Asimov empieza explicándonos el método científico, indispensable para hacer teorías físicas que se sustenten y a continuación plantea diferentes cuestiones relacionadas con el origen del universo, su evolución y composición. También aborda ciertas cuestiones relacionadas con la materia: la división en partículas más pequeñas que se conocen, tipos de materia, qué es la temperatura… Asimismo nos adentra en las leyes físicas de este universo (fuerzas, tiempo, relatividad, mecánica cuántica). Finalmente, se encontraron 10 preguntas relacionadas con la biología y el ser humano. La última pregunta, aunque no es de física impacta: nos explica porqué debemos morir.

Las preguntas que más me gustaron fueron: 10.- ¿De dónde vino la sustancia del universo? ¿Qué hay más allá del borde del universo? 29.- Supongamos que hay vida en Marte. ¿Merece realmente la pena ir hasta allí sólo para verla? 53.- ¿Qué es el principio de incertidumbre de Heisenberg? 95.- ¿Cuál es la velocidad del pensamiento? Su intervención nos invita a ver la ciencia como algo sencillo y cotidiano. Además hace la ciencia divertida de entender.

En sus respuestas, describía la ciencia como una forma de pensar o deberlas cosas. Es una forma de percibir el mundo que requiere de principios de conducta especiales, en donde todo momento es bueno para comenzar a formarse sobre la ética científica.

Nos Ayuda a comprender que tan importante es observar cuidadosamente, tomar cada situación o hecho como importante y tomar apuntes precisos de ellos. Buscar patrones en una manera objetiva, sin prejuicios ni disposiciones. Compartir las observaciones (o resultados) honestamente y de manera que permita que otros puedan comprobarlos. Reconocer que es posible que cometamos errores. Respetar la curiosidad y mantenernos abiertos hacia la crítica y el cambio.