente después de 13
años, se consiguió el décimo tercer
campeonato. Bajo el mando de Manuel
Lapuente, América después de entrar en
octavo lugar a la Liguilla, llegó a la final contra
Necaxa, el llamado hermano menor. En el
juego de ida, Necaxa se llevó la victoria 2-0, lo
que lo ponía muy cerca de llevarse la Copa.
El 26 de mayo, a las 18 hrs. iniciaba el
juego de vuelta, el Necaxa era el local
administrativo pero en la tribuna el 98% de la
gente era americanista. En una entrada
impresionante, histórica y con un sobre cupo
más que evidente, América salió con la
convicción de ganar el campeonato. El primer
tiempo terminó empatado a cero, quedaban
únicamente 45 minutos para hacer el milagro.
Inicia el tiempo complementario, centro de
José Antonio Castro y Christian Patiño remató
de cabeza para poner el 1-0 que acercaba y
revivía al América. Lapuente hace un cambio
arriesgado, saca a Duilio Davino y mete a
Zamorano, quien en una jugada tomó un balón
cerca del área, entró y disparó cruzado para
anotar el empate global y que obligaba a
tiempos extras.
Llegaba el alargue, por la cabeza de
todos los millones de americanistas pasaba el
último título ganado y todos sabían que no
había más, era ese día o nunca. Tiro de
esquina, Zamorano remata y anota el gol, la
gente estaba vuelta loca festejando el título,
pero el árbitro había señalado falta del chileno.
No valía. Y en el minuto 11 del primer tiempo
extra, en otro tiro de esquina, cobrado por
Álvaro Ortíz, Hugo Norberto Castillo entra al
área y mete un cabezazo que mando el balón
al fondo y le daba un título más al América. La
maldición había terminado, el América volvía a
ser campeón de Liga, Campeón Torneo de
Verano 2002.
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AME 2-0 CAZ | Con Cabañas es otro equipo
En el futbol lo más difícil es hacer las cosas fáciles. Por primera vez en el torneo Ramón Díaz inició el partido con la alineación lógica y los jugadores ubicados en su posición natural. El resultado fue la mejor exhibición americanista desde que el Pelado tomó al equipo.
[7]
x
La historia de un equipo triunfador alo largo de 92 años de existencia campeonatos en la epoca amaterur y en la epoca profesuional
Revista: Club America
Autor: Alfredo Gomez Contreras
Edicion: 2 septiembre 2008
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