View
424
Download
0
Category
Preview:
Citation preview
1
Recreando a Quiroga
ESTUDIANTES DE LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA. VI SEMESTRE. UNIVERSIDAD DEL TOLIMA, SEPTIEMBRE DE 2010.
Desde el cuento leído articule un texto informativo, de carácter noticioso. Tenga en cuenta el tipo de lenguaje y la contundencia del mensaje.
Indicadores de logro:
- Diferencia los niveles de lenguaje entre diversos tipos de texto. - Establece las diferencias entre obra literaria y no literaria. - Demuestra motivación al trans-crear desde las obras literarias.
Cuento Original
El hombre muerto
Horacio Quiroga
El hombre y su machete acababan de limpiar la quinta calle del bananal.
Faltábanle aún dos calles; pero como en éstas abundaban las chircas y
malvas silvestres, la tarea que tenían por delante era muy poca cosa. El hombre echó, en consecuencia, una mirada sat isfecha a los arbustos
rozados y cruzó el alambrado para tenderse un rato en la gramilla.
Mas al bajar el alambre de púa y pasar el cuerpo, su pie izquierdo resbaló
sobre un trozo de corteza desprendida del poste, a t iempo que el machete se le escapaba de la mano. Mientras caía, el hombre tuvo la impresión
sumamente lejana de no ver el machete de plano en el suelo.
Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal
como él quería. La boca, que acababa de abrírsele en toda su extensión,
acababa también de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Sólo que tras el
antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgían de su camisa el puño y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se veía.
2
El hombre intentó mover la cabeza en vano. Echó una mirada de reojo a
la empuñadura del machete, húmeda aún del sudor de su mano. Apreció
mentalmente la extensión y la trayectoria del machete dentro de su vientre, y adquirió fría, matemática e inexorable, la seguridad de que
acababa de llegar al término de su existencia.
La muerte. En el t ranscurso de la vida se piensa muchas veces en que un
día, t ras años, meses, semanas y días preparatorios, llegaremos a nuestro turno al umbral de la muerte. Es la ley fatal, aceptada y prevista; tanto,
que solemos dejarnos llevar placenteramente por la imaginación a ese
momento, supremo entre todos, en que lanzamos el últ imo suspiro.
Pero entre el instante actual y esa postrera expiración, ¡qué de sueños,
t rastornos, esperanzas y dramas presumimos en nuestra vida! ¡Qué nos reserva aún esta existencia llena de vigor, antes de su eliminación del
escenario humano!
Es éste el consuelo, el placer y la razón de nuestras divagaciones
mortuorias: ¡Tan lejos está la muerte, y tan imprevisto lo que debemos vivir aún!
¿Aún...? No han pasado dos segundos: el sol está exactamente a la misma altura; las sombras no han avanzado un milímetro. Bruscamente, acaban
de resolverse para el hombre tendido las divagaciones a largo plazo: Se está muriendo.
Muerto. Puede considerarse muerto en su cómoda postura.
Pero el hombre abre los ojos y mira. ¿Qué t iempo ha pasado? ¿Qué
cataclismo ha sobrevivido en el mundo? ¿Qué trastorno de la naturaleza trasuda el horrible acontecimiento?
Va a morir. Fría, fatal e ineludiblemente, va a morir.
El hambre resiste —¡es tan imprevisto ese horror! y piensa: Es una pesadilla; ¡esto es! ¿Qué ha cambiado? Nada. Y mira: ¿No es acaso ese bananal?
¿No viene todas las mañanas a limpiarlo? ¿Quién lo conoce como él? Ve
perfectamente el bananal, muy raleado, y las anchas hojas desnudas al sol. Allí están, muy cerca, deshilachadas por el viento. Pero ahora no se
mueven... Es la calma del mediodía; pero deben ser las doce.
Por entre los bananos, allá arriba, el hombre ve desde el duro suelo el
techo rojo de su casa. A la izquierda entrevé el monte y la capuera de canelas. No alcanza a ver más, pero sabe muy bien que a sus espaldas
3
está el camino al puerto nuevo; y que en la dirección de su cabeza, allá
abajo, yace en el fondo del valle el Paraná dormido como un lago. Todo,
todo exactamente como siempre; el sol de fuego, el aire vibrante y solitario, los bananos inmóviles, el alambrado de postes muy gruesos y altos
que pronto tendrá que cambiar...
¡Muerto! ¿Pero es posible? ¿No es éste uno de los tantos días en que ha
salido al amanecer de su casa con el machete en la mano? ¿No está allí mismo con el machete en la mano? ¿No está allí mismo, a cuatro metros
de él, su caballo, su malacara, oliendo parsimoniosamente el alambre de
púa?
¡Pero sí! Alguien silba. No puede ver, porque está de espaldas al camino;
mas siente resonar en el puentecito los pasos del caballo... Es el muchacho que pasa todas las mañanas hacia el puerto nuevo, a las once y media. Y
siempre silbando.. Desde el poste descascarado que toca casi con las botas, hasta el cerco vivo de monte que separa el bananal del camino,
hay quince metros largos. Lo sabe perfectamente bien, porque él mismo, al
levantar el alambrado, midió la distancia.
¿Qué pasa, entonces? ¿Es ése o no un natural mediodía de los tantos en
Misiones, en su monte, en su potrero, en el bananal ralo? ¡Sin dada! Gramilla corta, conos de hormigas, silencio, sol a plomo...
Nada, nada ha cambiado. Sólo él es dist into. Desde hace dos minutos su
persona, su personalidad viviente, nada t iene ya que ver ni con el potrero,
que formó él mismo a azada, durante cinco meses consecutivos, ni con el bananal, obras de sus solas manos. Ni con su familia. Ha sido arrancado
bruscamente, naturalmente, por obra de una cáscara lustrosa y un
machete en el vientre. Hace dos minutos: Se muere.
El hombre muy fat igado y tendido en la gramilla sobre el costado derecho, se resiste siempre a admit ir un fenómeno de esa trascendencia, ante el
aspecto normal y monótono de cuanto mira. Sabe bien la hora: las once y
media... El muchacho de todos los días acaba de pasar el puente.
¡Pero no es posible que haya resbalado..! El mango de su machote (pronto
deberá cambiarlo por otro; t iene ya poco vuelo) estaba perfectamente oprimido entre su mano izquierda y el alambre de púa. Tras diez años de
bosque, él sabe muy bien cómo se maneja un machete de monte. Está solamente muy fat igado del t rabajo de esa mañana, y descansa un rato
como de costumbre.
4
¿La prueba..? ¡Pero esa gramilla que entra ahora por la comisura de su
boca la plantó él mismo en panes de t ierra distantes un metro uno de otro!
¡Ya ése es su bananal; y ése es su malacara, resoplando cauteloso ante las púas del alambre! Lo ve perfectamente; sabe que no se atreve a doblar la
esquina del alambrado, porque él está echado casi al pie del poste. Lo
dist ingue muy bien; y ve los hilos oscuros de sudor que arrancan de la cruz y del anca. El sol cae a plomo, y la calma es muy grande, pues ni un fleco
de los bananos se mueve. Todos los días, como ése, ha visto las mismas cosas.
...Muy fat igado, pero descansa solo. Deben de haber pasado ya varios minutos... Y a las doce menos cuarto, desde allá arriba, desde el chalet de
techo rojo, se desprenderán hacia el bananal su mujer y sus dos hijos, a
buscarlo para almorzar. Oye siempre, antes que las demás, la voz de su chico menor que quiere soltarse de la mano de su madre: ¡Piapiá! ¡ Piapiá!
¿No es eso... ? ¡Claro, oye! Ya es la hora. Oye efectivamente la voz de su
hijo...
¡Qué pesadilla...! ¡Pero es uno de los tantos días, t rivial como todos, claro
está! Luz excesiva, sombras amarillentas, calor silencioso de horno sobre la
carne, que hace sudar al malacara inmóvil ante el bananal prohibido.
...Muy cansado, mucho, pero nada más. ¡Cuántas veces, a mediodía como ahora, ha cruzado volviendo a casa ese potrero, que era capuera
cuando él llegó, y antes había sido monte virgen! Volvía entonces, muy
fat igado también, con su machete pendiente de la mano izquierda, a lentos pasos.
Puede aún alejarse con la mente, si quiere; puede si quiere abandonar un instante su cuerpo y ver desde el tejamar por él construido, el t rivial paisaje
de siempre: el pedregullo volcánico con gramas rígidas; el bananal y su arena roja: el alambrado empequeñecido en la pendiente, que se acoda
hacia el camino. Y más lejos aún ver el potrero, obra sola de sus manos. Y
al pie de un poste descascarado, echado sobre el costado derecho y las piernas recogidas, exactamente como todos los días, puede verse a él
mismo, como un pequeño bulto asoleado sobre la gramilla —
descansando, porque está muy cansado.
Pero el caballo rayado de sudor, e inmóvil de cautela ante el esquinado del alambrado, ve también al hombre en el suelo y no se atreve a costear
el bananal como desearía. Ante las voces que ya están próximas —
¡Piapiá!— vuelve un largo, largo rato las orejas inmóviles al bulto: y
5
t ranquilizado al fin, se decide a pasar entre el poste y el hombre tendido
que ya ha descansado.
Producciones:
EL HOMBRE MUERTO “ENCONTRADO MUERTO HOMBRE DE 40 AÑOS EN SITUACIÓN SOSPECHOSA”
ESTEFANY PAOLA VARÓN FRANCO
El pasado jueves 25 de agosto a las 02:00pm, fue encontrado en el sector rural
“el bananal” un hombre de aproximadamente 40 años de edad, la causa de la
muerte: arma blanca, al parecer, debido a una lesión sufrida en el abdomen a causa de un machete, el informe de los forenses determinó que esta herida le produjo una laceración en sus órganos digestivos, lo cual le produjo hemorragias
internas, que le produjeron gran agonía y padecimiento; la hora de la muerte se estima entre las 11:00am y 11:30am del pasado martes 12 de agosto; se presume
que fue un homicidio ya que las circunstancias y el alto grado de descomposición en que se encontró el cuerpo, apuntan a que ocurrió un asesinato premeditado;
6
las autoridades están analizando la escena, esperando encontrar pistas que los
direccionen al culpable de este suceso, mientras tanto se adelantan interrogaciones a los vecinos del sector, a su esposa y sus hijos, que para hoy son
los principales sospechosos del deceso del señor Juan Carlos Yate Montaña, quien ostentaba una gran fortuna y bienes que dan para pensar que su muerte fue provocada.
“Que Dios lo guarde”.
Noticia judicial ___________________
Hombre encontrado muerto en la finca El
bananal
NEIDER GIRETH POLANIA ALEXANDRA CARBONELL
Tenía 37 años y era agricultor. El cuerpo fue encontrado tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho.
Una llamada telefónica se registró a la base de la
Policía municipal alrededor de las 13:00 horas de
ayer, informando que en la finca el bananal se
encontraba una persona muerta.
Los policías se dirigieron al lugar; al llegar,
observaron que el occiso Néstor fuentes, el cual
fue identificado por sus familiares, yacía muerto
al lado de un alambrado y al parecer había sido
atravesado por su machete.
7
Las investigaciones hechas por la fiscalía, demuestran que al bajar el alambre de púa y pasar el
cuerpo, su pie izquierdo resbaló sobre un trozo de corteza desprendida del poste, al tiempo que el
machete se le escapaba de la mano y lo atravesaba. También los estudios hechos al cuerpo
arrojaron que debido a la extensión y la trayectoria del machete dentro de su vientre no había otra
opción más que la muerte fría, fatal e ineludible.
Los parientes de la víctima comentaron que a las doce menos cuarto, desde arriba, desde el
chalet de techo rojo, se desprendieron hacia el bananal, a buscarlo para almorzar y fue cuando
encontraron el caballo Malacara, resoplando y al lado del cuerpo sin vida.
El Hombre Muerto
YENNIFER MONTAÑA CALDERON
EL TIEMPO (IBAGUE-TOLIMA)
26/SEP/2010
Un hombre muere al sufrir una aparatosa caída, al cruzar un alambre de púa, y en ella se incrusto
su machete, lo cual le produjo una muerte dolorosa y casi interminable.
El pasado 20 de septiembre murió un hombre de origen campesino de aproximadamente 35 años de edad, en la bananera cerca a Cajamarca , al
resbalar en el cruce de una cerca , la cual estaba hecha con alambre de púa ,cuentan los forenses que su muerte se produjo realmente en el crucé de esta al
campesino dejar caer su macheta , el cual se incrusto en su abdomen, causándole una muerte doloroso e intenso, pues esta no fue instantánea, por el contrario fue lenta e inclusive se dejo tiempo para escribir una nota a su familia, no muy
entendible, pues se comprende el dolor tan grave que estaba sintiendo, esta nota expresiva el amor profundo que sentía por su hijo y su esposa y manifestaba
también lo mucho que disfrutaba ir a las bananeras junto con ellos a compartir un almuerzo y una platica agradable, en medio de tan duros pensamientos, solo lo acompañaba su caballo “malacara”, eso lo atestiguan las diversas personas que
llegaron al lugar de los hechos, por lo cual fue el único ser encontrado con vida.
8
Por otra parte su familia espera ayudas económicas para brindarle una digna
sepultura, puesto que no cuentan con los recursos suficientes para ello.
EL HOMBRE MUERTO
ANYI MARCELA YATE RAMIREZ
Realidad Campesinos Colombianos Desarrollo Rural - Colombia (español)
TITULO II De los Derechos, las Garantías y los Deberes
Capítulo 2.......De los Derechos Sociales, Económicos y Culturales.
Un hombre resbala al pisar una cascarilla y cae. Sin embargo, las consecuencias de este
suceso son fatales y tienen como desenlace la muerte.
Ayer en los bananales alrededor del mediodía, se encontró el cuerpo de un hombre, al parecer este
murió cuando se enredó con un alambre de púas y su cuerpo cayó encima del machete con el cual
laboraba. Este hombre el cual vivía con su mujer y dos hijos salía todos los días a limpiar el
bananal, acompañado de su caballo, “malacara”. Otras versiones afirman que el lamentable accidente ocurrió cuando el
hombre se resbaló con una cáscara, causando un muerte casi inmediata. Un muchacho que pasaba en aquellos instantes no se percató del hecho, pues la distancia que hay entre el bananal y el camino es relativamente
larga. Se descarta que se halla tratado de un asesinato pues el hombre muerto, solo era un campesino, al cual en el momento menos esperado
le llego su muerte. Este solo se dedicaba a trabajar para mantener a su familia. El verdadero drama ocurre en el interior de la víctima; la
reacción psicológica del hombre que se confronta con la muerte. Inesperadamente su vida acabo en dos minutos, sin tener la
oportunidad de volver a ver a su familia, ni que ellos tuvieran la oportunidad de bajar a la bananera a dejarle su almuerzo.
9
El hombre muerto
Sandy Rojas
Horacio Quiroga/justicia
Fue hallado el cadáver de un hombre en el afluente aguas claras, ubicado
cerca en el fondo del valle el Paraná dormido como un lago de la ciudad de
Medellín. El hombre se encontraba bocabajo pero solo se le alcanzaba a divisar su camisa el puño y la mitad de
la hoja del machete, pero el resto no se veía. Uno de los habitantes del lugar
lo jalo quedando al descubierto su identidad.
Según el dictamen forense; El hombre intentó mover la cabeza en vano. Echó una mirada de reojo a la empuñadura del machete, húmeda aún del sudor de su mano. Mas al bajar el alambre de púa y pasar el cuerpo, su pie izquierdo
resbaló sobre un trozo de corteza desprendida del poste, a tiempo que el machete se le escapaba de la mano. Mientras caía, el hombre tuvo la
impresión sumamente lejana de no ver el machete de plano en el suelo.
De acuerdo con lo informado por las personas del campo, El hombre y su machete acababan de limpiar la quinta calle del bananal. Faltábanles aún dos
calles; pero como en éstas abundaban las chircas y malvas silvestres, la tarea que tenían por delante era muy poca cosa.
Según su hermana le dijo al periódico: “El siempre fue un buen esposo y padre de sus dos hijos y del menor que le decía ¡Piapiá! ¡Piapiá!, la cual siempre iban
buscarlo para almorzar, era puntual en su trabajo donde laboraba Tras diez años de bosque.
La mujer presume que habría manos criminales detrás de la muerte de su
hermano, “él sabe muy bien cómo se maneja un machete de monte. Está solamente muy fatigado del trabajo de esa mañana, y descansa un rato como de costumbre”.
10
Le arrebata la vida, una inocente
cáscara
Jimena Alexandra García
27 de septiembre de 2010.
Extraño suceso
ocurre en el bananal, un hombre pierde la
vida con su propio machete, después de haber pasado la cerca
que separaba el bananal del camino
piso una cascara que lo desestabilizo y le hizo caer sobre su
herramienta de trabajo, quedándole
incrustada la mitad de este en su torso.
Medicina legal dice que el hombre hubiera podido sobrevivir si el abrazador sol de ese medio día no hubiera sido inclemente.
Por la zona pasaba un hombre que se percato de los hechos, dice él, que vio la
silueta de un animal a lo lejos y fue por esto que se acerco para averiguar que pasaba, “Iba pasando yo por este camino en mi horario habitual, siempre paso por este lugar alrededor de las 11:30 am, cuando de pronto vi a lo lejos la
silueta de un animal, me acerque para disipar la duda y vi que el caballo, se hallaba al lado de la víctima”.
Los que conocieron al occiso lo describen como un hombre trabajador, honrado que había renovado su bananal con el sudor de su frente. Un desafortunado
final para una persona vigorosa y luchadora.
11
ENCUENTRAN HOMBRE MUERTO EN UN BANANAL
Yamile Gómez Rodríguez Viviana Sandoval leyva
El día de ayer, a las 11 y 30 de la mañana, un campesino aproximadamente de 40 años de edad murió en un bananal del municipio de rio blanco al sur del Tolima. Donde se presume que el mismo de manera accidental al bajar el alambre de púa y
pasar el cuerpo, su pie izquierdo resbaló sobre un trozo de corteza desprendida del poste, a tiempo que el machete se le escapaba de la mano introduciéndose este en la parte posterior del abdomen dando así fin a su vida. Su esposa y sus dos hijos fueron los primeros en ver al hombre sin vida. Pues según relata su esposa, que al buscarlo junto con sus dos hijos para almorzar, el chico menor se soltó de su mano y empezó a llamarlo ¡papá! ¡Papá! Solo que esta vez ya no encontraría a su padre como de costumbre trabajando la tierra, sino tendido en el bananal sin vida.
12
Por: Fanny Pérez
Al parecer un humilde campesino murió en extrañas circunstancias
Cuando se disponía a pasar de una parcela a otra por medio de un
Alambre de púas.
Según las autoridades el humilde campesino cuando se “agachaba”
Para pasar se traspaso accidentalmente sobre su costado el “amigo
Fiel de trabajo -el machete”-, el cual se enterró profundamente en su
vientre, provocando una muerte lenta.
SEPTIEMBRE 17 DE 2010
Su esposa e hijos sumidos en un profundo
13
Muere hombre en extrañas circunstancias
Pablo Andrés Rueda
Cerca del medio día de ayer murió un hombre de familia cuando se encontraba trabajando
en su bananal en momentos en que se disponía a trasladarse a su hogar para almorzar. En el instante del suceso lo acompañaban su caballo y su machete. Debido a que el examen
forense dio en su resultado el dictamen de muerte acontecida por una herida profunda hecha con machete y descartando un posible suicidio los astutos detectives del caso han arrestado al caballo como principal sospechoso del caso, mínimo hasta que las
investigaciones concluyan, por lo que se piensa que el caballo morirá en cautiverio; algunos defensores de animales se han pronunciado.
Sus familiares afirman que este hombre todos los días
Salía a su trabajo con gran alegría y después de cada
Jornada agotadora descansaba sobre la fresca hierba,
Es por eso que cuando le encontraron tirado en medio
De la hierba, su posición era muy cómoda; lo que hace
Pensar que este hombre murió muy contento.
14
UN HOMBRE MUERTO EN LAS BANANERAS
JHON ELVIS BENITEZ HOMEZ
Ayer, cerca del medio día, en la vía que comunica el Paraná con el Puerto Nuevo fue encontrado el cuerpo sin vida de un campesino de la región apuñalado con su propia herramienta de trabajo, su machete. El acusado del asesinato, un muchacho que acostumbra a pasar todos los días por el lugar cerca de 11:30 para Puerto Nuevo, se declara inocente y argumenta que no sabe quien es el culpable del homicidio pero que
cree que fue un accidente provocado por la misma victima. La esposa del campesino, quien fue la que lastimosamente encontró el cadáver, dice “yo vi al muchacho en su caballo cabalgando a toda velocidad para Puerto Nuevo, seguramente escapando del delito, pero yo lo vi”, estas
son las palabras de la esposa y principal testigo. Además agrego, “Esto nunca podría ser un accidente, mi esposo llevaba toda su vida trabajando con su machetico, además el mismo fue el que construyo las cercas, cultivo las bananeras y se encargo día a día de mantener la
finca bien puesta, no es posible un accidente por que el conocía muy bien todo el terreno”.
El joven recibió la casa por cárcel, mientras se aclara el asunto y el juez decide que hacer con el. Se aplicaran una serie de interrogatorios al chico para que confiese el motivo de sus actos, aunque hay fuertes indicios de que el muchacho en un forcejeo por hurtar el caballo enterró el machete y salió huyendo asustado.
Hombre muere por accidente laboral
15
Jhon Edwin Trujillo
Julio Ernesto Díaz
En una finca bananera mientras realizaba sus labores habituales muere un hombre a causa de un accidente, el occiso fue hallado cerca del mediodía a orillas del camino que conduce al puerto nuevo y al valle de Paraná, tendido en la gramilla sobre el costado
derecho de su humanidad con su machete atravesándole el vientre, las primeras investigaciones muestran que no pudo ser un homicidio ya que su familia dice que no tenía enemigos y solo se dedicaba a las labores agrícolas, a su vez las pruebas encontradas
demuestran que los hechos se dieron al momento de él querer pasar un alambrado de púa con su machete en la mano y al apoyar su pie izquierdo en el suelo este piso un trozo de corteza desprendida del poste lo que le ocasionó una caída inesperada, dejand o como consecuencia su fatal muerte paradójicamente por su herramienta de trabajo.
Horacio quiroga El hombre muerto
16
JUDICIAL/
Don Walter llevaba toda su vida trabajando en el campo
HOMBRE CAMPESINO FALLECE EN SU HUERTA
Informa: Andrea Saavedra
17
El pasado 25 de septiembre del presente año, n la finca El Resbalón, de la vereda El Retiro, Zona rural de Ibagué, Murió el señor Walter Cisneros. Al parecer se resbalo y cayó sobre su machete. Según informe de las autoridades locales. La tranquila mañana del sábado inicio como un día cualquiera en la Familia Cisneros. La señora Herminia como es su costumbre le sirvió el Café a su esposo y vio como él partía hacia su huerta. Su espera solo duraría medio día para cuando el señor Cisneros terminara su jornada y fuera a almorzar. Al llegar las doce la señora Herminia y sus hijos se acercan a la huerta para llamar a su esposo y padre, respectivamente, tal es su sorpresa que cuando llegan al lugar, el señor tenía su machete clavado en su vientre y ya había muerto. “el era un hombre trabajador, responsable, nunca lo veíamos borracho, ni con mujeres, la verdad no entendemos que sucedió” dijo un vecino de la familia. El levantamiento del cadáver llevo hasta la noche puesto que las entidades judiciales como: la Fiscalía, y la Inspección de Policía tuvieron que descartar cualquier indicio de suicidio y homicidio. Al final dictaminaron que había sido un accidente y que el hombre murió al ser atacado por su propio machete.
Archivo Particular/ “tuvimos que revisar cada elemento dentro de la escena, teníamos grandes expertos y al final pudimos descartar todas las posibilidades hasta que dimos con el punto” dijo el fiscal encargado, Marco Aurelio Buendía. Ahora don Walter ha dejado una mujer y sus dos hijos desamparados. La comunidad ya empezó a hacer una colecta para ayudar a la señora Herminia mientras ella consigue trabajo. Mientras tanto las autoridades locales propusieron unas conferencias en las que se brinden recomendaciones a los campesinos sobre seguridad a la hora de laborar en el campo, así como el uso de materiales cortantes y venenosos.
Recommended