1
LOS VIEJOS, LOS ABUELOS Hay unos seres que por su labor sacrificada, abnegada, incomparable, tras muchos años logran el título honorario de viejos, título que realmente poco tienen que ver con la edad, sino con el dinamismo, con la entrega, con el cariño, con el amor que ellos han irradiado sobre toda su familia, Esos viejos son los abuelos, los doblemente padres, los más queridos porque se convierten frente a la sonrisa y la ternura de un nieto en los seres más cariñosos, bondadosos y dispuestos a orientar siempre con firmeza sustentada en la comprensión, en la experiencia y en el amor. Esos viejos son doblemente padres porque como tales ya lo experimentaron con sus hijos y vuelven a experimentarlo con sus nietos, quizá no con la misma energía, pero sí con el doble de entusiasmo y de sabiduría. Nunca debemos creer en aquéllos que dicen que los abuelos son personas que ya cumplieron con su función humana y que se convierten en inútiles, en personas cuyo destino es el de vivir abandonados en los asilos. Los abuelos son fuente de conocimiento, son palabra para ser creída, son ejemplo que debe seguirse, son el tronco de la familia y por ello los seres que merecen el mayor respeto de todos sus descendientes. Démosles a los viejos, a los abuelos, el sitial que les corresponde, la atención que se merecen, el tiempo que requieran, el amor que nos despiertan, porque sin ellos no habría familia, sin ellos no existiríamos, sin ellos la vida perdería la hermosura, la grandeza, la ternura, el toque mágico que le dan las cabelleras blancas.

Este es un homenaje a los que nos han convertido en hombres de bien

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Este es un homenaje a los que nos han convertido en hombres de bien

LOS VIEJOS, LOS ABUELOS

Hay unos seres que por su labor sacrificada, abnegada, incomparable, tras muchos años logran el título honorario de viejos, título que realmente poco tienen que ver con la edad, sino con el dinamismo, con la entrega, con el cariño, con el amor que ellos han irradiado sobre toda su familia,

Esos viejos son los abuelos, los doblemente padres, los más queridos porque se convierten frente a la sonrisa y la ternura de un nieto en los seres más cariñosos, bondadosos y dispuestos a orientar siempre con firmeza sustentada en la comprensión, en la experiencia y en el amor.

Esos viejos son doblemente padres porque como tales ya lo experimentaron con sus hijos y vuelven a experimentarlo con sus nietos, quizá no con la misma energía, pero sí con el doble de entusiasmo y de sabiduría.

Nunca debemos creer en aquéllos que dicen que los abuelos son personas que ya cumplieron con su función humana y que se convierten en inútiles, en personas cuyo destino es el de vivir abandonados en los asilos. Los abuelos son fuente de conocimiento, son palabra para ser creída, son ejemplo que debe seguirse, son el tronco de la familia y por ello los seres que merecen el mayor respeto de todos sus descendientes.

Démosles a los viejos, a los abuelos, el sitial que les corresponde, la atención que se merecen, el tiempo que requieran, el amor que nos despiertan, porque sin ellos no habría familia, sin ellos no existiríamos, sin ellos la vida perdería la hermosura, la grandeza, la ternura, el toque mágico que le dan las cabelleras blancas.