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Fecha: 19/05/2015 Instituto Universitario Politécnico ‘’Santiago Mariño’’ Asignatura: Teoría de la forma Profesora: Maria Paulina Leal Alumno: Paola Plazas CI: 23.302.919 Tema: Análisis de la Catedral de Mérida y el edificio Guggen Hay de Bilbao El análisis de edificios es fundamental en el proceso del diseño cuando se trabaja sobre espacios construidos con características funcionales, formales y constructivas propias. Para analizar las siguientes estructuras es necesario tener conocimiento sobre ciertos términos que son muy importantes ya que influyen en toda obra arquitectónica como la cultura, si bien para definir la palabra cultura se pueden emplear dos conceptos diferentes: 1) Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como alta cultura. 2) Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo. En esta última definición se ve empleada la sociología, que es la ciencia social que estudia los fenómenos colectivos producidos por la actividad social de los seres humanos,

TerorÍa de la forma

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Fecha: 19/05/2015

Instituto Universitario Politécnico ‘’Santiago Mariño’’

Asignatura: Teoría de la forma

Profesora: Maria Paulina Leal

Alumno: Paola Plazas

CI: 23.302.919

Tema: Análisis de la Catedral de Mérida y el edificio Guggen Hay de Bilbao

El análisis de edificios es fundamental en el proceso del diseño cuando se trabaja sobre

espacios construidos con características funcionales, formales y constructivas propias. Para

analizar las siguientes estructuras es necesario tener conocimiento sobre ciertos términos

que son muy importantes ya que influyen en toda obra arquitectónica como la cultura, si

bien para definir la palabra cultura se pueden emplear dos conceptos diferentes: 1)

Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como alta

cultura. 2) Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social,

incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y

resolver sus necesidades de todo tipo.

En esta última definición se ve empleada la sociología, que es la ciencia social que

estudia los fenómenos colectivos producidos por la actividad social de los seres humanos,

dentro del contexto histórico-cultural en el que se encuentran inmersos. En la sociología se

utilizan múltiples técnicas de investigación interdisciplinarias para analizar e interpretar

desde diversas perspectivas teóricas las causas, significados e influencias culturales que

motivan la aparición de diversas tendencias de comportamiento en el ser humano

especialmente cuando se encuentra en convivencia social y dentro de un hábitat o "espacio-

temporal" compartido. Es importante tener claro este tipo de concepto ya que cuando se

diseña, se debe tener en consideración a la comunidad, para que esa obra arquitectónica

tenga una funcionalidad adecuada.

En el presente trabajo se analiza, primero La Catedral de Mérida (Palacio Arzobispal,

Av. 4 Bolívar, Esquina Calle 23, Frente a la Plaza Bolívar, Apdo. 26, Mérida, Venezuela) .

Según la usanza hispana, la fundación de un pueblo conllevaba la edificación de una iglesia

en torno a la plaza mayor. La primitiva iglesia matríz de Mérida fue un modesto rancho con

piso de tierra pisada y techo de paja y hojas, dedicado al patriarca San José. A comienzos

del siglo XVII se procedió a edificar otro mejor y más amplio, pero todavía de proporciones

humildes. A medida que el tiempo pasaba cada obispo contribuía a la restauración de la

iglesia, logrando mejoras en ella, la hermosa catedral actual de Mérida, fue proyectada por

el arquitecto Manuel Mujica, y construida por los hermanos Pedro, Francisco y Víctor

Colmenares. Los trabajos finales estuvieron dirigidos por el arquitecto Francisco J. Lluch.

Quince años se tardó en su ejecución. Fue inaugurada sin estar concluida definitivamente el

9 de octubre de 1958 con motivo del cuatricentenario de la ciudad de Mérida. Y consagrada

por el Arzobispo Coadjutor, Mons. José Humberto Quintero Parra, el 12 de mayo de 1960.

Si bien, también se analiza otra gran edificación, el Museo Guggenheim Bilbao, obra del

arquitecto estadounidense Frank Gehry y representa un magnífico ejemplo de la

arquitectura más vanguardista del siglo XX. El edificio representa un hito arquitectónico

por su audaz configuración y su diseño innovador, Gehry prefirió diseñar un nuevo edificio

y eligió, junto con Tomas Krens, su emplazamiento. Se situaría al norte del centro urbano,

junto a la ría de Bilbao, escogió este preciso lugar porque el museo podría ser visto desde

tres lugares estratégicos de la ciudad. En conjunto, el diseño de Gehry crea una estructura

escultórica y espectacular perfectamente integrada en la trama urbana de Bilbao y su

entorno. El diseño del museo y su construcción siguen el estilo y métodos de Frank Gehry.

Como muchos de sus trabajos anteriores la estructura principal está radicalmente esculpida

siguiendo contornos casi orgánicos. El museo afirma no contener una sola superficie plana

en toda su estructura. Parte del edificio es cruzado por un puente elevado y el exterior está

recubierto por placas de titanio y por una piedra caliza que fue muy difícil de encontrar.

Para realizar este análisis es importante incluir tales temas como signo, símbolo, Código,

conjunto, forma, cultura, elemento, percepción, etc. En las muchas etapas que componen la

evolución, en la forma de comunicación humana, del desarrollo del lenguaje hablado a la

escritura, los signos visuales representan la transición de la perspectiva visual, a través de

las figuras y los pictogramas, a las señales abstractas. Sistemas capaces de transmitir el

significado de conceptos, palabras o sonidos simples. Tanto el signo y el símbolo

transmiten ideas en las culturas pre alfabetizadas o prácticamente analfabetas. En la

sociedad tecnológicamente desarrollada, con su exigencia de comprensión inmediata, los

signos y símbolos son muy eficaces para producir una respuesta rápida. Su estricta atención

a los elementos visuales principales y su simplicidad estructural, proporcionan facilidad de

percepción.

En toda obra arquitectónica debe estar presente el concepto de ‘conjunto’ ya que su

característica esencial es la de estar bien definido, es decir que dado un objeto particular,

determinar si este pertenece o no al conjunto. Cada obra arquitectónica debe tener

equilibrio, su composición debería estar equilibrada basándose en diferentes tipos de

diseño. La palabra conjunto generalmente denota una colección de elementos claramente

entre sí, que guardan alguna característica en común. Ya sean números, personas, figuras,

ideas y conceptos.

En la arquitectura se puede ver incluidos distintos tipos de códigos y esto depende del

contexto en donde se incluye este término. En general, el código es un sistema de signos

y/o símbolos que requieren de un entrenamiento o aprendizaje por parte del usuario para

poder ser empleados correctamente.

Existen otros tipos de códigos y otros escenarios en donde un código puede ser

empleado por ejemplo, en el área social, se habla de código como un conjunto ordenado y

sistematizado. El código es el elemento integrante de un sistema comunicativo que le da

forma o que cifra al mensaje que pretende ser transmitido, es decir en este caso, en la idea o

concepto generador que el arquitecto tiene sobre su obra. Por consiguiente, tanto en las

ciencias naturales como en las relaciones sociales, los códigos forman parte de lo cotidiano.

En la fisiología, la habilidad que posee un organismo para reaccionar a un estímulo es

conocida como sensibilidad. En muchos organismos, cuando se aplica un estímulo, varios

receptores se activan para generar un reflejo o respuesta. Aunque en apariencia podría

parecer algo sencillo, la recepción de un estímulo desencadena un complejo y elaborado

proceso al interior del cuerpo. Todo esto, por supuesto, sucede de una forma rápida e

incluida en la arquitectura de manera que muchas veces detectemos lo que está bien

elaborado o no prácticamente al instante. El dolor, la visión, el oído, el olfato, el gusto y

el equilibrio son todos considerados como estímulos externos.

La noción de percepción describe tanto a la acción como a la consecuencia de

percibir (es decir, de tener la capacidad para recibir mediante los sentidos las imágenes,

impresiones o sensaciones externas, o comprender y conocer algo)

La Catedral de Mérida

Es un edificio religioso de la iglesia católica romana localizado en la ciudad

de Mérida al oeste de Venezuela, en el estado del mismo nombre, parte de la región andina

de este país sudamericano. Se trata de la sede de la Arquidiócesis de Mérida. Fue

construida a partir de 1803 con diversas modificaciones hasta 1960. Posee numerosos

vitrales y objetos religiosos de gran valor histórico. Fue construida cerca de la Plaza

Bolívar de Mérida y del Palacio Arzobispal y Museo Arquidiósesano. Según la usanza

hispana, la fundación de un pueblo conllevaba la edificación de una iglesia en torno a la

plaza mayor. La primitiva iglesia matríz de Mérida fue un modesto rancho con piso de

tierra pisada y techo de paja y hojas, dedicado al patriarca San José. A comienzos del siglo

XVII se procedió a edificar otro mejor y más amplio, pero todavía de proporciones

humildes.

Cuando llega el primer obispo, Fray Juan Ramos de Lora, erige en catedral el templo de

la única parroquia existente en la ciudad y lo dedica a la Inmaculada Concepción que se

convierte entonces en la patrona de la catedral, de la ciudad y de la diócesis. Corría el año

de 1786.

El Obispo Santiago Hernández Milanés, a comienzos del siglo XIX, proyecta construir

una catedral de amplias dimensiones, en sustitución del modesto templo parroquial,

imitando la planta y edificio de la majestuosa catedral gótica de Toledo. El 30 de junio de

1805 puso la primera piedra. Apenas se comenzaron sus bases, pues todo quedó sumido en

ruinas con el terremoto del 26 de marzo de 1812.

Habrá que esperar varias décadas, hasta que Mons. Juan Hilario Bosset (1841-1873),

octavo obispo de Mérida emprenda la construcción de la catedral, pero sin las pretensiones

de grandeza de su antecesor salmantino. El 13 de noviembre de 1842 puso la primera piedra

y el mismo obispo, veinticinco años más tarde, el 29 de diciembre de 1867 la consagró.

Esta catedral quedó algo afectada por el terremoto de 1894, principalmente en su

presbiterio. El Obispo Silva, apenas llegó a la diócesis en 1895 ordenó su restauración. Con

algunos retoques permaneció en pie hasta 1945.

El miércoles de Pascua de 1944 se desplomó el techo encima del presbiterio. El

Arzobispo, Mons. Acacio Chacón, debidamente asesorado, tomó la determinación de

demoler el antiguo templo y proyectar una nueva catedral. El 8 de julio de 1945 se empezó

la demolición del antiguo edificio y la construcción del nuevo. Los escombros sirvieron

para rellenar las enormes córcavas del cercano terreno del actual Seminario.

La hermosa catedral actual de Mérida, fue proyectada por el arquitecto Manuel Mujica,

y construida por los hermanos Pedro, Francisco y Victor Colmenares. Los trabajos finales

estuvieron dirigidos por el arquitecto Francisco J. Lluch. Quince años se tardó en su

ejecución. Fue inaugurada sin estar concluida definitivamente el 9 de octubre de 1958 con

motivo del cuatricentenario de la ciudad de Mérida. Y consagrada por el Arzobispo

Coadjutor, Mons. José Humberto Quintero Parra, el 12 de mayo de 1960.

La catedral tiene una planta tradicional de cruz latina, con cinco naves y una hermosa y

gran cúpula en el crucero. Su techo es de doble agua en la nave central, mientras que las

naves laterales están cubiertas con bóvedas y seis pequeñas cúpulas.

Es de estilo barroco con superposición de muchos estilos de diferentes épocas. De allí la

sensación de tradicionalismo que a su vez forma parte de su originalidad. Las bóvedas y

arcos son de medio punto y las cúpulas son de media naranja elegantemente apuntadas con

nervaduras externas.

La estructura está abundantemente decorada con columnas adosadas de estilo indefinido

o corintio modificado con ménsulas, ojos de buey, lunetas y pechinas decoradas con figuras

y símbolos. Tiene numerosas repisas, hornacinas y balcones. La nave central termina en un

ábside delante del cual está la sillería del cabildo y la cátedra del arzobispo.

Las pinturas fueron ejecutadas por el rusoucraniano Iván Belski y los dibujos por Mario

Pietroniro y Mario Gandini. Son de admirar, especialmente, al fondo de ábside el Padre

Eterno. En las cuatro pechinas de la cúpula los cuatro evangelistas y a la entrada, a mano

izquierda una hermosa pintura de Nuestro Señor, y a mano derecha la Virgen de Las Nieves

con los símbolos característicos de la ciudad.

Los vitrales son de factura italiana con motivos litúrgicos y bíblicos. Es, especialmente

llamativo el rosetón al fondo de la nave central con el escudo de la ciudad en recuerdo del

cuatricentenario de Mérida.

El órgano, de muy buen sonido, es de origen alemán y fue mandado a construir

especialmente para esta nueva catedral.

En la cripta o cementerio de los obispos, situada debajo del altar mayor, están enterrados

varios de los prelados que han regido esta diócesis bicentenaria, y algunos sacerdotes. Es

digno de observar la nervadura de sus arcos. Sobre una columna de piedra hay una imagen

de la Virgen María, llamada "La Virgen de la Manzana" de estilo gótico alemán de finales

del siglo XIV o comienzos del XV, donados por el Dr. Caracciolo Parra Pérez y Sra., y en

un sepulcro de vidrio, los restos de San Clemente, mártir de los primeros siglos, regalado

por el Papa a la nueva diócesis a comienzos del siglo XIX.

Todo el trabajo en madera es obra del vasco Jesús de Berecibar (altar del Sagrario) y del

ecuatoriano Luis Villaroel e hijos (el resto de altares), y Manuel de la Fuente, los escudos

de los prelados merideños. Los tres últimos escudos han sido pintados por los Villaroel. La

imaginería es abundante y de muy buena calidad artística. Cabe destacar la Inmaculada

Concepción de María, al fondo del ábside, hermosa pieza española, traída a comienzos de

siglos por Mons. Clemente Mejía. Es la patrona de la ciudad, de la catedral y de la

arquidiócesis. El mejor conjunto de imágenes está en la nave derecha, cerca del presbiterio,

y está conformado por un Calvario: Jesús en la cruz, La Virgen, San Juan y La Magdalena.

Entre las imágenes con mayor devoción en esta catedral están El Nazareno y la Virgen del

Carmen.

Todo el piso de la catedral, así como su altar mayor es de mármol: el blanco y de

colores, italiano y el negro, nacional. Y todos los trabajos en hierro y bronce, de los que

cabe destacar las puertas, son obra del Sr. R. Chuliá, de la Metalúrgica Mérida.

El frente de la catedral fue notablemente modificado. Es la único que quedó en pie de la

antigua catedral, juntamente con las dos torres. La torre norte data de 1854, de tiempos de

Monseñor Bosset. Fue construida por los maestros caraqueños Jesús Salas (parte cuadrada)

y Tomás Ascanio (el resto). La torres sur es de 1907, en tiempos de Mons. Silva. El

maestro de esta segunda torre fue el merideño Lisimaco Puente. El juego de campanas es de

fundición italiana de Carlo Ottolina y fueron mandadas a hacer para esta nueva catedral.

Las dos campanas más antiguas son, una de 1804 y la otra de 1920. El reloj actual es

nuevo, y sustituyó al de 1876, traído merced a los esfuerzos del Prof. P.H.G. Burgoin. La

imagen de mármol de la Inmaculada que se ve en la fachada bendecida el 19 de abril de

1980, se debió a la iniciativa de Don Atilio R. Sardi.

En febrero de 1991, Su Santidad Juan Pablo II, concedió el título de Basílica Menor a la

Catedral Metropolitana de Mérida por su majestuosidad artística, por su significación

histórica y por ser centro de peregrinación constante de fieles.

El altar del Santísimo, a mano derecha del crucero, en el retablo de los Santos Apóstoles

Pedro y Pablo, es el principal lugar de esta catedral, pues allí está conservado el Santísimo

Sacramento.

Autor: Mons. Baltazar E. Porras Cardozo.

Arzobispo Metropolitano de Mérida.

Palacio Arzobispal, Av. 4 Bolívar, Esquina Calle 23, Frente a la Plaza Bolívar, Apdo. 26,

Mérida 5101A. Venezuela.

Museo Guggenheim Bilbao 

El Museo Guggenheim Bilbao es un museo de arte contemporáneo localizado

en Bilbao (País Vasco), España. Es uno de los museos pertenecientes a la Fundación

Solomon R. Guggenheim. Fue inaugurado el 18 de octubre de 1997 por el rey Juan Carlos I

de España. Obra del arquitecto estadounidense Frank Gehry y representa un magnífico

ejemplo de la arquitectura más vanguardista del siglo XX. Con 24.000 m2 de superficie, de

los que 11.000 están destinados a espacio expositivo, el edificio representa un hito

arquitectónico por su audaz configuración y su diseño innovador, conformando un seductor

telón de fondo para el arte que en él se exhibe.

En conjunto, el diseño de Gehry crea una estructura escultórica y espectacular

perfectamente integrada en la trama urbana de Bilbao y su entorno.

Las negociaciones para la construcción del museo entre las autoridades públicas de la

comunidad autónoma del País Vasco y los directivos de la Fundación Guggenheim

comenzaron en febrero de 1991. El acuerdo se firmó a finales de ese año, y se seleccionó al

arquitecto, y el emplazamiento del edificio a mediados de 1992. Desde su inauguración

en 1997, el museo ha recibido una media superior al millón de visitantes anuales, y ha

causado un impacto extraordinario en la economía y la sociedad vasca, impulsando el

turismo en la región, y promoviendo la revitalización de múltiples espacios públicos y

privados en la villa, además de mejorar la imagen de la ciudad.

La característica más llamativa del museo es el innovador edificio en el que se emplaza,

constituido por formas curvilíneas y retorcidas, recubiertas de piedra caliza, cortinas de

cristal y planchas de titanio. Cuenta con una superficie total de 24.000 m², de los cuales

10.540 m² están reservados para las exposiciones, distribuidos en 19 galerías. Se ubica a

orillas de la ría de Bilbao, en una zona denominada Abandoibarra, junto al puente Príncipes

de España (puente de La Salve), que está rodeado por una torre hueca.

El 3 de diciembre de 2014 el patronato del Museo Guggenheim Bilbao aprobó renovar

por otros 20 años la colaboración con la Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva

York, suscrita en 1994 y cuya vigencia vencía el 31 de diciembre. Fue abierto al público

en 1997 y alberga exposiciones de arte de obras pertenecientes a la fundación Guggenheim

y exposiciones itinerantes. Muy pronto el edificio se reveló como uno de los más

espectaculares edificios deconstructivistas. El diseño del museo y su construcción siguen el

estilo y métodos de Frank Gehry. Como muchos de sus trabajos anteriores la estructura

principal está radicalmente esculpida siguiendo contornos casi orgánicos. El museo afirma

no contener una sola superficie plana en toda su estructura. Parte del edificio es cruzado por

un puente elevado y el exterior está recubierto por placas de titanio y por una piedra caliza

que fue muy difícil de encontrar (al final se logró encontrar en Huéscar, Granada) de un

color similar a la que se utilizó para construir la Universidad de Deusto.

El edificio visto desde el río aparenta tener la forma de un barco rindiendo homenaje a la

ciudad portuaria en la que se inscribe. Sus paneles brillantes se asemejan a las escamas de

un pez recordándonos las influencias de formas orgánicas presentes en muchos de los

trabajos de Gehry. Visto desde arriba, sin embargo, el edificio posee la forma de una flor.

Para su diseño el equipo de Gehry utilizó intensamente simulaciones por ordenador de las

estructuras necesarias para mantener el edificio, consiguiendo unas formas que hubieran

sido imposibles de realizar unas pocas décadas antes.

Mientras que el museo domina las vistas de la zona desde el nivel del río su aspecto

desde el nivel superior de la calle es mucho más modesto por lo que no desentona con su

entorno de edificios más tradicionales.

La Fundación Guggenheim es poseedora de una gran colección de arte y del Museo

Guggenheim de Nueva York. Thomas Krens, el director de esta organización entre 1988 y

2008, dirigió una política de expansión basada en mandar fondos itinerantes con el fin de

hacer exposiciones temporales en diferentes lugares. También quiso establecer dos centros

de arte en Europa, por lo que eligió dos ciudades: Berlín (Alemania) y Bilbao. Para esta

última, se propuso rehabilitar un antiguo almacén, la Alhóndiga municipal, para albergar

ahí la sucursal de su fundación. Solicitó los servicios de Frank Gehry por la calidad que

demostró en el Museo Temporal de Arte Contemporáneo. Este arquitecto era entonces

considerado un experto en rehabilitaciones. Se organizó, por motivos exclusivamente

legales, un concurso en 1991 que duró diez días. En él participaron Isozaki, los de Coop, y

Gehry. Evidentemente, este último arquitecto lo ganó y fue entonces cuando decidió no

hacer la rehabilitación pretendida por la Fundación Guggenheim. Gehry prefirió diseñar un

nuevo edificio y eligió, junto con Tomas Krens, su emplazamiento. Se situaría al norte del

centro urbano, junto a la ría de Bilbao. Escogió este preciso lugar porque el museo podría

ser visto desde tres lugares estratégicos de la ciudad. El 18 de octubre de 1997 se celebró la

gala de inauguración a la que acudieron importantísimos arquitectos y personalidades como

los Reyes de España. Además de esta fiesta, hubo muchas campañas mediáticas que

lanzaron a la fama este edificio incluso antes de ser terminado. Estas campañas siguen

existiendo al día de hoy. Este proyecto recibió el Premio Internacional Puente de

Alcántara en 1998. Frank Gehry recibió el pedido de este museo poco después de que su

proyecto del Auditorio Walt Disney fuera cancelado cuando aún solo era una idea. Este

hecho hizo que inspirase el Museo Guggenheim en su auditorio ideado, compartiendo

ambos proyectos un planteamiento muy similar. Las formas blandas presentes en el museo

comienzan con el Museo de Vitra y evolucionaron en otras obras. Gehry realizó docenas de

maquetas donde fue probando las posibles formas del edificio. Todas ellas están hechas a

mano, y desde julio de 1995 se exponen en la exposición “Peggy Guggenheim”, situada en

un palacete de Venecia. Gehry no trabajó con ordenador, pero sí su equipo, cuyos

miembros digitalizaron las maquetas de su jefe mediante una adaptación de un programa

informático (Catia) de la Agencia Espacial Europea. La adaptación a la arquitectura de este

programa conllevó enormes gastos, los cuales fueron afrontados por la Fundación

Guggenheim.

Dentro del aparente desorden de la envolvente, existe un patrón que rige la volumetría.

Este es el empleo en todos sus elementos de la máxima curvatura que soporta el titanio. La

Gran Sala, también llamada Sala del Pez, se extiende hacia el este hasta acercarse con un

puente que atraviesa la ría de Bilbao, el puente de La Salve, una estructura que ya

atravesaba el solar antes de la construcción del museo y a la que éste hubo que adaptarse.

Tras éste hay una torre que parece ser la continuación del museo y tiene el lado que mira al

puente sin revestimiento. Tiene en su interior una gran estructura de barras metálicas

inclinadas que recuerdan a las de Coop.

El museo visto desde el este se ve más ingrávido que desde otros lugares, y se pueden

observar extraños paralelogramos curvos y torcidos que conforman la sala del pez. Por lo

general, las ventanas del edificio tienen formas más racionales. Gehry es el “rey”

del contrapunto. Este término viene de otras artes, como la música, y consiste en contrastar

cosas muy diferentes colocándolas juntas en el caso de la arquitectura. Este efecto, como en

casi todas sus obras, lo consigue en el Museo Guggenheim de Bilbao ya que coloca una

serie de bloques con formas rectas y racionales en la zona sur, la que mira al centro urbano

de Bilbao. Las formas de estos edificios contrastan espectacularmente con los diseños

curvos y libres de la parte más famosa del museo. Las fachadas de los bloques rectos no son

metálicas, y sus ventanas son rectangulares. Hay fachadas moradas y otras con chapado de

piedra de color crema.

Tras estos bloques hay una pequeña plaza que conduce a la entrada principal del

edificio, y en este espacio abierto se encuentra la escultura Puppy de Jeff Koons. Se trata de

un gigantesco perro hecho de flores naturales. Inicialmente constituyó una exposición

temporal, pero finalmente se decidió que fuese permanente. Desde esta plaza el edificio se

ve más grávido y estable que desde el este. Desde esta orientación, a la izquierda del museo

hay unas escaleras exteriores que descienden a una pasarela que transcurre paralelamente a

la cara norte del edificio y entre la ría de Bilbao y un estanque. Según se baja por dichas

escaleras se pueden observar salientes en los bloques rectos y paredes curvas.

El interior del museo es menos complicado que el exterior pero también tiene elementos

curvos. Aunque en general el interior es muy diáfano, se pueden distinguir tres plantas. La

entrada principal del museo está al final de unas escaleras exteriores que comienzan en la

plaza antes descrita y bajan hasta el nivel de la planta baja. Sobre las puertas de la entrada

hay una pared acristalada que no cubre nada. Hay una parte de la planta baja que es sótano

y que está cerrada al público. Desde la entrada se accede directamente al hall, una enorme

habitación de 50 metros de altura con una planta en forma de flor. Da acceso a la Gran Sala,

a las que tiene forma de pétalo, a las que son rectangulares y a la terraza de la marquesina

que está en la cara norte. Esta marquesina tiene un solo pilar muy alto que da esbeltez a la

estructura. Bajo el grueso techo de la misma hay una estructura metálica que lo sujeta.

En el centro del hall hay un enorme pilar. Además hay ascensores, pasarelas y escaleras

que comunican con las plantas superiores. Las formas interiores del hall no siguen las

formas geométricas y tiene partes recubiertas de piedra y otras acristaladas. La sala más

grande del museo es la Gran Sala, conocida también por el nombre de la sala del pez, por su

forma exterior. Es muy alargada y alberga obras artísticas de enorme tamaño, algunas de las

cuales son temporales y otras permanentes. Hay salas con la planta en forma de pétalo. A

éstas se accede desde el hall, al igual que la Gran Sala. En uno de los bloques de formas

rectas hay una serie de salas de planta rectangular dispuestas en fila, es decir, una colocada

detrás de otra sin pasillo que las comunique. En cada planta hay tres salas y para acceder a

la última es necesario atravesar las dos primeras. Casi todas las salas del museo tienen

lucernarios que dan una luz cenital muy interesante

Frank Gehry, para escoger el revestimiento del Museo Guggenheim de Bilbao, se fijó en

las plumas y escamas de muchos animales. Observó sus fijaciones y la posibilidad de

movimiento que dan. Le interesa mucho los animales y los sistemas que usa la naturaleza

para cubrir superficies curvas, similares a las del museo. Decidió usar «escamas» rígidas de

manera que se montasen unas encima de otras. La diferencia entre el revestimiento usado y

la piel de los animales es que la de estos últimos está adaptada al movimiento mientras que

la del edificio no, por lo que ambos sistemas de cubrimiento no son los mismos. Gehry

quiso desde el primer momento que estas piezas fuesen metálicas. Barajó varias

posibilidades que admitían el uso de varios materiales. Decidió no usar acero inoxidable

porque decía que no correspondía con el cielo de Bilbao. También descartó la posibilidad

de usar cobre y otros metales.

Finalmente se decantó por hacer las piezas de titanio, un metal bastante caro que

contrasta con los materiales económicos usados en sus primeras obras. La aleación

definitiva es de cincy titanio, existiendo una proporción mucho mayor del segundo metal.

Se trata de una chapa cuyo espesor es de un tercio de milímetro y resulta muy manejable.

Al ser tan fino, se adapta perfectamente a la curva descrita por el edificio.

Cada pieza tiene una forma única y exclusiva al lugar que ocupa. La forma precisa de

cada chapa fue determinada por el CATIA. Cada pieza está ligeramente almohadillada para

que se adapte perfectamente a su lugar. A este efecto se le conoce con el término boatiné.

Hay zonas en las fachadas con remiendos, es decir, conjuntos de chapas con diferentes

colores, debido a las ligeras variaciones de la aleación metálica que hay en cada pieza. Hay

chorretones en algunas fachadas, especialmente las que dan al norte. Se producen por la

reacción química entre las chapas, la humedad ambiental y los ganchos que sujetan las

piezas, que no son de titanio. En dicha reacción se crean pares galvánicos, los cuales se ven

como chorretones muy poco estéticos.

Vista Interna

Se puede concluir este análisis, sabiendo que la Arquitectura es una disciplina que une

distintas actividades, se deben tomar en cuenta muchos factores como la tecnología de la

información, la imagen urbana, las distintas percepciones, culturas, etc. Para que así, este

siempre integrada a la sociedad mientras no se pierda su concepto. La arquitectura debe ser

el nodo que una las diversas formas de interactuar con el entorno y los medios necesarios

para lograrlo. Conforme a los conceptos antes mencionados la arquitectura es un estilo de

diversidad y adaptación por medio de las tendencias que se van presentando en el mundo a

medida que el tiempo avanza y se van implementando nuevas herramientas, como el uso de

la tecnología, si bien se en estos dos análisis, de la Catedral de Mérida y el Museo Gugem

Haim se puede observar como se ha ido avanzando respecto al diseño, vanguardias, en fin,

estilos y distintas formas de diseñar. Cabe destacar que la arquitectura está influenciada por

la cultura  La arquitectura es importante no sólo para hacer hermosos proyectos, sino

también para garantizar que este proyecto se realiza de la mejor manera posible. La

Arquitectura es el arte de proyectar y construir espacios habitables, y engloba, por tanto, no

sólo la capacidad de diseñar los espacios sino también la ciencia de construir

los volúmenes necesarios. Sin embargo dicho arte tiene un origen utilitario porque surge

como una necesidad del hombre. La arquitectura es exactitud y libertad.