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Número 20 Nueva Época 30 de septiembre de 2010, página 6
Revista de la Asociación Española de Consultores de
Comercio Exterior
OPINA
Exportar sin estrategia rés y/o valor añadido).
Desde que el ICEX tuvo la
excelente idea (y lo digo sin
ironía) de cobrar algunos de
sus servicios, se han produ-
cido multitud de quejas por
parte de empresarios de to-
da España. Pero parémonos
a pensar: ¿Estamos obte-
niendo un mejor servicio?
¿Se han eliminado muchas
gestiones innecesarias por
parte de las Oficinas Comer-
ciales? ¿Es mejor dedicar los
recursos públicos para ayu-
dar a empresas que tienen
un plan de actuación en el
p a í s e n c u e s t i ó n ?
¿Compensa abonar una pe-
queña cantidad a cambio de
disponer de la información
necesaria de forma más ágil
y eficiente?
Un saludo.
Juan-Miguel Ferri
Delegado de Acocex en Ali-
cante, Director de FT Con-
sultores.
Extraído del blog http://
ftconsultores.wordpress.com
Desde mi
experiencia
profesional,
y tras un
interesante
debate en
el grupo de
ICEX en Linkedin, escribo
este artículo para aportar
mi punto de vista al res-
pecto de la exportación
sin estrategia.
Siguiendo la línea argumen-
tal de anteriores artículos,
considero que una de las cla-
ves del éxito a la hora de
lanzarnos a los mercados in-
ternaciones es una adecuada
estrategia.
Nuestro país no es demasia-
do dado a la elaboración de
estrategias empresariales en
general, por lo que proyec-
tos empresariales que con
un poco de organización y
una planificación a largo pla-
zo podrían estar funcionando
perfectamente están naufra-
gando estrepitosamente.
A nivel concreto de interna-
cionalización, existe una
práctica que es, cuando me-
nos, sorprendente, y que
cualquier trabajador de Ofi-
cinas Comerciales u orga-
nismos de promoción en el
extranjero podrá confirmar:
la mayoría de solicitudes
que tienen por parte de las
empresas españolas son de
listados de importadores.
Además, normalmente los
solicitan a varias Oficinas a
la vez.
Bien, esto podría resultar
lógico, ya que lo que todos
queremos es vender, pero
el problema es que se solici-
tan estos listados sin cono-
cer siquiera las característi-
cas más básicas del país en
cuestión. Así, es práctica-
mente imposible que consi-
gamos saber las necesida-
des de los clientes de esos
países y, por ende, adaptar
nuestra oferta a la deman-
da.
Por otra parte, en el impro-
bable caso de que se reciba
respuesta al e-mailing reali-
zado, entramos a ofertar
nuestros productos única y
exclusivamente por precio
(el impacto de presentación
es nulo, así como cualquier
posibilidad de generar inte-