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Análisis de obras arquitectónicas: Iglesia San vital, Ravenna Francia. Basílica de San Apolinar in Classe, Ravenna, Francia. Catedral Nuestra Señora de Reims, Francia. Catedral de León, Castilla España.
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Análisis Obras Arquitectónicas.
Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre.
Barquisimeto – Edo. Lara.
Integrante:
Marianna Pérez. C.I.: 24.684.254
Iglesia San Vital, Ravenna,
Italia.
La planta central, octogonal, que está precedida de un nártex y un atrio, aunque este último hoy día no existe. El nártex se alarga por dos lados del octógono. Tras los dos lados del octógono y el límite del nártex o pórtico se configuran dos espacios triangulares a cuyos lados se apoyan las dos torres escaleras, que servirán para acceder tanto a la parte superior del pórtico como a la tribuna de la parte superior. Las caras exteriores del octógono están partidas por pilastras.
Profundo presbiterio y ábside que le continúa. A ambos lados del ábside se sitúan dos pequeños espacios rectangulares que comunican con dos pequeñas capillas circulares, que, a su vez, rematan en otros espacios rectangulares.
En realidad se trata de un espacio interior único, sabiamente organizado con la ayuda de apoyos, pilares y columnas, entre la sala central octogonal y el deambulatorio. Unos amplios vanos abiertos aseguran la comunicación entre estas dos partes del edificio.
La forma geométrica de la planta condiciona toda la estructura del edificio. El vértice de la cúpula y los correspondientes puntos externos sobre la planta configuran un triángulo equilátero. Esta forma, además de la referencia simbólica a la Trinidad, condiciona todo el plan del alzado. Se trata de algo totalmente nuevo y desconocido en que se conjugan las novedades de Oriente y Occidente.
La cúpula se eleva a gran altura, sobre un tambor octogonal, posibilitado porque el material empleado para su construcción no fue el ladrillo, sino tubos huecos de tejas enchufadas en hileras horizontales, que evitan el excesivo peso. Así se permitía elevar y cubrir grandes espacios sin el problema de los empujes derivados de materiales más pesados.
Iglesia San Vital, Ravenna,
Italia.
Bajo el tambor, el cuerpo del edificio se ensancha en
otro octógono, salvándose esta distancia, al exterior,
por un tejado que arranca del nivel de ventanas del
tambor. En el interior, bajo la corona octogonal de la
que arranca el tambor, ocho grandes pilares se
prolongan hasta el suelo. Estos pilares culminan en
unos arcos de medio punto que ocupan los lados del
polígono y los entrelazan entre sí. Entre los pilares,
dos pisos de tres arcos de medio punto, apoyados en
dos columnas con basas escalonadas y cimacio sobre
capitel, van girando, cerrando, enmarcando dichos
espacios, creando unas exedras que, como anillos,
configuran este espacio central.
Entre estos apoyos y el muro se crea otro espacio,
que, a su vez, se divide en dos pisos: el inferior o
deambulatorio y el superior o tribuna. La cubierta se
realiza a base de unas bóvedas de arista en cada lado
del octógono. A través de las arcadas, se comunican
los dos espacios del interior de la iglesia, siendo uno
la continuación del toro, y creando un espacio único.
Iglesia San Vital, Ravenna, Italia.
El ladrillo constituye el elemento básico de la construcción y
representa la tradición central de la arquitectura bizantina. Los arcos,
las bóvedas y cúpulas se construían exclusivamente de ladrillos;
también utilizaban hiladas de mortero. Después eran recubiertos en
algunas zonas por mármoles y una rica decoración.
Los muros del octógono se interrumpen para dar cabida a una serie de
ventanas que dan una gran luminosidad en el interior del edificio.
Existen dos hileras de ventanas, superpuestas, alrededor del gran
octógono exterior, correspondiendo seis, tres sobre tres, en cada uno de
los lados, excepto en el que están colocados el presbiterio y el ábside.
Cada octógono está dividido en tres franjas verticales formadas entre
dos pilastras de escaso resalte y otras dos más gruesas en los ángulos.
Una cornisa horizontal, a su vez, marca, divide y diferencia claramente
los dos pisos. En cada uno de estos seis espacios del octógono, como en
una malla, se sitúa una ventana con arco de medio punto, haciendo que
el muro quede aligerado y dé una sensación de gran equilibrio.
Rematando el octógono, se superpone otro de menores dimensiones
sobre el que cierra una cúpula. En este segundo cuerpo, que funciona
como un tambor, se abren también ocho grandes ventanales, uno en
cada lado, que dan una gran ligereza a la cúpula y aumentan el sentido
de la verticalidad tanto en el exterior como en el interior de la iglesia.
Iglesia San Vital, Ravenna, Italia.
Los constructores del edificio de San Vital conjugaron tan hábilmente todo el sistema de carga y contrarrestos con un sistema tan admirable como
pocas veces se ha conseguido en la historia de la arquitectura. La solidez y la ligereza forman una síntesis admirable, y sin duda la herencia
oriental está presente.
Los empujes generados por la cúpula son recibidos por el tambor octogonal. Los pilares y columnas del interior, así como el propio muro exterior
ayudado por las pilastras, que funcionan como contrafuertes son elementos claves en el sistema. Pero las propias bóvedas de la tribuna, y
deambulatorio a la vez que generan empujes, sirven de contrarresto.
Por otra parte, en la zona del ábside, puede también observarse el escalonamiento descendente de los empujes desde la cúpula hasta el suelo, a
través de una perfecta articulación a semejanza de la iglesia de Santa Sofía: cúpula-muro del tambor-bóveda de la tribuna-muro del octógono-
ábside-capillas absidiales-zonas rectangulares-suelo.
Iglesia San Vital, Ravenna, Italia.
-Desde el punto de vista del exterior: la simplicidad y claridad arquitectónica.; Concatenación armónica del muro y el vano, del vacío y el lleno;
ritmo conseguido a base de la repetición de un módulo; equilibrio de lo horizontal y vertical, compensándolo mutuamente los listones verticales
de las pilastras y las cornisas del tejado y de entre pisos; perfecta articulación de los volúmenes del conjunto absidal.
-Desde el punto de vista del interior: máxima sugestión provocada por el giro de las pilastras y columnas, revestimiento de los preciosos
mármoles, los delicados trabajos de los capiteles y los riquísimos mosaicos; intención espacial consistente en dilatar el octógono, negar su forma
cerrada geométrica, ampliar indefinidamente el espacio; eliminación de toda sensación de peso y de sostén, convirtiéndose en algo sutil y casi
inmaterial; ordenación rítmica y a la vez dinámica; predominio de la verticalidad y ascensionalidad, conseguido, tanto por unos esbeltos pilares,
como por la cúpula que corona el espacio sobre las ventanas del tambor; el presbiterio no hace sino enriquecer los puntos de vista y convertirse en
un elemento de fuga que dinamiza más todo el conjunto; en definitiva, el interior contrasta enormemente con la austeridad del exterior.
Basílica de San Apolinar in
Classe, Ravenna, Italia.
San Apolinar in Classe debe su nombre a su
localización, ya que se encuentra en Classe, el
suburbio portuario cercano a Rávena.
El ábside de San Apolinar in Classe tiene un gran
carácter dogmático y simbólico. En el centro
inferior del ábside, de estilo claramente
bizantino, aparece Apolinar en posición orante.
Este símbolo iconográfico del mártir, en
ocasiones entre sus discípulos, podemos
encontrarlo si nos remontamos a los tiempos
antiguos de las catacumbas y, más tarde, de los
martyria paleocristianos. La posición se adquiere
a la hora de orar por la salvación del alma. Forma
Parte del ciclo de la recomendación del alma.
Como vemos, el santo se encuentra en medio de
un espléndido jardín de múltiples árboles y frutos
de los cuales picotean diversas aves, que
simbolizan la Eucaristía (Apocalipsis XXII, 1-5).
El jardín en conjunto es un símbolo del paraíso.
Además, observamos que San Apolinar se sitúa
entre doce ovejas que, en principio, podrían
interpretarse como los doce apóstoles de Cristo,
pero que, en este caso, son reflejo de los
primeros cristianos de Rávena. Esta iconografía
era poco habitual en el siglo VI, pero quizá se
tomó como fuente un texto de Pedro Crisólogo
que comparaba al santo como un pastor de
ovejas.
Basílica de San Apolinar in Classe, Ravenna, Italia.
Sobre el santo observamos una imagen que mezcla lo narrativo y lo
simbólico. Se trata de la transfiguración de Cristo. En el centro, a lo
alto, surge la mano divina de Dios padre de entre las nubes, que
señala un medallón repleto de estrellas en medio de la bóveda
estrellada, emana una cruz llena de piedras preciosas, la cual lleva el
retrato de un Jesús a la manera siríaca (barbado) en la intersección de
los brazos. A ambos lados del testero de la cruz, aparecen el alfa y el
omega que simbolizan el principio y el fin y que son símbolo de
eternidad al igual que el círculo del medallón, ya que un círculo es
algo eterno.
Encima de la cruz, se lee "ijzus" (transcrito al castellano), que en griego significa pez, y, en acróstico, emana de cada letra una palabra que forma la siguiente frase: Jesús Cristo, hijo de Dios salvador. A los pies de la cruz, se lee en latín Salus Mundi, aludiendo a que Cristo es el salvador del mundo. A ambos lados del medallón pueden verse los profetas Moisés y Elías. Moisés representa la ley antigua y Elías es el máximo profeta. Más abajo, entre el bosque, tres ovejas miran hacia la cruz, simbolizando a los tres apóstoles que toman parte en la transfiguración de la que antes hablábamos: Pedro, Juan y Santiago.
Basílica de San Apolinar in Classe, Ravenna, Italia
La basílica consta de tres naves, de las que el cuerpo de la central está sobre elevado y tiene un ábside poligonal con dos capillas absidiales.
La fachada, que ha sido restaurada en parte al igual que sucede con otras partes de la iglesia tiene delante un nártex bajo el que hay mármoles e inscripciones y que originalmente formaban un cuadripórtico, y está aligerada con la apertura de una trifora. Los arquitrabes de la portada son de mármol griego. Encima de la portada hay una elegante ventana trifora.
A la izquierda de la iglesia está la torre del campanario del siglo IX que se eleva con su forma cilíndrica, mientras las ventanas, de abajo a arriba, primero son monóforas, luego bíforas y luego triforas. Esta estructura hace la torre más estable y ligera, impidiendo que se derrumbe.
En el interior de la basílica, las paredes están desnudas, excepto la del ábside,
cubierto por un "manto polícromo" de mosaico, de distintas épocas.
En el centro de la basílica, en el lugar del martirio del Santo, hay un altar
antiguo. En la parte superior de la zona del ábside, extendiéndose
horizontalmente por toda la anchura del arco se representa a Cristo dentro de
un medallón circular. A sus lados, en medio de un mar de nubes estilizadas
se hallan los símbolos alados de los evangelistas: El Águila (San Juan), el
Hombre (San Mateo), el León (San Marcos) y el Ternero o Toro (San
Lucas).
La zona superior presenta en los extremos las representaciones de las dos
ciudades que tienen las murallas adornadas con piedras preciosas: son
Jerusalén y Belén, de las que surgen los doce apóstoles con forma de
corderos. En los lados del arco hay dos palmeras, que en la literatura bíblica
simbolizan al justo. Bajo éstas están las figuras de los arcángeles Miguel y
Gabriel, con el busto de San Mateo y de otro santo difícilmente identificable.
Catedral de Nuestra Señora de Reims, Francia
El 6 de mayo de 1211, el arzobispo de Reims Aubry de Humbertinicia la construcción de la nueva catedral de Reims (el edificio actual), destinada a sustituir la catedral carolingia, destruida por un incendio en el año anterior. Se sucedieron en las obras cuatro arquitectos (Jean d'Orbais, Jean-le-Loup, Gaucher de Reims y Bernard de Soissons), y en 1275 ya estaba el grueso de las obras terminado. La catedral, pues, estaba acabada para finales del siglo XIII, con la excepción de la fachada occidental. Esa sección se construyó en el siglo XIV, a partir de los diseños del siglo XIII. La nave central mientras tanto se había alargado para abrir espacio para las muchedumbres que acudía a las coronaciones. Las torres, de 81 metros de alto, se diseñaron en principio para alcanzar los 120 metros. La torre meridional tiene dos grandes campanas; una de ellas, a la que se llama Charlotte por Carlos, cardenal de Lorena en 1570, pesa más de 10.000 kilos.
En 1875 la Asamblea Nacional Francesa proporcionó fondos para reparar la fachada y las balaustradas. La fachada es la parte más destacada del edificio, y una de las grandes obras maestras de la Edad Media.
El número de las estatuas (2303) es impresionante y supera al de todas las otras catedrales europeas. Incluso la fachada interior resulta ornada de figuras esculpidas, entre ellas la famosa comunión del caballero.
Catedral de Nuestra Señora
de Reims, Francia
Exterior
Los tres pórticos están cargados de estatuas y estatuillas; entre las catedrales europeas, sólo Chartres tiene más figuras esculpidas.
El Pórtico Mayor, dedicado a la Virgen María, tiene por encima un rosetón enmarcado en un arco en sí mismo decorado también con estatuas, en lugar del habitual tímpano esculpido. Destacan los grupos de las jambas, donde se encuentra el tema de la Anunciación. Se puede ver la búsqueda de una nueva expresión donde los personajes parecen querer argumentar entre ellos, con gestos y expresiones individualizadas. El Ángel de la Sonrisa es el paradigma de esta nueva escultura gótica.
La “galería de los reyes” por encima muestra el bautismo de Clodoveo en el centro flanqueado por estatuas de sus sucesores.
Las fachadas del transepto están también decoradas con esculturas. La del norte tiene estatuas de los obispos de Reims, una representación del Juicio Final y una figura de Jesús (le Beau Dieu), mientras que en el lado meridional tiene un bello rosetón moderno con los profetas y los apóstoles. Un incendio destruyó el tejado y las agujas en 1481: de las cuatro torres que flanqueaban los transeptos, nada queda por encima de la altura del tejado. Sobre el coro se alza un elegante campanario de madera cubierto de plomo que tiene 18 metros de alto, reconstruido en el siglo XV y en los años 1920.
Catedral de Nuestra Señora
de Reims, Francia
Interior
El edificio destaca por su unidad de estilo, a pesar de una construcción en la cual no duró más de dos siglos (pero principalmente en el siglo XIII).
La altura de la nave es de 38 metros en el centro (Amiens: 42,30 m; Beauvais: 46,77 m). La nave mide 138,75 metros de largo y unos 30 de ancho. Comprende una nave central y dos laterales, los transeptos también tienen naces, un coro con doble pasillo y un ábside con girola y capillas radiales.
Posee la catedral tapices, entre ellos una serie presentada por Robert de Lenoncourt, arzobispo con Francisco I, representando la vida de la Virgen. Actualmente se pueden ver en el anterior palacio del obispo, el Palacio de Tau. El transepto norte contiene un órgano en una llamativa caja gótica. El reloj del coro está adornado con curiosas figuras mecánicas. Conserva vidrieras que van desde el siglo XIII al XX; Marc Chagall diseñó la vidriera instalada en 1974 en el eje del ábside.
El tesoro, conservado en el Palacio de Tau, incluye muchos objetos preciosos, entre ellos la Sainte Ampoule, o Santa Ampolla, sucesora de la antigua que contenía el aceite con el que los reyes franceses eran ungidos, que se rompió durante la Revolución francesa, un fragmento de la cual contiene la actual Ampoule.
Catedral de Nuestra Señora de Reims, Francia.
Los tres portales están cubiertos con estatuas de gran y pequeña escala. El portal central, dedicado a la Virgen María, está coronado por un
roseton, donde el bisel resulta generalmente decorado, en el período gótico, con motivos escultóricos en todo su espacio . Tal elección, adoptada
también para los pequeños portales, garantiza una mayor iluminación a las naves colocadas en correspondencia con dichas entradas. La "Galería
de los Reyes", que serpentea entre rosetón y las torres - campanario, se une al resto de la fachada, en el centro, se muestra una estatua de
Clodoveo , mientras que a los lados se colocan los retratos de su sucesores.
Catedral de Nuestra Señora de Reims, Francia
Las fachadas de los transeptos están decoradas con esculturas: al norte con las estatuas de los principales obispos de Reims, una representación
del Juicio Final y una figura de Jesús (Le Beau Dieu) mientras que en el lado sur hay un hermoso rosetón con los profetas y los apóstoles. El
fuego destruyó el techo y las torres en 1481: de las cuatro torres que flanqueaban los transeptos, nada queda por encima de la altura del techo. Por
encima del coro se alza un elegante campanario de madera y plomo, de 18 metros de altura, que fue reconstruido en el siglo XV.
La catedral tiene refinados tapices. De estas la serie más importante y la presentada por Robert de Lenoncourt, arzobispo durante el reinado de
Francisco I, que representa la vida de la Virgen. El transepto norte contiene un órgano de estilo gótico. El reloj del coro está adornado con
curiosas figuras mecánicas. Varias pinturas de Tintoretto , Nicolas Poussin y otros. Y también las incrustaciones y rejas del coro merecen una
mención. La obra del famoso pintor ruso Marc Chagall se puede ver en la catedral a través de las ventanas.
La Catedral de Notre-Dame de Reims, la abadía de Saint-Remi y el palacio de Tau se incluyen en la lista de la UNESCO Patrimonio de la
Humanidad desde 1991.
Catedral de León, Castilla,
España.
La construcción de la catedral se inicia hacia 1205,
pero los problemas constructivos de los cimientos
hicieron que pronto las obras quedaran paralizadas, y
no se reemprendiera la tarea hasta 1255, bajo el
pontificado del obispo Martín Fernández y el apoyo
del rey Alfonso X el Sabio de Castilla y León, siendo
esta nueva catedral de estilo enteramente gótico. El
arquitecto de la catedral parece ser que fue el
maestro Enrique, tal vez natural de Francia, y que ya
había trabajado anteriormente en la catedral de
Burgos. Es evidente que conocía la forma
arquitectónica gótica de la isla de Francia. Falleció
en 1277, siendo sustituido por el español Juan Pérez.
En 1289 fallecía también el obispo Martín
Fernández, cuando la cabecera del templo ya estaba
abierta al culto. La estructura fundamental de la
catedral se finaliza pronto, en 1302, abriendo el
obispo Gonzalo Osorio la totalidad de la iglesia a los
fieles, aunque en el siglo XIV aún se terminaría el
claustro y la torre norte, y la torre sur no se finalizó
hasta la segunda mitad del siglo XV. Esta prontitud
en las obras le da una gran unidad de estilo
arquitectónico.
Catedral de León, Castilla, España.
La planta es casi una réplica de la catedral de Reims aunque en
formato algo menor. Tiene unas dimensiones de 90 m de larga, 30 m
de alta y 29 m de ancha. Dividida en tres naves, de la entrada al
transepto, y cinco naves del transepto al altar mayor. La catedral
presenta macrocefalia, es decir una cabecera de mayor tamaño que lo
común (el ancho del transepto en este caso) y que le resta algo de
profundidad y perspectiva pero a cambio le brinda mayor espacio para
los fieles (debido a estar en el Camino de Santiago su afluencia era
mayor). Las naves de la catedral de León se cubren con bóveda de
crucería cuatripartita en tramos rectangulares.
El crucero lo hace con una bóveda cuatripartita, que sustituyó a
la cúpula barroca del siglo XVII en las obra acometidas a finales
del siglo XIX con el fin de guardar coherencia con el resto de la
construcción. En sus muros presenta 125 ventanales, con 1.800
m² de vidrieras policromadas de origen medieval, siendo
consideradas de las mejores del mundo en su género. De ellas,
destacan el gran rosetón central situado en el pórtico central,
entre las dos torres de aguja, así como las de la Capilla Mayor, el
transepto norte y la Capilla de Santiago.
Catedral de León, Castilla, España.
La fachada occidental es la principal de la catedral, y por la que
normalmente se accede al templo. Consta de un triple pórtico ojival
similar al de la catedral de Reims. En las jambas, arquivoltas,
tímpanos y parteluces de las portadas se desarrolla un trabajo
escultórico de destacado papel en el gótico español, actuando de filtro
de la influencia francesa. Encima del pórtico, se sitúa el gran rosetón
central, con vidrieras de finales del siglo XIII. El hastial triangular
neogótico actual fue construido por Demetrio de los Ríos a finales del
siglo XIX durante su restauración, siendo desmontado el anterior
plateresco del siglo XVI.
La fachada se encuentra flanqueada por dos torres góticas de 65 y 68 metros respectivamente. El hecho que las torres sean diferentes, en forma y altura, responde a momentos diferentes de la construcción y es bastante típico del gótico. La torre norte o de las campanas fue iniciada en el siglo XIII y terminada en el siglo XIV, siendo más sobria y maciza, terminada en una aguja cerrada. La torre sur o del reloj se inició también en el siglo XIII, pero no fue concluida hasta finales del siglo XV, momento en el que el maestro Justín le dio remate. Su estilo es gótico flamígero, con una aguja calada, estando menos acorde con el resto del edificio que su compañera. Las torres de la catedral de León presentan la particularidad de estar adosadas a las naves laterales, en lugar de surgir de ellas. Esto permite la curiosa vista de los arbotantes de las naves laterales desde la fachada occidental.
Catedral de León, Castilla, España.
La catedral de León cuenta con tres naves y un transepto. La nave central mide 90 metros de largo y 30 de altura, mientras que las dos naves
laterales miden 15 metros de altura, y se unen a través de la girola. Desde el exterior, son perfectamente visibles todos los contrafuertes, los
arbotantes y los pináculos a lo largo de las naves, que sirven para desviar los empujes del edificio al exterior y poder perforar las naves con
grandes ventanales. También existen gran cantidad de gárgolas, con forma de animales o monstruos míticos, que servía para escupir al exterior el
agua que caía del tejado a través de los arbotantes.
De cara al exterior lo más importante es el reemplazo de los muros de piedra por los vanos con vidrieras. Las dos naves laterales están perforadas
con vanos desde la fachada occidental hasta el transepto, constituyendo los ventanales de la parte baja del edificio. La nave principal está
perforada con grandes ventanales que recorren todo el edificio, incluido el transepto y el ábside, dando lugar al claristorio. Justo debajo está el
triforio calado que también recorre el edificio. Esta aligeración de los muros es lo que da lugar a la "desmaterialización" del arte gótico. Algunas
volutas y adornos que se pueden observar en la piedra entre los ventanales de la nave principal son obra de las restauraciones de finales del siglo
XIX.