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CONSTITUCIONES DE LA ORDEN DE LOS HEMANOS MENORES CONVENTUALES

CONSTITUCIONES - 2008... · 10 CARTA DE PROMULGACIÓN. ... Ult.Vol. = UltimavoluntassanctaeClaraescripta Eneltextoespañol AA = ApostolicamActuositatem,decreto delConcilioVaticanoIIsobre

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CONSTITUCIONESDE LA ORDEN DE LOS

HEMANOS MENORES CONVENTUALES

Constituciones

— Aprobadaspor el Capítulo General, Asís, 1983.

— Confirmadaspor la S. Congregación para los Religíosos y losInstitutos Seculares, Roma, 2 de octubre de 1984.

— Promulgadaspor el Ministro general, Roma, 4 de octubre de1984.

— En vigordesde el 25 de marzo de 1985.

— Actualizadasen los capítulos generales ordinarios de 1995,2001 y 2007.

CONSTITUCIONESDE LA ORDEN DE LOS

HERMANOS MENORES CONVENTUALESDE SAN FRANCISCO

Editadas en 1984 por mandato del ReverendísimoHno. Lanfranco María Serrini

116º Ministro generaldespués del Seráfico Patriarca

Y actualizadas con los cambios aprobadosen los Capítulos generales ordinarios

de 1995, 2001 y 2007

SAGRADA CONGREGACIONDE LOS RELIGIOSOS E INSTITUTOS SECULARES

Prot. n. C. 86-1/84

DECRETO

La Orden de los Hermanos Menores Conventua-les, adhiriéndose a las normas del. Concilio VaticanoII y demás disposiciones de la Iglesia, ha preparado elnuevo texto de las Constituciones, que el Ministro ge-neral, por mandato del Capítulo, ha presentado a laSanta Sede, para su aprobación. Pues bien, la Sa-grada Congregación de los Religiosos e Institutos se-culares, después de someter a especial examen de losconsultores el texto presentado, teniendo en cuentael voto favorable del Congreso del día 8 de junio deeste año 1984, con el presente decreto lo aprueba conlos cambios dispuestos por dicho Congreso, segúnejemplar escrito en latín, que se guarda en su Archivo,a norma del derecho. Reciban todos los miembrosde la Orden de los Hermanos Menores Conventualescon ánimo bien dispuesto las renovadas Constitucio-nes como «Regla de vida y camino de perfección» (cfr.2C. 208), que les ayudarán a seguir más estrecha-mente a Cristo tras las huellas del Seráfico PadreFrancisco y a cumplir mejor la misión que les ha en-comendado la Iglesia. Dado en Roma, en la Sede de laSagrada Congregación de los Religiosos e Institutosseculares, el día 2 de octubre, festividad de los Ánge-les Custodios, del año del Señor 1984.

Fdo. � Fr. Jerónimo Hamer, O.P.Pro-Prefecto

Fdo. � V. FagioloSecretario

DECRETO DA SAGRADA CONGREGACION 5

Prot. n. 441/84«También yo soy del parecer que el pro-blema de adecuar las Constituciones alCódigo y a nuestro tiempo es de la má-xima importancia, porque, si éstas «sehacen bien», moderarán bien todo lodemás.»

(San Maximiliano M. Kolbe, SK, 89)

HNO. LANFRANCO MARIA SERRINI116º Ministro general

después del Seráfico Patriarcade la Orden de los Hermanos, Menores Conventuales

¡Amadísimos hermanos en el Señor!

Después de quince años de laborioso trabajo con elque nuestra Orden, a diversos niveles y en mancomu-nado esfuerzo, ha acometido la adaptación de susConstituciones, hoy puede promulgarse el texto defi-nitivo de las mismas.

Cada Familia religiosa, impulsada por el ConcilioVaticano y por las nuevas condiciones de los tiempos, seha visto impelida a reflexionar sobre sus orígenes y arecuperar el espíritu del Fundador, así como a presentarnormas de vida acordes con el testimonio franciscanoen el actual contexto de la Iglesia y de la sociedad.

La Orden ha recorrido este iter con la colaboraciónde todos los religiosos, cada uno de los cuales, des-pués de amplísima y concienzuda investigación, ha

CARTA DE PROMULGACIÓN 7

sido llamado a manifestarse sobre los más disparesproblemas de la vida religiosa. Sucesivas comisioneshan realizado después un trabajo de síntesis de los di-versos textos, sometidos posteriormente a discusión ya la aprobación de los Capítulos generales ordinariosy extraordinarios de los siguientes años: 1969, 1972,1975, 1978, 1981, 1983.

Él texto –usado durante ese largo espacio de tiem-po a modo de experiencia por concesión de la Auto-ridad eclesiástica– ha podido valorar los múltiplesdocumentos de la Iglesia emanados entretanto y apli-carlos, y además examinar y comprobar en la expe-riencia concreta las innovaciones más relevantes,principalmente en lo referente a métodos de sufragio,así como a la participación electiva en el gobierno dela Fraternidad.

Nuestra legislación, siguiendo las claras normasrecientemente establecidas en el nuevo Código de De-recho Canónico, se articula en dos textos, que son:

a) Las Constituciones, o código fundamental,aprobado por la competente autoridad de la Iglesia ymodificable sólo con su consentimiento (can. 587, § 2);

b) Los Estatutos Generales, o normas comple-mentarias, establecidas por la Orden y adaptable sconvenientemente según las exigencias de los lugaresy de los tiempos (can. 587 § 4).

El texto de las Constituciones, no obstante las im-portantes innovaciones sufridas los quince años pasa-dos, sigue los criterios aceptados en el esquemafundamental del año 1969, y adopta la división en seiscapítulos:

8 CARTA DE PROMULGACIÓN

Cap. I: La vida evangélica de los hermanos:art. 1-29;

Cap. II: La formación de los hermanos:art. 30-66;

Cap. III: La vida de unión con Dios: art. 67-85;Cap. IV: La comunidad familiar de los hermanos:

art. 86-119;Cap. V: La vida apostólica de los hermanos:

art. 120-154;Cap. VI: El gobierno de la Orden: art. 155-206.

El texto de los Estatutos Generales, siguiendo lapauta de seis capítulos, recoge la parte complemen-taria, y se desarrolla en 159 artículos.

El total de artículos constitucionales (206) resultanetamente inferior a los 870 de las precedentes Cons-tituciones del año 1932, conforme al Código de Dere-cho Canónico: «... se han de armonizarconvenientemente los elementos espirituales y los ju-rídicos; pero no se multipliquen las normas sin nece-sidad» (can. 587, § 3). También las otras normas,recogidas en los Estatutos Generales, se circunscri-ben a lo estrictamente necesario para responder ade-cuadamente a las exigencias de la vida y a la actividadapostólica de nuestra Familia religiosa.

Manteniendo vivo el vínculo ideal a nuestro caris-ma franciscano –recibido de la historia a través de lasdiversas Constituciones, desde las llamadas Antiguashasta las del año 1932–, somos conscientes que pode-mos manifestarlo hoy con juvenil y gozosa adhesióna normas, que responden mejor a las exigencias de lasociedad en cambio.

Obligación que asumimos para ser auténtico «sig-no de los tiempos» para la iglesia y para el mundo.

CARTA DE PROMULGACIÓN 9

* * *Amadísimos hermanos, las Constituciones son un

código de vida, en el sentido de que deben encarnarseen nuestra existencia, como individuos y como comu-nidad.

Ellas, en efecto, junto con la Regla, forman y cons-tituyen el contexto en que ha de madurar nuestra li-bre opción de «seguir a Cristo» según el espíritu deSan Francisco de Asís.

De donde nace el deber de conocer, ponderar y asi-milar todo aquello que nos hará imitadores más fie-les del Seráfico Padre y, en consecuencia,transmisores más valiosos de su mensaje de vida almundo de hoy.

Es necesario un .esfuerzo generoso, a todos los ni-veles, para que las Constituciones penetren nuestramentalidad. Puede ser este el «tema» sobre el que vol-car el interés y amor en los próximos años hasta quese haya asimilado el espíritu y la práctica, que se ofre-ce a todos los religiosos de nuestra Familia. Cualquieriniciativa (reuniones, encuentros de zona, capítulosespirituales de ámbito provincial y local, ejercicios es-pirituales, cursos de formación permanente...) puedeservir para implicar y arrastrar no sólo a los jóvenesen período de formación, sino a todos los religiosos,a que se interesen por estas normas de vida, que senos ofrecen ahora de forma estable para nuestro iti-nerario espiritual.

Pero es insustituible la contribución de cada reli-gioso y su estudio personal para reflexionar sobre eltexto y constatar que su testimonio franciscano no sebasa en la ambigüedad o en la arbitrariedad. Testi-monio que sólo generará vida si, con confianza yamor, refleja la fisonomía de San Francisco de Asís,

10 CARTA DE PROMULGACIÓN

tal y como se manifiesta en las normas de vida san-cionadas por la autoridad de la Iglesia.

Lo que conseguiremos con la proverbial disponibi-lidad de nuestra Familia religiosa, teniendo presen-tes las palabras de San Francisco: «para que, siempresumisos y sujetos a los pies de la misma Santa Iglesia,firmes en la fe católica, guardemos la pobreza y la hu-mildad y el santo Evangelio de nuestro Señor Jesu-cristo, que firmemente prometimos» (2R. 12).

Nos guíe en esta generosa búsqueda la InmaculadaVirgenMadre de Dios, Reina de nuestra Orden,Seráfi-ca, y San José, Esposo de la Virgen y Tutelar de la Or-den; nos asistan todos los Santos, principalmentenuestro Fundador San Francisco de Asís, y San Ma-ximiliano María Kolbe, tan cercano a nuestros pro-blemas actuales y a nuestras exigencias de vida yactividad apostólica; nos ayude, finalmente, el recí-proco ejemplo de una Fraternidad laboriosa, en laque cada uno se sienta miembro vivo y operante, engozosa y constante emulación de santidad.

Cumplido, por tanto, el itinerario previsto por elCapítulo general ordinario de 1983 y obtenida laaprobación definitiva de la Sagrada Congregación delos Religiosos e Institutos seculares, con Decreto del2 de octubre de 1984, con la presente Carta, en virtudde mi oficio y de la autoridad que ejerzo, dispongo lapublicación y promulgo el texto definitivo de lasConstituciones de la Orden, así como los EstatutosGenerales, que tendrán fuerza de ley a partir del día25 de marzo de 1985, solemnidad de la Anunciacióndel Señor.

Como augurio de los dones celestiales sobre estefundamental acto de nuestra vida consagrada, des-

CARTA DE PROMULGACIÓN 11

cienda abundantísima sobre todos y cada uno la ben-dición del Seráfico Padre.

Roma, convento de los Santos XII Apóstoles, 4 deoctubre de 1984, fiesta del Seráfico Padre San Fran-cisco.

HNO. LANFRANCO M. SERRINIMinistro general

HNO. CRISTOFORO M. ZAMBELLI

Secretario general

12 CARTA DE PROMULGACIÓN

CURIA GENERALIZIADELL’ORDINE DEI FRATI MINORI CONVENTUALI

IL SEGRETARIO GENERALE

00187 Roma, 15 aprile 1986Piazza Ss. Apostoli, 51 – TEL. 6794178 - 6789716

Prot. N. 224/86

Molto Reverendo Padre,

con la presente comunico che il P. Generale auto-rizza la stampa della traduzione in lingua spagnola deltesto delle CONSTITUTIONES e degli STATUTA GE-NERALIA del nostro Ordine, promulgati con decretodel 4 ottobre 1984 (prot. 441/84).

Questa traduzione servirà per i religiosi della Pro-vincia di Spagna e per tutti i confratelli di lingua spa-gnola presenti in America Latina.

In San Francesco

FRA CRISTOFORO M. ZAMBELLI

Secretario generale

M.R.P. ProvincialeP. SANTOS JATIVA MATEO

Convento S. BuenaventuraCalle El Greco, 16 - Batán28011 MADRID

CARTA DE PROMULGACIÓN 13

SIGLAS

En el texto latino:Adm. = Admonitiones

can. = canon Codicis Iuris Canonici

1Cel. = THOMAE A CELANO, Vita prima

2Cel. = THOMAE A CELANO, Vita secunda

Const. = Constituciones Ordinis

Ep. fid. = Epistola ad fideles

Ep.Ord. = Epistola toti Ordini missa

LM = S. BONAVENTURAE, Legenda Maior

OO = S. BONAVENTURAE, Opera Omnia

PC = Perfectae Caritatis, decretumConcilii Vaticani II de accommodatarenovatione vitae religiosae

Rb = Regula bullata

Rnb = Regula non bullata

Sal.B.M.V. = Salutatio Beatae Mariae Virgini

SC = Sacrosanctum Concilium,constitutioConcilii Vaticani II de sacra liturgia

Test. = Testamentum

Ult.Vol. = Ultima voluntas sanctae Clarae scripta

En el texto españolAA = Apostolicam Actuositatem, decreto

del Concilio Vaticano II sobreel apostolado de los laicos

Adm. = Admoniciones

can. = cánon del Códigodel Derecho Canónico

14 SIGLAS

CD = Christus Dominus, decreto del ConcilioVaticano II sobre el oficio pastoralde los Obispos

1C = TOMAS DE CELANO, Vida primera

2C = TOMAS DE CELANO, Vida segunda

Const. = Constituciones de la Orden

2CtaF = Carta a todos los fieles

CtaO = Carta a toda la Orden

LM = S. BUENAVENTURA, Leyenda mayor

OC = S. BUENAVENTURA,Obras completas

PC = Perfectae Caritatis, decreto delConcilio Vaticano II sobrela renovación de la vida religiosa

1R = Regla no bulada

2R = Regla bulada

RC = Renovationis Causam, documento de laSagrada Congregación para losReligiosos e Institutos secularespara la renovación de la formaciónpara la vida religiosa

Reg.Clar. = Regla de Santa Clara

Sal.V.M. = Saludo a la bienaventuradaVirgen María

SC = Sacrosanctum Concilium, constitucióndel Concilio Vaticano II sobrela sagrada liturgia

Test. = Testamento de San Francisco

Ult. Vol. = Ultima voluntad de San Franciscoa Santa Clara

SIGLAS 15

Advertencias

— La Regla del Seráfico Padre San Francisco, así como losfragmentos de los demás escritos suyos en latín, se hantomado de: KAJETAN ESSER, OFM,Gli Scritti di S. Fran-cesco d'Assisi, nuova edizione critica e versione italiana,Edizioni Messaggero Padova, 1982.

— Los escritos de Tomás de Celano en latín se han tomadode: Analecta Franciscana sive Chronica aliaque varia Do-cumenta ad Historiam Fratrum Minorum spectantia, t. X,ad Claras Aquas –Florentiae, MCMXXVI - MCMXLI.

— Los escritos de San Buenaventura en latín se han tomadode: S. BONAVENTURAE. Opera Omnia, edita studio etcura PP. Collegii S. Bonaventurae ad Claras Aquas, propeFlorentiam, MDCCCLXXXIII - MCMII, y de AnalectaFranciscana... (ut supra).

— Los textos en español de la Regla y de los escritos francis-canos se han tomado de: S. Francisco de Asís, Escritos -Biografías - Documentos de la época, B.A.C., 399, Madrid,1978, edición preparada por José Antonio Guerra, OFM.

— El texto de los cánones del Código de Derecho Canónicose ha tomado de: Código de Derecho Canónico, B.A.C.,442, Madrid, 1983; al mismo nos hemos ajustado, en loposible, para los términos jurídicos y para la ortografía.

16 ADVERTENCIAS

REGLADEL SERAFICO PADRE

SAN FRANCISCO

REGLADEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO

BULA DEL PAPA HONORIO III

Honorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, anuestros queridos hijos, el hermano Francisco ydemás hermanos de la Orden de los Hermanos Me-nores, salud y bendición apostólica.

Acostumbra la Sede Apostólica acceder a los pia-dosos votos y conceder su benévolo favor a los hones-tos deseos de los que lo piden. Por lo mismo, queridoshijos en el Señor, acogiendo vuestras piadosas plega-rias con autoridad apostólica os confirmamos con laspresentes la Regla de vuestra Orden, aprobada pornuestro predecesor Inocencio III, de feliz memoria,transcrita en estas letras, y la fortalecemos con el pa-trocinio del presente escrito. La cual dice así:

I

¡EN EL NOMBRE DEL SEÑOR!COMIENZA LA VIDA DE LOS HERMANOS MENORES

La regla y la vida de los hermanos menores es ésta:guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristoviviendo en obediencia, sin nada propio y en castodad.

El hermano Francisco promete obediencia y reve-rencia al señor papa Honorio y a sus sucesores canó-nicamente elegidos y a la Iglesia romana. Y los otroshermanos estén obligados a obedecer al hermanoFrancisco y a sus sucesores.

REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO 19

II

LOS QUE QUIEREN TOMAR ESTA VIDAY COMO HAN DE SER RECIBIDOS

Si algunos quieren tomar esta vida y vienen anuestros hermanos, remítanlos a sus ministros pro-vinciales; a ellos solamente, y no a otros, se concedala licencia de recibir hermanos. Y los ministros exa-mínenlos diligentemente sobre la fe católica y los sa-cramentos de la Iglesia. Y si creen todo esto, y quierenprofesarlo fielmente, y guardarlo firmemente hasta elfin, y no tienen mujeres –o, en caso de tenerlas, tam-bién las mujeres han entrado ya en monasterio, o leshan dado la licencia con la autorización del obispodiocesano, emitido ya el voto de continencia y siendolas mujeres de edad tal que de ellas no pueda origi-narse sospecha–, díganles la palabra del santo Evan-gelio: que vayan y vendan todo lo suyo y procurendistribuírselo a los pobres. Y, si no pueden hacerlo,les es suficiente la buena voluntad.

Y guárdense los hermanos y sus ministros de tenersolicitud por las cosas temporales de ellos, a fin de quehagan libremente de las mismas cuanto el señor lesinspire. Con todo, si se requiere un consejo, están au-torizados los ministros para remitirlos a algunas per-sonas temerosas de Dios, con cuyo consejodistribuyan sus bienes a los pobres. Después, concé-danles las prendas del tiempo de la probación; o sea:dos túnicas sin capucha, y cordón, y calzones, y capo-tillo hasta el cordón; a no ser que a los mismos mi-nistros les parezca alguna vez otra cosa según Dios. y,cumplido el año de la probación, sean recibidos a laobediencia, prometiendo guardar siempre esta vida y

20 REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO

regla. Y de ningún modo les estará permitido salir deesta Religión, según el mandato del señor papa; por-que, según el santo Evangelio, ninguno que pone manoal arado y mira atrás es apto para el reino de Dios.

Y los que han prometido obediencia, tengan una tú-nica con capucha y otra sin capucha los que quierantenerla. Y quienes están apremiados por la necesidadpueden llevar calzado. Y todos los hermanos vistanropas viles y puedan, con la bendición de Dios, re-mendarlas de sayal y de otros retales. Amonesto y ex-horto a todos ellos a que no desprecien ni juzguen aquienes ven que se visten de prendas muelles y de co-lores y que toman manjares y bebidas exquisitas; alcontrario, cada uno júzguese y despréciese a sí mismo.

III

EL DIVINO OFICIO, EL AYUNOY CÓMO HAN DE IR LOS HERMANOS POR EL MUNDO

Los clérigos cumplan, con el oficio divino según laordenación de la santa Iglesia romana, a excepcióndel salterio, desde que puedan tener breviarios.

Y los laicos digan veinticuatro padre nuestros pormaitines; por laudes, cinco; por prima, tercia, sexta ynona, por cada una de estas horas, siete; por víspe-ras, doce; y por completas, siete. Y oren por los di-funtos.

Y ayunen desde la fiesta de Todos los Santos hastala Navidad del Señor. Sin embargo, la santa cuaresmaque comienza en la Epifanía y se prolonga cuarentadías continuos, la que el Señor consagró con su santo

REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO 21

ayuno, los que la ayunen voluntariamente, sean ben-ditos del Señor, y los que no quieren ayunarla no seanobligados; pero la otra, que dura hasta la Resurrec-ción del Señor, ayúnenla.

En otros tiempos, en cambio, no están obligados aayunar sino los viernes. Con todo, en tiempo de ma-nifiesta necesidad no están obligados los hermanosal ayuno corporal.

Aconsejo, amonesto y exhorto en el Señor Jesucris-to a mis hermanos que, cuando van por el mundo, nolitiguen ni contiendan de palabra ni juzguen a otros;sino sean apacibles, pacíficos y mesurados, mansos yhumildes, hablando a todos decorosamente, comoconviene. Y no deben cabalgar sino apremiados poruna manifiesta necesidad o enfermedad.

En toda casa en que entren digan primero: Paz aesta casa. Y les está permitido, según el santo Evan-gelio, comer de todos los manjares que se les sirve.

IV

LOS HERMANOS NO RECIBAN DINERO

Mando firmemente a todos los hermanos que deningún modo reciban dinero o pecunia ni por sí mis-mos ni por intermediarios. Sin embargo, únicamentelos ministros y custodios provean con cuidado solí-cito, por medio de amigos espirituales, a las necesi-dades de los enfermos y al vestido de los hermanos,teniendo en cuenta los lugares, las épocas y las regio-nes frías, como vean que lo aconseja la necesidad; de-jando siempre a salvo, como se ha dicho, el no recibirdinero o pecunia.

22 REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO

V

MODO DE TRABAJAR

Aquellos hermanos a quienes ha dado el Señor lagracia del trabajo, trabajen fiel y devotamente, de for-ma tal, que, evitando el ocio, que es enemigo del alma,no apaguen el espíritu de la santa oración y devoción,a cuyo servicio deben estar las demás cosas tempora-les. Y como remuneración del trabajo acepten, para sípara sus hermanos, las cosas necesarias para la vidacorporal, pero no dinero y pecunia; y esto háganlo hu-mildemente, como corresponde a quienes son siervosde Dios y seguidores de la santísima pobreza.

VI

NADA SE APROPIEN LOS HERMANOS,LA MENDICACIÓN Y LOS HERMANOS ENFERMOS

Los hermanos no se apropien nada para sí, ni casa,ni lugar, ni cosa alguna. Y, cual peregrinos y foraste-ros en este siglo, que sirven al Señor en pobreza y hu-mildad, vayan por limosna confiadamente. Y notienen por qué avergonzarse, pues el Señor se hizopobre por nosotros en este mundo. Esta es la exce-lencia de la altísima pobreza, la que a vosotros, misqueridísimos hermanos, os ha constituido en herede-ros y reyes del reino de los cielos, os ha hecho pobresen cosas y os ha sublimado en virtudes. Sea ésta vues-tra porción, la que conduce a la tierra de los vivientes.Adheridos enteramente a ella, hermanos amadísimos,por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, jamásqueráis tener ninguna otra cosa bajo el cielo.

REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO 23

Y dondequiera que estén y se encuentren unos conotros los hermanos, condúzcanse mutuamente confamiliaridad entre sí. Y exponga confiadamente eluno al otro su necesidad, porque si la madre nutre yquiere a su hijo carnal, ¿cuánto más amorosamentedebe cada uno querer y nutrir a su hermano espiri-tual?

Y si alguno de los hermanos cae enfermo, los otroshermanos le deben servir como quisieran ellos serservidos.

VII

PENITENCIA QUE SE HA DE IMPONERA LOS HERMANOS QUE PECAN

Si algunos de los hermanos, por instigación delenemigo, incurren en aquellos pecados mortales delos que está determinado entre los hermanos que serecurra a solos los ministros provinciales, están obli-gados dichos hermanos a recurrir a ellos cuanto antespuedan, sin demora. Y los ministros mismos, si sonpresbíteros, impónganles la penitencia con miseri-cordia; pero, si no lo son, hagan que se la imponganotros sacerdotes de la Orden, como les parezca quemejor conviene según Dios. Y deben evitar airarse yconturbarse por el pecado que alguno comete, por-que la ira y la conturbación son impedimento en ellosy en los otros para la caridad.

24 REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO

VIII

ELECCION DEL MINISTRO GENERAL DE ESTAFRATERNIDAD Y CAPITULO DE PENTECOSTES

Todos los hermanos estén obligados a tener siem-pre por ministro y siervo general de toda la fraterni-dad a uno de los hermanos de esta Religión, y esténobligados firmemente a obedecerle. Cuando éste fa-llezca, hágase la elección del sucesor por los ministrosprovinciales y custodios en el capítulo de Pentecostés;y a este capítulo deban siempre concurrir los minis-tros provinciales dondequiera que lo estableciere elministro general; y esto han de hacerlo una vez cadatres años, o en otro término de tiempomayor omenor,como lo haya ordenado el dicho ministro.

Y si alguna vez parece claro al conjunto de los mi-nistros provinciales y custodios que el dicho ministroes insuficiente para el servicio y utilidad común delos hermanos, estén obligados los referidos herma-nos, a quienes se ha confiado la elección, a elegirseen el nombre del Señor otro para custodio. Y despuésdel capítulo de Pentecostés puede cada uno de los mi-nistros y custodios, si quiere y le parece conveniente,convocar a sus hermanos una vez ese mismo año acapítulo en su custodia.

IX

LOS PREDICADORES

Los hermanos no prediquen en la diócesis de unobispo cuando éste se lo haya prohibido. Y ninguno

REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO 25

de los hermanos se atreva absolutamente a predicaral pueblo, si no ha sido examinado y aprobado por elministro general de esta fraternidad, y no le ha sidoconferido por él el oficio de la predicación.

Amonesto además y exhorto a estos mismos her-manos a que, cuando predican, sean ponderadas ylimpias sus expresiones, para provecho y edificacióndel pueblo, pregonando los vicios y las virtudes, lapena y la gloria, con brevedad de lenguaje, porque pa-labra sumaria hizo el Señor sobre la tierra.

X

AMONESTACION y CORRECCION DE LOS HERMANOS

Los hermanos que son ministros y siervos de losotros visiten y amonesten a sus hermanos, y corríjan-los humilde y caritativamente, y no les manden algoque esté en contra de su alma y de nuestra Regla.Pero los hermanos que son súbditos recuerden querenunciaron por Dios a sus propios quereres. Por locual, les mando firmemente que obedezcan a sus mi-nistros en todo lo que prometieron al Señor guardary no está en contra del alma y de nuestra Regla. Ydondequiera que hay hermanos que sepan y conoz-can que no pueden guardar espiritualmente la Regla,deben y pueden recurrir a sus ministros. Y los minis-tros acójanlos caritativa y benignamente, y tenganpara con ellos una familiaridad tan grande, que pue-dan los hermanos hablar y comportarse con los mi-nistros como los señores con sus siervos; pues asídebe ser, que los ministros sean siervos de todos loshermanos.

26 REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO

Amonesto y exhorto en el Señor Jesucristo a que seguarden los hermanos de toda soberbia, vanagloria,envidia, avaricia, preocupación y solicitud de estemundo, difamación y murmuración, y no se preocu-pen de hacer estudios los que no los hayan hecho.Aplíquense, en cambio, a lo que por encima de tododeben anhelar: tener el espíritu del Señor y su santaoperación, orar continuamente al Señor con un co-razón puro, y tener humildad y paciencia en la per-secución y en la enfermedad, y amar a los que nospersiguen y reprenden y acusan, porque dice el Señor:Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persi-guen y calumnian. Dichosos los que padecen persecu-ción por la justicia, porque de ellos es el reino de loscielos. Y quien persevere hasta el fin, éste se salvará.

XI

LOS HERMANOS NO ENTRENEN MONASTERIOS DE MONJAS

Mando firmemente a todos los hermanos que notengan sospechoso trato o consejos de mujeres; y queno entren en monasterios de monjas, fuera de aque-llos hermanos que tienen una licencia especial con-cedida por la Sede Apostólica; tampoco se haganpadrinos de varones o de mujeres, ni con esta ocasiónse origine escándalo entre los hermanos o acerca deellos.

REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO 27

XII

LOS QUE VAN ENTRE SARRACENOS Y OTROS INFIELES

Aquellos hermanos que quieren, por inspiracióndivina, ir entre sarracenos y otros infieles, pidan paraello la licencia a sus ministros provinciales. Pero losministros no otorguen la licencia para ir sino a losque vean que son idóneos para ser enviados.

Además: impongo por obediencia a los ministrosque pidan al señor papa un cardenal de la santa Igle-sia romana que sea gobernador, protector y correctorde esta Fraternidad; para que, siempre sumisos y su-jetos a los pies de la misma santa Iglesia, firmes en lafe católica, guardemos la pobreza y la humildad y elsanto Evangelio de nuestro Señor Jesucristo que fir-memente prometimos.

TERMINA LA REGLA Y VIDADE LOS HERMANOS MENORES

CONFIRMACION DE LA REGLA

Por tanto, a ninguno le está permitido transgrediresta nuestra confirmación o ir temerariamente encontra de ella. Si alguien se atreve a tanto, sepa incu-rre en la indignación de Dios omnipotente y de susbienaventurados apóstoles Pedro y Pablo.

Dado en Letrán, el 29 de noviembre del octavo añode nuestro Pontificado.

TERMINA LA CONFIRMACION DE LA REGLADE LOS HERMANOS MENORES

28 REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO

PALABRAS DE EXHORTACIONDE N.S.P. FRANCISCO A LOS HERMANOS

Queridísimos Hermanos y benditos hijos por laeternidad, oídme, escuchad la voz de vuestro Padre:

Grandes cosas hemos prometido,mayores nos están prometidas;

guardemos éstas,suspiremos por aquéllas.

El deleite es breve;la pena, perpetua;

el padecimiento, poco;la gloria, infinita.

De muchos la vocación,de pocos la elección,

de todos la retribución.

Hermanos, mientras tenemos tiempo, obremos el bien.

REGLA DEL SERAFICO PADRE SAN FRANCISCO 29

CONSTITUCIONESDE LA ORDEN DE LOS

HERMANOS MENORES CONVENTUALESDE SAN FRANCISCO

CONSTITUCIONES DE LA ORDEN

CAPITULO I

LA VIDA EVANGÉLICA DE LOS HERMANOS

Introducción espiritual

a) El bienaventurado Francisco, a quien Dios sus-citó en la Iglesia como fiel imitador de su Hijo Jesucris-to, afirma claramente haber fundado su religióniluminado por inspiración divina, cuando dice: «ElSeñor me dio de esta manera, a mí, el hermano Fran-cisco, el comenzar a hacer penitencia... Y después queel Señor me dio hermanos, nadie me mostraba quédebía hacer sino el Altísimo mismome reveló que debíavivir según la norma del santo Evangelio» (Test. 1. 14).

b) «Viendo el bienaventurado Francisco que el Se-ñor Dios le aumentaba de día en día el número de se-guidores, escribió para sí y sus hermanos presentes yfuturos, con sencillez y en pocas palabras una formade vida y Regla, sirviéndose, sobre todo, de textos delsanto Evangelio, cuya perfección solamente deseaba»(lC.32). Por eso, toda la vida de los Menores es ésta: ob-servar el santo Evangelio, que es virtud de Dios para lasalvación de todo creyente y fuente de perfección, delcual los Hermanos Menores aprenden y escogen «viviren obediencia, en castidad y sin nada propio, y seguir ladoctrina y el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo...»(IR. 1).

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 33

c) Del mismo Señor nuestro Jesucristo todos noso-tros «somos... hermanos, cuando hacemos la voluntaddel Padre que está en los cielos» (2CtaF.), y cuando imi-tamos el ejemplo de Aquel «que dio su vida, para nosubstraerse a la obediencia del santísimo Padre»(CtaO.). Pues «dice el Señor en el Evangelio: Quien norenuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discí-pulo; y quien quiera poner a salvo su alma la perderá.Abandona todo lo que posee y pierde su cuerpo aquel

que se entrega a sí mismo totalmente a la obediencia enmanos de su prelado» (Adm. 3). Por esto, sepan los her-manos que siempre y sólo «mientras perseveren en losmandatos del Señor, que(( prometieron por el santoEvangelio y por su forma de vida, se mantienen en laverdadera obediencia, y sean benditos del Señor» (IR. 5).

d) Desde, que el bienaventurado Francisco entregótodos sus bienes al Señor Dios y; en la presencia delobispo de Asís, se unió a la pobreza con estas palabras:«Desde ahora, diré con libertad: Padre nuestro que estásen los cielos» (2C. 12), se constituyó en fidelísimo imi-tador y hermano de Cristo pobre. «Yo, el hermano Fran-cisco, pequeñuelo, quiero vivir la vida y la pobreza denuestro altísimo Señor Jesucristo y de su santísimaMadre y perseverar en ella hasta el fin» (Ult.Vol.). Por lotanto, los Hermanos Menores abrazan con humildad yalegría la altísima pobreza, que los «ha constituido enherederos y reyes del reino de los cielos, los ha hechopobres en cosa.§ y los ha sublimado en virtudes» (2R.6). Unidos a ella totalmente, los hermanos no deseenposeer cosa alguna bajo el cielo.

e) «Ahora pues, después que hemos abandonado elmundo ninguna cosa hemos de hacer sino seguir la vo-

34 CAPITULO I

luntad del Señor y agradarle» (IR. 22) en el estado deperfecta continencia abrazado por el reino de los cielos,y así experimentar, como el bienaventurado Francisco,cuán santo y hermoso sea «y cuán amado es tener untal hermano e hijo agradable, humilde, pacífico, dulcey amable y más que todas las cosas deseable: nuestroSeñor Jesucristo, que dio su vida...» por nosotros(2CtaF.). Por esto, se esfuercen los hermanos, «remo-vido todo impedimento y pospuesta toda preocupacióny solicitud, comomejor puedan, en servir, amar, honrary adorar al Señor Dios y háganlo con limpio corazón ymente pura... que es lo que El busca por encima de to-do» (IR. 22).

f) La regla y forma de vida que el bienaventuradoFrancisco escribió y cuya confirmación obtuvo del Pa-pa, la propone a sus hermanos para que la observen, yla recomienda como «el libro de la vida, esperanza desalvación, médula del Evangelio, camino de perfección,llave del paraíso, pacto de eterna confianza. Quería quela tuvieran todos, que la supieran todos y que en todaspartes... la confirieran con el hombre interior para re-cordatorio del juramento prestado...» (2C. 208). Y «co-mo el Señor concedió» al bienaventurado Francisco«decir y escribir con sencillez y pureza» (Test.) estaRegla y vida, así sencillamente y sin comentarios la en-tendamos y observemos santamente hasta el fin. Lo quedebe hacerse bajo la dirección de la Iglesia, «para que,siempre sumisos y sujetos a los pies de la misma santaIglesia... guardemos la pobreza y humildad y el santoEvangelio de nuestro Señor Jesucristo, que firmemen-te prometimos» (2R. 12).

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 35

TÍTULO I

LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA ORDEN

1 - § 1.La Orden de los Hermanos Menores Con-ventuales es la religión fundada por San Francisco deAsís con el nombre de Hermanos Menores, al que,casi desde sus inicios, se añadió la denominación deconventuales. Los miembros de la Orden se llamanHermanos Menores Conventuales.

§ 2. Desde su fundación nuestra Orden, por vo-luntad del Padre San Francisco, es una verdadera fra-ternidad; por eso sus miembros, constituyendo comohermanos una familia, participan en la vida y activi-dades de la comunidad cada uno según su condición.Tienen los mismos derechos y deberes, a excepciónde los que derivan del orden sagrado, ya que nuestraOrden ha sido incluida por la Iglesia entre los insti-tutos clericales.

§ 3. San Francisco quiso que sus hermanos sellamasen Hermanos Menores «para que... por elmismo nombre, aprendan sus discípulos que han ve-nido a la escuela de Cristo humilde para aprender lahumildad» (LM. 6,5).

§ 4. Nuestros hermanos se constituyen en fra-ternidad conventual propiamente dicha, con el fin defomentar mejor la devoción, la vida ordenada, el ofi-cio divino solemne, la formación de los candidatos(OO, VII, p. 367), el estudio de la teología y otrasobras de apostolado al servicio de la Iglesia de Dios,para así extender el reino de Cristo por todo elmundo, especialmente bajo la guía de la Inmaculada.

36 CAPITULO I - TÍTULO I

2 - § 1. En la Orden la vida contemplativa está ín-timamente asociada a la vida activa; por lo mismo, elapostolado propio del orden sagrado se ejerce me-diante el ministerio de los hermanos clérigos y con lacolaboración de los demás.

§ 2. A fin de conseguir el mayor bien común pa-ra el pueblo de Dios, toda nuestra Orden y cada her-mano están inmediatamente sujetos al SumoPontífice.

3 - § 1. El fundamento de la Orden es la profesiónreligiosa, con la que los hermanos se dedican a la vidaevangélica de perfecta caridad, no sólo mediante losmedios comunes de santidad sino también con el vín-culo de los votos de obediencia, pobreza y castidadpúblicamente emitidos, por medio de los cuales seconsagran a Dios mediante el ministerio de la Iglesiay la observancia de la vida común, de la Regla y delas Constituciones, según el espíritu de la religión se-ráfica. Con la profesión de los votos solemnes los her-manos se incorporan definitivamente a la Orden.

§ 2. Características del verdadero espíritu francis-cano son:

a) amar a Dios, sumo bien, cuyo designio deamor es la redención del universo en Cristo;

b) conformarse a Cristo Señor, de quien comode fuente y cabeza dimana toda gracia, rea-lizando sus misterios en la propia vida, enunión con la Inmaculada Madre de DiosMaría y con toda la Iglesia;

c) amar asimismo al prójimo, anunciando ypromoviendo la paz y el reino de Cristo y elamor fraterno;

LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA ORDEN 37

d) y, consecuentemente, servir al Señor vi-viendo en el mundo en pobreza, humildad,sencillez y alegría de corazón.

TÍTULO II

LA PROFESION DE LOS VOTOS

4 - § 1. Con la profesión de los votos de obediencia,pobreza y castidad, los hermanos:

a) se consagran a Dios de forma particular, direc-ta y totalmente;

b)se ajustan mejor al género de vida que el Señorescogió para sí, y se unen de modo especial a laIglesia y a su misión salvífica;

c) avivan el fervor de la caridad, avanzan en su vi-da cual peregrinos y penitentes, renuncian es-pontáneamente a bienes de por sí de gran valor,manifestando de este modo más plenamente laconsagración bautismal.

§ 2. Cada hermano, por tanto, llamado a la pro-fesión de los consejos, persevere en su vocación y larefuerce con fiel cooperación y prudente vigilancia.

§ 3. Los tres votos, por su naturaleza, obliganbajo grave.

5 - Mediante el voto de obediencia los hermanosentregan a Dios totalmente, como holocausto de símismos, la propia voluntad para unirse perfecta-mente a la voluntad divina, a ejemplo de Cristo, quevino a hacer la voluntad del Padre; y con espíritu defe se someten a los Superiores en la Iglesia. Esta obe-

38 CAPITULO I - TÍTULO II

diencia no sólo no disminuye la dignidad de la per-sona humana sino que la eleva a una mayor madu-rez, mediante el crecimiento de la libertad de los hijosde Dios.

6 - § 1. Los hermanos, según el ejemplo y la volun-tad de San Francisco, están obligados a prestar obe-diencia al Sumo Pontífice, como supremo Superior,incluso en virtud del voto.

§ 2. Y asimismo deben prestar obediencia al Mi-nistro general, sucesor del Padre San Francisco y alos demás Superiores de la fraternidad, cuando man-dan algo según la Regla y las Constituciones (cfr. can.601).

7 - § 1. Los hermanos, parte viva del pueblo deDios, como varones católicos y apostólicos, confor-mándose a la específica promesa y al ejemplo del Se-ráfico Padre, han de manifestarse menoresprecisamente en esto: en que obedecen en todo reve-rentemente a la Iglesia.

§ 2. Están igualmente sujetos, conforme a lanorma del derecho, a las Congregaciones de la CuriaRomana y a los Ordinarios del lugar, en lo que con-cierne a su autoridad pastoral.

§ 3. Obedezcan a los Superiores con espíritu defe y amor a la voluntad de. Dios en todo lo que no escontrario a su alma y a nuestra Regla.

8 - § 1. Los Superiores en el desempeño de su ofi-cio sean dóciles a la voluntad de Dios con espíritu decaridad y de servicio; escuchen de buen grado a los

LA PROFESION DE LOS VOTOS 39

hermanos, incluso promuevan su colaboración enbien de la fraternidad y de la Iglesia.

§ 2. Los mismos, en el ejercicio de su oficio yen la iniciación de nuevas actividades, insten a loshermanos a la colaboración mediante la obedienciaactiva y responsable, quedando siempre a salvo su au-toridad de decidir y de ordenar a los hermanos lo queha de hacerse.

9 - § 1. Por el voto solemne de pobreza evangélicalos hermanos renuncian por completo a la propiedadde bienes para tener en Dios, sumo bien, todo su te-soro espiritual y amar más fácilmente al Padre, libresde toda preocupación humana.

§ 2. Para observar la pobreza religiosa los her-manos están obligados a abstenerse de todo acto depropiedad, a depender de los Superiores en el uso delos bienes, y a ser y mostrarse verdaderamente pobresde hecho y de espíritu.

§ 3. Todos los hermanos han de amar y seguir laaltísima pobreza como conviene a los seguidores deSan Francisco humilde y pobre; especialmente losSuperiores, los cuales, con su ejemplo, deben arras-trar a los demás y evitar que, con indiscriminada per-misibilidad, sufra menoscabo la observancia de lapobreza.

10 - § 1. Antes de la profesión temporal el candidatodebe ceder la administración de sus bienes a quien desee,y disponer libremente sobre su uso y usufructo.

§ 2. Dentro de los setenta días antes de la pro-fesión solemne, debe renunciar también a la propie-

40 CAPITULO I - TÍTULO II

dad de los bienes que posee, bajo condición de que sesiga la profesión en forma válida también en el forocivil, en cuanto sea posible. Para cambiar, por causajusta, estas disposiciones y para realizar cualquierotro acto acerca de los bienes temporales necesita elpermiso de los superiores.

§ 3. Los hermanos que han obtenido el indultode salir de la Orden o han sido expulsados legítima-mente no tienen derecho a exigir nada por cualquiertipo de prestación realizada en ella (cfr. can. 702, § 1).

11 - § 1. Sepan los hermanos que son pobres y pere-grinos en este mundo y que los bienes por ellos ad-quiridos o puestos a disposición no son suyos, sinoque están destinados únicamente a llevar una vidasencilla, al apostolado de la Orden y a las obras de ca-ridad.

§ 2. Por tanto, no posean bienes, en especial in-muebles, sin necesidad manifiesta para la vida de loshermanos o sin una razonable utilidad para las obrasde la Orden; y se evite siempre cualquier forma deavaricia o de enriquecimiento indebido.

12 - § 1. Los hermanos se sentirán obligados a la leycomún del trabajo, con el que adquirirán lo necesariopara vivir, evitando toda preocupación y confiando enla Providencia del Padre celestial.

§ 2. Les está permitido recibir retribuciones ypensiones dimanantes del trabajo, así como inscribir-se en asociaciones de previsión social según los Esta-tutos, salvo el número 15, § 3 de las Constituciones.

LA PROFESION DE LOS VOTOS 41

13 - § 1. Los hermanos observarán también fielmen-te la pobreza, de manera que la familia misma o co-munidad de miembros sea un ejemplo evidente; yevitarán cuanto sepa a lujo o refinamiento.

§ 2. Aceptarán con gusto la pobreza de la vidacomún y las incomodidades que de ella derivan.

§ 3. Como además la vida de pobreza de los her-manos debe tener en cuenta la condición social delpropio ambiente, preferirán vivir con los pobres ytransmitirles el testimonio evangélico, participandoen sus sufrimientos y angustias, así como trabajandoconvenientemente, ayudándoles en su promoción hu-mana y alimentando en ellos la esperanza de losbienes futuros.

14 - § 1. Los hermanos procurarán que los bienesdestinados a las actividades apostólicas sean realmen-te utilizados para esas actividades y para la expansiónde las obras apostólicas de la Orden; y buscarán en lagestión de los bienes sólo el bien de las almas.

§ 2. Las provincias y las casas se comunicarán re-cíprocamente los bienes temporales, en las formas ymaneras establecidas por el capítulo, de modo que lasque tienen más ayuden a las que padecen necesidad.

§ 3. Contribuyan con agrado además con susbienes a las necesidades de la Iglesia y al sustento delos pobres, a quienes los hermanos deben amar en-trañablemente en Cristo.

15 - § 1. Observen todos fielmente las formas parti-culares de pobreza franciscana, en cuanto se adecúana las condiciones de los tiempos, según las declara-

42 CAPITULO I - TÍTULO II

ciones de los Sumos Pontífices y las normas de lasConstituciones, de manera que permanezca inalte-rado el espíritu de pobreza seráfica.

§ 2. Según las declaraciones de la Iglesia, la Or-den, las provincias y los conventos pueden poseer bie-nes temporales, pero nunca los hermanos enparticular.

§ 3. Por lo mismo, todos los bienes que recibenlos hermanos, bien como estipendio del trabajo, biencon cualquier otro título o donación, aun a título es-trictamente personal, pasan a propiedad del conventoo, según los estatutos provinciales, a otra persona ju-rídica de la Orden.

16 - § 1. Se permite a los hermanos, bajo la depen-dencia y la autoridad del Superior y observadas lasnormas y principios de la pobreza y de la vida común,el uso moderado del dinero, ya que hoyes mediocomún de adquisición hasta para los más pobres.

§ 2. Los hermanos, si no pueden vivir de su tra-bajo, pueden recurrir a la mesa del Señor o pedir yrecibir limosnas y subsidios sociales, pero tan sólocuando mediante esta forma particular de pobrezafranciscana se, dé testimonio evangélico.

17 - Habiendo fundado el Seráfico Padre su Ordensobre todo como testimonio de pobreza evangélica enla Iglesia, procuren los hermanos, en los capítulos ofuera de ellos, hallar nuevas formas de pobreza acor-des con los tiempos, a fin de que dicho testimonio res-plandezca siempre. Corresponde a los capítulosjuzgar sobre estas nuevas formas.

LA PROFESION DE LOS VOTOS 43

18 - § 1. Mediante el voto de castidad perfecta, donprecioso de la' gracia divina, los hermanos se consa-gran más fácilmente de todo corazón a Dios solo, porCristo y por su reino, y eligen el estado de continen-cia perfecta en el celibato como estímulo de amor aDios y a los hombres, signo de los bienes celestiales yfuente peculiar de fecundidad espiritual en el mundo.

§ 2. Por medio de este voto se obligan, con unnuevo vínculo de religión, a abstenerse de los actosinternos y externos contrarios a la castidad.

19 - § 1. Procuren los hermanos guardar íntegro elvoto de castidad y hacerlo eficaz con la devota recep-ción de los sacramentos, con la oración continua yferviente, con la contemplación de los misterios deJesucristo y de la bienaventurada VirgenMaría, con elamor mutuo en la vida fraterna y, finalmente, con elsolícito ministerio del apostolado.

§ 2. Confiados en la palabra y en la ayuda delSeñor, no confíen en sus propias fuerzas; por consi-guiente, practiquen con perseverancia la mortifica-ción y la guarda de los sentidos, y se esfuercen encultivar cuidadosamente la disciplina y madurez delos afectos.

§ 3. Debiendo amar al Señor Dios en todas lascriaturas con corazón puro, cuerpo casto y obras san-tas, el comportamiento de los hermanos con las mu-jeres, especialmeÍlte las consagradas a Dios, sea, aejemplo de San Francisco, respetuoso y delicado.

44 CAPITULO I - TÍTULO II

TÍTULO III

LA PROFESION DE LA REGLA

20 - La Regla o forma de vida de los Hermanos Me-nores, confirmada por Honorio III e interpretada porotros Sumos Pontífices, es la ley fundamental de todala Orden, en la que se inspiran y a la que se confor-man los hermanos.

21 - § 1. Corresponde a la Sede Apostólica interpre-tar auténticamente la Regla, bien por iniciativa pro-pia, bien a petición del capítulo general.

§ 2. Corresponde al capítulo general, con el con-sentimiento de dos tercios de los vocales, proponer ala Sede Apostólica bien la adaptación de la Regla alas nuevas exigencias de los tiempos, bien la abroga-ción de las normas vigentes de las Constituciones ola aprobación de nuevas.

§ 3. La 'interpretación declarativa de las Cons-tituciones compete al capítulo general; fuera del capí-tulo, por causa muy urgente, el Ministro general consu Definitorio, consultados los Ministros provincia-les, si fuera posible, puede dar una interpretación vá-lida hasta el próximo capítulo. Pero la interpretaciónauténtica corresponde a la Santa Sede.

§ 4. El capítulo general puede promulgar leyesy decretos relativos a la fiel observancia de la Regla yde las Constituciones.

22 - § 1. Para la puesta en práctica de las leyes gene-rales, el capítulo general promulgará estatutos espe-

LA PROFESION DE LA REGLA 45

ciales para toda la Orden, y el capítulo provincial pa-ra cada provincia.

§ 2. En caso de necesidad, corresponde a los res-pectivos Ministros con sus Definitorios interpretar ocambiar tales estatutos hasta el próximo capítulo.

§ 3. Antes de su publicación, los estatutos debenpresentarse al Ministro general, quien, con su Definitorio,constatará su conformidad con las Constituciones.

23 - § 1. La Regla obliga en conciencia según las de-claraciones de los Sumos Pontífices conforme a lasnormas de las Constituciones.

§ 2. Las Constituciones y los estatutos obliganbajo pecado, según la importancia del objeto, en loque se refiere a la materia de los votos y a las leyes di-vinas o eclesiásticas.

§ 3. Procuren los hermanos observar la Regla,las Constituciones y los estatutos, sobre todo poramor a la perfección evangélica según el espíritu de laOrden, como exige la obligación contraída en la pro-fesión religiosa.

24 - De las normas disciplinares de las Constitucio-nes y de los estatutos, por causa justa y razonable,pueden dispensar temporalmente:

a) el Ministro general a cada hermano y con-vento; asimismo, con el consentimiento desu Definitorio, a cada provincia;

b) el Ministro provincial a sus hermanos y aotros que residen en su provincia y, con elconsentimiento de su Definitorio, también acada convento;

46 CAPITULO I - TÍTULO III

c) el Guardián a sus hermanos y a otros que re-siden en el convento.

25 - § 1. Procuren los hermanos profundizar cadadía más en el estudio de la Regla, de las Constitucio-nes, de los escritos del Padre San Francisco y demásdocumentos relativos a la vida de la Orden, para asi-milar su espíritu.

§ 2. Léanse en común la Regla y las Constitu-ciones, en el tiempo y modo determinados, en los es-tatutos provinciales.

TÍTULO IV

LA ESTRUCTURA DE LA ORDEN

26 - § 1.a) Fieles a la Iglesia católica y testigos del

Evangelio de Cristo en el mundo, todos loshermanos con sus ministros mantengan y reaviven siempre la unidad fraterna;

b) los hermanos, aunque comprometidos en elservicio de las iglesias locales y de las misio-nes, se reúnan en provincias y custodias conMinistros o Custodios propios;

c) dondequiera se encuentren los hermanos, vi-viendo en fraternidad, constituyan una ver-dadera familia, como centro dinámico de suevangélica vida espiritual y apostólica.

§ 2. El Sacro Convento de Asís supera amplísi-mamente a los demás conventos en dignidad, habién-dosele confiado el insigne santuario donde descansa

LA ESTRUCTURA DE LA ORDEN 47

el mismo Seráfico Padre, y declarado cabeza y madrede toda la Orden y erigido en basílica patriarcal y ca-pilla papal. Mírenlo, pues, todos los hermanos comocentro de espiritualidad de la Orden, de las provin-cias y de los conventos, al que han de sentirse vincu-lados espiritualmente. Deben, pues, colocarse en elSacro Convento hermanos escogidos de las provin-cias de la Orden, para que den testimonio y confir-men el amor y la fidelidad de los demás hermanos dela provincia hacia el carisma y la perfección francis-cana, así como para promover la vitalidad del mismo.El Sacro Convento se rige por un estatuto particular.

27 - La Orden se divide en provincias, a las que seafilian los hermanos. Las provincias constan de con-ventos o comunidades, en los que se coloca de fami-lia a los hermanos. Normalmente las provincias estánvinculadas a un territorio determinado. Se equiparana las provincias las custodias generales y provincia-les, conforme a la norma de las Constituciones. Loshermanos pueden afiliarse también a la delegacióngeneral. [Cap. gen. 2001]

28 - § 1. La erección, división, unión y supresión deuna provincia o de una custodia general se reserva alcapítulo general; la de una custodia provincial, al ca-pítulo provincial, en ambos casos oídos los interesa-dos y conforme a la norma del derecho. En casourgente, fuera del Capítulo general, la erección o ladivisión de una provincia es competencia del Minis-tro general con su Definitorio. [Cap. gen. 2001]

§ 2. Para erigir una provincia o una custodia ge-neral es necesario un número de conventos y herma-

48 CAPITULO I - TÍTULO IV

nos profesos solemnes tal que, a juicio prudente delcapítulo general, pueda llevar vida autónoma.

§ 3. El capítulo provincial, por graves y espe-ciales razones, obtenido el beneplácito del Ministrogeneral con el consentimiento de su Definitorio,puede erigir una custodia provincial con el voto afir-mativo de dos tercios de los vocales.

29 - § 1. La erección y supresión de un convento ba-jo la inmediata jurisdicción del Ministro general ladecide el capítulo general, a norma del derechocomún (can. 609, § 1; 610; 1215, § 3).

§ 2. La erección de un convento compete al ca-pítulo provincial; pero en caso urgente al Ministroprovincial con el consentimiento de su Definitorio;siempre, no obstante, es necesario el consentimientodel Ministro general con el voto deliberativo de su De-finitorio, y a norma del derecho común (can. 609, § 1;610; 611; 1215, § 3).

§ 3. Para la erección de un convent9 en territo-rio de otra provincia, se requiere además el consenti-miento del Ministro provincial de aquella provincia,con el voto deliberativo de su Definitorio.

§ 4. El Ministro provincial, con el consentimien-to de su Definitorio y oído el capítulo conventual delconvento interesado, puede erigir o suprimir una casafilial bajo la dependencia de algún convento, salvo elderecho común (can. 609; 616, § 1).

§ 5. La supresión de un convento se reserva alMinistro general con el consentimiento de su Defini-torio, oídos los interesados y consultado el Obispodiocesano (can. 616, § 1).

LA ESTRUCTURA DE LA ORDEN 49

CAPITULO II

LA FORMACION DE LOS HERMANOS

Introducción espiritual

a) El bienaventurado Francisco ya desde los iniciosde la Orden manifestó con claridad los presupuestos,etapas y principios de la formación, con estas palabras:«Si alguno, queriendo, por inspiración divina, abrazaresta vida, viene a nuestros hermanos, sea recibido be-nignamente por ellos. Y, si está resuelto a tomar nues-tra vida... los hermanos... preséntenlo cuanto antes asu ministro. Y el ministro acójalo benignamente y aní-melo y expóngale con esmero el tenor de nuestra vida...El ministro concédale para un año las prendas de laprobación... Cumplido el año y término de la proba-ción, sea recibido a la obediencia. En adelante no le es-tará permitido vagar fuera de la obediencia... Nadie searecibido contra la forma e institución de la santa Igle-sia» (IR. 2).

b) Pero se recuerden los hermanos que la atractivaafabilidad de su ánimo, o sea, «el ejemplo de la propiavida es la mejor recomendación» de la Orden, en cuyoincremento «es lícito, para suscitar vocaciones, divul-gar el conocimiento de sí mismos y buscar candidatos»(PC. 24) para cultivar debidamente en ellos los gérme-nes de la vocación.

e) Al candidato que esté firmemente decidido a abra-zar nuestra vida, que tenga conciencia de que ha sido

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 51

llamado por Dios, y haya conseguido la madurez hu-mana y espiritual que le permita responder a esta lla-mada con el suficiente y debido conocimiento de lacarga y con libertad, el ministro le proponga el tenor denuestra vida o votos y los contenidos generales de nues-tra Regla y lo prepare y aliente para la probación. En lamayor parte de los casos se ve claro que es indispen-sable una progresiva adaptación espiritual y psicológi-ca, que prepara el ánimo a la separación del medioambiente y de las costumbres seculares. Los jóvenes dehoy, que se sienten atraídos por la vida religiosa, nobuscan una vida fácil, más bien tienen una gran sed delo absoluto.

d) Los candidatos recibidos en la Orden, durantetodo el tiempo de la probación, se apliquen a «…seguirla doctrina y las huellas de nuestro Señor Jesucristo, elcual dice: Si quieres ser perfecto, vete y vende lo quetienes y dalo a los pobres y tendrás un tesoro en elcielo;... Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguesea sí mismo y tome su cruz y sígame. Asimismo: Si al-guno quiere venir a mí y no odia padre y madre,mujer e hijos, hermanos y hermanas, y hasta su pro-pia vida, no puede ser discípulo mío» (IR. 1).Y al mismo tiempo se ejerciten en practicar la vida

que el bienaventurado Francisco llamó de los herma-nos Menores: «para que... del nombre mismo aprendie-sen sus discípulos que habían venido a la escuela deCristo humilde para aprender la humildad» (LM. 6,5).

e) Terminado el tiempo de la probación, los que sonrecibidos a la obediencia prometen, con la observanciade los consejos evangélicos, seguir las huellas del Señor,el cual dice: «Todo el que haya abandonado padre o

52 CAPITULO II

madre, hermanos o hermanas, mujer o hijos, casas ocampos, por mi causa, recibirá cien veces más y po-seerá la vida eterna» (IR. 1).En efecto, la profesión de los primeros votos, aun-

que, porque es temporal, conserva el carácter de proba-ción, sin embargo, hace partícipe realmente alcandidato de la consagración propia del estado reli-gioso; consagración que se perfecciona con la profesiónde los votos solemnes, que constituye un vínculo pe-renne con Cristo.

f) Entretanto, edúquense los alumnos según «lasnormas y las prescripciones de la Iglesia» (IR. 2), conespontánea y generosa actividad, confiando en el donde la gracia divina y en la ayuda de los educadores.Sientan vivamente el espíritu de humildad y el deseo denegación de sí mismos para poder ofrecerse libres enlos brazos del Crucificado.Este era el sentimiento que San Francisco quería en

los aspirantes a la Orden, de manera que, dispuestos atodo, pudieran con el ejercicio de la humildad eliminarlos afectos del siglo y alcanzar así «en la escuela de laperfección» (2C. 194) la perfección de la caridad.

g) Para la formación integral de los hermanos medí-tense atentamente estas palabras del mismo SeráficoPadre: «¡En el nombre del Señor! Ruego a todos los her-manos que aprendan el tenor y sentido de las cosas queestán escritas en esta vida para la salvación de nuestraalma, y que las traigan frecuentemente a la memoria. ysuplico a Dios que El mismo, que es omnipotente, tri-no y uno, bendiga a todos los que enseñan, aprenden,tienen, recuerdan y practican estas cosas, cuantas vecesrepiten o hacen las cosas que aquí están escritas para lasalud de nuestra alma...» (IR. 24).

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 53

TÍTULO I

EL FOMENTO DE LAS VOCACIONES

30 - § 1. Colaboren todos los hermanos con constan-tes oraciones, celo apostólico y con el ejemplo de lapropia vida, en la búsqueda y fomento de vocacionespara toda la Iglesia y para nuestra Orden y, de modoespecial, de vocaciones misioneras.

§ 2. Establézcase en cada provincia la pastoralvocacional y, según las necesidades, haya promotoresde vocaciones idóneos que, de acuerdo con las auto-ridades diocesanas, se dediquen a este apostolado.

31 - § 1. Cultívense con diligencia los gérmenes de lavocación en los jóvenes que se educan en los centrosde la Orden o fuera de ellos, dejando a cada uno plenalibertad de elección.

§ 2. Los alumnos, que moran en los seminariosmenores de la Orden a fin de estudiar la vocaciónfranciscana, deben llevar una vida acomodada a suedad, a su espíritu y a su desarrollo, según los postu-lados de la sana psicología, sin olvidar la adecuadaexperiencia de las cosas humanas y el trato frecuentecon su familia.

§ 3. Los estudios en dichos seminarios han deacomodarse a las leyes y costumbres locales, de ma-nera que los candidatos, en caso de seguir otro estadode vida, puedan continuarlos sin dificultad.

§ 4. Promuévanse también iniciativas para aque-llos a quienes Dios llama a la vida religiosa enmomen-tos y circunstancias distintos, y que adquierenconciencia de su vocación a, la Orden en edad adulta.

54 CAPITULO II - TÍTULO I

TÍTULO II

LA ADMISION A LA ORDEN

32 - § 1. Puede ser recibido en la Orden cualquiercatólico que, adornado de las cualidades requeridaspor el derecho común y por el nuestro, y libre de cual-quier impedimento (can. 597, § 1; 643), habiendo al-canzado suficiente madurez humana, sea conscientede tener vocación religiosa y de sus compromisos,presente espontáneamente la petición por escrito, yque, a juicio de los Ministros, esté adornado de las se-ñales y cualidades de verdadera vocación a nuestrafraternidad.

§ 2. En el candidato se requiere: recta intención,libre voluntad, salud física y psíquica adecuada, de-ducida también de la situación familiar y de las rela-ciones afectivas del candidato con su familia,suficiente formación intelectual, moral y espiritual y,a la vez, capacidad para la vida de fraternidad y deapostolado en la Orden.

33 - § 1. Determínese en los estatutos provincialesqué certificados y documentos ha de presentar el can-didato, la edad necesaria para empezar el noviciado,teniendo en cuenta las normas del derecho común(can. 643, § 1; 645, § 1-2) y las exigencias locales.

§ 2. Determínese también cómo debe hacerse laprobación previa; igualmente, la oportunidad del pos-tulantado para todos o para determinados candida-tos, así como la naturaleza y duración del mismo, queciertamente pueden ser diversos para cada uno.

LA ADMISION A LA ORDEN 55

34 - § 1. La admisión a la Orden se efectúa con larecepción al noviciado en una provincia o custodia,hecha por el respectivo Superior mayor con el con-sentimiento de su Definitorio por sufragio secreto.

§ 2. El candidato que, al final del noviciado odespués de la profesión, ha salido legítimamente de laOrden, puede ser admitido solamente por el Ministrogeneral con el consentimiento de su Definitorio. AlMinistro general corresponde determinar la proba-ción conveniente antes de la profesión temporal, sinla obligación de repetir el noviciado, y el tiempo deduración de los votos antes de la profesión solemne,a norma de las Constituciones nn. 35 y 45, § 2.

35 - La formación y la verificación de la vocacióntanto por parte del alumno como por parte de la Or-den se prolonga durante el tiempo que media entre larecepción y la profesión solemne. Abarca, pues, el no-viciado y los años de profesión temporal que, salvoConstituciones n. 45, § 2, no será inferior a un trienioni superior a un sexenio.

TÍTULO III

EL NOVICIADO Y LA PROFESION

36 - § 1. El noviciado se inicie públicamente segúnel ritual de la Orden y los estatutos provinciales y seanote en el libro correspondiente.

§ 2. Los candidatos, una vez recibidos en la Or-den, han de hacer el noviciado durante doce mesesen un convento destinado especialmente para ello.

56 CAPITULO II - TÍTULO III

§ 3. Corresponde en exclusiva al Ministro pro-vincial, con el consentimiento de su Definitorio, eri-gir, trasladar y suprimir la casa de noviciado,mediante decreto dado por escrito.

§ 4. En casos particulares y a modo de excep-ción, el Ministro general, con el consentimiento de suDefinitorio, puede conceder que alguno haga válida-mente el noviciado en otro convento de la Orden o dela provincia, bajo la guía de un religioso experto.

§ 5. S. El superior mayor puede permitir que ungrupo de novicios resida, durante determinados perí-odos, en otra casa de la Orden designada por él.

37 - § 1. La ausencia de la casa de noviciado supe-rior a tres meses, continuos o interrumpidos, invalidael noviciado, salvo Constituciones n. 36, § S y can.647-649. La ausencia superior a quince días debe re-cuperarse.

§ 2. El Superior mayor puede permitir, por cau-sa justa, que se anticipe la primera profesión, pero nomás de quince días, y también que se emita fuera delnoviciado.

§ 3. El novicio que se encuentra en peligro demuerte puede ser admitido a la profesión por el Supe-rior mayor o por el Guardián del noviciado o por undelegado de éstos. Pero, si recupera la salud, la profe-sión se considera nula.

38 - § 1. El noviciado constituye el fundamento ne-cesario de toda formación religiosa y por tanto debededicarse a instruir sólida y profundamente en la vidafranciscana a los alumnos.

EL NOVICIADO Y LA PROFESION 57

§ 2. A los novicios, bajo la dirección del maestroy conforme a la norma del derecho (can. 650, § 2;651), se les forme gradualmente para dedicarse a lasobras de la Orden, realizando la unión con Cristo, dela que ha de proceder toda su actividad apostólica; nolleven, por tanto, una vida ficticia, sino conforme a laque deberán llevar como profesos.

§ 3. Les está prohibido, durante el noviciado,dedicarse a estudios para conseguir diplomas o a es-pecialidades necesarias para un oficio.

§ 4. Aunque parezca oportuna una cierta sepa-ración de los novicios, les está permitido, a juicio pru-dente del maestro, mantener oportunos contactos consu familia, con los religiosos y con otros.

39 - § 1. La admisión a la profesión temporal o so-lemne se reserva a los mismos Superiores, a los que,conforme a la norma de las Constituciones n. 34, co-rresponde recibir a la Orden, y teniendo en cuenta elderecho (can. 656; 658).

§ 2. El Ministro general, con autoridad propia,obtenido el voto del Ministro provincial con el con-sentimiento de su Definitorio, puede, salvadas lasprescripciones jurídicas, admitir a la profesión.

§ 3. Al final del noviciado y de nuevo antes de laprofesión solemne, el candidato debe solicitar por es-crito al Superior mayor ser admitido a la profesión.

40 - § 1. El maestro, oídos sus colaboradores y con-sideradas las relaciones precedentes, presentará porescrito la relación y el parecer sobre cada candidatoal Superior mayor propio, a quien corresponde, con

58 CAPITULO II - TÍTULO III

el consentimiento de su Definitorio, admitir al candi-dato a la profesión.

§ 2. El mismo Superior mayor examinará, per-sonalmente o por medio de un delegado, la voluntadde los candidatos, y oirá a los demás hermanos delconvento.

§ 3. Si el candidato está fuera de la provincia, elSuperior mayor del lugar reciba por escrito la rela-ción y el parecer del maestro de la formación (cf. § 1)y envíe los documentos, junto con el propio parecer,al Superior mayor de la provincia nativa, a quien, conel consentimiento de su Definitorio, se reserva la ad-misión a la profesión. [Cap. gen. 2001]

41 - § 1. El Superior mayor, o su delegado, recibe se-gún el ritual de la Orden la profesión solemne que,por causa justa, puede anticiparse, pero no más de untrimestre. El acta de la profesión se consigna en elLibro de las Profesiones.

§ 2. La fórmula de la profesión es ésta:Yo, fr. N.N., a gloria de Dios, con la firme voluntad de vivir másperfectamente el Evangelio de Cristo, pues el Señor me ha dadoesta gracia, ante los hermanos, en tus manos, Padre N.N., portres años -o: por... año(s)-; por todo el tiempo de mi vida) pro-meto vivir en obediencia, sin nada propio y en castidad, según laRegla de San Francisco confirmada por el papa Honorio y lasConstituciones generales de nuestra Orden.Por tanto, me entrego de todo corazón a esta fraternidad, para lle-var a cabo mi total consagración al servicio de Dios y de la Igle-sia, mediante la eficaz acción del Espíritu Santo, la intercesiónde la Inmaculada Virgen María, de nuestro Padre San Franciscoy de todos los Santos, y vuestra ayuda fraterna.

42 - § 1. A no ser que los estatutos provinciales dis-pongan otra cosa, los votos que se emiten después del

EL NOVICIADO Y LA PROFESION 59

noviciado son válidos para un trienio y después, sifuera necesario, pueden renovarse oportunamentehasta la profesión solemne.

§ 2. Los profesos de votos temporales estánobligados a observar la Regla y las Constitucionescomo los hermanos de votos solemnes. Igualmenteson partícipes de todas las gracias y privilegios de laOrden; pero carecen de voz activa y pasiva.

43 - El período de los votos temporales tiene por ob-jeto la consolidación y el perfeccionamiento de la for-mación iniciada en el noviciado y, a su vez, completarla prueba recíproca por parte de los alumnos y porparte de la Orden.

44 - § 1. Compete al Ministerio general, con el con-sentimiento de su Definitorio, la facultad de conce-der el indulto de salir de la Orden al hermano devotos temporales que, por grave causa, lo pide; dichoindulto, a no ser que sea rechazado por él mismo enel acto de la notificación, comporta por derecho ladispensa de los votos y de todas las obligaciones quederivan de la profesión (can. 688, § 2; 692).

§ 2. Los superiores mayores, a su vez, conscien-tes de su oficio, no deben diferir indefinidamente ladecisión de enviar al siglo al hermano que podría ydebería haber sido enviado antes (can. 653, § 1 y 696,§ 2). Al cual, acabado el tiempo de la profesión, si hu-biera causas justas, incluso de enfermedad contraídadespués de la profesión, a juicio de los peritos (can.689), los mismos Superiores, oído el Definitorio, pue-den excluido de emitir la siguiente profesión.

60 CAPITULO II - TÍTULO III

45 - § 1. Es necesario que el hermano, al emitir losvotos solemnes, haya alcanzado el grado de madurezespiritual y psicológica necesario, a fin de que el es-tado religioso, al que consciente e irrevocablementese entrega, le ayude en verdad a alcanzar más fácil-mente la perfección y una mayor caridad, y no le re-sulte una carga en exceso pesada.

§ 2. Puesto que en ciertos casos la prórroga dela probación temporal puede favorecer tal madurez,mientras que en otros ser nociva, el período de la pro-fesión temporal puede prorrogarse por el competenteSuperior, siempre que no supere los nueve años.

§ 3. Es de desear que a la profesión solemne, conla que el hermano se consagra para siempre a Dios y seincardina definitivamente a la Orden, le preceda un pe-ríodo de preparación próxima suficientemente largo,conforme a las normas de los estatutos, de manera quepueda considerarse como un segundo noviciado.

46 - § 1. Corresponde en exclusiva al Ministro gene-ral, con el consentimiento de su Definitorio, conce-der que un hermano de votos solemnes pase a otroinstituto religioso, así como admitir a la Orden a unreligioso de votos perpetuos que procede de otro ins-tituto, con el permiso del Moderador supremo deaquel instituto y con el consentimiento de su consejo(cfr. can. 684, § 1).

§ 2. Pero si se trata del paso a la Orden de unmiembro que procede de un instituto secular o deuna sociedad de vida apostólica, se requiere la licen-cia de la Santa Sede, a cuyas disposiciones hay queatenerse.

EL NOVICIADO Y LA PROFESION 61

§ 3. Obsérvese en estos casos cuanto se prescri-be sobre las cartas testimoniales, el tiempo de la pro-bación que debe preceder a la profesión solemne y losrequisitos para su validez.

§ 4. El tiempo de la probación debe durar almenos tres años, de los que el primero ha de ser amodo de noviciado, bajo la guía de un religioso ex-perto. Terminado el tiempo de la probación. el can-didato puede emitir la profesión solemne, pero si noquiere o no es admitido por el Superior competente,debe volver al propio instituto.

TÍTULO IV

LOS PRINCIPIOS DE LA FORMACION

47 - § 1. La Orden ha de trabajar denodadamente afin de que los llamados por el Señor alcancen el gradode formación que se considera conveniente a las exi-gencias de los lugares y de los tiempos.

§ 2. En esta formación deben concurrir estre-chamente todos los elementos y recursos naturales ysobrenaturales necesarios para la madurez humana,cristiana, religiosa e incluso clerical del hermano.

48 - § 1. Por lo mismo, los hermanos han de educar-se en seminarios de la Orden o en otros institutos idó-neos teniendo siempre en cuenta la índole de laOrden y de su apostolado.

§ 2. Los seminarios o institutos han de estar do-tados de los requisitos debidos y, a su vez, de la facul-tad de conferir a los alumnos los oportunos títulos.

62 CAPITULO II - TÍTULO IV

§ 3. Ha de haber un Plan de Formación para to-da la Orden, para las provincias y para cada uno delos seminarios, que se renovará oportunamente segúnla diversidad de los tiempos.

49 - § 1. Los seminarios provinciales se erigen con elconsentimiento del capítulo provincial, al que debeañadirse el consentimiento del Ministro general conel voto deliberativo de su Definitorio; promuévaseoportunamente por la Conferencia de Ministros pro-vinciales el seminario interprovincial, teniendo pre-sente el derecho.

§ 2. Todas las provincias de la Orden han deconsiderar centro común al seminario Seraphicumde Roma, bajo la inmediata jurisdicción del Ministrogeneral.

50 - § 1. Los Superiores y los demás hermanos de-ben considerar a los seminarios como el corazón de laOrden y de la provincia, y prestarles generosa cola-boración.

§ 2. Dado que el progreso de los alumnos de-pende en gran parte de los educadores, éstos han deelegirse entre los mejores, eminentes en el espíritu deoración, caridad y prudencia, y expertos en los prin-cipios pedagógicos y didácticos.

51 - § 1. Entre los Superiores, maestros, educado-res y alumnos exista total colaboración y compren-sión, indispensables, para la formación de loshermanos.

§ 2. La eficacia de la formación depende engran parte de la firmeza y prudencia empleada por

LOS PRINCIPIOS DE LA FORMACION 63

los maestros y educadores que se dedican a la forma-ción de los hermanos.

§ 3. Los religiosos jóvenes han de encontrar enla comunidad espíritu de generosidad, de fervor y deconcordia, a fin de que puedan valorar la importanciade la ayuda fraterna, en virtud de la cual puedanavanzar más fácilmente en la vida espiritual y conso-lidar cada vez más su vocación.

52 - § 1. El oficio de cada educador, sus competen-cias y mutuas relaciones debe determinarlos el Plande Formación. Ahora bien, todos deben comportarsede manera que se consiga siempre el mayor bien delos alumnos.

§ 2. Determine, asimismo, el Plan de Formaciónla participación de los alumnos en la vida del semina-rio en aquellas cosas en que pueden contribuir al biencomún de la formación.

53 - § 1. Foméntese entre los educadores de cadaprovincia y de toda la Orden la colaboración fraterna,y promuévanse iniciativas para perfeccionar la cultu-ra de cada uno y favorecer la formación de los jóve-nes.

§ 2. Haya una Comisión de Formación para to-da la Orden, para cada provincia y para cada centrode estudios, dirigida cada una por un presidente. Losmiembros y las competencias de las comisiones lasdebe determinar el Plan de Formación.

64 CAPITULO II - TÍTULO IV

TÍTULO V

LA FORMACION ESPIRITUAL

54 - § 1. Los alumnos han de ejercitarse gradual yconstantemente, desde su ingreso en la Orden, en losprincipios espirituales de la vida religiosa francisca-na, en profunda comunión con la Iglesia.

§ 2. Deben conocer la naturaleza y el espíritu dela Orden y su historia, la Regla y las Constituciones,a fin de conseguir ser cada día seguidores más fielesdel Seráfico Padre.

§ 3. Asimismo expongámosles detalladamentelas obligaciones de la profesión religiosa, especial-mente el aspecto teológico, eclesial y canónico de losconsejos evangélicos.

§ 4. Además, conviviendo y colaborando con losotros hermanos, deben aprender a apreciar la frater-nidad franciscana y a dar siempre testimonio de ella.

55 - § 1. La contemplación de las cosas divinas y launión asidua con Dios en la oración debe ser el pri-mer y principal deber de los alumnos (can. 663, § 1).

§ 2. La celebración de la Eucaristía sea el cen-tro de toda la vida del seminario, de manera que losalumnos participen diariamente en el Sacrificio eu-carístico, reciban el santísimo Cuerpo de Cristo, ado-ren al Señor presente en el Sacramento, y cobrenfuerzas sobre todo de esta fuente riquísima para eltrabajo apostólico y para su vida espiritual (can. 246,§ 1; 663, §2).

LA FORMACION ESPIRITUAL 65

§ 3. Fórmeseles para la celebración de la litur-gia de las horas, mediante la que los ministros de Diosoran al Señor, en nombre de la Iglesia, por el puebloque les ha sido encomendado (can. 246, § 2).

§ 4. Confórmense todos los candidatos a la vidade Cristo mediante la lectura y la meditación de lassagradas Escrituras y especialmente del santo Evan-gelio, y acostúmbrense a vivir en espíritu de oracióny en estado de permanente oblación al Padre.

§ 5. Acostumbren los candidatos acudir con fre-cuencia al sacramento de la penitencia, y se reco-mienda que cada uno tenga director espiritual,elegido libremente, a quien pueda abrir su alma contoda confianza (can. 246, § 4).

§ 6. Los hermanos que aspiran a las sagradasórdenes han de conjugar íntima y continuamente laprofesión religiosa y la vida clerical y aprender a for-talecer la vida espiritual con el ejercicio del orden sa-grado y de la actividad apostólica.

56 - Veneren los alumnos con filial devoción a la be-atísima Virgen Inmaculada, ejemplo de caridad per-fecta y Madre de la Iglesia. Recuerden además que esutilísimo para la consolidación de la vocación reli-giosa cultivar la unión íntima de vida con Ella, inspi-rándose en la perfecta consagración de sí mismossegún el espíritu de la Milicia de María Inmaculada.

66 CAPITULO II - TÍTULO V

TÍTULO VI

LA FORMACION DOCTRINAL,TECNICA Y PASTORAL

57 - § 1. Los hermanos recibirán” la formación doc-trinal, técnica y pastoral correspondiente a la madu-rez espiritual de la vocación y a la peculiar dedicaciónal trabajo y al apostolado.

§ 2. Los hermanos, ya desde el primer año de laprobación, se acostumbrarán al trabajo manual, si-guiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo y se-gún la recomendación del Seráfico Padre.

58 - § 1. Los hermanos que no han de ser promovi-dos a las órdenes sagradas recibirán, durante todo eltiempo de la probación, cultura teológica adecuadamediante cursos apropiados, en casas establecidaspara ello.

§ 2. Aprenderán también otras ciencias y artes,según las exigencias de su formación religiosa y apos-tólica, y las necesidades de la fraternidad.

59 - § 1. Quienes aspiran a las órdenes sagradas, an-tes de comenzar los estudios teológicos, han de estaren posesión del título de estudios humanísticos ycientíficos exigidos en las respectivas naciones paraacceder a los estudios superiores.

§ 2. Los estudios filosóficos y teológico s han deestructurarse de manera que introduzcan a los alumnosen la comprensión cada vez mayor de los tesoros de lasabiduría humana, y al mismo tiempo les ayude a sus-

LA FORMACION DOCTRINAL, TECNICA Y PASTORAL 67

tentar su vida en la fe y a confirmarse en la vocación,que han de abrazar con personal y gozosa entrega.

60 - Los maestros y educadores procurarán que losalumnos se orienten hacia el apostolado y que se ejer-citen gradualmente en los diversos ministerios inclusofuera del seminario, conforme al Plan de Formación.

61 - § 1. Los Superiores, teniendo en cuenta las exi-gencias de apostolado y las necesidades de las provin-cias y de la Orden, así como la índole y lasparticulares cualidades de cada uno, y además laoportunidad de realizar experiencias culturales enotras naciones, procurarán enviar a los hermanos arealizar estudios especiales para la obtención de lostítulos correspondientes. Promoverán con insistencialos estudios de sagrada teología y otros de alta inves-tigación, entre los cuales principalmente las tradicio-nes doctrinales de la escuela franciscana.

§ 2. Promuévanse los estudios superiores de lasciencias sagradas especialmente en la Pontificia Fa-cultad Teológica de San Buenaventura, en el Sera-phicum de Roma, la cual, con la colaboración detodas las provincias, se rige por estatutos propios.

62 - § 1. Terminado el período de los estudios, se hade continuar siempre la formación, adaptándola a lacultura y a las exigencias de los tiempos. Por ello, loscapítulos y los Superiores proveerán de revistas, li-bros y otros medios útiles.

§ 2. Los Superiores promoverán la participa-ción de los hermanos en aquellas iniciativas que con-tribuyan a su formación.

68 CAPITULO II - TÍTULO VI

§ 3. Además, los Superiores, teniendo en cuen-ta las necesidades de la comunidad, concederán a loshermanos que razonablemente lo pidan alguna inte-rrupción del trabajo, a fin de que puedan renovarseen la contemplación de las cosas divinas o prepararsepara un apostolado más eficaz, mediante estudios yprácticas.

TÍTULO VII

LA PROMOCION A LAS ÓRDENES SAGRADAS

63 - El candidato a los ministerios sagrados, des-pués de conveniente preparación, los solicitará porescrito al Superior mayor, a quien, a norma del dere-cho, corresponde la admisión a dichos ministerios.

64 - § 1. El candidato a las órdenes sagradas debeser profeso solemne, y debe solicitadas por escrito alSuperior mayor. Es necesario que el diácono, antesde ser promovido al presbiterado, terminados los es-tudios, tome parte en la cura pastoral, ejerciendo elministerio diaconal, durante un tiempo adecuado,que determinará el Superior mayor (cfr. can. 1032, §2).

§ 2. La admisión a las órdenes sagradas corres-ponde al Superior mayor, con el consentimiento desu Definitorio. Antes, el Superior mayor pida al maes-tro y a sus colaboradores, el parecer sobre la idonei-dad del candidato y, al menos antes del diaconado,oiga a cada uno de los hermanos de la comunidad.[Cap. gen. 2001]

LA PROMOCION A LAS ÓRDENES SAGRADAS 69

§ 3. Si el candidato pertenece a otra provincia,el Superior mayor del lugar pida al maestro y a suscolaboradores el parecer sobre la idoneidad del can-didato, y oiga a cada uno de los hermanos de la co-munidad (cf. § 2); luego envíe los documentos, juntocon el propio parecer, al Superior mayor de la pro-vincia nativa, a quien, con el consentimiento de suDefinitorio, se reserva la admisión a las órdenes sa-gradas. [Cap. gen. 2001]

§ 4. El Ministro someterá todos los informes asu Definitorio y, antes de conceder las dimisorias, hade obtener el consentimiento del mismo Definitorio.[Cap. gen. 2001]

65 - Envíese cuanto antes al Superior de la provin-cia nativa el certificado de la ordenación recibida, queha de inscribirse en el libro de ordenaciones y guar-darse en el archivo con los demás documentos delhermano. Envíese también el certificado del diaco-nado al párroco del bautismo.

66 - § 1. En aquellas regiones en las que, habidacuenta de las particulares necesidades y de las leyeseclesiásticas, se considera oportuna la introduccióndel diaconado permanente, compete a los estatutosprovinciales dicha institución, previo beneplácito delMinistro general con el consentimiento de su Defini-torio, teniendo en cuenta las normas del derechocomún (can. 236; 1031, §§ 2-3; 1032, § 3).

§ 2. Para la admisión de un diácono permanen-te al orden sagrado del presbiterado, se proceda con-forme a la norma de los estatutos generales,observando cuanto establece el derecho.

70 CAPITULO II - TÍTULO VII

CAPITULO III

LA VIDA DE UNION CON DIOS

Introducción espiritual

a) Nosotros, los hermanos, amando a Dios, sumobien, somos impulsados solícitamente por los ejemplosy las palabras del Seráfico Padre a dirigir nuestro cora-zón al Padre que «creó y formó... al hombre a imagen desu querido Hijo según el cuerpo y a su semejanza se-gún el espíritu» (Adm. 5), ya rogar al mismo Padre: «tedamos gracias, pues por tu santa voluntad y por mediode tu único Hijo con el Espíritu Santo, creaste todaslas cosas... ya nosotros... nos colocaste en el paraíso...y te damos gracias porque, al igual que nos creaste portu Hijo, así, por el santo amor con que nos amaste, qui-siste que El, verdadero Dios y verdadero hombre, na-ciera de la gloriosa siempre Virgen beatísima SantaMaría, y quisiste que nosotros, cautivos, fuéramos re-dimidos por su cruz y sangre y muerte» (IR. 23). «... Yhagamos siempre... habitación y morada a Aquel quees el Señor Dios omnipotente Padre, e Hijo, y EspírituSanto...» (IR. 22).

b) Recurramos a nuestro Señor Jesucristo «comopastor y obispo de nuestras almas, que dice: ... Ved queyo estoy con vosotros... Las palabras que os he habla-do, espíritu y vida son. Yo soy el camino, la verdad yla vida» (IR. 22).San Francisco «... con ardoroso amor llevaba y con-

servaba siempre en su corazón a Jesucristo y a éste cru-

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 71

cificado» (IC. 115) y «... ofrecía el sacrificio de todoslos miembros, y al recibir al cordero inmaculado in-molaba el alma, en el fuego que le ardía de continuo enel altar del corazón» (2C. 201). Por eso dice a sus her-manos: «Os suplico a todos vosotros, hermanos, ...quetributéis toda reverencia y todo honor, cuanto os seaposible, al santísimo cuerpo y sangre de nuestro SeñorJesucristo, en quien todas las cosas que hay en cielos ytierra han sido pacificadas y reconciliadas con el Diosomnipotente» (CtaO.).

c) «y porque todos nosotros, míseros y pecadores,no somos dignos de nombrarte (Dios Padre), implora-mos suplicantes que nuestro Señor Jesucristo... te dégracias... de todo...» (1R. 23). En el mismo Jesucristorecitemos las alabanzas divinas con el ardor de espíritucon que el bienaventurado Francisco «recitaba los sal-mos con tal atención de mente y de espíritu cual si tu-viese a Dios presente» (LM. 10,6).

d) El bienaventurado Francisco veneraba y honrabasiempre a María Madre de Dios, a quien el Padre celes-tial «consagró con su santísimo Hijo amado y el Espí-ritu Santo, la cual tuvo y tiene toda la plenitud de lagracia y todo bien» (SalBVM.). Asociándonos, pues, ala Inmaculada Madre de Dios, Madre de la Iglesia,Reina del mundo y Mediadora de todas las gracias, yvenerando la memoria de los Santos «esperamostener parte con ellos... y aguardamos al Salvador,nuestro Señor Jesucristo, hasta que se manifieste El,nuestra vida, y nosotros nos manifestemos tambiéngloriosos con El» (SC. 8).

e) El bienaventurado Francisco, iluminado connueva luz, inició con gran alegría la conversión del co-

72 CAPITULO III

razón a Dios omnipotente y se propuso «empezar a ha-cer penitencia» (Test.) y, además, tender cada vez conmás ahínco «al Buen Pastor, que por salvar a sus ove-jas soportó la pasión de la cruz» (Adm. 6).Por eso, «odiemos nuestro cuerpo con sus vicios y

pecados, porque, viviendo nosotros carnalmente, quie-re el diablo arrebatamos el amor de nuestro Señor Jesu-cristo y la vida eterna» (IR. 22), Y procuremos siempre«en todas las ofensas... reprendernos interiormente porla contrición y exteriormente por la confesión y la sa-tisfacción de obras» (Adm.,23), recordando que «lasovejas del Señor le siguieron en la tribulación y en lapersecución, en el sonrojo y el hambre, en la debilidady en la tentación y en todo lo demás; y por ello recibie-ron del Señor la vida sempiterna» (Adm. 6).

f) Viviendo de tal manera, los hermanos, con susobras, cumplen maravillosamente cuanto dice el Após-tol: «Todo cuanto hagáis, de palabra o de obra, hacedlotodo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por sumedio a Dios» (Col. 3, 17); asimismo imitan el espíri-tu y las obras de fe, de esperanza y caridad del biena-venturado Francisco, quien, viviendo conforme aaquello de «Dios mío y todas mis cosas», vivía tambiénen total comunión con Dios trino y uno por Jesucristo.

TÍTULO I

LA VIDA Y EL ESPIRITU DE ORACION

67 - § 1. Por la profesión religiosa los hermanos seentregan totalmente a Dios muy amado, para dedi-carse con nuevo y especial título al servicio y ala-

LA VIDA Y EL ESPIRITU DE ORACION 73

banza de Dios; por eso, la contemplación de las cosasdivinas y la unión constante con Dios en la oracióndebe ser su primer y principal deber (can. 663, § 1).

§ 2. Los hermanos, siguiendo las huellas de SanFrancisco, que recomienda sobre todo perseverar enla oración, han de cumplir con ánimo gozoso el man-dato del Señor que, de palabra y con el ejemplo, en-señó a sus discípulos a orar siempre.

§ 3. Perseveren los hermanos en tal continuo es-píritu de oración y devoción durante toda su vida yactividad, a ejemplo del Seráfico Padre, que más quehombre de oración parecía la oración misma.

68 - § 1. Procuren los hermanos tener siempre el es-píritu del Señor y su santa operación y, conjugando laoración y la acción, cultiven la vida de unión total conel Padre celestial participando en los misterios deCristo.

§ 2. Al tener que realizar los hermanos en su vi-da y costumbres lo que espiritualmente alcanzaronen la participación de los misterios de Cristo, despuésde comunicarse con Dios por medio de la oración, es-fuércese cada uno en mantener en su vida cotidianala unión con Dios Padre y en acrecentada con obrasde, virtud.

§ 3. Aprendan los hermanos a considerar todaslas cosas a la luz de la fe, a superar las dificultadescon la esperanza de la vida futura, a unirse más y mása Dios en la caridad de Cristo, a fin de glorificar alPadre en todos los actos de su vida.

74 CAPITULO III - TÍTULO I

TÍTULO II

LA ORACION LITURGICA

69 - El misterio eucarístico es la fuente y el culmende toda la liturgia y vida de la Iglesia; su celebraciónha de ser, por tanto, el centro de la vida espiritual yapostólica de cada hermano y de la comunidad.

70 - § 1. Todos los hermanos, a ejemplo del Seráfi-co Padre, han elegido vivir en modo particular conCristo crucificado; participen, por tanto, diariamenteen el sacrificio Eucarístico, aprendan a ofrecerse ellosmismos con la Víctima divina, aliméntense en lamesa del Cuerpo del Señor y perfecciónense cada díamás, con la mediación de Cristo, en la unión con Diosy entre sí, a fin de que Dios sea todo en todos.

§ 2. Procuren los hermanos asistir cada día co-munitariamente a la liturgia de la Eucaristía, paraque se manifieste con mayor claridad la participaciónde la fraternidad en la unidad del mismo sacrificio; ypromuévase, cuando sea posible, la concelebraciónde los sacerdotes.

71 - § 1. Celebren los hermanos con esmerado celola liturgia de las horas, dado que en ella la Iglesia en-tera, reunida y presente en los ministros dedicados aeste ministerio y en todos sus miembros que oran conellos, perpetúa la alabanza que Cristo sumo sacerdoteintrodujo en el mundo y, junto con el sacrificio de lavida, elevó al Padre.

§ 2. Todos los hermanos del convento, legítima-mente no impedidos, recitarán íntegramente cada díala liturgia de las horas en común.

LA ORACION LITURGICA 75

§ 3. Los hermanos celebrarán la liturgia de lashoras según las normas de la Ordenación General.Por lo tanto, celebrarán principalmente los Laudes yloablemente las Vísperas con más solemnidad y concanto, y promoverán oportunamente la participaciónde los fieles.

§ 4. Corresponde al Ministro provincial con elconsentimiento de su Definitorio, a propuesta del ca-pítulo provincial, determinar qué horas canónicas de-be recitar en común la comunidad que, por causagrave, no pueda recitar toda la liturgia de las horas.

72 - § 1. Los clérigos profesos solemnes deben recitaren privado las horas canónicas no recitadas en común.

§ 2. Los hermanos no clérigos profesos solem-nes que no recitan en común la liturgia de las horasestán obligados a recitar en privado las horas canóni-cas o los Padrenuestros según la Regla.

§ 3. Se exhorta a los hermanos profesos simplesa recitar en privado, cuando no lo puedan hacer encomún, Laudes y Vísperas de la liturgia de las horaso los Padrenuestros.

73 - § 1. Los hermanos procurarán prepararse paralas acciones litúrgicas, ya que éstas fundamentan yacrecientan particularmente la vida de unión conDios, mediante el estudio frecuente de los textos li-túrgicos, y participarán en ellas como lo exige el pro-pio estado y la naturaleza de la misma liturgia.

§ 2. Sígase fielmente el rito de la Iglesia y ob-sérvense las prescripciones del calendario y ritual dela Orden en las sagradas acciones litúrgicas; por mo-

76 CAPITULO III - TÍTULO II

tivos pastorales, pueden usarse el misal, el ritual y elcalendario de la diócesis.

§ 3. Corresponde al capítulo conventual, con elconsentimiento del Ministro provincial, disponer lascircunstancias y el orden de las celebraciones litúrgi-cas y de los ejercicios piadosos.

§ 4. Téngase sumo cuidado de la Iglesia, de lasreliquias de los Santos, de los ornamentos y demásobjetos destinados al culto litúrgico.

TÍTULO III

LAS DEMAS ACCIONES SAGRADAS

74 - § 1. Los hermanos, en consonancia con la pro-pia vocación y a ejemplo de San Francisco, venera-rán a Cristo Señor presente en la SantísimaEucaristía con acciones sagradas privadas y públicas,aprobadas por la autoridad legítima.

§ 2. Además, todos los hermanos gustarán en-tretenerse en coloquios con Cristo Señor, en la adora-ción personal y en la visita común diaria a laSantísima Eucaristía.

75 - § 1. Los hermanos amarán siempre y venera-rán, como al mismo Cuerpo del Señor, las divinas Es-crituras, con las cuales el Padre celestial saleamorosamente al encuentro de sus hijos y habla conellos para robustecer su fe y su vida espiritual.

§ 2. Los hermanos meditarán continuamente demodo particular el Evangelio de nuestro Señor Jesu-

LAS DEMAS ACCIONES SAGRADAS 77

cristo, fuente de toda perfección cristiana y funda-mento de la Regla de San Francisco.

§ 3. Por consiguiente, se acercarán de buen gra-do al texto sagrado, bien mediante la liturgia u otrascelebraciones de la palabra de Dios, bien con la lectu-ra piadosa o estudio y otros medios.

76 - Los hermanos se entregarán también cada díaa la oración mental y le dedicarán más tiempo que alas demás oraciones. Los estatutos provinciales hande determinar las modalidades de tan saludable prác-tica, que deberá ocupar al menos media hora diaria.

77 - § 1. Han de hacerse todos los años los ejerciciosespirituales en común durante cinco días. Los herma-nos que no los practican en común los harán en pri-vado.

§ 2. Ha de haber también días de retiro, duran-te los cuales los hermanos se aplicarán, mediante ade-cuadas meditaciones o instrucciones, al estudio de laRegla y de las Constituciones, según las normas esta-blecidas por los estatutos provinciales.

§ 3. Es oportuno que en cada provincia, o en co-laboración con otras provincias, haya una casa de re-tiro o eremitorio donde los hermanos querazonablemente lo pidan puedan dedicarse más in-tensamente a la oración durante algún tiempo.

§ 4. Es competencia exclusiva del Guardiánconceder licencia para predicar en nuestras iglesiasu oratorios a aquellos que sabe han sido declaradosidóneos por sus Ordinarios (cfr. can. 765).

78 CAPITULO III - TÍTULO III

78 - § 1. Los hermanos, a tenor del ejemplo y las ex-hortaciones del Seráfico Padre, honrarán solícita-mente a la bienaventurada Virgen María con afectofilial y espíritu de consagración, en los ejercicios pia-dosos y en la oración personal, y, según las tradicio-nes de la Orden, recitarán el rosario o la coronafranciscana.

§ 2. Todos los hermanos venerarán con fervo-rosa piedad a la misma bienaventurada Virgen Maríabajo el misterio de la Inmaculada Concepción, comoPatrona especial de la Orden y Reina nuestra; cele-brarán en todas partes su fiesta con la mayor solem-nidad posible, renovándole también la consagraciónde la Orden, y fomentarán y propagarán cuanto pue-dan el culto de este misterio.

§ 3. Venerarán e imitarán a San José, patronode la Orden y ejemplo admirable de vida religiosa.

79 - § 1. Asimismo, celébrese también solemne-mente la fiesta de nuestro Seráfico Padre San Fran-cisco; medítense continuamente su vida y sus obras,a fin de que su espíritu seráfico permanezca siemprepuro en sus hijos.

§ 2. Los hermanos honrarán e imitarán tambiéna los demás Santos de nuestra Orden, principalmenteal doctor evangélico San Antonio y al doctor seráficoSan Buenaventura.

80 - § 1. Los hermanos procurarán alimentar tam-bién su vida de unión con Dios por medio de apropia-dos ejercicios de piedad, con los que el Seráfico Padrey nuestros mayores acostumbraron manifestar y cele-

LAS DEMAS ACCIONES SAGRADAS 79

brar su piedad hacia los misterios de la vida de Cristoy de nuestra salvación.

§ 2. Obsérvense siempre las normas de la Igle-sia en lo concerniente a las acciones litúrgicas y a losejercicios piadosos; también los ejercicios piadosos ylas oraciones privadas han de inspirarse en la litur-gia.

TÍTULO IV

LA PENITENCIA

81 - Los hermanos fomentarán el espíritu del Señory su santa operación incluso por medio de la peniten-cia evangélica y franciscana, mediante la cual pade-cen con Cristo, se conforman al misterio de la cruz yse impregnan plenamente de amor a Dios Padre y alos hombres, alcanzando así un dominio más segurode sí y una mayor pureza interior.

82 - Los hermanos se acercarán con frecuencia alsacramento de la penitencia, para así crecer en pu-reza de corazón y en conversión al Padre.

83 - § 1. Los hermanos procurarán conjugar la ínti-ma conversión del alma a Dios y la penitencia inte-rior con diversas obras de mortificación.

§ 2. Ofrecerán, pues, a Dios las tribulaciones,las enfermedades, las persecuciones y renuncias deesta vida, inherentes tanto a la profesión de los votoscomo a la disciplina común, y finalmente encomen-darán, en el momento de la muerte, la vida misma a

80 CAPITULO III - TÍTULO IV

las manos del Señor como última oblación, a ejem-plo de San Francisco.

84 - Los hermanos observarán fielmente los tiem-pos y días penitenciales prescritos para toda la Igle-sia, según las normas de las iglesias locales.

85 - § 1. Los tiempos penitenciales propios de la Or-den que se han de observar son los siguientes:

a) por precepto de la Regla: desde la fiesta detodos los Santos hasta la Navidad del Señor,y todos los viernes del año. En los mismos,los hermanos deben observar el ayuno uotras formas penitenciales que determinareel Ministerio provincial con su Definitorio, atenor de las necesidades de los tiempos y delos lugares;

b) en virtud de estas Constituciones: la vigiliade la Inmaculada Virgen María y la de nues-tro Padre San Francisco. En estas dos vigi-lias obsérvense las normas penitenciales delos estatutos provinciales.

LA PENITENCIA 81

CAPITULO IV

LA COMUNIDAD FAMILIAR DE LOSHERMANOS

Introducción espiritual

a) «Nuestra religión es la asamblea numerosísima,y como un sínodo general que reúne de todas las partesdel mundo a los que siguen igual forma de vida» (2C.192). Con estas palabras describe el bienaventuradoFrancisco su seráfica religión que más propiamente lla-ma «fraternidad» y cuyos miembros, afirma claramen-te, se unen entre sí sólo por vínculos y relacionesfraternas. Aunque asigne a los suyos diversos ministe-rios y tareas, sin embargo los consideraba «a todos,tanto a los ministros como a los otros, hermanos» (1R.22) Y «a todos los hermanos... predicadores, oradores,trabajadores, tanto a los clérigos como a los legos» (1R.17).Por eso «tuvo siempre constante deseo y solicitud

atenta de asegurar entre los hijos el vínculo de la uni-dad, para que los que habían sido atraídos por un mis-mo espíritu y engendrados por un mismo Padre, seestrechasen en paz en el regazo de la misma madre»(2C. l91). «Así... resplandece la hermosura de esta fa-milia dichosa, cuyo, multiforme ornato agrada no pocoal padre de familia» (2C. 192).

b) El Seráfico Padre presentía su fraternidad y que-ría que se configurara continuamente a imagen bien dela comunidad de los Apóstoles que llamó el Señor «einstituyó Doce, para que estuvieran con El y para en-

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 83

viarlos a predicar» (Mc. 3, 14), bien de toda la Iglesia enla que los fieles se constituyen miembros de Cristo en lacomunión de la fe y de la caridad, como en la primitivaIglesia, en la que la multitud de los fieles era un solocorazón y una sola alma. Por eso rogaba encareci-damente a todos los hermanos, tanto a los ministroscomo a los otros, es decir, a toda la comunidad: « Vigi-lad, pues, orando en todo tiempo para que seáis consi-derados dignos... de estar en pie ante el Hijo delhombre... y recurramos a El como al pastor y obispo denuestras almas, que dice: Yo soy el Buen Pastor...Todos vosotros sois hermanos... pero uno es vuestroPadre, el que está en los cielos... Pues uno es vuestroMaestro, el que está en los cielos... Donde hay dos o trescongregados en mi nombre allí estoy en medio de ellos...Atengámonos, pues, a las palabras, vida y doctrina y alsanto Evangelio de quien se dignó rogar por nosotros:... Padre Santo, guarda en tu nombre a los que me diste,para que ellos sean uno como también lo somos nos-otros» (1R. 22).

c) San Francisco, desde la declaración inicial de suRegla, expone la íntima conexión y mutuo influjo entrela vida evangélica caracterizada por los votos y el apos-tolado, y la vida comunitaria, cuando prescribe queuna y otra de manera unitaria constituyen la vida inte-gral de los hermanos menores, que, todos los hermanosestán obligados a profesar «viviendo en obediencia, sinnada propio y en castidad», perseverando en fraterna yobediencial comunión con San Francisco y sus suce-sores. Por lo que el bienaventurado Francisco exhortaa los hermanos: «perseverad en la disciplina y en la san-ta obediencia y cumplid lo que prometisteis con buenoy firme propósito. Como a hijos se nos brinda el Señor

84 CAPITULO IV

Dios» (CtaO.), es decir, como premio de la profesión delos votos y de la disciplina común.

d) El Seráfico Padre solía, convocar cabe sí a sushermanos para hablar con ellos del reino de Dios; tam-bién los hermanos deseaban vivamente reunirse con elbienaventurado Francisco para manifestarse mutua-mente los sentimientos del alma y animarse a la conver-sión de vida (cfr. 1C. 30). «Y ciertamente, al despreciartodo lo terreno y no amarse a sí mismos con amor ego-ísta, centraban todo el afecto en la comunidad y se es-forzaban en darse a sí mismos para subvenir a lasnecesidades de los hermanos. Deseaban reunirse, y reu-nidos se sentían felices; en cambio, era penosa la au-sencia; la separación amarga, y dolorosa la partida»(1C. 39).Estas ocasiones de encuentro se ofrecen a los her-

manos en todos los capítulos. De hecho, el bienaventu-rado Francisco manda a los hermanos y a los ministrosque se reúnan a menudo con el Ministro general en ca-pítulos en los que él mismo saludaba a los «amantísi-mos hermanos... en aquel que nos ha redimido y nosha lavado en su preciosísima sangre» (CtaO.), y les di-rige saludables exhortaciones. Asimismo exhorta a losMinistros provinciales a que cada uno se esfuerce deno-dadamente en «reunirse... con sus hermanos para tra-tar de las cosas que se refieren a Dios» (1R. 18).En el capítulo conventual como «dondequiera que

estén y se encuentren unos con otros los hermanos,condúzcanse mutuamente con familiaridad entre sí»(2R. 6).

e) «Iluminado por el oráculo de la divina revela-ción», San Francisco «llegó a comprender que él había

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 85

sido enviado por el Señor a fin de que ganase para Cris-to a las almas... En consecuencia, se recogió el varón deDios con otros compañeros suyos en un tugurio aban-donado...», y después, «convertido en pregonero evan-gélico, recorría las ciudades y aldeas... anunciando elreino de Dios» (LM. 4, 2.3.5).Esta común actividad apostólica de toda la Orden,

la anima y expresa muy bien esta exhortación apostó-lica de San Francisco a sus hermanos: «...a todos loshombres de cualquier lugar de la tierra que son y queserán, humildemente les rogamos Y suplicamos noso-tros, hermanos menores, siervos inútiles, que todos per-severen en la verdadera fe y penitencia, porque de otromodo nadie se puede salvar» (1R. 23).

f) Una vez instituida por el bienaventurado Fran-cisco; la Fraternidad de los Hermanos. Menores, «mu-chísimos… inflamados por el fuego de la perfección, secomprometían a las nuevas normas de penitencia,según la forma recibida del varón de Dios, cuyo modode vida determinó el siervo de Cristo se llamará Ordende los Hermanos de Penitencia... Convertíanse tambiéndoncellas a perpetúo celibato, entre las cuales destaca lavirgen muy amada de Dios, Clara, la primera plantitade éstas... que fue hija en Cristo del pobrecillo padreSan Francisco y madre de las Señoras Pobres» (LM.4,6).Sucesivamente, la misma primera Orden, como fér-

til árbol, originó diversas familias de Hermanos Meno-res. Por lo que es muy conveniente que todos los quetienen como padre, a1 mismo. Seráfico Francisco, cul-tiven constantemente la Comunión fraterna, a fin deque siempre y en todas partes florezca plenamente el ca-risma franciscano.

86 CAPITULO IV

TÍTULO I

LA VIDA FRATERNA FRANCISCANA

86 - § 1. A fin de promover y expresar mejor lacomún profesión de los votos, los hermanos profesanuna forma de vida común y se reúnen en una verda-dera comunidad, radicada y fundada en la caridad,constituida por unos mismos vínculos espirituales yjurídicos, y configurada a imagen de la comunidadeclesial.

§ 2. Puesto que conviene que los hermanosconstruyan continuamente su comunidad, cada unodebe utilizar el don recibido para el bien del her-mano, y todos para el bien común; y deben procurarvivir fielmente tal forma de vida, para acrecentar yhacer patente la verdadera fraternidad o familia dehermanos, en todos los conventos, en las provincias yen toda la Orden.

87 - § 1. Foméntense, en el ámbito de la Orden, dela provincia y del convento, oportunas y mutuas rela-ciones entre los hermanos, para promover la unidadde vida, de gobierno, de formación y de apostolado.

§ 2. Foméntese entre los hermanos, en el tiem-po y modo oportunos, el diálogo de información yconsulta, en los capítulos y definitorios, en conversa-ciones familiares y personales, a fin de suscitar y con-servar el sentido de cooperación y responsabilidad.

§ 3. Todos los hermanos debe cooperar para co-nocer mejor la voluntad de Dios; en una palabra, loshermanos llevarán siempre a la práctica con ánimo

LA VIDA FRATERNA FRANCESCANA 87

dispuesto las decisiones de los Superiores, a quienescorresponde dirigir según la comunidad la Regla y lasConstituciones.

88 - § 1. Promuévanse la comunión de la caridadfraterna, de manera especial mediante los capítulosgenerales y provinciales, en los que se debe manifes-tar, confirmar y perfeccionar la fraternidad de toda laOrden y de toda la provincia respectivamente, reu-nida en el nombre del Señor.

§ 2. Promuévase la caridad fraterna principal-mente en el capítulo conventual, en el que los herma-nos pueden tratar, en el Señor, todo lo que hacereferencia a la vida familiar, espiritual y apostólica,bien en forma de fraterno consenso, bien como con-sejo del Guardián conforme a la norma de las Cons-tituciones, o como autoridad colegial.

§ 3. Todos los hermanos que tienen derecho, se-gún las Constituciones n. 203, deben participar en elcapítulo conventual; y en él, con vivo sentido de res-ponsabilidad, manifestar libre y humildemente elpropio parecer, y prestar la colaboración de la expe-riencia personal para encontrar y ejecutar la soluciónde los problemas y de las iniciativas.

89 - § 1. La disciplina de la vida común no debe im-pedir ni limitar las legítimas iniciativas de cada unode los hermanos, que más bien deben ser estimula-das, consideradas y ordenadas a tenor de las necesi-dades y de las conveniencias tanto de la comunidadcomo de los mismos hermanos.

§ 2. Los hermanos, sin embargo, no buscaránsólo su comodidad, l1i ejercerán sus actividades se-

88 CAPITULO IV - TÍTULO I

parados de la comunidad, ni pospondrán al suyo elbien de la comunidad.

90 - § 1. Los Superiores ejercerán la autoridad conlos hermanos de tal manera que manifiesten el amorcon que Dios los ama y los lleven a la unidad “'de lacaridad; así pues, se preocuparán primordialmentetanto del bien espiritual como del temporal de la co-munidad y de cada uno de los hermanos.

§ 2. Los hermanos estimarán a sus Superioresy les obedecerán con ánimo gozoso, participarán conla plegaria y con el trabajo de sus preocupaciones, pa-ra que puedan cumplir con más fruto su oficio.

91 - § 1. Los hermanos se manifestarán mutuo amorcon obras de exquisita humanidad; se prestarán mu-tuamente toda clase de servicios espirituales y mate-riales, favoreciendo la promoción y la actividad decada uno.

§ 2. Los hermanos evitarán juicios, palabras oacciones que puedan impedir o perturbar la paz, la ca-ridad y los deberes del amor fraterno; y cuidarán consuma atención que no surjan en la fraternidad diferen-cias o discriminaciones personales por la diversidadde condición o de edad, que más bien debe ofrecernuevos motivos de caridad y de unidad. Perdonarán,pues, con prontitud toda eventual ofensa recibida.

92 - § 1. Los Superiores y los demás hermanos ejer-cerán la caridad de forma continua y primorosa, conel fin de ayudar a los hermanos más ancianos y decuidar a los enfermos, y les prestarán ayuda espiri-tual, sobre todo por medio de los sacramentos.

LA VIDA FRATERNA FRANCESCANA 89

§ 2. Los hermanos enfermos manifestarán sintemor su estado, a fin de que se les facilite lo necesa-rio para recuperar la salud o para mitigar las dolen-cias de la enfermedad; y sepan que, ofreciendo a Diossu enfermedad, contribuyen en gran manera a la pro-pia santificación, a las obras de apostolado y a la vidade comunidad.

TÍTULO II

LAS OBLIGACIONES DE LA VIDA COMUN

93 - § 1. La naturaleza misma y la disciplina de lafraternidad exige que los hermanos realicen ciertasacciones en común y que tengan ciertas formas ex-ternas de vida, como recursos apropiados para con-solidar y expresar la unidad de la vida común.

§ 2. Asimismo, las actividades que se realizanpersonalmente según las exigencias de la vida espiri-tual y del apostolado de cada uno deben coordinarsecon los fines de la comunidad.

94 - Establézcase en el capítulo conventual un ho-rario conveniente para los actos de la comunidad, enarmonía con las exigencias de la vida espiritual yapostólica de cada uno de los hermanos, y confir-mado por el Superior mayor.

95 - § 1. Sean diligentes los hermanos en las cele-braciones litúrgicas y demás acciones sagradas co-munitarias y difundan su espiritualidad, alimentadacon la comunión litúrgica, tanto en el apostoladocomo en la vida familiar.

90 CAPITULO IV - TÍTULO II

§ 2. Los hermanos, que constituyen una mismafamilia, participarán también en la misma mesacomún, manifestando así el amor mutuo y la seme-janza con el convite eucarístico. Debe preceder a lamesa una breve lectura espiritual.

§ 3. Participarán también activa y alegrementeen el recreo común y en la conversación fraterna.

§ 4. Los hermanos realizarán con alegría los de-beres de familia y los cuidados de la casa; los que seencuentran fuera de casa, se gozarán en el recuerdode la propia comunidad.

96 - § 1. No se permita a los extraños, a no ser porcausa justa, el acceso a las partes interiores del con-vento, con el fin de proteger mejor la intimidad y la li-bertad de la vida común.

§ 2. Compete a los Superiores mayores deter-minar o cambiar los límites de la clausura; sin em-bargo, el Guardián puede, por una causa justa,suspenderla sólo en casos particulares.

§ 3. Foméntese el silencio, tan necesario para eltrabajo, el estudio y el espíritu de oración. Guárdesela necesaria discreción en el uso de los medios de co-municación social y evítese lo que puede ser nocivopara la propia vocación o peligrosa para la castidadde una persona consagrada (can. 666).

§ 4. Acójase con religiosa caridad y hospitalidada los hermanos de nuestra Orden, de las otras fami-lias franciscanas y a los huéspedes que vinieren anuestros conventos.

LAS OBLIGACIONES DE LA VIDA COMUN 91

97 - § 1. El hábito religioso de los hermanos, que essigno de nuestra consagración y fraternidad y testi-monio de pobreza, sea sencillo y modesto, pobre y de-cente; consta de túnica con capucha de color negro ycíngulo blanco. El hábito de color ceniza puedeusarse en algunos lugares, por causa justa aprobadapor el Ministro general con el consentimiento de suDefinitorio.

§ 2. Es loable llevar colgada del cíngulo, segúnla costumbre, la corona franciscana de la bienaven-turada Virgen María.

§ 3. Lleven los hermanos el hábito de la Orden.Pero el Ministro general, por causas especiales ymientras éstas perduren, pueden conceder el uso deun hábito distinto.

98 - § 1. Conviene que, en cuanto sea posible, los her-manos itinerantes, cuando pasen por ciudades y luga-res donde hay conventos de la Orden, se dirijan a ellos.

§ 2. Concédanse vacaciones, pero en la formaque conviene a los religiosos, a tenor de los estatutosprovinciales y de las necesidades y de los tiempos.

99 - § 1. Cumplan los hermanos con el deber de gra-titud para con los padres, parientes y bienhechores,por los que rezamos privada y comunitariamente, pa-ra su edificación y bien espiritual.

§ 2. No se inmiscuyan inoportunamente los her-manos, que han escogido servir a Dios únicamente,en los asuntos de los familiares, y los Superiores pro-curarán ayudarles, con prudente criterio y caridad, sise encuentran en necesidad.

92 CAPITULO IV - TÍTULO II

§ 3. Podrán ser inscritos por los respectivos Mi-nistros entre los hijos y amigos espirituales de la Or-den o provincia quienes han prestado su colaboraciónde forma notable a la Orden o a la provincia; y se lescomunicará, mediante apropiado documento, la par-ticipación de todas las gracias espirituales de nuestraOrden.

100 - Sean tratados digna y caritativamente todos losque trabajan entre nosotros; ayúdeseles a vivir cris-tianamente, y déseles el salario justo según el contra-to de trabajo a tenor de las leyes civiles.

101 - Los hermanos se gozarán de ser tenidos por me-nores y de mostrarse familiares entre sí. Si fuera ne-cesario alguna vez el orden de precedencia,obsérvense los estatutos provinciales.

TÍTULO III

EL DEBER DE CARIDAD HACIA LOS DIFUNTOS

102 - § 1. Los hermanos tendrán sumo cuidado y so-lícita caridad para con nuestros hermanos, parientes,amigos y bienhechores difuntos, que han dejado estemundo, pues es bueno y saludable rezar por los difun-tos para que sean absueltos de sus pecados. Ayúdesecon piadosos sufragios a las almas de los hermanos yde todos los fieles difuntos por los que, a tenor delmandato de la Regla, estamos obligados a rezar.

§ 2. Celébrese todos los meses en cada conven-to una Misa por los hermanos, parientes, amigos y

EL DEBER DE CARIDAD HACIA LOS DIFUNTOS 93

bienhechores difuntos, y participen en ella los her-manos; de lo contrario, asistan a otra Misa o recitenlas Vísperas.

§ 3. Cúmplanse religiosamente los sufragios in-dicados en el párrafo anterior, el día siguiente a laconmemoración de los fieles difuntos; y celebrentodos los sacerdotes por dichos difuntos el sacrificiode la Misa.

§ 4. Los estatutos generales y provinciales de-terminarán más en concreto otros sufragios.

TÍTULO IV

LA ADMINISTRACION COMUN DE LOS BIENES

103 - § 1. La responsabilidad principal de la admi-nistración de los bienes de la fraternidad reside y seejerce en los capítulos conventuales, provinciales ygenerales. El capítulo general y provincial, adoptadaslas debidas cautelas, pueden autorizar al respectivoMinistro con su Definitorio a tratar cuestiones ex-traordinarias.

§ 2. La administración ordinaria y cotidianacompete a los oficiales, elegidos por balotas en losrespectivos capítulos, bajo la dependencia de los Su-periores, a quienes corresponde vigilar que los bienessean bien administrados.

§ 3. Para la validez de una venta, cambio o al-quiler, se requiere el permiso escrito del Superior res-pectivo y de su consejo, a tenor de los estatutos. Si, noobstante, se trata de un asunto que supera la canti-

94 CAPITULO IV - TÍTULO IV

dad establecida por la Santa Sede, y también de cosasdonadas a la Iglesia como ex voto o de valor históricoo artístico, además del permiso escrito del Ministrogeneral, se requiere también el de la Santa Sede.

104 - El convento, la provincia, la Orden misma y lasdemás personas jurídicas de la Orden, deben inscri-birse incluso civilmente según los estatutos provin-ciales; y asimismo se deben nombrar los respectivosrepresentantes legales que, personalmente o pormedio de delegados, bajo la dependencia de los Su-periores, puedan realizar actos administrativos jurí-dicamente válidos en virtud de las leyes civiles. Si estono fuera posible, debe proveerse de otra forma con-veniente.

105 - § 1. La administración del convento, de la pro-vincia y de la Orden debe ser única, y a ella han deconfluir las sub-administraciones de los distintos ofi-cios, actividades establecidas, oblaciones y similares.

§ 2. Toda la administración del convento, de laprovincia o de la Orden debe encomendarse por elrespectivo capítulo al exactor y al ecónomo. El exac-tor recogerá todas las entradas, ayudará al ecónomoy, junto con él, vigilará los libros de administración.El ecónomo, sin embargo, hará los gastos dentro delos límites de su competencia y procurará lo necesa-rio para el sustento material de la comunidad. Loscargos de exactor y ecónomo pueden acumularse, siasí lo aprueban los estatutos.

106 - § 1. El oficio de Superior mayor es incompati-ble con el cargo de exactor o de ecónomo.

LA ADMINISTRACION COMUN DE LOS BIENES 95

§ 2. El Guardián no puede desempeñar el cargode exactor o ecónomo del convento, salvo en caso denecesidad, comprobada por el Ministro provincialcon el consentimiento de su Definitorio; facultad queha de darse por escrito y de la que ha de quedar tes-timonio en el libro de administración.

107 - § 1. El capítulo conventual determinará losasuntos administrativos que pueden realizar de ofi-cio el Guardián y los demás oficiales.§ 2. El capítulo provincial fijará qué bienes y admi-nistraciones pertenecen a la provincia; establecerá,asimismo, la competencia personal del Ministro pro-vincial y con el consentimiento de su Definitorio, delcapítulo conventual, y también cuánto y cuándodeben pagar los conventos, como contribución, a laprovincia.

§ 3. El capítulo general definirá cuáles son losbienes y administraciones de la Orden; determinarála competencia personal del Ministro general y con elconsentimiento de su Definitorio, y establecerá, me-diante votación deliberativa, las contribuciones quehan de aportar las provincias y custodias generalespara las necesidades de la orden y para las provinciasnecesitadas.

108 - § 1. Guárdense los hermanos, principalmentelos administradores, de todo acto ilegítimo, de nego-cios ilícitos y de toda especie de acumulación o mer-cantilismo.

§ 2. Cúmplanse los compromisos regularmentecontraídos por los oficiales, y páguense justa y opor-tunamente las cosas compradas.

96 CAPITULO IV - TÍTULO IV

§ 3. No se contraigan deudas si no consta que,con los ingresos normales o de otra manera, puedancancelarse con seguridad y sin excesiva demora tantola cantidad total como los intereses.

109 - § 1. Si algún oficial hace algo en nombre y pormandato del capítulo o del Superior mayor con el con-sentimiento de su Definitorio, responde la respectivapersona jurídica, pero no la persona jurídica superior.

§ 2. Ningún hermano puede participar en la ad-ministración de los bienes de una persona física o ju-rídica ajena a la Orden, a no ser en casoextraordinario y con licencia, dada por escrito, delSuperior mayor.

§ 3. Si algún hermano viola una ley o causa undaño mediante dolo o culpa personal, debe respon-der él solo.

110 - Corresponde a los capítulos establecer libros deadministración uniformes, dar normas para el segurode los bienes y de los hermanos, y para la segura co-locación del dinero o títulos; todo lo cual y otras co-sas lo determinarán con más precisión los estatutos.

111 - § 1. Los oficiales, bajo la vigilancia de los Supe-riores, registrarán exacta y fielmente todos los ingre-sos y gastos, y todos los asuntos y cambioseconómicos en los libros de administración, en losque clara y distintamente debe aparecer el estado y larendición de cuentas en la administración general yen cada sub-administración.

§ 2. Los Superiores y los oficiales han de firmarlos libros que reflejan el movimiento de ingresos y sa-

LA ADMINISTRACION COMUN DE LOS BIENES 97

lidas, antes que se hagan públicas las relaciones y ren-diciones de cuentas; preséntenlos además en eltiempo y modo oportunos a la inspección de los her-manos, y al visitador, para que los examine.

112 - § 1. Expónganse en el capítulo provincial y so-métanse al juicio de los capitulares, ya que la comu-nidad es la responsable, las cuentas de entradas ysalidas de cualquier administración. Envíese anual-mente al Ministro provincial la relación administra-tiva del convento, a no ser que los estatutosprovinciales establezcan otra cosa.

§ 2. Cuando los hermanos de familia en un con-vento sean menos de tres, el Guardián, conforme alas normas de los estatutos, mandará las cuentas de laadministración, firmada por el otro hermano; y paralos asuntos en que se requiere el consentimiento delcapítulo conventual, debe obtener el consentimientoescrito del Ministro, oído el otro hermano.

113 - Trátese de la administración económica de laOrden y de la provincia en el definitorio general yprovincial y en los respectivos capítulos, a tenor delos estatutos propios.

TÍTULO V

LAS RELACIONES CON LAS DEMASFAMILIAS FRANCISCANAS

114 - § 1. Cultívense relaciones de fraternidad y coo-peración con los hermanos de las demás familias denuestro Seráfico Padre Francisco: por ello, promue-

98 CAPITULO IV - TÍTULO V

van nuestros hermanos oportunas iniciativas y cola-boren en las de las demás familias, para la consoli-dación de la vida y del apostolado de la religiónseráfica.

§ 2. Promuévase, además, la unidad del espíritufranciscano en la primera y segunda Orden, en losinstitutos franciscanos y en la Orden Franciscana Se-glar, a fin de que se manifieste plenamente el carismaseráfico.

115 - § 1. Los Superiores mayores ejercerán la auto-ridad y cuidarán la asistencia espiritual en las casasde las religiosas afiliadas o agregadas a nuestraOrden, en cuanto se establece en sus respectivas cons-tituciones, y realizarán las visitas canónicas conformea la norma del derecho.

§ 2. Les enviarán de buena gana confesores idó-neos, predicadores, asistentes espirituales y cape-llanes; todos estos promoverán eficazmente la vidacontemplativa de las monjas, que debe tener siempreuna parte relevante en la Iglesia, y también la vida es-piritual y apostólica de las religiosas.

116 - § 1. Los hermanos, especialmente los asistentesespirituales expresamente nombrados, prestarán suayuda a la Orden Franciscana Seglar en la vida deperfección y en la colaboración a las obras de apos-tolado, de manera que sus miembros puedan cumplircon eficacia su misión en la Iglesia y en la sociedad.[Cap. gen. 2007]

§ 2. Corresponde al Ministro general en todaspartes y al Ministro provincial en su provincia dispo-ner, conforme a la norma del derecho y de las respec-

LAS RELACIONES CON LAS DEMAS FAMILIAS FRANCISCANAS 99

tivas constituciones, cuanto se refiere a la erección ya la asistencia de las fraternidades de la Orden Fran-ciscana Seglar.

§ 3. El superior competente, a fin de que todo sepromueva y coordine debidamente, debe escoger consumo cuidado el Asistente para la Orden FranciscanaSeglar, de acuerdo con la Regla y Constituciones ge-nerales de la OFS. [Cap. gen. 2007]

TÍTULO VI

LA TUTELA DE LA VIDA FRATERNA

117 - § 1. Cuando algún hermano se encuentra en di-ficultad, los otros hermanos, principalmente los Su-periores, le ayudarán convenientemente, incluso sifuera necesario y la caridad lo aconsejara, por mediode discreto aviso o corrección fraterna.

§ 2. Trátese con caridad fraterna a los que hanabandonado la Orden, elévense a Dios constantes pre-ces por ellos y compórtense siempre con ellos comoverdaderos hermanos.

118 - § 1. Carecen de voz activa y pasiva:a) el exclaustrado por cualquier motivo, los pri-

meros seis meses de su vuelta al claustro;b) el que ha pedido al Ministro general y provin-

cial la reducción al estado laical con indultode secularización, mientras está en curso lapetición a los Superiores eclesiásticos;

c) el que, habiendo abandonado ilegítima-mente la Orden, es recibido de nuevo en la

100 CAPITULO IV - TÍTULO VI

misma, por un período de tres años desde lareadmisión.

§ 2. Referente a otras penas, obsérvese el dere-cho común.

119 - § 1. La expulsión de un novicio es competenciadel Superior mayor propio; y, si hay algún peligro enla demora, puede expulsarlo el Superior local con elconsentimiento de su capítulo.

§ 2. Obsérvese el derecho común (can. 665, § 1;686; §§ 1-3; 688, § 2; 691; 695-702) en lo referente a laausencia de la casa religiosa, al indulto de salida de laOrden y a la expulsión de hermanos, tanto de votostemporales como solemnes.

§ 3. En caso de expulsión, deben manifestarseal hermano las causas de la misma, concediéndoseleplena facultad de exponer sus razones; y, antes deproceder al decreto de expulsión, ha de dársele laoportunidad, a norma del derecho, de dejar volunta-riamente la Orden.

LA TUTELA DE LA VIDA FRATERNA 101

CAPITULO V

LA VIDA APOSTOLICA DE LOS HERMANOS

Introducción espiritual

a) El Seráfico Padre San Francisco, que considera-ba como vocación la capacidad de trabajar y la llamógracia, confiesa: «Y yo trabajaba con mis manos, yquiero trabajar; y quiero firmemente que todos los otroshermanos trabajen en algún oficio compatible con ladecencia» (Test.). «Y los hermanos que saben trabajar,trabajen y ejerzan el oficio que conozcan siempre queno sea contra la salud del alma y pueda realizarse de-corosamente» (1R. 7).«Los que no saben, que aprendan, no por la codicia

de recibir la paga del trabajo, sino por el ejemplo y pa-ra combatir la ociosidad» (Test.). «Todos los hermanosprocuren ejercitarse en obras buenas... Por eso, los sier-vos de Dios deben entregarse constantemente a la ora-ción o a alguna obra buena» (1R. 7).

b) También indicó el modo y las disposiciones delos hermanos en el trabajo: «...trabajen fiel y devota-mente, de tal manera que, evitado el ocio que es enemi-go del alma, no apaguen el espíritu de la santa oracióny devoción, a cuyo servicio deben estar las demás cosastemporales» (2R. 5). «Los hermanos, dondequiera quese encuentren sirviendo o trabajando en casa de otros...ni estén al frente... ni acepten ningún oficio que engen-dre escándalo o cause perjuicio a su alma; sino seanmenores y estén sujetos a todos...» (1R. 7).

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 103

c) El Padre San Francisco, llamado por Cristo al mi-nisterio apostólico: «Francisco... vete, repara mi casa,que, como ves, se viene de todo al suelo... se aprontaa obedecer, se reconcentra todo él en la orden recibida»(2C. 10).Habiendo oído las palabras del Evangelio sobre la

misión de los apóstoles «...al instante, saltando de go-zo, lleno del espíritu del Señor, exclamó: esto es lo queyo quiero, esto es lo que yo busco, esto es lo que en lomás íntimo del corazón anhelo poner en práctica»(1C. 22). Francisco, pues, varón católico y apostólico,« no se creía amigo de Cristo si no amaba las almasque El ha amado» (2C. 172).

d) Heraldo del gran Rey, el Seráfico Padre, por mu-chas regiones «…predicó el camino del Hijo de Dios y ladoctrina de la verdad con sus obras» (1C. 89), y ordenóa sus hermanos: «Marchad, carísimos, de dos en dospor las diversas partes de la tierra, anunciando a loshombres la paz y la penitencia para la remisión de lospecados; y permaneced pacientes en la tribulación...» (1C. 29), y los incitaba a la actividad: «... pues para estoos ha enviado al mundo entero, para que de palabra yde obra deis testimonio de su voz y hagáis saber atodos que no hay otro omnipotente sino El» (CtaO.).

e) El mismo Francisco, siervo del Dios altísimo, unavez dejados los sarracenos, «se puso a recorrer la tierray a trabajar con la reja de la palabra, sembrando la se-milla de la vida que da fruto de bendición» (1C. 56).Envió a sus hermanos misioneros a los gentiles y es-

cribió: «cualquier hermano que quiera ir entre sarrace-nos y otros infieles, vaya con la licencia de su ministroy siervo. Y el Ministro deles licencia y no se la niegue,

104 CAPITULO V

si los ve idóneos para ser enviados; pues tendrá que darcuenta al Señor si en esto o en otras cosas procede sindiscernimiento. Y los hermanos que van, pueden com-portarse entre ellos de dos modos: Uno, que no promue-van disputas ni controversias, sino que se sometan atoda criatura por Dios y confiesen que son cristianos.Otro, que, cuando les parezca que agrada al Señor,

anuncien la palabra de Dios para que crean en Diosomnipotente, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo... y paraque se bauticen y hagan cristianos...» (1R. 16). Enefecto, consideraba máxima obediencia, «y en la quenada tendrían la carne y la sangre, aquella en la que pordivina inspiración se va entre los infieles, sea paraganar al prójimo, sea por deseo de martirio. Estimabamuy acepto a Dios seguir esta obediencia» (2C. 152).Tengan, pues, siempre presente, todos los hermanos

estas palabras de admonición del Seráfico Padre: «Poreso es grandemente vergonzoso para nosotros los sier-vos de Dios que los santos hicieron las obras, y noso-tros, con narrarlas, queremos recibir gloria y honor»(Adm.6).

TÍTULO I

EL FUNDAMENTODE LA ACTIVIDAD FRANCISCANA

120 - § 1. Los hermanos han de esforzarse en desa-rrollar, de maneras diversas y específicas, la vida apos-tólica a través de toda su actividad orientada a losmismos fines de la Iglesia, cuyo ministerio fue insti-tuido por voluntad divina para, difundiendo por toda latierra el reino de Cristo a gloria de Dios Padre, hacer

EL FUNDAMENTO DE LA ACTIVIDAD FRANCISCANA 105

partícipes de la redención salvífica a todos los hombresy por medio de ellos ordenar todo el mundo a Cristo.

§ 2. La Orden participa en esta misión y la ejer-ce mediante todos sus miembros, bien por medio delos hermanos a quienes se ha conferido el ministeriodel orden sagrado, bien por medio de los otros her-manos que, participando en el mismo ministerio porsu vocación cristiana y religiosa, participan en la mi-sión de la Iglesia.

§ 3. Comprométanse también los hermanos enobras externas de apostolado, ya que el SeráficoPadre se propuso a sí y a su Orden participar en lamisión de la Iglesia mediante la actividad apostólica;por lo mismo, toda la vida religiosa de sus miembrosdebe estar imbuida del espíritu apostólico, y toda suactividad apostólica informada de espíritu religioso.

121 - § 1. Los hermanos, con la profesión de los con-sejos evangélicos, consagran de manera especialtodas sus energías a manifestar al mundo, de palabray de obra, el mensaje de Cristo, y a comunicar su gra-cia, para así imbuir de espíritu evangélico las diversascomunidades y ambientes y dar testimonio de la pro-ximidad del reino de Cristo.

§ 2. El primer apostolado de los hermanos esvivir entre los hombres la vida evangélica en caridady pobreza, en sencillez y humildad.

122 - § 1. Conviene que el trabajo de los hermanos,sea del género que sea, manifieste siempre la genuinacaracterística de fraternidad y de minoridad.

§ 2. Como verdaderos hermanos menoresmuéstrense a todos siempre dispuestos para servir a

106 CAPITULO V - TÍTULO I

la Iglesia y para ayudar a los hombres. Cumplan conánimo gozoso los oficios más humildes, sin esperarrecompensa, y, entre los medios idóneos, prefieran losmás pobres, y adopten el método más sencillo.

§ 3. Manifieste la laboriosidad de la fraternidadsu unidad interior y sea fermento de apostolado cadavez más eficaz.

123 - § 1. Trabajen los hermanos de manera que no seextinga el espíritu de oración y devoción, antes biense alimente más intensamente la oración, y se santi-fique y resulte más fecundo el trabajo mismo.

§ 2. Téngase sumo cuidado para que desde losinicios de la formación de los hermanos, se cultiven laespontaneidad y la responsabilidad en la oración y enel trabajo.

124 - § 1. Asúmanse obras de apostolado en fraternaconcordia y, teniendo en cuenta las disposiciones ycapacidad de los hermanos, asígnenlas los Superio-res a cada religioso.

§ 2. Presten, de buena gana, fraterna colabo-ración a otras comunidades todos los hermanos, prin-cipalmente los que son expertos en trabajos u oficiosespeciales.

§ 3. Los hermanos, en cuanto puedan, coope-rarán comunitariamente en la programación y reali-zación de iniciativas.

§ 4. Los hermanos han de procurar solícita-mente no poner dificultades a la unidad o al testimo-nio de fraternidad, con obligaciones asumidaspersonalmente.

EL FUNDAMENTO DE LA ACTIVIDAD FRANCISCANA 107

TÍTULO II

LOS CAMPOS Y LAS FORMASDE LA ACTIVIDAD DE LOS HERMANOS

125 - § 1. Los hermanos ejercerán el apostolado ensus diversas formas, bien mediante la actividad pas-toral, intelectual y manual, bien con el testimonio dela presencia franciscana.

§ 2. Los hermanos, respondiendo a las necesi-dades más urgentes de su tiempo, con espíritu de fe ysegún las normas de la Iglesia, hagan experienciasnuevas tanto en la selección como en el ejercicio delapostolado.

§ 3. Si bien ninguna forma de apostolado esajena a la Orden, se seleccionarán, sin embargo,aquellas actividades que, en función de la actividadde la Iglesia y de las necesidades de los tiempos, delos lugares y de los grupos, son más urgentes, aban-donadas aquellas que se consideran hoy menos efi-caces u oportunas.

§ 4. Los hermanos se esforzarán por conocer lasociedad de los hombres entre los que viven, por cul-tivar la relación con ella y por ofrecerle el ministeriopastoral.

126 - § 1. La finalidad de toda actividad pastoral delos hermanos ha de ser que los fieles conozcan la vo-luntad del Padre celestial por medio de la predicacióndel Evangelio, se incorporen al cuerpo místico deCristo por medio de los sacramentos y participen enla Eucaristía, a fin de unir su vida y su muerte al sa-crificio de Cristo, Cabeza, en el ministerio pascual.

108 CAPITULO V - TÍTULO II

§ 2. Se recomienda, de manera especial a los sa-cerdotes, el ministerio de la predicación y de los sa-cramentos, mediante los cuales la Iglesia hacepresente a Cristo, autor de la salvación; mas, los otroshermanos pueden contribuir también con diversasactividades.

§ 3. Por el ministerio de la predicación se suscitala fe en el corazón de los no creyentes y se alimenta enel corazón de los creyentes, y por la administración delos sacramentos se realiza y se acrecienta la unión conCristo, anunciado en la predicación.

127 - Póngase especial cuidado para que las iglesiasque sobresalen entre las demás o gozan de cierta ce-lebridad sean centros de irradiación de vida cristiana,de culto litúrgico y de esmerada actividad pastoral.

128 - § 1. Ejerzan los hermanos, según los propios ca-rismas, el ministerio de la palabra, para el bien y edi-ficación de los fieles, iluminando con la verdadperenne del Evangelio, de forma sencilla y breve, in-cluso con los medios de comunicación social más efi-caces, las situaciones reales de la vida.

§ 2. Puesto que la predicación debe atenersesobre todo a las fuentes de la sagrada Escritura y dela liturgia, como anuncio de las maravillas de Dios enla historia de la salvación o misterio de Cristo, loshermanos leerán y escucharán diariamente la pala-bra 'de Dios, para poder comunicar más adecuada-mente a los demás las cosas meditadas.

§ 3. Los hermanos anunciarán el misterio deCristo y su Evangelio de paz, de caridad y de peniten-

LOS CAMPOS Y LAS FORMAS DE LA ACTIVIDAD DE LOS HERMANOS 109

cia o conversión, y exhortarán a los hombres a la ho-nestidad de vida según las leyes del Evangelio.

§ 4. A fin de que la evangelización resulte máseficaz, los hermanos se prepararán diligentemente y,mediante continuado ejercicio, alcanzarán especialcompetencia en la predicación pastoral.

129 - § 1. Los hermanos tendrán como fin principalde la misión de la Iglesia el ministerio de la gracia, yconsiderarán la celebración del sacrificio Eucarísticocomo culminación del ministerio santificante.

La celebración Eucarística debe constituir paralos hermanos sacerdotes la acción apostólica más im-portante de su sacerdocio ministerial, mediante elcual se actualiza continuamente el sacrificio de lacruz y se realiza el sacrificio del pueblo de Dios.

La participación en el sacrificio Eucarístico hade constituir para los demás hermanos la principalactividad apostólica de su sacerdocio común.

§ 2. Los hermanos, cada uno según su condi-ción, procurarán administrar con gran celo los demássacramentos, como también los demás ministerioseclesiásticos y obras de apostolado, que se relacionancon la sagrada Eucaristía y a ella se ordenan, con elfin de promover entre los fieles la vida sacramental yla vida de oración, principalmente la litúrgica.

§ 3. Los hermanos sacerdotes se dedicarán conparticular celo a la administración del sacramento dela penitencia o reconciliación, teniendo presente tan-to la condición humana, que necesita renovación con-tinua y aumento de 'la gracia de Dios, como labondad del Redentor, que no quiere la muerte del pe-cador sino que se convierta y viva.

110 CAPITULO V - TÍTULO II

130 - § 1. Los hermanos se esforzarán por atraer a launión vital con Cristo a los que están alejados de lapráctica de la vida cristiana.

§ 2. Los hermanos dedicarán especial atencióna los enfermos y por lo tanto, los visitarán frecuente-mente y les facilitarán la recepción de los sacramen-tos; asimismo, prepararán con solicitud a losmoribundos para el tránsito salvífico a la vida eterna.

131 - Recuerden los hermanos sacerdotes, consagra-dos para el oficio del presbiterado, que han de ser co-laboradores eficaces del Orden episcopal como loexigen las necesidades siempre crecientes de los fie-les. Y los hermanos religiosos que pertenecen a la fa-milia diocesana por alguna razón peculiar prestarángenerosa ayuda a la sagrada jerarquía.

132 - § 1. Teniendo en cuenta las necesidades de lasalmas, los hermanos pueden asumir, aunque sea tem-poralmente, cura parroquial: de manera, ciertamente,que puedan ofrecer al pueblo de Dios eficaz testimo-nio de minoridad y de fraternidad en la vida y en eltrabajo.

§ 2. Procúrese sobremanera que en estas parro-quias se armonice al máximo la vida apostólica con elejercicio de la vida conventual; por eso, en cuanto seaposible, no se deben recibir parroquias donde no sepuede formar comunidad.

133 - § 1. Los hermanos, teniendo en cuenta la voca-ción de los laicos al apostolado, colaborarán frater-nalmente con los mismos y les prestarán especialatención en sus actividades apostólicas. No asuman

LOS CAMPOS Y LAS FORMAS DE LA ACTIVIDAD DE LOS HERMANOS 111

cargos que por su naturaleza son más propios de loslaicos.

§ 2. Promuévase en todas partes la Orden Fran-ciscana Seglar, conforme a la norma de las Constitu-ciones, n. 116. Difúndase entre los sacerdotesdiocesanos el conocimiento del espíritu de San Fran-cisco, para que también ellos se asocien a la OrdenFranciscana Seglar, promuevan en sus parroquias lasactividades de la misma y reciban después ayuda delos miembros de la Orden Franciscana Seglar.

§ 3. Igualmente los hermanos cultivarán y fo-mentarán entre el pueblo y el clero, con piadoso y asi-duo interés, la Milicia de María Inmaculada,expresión plena del espíritu mariano de la Orden yforma preclara de apostolado evangélico.

134 - Los hermanos, movidos por el espíritu del paci-ficador Padre Francisco, participarán en actividadesecuménicas. Los suficientemente versados en la cues-tión ecuménica, actuando siempre con paciencia yprudencia, mediante contactos personales y reunio-nes de trabajo, conforme a las normas de la Iglesia,han de procurar alcanzar aquella plenitud, mediantela cual el Señor quiere el crecimiento de su cuerpomístico.

135 - Los hermanos pueden colaborar oportunamen-te, con solicitud apostólica, en el ámbito de las rela-ciones con los no cristianos, en las iniciativas quetienen como fin inmediato la promoción de los valo-res humanos, conforme a las normas establecidas porla autoridad eclesiástica competente.

112 CAPITULO V - TÍTULO II

136 - § 1. Con el fin de ayudar eficazmente a los hom-bres, los hermanos cualificados, profundizando en elconocimiento de los problemas sociales y económi-cos a la luz de la fe, participarán de la formamás con-veniente en su vida, necesidades y dificultades.

§ 2. Los hermanos cooperarán, en cuanto pue-dan, con todos los hombres de buena voluntad, en ini-ciativas de caridad, de asistencia social y desolidaridad internacional, para que los hombrespasen de la penuria y de la ignorancia a condicionesde vida verdaderamente humanas, y se promuevaentre todos la justicia y la paz.

137 - § 1. Promuévanse actividades científicas y deinvestigación, particularmente las referentes a la viday a la doctrina franciscana; y divúlguense sus frutos ylas experiencias realizadas por los hermanos, inclusoa través de los medios de comunicación social. Se re-quiere la licencia del Superior mayor, además de ladel Ordinario del lugar, para editar obras que tratande religión y de costumbres (can. 832).

§ 2. Los hermanos que frecuentan institutos su-periores, corno profesores o corno alumnos, han dedar testimonio de vida franciscana, uniendo el amora la verdad con la sabiduría y la observancia del Evan-gelio.

138 - § 1. Los hermanos capacitados pueden parti-cipar en el apostolado de la educación o enseñanzasuperior en instituciones de cualquier género, inclusono católicas.

§ 2. Las actividades educativas a través de la en-señanza de las ciencias humanas y las obras asisten-

LOS CAMPOS Y LAS FORMAS DE LA ACTIVIDAD DE LOS HERMANOS 113

ciales, han de considerarse entre las formas de apos-tolado, abiertas siempre a la misión apostólica de laOrden.

§ 3. Los hermanos ayudarán a todos los hom-bres en los institutos y centros de información, paraque su vida se llene del espíritu de Cristo, y promove-rán el bien de la sociedad y orientarán la cultura hu-mana al mensaje de salvación.

§ 4. Promuévanse asociaciones de ex-alumnos,informadas de verdadero espíritu eclesial, a fin deque, en cuanto sea posible, no se interrumpa la laboreducativa de los jóvenes.

139 - § 1. Todos los hermanos trabajarán fiel y devo-tamente y, si trabajan bajo la autoridad de otros, pro-curarán cumplir sus obligaciones respetuosa ydiligentemente.

§ 2. Quien está dotado de algún carisma parti-cular, debe ponerlo al servicio de la edificación delreino de Dios, bajo la dirección de la autoridad com-petente y con la colaboración de los demás herma-nos.

TÍTULO III

LA ORDENACION DE LA ACTIVIDADDE LOS HERMANOS

140 - Compete al capítulo provincial examinar si lasactividades de la provincia responden a las exigenciasde los tiempos y a la misión franciscana, en cuanto a

114 CAPITULO V - TÍTULO III

la selección, a las formas concretas de acción y a laeficacia del testimonio. El capítulo verá también si laprovincia puede ampliar su actividad para la expan-sión del reino de Dios entre los infieles, iniciando ac-tividades en tierras de misiones.

141 - § 1. Compete igualmente al capítulo provincialanalizar y decidir el planteamiento general del apos-tolado y, para los ministerios que precisan normas es-peciales, elaborar estatutos, conformes con lasdisposiciones diocesanas o regionales.

§ 2. El Ministro provincial, con la ayuda, segúnlos casos, del Definitorio, en colaboración con losGuardianes y con el oportuno asesoramiento de la co-misión competente, debe moderar las actividades dela provincia según los planes del capítulo provincial.

142 - § 1. Corresponderá a la Conferencia de Minis-tros provinciales coordinar los trabajos que se com-prometan a realizar en colaboración fraterna lasprovincias, y hallar formas adecuadas para fomentardicha colaboración.

§ 2. Téngase siempre en cuenta lo que una pro-vincia puede realizar mejor en colaboración con otrasprovincias y que es de utilidad para toda la Orden.

143 - § 1. Piense el Guardián que su oficio consisteen moderar el trabajo de la comunidad y en mantenerunidos en la fraternidad a los hermanos dedicados aobras diversas.

§ 2. Corresponde al capítulo conventual, salvoel derecho de los Superiores, decidir los compromisos

LA ORDENACION DE LA ACTIVIDAD DE LOS HERMANOS 115

que han de aceptarse o dejarse temporalmente y, asi-mismo, para fomentar la unión de los hermanos, re-cibir las relaciones del apostolado de cada uno ytratar de cada una de las obras.

§ 3. En la aceptación de alguna actividad apos-tólica, para la que se requiere o parece convenienteun contrato escrito, el Ministro provincial, oído el ca-pítulo conventual y con el consentimiento de su De-finitorio, subscribe dicho contrato, en el que seespecificará con claridad todo lo concerniente a la re-alización del trabajo, a los hermanos dedicados almismo y a la parte económica.

144 - § 1. Los Superiores asignarán a los hermanossólo aquellas obligaciones que permiten vivir en con-formidad con la Regla; las actividades, por otra parte,han de armonizarse con los deberes de la vida común.

§ 2. En la asignación de los trabajos apostólicosa los hermanos, téngase en cuenta su competencia re-ligiosa y apostólica, doctrinal y técnica, así como elconveniente conocimiento de las costumbres vigen-tes y de las maneras de sentir y de pensar de la vidasocial actual.

§ 3. Los Superiores, principalmente el Ministroprovincial, han de procurar que haya hermanos peri-tos y expertos suficientes. Quien, pues, es experto enalgún arte o disciplina, ejérzala, con el consentimien-to del Superior, para bien de la Iglesia.

145 - § 1. Los hermanos, en cualquier ministerio uobra a ellos encomendada, se mantendrán fieles a laobservancia de la Regla y a la obediencia a los Supe-riores.

116 CAPITULO V - TÍTULO III

§ 2. Los hermanos que por razón de contratoestán obligados a ciertas obras, en cuanto religiosos,están sujetos a la visita y a la corrección del Ministroprovincial y a la vigilancia del Guardián; también loestán a la autoridad del contratante en lo concer-niente al apostolado realizado.

146 - § 1. Los hermanos con cura de almas debenadaptarse mediante convenientes renovaciones, en loreferente a criterios y a métodos, a las Conferenciasepiscopales y a las disposiciones diocesanas y regio-nales.

§ 2. Foméntese la cooperación interprovincialy con otras instituciones de la misma región, sobretodo en tierras de misión.

147 - § 1. Compete al Ministro provincial con el con-sentimiento de su Definitorio aceptar parroquias, pre-via consulta al Ministro general y el envío al mismode un ejemplar del contrato, salvas las prescripcionesjurídicas.

§ 2. Conciértese un contrato entre el Ministroprovincial y el Ordinario del lugar, en el que, con cla-ridad, se deben determinar las condiciones de la acep-tación de la Parroquia.

§ 3. Los hermanos que ejercen ministerio pa-rroquial están sujetos a la jurisdicción de los Obispos,conforme al derecho, en lo concerniente al oficio pas-toral y a la cura de almas. Los libros parroquiales, so-metidos a la inspección del Ordinario del lugar, loestán también a la vigilancia de los Superiores de laOrden.

LA ORDENACION DE LA ACTIVIDAD DE LOS HERMANOS 117

§ 4. La parroquia se encomienda a la provincia,y, por lo mismo, compete al Ministro provincial con elconsentimiento de su Definitorio presentar al Ordi-nario del lugar al hermano, o, si la cura pastoral seencomienda a varios solidariamente, al hermano di-rector del que se habla en el canon 517, § 1, para quesea nombrado párroco (can. 520, § 1; 682, § 2). Locual vale también cuando se trata de la presentacióndel rector de una iglesia, según el canon 556 (can.557, § 2). Corresponde al Ministro provincial, oído alpárroco, presentar los vicarios parroquiales.

§ 5. Aunque la parroquia se encomienda a 1aprovincia mediante contrato escrito, sin embargo, laresponsabilidad directa corresponde al párroco (can.520, § 1). El cual debe asociarse vicarios cooperado-res y servirse de la colaboración de los demás her-manos de la comunidad, quienes, de buena gana,prestarán su colaboración, con el pleno consenti-miento y apoyo del Guardián.

§ 6. Los estatutos provinciales han de determi-nar con más detalle las competencias del Guardián ydel párroco, y todo lo que se refiere a los bienes de laparroquia, a norma del derecho. Por lo que respectaa la duración del oficio de párroco, aunque es amovi-ble conforme al canon 682, § 2, conviene que goce decierta estabilidad. Por eso, debe observarse cuánto so-bre esta cuestión hayan decretado las ConferenciasEpiscopales (can. 522).

118 CAPITULO V - TÍTULO III

TÍTULO IV

LA ACTIVIDAD MISIONERA DE LA ORDEN

148 - § 1. El Señor Jesucristo, enviado por el Padre,que quiere que todos los hombres se salven y que lle-guen al conocimiento de la verdad, evangelizó a lospobres para hacer a los hombres partícipes de la na-turaleza divina, y encargó a la Iglesia continuar dichamisión; la Orden seráfica debe participar denodada-mente en esta misión, incluso mediante la actividadapostólica misionera.

§ 2. La Orden debe procurar fomentar y am-pliar el apostolado misionero, recibido por nuestroPadre San Francisco como mandato de la Iglesia, notan sólo entre los pueblos y grupos humanos que re-ciben comúnmente el nombre de misiones, sino tam-bién entre las iglesias antiguas, que atraviesan ciertoestado de regresión o debilidad y de insuficiencia.

149 - § 1. Foméntese y promuévase con sumo cuida-do en toda la Orden el espíritu misionero, sobre todoen nuestros seminarios, y se rece y se ofrezcan conti-nuamente sacrificios por las misiones.

§ 2. Esfuércense los hermanos en suscitar mi-sioneros laicos y en promover entre los fieles la res-ponsabilidad misionera.

150 - Quien, por inspiración divina, quiere ir a las mi-siones, pida licencia por escrito a su Ministro provin-cial, el cual, valorada la conveniencia, no negará lalicencia, si ve que el solicitante es apto para la misión.

LA ACTIVIDAD MISIONERA DE LA ORDEN 119

151 - § 1. Los Ministros han de procurar que los her-manos, antes de ir a misiones, se preparen medianteespecífica formación espiritual, lingüística y misio-nológica.

§ 2. Complétese la formación en institucionesen tierras de misión, de manera que los misionerospuedan usar con soltura y con elegancia la lengua dellugar, y conozcan suficientemente las ideas religiosas,la historia y la cultura de los indígenas.

§ 3. Una tal formación debe tener continuidad,para que los misioneros estén siempre a la altura delas exigencias y necesidades dimanantes de la evolu-ción de los tiempos.

152 - § 1. Toda actividad misionera de los hermanos,en especial la predicación del Evangelio con la pala-bra y con el ejemplo, ha de orientarse a la propaga-ción de la fe y a la implantación de la Iglesia.

§ 2. Esfuércense los misioneros por insertarseen la vida del pueblo, acepten y cultiven los valoresgenuinos, y presten atención a la profunda transfor-mación que se da en los pueblos.

§ 3. Con el fin de que la división entre los cris-tianos no dificulte a ninguno el acceso a la fe, bus-quen los hermanos medios y formas de prudentecolaboración hasta con las iglesias separadas.

153 - § 1. Procúrese también, desde el momento de laimplantación de la Iglesia, la presencia estable de laOrden, ya que la vida religiosa aporta a la actividadmisionera ayudas preciosas y absolutamente necesa-rias.

120 CAPITULO V - TÍTULO IV

§ 2. El Superior de la misión ha de procurar quetodos los hermanos fomenten las vocaciones indí-genas y que todos los candidatos se formen adecua-damente. Sea solícito también en que los hijos de lamisma nación asuman gradualmente cargos de apos-tolado y de gobierno.

154 - § 1. Corresponde a la provincia enviar misio-neros suficientes en número e idóneos a la misión aella encomendada, así como proveerla de medios ade-cuados.

§ 2. La provincia que no tiene misión propia en-viará, según sus posibilidades, misioneros y ayuda alas misiones confiadas a otras provincias o a laOrden.

§ 3. El Secretario para las misiones promoverálas comunicaciones con los misioneros y las activi-dades, para así fomentar el espíritu misionero.

§ 4. Las actividades misioneras de la Orden lascoordina y dirige el Secretario general para las misio-nes, según su estatuto particular; por consiguiente,los Superiores de las misiones enviarán anualmenteal mismo una relación sobre el estado espiritual, dis-ciplinar y económico.

LA ACTIVIDAD MISIONERA DE LA ORDEN 121

CAPITULO VI

EL GOBIERNO DE LA ORDEN

Introducción espiritual

a) Desde el momento que la Sede Apostólica acos-tumbra acceder a los piadosos votos y conceder bené-vola acogida a los honestos deseos de los suplicantes,por lo mismo, el Sumo Pontífice confirmó con su au-toridad apostólica la Regla de la Orden. La Iglesia, des-pués de esto, bien poniendo los fundamentos de lapotestad dominativa por medio de la Regla aprobada,bien delegando parte de su suprema jurisdicción en lasautoridades de la Orden, ha asumido a los Superioresde la Orden como socios de su oficio supremo en el go-bierno de la fraternidad.Los hermanos constituidos en autoridad deben ejer-

cerla con el espíritu del Fundador: «Pero los hermanos,que son súbditos, recuerden que renunciaron por Diosa los propios que re res. Por lo cual, les mando firme-mente que obedezcan a sus ministros en todo lo queprometieron al Señor guardar y no está en contra delalma y de nuestra Regla» (2R. 10).

b) Cómo ha de ser el Ministro general de esta familialo precisó el mismo Seráfico Padre respondiendo a unhermano que se lo había preguntado: «Debe ser hombrede mucha reputación, de gran discreción, de fama ex-celente. Hombre sin amistades particulares, no sea que,inclinándose más a favor de unos, dé mal ejemplo atodos. Hombre amigo de entregarse a la santa oración...

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 123

Debe ser hombre en quien no haya lugar para la sór-dida acepción de personas, que tenga igual cuidado delos menores y de los simples que de los sabios y mayo-res. Hombre que, por más que se le haya dado distin-guirse en letras, sin embargo, se distinga más comoimagen de sencillez piadosa en la conducta y promotorde la virtud. Hombre que execre el dinero, corruptelaprincipal de nuestra profesión y perfección... Hombreque consuele a los afligidos, como último asilo que esde los atribulados, no sea que, por no hallar en él re-medio saludable, el mal de la desesperación domine alos enfermos. Para plegar los insolentes a la manse-dumbre, abájese él; y, a fin de ganar las almas paraCristo, ceda algún tanto de su derecho. No cierre las en-trañas de la misericordia, como ovejas que se han per-dido, a los desertores de la Orden, sabedor de que se dantentaciones muy fuertes que pueden empujar a tan grancaída.Quisiera que todos lo veneraran a quien hace las ve-

ces de Cristo y lo proveyeran con buena voluntad de to-do cuanto necesita. No deberá, con todo, complacerseen los honores ni contentarse más en los favores queen las injurias... Finalmente, debe ser tal, que, por laambición de conservar el honor, no haga olvidar de nin-gún modo la indefectible forma de la justicia y que sien-ta que un cargo tan grande le resulta más peso quehonor. En todo caso, ni la demasiada suavidad engen-dre indolencia, ni una indulgencia laxa, relajación de ladisciplina, de manera que, siendo amado de todos, lle-gue también a ser temido por los obradores del mal...Ahí tenéis el tipo de ministro general de la Orden; talcomo debe ser» (2C. 185,186).Y todavía continúa San Francisco: «Y quisiera ver-

lo rodeado de compañeros virtuosos que, al igual que él,

124 CAPITULO VI

se mostraran ejemplo de toda buena obra: vigorososcontra las comodidades, fuertes en las dificultades yafables con tal oportunidad, que recibieran con santoagrado a cuantos acudieren a ellos» (2C. 186).

c) «¡En el nombre del Señor! Todos los hermanosque son constituidos ministros y siervos de los otroshermanos, distribuyan a éstos en las provincias, y enlos lugares donde estén, visítenlos frecuentemente yamonéstenlos y anímenlos espiritualmente... Y recuer-den los ministros y siervos que dice el Señor: No vine aser servido sino a servir, y que les ha sido confiado elcuidado de las almas de los hermanos, de las cualestendrán que rendir cuentas en el día del juicio ante elSeñor Jesucristo si alguno se pierde por su culpa y malejemplo» (1R. 4).«Los que han sido constituidos sobre otros, glorí-

ense de tal prelacía tanto como si estuviesen encarga-dos del oficio de lavar los pies a los hermanos» (Adm.4). «Pero aquél a quien ha sido encomendada la obe-diencia... sea... siervo de los otros hermanos. Y concada uno de los hermanos practique y tenga la miseri-cordia que quisiera que se tuviera con él si estuviese encaso semejante. Tampoco se deje llevar de la ira en con-tra del hermano por algún delito suyo, sino con todapaciencia y humildad amonéstelo y sopórtelo benigna-mente» (2CtaF.).

d) El bienaventurado Francisco pensaba que los ca-pítulos de los hermanos eran de gran importancia parapromover el gobierno de la Orden. Y, en efecto, «aumen-tado el número de los hermanos, el solícito pastor co-menzó... a convocarlos a capítulo general, con el finde... asignar a cada uno la porción de obediencia» (LM.

INTRODUCCIÓN ESPIRITUAL 125

4, 10); Y a todos dirigía palabras que seguidamente en-viaría a los futuros capítulos por medio de una carta,de manera que los hermanos, después de leerla respon-sablemente, ordenaran todas las cosas para favorecerla regular observancia en toda la Orden: «Escuchad, se-ñores hijos y hermanos míos, y prestad atención a mispalabras. Inclinad el oído de vuestro corazón y obede-ced a la voz del Hijo de Dios. Guardad sus mandamien-tos con todo vuestro corazón y cumplid sus consejosperfectamente. Alabadlo, porque es bueno, y enaltece-dlo en vuestras obras; pues para esto os ha enviado almundo entero, para que de palabra y de obra deis testi-monio de su voz y hagáis saber a todos que no hay otroomnipotente sino El. Perseverad en la disciplina y en lasanta obediencia y cumplid lo que le prometisteis conbueno y firme propósito» (CtaO.)«Y en lo que se refiere a los capítulos provinciales,

como quiera que no podía asistir personalmente a ellos,procuraba estar presente en espíritu mediante el solíci-to cuidado y atención que prestaba al régimen de la Or-den, con la insistencia de sus oraciones y la eficacia desu bendición» (LM. 4,10), de manera que los mismoscapítulos se preocupaban de tratar responsablemente«de las cosas que conciernen a Dios»,Ya en las primeras y después en las sucesivas cons-

tituciones de la Orden, se asigna también a los capítu-los provinciales el deber de promover el gobierno decada fraternidad de la Orden y de las provincias.

126 CAPITULO VI

TÍTULO I

LA AUTORIDAD EN LA ORDEN

155 - § 1. Con el fin de ordenar rectamente la vida ylas obras de toda la fraternidad, y de orientarla conoportunas ayudas, hay autoridades en la Orden, queson los capítulos y los Superiores.

156 - § 1. La autoridad suprema para la Orden residey se ejerce en el capítulo general.

§ 2. La autoridad principal para cada provinciay sus custodias reside y se ejerce en el capítulo provin-cial.

§ 3. En las custodias generales la autoridadprincipal reside y se ejerce en el propio capítulo con-forme a las normas de los estatutos generales.

§ 4. Al capítulo conventual le compete la auto-ridad conforme a la norma de las Constituciones y delos estatutos generales y provinciales.

157 - § 1. Los Superiores de la Orden, tanto mayorescomo locales, han de ejercer la autoridad conforme ala norma del derecho común y del propio (cnn. 596,§ 2; 129, § 1). Tienen jurisdicción eclesiástica tanto enel foro interno como en el foro externo (can. 274, §1). Antes de acceder a su oficio, están obligados aemitir la profesión de fe ante el capítulo o, según loscasos, ante el Superior mayor (can. 833, 8º).

§ 2. Los Superiores mayores, denominados Or-dinarios en nuestras Constituciones, son: el Ministrogeneral para toda la Orden, el Ministro provincial pa-

LA AUTORIDAD EN LA ORDEN 127

ra su provincia, el Custodio general y el Custodio pro-vincial para su respectiva custodia y también sus Vi-carios en el ejercicio de su oficio, conforme a lanorma de las Constituciones, n. 167, § 3.

158 - § 1. Cuando el Superior necesita el consenti-miento o el consejo, conforme a la norma del dere-cho, si, por cualquier motivo, no lo solicita, o, si serequiere el consejo, obra contra el voto dado, el actopor él realizado es inválido.

§ 2. Pídanse en común el consentimiento y elconsejo, a no ser que, cuando se trate de pedir sólo elconsejo, los estatutos generales dispongan lo contra-rio. Pero siempre debe constar por escrito que el con-sejo o el consentimiento se pidieron y se prestarondebidamente.

159 - § 1. El capítulo y el Definitorio deben cumplirfielmente el oficio encomendado y, cada uno segúnsus competencias, han de ser la expresión de la par-ticipación y del interés de todos los hermanos para elbien de la fraternidad.

§ 2. No puede pedirse al respectivo Definitorioque resuelva los problemas que atañen al capítulo, sino es por causa grave aprobada mediante el voto fa-vorable de dos tercios del capítulo.

§ 3. Se permite invitar al capítulo o al Defini-torio peritos, incluso laicos, para pedir su parecer.

160 - § 1. Para la validez de las acciones capitulares serequiere la presencia de dos tercios de los vocales.

§ 2. También para los Definitorios se requierela presencia de dos tercios, a no ser que se prevea la

128 CAPITULO VI - TÍTULO I

ausencia forzosa de varios vocales por tiempo supe-rior a una semana y se trate de casos urgentes, en losque basta la mayoría absoluta.

§ 3. Para resolver cada asunto se requiere y essuficiente el consentimiento de la mayoría absolutade los presentes, a no ser que para algún caso se dis-ponga expresamente lo contrario.

TÍTULO II

LOS OFICIOS

161 - § 1. Los hermanos escogidos para un oficio, de-ben aceptarlo humildemente con espíritu de servicioy cumplirlo fielmente.

§ 2. Los hermanos profesos solemnes que go-zan de las cualidades requeridas por el derecho canó-nico y por el nuestro particular son hábiles para losoficios de la Orden.

162 - § 1. Los oficios generales son: el oficio de Minis-tro, de Vicario, de Procurador, de Asistente y de Se-cretario.

§ 2. Los oficios provinciales son: el oficio de Mi-nistro, de Vicario, de Definidor, de Secretario, de Cus-todio capitular.

§ 3. Los oficios cuasi-provinciales son: los ofi-cios de Custodio general y provincial y de sus Vica-rios y Definidores.

§ 4. Los oficios conventuales son: el oficio deGuardián y de Vicario del convento.

LOS OFICIOS 129

§ 5. Todos los demás oficios tomados en sentidogenérico se denominan cargos en estas Constitu-ciones.

163 - § 1. Todos los oficios generales, provinciales ycuasi-provinciales se confieren en el respectivo capítu-lo mediante elección por el sistema de papeletas, si nose dispone otra cosa. Pero, producida una vacante fue-ra del capítulo, los vicarios suceden por derecho en eloficio hasta la nueva elección; y para los otros oficiosprovee el respectivo Ministro con su Definitorio.

§ 2. Los Guardianes los elige el capítulo provin-cial; por causa justa, fuera del capítulo, el Ministroprovincial con su Definitorio, por el sistema de balo-tas, previa designación hecha por el mismo Ministro.El Vicario se elige en el capítulo provincial de la mis-ma manera. Los que han de ser elegidos para estosoficios, han de ser profesos solemnes desde al menosdos años (can. 623).

§ 3. Los cargos, en cambio, se confieren por ba-lotas o por nombramiento, según se determine paracada caso en las Constituciones o en los estatutos.

164 - § 1. En las elecciones obsérvese el derecho co-mún y nuestro derecho particular. Sin embargo, salvolo prescrito en los parágrafo s 2 y 3, se considera ele-gido y como tal es proclamado por el presidente, elque, restados los votos nulos, obtiene la mayoría ab-soluta de los votos, o, después de dos escrutinios in-eficaces, la mayoría relativa en el tercer escrutinio; y,en caso de empate, después del tercer escrutinio, seconsidera elegido el más antiguo de profesión so-lemne, y después, de edad.

130 CAPITULO VI - TÍTULO II

§ 2. Para la tercera y última elección sucesivapara el mismo oficio, se requiere mayoría cualificada,dos tercios de los votos; mayoría que se ha de obteneren el primero o segundo escrutinio. La misma norma,en cuanto a la mayoría cualificada de votos, vale tam-bién para la tercera y última elección sucesiva del Guar-dián en la misma casa. Por otra parte, no se permita quelos hermanos desempeñen cargos de gobierno durantelargo tiempo y sin interrupción (can. 624, § 2).

§ 3. Para la elección del Ministro general y pro-vincial y del Custodio general, se admiten cinco es-crutinios. Después del segundo escrutinio ineficaz,carecen de voz pasiva los candidatos para los que serequiere mayoría absoluta. En el quinto escrutiniotienen voz pasiva sólo los dos que en el cuarto hanobtenido el mayor número de votos; si varios obtie-nen idéntica mayoría, todos ellos son candidatos y ca-recen de voz activa en el quinto escrutinio; resultaráelegido el que obtiene mayoría relativa y, en caso deempate, el más antiguo de profesión solemne, y des-pués, de edad.

§ 4. El Ministro general se designa medianteelección canónica conforme a la norma de las Cons-tituciones, n. 164, § 3. Los demás Superiores se nom-bran también conforme a la norma de lasConstituciones, de tal modo, sin embargo, que, si sonelegidos, necesitan la confirmación del Superiormayor competente, conforme a la norma del derecho(can. 179, §§ 1-5), y, si son nombrados por el Supe-rior, debe preceder una oportuna consulta.

165 - § 1. Los oficios generales se confieren para unsexenio; y los provinciales, los cuasi-provinciales y losconventuales, para un cuatrienio. [Cap. gen. 1995]

LOS OFICIOS 131

§ 2. Los cargos los confiere el capítulo para unsexenio, si son generales; de lo contrario, para un cua-trienio. Los cargos conferidos por el sistema de balo-tas pueden serlo para tiempo determinado oindeterminado, pero no para más de un cuatrienio,que, no obstante, puede renovarse. [Cap. gen. 1995]

166 - § 1. Con el fin de fomentar la caridad y la con-cordia entre los hermanos, los Superiores mayores lestendrán al corriente, mediante diálogos personales,cartas y circulares, de lo tratado en los capítulos y enlos definitorios, y de todo lo referente a la vida de lafraternidad.

§ 2. Harán la visita canónica por lo menos unavez durante su oficio, personalmente o por un delega-do, y leerán la relación en el respectivo capítulo ordi-nario.

§ 3. El Ministro se comportará humilde y cari-tativamente con los hermanos durante la visita, exa-minará atentamente según el directorio la vida y lasactividades de la comunidad, y las clarificará con di-ligencia y las tratará comunitariamente en el capítuloconventual.

167 - § 1. Los Superiores están obligados a resi-dencia, para poder estar siempre a disposición de loshermanos.

§ 2. Los Superiores mayores informarán cons-tantemente a los vicarios sobre el gobierno y la admi-nistración, y se servirán de buena gana de su ayudaen la resolución de los asuntos ordinarios.

§ 3. El Superior que debe ausentarse o está im-pedido ha de avisar a su Vicario, quien tratará los

132 CAPITULO VI - TÍTULO II

asuntos conforme a la norma del derecho y al criteriodel Superior.

168 - § 1. El hermano que, en razón del bien común,lo consideran los Superiores necesario para otro ofi-cio, renunciará de buena gana al oficio conferido.

§ 2. La renuncia al oficio o a los cargos confe-ridos en el capítulo la puede aceptar el mismo capítu-lo, durante la celebración, o, fuera del capítulo, elMinistro con el consentimiento o con su Definitorio,según los casos; a los oficios conferidos en el Defini-torio, la puede aceptar el Ministro con el consenti-miento del Definitorio; pero, a los cargos conferidospor nombramiento, el Superior que nombra.

§ 3. La renuncia del Ministro general, fuera delcapítulo, sólo la puede aceptar la Santa Sede; la delMinistro provincial y la del Custodio general, el Mi-nistro general con el consentimiento de su Definito-rio.

169 - § 1. Ningún oficio o cargo es inamovible en laOrden. Sin embargo, los hermanos han de gozar de laestabilidad que requiere el bien de las almas, de la Or-den y de los mismos hermanos.

§ 2. No se remueva a los hermanos de los ofi-cios conferidos para tiempo determinado si no es porcausa grave y proporcionada, legítimamente compro-bada por el Ministro con su Definitorio, y salva la jus-ticia y la equidad natural.

§ 3. La remoción de alguno del oficio competea la autoridad que, conforme a la norma de las Cons-tituciones n. 168, puede aceptar la renuncia al oficio.

LOS OFICIOS 133

170 - § El Ministro general, con el consentimiento desu Definitorio, puede dispensar, por causa justa, de laley de incompatibilidad de oficios o de inhabilidadpara los mismos, sancionada en nuestro derecho par-ticular.

TÍTULO III

EL CAPITULO GENERAL

171 - § 1. El capítulo general lo convoca el Ministrogeneral y se celebra según los estatutos generales.

§ 2. El capítulo general ordinario, para la elec-ción del Ministro general, se celebra en tiempo dePentecostés, salvo Constituciones n. 180.

172 - El Ministro general, con el consentimiento de suDefinitorio o a petición de la mayor parte de los Mi-nistros provinciales, convoca el capítulo general ex-traordinario, para tratar los asuntos más graves.

173 - § 1. Son capitulares en todas las sesiones del ca-pítulo general ordinario y extraordinario: el Ministrogeneral, los ex-Ministros generales, los Definidoresgenerales, los Ministros provinciales, los Custodiosgenerales y provinciales, los delegados generales y losdelegados de las provincias, conforme a la norma delos Estatutos generales. [Cap. gen. 2001]

§ 2. Impedido legítimamente el Ministro pro-vincial o el Custodio general, va al capítulo el Vicarioe, impedido también éste, el Superior respectivoenvía un delegado.

134 CAPITULO VI - TÍTULO III

174 - El capítulo general lo preside el Ministro gene-ral o, en su ausencia, el Vicario.

TÍTULO IV

EL MINISTRO GENERAL Y SU DEFINITORIO

175 - § 1. Para ser elegido Ministro general un reli-gioso ha de ser profeso solemne desde al menos diezaños.

§ 2. Incumbe al Ministro general, como padrede toda la fraternidad, la obligación de dirigir y velarpor la Orden, y promover obras e iniciativas de la Or-den en bien de la Iglesia.

176 - Dependen directamente del Ministro general:los Definidores generales, los Ministros provinciales,los Custodios generales, los delegados y oficiales ge-nerales en el ejercicio del cargo, y los Guardianes delos conventos bajo la inmediata jurisdicción del mis-mo; y, de forma mediata, todos los demás hermanos.[Cap. gen. 2007]

177 - Los Definidores generales, que son los Asisten-tes generales, ayudan al Ministro general en el gobier-no de la Orden. Durante el sexenio, éstos no puedenser elegidos para oficios provinciales. [Cap. gen.1995]

178 - El Procurador, que ejerce un oficio general,tiene por oficio cuidarse de los asuntos de la Ordenante la Sede Apostólica, por mandato del Ministro ge-

EL MINISTRO GENERAL Y SU DEFINITORIO 135

neral o a instancias de un Ministro provincial, excep-tuados los relativos a las misiones y a la postulacióngeneral. Lo elige el Ministro general con su Definito-rio. [Cap. gen. 2007]

179 - Corresponde a los Asistentes generales exami-nar los asuntos de las provincias de su competencia,visitadas frecuentemente y manifestar su pareceracerca de las mismas al Ministro general o en el De-finitorio, así como mantener contactos con los her-manos de la: región propia.

180 - Rescindido el mandato del Ministro generalfuera del capítulo, asume el gobierno de la Orden elVicario general y convoca el capítulo general, que de-berá celebrarse no antes de tres meses ni después deseis desde la vacación del generalato.

181- Debe haber, a tenor de los estatutos generales,varios oficios y secretariados para examinar los diver-sos temas referentes a la vida y a las actividades detoda la Orden, para la ejecución de las decisiones to-madas por el capítulo o aprobadas en definitorio ge-neral y para ayudar a las provincias.

TÍTULO V

EL CAPITULO PROVINCIAL

182 - § 1. El capítulo provincial ordinario lo convocael Ministro general y se celebra según las normas delos estatutos generales.

136 CAPITULO VI - TÍTULO V

§ 2. El capítulo extraordinario lo convoca el Mi-nistro provincial con el consentimiento de su Defi-nitorio, siempre que lo urjan asuntos muyimportantes. El Ministro provincial informará de ellooportunamente al Ministro general. [Cap. gen. 2001]

183 - § 1. El presidente del capítulo ordinario, en suprimera parte hasta la cuarta sesión (cfr. «Directoriodel Capítulo»), es el Ministro general o su delegado.En las demás sesiones del capítulo ordinario y enotros capítulos preside el Ministro provincial.

§ 2. Son vocales del capítulo provincial ordi-nario: el Ministro general o su delegado, el ex-Minis-tro general en la provincia nativa, el Ministroprovincial, el ex-Ministro provincial que cesó en el úl-timo capítulo ordinario (sólo para el siguiente capí-tulo ordinario), los Custodios provinciales, losDefinidores provinciales, los delegados elegidos atenor de los Estatutos generales, a no ser que el Mi-nistro general con el consentimiento de su Definito-rio, conforme a la norma de los estatutos, proveadiversamente en cuanto a la participación de todoslos hermanos profeso s solemnes. [Cap. gen. 2007]

§ 3. Son vocales del capítulo provincial extraor-dinario todos los vocales del último Capítulo provin-cial ordinario, a no ser que el Ministro general con elconsentimiento de su Definitorio determine otra cosasobre la participación de todos los hermanos profesossolemnes, conforme a la norma de los Estatutos.[Cap. gen. 2001]

184 - § 1. Se admite en la Orden el sufragio directopara la elección del Ministro provincial, a tenor de losestatutos generales.

EL CAPITULO PROVINCIAL 137

§ 2. Corresponde a los respectivos estatutos pro-vinciales la introducción de este sistema en cada pro-vincia.

§ 3. Los estatutos provinciales han de determi-nar el sistema de elección, conforme a los estatutosgenerales, y el número de delegados tanto en la pro-vincia como en la custodia provincial.

185 - Impedida por causa grave la celebración del ca-pítulo provincial, el Ministro general, con el consen-timiento de su Definitorio y oídos, en cuanto seaposible, los hermanos de la provincia, nombra al Mi-nistro provincial y a su Definitorio.

TÍTULO VI

EL MINISTRO PROVINCIAL Y SU DEFINITORIO

186 - Para ser elegido Ministro provincial se ha de serprofeso solemne desde al menos cinco años, y estardotado de madurez, prudencia, pericia y de espíritufranciscano y demás cualidades requeridas por el de-recho (can. 129, § 1; 134, § 1; 274, § 1).

187 - El Ministro, mostrándose caritativo y solícitohacia todos, procurará diligentemente que los herma-nos vivan conforme a la Regla y a las Constituciones,para su santificación y para la edificación de la Igle-sia.

188 - § 1. El Ministro provincial tiene potestad ordi-naria propia en toda la provincia y en cada convento,

138 CAPITULO VI - TÍTULO VI

así como respecto a todos y a cada uno de los herma-nos, conforme a la norma de las Constituciones.

§ 2. Dependen directamente del Ministro pro-vincial: los Custodios provinciales y los Guardianes y,en lo referente a su oficio, los Definidores provincia-les, los delegados provinciales y los Maestros de losseminarios; indirectamente, todos los demás herma-nos.

§ 3. Dependen directamente del Custodio gene-ral y provincial: los Guardianes y, en lo referente a suoficio, los Definidores custodiales y los Maestros delos seminarios; indirectamente, todos los demás her-manos.

189 - El Definitorio del Ministro provincial lo consti-tuyen el Vicario y otros tres Asistentes, a no ser querequieran más los estatutos provinciales.

190 - El consejo definitorial, si lo establecen los esta-tutos provinciales, lo convoca el Ministro provincialpara tratar asuntos importantes de la provincia, y tie-ne facultades de consejo. El Superior mayor requeri-rá de él el consejo o el consentimiento, según seprescribe en los estatutos provinciales.

191 - Son vocales del consejo definitorial: el ex-Min-istro provincial que cesó en el último capítulo, los De-finidores provinciales, el Custodio capitular y otrosvocales ya elegidos para un trienio, a tenor de los es-tatutos provinciales.

192 - El Vicario hace las veces y ocupa el lugar del Mi-nistro provincial ausente o impedido. Por otra parte,

EL MINISTRO PROVINCIAL Y SU DEFINITORIO 139

rescindido 'el mandato del Ministro fuera del capítuloordinario, le sucede el Vicario, con este mismo título,hasta el capítulo ordinario, e informa inmediatamenteal Ministro general de la vacación del oficio.

193 [Derogado por el Cap. gen. 2007]

194 - Establézcanse pertinentes comisiones provin-ciales para coordinar y promover las principales acti-vidades de la provincia, cuyo número, miembros,competencia y modo de actuar lo han de determinarlos estatutos provinciales.

TÍTULO VII

EL CUSTODIO GENERAL Y PROVINCIALY SUS DEFINITORIOS

195 - § 1. Todo lo dicho en los títulos V y VI sobre laprovincia y sus oficiales vale también, en la debidaproporción legal, para la custodia general.

§ 2. La autoridad en la custodia general, encuanto vicaria, pueden limitarla, por causa justa, losestatutos aprobados en el capítulo general.

§ 3. Las custodias generales tienen su Custodiocapitular, el cual lee la relación sobre el estado de lacustodia sólo en el capítulo custodial ordinario.

196 - § 1. La custodia provincial puede tener, confor-me a la norma de los estatutos provinciales, su propiocapítulo, al que compete la autoridad prevista por losmismos estatutos.

140 CAPITULO VI - TÍTULO VII

§ 2. El Custodio provincial, su Vicario y al me-nos dos Definidores, los elige el capítulo provincial ocustodial, conforme a la norma de los estatutos pro-vinciales.

§ 3. [Derogado por el Cap. gen. 2007]

197 - § 1. Compete al Custodio provincial promover lavida religiosa, los ministerios y las actividades de loshermanos y, a tenor de las Constituciones n. 153, fo-mentar el incremento de la Orden.

§ 2. El Custodio, con el consentimiento de suDefinitorio puede afiliar candidatos a la custodia, ad-mitir a la profesión, conceder dimisorias, así comonombrar o substituir Guardianes y presentar herma-nos para párrocos al Ordinario del lugar.

§ 3. Para los demás asuntos, principalmente losextraordinarios, la autoridad del Custodio, en cuantovicaria, la pueden limitar el capítulo provincial y losestatutos provinciales.

TÍTULO VIII

LAS CONFERENCIASDE MINISTROS PROVINCIALES

198 - § 1. Constitúyanse pertinentes conferencias deMinistros provinciales en el ámbito de las provinciasy de las custodias que tienen alguna especial afinidadcultural o de otro tipo, a fin de que del intercambio depareceres y criterios, inspirados por la prudencia ypor la experiencia, surja una santa colaboración defuerzas para el bien común.

LAS CONFERENCIAS DE MINISTROS PROVINCIALES 141

§ 2. Cada conferencia elaborará su propio esta-tuto, que ha de aprobar el Ministro general con su De-finitorio, en el que se designarán los miembros, asaber, sólo los Ministros y los Custodios de un deter-minado ámbito geográfico, las competencias y lostiempos de convocatoria.

199 - Cada conferencia mantendrá oportunamente ylo fomentará, mediante el Asistente propio, estrechocontacto con el Ministro general y su Definitorio ycon las demás Conferencias; Asimismo, el secreta-riado de la Conferencia comunicará los principalesargumentos o cuestiones presentadas a la Conferen-cia por los Superiores mayores o por otros hermanos,y también redactará las actas y demás documentos,que transmitirá a todas las provincias interesadas.[Cap. gen. 2001]

200 - Los Ministros provinciales colaborarán de bue-na gana con las conferencias de Superiores mayorespara la mejor coordinación de las actividades y de lasobras, en estrecha relación con las Conferencias Epis-copales.

TÍTULO IX

EL GOBIERNO DEL CONVENTO

201 - La fraternidad conventual la rige el Guardiánpersonalmente o con el capítulo conventual.

202 - § 1. Compete al Guardián dirigir y coordinar lavida y la actividad de los hermanos según la Regla,

142 CAPITULO VI - TÍTULO IX

las Constituciones y los estatutos, y promover el espí-ritu de verdadera fraternidad.

§ 2. Al mismo compete la potestad ordinariasobre todos los hermanos de familia y sobre losdemás que residen en el convento.

203 - § 1. Los hermanos profesos solemnes, si son almenos tres en el convento donde tienen derecho capi-tular conforme a la norma de las Constituciones n.206, forman el capítulo conventual, que preside elGuardián. Para los seminarios mayores, obsérvenselos estatutos generales.

§ 2. El guardián o, en su ausencia y si el asuntono puede diferirse, el Vicario convoca ordinariamen-te el capítulo cada mes y cuantas veces sea necesario.

204 - § 1. Corresponde al capítulo elegir los oficialesdel convento y de las casas filiales, y establecer nor-mas para cada cargo. Los demás asuntos que debentratarse colegialmente en el capítulo conventual se in-dican en diversas partes de las Constituciones, espe-cialmente en el capítulo IV.

§ 2. Por otra parte, los asuntos para los que elGuardián necesita el consentimiento o el consejo delcapítulo conventual, ya determinados por las Consti-tuciones, los determinarán también los estatutos. Enestos casos debe aplicarse también al capítulo con-ventual lo que dicen las Constituciones y los estatutospara los Definitorios.

205 - El Guardián de un convento bajo la inmediatajurisdicción del Ministro general lo nombra el mismo

EL GOBIERNO DEL CONVENTO 143

Ministro con su Definitorio; y los oficiales, el capítulodel convento.

206 - § 1. Todos los hermanos profesos están de fa-milia en el convento donde residen, y ejercen allí losderechos y obligaciones conforme a la norma de lasConstituciones.

§ 2. Todos los hermanos profesos solemnes tie-nen voz activa y pasiva en un solo convento y en unasola provincia, o en la nativa o en otra.

§ 3. Los hermanos profesos solemnes, de fami-lia en un convento de su provincia, tienen voz activay pasiva en dicho convento y en dicha provincia, con-forme a la norma de las Constituciones.

§ 4. Los hermanos residentes en un conventofuera de su provincia tienen los derechos y los debe-res convenidos entre los respectivos Superiores mayo-res, oído el hermano interesado; tales acuerdos, asícomo el tiempo de permanencia, deberán estar cla-ramente definidos en las cartas obedienciales.

§ 5. Se permite el cambio de afiliación de unhermano de la provincia propia a otra para siempre opara tiempo indefinido, con el consentimiento delhermano y de los Ministros de ambas provincias, pre-vio el consentimiento del respectivo Definitorio.

§ 6. El hermano que obtiene licencia para ir auna provincia o custodia general de misiones, ejerceallí sus derechos durante el período de permanencia,de manera que los mismos quedan en suspenso en laprovincia o custodia nativa. Respecto a la custodiaprovincial, proveerán los estatutos provinciales.

144 CAPITULO VI - TÍTULO IX

INDICES

Advertencias

– El número romano seguido de una letra (ej.: I-a) se refiere alas Introducciones espirituales de los seis capítulos.

– Los números árabes (ej.: 17,4) se refieren a los artículos y alos relativos parágrafos.

– El asterisco (*) remite a voces análogas.

INDICE ANALITICO

A

ABROGACION– de las normas de las Consti-tuciones 21,2.

ABSTINENCIA– de carne (*Penitencia);– de los actos contrarios a lacastidad 18,2.

ACCION LITURGICA(*Liturgia)

ACCIONES SAGRADAS– sobre la Eucaristía 74;– sobre la palabra de Dios 75,3;– sobre la Vigen María 78,1-2;– sobre S. Francisco 79,1;– deben hacerse según normaslitúrgicas 80,2.

ACTIVIDAD (*Apostolado,*Trabajo)

– varias formas de a. francis-cana 120 y ss.; 123 y ss.;138,2;

– juicio sobre las a. 140.

ACTOS– realizados en nombre del ca-pítulo o del Definitorio 109,1;

– invalidez de los a. realizadossin el consentimiento del De-finitorio 158,1;

– legítimos o ilegítimos de laadministración 108,1;

– jurídicos 104;– abstención de a. de propie-dad 9,2.

ACUMULACION– evítese cualquier forma deacumulación 11,2; 108,1.

ADORACION– personal y colectiva de la Eu-caristía 74,2;

– en la vida de los alumnos delseminario 55,2.

AFECTO– disciplina de los afectos parala guarda de la castidad 19,2.

AFILIACION– los hermanos se afilian a lasprovincias o a las custodias27; 34,1; 197,2;

– incorporación definitiva a laOrden 3,1; 45,3;

– cambio de afiliación a otraprovincia o custodia 206,5.

ALQUILER– de bienes 103,3.

ALUMNOS– el aprovechamiento de losalumnos depende en granparte de los educadores(*Educadores) 50,2;

– estrecha colaboración entreSuperiores, profesores y edu-cadores 51,2;

– firmeza y prudencia de loseducadores 51,2;

– los alumnos encuentren en lafraternidad ejemplo de virtudy de laboriosidad 51,3;

– colaboración entre las pro-vincias 53,1;

– participación de los a . en lavida del seminario para elbien común 52,2;

– ejercicio gradual y continuoen los principios de la vidareligiosa franciscana 54,1;

– formación espiritual y litúr-gica 54 y ss.;

– formación doctrinal, técnicay pastoral 57 y ss.;

– acostúmbrense al trabajomanual 57,2;

– los hermanos no clérigos re-ciban una conveniente ins-trucción teológica y técnica58,1-2;

– los clérigos hagan los estu-dios humanísticos, filosófi-cos y teológicos 59;

– cursos de especialización enel extranjero 61,1;

– experiencias de apostoladofuera del seminario 60;

– asociaciones de ex-alumnos138,4.

ADMINISTRACIONDE BIENES

– renuncia antes de la profe-sión temporal 10,1;

– la Orden, las provincias, losconventos pueden adminis-trar bienes 15,2;

– la responsbilidad de la a. re-side y se ejerce en los capítu-los 103,1; 107,1-3; 110; 112,1;

– la a. ordinaria y cotidianacompete a los encargados(*Oficiales) bajo la depen-dencia de los Superiores103,2; 111,1;

– competencia de los Superio-res 103,2; 111,1;

– los conventos, las provincias,la misma Orden estén regis-trados civilmente 104; (*Re-presentantes legales);

– sea única la a. del convento,de la provincia, de la Orden105,1; (*Subadministracio-nes) 105,1; 111,1;

– en las parroquias 147,6;– cargo de ecónomo y de exac-tor 105,2;

– incompatiblidad con el oficiode Superior mayor 106,1;

– competencia del Ministroprov., tanto personal comocon el consentimiento de suDefinitorio 107,2;

– competencia del Ministrogen., tanto personal comocon el consentimiento de suDefinitorio 107,3;

– contribución de los conven-tos a la provincia 107,2;

– contribución de las provin-cias o custodias para las ne-cesidades de la Orden y de lasprovincias necesitadas 107,3;

148 INDICE ANALITICO

– de bienes de persona ajena ala Orden 109,2;

– beneplácito de la S. Sedepara la a. de bienes particu-lares y para la asunción dedeudas especiales 103,2;

– uniformidad de los libros dea. 110;

– principios generales para or-denar los libros de a. 111;

– colocación y seguro de losbienes 110;

– gastos del ecónomo y su ano-tación 105,2; 111,1;

– rendición de cuentas a los ca-pítulos 112; 113;

– adquisición de deudas 103,3;108,3;

– fidelidad en los contratos es-tipulados 108,2;

– pago a su tiempo de las cosascompradas 108,2;

– evitar actos ilegítimos, asun-tos ilícitos, especulaciones ocomercio 108,1;

– los oficiales actúan en nom-bre del capítulo o del Defini-torio 109,1;

– responsabilidad por dañoscausados a terceros 109,3;

– rendición de cuentas del ecó-nomo al capítulo conv. 112,1;

– rendición de cuentas de losconventos al Ministro prov.112,1;

– rendición de cuentas de lascomunidades pequeñas112,2;

– rendición de cuentas del ecó-nomo provincial al Definito-

rio, a los hermanos y al capí-tulo prov. ordinario 113.

ADMINSION A LA ORDEN– condiciones del derechocomún 32;

– requisitos y documentos delcandidato 33,1;

– readmisión 34,2;– competencia para la admi-sión 34,1;

– probación previa 33,2; 34,2;– se efectúa con la aceptaciónal noviciado 34,1;

– de un candidato provenientede otro instituto 46.

ADMISIONA LA PROFESION

– Superiores a quienes está re-servada 39,1-2; 40,1; 195,1;197,2;

– petición escrita por parte delcandidato 39,3;

– examen de la voluntad delcandidato 40,2;

– juicio sobre la idoneidad delcandidato 40;

– si el candidato reside fuerade la provincia 40,3;

– voto deliberativo del Defini-torio 40,3;

– aceptación de la profesión41,1;

– en el caso de la readmisión ala Orden 34,2;

– de un candidato provenientede otro instituto 46,3-4.

INDICE ANALITICO 149

ADMISION A LASSAGRADAS ORDENES

– nn. 63-66.

ALEGRIA– 3,2; 122,2.

AMIGOS ESPIRITUALES(*Bienhechores)

– deberes de gratitud con losa.e. 99,3;

– sufragios 102,1-2.

AMOR (*Caridad)– obedecer con a. a la voluntadde Dios 7,3;

– mutuo a. en la vida fraterna19,1.

AMOVILIDAD– del párroco 147,6;– de cualquier oficio de laOrden 169,1.

ANCIANOS (*Viejos)– servicio de caridad con los a.92,1.

ANGUSTIAS– amorosa participación en lasa. del prójimo 13,3;

– soportar las a. propias (*Pro-beza).

ANTONIO– san 79,2.

AÑO SABATICO– prevista la posibilidad del asíllamado a. s. 61,3.

APOSTATA– penas previstas en el caso dela vuelta de un a. 118,1.

APOSTOLADO (*Actividad;*Trabajo)

– uno de los caracteres especí-ficos de la Orden 2,1; 3,2;120,1;

– vocación al a. en San Fran-cisco y sus compañeros IVe;V; 120,3;

– los hermanos miembros de laIglesia como hombres católi-cos y apostólicos 7,1; 120,1;

– afecta tanto a los clérigoscomo a los no clérigos 2,1;120,2;

– al servicio de la Iglesia 1,4;122,2; 125,3; 139,2; 140;

– adaptarse a los tiempos, a loslugares y a las clases 125,3;138,3; 140;

– obras externas de a. 120,3;– bienes destinados a las obrasde a. 11,1-2; 14;

– usar incluso los medios decomunicación social 128,1;137,1;

– preferir las formas y los me-dios más sencillos y pobres122,2;

– coordinar y adaptar las acti-vidades personales a las exi-gencias de la comunidad93,2; 144,1;

– la unidad en el trabajo sea elfermento del a. 122,3;

– competencia de los capítulosy de los Superiores en la se-

150 INDICE ANALITICO

lección, coordinación y di-rección del a. 88,2; 124,1;139,2; 141; 142,1; 143,1;

– cooperación para promoverel a. 87; 142; 146;

– requisitos para el a. en los,candidatos 32,2;

– en la formación de los candi-datos téngase presente la ín-dole apostólica de la Orden48,1; 57,1; 60;

– interrupción de los compro-misos de a. para la renova-ción espiritual 62,3;

– ninguna forma de a. es ex-traña a la Orden 125,1-3;

– animación cristiana 138,3;– administración de los sacra-mentos 126,2-3; 127; 129;

– asistencia social y caritativa136;

– cuidado y asistencia de losenfermos 130,2;

– en la actividad educativa,125,1; 138;

– ministerio entre los más po-bres 13,3;

– ayuda a los Obispos 131;– pastoral 55,6; 125; 132; 146;– en la actividad científica e in-telectual 125,1; 137;

– misionero 148; 154;– parroquial 132; 147;– en la predicación 126;– con los obreros que trabajanentre nosotros 100;

– para el fomento de las voca-ciones 30;

– nuevas experiencias en la se-lección y en el ejercicio del a.125,2;

– actividad ecuménica 134;– de los laicos 133 y ss.

ARCHIVIO– provincial 65;– documentos a conservar enel a. 65.

ARTE– venta de objetos de a. 103,3;– los religiosos no aspirantes alsacerdocio deben aprenderartes útiles para la casa y elapostolado 58,2;

– el religioso experto en cual-quier a. o disciplina ejérzaloen bien de todos 144,3.

ASISTENTESESPIRITUALES

– de las monjas clarisas y de lasreligiosas 115,2;

– de la OFS 116,1-3;

ASISTENTES GENERALES(*Definidores generales;*Definitorio general)

– oficios generales 162,1;– elección por papeletas 163,1;– dependen directamente delMinistro general 176,2;

– sus competencias 179;– duración del oficio 165,1;– constituyen el Definitorio ge-neral 177;

– sus derechos en los capítulos173,1;

– durante su oficio son inhábi-les para oficios provinciales177.

INDICE ANALITICO 151

ASISTENTESPROVINCIALES(*Definidores provinciales;*Definitorio provincial)

– número de los A. 189;– los oficios provinciales 162,2;– elección de los A. por papele-tas 163,1;

– constituyen el Definitorio delMinistro prov. 189;

– dependen directamente delMinistro prov. en lo que se re-fiere a su oficio 188,2;

– duración del oficio 165,1;– en los actos el consejo o elconsentimineto de los A.debe requerirse debidamente158,2.

ASOCIACIONES– de ex-alumnos 138,4;– de previsión social 112,1.

ASPIRANTES (*Alumnos)

ASUNTOS (*Problemas)– competencia de los Vicariosen el tratamiento de los a.167,2-3;

– ante la Sede Apostólica 178;– competencias de los Asisten-tes generales en los a. de laOrden y de las provincias179;

– Secretariados generales paralos a. de la Orden 181;

– a. a tratar en los diversos ca-pítulos o Definitorios o Con-ferencias, véase las repectivasvoces.

AUSENCIA– del novicio de la casa de no-viciado 37,1;

– del Superior 167,3;– de la casa religiosa 119,2.

AUTORIDAD (*Ministros;*Oficios; *Superiores)

– necesidad de la a. 155;– colegiada (capítulos, Defini-torios) 156;

– personal: véanse las voces delos oficios y oficiales;

– modo de ejercer la a. 90,1;– la a. de las decisiones com-pee a los Superiores 8,2; 87,3;124,1;

– los carismas particulares hande ejercerse bajo la a. 139,2;

– dependencia de a. diversas delas de la Orden 124,1; 145,2.

AVARICIA– evítese cualquier forma de a.11,2;

AVISO (*Corrección)

AYUDAS– para la vida común 87 ss.; 93ss.;

– para la cultura de los herma-nos 62,1;

– para la predicación 128,1;– para la divulgación científica137,1;

– a. sociales 16,2.

AYUNO– tiempos penitenciales de laIglesia 84;

152 INDICE ANALITICO

– tiempos penitenciales de laOrden 85;

– obsérvense las leyes de lasiglesias particulares 84; 85;

– dispensa 25.

B

BALOTAS(*Elección por balotas)

BASILICA PATRIARCALDE ASIS

– donde descansa el cuerpo delSeráfico Padre San Francisco26,2.

BAUTISMO– con la profesión de los votosse manifiesta mejor la consa-gración bautismal 4,1.

BENEPLACITOAPOSTOLICO

– cuándo se requiere 103,3.

BIEN– de la Iglesia 2,2; 8,1; 125,3;133,1; 175,2; 187;

– de la fraternidad 8,1; 86,2;90,1; 159,1;

– el b. de la fraternidad no seposponga al particular 89,2.

BIENES (*Administraciónde bienes; *Pobreza)

– de la Orden 107,3;– de la provincia 107,2;– venta, cambio o alquiler de b.103,3;

– renuncia personal a la admi-nistración de b. antes de alprofesión temporal 10,1;

– renuncia personal a la pro-piedad de b. antes de la pro-fesión solemne 10,2;

– en el uso de los b. los herma-nos dependen de los Superio-res 9,2;

– b. destinados a obras deapostolado y de caridad 11;14,1;

– no se posean b. especial-mente inmuebles sin mani-fiesta necesidad o utilidadpara las obras 11,2;

– comunicación de b. con otraprovincia o convento 14,2;

– de persona extraña a laOrden 109,2.

BIENHECHORES– deberes de gratitud con los b.99,3;

– sufragios 102,1-2.

BREVIARIO(*Liturgia de las horas)

BUENAVENTURA– san. 79,2;– Facultad Teológica S. B. 61,2;

C

CALENDARIO– para las sagradas acciones li-túrgicas 73,2.

INDICE ANALITICO 153

CAMBIO (*Permuta)– c. de bienes inmuebles o pre-ciosos 103,3.

CANDIDATOS– a la Orden 32-35; 36,2;– a la profesión temporal 10,1;39,3; 40;

– a la profesión solemne 10,2;– a los ministerios sagrados 63;– a las sagradas órdenes 64 yss.;

– al oficio de Ministro gen.,prov. y Custodio gen. 164,3.

CAPELLANES– de las religiosas y de las mon-jas 115,2.

CAPITULO CONVENTUAL– junto con el Guardián es laautoridad para la vida con-ventual 88,2; 201;

– componentes 203,1;– Presidente 203,1;– convocatoria 203,2;– obligación de asistir 88,3;– orden, libertad, responsabili-dad en la discusión 88,3;

– cuándo se requiere el con-sentimiento o el consejo204,2;

– en los seminarios mayores203,1;

– es la institución espiritual yjurídica para la promociónde la vida común fraterna 87-89; 93.

Competencia del c.c.:– establecer las formas ymodos de comunicación de

bienes temporales con otrascomunidades 14,2;

– hallar nuevas formas de po-breza 17;

– manifestar el parecer sobre laerección o supresión de unacasa filial 29,4;

– proponer al Ministro prov. lareducción en el rezo encomún de la liturgia de lashoras cuando sea necesario71,4;

– establecer con el consenti-miento del Ministro prov, lascelebraciones litúrgicas y losejercicios piadosos 73,3;

– establecer un horario conve-niente de los actos comunesa someter a la aprobación delSuperior mayor 94;

– ejercer la responsabilidadprincipal en la administra-ción de los bienes de la co-munidad 103,1;

– elegir el ecónomo y el exactorpor balotas 103,2;

– encomendar al exactor y alecónomo toda la administra-ción del conventeo 105,2;

– determinar las competenciasadministrativas habitualesdel Guardián y de los otrosoficiales 107,1;

– sujetarse a las competenciasadministrativas establecidaspor el capítulo prov. 107,2;

– examinar y valorar las cuen-tas de entradas y salidas decualquier administración112,1;

154 INDICE ANALITICO

– la administración en los con-ventos donde residen menosde tres hermanos 112,2;

– expulsar, en los casos urgen-tes, un novicio 119,1;

– asumir compromisos deapostolado y armonizarloscon la vida conventual 124,1;

– determinar los compromisos,salva la competencia de losSuperiores, y dar relación delos mismos 143,2;

– dar al Ministro prov. su pare-cer sobre los contratos escri-tos para las obras deapostolado 143,3;

– ejercer la autoridad a normade las Constituciones, de losestatutos generales y provin-ciales 156,4;

– elegir por balotas al Vicariodel convento 163,2;

– oír y discutir la relación delMinistro de la visita canónica166,3;

– regir la fraternidad conven-tual junto con el Guardián201;

– nombrar a los oficiales delconvento y de las casas filia-les, y establecer normas paracada oficio 204,1; 205.

CAPITULO CUSTODIAL– 156,3; 195,3; 196.

CAPITULO GENERAL– es la máxima autoridad de laOrden 156,1.

Competencia del c.g.:– proponer la aprobación o laabrogación de normas de lasConstituciones 21,2;

– interpretar las Constitucio-nes 21,3;

– promulgar leyes y decretossobre la fiel observancia de laRegla y las Constituciones21,4;

– promulgar estatutos especia-les para toda la Orden para lapuesta en práctica de lasleyes generales 22,1;

– erigir, suprimir, dividir, unirlas provincias o las custodiasgenerales 28,1;

– definir los bienes y las admi-nistraciones de la Orden107,3;

– determinar las competenciasdel Ministro gen. y del Defi-nitorio en materia econó-mica 107,3;

– establecer las contribucionesde parte de las provincias yde las custodias generalespara las necesidades de laOrden 107,3;

– nombrar los oficiales genera-les 163,1.

El Capítulo generalordinario:

– convocatoria y celebración171,1;

– tiempo 171,2;– vocales 173;– Presidente 174;– elecciones 163,1;– relaciones del Ministro gene-ral 166,2;

INDICE ANALITICO 155

– relaciones del Ecónomo ge-neral 113.

El Capítulo generalextraordinario:

– convocatoria 172;– vocales 173;– Presidente 174.

CAPITULO GENERALY PROVINCIALNormas comunes(*Relaciones; *Elecciones):

– es comunión de caridad fra-terna 88,1;

– responsabilidad sobre la co-munidad de los hermanos159,1;

– los problemas a tratarse nopueden remitirse al respec-tivo Definitorio 159,2;

– laicos peritos al c. 159,3;– presencia para la validez delos actos 160,1;

– establecer normas para la in-tercomunicación de bienesentre las provincias y lascasas 14,2;

– hallar nuevas formas de po-breza 17;

– introducir libros uniformesde administración 110;

– dar normas para el seguro delos bienes y de los hermanos110;

– normas para la segura colo-cación del dinero y de los tí-tulos 110;

– principal responsabilidadsobre la administración delos bienes 103,1;

– comunicar por escrito a loshermanos las actas del capí-tulo 166,1.

CAPITULO PROVINCIAL– es la máxima autoridad de laprovincia 156,2.

Competencia del c.p.:– promulgar los estatutos pro-vinciales 22;

– erigir, suprimir, dividir y unircustodias provinciales 28,1;

– erigir los seminarios provin-ciales 49,1;

– fundar los conventos 29,2;– definir los bienes y las admi-nistraciones que pertenecena la provincia 107,2;

– determinar las competenciasdel Ministro prov., del Defini-torio y del capítulo conven-tual en materia económica107,2;

– fijar las contribuciones de losconventos 107,2;

– analizar y decidir en generalel tipo de apostolado en ar-monía con los decretos dio-cesanos o regionales 141,1;

– examinar si las actividadesde la provincia responden alas exigencias de los tiemposy a la misión franciscana entodas sus formas 140;

– ver si la provincia puede asu-mir una actividad propia entierras de misiones 140;

– cuando la celebración del c.p.se ve impedida 185.

156 INDICE ANALITICO

Capítulo provincialordinario:

– convocatoria y celebración182,1;

– tiempo 165,1;– Presidente 183,1;– vocales 183,2;– relaciones 113,1; 166,2; 193;– elecciones 103,2; 163; 184,1;193.

Capítulo provincialextraordinario:

– convocatoria 182,2;– vocales al c.p.e. 183,3.

CARGOS– se llaman c. los oficios ensentido genérico 162,5;

– asignación de los c. 163,3;– duración de los c. 165,2;– interrupción de los c. 62,3;– cumplir los c. con alegría95,4;

– aceptar los c. con humildad122,2;

– competencia del capítuloconv. para aceptar compro-misos 143,2-3;

– competencias de los educa-dores 52,1;

– dejarlos a los laicos 133,1;– ningún c. es inamovible169,1.

CARIDAD (*Amor;*Fraternidad; *Familia)

– c. para con Dios y los hom-bres 3,2; 4,1;

– medios para conseguir laperfecta c. 3,1; 5; 7,3; 8,1; 9,1;18,1;

– María ejemplo de perfecta c.55;

– vida fraterna IV; 86 y ss.;– ayudas para lograr la uniónde la c. 87-91;

– gestos de c. fraterna para conlos ancianos y los enfermos92;

– con los hermanos en especialnecesidad 117,1;

– con los que han dejado laOrden 117,2;

– con los padres, parientes ybienhechores 99,1;

– con los difuntos 102;– con los religiosos de las otrasfamilias franciscanas 114-116;

– es el primer apostolado121,2;

– obras caritativas 11,1; 136.

CARISMA– 114,2; 128,1; 139,2.

CARTAS– comunicando los actos de loscapítulos, Definitorios y otrascosas sobre la vida y lasobras de los hermanos 166,1;

– dimisorias 64,2-3; 197,2.

CASA RELIGIOSA(*Convento)

– casa filial 29,4;– de formación para los no des-tinados a las órdenes sagra-das 58,1;

– de noviciado (*Noviciado);– de ejercicios 77,3;

INDICE ANALITICO 157

– cuidado de la c. 95,4;– bajo la inmediata jurisdic-ción del Ministro gen. 29,1;64,2; 176,2; 205.

CASTIDAD– fundamento cristológico,eclesial y moral de la perfectacontinencia I-e; 18,1;

– objeto jurídico de obligación18,2;

– ejemplo y doctrina del Será-fico Padre I-e;

– ayudas para guardar la c. 19;96,3;

– comportamiento con las mu-jeres 19,3.

CATEQUESIS (*Predicación)

CATOLICO– sólo los católicos pueden serrecibidos en la Orden 32,1.

CELEBRACIONES– de la palabra de Dios 75,3.

CELEBRACIONESLITURGICAS (*Liturgia)

CELIBATO– 18,1.

CERTIFICADOS(*Documentos)

– para la admisión a la Orden33,1;

– de la celebración de la sa-grada ordenación 65.

CINGULO– 97,1-2.

CLARA (Santa)– IV-f;– monjas de santa C. 114-115.

CLAUSURA– 96,1-2.

CLERICAL INSTITUTO– la Orden está incluida entrelos institutos clericales 1,2.

CLERIGOS(*Ordenes sagradas)

– los mismos derechos entrelos hermanos, a excepción delos que derivan del orden sa-grado 1,2;

– apostolado de los c. 2,1;120,2;

– estudios para los aspirantes alas sagradas órdenes 59;

– obligación de la liturgia delas horas 72,1.

CLERO DIOCESANO– ayuda al c.d. 131;– promover la OFS y la MIentre el clero 133.

COLABORACION(*Cooperación;*Coordinación)

– debe promoverse mediantelos capítulos 88,1;

– interprovincial para variasobras 49,1; 87,1; 142,2; 146;198-200;

158 INDICE ANALITICO

– del maestro con su ayudante40,1; 64,2;

– en las misiones con las igle-sias separadas 152,3.

COLOQUIOS– para informaciones y consul-tas familiares y personales87,2;

– para la fraterna convivencia95,3;

– entre Superiores y súbditos166,1;

– con Cristo 74,2;– con Dios por medio de la Sa-grada Escritura 75.

COLOR– del hábito 97,1.

COMERCIO– no es lícito 108,1.

COMISIONES– provinciales para las diversasactividades: deberes, modosde actuar y competencias194;

– asesoramiento en los Defini-torios para el sector propio141,2;

– para la formación 53,2;– Presidente, miembros, com-petencia 53,2.

COMPETENCIA (*Peritos)– requerida para los oficios aasignar 124,1; 144,2-3;

– en la predicación 128,4.

COMPETENCIAS– de los educadores 52,1;– de los Superiores, de los ofi-ciales y del capítulo conv. enmateria económica 103-107;

– de los Superiores, Presiden-tes, Asistentes, etc. (*vocesrelativas).

COMUNION (*Caridad;*Fraternidad;*Vida común…)

– con el Padre celestial 55,1;68,1-2;

– con Cristo 74,2;– con María Inmaculada 3,2;56;

– con la vida de la Iglesia 3,2;54,1;

– con la sociedad en la que sevive 125,4;

– de los Superiores con los her-manos 166,1; 179;

– con las otras familias francis-canas 114-116;

– eucarística (*Eucaristía).

CONCELEBRACION(*Eucaristía)

CONCORDIA(*Caridad; *Fraternidad)

CONFERENCIAS DE LOSMINISTROSPROVINCIALES

– institución 198-200;– miembros y estatuto 198,2;– relaciones con las Conferen-cias Episcopales 146; 200;

INDICE ANALITICO 159

– erección de seminarios inter-provinciales 48,1;

– coordinación de las activida-des 142; 146,2; 200.

CONFERENCIASEPISCOPALES

– cooperación 146,1; 147,6;200.

CONFESORES (*Sacramentode la Penitencia)

– de los religiosos y de las mon-jas 115,2.

CONFIRMACION– de la elección 164,4.

CONFORMIDAD– con Cristo 3,2; 55,4;– con el misterio de la Cruz 81;– con la Regla 20;– de los estatutos provinciales,con las Constituciones 22,3.

CONSAGRACION (*Oferta)– a la vida de perfecta caridad3,1;

– personal a María Inmaculada56; 78,1;

– de la Orden a María Inmacu-lada 78,2;

– el hábito como signo externode nuestra c. 97,1.

CONSAGRARSE– 3,1; 4,1; 5; 9,1; 18,1; 67,1.

CONSANGUINEOS– 99,1-2.

CONSEJO (*Consentimiento)– si previsto, invalida el actocuando no se ha requerido158,1;

– requiérase en común 158,2;– debe constar por escrito quese pidió y prestó debida-mente 158,2;

– en el Definitorio gen. y prov.(*Definitorio);

– en el capítulo conv. 204,2;– de las comisiones según sucompetencia 141,2; 194.

Consejo:– escolástico (*Comisión deformación).

CONSEJO EVANGELICOS(*Profesión religiosa)

– 4,2; 54,3; 121,1;– obediencia 5-8;– pobreza 9-17;– castidad 18-19.

CONSENTIMIENTO(*Consejo)

– no pedido y no seguido, si pre-visto, invalida el acto 158,1;

– requiérase en común 158,2;– debe constar por escrito quese pidió y prestó debida-mente 158,2;

– en los capítulos y en los Defi-nitorios (*Capítulo; *Defini-torio gen. y prov.; *Ministrogen.; *Ministro prov.).

CONSTITUCIONES– aprobación o abrogación aproponer a la Sede Apostó-lica 21,2;

160 INDICE ANALITICO

– la interpretación declarativacompete al capítulo gen, laauténmtica a la Santa Sede21,3;

– leyes para la fiel observanciade las C. 21,4;

– obligación moral de las C.23,2; 42,2;

– son un mediio para alcanzarla perfección 3,1;

– obediencia a los Superioressegún la Regla y las C. 6,2;

– dispensas de las normas dis-ciplinarias 24;

– conocimiento y estudio de lasC. 25,1;

– lectura en común en lostiempos establecidos 25,2;

– deber de los Superiores de di-rigir la comunidad según laRegla y las C. 87,3;

– las C. de la OFS y de otrasinstituciones 115,1; 116,2.

CONSULTA– antes de los nombramientos164,4.

CONTEMPLACION– uno de los caracteres específi-cos de la Orden 2,1;

– interrupción del oficio parauna experiencia de c. 62,3;

– de los misterios de Cristo y dela B.V. María para la guardade la castidad 19,1.

CONTINENCIA– 18,1.

CONTRATO DE TRABAJO– 100.

CONTRIBUCIONES– de los conventos a la provincia107,2;

– de las provincias y custodiasgen. para las necesidades de laOrden y de las provincias ne-cesitadas 107,3;

– para las misiones 154,1-2.

CONVENCIONES– para aceptar trabajos 143,3;– para la aceptación de parro-quias 147,1-2,5;

– para las obras particulares145,2;

– para religiosos que habitanfuera de la provincia 206,4.

CONVENTO DE ASIS– dignidad 26,2;– hermanos que han de colo-carse de familia 26,2;

– se rige por estatutos particula-res 26,2.

CONVENTOS (*Casas)– erección de un c. 29,1-2;– en el ámbito de otra provincia29,3;

– supresión de un c. 29,1-5;– erección y supresión de casasfiliales 29,4;

– reconocimiento civil 104;– el c. puede poseer bienes tem-porales 15,2;

– gobierno del c. 201-206(*Guardián; *Capítulo con-ventual);

INDICE ANALITICO 161

– contribuciones a la provincia107,2;

– colocación de los hermanosen el c. 206.

CONVENTUALES (*OrdenHermanos Men. Conv.)

– denominación propia denuestra familia franciscana1,1.

CONVERSACION– fraterna 95,3.

CONVERSION– 82; 83,1.

COOPERACION(*Colaboración)

– fiel a la vocación 4,2;– entre Superiores y súbditos90,1-2; 124,2-3;

– c. fraterna para asumir y lle-var adelante iniciativas 139,2;146;

– en las parroquias 147,4-5;– entre los educadores de cadaprovincia 53,1;

– con las otras familias francis-canas 114;

– con todos los hombres debuena voluntad para iniciati-vas caritativas y sociales136,2;

– con la jerarquía 146,1; 200.

COOPERADORESPARROQUIALES

– 147,4-6.

COORDINACION– de la actividad privada con lavida común 89,2; 93,2; 124,4;144,1;

– de la vida apostólica con lavida conventual 132,2;

– de las actividades misioneras154,4;

– en el ámbito de la Orden, de laprovincia y del convento parala unidad de gobierno, de for-mación y de apostolado 87,1-2.

CORONA– franciscana y del santo rosa-rio 78,1;

– laudable uso de llevarla col-gada del cíngulo 97,2.

CORRECCION– fraterna 117,1;– de los religiosos dedicados aobras fuera de la Orden 145,2.

CRUZ– conformidad al misterio de laCruz 81.

CUARESMA– de la Orden 85.

CULTURA– colaboración entre educado-res para el perfeccionamientode la propria c. 53,1;

– adaptada a las exigencias delos tiempos 62,1;

– apostolado cultural 136-138;– conocimiento de la c. de lospueblos en las misiones 152,2.

162 INDICE ANALITICO

CURA DE ALMAS (*Pastoral)

CUSTODIA GENERAL– equiparada a una provincia27;

– erección, supresión, división ounión de una c. 28,1-2;

– afiliación a una c. 34,1;– capítulo custodial 195,1-3.

CUSTODIA PROVINCIAL– equiparada a una provincia27;

– erección, supresión, división ounión 28,1-2;

– afiliación 34,1;– posibilidad de capítulo propio196,1;

– puede haber un Custodio ca-pitular propio 196,3.

CUSTODIO CAPITULAR– elección por papeletas y com-petencias del C. 193;

– es incompatible con el oficiode Definidor 193;

– duración 165,1;– es vocal de todos los capítulosgenerales y provinciales 173,1;183,2-3;

– en las custodias provincialessegún los estatutos prov.196,3.

CUSTODIO GENERAL– es Ordinario 157,2;– es oficio cuasiprovincial162,3;

– elección 163,1; 164,3;– duración del oficio 165,1;– renuncia 168,3;

– remoción 169,3;– depende directamente del Mi-nistro ge. 176,2;

– vocal del capítulo gen. 173;– competencias 188,3; 195,1;– es autoridad vicaria 195,2;– obligación de residencia 167.

CUSTODIO PROVINCIAL– es Ordinario 157,2;– es oficio cuasiprovincial162,3;

– elección 196,2;– duración del oficio 165,1;– competencias 197,1;– autoridad 188; 197,2-3;– depende directamente del Mi-nisterio prov. 188,2;

– vocal de los capítulos genera-les y provinciales 173,1; 183,2-3.

D

DEFINIDORES DE LACUSTODIA GENERAL

– oficio como el de los Defini-dores provinciales 162,3;

– elección 195,1;– duración del oficio 165,1;– renuncia 168,2;– remoción 169;– competencias (*Definiorio dela custodia gen.).

DEFINIDORES DE LACUSTODIA PROVINCIAL

– oficio como el de los Defini-dores prov. 162,3;

– elección 196,2;

INDICE ANALITICO 163

– duración 165,1;– renuncia 168,2;– renovación 169;– competencias (*Definitorio dela custodia prov.).

DEFINIDORES GENERALES– forman el Definitorio del Mi-nistro gen. 177;

– elección 163,1;– duración del oficio 165,1;– vocales de los capítulos gene-rales 173,1;

– renuncia al oficio 168,2;– remoción 169 (*Asistentesgen.; *Definidores gen.).

DEFINIDORESPROVINCIALES

– número 189;– sus oficios provinciales 162,2;– duración del oficio 165,1;– vocales de los capítulos pro-vinciales 183,2-3;

– renuncia al oficio 168,2;– remoción 169 (*Asistentesprov.; *Definitorio prov.).

DEFINITORIO DE LACUSTODIA GENERAL

– 195,1;– competencia del Custodio ge-neral con su Definitorio 197,2(*Definitorio provincial).

DEFINITORIO DE LACUSTODIA PROVINCIAL

– 196,2;– competencia del Custodioprovincial con su Definitorio197,2.

DEFINITORIO GENERAL– miembros del D.g. 177;– presencia de peritos 159,3;– petición del consentimiento odel consejo 158;

– para la validez de las sesiones160,2;

– para la validez de las votacio-nes 160,3;

– votaciones 163,1-3 (*Votacio-nes);

– diálogo de información y deconsulta para colaborar 87,2;

– comunicación de los asuntos166,1.

Competencia colegiada(*Ministro generalcon su Definitorio):

– interpretar las Constitucionesen casos urgentes 21,3;

– interpretar o cambiar los esta-tutos gen. en casos urgentes22,2;

– constatar la conformidad delos estatutos prov. con lasConstituciones 22,3;

– tratar las cuestiones extraor-dinarias delegadas por el capí-tulo gen. 103,1;

– tratar de la administracióneconómica de la Orden atenor de los estatutos 113;

– proveer los oficios vacantesfuera del capítulo 163,1;

– aceptar, según los casos, la re-nuncia de un oficio fuera delcapítulo o decretar la remo-ción 168,2; 169,3;

– comprobar la causa gravepara la remoción de un oficio169,2;

164 INDICE ANALITICO

– informarse de la visita hechapor los Asistentes y oír su pa-recer 179;

– aprobar los estatutos de laConferencia de Ministrosprov. y estar en relación conella 198,2; 199;

– nombrar los Guardianes delos conventos dependientesdel Ministro gen. 205.

Al Definitorio general comoconsejo compete (*Ministrogen. con el consentimientode su Def.):

– dispensar temporalmente acada provincia de normas dis-ciplinarias de las Constitucio-nes y de los estatutos 24a;

– conocer el beneplácito para laerección de una custodia prov.28,3;

– dar el beneplácito para laerección de un convento 29,2;

– la supresión de un convento29,5;

– readmitir a la Orden al candi-dato salido legítimamente34,2;

– erigir, transferir y suprimiruna casa de noviciado 36,3;

– conceder hacer el noviciadoen otro convento de la Ordeno de la provincia, en casosparticulares y excepcional-mente 36,4;

– el indulto de salir de la Ordena un hermano de votos tem-porales 44,1;

– conceder que un hermano devotos solemnes pase a otro

instituto, o admitir a la Ordenun religioso de votos perpe-tuos de otro instituto 46,1;

– dar el consentimeinto para laerección de los seminarios49,1;

– conceder la institución deldiaconado permanente en lasprovincias 66,1;

– permitir el uso del hábito decolor ceniza por justos moti-vos 97,1;

– permitir la petición del bene-plácito apostólico para vender,cambiar, alquilar bienes in-muebles u objetos preciososen razón de arte o historia, ypara contraer dudas 103,3;

– atenerse a la competencia ad-ministrativa determinada porel capítulo gen. 107,3;

– aceptar la renuncia al oficiofuera del capítulo gen. o de-cretar la remoción, según loscasos 168,2; 169,3;

– aceptar la renuncia del Minis-tro prov. y del Custodio gen. odecretar la remoción 168,3;169,3;

– dispensar de la inhabilidad oincompatibilidad para los ofi-cios, según nuestro derecho170;

– convocar el capítulo extraor-dinario 172;

– conceder la participación detodos los hermanos profesossolemnes en el capítulo ordi-nario de la provincia o de lacustodia, gen. 183,2-3;

INDICE ANALITICO 165

– nombrar al Ministro prov. y asu Definitorio, impedida la ce-lebración ordinaria del capí-tulo prov. 185.

DEFINITORIO PROVINCIAL– miembros del D.p. 189;– participación de peritos 159,3;– cuándo se requiere el consen-timiento o el consejo 158;

– para la validez de las sesionesy de las votaciones 160,2-3;

– modalidad de las votaciones163,1-3 (*Votaciones);

– diálogo de consulta y de infor-mación con espíritu de cola-boración 87,3;

– comunicación de los asuntos166,1.

Al Definitorio provincialcomo colegio le compete(*Ministro provincialcon su Definitorio):

– interpretar o cambiar los esta-tutos prov. en casos urgentes22,2;

– determinar el ayuno u otrasformas penitenciales en losdías previstos por la Regla85a;

– ejecutar las cuestiones ex-traordinarias expresamentedelegadas por el capítulo103,1;

– tratar de la administracióneconómica de la provinciasegún los estatutos propios113;

– proveer los oficios vacantesfuera del capítulo 163,1;

– nombrar los Guardianes fueradel capítulo 163,2;

– aceptar la renuncia al oficiofuera del capítulo o decretar laremoción 168,2; 169,3;

– determinar la causa grave yproporcionada para la remo-ción del oficio 169,2.

Al Definitorio provincialcomo consejo le compete(*Ministro prov. con elconsentimientodel Definitorio):

– dispensar provisionalmente acada convento de las normasdisciplinarias de las Constitu-ciones y de los estatutos 24b;

– erigir conventos en caso ur-gente 29,2;

– conceder a otra provincia eri-gir un convento en la provin-cia propia 29,3;

– erigir y suprimir casas filialesdependientes de un convento29,4;

– proponer al Ministro gen. lasupresión de conventos 29,5;

– admitir a la Orden con la re-cepción al noviciado 34,1;

– proponer al Min. gen. la erec-ción, el traslado o la supresiónde casa de noviciado 36,3;

– admitir a la profesión tempo-ral o solemne 39,1; 40,1;

– dar su voto al Min. gen. parala admisión a la profesión desus candidatos 39,2;

– admitir a la profesión al can-didato que reside fuera de laprovincia 40,3;

166 INDICE ANALITICO

– dar el consentimiento para laadmisión a las sagradas órde-nes del candidato que residefuera de la provincia 64,2;

– dar el consentimiento al Mi-nistro gen. para las dimisoriasa los hermanos que residen enlas casas generalicias 64,2;

– dar las dimisorias para la pro-moción de un hermano a lasórdenes sagradas 64,3;

– determinar el rezo en comúnde algunas horas canónicas enlas comunidades imposibilita-das para el rezo total 71,4;

– conoceder al Guardián ejercerel oficio de exactor o de ecó-nomo 106,2;

– dirigir la competencia admi-nistrativa establecida por elcap. prov. 107,2;

– formular la convención es-crita para obras de aposto-lado, oído el capítuloconventual 143,3;

– aceptar parroquias con el pa-recer del Ministro gen. 147,1;

– presentar al Ordinario un her-mano como párroco 147,4;

– aceptar fuera del capítulo larenuncia al oficio o decretar laremoción, según los casos168,2; 169,3;

– convocar el capítulo prov. ex-traordinario 182,2;

– el cambio de afiliación de unhermano a otra provincia206,5.

Al Definitorio prov. comoconsejo le compete (*Min.prov., oído el Definitorio)

– no admitir a un hermano a larenovación de la profesión o ala profesión solemne 44,2;

– dirigir las actividades de laprovincia según las líneas ope-rativas establecidas por el cap.prov. 141,2.

DELEGADOS– del Superior 40,2; 41,1; 166,2;176,2; 183; 188,2;

– representante legal 104,1;– de las provincias al capítulogeneral 173,1;

– de la provincia o del conventoal cap. prov. 183,2-3;

– al consejo provincial definito-rial 191.

DERECHO CIVIL– la renuncia de los bienes antesde la prof. solemne debe tenertambién reconocimiento civil10,2.

DERECHO COMUN– cada vez que se debe tenerpresente en las Const. se dice:«a norma del derecho» o simi-lares; en particular para laerección, división, remoción osupresión de una provincia ocustodia gen. 28,1;

– erección y supresión de con-ventos 29,1-2,5;

– erección y supresión de casasfiliales 29,4;

INDICE ANALITICO 167

– admisión a la Orden 32,1;33,1;

– formación de los novicios38,2;

– admisión a la profesión 39,1-2;

– admisión a las órdenes sagra-das 64,2; 66,2;

– institución del diaconado per-manente 66,1;

– tiempos penitenciales 84;– visita canónica a las religiosasafiliadas a la Orden 115,1;

– erección de fraternidades dela OFS 116,2;

– penas a infligir 118,1;– ausencia de la casa religiosa,exclaustración, indulto de se-cularización, expulsión 119,2-3;

– aceptación de parroquias147,1;

– jurisdicción de los Obispossobre las parroquias 147,3;

– competencia del Guardián ydel párroco en la administra-ción de la parroquia 147,6;

– jurisdicción de los Superiores157,1;

– consentimiento o consejo a re-querir 158,1;

– hábil para los oficios 161,2;– en las elecciones 164,1;– asuntos que puede tratar el Vi-cario 167,3;

– potestad ordinaria del Minis-tro gen. 176,1;

– requisitos para la elección aMinistro prov. 186.

DERECHOS– los mismos para todos los her-manos 1,2;

– en un solo convento o provin-cia 206,2;

– de los hermanos residentesfuera de la provincia 206,4;

– de los hermanos que trabajanen las misiones 206,6.

DESIGNACION– del Ministro general 164,4.

DEUDAS– para contraer deudas 103,3;108,3.

DEVOCION(*Oración; *Vida interior)

DEVOCIONES(*Ejercicios de piedad;*Acciones sagradas)

DIACONADO PERMANENTE– según las normas de la Iglesiay las particulares necesidades66.

DIACONO– 64,1; 66,2.

DIALOGO (*Colaboración;*Cooperación)

DIFERENCIAS– no existan en la fraternidad91,2.

DIMISORIAS– letras o cartas 64,2-3; 197,2.

168 INDICE ANALITICO

Dinero (*Probeza):– está admitido por el uso 16,1;– evítese toda forma de avariciao acumulación 11,2; 108,1;

– sea bien administrado 110.

DIOCESIS (*Clero diocesano;*Obispos;*Ordinario del lugar)

– los estatutos han de coordi-narse con los decretos dioce-sanos 141,1;

– cooperación con las institu-ciones diocesanas 146,1;

– cooperación con la obra dio-cesana para las vocaciones30,2;

– promover entre el clero d. elconocimiento del espíritu deSan Francisco 133,2;

– promover entre el clero d. laM.I. 133,3.

DISPENSAS– de las normas disciplinares delas Const. y de los estatutos24;

– de los votos temporales 44,1;119,2;

– de la incompatibilidad de ofi-cios 170;

– de la inhabilidad para los ofi-cios 170.

DIVISION– de las provincias o custodias28,1.

DIVULGACION– 137,1.

DOCTRINA (*Estudio)– franciscana 137,1;– filosófica y teológica 59,2;– investigación científica 61,1;137,1;

– formación doctrinal de loshermanos 57,1;

– Facultad Teológica de S. Bue-naventura 61,2.

DOCUMENTOS(*Certificados)

– estúdiense los d. referentes ala vida de la Orden 25,1;

– para la admisión a la Orden33,1;

– de la celebración de la orde-nación sagrada 65.

E

ECONOMO (*Administraciónde bienes)

– conventual, general, provin-cial 103,2;

– nombramiento 103,2;– obligaciones 103,2; 105,2; 108;109;

– bajo la dependencia del Supe-rior 103,2;;

– puede acumularse con elcargo de exactor 105,2;

– límites de su competencia105,2; 107,1;

– es incompatible con el oficiode Superior mayor 106,1;

– puede ser el Guardián encasos especiales 106,2;

– relaciones administrativasque debe hacer 112; 113;

INDICE ANALITICO 169

ECUMENISMO– actividad e. según las doctri-nas de la Iglesia 134.

EDAD– requerida para la entrada alnoviciado 33,1;

– para el Ministro ge. 175,1;– para el Ministro prov. 186;– para los oficios conventuales163,2;

– la vida de los alumnos ha deser acomodada a su e. 31,2;

– no haya preferencia de perso-nas en razón de la e. 91,2.

EDUCACION(*Alumnos; *Formacion)

– apostolado de la e. incluso eninstituciones no católicas138,1;

– asociaciones de ex-alumnos138,4;

– de nuestros alumnos 31.

EDUCADORES– selección y cualidades de lose. 50,2; 51,2;

– entendimiento entre e., Supe-riores y alumnos 51,1; 53,1;

– cometido de cada e. 52,1;– comisiones para la formación53,2;

– plan de formación 48,3; 52.

EJEMPLO– activo medio para las vocacio-nes II-b;

– debe darse principalmente alos jóvenes 51,3;

– dar buen ejemplo con el tra-bajo V-a.

EJERCICIOSESPIRITUALES

– deben hacerse cada año 77,1;– deben hacerse en privado sino se han podido hacer encomún 77,1;

– año sabático 61,3;– casa de e. 77,3.

EJERCICIOS PIADOSOS– 73,3; 74-80;– en los e. obsérvense las nor-mas de la Iglesia 80,2;

– deben inspirarse en la liturgia80,2;

– en honor de la B.V. María y delos Santos 78-79.

ELECCIONES (*Votaciones)– en las e. obsérvese el derechocomún y el particular 164,1;

– para la validez de las e. capi-tulares 160,1-3;

– para la tercera y última vezpara el mismo oficio 164,2;

– de los Superiores mayores164,3;

– por papeletas 163,1; 164,3;– por balotas 103,2; 163,2-3;– los Superiores elegidos estánobligados a hacer la profesiónde fe 157,1;

– sufragio directo 184,1-2;– sistema de elección de los de-legados al capítulo 184,3;

– del Guardían 163,2.

170 INDICE ANALITICO

ENFERMEDAD– las enfermedades hay queofrecerlas a Dios 83,2; 92,2.

ENFERMOS– deber de caridad con los e.92,1;

– apostolado de los e. 130,2;– ofrezcan a Dios sus sufrimien-tos 83,2; 92,2;

– contribuyen a las obras deapostolado 92,2.

ERECCION– de un convento 29,2;– de un convento bajo la depen-dencia del Ministro gen. 29,1;

– de un convento en otra pro-vincia 29,3;

– de una provincia o de una cus-todia general 28,1-2;

– de una custodia provincial28,1-2;

– de una casa filial 29,4;– de una casa de noviciado 36,3;– de un seminario 49,1;– de una fraternidad de la OFS116,2.

EREMITORIO– 77,3.

ESCRITURA (Sagrada)– coloquio con el Padre celestial75,1;

– leer, meditar, venerar la S.E.55,4; 75,3;

– fuente para la predicación128,2.

ESRUTINIOS(*Elecciones; *Votaciones)

ESPERANZA– 13,3; 68,3.

ESPIRITU FRANCISCANO– características 3,2; 23,3;– conocer y apropiarse el e.f.25,1; 54,2;

– promover en todos el e.f.114,2.

ESTABILIDADDE LOS HERMANOS

– 169,1.

ESTATUTO– para cada Conferencia de Mi-nistros provinciales 198,2.

ESTATUTOS(objeto de los estatutos)

– Qué cosas deben determinarlos estatutos:

a)sobre la admisión a laOrden y la formación de loshermanos:

– edad para ingresar al novi-ciado y documentos exigidos33,1;

– modalidades de postulantado33,2;

– rito para el comienzo del no-viciado 36,1;

– duración de los votos tempo-rales 42,1;

– preparación previa a la profe-sión solemne 45,3;

– institución del diaconado per-manente 66,1;

INDICE ANALITICO 171

b)en el ámbito de la vidacomún y de apostolado delos hermanos:

– tiempos y modos para la lec-tura en común de la Regla yde las Constituciones de laOrden 25,2;

– tiempos y modos para la me-ditación 76;

– tiempos y modos para retirosy ejercicios espirituales 77,2;

– modalidades para los tiemposde penitencia de la Orden 85b;

– las vacaciones de los herma-nos 98,2;

– los sufragios por los difuntos102,4;

c)en el ámbito del gobiernode la fraternidad:

– determinar la autoridad delcapítulo conventual 156,4;

– modalidades para conferir loscargos no previstos por lasConstituciones 163,3;

– introducción del sistema desufragio directo para la elec-ción del Ministro prov. 184,2;

– sistema de elección de los de-legados al capítulo provincialy custodial 184,3;

– número de Asistentes provin-ciales 189;

– instituir oportunamente elconsejo definitorial y estable-cer sus miembros 190; 191;

– número de las comisionesprovinciales y de sus miem-bros, sus competencias ymodos de operar 194;

– instituir el capítulo custodial,

si se cree oportuno; fijar suautoridad, la modalidad deelección de sus miembros y lacompetencia del Custodio196,1-3; 197,3;

– determinar para qué asuntos,no previstos por las Constitu-ciones, el Guardían necesita elconsentimiento o el consejodel capítulo conventual 204,2;

– fijar los derechos de que gozael hermano residente en unacustodia provincial 206,6;

d)en el ámbito de la adminis-tración de bienes:

– inscripción de los hermanosen asociaciones de previsiónsocial 12,2;

– a quién van a parar los bienesque adquiere un hermano15,3;

– normas para la validez de laventa, permuta o alquiler debienes 103,3;

– personalidades jurídicas acrear en la provincia 104;

– si se pueden acumular o no elcargo de ecónomo y exactor105,2;

– cómo administrar y guardarlos bienes y qué registros hayque adoptar 110;

– normas sobre la relación fi-nanciera que cada conventodebe enviar al Ministro prov.112,1-2;

– normas para tratar la admi-nistración económica de laprovincia en el Definitorio yen el capítulo 113;

172 INDICE ANALITICO

– la competencia del Guardíany del párroco en la adminis-tración de los bienes de las pa-rroquias 147,6.

ESTATUTOS GENERALES– quién puede promulgarlos22,1;

– quién los interpreta 22,2;– su obligatoriedad 23,2.

ESTATUTOSPARTICULARES

– quién puede promulgarlos141,1;

– del Sacro Convento de Asís26,2;

– para la educación y los estu-dios 48,3; 52; 53,2;

– para las misiones 154,4;– para la Facultad Teológica deS. Buenaventura 60,2;

– para los ministerios pastora-les 141,1.

ESTATUTOSPROVINCIALES

– quién puede promulgarlos22,1;

– ha de examinarlos el Definito-rio general 22,3;

– su interpretación y cambios22,2;

– obligatoriedad 23,2.

ESTUDIOS (*Doctrina)– en los seminarios menores31,3;

– prohibidos durante el novi-ciado 38,3;

– para los clérigos 59;– de especialización 61,1; 62,3;– títulos de estudio 48,2; 61,1;– comisión de estudios 53,2;– superiores 61,2;– formación permanente 62,1-3.

EUCARISTIA– culminación de toda la litur-gia 69; 126,1; 129,1;

– S. Francisco, ejemplo de de-voción a la E. 70,1; 74,1;

– comunión diaria 70,1;– participación comunitaria enla S. Misa 70,1;

– concelebración 70,2;– la E. en la vida del seminario55,2.

EVANGELIO– el E. es el fundamento de laOrden I-a-b; 3,1; 75,2;

– la Regla, es médula del E. I-f;75,2; 121,2; 137,3;

– predicación del E. 13,3; 128,1-2;

– los hermanos han de ser testi-monio del E. en el mundo26,1;

– lectura y meditación del E.55,4; 75,2-3.

EXACTOR– conventual, general, provin-cial 103,2; 105,2;

– funciones del e. 105,2;– bajo la dependencia de los Su-periores 103,2;

– puede acumularse con elcargo de ecónomo 105,2;

INDICE ANALITICO 173

– es incompatible con el oficiode Superior mayor 106,1;

– cuándo y cómo puede elGuardián asumir el oficio dee. 106,2;

– su elección 103,2.

EXAMEN– de los candidatos a la Orden32,1;

– antes de la profesión 40,2;– antes de la admisión a las ór-denes sagradas 64,2.

EXIGENCIAS– adaptarse a las e. de la Iglesia,de los tiempos, de los lugaresy de los grupos de personas125,3;

– de la vida de comunidad 89,1;93,2; 124,4; 144,1;

– del espíritu de oración 123,1;139,1;

– formación conforme a las e.31,2-4; 47,1; 48,3; 58,2; 62,1;

– horario por e. del apostolado94;

– particulares formas de po-breza que responden a las e.de los tiempos 15,1; 17;

– la edad para el ingreso al no-viciado debe responder a las e.de los tiempos y de los lugares33,1;

– la institución del diaconadopermanente responda a las e.66;

– escójanse las actividades queresponden mejor a las e.125,3.

EXPERTOS (*Peritos)

EXPULSION– de un novicio 119,1;– de un profeso de votos tempo-rales 44; 119,2;

– de un profeso de votos solem-nes 119,2;

– los Superiores no difieran ladecisión sobre la expulsión44,2;

– manifiéstese el motivo de laexpulsión dando facultad dedefenderse 119,3.

EX-ALUMNOS– 138,4.

EXCLAUSTRACION– para la e. obsérvese el derechocomún 119,2;

– el exclaustrado está privadode voz activa y pasiva duranteseis meses desde su vuelta alconvento 118,1.

EX-MINISTRO GENERAL– vocal de los capítulos genera-les 173,1;

– vocal de los capítulos de suprovincia 183,2-3.

EX-MINISTRO PROVINCIAL– es vocal de los capítulos pro-vinciales inmediatamente si-guientes al capítulo ordinarioen que cesó en el oficio 183,2-3.

174 INDICE ANALITICO

F

FACULTAD– de llevar hábito diverso 97,3;– de recibir las órdenes sagra-das 63-66;

– Pontificia Facultad Teológicade San Buenaventura 61,2.

FAMILIA (*Caridad;*Comunidad;*Fraternidad)

– los hermanos constituyen unaf. 1,2; 26,1;

– colocados de f. en un con-vento 27; 203,1;

– observar la pobreza inclusocomo f. 13,1;

– consérvese el espíritu de f.entre todos los hermanos26,1; 86,2; 95;

– cumplir gustosamente los de-beres de f. 95,4.

FAMILIA PROPIA(*Consanguíneos)

– contactos con la f. durante laformación de los jóvenes 31,2;

– para determinar la idoneidadfísica y psíquica de los candi-datos a la Orden téngase pre-sente la situación de su f. 32,2;

– relaciones de los novicios conla f. 38,4;

– relaciones de los hermanoscon la f. 99,1-2.

FAMILIAS FRANCISCANAS(*Franciscanos)

– hospitalidad con las F. 96,4;– cooperación con las F. 114.

FE– referirlo todo a la fe 68,3;136,1;

– obedecer con espíritu de fe 5;7,3;

– profundizar en el conoci-miento de la fe con el estudio59,2;

– propagar la fe 152,1-3.

FERVOR– puedan encontrarlo los jóve-nes en todas las comunidades51,3.

FIDELIDAD– a la vocación 4,2;– a la Regla 145,1;– al propio oficio o cargo 161,1.

FIESTA– de la Inmaculada 78,2;– de S. Francisco 79,1.

FILOSOFIA– su finalidad en la formaciónde los hermanos 59,2.

FORMA DE VIDA (*Regla)

FORMACION (*Institución;*Plan)

– postulantado II-a; 33,2;– admisión a la Orden 32;– noviciado II-a; 36-38;– período de la profesión tem-poral 39-45;

– principios generales de la f.1,4; 47-53;

– espiritual 54-56;

INDICE ANALITICO 175

– doctrinal, técnica y pastoral57-61;

– permanente 62;– misionera 151.

FORMACIONEN EL NOVICIADO

– espiritual 54-56; II-d;– procédase gradualmente 38,2;– durante el noviciado se prohí-ben otros estudios 38,3;

– la vida del noviciado no seaficticia 38,2;

– relaciones con la familia 38,4;– novicio en peligro de muerte37,3;

– profesión anticipada 37,2;– un cuasi-noviciado antes de laprofesión solemne 45,3.

FORMULA DE LAPROFESION RELIGIOSA

– 41,2.

FRANCISCANOS– familias franciscanas IV-e;114;

– institutos franciscanos 114,2;– monjas de la II Orden 115;– OFS 114; 116; 133;– religiosas franciscanas 19,3;115.

FRANCISCO (nuestro PadreSan Francisco)

– perfecto imitador de Cristo I-a;

– inspirado en la fundación dela Orden I-a; 1;

– quiso que sus hermanos se lla-maran Menores 1,3;

– ha escrito la Regla I-b;

– reposa en la patriarcal basílicade Asís 26,2.

Culto: 79,1– apropiarnos su espíritu 25,1;– difundir su espíritu 114,2.

FRANCISCO (ejemplar)– en el apostolado V-c, d;– en la caridad III-f;– en la castidad 19,3;– en la oración 67,3;– en la devoción a la Eucaristía74,1;

– en la fe III-f;– en la humildad 9,3;– en la laboriosidad V-a;– en la devoción a la B.V. María78,1;

– en la oblación de sí mismo83,2;

– en la obediencia 6; 7;– en la pobreza I-d; 9,3;– en la piedad 80,1;– en la penitencia III-e;– en la esperanza III-f;– en la unión perfecta conCristo crucificado 70,1.

FRANCISCO(su pensamiento respectoa las siguientes voces)

– fundamento evangélico de laOrden I-b;

– denominación de la Orden1,1-3;

– fundamento de la Regla I-f;– aspirantes a la Orden II-a;– formación de los hermanos II-f, g;

– formación de los novicios yprofesos II-d, e;

176 INDICE ANALITICO

– apostolado misionero 148,2;– autoridad personal y cole-giada VI-a-d;

– castidad I-e;– fraternidad con todos IV-a;– historia de la salvación III-a;– humildad I-d;– Jesucristo III-b-c;– laboriosidad V-a; 57,2;– B.V. María III-d; 78,1;– obediencia I-c;– Sumo Pontífice 6;– Iglesia 7;– Superiores VI-a;– Ministro general VI-b;– oración 67,2;– pobreza I-d;– vida común IV-b-d.

FRATERNIDAD(*Comunidad; *Familia;*Cooperación)

– como elemento esencial de laOrden IV; 1,4; 26,1; 86,2;

– fraternidad de vida 87 y ss.;– el trabajo de los hermanos seatestimonio de f. 122,1; 124,4;166,1;

– con todos los franciscanos114.

G

GASTOS (*Administraciónde bienes)

GENEROSIDAD– encuéntrenla los jóvenes entodas las comunidades 51,3.

GRACIA– los alumnos se formen con eldon de la G. II-f;

– toda G. proviene de Cristo 3,2.

GUARDIAN (*Superiores)– edad requerida para los G.163,2;

– nombramiento de los G.163,2;

– potestad de los G. 202,2;143,1;

– depende inmediatamente desu Superior mayor 188,2-3;

– duración del oficio 165,1;– preside el capítulo conventual203,1;

– funciones del G. 24,c; 37,3;96,2; 119,1; 141,2; 143,1-3;145,2; 202,1;

– está obligado a residencia167,1;

– es sustituido por el Vicario167,3;

– renuncia del G. 168,2;– remoción de un G. 169,3;– de una casa directamente su-jeta al Ministro gen. 205.

H

HABIL– para los oficios 161,2;– dispensa de la inhabilidad170.

HABITO– el h. religioso de los hermanos97.

INDICE ANALITICO 177

HERMANAS (*Religiosas)

HERMANOS– título de los que pertenecen ala Orden 1,1-3;

– tienen los mismos derechos ydeberes 1,2;

– constituyen una familia 1,2;– las Constituciones son paratodos los h. que se mensionana continuación.

HERMANOS CLERIGOS(*Clérigos; *Sacerdotes;*Presbíteros)

HERMANOS NO CLERIGOS– cooperan también en el apos-tolado 1,2; 2,1;

– instrúyaseles en teología encasa adecuadas 58,1;

– aprendan artes y oficios útilesa la comunidad 58,2;

– celebración del oficio divino ysufragios 72,2; 102,2;

– participan en el ministerio sal-vífico de la Iglesia 73,1; 120,2;129,2; 131;

– cooperación a la predicacióny al ministerio 126,2; 129,1.

HISTORIA (de la Orden)– materia de estudio para losalumnos 54,2;

– en la misiones estúdiese lahistoria local 151,2.

HORARIO– cada comunidad disponga suh. en el capítulo y sea después

confirmado por el Superiormayor 94.

HORAS CANONICAS(*Liturgia de las Horas)

HOSPITALIDAD– 96,4.

HUMILDAD– 1,3; 3,2; 121,2; 122,2; 161,1.

I

IGLESIA– los hermanos estén siempresujetos a la Iglesia I-f; 2,2; 7,1;26,1; 122,2;

– en comunión con la I. 3,2;54,1;

– unidos al ministerio de la I.3,1; 4,1; 148,1;

– aspecto eclesial de los conse-jos evangélicos 54,3;

– escójanse las actividades másoportunas según las exigen-cias de la I. 125,3;

– subvenir a las necesidades dela I. 14,3.

Iglesia como edificio:– téngase sumo cuidado de la I.73,4;

– cuidado y apostolado en las I.más importantes 127.

IMPEDIMENTO (*Inhábil)– el Superior impedido es susti-tuido por el Vicario 167,3;

– impedido el Ministro prov. o elCustodio gen., son vocales del

178 INDICE ANALITICO

capítulo general los respecti-vos Vicarios o un delegadosuyo 173,2;

– impedida la celebración delcapítulo prov., el Ministro gen.elige al Ministro prov. y a suDefinitorio 185;

– impedido el Ministro prov. losustituye el Vicario 192.

INCARDINACION(*Afiliación;*Incorporación)

INCOMPATIBILIDAD– entre oficio de Superiormayor y cargo de acónomo106,1;

– en qué condiciones el Guar-dián puede ser ecónomo106,2;

– dispensa de la i. 170.

INCORPORACIONA LA ORDEN

– tiene lugar definitivamentecon la profesión solemne 3,1.

INDULTO– de salida de la Orden 44,1;119,2-3.

INFORMACION– sobre los candidatos a laOrden 31,2-1;

– haya diálogo e i. entre los her-manos 87,2; 166,1;

– medios de i. 166,1;– apostolado en los centros de i.138,3.

INHABILIDAD– de los asistentes gen. para ofi-cios provinciales 177;

– dispensa de i. 170.

INICIATIVAS– a tratar en capítulo 88,3;– conocerlas y ordenarlas 89,1;124,3;

– de la Orden 175,7;– de caridad 136,2;– para la formación perma-nente 62,2;

– llévense adelante comunita-riamente 124,3-4.

INMACULADA (*V. María;*M.I.)

– patrona especial de la Orden78,2;

– guía en las obras de aposto-lado 1,4;

– devoción y consagración a laI. 3,2; 56;

– culto y consagración de laOrden a la I. 78,2.

INSTITUTOS (*Seminarios)– para la formación de los her-manos 31,1; 48;

– administración de los i. 105,1;– institutos superiores 137,2;– apostolado en i. de educación138;

– para la formación misionera151,2.

INDICE ANALITICO 179

INSTITUTOSFRANCISCANOS(*Franciscanos)

– promuévase la unidad del es-píritu franciscano entre losI.F. 114,2.

INTERPRETACION– de la Regla 21,1;– de las Constituciones 2,3;– de los estatutos 22,2.

INVALIDEZ– de los actos 158,1-2.

INVESTIGACION– profundícese en la i. de la viday de la doctrina franciscana137,1;

– utilícense los medios de co-municación social para la di-vulgación 137,1.

J

JESUCRISTO– misterio de salvación III-a;– conformidad con J.C. 3,2; 4,1;55,2; 57,2; 68;

– venerarlo presente en la Euca-ristía 74.

JERARQUIA (*Obispos;*Ordinario del lugar)

– colaboración con la j. 131;146,1;

– obediencia y respeto a la j. 7,2.

JOSE– tutelar de la Orden y ejemplode vida 78,3.

JURISDICCION– eclesiástica 157,1.

JUSTICIA– promuévase entre todos136,2.

L

LABORIOSIDAD (*Trabajo)– 68,1; 81; 91,1; 122,3.

LAICOS– apostolado de los l. 133;– l. misioneros 149,2.

LAUDES(*Liturgia de las horas)

– rezo de las l. con los fieles71,3;

– rezo de las l. por parte de losprofesos de votos temporales72,3.

LECTURA– de la Sagrada Escritura 75,3;– de los escritos y de la vida deS. Francisco 25,1; 79,1;

– en la mesa 95,2.

LEY - ES– la «Regla» es la ley fundamen-tal de la Orden 20;

– Constituciones 21,2-3; 23,2;24; 25;

– estatutos 22; 23,2; 24;– violación de la l. 109,3; 117-118;

– conocimiento de la l. 25.

180 INDICE ANALITICO

LEY CIVIL– respecto a las asociaciones deprevisión social 12,2;

– contratos de trabajo 100;– retribuciones de los depen-dientes 100;

– reconocimiento jurídico deconventos de la Orden y deotras instituciones 104;

– representantes legales 104;– documentos legales 104.

LIBERTAD (*Voluntad)– requerida para la admisión ala Orden II-c; 32-2;

– obediencia como libertad dehijos de Dios 5.

LIBROS– de administración 105,2;– uniformidad de los l. de admi-nistración 110;

– compilación y firma de los l.de administración 111,1-2;

– examínense en la visita 111,2;– de novicios 36,1;– de profesiones 41,1;– parroquiales 147,3;– de la biblioteca 62,1;– permiso de los Superiores ma-yores para la impresión de l.137,1;

– de ordenaciones 65.

LICENCIA (*Permiso)– para ir a misiones 150;– para administrar bienes extra-ños a la Orden 109,2.

LIMOSNAS– se permite pedirlas y aceptar-las 16,2.

LITURGIA (*Eucaristía)– es la fuente de la predicación128,2;

– acciones litúrgicas 69-73;– celebraciones litúrgicas co-munitarias 95,1.

LITURGIA DE LAS HORAS– 71-73;– formación de los alumnos55,3.

LUJO– debe evitarse 13,1.

M

MADUREZ– la obediencia lleva a la m. 5;– para la guarda de la castidad19,2;

– humana y espiritual requeridaen los candidatos a la OrdenII-c; 32,1;

– requerida para emitir la pro-fesión solemne 45,1; 47,2;

– exigida para el Ministro prov.186.

MAESTROS (*Educadores)– 40; 51,1-2; 64,2.

MARIA VIRGEN(*Inmaculada;*Milicia M.I.)

– ejemplo de perfecta caridad56;

– para la guarda de la castidad19,1;

INDICE ANALITICO 181

– rosario y corona franciscana78,1-2; 97,2.

MEDIOSDE COMUNICACION

– 96,3; 128,1; 137,1.

MEDITACION (*Oración)– lugar, tiempo y modo para lam. 76;

– de la Sagrada Escritura 55,4;– sobre textos litúrgicos o priva-dos 75,3.

MESA COMUN– 95,2.

METODO– sencillo en todas las activida-des 122,2.

MILICIA DE MARIAINMACULADA, M.I.(*María Virgen;*Inmaculada)

– consagración a la Inmaculadasegún el espíritu de la M.I. 56;

– propagar la M.I. 133,3.

MINISTERIO– apostolado 2,1;– los hermanos participen de di-versas y particulares manerasen los m. de la Iglesia 120,1-2;

– ejercítense gradualmente losalumnos en los diversos m. 60;

– m. pastoral (*Pastoral);– los que son llamados a un ofi-cio ejerzan el m. fielmente conespíritu de servicio 161,1.

MINISTERIOS SAGRADOS– 63.

MINISTRO GENERAL– es el sucesor de S. Francisco6,2;

– padre de toda la fraternidad175,2;

– cómo debe ser el M.g. segúnS. Francisco VI-b;

– cualidades del M.g. 175,1;– funciones 175,2;– es Ordinario para toda laOrden 157,2;

– normas para su elección163,1; 164,3;

– duración del mandato 165,1;– renuncia 168,3;– remoción 169,3;– cuando cesa el mandato fueradel capítulo 180;

– ejerce la autoridad en laOrden personalmente o consu Definitorio 177;

– su potestad 157,1; 176,1;– quiénes dependen directa-mente del M.g. 176,2;

– incompatibilidades con esteoficio 106,1;

– comunión con todos los her-manos 166,1;

– visita canónica y relación delM.g. al capítulo ordinario166,2-3;

– obligado a residencia 167,1;– debe estar en continuo con-tacto con su Vicario 167,2;

– el Vicario lo sustituye en casode ausencia o impedimento167,3;

182 INDICE ANALITICO

– convoca los capítulos provin-ciales ordinarios y los presidehasta la cuarta sesión 182,1;183,1;

– es vocal de los capítulos pro-vinciales extraordinarios183,3;

– puede dispensar de las leyesdisciplinares a cada hermanoy a casa convento 24a;

– puede conceder llevar hábitodiverso 97,3;

– tiene facultad para disponerdoquiera cuanto concierne ala erección y a la asistencia delas fraternidades de la OFS116,2;

– asuntos que deben tratarsecon su Definitorio (*Definito-rio general).

MINISTRO PROVINCIAL– cualidades 186;– funciones 141,2; 143,3; 187;– es Ordinario 157,2;– normas para la elección 163,1;– renuncia 168,2-3;– remoción 169,3;– potestad 188,1;– hermanos directamente de-pendientes del M.p. 188,2;

– comunión con los hermanos166,1;

– visita canónica y relación delM.p. al capítulo ordinario166,2-3;

– obligación de residencia167,1;

– sírvase de la colaboración desu Vicario 167,2;

– el Vicario lo sostituye en casode ausencia o impedimento167,3;

– convoca y preside el capítuloextraordinario 182,2;

– preside el capítulo ordinariodespués de la cuarta sesión183,1;

– convoca el consejo definitorialprevisto en los estatutos pro-pios 190;

– es vocal de los capítulos gene-rales y provinciales 173,1;183,2-3;

– puede dispensar de las nor-mas disciplinares a los herma-nos residentes en su provincia24b;

– con qué otros oficios es in-compatible 106,1;

– para los actos a tratar con suDefinitorio (*Definitorio pro-vincial).

MINISTROS (*Superiores;*Superiores mayores)

– unidad de los hermanos conlos M. 26,1 a-b;

– examinar la idoneidad de loscandidatos a la Orden II-a;32,1;

– admitir a la Orden y a la pro-fesión 34,1; 39,1;

– admitir a las órdenes sagradasy conceder las dimisorias64,2-3;

– admiten como «amigos espiri-tuales» a los bienhechores dela Orden o de la provincia99,3.

INDICE ANALITICO 183

MINORIDAD– carisma particular y funda-mental de la Religión francis-cana 1,3;

– testimonio de m. 7,1; 101;122,1-2.

MISAL– 73,2.

MISIONES– vocaciones misioneras 30,1;– actividad misionera 148-154,1-3;

– Secretariado gen. y prov. paralas misiones 154,3-4;

– cooperación con otras institu-ciones 146,2.

MISIONES POPULARES– 148,2.

MONJAS DE SANTA CLARA(*Segunda Orden;*Religiosas)

– 114-115.

MORTIFICACION(*Penitencia)

– 19,2; 81-85.

MUERTE– última ofrenda al Señor 83,2;126,1;

– sufragios por los difuntos 102;– asistencia a los moribundos130,2.

MUJERES– cómo deben comportarse loshermanos con las m. 19,3.

N

NACION– síganse los programas de es-tudios propios de cada n. 59,1;

– estudios en n. extranjeras61,1;

– apertura a los nativos de lasmisiones 153,2.

NOMBRAMIENTOS(*Oficios; *Cargos)

NO CRISTIANOS– colaboración con los no c.135.

NORMAS (Para la educación;*Estatutos particulares)

– haya normas para la Orden,las provincias y los distintosseminarios 48,3;

– determinar las funciones y lascompetencias de los educado-res 52,1;

– participación de los alumnosen la vida del seminario 52,2;

– participación de los alumnosen los diversos ministerios 60.

NOVICIADO (*Admisióna la Orden; *Formación;*Educación; *Seminarios)

– requisitos para el n. 32,1-2;– documentos requeridos 33,1;– probación previa 33,2;– la admisión al n. constituye laadmisión a la Orden 34,1;

– quien vuelve a la Orden debehaber marchado de la mismalegítimamente 34,2;

184 INDICE ANALITICO

– fundamento de la formaciónreligiosa 38,1;

– duración del n. 36,2;– casa de n. (*Casa): quiénpuede erigirla, suprimirla ytrasladarla 36,3;

– está previsto hacer el n. enotros conventos 36,4-5;

– ausencia del n. 37,1;– formación de los novicios(*Formación).

O

OBEDIENCIA– fundamento del voto de o. I-c;5;

– consagración conseguida conel voto de o. 3,1;

– objeto del voto de o. 6-7;– sea activa y responsable 8,2;– fidelidad a la Regla y a los Su-periores 145,1;

– con amor y alegría 90,2.

OBISPOS (*Conferenciasde Obispos; *Jerarquía;*Ordinario del lugar)

– prestar ayuda al O. 131;– consultar al O. antes de la su-presión de un convento 29,5.

OBLIGACION– de la Regla 23,1; 42,2;– de las Constituciones 23,2;42,2;

– de los estatutos 23,2;– de los votos 4,3;– del rezo del oficio divino 72.

OBLIGACIONES– conocimiento de las o. reque-rido para los novicios II-c;32,1;

– los hermanos tienen los mis-mos derechos y deberes 1,2;42,2;

– de la profesión religiosa quehan de conocer los alumnos54,3;

– de los hermanos que trabajanbajo la autoridad de otros139,1.

OBRA - S (*Actividad)– de la Orden 11; 14,1; 175,2;– de caridad 11,1;– de apostolado 120,3;– por las vocaciones 30,2;– apostólica de los laicos 133,1;– culturales 53,1;– que han de abandonarse125,3;

– competencia del capítuloconv. para la aceptación y rea-lización de las o. 88,2; 143,2-3.

OCIO (*Trabajo)– húyase del o. V-a-b.

OFRECIMIENTO(*Consagración; *Voto)

– 5; 55,4; 56; 70,1; 83,2.

OFERTAS (*Limosnas)– deben consignarse en los li-bros de administración 105,1;

– las o. a título personal destí-nense al convento 11,1; 15,3;

INDICE ANALITICO 185

– se permite pedirlas y recibir-las 16,2.

OFENSAS– las o. hay que perdonarlas conpresteza 91,2.

OFICIALES (*Oficios)– cuáles son los o. conventuales,generales, provinciales 162,1-4;

– entendidos en sentido amplio162,5;

– para los o. de los diversos ofi-cios, véanse las voces corres-pondientes.

OFICIO DIVINO(*Liturgia de las Horas)

OFICIOCUASIPROVINCIALES

– cuáles son 162,3;– duración 165,1;– cómo se confieren 163,1;164,2-4.

OFICIOS GENERALES– cuáles son 162,1;– duración 165,1;– colación 163,1; 164,2-4;– inhábil 177.

OFICIOS PROVINCIALES– cuáles son 162,2;– duración 165,1;– cómo se confieren 163,1;164,2-4.

ORACION (*Devoción;*Meditación)

– espíritu y vida de o. en los her-manos 1,4; 67-68;

– litúrgica (*Liturgia) 69-73;– acciones sagradas 74,1-2;80,2;

– orar por los Superiores 90,2;– no extingan nunca el espíritude o. 123,1;

– por los difuntos 102;– comomedio para la guarda dela castidad 19,1;

– por las vocaciones 30,1;– educar a los alumnos para lao. 55,1-4; 123,2.

ORACIONES– por los padres y bienhechoresdifuntus 99,1; 102.

ORDEN DE HERMANOSMENORESCONVENTUALES

– denominación 1;– elementos constitutivos 1,2-4;157,1;

– naturaleza jurídica de laOrden 1,2;

– está incluida entre los institu-tos clericales 1,2;

– está sujeta inmediatamente alSumo Pontífice 2,2;

– espiritualidad de la O. 3,2;54,1-2;

– es una verdadera fraternidad1,4; 86,2;

– ley fundamental de la O. es laRegla 20;

– estructura de la O. 26-29;

186 INDICE ANALITICO

– S. Francisco quiere que sea enla Iglesia principalmente testi-monio de pobreza 17;

– tiene capacidad para poseer15,2; 107,3;

– la historia de la O. hay que en-señarla a los alumnos 54,2;

– gobierno de la O. VI-a; 155 yss.;

– la dirige el Ministro gen.175,2;

– los asuntos de la O. ante laSanta Sede 178;

– actividades de la O. 120,2;148,1;

– difusión de la O. 152,1; 153,1;– admisión a la O. 32 y ss.;– afiliación a la O. 3,1;– cooperación en la O. 87,1;– cooperación de la O. con losotros franciscanos 114-116.

ORDEN II (*Monjas;*Santa Clara)

– visitador de la O. 115,1;– asistente espiritual de la O.115.

ORDEN III (*O.F.S.)– 116; 133,2.

ORDENES SAGRADAS(*Clérigos)

– para recibir las o. s. es necesa-rio ser profeso solemne 64,1;

– petición que el candidato hade hacer 63; 64,1;

– quién puede conceder las di-misorias 64,3;

– juicio de idoneidad para laso.s. 64,2;

– praxis para el candidato a laso.s. residente en otra provin-cia 64,2;

– consulta a los hermanos de lacomunidad 64,2;

– madurez requerida para laso.s. 55,6;

– diaconado permanente 66;– certificado de la celebraciónde la ordenación 65.

ORDINARIOS– cuáles son los Superiorescomprendidos en esta deno-minación 157,2.

ORDINARIOS DEL LUGAR(*Obispos; *Jerarquía)

– los hermanos les están sujetos7,2; 146,2; 147,3;

– convenciones entre los O. y losMinistros prov. para las parro-quias 147,2-3;

– licencia para publicar libros137,1.

ORNAMENTOS– para el culto litúrgico 73,4.

P

«PADRE NUESTRO»– rezo de los P. sustitutivos deloficio divino 72,2-3.

PADRES– deber de gratitud hacia los p.99,1-2;

– sufragios por los p. 102,1-2.

INDICE ANALITICO 187

PALABRA– ministerio de la p. (*Predica-ción).

PALABRAS– evita p. contra la caridad y lapaz 91,2;

– conversación fraterna 95,3.

PARECER– cada uno manifieste con sen-cillez su p. en las reuniones88,3.

PARROCO– 147,4-6;– duración del mandato del p.147,6.

PARROQUIA– las actividades de la p. han dearmonizarse con la vidacomún 132,2;

– actividades pastorales en lasp. 147,3-5.

PASO– desde o a un instituto diverso46.

PASTORAL– actividades p. 126,1; 131;147,5;

– formación p. que ha de darsea los hermanos 55,6; 57,1;

– finalidad de la p. 126,1;– ejercítense los diáconos en lap. 64,1.

PEDAGOGIA– tengan en cuenta los educado-res los principios de la p. 50,2.

PENAS(*Remoción; *Correción)

– obsérvese el derecho comúncuando haya de infligir p.118,2;

– privación de voz activa y pa-siva 118,1;

– remoción de un oficio 169;– para quien ha dañado a terce-ras personas 109,3;

– precedan siempre fraternasadmoniciones 117,1.

PENITENCIA– diversas formas de mortifica-ción 83;

– tiempos y días de p. de la Igle-sia 84;

– tiempos y días de p. de laOrden 85;

– normas sobre la p. 84-85.

PENITENCIA (*Sacramento)– administración de la p. 129,3;– los alumnos y los hermanosfrecuenten la p. 55,5; 82.

PENSIONES– se permite a los hermanospercibir p. 12,2.

PERFECCION EVANGELICA(*Caridad; *Santidad)

– finalidad de la Regla 23,3;– el Evangelio fuente de p. 75,2.

PERIODICOS– provean los Superiores deadecuados p. para utilidad delos hermanos 62,1.

188 INDICE ANALITICO

PERICIA - PERITOS– hermanos peritos en algunadisciplina 124,2; 136,1; 144,3;

– en la predicación 128,4;– requerida en los Ministros186;

– pueden admitirse peritos ennuestros consejos 159,3.

PERMANENCIA– de los hermanos fuera delconvento 95,4;

– en otra provincia 206,4-6.

PERMISOS– no se den p. indiscriminados9,3;

– para p. en cada cosa, véase lasvoces particulares interesa-das.

PERMUTA (*Cambio)– p. de bienes inmuebles o pre-ciosos 103,3.

PERSECUCIONES– soporten los hermanos las p.con paciencia 83,2.

PERSONA– la obediencia salvaguarda lap. 5;

– no se den favoritismos de p.91,2;

– ofertas a título personal 15,3.

PERSONA JURIDICA– institúyanse en la Orden p.j.104;

– todos los bienes se ordenan ala p.j. competente 15,3;

– los oficiales actúan en nombrede la respectiva p.j. 109,1.

PETICION– de aceptación a la Orden 32,1;– para la profesión temporal ysolemne 39,3;

– para los ministerios sagrados63;

– para la sagrada ordenación64,1;

– para la reducción al estadolaical 118 b.

PIEDAD(*Oración; *Vida interior)

POBREZA– fundamento evangélico y teo-lógico del voto de p. I-d; 9,1;

– objeto jurídico del voto de p.9,2;

– p. de hecho y de espíritu 9,2;– la Orden, las provincias y losconventos pueden poseer15,2; 107,2-3;

– los hermanos en particular nopueden poseer nunca 15,2;

– renuncia a los bienes antes dela profesión 10,1-2;

– lo que proviene a un hermanoes para la religión 11,1; 15,3;

– aceptar con gusto las estre-checes de la p. 13,2;

– está permitido el uso de di-nero bajo la dependencia delos Superiores 16,1;

– las comunidades han de res-plandecer por su p. 13,1;

– evítese el lujo 13,1;

INDICE ANALITICO 189

– úsense los bienes como po-bres 11,2; 13,1-2;

– uso de los bienes destinados alapostolado 11,2; 14,1;

– los hermanos han de sentirseobligados a la ley del trabajo12,1;

– provean los hermanos a susnecesidades con su trabajo12,1;

– confíen siempre los hermanosen la providencia 12,1;

– usen siempre los hermanoslos medios más sencillos y po-bres 122,2;

– se permite percibir pensionesy previsiones sociales 12,2;

– gustar vivir con y como los po-bres 13,3; 14,3; 135;

– colaboración con las provin-cias más pobres 14,2;

– solidaridad con las iglesias po-bres 14,3;

– hallar formas de p. que res-pondan a los tiempos 15,1;

– establézcase en los capítulosparticulares formas de p. 17;

– se permite pedir y recibir li-mosnas 16,2;

– como medio eficaz de aposto-lado 3,2; 121,2;

– con humildad y alegría I-d;– conservar inalterado el espí-ritu de p. 15,1;

– amar la p. y dar testimonio deella 9,3; 17;

– los Superiores den los prime-ros ejemplo de p. 9,3;

– no se den permisos indiscri-minados sobre la p. 9,3;

– en el hábito 97,1.

PONTIFICE(*Sede Apostólica)

– la Orden está inmediatamentesujeta al P. 2;

– obediencia al P. 6,1;– potestad del P. sobre la Regla20; 15,1.

POSTULANTADO(*Admisión; *Formación;*Seminarios)

– naturaleza, duración, obliga-ción del p. 32,2.

POTESTAD– dominativa VI-a;– jurisdicción VI-a; 157,1;– ordinaria 157,2; 176,1; 188,1;202,2;

– vicaria 195,1.

PRACTICAS DE PIEDAD(*Ejercicios piadosos)

PRECEDENCIA– 101.

PREDICACION– valor teológico de la p. 126,2-3;

– la p. de los hermanos sea«evangélica» 126,1; 128,1,3;

– es obligación de todos los her-manos 126,2;

– en las iglesias más importan-tes 127;

– método de la p. 128,1;– adóptense para la p. los nue-vos medios 128,1;

– sean fuente de la p. la SagradaEscritura y la liturgia 128,2;

190 INDICE ANALITICO

– se prepare siempre debida-mente 128,4.

PREDICADORES– los Superiores provean de p.para la instrucción de los her-manos 115,2;

– permiso para predicar 77,4;– los p. han de prepararse siem-pre bien 128,4.

PREFECTO– para las comisiones de forma-ción y de estudios 53,2.

PREFERENCIASPERSONALES

– no se den entre los hermanosp. por la condición o la edad91,2.

PRESBITERADO(*Sacerdocio; *Clérigos;*Sagradas Ordenes)

– admisión al p. 64,1; 66,2;– función del p. 126.

PRESIDENTE– del capítulo general 174;– del capítulo provincial 183,1;– del capítulo conventual 203,1;– de las comisiones provinciales194.

PREVISION SOCIAL– se permite a los hermanos ins-cribirse en la p. s. 12,2;

– la p. s. ha de aplicarse a nues-tros dependientes 100.

PRIVACION DEL OFICIO(*Remoción)

PRIVILEGIOS (*Gracias)– los participan incluso los pro-fesos de votos temporales42,2.

PROBACION(*Formación; *Prueba)

– antes de la admisión a laOrden 33,2; 34,2;

– el período de p. dura hasta laprofesión solemne 35;

– puede prorrogarse 45,2;– para quien proviene de otroinstituto 46,3-4.

PROBLEMAS– no pueden remitirse al Defini-torio los p. que debe tratar elcapítulo 159,2;

– mayoría requerida para cadap. 160,3;

– obligación de los Vicarios detratar los p. 167,2-3.

PROCURADOR GENERAL(*Asistentes generales; De-finidores generales)

– es un oficio general 162,1;178;

– elección del P. 163,1;– funciones del P. 178;– duración del oficio de P. 165,1.

PROFESION DE FE– por quién y cuándo se debeemitir 157,1.

INDICE ANALITICO 191

PROFESION RELIGIOSA– es el fundamento de la Orden3,1;

– significado teológico de la p. r.4,1; 67,1;

– explíquese bien a los alumnosel significado de la p. r. 54,3;

– admisión a la p. r. 39-41;– está bien expresada por lavida común 86,1;

– fórmula de la p. r. 41,2.

PROFESION SOLEMNE– incorporación definitiva a laOrden con la p. s. II-e; 3,1;45,3;

– requiere madurez espiritual ypsicológica 45,1;

– cuándo debe emitirse 42,1;45,2;

– puede anticiparse 41,1;– admisión a la p. s. 39;– renuncia a los bienes antes dela p. s. 10,2;

– el candidato a la p. s. debe pe-dirla por escrito 39,3;

– relación del maestro 40,1;– juicio de los hermanos de lacomunidad 40,2;

– examen de la voluntad delcandidato 40,2;

– praxis para un candidatofuera de su provincia 40,3;

– voto deliberativo del Definito-rio 40,1-3;

– preparación próxima a la p. s.45,3;

– transcripción y firma del actode la p. 41,1;

– fórmula de la p. s. 41,2;

– se requiere para la admisión alas sagradas órdenes 64,1.

PROFESION TEMPORAL– renuncia a la administraciónde bienes antes de la p. t. 10,1;

– el candidato debe pedir porescrito la p. t. 39,3;

– quién puede admitir a la p. t.39,1-2;

– qué debe preceder a la p. t.40,1-3;

– praxis para un candidato resi-dente fuera de su provincia40,3;

– puede anticiparse 37,2;– praxis en el caso de peligro demuerte 37,3;

– el acto de la p. t. debe firmarsey registrarse 41,1;

– fórmula de la p. t. 41,2;– duración de la p. t. 34,2; 35;42,1;

– prórroga de la p. t. 45,2;– obligaciones consiguientes4,2-3; 42,2;

– gracias y privilegios de la p. t.42,2;

– finalidad de la p. t. 43;– expulsión del profeso de votostemporales 44; 119,2-3.

PROMOCION– a las órdenes sagradas 63; 66.

PROMOCION VOCACIONAL(*Vocaciones)

– es obligación de todos los her-manos 30,1;

– haya promotores vocacionales30,2.

192 INDICE ANALITICO

PROMOTOR VOCACIONAL– en cada provincia haya uno omás p. v. 30,2.

PROPIEDAD– la Orden, las provincias, losconventos pueden poseer15,2; 107;

– los hermanos en particular nopueden poseer nunca 15,2;

– están prohibidos a los herma-nos los actos de p. 9,2;

– renuncia a las p. 10,2.

PRORROGA– de la profesión temporal 45,2.

PROVIDENCIA– confíen los hermanos en la p.12,1.

PROVINCIA– estructura de la Orden 26-27;– erección, supresión, división,unión de p. 28;

– la p. debe tener personalidadjurídica 103;

– la p. tiene capacidad de poseer15,2; 107,2;

– solidaridad con las p. pobres107,3;

– gobierno de las p. 156,2;– actividades de la p. 140-141;– cooperación en la p. y entrelas p. 87,1; 49,1; 142; 146,2;198-200.

PROYECTOS (*Iniciativas)

PRUDENCIA– requerida en los educadores50,2; 51,2;

– requerida en los Ministros186;

– requerida para la salvaguardade la vocación 4,2.

PRUEBA (*Probación;*Experimento)

PSICOLOGIA– madurez psicológica reque-rida para el noviciado II-a;32,2;

– aplíquense adecuadas normasde p. en la educación de losalumnos 31,2;

– madurez psicológica reque-rida para la profesión solemne45,1.

PUBLICACIONES– 137,1.

R

READMISION A LA ORDEN– está reservada al Ministro gen.34,2;

– comporta algunas restriccio-nes de derechos 118,1.

RECREACION– participen todos en la r. 95,3.

RECTOR (de una iglesia)– 147,4.

INDICE ANALITICO 193

REDUCCIONAL ESTADO LAICAL(*Expulsión; *Dispensa)

– 118.

REGIONES– la prática de la pobreza seaapropiada según las diversas r.13,3;

– se tengan presentes las nor-mas regionales 141,1; 146;

– funciones del Asistente gen.con los hermanos de su r. 179.

REGLA– ley fundamental de la Orden20;

– medio de santidad 3,1;– revelada al Padre S. FranciscoI-a;

– confirmada e interpretada porlos Pontífices 20; VI-a; 21,1;

– el capítulo gen. puede publi-car decretos para la observan-cia estricta de la R. 21,4;

– obligatoriedad de la R. 23,1;42,2;

– amor a la R. 23,3;– normas para la obediencia6,2; 7,3; 87,3; 144,1; 145,1;

– conocer y estudiar la R. 25;54,2; 77,2.

REGLAMENTODE FORMACIÓN

– 48,3; 52; 53,2; 60.

RELACION– administrativa 112;– del maestro antes de la profe-sión de los candidatos 40,1;

– antes de las sagradas órdenes64,2;

– de los Ministros a los respec-tivos capítulos 166,2;

– del ecónomo gen. y prov. a losrespectivos capítulos 113;

– del Superior de una misión alSecretario gen. para las misio-nes 154,4;

– del apostolado que cada unodesarrolla en el ámbito de lacomunidad 143,2.

RELACIONES(*Colaboración;*Cooperación)

– entre los educadores 51,1;53,1;

– entre Superiores y súbditos51,1; 90; 139,1;

– con los otros franciscanos114-116;

– con las iglesias separadas152,3;

– en el ámbito de toda la Orden87,1;

– con el clero diocesano 131;– con todos los hombres debuona voluntad 136,2.

RELIGION(*Orden F.M.Conv.)

RELIGIOSAS(*Monjas de Santa Clara)

– autoridad de nuestros Supe-riores 115,1;

– visita canónica 115,1;– asistencia espiritual 115,2;– actitud de los hermanos en losencuentros con las r. 19,3.

194 INDICE ANALITICO

RELIQUIAS (de los Santos)– téngase gran cuidado de ellas73,4.

REMOCION– del oficio 169,1-3.

RENOVACION (de vida)– obligación de cada hermano62,3;

– establézcanse tiempos ymodos para la r. 77.

RENUNCIA– a los bienes humanos 4,1;– personal a la administraciónde bienes antes de la profesióntemporal 10,1;

– personal a la propiedad debienes antes de la profesiónsolemne 10,2;

– a la propiedad con espíritu depobreza 9,1;

– de parte de la comunidad a losbienes no necesarios para lavida o para la actividad propia11,2.

RENUNCIA (a un oficio)– durante el capítulo 168,2;– fuera del capítulo 168,2-3;– del Ministro gen. 168,3;– del Ministro prov. o del Custo-dio gen. 168,3;

– a otros oficios o cargos 168,1-2;

– por el bien común 168,1.

REPRESENTANTE LEGAL– 104.

RESIDENCIA– los Superiores están obligadosa r. 167,1;

– en caso de ausencia 167,3.

RESPONSABILIDAD– tengan todos sentido de r.87,2;

– obediencia responsable 8,2;– en la oración y en las activida-des 123,2.

RETRIBUCION– sea siempre justa 100.

RETORNO (*Vuelta)a la Orden (*Readmisión)

– 34,2; 118,1.

RITO– del comienzo del noviciado36,1;

– de la profesión 41,1;– en las acciones litúrgicas 73,2.

RITUAL– de la Orden 36,1; 41,1; 73,2;– de la diócesis 73,2.

ROSARIO– 78,1.

S

SACERDOTES (Presbíteros)– gusten concelebrar 70,2;– cura pastoral de los s. 120,2;126,2; 129,1-3; 131;

– s. diocesanos 133,2.

INDICE ANALITICO 195

SACRAMENTOS– apostolado de los s. 126; 129;– administración de los s. en lasiglesias más importantes 127;

– bautismo 4,1;– para los enfermos 92,1; 130,2;– penitencia 82; 129,3;– remedio para la guarda de lacastidad 19,1.

SALIDA DE LA ORDEN– sólo el Ministro gen. puedeconcederla 44,1;

– caso de s. obsérvese el dere-cho común 119,2-3.

SALUD– requerida en los candidatos32,2.

SANTIDAD– medios de s. 3,1; 92,2;– es misión de los Ministros quelos hermanos progresen en las. 187.

SANTOS– veneración de los S. III-d;79,2;

– reliquias de los S. 73,4.

SECRETARIO– general 162,1;– elección 163,1;– duración 165,1;– provincial 162,2; 163,1; 165,1;– de una custodia general 162,3;163,1; 165,1; 195,1;

– de una custodia provincial162,3; 165,1; 196,2.

SECRETARIO(para las misiones)

– general 154,4;– provincial 154,3.

SECULARIZACION(*Reducciónal estado laical)

– 118-119.

SEDE APOSTOLICA(*Iglesia; *Sumo Pontífice)

– tiene la misión de interpretarla Regla 21,2-3;

– aprobar o abrogar normas delas Constituciones 21,2;

– para el paso de un instituto re-ligioso a otro 46,2;

– para actos de administraciónextraordinaria 103,3.

SEGURO– de los bienes 110;– de los hermanos 110.

SEMINARIOS– requisitos para los s. 48;– provinciales 49,1;– interprovinciales 49,1;– Seraphicum de Roma 49,2;– para los hermanos no orienta-dos a las órdenes sagradas58,1;

– menores 31,1-4;– noviciado 36,2-4;– el s. ha de ser como el corazónde la Orden y de las provincias50,1; (*Educación; *Educado-res; *Formación).

196 INDICE ANALITICO

SENTIDOS– custodia de los s. 19,2.

SERVICIO– ofrecido con espíritu por laautoridad 8,1; 161,1;

– de Dios 67,1; 99,2;– de apostolado 1,4; 122,2;– s. mutuo 91,1.

SIGNO(*Testigos; *Testimonio)

– de bienes celestiales 18,1;– de fraternidad 86,2;– de consagración 97,1;– de unidad 122,3.

SILENCIO– 96,3.

SIMPLICIDAD– 3,2; 11,1; 121,2.

SOCIEDAD– conocer la s. de los hombresentre que se vive 125,4; 144,2;

– cultivar la relación con la s.125,4;

– ofrecer a la s. el servicio delapostolado 125,4.

SOLICITUD– librarse de las s. del mundo9,1; 12,1;

– s. por las almas 14,1;– de los Superiores hacia loshermanos 187;

– participar de la s. de los Supe-riores 90,2;

– por la unidad 124,4.

SOLIDARIDAD– con todos los hombres debuena voluntad 136,2;

– entre las provincias 107,3.

SUBADMINISTRACIONES(*Administraciones)

– 105,1.

SUBDITOS (*Colaboración;*Obediencia)

– obediencia con espíritu de fe7,3;

– cooperación entre Superioresy súbditos 8; 90,1;

– caridad fraterna en los capítu-los 88,2;

– cooperación entre todos paraconocer mejor la voluntad deDios 87,3;

– unión con alegría 90,2;– orar por los Superiores 90,2.

SUFRAGIO DIRECTO– para la elección del Ministroprovincial 184,1;

– lo dictaminen los estatutos184,2.

SUFRAGIOS(por los Difuntos)

– 102.

SUFRIMIENTO– 92; 117.

SUMISION (*Obediencia)– al Sumo Pontífice 2,2; 6,1;– a las Sagradas Congregacio-nes 7,2;

INDICE ANALITICO 197

– a los Superiores eclesiásticos5; 7,1;

– a los Superiores de la Orden6,2;

– a los Ordinarios del lugar 7,2;– en el uso de los bienes 9,2.

SUPERIOR (de una misión)– 153,2; 154,4.

SUPERIORES (*Autoridad;*Ministros)

– postestad ordinaria y de juris-dicción 157;

– deben emitir la profesión de fe157,1;

– ministerio con espíritu de ser-vicio 8,1; 90,1; 161,1;

– deben gobernar según laRegla y las Constituciones87,3; 144,3;

– dirigen las actividades de lacomunidad 90,1; 143,1; 145;

– ejercen la autoridad manifes-tando el amor de Dios 90,1;

– en las discusiones corres-ponde al Superior dirimir lacuestión 8,2; 87,3; 124,1;

– obligación de residencia167,1;

– oigan con agrado a los súbdi-tos 8,1;

– promuevan la cooperaciónresponsable de los hermanos8,2; 90,1; 124,1;

– sean ejemplo de pobreza 9,3;16,1;

– entendimiento entre Superio-res y educadores para la for-mación de los hermanos 51,1;

– provean a los hermanos de li-bros, periódicos y todo cuantosirva para la formación y elapostolado 62,1;

– estimulen a los hermanos a laformación permanente 62,2;

– ejerzan la caridad y el apreciocon los hermanos ancianos,enfermos y necesitados 92,1;

– competencia administrativade los S. 103,2; 111,1;

– obediencia a los S. con espí-ritu de fe 5;

– pueden conceder la facultadde predicar 77,4.

SUPERIORES MAYORES(*Custodio general;*Custodio provincial;*Ministros)

– qué S. m. son Ordinarios157,2;

– admiten a la Orden y a la pro-fesión 34; 39;

– sus facultades respecto al no-viciado 36,5;

– pueden expulsar a los noviciosy a los profesos temporales 44;118;

– admiten a las órdenes sagra-das y dan las dimisorias 63-64;

– confirman el horario de actosde las comunidades 94;

– defin los límites de la clausura96,2;

– conceden permiso para publi-car libros 137,1;

– realizan la visita canónica alos conventos 166,2-3;

– visitan las casas de las religio-sas afiliadas a la Orden 115,1;

198 INDICE ANALITICO

– escogen los asistentes y losconfesores para las religiosas115,2;

– pueden conceder la interrup-ción de los cargos 62,3;

– oficios incompatibles con elde Superior mayor 106,1;

– obligación de residencia167,1;

– se sirven de los Vicarios en elgobierno y en la administra-ción y los tienen informadosde todas las actividades 167,2.

SUPRESION– de un convento 29,1-5;– de una casa filial 29,4;– de la casa de noviciado 36,3;– de una custodia general 28,1;– de una custodia provincial28,1-3;

– de una provincia 28,1.

T

TECNICA– la instrucción t. debe darse alos alumnos 57,1;

– cursos de t. para los hermanosno clérigos 58,2.

TEOLOGIA– finalidad del estudio de la t.59,2;

– estudios superiores de t. 61,1;– incluso para hermanos no clé-rigos 58,1;

– aspecto teológico de los votos54,3;

– Pontificia Facultad Teológicade S. Buenaventura 61,2.

TERCERA ORDEN (*O.F.S.)

TESTIMONIO (*Ejemplo;*Signo)

– en la cuestación 16,2;– de pobreza 17; 97,1;– evangélico 26,1; 121;– para las vocaciones 30,1;– de fraternidad y de minoridad54,4; 122,1; 124,4; 125,1;132,1;

– las actividades de la provinciatengan siempre valor de t.140.

TITULOS DE ESTUDIO– 48,2; 61,1.

TRABAJO (*Actividad)– es una gracia V-a;– ejemplo y exhortación de S.Francisco V-a;

– fidelidad, humildad, espíritude devoción en el t. V-b; 123;139,1; 145,1;

– testimonio de fraternidad, deunión y de minoridad 122,1;

– t. comunitario 124,3-4;– ley común para todos 12,1;– trabajar por los pobres 13,3;– habituar a los alumnos al t.manual 57,2; 123,2;

– retribuir con equidad el t. delos dependientes 100;

– contratos de t. 100;– combinar el t. con la vidacomún 124.

INDICE ANALITICO 199

TRASLADO– de la casa de noviciado 36,3.

U

UNCION DE LOSENFERMOS

– 92,1; 130,2.

UNIDAD– en las fraternidades 70,2; IV-a;143,1-2;

– ayudas para la u. entre loshermanos 87-91.

UNION– de una provincia, custodiagen., custodia prov. 28,1;

– con Dios 5; 68,2-3; 70,1;– con la Iglesia 4,1.

V

VACACIONES– 98,1-2.

VACANTES (*Oficio)– 163,1; 180.

VALIDEZ– requisitos para la v. de losactos capitulares 160,1;

– requisitos para la v. de losactos del Definitorio 160,2;

– requisitos para la v. de otrasresoluciones 160,3;

– requisitos para la v. de losactos de los Superiores 158,1-2.

VENTA– de bienes inmuebles o de ob-jetos preciosos 103,3.

VIAJES– 98,1-2.

VICARIO DEL CONVENTO– es un oficio conventual 162,4;– sus competencias 163,2;167,3.

VICARIO DE LA CUSTODIAGENERAL

– 157,2; 162,3; 163,1; 165,1;167,2-3.

VICARIO DE LA CUSTODIAPROVINCIAL

– 157,2; 162,3; 163,1; 165,1;167,2-3; 196,2.

VICARIO GENERAL– es oficio general 162,1;– es Ordinario 157,2;– duración del oficio 163,1;165,1;

– téngasele informado de todaslas cosas de la Orden 167,2;

– si queda vacante el oficio deMinistro general el V. convocael capítulo general ordinario180;

– preside el capítulo general enausencia del Ministro general174.

VICARIO PARROQUIAL– 147,4-6.

200 INDICE ANALITICO

VICARIO PROVINCIAL– es un oficio provincial 162,2;– es Ordinario 157,2;– téngasele siempre al corrientede las cosas de la provincia167,2;

– si queda vacante el oficio deMinistro provincial le sucedepero conservando el título deVicario 192;

– duración del oficio 165,1.

VIDA– de los alumnos en el semina-rio menor 31,2;

– la v. de los novicios no sea fic-ticia 38,2;

– ofrenda a Dios de la propia v.66,1; 83,2;

– apostólica de los hermanos(*Apostolado) 94; 132,2;

– clerical 55,6;– vida común 1,2-4; 3,1; 13,2;25,2; 70,2; 71,2; 74,2; 76; 77,1-2; 86,1; 87,1; 93-97; 122,3;132,2; 144,1;

– franciscana 1,2; 3; 54,1; 87,3;137,1; 144,1; 145,1; 187; 197,1;202,1;

– interior III-a; 2,1; 3,1; 55; 68,1-2; 70,1; 74; 93,2; 94;

– religiosa 54,1.

VIEJOS (*Ancianos)– servicio de caridad con los an-cianos 92,1.

VIERNES– día penitencial de la Orden 85.

VIGILANCIA– de los Superiores sobre losoficiales 103,2; 111,1;

– de los Superiores sobre las ac-tividades de cada hermano145,1;

– para afianzar la vocación 4,2.

VISITA– diaria a la Sagrada Eucaristía74,2;

– a los enfermos 130,2.

VISITA CANONICA– de los Superiores mayores111,2; 145,2; 166,2-3;

– del Custodio capitular 193;– a los monasterios dependien-tes de nosotros 115,1.

VISITADOR– 166,2-3; 193.

VISPERAS(*Liturgia de las Horas)

– rezo de las V. con los fieles71,3;

– obligación del rezo de las V.72,3;

– por los difuntos 102,2.

VOCACION (*Promotoresvocacionales)

– fomentar la v. II-a; 30; 31;96,3;

– iniciativas en favor de las vo-caciones adultas 31,4;

– misionera 150.

VOCALES– del capítulo conventual 203,1;

INDICE ANALITICO 201

– del capítulo custodial 195,1;196,1;

– del capítulo general 173;– del capítulo provincial 183,2-3;

– del consejo definitorial 191.

VOLUNTAD (*Libertad)– consagración de la v. a Dioscon el voto de obediencia 5;

– examen de la v. del candidatoantes de la profesión 40,2.

VOLUNTAD DE DIOS– 5; 7,3; 8,1; 87,3; 126,1.

VOTACION– mayoría absoluta 160,3;164,1;

– mayoría cualificada 21,2;159,2; 164,2-3;

– mayoría relativa 164,1-3;– votaciones deliberativas 40,3;107,3;

– secreta 34,1;

– requerida para la validez delas acciones capitulares 160,1;

– requerida para la validez delos actos del Definitorio 160,2.

VOTO (*Votación)

VOTOS (*Profesión religiosa)– v. solemnes 3,1;– significado teológico de los v.4,1;

– son públicos 3,1;– observancia de los v. 4,2;– duración de los v. temporales34,2; 35; 42,1; 45,2;

– objeto de los v. temporales 43;– obligatoriedad de los v. 4,3;– dispensa de los v. 44,1.

VOZ ACTIVA Y PASIVA– los profesos de votos tempo-rales no tienen v. 42,2;

– para los profesos solemnes161,2; 203,1; 206,2-3;

– privación de v. 118,1.

202 INDICE ANALITICO

INDICE GENERALE

Decreto de aprobación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5Carta de promulgación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7Siglas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14Advertencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16REGLA DEL SERAFICO PADRE S. FRANCISCO . . . . . . . 17CONSTITUCIONES DE LA ORDEN . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

CAPITULO I: LA VIDA EVANGELICA DE LOS HERMANOS

Introducción espiritual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33Título I: Los elementos constitutivos de la Orden . . . . . 36Título II: La profesión de los votos . . . . . . . . . . . . . . . . . 38Título III: La profesión de la Regla . . . . . . . . . . . . . . . . . 45Título IV: La estructura de la Orden . . . . . . . . . . . . . . . . 47

CAPITULO II: LA FORMACION DE LOS HERMANOS

Introducción espiritual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51Título I: El fomento de las vocaciones . . . . . . . . . . . . . . 54Título II: La admisión a la Orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55Título III: El noviciado y la profesión . . . . . . . . . . . . . . . 56Título IV: Los principios de la formación . . . . . . . . . . . . 62Título V: La formación espiritual . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65Título VI: La formación doctrinal, técnica y pastoral . . . . 67Título VII: La promoción a las órdenes sagradas . . . . . . 69

CAPITULO III: LA VIDA DE UNION CON DIOS

Introducción espiritual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71Título I: La vida y el espíritu de oración . . . . . . . . . . . . . 73Título II: La oración litúrgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

Título III: Las demás acciones sagradas . . . . . . . . . . . . . 77Título IV: La penitencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80

CAPITULO IV:LA COMUNIDAD FAMILIAR DE LOS HERMANOS

Introducción espiritual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83Título I: La vida fraterna franciscana . . . . . . . . . . . . . . . 87Título II: Las obligaciones de la vida común . . . . . . . . . 90Título III: El deber de caridad hacia los difuntos . . . . . . 93Título IV: La administración común de los bienes . . . . . 94Título V: Las relaciones con las demás

familias franciscanas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98Título VI: La tutela de la vida fraterna . . . . . . . . . . . . . . 100

CAPITULO V:LA VIDA APOSTOLICA DE LOS HERMANOS

Introducción espiritual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103Título I: El fundamento de la actividad franciscana . . . 105Título II: Los campos y las formas de la actividad

de los hermanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108Título III: La ordenación de la actividad

de los hermanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114Título IV: La actividad misionera de la Orden . . . . . . . . 119

CAPITULO VI: EL GOBIERNO DE LA ORDEN

Introducción espiritual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123Título I: La autoridad en la Orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127Título II: Los oficios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129Título III: El capítulo general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134Título IV: El Ministro general y su Definitorio . . . . . . . . 135Título V: El capítulo provincial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136Título VI: El Ministro provincial y su Definitorio . . . . . 138Título VII: El Custodio general y provincial

y su Definitorios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140Título VIII: Las Conferencias de Ministros provinciales 141Título IX: El gobierno de convento . . . . . . . . . . . . . . . . . 142

INDICE ANALITICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147INDICE GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203

204 INDICE GENERALE