La Montaña, 18 de junio de 2015.

“El joven y la bicicleta”

Mis queridas semillas,

Un joven quería comprarse una bicicleta, pero sus padres le dijeron, “Ve, trabaja y te la compras con el dinero que habrás ahorrado,

comprenderás y apreciarás el valor que tiene tú bicicleta”. Él muy contento fue a buscar trabajo y en el camino encontró que había un grupo de leñadores; y le dijeron: “¿Buscas trabajo?”, “¡Sí!” “Pues ya puedes empezar”: El joven cogió la sierra, empezó a serrar, iba tan de prisa que el primer día, ya había

serrado medio bosque de árboles, estaba contento, el patrón dijo: “¡Dios mío esto es una maravilla! ¡Qué chico más trabajador!” todos lo miraban y lo admiraban.

El segundo día hizo un poco menos “¡¿Cómo es posible?! si ha trabajado lo mismo, ha puesto el mismo empeño, el mismo Amor”, cómo es posible que hiciera un poco menos; el chico dijo al patrón: “He puesto, de verdad, toda mi Voluntad” lo miró y dijo: “Bueno, mañana empiezas de nuevo”. Al tercer día, trabajó desesperadamente, al final del día, había cortado aún menos que el segundo, “¡No es posible! He trabajado, he sudado ¡¿Cómo?!” y lo miraban sus compañeros, que continuaban a cortar como siempre la misma cantidad. Así pasaron unos días más y desesperado le dijo al patrón: “Pongo la fuerza, el valor, todo el deseo de mi corazón, ¿Cómo es posible que a medida que avanzan los días, trabajando más y el montón de árboles es más pequeño?”, se echó a reír y le dijo: “Ven conmigo, enséñame tu sierra”. El joven le enseñó la sierra; y le dijo: “¿Qué hace un cirujano cuando va a operar?”, “Prepara todos los instrumentos, los esteriliza, el bisturí está bien afilado, las pinzas bien limpias y cuando están todos los instrumentos, empieza”, “¡Muy bien muchacho! Mira tú

sierra, desde el primer día ¿La has limpiado, la has afilado, le has pasado ese papel fino para que brille y pueda cortar mejor?”. El muchacho lo miró y dijo: “¡No! ningún día he cuidado mi instrumento, lo olvidé”, “Ahora has contestado, cada día trabajabas, cada día dabas lo mejor de ti mismo, pero olvidabas lo esencial, tu instrumento de trabajo es tu mente, tu instrumento de trabajo es tu cabeza, tu instrumento de trabajo es el orden que llevas dentro, si cuidas a ese instrumento serás gratificado, cada esfuerzo tendrás tu recompensa, hoy te sientes frustrado por haberte cansado tanto y no se ha visto el resultado, no te aflijas, ten en cuenta tu sierra o tú muchacho si estudias, limpia bien tus gafas, medita bien, haz tu

meditación cada día para concentrarte, para memorizar lo que estás estudiando; a ti enfermera, planifica bien y céntrate en el corazón de tus enfermos y comprenderás el medicamento que necesitan; a ti informática si conoces los colores, el dibujo te vendrá; a ti maestra de varias terapias, por muchas que tengas antes de ser un máster , tienes

que verificar si tu instrumento principal que es el corazón, está lleno de este Amor”.

El muchacho comprendió, muchas veces nos pasa, con los objetos más normales que utilizamos en casa, unas tijeras, un cuchillo, a veces el coche, sabemos que queda medio tanque de gasolina y pensamos “llegaré a casa”, pero ¿y después para volver?.

Mis semillas, cuando os levantéis cerrar vuestros ojos para la meditación, pensar en lo que queréis hacer o en lo que podréis a hacer o llegaréis y estoy segura que pasará como ese muchacho, os comeréis el mundo, tendréis vuestra bicicleta, vuestra casita y todo aquello que deseáis.

Mis estrellas, este año vamos a Bali, es una isla maravillosa, de ensueño, los masajes que dan los balineses, son una pomada para el cuerpo y una alegría para el corazón, Ánimo, pedirlo, hacer como el muchacho, afilar bien vuestra sierra,

vuestros pensamientos y pedirlo muy fuerte; y venir. Nada ha inventado el hombre, todo ya está hecho si contempláis la naturaleza, es únicamente el olvido que tiene nuestra memoria, pero ya lo llevamos escrito.

Mis estrellas os amo, detalle –me olvidaba- el joven se compró su bicicleta.

Con todo mi amor,La Jardinera