8º el barrio león en el recuerdo

EL BARRIO LEÓN (En el recuerdo)

Dedicado a todos Aquellos que, después

De ayudarme, se me fueron Sin haberlo visto terminado.

Santiago Martín Moreno

BARRIO LEÓN

El Barrio León

Santiago Martín Moreno 2

P R O L O G O

Triana y su tiempo. Aunque reconocido como fiel desapasionado por las prisas, la falta de tiempo fue y sigue siendo una obsesión constante en la vida de Santiago Martín Moreno, autor de esta obra. Desde que lo conocimos, y de eso tenemos a gala que hace muchos años, siempre lo vimos con el mismo talante enérgico, increíblemente animoso y batallador al sentarse ante unos folios en blanco. Consecuente por dar a conocer las peculiaridades de su barrio, se convirtió en un extremista vecinal en ese afán por amar mucho a Triana. Siempre ha callejeado por este barrio, y no por sentimentalismo que no cabe duda que lo es, sino por ser un ferviente enamorado de sus rincones, de sus casas con balcones llenos de macetas; unas casas típicas de la época, encaladas y de las que guarda no sólo el testimonio gráfico de entonces sino de las que fueron sustituidas en su evolución por otras modernas cuya apreciación hoy se puede contemplar en vivo. Es posible que Triana presente una herida en su vida Cultural a través de los últimos años, haciendo salir a la luz de forma intermitente algunas obras casi siempre auspiciadas por la Junta Municipal de nuestro Distrito. Observamos en esa grieta dolosa, cómo esta antigua Huerta está tan alejada que, hace que, al parecer, se desconozcan desde hace tiempo las maneras de escribir de éste Trianero. El parece estar obligado a cumplir con su labor

El Barrio León


Literaria de llenar páginas y más páginas quedando archivadas en unas carpetas con el rótulo “Ilusiones”. La obra que hoy tiene en las manos, llega para algunos como premio a esa espera serena de más de medio siglo. La consideramos acertada y muy bien ajustada al tiempo en el que el autor vivió y recogió vivencias; real, auténtica, netamente personal, imborrable y hasta nos atreveríamos a certificar que, sus testimonios rozan un intimismo que, no dudándolo, se desnuda aquí espiritualmente y evoca sus interioridades, sacándolas a la luz, haciéndolo con espontaneidad, con entereza, sin medias tintas; porque él es incapaz de dejar una pista allí donde la historia se le revela tal como fue o la vivió. Santiago es un Poeta tan esmerado en sus obras que, en este trabajo y aunque brevemente, también se puede vislumbrar de cómo y cuánto emana de su corazón, cuando éste por grande no cabe en su caja torácica. El siempre sorprende porque de su profundidad y detalle de cuanto relata, parecería que comenzó a manuscribir trozos de papel desde su lactancia con su otra madre llamada Triana. Sería extenso el relacionar lo que día a día se le fue conformando bajo todas esas innumerables plumas que siempre le regalaron por el simple motivo de agradecimiento hacia las colaboraciones prestadas en puntuales momentos. Hoy podemos indicar que, destacan entre su más de una docena de obras: Retratos en Poesía, Semana Santa en Triana, la Novela “Trozos del espejo”, Triana Eterna… Algunos de

El Barrio León


estos libros fueron prologados por insignes escritores y poetas. Entre ellos, dos desgraciadamente desaparecidos, Alfonso Contreras Rosado, que diría de Santiago: “No nace su Obra en el Otoño de su vida, porque en el alma de éste Poeta anida siempre la Primavera”. También Armando Gutiérrez Jiménez dirá: “Deja hablar a sus propios sentimientos, para que sean ellos los que vayan llenando de vida sus años”. Otra prueba de ello la tenemos en lo que manifestaría de nuestro polifacético artista, el escritor y flamencólogo Emilio Jiménez Díaz: “Pocos bohemios le quedan a esta vida como Santiago. Donde una flor de la intrahistória de Triana muere, crecen los vergeles de su pasión. Donde una palabra se marchita, el resucita un legado. Donde algo acaba, Santiago se convierte en un dios casero de creaciones”. Verdaderas sentencias de admiración que, siempre le han prodigado a Santiago, y que hoy el firmante de este manifiesto biográfico, se ve incapaz al no poder encontrar las frases exactas para definir la riqueza de su calidad literaria. Pero la profundidad del sentimiento de Santiago llega a extremos insondables cuando el Doctor y Místico Andrés Jaile, en el prólogo al libro “Al ponerse el Sol” dice: “En esta obra vibra como en un desgarrador Himno de alabanzas…” El autor da con esta publicación, opción al lector para que por sí mismo, pueda emitir un juicio para conocer si aquellas vidas de entonces estuvieron llenas de sacrificios en épocas distintas a las de ahora. El aquí se crece y nos da a conocer lo que podría ser una nueva faceta de su gran alforja itinerando por este barrio; La de “narrador-contador” de su querido barrio León, y que se encuentra como dice Angel Vela: “Santiago es en Sevilla, portavoz de esencias”. En estas páginas, amigo lector, nuestro autor se adentró en dichos lugares, y de todo cuanto de ellos se cita, se

El Barrio León


puede extrapolar a otro núcleo, o barriada de Sevilla, viendo así reflejadas, la sucesión de gran variedad de momentos vividos por las gentes que residieron en este lugar, desde las más modestas hasta las más populares, de la conformación del lugar, del tipismo, de sus tiendas, oficios, talleres y fábricas, en definitiva del tesón impuesto por las múltiples circunstancias de la época. Este es un libro que podrá ser examinado por el niño que, aun a pesar de ser su contenido serio, éste lo verá como un “cuento”, pues cronológicamente tendrá ante sus retinas inmaculadas, la escenificación de personajes, momentos y lugares, que hoy cobran algo de héroes los primeros y de inalcanzables los segundos. Los Jóvenes contarán con este nacimiento literario, de unos datos que podrán aportar en algunos momentos a sus estudios y ni que decir tiene, les servirá este precioso libro para penetrar más, si cabe, en las hendiduras de la Triana de ayer, cuando su núcleo estaba rodeado de huertas de labor. Para los lectores adultos que se jacten de conocerlo todo sobre esta orilla de nuestro río, para los “matemáticos” que suman hechos y multiplican situaciones dentro de este arrabal, tendrán la mejor tabla para solventar aquellos problemas que se daban en aquellas situaciones de la vida y calculadas con el logaritmo de las incertidumbres. Esta obra, incluso le podrá servir al que llegó hace poco a Triana, y por qué no, puestos por apostar, hasta el visitante de aquí o allende nuestras fronteras que, con la “cámara de la curiosidad” podrá hacer una instantánea de esos personajes que, aunque el fundador de esta aquí sea concreto con ellos, estos forman parte de esa Triana que unos la utilizaron como moneda de cambio para sus escaladas vertiginosas en el mundo laboral, social, artístico, festivo o para esa otra definición, en que nos guste

El Barrio León


o no la etiquetaron otros de forma típica y tópica, poniéndoles sobre el lomo de los años la “denominación de origen”, cómo: La Triana del toreo, el cante o el baile. Finalmente diremos en este momento, a quien siendo niño, joven o adulto y tenga entre sus dedos este ejemplar; que se encuentra ante un compendio atractivo no sólo por su lectura, de la que hemos intentado desgranar todo su contenido, sino por la honestidad de quien lo hizo posible y que nos apresuramos a testimoniar que, gracias a este trabajo logrará, y estamos seguro de ello, el que se conozca a través de un pellizco llamado barrio León, también, y aun más si cabe, a la universal Triana. Se dijo: “Que a Triana hay que entrar andando y por el puente”. Nosotros parafraseando esta sentencia, diremos: “Que cuando se salga o se despida de Triana, se haga no sin antes haber paseado por el barrio León”. Por esas arterias de azahares y esteros de sentimientos cofrades. Deambulemos hoy por esta historia no de puntillas, todo lo contrario, con pie firme, sabedores de que al igual que aquél genial trianero “Rodrigo”, se descubrirá con la adquisición de nuevos conocimientos, a unas gentes imaginativas y nobles que ocupan una parte de la cintura perimetral de la ciudad de Sevilla. En esta historia “El Barrio León”, no sólo podrá apreciarse el resultado de unas reseñas de vivencias dentro de unos contornos, sino el poder disfrutar de un magnífico “álbum fotográfico e histórico” ya que así lo avala la numerosísima documentación gráfica del personal archivo del autor, la cual se ve enriquecida con alguna que otra aportación, haciendo posible que, todo ello se convierta en una especie de delicioso vademécum para

El Barrio León


ser consultado en esa necesidad humana por conocer un poco mejor el arrabal de Triana a través de uno de sus barrios como el que ocupa todo el esplendor de este libro “El Barrio León”. Ahora ya sólo me resta, atendiendo ese consejo de mi buen amigo Santiago, tomar el Tranvía en la “Carretera”, para que este nos lleve por los rieles de la imaginación hacia… Paco Soler.

El Tranvía en la “Carretera"

El Barrio León


INTRODUCCION

Ha transcurrido bastante tiempo desde que comencé a recoger datos para luego depositarlos conformadamente en estas líneas. Por esa y no por otra causa, aunque bien es verdad que, después de terminado me ha llegado alguna que otra información, creí llegado el momento de que habría de quedar definitivamente cerrado. Soy perfectamente consciente de que aun queda un poco más por hacer, siempre lo hay. No obstante también soy de la opinión de que todo tiene final aunque luego, más tarde y gracias a mejoras en razón de esas nuevas informaciones, la presente obrita podrá ver de nuevo la luz, enriquecida gracias a que más de un lector, y estoy seguro de ello, habrá descubierto con ella que, parte de esa información que, celosamente guardaba, la podía haber compartido, ayudando con ello al mejor conocimiento de sus principios en el Barrio. Mi propósito era, aunque no se si lo habré conseguido, hacer llegar el concepto más real posible de cómo en su primer medio siglo largo de vida, se fue conformando su núcleo de población sobre unas necesidades comunes a la mayoría de las ciudades. Por ello la elaboración de la presente obra, ha tenido siempre como meta dar a conocer así mismo los rasgos y caracteres que dan definición y personalidad a una tipología de núcleo urbano que, no viene, precisamente, a presentarse como ejemplo modélico de barriada en su parte vieja, aunque sí lo es, e

El Barrio León


cierta medida, en su parte más reciente a nivel de generación del conjunto de las barriadas sevillanas y en la que desearíamos se convirtiera el cinturón urbanístico de la ciudad. En otro orden de cuestiones, he intentado con el presente trabajo, llevar a todos el conocimiento de los procesos evolutivos, así como las vicisitudes por las que atravesó este Barrio desde aquellos primeros días en que el pensamiento de un hombre abrió una puerta a la Esperanza, cuando para muchos la palabra sólo era entendida como desconfianza. Como primer paso a seguir, encuadraré en el marco sencillo de esta humilde obrita de recuerdos, la “Historia” que, a duras penas, y con los pocos documentos que se poseen sobre la “Huerta de la Torrecilla”, ya que de otra manera no habría sido posible concebir la aparición del Barrio León. Hay que tener en cuenta que, el setenta y cinco por ciento de las fuentes bebidas para la construcción de este libro, han sido las charlas habidas con los “viejos” del lugar desde que se colocara el primer ladrillo, generación tras generación, y que la mayoría de ellos no se verán reflejados en el por haber fallecido dado lo avanzado de su edad. Mi más profundo agradecimiento a todos ellos en la memoria de aquellos querido y entrañables: Alejandro, Paca, Emilio, José, Juan, Manolita, Paco, Gracia, Julián… Por tratarse de un Barrio eminentemente obrero, es mi intención reflejar en él una terminología popular, dando aire sencillo a todo cuanto de encanto encierran las palabras vulgar, común, así como escapar un poco del tecnicismo, entre algunas razones, porque en la época en la que se crea esta comunidad, los términos jurídicos no eran muy del uso corriente, usándose para casi todo la relación más humana, lo que por desgracia el

El Barrio León


“snobismo” ha ido haciendo desparecer. Un ejemplo digno de ser contemplado es el “apodo”, dándose en infinidad de casos, el que muchas personas aun viviendo en una misma casa de vecinos, se conocían por el sobrenombre, ignorándose el nombre completo cuando alguien lo solicitaba en su ausencia o con una rapidez poco usual en aquellos tiempos en los que precisamente, para la rapidez o las prisas era para lo que no había tiempo. La enorme escasez de viviendas que la ciudad viene padeciendo, al menos, desde comienzos de siglo, es un problema incuestionable, y que aparece como una constante en todos los estudios urbanísticos que se vienen realizando sobre esas fechas. Desde entonces esa escasez de hogares no ha hecho más que agravarse. Si nos detenemos a observar los datos de población, podemos comprobar cómo la capital pasó de tener aproximadamente 148.315 habitantes a principios de siglo, a cerca de 548.072 en la década de los años setenta. Ello supone un índice de crecimiento de aproximadamente 400.000 personas, muy superior al conseguido por ciudades como Barcelona o Valencia, como afirma González Dorado en: “Sevilla Centralidad Regional y Organización Interna del Espacio Urbano”. Las causas de este rápido y continuo proceso de crecimiento parecen infiltrarse con claridad meridiana, si bien la propia dinámica natural de la población afectó positivamente al mismo proceso. El principal factor responsable de este aumento demográfico fue la corriente inmigratoria detectada desde principios de siglo hasta los años sesenta, momento en que no solamente desaparece dicho flujo inmigratorio, sino que, incluso

El Barrio León


en esta fecha se inicia el proceso contrario, un proceso de emigración. Como era de esperar, aunque al parecer no previsto, una gran parte de estos nuevos inmigrados se vieron obligados a vivir en calidad de “recogidos” en hogares de familias o amigos, con lo que el índice de saturación en casas ya de por sí deterioradas o insalubres, aumentó considerablemente. La situación de “recogidos” que en un principio se planteaba como transitoria hasta poder conseguir una vivienda propia, o al menos en condiciones dignas, parecía no tener solución, máxime si pensamos que en estas circunstancias vinieron a establecerse a Sevilla alrededor de 100.000 personas. Por otra parte, la apremiante escasez de viviendas queda puesta de manifiesto en la triste existencia, a fines de los años treinta al cincuenta, de una muy alta cantidad de núcleos de población suburbial, faltos a todas luces de unos mínimos servicios e infraestructuras imprescindibles. Aunque el lector pueda observar algunas referencias de Triana y Sevilla en general dentro del contexto de una obra dedicada exclusivamente al Barrio León, ello es debido a que no se puede desgajar, ni concebir su historia sin la conexión histórica habida con la ciudad. De todas maneras, no he tratado de escribir la historia del Barrio, sino dar a conocer lo que en buena y recordada medida fueron sus difíciles comienzos y posterior evolución.

El Barrio León


LA TORRECILLA (Convento, Huerta, Caserío)

Pocos datos se poseen acerca de aquellos tiempos del esplendor monástico que hasta el primer cuarto del siglo XVIII, disfrutaba la Comunidad de monjes Benedictinos en el Convento de “La Torrecilla” en Triana. Fieles a la consigna de laboriosidad de San Benito, su Fundador. Los monjes de su regla mejoraron los procedimientos agrícolas y preservaron el arte y la literatura a través de la Edad Media. La educación y la enseñanza figuraron entre los fines más importantes de la Orden. San Benito, su Vida y su Obra. Editorial Católica. Madrid 1954. En esa época en la que en Triana florecen conventos, ermitas y humilladeros, la Orden que ocupa el Convento de “La Torrecilla”, es la conocida, al parecer –aunque no documentado-, como la Comunidad de “Los Ermitaños del Tardón”.

La reforma

El Barrio León


La arquitectura que conocemos hoy, es posiblemente una construcción de reforma realizada sobre la vieja estructura del antiguo Cenobio (Centro de estudios).

Recreación Después de la restauración, la morfología de la planta con su alzada, se nos presenta como el típico modelo de caserón con finca de labor, conservándose desde siempre el cuerpo

de elegante torrecilla central que, aunque carente de mecanismo interior de campanas, conserva dispuesto en su lado interior un reloj de Sol, posiblemente incorporado a la torre desde sus orígenes.

Sus patios de respetables dimensiones, y en los que sin duda, imaginamos que los monjes se reunirían; su alberca, ubicada en el lugar que en la actualidad es esquina de la calle Nuestra Señora de

El reloj

Interior

Recreación

El Barrio León


La Salud con calle Giralda, sus bien distribuidas naves y su huerta, dan la impresión de un hermoso Cortijo de la Sevilla del XVIII hasta nuestros días, pues después de acometerse la nueva reforma en 1935, a esta edificación sólo le faltaba que el enclave hubiera seguido siendo absolutamente Rural.

Ahogado en la cárcel Urbana, aun se puede disfrutar de su esbeltez gracias a la anchura que por su frontal le ofrece la actual Avenida de Coria. Convertido en un gran Establecimiento Hostelero al público, así como ver que en su ala Oeste está establecida la Casa Hermandad de San Gonzalo con Almacén para la guarda y custodia de sus pasos y enseres en general. Fue adquirido por Don Antonio Guerrero Camargo, inaugurando en el 1990 el ya mencionado magnífico complejo denominado “Mariscos Emilio”. Es realmente una lástima que el Historiador Justino Matute, como apunta Manuel Lauriño en su artículo para la Revista de la Peña Cultural Los Ángeles, aporte tan pocas noticias acerca de “La Torrecilla” en su magnífico “Aparato para escribir la Historia de Triana”, y del que se desprende: “A la manera que en los mapas geográficos, las ciudades más populares sólo se representan en un solo punto, así la historia que se dedica a contar las variaciones o sucesos de una gran ciudad o provincia,

El Proyecto

El Barrio León


sólo marca aquellos hechos más singulares, indicando apenas lo que no lo son tanto, o bien los omite por impertinente o prolijos. Esta consideración disculpa a los historiadores de Sevilla cuya atención ocupada en cosas mayores, de las iglesias parroquiales dijeron bien poco, habiendo entre ellas algunas de tal autoridad, que necesitarían un libro para compendiar sus grandezas. Así acontece que la de la Señora Santa Ana en Triana, pues cualquiera que considere la total separación que esta Collación tiene de la ciudad, lo particular de su situación, la parte que tuvo en la conquista, la fortaleza de su Castillo, la nobleza de su Iglesia Parroquial, su considerable vecindario, número de sus conventos e institutos de Piedad, con otras particularidades que le ennoblecen, advertirá que algo más hay que decir en lo que se haya escrito en las historias de Sevilla”. Evidentemente, siempre hay algo con que poder enriquecer la historia misma, no obstante, a veces no siempre se consigue encajar todas las piezas… De todas maneras y aunque la finalidad de este trabajo no es ahondar en la Historia de Triana, sí que creo interesante, al menos, recoger la escalofriante epidemia de peste que asoló a Triana en 1.800, y cuya figura arquitectónica de “La Torrecilla” fue, en cierta medida, puntal de apoyo para un peso altamente abrumador.

Actual

El Barrio León


Se resume pues, en unas breves líneas cuanto aconteció pues era tal el número de cadáveres que se había reunido en las bóvedas de la Iglesia de Santa Ana, que se hizo imposible poderlo soterrar con las debidas precauciones, de lo que resultó un hedor pestilencial capaz de aumentar y acelerar las desgracias que se padecían. Así fue necesario trasladar a su Majestad Sacramentado a la Iglesia del Convento de San Jacinto, lo que se ejecutó la noche del 27, conduciéndole bajo palio y en devota procesión con asistencia de la Hermandad del Santísimo y algunos pocos clérigos que aun estaban sanos, cantando el Punge Lingua. En consecuencia se prohibió que, ningún cadáver se enterrara en las iglesias de Triana; y en el Cortijo que llaman de “La Torrecilla”, a la entrada del Camino de Tomares, se habilitó un lugar en el que se abrieron zanjas que empezaron a tener uso con el cadáver de Luis Palacios, vecino de Triana y Escribano Público de Sevilla. Luego que pudo respirar Triana, libre de tan funesta calamidad, se trató de restituir a su Majestad Sacramental a su Iglesia Parroquial, que se preparó con la oportuna fumigación, cerrando las bocas de sus bóvedas con fábrica de rosca; pero se dejó en uso el “cementerio” de “La Torrecilla”. Queda perfectamente claro con este relato que, “La Torrecilla” en aquella época había dejado de ser Convento para pasar a ser de condición civil, y ello lo avala una Real Cédula de Protocolo para la enajenación, en la que se manifiesta que, el 30 de Abríl de 1725, el Capitán Don Alonso López de la Vega, por orden del Mayor de Don Pedro de Castilla ________se hace cargo del Convento y Caserío y Huerta de “La Torrecilla”.

El Barrio León


Aquél colectivo Monástico que hasta entonces había ocupado el Convento, se fue desvaneciendo al ser trasladado al Norte de la Península sus principales enseñantes, así como algunos de los que se está en creencia pasaron a la Congregación de San Mauro fundada cerca de París en 1618. Al final de cada periodo y como es preceptivo a lo largo de la historia de la Humanidad, el hombre fue dejándose, por cuyo motivo, cuando a través del tiempo las ermitas y conventos se fueron quedando abandonados, aparecieron en el tejido de sus paredes encaladas aquellos grandes desconchados que anuncian a los cuatro vientos el depauperado estado en que quedan los edificios cuando son víctimas del más absoluto abandono. Y ello sería lo que debió ocurrir con tan magnífica y noble estampa solariega. Hoy nos congratulamos al ver la sencilla al tiempo que majestuosa torre, con su fachada al completo, salvada de la piqueta para deleite de propios y extraños.

La Torrecilla

El Barrio León


Qué duda cabe, que estas situaciones de abandono no son duraderas. En este caso, la belleza de sus huertas, volvieron a manifestar su fertilidad gracias a la riqueza que, en forma de lluvia daba continuada vida aun a pesar de los parones sufridos en el tiempo. El primero de los empresarios hortelanos que haría posible la reconversión del conjunto en extraordinaria casa de Labranza, sería en el año de 1733, Don Baptista Plateboet, vecino de esta ciudad de Sevilla, siendo asistido legalmente por Don Luis María y Joseph, Notario del Colegio Oficial de Sevilla. La segunda escritura que se realiza, se registra en el año 1737, a nombre de la Señora Doña Manuela Sánchez Durán, viuda del primero. Es asistida legalmente por el mismo Notario. Reza un sello IV, de veinte maravedíes. Datos tomados del Libro Primero. Títulos de Propiedad de la Huerta de “La Torrecilla”. A principios del siglo XIX, se registra una nueva escritura. Se trata de un apunte anexo que dice: “Don Pedro López y Sánchez________ Maestro Agrimensor y Abogado_______ Academia Nacional de San Fernando y por orden de S. M. la Reina, declaro que: Por orden del Señor Don Plácido Comisaña, vecino de esta ciudad de Sevilla, pasé a la Huerta llamada de “La Torrecilla”, que radica en este término y contigua al Tardón de Triana, y habiendo hecho un exacto reconocimiento en todo el Naranjal, árboles frutales, cipreses y álamos blancos, que contiene dicha Huerta, le doy en precio y valor a todo lo que hay dentro de su cerca de vallado incluso esta, en la cantidad de Doscientos ochenta y cinco mil doscientos setenta Reales de Vellón, que es el justo valor que tiene bajo mi leal saber y entender, sin agravio de alguna parte, y para que conste donde convenga, doy la presente

El Barrio León


que firmo en esta ciudad de Sevilla a Veintidós de Octubre de Mil ochocientos diez. Firma y rúbrica. Don Francisco Florencio de Olazábal, a favor del Presbítero Don Antonio María Tolesano. Cierra con fecha en número 22/10/1810. Parcial de datos tomados del Libro Segundo. Títulos de Propiedad de la Huerta de “La Torrecilla”. A las espléndidas cosechas que la Vega de Triana produce y a las que, posiblemente se refiere Justino Matute, en el ya mencionado libro “Aparato para escribir la Historia de Triana y de su Iglesia Parroquial”, podríamos anexionar las de esta Huerta cuyo producto se reconoce como de muy alta calidad. “La Torrecilla”, llegados a primeros del siglo XX, se nos hace con esta cláusula de la última huella de una Arquitectura que muy bien se podría calificar, por el Fuego del Amor a nuestra tierra y costumbres, de estilo Trianero. Yo, personalmente, puedo dar fe de su abandono allá por los años Cincuenta, época aquella en que comenzó a perderse hasta el Retablo que en su fachada hacía homenaje a la Santísima Virgen del Rosario. Recuerdo con cierta melancolía, ahora desvanecida por la visión actual, aquellos brotes de jaramagos jugando a saltos entre ventanales carentes del más exiguo decoro, y patios

El retablo

El Barrio León


desnudos de sus más elementales y hermosas galas que antes disfrutara. El tiempo con su carga de humedades, herrumbres, verdinas etc., no perdona ni tan siquiera ese mínimo de años transcurridos desde que en 1935 se realizaron obras de adecentamiento en el frontal, cubierta y parte del interior del Caserón, y puedo dar fe de ese deterioro porque tuve el privilegio de haber estado arriba en la torre.

Hoy podemos pasear por su acerado deleitándonos con la maravillosa vista de su cambio, al tiempo que nuestra memoria, tal vez sin quererlo, nos lleve por los aires de la nostálgia a recordar aquellas historias

de “Marimantas y Mantequeros” entre los perfiles grises y enmohecidos de sus muros y el interior de sus hermosos aunque, desde hace muchos años, abandonados patios. Patios que durante mucho tiempo fueran utilizados para la oración, la meditación y el recreo de monjes, y más tarde de la prole civil hortelana.

La Iglesia

El abandono

El Barrio León


E L B A R R I O

Su nombre primitivo fue “Barriada de León”. Grupo de viviendas de clase obrera, en algunas construcciones nada humildes al ser construidas por la picaresca de algunos pudientes del centro de la ciudad que aprovecharon el momento para lucrarse más tarde con la especulación –siempre la especulación- y el alquiler. Nace como consecuencia de la alta inmigración que se produce en la capital al amparo laboral que ofrece la Exposición Iberoamericana que ce celebraría en Sevilla en el año 1929. Esta inmigración se reparte entre las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Badajoz, y aun en mayor proporción de la provincia de Sevilla, huyendo de los salarios de hambre, así cómo del paro que se estaba viendo venir en razón de una posible llegada de las primeras mecanizaciones del campo Agrario Andaluz. Sus primeros pobladores indirectos serán profesionales de la construcción que ven en el proyecto buenas ganancias gracias a sus conocimientos. La clase obrera con oficios diversos como son la Albañilería, la Fontanería y la Electricidad, también se distingue en la humildad de sus construcciones, ya que sus viviendas se ven levantadas a base de grandes sacrificios, al tiempo que utilizan materiales de derribos de aquellas casas que en Sevilla están viviendo un periodo de rehabilitación para el nacimiento de nuevas plantas con un corte en el que se aprecia un mayor nivel de seguridad y comodidad. La prueba más evidente es que en el Barrio se observan en algunas de sus edificaciones,

El Barrio León


entradas en cuyas cancelas de forja, el año que figura en sus decorados herrajes, es anterior a 1900.

Una es de calle Regla Sanz, 24 con el año de 1.881, y otra en Calle Angel Solanz, 4, fechada en 1.885, aunque a la primera se puede observar como le falta el segundo 8. Si con anterioridad he citado a algunos constructores como la primera población que de manera indirecta ocupa el Barrio, hay que decir que sus primeros y directos habitantes pertenecen al personal de RENFE, llegados con motivo de las muchas mejoras que habrían de realizarse en la Sevilla de la expansión económica, así como guardias municipales, urbanos y Cuerpo de la Policía Armada debido a la importante ampliación de plantillas que se desarrollaron en estos cuerpos del Estado con motivo de los acontecimientos que la ciudad comienza a planificar en esa época.

El Barrio León


El propietario de los terrenos “Huerta de La Torrecilla” es Don José León y León, natural de la localidad de Palma del Río, Córdoba, y con domicilio habitual, por aquel tiempo, en la Alameda de Hércules, número cuarenta y ocho de Sevilla. Corre el año 1918 y Don José León compra la Huerta y Caserío de “La Torrecilla” que, con una extensión de entre 9 y 10 hectáreas le cuesta 75.000 pesetas. Una parte del Haza pertenecía a un miembro de la Familia Mensaque. Al mismo tiempo estos terrenos colindaban con los de la Vda. de José Mensaque y Vera, y con los de la Huerta del Rosario propiedad de Bernardo Chaves. A finales del año 1.922, el Sr. León pone un anuncio en el que ofrece la venta de parcelas para la construcción de viviendas con arreglo a un plan de Urbanización que, al parecer no fue presentado con el fin de ser sometido a estudio por las autoridades correspondientes. Esto le llevó a tener grandes problemas de enfrentamiento no sólo con los primeros compradores, sino con el Ayuntamiento y con el Gobierno Civil, ya que inicialmente su pretensión era la de construir parcelas en un total aproximado de 50.000 metros cuadrados, alrededor de trescientas parcelas.

D. José León y León

El Barrio León


Con la manifestación verbal a los adquirentes de que no tenían necesidad de pedir licencia para construir, ofrecía las parcelas en las siguientes condiciones de venta: El solar a edificar tendría, en principio, una superficie de única de 10 metros de fachada, por 20 metros de fondo. Este era el modelo común, aunque, que duda cabe, si algún interesado quería más metros todo era cuestión de negociación. El precio total del modelo ordinario era de 3.000 pesetas, por lo que salía a 15 pesetas el metro cuadrado; abonadas en 150 semanas, a razón de 20 pesetas semanales y una fianza de, en el momento de la compra, 80 ptas. En el capítulo de compromisos por parte del adquirente figura el que la parcela ha de comenzar a construirse antes de finalizado el primer año desde su compra. Así mismo y en el supuesto que el comprador dejara de abonar seis plazos seguidos, perdería la parcela así cómo todos sus derechos. Los naranjos de cada parcela serán propiedad de José León, quedando de su dominio la cosecha de los mismos. No se pueden abrir huecos, ni tomar luces más que

Plano original 1922 Parcelación

El Barrio León


para la fachada. No pueden abrirse zanjas en las parcelas con el fin de extraer barro para hacer ladrillos. La Escritura será a cargo del comprador el cual tendrá acceso a la parcela en el conocimiento de que el Sr. León se reserva el derecho absoluto sobre todas las calles y plaza. Para la ejecución de las obras vende el agua a pagar 10 pesetas mensuales por cada una de las parcelas, abonándose una indemnización de 600 pesetas por el comprador en caso de ser éste sorprendido tomando agua sin la debida autorización. A.M.S. A.G.A. 1923.

Entre primeros del año 1923 y 1931, se producen por parte de los propietarios un sin fin de reclamaciones al Sr. León. Al mismo tiempo Don Valentín Servio, primer vecino reconocido, en calidad de Portavoz, Don Rafael Tudó y Don Rafael Bizcocho, suplican mediante instancia al Alcalde que, sean excluidos del impuesto que pudiera corresponderles de Arquitectura y arbitrios municipales, toda vez que no cuentan con otros recursos que los de su trabajo, y con ellos han de atender a sus familias.

Parcela 120

1.923

El Barrio León


Por orden de la Alcaldía, el Arquitecto Municipal Don Francisco Morales en su visita a la Barriada, por cuyo nombre “Huerta de La Torrecilla” también es conocida, informa que se están construyendo un número considerable de edificaciones sin la correspondiente Licencia Municipal, ni dirigidas las obras por Perito o Aparejador alguno. Que hay ya muchas terminadas, incluso algunas en arrendamiento, por lo que se insta al Sr. León presente proyecto con los planos de Urbanización.

Planimetría

El Barrio León


En Marzo de 1924, por Don Francisco Escribano Vega primero y Don José Sousa Catalán después, se funda y tiene continuidad la “Sociedad de Propietarios la Torrecilla” con la finalidad de defender las preocupantes irregularidades que se vienen produciendo en contra de sus derechos, como son: La instalación de la más elemental iluminación en la vía pública. Acometidas de agua y alcantarillado, ya que se ven obligados a hacer pozos para el abastecimiento de agua y pozos negros para las necesidades fisiológicas aun a riesgo de los peligros que pudieran acarrear debido a las filtraciones de ambos pozos en la misma parcela, aunque reconocen que los pozos de agua tienen un nivel de fluidez muy escaso. Resuelve el Sr. Alcalde, atendiendo el argumento del Sr. León, el cual manifiesta que él no edifica, que sólo vende las parcelas, alegando que, todos los servicios tienen que ser por cuenta de los propietarios, según el artículo 654 de las Ordenanzas Municipales aprobadas en 1.924. En el año 1.931, y en informe de la Comisión de Obras Públicas, se recoge que, el Barrio está alcanzando grandes proporciones, contabilizándose aproximadamente una población de 1.600 habitantes, con un censo escolar de 180 niños y 230 niñas, por lo que necesariamente hay que entender la urgencia de un Colegio Nacional. A. M. S. A. G. A. O.P. 1.931/2. En el Inventario Municipal: 1.925/1.958, números 43, 98, 106, se registran la pavimentación de la Barriada mediante

Parcela 78 1.923

El Barrio León


cuadrículas a base de mortero, la cual se realiza durante el transcurrir del mes de Abríl del año 1.931, y finales de 1.933, aprovechando que la Compañía de ingleses la “Water Works Cia. Lda.” Instala en el Barrio el abastecimiento de agua, siendo la actual calle Regla León la primera en hacer las delicias de la chiquillería, cuando en una primera prueba dejaron durante un buen rato, abierta la boca de reparto para el suministro montada en la esquina de la citada calle con la transversal, denominada años más tarde, Regla Sanz. Será también por ese principio de los años Treinta, cuando queda debidamente pavimentado el camino antiguo a Tomares y San Juan de Aznalfarache, el que más tarde sería denominado popularmente “La Carretera” y en la actualidad, rotulado con el nombre Avenida de Coria. Comenzarían las obras en el mes de Marzo de 1.927, y a partir de ese momento y con un firme empedrado enlazará a Sevilla con los distintos pueblos: San Juan, Gelves, Coria y Puebla del Río. Hay que resaltar el que todo este tipo de obra como es la pavimentación del Barrio en general, fue después de mucho batallar por parte de la Junta de Propietarios de “La Torrecilla”; un acuerdo tripartito entre la misma, el Ayuntamiento y D. José León, el cual accedió a contribuir no sin conseguir de la Comisión de la Alcaldía le concediera el que las calles estuvieran rotuladas con los nombres de la familia León, así como la dispensa

El Agua

El Barrio León


en el pago de ciertos arbítrios e impuestos sobre una serie de locales y almacenes de los que era propietario directo el Sr. León. Los adoquines serían facilitados por el Ayuntamiento para la zona de la Carretera, quedando las calles del Barrio de dominio público. No obstante y como desde siempre ha sucedido, los vecinos corrieron con la mayor parte de los gastos para la realización de las calles. Recién terminadas las obras de pavimentación acometidas en el Barrio, coincidirán estas con el comienzo de otras, tanto o más importantes, como son la construcción del “Terraplén”, oficialmente: Muro de Defensa y Protección contra las crecidas del río, y el cual estaba asistido por unos enormes grupos de bombeo para el achique de las aguas cuando estas producían tan grandes a la vez que graves arriadas. Las obras quedarían finalizadas a mediados de 1.949, dejando un magnifico enlace por carretera y que hoy vemos absolutamente enriquecido por una extraordinaria Autovía.

Aunque en 1.925, el Sr. León ha aumentado el precio del Metro Cuadrado para las últimas parcelas en 45 pesetas, Según el Cuadro de Valoraciones de Terrenos del Exmo. Ayuntamiento de Sevilla, se recoge en el Inventario de 1.937, con el número 85 de Registro que, la Clasificación aplicada al Barrio

El Terraplén La Carretera

El Barrio León


León en el año 1.933, alcanza el precio de 25 pesetas el metro cuadrado, y una Clase 4ª en el marco del Grupo B. A nivel catastral el Ayuntamiento se encontraría con algunos problemas ya que visto el estudio de algunos proyectos de viviendas, estos, la Comisión de Urbanismo no lograba entenderlos dada la calidad de algunas construcciones para las que se solicitaba estuvieran libres de determinados arbitrios dado que según los peticionarios se trataban de viviendas humildes.

Proyecto y solicitud

No nos resistimos, por aquello de conocer el nivel de vida de la época, a resaltar o mejor sería decir, detallar algunos de los precios que regían por aquellos años de 1.920/1.922 en el capítulo de Alimentación, estos serían:

El Barrio León


Azúcar 2.90 Ptas. K. Jamón Serrano 10.00 “ Garbanzos 0.75 “ Queso Manchego 5.00 “ Chorizo Extra 6.25 “ Carne de 1ª 6.00 “ Leche Condensada 1.50 “ la lata Sevilla en la Vida Municipal 1.920/1991 J. Santotoribio.

NUCLEO INDUSTRIAL Y EMPRESARIAL

Apenas se están cerrando las primeras edificaciones ya la inquietud Empresarial comienza a reinar en el ambiente. Hay que tener en cuenta que, en 1.927 aun no están definidas las calles, aunque es de reconocer que la Barriada ya está prácticamente terminada. Todo se llegó a “arreglar” de forma política por la cercanía de ese acontecimiento mundialmente conocido como fuera la Exposición Iberoamericana. La población con una muy positiva visión de futuro va creando cierta firmeza cara al pensamiento Industrial. Y debió de ser así ya que una de sus primeras tiendas terminadas será de Comestibles propiedad de D. Angel Domínguez. Se abre al público en la primavera del año 1.924, en calle Regla León número Diez, aunque su primera casa Industria sin terminar en sus dos

El Barrio León


plantas, es la de D. José Valla Domínguez que, dedicada a establecimiento de bebidas ya funcionaba el año anterior.

Entre las fechas de 1.925, y esta más cercana de 1980, en que estoy dando por terminado este trabajo de recuerdos y vivencias, se llegan a registrar en el Barrio, aun a pesar de sus reducidas dimensiones, aproximadamente un centenar de industrias de todo orden y nivel. La riqueza familiar, social e industrial de las mismas sería interesante relacionarlas una por una en su mayoría, no obstante he preferido exponer única y

exclusivamente, y a grandes rasgos su evolución general, deteniéndome en las de mayor relevancia dada su capacidad comercial cara al exterior así como cara al acercamiento popular y sentimental del Barrio.

El sevillano Casa Matilde

1ª Tienda Ángel

El Barrio León


En este sentido, el Barrio ha tenido tiendas de toda clase de artículos para su venta: Textil y Confección, zapaterías, Alimentación, bebidas, peluquerías, tintorerías, ferreterías, Construcción, farmacias, Estanco, pescaderías, verdulerías, charcuterías, droguerías, Librería, Autoservicio (precursor este del futuro Supermercado), panaderías, obradores…

En el capítulo de talleres, han existido los de: Peinetas, mantones de Manila, Guarnicionería, pianos, Carpintería, Mecánica de automóviles y motocicletas, Artes Gráficas, aluminios, Cristalería, Platería, Relojería… Primer Obrador Primera Frutería

Laboratorio

1ª Pescadería

Becerra Esperanza

El Barrio León


No descartamos la importancia que tuvo el Barrio en lo que se refiere a la enseñanza, pues a lo largo de estos años, llegó a tener, entre diferentes niveles, alrededor de cinco colegios, siendo los más conocidos: el Colegio de Doña Manuela y el de Don Jerónimo, sin olvidar el primero de ellos que, en su casa particular tenía Don José Solís Puchá, (si mal no recuerdo, me decía Manolita Martín).

Ya en mayor volumen: Almacén de borras, Carbón, Sal, Fibrocemento, Alimentación, cereales, vinos, Construcción, aceitunas, maderas, Fontanería…

Doña Manuela

Srta. Manolita Lara

Obrador de Gavira

El Barrio León


También, y aunque a alguien le parezca extraño que este Barrio tuviera tanta actividad industrial, hemos de destacar sus fábricas, algunas importantes e internacionalmente reconocidas como fuera: La de Tintas, mármoles, Manufactura del Orozuz, Jabón, Losetas de Cemento, Paraguas, Muebles, desinfectantes, caramelos…

En estos capítulos de variedad Industrial, no podían faltar las vaquerías así cómo los colegios de los que se llegan a contabilizar hasta cinco, sin contar, por supuesto, el Colegio Público que, según decreto de la Alcaldía A.M.S. registro 172/1.936, y en el que se ordena por el Arquitecto Municipal, se

Fábrica de muebles

El incendio

El Barrio León


creen escuelas en los números cuatro, seis y ocho de la calle José León Sanz. Nunca se pudo conseguir su cumplimiento aun a pesar de que esas parcelas fueron cedidas “gratuitamente” por el Sr. León al Ayuntamiento con esa finalidad. En la actualidad y aun a pesar de las muchas reclamaciones efectuadas por el Barrio al Ayuntamiento, esas parcelas fueron unificadas para ser ocupadas por las oficinas y almacén de la empresa LIPASAN.

Con el número de Registro 146/1.936, se recoge en el Inventario 1.925/1.958 A.M.S. de Ayuntamiento de Sevilla, la cesión gratuita por D. José León al Ayuntamiento, de una parcela en la calle José León Sanz, con la condición de que se haga en ella una Escuela. En el año 1.939, y antes de que, como hemos citado se la apropiara la empresa Municipal Lipasán, comenzó a servir tras el fin de la guerra, como refugio para gente del Barrio y fuera de él

Fábrica de losetas

Lipasán

Almacén Sal y Cemento

El Barrio León


que se habría quedado sin vivienda y haber estado habitando con familias que, al final se vieron obligadas a desalojarlos ante su propia necesidad, o para aquellos que carecían de un lugar donde poder quedar recogidos. Será el año de 1.954 el que señale un cambio en la trayectoria seguida por el Patronato de la Vivienda. En primer lugar se aprobaría un Reglamente de Régimen Interior, con la consiguiente modificación de sus estatutos. Por otra parte se inscribe en el Registro Especial de Entidades Benéficas del Instituto Nacional de la Vivienda, siendo a partir de entonces y en colaboración con dicho Instituto, cuando realmente comienza a incrementar su actividad Constructora. En esa Planificación se realiza la Barriada de Los Pajaritos, y allí le son concedidas viviendas a todos los refugiados que ocuparon esa parcela de la ya mencionada calle José León Sanz, y otros que durante algún tiempo estuvieron en la desmantelada Fábrica de Mármoles, la Fábrica de Orozuz así como anterior a estas el Barrero de donde se extraían grandes cantidades de barro para la realización de muchos de los ladrillos con que fueron construidas las primeras casas del Barrio; lugar este, al final de la calle Regla Sanz. Suerte de terreno que hoy ocupa el núcleo de viviendas que construyera la Cooperativa Triana.

Solar de fábricas

Cooperativa Triana

El Barrio León


Quien vivió aquellos años pudo tristemente comprobar la diferencia existente entre la recién nacidas “Casas Baratas”, y aquellas pobrezas de unos refugios y chabolas, cuyas familias estaban separadas tan sólo por unos cordeles de los que pendían unas sábanas o colchas viejas a modo de única independencia e intimidad; intimidad que dejaba de serlo tanto en cuanto que se apagaba la última lamparilla como única luz, estas prendas habrían de servir de abrigo durante la noche. Siguiendo con el apartado Industrial que nos ocupaba, hemos de decir que el Barrio ha disfrutado y disfruta, en las fechas en que vierto sobre el papel inquietudes, vivencias y recuerdos, de: Obradores, Recreativos, Peñas Culturales, sin olvidar a todos esos profesionales de la Pintura, la Orfebrería, el Deporte, la Cerámica, la Literatura, la Torería, la Fotografía, el Transporte, etc. etc., que hicieron y hacen que el Barrio haya sido, a veces, eje de sanas ambiciones en casi todos los ámbitos de las inquietudes humanas.

Luis Crux

Manolo Rincón

El Barrio León


Aunque no fueron los primeros establecidos en el Barrio como se ha podido comprobar, el Caserón de “La Torrecilla” estuvo ocupado por varias industrias tales cómo: la Fábrica de Jabón, un gran almacén de Carbón Vegetal, aunque ya, anteriormente se instaló en sus dependencias una Industria Manufacturera de la Borra que más tarde deja de ser rentable con la llegada de los nuevos y modernos colchones de muelles. Posteriormente, aquellas naves vuelven a ser ocupadas de nuevo, en esta ocasión serían un Almacén de acabados de Fibrocemento, de maderas en general, hasta que en los años de 1.986 a 1.990, se convierten en el Establecimiento Hostelero ya citado, y la Casa Hermandad de San Gonzalo, y en cuyo recinto, dedicado a almacén y guarda de los pasos procesionales, se celebraban Cruces de Mayo allá por los años 1.934. También recordamos que, en pequeñas dependencias del Caserón se albergaron una vivienda, una Peluquería, y en su planta baja y anexa a la puerta principal, una Tabernita que, conocida como “La Torrecilla”, dio lugar no sólo a frecuentes veladas de buenos aficionados al Cante Flamenco, sino que con cierta asiduidad se celebraban Tertulias Literarias a las que en ocasiones no faltaron poetas importantes de la Generación del 27, acompañando a nuestro Insigne Juan Sierra allá por los años cincuenta, y del que hablaremos más adelante.

El Barrio León


SITUACION GEOGRAFICA

El Barrio León está situado al NO de la ciudad. Este a su vez linda por su N y separado por la Avenida de Coria con la moderna Barriada de la Dársena, nombre que recibe de la anterior construida para obreros por el entonces Alcalde Vázquez Armero, y el cual ya había disfrutado de una anterior con su nombre que, unificada a la aun más anterior Barriada de San José (1.924), anexa al antiguo Camino de las Erillas y calle de la Cohetería, actual calle de San Vicente Paúl. Siempre estuvieron confundidas. La Dársena, más conocida como “La Barriada”, se inauguró en 1.933, para desaparecer definitivamente en el año 1.977. Tenía entonces una población de aproximadamente 2.500 habitantes. Hemos de reflejar que más que viviendas se trataba de unos barracones de muy baja calidad que, más parecía un albergue que un núcleo habitado.

Bda. San José

El Barrio León


Este solar fue donde un siglo antes estuviera emplazado el Cementerio de San José, inaugurado en Marzo de 1.832, siendo Procurador de Sevilla el Marqués de Rivas, y bendecido por el Párroco de Santa Ana. Su coste se elevó a la cantidad de 130.286 reales. El sueldo del Oficial era de 10 reales, y el de Peón 4 reales. Fue clausurado el día 23 de Enero del año 1.885, aunque dejó de tener uso 10 años antes. B.O. 178. Inventario 1.924/1926 Reg. 198/24 A.M.S. Continuando con su frente N, y por el costado de la Barriada de la Dársena, tiene al Asilo de Ancianos de la Fundación Carrere, edificada y bendecida por el Cardenal Don Pedro Segura en la Primavera de 1.944. Este inmenso solar fue dejado a su fallecimiento, y para esta actividad, por el entonces propietario de Hotel Inglaterra. Fue construido sobre los terrenos del conocido por algunos como “Hoyo del muerto”, inmenso socavón que se fue produciendo paulatinamente motivado por la extracción de barro para los tejares entre finales del siglo XIX y principios del XX. Al parecer, el nombre le viene a raíz de haberse producido en dos noches consecutivas, sendos asaltos a personas de bien con resultado de muerte. No obstante hay quien asegura que en este lugar fueron enterrados algunos cadáveres en tiempos en que la Peste asoló Triana. Este era también conocido como Camino Bajo a las “Erillas”, según relato escuchado por el Vaquero Lozano a su padre.

La Residencia

El Barrio León


Al S está situado con la actual Barriada de los Ángeles, construida en el año 1.970, empleando parte del terreno que, en forma de cuña pertenecía a la superficie de la antigua Huerta de “La Torrecilla”, así cómo otra parte lindante con la actual Avenida de Alvar Núñez, y cuyo terreno, perteneciente al Cortijo de la Pepa, fue conocido como el “Hoyo de Cantito”, en el Camino bajo de San Juan. Fue barranco y barrero cuya utilidad era la extracción de barros de muy buena calidad para la Alfarería y la Tejería de la época. Emilio Pozo “Candela”.

Por el E y teniendo como frontera diagonal a la citada Alvar Núñez, linda con la Barriada de San Gonzalo, más conocida por todos como “El Tardón”, nombre este atribuido popularmente

porque, al parecer de algunos, se tardó mucho en construir las dos fases de que se compone. No obstante estamos por la labor de creer que este nombre es debido a que siendo la Avenida de Alvar Núñez el Camino bajo a San Juan y en cuyo final existía en el siglo XIX un “Portazgo” o “Fielato” en donde para entrar a la ciudad había que pagar un impuesto establecido en razón de mercaderías etc. el nombre que recibía este paso era conocido como “Paso de el Tardón”. La mayor parte de este terreno colindante era el antiguo Cortijo del “Aceitero”, deleite de la chiquillería entre los trigales, amén de ese grano de Trigo que, llegado el momento y de manera furtiva, entretenía el alborotado estómago de más de uno. En la esquina de Alvar Núñez con la calle Francisco Collantes de Terán, se encontraba hacia los años

Solar de Los Ángeles

El Barrio León


cuarenta otra Vaquería, en este caso la de Inocencio, teniendo abierto al público un despacho para la venta de la leche en la calle Regla León semiesquina con José León, y conocida como la Lechería de Julia. Recordaba hace unos años Emilio “Candela”, en su Almacén de aceitunas que, anteriormente fuera la Fábrica de losetas de Cemento en la calle Dolores León, la imagen de Inocencio y Julia, su mujer, saliendo de un establo con unos becerritos recién nacidos, y en brazos de cada uno, durante la gran arriada de 1.947. En la otra esquina del Barrio por su lado E donde en la actualidad está ubicado el Mercado de San Gonzalo, se comenzó a construir un Hotel en los tiempos de la Exposición Iberoameri- cana de Sevilla del año 1.929. No se llegó a terminar quedando la construcción a medio ejecutar, y sirviendo al final como refugio para trashumantes e indigentes, además de un magnífico depósito para escombros y basuras que duró hasta bien entrada la mitad de siglo. Fue conocido popularmente y a modo de chusma como el “Hotel Guitarra”. En la parte delantera de aquella construcción, Don Luis León y Aznar en el año 1.934, en unión de su hijo, montaría lo que en aquel tiempo la juventud llamaba “La escalesita de los Voladores”. Esta consistía en un carrusell de cuyos soportes

La arriada

El Barrio León


pendían unas cadenas a las que estaban sujetos unos asientos que, cuando el aparato giraba, la fuerza centrífuga hacía que estos saliesen como despedidos. En la actualidad la familia aun perdura casi en el mismo lugar con un “Tiovivo” infantil.

Una anécdota más de las muchas que enriquecen las vivencias de este Barrio, es que el hijo de D. Luis, se llama José León León, por haberse casado con una prima suya, aunque en conversación mantenida con él, me dejó claro que no existe ningún vínculo familiar con

el José León propietario de los terrenos de la Huerta de “La Torrecilla”, y al que en aquella fecha de 1.934, le pidió permiso para instalar el Carrusell, denegándole la solicitud con malos modos. No influyó el que le manifestara que su hijo, allí presente, se llamaba igual que él. Al final tuvo que intervenir el Sargento de la Guardia Municipal del Distrito, el cual consiguió convencerlo. En esa misma época y en la misma esquina del actual Ambulatorio “Amante Laffont”, donde hacía un poco de giro el Tranvía en dirección a calle San Jacinto, existió una Venta que, con el nombre de: “Venta de los Pajaritos” tenía como especialidad además de los “pajaritos fritos” (pimientos abiertos y fritos), las tapas de Anguila. La tapa de Anguila frita será genuina en la escasa Gastronomía del Barrio ya que en él había gran afición a su pesca, tal vez por su cercanía con el río ya que por el lugar de

Los volaores

Actual

El Barrio León


“Las Erillas” y Pañoleta se daba muy bien su pesca dada su riqueza, principalmente porque los aficionados eran hombres que trabajaban en la extracción de arenas del río (areneros), en las graveras instaladas en su orilla, o bien aquellos dedicados a las huertas y a la producción de ladrillos en los muchos tejares o ladrillares asentados en torno al río. La Venta de “Los Pajaritos” era propiedad de Francisco Jiménez, el padre de aquél que, con el nombre de Curro, militara en las filas del Sevilla C.F. allá por la década de los años cincuenta. En su frente NE y en el terreno conocido como el “Tardón”, se edificaron las nuevas cocheras de tranvías para los servicios de Triana y los diferentes pueblos como fueran: Camas, Pañoleta, San Juan de Aznalfarache, Gelves, Coria del Río y Puebla del Río.

Notas estas que se recogen de una información aparecida en el Diario El Noticiero de fecha 16 de Febrero de 1.929. En este mismo año se instaló en el Barrio, con el nombre de “La Torrecilla”, según instancia al Sr. Administrador de

Correos, un Buzón que se venía solicitando desde el año 1.925. Esta demanda la recogía El Liberal, el 3 de Julio de 1.927, en cuya noticia se daba apoyo a la petición ya que los vecinos del Barrio, para poder enviar sus cartas, tenían que recurrir a algún conocido

Cochera de tranvías

El Barrio León


que fuera para el “centro, o esperar a que pasara el Tranvía y pedirle el favor a su Conductor o a su Cobrador. Evidentemente, sólo con las muchas anécdotas que genera la creación de un núcleo Urbano de estas características, en época semejante, contadas por sus vecinos, ya se podría hacer un librito de lo más curioso. Definitivamente, en Pleno celebrado el 14 de Julio de 1.959, se acuerda el rescate total de la flota de Tranvías de Sevilla por parte del Ayuntamiento, entregando la Compañía todo el material inventariado y de esta forma crear mejoras en el Servicio de Transportes Urbanos. El 8 de Mayo de 1.960 circuló el último Tranvía para desgracia de sus amantes, y el comenzar de un moderno ataque a aquella pureza ambiental. Fue por aquellas fechas que, comenzaron a circular los nuevos autobuses.

Será el Barrio León uno de los núcleos de población que más acusará la eliminación de un medio como el Tranvía, ya que su servicio le tenía directamente comunicado con el centro de la ciudad a través de la “Línea Magdalena-Barrio León”.

Tranvía con Jardinera La retirada

Ultimos tranvías

Primeros autobuses

El Barrio León


Además disfrutaba de una Línea que, cambiando en la “Carretera”, le unía a los pueblos del Río, antes citados. Otra Línea que no podrá olvidarse, al menos fácilmente, será aquella Línea “B”, “Camas-Altozano-Barrio León”, y aquel Tranvía número 312 con Jardinera, sobre el que tengo entendido, se llevaron a Vigo junto con otras unidades en la primavera del año 1.960. Aunque justo es reconocer que, con los nuevos autobuses y su mucho más extensa red se servicios le vendría muy bien a gran parte, sobre todo, de la clase obrera, ya que en aquella época comenzaba a disfrutar de su primer billete de Trabajo. La nota negra de este medio de transporte en el Barrio León, la pondría el Tranvía número 175, de la Línea de Puebla del Río, el día 6 de Febrero de 1.933. La noticia apareció en el Diario La Unión, en su edición de la noche. En la misma se podía leer como la mencionada unidad había alcanzado al joven de 14 años, Rafael Vargas Saavedra, dejándolo completamente destrozado. Continuando con la situación Geográfica del Barrio hemos de decir que, en su lado O lindaba con los tejares y Huerta de Nuestra Señora del Rosario, y “Venta de la Pava”, propiedad esta, durante algún tiempo, aunque no hay mucha certeza de ello, de Manolo Caracol y posiblemente Lola Flores, en la época en que ambos estuvieron trabajando juntos. Esta información que me llegó de un muy viejo amigo, Arenero por cierto, siempre me dio la impresión de que fue debido a la admiración que tenía por aquella folclórica pareja.

El Barrio León


A mediados de siglo y dadas las grandes arriadas, se construyó el ya mencionado anteriormente, muro de contención o defensa contra los desbordamientos del río, gracias al cual Triana dejó de sufrir las caóticas avenidas de agua, si bien es verdad que aquellos terrenos seguían inundándose, por lo que unido al nombre de la Venta, aquella zona vino a ser denominada con el actual nombre de “Charco de la Pava”. Estas inundaciones causaban muchos daños no sólo a la Venta, sino que en la zona existían algunos tejares, además de las huertas que quedaban inundadas durante muchos días, sin olvidar la catástrofe que se producía en la por entonces y muy humilde Barriada de “La Barqueta” y el antiguo Camino a otra como era “Las Erillas”, 1.928.

En los años 80, comenzaron a proyectarse y ejecutarse como aparcamientos para la futura Exposición Universal, quedando expresado, según cláusula del Ayuntamiento

de entonces, como uso acogido al futuro Plan de la Delegación de Deportes.

Derribo Venta de la Pava

Bdas. De la Barqueta y las Erillas inundadas

El Barrio León


CONFIGURACION DEL BARRIO

Retomando el hilo acerca de aquella Sociedad de Propietarios que hubo de ser creada para la defensa de los intereses de los vecinos en 1.924, el día 7 de Marzo de 1.933, y después de un sinfín de instancias, reclamaciones y súplicas, Don Luis García Pinto, Oficial Mayor en funciones de Secretario del Exmo. Ayuntamiento de Sevilla, certifica que, en Pleno Municipal del día 4 del mismo mes y mismo año, se ha aprobado toda la documentación, proyecto, memoria y planos presentados en su día por Don José León, para la construcción y urbanización de la Barriada de León, en terrenos de la Huerta de “La Torrecilla”.

El Barrio León

El Barrio León


Como queda evidenciado de forma gráfica y por lo dicho con anterioridad, en ese año de 1.933 ya estaba el Barrio tan avanzado que, la configuración urbanística se encuentra tan definida que hasta las calles primitivas tienen nombre, aunque algunas cambiaron según memoria y planimetría, expuestas con anterioridad, correspondientes entre el día 5 de Agosto de 1.926 y el 2 de Junio de 1.928. En este sentido habría una Diagonal por fuera de la actual calle Dolores León, en el terreno que más tarde se construyen las “Casas Baratas” en el 1.938, y que se llamaría en su primera y segunda mitad longitudinal: calle del Dr. León y Dr. Arizmendi. El primero hermano del Sr. León, y Canónigo de la Catedral de Jaén. El segundo, hermano de la esposa del Sr. León en sus segundas nupcias. La actual calle Dolores León, en su origen se llamó Dolores León Sanz. Excepto el nombre de Avenida de Coria que, el Ayuntamiento eligió para denominar el antiguo Camino de “Las Erillas”, más tarde “La Carretera”, y las que se corresponden con la parte nueva llamada popularmente “Las Casas Baratas” por pertenecer al Patronato del mismo nombre, y auspiciadas por la Obra Nacional, todas las calles restantes fueron nombres reservados a la familia León o a personas de su máximo interés y afinidad. A petición de la Hermandad, en los años 60 se aprobó por el Excmo. Ayuntamiento el cambio de calle Antigua, por el actual nombre de Cristo del Soberano Poder, aunque a comienzos de la década de los años 50, la Hermandad había solicitado el cambio de nombre de la calle Llana, por lo que a partir de aquella época pasaría a quedar rotulada con el nombre de Nuestra Señora de la Salud.

El Barrio León


Hecho este inciso, y siguiendo con ese sentido familiar de las calles, nos encontramos el nombre de calle José León, el cual se refiere, evidentemente, al propietario de los terrenos. Hemos de reseñar que, la elección de esta calle fue debido, en cierta medida, a la amistad que le unía a Don Valentín Servio. Este era uno de los primeros vecinos que llegaron al Barrio y cuya casa sirvió cómo, digamos, “Casa Piloto” en calidad de promoción; su casa es la que hace esquina con José León y Regla León. La conocida calle Regla Sanz, y en cuyo número nueve vió la luz por primera vez el autor de esta obra, fue dedicada a la esposa del Sr. León. Las calles Regla León, Dolores León, Plaza de Anita, se corresponden con sus hijas, siendo Anita la más pequeña de todas. La calle José León Sanz lleva el nombre del hijo que sería el que daría continuidad a “La Torrecilla”, en calidad de Administrador, en

Valentín

Calle Estrecha

Calle Regla León

El Barrio León


unión de sus hermanas. La más desigual, al menos en anchura, es la calle Enrique León, hermano de D. José León y fallecido en accidente de Aviación. Esta calle ha sido conocida desde siempre cómo “Calle Estrecha”. El nombre de la calle María Ortiz, se corresponde con la hija se la segunda esposa del Sr. León, y fruto de su primer matrimonio. La calle cuyo nombre es Padre Maruri, se reservó a un familiar que era Sacerdote Jesuita, y la conocida como calle del General Martínez, es la que el Sr. León le brindó a un íntimo amigo suyo, y que según manifestación personal en alguna de las entrevistas con Doña Dolores León, el General aunque agradecido opuso alguna resistencia a tal grado de distinción. La última calle nombrada de Angel Solanz, fue dedicada al marido de la anteriormente mencionada María Ortiz. En cuanto a las calles que configuran la parte más moderna del Barrio en su calidad de núcleo “Las Casas Baratas”, son sus nombres: Nuestra Señora de la Salud (nombre primitivo calle Llana), Plaza de San Gonzalo, tomado éste nombre del Santo a quien se dedica la Iglesia en honor del General Queipo de Llanos (Gonzalo), Azucena, Giralda, Clavel, Barbacana, Batán, y la mencionada Cristo del Soberano Poder, anteriormente denominada calle Antigua, sin olvidar la margen Izquierda de la actual Dolores León, que le pertenece, al igual que su acera Derecha corresponde a la parte vieja del Barrio. Todo un conjunto de sensaciones para el olfato delicado cuando en la primavera es paseado entre aromas de Azahar. Se rotularon las calles en 1.943. En el año 1966, y a petición de los vecinos, mediante instancia al Exmo. Ayuntamiento, se procede a la mejora del pavimento y remodelación del acerado y el alumbrado

El Barrio León


público, aprovechando la ejecución de las obras para cambiar, en su segunda fase, las viejas acacias por los actuales naranjos.

La reforma

LAS CASAS

En el Barrio León como en tantos barrios humildes de tantas ciudades del mundo, muchas casas fueron levantadas a base de elementos desechados de otras construcciones que fueron llamadas a disfrutar de reformas y mejoras. En este sentido, lo que en otro lugar era común, aquí se convierte en todo un lujo. Por este motivo predominan las casas con zaguán y cancela, siendo este una prolongación de la calle que, llegando hasta ella, en algunos casos ofrece a través del calado encaje de su Herrería, la belleza y sencillez de lo modesto. En otras se podrá apreciar desde la calle que tras la cancela existe un mundo en el que la fuente, el azulejo Vidriado y las plantas, están diciendo que allí mora gente con mejores recursos económicos. También disfrutan muchas casas del

El Barrio León


Barrio, tanto de particulares como de vecinos, de hermosas puertas en el zaguán, con arcos de medio punto y cristalerías de colores a modo de cancela. En estos casos, el interior no se podrá ver desde la calle, pero queda perfectamente compensado al poderse

apreciar la belleza de unas vidrieras cuyo efecto tornasolado se nos antoja como el fruto del juego de un delicado rayo de luz emanado desde el interior. Las casas del Barrio, a lo largo de su existencia han vivido y viven toda clase de transformaciones. Las habitaciones “palomares”en las azoteas dando cobijo a un increíble número de miembros de una misma familia…

La Cocina El Retrete

La vivienda

El Barrio León


Las casas de vecinos con únicos servicios comunes y las cortinas a modo de puertas de paso, se fueron poco a poco y afortunadamente, constituyéndose en reliquias de variados recuerdos. Divisiones de cuartos, ampliaciones aprovechando parte de las azoteas, patios y patinillos, y para los más afortunados, derribo y construcción de nueva planta. Pero lo más importante es que la casa en el Barrio, siempre fue campo de cultivo para la convivencia, la solidaridad y la hospitalidad para con el familiar, el vecino o el amigo. La casa de todos y para todo; reuniones para la celebración de un convite en toma de dichos o de bodas, de bautizos, comuniones y ese largo etc. propio de las necesidades de la época.

Unas por otras, las viviendas de este tipo de barriadas dada su sencillez nada

reñida con el buen gusto, que ello no depende del poder adquisitivo, se habitan con pocos, pero perfectamente ubicados muebles. Fotografías de los antepasados y algún que otro momento estelar de la vida familiar, unos cuadros más buenos o más malos pero, nunca imagen de estridencia, y escaleras de

Por las azoteas

El Zaguán

El Barrio León


altitos escalones para mayor personalidad, y con la que accedemos a pasillos generales, particulares o principales de la misma casa, y de los que partirá un nuevo tramo que nos llevará a la luz de un estado en el que se recordarán noches de mucho calor sobre una colchoneta y hasta sólo una especie de manto echado sobre el piso aun caliente de esa azotea que, como su vecino de abajo el patio tiene su carácter perfectamente definido. No están las cubiertas de estas casas resueltas horizontalmente como lo están en otras ciudades, o en las grandes terrazas de los edificios más modernos, no, la azotea en el Barrio es genuina de la sencillez sevillana; es como una habitación más en unos casos, y como la antesala al aire libre para una serie de dependencias en otros. En el mejor de los términos un destino primoroso. En ella, entre barandas, pretiles y rincones estratégicos, están las macetas. Se cuidan las flores, se tiende la colada al tiempo que las mujeres desarrollan esa maravillosa labor de la confianza entre los seres humanos cuando estos son bienavenidos. Se resuelven problemas, se asesoran y aconsejan comportamientos a la luz de las experiencias vividas por las más viejas, se libran favores… Los más afortunados, desde su azotea manipularán el toldo que, corriendo sobre la brillantez de unos alambres cubrirá el espacio del patio que en verano será el bienestar de la casa y sus moradores.

Ciertamente que la azotea es pieza importante en la construcción de este tipo de casas y no una simple cubierta como la de otras muchas construcciones. Como importante era ese rato

La Azotea

El Barrio León


pasado, al amor de la “camilla”, con un brasero de cisco en los gratos días del invierno, o al paso de la noche veraniega al amparo del frescor conservado en un búcaro de barro tipo Justino o Rufino. El Barrio que, sigue patrones sevillanos, no tiene dos casa iguales, excepción hecha con las nuevas construcciones de “Las Casas Baratas”, o aquellas que, por la década de los sesenta se levantaron en su costado O, tienen sus casas formadas por elementos que obedecen todos a contadísimos modelos, pero que se agrupan de tan diversas maneras, que desaparece la monotonía que esta repetición pudiera producir. Ahora las variadísimas formas de los solares imponen soluciones tan diferentes que producen los pintorescos efectos, sin contar esa otra consecuencia causada en nuestros días ante la visión de nuevas y magníficas fachadas, o la afortunada conservación de preciosos jardincillos en calidad de una especie de atrio a la vivienda.

Casas con flores

El Barrio en su sencillez era como la Cenicienta sevillana, aunque su construcción no tiene nada que envidiar a un alto índice de la Arquitectura de su casco antiguo, principalmente, por aquello de que disfruta también de fachadas a las que para

El Barrio León


poder apreciarlas hay que pasarse a la acera de enfrente. No obstante, una de las pruebas que, en cierta medida, más evidencia estas afirmaciones, la podemos observar no sólo en sus formas, sino que también se aprecia en sus balcones, sus cierres o las ya mencionadas cancelas de Forja, donde contemplamos modelos antiguos como son los de: Gitanillas, Volutas y Eses atadas con lazos a las barras redondas o de cuadradillo. Ya con anterioridad, de forma gráfica, expusimos algunos de los proyectos presentados para su aprobación al Ayuntamiento en los inicios del Barrio, en lo que a un tipo determinado de vivienda se refiere y que se hacía notar el término de vivienda “humilde”. Lástima que muchos de ellos no se llevaron a cabo porque la verdad es, que no tenían nada que envidiar aquellos hombres de los años Veinte en lo tocante a imaginación, creatividad y buen hacer, aunque a mi modo de sentir, creo que se pasaron un “pelín”, sobre todo, tratándose como se trataba de un núcleo de población eminentemente Obrero, así como de una época tan dura en lo que a la “renta per capita” nos referimos.

Los proyectos

El Barrio León


LAS CASAS BARATAS

Durante el periodo de la Guerra Civil, con la presencia del General Queipo de Llano, y las correspondencias políticas que, evidentemente, se desconocen, se decidió que el Barrio León fuera el indicado para la construcción de una de las primeras obras sociales que Don Gonzalo tenía en mente con el fin de dejar constancia del buen hacer del nuevo régimen. Elaborado el sistema y perfectamente proyectado, se incluyó en la “Nueva Obra Nacional de construcción de casas para obreros, huérfanos e impedidos de guerra”, el Plan y ejecución de 146 viviendas de corte adosado con características de “chalet”, ya que individualmente disfrutaban y en la actualidad disfrutan, aunque no todos, por la cantidad de unidades reformadas por sus antiguos o en muchas de las viviendas, nuevos propietarios, de jardincillo delantero y magnífico, aunque reducido porche en forma de arco, y que con el tiempo y algunas necesidades de orden imperioso se han llegado a convertir en cocheras. Hay que reseñar que no todo fue de color de rosas cómo se proyectara cara a los obreros, huérfanos e impedidos, ya que estos recibieron tan sólo dos o tres manzanas del total, quedando la mayoría repartido entre funcionarios y oficiales del Ejército. El precio para la primera entrega sería de 23 pesetas el metro cuadrado, mientras que el resto se pagaría a razón de 100 pesetas el metro cuadrado. Este solar perteneciente a la Huerta de “La Torrecilla”, fue “donado” por Don José León a la Obra Nacional, si bien por cada metro cuadrado, recibió una compensación de 7

El Barrio León


pesetas, lo que le supondría unos ingresos de aproximadamente de diecisiete mil duros entre una cosa y otra, ya que la configuración de la Barriada se ejecutó siguiendo el plano original que el Sr. León tenía estudiado con el fin de seguir construyendo en esa parte de la Huerta.

La construcción, de 90 metros cuadrados +, estaría definida como de dos plantas, y cubierta de tejería árabe a tres y cuatro aguas. En su interior disfrutan de Salón Comedor, Cocina-despensa, Sala de Estar, Aseo, Lavadero y Patio. Todo ello en una magnífica y bien cuidada Planta Baja. En la Planta alta, espléndida balconada y ventanales que la favorecen con una luminosidad y ventilación; tres dormitorios y Baño completo. Una auténtica delicia, principalmente para aquellas familias que los disfrutaron por primera vez y en época tan necesitada de una vivienda digna, aunque a decir de muchos “demasiado lujo para aquellos años en

El Negocio

El Barrio León


los que, desgraciadamente, muchos españoles del Barrio León así cómo del resto de Triana, tanto de izquierdas como de derechas, no tenían donde pasar, mediana y dignamente, la noche”.

Las Casas Baratas Así mismo se desconocen las causas del por qué en las confluencias de las calles Llana, actual Nuestra Señora de la Salud, con calle Batán, y calle Azucena con calle Barbacana, se edificaron, con variación en el Plan original, unos bloques de viviendas comunitarias guardando más o menos el mismo o parecido estilo. ¿Recomendaciones “in extremis”? ¡Dos niveles dentro del marco de la Vivienda de renta reducida? Sea como fuere, el lugar elegido para la mencionada construcción sería la parte E del Barrio, o lo que es lo mismo, la suerte de Huerta que existía entre la actual calle Dolores León y la lindante con la actual Avenida de Alvar Núñez. Avenida esta, pendiente aun desde 1.942, fecha en la que por el Exmo. Ayuntamiento de Sevilla se dice: “Hay que estudiar la fórmula de darle una auténtica y

El Barrio León


armoniosa morfología urbanística”. (Cuarenta años después aun estoy por que ello se haya realizado). Por su lado N lindaría con la parte trasera del complejo edificio de la Huerta “La Torrecilla” y por el S con la que más tarde vendría en ser llamada Barriada de Los Ángeles. Por razones que, aun se desconocen, aunque también pudiera haberse debido a una coincidencia de fechas, se puso la primera piedra el 8 de Diciembre de 1.937 (Día consagrado a la Inmaculada). Como dato llamativo habrá de ser reseñado el que recoge la página 240 de la Obra “Sevilla en la vida Municipal”, y según el cual “, “El día 9 de Diciembre de 1.937, El Cardenal Segura procede a la Bendición de los terrenos situados en la “Barriada León”, donde se va a construir por iniciativa del General Queipo de Llano, y dentro de su programa de construcción de casas baratas, un grupo de 146 viviendas destinadas a inválidos, empleados y obreros”.

La Maqueta

La primera piedra

El Barrio León


Pero no se detiene ahí la información generada por este acontecimiento ya que en la página 188 del Diario ABC de Sevilla, se reseña con una fotografía cómo en esa fecha el General Queipo de Llano, visita una maquetación a tamaño real de las casitas a construir en el Barrio León. En otra reseña escrita, se lee: “En el Barrio León de Triana, se ha colocado la primera piedra de una serie de casas para inválidos, obreros y empleados, continuando así la admirable labor social emprendida por el General Jefe del Ejercito del Sur. Se edificará también una Iglesia, “donación” de la Empresa Constructora, bajo la advocación de San Gonzalo como recuerdo al General Queipo de Llano.

Fue bendecida la obra comenzada por la

primera autoridad eclesiástica. El acto revistió gran solemnidad asistiendo numerosísimo público el cual ovacionó al Glorioso General.

La Bendición

Queipo

El Barrio León


A la Bendición que fue realizada bajo un carácter de fiesta en el Barrio, asistieron el Doctor Arquitecto ejecutor de la obra Don José María Ayxelá Tarrat, en unión del Constructor Don José María Padró. El Presidente de la Gestora Municipal, el militar Don Ramón de Carranza y Marqués de Sotohermoso, el Gobernador Don Pedro Parias, el Presidente de la Diputación Provincial de Sevilla Don Joaquín Benjumea, y un largo etc. de autoridades que, cómo es natural, siempre acompañaban al General en acontecimientos semejantes. Todos encabezados por el Señor Cardenal y por el conocido popularmente como “Padre Miguelito” Canónigo de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana. El lugar estaba presidido por un gran altar adornado con macetas y plantas así como flanqueado por banderas nacionales y de Falange. Pancartas en las que en grandes letras se leía: Viva Franco, Viva el General Queipo de Llano, encontrándose otra aun de mayor tamaño, en la que se podía leer: Viva España; ocupando esta el lugar de paso en dirección a las ya establecidas calles del Barrio León; la elegida habría de ser la central y que actualmente enlaza la Plaza de San Gonzalo con calle Regla Sanz mediante la calle Clavel. El acto fue amenizado con la presencia de las bandas de música Municipal y de la FET y de la JONS, así cómo el Batallón Infantil de las escuelas de San Jacinto, los cuales desfilaron acompañando en formación a la destacada presencia del Frente de Trabajo de la Falange, que lo hizo con picos y palas en admirable espíritu y marcialidad.

Flechas y Pelayos

El Barrio León


Desde la Tribuna al efecto, y tras la Bendición del terreno y la colocación de la primera piedra, tomó la palabra el General Queipo de Llano. A continuación lo harían el Coronel Auditor, el General Don Francisco Bohórquez, Director de la obra, el Párroco de Santa Ana en su nombre y en el del Cardenal que hubo de ausentarse debido a otros compromisos y deberes, cerrando el turno de discursos la Señorita Manolita Martín, (de mantilla) miembro de la por entonces Peña Cultural, en representación del Barrio. La Señorita Martín iba acompañando a la hija del General Queipo de Llano, que también asistió al acto. Al final, aplausos, aclamaciones, los himnos de la Falange y España con el consiguiente saludo a brazo alzado, para terminar con lo que el Barrio consideró su Verbena, y para la que se había organizado por la mencionada Peña Cultural Española, carreras de cintas, en Bicicleta, carreras de sacos así como Baile y una gran Tina con agua donde los mozos participantes habrían de coger una manzana con la boca, y sin hacer uso de las manos para obtener el premio ofrecido.

El plano

El Barrio León


Las obras de “Las Casas Baratas” durarían aproximadamente tres años no sin sufrir algunos retrasos debidos a los problemas que les acarrearon, durante ese periodo de tiempo los estragos propios de la Guerra Civil.

La Barriada quedaría felizmente terminada y entregada en la primavera del año 1.940. La Barriada “Las Casas Baratas” como fueran conocidas en Sevilla todas las construcciones realizadas bajo el patronazgo de su misma titulación (Patronato de casas baratas), en el caso que nos ocupa, desde sus orígenes presentó y presenta, ahora ya con las reformas urbanísticas que disfrutan gracias al esfuerzo de la Asociación de Vecinos del Barrio León, un aspecto envidiable en todos sus órdenes. Su trazado cómodo, tanto para el tránsito peatonal como rodado, su tranquilidad, su luminosidad por ser la morfología de niveles horizontales bajos, hacen de esta parte un lugar en el que al igual que todo el conjunto del Barrio, el mundanal ruido brille por su ausencia. Todo ello en armoniosa conjunción con el aroma de los naranjos durante todo el año, y la simetría de sus calles (gracias Sr. León por tan magnifica visión urbanística), hicieron posible el que la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles), lo eligiera

La construcción

El Barrio León


para que sus afiliados, primero acompañados por un Monitor y más tarde solos, se ejercieran en ese difícil aprendizaje de caminar sin ayuda. Carente de comercios, oficinas o talleres, a excepción de una Peluquería allá por los años setenta, instalada en la calle Clavel, así como en la actualidad algún que otro negocio dedicado a Pastelería, Cafetería, Estanco, Flores, en la margen asomada a la Avenida de Alvar Núñez, y el Almacén de aceitunas, antigua Fábrica de losetas de la que al parecer era propietario el Sr. León, el cual consiguió, para sus fabricados, hacer un pozo-noria de donde extraía suficiente agua. Esta parcela está ubicada en la orilla izquierda de la calle Dolores León. El resto es vivienda, aunque ya y en un porcentaje bastante elevado, los actuales propietarios le han ido despojando de aquel sabor original que, como dije en otro apartado, se respiraba al principio. De todas formas, la evolución a todos los niveles hace que los seres humanos busquemos siempre una mejor calidad de vida…

En el Barrio León, cómo en cualquier otro núcleo de población, las reformas siempre estuvieron a la orden del día, fuera la época que fuere, sobre todo cuando a la nueva casa se

El Barrio León


llega con una carga familiar superior, a la que esta es capaz de dar cobijo en cualquier tipo de construcción. Un servicio del que el Barrio León adolece, como tantos otros de similares características, y hasta la Sevilla misma, según recoge una reseña de la página 279 de la obra, “Sevilla en la Vida Municipal”, es el Alumbrado. En esos años de la década de los Treinta, el Alumbrado Público de Gas se está sustituyendo paulatinamente por el Eléctrico, por lo que no sólo las familias sino hasta el mismo Ayuntamiento trabaja afanosamente buscando el resultado más efectivo acopiando material después de un estudio ante ofertas por parte de las diferentes Suministradoras.

En general, el problema estriba en que en aquellas calles en las que se ha llevado ya la sustitución y por causa de la

El Barrio León


aún escasez de fluido, la oscuridad es casi total, por lo que el Ayuntamiento pide a los ciudadanos dejen las ventanas de sus casas así como las puertas de la calle abiertas con objeto de que la luz de ellas se refleje hacia fuera y poder transitar por la noche.

En aquel año de 1.937, y una vez estabilizado, comercialmente, el Movimiento Nacional, algunos de los precios con que contaba la sufrida ama de casa eran estos: Pescadilla 2.10 pesetas K. Acedías 3.15 “ Sardinas 1.15 “ Tomates 0.30 “ Patatas 0.45 “ Limones 7.00 “ Uvas 0.50 “ Sandía 0.50 “ Como dicen algunos en ese vano intento de enmascarar la verdad “la necesidad obliga”, también por esa fecha, como es “natural” aparece la, mal llamada, en este caso, “picaresca humana”. En esta época se sufre lo indecible por culpa de este mal, ello lo recoge perfectamente un apartado que, con el título de Subsistencia, se encuentra en la página de información número 266 “Sevilla en la Vida Municipal”, y en la que se puede

El Barrio León


apreciar cómo ya en Junio de 1.939, la falta de alimentos se fue haciendo notar entre la ciudadanía, por lo que el Gobierno Civil se tuvo que emplear a fondo para evitar que los vivos sacaran tajada de la situación. El Servicio del Laboratorio Municipal se empleaba a fondo por lo que eran muchos los comerciantes multados por adulterar productos tales como: el vino, la mantequilla que la mezclaban con sustancias grasas coloreadas artificialmente, el café que lo mezclaban con malta vendiéndolo como café solo, la pimienta molida que la mezclaban con féculas, y el pan, que lo fabricaban con toda clase de harinas extrañas. En cuanto a la leche, era adulterada empleando procedimientos de lo más repugnante ya que era mezclada con orina para poder así alcanzar la densidad exigida para su comercialización y venta… Es una época aquella en la que las reestructuraciones y reformas a todos los niveles, resaltan en los diferentes ámbitos de la Sociedad de Consumo. En ese mismo año, la Autoridad competente pondrá en marcha una nueva modalidad en las entradas a los espectáculos. Así y en los que se refiere a los Taurinos celebrados en la Real Maestranza, el de la Festividad de la Virgen de los Reyes, en cuyo cartel figuran: Pepe Mejías, Bienvenida, Rafael Vega, Gitanillo de Triana y Pepe Luis Vázquez, que tomaría la Alternativa, y en cuyo cartel también intervendría el Picador Curro Chaves, el precio de la localidad quedaría establecido de la siguiente manera: “Una cantidad para la Empresa. Una cantidad para la Contribución e Impuestos. Cinco por ciento para la Protección a Menores. Quince por ciento para el Subsidio al Combatiente”.

El Barrio León


El total de la localidad sería pues el resultado de la suma de los cuatro apartados. Nota: Sólo estarán exentos de pago los niños de pecho. Retomando el capítulo “NUCLEO INDUSTRIAL Y EMPRESARIAL”, y cumpliendo debidamente con lo prometido en él, haremos seguidamente una exposición de algunas de las Industrias y Empresas más relevantes o importantes asentadas en el Barrio desde sus comienzos. VENTA “VILLAPEZCUEZO”. En la actual Avenida de Coria, antiguo Camino a Tomares, en aquella época, y en el lugar que hoy ocupa la Peña Rociera y siguiente, existió entre los años 1.924 y 1.932, una Venta con el nombre de “Villapezcuezo”. El nombre le viene dado por la cantidad de gente que intentaba, consiguiéndolo en muchas ocasiones, mitigar su hambre a expensas del propietario. En ella se daban comidas a los obreros de la construcción del Barrio. Más tarde, en el año 1927, el Sr. Roque, propietario, ilusionado con una idea que le proporciona el Torero, ya retirado, y venido a menos, Enrique Vargas “Minuto”, y que en ese tiempo estaba recogido por la familia Lozano, cuya Vaquería se encontraba al final de la actual calle Angel Solanz en su margen izquierda, por el lugar que hoy ocupa la Barriada de Los Ángeles, y aprovechando la profundidad y anchura de su solar, por la ocupación de varias

El Barrio León


parcelas, monta una Placita de Toros de respetables dimensiones, contando con tres burladeros. Fue construida por un tal Eleuterio, de San Juan de Aznalfarache, y en ella estuvo formada una Escuela Taurina dirigida por “Minuto”, hasta que la Venta cerró por quiebra, quedando de ella una coplilla que decía: Bárrio León, la Taberna, grande que no cabe más, tiene una Plaza de Toros que le coge to el Corral. ¡Ay, Roque de mi alma! ya te lo decía yo. esa Placita de Toros va a ser tu perdición

En la actual calle José León Sanz, y a la altura del número 4 existió hacia los años 40, una Carbonería conocida por la de “Luisa y Alfredo”, personas de excepcional simpatía, y cuyo hijo de ambos también de nombre Alfredo sería Picador de Toros.

Recreación La Carbonería (ant. El Toril)

El Barrio León


Anterior a ella, el lugar era ocupado por unas dependencias del solar de la Venta, y por donde tenían entrada, al único Toril de doble cuerpo, los novillos que “Minuto” traía para la Placita de Roque. Enrique Vargas González “Minuto”, nació en Sevilla el 21 de Diciembre de 1.870. Habiendo debutado en la Real Maestranza Sevillana en 1.885, tomó la Alternativa en Madrid con

“El Gallo” por Padrino el día 30 de Noviembre de 1.891, y

quedando confirmado el 17 de Mayo de 1.892, cediéndole el toro el famoso “Lagartijo”, y acompañado por otro famoso: “El Espartero”. Poco duró su afamada trayectoria pues su retirada sería definitiva y en condiciones no muy óptimas, el día 22 de Octubre de 1.900. Mucho debió sentir el Sr. Roque la muerte de “Minuto” sucedida el 20 de Junio de 1.930 en Triana. La familia de Lozano (José Lozano Jiménez), a la que me he referido anteriormente, poseía una Vaquería que fuera de sus padres a principios de siglo ya que le compraron a la

“Minuto”

El Barrio León


familia León a finales de 1.918, una suerte de tierra para la cría de ganado. Con estos datos y con los que se desprenden de los que figuran en las escrituras otorgadas por la Compañía Mercantil “Promotora de Construcciones Los Ángeles, S. A.”, a los compradores de pisos y locales en la Barriada del mismo nombre, se puede apreciar hasta donde llegaba la inmensa “Huerta de La Torrecilla”. Aquella venta se realizó con un precio acordado previamente entre ambas familias, a razón de 5 pesetas el metro cuadrado. A excepción del pozo que tenía el Jardín de la casa-vivienda de Don José León, el único otro pozo de toda la Huerta estaba en la propiedad de la Familia Lozano, por ello, cuando comienzan a llegar los primeros compradores de parcelas dispuestos a construir, él también pone su agua en venta, cobrando 5 pesetas al mes con un límite de cubos para el consumo diario. Asimismo, la venta de la leche comienza a realizarla entre los nuevos residentes, vendiéndola al precio de 40 céntimos el litro. En la imagen se puede apreciar a Lozano y su hija, con la Vaca que en el año 1.950, le compraría a Don Felipe González, padre del que fuera Presidente del Gobierno, el cual y por aquellas fechas era dueño de una importante Vaquería en la cercana

Bellavista. Obsérvese que aun no se ha comenzado a levantar la Barriada de Los Ángeles. Las obras que se ven al fondo se corresponden con las de la Barriada de San Gonzalo (Tardón) y la Barriada de El Carmen.

Me comentaba un día: “Con esta Vaca, y a diferencia de las otras que he comprado me siento, algo así, como más importe”.

El Barrio León


LA FÁBRICA DE OROZUZ. Hasta el año 1.948, en que desapareció por falta de material prima, tuvo gran actividad en un solar al final de la actual calle Regla Sanz, en su margen derecha, y desde el siglo pasado Tejar de Don Manuel Carriedo, una Industria dedicada a la manufacturación de la raíz del Orozuz, más conocido como “Paloduz” o Regaliz. Hacían recolección de raíces en el Cortijo del Aceitero, la Vega y en las cotas bajas del “Terraplén”, lindante con las huertas a todo el largo de la actual Autovía de enlace con San Juan de Aznalfarache. Una vez realizada la manipulación (limpieza, selección y desmenuce), se enviaba a las Industrias Tur de Zaragoza, quien lo exportaba a Francia e Italia entre otros, aunque su principal comercio lo encontraban, dada su calidad muy superior a la de la Mancha, Aragón y otros puntos de Andalucía, en los Estados Unidos, concretamente con las Industrias KAMEL, ya que con el Orozuz se produce a nivel tabaquero un producto denominado “salsa” con el que se le da sabor al Tabaco en su modalidad de cigarrillos. En opinión de Don Mauricio Tur, prefería las raíces de Orozuz de esta tierra trianera por ser, a su juicio, la mejor encontrada hasta entonces. La producción fue en decadencia cuando las tierras fueron absorbidas por las dedicadas al cultivo de cereales, y más tarde a la creación de núcleos urbanos. Durante esa década de los años Cuarenta pagaban la recogida de las raíces a 15 céntimos el Kilo. Ello servía de ayuda a algunos jóvenes, ya que la empresa admitía la cantidad aceptable que de forma particular pudieran recoger.

El Barrio León


Hoy día, continua existiendo una Fábrica semejante en la localidad de Cabaña de Ebro (Zaragoza) la cual sigue manipulando la raíz de Orozuz, al tiempo que, entre otros productos, sigue fabricando la entrañable barrita “Zara” nombre escogido, por cierto, de las dos primeras sílabas de la capital Aragonesa. LA FÁBRICA DE TINTAS “ONIX”. En plena guerra civil cayeron algunas bombas, por no decir bastantes, en el Barrio. Una de ellas causó grandes destrozos en la Fábrica de Tintas que, con el nombre de ONIX, existía en el número 3 de la calle José León. Considerada a nivel nacional como la de mejor producción y calidad en Negro, se vió obligada en el año 1.939, tras su imposible recuperación, a trasladarse a una nave situada en

terrenos del Patrocinio con fachada a la antigua carretera Sevilla-Huelva, de donde más tarde, al parecer, desapareció con motivo de la reforma que Obras Públicas realizó para la Exposición Universal de 1.992.

El Barrio León


Según Don Ramón Torné Santamaría, Jefe de Administración de Tintas ONIX, la materia prima la traían de una de nuestras colonias en Guinea, gracias a un intercambio con la exportación de aceitunas desde sus almacenes ubicados en la cercana localidad de Dos Hermanas en Sevilla. La Fábrica pertenecía a Don Guillermo Serra Pickman, siendo, al parecer, su principal accionista la Señora Marquesa de Ibarra. LA FÁBRICA DE MUEBLES. En la misma calle José León números 1 y 3, pero en el año 1.959, se estableció una gran Empresa dedicada a la fabricación y diseño de muebles y Decoración de Interiores, con el nombre de BAÑOS VACCARO. La nave dedicada a la fabricación fue la misma que ocupara años atrás TINTAS ONIX, encontrándose con la coincidencia de que esta Empresa también hubo de cerrar trasladándose a un Polígono Industrial de la carretera Sevilla-Utrera, por haberse declarado un voraz incendio el día 22 de Julio de 1.980, dejándolo todo destruido, así cómo seriamente dañadas parte de algunas viviendas colindante. Los materiales almacenados como plástico, resinas, y barnices incendiados, dieron lugar a que el Barrio y durante unas largas y agobiantes horas se encontrara envuelto en una espesa nube negra que por causa de un leve viento del O, y cubriendo “La Casas Baratas”, llegaría hasta las altas azoteas del la Barriada de San Gonzalo (Tardón). La imagen espeluznante del incendio ya la dejamos anteriormente expuesta gráficamente en algunas imágenes anteriores.

El Barrio León


Las calamidades sufridas durante la Guerra Civil Española, dejaron honda y dolorosa huella en el Barrio León debido a su proximidad con la Base Aérea de Tablada, la cual se vió acosada por incesantes bombardeos. Algunas de las bombas lanzadas con un desgraciado cálculo erróneo, al final de 1.937, vinieron a caer sobre este núcleo de población. Una de las más importantes, por su gravedad, fue la que aconteciera al caer en el interior de una casa de la calle José León; la casa conocida como la del “Teniente”. La bomba estalló en los lavaderos cuando en ellos se encontraba una Señora mayor con su hijo y su nieto, los cuales perecieron en el acto. En la misma calle José León (que desgracia de calle), y en la puerta de la Familia Gavira, (propietarios del Obrador), cuya casa fuera con anterioridad de la Familia Parra, otra bomba acabó con la vida de uno de sus hijos que se encontraba jugando. Verdaderamente fue castigado el Barrio. Paca Díaz, la hija del Capataz como fuera conocido su padre en el Barrio, recordaba cómo en aquellas fechas y durante la construcción de las “Casas Baratas”, de cuyas obras junto con las de la Iglesia de San Gonzalo su padre era el Encargado, una bomba cayó en la zona que hoy es confluencia de la calle Azucena con calle Clavel. Allí se encontraban trabajando en una zanja dos hijos de una Familia que era conocida como la de “Los ojos”, los cuales quedaron destrozados. También en la Plaza de Anita se vivirían momentos de angustia cuando una de las bombas le arrancaba una de sus piernas a una mujer, mientras que otra bomba cercana hacía que perdiera la vida otra mujer que, vecina del Patrocinio y conocida como: “Dolores la

El Barrio León


Capillera”, había venido a visitar a su hijo el cual después de casarse se había quedado a vivir en el Barrio. Uno de los días de estos bombardeos, recordados por mi amigo Julián “El Sastre”. El apodo cariñoso le viene porque era Sastre del Ejército de Aviación y, que caramba, que le tengo un cariño especial porque me confeccionó mi “Media Etiqueta de bodas”. ¡Mi cariño Julián donde quiera que te encuentres…! Pero vuelvo a lo que estaba comentando, y disculpe mi querido amigo lector pero, es que con la edad me he vuelto aun más sensible. Bien a lo que íbamos: Sería el 24 de Enero de 1.938. También, y sin poder evitar la emoción, mi amiga Gracia, la cual continua viviendo, y la podrás recordar, amigo lector, porque es la que está caminando ante la puerta del Obrador-Panadería de Becerra en la imagen recogida en la página 33. Disculpa, y vuelvo de nuevo. Gracia, continúa viviendo en la casa del “Teniente”, y aquel día de visita me apuntaba: “Fueron muy crueles con los bombardeos ya que no contentos con las víctimas, dejaron el Barrio con muchos y serios desperfectos en calles y viviendas”. Con un pesar muy hondo me contaba Gracia cómo en la puerta del actual número 16 de la calle José León, también una maldita bomba se llevó a su amiga Concha “la Tortera”, natural del Turruñuelo y que venía al Barrio con una canastilla vendiendo tortas, siendo por lo mona que era el mejor momento para los obreros que construían las “Casas baratas”, y a los que visitaba también dada la aceptación que tenían sus productos caseros entre los que allí trabajaban. A partir de esas fechas, el Ejercito del Aire puso en marcha un sistema de vigilancia Aérea. En la imagen gráfica se puede apreciar el Avión FIAT CR-10 que ejercía esa función en la primavera de 1.938. Lo pilotaba un tal Miguel que no era de

El Barrio León


Sevilla, pero que le cogió en esa Base a la que había sido destinado con el fin de vigilar la zona. En ese mismo año, y para la citada anteriormente Plaza de Anita, se procede al estudio y construcción de un Refugio Antiaéreo con una capacidad para 200 personas +. Lo proyecta el Arquitecto Don Francisco Pérez Vergari, y lo ejecuta Don Antonio Viola Cortés, en calidad de Contratista, y con un presupuesto aprobado por la Comisión de Defensa de: 23.094 pesetas.

Pasados los años el Refugio fue demolido en el primer lustro del año 1.960, no sin haber servido de distracción a la abundante chavalería por cuyas rampas de entrada se deslizaban cual toboganes con el consiguiente deterioro de las partes traseras de los calzones

de la época, así como de zapatos y zapatillas. Más de uno se llevaría algún que otro coscorrón al ser sorprendido ante tan “agradable” disfrute. En la primavera de 1.965 se acometieron las primeras obras de remodelación de la Plaza así como las de la Plaza de San Gonzalo.

Miguel

El Barrio León


También el Barrio vivió en el año 1.937 un episodio, a decir de Manolita Martín, en alguna medida, semejante al ya célebre acontecimiento de Mariana de Pineda. En esta ocasión y en el trozo de calle Regla León que cubre el trayecto entre Plaza de Anita y la calle Angel Solanz, sorprendieron a una mujer conocida como “Pepa la de Palacios” cuando ésta, en su casa, bordaba una Bandera Republicana. Caso este que, aunque constatado por José Jiménez Lozano, se desconocen las consecuencias que derivaron de semejante situación. Y como algunas espinas habrían de encontrarse en ese plantón de rosas que fuera la ardua evolución del Barrio, también por ese segundo lustro de aquellos años 30, se vivió un suceso que, con carácter pasional entre prometidos, aunque nunca pude conseguir una consecuente y exhaustiva descripción acerca de su desarrollo y motivación, hizo que aquella antigua casa número 18 ó 20 de la calle María Ortiz, fuera conocida como la casa de “las puñalás”.

No sería esta la única casa en el Barrio que fuera más conocida por el sobrenombre, dado algún acontecimiento doloso o festivo, ya que hasta pasada alguna generación, se recordarán aquellas de: “el Conde”, “las Pelotas”, “los Organillos”, “ la Nieve”, “los Polos”, “los Guardas”, “la Puerta Picá”, “la de la Pluma”, “la casa de Vecinos” aunque en

Las Puñalás

El Barrio León


el Barrio existían varias, y la casa del “Teniente” ya mencionada con anterioridad… Algunas de ellas casas de vecinos, que no Corral como en algunas ocasiones se le suele denominar, por lo que considero de algún interés exponer mi humilde opinión acerca de la diferencia que entiendo existe entre Corral y Casa de Vecinos. Existen tres modelos de conjuntos arquitectónicos habitados por una Comunidad Vecinal: El Corral original o primitivo es una especie de patio natural abierto, sin una Geometría estudiada, con suelo Terrizo, y rodeado por humildes cuartos que, en calidad de viviendas horizontales y diferentes alzadas disponen de cubiertas normalmente de Tejería. Es más tarde cuando nace otra modalidad de Corral. Este que, continúa disponiendo de patio abierto pero ya enlosado rústicamente y con una cierta Geometría, en el que las habitaciones-viviendas que lo flanquean están casi perfectamente alineadas. Ya disfruta de planta baja y alta con balconada frecuentemente de madera asomada al patio. Una planta alta cuyas habitaciones carecen de formas ordenadas y que continúan estando cubiertas por tejas o losas planas.

La Casa de Vecinos a diferencia del Corral es una Arquitectura que disfruta de “zaguán” al estilo de las casas

El Barrio León


particulares. El patio aunque continúa abierto está perfectamente enlosado y definido geométricamente, siendo generalmente de forma cuadrada o rectangular, al tiempo que carente, por lo común, de balconada, bien de madera o de mampostería. Las viviendas que componen el conjunto en su planta baja, tienen entrada por el patio, mientras que al acceso a las de la única planta alta se efectuará desde el pasillo interior con excepción de algún exterior, y al que se llegará por una escalera de fábrica construida en un discreto lugar del patio, al que asomarán las ventanas de unas habitaciones perfectamente distribuidas. Las habitaciones de arriba disfrutarán de una perfecta configuración ya que carentes de cubiertas propiamente dichas, hará que toda la casa se vea enriquecida con una azotea común para todos. Tres arquetipos genuinos del Barrio de Triana y sus nuevos núcleos de población, producto de la desaparición de un importante porcentaje de huertas y tejares a mediados de los años 50.

Casa vecinos

El Barrio León


FARMACIA Y LABORATORIO. Aun no se había terminado la que podría ser catalogada como Segunda Fase de la construcción del Barrio, cuando en la parcela en la que parcialmente esta ubicada la Peña Rociera en la Avenida de Coria e incluyendo la parcela anexa por su lado izquierdo, y a la derecha del desaparecido en los años 60, Bar Quijano, que primitivamente fuera el Bar-comestibles de “La Prima”, Don Aurelio Murillo, entre los años de 1.925 y 1.939, estableció el Almacén y Laboratorio dependiente de su Botica sita en la Plaza del Altozano. En ese edificio de portón y puerta de entrada principal para el acceso a la parte de arriba estaba instalado el Laboratorio. También tenía almacén en la parte de abajo. El motivo del portón era debido a que en esa parte baja, la trasera que se comunicaba con la calle José León, Don Aurelio la dedicaba a cuadras y cochera. Entre comienzos de la década de los

40 y hasta bien entrados los 60, aquel número 16 de la calle José León, y con el que se encontraban comunicadas cuadras y cochera, sería el Obrador y Despacho de Pan de “Becerra”. Este Obrador y Despacho “La Panadería” como era conocido en aquella época, se lo compraría José Becerra a dos socios. Uno de ellos sería Fernando Polvillo el

cual tras su venta y haber instalado un nuevo Obrador en el Cerro

El Barrio León


del Águila, llegaría a ser el propietario de la popular “Cadena Polvillo”. A la muerte de Don Aurelio, Don Enrique Murillo se hace cargo de aquella casa, la cual amplía al hacerse cargo de gran parte de la parcela de la ya mencionada Venta y más tarde Peña, en cuya parte superior de la fachada aun se puede leer: “Farmacia y Laboratorio de E. Murillo”. En ese edificio ya remozado, abre Farmacia al público en el mes de Abríl de 1.947; apenas había pasado el efecto de la gran arriada, quedando definitivamente cerrada el año 1.963, año este en el que se traslada a la localidad de Lora del Río en calidad de Catedrático. Una anécdota para el recuerdo de aquel Laboratorio y de Don Enrique, es la de que éste le pedía a la chiquillería del Barrio le llevara las culebras y lagartos que cogieran por aquellos campos y huertas de Labor, ignorándose, aunque ciertamente se suponía el destino de los mismos. En la imagen gráfica de la página 33 se puede contemplar la parcela que ocupaba. FABRICA DE PARAGUAS. El Barrio no ceja en su empeño de que una parte importante de él siga siendo Industrial. Todo son facilidades para el montaje de empresas. Ello repercutirá favorablemente en una mano de obra necesaria para un sector de la vecindad. Otra Fábrica de cierta importancia, y que se constituyó en la calle Dolores León, fue la de Don Pedro Llach Lancha, y dedicada a la fabricación de paraguas. Llegaron al

El Barrio León


Barrio en Mayo de 1.950, y se vieron obligados a cerrar en el mes de Abríl de 1.969, por no poder atenderla en razón de unos largos años de angustiosa sequía para las necesidades de mantenimiento del Gremio.

Anteriormente, Fábrica y vivienda la tenían junto al lugar de la antigua Puerta de Triana, calle San Pablo esquina a calle Zaragoza. Un local, accesoria de su propiedad, parte de la misma finca, lo tenía alquilado para una Administración de Loterías, la cual era regentada por el famoso “Escamez”. Fue cerrada cuando se produjo aquel escándalo tan

tristemente singular que tantos sevillanos recuerdan y que nos

permitimos traer a grandes rasgos a esta páginas. El día 22 de Diciembre de 1.951, Sevilla se despierta con la suerte bañando la penuria de su cara. En el Sorteo de la Lotería de Navidad ha salido “El Gordo” con el número 2.704; ha caído en Sevilla, el cual se ha distribuido por toda la ciudad, en su mayor parte en participaciones que ha vendido la Administración de Loterías “La Europa”. Después de tantas inundaciones, de tantas familias desalojadas, y de tantísimas desgracias como han venido ocurriendo en nuestra ciudad, por fin la Diosa Fortuna se ha dignado visitarnos. El número está muy repartido, sobre todo entre la clase humilde. Todo en Sevilla es alegría esa mañana ante la maravillosa noticia pero…pasados los primeros momentos de euforia, y en la misma tarde del Sorteo, comienza a correr la noticia de que podían existir números de “El

Fábrica de Paraguas

El Barrio León


Gordo” falsificados; Y la alarma se fue intensificando a medida que se iban conociendo los detalles. El Lotero Señor Escamez había sido detenido y se encontraba en la Comisaría de la calle Peral, donde el Jefe de la B.I.C. (Brigada de Investigación Criminal), de dicha Comisaría Don Antonio González Serrano lo tenía sometido a interrogatorio. Según se va conociendo, Miguel Escamez se presentó en Comisaría a denunciar la desaparición de su empleado Manuel Barba Moreno de 31 años de edad, con domicilio en la Ciudad Jardín, y argumentando que tenía sospechas fundadas de que se había realizado por dicho empleado falsificación del número 2.704. El Señor Escamez tenía en realidad una Serie de “El Gordo” repartida en participaciones de Una Peseta (dos mil participaciones), y según él las que estaban en circulación correspondían a dos series (Cuatro mil participaciones). Por lo tanto eran 15 millones más los que habían tocado, sin existir la segunda serie. Manuel Barba se presentó en la Comisaría de la calle Monsalve, reconociendo que había hecho dos mil participaciones más en la misma Imprenta de Triana en la que hacía habitualmente las participaciones. Algunos vecinos del Barrio León y la Barriada de “La Dársena” fueron, según Manolita Martín, víctimas de tan lamentable a la vez que amargo engaño. FABRICA DE MARMOLES. La riqueza Industrial de un Barrio de tan escasas proporciones, la especulación del suelo, y la necesidad de nuevas viviendas, fueron haciendo desaparecer las “grandes” superficies industriales existentes. Hay que tener en cuenta que, si en los años

El Barrio León


30 hay una población de 1.600 personas, en 1.960 ya se contabilizan 2.648 vecinos censados, más un, aproximadamente, centenar de personas en calidad de arrendatarios por ser

inmigrantes que en esa época vienen a trabajar a Correos y Telégrafos, Telefónica, y aquella entrañable Hispano Aviación que desde 1.939 hasta 1.975, tantas alegrías dio al Barrio en todos sus órdenes siendo las más importantes la mano de obra, así

como el orgullo de saberse del barrio que, en su calle San Jacinto se producían nada más y nada menos que los primeros aviones. Que momentos imborrables en el fondo de muchas memorias recordando aquellas mañanas en las que los 1.500 obreros esperaban el sonar de la sirena, famoso “Pito de Aviación”, para su entrada a la Fábrica. Un sonido que, a decir de Julio Macías en su artículo “La Hispano Aviación, S.A.”, y en la página 54 de la Revista Triana de 1.988, no sólo despertaba a la gente del Barrio, sino que su zumbido cubría toda Triana llegando mucho más allá del Puente. Serán por esas razones expuestas anteriormente

por lo que desaparece una importante Fábrica de Mármoles que ocupaba desde el año 1.950, el antiguo solar y naves de la Fábrica de Orozuz.

Antigua Barrada

Cooperat. Triana

El Barrio León


Mármoles Nicasio Pérez fue cerrada y vendida para que unos años después (década de los setenta) se construyeran los modernos bloques de la Cooperativa Triana. A finales de ese mismo año y colindante con la Fábrica de Mármoles, por el lado que daba al “Terraplén”, se instala una numerosa familia en unas medio destruidas paredes. Mariano, cabeza del Clan y tratante de ganado por las ferias entre las que se encuentra la que se realizaba en los terrenos de la Dehesa de Tablada, denuncia en el Cuartelillo de la Guardia Civil, en la calle Pagés de Corro, la desaparición de la máquina de coser de su mujer, la cual junto con otros miembros de la familia, aprovechan los días de sol para realizar labores a la puerta del chamizo. No pasaría desapercibido el caso en el Barrio, ya que la citada máquina fue recuperada al haber sido descubierta en una de las chabolas del “Barrio Máquina”. Como dijo Julián “El Sastre” ¡A buen sitio vinieron a robar! Este llamado “Barrio Máquina”, era una formación levantada a base de chabolas y casuchas, con maderas, cartones y techos de chapa, en el antiguo

Tejar del Mellizo, lugar que hoy ocupa el conocido Colegio Elena Canel, en la Avenida de López de Gomara, y frente al recién creado Barrio Voluntad. Unos terrenos cuyo propietario era Don Manuel Alonso, más conocido por “Pestaña”. Un suburbio que, levantado en 1.936, se obligó a

desaparecer por parte de la Autoridad Municipal allá por el año de 1.952. Anteriormente hubo allí un campo de Fútbol denominado

Campo de los Presos

El Barrio León


por los aficionados como “El Campo de los buenos amigos”. Curiosamente el terreno frontero a este terreno lo ocupaba un gran solar en el que se encontraban recluidos prisioneros de la guerra; el lugar era conocido como “El Campo de los Presos”. En aquel núcleo estaban establecidos gran cantidad de delincuentes con exposición a la calle de todos los objetos que robaban: carrillos, triciclos, bicicletas, herramientas, máquinas de coser y toda clase de utensilios domésticos. Fue la cantidad de denuncias presentadas lo que hizo al Ayuntamiento tomara la determinación de hacerlo desaparecer. Pero no todos han de ser recuerdos para las grandes industrias y empresas. También el Barrio tuvo una riqueza excepcional en muchos comercios, servicios y profesionales que tenían excepcionales atenciones para con la vecindad. Entre los años 1.950 y 1.986, hubo establecido en la calle José León Sanz, 3 acc. Un taller de reparaciones de Calzado conocido popularmente como la “Zapatería”. Su único Zapatero remendón era Jacinto. Nos hemos permitido traerlo a esta modesta obra, y en primer lugar, por la Humildad y Bondad que siempre leí en su mirada. Por tratarse de una persona llena de amabilidad y cariño hacia todos cuantos vecinos

Jacinto

El Barrio León


requerían de sus servicios y favores. En el Barrio León como en tantos barrios de tantas ciudades en épocas semejantes, todos cuantos se dedicaban al Comercio tenían la famosa “Libreta” para ese pago aplazado y conocido como la “Dita”. Pues bien, también el bueno de Jacinto la tenía aunque ya te puedes imaginar, amigo lector, el valor de los pagos pendientes en sus apuntes. Exactamente igual ocurría con un hombre, también un tanto especial y con cuyo recuerdos doy gracias a tantos otros que no sólo hicieron grandes sus personas, sino que en tiempos tan difíciles ayudaron desde sus atenciones tras el mostrador, a que todo rodara en armónica y saludable convivencia. Su nombre: Rafael. Dependiente de una Droguería instalada en la calle José León, padre de la que llegaría a ser famosa Cantante de Ópera, Pepita Vázquez. El propietario de la Droguería se llamaba Ramón Sempere, no obstante el establecimiento siempre fue conocido como la “Droguería de Rafael”. Abierta al público a primero de los años 40, ocuparía el mismo lugar en el que al principio estuvo uno de los talleres de Peinetas más importantes que tuvo el Barrio y de las que se recuerda la gran fama que obtuvo en el gremio. Años más tarde en la década de los 60, Rafael montaría su propio negocio de Ferretería en un local que en los años 20, fuera una de las primeras tabernas, y que tras varios negocios, sería donde se establecería por primera vez la Hermandad de la Virgen del Rosario, Capilla incluida, hacia los años 80. Y como no traer al recuerdo la importancia que en aquel entonces, evidentemente, tuvieron las alpargatas.

El Barrio León


Corren los años 40, y ese tipo de calzado, necesidad de la época, se fabrica en una casa-taller de la calle Enrique León “Calle Estrecha”, justo a la izquierda de la casa del autor ya de casado.

“Las Alpargateras”, como es conocida la familia que las confeccionan tiene a gran parte de Triana con los pies cubiertos, eso sí elaboran un único modelo por tratarse, de un producto absolutamente artesano. En aquel número 13, ellas ocuparían una parte de la planta alta donde también tendrían la vivienda, mientras que en el bajo, Severiano, guarda muy

celosamente su “Pianola” u “Organillo”. Cuidado con todo esmero, cada día lo sacaba a la calle haciéndolo funcionar gracias a las vueltas que con sus manos le daba al manubrio o manivela. Sobre una plataforma con dos ruedas y tirada por el mismo, deleitaba el ambiente derramando por todos los rincones las notas de unos pasodobles que, a la postre, serían su medio de sustento diario.

La casa del autor

La Pianola

El Barrio León


También la calle Enrique León, habría de aparecer con una triste efeméride ya que en ella y en su número 6, viviría en la década de los años 40, aquél Currito “El Tranviario”, desafortunado Conductor del Tranvía número 180, en su

recorrido: Magdalena-Altozano-Pañoleta-

Camas, que el día 23 de Abríl del año 1.943, arrollaría con su Unidad el Paso de Palio de la Virgen de la O. Este hecho sucedió a la altura del actual Restaurante

Casa Manolo en la popular calle San Jorge, por culpa de la velocidad que tomó el Tranvía en ese desnivel existente cuando se baja desde el Puente de Triana al Altozano, y el cual no pudo ser bien frenado debido, posiblemente, a la cantidad de cera derramada sobre los raíles. Detenido durante veinticuatro horas, fue puesto en libertad al quedar reconocido que se trataba de una buena persona, solvente en su labor como Conductor, y además carente de antecedentes penales. Recuerdo que me contaba mi tío Pepe que, algunos años salió con él en la Cofradía aunque no en el mismo tramo ya que él salía de Nazareno con Cirio, mientras que Curro lo hizo de Penitente y arrastrando un trozo de gruesa cadena la cual

El destrozo

El Barrio León


llevaba enganchada a sus tobillos, en señal de arrepentimiento por el daño que, involuntariamente, había causado a su Virgen. Aunque por razones familiares me ví obligado a abandonar mi Barrio y en la actualidad resido en la calle Asturias, a un tiro de piedra, comprenderéis que no deje de pasear por sus calles casi diariamente. Y fue en uno de esos paseos que me encontré a un amigo de la infancia que, sabiendo de este trabajo, me recordó algo que se había quedado en el fondo de mi baúl. Me despedí de él y seguí el paseo recordando los momentos comentados. Mis pasos se encaminaron hacia la esquina en la que en su lado de calle Regla León tuvo anteriormente una Verdulería un buen amigo de mi Familia, y mío, naturalmente, como es Pepe “Bigote”. En esa parcela vivió Valentín Servio, Maquinista de RENFE y hombre versado y amante de las narraciones fabulosas. Estuve allí, frente a la fachada un buen rato mientras acudían a mi presente aquellos momentos de algunas tardes en las que en su casa nos relataba historias épicas relacionadas con su trabajo en los ferrocarriles; De cómo logró en una ocasión detener su Máquina “Dorita”, como el la llamaba, antes de llegar a un puente desde cuya entrada le hacían señales de peligro. De edad bastante avanzada, pelo canoso al igual que las puntas de su Blanco bigote, no dejó ni una sola de aquellas tardes de referirnos la aparición de dos frailes que siempre caminando juntos, pasaban por delante de su casa cuando aún en el Barrio sólo se habían ocupado algunas parcelas en lo que sería la entrada del Barrio, por aquel entonces “Barriada de la Torrecilla”, y entre las que se encontraban la actual que hoy ocupa “Casa Casimiro”, y que en principios fuera de Salvador Fernández el Constructor. Aquel relato nos ponía la carne de gallina dado el énfasis con que lo relataba y el realismo con que lo escuchábamos

El Barrio León


pues aseguraba que aquellos frailes de capa y capucha, calzando sandalias, caminaban siempre y a la misma hora en dirección al caserón de la Huerta “La Torrecilla”, haciéndolo muy despacio y hablando en un idioma que a él le quiso parecer siempre que era Italiano. No quisiera dejar pasar la ocasión sin recordar, aunque sólo se a grandes rasgos, a Casimiro. Un gallego que se vino a Sevilla con 15 años, allá por el año 1.938, para sufrir lo indecible, según me contaba hace ya bastantes lustros. Seis o siete años después de su llegada, se viene a Triana, concretamente al Barrio y justo frente a mi casa, a la Taberna Bodega que anteriormente fuera de “El Sevillano”, en la calle Regla Sanz número 8. Cinco años más tarde le compra a Juan el local donde éste, también tiene un Bar, en la Avenida de Coria esquina a calle Dolores León, y en el que continúa su hijo Fernando. Por aquellos años abundaban las tabernas en las que por la noche se

encendía la afición al cante Flamenco. De entre ellas destacaba su casa junto con la Taberna de “La Parra”; esta estaba ubicada al fondo de un Corral con el mismo nombre hallándose rodeada de talleres. Cincuenta metros más hacia el O era donde el Tranvía giraba en dirección a San Juan y los

siguientes pueblos. También hay que recordar a la citada Taberna de la Torrecilla, ya mencionada y otra de mucha solera que en la calle María Ortiz era conocida como la de “Cuatrovientos”.

Casa Casimiro

Pescadería Ramón

El Barrio León


Aunque con un carácter ciertamente anecdótico, he sentido la necesidad de dar a conocer o recordar al Barrio, como en él y en esa calle “Estrecha”, que hay que ver lo que ha dado de sí la calle, y en su número 14, vivió una Señora llamada Trini, la cual aprovechando que criaba a uno de sus hijos, y que la Madre de una niña sobrina suya no tenía leche Materna, la crió a ella también. Aquella niña que, Folklórica y Cinematográficamente llegaría tan lejos como de todos es conocida su trayectoria, el mundo artístico la llamará: Marujita Díaz. Hay sentimientos que, con ese carácter anecdótico se pueden traer muy bien a estas páginas con el fin de dar a conocer el temperamento apacible de un sector de la sociedad en años tan difíciles. Para ello, basta recordar una tabernita que, conocida como la de Juan Manuel Agudo, existió en la calle Angel Solanz, y sobre la que “Andrés el Taxista” me contaba: “Era un forofo del Dominó. Se pasaba todo el día jugando con los parroquianos, y cuando algún cliente le pedía algo para beber, le decía: Despáchate tú mismo; y al ser requerido de nuevo para el abono de la consumición, respondía: “¡échalo al cajón!”. Una penúltima curiosidad anecdótica, y con ella cierro este capítulo, aunque nunca se sabe… Transcurren los años cincuenta, y mi padre que, por aquella época trabaja con Antonio Martínez González, ha de desplazarse hasta las canteras de Macael en Almería para traer una carga de aquel Mármol destinado a la construcción de la Universidad Laboral Sevillana. A través de la amistad que le une al Contratista Martínez, de Burguillos, éste le pide que se traiga a su hija a Sevilla; su hija es María Felisa Martínez López “Marifé de Triana”. Una niña que, aunque nacida en Burguillos, vive un tiempo en Triana, en la calle Alfarería, así cómo en Almería la tierra de su Madre Emilia López. Después de

El Barrio León


unos durísimos comienzos entre cuyos escenarios se encuentra el “Teatro Chino de Manolita Chen” que, como dice Carlos Herrera en sus trabajos “Historia de la Copla” en el Diario ABC.,”a quien tantos tienen un altarcillo en su alma”. Entonces Marifé tenía Quince años y muchos sueños que se cumplieron en Madrid. Entre los, en cierta medida, destacados personajes populares que tuvo el Barrio, me permito hacer referencia acerca de una caso curiosísimo, por su cercanía familiar; me refiero al sucedido en la Primavera del año 1.943. Con motivo de la preparación a la salida procesional de la Virgen de los Reyes, hubieron de ser reparados, entre otros enseres, los zapatitos del Niño de la Virgen. La reparación fue efectuada en los Talleres de Platería de Antonio Pérez Rivera, en la Sevillana calle Monardes. El trabajo y posterior acabado y pulido de tan delicadas joyas fueron realizados por el padre Político del autor de esta obra, Don Francisco Pérez Rivera. Las piezas las recibió en su casa de la calle “Estrecha” (Enrique León), con las medidas de seguridad propias de la época. No hace mucho tiempo, su esposa Doña Rosario Martín recordaba como esa noche los zapatitos durmieron bajo la almohada de su hijita (hoy mi esposa) la cual contaba tan sólo dos añitos de edad. Otro personaje digno de mención por haber nacido en el Barrio, aunque no conseguí nunca hacerle una entrevista, tal vez por su mucho trabajo, es el Fotógrafo Luis Crux,

El Platero

El Barrio León


y del que he podido recoger gracias A Don Miguel A. Yañez Polo, de la Sociedad de Historia de la Fotografía Española, en su trabajo para el Diario ABC, titulado “Cien Fotógrafos Sevillanos Ilustres”; el cual fue acompañado de una de sus fotografías, la cual reseñamos en la página número 38. “Nacido en 1.927, en el sevillano Barrio León, realizó estudios incompletos de arte

trabajando en su época juvenil con Serracer y Cubiles, si bien su maestría en el retrato

surgió en el Estudio del gran Fotógrafo catalán Guirau y de manos del discípulo sevillano de éste Rafael Muñoz. Crux es quizás el Retratista de estudio de más calidad en la actual Sevilla. Entre sus modelos se encuentran: La Reina de Albania, los Duques de Windsor, la Duquesa de Alba, el Marqués de Villapadierna, Samuel Bronston, la Reina Federíca de Grecia, la Familia Real Española y

un largo etc., de insignes personajes. (También las fotografías de boda de este humilde Cronista fueron realizadas por Crux). De natural artista estudió Bellas Artes en su madurez, habiendo expuesto en diferentes ocasiones. En la actualidad tiene su Estudio profesional en la calle Laraña”. Y si los padres y madres de aquellos años 50 las pasaban “canutas”, qué decir de los hijos que, a diferencia de ahora no podían permitirse el lujo de pedir unas perrillas para “chuches”. Por eso aquel día de la Primavera de 1.949, fue un día grande para unos cuantos chiquillos. En la calle Dolores León y a la altura del número 16, se arremolinaba una buena cantidad de chavales de entre 7 y 10 años para asistir a lo que hoy se conoce como el “casting”.

L. Crux

El Barrio León


Don Bernardo y Don Francisco Mula que habían abierto una pequeña Fábrica de caramelos, necesitaban mano de obra diestra, por lo que tratándose de un producto tan especial, quién mejor para aquellas labores de “liar” caramelos, que era de lo que se trataba, al tiempo que en su interior, a modo de regalo, se introducía un fotograma “cliché” de alguna película. En la década de los años 60, la Empresa incrementó su actividad incorporando comercialmente los frutos secos, por lo que la necesidad de más espacio les obligó a abandonar el Barrio trasladándose a uno de los muchos polígonos que comenzaron a construirse en el extrarradio del orbe Sevillano. Otra forma de hacerse de alguna que otra “Perra Gorda”, que era como se conocían los 10 céntimos, sería la de, aprovechando que el Comercio carecía de vehículo, en su mayoría, excepto aquellos “triciclos” de alquiler, hacer mandados o recados para avituallamiento de algunas tiendas. La de Rosario en el número 5 de la calle Regla Sanz que, encargaba traer sifones de “Casa Casimiro” en la Avenida de Coria, y algún que otro, ya más mayor, haciendo labores de reparto o dando portes de patatas con una bicicleta propiedad del Tendero, y desde el Almacén ubicado de la Plaza de Chapina. Revisando unos apuntes, miren por donde me encuentro con un diminuto papelito en el que ¡oh! Sorpresa. Se refiere a un encuentro con otro amigo de la infancia “Antonio el

Fca. de caramelos

El Barrio León


Pelirrojo”, el cual de familia de “posibles” era obligado a dar clases particulares en el Colegio de Doña Manuela. Como quiera que una de las ventanas de la única clase daba al patinillo de Casa Casimiro y allí almacenaba éste algunos barriles de aceitunas, y como estos tan sólo tenían una tapa de madera, allá que en cuanto la Maestra se ausentaba un momento, ya que allí, en el interior, tenía su vivienda, alargaba la mano, y según me contaba, rara era la tarde que no se comía un buen puñado de aceitunas, y a veces alcaparrones, me decía. Con anterioridad y en el capítulo dedicado al Núcleo Industrial y Empresarial asentado en el Barrio, y en particular al apartado dedicado a la antigua Venta “Villapezcuezo”, en el que se relata fue construida una Placita de Toros, con Escuela de Tauromaquia dirigida por “Minuto”, hay que decir que, aunque en contadas ocasiones, se celebraron novilladas cobrándose una única entrada a 5 reales. En uno de aquellos espectáculos Taurinos montados por “Minuto” torearía por primera vez el más tarde famoso Matador de Toros Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, junto al “Andaluz”, y al “Niño del Mimbral”. Se tiene conocimiento de sus grandes dotes como Escritor, cuando en su álgida época de triunfos también escribe en calidad de Crítico Taurino en la Revista “Palmas y Pitos”. Este dato es recogido por Jesús Cuesta Arana, en su libro “Juan Belmonte la Huella de un Retrato”, y en cuyo artículo, Enrique Vargas se desparrama espléndidamente como escritor dibujando etéreamente con su pluma la “Verónica y Media Verónica Belmontina…”

El Barrio León


Que Triana es Universalmente conocida también por su dedicación a la Cerámica, además de entre otras verdades al Cante, el Baile y el Toro, qué duda cabe. Es por ello que, aun a pesar de no haber nacido en el Barrio, aunque sí todos sus hijos, me complace incluir en este libro a una persona que desde el año 1.941, vivió entre nosotros, en la calle María Ortiz. Su nombre: Antonio Muñoz Ruiz. Un hombre de tan grandes inquietudes que, si el 29 de Junio de 1.934 figuraba en el Cartel del Festival Taurino de Cabra en la Provincia de Córdoba con el nombre de “Finito de Triana”, junto a Paco Naranjo y al que más tarde sería figura indiscutible de la Fiesta Nacional, Manuel Rodríguez “Manolete”, en el año de 1.943 y gracias a su inteligente forma de entender y practicar el Dibujo y la Pintura amén de ser acreedor de la amistad de Don Ignacio Sánchez Millán, entraría a formar parte del elenco Ceramista de Don Manuel García Montalbán.

Antonio abandonó sus sueños toreros cuando en el año 1.935, su hermano Manuel, también dedicado al Toro, falleció como consecuencia del golpe que con mala fortuna recibiera en un Tentadero. La desgracia acaecida, la presión de la Familia y la llegada de la Guerra Civil, hicieron que al finalizar esta se entregara de lleno a la Pintura. Como recoge un artículo de Martín Carlos Palomo

García, en el número 56 de la Revista Triana, página 76: “Muchas horas dedicaba al trabajo para sacar su Familia adelante, pues

Finito de Triana

El Barrio León


también fue Dibujante Oficial del Archivo de Indias, reproduciendo planos antiguos, estableciendo una gran amistad con el Profesor y Americanista Francisco Morales Padrón, quien a la muerte del Artista, acaecida el 25 de Diciembre de 1.971, dedicaría un artículo en el Diario ABC.” El Barrio León a lo largo de su corta historia ha parido y gozado de la más hermosa de las gamas Cromático-Artísticas que la Sociedad puede soñar en confines tan limitados… El Toro, el Deporte, el Teatro, la Pintura, la Fotografía, el Cante, el Baile, la Literatura, la Poesía, etc. etc. etc. Agonizaba el verano de 1.989, y con él la vida de uno de los más Ilustres moradores del Barrio: Juan Sierra González, discreto pilar de aquella Poesía que hiciera posible la construcción de un Edificio llamado “Generación del 27”. Nacido en la Plaza Nueva Sevillana en 1.901, lo que nos recuerda que está apunto de cumplirse el primer Centenario de su nacimiento, y tras haber cursado sus estudios de Bachiller en los Jesuitas, y posteriormente haberse preparado para emprender la Carrera de Arquitectura, dedicó más tarde su vida Laboral al Cuerpo Administrativo del Estado. Esa necesidad de dar a conocer el Lirismo del Sentimiento que manaba incesantemente de su corazón, le llevó a

El Barrio León


ser Coofundador del Grupo Poético “Mediodía” así cómo de la Revista del mismo nombre. Acababa de cumplir su primera veintena de años, cuando escribe su tan elogiada obra “María Santísima”. A ella le seguirían otros trabajos titulados: “Álamo y Cedro”, “Claridad sin fecha”, “Palma y Cáliz de Sevilla”, amén de un alto número de otros libros.

El inmenso caudal de Literatura Poética que corre por su Guadalquivir humano, consigue desaguar en ese mar que, entre intervenciones quirúrgicas, dolor y paseos por la Plaza de San

Gonzalo, tal vez algún día llamara en sueños para más tarde hacerlo realidad “Sevilla en su Cielo”. Con él conseguiría el Premio Giraldillo, y en mi humilde opinión, la seguridad de que su dedicatoria a su Amigo Rafael Porlán, habrá podido hacerla también en el Cielo. Mucho brillaban sus ojos el día en que Triana, a través de su Junta Municipal de Distrito, le rendía merecido Homenaje. Estaba a punto de cumplir 50 años de vivencias en el Barrio León, quedando en la fachada de su casa una lápida en la que se lee: “La Bondad y el Arte son las razones más nobles de nuestra existencia; lo demás es pura Química o ciega Naturaleza”. El Excmo. Ayuntamiento de Sevilla en un indiscutible acierto deja escrito: “A Juan Sierra, Príncipe de los

El Barrio León


Poetas que vivió en esta casa”. Su calle: Nuestra Señora de la Salud. Pero no fue solamente este Homenaje el que Juan Sierra, aquél cuya amistad se vió enriquecida con la de sus amigos Joaquín Romero Murube, Alejandro Collantes, Rafael Laffón, entre otros, recibiera en su ciudad natal. La Universidad Menéndez Pelayo premió el buen hacer Poético-Literario del que fuera eslabón de la maravillosa cadena de flores formada por un estrecho vínculo con Luis Cernuda, Rafael Alberti, jorge Guillén, etc. etc. La fuerza de su Sentimiento hacia la Semana Santa y a Sevilla misma, hizo que esta le recordara para siempre abriéndole una calle con su nombre, como también ya hiciera la vecina Localidad de Tomares, la cual, además, dio Título de “Juan Sierra” a su Certamen Literario. De su unión Matrimonial con su esposa Doña Carmen Vallejo, nacerían varios hijos. De entre ellos destacaría Joaquín Sierra que, con el sobrenombre Futbolístico de “Quino”, se haría célebre en el mundo del Balompié habiendo llegado a ser máximo Goleador “Pichichi” de la Primera División con el Real Betis, jugando más tarde en el

Valencia, C.F., y posteriormente con el Cádiz, C.F., equipo este con el que colgaría las botas, y ciudad en la que se quedaría a vivir. Por los finales de la década de los años 30 se hace presente la Pintura de corte

Quino

El Barrio León


Impresionista de Luis Navarro, un operario de RENFE, cuyo Arte quedó grabado en una página de la vecindad cuando con motivo de “Las Misiones”, en la Primavera del año 1.949, pintó sobre papel endurecido una Virgen de Fátima que, con unas dimensiones de, aproximadamente, metro y medio de altura, sería el centro del Altar que montara mi Familia en la fachada de nuestra casa en la calle Regla Sanz, para celebrar el paso de la Procesión que realizaría la Iglesia de San Gonzalo. También dejaron una pincelada en el lienzo mágico de este Barrio, un Periodista llamado José Campoy, el Escritor Francisco Coves, la Familia Carreño que llegaría al Barrio en sus principios instalando su Laboratorio y Estudio de

Retoques al Pastel de ampliaciones fotográficas y en cuyo domicilio de la calle José León 10, nacería en 1.928, su hijo Juan, un Artífice de reconocido prestigio en el

campo del Retrato. O aquél enamorado del Teatro cuyo nombre Antonio Benitez Blanco, también comenzó a dorar el ambiente de este Barrio, cuando recién llegado a él en el año de 1.942, procedente de Belméz, en la Provincia de Córdoba, y ya asentado en la calle Angel Solanz, debutaría con la obra “El Patio” de los Hermanos Joaquín y Serafín Alvarez Quintero, en el desaparecido Teatro San Fernando. La Compañía sería “La Agrupación Alvarez Quintero”, y aquel año el

El Barrio León


de 1.948. Un año recordado porque el Cardenal Don Pedro Segura y Sáenz, el “Cardenal Segura”, se deja caer con unas normas de obligado cumplimiento eclesiástico, las cuales no me resisto a dejar de traer a estas páginas aunque las mismas están recogidas en las páginas 314/315 de la obra “Sevilla en la vida Municipal”, y las cuales, como podrán comprobar mis queridos lectores, no tienen desperdicio:

“Primero: Los bailes son un disolvente de la piedad cristiana, porque según dice San Francisco de Sales, disipan el espíritu de devoción, debilitan las fuerzas, enfrían el amor divino y despiertan en el alma muchas aficiones malas.

Segundo: Los bailes son diversiones totalmente mundanas sembradas de peligros graves para la moral católica, como queda ampliamente demostrado en este documento pastoral. Consiguientemente, no puede consentirse que personas que se denominan piadosas y ejercen cargos directivos en asociaciones de piedad, organicen bailes con cualquier pretexto que sea; y por lo tanto, para evitar el escándalo, deben dársele de baja de dichos cargos. Tercera: Quedan de nuevo terminantemente prohibidos los bailes llamados de caridad, ya que constituyen un vicio contrario a la caridad verdadera, que es madre y tutora de la honestidad de costumbres, de la moderación cristiana y no de la disolución.

El Barrio León


Cuarta: La participación en los bailes modernos, positivamente pecaminosos, reconocidos por todos como tales, es causa que debe motivar la expulsión de los jóvenes de las asociaciones marianas a las que tal vez pertenecen. Quinta: Queda prohibida a la prensa que quiera ostentar el título de católica, el anuncio, propaganda y reseña de los bailes que se organicen en la capital diocesana, o fuera de ella, pues no poco contribuye esta situación de la prensa a la extinción del mal que los bailes ocasionan en las almas.” Como podemos ver, al Cardenal Segura no le gustaba el baile en absoluto. Como diría alguno: “¡Vamos que te excomulgan por bailar!”. Y aunque llegado al Barrio en el primer lustro de los años setenta, en ese maravilloso vaivén de artistas y artesanos que mueve el Barrio, me satisface traer a estas páginas a Manolo Rincón Fernández, un Orfebre nacido en la cercana Villa de Brenes, que se hace, o tal vez ya naciera Artista, en los Talleres de Villareal, y que queriendo libertad e independencia para su Espíritu creativo, monta su taller de Orfebrería en la calle José León número 25. Quiero pensar que sería en este Barrio donde él encontraría la “musa” que le haría llegar a ejecutar obras como la ya expuesta en la página 38 de este libro. También, y por derecho como diría alguien, el apasionante mundo del Toro latió en el corazón del Barrio León. La extraordinaria fuerza de su joven pálpito fue producida por toda una familia que, aunque nacida en la Huerta del Rosario y Barriada de la Barqueta, en el antiguo Camino a la otra Barriada de “La Erillas”, allá por la década de 1.910, tuvo en el Abuelo Antonio

El Barrio León


Chaves el pilar base sobre el que descansaría todo un abanico de matadores de toros, picadores, y banderilleros. Paradójicamente, el primer Chaves moriría ahogado en el intento de salvar una vaca cuando esta cayó al río. El abanico para la Fiesta se abre con el famoso Francisco Chaves Moreno junto a sus hermanos Antonio y José. Francisco Chaves, “Curro Chaves”. Picador de extraordinarias aptitudes, nacería en el año 1.912. Aunque muy supersticioso, no puede evitar las influencias de su Abuelo, y a edad muy temprana entra a formar parte del mundo del Toro. En aquella época los caballos aun no disfrutan de la protección del “peto”. Lo hará a las órdenes de su Matador de siempre, Carlos Arruza, un Mexicano que confirmaría su Alternativa en Madrid el año 1.944 de manos de Bienvenida. Seguirá con Arruza desde su debut en Barcelona en 1.943 hasta que dio muerte a su último Toro en España en 1.953. Casado con Francisca Sevillano Alonso, nacida en 1.911 a orillas del nuevo cauce del Guadalquivir, deciden irse a vivir a la calle Pureza en cuyo número 101, nacerían sus hijos. De entre ellos destacaría Francisco, otro Curro Chaves que el día 13 de Mayo de 1.934, y apenas abierto los ojos pareció dar a entender que ya sabía lo que quería. Francisco Chaves Sevillano, Novillero y más tarde Banderillero, que también será conocido como “Curro Chaves”, aunque para el mundo Taurino todos los miembros de la familia serán llamados cariñosamente: “Chavitos”. Su mujer también estará relacionada con el mundo del Toro en la medida en que el “Sevillano”, primo hermano suyo, era Banderillero que estuvo a las órdenes de Manuel Rodríguez

El Barrio León


“Manolete”, y más tarde a su retiro, Apoderado de Diego Puerta. Se llamaba José Gómez Sevillano. En el año 1.942, compran una casa en la calle Angel Solanz del Barrio León. Curro Chaves, hijo, ya tiene 8 años y comienza a sentir los pálpitos familiares por lo que a la edad de 13/14 años empieza a dar sus primeros pasos como Novillero, realizando sus primeras novilladas sin picadores junto a Paco Camino. Corre para él el año 1.948; dejaba atrás aquellos angustiosos meses de la gran arriada, y salía por primera vez la Hermandad de San Gonzalo; lo haría con un solo paso sin labrar aún. Haría su debut en Sevilla durante la Feria de Abríl de 1.955 sustituyendo a Joaquín Bernadó. El cartel quedaría compuesto junto a Manolo Segura y Rafael Mariscal, teniendo magnífica acogida ante dos novillos-toros de Villamarta. También este sería el año de su primera salida de San Gonzalo de la Virgen de la Salud. En ese tiempo se marcha a Madrid donde su padre ya lleva unos años, y tras dos aceptables temporadas en diferentes plazas, debuta en la capital de España en 1.957. “Las ventas” sería su “arena” y sus compañeros de cartel: José Luis Ramírez de Castellón, y el Zorro de Toledo; éste último lo mataría un Toro en

El Barrio León


Barcelona dos días después, suceso este que hizo mella en el ánimo de su padre dado lo supersticioso que era. Varios percances, entre los que se reseña el de cómo un Toro en Zaragoza le sacó su brazo derecho de un pitonazo, truncarán la posibilidad de tomar la Alternativa, por lo que en 1.959, y ante las dificultades que sigue teniendo en la Suerte de Matar, decide dejarlo, no obstante a Antonio Ordóñez, su amigo, no le gusta la idea y le pide que continúe con él como Banderillero. Sería su primo Antonio Chaves Flores el único de la prolífica casta de los Chaves que tomaría la Alternativa. Lo haría en Sevilla, retirándose el 16 de Agosto de 1.982, aunque ya en calidad de Banderillero. La desgracia de una cogida hace que días

después se tenga que trasladar a Francia para colocarle una prótesis. Aquel año de 1.959, primero como Banderillero de Antonio Ordóñez, Curro torea en Palencia una corrida anecdótica. Tiene 25 años, y en el cartel están:

él con Antonio Ordóñez, su primo Chaves Flores con Mondeño, y su padre con Cesar Girón. Tres matadores distintos para una misma familia. Las temporadas 60/61/62, las hará con Curro Girón. La del 63 con el Pireo y la del 64 con Emilio Oliva; éste y tras la grave cogida que sufriera fue el tristemente recordado caso del Torero que decidió contraer Matrimonio en “Artículo Mortis”.

El Barrio León


Aquel año de 1.960, Curro se casaría con su novia Luisa Coronilla, nacida en la Trianera calle Fabié y sobrina de un popular de Triana como era aquél “Coronilla” que fuera Mozo de espadas de Armillita en México y de Pareja Obregón en España. Tras la peligrosa cogida que sufriera el popular Banderillero “Pinturas” y mientras éste se recuperaba, Santiago Martín “El Viti” lo llama para que haga con él la temporada; Así fue, retirándose al final de la misma; Sería el año 1.965, y su última corrida de la Beneficencia en la Plaza de Toros de las ventas. Aun después de años de retiro, Curro siguió disfrutando de las corridas “Goyescas” que se celebran en Ronda anualmente ya que Antonio Ordóñez sacaba un Subalterno más, para que él ocupara esa plaza y así poder Torear. Lo haría en muchas ocasiones a petición del mismo Maestro. De aquella Huerta del Rosario, también salieron picadores como su primo Joaquín Leyva “Cuatro Gordas” que torearía con Manuel Benitez “El Cordobés”; Joaquín era hermano del famoso “Faico” famoso, también Picador aunque los Faicos eran anterior a los Chaves. En calidad de anécdota, recordar los entrenamientos de Curro en la Casa de Campo de Madrid, pero sobre todo, los que hacía en Sevilla. Los realizaba en las instalaciones del Sevilla C.F., donde aficionado al Frontón consiguió un año ser Campeón de la modalidad. Un último recuerdo y con él cierro este capítulo. El mismo se refiere a una ocasión en que su padre le presenta a

El Barrio León


Imperio Argentina que venía a España acompañada de su novio el Matador de Toros Alejandro Company. Ella le regaló a Curro unos pasadores de Oro, que conserva aún, y en los que, según me dijo en una ocasión, se encuentran grabados los nombres de la pareja. Algún querido Lector pensará que me he excedido un poco en la dilatada vida artística de este personaje. Se lo debía dada la amistad y la cantidad de actuaciones benéficas que realizó. De todas formas, alguien pensará que es una incongruencia ya que de muchos es conocido mi “Antitaurinismo”, aun a pesar de tener en la Familia a un Banderillero cuyo nombre en los carteles siempre fue el suyo propio “Luis Mariscal”. Aun a pesar de las invitaciones a la Familia, mi padre, afortunadamente, nunca me llevó a verlo y eso qué, a decir del gremio, mi tío era bastante bueno en lo suyo. Lo único que conservo de él es una fotografía qué, con motivo de un Homenaje en Huelva y al que asistiría Miguel Báez “Litri”, le fuera ofrecido a su retirada. Mucho se ha hablado, y con una más que reconocida justificación, del Arte Flamenco en Triana. También en ese campo, el Barrio León tenía que aportar su granito de arena en esa dimensión de movimiento y colorido bien denominado Baile. Ese día llegó el 24 de Julio de 1.971, en plena Velá de Santiago y Señá Sant´Ana, en la calle Angel Solanz número 23. La Flor de la

El Barrio León


Gracia se abrió y el mundo pudo contemplar a la que poco tiempo después, con tan sólo siete años (primavera de 1.978) haría su

debut en la Sevillana Sala de Fiestas “La Trocha”. Su nombre Isabel López Fernández. Más tarde, aun adolescente, es solicitada por la Capital de España, y con las enseñanzas de su siempre Maestro Manolo Marín, debuta a lo grande en el “Café de Chinitas”. Con el aire de su Arte y la Gracia de su tierra, enamora a Madrid, y Alfredo

Amestoy se la lleva a su programa de Televisión Española “Trescientos Millones”. Cuando estoy poniendo en orden todos estos apuntes para dar alguna forma al libro, Isabelita López, aquella niña Bailaora de Alegrías y Caracoles, hoy está llenando de luz el espectáculo “Azabache” creado para la Exposición Universal, al tiempo que Japón se extasía con sus formas y maneras de hacer Bailar a la cola de su bata, y cuya ejecución recogida en esos seis versos que yo ya le escribiera hace algún tiempo…

Cantando están los luceros. La Luna toca las palmas.

Y mil guitarras de ensueño desde el Alfar de la Gracia, vibran con aires flamencos al compás de sus enaguas.

El Barrio León


También allá por los años 80, y aunque nacida en la Barriada de San Gonzalo (Tardón), en su calle Juan Díaz de Solís, nos honraría con haber vivido en el Barrio durante algunos años otra Isabel, en esta ocasión nos referimos a Isabel Pantoja. Ocuparía uno de los pisos construidos en el primer lustro de los años 60, en la calle Giralda, esquina a calle Nuestra Señora de la Salud, justo en el lugar que antaño ocuparía la Alberca de la Huerta “La Torrecilla”. También y en ese mismo lugar durante finales de los años 50, estuvo instalado el único Cine de Verano que disfrutó el Barrio. El Cine Giralda, de construcción efímera, ayudaría a mitigar en buena medida las agobiantes noches de calor, gracias no sólo por el hecho de estar al aire libre, sino porque además disponía de un pequeño “ambigú” (Bar) en el que se despachaban bebidas refrescantes, helados “Napolitanos”, y cervezas o tintos, acompañados del popular plato de tomates con sal. Alguna que otra familia compartía una hermosa Sandía previamente comprada en uno de los puestos que, con cuatro palos y un toldo habían en la “Carretera” (Avenida de Coria), semiesquina a la calle Coruña. Podría haber realizado un capítulo en el que quedaran recogidas costumbres populares, tradiciones y juegos infantiles de la época pero, no lo he considerado necesario por afinidad con la Triana misma y sobre cuanto ya se ha escrito, en

El Barrio León


general, acerca de ello. No obstante, no nos encontraremos huérfanos, y estaremos acompañados de algunas imágenes recogidas sobre el tema. Y como este Barrio no deja de sorprender a propios y extraños, por los años 80, también vivió en el Barrio el famoso Prestidigitador “Juan Tamarit”. Lo haría en uno de los

pisos, de los nuevos bloques que la Cooperativa Triana levantó en la calle José León y sobre los que ya hemos citado con anterioridad; aunque no me cansaré de reivindicar que, fueron construidos por fin, sobre aquel solar-hondonada-charca-pestilente, tristemente recordado por toda la vecindad ya que por desidia del

Ayuntamiento, se hubo de sufrir durante años la impotencia de ver cómo no se podía evitar que aquel lugar, producto de un largo Invierno de lluvias, fuera eliminada y con ello la gran cantidad de mosquitos y roedores que campaban a sus anchas, haciendo las noches de verano imposibles.

ENTIDADES, ASOCIACIONES Y HERMANDADES

Aun a pesar de haber estado al frente del Excmo. Ayuntamiento Sevillano durante un periodo de 7 años (1.952 a 1.959), el Alcalde Don Jerónimo Domínguez y Pérez de Vargas “Marques del Contadero”, al parecer, no fueron suficientes para atender las peticiones de un Sector Industrial y Comerciante que le

El Barrio León


demandaban la autorización para la apertura de un Mercado que cubriera las muchas necesidades del Barrio y demás núcleos de población recién construidos: Barriada de San Gonzalo (Tardón), El Carmen, Santa Cecilia, etc. Sería el nuevo Alcalde Don Mariano Pérez de Ayala, con fecha 13 de Enero de 1.960, el que escuchando a Don Antonio Moreno Bermúdez, Don Manuel Ríos, y Don Germán Hoz, autorizaría la instalación del que en aquel tiempo vendría en llamarse “El Mercadillo”, ocupando el lugar en el que hoy está ubicada la “Fundación Abba”. Era un complejo de lo más humilde, sin techumbre para el público, con unos puestos sencillamente habilitados con mostradores de cartón piedra así como sufriendo las carencias más elementales a nivel de servicios en todos sus órdenes, carga, descarga, sanitarios, vigilancia, generales y de ayuda al consumidor, etc. En el año 1.977, la Corporación Municipal dirigida por Don Fernando de Parias Merry, se tomaría en serio el citado

Complejo Comercial, cuya Directiva ya constituida como Cooperativa, la cual perfectamente asesorada por el Abogado Don José Yañez, consiguió la financiación necesaria para la nueva obra que cambió de emplazamiento, ocupando

El Barrio León


ahora aquel terreno en el que antiguamente estuviera situado el ya anteriormente citado “Hotel Guitarra”, y quedando la obra felizmente terminada en la primavera de 1.984. Sería bendecido con el nombre de “Mercado de San Gonzalo”, por el Párroco de Santa Ana, y por Don Antonio Valdivieso, Párroco de San Gonzalo. El acto tuvo lugar el día 27 de Marzo de 1.984 con la presencia, además, del Concejal Delegado del Distrito de Triana Don Francisco de Asís Arcas Lucena. Como reza un aforismo antiguo por estos contornos “No puede haber trabajo sin una culailla” (Traducido, en toda faena un rato de descanso). Queda claro pues que, entre tantos

sudores para hacer parir este Barrio, habrían de crearse momentos para la expansión. Por ello, también el Barrio disfrutó en aquella durísima época de actividades

culturales diversas. Y fue que, en el mes de Diciembre del año 1.926, un Grupo de amigos del Barrio, entre los que se encuentran el Guardia Municipal Don Miguel Romero Martínez, Don Manuel González de la Agrupación Alvarez Quintero, y Don José

1.927

1.926

El Barrio León


Ordáz, fundan la “Sociedad Artística Linares Rivas”. Para ello habilitan parte de una gran parcela conocida como “El Corralón” en el número 4 de la Plaza de Anita, por aquel entonces poblada de árboles frutales, y que nadie supo darme noticias acerca de que hubo o a que estuvo destinado, o por quien fue ocupado semejante lugar, y cuyo altos muros, en cierta medida almenados, fuera el sufrimiento de cuantos muchachos jugaban en dicha Plaza a la pelota cuando esta de algún fuerte patadón quedaba “embarcada” en su interior. En aquel Salón, perfectamente acondicionado se celebraban toda clase de fiestas así cómo representaciones de obras de Teatro. Fue su Presidente Fundador Don José Ordáz, y su Director Artístico el ya citado Don Manuel González, hasta que en Marzo de 1.934, su Junta Directiva, una vez disuelta la Sociedad, quedó cerrada. En el mes de Junio del mismo año recobró toda su actividad con nueva Junta Directiva, y con el nombre de “Sociedad Recreativa Cultural Peña Española”. Su nuevo Presidente sería Don Antonio Hidalgo, integrándose a la misma en calidad de Encargado de Cultura y Director Teatral, Don José Solís Puchá, y cuya profesión era la de Maestro de Enseñanza Primaria. Fue el primer Maestro que tuvo el Barrio. Cobraba 3 pesetas al mes, y daba las clases en un cuarto de su casa en la calle José León Sanz. La Casa de Vecinos era conocida popularmente como “La Casa de las Pelotas”. El nombre le venía dado por tener su fachada decorada con infinidad de medias esferas de Cerámica vidriada en color Verde, y embutidas en la pared.

El Barrio León


La Dirección Social era la misma según quedó reflejado en un Diploma que, en su Homenaje le fuera entregado a la Señorita Manolita Martín por sus desinteresadas colaboraciones

en las obras de Teatro, en calidad de Actriz. La última obra que allí se representara se titulaba “Cancionero”, prestando para dicha función el traje Gitanillo de Triana que vivía por aquella época en la calle San

Jacinto. Esta magnífica Asociación Cultural desapareció definitivamente al estallar el movimiento, sin que volviera a ser recuperada después de la Guerra. Aun se conservan algunos folletos teatrales y en la memoria de algunos sevillanos ya también desaparecidos, el recuerdo testimonial y, en cierta medida, asombroso por la popularidad de unas obras culturales en un núcleo de población de características semejantes. Al parecer y según testimonio de Manolita Martín, de entre las figuras que participarían en el reparto de algunas obras teatrales de esta Sociedad Artística, hay que destacar por su triunfo en el Cine a la Actriz nacida en la calle Pureza, Antoñita Colomé, y cuyas películas: “El Negro que tenía el alma

El Barrio León


Blanca”, “El Crimen de Pepe Conde” con Miguel Ligero, o “María Antonia la Caramba”, junto a Alfredo Mayo y Francisco Rabal, la consagrarían, aunque se está en la creencia de que su primera película allá por los finales de los años treinta, sería “Idilio en Mallorca” con José Nieto, realizada por los Estudios de Hispania Tobis y producida por SAFE. Según prospecto de la época, fechado el día 31 de Julio de 1.943 se proyectaría en el Cine Rosales de la cercana Castilleja de la Cuesta. En cierta ocasión, porque este libro está lleno de ocasiones, el vecino de la “Barriada”, la Dársena antigua, conocido como “Francisco el Vinatero” y tío del que suscribe, me comentaba acerca de la citada Asociación Recreativa, cómo dentro de ese marco de actividades se celebraron algunos años unos carnavales cuyos bailes eran muy reconocidos en toda Triana y parte del centro de la ciudad, llegando a disfrutar de ellos con una carroza que ponía un tal Rogelio, y cuyo paseo se hacía desde el Barrio León por “La Carretera” Avda. de Coria actual, calle San Jacinto, Puente de Triana, Paseo de Colón y regresando por el recientemente inaugurado puente de San Telmo. El año 1.933 y l.934, por razones que se desconocen, el Baile de Carnaval fue celebrado en las dependencias de “La Torrecilla”, hoy Casa-almacén de la Hermandad de San Gonzalo, y en el lugar donde se guardan los pasos. Ciertamente no rebrotó la Asociación una vez terminada la Contienda Civil, no obstante con los primeros años de Paz se forma un Equipo de Fútbol con el nombre “Racing León”. No duraría mucho ya que en el año de 1.943 se disolvió quedando la mayoría de sus miembros inscritos en otro nuevo que nacería con el nombre “Gimnástica Sevillana”. Este nombre fue adoptado, según Julián “El Sastre”, en razón de que el primer

El Barrio León


lugar que tuvo Triana para la práctica del Deporte se llamó allá por los años 30 “La Gimnástica”, y sobre cuyo lugar Manuel Macías Miguez en su libro “Triana el Caserío”, nos habla de que hacia 1.930, se adaptó una parte de la Huerta de Los Dolores, al final de la calle Pagés del Corro con el callejón de Pepillo el de las tejas, una zona para la práctica deportiva. El lugar fue conocido por “La Gimnástica”, y su entrada se hacía por el mencionado callejón. Fue el primer lugar de Triana que conocemos donde se practicaron deportes.

El Equipo “La Gimnástica” del Barrio León llegó a participar en Liga, pudiéndose apreciar en la fotografía del 6 de

Noviembre de 1.947, y según Antonio Reyes; De pie, y de Izquierda a Derecha están los siguientes jugadores: Falcón, Soto, Perfidio, Orellana, Chan, Fernando y Joaquín el Médico. Agachados y en el mismo orden: Piruli…? Rafael, Uzman, Adorna, Molinero y Rufino; siendo su Entrenador Pepe Tejada. El resultado que daría motivo para este recuerdo fotográfico sería: Gimnástica Sevillana 3. Triana Balompié 6. Precisamente sería Antonio Reyes, el que me contaría cómo su padre Juan Reyes en el año 1.934 y en unión de su Suegro, montarían la primera Pescadería del Barrio y en la que él continua sin haber variado la dirección de la calle Regla León esquina a la calle Enrique León y cuya imagen se puede apreciar

La Gimnástica

El Barrio León


en el margen derecho de la página 33. Su padre, me dice, para dedicarse a ello abandonó su profesión de Maquinista la cual estuvo ejerciendo durante la construcción de la Dársena del Guadalquivir (Corta de Tablada), a las órdenes del entonces Director de Obras del Puerto Señor Moliní. En la primavera de 1.954, se aprobaría la construcción, por parte del Ayuntamiento, de unos bloques de viviendas para el personal de “Parques y Jardines”. Los bloques eran conocidos como “La Casa de los Guardas”. El solar, al parecer, sería cedido por Don José León antes de la guerra para congraciarse con el nuevo Régimen, y con una superficie de unos dos mil metros cuadrados aproximadamente. La Parroquia de San Gonzalo, de la que desgraciadamente no existen datos acerca de su evolución desde la

colocación de la primera piedra hasta su culminación e inauguración, es de estilo Neo-Barroco y connotaciones eclécticas, en cuyo interior se guarda una de las joyas más hermosas e importantes de la Cerámica Trianera; de estilo también Neo-Barroco y con

cierto aire post-moderno, digno de ser visitado, contemplado y admirado.

El Barrio León


Su Arquitecto Don José María Ayxelá Tarrats, y sus constructores Don José María Padró y Don Antonio Noguera Bonhora, donantes de la obra, son de origen Catalán, lo que desde mucho tiempo atrás hizo imposible una relación con el fin de conocer algo más acerca de ello, dada la distancia, y como me decía el Sr. Ayxelá: “Pasado 25 años de realizada una obra me deshago de todo lo concerniente a ella”. No

obstante, desde que se hiciera Hermano de la Hermandad viene cada año a realizar la Estación de Penitencia el Lunes Santo. Don Manuel Díaz Ruiz, también seguiría siendo el Capataz de las obras de la Iglesia al igual

que ya lo era de la construcción de las casas; éste vivía en la calle Regla Sanz número tres; años más tarde: Casa de la Familia Noguero, y en la que uno de los hijos (Antonio) pondría escuela. La Iglesia apoya toda su riqueza, principalmente, en su Cerámica. Los zócalos de azulejos que fueron costeados por suscripción popular con aportes de algunas comunidades

El Barrio León


religiosas, fueron realizados en 1.945 por la Fábrica HIJOS DE RAMOS REJANO, en cuyo elenco de pintores se encontraban

entre otros: Alfonso Chaves y Juan Olivé, coordinando la complejidad del trabajo Cándido Arincón. Las pinturas son de una calidad sublime, encontrándose la mayoría firmada por sus autores. Los dos retablos

de la fachada y que representan escenas de la vida de San Gonzalo de Amarante, Dominíco portugués, fueron pintados por el extremeño Eduardo Acosta en la Fábrica Hijos de José Mensaque y Vera en el año 1.939. La ubicación de las tallas existentes, han sufrido cambios notables dentro del recinto que comprende la nave del Crucero. Así en la actualidad y en la parte derecha se encuentra el altar dedicado a los Titulares de la Hermandad, de los que hablaré más adelante. Mientras que en el

ala izquierda se encuentra la Imagen de un Cristo Crucificado que, según recoge Federico García de la Concha en el apartado Cofradías Sevillanas Extinguidas, del Mundo Oculto de las Cofradías,

El Barrio León


página 30, SEMANA SANTA EN SEVILLA, perteneció a la desaparecida Cofradía del Despedimiento de Nuestro Señor Jesucristo de su Santísima Madre, Santo Cristo de las Virtudes, y Dulce Nombre de María. Con el tiempo se trasladaría a San Isidoro desde su lugar de origen fundacional que fuera el Convento Casa Grande de San Agustín. En la década de los 60, y siendo Párroco de San Isidoro Don Rafael Sánchez Medina, esta Imagen del Cristo de “Las Virtudes”, es trasladada a San Gonzalo en lastimoso estado de conservación. A finales de 1.937, año en que, según noticias de Estadísticas del Ayuntamiento, se llevan registrados 5.893

nacimientos, y 1.397 bodas, una Comisión enviada por el General Queipo de Llano, se entrevista con Don José León y León, propietario de los terrenos en los que más tarde se levantarán, como ya es

sabido, las “Casas Baratas” y la Iglesia.

El Barrio León


El terreno donde se construirá la Iglesia, así como la colocación de la Primera Piedra, reciben la Bendición del Cardenal Segura el día 30 de Junio de 1.938. Asisten al acto el General Queipo de Llano en cuyo honor se dará a la Iglesia el nombre de San Gonzalo, su Esposa Doña Genoveva Martí Tovar que actuaría en calidad de Madrina y además sería la donante del primer Cristo; Autoridades Civiles y Militares entre las que se encuentran el Gobernador Civil, Señor Gamero del Castillo, y los Concejales Señores Pabón Barquero, y Mañes de Jerez, este último en calidad de Cronista de la ciudad de Sevilla. Entre los muchos benefactores del nuevo Templo, se encontraba el Escritor y Poeta Gaditano Don Manuel Barrios Masero el cual donaría los beneficios obtenidos por la segunda Edición de su libro “Poemas de la Nueva España” editado aquel mismo año.

Tras casi cuatro difíciles años llega el gran día de la Inauguración. Será el 17 de Junio de 1.942, y un mes más tarde queda constituida la primera Junta de Gobierno de la

El Barrio León


recién nacida Hermandad de Penitencia, quedando al frente de la misma como Hermano Mayor Don Antonio Gamiz Santiago, en calidad de Mayordomo Don Juan Ortega Segovia y ocupando la Secretaría Don Álvaro de la Fuente. El dato anecdótico en fechas tan relevantes lo escribe en la Historia de la Parroquia, la Primera niña que, con el nombre de María Josefa Arcas López, recibiría su Bautismo el día anterior a la inauguración de la Iglesia, según consta en el Libro Primero de Bautismo, dato este aportado por el Reverendo Padre Mateo Báscones. No obstante, mi buena amiga y colaboradora, y además hija del Capataz, Paca Díaz, me asegura que, anteriormente ya fue bautizada otra niña del Barrio aunque por no disponer aún del

Libro de Registro, hubo de ser registrada en la Real Parroquia de la Señora Santa Ana. La niña se llama Ana Genoveva Soto Díaz, nacida en el número tres de la calle Regla Sanz, y perteneciente a la Familia. El nombre de Genoveva le

fue impuesto en atención a la Señora del General Queipo de Llano.

El Barrio León


En el año 1.968 se bautizaron en la Parroquia varios jóvenes de la etnia Gitana. La prensa se hizo eco del proceder de aquellas familias, interpretándolo “Testimonio de Conducta Ejemplar” Página 154 “Triana, Memorias de un Siglo”. La Cofradía de San Gonzalo, como es popularmente conocida, es otra de las características del Lunes Santo que, como la mayoría de ellas nace en un Barrio con apenas un Cuarto de Siglo de existencia, para entonar esa Misión de Servicio por la Caridad de las muchas

necesidades del Espíritu. Y es que cuando Sevilla es llamada a la expansión urbanística; con ese ensanche, también extiende la Fe, el Fervor y el Amor Penitencial. Es pues, Cofradía humilde, sencilla, como sin duda lo son los habitantes del Barrio León en casi todo su conjunto. Esta Hermandad se funda en el año 1.942, por un grupo de jóvenes entre 12 y 17 años de edad, pertenecientes a

El Barrio León


la Parroquia de Sagrario, celebrándose el primer Cabildo el día 26 de Julio de 1.942, al que asistieron los hermanos fundadores siguientes, dirigidos por el muy Ilustre Señor Canónigo Don Antonio Lorán, por entonces Párroco del Sagrario de la Catedral Hispalense: Don Antonio Gamiz Santiago Don Alfredo Martínez Real Don Antonio Espejo Buil Don Juan Blanco Castillejo Don Rafael Cobos Don Alonso Millán Llamas Don Eladio Mejías Gordillo Don Federico Ávila Cores Don Federico Gómez Rodríguez Don Joaquín Gómez Rodríguez Don Ángel Vázquez Martinelli Fueron aprobadas las reglas por el Excelentísimo y Reverendísimo Señor Don Pedro Segura y Sáenz, Cardenal Arzobispo de la Archidiócesis de Sevilla, quedando establecida en la Parroquia de San Gonzalo del Barrio León, siendo Párroco de la misma: el Paúl, Reverendo Padre Ricardo Madrigal y a cuya Orden Religiosa quedó la guarda de la Parroquia.

El Barrio León


Ese mismo año, aunque en fechas diferentes, también se funda la Hermandad Sacramental. El tiempo expresará que, el nacimiento de las dos hermandades no es más que la consecuencia de la devoción y el buen deseo de unas mismas inquietudes de hombres y mujeres que persiguen con todo el Amor de que son capaces de llevar a buen puerto la labor Humana y cristiana de una recién nacida ambición parroquial.

Llegados a este punto, ambas hermandades llaman a Cabildos a sus adeptos con el fin de consultarles acerca de la conveniencia de una unión entre las dos. Así se propuso y así se realizó, celebrándose ambos cabildos por separado. La Hermandad Sacramental lo celebró el 27 de Mayo de 1.951. La Hermandad de Penitencia lo haría el 26 de Agosto

del mismo año, quedando aprobado el proyecto de fusión de ambas hermandades bajo la Dirección Espiritual del Párroco Don Mariano Bravo, así como por los Hermanos Mayores Don Francisco Oltra por la Hermandad de Sacramental y Don José Antonio Ordáz por la de Penitencia.

El Barrio León


La Vicaría General del Arzobispado autorizaría la fusión de ambas hermandades el día 6 de Mayo de 1.953, quedando el título como sigue y es conocido:”PONTIFICIA Y REAL HERMANDAD DEL SANTISIMO SACRAMENTO Y COFRADIA DE NAZARENOS DE NUESTRO PADRE JESUS EN SU SOBERANO PODER ANTE CAIFAS, NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD Y SAN JUAN EVANGELISTA”. Y si con anterioridad exponía la forma, el cómo y el por qué de la Constitución de la Hermandad de Penitencia, justo es reflejar cuanto aconteció, y por quien se hizo posible la Hermandad Sacramental. Y la Razón no fue otra que el resultado de una ceremonia a la vez que sencilla Procesión Eucarística que el primer Párroco Reverendo Padre Crespo organizó por todo el Barrio. El éxito fue tal que hizo cuajar en su sentimiento la necesidad de dar vida a una Hermandad Sacramental, la cual quedó constituida por los siguientes miembros: Don Enrique Murillo (Hno. Mayor) Don José Contreras Don Felipe Cousinou Don José León

El Barrio León


Don Luis Conde Don José Amoscotegui Don Joaquín Tous Don Máximo Ruiz Don Álvaro de la Fuente Don Adolfo Miranda Don Ricardo Ruiz. Aquellos comienzos debieron ser terriblemente difíciles pero, la fuerza del Corazón y la Fe mueve montañas… Así que, mientras la Hermandad Sacramental ocupa para sus actos la Sacristía de la Iglesia, la Hermandad de Penitencia y gracias al recordado por los siglos de los siglos Don Federico Ávila Cores, la tiene en su casa, en la calle Llana número 9 (en la actualidad: calle de Nuestra Señora de la Salud).

El entusiasmado intento de aquella primera salida Procesional en el año 1.947, se vió tristemente malogrado debido a la catastrófica inundación sufrida. Por ello su primera salida Procesional se vió retrasada hasta el año siguiente, año de 1.948. Saldría solo con un Paso de Misterio

El Barrio León


pero, a decir de algún que otro devoto y amante de nuestra Semana Santa: “Créame Usted, algo hacía presagiar que esta Cofradía haría “raya” en Sevilla”. Ciertamente que la primera salida de esta Hermandad, a decir de alguno, habría de venir acompañada de algún acontecimiento extraordinario en nuestra Ciudad. Llegaría a las 2 de la tarde del día 10 de Julio. El acontecimiento: La llegada a Sevilla y procedente de Portugal de la Virgen de Fátima. Del título citado con anterioridad se pueden perfectamente deducir dos cuestiones de suma relevancia. Primera: Que al igual que el resto de las demás hermandades del Lunes Santo, también esta realiza con su presencia una valiosísima aportación a la Semana Santa Sevillana, ya que no existía este Misterio en el amplio elenco de la Pasión de Cristo en Sevilla. Hasta la fecha presente, sólo estaba representado Jesús ante

El Barrio León


el Desprecio de Herodes o ante el Sacerdote Anás, amén de esos otros pasajes en los que vemos a Jesús ante Pilatos. Y Segunda: Porque reconocida la riqueza de Sevilla en cuanto a las advocaciones Marianas de sus Vírgenes Dolorosas, a las que llama con tantos nombres hermosos y emotivos, sin embargo, tampoco tenía entre su escogida Letanía el sublime nombre de Nuestra Señora de la Salud. La primitiva Imagen del Cristo fue obra del Escultor Portugués José Luis Pires en 1.945. La segunda talla está atribuida al Imaginero Luis Ortega Bru y data del año 1.975; Escultor éste íntimamente ligado a la Hermandad, y que también realizara imágenes del Misterio al igual que en su día lo hiciera Castillo Lastrucci.

La Imagen primitiva de la Virgen es del Escultor Rafael Lafarque, fechada en 1.946. El jueves Santo, 10 de Abríl del año 1.977, se incendió el Monumento montado por la Hermandad en la Parroquia, quedando deterioradas las imágenes, aunque la que sufrió verdadero daño fue la cara de la de la Virgen a la que Ortega Bru, después de algunas

El Barrio León


restauraciones, hubo de realizarle una nueva mascarilla. El juego de manos, son de Antonio Eslava Rubio, realizado en el año 1.969. Juan Carlos I, sería nombrado Hermano Mayor Honorario y le concedería el Título de Real en 1.976. Una reseña de aquellas fechas nos dice que a primeras horas de la madrugada del Viernes Santo se declaró un incendio en la Iglesia Parroquial de San Gonzalo quedando totalmente destrozado uno de los altares, las llamas afectaron

también sensiblemente a un Crucificado del Siglo XVI, y a los pasos e insignias de la Cofradía. El día 4 de Abríl de 1.955, siendo Hermano Mayor Don José Contreras Yáñez, sale la Virgen en su paso de Palio por primera vez. Es el primer año que la Cofradía está completa en la calle. Lucirá su primer Palio realizado en Terciopelo Blanco de

Lión, regalo de Doña Reyes Cossío Berenguer, que sería nombrada Camarera de Honor a perpetuidad, junto con su primera Camarera Doña Clotilde Lama Moreno, que también regalaría el primer Manto que lucirá la Virgen y que también estaría realizado con el mismo tejido; vivía en la calle Enrique León, la conocida como “Calle Estrecha”, y en cuyo homenaje, la

El Barrio León


Junta de Gobierno, haría desfilar por ella a la Procesión en su regreso, quedando en la memoria del Barrio León como uno de los momentos más hermosos en la historia del transitar de la Cofradía por las calles de Sevilla. Que duda cabe que se podrían aportar otros muchos más datos acerca de: Orfebrerías, bordados, enseres en general, marchas, etc. etc., pero no lo he creído necesario ya que todos están perfectamente recogidos en las muchas obras que sobre la Semana Santa Sevillana se llevan escritas.

No obstante sí estimo necesario traer a esta líneas a algunos de los hermanos más destacados como son aparte del llorado Don Federico Ávila Cores, a Don José María Pérez Cerezal, creador y autor de las túnicas del Cristo, así como de los vestidos de las figuras que conforman el Paso de Misterio, y al que en el pasado año de 1.981 le fuera concedida la

El Barrio León


Medalla al Mérito en el Trabajo en su categoría de Plata, Don Juan Abriles que en la actualidad es el Hermano que ostenta el número Uno en la nómina de la Hermandad, Don Alfredo Flores Pérez,

Hermano Mayor y Pregonero de la Semana Santa de Sevilla, Don Miguel Román Pérez, vecino del Barrio desde el año 1.940, aunque nacido en el Barrio de la Feria. Autor de varios libros de Poesía. Pregonero de la Semana Santa de Granada y renovador de la Gracia al haber conseguido en el año 1.946 que las Vírgenes Dolorosas tuvieran el rostro completamente descubierto; al

parecer cosa impensable hasta esta época, así como haber conseguido para gloria de la Hermandad Franciscana de San Buenaventura, el que a ella volviera al cabo de los siglos su Cruz Fundacional que originariamente estuviera instalada en la Plaza de los Carros, hoy Plaza de Monte-sión. También he de citarlo en agradecimiento por haber sido el Prologuista de mi libro “La Primavera soñada”. Y como no, Don Juan Vizcaya, Artífice de la primera Cuadrilla de Hermanos Costaleros, porque es gracias a su entusiasmo por el Amor que le profesa a las Imágenes Titulares, que le imprime ese carácter, ese bien hacer que hoy lleva su nombre, la devoción y el arrebato emotivo a los hombres que van debajo de las Trabajaderas.

El Barrio León


La Hermandad está muy vinculada a la Fundación Carrere, y es tradicional que en la tarde del Lunes Santo, sean llevadas las Sagradas Imágenes de Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder ante Caifás y Nuestra Señora de la Salud, hasta dicha institución para que los viejecitos y viejecitas allí residentes, gocen de su Presencia en el inicio de la anual Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral Hispalense.

En las fechas en las que estoy próximo a dar por terminada esta obra de recuerdos, la Parroquia está regida por el Reverendo Padre Antonio Valdivieso Nogal, el cual es Director Espiritual de la Hermandad, y al que

agradezco desde estas líneas la colaboración prestada. Según reseña en la página 111 de la obra “Triana en la Memoria de un Siglo”, se tiene conocimiento de cómo, al margen de la Casa de Socorro Municipal de la calle San Jacinto, y el Dispensario de la Cruz Roja, el marco Sanitario del Barrio de Triana se completó el día 23 del mes de Abríl del año 1.964. Merced a la creciente población, la Seguridad Social optó por abrir en esa fecha el Ambulatorio “Amante Laffón”, edificado a la entrada del barrio León, en la Plaza de San Martín de Porres esquina a la Avenida de Coria, y donde, como ya hemos citado anteriormente, años atrás se alzara

El Barrio León


parte del edificio del futuro “Hotel Guitarra”, y en cuyo solar se iba a construir posteriormente, aunque el proyecto no cuajó, unas dependencias dedicadas a la Obra de Auxilio Social. El Ambulatorio fue inaugurado por el Exmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia Señor Utrera Molina y el Subsecretario del Ministerio de Trabajo Señor Gómez Acebo en unión del Director General de Promoción Social Don Torcuato Fernández Miranda. Corren los años 60, cuando un reducido grupo de amigos que se reúnen por las tardes en el desaparecido Bar Quijano, en la Avenida de Coria esquina a calle Regla León, deciden formar una Peña. Así entre partida y partida de Dominó, la ocurrencia toma cuerpo, por lo que será en el Otoño de aquel año de 1.965 en el que aquellos amigos, vecinos tanto del barrio León como de La Dársena, hacen firme la idea, ellos fueron:

Don Francisco García Gálvez “Parente” Don Francisco Hernández Gavira Don Francisco Ruiz Sotelo Don José López “El Traga” Don José Punta Ramírez Don Francisco Navas Solano

El primer problema que sufrirá esta, ya definida, Asociación será el de buscarle un nombre. Dado que los cinco amigos primeros son simpatizantes del Sevilla, C.F., era lógico que la Peña se denominara: Peña Sevillista, pero, y ahí surge el dilema ya que se da la circunstancia de que el sexto amigo es simpatizante

El Barrio León


del Real Betis Balompié, por lo que comienza el típico tira y afloja, propio de estas dos aficiones sevillanas. Al final quedará demostrado una vez más que, donde hay amistad hay armonía y que ambas están por encima de cualquier tipo de interés. Por esta razón y habiendo caído en la cuenta de que en todos existe el estigma de la Blanca Paloma, deciden por unanimidad llamar a la Asociación “Peña Cultural Rociera”, quedando al final como denominación de la misma: “Peña Rociera del Barrio León”, según se recoge en el Libro de Actas, cuyo registro en el Gobierno Civil de Sevilla y su Provincia, se realiza con fecha 24 de Julio de 1.968. Aunque a partir de esta fecha la Peña ya comienza con sus actividades culturales, no será hasta el día 28 de Septiembre de 1.974, el que la Junta Directiva se haga oficial. El Órgano de Dirección que figurará en la página número uno del Libro, estará compuesto por los siguientes miembros, los cuales ostentarán el cargo que a continuación se detalla: Presidente: Don Francisco Navas Solano Vicepresidente: Don Julio Vera del Toro Secretario Tesorero: Don Eustaquio de la Fuente Vocales: Don Francisco Hidalgo Tudela Don Antonio Jiménez Galán Don Francisco Ruiz Loreto Don Juan Bautista Burgos

El Barrio León


La normativa Gubernamental que rige el Régimen de aquella época obliga a que esta reunión sea presenciada por un Inspector del Cuerpo General de la Policía afecto a la Comisaría de Triana que, en calidad de Representante Gubernativo, levantaría la Diligencia correspondiente. Los nuevos nombres que figuran en la recién nacida Junta Directiva son la prueba evidente de la aceptación de aquella idea. En esa primera etapa, la Asociación ya cuenta con medio centenar de socios los cuales colaboran al sustento de la misma con una cuota de 50 pesetas. Más tarde se proveen de un pequeño Bar gracias al cual se palian algunos de los gastos que acarreará toda su infraestructura. El local Social que disfruta la Peña y que fuera inaugurado en la primavera de 1.968, estará domiciliado en la Avenida de Coria número 41, antigua Farmacia Laboratorio de Don Enrique Murillo; un local que se encontraba vacío desde que éste lo dejara, y el cual fue puesto en las condiciones de uso y decoro actual gracias a la colaboración voluntariosa de algunos de los socios en razón de sus oficios. Para la apertura del local como Asociación, el Pintor José Luis Fabre, residente en La Barriada de la Dársena, realiza y dona el cuadro alegórico al Rocío que hoy se puede contemplar en el frente del salón de entrada a la Peña.

El Barrio León


Desde aquella primavera de 1.968, la Junta Directiva viene realizando encuentros de Convivencia entre los socios y familiares, según se recoge en las normas de régimen interior, con dos excursiones anuales a la Ermita del Rocío en Almonte. Destacar desde sus principios la formación de un Equipo de Fútbol. Un conjunto de peñistas que, con Francisco Navas al frente como Entrenador, participaría en los Campeonatos de la Provincia y cuya equipación patrocinará la Moldurera Española, S.A.

También entre las diferentes actividades culturales se encuentran los Campeonatos de Ajedrez y el popular Dominó. De todos estos Torneos se pueden apreciar en su vitrina los trofeos conseguidos.

La celebración de Conferencias y Charlas entran también en el profuso capítulo de actividades desarrolladas por su Junta, la cual y aunque de forma discontinua organiza el Pregón de la Semana Santa en Triana, Exaltación esta que un año tuve el honor de realizar. Digna de mención es la labor que desarrollan con carácter de ayuda hacia la antigua Fundación Carrere, ahora Hermanas de la Consolación y Fundación ABBA, resaltando la

El Barrio León


cena que en Navidad le ofrecen en los salones de la Peña a los ancianos allí residentes. Pasada la Navidad y desde mediados de los 80 vienen organizando una Cabalgata de Reyes Magos que, sobre coches de caballos graciosamente engalanados al uso realizan un recorrido por el Barrio y sus alrededores, acercándose a las dos residencias de ancianos a las cuales hacen entrega de toda clase obsequios. A la muerte de Franco y con la Nación en plena transición con los distintos partidos políticos reclamando unas rápidas Elecciones Municipales en las que participasen todos los ciudadanos, los movimientos sindicales, sociales y vecinales se hacen cada vez más patentes y duros en esas empresas de organizarse en pro de la defensa de sus propios derechos. Pero esta primeras Elecciones Democráticas no llegarán hasta el día 3 de Abríl de 1.979, en la que es elegido como Alcalde de Sevilla Don Luis Uruñuela, quedando para ocupar el cargo de Concejal Delegado del Distrito de Triana Don Francisco Alvarez. Entre tantas inquietudes vecinales sevillanas se encuentran las que viven los habitantes del Barrio León. Por ello y aprovechando la oportunidad brindada para la Asociación de personas en defensa de mejoras a todos los niveles, el día 16 de Diciembre de 1.977, se reúnen por primera vez en el local-cochera de Don Miguel Alfaro, en los bajos de su vivienda sita en la calle Regla Sanz número 16, una serie de vecinos convocados por el autor de este libro, el cual y siendo las 20.30 horas, propone la creación de una “Asociación de Vecinos” con vistas a mejorar toda

El Barrio León


una serie de servicios, eliminar problemas tales como el Ferrocarril de CAMPSA que discurre a unos metros de las viviendas, actividades industriales, molestas unas y nocivas otras, así como la realización de diversas actuaciones culturales.

Asisten una treintena de personas entre las que, desgraciadamente, no se encuentra ninguna de las “Casas Baratas”.

La reunión acepta por unanimidad y con manifiesta satisfacción el planteamiento expuesto, y

se forma aquella misma noche una Junta Promotora para estudiar y dar consistencia a la idea, quedando formada por los siguientes vecinos: Eduardo, Antonio,

Manuel, Ignacio, Fernando, Alejandro, Miguel, Francisco, José, Rafael, y el promotor de la idea.

El Barrio León


Durante el transcurrir de un año y entre reuniones parciales acerca del tema “Asociación”, se decide celebrar una Asamblea. Se celebraría el 23 de Diciembre de 1.978. El lugar elegido, el salón de la Cafetería July, actual Bar Avenida, en la Avenida de Alvar Núñez, y a cuyo propietario y amigo Ricardo le reitero las gracias desde estas líneas por las atenciones de aquel momento. La asistencia: aproximadamente 80 vecinos, entre los que continúan sin hacer acto de presencia, en muestras del más mínimo interés, los vecinos de las “Casas Baratas”. En esta reunión queda definida la Junta Directiva de la nueva Asociación a la que ya se le ha buscado un nombre y elaborado sus Estatutos; figurará en el Registro del Gobierno Civil con el título: Asociación de Vecinos “El Terraplén”. Como ya es sabido, el Terraplén fue en sus comienzos, el Dique que, para contener las crecidas del Río Guadalquivir a su paso por la Nueva Corta de Tablada, dejando inundada toda la zona baja de Triana, comenzando por la zona del Charco de la Pava, y que fuera realizado como ya hemos dicho anteriormente en la parte O del Barrio León y la Barriada de la Dársena. La tierra utilizada para su construcción fue la que durante años se extraía conforme se ahondaba el lecho fluvial de la citada Corta de Tablada.

El Barrio León


El Terraplén era elemento fundamental de vida para la chiquillería de los difíciles años 50, no sólo por haberse convertido en una especie de Parque Infantil, sino porque de entre sus muchas plantas silvestres, crecían algunas que entretenían algunos estómagos, de entre ellas os puedo citar las famosas y ya mencionadas raíces del “Orozuz”, los “cardos”, y una especie de planta cuyos botoncitos, en calidad de frutos dulces y con forma de Boina Irlandesa de color Verde, eran llamados “Chochitos de vieja”. Muchas madres sabían que, cuando sus hijos hacían “rabona” (novillos), en lugar de estar en su Colegio, bien de “Doña Manuela” en la calle Dolores León o en el de “Don Jerónimo” en la calle María Ortiz, no tenían más que darse una vuelta por el Terraplén. También, y en ese caso recordando con cierta nostálgia, era parte fundamental de juventud y mayores ya que al no existir apenas tráfico rodado, excepto el discurrir del Tranvía que hacía el

trayecto Barrio León hasta la Puebla del Río y vuelta al Barrio se convirtió, hasta la ejecución de la nueva Autovía, en un paseo ideal para tomar el Sol en las frías tardes del Invierno. Disculpen el inciso pero, a veces pienso en que me puede aquella

expresión de: “Aquel tiempo pasado fue mejor”. La Junta Directiva de aquella recién nacida Asociación “El Terraplén”, quedaría compuesta por los siguientes vecinos, elegidos democráticamente y quedando con el siguiente orden de responsabilidades:

El Barrio León


Presidente: D. Santiago Martín Vice-presidente: D. Antonio Ortega Secretario: D. Fernando Murillo Tesorero: D. Eduardo Bizcocho Vocales: D. Alejandro Tena D. José Villar D. Rafael Herrera D. Ignacio Boza D. Miguel Alfaro D. Manuel Ruiz D. Francisco Barco Se estudió un Formulario-referéndum con el fin de que toda la vecindad pudiera dar su opinión o aportar sugerencias sobre lo expuesto. El día 28 de Enero de 1.979, se recogieron las papeletas en las que quedó patente la congratulación de todo el vecindario. La problemática del Barrio, expuesta, sería estudiada mediante la conformación de Comisiones: Urbanismo y Alumbrado (dadas las deficiencias actuales). Seguridad y Bienestar (ante la dejadez del Ayuntamiento hacia el Barrio). Cultura y Deportes (por la carencia de los mismos). A mediados del mes Febrero de 1.979, nos entrevistamos personalmente en su Despacho de la Alcaldía con Don José Ramón Pérez de Lama, Alcalde de Sevilla (qué cosas las de aquella época, no tan lejana por cierto). En aquella reunión con el Señor Alcalde, se le exponen cuantos problemas viene acuciando a la Comunidad,

El Barrio León


recomendándonos éste que nos dirigiéramos a cada una de las distintas Delegaciones Municipales ya que él previamente les habrá hecho llegar informes al respecto en los que quedarán reflejadas las demandas manifestadas. Desconocemos las razones políticas del por qué Triana durante el corto mandato de este Alcalde no tuvo Concejal Delegado en el Distrito a quien poder dirigirnos y buscar apoyo, y sí en cambio, estaban perfectamente atendidos los distritos Centro, Nervión, Macarena, San Pablo… La cuota mensual acordada y aprobada por unanimidad sería de 100 pesetas, aplicando una cuota de 50 pesetas a los pensionistas y a las familias cuya cabeza fuera mujer Viuda. Cada uno de los miembros de la Junta se haría responsable, como portavoz de un número de calles determinado, los cuales recibirían quejas y sugerencias de los vecinos. Estas quejas o sugerencias, lo mismo se recibían espontáneamente por la calle, en la casa particular o en la recién abierta Asociación, cuyo local Social era una accesoria en el número 1 de la calle Regla León, y que con anterioridad fuera la Droguería de Luis. Estas actividades quedarían sólo y exclusivamente para la parte vieja del Barrio, ya que la vecindad de las “Casas Baratas”, seguían sin mostrar el más mínimo interés, aun a pesar de habérsele hecho campaña puerta a puerta en un tanto por ciento bastante elevado y de cuyo resultado estimamos el no volver a insistir. Ni tan siquiera, cuando se encontraron con una de las primeras mejoras como fue la Fumigación de la “Mosca Blanca” en los naranjos, que se convertiría en mantenimiento anual, un mejor e inmediato servicio en la conservación del Alumbrado o la Ordenación del Tráfico Rodado, evitando con ello

El Barrio León


los múltiples problemas que acarreaba el que todas las calles fueran de doble dirección. También y en honor a la verdad, he de decir que, en ese recibo de “quejas o peticiones” y aunque un tanto disimuladas, que dirían los Quinteros, algún vecino de “Las Casas Baratas”, se dejaría caer por la Asociación pidiendo se hiciera algo con el fin de eliminar del Barrio a una Industria ciertamente tan molesta como era: “La Industria Freidora de Patatas” que Navarro tenía en la calle José León esquina a José León Sanz, y la cual, cuando había vientos del O, inundaba de humos todo el barrio llegando hasta las proximidades de la Barriada de San Gonzalo (Tardón). Tras varias reclamaciones al Ayuntamiento a través de su Delegación de Industria, y esta con la mediación de la Delegación de Transportes y Urbanismo, ante nuestra protesta por los grandes camiones que entraban dificultosamente en el Barrio para la descarga de las patatas, conseguimos por fin que se trasladaran a un Polígono del extrarradio. Sin embargo, y me congratula enormemente el dejar constancia de ello por el enorme esfuerzo que nos supuso, fue conseguir la erradicación total y absoluta del paso del ferrocarril de CAMPSA, por las inmediaciones del Barrio, tan solo a unos metros de las viviendas y a donde los niños, por aquello de que son niños, es donde, al parecer, mejor se lo pasaban, ya que las vías del Tren era una

El Barrio León


debilidad, tal vez fuera por la cantidad de veces que le oyeran decir a sus padres “no te acerques a las vías”. El caso es que fueron muchas, muchísimas horas de espera para poder al fin ser atendidos una y otra vez por el Inspector y al final por el Director de Zona de RENFE, sito en la calle Marqués de Paradas, donde hoy está ubicado el Hotel Plaza de Armas, con el fin de encontrar una solución, ya que nuestro planteamiento final como así sucedió, fue el exponerle que haríamos grandes fogatas a la vista del paso de cualquier “Convoy”. Al final claudicó y tras posteriores reuniones a título personal, aunque en representación de la Asociación y esta del Barrio en su conjunto, con el Delegado del Gobierno, el muro que nos habían levantado se derribó al completo dado que los jóvenes lo estaban rompiendo para colarse hasta las vías, y definitivamente eliminado el transcurrir de los Trenes por semejante lugar. Fueron muchas las horas dedicadas en aquellos primeros y difíciles años de la Transición, muchas y dada la

mentalidad de los Organismos Oficiales hasta entonces, mucho trabajo aunque gracias a Dios se pudieron conseguir bastantes mejoras de las que hoy disfruta el Barrio León en su conjunto, aunque siempre me quedará la “espinita” al no

haber podido conseguir, de los regidores de nuestra Iglesia de San Gonzalo, el que a la imagen Milagrosa que se colocara en la Plaza con motivo de las Misiones, que hicieran un mínimo esfuerzo porque le fueran devueltas las manos.

El Barrio León


Es de considerar no obstante que, lo más importante fue la puerta que se abrió para que a partir de entonces los problemas futuros del Barrio fueran escuchados por los Estamentos Oficiales. Ciertamente que en sus comienzos no fue, precisamente, una Asociación que organizara, dado los acuciantes problemas a resolver, actos culturales, sin embargo, fue especial aquel Enero de 1.979, en el que tiznado de Betún, y vestido cual Rey Baltasar, gracias a la Familia Murillo, y sentado sobre una especie de Trono en el pequeño local de la Asociación, era la primera vez que el día de Reyes, los niños del Barrio y también algunos de la Dársena, y por qué no, muchos padres, los ví sentir desde mi rostro absolutamente disfrazado, cómo vivieron unos momentos creo que irrepetibles. El sistema ideado para la entrega de regalos, dio como resultado el que cada niño tuvo el juguete que había pedido. Con el cierre de este capítulo y en honor a la verdad he de hacer justa mención a la presencia en la reunión celebrada para exponer los motivos de la Asociación, de una Señorita y vecina del Barrio en las “Casas Baratas”, concretamente en la casa esquina de la calle Giralda con la calle Cristo del

El Barrio León


Soberano Poder, y de la que al no recordar su nombre, desde estas líneas le pido disculpas por ello. Aunque en principio mi intención no era sobre pasar la década de los 80, no he podido resistirme a traer a esta páginas, dada la importancia popular adquirida entre la gente del Barrio, a la reciente Hermandad de Gloria de la Virgen del Rosario, la cual fue erigida Canónicamente por el Reverendo Señor Arzobispo de Sevilla, Monseñor Amigo Vallejo, el 27 de Junio de 1.992 que, como recordareis fue el de la Exposición Universal.

Una vez más, el Barrio León da muestras de sus inquietudes a todos los niveles. Y es así cómo en el mes de Mayo del año 1.980, se tiene conocimiento de un grupo de jóvenes que, dirigidos por Manolo González “Manolito” y conocido también cariñosamente como el “Curita”, rinden veneración a la advocación del Santo Rosario. La necesidad Religiosa de su Fundador, así como el elevado

estado de ánimo de los cofundadores trasciende a la opinión pública, y es llegado el momento en el que el grupo, ya numeroso, se congrega al Amor de una pequeña Imagen de la Virgen del Rosario, que es venerada en una capillita privada de uno de sus fundadores. Ha transcurrido sólo un año, y es tal la devoción que ha levantado la pequeña Virgencita entre la Comunidad, que piden sacarla a la calle por lo que ese mismo año de 1.981, en el mes de Septiembre, procesiona sobre unas andas, y colocada en el

El Barrio León


interior de un pequeño Templete, haciéndolo vestida con Corona y Ráfaga gracias a la suscripción popular. En esta ocasión primera hará su salida desde la casa de la Familia Monroy en el número 6 de la calle General Martínez. Acogida con muchísimo cariño esta singular salida, la cual hace crecer notablemente la nómina de devotos, se comienza a pensar en encargar nueva Imagen con dimensiones propias de esa ilusión que, un día no muy lejano hará que se convierta en una Hermandad de Gloria. Y es así cómo el trabajo le es encargado al Escultor e Imaginero Luis Álvarez Duarte, el cual finaliza la Obra y la entrega en el mes de Julio de 1.982. Como se desprende de comentarios interiores, todo va tan rápido que, el día de Santiago, la Imagen es

Bendecida en la Iglesia del Hospital del Pozo Santo, culminando el Solemne Acto con una emotiva procesión por el patio y dependencias de la Enfermería del Convento, realizando una entrañable visita a las enfermas e impedidas allí amparadas. De vuelta a su casa, se comienzan los preparativos para su primera Procesión en Septiembre del mismo año. Lo hará desde su Capilla

provisional en la anteriormente citada calle General Martínez.

El Barrio León


Estará construida con tubos de hierro, madera y lonas a modo de techumbre. En el año 1.983 comienzan las obras de una Capilla de fábrica, de un solo cuerpo de reducidas dimensiones y estilo sin definir, aunque con espadaña y Campanil, en el número 20 de la calle Regla León, lugar este que, en el año 1.929, sería la Taberna de Antonio “Bigote”. Más tarde en 1.951, la Ferretería de Rafael, ya como propietario, y en los siguientes años Verdulería y posteriormente ya en la década de los setenta una Churrería. La Hermandad que ya tiene una aportación económica directa muy buena gracias a sus más de 200 hermanos y hermanas, a mediados del siguiente año le encarga al mismo autor de la Virgen la Imagen de Niño Jesús, siendo acabado y posteriormente Bendecido en la Navidad del mismo año. Desde 1.984 en adelante se suceden uno tras otro

los extraordinarios acontecimientos que la harán cada vez más popular dentro y fuera del Barrio. La solemnidad de los triduos con sus correspondientes Funciones Principales de Instituto, se efectúan en la Iglesia Parroquial de San

Gonzalo. Desde ella se celebran las nuevas salidas Procesionales hasta su nueva Capilla.

Calle Estrecha

El Barrio León


Está en posesión de la Medalla de Plata de la Ciudad de León, que le fuera impuesta en el año 1.984. Fueron sus primeros Hermanos Mayores: Don Manuel González Torres y posteriormente Don Rafael Díaz Portillo. En las fechas en que doy por cerrado este capítulo, la Junta de Gobierno está encabezada por Don José Galvez Piñero como Hermano Mayor y Don Francisco Soler Lamaza en calidad de Secretario. Es de reconocido prestigio la instalación del Altar que, con motivo de la celebración del Corpus Sevillano, la Hermandad realiza en la calle Sierpes, el cual ha sido distinguido en

varias ocasiones por su sensibilidad y belleza. La calle Enrique León más conocida como la calle “Estrecha”, disfrutó siempre de un especial interés para la Hermandad por ser su vecindad la que prestó

El Barrio León


al principio mayor dedicación a engalanar el tránsito de la Procesión por la estrechez viva de su forma. Desde su origen, la Fiesta se torna en “Velada” y esta adquiere con el paso del tiempo dimensiones que escapan a algún sector del entendimiento humano, ya que, gracias al entusiasmo, conocimiento y colaboración de algunos vecinos, e independientemente de las actuaciones que oficialmente realiza la Organización de la Velada, no sólo celebra la Coronación-Homenaje a la mujer de mayor edad de la calle, sino que por su particular Fiesta, en la década de los 80, pasan entre otros: Francisco Palacios “El Pali”, Loli “La Canastera”, miembros del Tablao Flamenco “Los Gallos”, Paco Rosas, Cantaor y vecino del Barrio León, y con cuya directa participación dará realce a algunas entrañables noches.

Paco nació en pleno Otoño del año 1.940 y en aquella Casa de Vecinos de la calle Regla Sanz, de la que cito en un apartado anterior, posee en su zaguán una cancela en cuya forja se puede leer “Año 1.8_1. Se echaría al mundo del trabajo, como tantos otros, cuando contaba 12 o 13 años. Fue uno

El Barrio León


de aquellos muchos que trabajaron en la edificación de la Barriada de San Gonzalo (Tardón), pero le podía tanto el cante Flamenco, sobre el que a decir de la época ya se le apreciaban buenas dotes, que a escondidas de sus padres se escapaba para hacer sus primeros pinitos allá por la venta de Marcelino o la de la Vega, sin olvidar aquella, ya desaparecida, Taberna la Parra, del Niño de “Los moños”, situada en el corralón de talleres de “La Carretera”, junto a la venta de “Los Gatos”, donde daba la vuelta el Tranvía con dirección a San Juan de Aznalfarache y otros… Aún me parece estar oyendo a mi tío Romualdo cuando en más de una ocasión le oí decir: “Que bueno está un gato bien hecho aunque te digan que no es una Liebre”. Muy joven se presentó al Concurso “Conozca Vd. A sus vecinos”, en el Teatro San Fernando. Un gran paso ya que al ganar no sólo se llevó el premio consistente en una camisa y doscientas pesetas, sino que ello le permitió junto con otros ganadores, salir para hacer una Gira por diferentes ciudades entre las que se podría hacer destacar por su muchos conocimientos acerca del Flamenco, Jerez de la Frontera, en cuyo Teatro Villamarta, sentó y dejó claro qué quería porque sabía y podía lo que hacía. Gracias a ello y a la amistad que le unirá más tarde a Paco Herrera, Curro Romero y Gitanillo de Triana, se va a Madrid y es allí donde Lola Flores y Antonio González “El

Farruco

El Barrio León


Pescailla”, le piden que se vaya con ellos al “Caripen” un Tablao-Restaurante propiedad de ambos. Años después será la melancolía la que le estará hostigando continuamente haciéndole recoger los bártulos y volverse a Triana. En aquellos años también destacaría, por su buen hacer Flamenco otro Cantaor que con el nombre del “Niño del Arahal”, viviría en la calle José León Sanz. Es sabido de la oficialidad independiente de todo los núcleos de población con respecto de los adyacentes, lindantes con ellos mismos. La Barriada de “Los Ángeles” tenía que marcar una nueva ruta hacia esa forma de obtener mejores energías. Así por su parte N (que es por donde se recibe con mayor vigor la Fuerza Cósmica) nace cual siamesa del Barrio León, haciendo que dos calles como son Francisco Collantes de Terán y Ángel Solanz se fundan en un abrazo del que germinará de inmediato la Pureza de la Amistad.

Y en esa bella disposición debieron encontrarse aquellos amigos que, a principios de la década de los 80 cristalizaron la necesidad de un Centro Cultural y Recreativo donde cada

vecino pudiera dejar a un lado y por unas horas, esas otras energías que nada benefician cuando estas se acumulan dentro de sí.

El Barrio León


El pensamiento y el deseo tomarán cuerpo apenas manifestada la idea. Por ello, el día 24 de Diciembre de 1.982, y con el número 1.830 del Registro Provincial, quedaría dada de alta en el Gobierno Civil de Sevilla y su Provincia, una Asociación que, con el nombre “Peña Cultural Los Ángeles”, tendría su Sede en un local de la ya mencionada calle Francisco Collantes de Terán, en el número 8, y a tan sólo un beso del Barrio León, el cual y en voz de muchos de sus moradores, encontrará en la nueva Peña, otra alternativa donde dar rienda suelta a su desocupación y/o sus emociones e inquietudes culturales y cívicas. Cuántas veces habremos oído aquello de “Mucha gente no es de donde nace”. Y eso ocurrió con el Promotor y primer Presidente de tan singular Asociación. Su nombre: Francisco Carlos López de Pereg. El no era de Triana aunque como me apunta mi buen amigo Paco Soler, “El Tito”, como era conocido familiar y cariñosamente, la quería como amaba a su Esperanza de la calle Pureza. Hombre serio, cabal y justo que paseaba su Sevillanía con esa grandeza propia del que se siente sevillano de verdad. En aquella época, la recién estrenada nave de “Los Ángeles”, zarpa para realizar su primera singladura y quien mejor para gobernarla que quienes fueron elegidos democráticamente:

El Barrio León


Presidente: Don Francisco Carlos López Secretario: Don Francisco Soler Lamaza Tesorero: Don José María García López Vocales: Don José Galvez Escriche Don Antonio Reyes Ribas Don José Alvarez Franco Algunos meses después y tras la culminación, por el Pintor Don Antonio Traverso, de un “Fresco” en el frente del Salón, ubicación del Escenario-Estrado y cuyo motivo central es una vista de Sevilla desde Triana y el Guadalquivir por medio, se celebró la inauguración oficial de la Peña, la cual tuve el honor de realizar haciendo una mención al Pintor y su Obra, deseándole los mejores vientos a la Junta y cerrando el acto con un breve canto a Triana.

Aunque cuenta con Patrimonio Fundacional y los ingresos por cuotas mensuales, la Sociedad

en aquellos primeros tiempos de verdadero y a veces titánico esfuerzo, recibe donaciones particulares como fueron entre otros enseres: el Televisor, material para la Biblioteca, etc. Comprometidos con la idea de fomentar la Cultura en todas las formas a su alcance, se ven obligados a pedir un crédito para la compra de las mesas y las sillas. Más tarde se

La Revista

El Barrio León


monta el Bar el cual queda bajo la responsabilidad de Félix Cabeza. Con el transcurrir de los años el nivel de Amistad y Convivencia evoluciona, y gracias a sus colaboradores directos e indirectos, se producen acontecimientos culturales como son entre otros muchísimos: La creación de una Comparsa Carnavalesca que, con el título: “Los angelitos y el demonio en el carrito” estuvo dirigida por el Socio José Sabugal Jiménez, siendo autor de pasodobles y cuplés otro Socio llamado José Miguel Toquero Roldán. Sus primera actuaciones serían en el Colegio Juan Ramón Jiménez y Salesianos de San Pedro de Triana, llegando a ser conocidos en la Provincia Sevillana a través de una actuación en el Hogar del Pensionista de la cercana localidad de San José de la Rinconada. La Peña, al tiempo que monta Belén, también formará Coro de Campanilleros que, con el nombre de “Angelillos de Triana”, intervendrá un día de Nochebuena con “Voces

Celestiales del Mercado de San Gonzalo”.

Las inquietudes no paran en la Voluntad de las juntas que irán rotando al frente de la Peña, y es así como celebran

El Barrio León


Torneos de Ajedrez, Campeonatos de Dominó, de Rentoy, de Futbito, Carreras con motivo del Día de Andalucía, Concursos de Gastronomía, de Dibujo, Exposiciones de Pintura, de Fotografía, Conferencias, Días de la Madre, del Padre, además de los Pregones en cuyo apartado cabe destacar el de la Semana Santa. En ese gran abanico de actividades, cuyas varillas las componen tanto grupos infantiles como juveniles e incluso las mujeres de los socios, no faltan unas Cruces de Mayo que llegan a ser premiadas por el Excmo. Ayuntamiento de Sevilla. Días especiales dedicados al Rocío. Festejar de una forma muy particular la venida de “Los Reyes magos” (cabalgata incluida el día 6 de Enero). Y como no, la singular celebración de su Pregón de Semana Santa, en el que me honraron al solicitar mi participación en el año 1.987, y tras haber pasado por dicho acto: Doña Ángeles Yruela, Don José María Rubio y Don Manuel Toro ambos Pregoneros Oficiales de la Semana Santa de Sevilla. Se sentirá orgulloso el Concejal Delegado del Distrito de Triana, sabiendo que en estos terrenos de la “Huerta de la Torrecilla” se siguen cosechando tanta Cultura por tan inquietos corazones. Recuerdo con especial cariño a aquél Edil Alberto Jiménez Becerril, participando en actos de la Peña, a la que estaba vinculado por la estrechez de su lazo con la Cultura de Triana. Me cuesta no seguir alargando este capítulo pero, ¿Quién puede negar el Pan del Reconocimiento a tan prolífica labor? No obstante, lo cerraré con un recuerdo entrañable a su Revista “La Torrecilla” en la que tuve el honor de participar Literariamente con mi obra “El Hombre y el Calendario”, junto a otros colaboradores como Don Antonio Benitez, gran Actor de Teatro, ya mencionado anteriormente, de la Agrupación “Alvarez

El Barrio León


Quintero”, Don Manuel Lauriño, Don Francisco Soler, Don Ángel Bautista y Don Eduardo Rey y sus enseñanzas sobre el Ajedrez, el cual con el movimiento de sus figuras, y aunque no le encuentro la relación, me ha hecho recordar a un viejo amigo de mi padre cuando alguna vez por la Plaza de América me compraba un cartucho de camarones; con su cestilla Marisquera y su Blanca chaqueta, Rafael Perea… “Gambas, Camarones y Bocas de la Isla”. El Barrio León, como es sabido, esta situado geográficamente en una de las cotas más bajas de la ciudad, por ello estuvo condenado siempre o al menos hasta el establecimiento de la Nueva Corta, a sufrir los avatares más negros producidos por las grandes arriadas. Con angustioso pesar se recuerda aquel mes de Febrero de 1.936, en el que torrencialmente llovió sobre Sevilla, alcanzando el nivel del río la popular Cabeza de León que está en Triana, situada en un lateral de la antigua Abacería o Semillería “Faro”. Permitidme que sea un poco más adelante cuando vuelva a retomar este tema de las arriadas, ya que no quisiera dejar, o al menos dejar de hacer un comentario acerca de edificación tan singular, y en la cual un vecino del Barrio León, llamado Manuel el “Cateto”, se vino desde su tierra y acompañado de su Cuadrilla para trabajar en ella, y el cual una tarde en el Bar “Casa Manolo” esquina de Plaza de Anita con calle Regla León, me hablaba de aquellos tiempos en que se instaló en el Barrio, primero de alquiler y más tarde con casa propia en la parcela comprada a Don José León. Esta Semillería o Abacería, sería instalada utilizando la construcción de la Estación Marítima que, con el

El Barrio León


nombre de Compañía Naviera Sevilla-Sanlucar-Mar, se instauraría en Triana en el año 1.924. Dos años tardaría en ser aprobada la idea que presentara Don Luis de Olaso y Madaria el día 28 de Enero de 1.922, para la construcción de la citada Estación. Su actividad sería la del traslado por el río Guadalquivir, de pasajeros y mercancías hasta la Villa de Sanlucar de Barrameda en la Provincia de Cádiz, realizando la misma función entre Sanlucar y Sevilla, para lo cual en aquella localidad se levantaría una Estación que cumpliera con los requisitos exigibles en tan novedoso servicio. Ambas estaciones estarían provistas de muelles de atraque a los que se tenían acceso desde las dependencias de la Estación que, en el caso de la de Sevilla, estaría conformada por Despacho de Billetes, tránsito de Mercaderías y Sala de Espera con acceso interior hasta la Pasarela de embarque. El Muelle y Edificio se fabricaría sobre el comienzo de la Zapata, cuya cimentación ejerce labor de fortalecer los agarres del Puente de Triana, y cuya Arquitectura en forma de Torreón quedó junto a la conocida Escalerilla de “Tagua”, nombre este que fue tomado del apellido de su Constructor, un Italiano que, según nos dice el entrañable amigo Manolo Macías, se llamaba Baldomero Tagua Garoni, y que además era propietario de unos almacenes de materiales de Construcción en Triana. La Escalerilla fue construida tras finalizar las obras del Puente y poder salvar con ella el desnivel que quedó entre este y la actual calle Betis, rotulada por aquel tiempo con el nombre de calle “Orilla del Río”.

El Barrio León


Al principio la Línea estuvo cubierta con dos unidades de aproximadamente 150 Toneladas cada una. Sus nombres: San Telmo y Sanlucar. Ambas harían las primeras travesías con un tiempo de 4 horas y media, en horarios de salida y llegada entre las nueve de la mañana y las nueve y media de la noche. Los barcos, tal cual se recoge en la obra “Triana El Caserío” de Manuel Macías Miguez, estaban dotados de amplios salones, Comedor de primera y segunda categorías, así cómo provistos de los último adelantos tanto en Electricidad, Calefacción y servicios. El primer viaje en calidad de inauguración se realiza en el mes de Agosto de 1.924, dato este que no recogen las efemérides de la Alcaldía, aunque si se encuentran en las mismas fechas, tanto la del asalto al Tren Expreso de Andalucía, con resultado de muertes, y cuya condena para los asaltantes sería la Pena Capital ejecutada un mes más tarde, como la continuidad en la radiación de las primeras emisiones de la por entonces, única Radio de la Ciudad “Radio Sevilla”. Con aquella primera singladura se vió cumplido el deseo del Marques de Olaso, cuya petición al Ministerio de Fomento con el apoyo del, entonces, Alcalde Don Antonio Halcón Vinent, hizo que el Ministro de ese ramo Señor Conde de Urbina, accediera a la solicitud. Ello fue ratificado con la exposición en los lugares de costumbre del Edicto correspondiente para la Información del Público en general, por mandato del Gobernador de la época Don Rafael Durán.

El Barrio León


A duras penas, ya que su memoria andaba escasa, Julián “El Sastre”, también me relataba que, alrededor del año 1.932 o 1.933, y a su paso por Gelves en su navegar hacia Sanlucar, uno de los barcos de la Compañía Naviera sufrió un percance cayendo al agua uno de sus pasajeros que resultó ser un Guardia Civil vestido de paisano y vecino del Barrio León, cuyo cuerpo pudo ser encontrado dos días después. Aunque no he podido constatar al cien por cien aquel recuerdo, he creído de interés reflejarlo por si algún lector, en un momento determinado, pudiera aportar alguna luz, cuestión esta que, podría ser muy posible, ya que aquél desafortunado vecino cuando le fue abierta la cartera para conocer su identidad, se descubrió que portaba entre sus documentos un Décimo de Lotería que más tarde se comprobó que estaba premiado. A la desaparición de la Compañía algún tiempo antes de la llegada de la Guerra Civil, se instaló un Bar que se llamaría “El Faro”. El nombre fue tomado a raíz de haberse ubicado en su azotea un genuino Faro de los que usaban los barcos como indicadores típicos de señalización. Con el nombre El Faro aun se continúa denominando por los más antiguos o viejos del lugar, una edificación que en la actualidad está dedicada a la actividad de la Hostelería.

El Vapor Cádiz

El Barrio León


Las notas necrológicas de aquel 1.922, en que este acontecimiento comenzó a vislumbrar sus primeras luces, junto con los proyectos de edificación de las primeras parcelas del Barrio León, las pondrían las espantosas muertes de dos toreros en menos de una Semana: “Granero” al que mató un Toro de Veragua el día 7 de Mayo, y la del Sevillano Manuel Varés “Varelito”, el día 13 del mismo mes tras veinte sobrecogedores días luchando por su vida, sucesos estos que fueron muy dolorosos para Enrique Vargas “Minuto”, según me ampliaba José Jiménez Lozano, ya que a su parecer fueron muy amigos. No quedaría ahí la tristeza Sevillana de unos meses aciagos, ya que el día 8 de Julio moriría Don José María Izquierdo, y sobre cuyo penoso desenlace el Cabildo de la Ciudad, Página 62, Sevilla en la Vida Municipal, recoge la siguiente moción: “Ha fallecido en nuestra ciudad el esclarecido Escritor que con más vivo entusiasmo y sabiduría pondera sus gracias y hermosura. El Honorable Ciudadano que tantos ejemplos ofreciera de Virtud y Generosidad; el Filósofo, el Poeta, el Artista que más alto pusiera el nombre de Sevilla en estos últimos tiempos, por la abundancia y el mérito indiscutibles y alabado de su Obra. Ha muerto, en fin, Don José María Izquierdo Martínez. La Ciudad que le vió nacer y que recogió el fruto de su infatigable y rica labor del Hijo Ilustre, no puede dejar de condolerse hondamente con su pérdida y de honrar su memoria en el grado de sus merecimientos”. Algún tiempo después se distribuía por todas las Bibliotecas de España su Obra “Divagando por la Ciudad de la Gracia”. En esas mismas fechas, el Ayuntamiento de Sevilla

El Barrio León


manda que se grabe su nombre en una de las columnas de Mármol que quedaran erigidas en la Glorieta silenciosa del Parque de María Luisa y que llevará su nombre por los siglos de los siglos. Un nombre para el recuerdo como el de aquél “Jacinto Ilusión” con el que la memoria siempre nos traerá al Fundador de la Cabalgata de Reyes Magos Sevillana.

Pero dejemos correr el velo de los sentimientos más profundos, y como dije al principio de este apartado, permítanme que retome aquellas inundaciones de 1.936, en la que el nivel del Guadalquivir llegó hasta la altura en la que hubo dejar

testimonio colocando una Cabeza de León, aunque desconozco el por qué tuvo que ser de León. Lo cierto es que el Río se desbordó causando esa grave inundación a la que los vecinos, por cierto, estaban ya más que habituado pues se venían produciendo un año sí y el otro también. La situación llega al límite el día 19 de Febrero cuando ya están inundados casi todos los barrios de la Ciudad y las lluvias no cesan haciendo que el río no se detenga en su brutal crecida. Pero la arriada que con más amargura recuerda el Barrio, en razón de todos los relatos recogidos, sería la sufrida cuando el que suscribe, y aun la tiene fresca en la memoria a pesar de su cortísima edad, contaba sólo tres años.

El Barrio León


Se tiene conocimiento de que ocurrió el 24 de Febrero de 1.947, después de unos días de intensísimas lluvias. El año se había distinguido por haberse ahogado varias personas durante el verano. Ese fatídico día, según nota de la Alcaldía, llueve de tal manera que se produce una de las inundaciones más grandes que ha padecido la Ciudad. Las intensas lluvias hicieron que, no sólo se desbordara el Guadalquivir, sino que a él se le uniría el Guadaira, por lo que fueron muchos los barrios inundados quedando a la cabeza de todos ellos el Barrio León y la Barriada de la Dársena. El Servicio de tranvías quedó suprimido por lo que los vecinos habían de llegar hasta sus casas en barcas, carros incluso a lomo de animales de tiro. La excepción la pondría un gran camión de reparto de cerveza de la Cruz del Campo traído por el marido de una prima de mi Madre, que a la sazón vivía en una de las primeras casas que se construyeron allá por la Carretera de Su Eminencia recién terminada la Guerra Civil. Los arroyos Tamarguillo, Juncal y Tagarete, que nunca mostraron tanta agresividad, dada sus características, habían aumentado su caudal tan considerablemente que se convirtieron en una amenaza añadida. Por los husillos del Barrio no cesaban de manar aguas contaminadas y los vecinos desde sus barcas y azoteas veían

El Barrio León


flotar y nadar intentando salvar la vida una cantidad impresionante de cucarachas y ratas de todos los tamaños. Por el personal Médico del Ayuntamiento se realizan continuadas visitas a los acogidos en refugios provisionales para tratar las enfermedades contraídas por el contacto con aguas residuales, mientras que otros Servicios de Auxilios Sociales distribuían ropas de abrigo y alimentos. Algunas de las barcas utilizadas en Triana serían de las Empresas Areneras del Nuevo Cauce del Guadalquivir, mientras que otras habrían sido traídas desde el Estanque de la Plaza de España, donde hasta entonces y desde sus inicios, servían y seguirán sirviendo de Recreo. Por fin el día 11 de Marzo las aguas comenzaron a descender y poco a poco el río volvería a la normalidad, dejando tras de sí la huella de la más grave inundación de los últimos tiempos y, evidentemente, la de más peligro que conociera el Barrio desde sus inicios. El “Terraplén” o muro de contención sería la salvación futura, no obstante y hasta que el sistema no comenzó a funcionar a la perfección, se sucedieron algunas posteriores ocasiones en que las tapas de registro (pozas) de muchas viviendas se desplazaban de sus lugares de asiento, cuando motivadas por fuertes lluvias la presión del agua ponía al descubierto el sistema natural de los vasos comunicantes entre los niveles del río y los de las cotas más bajas que, como siempre serán todos los barrios del Oeste Trianero. A la Humildad en la pobreza le ocurre igual que a los niños en su Inocencia; se ríen de todo sin tener en cuenta la gravedad de algunos momentos. Sería por ello que el día 24 de

El Barrio León


Febrero de 1.944, y aun sabiendo de los tiempos que corrían y de la falta de preparación para afrontar un Invierno con temperaturas por debajo de 0 grados, dada la escasez de prendas de abrigo y resguardo, la vecindad se echó a la calle aun a pesar del frío intensísimo. Me aseguraba Julián “El Sastre” (creo que no les he contado aún del por qué de ese apodo; él era debido a que verdaderamente era de Oficio Sastre, principalmente de los Militares del Cuerpo de Aviación en la Base Aérea de Tablada). “El espectáculo era increíble, me decía, la Nieve nos caía encima y

el juego reinaba entre toda clase de personas. Tejados, árboles y calles se llenaron de Blanco produciendo un ambiente insólito para muchos”. No nevaba en Sevilla desde el año 1.914. Y debió ser así en verdad, ya que hasta pasados unos años no se volvió a repetir. Algunos ya éramos mayorcitos en aquellas fechas: Carmelo, Isaac, Pepe… También Febrero, en este

caso el día 2, pero del año 1.954. Ya la Sociedad no vivía entre tantas penurias por lo que los estados de ánimos se encontraban más abiertos para manifestar exteriormente las alegrías del Espíritu. Los niños de la época habíamos conseguido atravesar la barrera de las dificultades gracias a los esfuerzos de unos comportamientos diferentes, y tal vez, por qué no, a aquella ayuda Americana de cuya “Leche en polvo” aun puedo hacer revivir su sabor en mi palatino.

El Barrio León


En las azoteas aun quedaban de la noche anterior 8 ó 10 hermosos centímetros de Nieve, por lo que ni el Colegio de Doña Manuela ni el de Don Jerónimo, habían abierto sus puertas dándonos la oportunidad de aprovechar hasta el último copito Blanco para hacer muñecos e inocentes guerras con las atípicas bolas. La Iglesia de San Gonzalo, haciendo destacar los perfiles de rubio Albero de su decorada fachada, parecía desde la no mucha lejanía de mi casa en la calle Regla Sanz número nueve, una preciosa Tarta de Nata cuyos encajes de su Espadaña se recortaban silueteando un misterio contrastado con el Azul de Pureza que naciera aquella mañana bajo el Cielo de su infinita Gracia. La Plaza de Anita presentaba un aspecto diferente e insólito ya que la forma Geométrica que en apariencia de Estrella tenía el Refugio Antiaéreo que se construyera allí, se destacaba sobre la superficie Blanca del circular conjunto. Desde muy temprano y como si las madres hubieran echado los niños a la calle, la Plaza se había convertido en un hervidero. A la chiquillería, en esa absoluta intuición que sólo ella disfruta, advirtiendo que aquel evento no duraría mucho, se le apreciaba un nerviosismo del que se desprendía ese afán de querer realizar todos los juegos imaginables en la menor cantidad de tiempo posible. Aun conservo en mi memoria, de forma muy entrañable, a personas ya desaparecidas desgraciadamente entre

El Barrio León


las que se encontraba Mercedes, mi vecina, un carácter tan abierto como jovial y tan vital como entregado. También recuerdo entre ese “alud” de momentos que acuden a mi mente, a la Familia del Madera que, con su madre al frente, provista de palas y dedicada a limpiar la Nieve de la puerta daban a entender que aquello era una práctica habitual en el Barrio. Como según se recoge en la Página 271 de la obra Sevilla Imágenes de un Siglo: “Al decir de un Cronista, esos eran tiempos de María Trifulca. La razón estriba en que algunos sevillanos de las clases más humildes iban los domingos y días festivos del verano a bañarse aguas abajo del río, a los arenales de la Punta del Verde, denominados en el vocabulario popular “Playa

de María Trifulca”. Sin capacidad de desplazarse a Cádiz, Chipiona o Sanlucar, se trasladaban hasta allí en Vapores que fondeaban en los Muelles de la Torre del Oro. Las Ventas de la zona: “La Cigüeña”, “La Francesa” y “La Carbonera”, entre otras, y Vendedores ambulantes, como tampoco podía faltar cada día algún que otro Fotógrafo con el fin de atender a sus usuarios”.

Cinco años después mucho habría cambiado el modo de vida de nuestro Barrio y de otros barrios futuros, dada la cercanía, si se llega a llevar a feliz término el Proyecto que nuestro Ayuntamiento intentó sin éxito, de una Playa Artificial. Sería el día 21 de Septiembre de 1.955, cuando en la Permanente Municipal se hace una propuesta para la construcción de una Playa Artificial en

El Barrio León


Sevilla. La propuesta recoge la necesidad de esa construcción en nuestra ciudad con amplitud suficiente como para que la población pueda disfrutar de ella durante los meses del verano. Recoge asimismo la propuesta que la Playa ha de proyectarse en sitio no muy alejado de la población, y que su finalidad ha de ser no solamente la de atender a los baños o deportes de Natación, sino que ha de ser de amplitud suficiente para que se plante en sus márgenes gran profusión de arboleda que cubra de sombras amplios sectores en los que puedan instalarse bares y restaurantes además de merenderos. El día 25 de Enero de 1.956, se aprueba el Anteproyecto de la mencionada Playa, presentado por el Concejal Señor Villalobos, y en el que participaría Antonio López, vecino del Barrio León. La zona donde se instalará sería la comprendida en la Banda Derecha aguas abajo del Guadalquivir, en la Cabeza del Puente Alfonso XIII, en zonas inmediatas al Complejo de Construcciones Aeronáuticas y CAMPSA, es decir la zona de la antigua Dársena del Hipódromo, a espaldas de Los Remedios, en construcción. Este emplazamiento fue elegido porque las aguas del río no ofrecen el menor riesgo, además de que serían sometidas a depuración y limpieza con Cloro y Amoniaco. La Playa propiamente dicha tendría una extensión de 20.000 metros cuadrados, y la zona que la circundaría tendría todo tipo de servicio además de instalaciones para Baloncesto, Frontón, Boleras, etc. La totalidad de las instalaciones alcanzarían los 250.000 metros cuadrados. El agua sería renovaba mediante potentes bombas, instalándose además un Galería de Duchas. El costo total ascendería a 9.935.359,20 pesetas. Asimismo, en fase más avanzada se pretendería dotar al sector acotado de una gran Piscina reglamentaria con graderíos para Torneos Oficiales.

El Barrio León


Aquel mismo año de 1.955, en Otoño circula por vez primera, que yo recuerde, en el Barrio uno de aquellos cochecillos que ya fueran presentados en Sevilla el día 20 de Abríl, en los Concesionarios de la calle Santa Ana, “El Biscuter”. Su propietario y vecino: Carlos Noguero, vivía en el número tres de la calle Regla Sanz. También y aunque años más tarde, en el Barrio no dejaría de llamar la atención este modesto, hoy cronista en el recuerdo, cuando apareció por sus calles montado sobre una Vespa en cuyo lateral llevaba adosado una especie de cochecillo (Sidecar) y que tan sólo podía ocuparse por una sola persona.

Es de natural comprensión el que un núcleo de población con tan pocos años de existencia, pueda ofrecer tan amplio espectro de eventos y acontecimientos, no obstante tampoco le podía

faltar a este conjunto de recuerdos cómo el día 11 de Marzo de 1.951, y coincidiendo con el entierro del General Queipo de Llano, de cuyas Honras Fúnebres se hacía eco nuestra Parroquia, se dejaba sentir un Temblor de la Tierra, el cual y siendo las 5 de la tarde del día 19 de Mayo del mismo año, se repetiría causando cierto nerviosismo entre la ciudadanía.

Recreación

Recreación

El Barrio León


Sin embargo el que realmente se recuerda fue aquel Terremoto del día 16 del mes de Marzo del año 1.964. Eran las 00.35 horas de la madrugada del Domingo. El Movimiento de tierra llegó acompañado de un sordo rumor persistente que provocó una intensísima y natural alarma. Los vecinos se lanzaron a la calle en ropa interior unos y a medio vestir y con ropas de cama por encima otros. Algunos, recuerdo, se metieron toda la familia en el “600” y salieron del Barrio hacia no se sabe donde… Los que ocupaban pisos altos fueron los que más sintieron el Fenómeno por las oscilaciones de las lámparas, la vibración de las ventanas e incluso el asombroso movimiento de algunos enseres. Excepto algunos destrozos en casas y azoteas en no muy buen estado, afortunadamente no hubo que lamentar ninguna desgracia personal, eso sí, todo quedó en el Barrio León como siempre, entre risas, algunas nerviosas, causadas en su mayoría por el

histerismo propio de tan inusual caso. Aquella noche sería recordado el popular Concurso de Rafael Santisteban y cuyo título era: “Conozca Vd. A sus vecinos”. Es muy posible que aquellos con su carga de acontecimientos, fueran los aires que impulsarían las velas de la inquietud Fotográfico-Notarial de un Murciano de la Villa de Santa Cruz, que desde hacía poco tiempo vivía en la calle Antigua, en la actualidad: Calle Cristo del

Soberano Poder. Éste Fotógrafo se llama Gabriel Sánchez, aunque en Triana es más conocido por “Gasán”.

El Barrio León


Y ya para dar por concluida esta Obra de Recuerdos, he de decir que, las inexorables vueltas de las agujas del Reloj de la Vida no giraron en balde. Día a día, año tras año se fueron comiendo aquellas porciones de tiempo del que cada uno somos provistos para el viaje. La mayoría de mis “viajeros” ya están de vuelta. Algún que otro con el pie en el estribo, y otros que por haberse marchado del Barrio hacia otros lugares no he vuelto a saber nada de ellos, aunque siempre estarán en mi Corazón, y en el de la gente de la cual estuvieron siempre rodeados. No obstante vayan mis últimos o mejor sería decir mis penúltimos pensamientos en la evocación para aquellos que, por una razón u otra, serán eternamente entrañables… Joaquín el Panadero: Siempre con la sonrisa en los labios. Un repartidor que, aunque haciendo su trabajo en los últimos años con un Triciclo, jamás lo ví subido en el; pienso que

sería por la costumbre para con su antiguo carro y al que tenía que llevar siempre empujando al carecer este de tracción mecánica. Sufrió en sus carnes la vorágine de la Diáspora, cuando la piqueta decidió hacer desaparecer la Barriada de La Dársena en la

que él residía. La última vez que le ví en una de sus vueltas por el Barrio me comentaba con cierta amargura: “Aquello había que

El Barrio León


hacerlo, lo cierto es que, bien no se vivía, pero al menos podrían habernos dejado en Triana”. La luz que emergía desde el fondo de sus ojos, impresionaron un cliché que se revela con cada recuerdo de aquel sentimental momento. José el Carbonero: Hombre enjuto, espigado y moreno como la tizne de su rostro cordial. Anunciador de un Pregón reposado y al que le oí decir muchas veces: “Aunque vivo cerca, qué me gustaría vivir en este Barrio, no sé por qué le tengo un cariño un tanto especial”. Antonio el Lechero: Natural del Turruñuelo, y al que mi Madre, entre

bromas, le pedía siempre, como era la costumbre, “el cominito”, a lo que él respondía continuamente: “Y el vaso de leche que sa tomao el niño, ¡Qué! Y es que apenas lo oía llegar ya estaba yo en la puerta con mi vasito. Alguien recordará aquel vasito de plástico que, hecho de

arandelas se extendía para recogerse luego quedando guardado en su base que era como una especie de cajita. Un vaso de gran utilidad para llevarlo al Colegio. Antonio siempre, me contaba mi vecina Amparo, que era hija del Contratista que en la Plaza de Anita

Recreación

El Barrio León


construyera “El Refugio Antiaéreo en 1.938”, llevaba una fotografía del Motocarro que se compró para el reparto de la leche ya que anteriormente se utilizaba un Burrito para tal menester. Juan Rueda el Latero: Un hombre tan culto que, es casi imposible imaginar cómo tanto Conocimiento se pudiera desenvolver en un Reino de cacerolas, jarrillos de lata y palanganas restañadas, y entre aromas y sabores de Estaño y de Fragua. Tuvo su Taller en la esquina de la calle José León con José León Sanz, hasta que allá por el primer lustro de los 50, cerró trasladándose a Cádiz, su tierra natal. Estoy seguro de que el Barrio debió sentir la ausencia en sus calles de aquella figura que, aunque de débil complexión, si le consta de la grandeza de su Espíritu y la Gracia con que expresaba su Amabilidad.

Sobre este personaje me decía Gracia, otra Colaboradora, ya mencionada con anterioridad: “Entonces, yo no sabía si reírme o sorprenderme, cuando Juan me adelantaba, cómo si de una Profecía se tratara, <Acuérdate de esto que te digo: Estas casa que costaron Tres

pesetas, dentro de pocos años va a valer Cincuenta millones> te aseguro, Santi, que no sabía si tomármelo en serio o no; hoy por hoy ya me lo creo”.

El Barrio León


Valentín el Afilador: Anterior al Vaciador Santisteban (Santi) con su Bicicleta. Éste tenía como medio una especie de carrillo en el que la Rueda Motriz del mecanismo era la misma que utilizaba para el desplazamiento, y los mangos por donde lo cogía para arrastrarlo eran los mismos que le servían de patas a la hora de colocarlo para el afilado de cuchillos y tijeras. La Rueda se movía mediante una Correa que pasaba

por una Excéntrica a la que hacía rotar mediante el movimiento de su pie. Bajito y regordete, natural de Badajoz, eran raras las mañanas sin el sonido musical de la llamada de su Flauta. Aunque hoy se sigue viendo al Afilador, ya no se ve aquel corrillo en el que alrededor de tan elemental instrumento, se abría una

familiar escena entre chispas y cháchara. Sería Santisteban (Santi) el que, algún tiempo después, tomaría el relevo y al que trabajando con su Bicicleta seguimos viendo aún por las calles. José el Sillero: Llegó al Barrio para residir en la calle “Estrecha” allá por los años 58/59. Cargado con un buen haz de Eneas sobre su hombro derecho, sobre el izquierdo su caja de herramientas y asida de la mano una sillita baja, en la

Recreación

El Barrio León


que se le veía sentado trabajando en cualquier esquina. Su Pregón, repetido hasta la saciedad con aquello de: ¡Niña el Sillero! Se arreglan sillas y sillones, se ponen palos, se echan asientos que te dejan la silla nuevecita, hacía que, casi no había casa por la que no hubieran pasado los arreglos de José, un hombre ciertamente poco simpático aunque sí muy servicial. Rafael el de los Triciclos: Verdaderamente y a decir de los Comerciantes de la época, una Bendición de Servicio. Su ubicación de trabajo: la Plaza de Anita, al lado de la boca ya

tapiada del refugio que estaba situado en el desemboque de la calle Regla León. Tenía siempre a su alrededor un enjambre de chiquillos, ya que después de su Alquiler, los triciclos no siempre se devolvían a su lugar al objeto de no perder el tiempo, quedándose estos en la puerta del Negocio que lo hubiera utilizado por lo que tenía que mandar a

alguno de ellos a recogerlo, cosa que se hacía a veces teniendo que echarlo a suerte con aquel sistema de “acierta el número”. El problema para Rafael era que algunos avispados se unían y no volvían con el Triciclo hasta pasado un buen rato en el que aprovechaban, abusando, para darse unas vueltas por el Barrio. En la década de los años 50, y viviendo en la calle Arnao de Flandes en el barrio de El Turruñuelo, dejó los triciclos, y ubicándose en el mismo lugar puso un alquiler de bicicletas de tres ruedas ahora con la ayuda de su

El Barrio León


mujer. Una imagen que no se borrará fácilmente, es aquella en la que se le veía tirando de una Bicicleta, al tiempo que llevaba detrás enganchadas otras diez o doce cuando al atardecer iban de regreso a su casa. Ramón el Paragüero: Creo recordar que así se llamaba. Un hombre de mediana edad y Guayabera de las aquellas conocidas como la de los “Queseros” que, con su hatillo al hombro deambulaba por el Barrio, principalmente, aun siendo del barrio Voluntad; emitiendo su Pregón como llamada a la necesidad de reparar los paraguas. Paradojas de la vida y su progreso. Hoy y aun a pesar de aproximadamente la misma relación que antaño en lo que a nueva compra se refiere, preferimos tirar el paraguas en lugar de molestarnos en buscar quien lo repare, que los hay. Como enviado por Zeus Dios de la Lluvia, siempre aparecía en otoño buscando una tela desgarrada, un mango desencajado o aquellas varillas que, rotas o simplemente, torcidas se guardaron así pasadas las últimas aguas caídas durante la primavera. Recordando que acabo de citar una prenda como fue la Guayabera tipo “Quesero”, me ha venido a la memoria a otro personaje que, si bien con él no tuve relación alguna, si dejó su sello en el Barrio. No recuerdo su nombre pero, si está en el fondo de mis retinas, la imagen de un hombre con aquella camisa larga de “quesero” y una cantarilla al hombro, recorriendo las calles y pregonando una Miel a la que denominaba “Miloja”. Aunque hoy día el sistema está ya más que sofisticado, no puedo olvidarme, dadas las vivencias con motivo de los aprietos económicos de la época, de aquél Andrés el Ditero. Un hombre que, como era natural, mejor vestido, con su inseparable mascota y un grueso Libro de Cuentas (pendientes)

El Barrio León


bajo el brazo, se le veía principalmente los sábados y domingos por la mañana ya que eran, generalmente, los días en que el Ama de Casa disponía de dinero recién entrado a las más que depauperadas y sufridas arcas domésticas. Algunas veces se iba de vacío, pero, no importaba, el Ditero sabía perfectamente que cuando no había, ¡es que no había! Gracias a él muchas novias y casadas, cubrían sus necesidades en esos tantísimos órdenes de que se compone una casa. Como se habrá podido apreciar, es sorprendente cómo un núcleo de población de tan reducidas dimensiones y tan pocos años de vida, haya podido encerrar, no sólo en su idiosincrasia o sus inquietudes a todos los niveles, tanta actividad comercial, sino en la necesidad de crear un tejido tanto Industrial como Laboral, cual si tuviera la necesidad de que ninguno de sus pobladores tuviese que salir de él. Y para muestra, como decía mi Abuela Rosa, basta un botón, y ese no es otro que el de dar a conocer en este final cómo una calle llamada Regla León, y con tan sólo 28 números llegaría a tener: Una Droguería en su esquina con Avenida de Coria, según sus números impares. A continuación una Verdulería y Frutería, Taller de pianos, Obrador, Lechería, Carbonería, más tarde Butano, Comestibles, Carnicería, Bar, Ultramarinos, y Barbería. En cuanto a su acera con números pares estarían en esa misma esquina reseñada: El Bar Quijano, siguiéndole: Platería-Relojería, Estanco-Librería-Mercería, Verdulería, Quincalla, Pescadería, Taberna, Recreativos, Pescadería, Freiduría, Carnicería, y Taller de Marroquinería. He querido dejar para el final, tal vez el Recuerdo más entrañable. El de aquellos años de mi infancia transcurridos felizmente en mi primer Colegio. Un Colegio, en cierta medida “Miguilla” (lo que hoy se conoce como el Parvulario), sin el cual es

El Barrio León


muy posible que hoy yo no disfrutara de esta cortas habilidades para escribir. El Colegio de Doña Manuela en la calle Dolores León número 4, y mi querida Maestra, la Señorita Manolita Lara Capitán, la cual supo y aun a pesar de ser tan pequeño, ponerme con sus interminables “Redacciones”, en el camino del maravilloso mundo de la Imaginación. ¡Dios la Bendiga donde quiera que se encuentre! Una persona entregada y a la que habré de agradecer siempre, cómo después de terminar la clase algunos días hacía que me quedara un buen rato más en el que me hablaba y me enseñaba acerca de materias que a duras penas conseguía entender; conocimientos que no se hicieron firmes en mí hasta pasados algunos años cuando aquellos recuerdos acudían a mi memoria durante mis horas lectivas en la Universidad Laboral. Los recuerdos de aquella época 1.949/1.953, acuden a mi mente tan veloces, y de forma tan atropellada cual si de una carrera por salir todos el primero se tratara. Este comportamiento me obliga, y pido perdón por ello, a dejarlos en el cajón de mi intimidad, callados, para ser disfrutados a solas. Casi agotados los recuerdos, porque estoy seguro de que en los sótanos de mi memoria quedarán algunos otros episodios que, vaya Vd. a saber, por qué no tuvieron interés en hacerse presente a tiempo, doy por terminada esta obrita la cual no ha pretendido alcanzar otra Meta que la de el haberme tenido entretenido (aunque en honor a la verdad, a veces agobiado) durante muchas horas sobre los mullidos momentos que Dios me regaló a lo largo de mi estancia en el Barrio, mi Barrio León. Eso sí,

El Barrio León


si a alguien le he hecho navegar por el Mar de la Nostalgia, incluso si por alguna que otra mejilla rodó la húmeda melancolía, o acaso a algún que otro joven le he movido el engranaje de la Sensibilidad hacia el Barrio, me daré por satisfecho, absolutamente. Y como quiera que es verdad que, “Una imagen vale más que mil palabras”, dedicaré estas últimas páginas a recoger de forma Monográfica una serie de momentos que, por alguna razón entendí debía ir guardándolos en un cajón hasta que llegara el día en que vieran la luz, y este creo que bien pudiera ser ese día: Detalles, oficios, costumbres, lugares, juegos…

Cancela 1.922 Municipal 1.950

El Barrio León


Las alpargatas Cancela 1.927

Chiquillería 1.944

El Barrio León


Una Carbonería

La Carpintería Vicente

Bar Casa Manolo

El Carro Panadero

En la puerta de La Torrecilla El Aguador

El Barrio León


El aseo

El Polvero de Juanito

El Recibo de la luz 15 Pts.

El Lavadero

Jugando a Piola

Autoservicio

El Barrio León


El primer Taxi

La Casa de Sastre

El Brasero

Jugando al aro La Peineta

El Barrio León


Para lavar la ropa

La merienda El mantón de Manila

Un Tranvía en la Torrecilla (Pintura)

El Barrio León


La 1ª moto Guzzi Desagüe de servicios

En la Plaza de Anita

Primera Farmacia

Azulejos en la Salita

El Barrio León


La clientela

La Taberna de José María

Solar antiguas cocheras

Frutería Casa Paquita Una Vaquería

El Barrio León


Carpintería de Dorado

Colegio Don Jerónimo

La 1ª Casa de pisos en la zona

El primer Colegio

La casa natal del autor

El Barrio León


Primera Carnicería Plaza Anita. Primera reforma

Un entierro en la “Carretera”

El Barrio León


INDICE DE IMÁGENES: Portada: Callejero. Página: 002 Prólogo. “ 007 El Tranvía en la “Carretera” 1.948. “ 008 Introducción. “ 012 La Torrecilla (reforma 1.988). “ 013 Izquierdas Siglo XVIII (recreación). Derecha 1.965. “ 014 Proyecto de reforma de 1.935. “ 015 Mariscos Emilio 1.995. “ 017 Casa Hermandad San Gonzalo 1.998. “ 019 El Retablo 1.961. “ 020 La Iglesia desde la Torrecilla 1.970. “ 022 Cancelas: C/. José León. 1.881. Regla Sanz. 1.885. “ 023 El propietario de la Torrecilla 1.927. “ 024 Plano original de la Parcelación 1.922. “ 025 Parcela 120, y Parcela 118. 1.923, en Pl. de Anita. “ 026 Plano de Planimetría original 1.925 (Distribución de calles). “ 027 Parcela 78, 1.923 C/. Dolores León. “ 030 Proyecto y solicitud de “Casa barata” Parcela 10, fechada 16-7-1.923. “ 032 Primera tienda comestibles registrada por Ángel Domínguez en 1.924, en la C/. Regla León. Parcela 25. Inferior Izq. Parcela 73 acc. Marzo 1.925. “ Der. Parcela 40 de 1.926. “ 033 Sup. Izq. Parcela s/nº. 1.925.

El Barrio León


“ Sup. Der. Parcela s/nº. Inf. Izq. Parcela sin definir 1.925. Inf. Der. Parcela 73 acc. Marzo 1.925. “ 034 Inf. Central Parcela 39. Mayo 1.925. “ 035 Parcelas 53 y 54. 1.925. “ 036 Sup. Izq. solar 1.925. Inf. Izq. Parcela 84. Sin fecha. Der. Local almacén Junio 1.927. “ 037 Solar 1.923. “ 038 Izq. Obra de Luis Crux 1.979. Der. Obra de Manolo Rincón 1.978. “ 039 Cruz de Mayo, almacén de 1.934 “ 040 Sup. Bda. San José de 1.929. Inf. Bda. La Dársena y detalle 1.933. “ 041 Fundación Carrere (Asilo) 1.940. “ 042 Terrenos de la Huerta en 1.958. “ 043 Inundación de 1.947. “ 044 Los “volaores” en 1.954. “ 046 Tranvías y autobuses 1.960/1.961. “ 047 Primer billete de trabajo (autobús). “ 048 Sup. Derribo de la venta de la Pava hacia 1.955. Inf. Arriada de 1.947. “ 049 Panorámica del Barrio desde la Cuesta de Castilleja 1.928. Arch. F.M. “ 051 Sup. Casa de Valentín. Parcela 1 de 1.923. Inf. Izq. Calle Enrique León 1.965. Inf. Der. Calle regla León 1.970. “ 053 Izq. Calle General Martínez 1.969. Der. Calle Regla Sanz 1.968. “ 054 Sup. Casa de Calle Regla León Parcela 74 de 1.926.

El Barrio León


Casa de Calle José León Parcela 35 de 1.927. Inf. Calle Regla Sanz Parcela 88 de 1.926. “ 055 Izq. Casa en Calle José León Sanz Parcela 94 A de 1.926. “ 057 Parcela s/nº de 1.925. Calle José León Sanz esquina Dolores León. “ 058 Izq. Calle Dolores León. Parcela 118 de 1.927. Der. Calle José León Sanz Parcela 15 de 1.923. “ 060 Don José León y Don Gonzalo Queipo de Llano año 1.938. “ 061 Casas Baratas hacia 1.970 (originales). “ 062 Maqueta de las Casas Baratas, y primera piedra. “ 063 Bendición de los terrenos y reseña de ABC. “ 064 Desfile del Batallón Infantil. “ 065 El plano continuación de las Casas Baratas en 1.937. “ 066 Construcción Casas Baratas en 1.939. “ 067 Casas Baratas y Parcela s/nº en Calle José León, año 1.926. “ 068 Anuncio competencia comercial Gas y Electricidad, años 30. “ 069 Detalle precios por consumo. “ 071 Solar reformado de las parcelas 18, 19 y 41 y 42 de 1.924. “ 072 Recreación de una Novillada, y entrada al Toril por calle José León

El Barrio León


Sanz en el año 1.928. “ 073 Enrique Vargas “Minuto” y reseña Diario de Madrid. “ 074 José Lozano con su hija Loli en 1.950. “ 075 Anagrama años 40. “ 076 Rótulo de ONIX y lugar del Patrocinio en 1.969. “ 080 Avión de reconocimiento en 1.938, y Plano del Refugio en 1.937. “ 081 Callejón de Calle Regla León (no existente en el origen). Parcela 105, calle María Ortiz, 1.927. “ 082 Corrales de Triana hacia 1.900. “ 083 Corral de Triana hacia 1.920, y Casa de Vecinos en Calle regla Sanz. Parcela 72, año 1.926. “ 084 Avda. de Coria, parcela 17 de 1.925. “ 086 Parcela 122, Marzo de 1.927. “ 088 1ª Solar de fábricas y posterior de Cooperativa Triana: 1.910 a 1.973. 2ª La Hispano Aviación: 1.939 a 1.975. 3ª Construcción hacia 1.974. “ 089 El Campo de los Presos en 1.955. Al fondo construcción del “Tardón”. “ 090 La Zapatería de Jacinto en 1.969. Parcela s/nº en Calle José León Sanz. Año 1.926. “ 092 Casa del Autor (1.970) Enrique León. Parcela s/nº de 1.925. “ 093 Atropello del Tranvía al Paso de la Virgen de la O en 1.943.

El Barrio León


“ 095 1ª Casa Casimiro (1.980) Parcela 10 de 1.924. Avda. de Coria. 2ª Pescadería Ramón. Regla Sanz. Parcela 73 de Marzo 1.925. “ 099 Fábrica de caramelos. Parcela s/nº 1.926 Calle Dolores León. “ 105 Taller de Fotografía. José León. Parcela 36. Octubre de 1.925. “ 112 Homenaje a Luis Mariscal. “ 113 Isabelita López y Manolo Marín Velada del Barrio 1.989. “ 114 El Autor con Isabel Pantoja, ambos: Trianeros de Honor. “ 115 Juan Tamarit 1.985. “ 116 Mercadillo y nuevo Mercado de San Gonzalo 1.960/1.977. “ 117 Prospectos de la Sociedad Artística Linares Rivas. 1.926/1.927. (Corralón) Parcela s/nº de 1.925. Pl. de Anita. “ 118 El Corralón al fondo (Primera reforma de la Pl. de Anita. “ 119 Diploma de 1.934 y folleto de cine de Antoñita Colomé. “ 121 Equipo de La Gimnástica 1.947. “ 122 La Casa de los Guardas. Calle Regla Sanz. Trozo de terreno sin parcelar de 1.945. 1ª piedra para la Iglesia de San Gonzalo. Año 1.939. “ 123 Proyecto y construcción de la Iglesia. 1.938/39. “ 124 La Casa del Capataz. Calle

El Barrio León


Regla Sanz. Parcela 85 de 1.925. “ 125 La arriada de 1.947, año en que se suspendió la 1ª salida. Bautizo colectivo de una Familia Gitana tras la boda del autor, 1.968. “ 126 Hasta la página 134, distintas imágenes de la Cofradía, (reseñadas). “ 135 Detalles del incendio en la Parroquia, año 1.977. “ 136 Detalle del 25 aniversario de la Cuadrilla de costaleros. En el ángulo inf. Drcha. Juan Vizcaya y Luis Ortega Bru. “ 137 La Saeta de un residente del Asilo. Últimos vestigios de una Carroza Funeraria en 1.948. “ 138 Lateral del Ambulatorio Amante Laffont en 1.964. “ 139 Creación de la Peña Rociera del barrio León en 1.965. “ 140 Acto de la Peña Rociera realizado por el Autor. “ 141 Sede de la Peña. Avda de Coria (1.968). “ 142 Una vista de la entrada al Barrio. “ 143 Logotipo de la Asociación de vecinos “El Terraplén”, año 1.979. “ 144 Varias imágenes del lugar por donde discurría el ferrocarril. “ 145 Talleres en Regla Sanz. Parcela aun sin definir en 1.925. “ 146 Mazo de Orozuz y Perra gorda 1.950.

El Barrio León


“ 149 Pregón de la Velada de 1.986 realizado por el Autor. “ 150 La Milagrosa aun sin manos en Plaza de San Gonzalo. “ 151 El Autor de Rey Mago en 1.979. “ 152 Hasta la página 154, diferentes momentos de la Procesión de la Virgen del Rosario. “ 155 Coronación de las reinas de la Calle Estrecha. En la 1ª: el Autor, En la 2ª el Pali, años 80. “ 156 Celebración de la Velada en la Calle Estrecha con el Cantaor Paco Rosas. “ 157 Actuación de el Farruco, año 1.987. “ 158 La Barriada de Los Ángeles década de los 70. “ 159 Inauguración de la Peña Los Ángeles en 1.983. “ 160 Portada de la Revista La Torrecilla (Peña Los Ángeles). “ 161 Diferentes actos de la Peña. “ 166 El Vapor Cádiz de la línea Sevilla Sanlucar mar. “ 168 Anuncios comerciales en una Triana que aun carece de teléfono. “ 169 Las inundaciones de 1.936. “ 171 Con la página 172, la nevada de 1.954. Imágenes de la Pl. de Anita y las Casas Baratas. “ 173 La Playa de María Trifulca en 1.955.

El Barrio León


“ 175 Bien podría ser el Biscuter de Carlos Noguero en 1.955, y la Vespa con Sidecar del Autor 1.969. “ 176 Pendientes del terremoto, y Gabriel Sánchez (Gasán). “ 177 El regreso (la marcha), y Joaquín el Panadero. “ 178 Antonio el Carbonero, y prospecto del Motocarro. Reparto de la leche. “ 179 Juan Rueda el Latero. “ 180 El Vaciador Santi, el Afilaor y el Sillero (estos dos de 1.950). “ 181 El Triciclo de reparto y el de Recreo en 1.955. “ 185 Cancela de 1.922. Parcela 132 de Noviembre de 1.926 en Calle Ángel Solanz. Sargento de la Guardia Municipal, década de los años 40. “ 186 1ª Las alpargatas 1.958. 2ª Cancela de 1.927, parcela 123 en Ángel Solanz. 3ª Chiquillería en la Calle Estrecha. “ 187 1ª Una Carbonería, parcela 145 en Calle General Martínez. 2ª La Carpintería de Vicente en la Plaza de Anita, parcela 103 dividida. 3ª Bar Manolo, calle Regla León, Parcela 89 de 1.926. 4ª El carro Panadero de 1.950. 5ª Automóvil en la puerta de la Torrecilla, año 1.934. 6ª El Aguador en 1.950.

El Barrio León


“ 188 1ª El aseo de 1.940. 2ª Polvero Juanito en Plaza de Anita; Parcela 127. 3ª Recibo de la luz en 1.940. 4ª El lavadero del corral en 1.930. 5ª Jugando a Piola en 1.945. 6ª El autoservicio en calle Ángel Solanz/ Dolores León, parcela s/nº. “ 189 1ª El primer Taxi del Barrio, 1.945. 2ª La casa taller del Sastre Julián en Calle Regla Sanz. 3ª El brasero en 1.950. 4ª Jugando al aro en 1.955. La peineta de un taller en calle José León, 1.940. “ 190 1ª La lavadora en 1.930. 2ª El Mantón de Manila, taller en Enrique León. 3ª El desayuno o merienda de 1.930. 4ª Pintura de un Tranvía en la Torrecilla, almacenes y taberna hacia 1.950. “ 191 1ª La 1ª moto Guzzi de Andrés en 1.955. 2ª El desagüe del corral en 1.940. 3ª El Chili en la Plaza de Anita en 1.950. 4ª La 1ª Farmacia, calle Ángel Solanz esquina Dolores León, parcela 137 de 1926. 5ª Azulejos en la salita, 1.955. “ 192 1ª Taberna José María, calle regla León, Parcela sin definir. 2ª José María y la Clientela… 3ª Solar cocheras de 1.925. 4ª Verdulería casa Paquita, calle Regla Sanz, 1.979; parcela 84 de 1.925. 5ª Vaquería en General Martínez. Parcela 248 de Junio 1.927. “ 193 1ª Carpintería Dorado, calle José León Sanz, parcela 189 de Julio de 1.926.

El Barrio León


2ª Colegio Don Jerónimo, calle María Ortiz. Parcela s/nº. 3ª Casa de pisos en calle María Ortiz esquina Dolores León. Varias parcelas 111 (reformadas) de 1.926. 4ª El primer colegio calle José León Sanz. 5ª La casa natal del autor en calle Regla Sanz. Parcela 88 de Noviembre de 1.926. “ 194 1ª La 1ª Carnicería, calle Regla León (Casa Silvan), parcela 89. 2ª La Plaza de Anita (1ª reforma) 1.979. 3ª Un entierro en la “Carretera” hacia 1.945. Aunque en el Plano original existen muchas parcelas definidas con número y fechas de compra o apalabradas, lo cierto es que, la gran mayoría sufrieron variantes en razón de ampliaciones o cambios de situación, por lo que, a excepción de las originales, el resto, según me contaba la Sra. León, están con números, fechas y orientaciones aproximadas, aunque estas no varían en gran medida. AGRADECIMIENTOS A: Gasán. Archivo municipal. Fototeca Municipal. Hemeroteca Municipal. Archivo del ejército. Hdad. De San Gonzalo. Revista Triana. Triana Memorias de un siglo. Sevilla imágenes de un siglo.

El Barrio León


PARA FINALIZAR EL BARRIO LEON, UN PASEO… (Artículo recogido en la página 51 de la REVISTA TRIANA número 70 y firmada por el autor de esta obra. Siempre se habla del duende de Sevilla, un duende que no es otra cosa que la misma luz que la envuelve y protege, que le da vida y encanto, sabor y color, y bajo esta luz ¡cuántos matices diferentes…! Cada barrio disfruta de una bandera con colores y aires muy distintos. Hay barrios cuya luz se diferencia del resto, cuando ella en delicados destellos se abre al cielo sevillano entre torres y espadañas; otros, son la viva voz de una sinfonía, entre el silencio y la culminación del cantarino cristal que, fluyendo caprichosamente de unos surtidores, nos traslada a edénicos momentos y hay otros cuyos aromas, entre la tarde de siesta y las noches calurosas de un Verano preñado de favores, inundan los sentidos hasta hacerlos soñar con un carrusell de fantasías infinitas. Y en el atrayente marco de estos últimos, el relieve genuino del Barrio León. Un Barrio al que se llega, cuando acabado el paseo por la sin par calle San Jacinto y el comienzo de la moderna Ronda de Triana, en un tiempo antiguas cocheras de los tranvías, y frente a la que en la actualidad se levanta el Ambulatorio de la Seguridad Social; esquina que roza la Avenida de Coria, y en cuya Residencia de ancianos será recuperado en breve el primor de la jardinería andaluza que desde siempre le caracterizó.

El Barrio León


Un Barrio de casitas blancas, rojas tejas, ajardinadas azoteas y simétricas vías, pero, sobre todo, un Barrio de inconfundibles aromas, encabezados, como no podía ser de otra manera, por esa flor Blanca, humilde y pequeña que, con el nombre árabe de Azahar, nazarenea por todas partes y en especial por la Plaza de San Gonzalo, apenas se hacen presentes los primeros síntomas de la Primavera. Hay que pasear por este Barrio, y precipitarse en él. Hay que visitarlo, porque él conserva desde siempre, parte importante de aquel pentagrama de gracias propio de la ciudad. Un Barrio que sosiega, que relaja y serena, que hace que el Espíritu se encuentre así mismo cuando por el pasea. Un Barrio que es paz desde el momento en que en él nos internamos a cualquier hora del día, y sobrepasa la medida, aquella hora en la que el Sol comienza a esconderse tras los flecos del Aljarafe y la vega levanta por las esquinas remolinos anaranjados. El Barrio León es descanso para el ánimo a veces entristecido por el sopor propio de días bajos; y es grato cuando a esa hora de la tarde, comienzan a desperezarse los jazmines que, en los patios y cual si de millares de luceros se tratara, se abrirán a los cielos, mientras que en ellos las estrellas se harán eco de aquellos jazmines ya abiertos en el nidal de los arriates, y los gorriones comenzarán a formar el revuelo propio de cada atardecer en la continua búsqueda de la rama sobre la que pasar la noche. Un revuelo que, ameniza el ambiente tranquilo de los naranjos en flor, desde muy tempranas horas.

El Barrio León


El Barrio León, a diferencia de otros núcleos de población, guarda el encanto del silencio, de una ineditez embriagadora para el Espíritu tranquilo. Aunque cada vez menos, en el Barrio y en el candoroso mimo de sus paredes, las cales blancas de un Morón no muy lejano, siguen haciéndose verberar al Sol, llenándolas del más abierto dinamismo. Las viejas fachadas terreras, están comenzando a dar paso a nuevos paños en los que la Cerámica Trianera, con ese paso tranquilo propio de una delicada e inconfundible belleza, se hace notar en el día a día de su necesaria renovación para ese turismo ocasional que decide invadir rincones en otro tiempo rotulados: “parcela…” de aquella antigua Huerta de la Torrecilla. El Barrio León, con sus calles mirando suavemente hacia aquel nuevo cauce del río; con sus aun viejas y algunas señoriales casas, a la vez que con su parte nueva, parcela esta de encantadoras casitas de dos plantas en su mayoría, y que, construidas entre finales de los treinta y comienzo de los cuarenta, recibiera el nombre de: “Casas Baratas”, estaba rodeada de huertas que rebosaban la verde lozanía en la labradora albura de sus cercas; parece como si aun conservara la tristeza y la alegría del entorno ingenuo propio de un sutil romance costumbrista.. Dejó de pasar el Tranvía por la “Carretera”, por sus alrededores, en dirección a los pueblos del río, cuando este se desbordaba bravamente, invadiendo cuanto encontraba a su paso. Todo pasó a la historia, y el Barrio León, como no podía ser de otro modo, se abrió a la modernidad. Se jubilaron las viejas acacias y dieron paso al esplendor natural y aromático de los naranjos. La vida se renovó, y los niños de las posguerra vieron nacer y en

El Barrio León


consecuencia crecer, esa Hermandad que es simpatía de Triana y de toda la Sevilla Cofrade. A la sombra del Santo Gonzalo, comenzaron a enamorarse de la Semana Santa, cuando el Señor del Soberano Poder, y años más tarde la Santísima Virgen de la Salud –Blanca Flor de Humildad- comenzaron una singladura de pasión diferente a todas por el estallido único de una Cuadrilla de ensueños. Una Iglesia Parroquial que, con el tiempo, se ha consumado como un auténtico museo de la particular, original y bella cerámica del Trianero Ramos Rejano, que no se debe dejar de visitar. Lástima de esa Plaza de San Gonzalo, que nunca llegó a disfrutar de aquella idea original de habérsele colocado en medio una fuente, en cuya parte superior (según proyecto) habría estado instalada la actual figura de la Virgen Milagrosa. La pasión y la Gloria, siempre unidas, haría que una nueva y sencilla espadaña se elevara hasta los aires trianeros con la llegada de una nueva y joven inquietud, la de rendir culto y hacer pasear por sus calles a una Gracia Niña que, con el nombre de Rosario, llenó y llena cada rincón del viejo Barrio. No se puede negar pues, que el Barrio León, aun a pesar de sus pocas manzanas en el extrarradio Oeste de la ciudad, puede ofrecer al visitante lo grato de un carácter vivencial y armónico, así como del disfrute de un hermoso paseo por la tranquilidad de unas calles limpias y vestida desde ventanas y balcones con la gracia de un sin fin de geranios y clavellinas… Las necesidades de la vida hicieron que esta obra fuera acabada en mi actual domicilio de la calle Asturias. Sí, ya sé, a un paso del Barrio León. Ello sucedería curiosamente un día 24 de Mayo.

El Barrio León


Art & Photos

8º el barrio león en el recuerdo