Contenido. 60. Num. 3.pdfMedicina. «R espetables miembros del presídium, estimados maes-tros, padrinos de generación, invita-dos especiales, padres de familia, pero sobre todo muy

ISSN-0188-9680

BOLETÍN INFORMATIVO DE LAFACULTAD DE MEDICINA

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ

Vol. 60 Julio - Septiembre del 2017 Núm. 3

ContenidoArtículos ............................................................................................................................... 151Nuevos pasantes de Médico Cirujano 2017 ...................................................................... 151

Palabras del Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra. .........................................152Palabras del EM Isaac Israel Rodríguez Salazar ................................................155Palabras del Dr. Mario Aurelio Martínez Jiménez ............................................160Palabras del M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio. .....................................163

Examen de Admisión 2017 ................................................................................................. 171Titulación de Médicos Cirujanos 2010 – 2017 ................................................................. 172

Palabras del Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra. .........................................173Palabras del Dr. Mario Rada Espinosa. ..............................................................177Palabras del M. en Arq. Anuar Abraham Kasis Ariceaga .................................183

Visita Escuela de Medicina ITESM Guadalajara .............................................................. 190Palabras del Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra. .........................................190

«Honoris causa»: Dr. Guillermo José Ruiz Argüelles ....................................................... 200Palabras del Dr. Miguel Ángel Mercado Díaz ...................................................201Palabras del M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio ......................................205Palabras del Dr. Guillermo José Ruiz Argüelles ................................................211

Virología en México y la Facultad de Medicina ............................................................... 222Vivencias de un alumno ...................................................................................................... 226Noticias ................................................................................................................................. 231Evocaciones .......................................................................................................................... 243Publicado .............................................................................................................................. 248Se publicó hace 50 años ....................................................................................................... 248

150 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ (MÉXICO)

D I R E C T O R I O

M. en Arq. Manuel Fermín Villar RubioRector de la Universidad

Dr. Alejandro Javier Zermeño GuerraDirector de la Facultad de Medicina

Dr. José Miguel Torre López (1919 - 2004)Fundador y Editor Emérito

Boletín Informativo de la Facultad de Medicina. Julio-Septiembre 2017, V. 60. N. 3. Es una publi-cación trimestral de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí a través de la Oficina Editorial de la Facultad de Medicina. Venustiano Carranza 2405, Col. Los Filtros, San Luis Potosí, SLP, 78210, Mé-xico. Editor Responsable: Dr. Alfredo Díaz Martínez. Reserva de derecho de uso exclusivo del título No. 04-2006-092011085700-102. Licitud de Contenido No. 7322. Licitud de título No. 6824, otor-gados por el Instituto Nacional de Derechos de Autor y la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. El Boletín se distribuye a través del Servicio Postal Mexicano según contratación No. IM24-0004 del 16 de febrero del 2012, celebrado con la Administra-ción Postal Regional ubicada en Avenida Universidad 526, Col. Centro, CP 78000. Este ejemplar se terminó de imprimir en los Talleres Gráficos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Avenida Topacio esq. con Bulevar Río Españita, Fracc. Villa Dorada, 78399, San Luis Potosí, SLP, con un tiraje de mil ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no reflejan necesariamente la postura de la Facultad de Medicina de la UASLP. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del dueño de los derechos y/o de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 151

Nuevos pasaNtes de Médico cirujaNo 2017

El pasado 6 de julio de 2017 a las 19 horas en el auditorio Bicen-

tenario de la UASLP, tuvo lugar la ceremonia de la entrega de cartas de pasante a los alumnos del sexto año de la Licenciatura de Médico Ciru-jano. En dicho acto protocolario estu-vieron en el presídium: el M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, rector de la UASLP; Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facul-

tad de Medicina; Dr. Carlos Adrián Jiménez González, secretario general de la Facultad; Dra. Elsa Ofelia Martí-nez Puente, secretaria de Servicios Escolares; Dra. Juana Inés Grimaldo Avilés, secretaria académica de la Facultad; Dr. Luis Guillermo Gerling de Alba, coordinador de la Licencia-tura de Médico Cirujano; Dr. Mario Rada Espinosa, consejero maestro de la Facultad ante el H. Consejo Direc-

Artículos


tivo Universitario; EM Olivia Fernanda Cisneros Ortega, consejera alumna de la Facultad ante el H. Consejo Direc-tivo Universitario y como padrinos de la generación los doctores Alejandro García Morúa y el Dr. Mario Aurelio Martínez Jiménez. En dicha ceremo-nia también estuvieron presentes invi-tados especiales, alumnos, familiares y amigos de los pasantes.

El protocolo de la entrega de cartas de pasante para Médico Cirujano inicia con las palabras de bienvenida a cargo del Dr. Alejandro Javier Zermeño

Guerra, director de la Facultad de Medicina.

«Respetables miembros del presídium, estimados maes-

tros, padrinos de generación, invita-dos especiales, padres de familia, pero sobre todo muy estimados y admirados alumnos de la Facultad de Medicina de la UASLP, que el día de hoy reciben su carta de pasante.

Me encantaría decirles que ya han llegado a su meta, pero no, la verdad

aún están en una etapa, si bien muy avanzada, sigue siendo de formación.

El servicio social en áreas de salud, es algo diferente a todo, se han cumplido ochenta años que esto empezó, con la visión de un médico ejemplar del siglo pasado, en donde Don Gustavo Baz, pensando en la forma de ayudar a los mexicanos más desprotegidos, y ayudado por las autoridades federales, ideó que los estudiantes de medicina que ya habían terminado su prepara-ción, otorgaran un servicio social en las áreas más desprotegidas del país. Idea extraordinaria si pensamos en un México de hace 80 años.

Sin embargo, las condiciones de la nación han cambiado, la población se concentra en las grandes ciudades, el campo está abandonado casi total-mente, y la pobreza y desigualdad se ensañan en las comunidades rura-les, por eso y siendo congruentes con nuestra profesión, el otorgar el servicio social a esas personas nos hace verda-deramente diferentes, nobles y nos engrandece.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 153

Ningún profesionista, que no sea de salud, hace esto, entregar un año de sus conocimientos a los más necesitados.

Qué se espera de ustedes. Todo. Conocimientos, entrega, compren-sión, cariño, acompañamiento, gestión. Y todo lo que ustedes logren por esa comunidad, por esos niños, mujeres, adultos, ancianos, les será revertido en conocimientos y fortaleza, que les permitirán ser unos extraordinarios médicos.

El entender a la gente, la pobreza, la ignorancia, algo que muchas veces no sabemos que existe, pero que vamos a tener la oportunidad de conocer. Nece-sidades, incomodidades, carencias, todo lo que hace que nuestro ingenio se avive y salga ese ser, creador, educa-dor, gestor, que no sabíamos que tenía-mos dentro.

Valorar más su casa, su hospital, su Facultad.

Podrán todos los pasantes en servicio social practicar todas sus capacidades en lo médico, en lo social e incluso en la gestión. Porque buscar en esa comuni-dad una mejora, presionando con justi-

cia y conocimientos a las autoridades para que cambien su calidad de vida, será quizá fugaz para nosotros, pero perenne para todos los que ahí habitan.

Gestionar agua potable, luz eléctrica, una escuela, teléfono, un camino, un pozo, etc., algo que quizá ellos por su ignorancia y nivel social no puedan o no se atrevan a solicitar, deben de encontrar en ustedes a un líder justo y ético.

La profesión, como lo comentó en este mismo recinto el Dr. José Narro, hace unos pocos meses, no necesita mucho para poder vivir con dignidad. Necesita más el sentir que está haciendo las cosas bien, que está actuando con ética, y que se esfuerza por obtener los mejores conocimientos para atender el bien mayor, que es su paciente.

El médico necesita ser versátil y preparado. Tienen ustedes que leer mucho y de muchos temas, no solo de medicina. Tienen que mejorar su cultura general y recordar que serán un ejemplo social, con su comporta-miento, esto es algo que deben de tener en mente.


La gente quiere ver médicos, que parezcan médicos y se comporten como médicos, en todas las circuns-tancias.

Siempre son un referente, en un quirófano, en un hospital, en un restau-rante o en una reunión de cualquier tipo, se espera un comportamiento equilibrado y digno.

Ustedes deben de tratar de ver al paciente como su más cercano ser querido y buscarle lo mejor, como lo harían con su hermano, sus padres o su cónyuge e hijos.

Y si ustedes están contentos con ofrecerle ese tratamiento a cualquiera de sus seres queridos, entonces están actuando bien y estarán suje-tos del error humano, que es inevitable, pero libres del dolo que es inaceptable. Eso es actuar con ética.

Estimados médicos que iniciarán su servicio social, los felicito por sus logros obtenidos hasta ahora, felicito a sus familias que sin duda han sido

parte esencial en esto, así como a sus maestros y compañeros, y felicito a una gran Institución como lo es la Universi-dad Autónoma de San Luis Potosí que por medio de su Facultad de Medi-cina, entrega a la sociedad un grupo de extraordinarios profesionistas que estoy seguro que darán muchas satisfacciones al país, como lo han realizado por más

de un siglo, colegas suyos egre-sados de las mismas aulas.

Como ejemplo, el primer viernes de septiembre de este año, nuestra Universidad otorgará el doctorado honoris causa a un egresado de esta

Facultad que es probable-mente uno de los dos o tres

médicos a nivel mundial que más avances ha obtenido, en toda la

historia, en el tratamiento de leucemia. Y ese mismo día en la mañana en la Ciudad de México, la UNAM rendirá un homenaje al médico que realizó el primer trasplante de pulmón en el país, casualmente también egresado de esta nuestra Facultad.

«La gente quiere ver médi-

cos, que parezcan médicos y se comporten como médicos, en todas

las circunstan-cias...»

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 155

Así como hay muchos ejemplos más, esperamos estar hablando de ustedes en poco tiempo.

El límite está en su mente. Aquí parafrasearé a Agnes Gonxha, la madre Teresa de Calcuta que dijo algo parecido a esto «no dejen de luchar y recuerden que en la línea de meta de un propósito, está la línea de partida de un nuevo objetivo».

Y me referiré a lo que hace esca-samente cuatro días, en Santiago de Chile, nuestro Secretario de Salud Federal y doctor honoris causa de nuestra Universidad, el Dr. José Narro Robles, al recibir un doctorado honoris causa de la Universidad Pública de Santiago de Chile, dijo en un fragmento de su discurso:

«Es hora de pensar en lo más impor-tante que es la gente, no las cosas, ni los bienes materiales. Ninguna política, ningún modelo económico vale la pena si no produce bienestar social, si no facilita la igualdad de oportunidades, … si no aminoran la desigualdad y la pobreza….» Cierro la cita.

Jóvenes, ahí tienen su tarea. Recuer-den que generamos líderes con visión social, con inteligencia y capacidad para ser independientes y ser por sí mismos factores de cambio, crecimiento y desa-rrollo. Buenas noches».

Posteriormente el EM Isaac Israel

Rodríguez Salazar, se dirigió al audi-torio en representación de sus compa-ñeros pasantes.

«Miembros del honorable presí-dium, padrinos de gene-

ración, invitados de honor, padres, hermanos, amigos, gracias a todos por acompañarnos en este día tan impor-tante de nuestra formación profesional.

Hace seis años comenzó nues-tra travesía por la Medicina. Justo en este recinto, acudimos a presentar un examen que parecía ser muy compli-cado, como olvidar aquella mañana de julio en la que observamos a más de mil estudiantes persiguiendo la misma meta que nosotros; algunos aún recor-damos el lugar que nos asignaron para realizarlo, al doctor que nos aplicó el examen y los comentarios de los dife-


rentes alumnos al terminar el mismo diciendo que había sido de lo más fácil cuando a nosotros nos pareció el examen más difícil de nuestras vidas. Y una semana después nuestra clave única aparecía en el periódico, está-bamos dentro, habíamos superado la primera prueba.

Así llegó nuestro primer día de clases, comenzamos a vestir de blanco y a aprender nombres de cientos de huesos, músculos y nervios, pronto llegaría el anfiteatro y nuestra emoción no pudo ser más grande al saber que teníamos

un cadáver completamente nuevo para trabajar, no tardamos mucho en hacer-nos inmunes al olor del formol. Todo parecía ir tan perfecto hasta que presen-tamos el primer examen de Anatomía. ¿qué podía ser peor después del examen de admisión?, como mínimo habría un siete seguro, pero al llegar las califi-caciones sentimos alivio si la nuestra estaba más cerca del cinco que del cero y comenzamos a darnos cuenta que no sería tan fácil como parecía. Jamás olvidaremos las clases magistrales de Histología, esa materia que no era tan

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 157

difícil como Anatomía, aquella en la que sí era posible pasar pero justo en el examen habíamos omitido un acento, habíamos tenido una falta de ortogra-fía o teníamos casi todo correcto pero habíamos fallado en una básica.

Así transcurrió nuestro primer año, comenzaron a disminuir nuestras horas de sueño, las remplazamos por horas interminables de estudio, por hojas que parecían nunca acabarse, exámenes tan distantes del diez, pero eso nunca nos detuvo. Logramos llegar al segundo año de la carrera, un año en el que aprendimos nombres de virus y bacte-rias, aprendimos que la hipertensión sigue al riñón y tuvimos pesadillas con el axón gigante de calamar. Al llegar a Propedéutica recuerdo las palabras del Dr. Zermeño quien nos dijo que era bien sabido que cuando los estudian-tes comenzaban a ir al hospital dejaban de caminar y comenzaban a levitar y el estetoscopio al cuello servía para evitar que llegáramos hasta el cielo. Así lo sentíamos, comenzábamos a ser grandes, conocimos por primera vez los pasillos del Hospital Central, hacíamos

nuestras primeras historias clínicas en las cuales tardábamos más de una hora y nos preguntábamos si los pacientes intuían nuestra inexperiencia, en aquel momento parecía que lo más difícil para llegar al hospital era cruzar la calle sin ser atropellado en el intento.

Cuando iniciamos el tercer año tuvi-mos nuestra primera guardia, comen-zamos a llamarnos externos, fuimos a nuestra primera cena en el hospital y en la fila del comedor esperamos con ilusión aquel jugo, pero nos dije-ron que aún nos faltaban tres años para poder acceder a él. Y entonces volvieron a disminuir nuestras horas de sueño, esta vez por estar de guar-dia haciendo pendientes, llevando un paciente a radiografía, tomando miles de electrocardiogramas, yendo al banco de sangre a las 3 de la mañana con el miedo de encontrarnos algo sobrenatu-ral, cuando lo único que encontramos fueron cientos de gatitos rondando por los pasillos del hospital.

En cuanto entramos a un mundo completamente diferente, aprendimos a vestirnos en quirófano, a suturar, hacer


curaciones, destapar sondas, comenza-mos a pasar casi todo nuestro tiempo en el hospital, las horas de sueño dismi-nuyeron por dejar de tener horario de salida, pues más de una vez salimos a la 1 de la madrugada. Comenzamos a unirnos como generación, a ver que si podíamos lograr muchas cosas juntos, a ver que juntos somos como una piedra.

Quinto año fue muy especial, jamás olvidaremos aquella guardia en urgen-cias de Pediatría, donde los folios no paraban de llegar, tanto caos, el interno y el residente ocupados y nos atrevimos a revisar solos a uno de los pacientitos, nos dimos cuenta que sabíamos lo que tenía y que conocíamos el tratamiento y la dosis adecuada, le dimos su receta y fuimos doctores por primera vez. Conocimos un hospital nuevo en el que sentíamos que nuestro trabajo contaba más pero donde algunos pasamos las peores guardias de nuestro externado. En Ginecología, nuestras horas de sueño se transformaron en signos vita-les horarios y nuestro traje quirúrgico se llenó de una cantidad impresionante de fluidos de todos colores, pero no nos

importó porque nuestras manos fueron las primeras en recibir a un nuevo ser, y proporcionarle los cuidados necesa-rios para darle la bienvenida a la vida. Al final de este año logramos grandes cosas como generación, un congreso de talla internacional, nuestro baile de blanco y negro y un viaje que quedará por siempre en la memoria de todos.

Llegamos al internado, comenzamos a firmar con nuestro apellido seguido de las letras «MIP», vivimos cosas increíbles, nos llenamos de felicidad al colocar nuestro primer catéter central, nuestra primera intubación orotra-queal o nuestra primera reanimación cardiopulmonar exitosa, pero no siem-pre fue así, pues era tiempo de aprender lo que no viene en los libros. Muchas veces nos tocó decir a una persona que su familiar había muerto, vivir su dolor y en más de una ocasión tuvimos que alejarnos de inmediato para que el familiar no nos viera llorar, compren-dimos lo que es la empatía. Tuvimos a ese paciente que conocimos desde que llegó, que sabíamos lo que tenía, que incluso comenzamos a ver como si

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 159

fuera un amigo y que juramos que en unos cuantos días lo daríamos de alta, pero cuyo destino ya estaba escrito y a pesar de todos los esfuerzos, partió de este mundo y lloramos su muerte, eso nos motivó a dejar de estudiar para pasar un examen y comenzar a estudiar para salvar vidas. En este año estuvi-mos rodeados de compañeros que nos vieron en nuestro mejor y peor momento y dejaron de ser compañeros, para transformarse en amigos que a su vez se convierten en familia. Enton-ces nuestras horas de sueño dejaron de existir, fueron un lujo que pocas veces pudimos darnos, se transformaron en ingresos interminables, en cirugías a medianoche de las que era imposible escapar, en partos que jamás podrían esperar.

Ciertamente han disminuido mucho nuestras horas de sueño en los últimos años, pero jamás las hemos perdido, en realidad las hemos utilizado para construir un sueño mucho más grande, un sueño que muchos tenemos desde niños, desde que podemos recordar, el sueño de nuestras vidas, ser médicos

y ese sueño comienza a hacerse reali-dad. Hoy estamos a un año de termi-nar nuestra carrera y grandes retos nos esperan, el futuro puede parecer abru-mador pero hay algo que es seguro, dependerá de nosotros. Hay quien dice que no se debe volver atrás ni para tomar vuelo, y es cierto, debemos de ver siempre hacia adelante, sin embargo no podemos olvidar nuestro pasado, pues gracias a él logramos ser quienes somos ahora. No olvidemos nunca que noso-tros fuimos externos e internos, que algún día seremos residentes y médicos adscritos y tendremos a nuestro cargo a los nuevos profesionales de la salud en formación, de nosotros depende hacer que las cosas sean mejores, convertir los regaños que alguna vez recibimos en palabras de aliento y los castigos en oportunidades para mejorar. La socie-dad exige mucho a nuestra profesión y es algo comprensible. Si una fábrica falla se pierde tiempo y dinero. Si nosotros fallamos se pierden vidas y ni toda la riqueza del mundo alcanza para comprar al menos un minuto más para que podamos decir adiós a un


ser querido. En nuestras manos está ser médicos de excelencia, la clave del éxito es muy sencilla, hagamos siempre lo que nos apasione y hagámoslo bien, dando siempre lo mejor de nosotros sin importar quien sea nuestro paciente, de esta manera no importa si el sistema de salud cambia, no importa si la sociedad es cada vez más dura con los médicos, pues nuestro trabajo hablará siempre por nosotros.

Seis años pueden parecer poco tiempo, en realidad han sido el 25% de nuestras vidas, algunos hemos tenido la suerte de estar en casa, pero otros llevan seis años lejos de su familia. Es precisamente nuestra familia quien nos ha acompañado en este camino, quien nos ha viso sufrir, llorar, reír, quienes han compartido nuestros logros, nues-tras alegrías, nuestros miedos, nuestros fracasos y nos han dado siempre lo que necesitamos para salir adelante, a ellos nos debemos. Son tantas las personas que nos han ayudado a lograr nuestro propósito, nuestros maestros, el perso-nal de la Facultad, el de los diferentes hospitales en los que hemos traba-

jado. Todos han contribuido a la meta que alcanzamos hoy, para todos ellos, gracias.

Amigos pasantes esten tranquilos, hasta ahora han hecho un excelente trabajo, siéntanse orgullosos, pues a donde quiera que vayan representa-rán con honor a su casa de estudios, siéntanse felices, aún hay mucho que celebrar y vienen cosas mejores, pero sobretodo siéntanse agradecidos pues en esta travesía jamás hemos estado solos y recuerden siempre que la cari-dad y la ciencia sirvan a la humanidad.

¡Muchas gracias!»

Al terminar el mensaje del médico pasante el Dr. Mario Aurelio Martí-

nez Jiménez, padrino de la generación, dio su mensaje de despedida para los egresados de nuestras aulas.

«Agradezco la oportunidad de expresar estas palabras a su

generación, pues es un honor que me llena de orgullo.

Nuestra facultad se inició hace 140 años, esta entidad académica tiene

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 161

como tradición ser competitiva y con espíritu de excelencia.

Las expectativas hacia ustedes son muy grandes, sé que sentirán esta altura vertiginosa, y una carga pesada en esta herencia, pero si lo hacen bien serán elogiados por generaciones futuras.

Deben de estar preparados para apro-vechar todas las oportunidades que se presenten, confíen en sí mismos, cada uno de ustedes tiene más de 15,000 horas invertidas en sus estudios, y eso en retrospectiva se siente muy bien.

Para triunfar tendrán que desarro-llar habilidades de cooperación con los demás médicos, para lograr triun-fos compartidos, recuerden, ningún médico debe estar solo en una isla.

Sentirán próximamente estrés finan-ciero, profesional, incluso físico, pero siempre recuerden que el que disfruta su profesión elige una mejor forma de vida. Que sus miedos no precedan a sus actos, ustedes saben que al estar con un paciente cuando dejan de pensar en sí mismos y piensan en los demás desaparecen sus miedos, es una satis-facción que te mantiene alerta ante las

necesidades del otro, y en cada ocasión estarán ganando experiencia.

Se están graduando en un momento donde en algunas partes del mundo la política se niega al análisis, las institu-ciones a la razón, y la medicina en otros lugares a la calidad, pero sobre todo a la caridad, hechos fuera de su alcance.

Lo que antes llamábamos clínica ahora ya no es igual, las historias de éxito ya no son iguales que las de antes, y surgen nuevas necesidades, porque asombrosamente se amplió la brecha generacional con la tecnología del día a día, pero afortunadamente todavía hay elementos del arte de la medicina que la ciencia no puede capturar, sobre todo la empatía con el semejante. El camino es largo, y toma tiempo, pero tenemos el optimismo de las recompensas inme-diatas que nos otorgan nuestros pacien-tes. Ustedes tienen la oportunidad de cambiar para bien la condición de vida de los demás, esto es altamente adictivo y tiene efecto tranquilizante.

Ciertamente la figura de un médico se centra en asistencia, docencia e investi-gación, lo mejor es que hay mucho que


aprender si van más allá de sus límites, ustedes tienen que ser parte de algo cada vez más grande.

Los momentos han pasado acelera-damente que no ha habido tiempo para la reflexión, volteense a ver y dense cuenta que es el último día que estarán todos juntos, así que prepárense para la nostalgia de los días de universidad.

Lo que a continuación van a escu-char ustedes padres de familia serán algunas cosas que no sabían de sus hijos mientras estaban fuera de casa, les voy a contar:

Sus hijos hablan la mayor parte del tiempo de medicina aún en reuniones sociales de fin de semana, sin importar que ese sea el día de la promoción de las alitas. Aprendieron la habilidad de dormir en una silla en los 5 minutos que tenían libres entre procedimiento y procedimiento, o poco antes del pase de visita, ya que mientras que los demás dormían ellos estaban trabajando.

Aprendieron a comer en el hospital en menos de 10 minutos, y sin respetar el orden del postre, porque tenían que regresar con sus pacientes. Se toma-

ban fotografías en la guardia con sus compañeros contentos y sonrientes, superando su cansancio. En muchas ocasiones han pedido cooperación para cubrir los gastos de algún medi-camento o estudios de sus pacientes, y no esperaron reconocimiento, sola-mente la gratificación que ese día si contó en sus vidas. Ustedes no lo saben, porque es secreto que realizan diagnós-ticos complejos mientras duermen por la tarde en sus casas y se despiertan corriendo asustados pidiendo urgente un paquete globular para el paciente con el que estaban soñando.

Sus hijos de verdad aman la vida de ser doctor, cantan por ello y hacen videos. Son estudiantes de medicina que día a día se presentaban a la Facul-tad para cumplir sus sueños, y apren-dieron a no rendirse.

Mis recomendaciones son: tomen solamente lo bueno de sus maestros, y de las personas en general. Desempe-ñen sus pasiones con sus talentos, sobre todo la pasión por ser diferentes. No pierdan la fe. Siempre actúen bajo sus ideales que esto es sumamente conta-

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 163

gioso. En estos meses pasen tiempo consigo mismos, busquen su momento de paz, cultiven su autoestima, dedí-quenle tiempo a esto. Conviertan los espejos en ventanas, que son competen-cias básicas para la vida de un médico de nuestra universidad. En el futuro no se consideren expertos sino clínicos con grandes habilidades aprendidas. Sean profesionistas de valor y no solo de falsos y efímeros éxitos. Acudan a sus antiguos amigos para que recuerden porqué están aquí y porqué comenzó todo. Cada quien tendrá diferentes caminos, recuerden que la forma como respondan a sus desafíos, determina el futuro de ustedes, de sus hogares, y de su país. Ábranse a su curiosidad e intuición, no dejen de cuestionarse todo, tengan un pensamiento crítico, que quizá por donde vayan no existe camino y ahí estarán para dejar el rastro. Si quieren canten, les presumo que lo hacen muy bien, bailen, toquen la guitarra, hagan ejercicio, corran maratones y háganlo siempre, que como me repetían mis maestros que el

que piensa que solo sabe de medicina ni de medicina sabe.

Me despido diciendo: cada uno de ustedes está aquí debido a otra persona, su madre, su padre, un hermano, un maestro, su compañero de equipo de guardia, alguien que tenía fe y confianza en ustedes, así como mi madre la tenía en mí.

Hoy es el tiempo para pensar en aque-llos que les han ayudado en el camino, al salir de aquí agradézcanles con un fuerte abrazo, y en este momento les pido por favor que le envíen un mensaje de texto con la palabra gracias».

A continuación el M. en Arq.

Manuel Fermín Villar Rubio, rector de la UASLP, toma la palabra para dar la despedida a los nuevos pasantes.

«La universidad, desde su crea-ción en Europa, durante el

siglo trece, ha sido el espacio idóneo para la formación profesional y la preparación de los jóvenes de acuerdo a las necesidades de las sociedades en las distintas etapas históricas por las que ha evolucionado.


Nuestra Casa de Estudios, fundada en 1923 como la primera universidad de México en adquirir la autonomía como su valor fundamental, con una tradición histórica de más de 390 años al servicio de San Luis Potosí, primero como Colegio, después como Instituto y ahora como Universidad, ha sido el recinto donde grandes personajes se han formado para cambiar la historia de nuestro país y de nuestro estado.

Por lo anterior, en este día especial para todos ustedes, quiero decirles que el haber sido formados, y egresar de nuestra Universidad, significa que están destinados a engrandecer a México y a San Luis Potosí, están llamados a proponer las soluciones que los retos de nuestro presente demandan.

No cabe duda que como sociedad nos enfrentamos a uno de los momen-tos más difíciles de nuestra historia, pues los retos son grandes en todas las áreas del conocimiento, desde el ámbito ecológico y del cuidado de nuestro planeta, hasta las áreas de la información donde los resultados de la investigación y el desarrollo del cono-

cimiento impacta de manera directa a la sociedad.

En la Universidad y en su Facultad de Medicina nos preocupamos de manera permanente por actualizar los conoci-mientos que compartimos con ustedes: nuestros estudiantes, y nos esforzamos por brindar las mejores oportunidades de formación profesional en todos los ámbitos de su futuro desarrollo.

Por esa razón, el egreso de una gene-ración más de profesionales de la salud es motivo de orgullo institucional, pues estamos convencidos de que el camino que habrán de recorrer en su vida como profesionistas será en beneficio de la sociedad, en particular de San Luis Potosí o de cualquier lugar donde la vida los coloque.

Como ya lo mencioné, los retos hacia el futuro son de grandes proporciones, y el campo de su conocimiento y su desempeño no es la excepción.

Recuerden que la formación profe-sional les otorga muchos privilegios a nivel personal y por supuesto una gran calidad de vida, pero sobre todo, siem-pre tengan presente que uno de los más

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 165

importantes beneficios de contar con una carrera radica en la posibilidad que ello nos brinda la oportunidad de procurar el bien común, el desarrollo social y principalmente el bienestar de nuestros semejantes.

Por esta razón, hoy quiero aprove-char para hablarles de una premisa fundamental en el desarrollo que debemos tener como personas y como profesionistas: la motivación. Hablar de

motivación es hablar de un sentimiento que puede hacernos lograr alcanzar las más grandes metas y los mejores resul-tados, tanto en nuestra vida personal como en nuestro trabajo o en la acti-vidad que desarrollamos para vivir. Estoy seguro que todos ustedes han sentido la motivación, cuando están a punto de emprender algo que no han hecho pero que atrapa toda su aten-ción. Cuando descubren una nueva

El M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, rector de la UASLP, dirigiendo palabras de aliento y buenaventura a los pasantes egresados de la Licenciatura de Médico Cirujano.


actividad que les gusta y durante todo el día están esperando a que llegue ese momento donde pueden practicarla o realizarla. Incluso cuando encuentran una persona con quien congeniaron y que es capaz de impulsarlos a realizar lo que ustedes han querido hacer. La motivación puede ser una de las herra-mientas más poderosas y útiles que pueden tener durante toda su vida. La clave está en no buscarla en las cosas o en las distintas actividades que hacen. Deben buscarla en ustedes mismos.

Mark Zuckerberg, el fundador de la compañía Facebook, uno de los emprendedores más exitosos y más jóvenes en el mundo, dijo lo siguiente acerca de la motivación:

«El gran reto de estas generaciones es crear un mundo en el que todos tengan una motivación. Motivación es pensar que formamos parte de algo más grande, que somos necesarios, que tenemos un objetivo por el que trabajar. La motivación es lo que nos hace real-mente felices»

Yo coincido con él. Como universi-tarios, como profesionistas que deci-

dimos lo que queríamos estudiar y lo que queremos hacer en nuestro futuro, debemos encontrar la motivación creyendo en nosotros mismos, en los conocimientos que adquirimos y en nuestra capacidad de cambiar nuestra realidad, de mejorar nuestro nivel de vida y de ayudar a los demás en busca de una mejor sociedad y desde luego de una mejor salud.

Este es un buen día para reflexio-nar en la motivación, pues el hecho de haber culminado su proceso formativo los incentiva, los pone alertas y con el mejor estado de ánimo. Esa sensa-ción que sienten, esa motivación es la que debe guiar sus pasos de ahora en adelante.

Los grandes hombres que nos antece-den y que forjaron, entre otras muchas instituciones, a nuestra Universidad, siempre vincularon el desarrollo profe-sional, con el trabajo en beneficio de la sociedad. Ellos se encargaron de darnos la oportunidad de vivir moti-vados.

La mayor enseñanza que la historia nos brinda es precisamente esa, el ejem-

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 167

plo de quienes con su trabajo y dedi-cación construyeron ese legado que a nuestras generaciones nos corresponde cuidar, fortalecer y trasmitir a quienes habrán de continuar nuestra labor, y su Facultad de Medicina, es ejemplo inne-gable de ello.

Los invito a que lleven a su univer-sidad en el corazón, todos, de alguna u otra manera sabrán regresarle a esta, su segunda casa, algo de lo mucho que les dio durante todos estos años que compartieron clase, actividades extra-

curriculares y servicio en sus aulas e instalaciones.

Felicito a sus maestros, a los investi-gadores, al personal administrativo y al personal de apoyo de su Facultad, pues sin su dedicación diaria y su trabajo desempeñado con espíritu universita-rio, no sería posible entregar a la socie-dad una generación de primer nivel.

De manera muy especial, reconozco también el trabajo del Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad y de todo su equipo de trabajo


por su labor al frente de la misma y el buen desempeño que los caracteriza.

Pero sobre todo, los felicito a todos ustedes por todos estos años de estudio, dedicación, desvelo y entrega.

Aquí está el resultado del trabajo y la pasión que pusieron en sus estudios y en su formación. Muchas gracias por confiar y entregarse a esta, su Univer-sidad y por dejar sus experiencias en nuestras aulas, les aseguro que su Facultad, sus maestros y todos noso-tros como integrantes de esta Casa de

Estudios aprendimos mucho también de ustedes.

Son un ejemplo para las generacio-nes que vienen. Vivan con motivación y atrévanse a cambiar su contexto y las condiciones en que vivimos.

Recuerden que ser universitario es ser ejemplo de inspiración y pasión por lo que hacemos. Ser universitario es dar lo mejor de nosotros mismos para beneficio de la sociedad y de nuestras familias.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 169

Ser UASLP es sinónimo de pasión, confianza y prestigio.

¡Enhorabuena y muchas felicidades a todos!»

Al finalizar el acto protocolario de la ceremonia a los pasantes, se procedió a la entrega de cartas de pasante en la Licenciatura de Médico Cirujano.

Luis Enrique Acosta Olea Paola Elizabeth Albañil Bolaños Rosa Emma Alonso Zúñiga Floriely Álvarez Macías Fabián Guadalupe Anguiano Martínez Ximena Arenas Reyes Luis Edwin Arzate Peñaloza Elizabeth Ávila Ruiz Marisol Ayala Juárez Jesús Alberto Barrientos Ramírez Julia Carolina Bravo Azcona Sandra Verónica Candia Dueñas Damaris Alejandra Cantú Vega Mariana Ivette Carmona Martínez Miguel Ángel Carrillo González Beatriz Lillian del Rocío Castillo Sauceda Carlos Antonio Castro Almanza Luis Francisco Chávez Rodríguez Roberto Corpus Badillo Alejandra Dávila Guerrero Alfonso de Jesús de la Rosa Gómez Miguel Ángel de la Rosa Lucio

Ulises Reynaldo Díaz Maldonado Cristian Alejandro Dimas Ramírez Alan Ulises Dimas Campillo Laura Espinosa Aguilar María Andrea Espinoza Rico Omar Figueroa González Fernando Daniel Flores García Fátima Galván Alvarado Mohamed Iván Gámez Martínez Andrea Naomi García Gamboa Miriam García Ortiz Mariana Carolina González Grijalva Miguel Ángel González Jasso Adriana Sofía González Jonguitud Alejandro González Medina Iliana Mariela González Martínez María Modesta Govea Mares Christian Saúl Gutiérrez Hernández Karen Itzel Hernández Castillo Silvia Arlette Hernández Medina Sarahí Judith Hernández Reyes Lorena Margarita Hernández Rodríguez Gonzalo Uriel Hernández Rodríguez Francisco Javier Hernández Rodríguez Juan Carlos Herrera Morales Olivo Herrera Ortega Sofía Valeria Huerta Rivas Amanda Azucena Huichan Alba Uriel Lorenzo Hurtado Gómez César Antolín Ibarra Ramírez Juan Eduardo Juárez Rocha Erick Alejandro Juárez Salas


Kevin Rene Labrada Llanito Alejandro Lanuza Lira Iván Ledezma Bautista Mario Alberto Llanas Álvarez Rodrigo Lomelí Valdez Josué David López García Nancy Guadalupe Loredo García Luis Fernando Macías Olvera Luis Gustavo Medellín Cruz Liliana Medina Aguilar Orlando de Jesús Méndez Ríos Aarón Molina Reyes Teresa Esbeidy Mondragón Gutiérrez Oscar Alejandro Monsiváis Mata Josué Noel Montealvo López Mara Elisa Monterde Fernández Francisco Abraham Morales Rodríguez Juan José Morín Aguilar Giovanni Teodoro Murray López Alejandra Mustre Aguilar Francisco Enrique Naranjo Muñiz Verónica Olavide Aguilera Evelin Guadalupe Ortiz Abrego Mónica Ortiz Alvarado Paola Palomares Capetillo Ana Karen Partida Montes Karla del Carmen Piña Moreno Bárbara Portales González Zulia Portillo Martínez Carlos Miguel Priego del Ángel Jonathan Ramírez Almendárez Marisol Ramos Portales

Adriana Ramos Turrubiartes Gabriela Alejandra Rangel Acevedo Ricardo Reyes Cárdenas Gustavo Alonso Ríos López Ríos Ulloa Maite IvonneDaniel Agustín Rivera Márquez Luciana Rodríguez Bottino Olaf Ernesto Rodríguez Cano Jonathan Emmanuel Rodríguez Gallardo Fátima Rodríguez Jonguitud Hilda Rodríguez Ortiz Isaac Israel Rodríguez Salazar Carlos Armando Romero Alaffita Alejandra Ruiz Martínez Cinthia Guadalupe Salazar Pérez Jack Noé Salto Quintana Luis Javier Sánchez Fonseca Dafne Astrid Sánchez López Daniel Sandoval Guerra Andrea Cecilia Saucedo Gómez Marcelo Héctor Soto Gaona Monserrat Tapia Macías Carla Verónica Tinoco Sánchez Salvador Torres Rosales Eliana Torres Torres Lucio Misael Torres Valenzuela Ricardo Omar Ugalde Ramírez Luis Gabriel Vargas Ruiz Yair Guiomar Vázquez García Edgar Vega Peñuelas Joel Ventura Guillén Juan Pablo Zúñiga Bustamante

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 171

exaMeN de adMisióN 2017

Como cada año, durante el proceso de admisión general de nuestra

universidad, la Facultad de Medicina realizó su escrutinio anual el pasado siete de julio de 2017 en el Centro Cultural Universitario Bicentenario de la UASLP.

Para dar inicio al proceso de evalua-ción el acceso al recinto fue desde las 7:00 horas, con el fin de iniciar la apli-

cación del examen de conocimientos a las 8:15 horas; esta primera parte del examen concluyó a las 12:15 horas.

A partir de las 16:00 horas se inició la segunda parte del proceso de admisión, donde se evaluó a los alumnos con el examen del CENEVAL, el cual fina-lizó a las 18:00 horas.

A este examen de admisión en la Facultad de Medicina se registraron


1680 aspirantes a la carrera de Médico Cirujano y 61 a la de Licenciatura de Ciencias Ambientales y Salud, de los cuales fueron aceptados 145 alumnos a la licenciatura de Médico Cirujano y 35 a la licenciatura de Ciencias Ambienta-les y Salud.

En el evento de evaluación partici-paron directivos, maestros miembros de la Comisión de Admisión, maes-tros aplicadores, alumnos de medicina

y personal administrativo e intendencia de la Facultad.

Los miembros de la Comisión de Admisión agradecieron a las autoria-dades de la Facultad y a todos los parti-cipantes por su invaluable colaboración en un proceso largo, que va desde la preparación del examen, organización de la infraestructura para el evento, hasta la aplicación del instrumento de evaluación y su revisión.

titulacióN de Médicos cirujaNos 2010 – 2017

El 23 de agosto de 2017 el auditorio del Centro Cultural Universita-

rio Bicentenario, fue el escenario de la ceremonia protocolaria de titulación de los alumnos egresados de la carrera de Médico Cirujano de nuestra Facultad.

Al evento asistieron el M. en Arq. Anuar Abraham Kasis Ariceaga, secre-tario general de la Universidad en repre-sentación del rector M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio; Dr. Alejandro

Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad; Dr. Carlos Adrián Jiménez González, secretario general; Dra. Elsa Ofelia Martínez Puente, secretaria de los Servicios Escolares; Dra. Juana Inés Grimaldo Avilés, secretaria académica; Dr. Guillermo Gerling de Alba, coor-dinador de la Licenciatura de Médico Cirujano; Dr. Mario Rada Espinosa, consejero maestro de la Facultad ante el H. Consejo Directivo Universita-

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 173

rio y la E.M. Olivia Fernanda Cisne-ros Ortega, consejera alumna de la Facultad ante el H. Consejo Directivo Universitario.

Para dar inicio a la ceremonia de titu-lación se escucharon las palabras de despedida del Dr. Alejandro Javier

Zermeño Guerra, director de la Facul-tad de Medicina.

«Estimados miembros de la mesa de presídium, padres de fami-

lia, familiares, amigos, acompañantes

de los nuevos médicos, maestros y principalmente los ahora recién gradua-dos quienes se integran a la comunidad médica del país.

Les doy la bienvenida a este acto protocolario de la titulación de Médico Cirujano. Quizá crean que han llegado a la meta, pero eso depende de la óptica en que se mira la línea. Si está delante de nosotros es una meta, si está atrás es el inicio de un nuevo objetivo. Y ahora para ustedes esta línea ya quedó atrás.


Tienen un nuevo fin en la vida, que es ser los mejores profesionistas en el área de la salud, los mejores médicos, y para eso tienen que seguir preparán-dose continuamente.

Ahora la gran novedad en la educa-ción, es el concepto de educación dual, dos instancias responsables de la formación del profesionista, universi-dad e industria, por ejemplo.

Sin embargo, la formación del médico, desde tiempos ancestrales, se ha basado en la práctica clínica, la

medicina se aprende cerca de la cama del paciente.

Esa fue la razón para que desde 1912, nuestra entonces escuela de medicina iniciara con las prácticas clínicas en el Hospital Civil a partir de los alumnos de tercer año, y que hace sesenta años se iniciara el internado de pregrado, en el que se vio la necesidad de que un médico tuviera la práctica suficiente y previa antes de acudir al Servicio Social en comunidades.

Desde esa ocasión siendo nues-tra Facultad de Medicina, pionera en hacer curricular el año de Internado, ya sin clases teóricas y con preparación intensiva en el hospital primero el «Dr. Ignacio Morones Prieto» y después el «Materno Infantil», (ahora del niño y la mujer) así como en la clínica del ISSSTE, el IMSS y muy recientemente el Hospital Militar, Instituciones que ofrecieron su colaboración desde entonces para preparar a los médicos con conocimiento que les ayudarán a enfrentar las condiciones que se encon-trarían en el ámbito rural.

Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina «...Es sin duda mejor profesionista el que hace lo máximo con los conocimientos y recursos que tiene...».

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 175

Siendo desde esas épocas, los inter-nos y los pasantes en Servicio Social, unas piezas claves para el sistema de salud del país.

Así se han formado decenas de gene-raciones de médicos en el mundo y así seguirá sucediendo. Algo, esto de la educación dual, que otras disciplinas están ahora emulando.

Los cambios sociales en el último siglo, son impactantes, en tres genera-ciones, la esperanza de vida se duplicó prácticamente para los seres humanos, la riqueza en el mundo creció en forma exponencial y la mala distribución de la misma se acrecentó aún más, hay ahora más desigualdad y eso es una de las principales circunstancias que como médicos tienen que atacar.

«Hay que luchar contra la desigual-dad no contra la diferencia», escribió Sofía Valdivielso, vicedecana de la Universidad de las Palmas en la Gran Canaria, España.

Eso es cierto no hay que pensar en un mundo en que todos somos igua-les porque eso no existe, pero sí, que se tengan las mismas oportunidades,

habiendo siempre quien por capacidad lo puede hacer mejor. Y así es como la medicina es cúmulo de conocimientos y habilidades, con el objeto de servir a la humanidad, atender su salud, debe servir para la igualdad.

Es sin duda mejor profesionista el que hace lo máximo con los conoci-mientos y recursos que tiene. No siem-pre el que tiene más conocimientos es el mejor médico. Hay que saber apli-car dichas capacidades en bien de los demás. Eso es parte de la gran lucha que como médicos podemos hacer contra la desigualdad.

Tenemos que acercar la salud a todos, sin distinción de razas, credos, prefe-rencias de cualquier tipo, ni condi-ciones económicas. Lo que nosotros podemos ofrecer de nuestros conoci-mientos deberá ser entregado sin reser-vas a todos los seres humanos que lo necesiten. Las condiciones que rodeen esa acción, están casi siempre fuera de nuestro alcance.

Hablaba de desigualdad y no quiero perderme, se trata de que el médico tiene que volver a tener su rol social, de


ser un factor de unión, de humanismo, de atención a los semejantes, tiene que ser una persona que vea por las nece-sidades de los demás y que procure ofrecer calidad y calidez de atención a todos los seres humanos con los que se relacione.

El médico debe de ser un líder social, eso tómenlo muy en cuenta. Hemos tenido y tenemos ejemplos de ello a nivel estatal, nacional y mundial.

Es una dura profesión y es muy justo recibir una digna remuneración por los servicios prestados, pero también es muy grato compartir nuestros cono-cimientos y ofrecer nuestros servi-cios a gente desamparada, que vive en condiciones de pobreza y humildad, que con seguridad no tiene posibilida-des económicas para acceder a nuestra atención en forma privada, pero se les puede otorgar dicho servicio a sabien-das que no recibiremos remuneración económica, pero si la gran satisfacción de servir, que en ocasiones es incluso más valiosa, porque da sentido a nues-tra vida, sentido de pertenencia a una sociedad.

El hacer algo por nuestros semejan-tes es hacer algo por el país, ese lugar en el que vivimos y queremos que sea cada día mejor.

La aplicación de los conocimientos científicos en beneficio de la sociedad es un factor que salvará a la nación de un cataclismo apocalíptico.

Nosotros tenemos capacidad de generar beneficio y colaborar en las medidas de nuestras posibilidades a evitar esa debacle.

Ahora la profesión médica, es en el mundo ejercida por hombres y mujeres a la par, cosa que vemos normal, pero si pensamos que la mujer se integró escasamente hace más de un siglo a la misma, siendo la primer graduada en la entonces Escuela de Medicina de la Universidad de San Luis Potosí, María Castro en 1912, año mítico para nues-tra escuela, si se recuerda que en ese año empezaron las prácticas clínicas en los alumnos de pregrado, incluso antes de ser Universidad Autónoma y antes de ser Facultad por supuesto.

Habla de que en poco tiempo la mujer se ha integrado a esta profesión

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 177

con gran empeño y éxito. Este hecho, congratula a la medicina, puesto que, en ella, la mujer, se manifiesta más fácilmente la caridad y el humanismo, que son pilares fundamentales del ejer-cicio profesional.

Le doy la bienvenida al gremio médico, espero que reflexionen la gran responsabilidad que conlleva el título y que además sientan el orgullo de pertenecer a una Institución como la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y Facultad de Medicina de la misma, que ha sido y seguirá siendo siempre su alma mater, así como las Instituciones Hospitalarias son su alma pater.

Respétense ustedes al máximo, y respeten al paciente, sus maestros y sus colegas, como lo dice su juramento que en unos minutos más leerán.

Y recuerden el lema de la facultad «ut charitas et scientia humanitati in serviant», que quiere decir «Para que la Caridad y la Ciencia, sirvan a la Huma-nidad», y está muy claro que la caridad va primero.

Buenas noches a todos, felicidades».

A continuación, el Dr. Mario Rada

Espinosa, consejero maestro de la Facultad de Medicina ante el Consejo Directivo Universitario dirigió unas palabras a los nuevos médicos egresa-dos.

«El programa actual de la Facul-tad de Medicina hace el

esfuerzo por reencontrar uno de los valores más importantes de la institu-ción que se constituye en una forta-leza, el humanismo con sentido social en beneficio de las instituciones y del médico.

La Facultad de Medicina ha fomen-tado la investigación biomédica y clínica, el fortalecimiento de su vincu-lación con el sector salud, la gestión ambiental y la ampliación y moderni-zación de su infraestructura.

El compromiso de la Facultad es seguir trabajando en la formación de nuevos y mejores profesionales con valores éticos y humanos como hasta ahora.

Actualmente la educación médica plantea como desafío el poder ir a la


par del desarrollo científico y tecnoló-gico de la globalización, la mejora de las condiciones del ejercicio profesio-nal médico, el cambio de las expectati-vas de los pacientes y la situación de la salud de la población.

Los avances tecnológicos y el aumento de la población demandan una carrera de medicina en constante actualización y modernización, por lo que se requiere de un plan de estu-dios sólido, completo e integral que garantice proporcionar a los alumnos

los conocimientos, aptitudes y habi-lidades necesarias para planear, dise-ñar y operar los diferentes sistemas de salud en que se encuentre inmerso en el área laboral, pero que también provoque en los alumnos la inquietud por la investigación y la docencia. Por lo anterior, es necesario integrar bases sólidas en ciencias básicas para forta-lecer la formación del estudiante y con ello disminuir índices de reprobación, rezago y deserción.

Como profesionales, los médicos nos debemos comprometer con la salud y el bienestar de los pacientes y con la sociedad a través de la práctica ética, trabajar por mantener altos estánda-res personales de comportamiento, poder rendir cuentas a la profesión y a la sociedad, mantener la salud perso-nal, buenos niveles de competencia, complemento de las normas éticas y los valores como integridad, honesti-dad, altruismo, humildad, respeto a la diversidad y transparencia con respecto a los posibles conflictos de intereses.

La medicina actual, según el Dr. A. Lifshitz, es todo un universo, a la vez

Dr. Mario Rada Espinosa, consejero maestro de la Facultad de Medicina «...Como profesionales, los médicos nos debemos comprometer con la salud y el bienestar de los pacientes y con la sociedad a través de la práctica ética...».

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 179

ciencia natural y ciencia social, con raíces biológicas, psicológicas y socia-les; servicio utilitario e idea filosófica y ejercicio intelectual; centrada en el razonamiento, tecnología y teoría, auxilio humanitario; sistema, industria, negocio y conocimientos. Además, es necesario saber economía, administra-ción y mercadotecnia para ser compe-titivo dentro del enorme mercado de la salud.

El compromiso actual consiste en garantizar los más altos estándares en las especialidades. Se le determinan al médico siete roles, el médico experto, líder, comunicador, colaborador, defen-sor de la salud, estudioso y profesional.

Es necesario comprometerse con nuestro sistema de salud en la promo-ción y realización de programas nacio-nales que conduzcan a elevar el nivel de bienestar y salud y así honrar la tradi-ción de excelencia que siempre ha exis-tido en la medicina.

No es médico el que domina la Fisiología, la Patología, la Terapéutica y la investigación química y bacterioló-gica. Sino el que, con esa cultura como

herramienta, aporta a la cabecera del enfermo caudales de previsión, de experiencia, de cautela, de paciencia, de abnegación, como ya lo han hecho ustedes durante su entrenamiento clínico.

En el médico la rectitud de la conciencia es mil veces más impor-tante que el tesoro de los conocimien-tos. Primero es ser bueno; luego ser firme; después, ser prudente; la ilustra-ción viene en cuarto lugar; la pericia en el último.

Entendiendo como humanismo al movimiento intelectual desarrollado en Europa durante los siglos XIV y XV que, basándose en las cualida-des propias de la naturaleza humana, pretendía descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida tomando como maestros a los clásicos griegos y latinos. Esto se traduce en la actuali-dad en medicina, como poner el arte al servicio del enfermo y no solamente a la expectativa de la remuneración monetaria.

Como señala el maestro Ruy Pérez Tamayo en la Gaceta Médica de


México. «No se trata de que los médi-cos, para cumplir de manera adecuada, con sus funciones profesionales, deban ser expertos en literatura clásica y contemporánea o cultivar el griego y el latín o recitar a Petrarca y citar de memoria algunos cantos de la Divina Comedia, sino más bien que practiquen el bien, que sean benignos y caritati-vos o que en vez de humanistas sean humanitarios».

El recién egresado de Medicina tiene un camino arduo por delante, donde su comportamiento, conocimientos y habilidades deben utilizarse con sabi-duría, entregando al paciente su mejor esfuerzo y de acuerdo a la prepara-ción alcanzada, con una madurez que lo lleve a realizar hasta los límites de sus competencias para beneficio de sus pacientes. Si actúa con juicio crítico, sabedor de sus cualidades y limitacio-nes, podrá gozar del respeto y admi-ración de sus pacientes, en una de las profesiones más nobles de la humani-dad.

La profesión médica ha dejado cons-tancia histórica de su compromiso y

de su vocación caritativa, al margen de que unos cuantos miembros hayan adoptado los valores que la sociedad les ha impuesto en su época.

Hoy en día, las presiones para enfren-tar a una sociedad más participativa, propician una medicina defensiva y contractual, que, por desgracia, no ha tomado lo mejor de las disciplinas de prestación de servicios y, si algunos de sus vicios. A pesar de los cambios que caracterizan a la época en que vivimos, los mejores argumentos de los médicos siguen encontrándose en el arraigo a los valores tradicionales de la profe-sión.

La educación por competencias tiene por meta la mejoría, la efectividad, la productividad del individuo y de la organización donde labore. Dentro de estas competencias, quiero refe-rirme a una en especial, a la comuni-cación interpersonal. El conocer cómo comunicarse es básico, no solo para el médico, sino para cualquier actividad humana.

Es esencial el escuchar con propie-dad y respeto a todo ser humano y a

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 181

los directa o indirectamente relaciona-dos con el paciente. Dar información veraz del padecimiento en cuestión, del tratamiento contemplado y de sus posibles complicaciones, de los errores cuando se presenten, todo en forma clara y entendible, pero nunca en forma vulgar e incomprensible. Cuando la comunicación es eficiente y la empatía se hace presente, da por resultado la satisfacción del enfermo y de sus seres cercanos. Está demostrado que la mala comunicación origina más del 70% de quejas o demandas. Por eso el arma terapéutica fundamental del médico es el diálogo.

El profesionalismo del médico repre-senta todo lo que ha aprendido y reali-zado a lo largo de su existencia, pero con la consigna, siempre presente, de seguir aprendiendo y seguir haciendo, para continuamente mejorar, con el uso de las herramientas y de la filosofía modernas. El dicho “errar es humano” ya no es aceptado por la sociedad. Las fuerzas del mercado y los consumido-res han afectado la práctica médica. Ahora se requiere evidencia de resulta-

dos, de costos y de beneficios de todos los tratamientos utilizados para decidir a diario que es lo mejor de hoy.

El diccionario de la Real Academia Española especifica que el término calidad deriva del latín «qualitas» y significa «la adecuación de un producto o servicio a las características especifi-cadas». En Medicina, hemos entendido el término bajo el concepto: «otorgar atención médica al paciente con opor-tunidad, conforme a los conocimien-tos médicos y principios éticos vigen-tes, con satisfacción de sus necesidades de salud y de sus expectativas, las del prestador de servicios y las de la insti-tución».

Las propiedades imprescindibles de una atención médica de calidad son: seguridad, oportunidad, efectividad, eficiencia equitativa y centrada en el paciente. Consideramos que hoy más que nunca también son necesarios la disciplina, la transparencia y el apego a los valores éticos y morales.

Por otra parte, la naturaleza humana de la relación médico–paciente implica la posibilidad de entendimiento mutuo,


así como de desencuentro y conflicto. A pesar de un entrenamiento riguroso y de que permanentemente se revisen en forma metódica los procedimientos para evitar fallas, es imposible garanti-zar que invariablemente el ejercicio de la medicina sea 100 % seguro. La razón por la que esto no se puede cumplir, simplemente se debe a la naturaleza humana.

Los errores son fallas de juicio que tienen un costo económico y social por demás elevado. Entre ellos se encuen-tran los errores médicos. La ley general de salud reglamenta el derecho consti-tucional y convencional en protección a la salud. Sin embargo, la fragmenta-ción de los servicios de salud, la insufi-ciencia de recursos, la ausencia de una instancia que regule y vigile la atención médica, junto con el usuario en cons-tante empoderamiento y aumento de exigencias por generar más expectati-vas en cuanto a resultados, han contri-buido a la generación de un caldo de cultivo de conflictos.

El 18 de junio de 2016 se introdujo en todo el territorio nacional la Ley

Nacional de Mecanismos Alternativos de solución de controversias en materia penal, considerándose como muy nove-dosa la introducción de la Mediación–Conciliación.

Por lo anterior las universidades del país deben instalar cátedras que se refieran en las etapas de pregrado de las ciencias de la salud y del derecho, a lo relacionado con los eventos adver-sos en la práctica de las ciencias de la salud, para que los alumnos desde la formación universitaria se capaciten para conocer el aspecto jurídico de la práctica médica.

El inicio de la práctica profesional y de ser el caso, durante los estudios de posgrado y en la aplicación clínica, el conocimiento de las consecuencias legales de los errores, debe permitir al médico, aprender de estos para evitar que se vuelvan a repetir.

Hoy, México ha dado muestras de un dinamismo Jurídico sin preceden-tes; toca a las nuevas generaciones hacer propia su responsabilidad para aprovechar la queja médica como un detonador para que contemos con una

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 183

práctica de la medicina más segura y de calidad.

Los médicos siempre deben actuar bajo la premisa de que las leyes no exigen que sean virtuosos, pero la moral aconseja que lo sean.

Y finalmente les comento que no es bueno que el médico desconozca sus derechos, pero… es grave que no conozca sus obligaciones.

Espero que hayamos sembrado en nuestros alumnos la semilla de la curio-sidad en la ciencia, la profundización en el estudio y la enseñanza de la inves-tigación en el campo de la medicina».

En representación del Rector de nuestra máxima casa de estudios, el M. en Arq. Anuar Abraham Kasis

Ariceaga, secretario general de la UASLP, da el mensaje a la nueva gene-ración de Médicos Cirujanos.

«Muy buenas tardes tengan todos ustedes, agradezco la

invitación que me hizo el Dr. Alejan-dro Zermeño Guerra, ante la imposi-bilidad como él ya mencionó, de que el Sr. Rector de la Universidad Autónoma

de San Luis Potosí, M. Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, pudiera acompa-ñarnos, debido a compromisos y asun-tos de agenda que de modo imprevisto surgieron y lo llamaron a atenderlos. Es importante también decir, que este tipo de actos de titulación de genera-ciones de profesionales que se entregan a la sociedad, son los que él personal-mente más disfruta, ya que es gratifi-cante cumplir la misión educadora de la Universidad. Lamentablemente no pudo ser así. Él me solicitó presen-tarme aquí ante ustedes y transmitir-les un sincero mensaje de felicitación y así lo hago. Agradezco la presencia de los integrantes del presídium, del Sr. Director y sus Secretarios General, Escolar y Académica, del Coordina-dor de la Carrera de Médico Cirujano, así como de los consejeros Maestro y Alumna de la Facultad de Medicina.

Este es un día de celebración para un número importante de personas. Para empezar, hay que destacar que todos ustedes lograron, hace 7 años, un lugar que han sabido cuidar, a partir de un proceso de selección que estoy seguro


que todos recuerdan. Esto es algo que es fácil de decir, pero todos ustedes y muchas personas más, saben lo compli-cado que es en realidad. Un proceso de selección de los más competidos en México.

Decía que es un día de celebración y lo es en particular para los inte-grantes de la Generación 2010-2017 de la carrera de Médico Cirujano, de esta distinguida Facultad, me refiero a todos ustedes aún ahora alumnos, estudiantes y estudiosos, aplicados y comprometidos con esta fundamental y necesaria, en realidad indispensable profesión, que busca proteger y preser-var la salud de todas las personas.

La importancia que tiene esta carrera en nuestra universidad y en nuestra comunidad, es de todos los presentes conocida, pero también de muchas otras personas de otras ciudades y estados de nuestro país, tocamos aquí el concepto del prestigio, el de la cali-dad, y el posicionamiento que tiene esta Facultad en el plano nacional y en el mundo. Esto solo lo pueden decir unas cuantas escuelas de todo México.

Es de celebrar para la comunidad académica, investigadora y directiva de la propia Facultad, que seguramente con la entrega a la sociedad de cada generación de médicos, les representa un logro y una satisfacción.

Asimismo, lo celebran y lo disfrutan los núcleos familiares a los cuales uste-des, jóvenes y señoritas, pertenecen. Suele suceder que, en tanto que somos jóvenes estudiantes de una licenciatura somos todo impulso, fuerza y ánimo que caracteriza a un joven hombre o joven mujer, pensábamos que nos

El M. en Arq. Anuar Abraham Kasis Ariceaga, secretario general de la UASLP dirigiendo unas palabras de despedida a los nuevos médicos.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 185

podíamos comer el mundo, suele suce-der, decía, que no estamos tal vez tan enterados ni somos tan conscientes del gran esfuerzo y de toda la inver-sión en todos los sentidos, llámese económica por decir lo menos aunque a veces representa mucho o lo más, pero también es una inversión emotiva, afectiva o amorosa que un padre o una madre inevitablemente tienen para con sus hijos, del modo más desinteresado que pueda existir, invierten también su tiempo y su vida en nosotros, invierten todo lo que tienen y todo lo que son.

Para comprender estas cosas se requiere de tiempo, de experiencia y de madurez, que en ocasiones no llega sino hasta el tiempo en que nos toca a nosotros mismos ser padre o madre.

Entendamos entonces, jóvenes y señoritas, con quién tienen que estar agradecidos, con la Universidad. ¡Por supuesto! Es y será por siempre su alma mater, con su Facultad. Claro que sí, en ello van sus maestros y directivos que se han esforzado al 100% para formar-los del modo más profesional, pero agradezcan todo lo que puedan a su

familia, padres o tutores, por quienes también lo que hoy sucede es posible.

La educación es un asunto que compete al menos a dos importan-tes sectores: en lo institucional por el concepto de educación formal, a las escuelas y universidades, de estas se recibe en general la técnica, el conoci-miento y la habilidad. En lo cotidiano y en el ámbito de la vida, la otra parte de la educación nos la dan en casa, y es tan importante como la primera. Y de ahí se reciben y se forman las actitudes, los valores y los principios, la ética y el buen comportamiento, el ser correcto. Sepan escuchar siempre los buenos consejos de sus padres, las recomen-daciones y las advertencias. La conjun-ción de ambas cosas hace a un buen profesional y a un buen ser humano, cosa que la Universidad se ha fijado como objetivo, ya que los sectores se complementan.

Como lo señalaba el Dr. Alejan-dro Zermeño en sus palabras inicia-les al referirse a las metas, y si estas se encuentran por delante o por detrás de nuestro presente.


Este día concluye un ciclo para uste-des y está por comenzar uno nuevo. La vida se vive por etapas y no son las mismas para todas las personas, dependen de las decisiones que vamos tomando. Vean hacia atrás, valoren y aprecien todo lo bueno que han tenido en su vida y todo aquello de lo cual han aprendido, conserven a sus amigos y cultiven esas amistades, den el justo valor a todo lo que les ha sucedido. Pero volteen ahora hacia adelante y proyecten, dibujen lo que quieren que suceda y trabajen para ello, a partir de ahora cada uno de ustedes decide sobre lo que quiera hacer pero piensen que de estas decisiones, las que ya han tomado y las que aún puedan llegar a tomar, puede depender lo que suceda el resto de sus vidas.

Muchas felicidades para todos los presentes, el Sr. Rector y esta Casa de Estudios toda, les reconoce el logro y los impulsa para que sigan creciendo.

Para finalizar quiero resaltar unas palabras enunciadas hace un momento por el Dr. Alejandro Zermeño, haciendo referencia a las de una Señora

a la cual alude y que resalta esta misión importante de los Médicos y enfatiza la relevancia de una posición humanista de los profesionales, al mencionar que «Hay que luchar contra la inequidad y no contra la diferencia». ¡Vaya fondo que tiene esto que ella señala! Iba yo a mencionar que tal vez ya juraron, pero ahora veo más bien que van a jurar, un poco más tarde, algo que es trascen-dente y que remite justamente al huma-nismo, a la responsabilidad social y al hecho tan importante que es cuidar la salud de los seres humanos.

En la referencia que hacía el Dr. Mario Rada, sobre los aspectos que son requeridos para ser un buen médico, y de los que tomé nota (y me acercaré después con él a corroborar que sean exactamente los conceptos que anoté), mencionaba que primero es preciso ser bueno, después ser firme, después prudente, después contar con la ilus-tración y al final de todo tener la peri-cia. Al escucharlo asocie esto con otros conceptos que hacen referencia a los niveles que existen del conocimiento en una categorización, y que señala

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 187

también justamente a la parte del nivel técnico del conocimiento, como el más inferior de todos, al igual que lo refe-rido por el Dr. Rada sobre la pericia, yendo hacia arriba en estos niveles del conocimiento, por encima del técnico está el nivel metodológico, por encima de éste el nivel teórico, arriba el epis-temológico y por encima de todos el ontológico.

Esto nos muestra que es importante que seamos conscientes de que ser un buen profesional no consiste, por lo menos solamente, en el dominio de

la técnica, como en ocasiones pudiera parecer, y que por encima de ello hay otras cosas más importantes: en la referencia del Dr. Rada justamente el humanismo, y en esta que les menciono se encuentran los niveles filosóficos del conocimiento. En concreto hablamos de que para ser un buen profesional es importante primero ser un buen ser humano pensante, antes que ejecutor.

Vivimos una época en la cual, y desde hace años se le da mucho valor a la técnica y a la ciencia, hubo otras en las que lo importante ha estado en


otros aspectos, esperemos que pronto se vuelva a poner al hombre como centro de todas las cosas y que el humanismo impere en la vida de todos los seres humanos».

Al finalizar el acto protocolario de la ceremonia de titulación se procedió a la entrega de constancias de termina-ción de estudios a los nuevos Médicos Cirujanos:Ilse Gabriela Acosta PuenteJoaquín Aguirre GarcíaRamsés Guadalupe Alvarado ZamarripaJosé Francisco Anaya AlvaradoAndrea Armería Díaz de León Rodrigo Arteaga AlfaroLuis Fernando Barraza AraizaJosé Alberto Blanco CisnerosLiliana Elizabeth Campos Martínez Jorge Miguel Carmona CruzAndrea Guadalupe Carrillo ObregónMaría Fernanda Castillo MartínezMaría Fernanda Castillo ZúñigaJosé Ramón Castro SalasJuan Eladio Cerda GuerreroMargarita Isabel Cervantes RodríguezJorge Alberto Chávez ContrerasIrma Janeth Córdova PalaciosCarlos Javier Dávila EsparzaPagdo Mario de la Vega MéndezJulio Eduardo del Valle Lara

Karla Betzabé Delgado MorenoGibran Alejandro Delsol RevueltaJosé Manuel Díaz de León Alonso Ana Cristina Díaz HinojosaOctavio Alejandro Enríquez LaraCynthia Janneth Escalante GarcíaLaura Gabriela Escalante VargasEnrique Espinosa ZúñigaAlicia Eunice Flores CastilloGabriela Guadalupe Galarza SalasCelene Gallegos ZavalaHéctor Guillermo García de los SantosJosué Misael García HernándezMaría Guadalupe García LimaFrancisco Javier Gómez PiñónRené Oswaldo González HernándezYolanda González JassoMayra Cecilia González RodríguezOscar Daniel Guerrero Ortiz Cristina Guadalupe Gutiérrez MirelesAna Karen Hernández EnríquezJuan Francisco Hernández GómezRicardo Hernández GuerreroMayra Rosalía Hernández MataEleazar de Jesús Hernández PatiñoÁngel Erik Hernández VelázquezJonathan Emmanuel Ibarra CamachoDenef Alicia Jasso RamírezViviana Juárez CruzAlfonso Labarthe RangelMaría Esther Lara RochaAnaid Jocelyn Lara Reyna

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 189

Fabiola Lomelí HernándezMiguel Yrvin López DimasLaura Lucero López HerreraMargarita López SernaIleana de los Ángeles Martínez GonzálezMario Diego Martínez LimaLeticia Montserrat Martínez MartínezLiliana Elizabeth Mata LoredoEnrique Medina CastilloFabián Gerardo Medina HernándezEdith Fabiola Méndez ElizondoMaría Eugenia Méndez PérezSandra Judith Méndez TorresCésar Augusto Mendoza OrtegaAlejandro de Jesús Morales GonzálezAlessandro Morín BrionesJovanni Muñiz RamosAlberto Nájera SaldañaMariano Nieto GalvánAmador Ortega HernándezFelipe de Jesús Ortega NájeraMónica Ortega NájeraFrancisco Daniel Padrón FazRamsés Alejandro Padrón HernándezGabriela Nohemí Pardo HernándezJosé Manuel Ponce MejíaCésar Porras Guerrero Emigdio Misael Posadas GallegosOscar Emmanuel Posadas TrujilloCésar Osiel Quintero MartínezUlises Quiroz AlamillaAdán Israel Quiroz Moncada

Ana Sofía Ramírez García LunaMayra Quetzalli Ramírez TorresJorge Alejandro Ramírez VidalesEdgar Aaron Ramos CastilloDavid Alberto Reyes SalasCarlos Antonio Rizo OrtizHéctor Alan Rodríguez CompeánJosé Luis Rodríguez CorrosJudith Esther Rodríguez GaliciaEdson Artemio Rodríguez GoveaDaniela Rodríguez Hernández Carlos Daniel Salazar HurtadoRicardo San Luis MéndezAndrés Sánchez PájaroRafael Sustaita ZapataPaulina Torres GalvánVíctor Hugo Torres Gil Hugo Armando Tristán TorresMiguel Urbina RuizOlmo Eduardo Vázquez GonzálezJesús Christian Vázquez SánchezAmparo Vera CerdaRaquel de Saraí Vera RodríguezGuillermo Villalobos MartínezRicardo Villanueva ÁlvarezMercedes Eleri Yanes LaneNayeli Zamarripa MartínezMartha Yamilet Zarazúa RojasGuadalupe Zavala CerdaErick Yasar Zúñiga González


visita escuela de MediciNa itesM Guadalajara

El 3 de agosto de 2017 en la ciudad de Guadalajara Jal., se

llevó a cabo el inicio oficial del año académico de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del ITESM, Campus Guadalajara, al citado evento fue invitado de honor el Dr. Alejan-dro Javier Zermeño Guerra director de la Facultad de Medicina de nues-

tra universidad, por la trascendencia y prestigio nacional de esta entidad académica.

A continuación se publican las pala-bras expresadas por el Dr. Alejandro

Javier Zermeño Guerra, durante la ceremonia.

Instante en el que los nuevos Médicos Cirujanos rinden el juramento del egresado de la Facultad de Medicina de la UASLP.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 191

«Con el honor de estar ante uste-des, me permitiré realizar

algunas reflexiones.¿para qué estudiar medicina, o cual-

quier otro Campo del área de salud?El estudio de cualquier área del

conocimiento, el de la salud incluida, son las únicas armas que cambiarán el mundo en que vivimos.

El estudio en las áreas de salud, tiene un doble efecto social. Educa y cura. Educa y previene.

Cualquier acto que involucre a un universitario, implica la generación del

conocimiento, desarrollo del intelecto, capacitación, así como inteligencia y sabiduría, que no es lo mismo. Una persona puede tener muchos cono-cimientos e incluso mucha inteligen-cia, pero al no tener la sabiduría para aplicarlo de nada sirve. En el caso de las ciencias de la salud, al no lograr el beneficio para el «ser» más impor-tante que es el paciente, no se cumple el objetivo del saber.

Hay muchas máximas, que ustedes van a ir aprendiendo en la profesión, se dice que la medicina es cariño,


comprensión, acompañamiento, apoyo, respaldo y un poco de cien-cia. ¿Qué significa esto? Pues bueno, es que hay que dar mucho y esperar que la naturaleza ayude mucho. Gran parte de lo que el paciente espera del médico, se puede dar con una palma-dita, con un momento de atención, escuchar, entender sus temores, expli-car su futuro esperado y sus posibles consecuencias, no todo es cirugía o tratamiento con medicamentos. Hay veces que sana más, una muestra de cariño y el acompañamiento.

Aquí debo recalcar que todo en la vida, cualquier cosa que vas a hacer necesita vocación. Para ser un poli-cía, astronauta, cirujano, para todo se necesita. Y ¿qué es vocación se pregun-taran? Es tener disposición para hacer bien, lo que has decidido hacer. Todos podemos pararnos al frente en un salón y exponer nuestros conocimien-tos en el tema que sea, pero eso no te hace maestro o profesor.

Quizá el verdadero maestro no sepa tanto como nosotros, pero tiene la capacidad de entusiasmar, saber tras-

mitir las inquietudes, hacer que el alumno busque y encuentre para que genere el conocimiento. Y si el maes-tro lo hace con pasión, entusiasmo y responsabilidad, eso es tener vocación.

Actualmente las teorías de la educa-ción dicen que ya está el conocimiento, que solo hay que dejar que ustedes los estudiantes de hoy, lo encuentren. Yo no estoy de acuerdo en eso. Si así fuera nos hubiéramos quedado con los conceptos de Galileo, Hipócrates o Leonardo Da Vinci y no es así, en cada ser humano hay un intelecto y un ser generador de nuevos conocimientos. Se dice fácil, pero lo que han avanzado todas las profesiones en el último siglo ha cambiado drásticamente el mundo, un siglo que para nosotros es una eter-nidad, pero para la humanidad es solo un suspiro.

En el año 1920, hace menos de un siglo, la expectativa de vida era apenas de 44 años para nuestro país. Con el advenimiento de las vacunas, los antibióticos, los estudios especiales que nos permiten diagnósticos más tempranos, los nuevos tratamientos,

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 193

las nuevas técnicas quirúrgicas, las nuevas medidas de higiene, etc., las posibilidades de vivir ahora son hasta cerca de los ochenta años. Y esos conocimientos y avances se generaron en apenas tres generaciones de profe-sionales, de la salud y muchos otros, porque quizá haga más bien a la salud comunitaria, una buena red de agua potable lograda por un ingeniero, o un nuevo tratamiento con nanotecno-logía realizado por un físico, que una campaña de vacunación.

La salud es un derecho universal y también la responsabilidad de salud es universal. Por ello ahora las profesio-nes de la salud, son unas de las más colaborativas e interdisciplinarias.

Ustedes están entrando a un área de la sociedad que es muy vigilada, en donde cualquier acción tiene repercu-siones, para bien o para mal y es de gran responsabilidad. Por ello: Otro factor es la ética, y buscaré que quede muy claro que es un eje central, sin dejar de lado los otros aspectos que son muy importantes.

Empecemos definiendo ¿Qué es ética?, yo soy de San Luis Potosí y no es canción, es solo para hacer referen-cia que hace casi un siglo existía un cacique en el Estado que cuando le preguntaron ¿Qué es la moral?, dijo: «Es un árbol que da moras».

Y casualmente la ética tiene que ver con la moral, el actuar ético es que una persona haga lo correcto, el actuar moral no tiene nada que ver, como erróneamente se pensó hace tiempo, con la religión. Yo puedo ser

El Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, en la «prima clase» de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey, «...el error humano es inevitable, pero el dolo es inaceptable».


creyente o no, católico, evangelista, musulmán, agnóstico, etc., pero puedo y debo de tener un comportamiento ético. Tengo que actuar bien, que es lo que ahora nos ocupa. La ética es simplemente el número uno, es la base. Además, yo debo de tener conocimien-tos para poder ofrecer mis servicios, eso vale un cero a la derecha y por eso ya tengo un diez. Y si además ofrezco calidad y soy eficiente, se agrega otro cero y eso me da un 100, soy 100 por ciento eficiente. Y si soy comprensivo, respetuoso, caritativo me comporto con humanismo, eso me agrega otro cero y me hace llegar a un mil. Me comporto de mil. Por lo tanto, el más excelente profesionista, sin la ética, que es el uno, y como todos los demás son solo ceros, no tienen valor. Eso es la importancia de un comportamiento ético.

Si ofrezco un servicio profesional como médico, un tratamiento o una cirugía, es porque verdaderamente lo necesita la persona, no por mi conve-niencia personal–económica.

Y si se la brindo es que además tengo la capacidad, la preparación y el equipo para poder realizarla con seguridad y además, existe justifica-ción para el riesgo. Debo de haber realizado todas las pruebas pertinen-tes a mi alcance para disminuir en lo posible los riesgos, pero si aun así, el resultado es inconveniente se debe de admitir, porqué; el error humano es inevitable, pero el dolo es inaceptable. Y luego viene el factor económico, aquí debo de hacer una admiración para esta institución, el internacional-mente reconocido TEC de Monterrey, que ha sabido generar empresarios y científicos líderes y estos a su vez riqueza y bienestar para el País.

La profesión no debe de estar peleada con las ganancias por un servi-cio, muchos de nosotros entendimos mal ese aspecto de la profesión. Es un trabajo de gran responsabilidad y tiene un costo. Más, sin embargo, tiene una gran responsabilidad social y debe-mos de tratar factores de igualdad y de bienestar social.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 195

No voy a entrar ni quiero, ni sé, en aspectos socio políticos, que no son el objetivo de esta plática, pero si les diré parte del último discurso, que al recibir hace unas semanas el docto-rado «honoris causa» de la Universidad de Santiago de Chile, dijo el Dr. José Narro Robles, actual secretario de Salud Federal, previamente rector de la UNAM y antes director de la Facul-tad de Medicina de la misma Univer-sidad Nacional, que en un muy resu-mido párrafo dice esto. «Podemos con unidad transformar nuestra reali-dad llena de contrastes, desigualdades e injusticias. Nunca como ahora, la humanidad había tenido tantos bienes materiales y riqueza, y nunca como ahora habían estado tan mal distribui-dos.

Es hora de pensar en que lo más importante es la gente y no las cosas, no los bienes materiales. Ninguna polí-tica, ningún modelo económico vale la pena si no produce bienestar social, si no facilita la igualdad de oportunida-des, si no hace cumplir efectivamente los derechos sociales, si no aminoran

las desigualdades y la pobreza». Aquí es donde entra la vocación, la profe-sión da un nivel de vida muy digno, y no se necesita mucho para vivir bien. El ser profesionista en un país como el nuestro es un plus de incalculables proporciones. Generalmente estamos en una posición socio-económica privilegiada, quizá ustedes no conoz-can cuánto es el salario mínimo en la nación y no sepan los millones de personas que viven con ello, básica-mente al borde de la miseria.

Ojalá y muy pronto entiendan que para muchos mexicanos atender su salud, es un esfuerzo económico muy grande y que lo mínimo que con ética y con responsabilidad podemos hacer, es otorgar un servicio de calidad y con caridad.

Hay que entender que la gratificación en muchos casos no es económica, hay mucha gente a la que podemos ayudar sin esperar obtener remuneración económica, sino la gran satisfacción de servir.

El otorgar nuestros conocimientos a los marginados y necesitados es algo


que nos engrandece más de lo que se pueden imaginar.

De estudiante piensa uno que va a ir al Servicio Social a dar sus conoci-mientos a la comunidad, pero si somos honestos con nosotros mismos, termi-nando ese año, veremos que la comu-nidad nos otorgó mucho más sabidu-ría y enseñanza, de lo que pudimos hacer por ellos. Ahí entenderán que el pedir una serie de exámenes, que para nosotros es muy fácil llenar la solici-tud, implica un enorme sacrificio para la gran mayoría de la población y que si hacemos un interrogatorio y una exploración física eficiente, muchos de esos estudios se pueden obviar.

La profesión además y gracias a lo anterior, nos da una presencia social muy importante y eso tiene un gran valor, el reconocer que tenemos un lugar ganado por nuestro trabajo y por nuestro comportamiento, y lo mismo servimos a una persona humilde que a un encumbrado y poderoso, todos necesitan de nosotros y a todos tene-mos que darles la misma calidad de nuestro servicio.

La calidad de atención y el empeño se debe de hacer igual en un Hospital Público, con todas sus carencias, que en el más moderno instituto de salud privado. Somos los mismos y las pato-logías son las mismas, lo que cambia son las personas y es nuestro deber, tratar a todos con dignidad.

Aquí les haré un comentario del lema de nuestra Facultad, hace más de 60 años, se realizó un concurso para crearlo. La convocatoria se limi-taba a que no pasara de seis palabras. Y como no limitaba nada más, el profesor ganador lo escribió en latín, que se dominaba bastante bien en la primera mitad del siglo pasado, por la gran bibliografía y documentos médi-cos escritos en esa lengua, el profesor ganó escribiendo esto:

«Ut charitas et scientia humanitati inser-viant». Que traducido es: «Para que la caridad y la ciencia sirvan a la humani-dad», que son once palabras en caste-llano y no hubiese sido aceptado en el concurso.

Pero vean el significado: !Que la «caridad», que es humanizar el

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 197

comportamiento, otorgar compren-sión, cariño, entrega, responsabilidad y mil cosas más. Y la «ciencia», que son los conocimientos y las habilidades obtenidas. Que en conjunto sirvan a la humanidad, a nuestros semejantes, lo dice muy claro, la caridad va primero!

«Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros». Esto es una gran verdad de la juventud, sobre todo si consideramos que la frase fue dicha por Sócrates 400 años antes de Cristo.

Es muy fácil decir que los tiempos pasados fueron mejores, que «noso-tros» no éramos así, que teníamos más responsabilidad, más dedicación, más respeto, etc., etc., y consideramos que los de hoy, son tiempos muy difíciles y nos preguntamos ¿qué futuro le espera al mundo con estos jóvenes?

Bueno, yo estoy seguro que al mundo le depara un futuro maravi-lloso, con gente como ustedes, jóvenes con una gran capacidad para allegarse conocimientos, jóvenes con mucha

mejor visión, con menos atavismos, con más apertura y más tolerancia.

Siento que, quizá sin haber nuestra generación realizado grandes cambios, el mundo será mejor, gracias a Uste-des.

La juventud es un estado que no tiene que ver del todo con el factor tiempo. Tiene, también, mucho que ver con el espíritu, con el saber y querer hacer, tener capacidad de asom-bro con innovar y admirar la belleza. Hay gente que a los noventa años, tiene aún deseos de hacer cosas. Y adolescentes que al no tener ilusiones parecen ancianos.

Los estudiantes en todo el mundo, serán los causantes del cambio. Ahora busquen ustedes, que sea con justicia, igualdad, tolerancia a las costumbres y a las creencias de cada persona, en una palabra, que sea con respeto.

Han escogido una profesión hermosa. Fueron aceptados en una Institución ejemplar a nivel mundial. Cuentan con el apoyo de su familia, por eso la gran mayoría de ellos están aquí. Ahora tienen la gran respon-


sabilidad de hacer su trabajo, que es estudiar, aprender, ser responsables y generar ciencia.

Obtener conocimientos fugaces para «pasar» un examen no los hace mejores en nada. Su obligación es hacer su máximo esfuerzo y apren-der. Comprender y aplicar el conoci-miento en bien de los demás. Con el

tiempo aprenderán que la gran línea de meta que era lograr ser aceptado en esta disciplina, no es más que el inicio de un nuevo objetivo en su vida que es el ser profesionistas de la salud, y ser los mejores. Y cuando crean que ya están cerca de la meta, recuerden que la consecución de un objetivo, es el principio de un nuevo reto.

El Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina de la UASLP, recibe un reconocimiento de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara, de manos del Dr. Jorge Eugenio Valdez García, decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del ITESM, campus Monterrey.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 199

Muchas felicidades y mis mejores augurios de éxito.

Ahora si me regalan dos minutos más de su tiempo, me dirigiré a los asistentes no estudiantes de nuevo ingreso, a los padres de familia, acom-pañantes, directivos, maestros, etc.

Todas las profesiones tienen respon-sabilidad ético–moral. Un juez sin ética, puede mandar a la cárcel a un inocente, un abogado sin ética puede dejar en la miseria a una viuda, un ingeniero sin ética puede dejar un socavón, un contador sin ética puede hacer un fraude, un médico sin ética puede causar un daño permanente o incluso la muerte a un paciente.

Todos los estudiantes de medicina y ciencias de la salud del país, llevan un curso de Bioética y lo tienen que aprobar antes de su egreso. También llevan un curso de técnicas quirúrgi-cas, aunque nunca en su vida lo usen si no son cirujanos.

Entonces la educación médica sola-mente puede complementar los valores que el alumno trae de casa. No pueden pedirle a un alumno que desde hoy se

comporte con la caridad de Agnes Gonxha, la madre Teresa de Calcuta, si nunca vieron a sus padres atender a sus ancianos en familia, ayudar a los necesitados, tratar con dignidad a sus empleados. Si no vieron luchar por igualar a las personas, respetándolas.

Eso se aprende en casa, no en unas horas de bioética, los maestros debe-mos de dar ejemplo de comporta-miento, no clases, sino predicar con el ejemplo, tratar con dignidad a los pacientes, por más humildes que sean, ofrecer atención y comprensión. Hacer una medicina honesta, eso es lo que van a aprender nuestros alum-nos. Cuando se encuentren con un profesionista de cualquier área cuyo comportamiento no sea el adecuado, no se pregunten de qué Universidad egresó, pregúntense de qué familia viene. En ese núcleo está el origen de su mala actuación. Por tanto, nosotros, como padres de familia, como maes-tros, tenemos que ser el ejemplo, no con palabras, sino con hechos, de lo que queremos trasmitir y fomentar en nuestros jóvenes».


«Honoris causa»: dr. GuillerMo josé ruiz arGüelles

El título de doctor «honoris causa» es un reconocimiento otorgado

a un individuo por una universidad o centro de estudios profesionales, en reconocimiento a su destacada activi-dad en el ámbito profesional y humano. Esta distinción enaltece las institucio-nes donde fue formado el individuo y a la universidad que lo otorga.

El pasado día ocho de septiembre de 2017 a las 19:00 hrs., en el Centro Cultural Universitario Bicentenario, en sesión extraordinaria del Honora-ble Consejo Directivo Universitario se otorgó por unanimidad el título de doctor honoris causa al Dr. Guillermo José Ruiz Argüelles, exalumno distin-guido y egresado de esta Facultad de Medicina y Universidad.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 201

La medalla y el título de distinción otorgado por nuestra Universidad fue entregado por el rector de esta casa de estudios, M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, y como testigo de honor, el gobernador del estado, doctor Juan Manuel Carreras López.

Como primer acto el Dr. Miguel

Ángel Mercado Díaz, miembro del jurado que otorga el título de doctor honoris causa, dirige un mensaje al auditorio en honor al Dr. Ruiz Argüe-lles.

«Una gran distinción me fue conferida al participar en el

jurado designado para distinguir con el título doctor honoris causa de la Univer-sidad Autónoma de San Luis Potosí al Dr. Guillermo José Ruiz Argüe-lles, otorgado por el Consejo Direc-tivo Universitario en febrero de 2017. Formar parte de este jurado con el entrañable maestro doctor José de Jesús Macías, el extraordinario doctor Benja-mín Moncada González, el distingui-dísimo internista e infectólogo doctor

José Sifuentes Osornio, fue un gran honor.

El Dr. Guillermo José Ruiz Argüelles nació en la ciudad de Puebla, hijo del Dr. Guillermo Ruiz Reyes (sin duda el iniciador de la medicina académica en el estado de Puebla) y de doña Rosita Argüelles de Ruiz. Casado con la gran Señora Guadalupe Delgado y padre de Guillermo, Alejandro y Manuel. Guillermo Ruiz Delgado es también un destacado hematólogo. Tiene ya, aunque se ve muy joven, varios nietos que son su gran cariño.

Guillermo estudió en nuestra querida Facultad, junto con Alejandro su hermano, también un destacadísimo investigador. Los dos fueron alumnos brillantes con extraordinarios prome-dios finales. Guillermo fue distinguido con el premio «A.H. Robins» al mejor estudiante de su generación.

Realizó la residencia de Medicina Interna y Hematología en el enton-ces Instituto Nacional (hoy de Cien-cias Médicas) de la Nutrición Salvador Zubirán. Realizó una Estancia Post-


doctoral en Investigación en la Clínica Mayo.

Es miembro titular de la Academia Nacional de Medicina, a la que ingresó en 1987. En la Academia ha sido reco-nocido con el prestigiado premio Eduardo Liceaga, otorgado en el año 2006 y el premio Roberto Kretschmer Schmidt en el año 2012. También se le distinguió con el premio Carso en el área de trasplantes. Es miembro del

Sistema Nacional de Investigadores con Nivel III, de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Comisión de Investiga-ción en Salud de nuestro país. Ha sido presidente de numerosas asociaciones nacionales e internacionales, desta-cando su participación en la Sociedad Internacional de Hematología y de la Sociedad Americana de Hematología. Es miembro del Colegio Americano de Médicos, del Colegio Real de Médicos

El Dr. Miguel Ángel Mercado Díaz, exalumno de nuestra Facultad y director de Cirugía General del Intituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Dr. Salvador Zubirán, dirigiendo unas palabras al Dr. Ruiz Argüelles.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 203

y Cirujanos de Glasgow. Distinguido también por la Sociedad de Alumnos de la Clínica Mayo y actualmente director del capítulo México del Colegio Médico Americano.

Ha recibido innumerables premios y distinciones que por razones de tiempo es imposible mencionar, pero entre los más importantes se encuen-tran el premio Miguel Otero y Arce otorgado por el Consejo de Salubridad General en el año 2007; en ese mismo año recibió la Presea «Puebla de Zara-goza» en sesión solemne del Cabildo; en el año 2012 recibió una distinción de la Sociedad de Alumnos de la Clínica Mayo como uno de los mejores alum-nos internacionales de su historia; reci-bió además, el Premio Latinoamericano de Trasplante de Médula Ósea en 2015.

Ha publicado más de 400 artículos en revistas nacionales e internaciona-les con más de 3,500 citas. Ha editado 10 libros y coeditado 13. Es miembro de Comités Editoriales de numerosas y prestigiadas revistas extranjeras. El libro «Fundamentos de Hematología” es considerado el libro de texto oficial

de las Escuelas de Medicina para la asignatura de Hematología.

Guillermo es reconocido interna-cionalmente como un impulsor de la Hematología mexicana. El mayor reco-nocimiento lo ha obtenido en el campo del trasplante de células hematopoyéti-cas, habiendo roto dogmas en este tipo de procedimientos, haciendo el tras-plante más accesible, menos costoso y con resultados similares o superiores a los de los métodos convencionales.

Uno de mis hermanos desarrolló un mieloma múltiple que luego viró a una agresiva leucemia. Desahuciado en muchos sitios, la Clínica Ruiz lo adoptó como paciente y como candi-dato al método mexicano de tras-plante. Cuando Guillermo me explicó su plan terapéutico, pregunté sobre algunas dudas lógicas en relación a costos. Resumo el gran profesiona-lismo de Guillermo en su respuesta: “vamos a hacerlo, es lo importante y luego vemos. En todo caso, yo les refacciono» (esa fue la frase coloquial que utilizó). La Clínica Ruiz lo ayudó de manera extraordinaria. Hace ya casi


quince años de ese afortunado evento y mi hermano hoy hace su vida normal en total remisión.

Junto con el Dr. David Gómez Alma-guer, ha hecho que nuestro país sea ampliamente reconocido en el ámbito de la Hematología. Recientemente reci-bió el Premio de Servicio Distinguido del Centro Internacional de Trasplante de Sangre y Médula Ósea otorgado a quienes han hecho aportaciones extraordinarias y sobresalientes en la investigación en trasplante en países

en desarrollo, contribuyendo al avance del campo en contra de retos formida-bles, incrementando la disponibilidad del trasplante; diseminando la investi-gación y colaborando con la comunidad médica mundial.

Julio Cortázar veladamente y después García Márquez explícitamente, seña-lan que tenemos tres vidas: la que vivi-mos, la que recordamos y la que conta-mos. Razonado esto, es difícil que a todas las hagamos coincidir, pero Memo es uno de ellos: inteligencia,

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 205

dedicación, servicio, amor a su escuela, universidad, estado, país y característi-cas superlativas como médico e inves-tigador son congruentes en sus tres vidas. Este reconocimiento que nues-tra universidad le hace es extraordina-riamente merecido y estoy seguro que, para él, es un reconocimiento y distin-ción único y de gran orgullo en sus tres

vidas».

A continuación, el M. en Arq.

Manuel Fermín Villar Rubio, rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, hizo uso de la palabra como anfitrión y presidente del H. Consejo Directivo Universitario de nuestra Universidad quien otorga la distinción.

«El prestigio y la calidad en la formación profesional, así

como en los programas educativos que oferta una institución educativa no tienen sentido sin el complemento que brinda la formación humana integral en búsqueda de formar a los mejores ciudadanos, a las mejores personas.

No cabe duda que el conocimiento ha sido uno de los frutos más ricos que el ser humano ha podido cosechar y es a través de la historia que pode-mos constatar cómo el desarrollo de la humanidad se ha venido suscitando gracias al fomento y consolidación de los mecanismos establecidos para su transmisión.

Cada actividad, oficio y profesión ha sido resultado de un proceso donde hombres y mujeres, provistos de inquie-tudes, valores y constancia, han sido el principal motor para la creación de los avances tecnológicos y científicos que hoy disfrutamos y que nos permiten mejorar nuestra calidad de vida.

En la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, nuestra alma mater, ese ha sido el principal impulso y motivación desde su fundación, hace 94 años, como la primera Universidad Autónoma del país, heredera de una tradición histórica en educación que se remonta hasta 1623 con la fundación del colegio de jesui-tas en nuestra ciudad, antecedente más remoto de nuestra universidad.


La principal herencia que hoy tene-mos de las innumerables generaciones, tanto de estudiantes, como de profe-sores, investigadores y administrativos que a lo largo de 394 años de historia se ha venido consolidando y aún hoy, con el trabajo de todos quienes forma-mos parte de esta institución y sobre todo de nuestros jóvenes estudiantes y nuestros egresados, es la capacidad

de formar profesionales de la más alta calidad en las distintas áreas del conoci-miento pero que a su vez sean personas integrales, con valores y una alta sensi-bilidad humana, verdaderos agentes de cambio que trabajan en beneficio de la sociedad.

Ese será también nuestro principal legado a las futuras generaciones: la integridad de nuestra educación y el

El M.en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, rector de la UASLP y presidente del H. Consejo Directivo de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, expresó: «el objetivo de la universidad es claro: forjar líderes y profesionales capaces de ejercer su vocación con absoluto compromiso y responsabilidad, sin importar en dónde la lleven a cabo».

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 207

trabajo arduo a favor de la mejora conti-nua y el bienestar común.

Siempre se ha dicho que la mejor manera de educar a un niño, a un joven, es con el ejemplo.

Esta noche la Universidad se viste de fiesta para celebrar el ingreso a su claus-tro de doctores honoris causa a un egre-sado ejemplar, un profesionista integral y ampliamente destacado en el ámbito nacional e internacional; un universita-rio en toda la extensión de la palabra: el doctor Guillermo José Ruiz Argüelles.

Nuestra Casa de Estudios honra con esta distinción a aquellas personas que por su ejemplar trayectoria en los ámbitos que abarcan nuestro campo de acción, es decir, la educación, el desa-rrollo profesional, la investigación, o la difusión de la cultura, trascienden y con su ejemplo, trabajo y dedicación han logrado posicionarse como un refe-rente de nuestro presente y como una influencia destacada para los jóvenes, tanto de nuestra institución como de nuestro país y el mundo entero.

El Dr. Ruiz Argüelles, como lo ha dejado en claro el jurado de honor a

través del mensaje y palabras que escu-chamos hace unos instantes, cumple a cabalidad y con creces los aspectos antes mencionados, pues su contribu-ción a la ciencia médica, desde su espe-cialidad: la Hematología, es amplia-mente reconocida y lo que es más importante, con un impacto benéfico de gran magnitud para la sociedad.

En la Universidad Autónoma de San Luis Potosí tenemos como primi-cia premisa constante la formación de personas y profesionistas con el obje-tivo de superar las exigencias de su contexto, del presente en que vivimos.

El objetivo es claro: forjar líderes y profesionales capaces de ejercer su vocación con absoluto compromiso y responsabilidad, sin importar en donde la lleven a cabo, ya sea en el país o fuera de él; personas con valor humano y competentes, con capacidad de alcan-zar las decisiones correctas y superar los grandes desafíos que se pongan en el camino.

El doctor, nuestro homenajeado de esta noche, al ser egresado de nuestra


Casa de Estudios, es sin duda un ejem-plo claro de ello.

Hablar del doctor Ruiz Argüelles es hablar en primer lugar de un profesio-nal comprometido totalmente con la ciencia médica y de ello da testimonio su trayectoria, no solamente una vez que hubo egresado, y en esto quiero hacer énfasis para los jóvenes que nos acompañan:

La trayectoria de nuestro trabajo y nuestro desempeño profesional inicia desde nuestra etapa como estudiantes universitarios. Aprovechar al máximo a sus maestros, las aulas y laboratorios, las bibliotecas y las actividades de su etapa estudiantil traza el futuro de éxito que les espera.

En este sentido, la trayectoria del doctor se remonta a su paso exitoso como alumno de nuestras aulas y ello es un ejemplo a seguir.

En segundo lugar, considero verdade-ramente importante hacer mención de la calidad humana, la sensibilidad y el alto compromiso profesional que mani-fiesta con los pacientes como caracte-rísticas que hablan del profesionalismo,

responsabilidad e integridad que como universitario ejemplar se destacan en la persona del Dr. Ruiz Argüelles y que de ello dan fe los innumerables testi-monios que enriquecen el prestigio y la calidad de su trabajo.

Asimismo, la contribución invaluable que ha hecho a la medicina, en el trata-miento y los procedimientos competen-tes en el campo de la medicina lo han posicionado nacional e internacional-mente como uno de los máximos repre-sentantes de la Hematología y el trata-miento de enfermedades degenerativas, aspectos que le colocan en un lugar especial entre quienes, gracias a sus contribuciones, han forjado el rumbo de la ciencia médica a nivel mundial.

Tan grande como lo es su prestigio en la medicina, lo es su generosidad al trasmitir su conocimiento y compartir con numerosas generaciones de jóvenes estudiantes y practicantes los resultados de su trabajo y sus descubrimientos en el estudio de la medicina y en el ejerci-cio de la misma.

Siempre dispuesto a que los avances que ha obtenido puedan llegar a más

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 209

y más personas, hacen de su persona un ejemplo del médico del siglo XXI, del profesional de la salud que necesita nuestro presente, pero sobre todo nues-tro futuro.

Hombre de familia, entregado cabal-mente a la búsqueda del bien común, la mejora en la calidad de vida del ser humano, es un digno ejemplo de los objetivos que busca nuestra Universi-dad en la formación de profesionales íntegros y comprometidos, profesio-nales que anteponen la dignidad y los valores humanos sobre lo material y lo frío que puede llegar a ser el ejercicio de una profesión.

Los retos y los desafíos que vivimos continuarán, por lo cual estoy conven-cido que el camino más viable para afrontarlos y mejorar nuestro futuro es justo a través de la educación.

Hoy más que nunca es momento de que estemos conscientes de nuestras facultades y capacidades, de hacer una evaluación real y personal, y así, ser conscientes de los grandes talentos que tenemos en este gran país, en donde el principal valor es su gente.

Muestra de ello es nuestra historia, donde se puede observar que, ante la desgracia, lo que siempre nos ha mante-nido de pie como sociedad, es la capa-cidad que como pueblo y como indi-viduos tenemos, esforcémonos por aprovechar al máximo las cualidades de nuestra cultura, el valor de nuestro conocimiento y los aportes que todos y cada uno de los integrantes de la socie-dad podemos generar si tenemos una meta en común.

La Universidad Autónoma de San Luis Potosí como ente formador de esos hombres y mujeres creadores de la innovación en el conocimiento, juega un papel fundamental en la formación que hace de los futuros profesionistas, los líderes que el estado y la nación demandan, conscientes de su rol social y prestos a servirla conforme a los campos de acción que les sean reque-ridos.

Dentro de las aulas de la Universi-dad se han formado importantes perso-najes cuya trayectoria y desempeño tuvieron repercusión a nivel nacional e internacional, como Antonio Díaz


Soto y Gama, Ponciano Arriaga, Igna-cio Gama, Francisco Estrada, Manuel José Othón, Ramón López Velarde, así como médicos de enorme presti-gio, como Francisco Asís Castro, Juan Herón Sánchez, Ignacio Morones Prieto, Jesús N. Noyola y Manuel Nava, por mencionar solo algunos pocos.

Esta noche la Universidad Autónoma de San Luis Potosí reconoce los apor-tes excepcionales a la ciencia médica del Dr. Ruiz Argüelles, así como la calidad y el prestigio que le distinguen como profesionista y como persona.

Es para nuestra Universidad, un orgullo y un honor condecorar esta noche, con el máximo galardón que otorga la comunidad universitaria a través del honorable Consejo Direc-tivo, al Dr. Guillermo José Ruiz Argüe-lles, ejemplo de la calidad de nuestros programas, nuestra labor y nuestra herencia como institución forjadora del futuro de nuestro estado, nuestro país y el mundo.

La Universidad trabaja y seguirá trabajando para que de las nuevas generaciones que de ella emanen, sigan

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 211

surgiendo profesionistas con la capa-cidad de crear, innovar y desarrollar procedimientos, técnicas y tecnología al servicio de la sociedad, que sean ejem-plo de trabajo, esfuerzo y entrega, como lo es nuestro homenajeado.

Estimado Dr. Guillermo José Ruiz Argüelles: sea usted bienvenido a la comunidad de doctores honoris causa de esta su casa de estudios.

¡Muchas felicidades doctor y enhora-buena para todos!».

Finalmente posterior al recibir la medalla y el reconocimiento el Dr.

Guillermo José Ruiz Argüelles, expresa su agradecimiento por la distin-ción conferida por nuestra máxima casa de estudios y alma mater.

«En los siguientes minutos debo dirigirme a ustedes para agra-

decerles la distinción de que he sido objeto y también para, según me instru-yeron Alejandro Zermeño y Carlos Jiménez, decirles «algo trascendente», a los estudiantes de medicina de esta mi


alma mater. Para ello, trataré de seguir las reglas de oro que Oscar Wilde recomendó para escribir y que luego Ruy Pérez Tamayo adaptó y modificó, haciéndolas apropiadas para pronunciar un discurso. Estas reglas que eran dos de acuerdo a la descripción de Wilde, y que ahora son tres, incluida la modi-ficación de Pérez Tamayo, son simples y claras:

Regla número 1: Tener algo que decir.Regla número 2: Decirlo.

Regla número 3: No decir nada más.Lo primero que tengo que decir es

gracias. Gracias por el honor que me conceden, que interpreto más como un compromiso que como una distinción. No es insólito que suela acosarnos el enigma sobre el lugar de residencia del honor. Es decir, sobre en cuál de los méritos del hombre reside el motivo para honrarlo y para distinguirlo. Las respuestas no son fáciles. Desde luego que el saber, el tener, el hacer y el poder

El Dr. Guillermo José Ruiz Argüelles, doctor «honoris causa» expresando su agradecimiento a la distinción otorgada por nuestra máxima casa de estudios.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 213

son méritos indiscutibles. Pero, ¿son estos los supremos y determinantes? Yo creo honestamente que no, lo que me permite pasar al segundo punto de mis reflexiones.

A lo largo de 50 años he estado en contacto con la enseñanza de la medi-cina. Inicialmente como aprendiz de laboratorio de mi padre y más tarde como estudiante de medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Y aquí cito a Isaac Newton: «Si hemos podido ver más lejos es porque hemos estado parados sobre hombros de gigantes». Mi padre, doctor honoris causa por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, me introdujo a la medicina como diversión, pasión y estilo de vida; sin duda mi mayor gigante. El paso efímero por la Escuela de Medicina de la Benemérita Universi-dad Autónoma de Puebla me enseñó la manera de cómo no deben tratarse a los alumnos de nuevo ingreso y cómo no debe de politizarse la enseñanza de la medicina; seis meses y el cañón de una pistola fueron suficientes para concluir mi paso por esa Facultad de Medicina.

Huyendo de aquella institución y de la mediocridad médica, el gigante orienta-dor, mi padre, Guillermo Ruiz Reyes, nos condujo a mi hermano Alejandro y a mí a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. «Si se van a ir de Puebla, se van a la mejor escuela de Medicina del país». Y meses después, en esta ciudad, frente al Parque de Morales, el primer día de clases, antes de las siete de la mañana, un perso-naje de saco bien entallado, pantalón rabón y dicción clara y sonora nos reci-bió y espetó: «¿Son ustedes los herma-nos Ruiz Argüelles de Puebla?» ...Lo primero que pensé en ese momento fue que cómo era posible que un perso-naje de aspecto tan distinguido estu-viera ya dispuesto a hacernos una nova-tada. Todo lo contrario; se trataba del mismísimo director de la Facultad de Medicina, quien, habiendo llegado a la escuela esa mañana antes que nosotros, nos extendió una bienvenida cordial y nos hizo pasar a su oficina. Se hizo aparente entonces, otro de los gigan-tes sobre cuyos hombros nos pudimos parar, el ahora fallecido Dr. José de


Jesús Macías Mendoza. Los contrastes de las recepciones en estas dos escuelas de medicina han horadado mi mente y las experiencias de haber abrevado de su ciencia y de su cultura nos dejó muy claro que, parafraseando a Homero Aridjis «si no cuidamos la ciencia… nos vamos a degradar; si no cuidamos el arte… nos vamos a embrutecer; si no cuidamos nuestra convivencia… nos vamos a aniquilar; si no cuidamos la economía… nos vamos a empobrecer; si no cuidamos nuestras convicciones… nos vamos a traicionar; si no cuida-mos nuestra generosidad… nos vamos a envilecer; si no cuidamos nuestras esperanzas… nos vamos a desahuciar; si no cuidamos la justicia… nos vamos a corromper; si no cuidamos nuestro orgullo… nos vamos a humillar; y, si no cuidamos la política… nos vamos a destruir». Mi exposición ulterior a los ambientes académicos privilegiados en el Instituto Nacional de Ciencias Médi-cas y Nutrición Salvador Zubirán y más tarde en la Escuela de Medicina de la Clínica Mayo me permitieron advertir la importancia de la educación médica

de excelencia en la producción de médi-cos capaces de involucrarse en labores de asistencia, enseñanza e investigación y en consecuencia contribuir a hacer un mejor país. Otras experiencias posterio-res en universidades públicas y priva-das de mi estado natal me han dejado también huella. Reproduzco aquí unas palabras que yo mismo le escribí al rector de una Universidad privada ubicada en mi ciudad natal, en cuyo consejo estuve involucrado y que, con afán meramente mercantilista, privile-

El escritor Homero Aridjis «si no cuidamos la ciencia… nos vamos a degradar; si no cuidamos el arte… nos vamos a embrutecer; si no cuidamos nuestra convivencia… nos vamos a aniquilar...».

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 215

gió la admisión de un número elevado de estudiantes de medicina de nuevo ingreso sobre la selección cuidadosa de los mismos:

«La combinación de propiciar el incremento en el número de alumnos admitidos sacrificando un buen proceso de selección, con la elección de direc-tivos y personal docente inexpertos, es francamente peligrosa y, a mi juicio, la responsable, por lo menos en parte, de lo que está ocurriendo. La práctica y la enseñanza de la medicina no admi-ten mediocridades; la medicina es una profesión para privilegiados. El campo de trabajo de los médicos son los seres humanos y sólo el médico sabio puede hacerlo debidamente. Colaborar con la preparación de médicos mediocres es atentar contra la misma natura-leza humana, es en realidad un delito de «lesa humanidad». Después de este mensaje, el señor Rector nunca me volvió a dirigir la palabra y más tarde se hizo evidente que sus planes a largo plazo no eran precisamente académi-cos. Y cito aquí a Eduardo Cesarman: «Solo creo en los médicos preparados,

estudiosos, responsables, honestos y trabajadores. Los médicos solo pueden ser de primera. No hay diagnóstico simple ni tratamiento sencillo. Hasta para dar una aspirina se precisa solidez profesional y decencia».

La Facultad de Medicina de la Univer-sidad Autónoma de San Luis Potosí ha sido y es la evidencia de la capacidad de generar médicos capaces, sobresa-lientes, preparados, estudiosos, respon-sables, honestos y trabajadores. Dos de sus egresados ocupan los puestos directivos más importantes del mejor hospital del país, los Dres. José Sifuen-tes Osornio y Miguel Ángel Mercado Díaz, directores de Medicina y Cirugía, respectivamente, del Instituto Nacio-nal de Ciencias Médicas y de Nutri-ción Salvador Zubirán. Miguel Ángel, compañero de escuela, de casa y hasta compadre, nos honra con su presen-cia. Y aquí encuentro la ocasión para comentar la conversación que el Dr. Álvaro Gómez Leal, entonces residente de Hematología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de Nutrición Salvador Zubirán y padre de mi mejor


amigo y casi hermano David Gómez Almaguer, mantuvo con el propio Dr. Zubirán: «Mire usted: la verdad es que usted no hace ningún chiste con su hospital: Escoge a los mejores estu-diantes de Medicina del país, los mete a su hospital y hace de ellos los mejo-res médicos especialistas… yo quisiera ver que seleccionara a los más burros y los hiciera buenos médicos especia-listas» …aseveración dura pero cierta. El Instituto Nacional de Ciencias Médi-cas y de Nutrición Salvador Zubirán

ha aceptado a muchos estudiantes de medicina egresados de esta Facultad.

En el año de 1970, cuando ingresé a la Facultad de Medicina de esta Univer-sidad, pagué una cuota de 4000 pesos, que equivalen a 8 pesos actuales, para concluir mi primer año de estudios. Por obra y gracia del Espíritu Santo – como decía mi abuela Atala -, el resto de mi carrera ya no pagué colegiatu-ras. Más tarde el gobierno del país me pagó para hacerme médico internista y luego médico especialista en Hema-tología. Pude hacerme médico, inter-nista y hematólogo por el equivalente a 8 pesos mexicanos actuales. Así las cosas, cuando me ofrecieron quedarme a trabajar más tiempo en la Clínica Mayo en los Estados Unidos de Norte-américa, varias ideas me agolparon la mente: 1) Que mi país había inver-tido en mi preparación más dinero y esfuerzo que yo mismo y que mi fami-lia; 2) Que me sentía obligado a retri-buir a mi país lo mucho que me había dado; 3) Que con mi preparación, yo era capaz de beneficiar a más personas en México que en otros sitios; 4) Que

Dr. Guillermo José Ruiz Argüelles, «...me preocupa el afán desmedido de los médicos por hacer dinero...»

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 217

tal vez podría influir en otras personas para engrandecer a nuestro México; 5) Que me resultaba desagradable la idea de que nuestros hijos crecieran en un país ajeno al mío y 6) Que me gusta-ban más los tacos de «El Tizoncito» que los de «Taco Bell». Y así decidí volver a México; si no hubiera tomado esta decisión, muy probablemente no estaría aquí entre las personas que realmente me importan.

Hasta aquí algunos conceptos que me pareció prudente transmitirles sobre la enseñanza de la medicina. Y cito aquí a Edward T. Creagan, médico de la mundialmente famosa Clínica Mayo: «Todas las personas, independiente-mente del número de diplomas en las paredes de sus oficinas, de la cantidad de letras después de sus nombres o de los dígitos en sus cheques de pago, tienen sus luchas y sus contratiempos. Una vez que reconozcamos que todos luchamos en contra de los mismos asuntos fundamentales, será un poco más sencillo movernos hacia adelante».

Deseo también transmitirles a todos ustedes algunas de mis grandes preocu-

paciones. Me preocupa la poca produc-tividad científica de los médicos mexi-canos; me preocupan el número tan bajo de investigadores mexicanos que trabajan y publican; me preocupa el desinterés científico y pedagógico de muchos colegas; me preocupa el afán desmedido de los médicos por hacer dinero, me preocupan las acciones innecesarias que con frecuencia se emprenden en los tratamientos de los pacientes con el objetivo de obtener

Dr. Edward T. Creagan professor of medical oncology at the Mayo Clinic Medical School, «todas las personas, independientemente del número de diplomas en las paredes de sus oficinas, de la cantidad de letras después de sus nombres o de los dígitos en sus cheques de pago, tienen sus luchas y sus contratiempos...»


recompensas económicas en vez de devolverle la salud a los enfermos; me preocupa la insensibilidad de quienes controlan los servicios privados de salud; me preocupa el costo progresivo de los nuevos medicamentos, inacce-sibles a muchos de los mexicanos; me preocupa que, dados los costos actuales de los medicamentos contra el cáncer, la posibilidad de que una fami-lia caiga en bancarrota es tres veces mayor si algún miembro tiene cáncer. Me preocupa, y mucho, que las casas farmacéu-ticas estén más interesa-das en generar fármacos para prolongar supervi-vencias que para curar; me preocupa el número creciente de enfermedades creadas por la industria con el único afán de admi-nistrar medicamentos muchas veces innecesarios a los pacientes; me preo-cupan los colegas que se involucran en la dicotomía, me preocupa la intromi-sión desmedida de algunas compañías farmacéuticas en la vida de las socieda-

des médicas; me preocupa mucho que la preparación y actualización de los llamados «líderes de opinión» esté en manos de las compañías farmacéuticas y no de instituciones académicas; me preocupa que la enseñanza de la medi-cina se esté convirtiendo en un nego-cio; me preocupa que muchas Escuelas de Medicina convenzan a sus alumnos

que su mejor opción es irse a trabajar fuera del país; me

preocupa mucho que los médicos sean estimula-dos desde muy jóvenes a ganar todo el dinero posible, me preocupa que pocas personas les

digan a los jóvenes que también es bueno trabajar

por el bien común y me preo-cupa más que muchos colegas no se

preocupen ni se ocupen de estos asun-tos. Desde hace más de 40 años he estado involucrado en la medicina y he tenido el privilegio de conocer a médi-cos humanos, a profesores excepciona-les, a científicos sobresalientes, a gente sencilla y noble, a jóvenes estudiantes

«...Me preo-cupa mucho, que

las casas farmacéuti-cas estén más interesa-das en generar farma-cos para prolongar la

supervivencia que para curar...»

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 219

con una sana ambición de ser. Pero en los últimos años me he visto obli-gado a andar por las calles con mucho cuidado; hay mucho excremento por todos lados y me he tenido que cambiar de zapatos dos o tres veces. Y cito aquí a Ruy Pérez Tamayo: «Una de las pocas ventajas que tiene la tercera edad, como se dice ahora, o la vejez, como se ha dicho siempre y en todas partes, es la repentina adquisición de la licencia,

cuando no la obligación, de funcionar como patriarca o viejo sabio, cuando no como oráculo o hasta pitoniso. La he llamado ventaja, pero la verdad es que la inmensa mayoría de las veces es una lata, porque en mi caso (único del que hablo con cierta autoridad), de lo de viejo sabio ya me llegó lo primero, pero lo segundo todavía no…». Los médi-cos somos descendientes directos de los hechiceros y de los sacerdotes; recurri-mos a la racionalidad de la ciencia y a los recursos de la tecnología. Como a los hechiceros, se nos teme porque se nos necesita; se nos odia porque se nos ama; somos objeto de halagos y burlas; nos maldicen y nos llenan de bendicio-nes. Todo lo relacionado con el médico es ambivalente. Somos muy probable-mente la profesión más asediada.

Y dejo al final para resaltarlos más, mis agradecimientos a las instituciones y personas que han hecho de mí una persona diferente, preocupación que me ha seguido durante toda la vida y que no me dejará hasta el último de mis días. De las instituciones, la Escuela Granja Legionarios del Campo, el Insti-

Dr. Ruy Pérez Tamayo: «...Una de las pocas ventajas que tiene la tercera edad, como se dice ahora, o la vejez, como se ha dicho siempre y en todas partes, es la repentina adquisición de la licencia, cuando no la obligación, de funcionar como patriarca o viejo sabio, en mi caso, de lo de viejo sabio ya me llegó lo primero, pero lo segundo todavía no».


tuto Militarizado Oriente, la Benemé-rita Universidad Autónoma de Puebla, mi alma mater la Universidad Autó-noma de San Luis Potosí, la Universi-dad Nacional Autónoma de México, el entonces Instituto Nacional de Nutri-ción y ahora Instituto Nacional de Cien-cias Médicas y de Nutrición «Salvador Zubirán», la Mayo Graduate School of Medicine, todas han dejado una huella imborrable. En ellas tuve la ocasión de conocer a los gigantes quienes gene-rosamente me permitieron pararme en sus hombros: José de Jesús Macías Mendoza, Benjamín Moncada Gonzá-lez, Enrique Torre López, Beatriz Velázquez Castillo, Juan Pablo Casta-nedo de Alba, Donato Alarcón-Sego-via, Ruy Pérez-Tamayo, Robert Kyle y otros. Mis abuelos Raymundo y Eleute-rio, mis abuelas Mercedes y Atala, mis padres Guillermo y Rosa, mis herma-nos Alejandro, Coral y Rosa María, mis hijos Guillermo, Manuel y Rodrigo, mis hijas Danitza, Edurne y Elsa, mis nietos Elsa, Danna, Rodrigo, Triana, Guillermo Santiago y Pilar han sido y son la más valiosa influencia en mi

persona. Me es particularmente grato señalar que la institución que ahora me distingue con este reconocimiento, también me concedió el privilegio de conocer a la compañera de mi vida. Hace 47 años, en las aulas de la Facul-tad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí conocí a Guadalupe Delgado Aguirre, quien me ha acompañado a lo largo de mi vida, primero como estudiante y luego como profesionista, más tarde como padre y luego como abuelo, y quien con su apoyo constante e incondicional me ha dado la confianza y seguridad para seguir adelante y para involucrarme en proyectos ambiciosos y nuevos estilos de vida. Muchas gracias Lupita.

Parafraseando a Jaime Sabines, diré que «llega un momento en que uno se siente como vacío porque ya ha dicho todo lo que tenía que decir: afirman que cuando los místicos llegan a Dios, se quedan callados. Si el hombre llega a cierto equilibrio, a cierta llenura, ya no tiene urgencia de escribir ni de hablar; tiene que llegar al silencio y en el silen-

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 221

cio están Dios o la muerte, o los dos al mismo tiempo para las almas felices».

Y me parece prudente aquí referirme a la aseveración de Ortega y Gasset de «soy yo y mi circunstancia» que hace evidente que no todo lo que nos sucede depende de nosotros, que no somos del todo responsables porque también han influido las circunstancias; me enorgu-llece confesar que yo he sido muy afor-tunado con las circunstancias que todos ustedes han procurado para mi vida, y que nunca sabré agradecerles de manera suficiente. Y cito aquí a Marcel Proust: «Seamos agradecidos con las perso-nas que nos hacen felices, ellos son

los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma» y a Thornton Wilder: «Solo se puede decir que esta-mos vivos en esos momentos cuando nuestros corazones están conscientes de nuestros tesoros».

Muchas gracias a todos quienes hacen florecer mi alma y me hacen sentir vivo. Me encantaría agradecérselos desde el fondo de mi corazón, pero, para todos ustedes, mi corazón no tiene fondo. Nada más, muchas gracias».

Marcel Proust: «Seamos agradecidos con las personas que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma»

Jaime Sabines, «llega un momento en que uno se siente como vacío porque ya ha dicho todo lo que tenía que decir»


viroloGía eN México y Facultad de MediciNa

En el mes de septiembre de 2017 la Red Mexicana de Virología

y la Academia Mexicana de Ciencias dieron a conocer la publicación del libro titulado «La virología en México: situación actual, retos y oportunida-des». El libro, cuya edición estuvo bajo la coordinación del Dr. Carlos Fede-rico Arias Ortiz, Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales (2014), tiene entre sus objetivos dar a conocer a la comunidad científica y población en general el estado de la virología nacional. En la publicación participa-ron 42 investigadores de diversas insti-tuciones del país.

En la citada publicación se da un panorama amplio de las áreas dentro de la virología que se estudian actual-mente en México, incluyendo aspectos de enfermedades humanas, animales y plantas. De igual forma, se incluyen temas de ecología viral, del viroma humano y animal. Es notable que,

aunque la virología en México es un área de reciente desarrollo, en los últi-mos años se ha ido fortaleciendo con un incremento en el número de inves-tigadores dedicados a esta disciplina, así como un creciente número de estu-diantes en el área. La productividad en los últimos años de los investigadores enfocados en la virología, en términos de artículos científicos es aproximada-mente de 450 publicaciones anuales. Aunque la principal orientación de la investigación sobre virología en México ha sido hacia las ciencias básicas, en

Dr. Daniel E. Noyola Cherpitel.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 223

los últimos años se ha incrementado el interés en aspectos epidemiológicos y clínicos, particularmente relaciona-dos con las enfermedades emergentes surgidas en el país y el mundo. En este sentido, la atención a los problemas de salud pública como son las epidemias por los virus de la influenza, dengue y Zika han captado la atención de la comunidad científica.

Debido a estos cambios en el mundo, nuestra entidad académica no se ha mantenido al magen.

En nuestra Facultad el laboratorio de virología es un área de reciente creación (2002), pero con un vigoroso desarro-llo, debido a las necesidades académicas en el año 2015 se estableció el Cuerpo Académico de Virología que actual-mente está conformado por tres inves-tigadores: Dra. Sofía Bernal, miembro del S.N.I. nivel I; Dr. Christian García Sepúlveda, miembro del S.N.I. nivel II y el Dr. Daniel Noyola Cherpitel, miembro del S.N.I. nivel II; además participan activamente alumnos de los diversos programas educativos: licen-ciatura en Médico-Cirujano, progra-mas de especialidad médica, maestría, doctorado e investigadores posdocto-rales, en la cristalización de los trabajos de investigación.

No obstante la conformación reciente del Cuerpo Académico de Virología de nuestra Facultad, en el libro «La viro-logía en México: situación actual, retos y oportunidades», se describen las áreas de investigación en las que ha contri-buido este grupo de investigadores en el contexto nacional.

Dr. Carlos Federico Arias Ortiz, Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Físico-Matemáticas y Naturales (2014).


En materia de virus respiratorios, particularmente en la caracterización de las infecciones por virus sincicial respiratorio, el laboratorio de virolo-gía de la Facultad de Medicina de la UASLP es una de las instituciones que más ha contribuido al conocimiento de estos agentes en nuestro país. Por otro lado, en el caso de las infecciones por citomegalovirus, nuestra Facultad y la Universidad son referentes de liderazgo

a nivel nacional, de acuerdo al mapa de competencias.

Dentro de las recomendaciones fina-les de la obra, se establece la necesidad de fortalecer a los grupos de investi-gación, e incrementar el número de investigadores en las instituciones que se encuentran en niveles iniciales o intermedios de desarrollo en el campo de la Virología. Con este argumento, el fortalecimiento del Cuerpo Académico

Miembros del Cuerpo Académico de Virología de la Facultad, de izquierda a derecha: Dr. Daniel Noyola Cherpitel, miembro del S.N.I. nivel II; Dra. Sofía Bernal, miembro del S.N.I. nivel I; Dr. Christian García Sepúlveda, miembro del S.N.I. nivel II.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 225

de Virología de la Facultad redundará en la consolidación de nuestra insti-tución en una posición de liderazgo a nivel nacional en esta área.

A continuación se enlistan las publi-caciones logradas en los años 2016 – 2017, por miembros del Cuerpo Acadé-mico de Virología de nuestra Facultad.• Sánchez-Ramos EL y col. Impact of

vaccination on influenza mortality in children <5years old in Mexico. Vaccine. 2017 Mar 1;35(9):1287-1292.

• Vizcarra-Ugalde S y col. Intensive care unit admission and death rates of infants admitted with respiratory syncytial virus lower respiratory tract infection in Mexico. Pediatr Infect Dis J. 2016 Nov;35(11):1199-1203.

• Alvarado-Hernández DL y col. Killer-cell immunoglobulin-like receptors and cytomegalovirus reac-tivation during late pregnancy. Int J Immunogenet. 2016 Aug;43(4):189-99.

• Guerra-Palomares SE y col. Mole-cular characterization of Mexican HIV-1 vif sequences. AIDS Res Hum Retroviruses. 2016 Mar;32(3):290-5.

• Investigaciones publicadas en cola-boración con organismos locales y nacionales:

• Wong-Chew RM y col. Respiratory viruses detected in Mexican chil-dren younger than 5 years old with community-acquired pneumonia: a national multicenter study. Int J Infect Dis. 2017 Sep;62:32-38.

• Juárez-Vega G y col. Compara-tive analysis of NK cell recep-tor repertoire in adults and very elderly subjects with cytomegalovi-rus infection. Hum Immunol. 2017 Mar;78(3):274-280.

• Taboada BT y col. Complete genome sequence of human coronavirus OC43 isolated from Mexico. Genome Announc. 2016 Nov 10;4(6). pii: e01256-16.

• Ortega-Berlanga B y col. Engi-neering and expression of a RhoA peptide against respiratory syncytial virus infection in plants. Planta. 2016 Feb;243(2):451-8.

• Gamiño-Arroyo AE y col. Epidemio-logy and clinical characteristics of respiratory syncytial virus infections among children and adults in Mexico. Influenza Other Respir Viruses. 2017 Jan;11(1):48-56.

• Fajardo-Ramírez OR y col. Preva-lence and 3-year persistence of human papillomavirus serotypes in asymptomatic patients in Northern


Mexico. Int J Gynaecol Obstet. 2017 Jan;136(1):40-46.

• Trabajo de investigación en colabora-ción internacional:

• Lafond KE y col. Global role and burden of influenza in pediatric respi-ratory hospitalizations, 1982-2012: a systematic analysis. PLoS Med. 2016 Mar 24;13(3):e1001977.

viveNcias de uN aluMNo

Después de los fenómenos catas-tróficos sucedidos en nuestro

país en el pasado mes de septiembre, el EM Oscar Aguillón Pérez, conse-jero suplente de esta Facultad hace una

reflexión de la experiencia vivida como alumno involucrado en el proceso de recolección del centro de acopio en nuestra Facultad.

«Y retiemble en su centro la tierra…» «...un soldado en cada hijo te dio»

«Esa frase de nuestro himno nacional nunca había tenido

tanto sentido como el 7 y 19 de septiem-bre de 2017, cuando ocurrieron los movimientos telúricos, el primero con epicentro en Oaxaca de magnitud de 8.2 y el segundo azotando a la Ciudad de México con una magnitud de 7.1 (32 años después del terremoto de 1985).

Tuve conocimiento de lo sucedido en Oaxaca minutos después de que acon-teció el fenómeno natural, con ojos de asombro viendo las noticias e incrédulo

de lo que había sucedido, pensé como podría ayudar a los damnificados de ese desastre, pues se me hacía tarde para llegar a clase; durante el transcurso del día los alumnos integrantes de la Conse-jería de Alumnos mostraban su inquie-tud por lo sucedido en el estado del sur y entre varios mensajes telefónicos surgió la idea de realizar una colecta para los damnificados por el sismo. En ese instante iniciamos toda la logística que incluye una colecta de esa magni-tud, con el apoyo de la Consejería de

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 227

Alumnos, pudimos organizarnos en cuestión de horas y para el lunes 11 de septiembre ya habíamos iniciado la recepción de donaciones en el lobby de la Facultad de Medicina de la UASLP. Los días de la semana pasaban mientras veíamos como se iba llenando el pasillo de la escuela con alimentos, agua embo-tellada y artículos de higiene personal entre otros.Posterior a la organización de todos los artículos recibidos, conta-bilizamos un total de 2 toneladas de ayuda que se enviaron en un camión a Juchitán de Zaragoza en Oaxaca,

días después nuestro contacto de aquel estado nos confirmó que el transporte había llegado el jueves 21 y que estaban todos muy contentos en aquel estado afectado por la muestra de solidaridad de la comunidad estudiantil y docente de la Facultad de Medicina.

Nuestra colecta para los damnifi-cados en Oaxaca había terminado el domingo 17 de septiembre y estábamos todos muy entusiastas y satisfechos con la ayuda que habíamos enviado; hasta que el 19 del mismo mes volvimos a ver en las noticias esa terrible noticia de que


otro terremoto había azotado a nues-tra capital mexicana, por lo que no se hicieron esperar cientos de mensajes de los alumnos de la Facultad preguntando que si haríamos alguna otra colecta para el nuevo desastre que había ocurrido en aquella ciudad afectada hace 32 años por aquel fenómeno telúrico con efec-tos devastadores. Por supuesto que sí, no podíamos quedarnos con los brazos cruzados después de ver los efectos devastadores del sismo en la ciudad y más mientras veíamos como todos los mexicanos se organizaban para ayudar a la Ciudad de México. Así que inicia-mos otra colecta, pero esta vez a bene-ficio de nuestros hermanos capitalinos.

La respuesta fue mucho más rápida, ya que desde el primer día vimos como se llenaban los pasillos de alimentos no perecederos, artículos de higiene perso-nal, alimento para perro, agua embote-llada, medicamento, material de cura-ción y de construcción. Todo empezaba a apilarse en el lobby de nuestra Facultad ya que los potosinos tomaban como un gran centro de acopio a nuestra Facul-tad y los alumnos de ambas carreras, la Licenciatura Ciencias Ambientales y la Licenciatura de Médico Cirujano, empezaban a surgir de entre los salones de clase y el servicio hospitalario para solicitar el poder asistir al auxilio en la clasificación y empaque para su envío. Era increíble ver como los compañeros alumnos pasaban más de ocho horas trabajando arduamente empaquetando artículos ya que las donaciones no para-ban de llegar.

Empezó a surgir una inquietud entre los amigos, pues veíamos como se amontonaba la ayuda y surgió ahí la idea de que algunos alumnos podrían acudir a los estados afectados para brindar atención médica primaria a los damni-

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 229

ficados por los diferentes movimientos telúricos sucedidos en los días pasados. Por lo que con la ayuda de la Conseje-ría de Alumnos, se logró conseguir el apoyo de los directivos de la Facultad y de la sociedad potosina para poder transportarse al estado de Morelos, a donde llegaron 21 alumnos de nuestra Facultad de la carrera de Médico Ciru-jano para trabajar en coordinación con protección civil de aquel estado; con esos alumnos entusiastas y dispuestos a servir, se envió material de curación, medicamentos, ropa, alimentos y agua potable para que fuesen distribuidos donde ellos consideraran necesario; su estancia duró tres días y regresaron

asombrados de cómo los habitantes de aquella región los recibieron y agrade-cieron con tanta calidez, a pesar de lo que habían padecido en días previos, el mejor agradecimiento que recibieron mis compañeros fue la satisfacción de ver el rostro de felicidad y reconoci-miento de quienes fueron sus anfitrio-nes.

Mientras nuestros compañeros continuaban en el estado de Morelos, la colecta de víveres y otros artículos continuó en la Facultad de Medicina. Cada vez que caminaba por el lobby veía más y más cajas apiladas y me llenaba de orgullo por mis condiscípulos y la socie-dad potosina, ya que no paraba su entu-


siasmo por querer solidarizarse con sus compatriotas. Cintas, por un lado, cajas por otro, se escuchaban las frases «¿ya rayaste ese código de barras?», «Escribe en la caja de cereal #FuerzaMexico la UASLP con ustedes» entre otras frases que producían una atmósfera de amor y cariño como hacía tiempo no se sentía en nuestro país.

Llegó el día en que enviaríamos lo recolectado a nuestros hermanos de la Ciudad de México, pero nos hicieron llegar un comunicado de que estaban saturados de ayuda, que las bodegas desbordaban de cajas, por lo que deci-dimos enviar lo recaudado al estado de Oaxaca. El cual estaba muy olvidado.

En total la segunda colecta de la Facultad acopió alrededor de 4.5 tone-ladas de ayuda que se envió con el apoyo de una Asociación de Paramé-dicos BIOS, quienes recibieron toda la ayuda y la distribuyeron en aquel estado olvidado y en creciente necesi-dad. Agradezco y reconozco la labor de todos los alumnos para subir y trans-portar todas las cajas a los automóviles que nos apoyaron en su transporte a las

sucursales de BIOS, me atrevo a decir «¡buena friega nos echamos esa noche del martes 26 de septiembre!» pero lo logramos, pudimos mover esas 4.5 toneladas y estamos satisfechos porque sabemos que todo llegó a quien lo nece-sitaba.

También agradezco a los integrantes de la Consejería de Alumnos de Medi-cina y Ciencias Ambientales 2017-2019, directivos, profesores y administrati-vos de esta Facultad, alumnos de otras Facultades de la UASLP, organizaciones sociales potosinas, escuelas públicas y privadas del estado y a toda la sociedad potosina en general por demostrar que unidos podemos lograr lo imposible.

«Un soldado en cada hijo te dio...» nos hemos dado cuenta que todo mexi-cano se convierte en soldado dedicado y comprometido con su México y su gente.

Este es el México que amo».

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 231

NOTICIAS

XL Aniversario de la generación 71 –77

Los días 27 y 28 del mes de agosto se celebró el XL aniversario de la titula-ción de Médicos Cirujanos de la gene-ración 1971 – 1977 con varios eventos en esta ciudad capital.

El evento principal tuvo lugar en el auditorio de la Facultad de Medicina, presidido por el Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facul-tad de Medicina y por el Dr. Antonio


Daniel Peña Rico, representante de la generación y el Dr. Manuel Soria Ruiz, como maestro de ceremonias, da inicio el evento con las palabras de bienve-nida, enmarcando los 140 años de la Facultad, el lema de la Facultad, el antecedente histórico del inicio de las actividades docentes y la lograda auto-nomía universitaria, reconocimiento que la colocaba entre las dos primeras a nivel nacional (1923). El Dr. Soria hace referencia a las pala-bras expresadas por el M. en Arq. Manuel Fermín Villar Rubio rector de la UASLP en la ceremonia de los

festejos por los 140 años de la Facul-tad, «La Facultad de Medicina acom-paña al crecimiento en su evolución de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí». Dentro de la celebración el Dr. Félix Alcides Morales Bouché, médico de la generación, realizó una semblanza in memoriam al Dr. Arturo Aguillón Luna, maestro y referente en la medi-cina de nuestra institución y del estado, hizo referencia a la sobresaliente forma-ción académica del Dr. Aguillón, su incorporación a la Facultad de Medi-cina y al Hospital Central «Dr. Igna-cio Morones Prieto», contribuyendo al desarrollo de nuestras Instituciones; dejando un legado que aún perdura de excelencia y alta calidez humana. El Dr. Manuel Soria Ruiz citó las pala-bras que pronunció el Dr. Áyax Iván Ochoa durante el evento de la SPEM en febrero del 2011: “En la mitología náhuatl, pilar del pensamiento filo-sófico del México precolombino, se aceptaba que cuando un guerrero moría con gallardía combatiendo en defensa de los ideales de su comuni-dad, su espíritu era transportado al

Dr. Manuel Soria Ruiz, maestro de ceremonias y orador del evento para los festejos del XL Aniersario de la Generación 71-77.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 233

infinito, para que ocupara, para siem-pre, un lugar entre las estrellas. La Sociedad Potosina de Estudios Médi-cos ha perdido uno de sus más valio-sos guerreros: el Dr. Arturo Aguillón

Luna, quien murió tras su última bata-lla, en la que sucumbió con la gallardía de quien nunca traicionó sus ideales. Su vida y su obra merecerían muchas palabras y muchísimos aplausos, pero

Generación 71 - 77 en el festejo de sus 40 años de egresados: Primera fila de izquierda a derecha: Dr. Manuel Rodríguez Martínez, Dr. Eleazar Barrios Martínez, Dr. Félix Alcides Morales Bouche, Dr. Ramón Olavide Tello, Dr. Jaime Tomás Monsiváis SantoyoTello. Segunda Fila: Dr. Florencio Rodríguez López, Dr. Víctor Manuel Saldaña Durán, Dr. Gilberto Palomino Chávez, Dr. Juan Antonio Fernández de la Maza, Dr. Enrique Ramírez Torres, Dr. Armando Javier Aguilar Martínez, Dr. Fernando Centeno Cárdenas, Dr. Jaime Guillermo Rodríguez Rivera, Dr José Alejandro Alfaro Souza. Tercera Fila: Dr. Manuel Soria Ruíz, Dr. Joel Hugo Vásquez Campillo, Dr Antonio Daniel Peña Rico, Dr. Carlos Abud Mendoza, Dr. Héctor Barrientos Díaz de León, Dr. Francisco Javier Gómez Salas, Dr. José Antonio García Reyes Barroso, Dr. Alejandro Méndez Pimentel, Dr. Gerardo Robles Oyarzum, Dr. Ignacio Morones Ochoa. Fila inferior: Dr. Federico García Soriano, Dr. Enrique Leal Martínez, Dras. Ma. Elena Villalobos Quevedo, Dra. Rosa Galván Cervantes, Dra. Bertha Xóchitl Lozano Tejada, Dra. Rosa María Compeán González, Dra. Lourdes Mireya Sánchez Azuara, Dra. Laura Gabriela García Flores, Dr. Enrique Gerardo Anaya Fernández, y Dr. Roberto Jaime Oliva Cruz.


en un público reconocimiento de mi parte, acepto mi incapacidad para hacer una apología digna del Dr. Agui-llón y estando dentro de este recinto hospitalario, al que él trató siempre con la dignidad de un templo de la ciencia, prefiero evadir el estruendo de un prolongado aplauso dedicado a su memoria y refugiarme en la elocuencia del silencio».El Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad en su mensaje, expresó «Creemos que en los últimos 40 años nos hemos convertido en uno de los programas y Facultades más respetadas y dinámicas del país y estamos orgullosos de cumplir con nuestras misiones educativas, de inves-tigación, actividad clínica y de servicio comunitario con excelencia y ética; de igual manera cada uno de nosotros cumplimos con la misión de enseñar a aquellos que asisten a las aulas, hospi-tales y consultorios en reciprocidad de los profesores que brindaron su ense-ñanza y aprendizaje en nosotros».Para concluir el evento principal de la celebración los doctores Alejandro Javier Zermeño Guerra y Antonio

Daniel Peña Rico hicieron la entrega de la constancia de 40 años de egre-sados a los miembros de la generación asistentes.Al día siguiente en el mismo recinto se llevó a efecto el seminario «Cambios a 40 años de egresados», donde el Dr. Carlos Abud Mendoza expone lo refe-rente a aspectos éticos y deontológicos del actuar médico, farmacéutica, esta-dísticas sobre egresados de la Facul-tad en los últimos años, y tecnologías actuales y globalización de los servi-cios de salud. Así mismo el Dr. Abra-ham Torres Montes nos acompañó a un viaje a «través del tiempo» con la historia de la Facultad, quien como anfitrión nos mostró material técni-co-médico, fotográfico, pinacoteca etc., de estos 140 años de la Facultad; en su recién apertura del Museo de la Facultad.Para cerrar los festejos de los 40 años de ser egresados, por la noche se realizó una misa de acción de gracias y una cena baile en un reconocido Hotel de la capital potosina.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 235

Congreso Americano de Reumatología 2017

En el mes de agosto, el departamento de Reumatología de la Facultad y del Hospital Central «Dr. Ignacio Moro-nes Prieto», por conducto del Dr. Carlos Abud Mendoza jefe del citado departamento, informa que han sido aceptados seis trabajos de investiga-ción en el Congreso Americano de Reumatología que tendrá efecto en San Diego, CA., del 3 al 8 de noviembre. El grupo de investigadores (primeros autores) que presentarán sus trabajos en el Congreso anual de Reumatología, esta constituido por dos profesores del

departamento y cuatro residentes de la especialidad en Reumatología.Los trabajos que serán presentados en el congreso se citan a continuación.Categoría de cartel:Eduardo Saúl Acevedo Castañeda.Sesión: Rheumatoid Arthritis – Clini-cal Aspects Poster III: ComorbiditiesTrabajo: «Associated Factors of Hyper-tension and Hyperglycemia Related to Steroid Pulse in Autoimmune Disea-ses».Georgina Martínez Flores.


Sesión: Fibromyalgia, Soft Tissue Disorders, Regional and Specific Clini-cal Pain Syndromes Poster II.Trabajo: «Association of the 16519 Polymorphism in Patients with Fibrom-yalgia. Case-Control Study».Tania Adriana Luna Zúñiga.Sesión: Rheumatoid Arthritis – Clini-cal Aspects Poster III: Comorbidities.Trabajo: «A Correlation Study between Expanded Cardiovascular Risk Predic-tion Score for Rheumatoid Arthritis and Nailfold Videocapillaroscopy».Dolores Ramos Bello.Sesión: Rheumatoid Arthritis – Small Molecules, Biologics and Gene Therapy. Poster II: Prognostic Factors, Imaging and Miscellaneous Reports.Trabajo: «Effect of Methotrexate (MTX), and MTX Plus Colchicine (CCH) on the Expression and Activity

of NLRP3 Inflammasome in Patients with Early Rheumatoid Arthritis (RA)».Marco Ulises Martínez Martínez.Sesión: Systemic Lupus Erythemato-sus – Clinical Aspects and Treatment. Poster I: Biomarkers and Outcomes.Tema: «A New Histological Index for Predicting a Decline in Kidney Func-tion in Patients with Lupus Nephri-tis. A Mexican Cohort Study of 186 Patients with a Kidney Biopsy».David Herrera Van Oostdam.Sesión: Systemic Lupus Erythemato-sus – Clinical Aspects and Treatment. Poster I: Biomarkers and Outcomes.Trabajo: «Urinary Metabolomic Finger-print As Diagnostic Biomarker for Clinical Significant Lupus Nephritis».

XXXIX Diplomado en Formación de Coordinadores de DonaciónDel 21 de agosto al 29 septiembre de 2017 se realizó la XXXIX edición del Diplomado Universitario para la formación de Coordinadores de Dona-

ción organizado por el Centro Nacio-nal de Trasplantes y la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se instruyeron los profesionales de la

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 237

salud, procedentes de Baja California, Chihuahua, Guadalajara Jal., Guana-juato, San Luis Potosí, Sonora y Zacate-cas. El citado diplomado se llevó a cabo gracias al apoyo recibido por la iniciativa privada del Estado de San Luis Potosí, en las instalaciones del Centro de Infor-mación y Ciencias Biomédicas de la UASLP.

En el evento de inauguración y clausura el Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina asis-tió como miembro del presídium.A partir de esta fecha los capacitados en este diplomado se integrarán a las unidades de salud para cumplir con sus funciones de coordinador hospitalario de donación de sus respectivas entida-des del país.

Evento de inauguración XXXIX edición del Diplomado Universitario para la formación de Coordinadores Dr. Ricardo Javier Díaz de León Navarro, asesor médico legal, H. “Dr. IMP”; Lic. Alfonso Leonardo Gil Ballesteros, subdirector de normas y asuntos jurídicos CENATRA; Dr. José Alfonso Yamamoto Nagano, titular de la coordinación de donación y trasplante de órganos IMSS; Dip. Guillermina Morquecho Pazzi, presidenta de la comisión de Salud Estatal; Dra. Thaydeé Grissell Monsivais Santoyo, directora general del CETRA; Dr. Adalberto Poblano Ordónez, director de planeación, enseñanza y Coord. nacional; Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, director de la Facultad de Medicina; Dr. Roberto Ávalos Carbajal, asesor de la dirección general del CETRA.


Relevo en oficina de Servicios EscolaresA partir del 18 de agosto la Dra. Elsa Ofelia Martínez Puente, deja su puesto en la secretaría de Servicios Escolares, para colaborar en otra depeneden-cia universitaria, su lugar fue cubierto desde esa fecha por el Dr. Gilberto Fabián Hurtado Torres, quien es egre-sado de esta Facultad como Médico Cirujano (1989 - 1995), tiene especiali-dad en Medicina Interna obtenida en el Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» (1997 - 2001), subespecialidad en la UNAM con sede en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas de la Nutrición «Salvador Suvirán», Maes-tría en Educación ( 2006 - 2008) de la Facultad de Psicología de la UASLP, con sede en el Instituto de Ciencias Educativas de la UASLP. Actualmente médico adscrito en el departamento de Medicina Interna del Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» desde 2003; profesor de Instrucción Clínica de pre y postgrado en el departamento de Medicina Interna y miembro del Comité Académico de la Especialidad en Medicina Interna de la Facultad

desde 2004; coordinador académico de la Especialidad en Medicina Interna de la UASLP (2008 - 2010); miembro del Comité de Evaluadores Acredita-dos por CONACYT(2016), además par académico en el proceso de evaluación de postgrados del Programa Nacional de Postgrados de Calidad (PNPC), Programa de Especialidades Médicas (CONACYT) desde 2012 a la fecha e Investigador Nacional Nivel I del Sistema Nacional de Investigadores, CONACYT desde enero 2015.

Dr. Gilberto Fabián Hurtado Torres, nuevo secretario de Servicios Escolares de la Facultad.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 239

Es una satisfacción que los nuevos indi-viduos que ingresan a la Facultad como parte del personal responsable de la

toma de decisiones y el rumbo de nues-tra entidad académica tengan un enfo-

que en la administración educativa.

Clase optativaEn un afán de mejorar las condiciones de cada alumno dentro de nuestra insti-tución y tomando en cuenta que una parte importante de la salud del estu-diante de medicina es su salud física y mental; el pasado mes de agosto de 2017 ha dado inicio por primera vez en la Facultad una clase optativa, que lleva el nombre de defensa personal, impar-tida para los alumnos del primer año,

a cargo de los doctores Juan Antonio Balderas Villasana y Uciel René Ochoa Pérez. Durante el transcurso de esta clase optativa se llevará a cabo el acondicio-namiento físico, táctico y técnico de la defensa personal, acompañado de la filosofía oriental para la no violencia y evitar la confrontación física.

Aspecto general de la clase optativa «defensa personal» iniciada por primera vez en nuestra Facultad el pasado mes de agosto.


Curso de Laparoscopía : desarrollo de destrezas 2017Como cada año desde el 2015, los depar-tamentos de Ginecología y Cirugía del Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» en conjunto con la Facultad de Medicina, Facultad de Agronomía y la compañía farmacéutica Johnson &John-son, S.A. de C.V., imparten el curso de adiestramiento en Laparoscopía para el desarrollo de destrezas en los residen-tes del tercer año de las especialidades en Ginecología y Obstetricia y Cirugía General del Hospital Central «Dr. Igna-

cio Morones Prieto». Fueron organiza-dores y profesores titulares del curso el Dr. José Manuel Zamarripa Leyva y el Dr. David Esmer Sánchez.El mecanismo del curso es llevar un programa teórico de Laparoscopía general y de cada especialidad, así mismo un programa de prácticas en simulador (Taskits) facilitado por la empresa Johnson&Johnson. En ese equipo se incluía una cámara digital, instrumental quirúrgico laparoscópico y

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 241

una caja de entrenamiento; con el fin de llevar a cabo en ella los ejercicios indica-dos en el programa, para desarrollar la destreza de trabajar bajo la visión indi-recta de la cámara en dos dimensiones. Además durante el curso se impartie-ron clases teóricas semanales por dife-rentes profesores especialistas en esta disciplina.En esta ocasión el curso dio inicio el sábado 24 de junio en el aula «Dr. Luis Fernando Rangel Franco» del Hospital Central, encabezado por el Dr. Salvador De la Maza Labastida, jefe del depar-tamento de Ginecología y Obstetricia

de la Facultad de Medicina y Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto». El curso finalizó el 30 de septiembre con una práctica en modelos animales (cabras), donde se realizaron procedi-mientos quirúrgicos de cada especiali-dad, en las instalaciones del laboratorio de Biociencias de la Facultad de Agro-nomía de la UASLP, asesorados por los médicos titulares del curso.Como profesores del curso en la espe-cialidad de Ginecología y Obstetricia participaron: Dra. Nélida Quiroga Castanedo, Dr. Alejandro Muñiz Goldaracena, Dr. Carlos Julio Castelo

Dr. Willy Tonatiuh Escalante Silva, profesor del curso de Laparoscopía, tratando el tema «Laparoscopía en cáncer de ovario».

Dr. Carlos Julio Castelo Ruelas, profesor del curso de Laparoscopía impartiendo el tema «histerectomía laparoscópica».


Ruelas, Dr. Willy Tonatiuh Escalante Silva, Dr. José Zermeño Nava, Dra. Mayra Angélica Martínez Martínez, Dr. Alfredo Díaz Martínez, y Dr. Francisco Salas González.El Dr. José Manuel Zamarripa Leyva hace hincapié en la cooperación por parte de las autoridades de cada uno de los departamentos organizadores del Hospital Central «Dr Ignacio Moro-nes Prieto», así como por el apoyo de

la dirección de las Facultades de Medi-cina y Agronomía, además de la valiosa aportación con equipo de la empresa Johnson&Johnson, S.A. de C.V., para la realización de este curso y los ante-riores, ya que sin sus consumibles no hubiesen sido posible las prácticas ni las cirugías en animales indispensables en la formación de un especialista de estas disciplinas.

Grupo de residentes del tercer año de la especialidad de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» que recibieron el curso de adiestramiento, de izquierda a derecha los doctores: Jesús Lumbreras Márquez, Silvana Castro Grespan, Miguel Jesús Escalante Ruiz, Pablo Ling García, Mirelle Alexandra Villegas Arias, Sheila Guerrero de la Rosa y Alberto Arenas Sánchez.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 243

Semblanza Generación 1962 - 1967

En esta ocasión el Dr. Arsenio Miguel Torres Mendoza, nos

ha enviado una breve semblanza a su generación, por haber cumplido 50 años de su egreso, donde evoca las vivencias de todo médico de la época, cuando la llegada del médico a zonas remotas era una esperanza de vida y paso a la modernidad en un México de la segunda mitad del siglo XX.

«A mis compañeros de generación, a nuestros colegas de antes y después de la misma, a nuestros maestros que tan generosa y desinteresadamente nos guiaron en nuestra preparación hacia el hermoso campo de la medicina.

Nuestra historia se remonta en algu-nos casos desde la infancia en que ya desde entonces se vislumbraba la tendencia cuando en nuestros juegos nos auto nombrábamos como «el

médico de la familia»; otros en el transcurso de los años y conforme se fue formando la personalidad fuimos madurando la intención de formarnos en un porvenir comprometido al servi-cio de nuestro prójimo.

Llegó el momento de presentarnos formalmente cuando fuimos some-tidos al examen de admisión a la Escuela de Medicina.

Evidentemente fueron momen-tos difíciles y cruciales para nuestra pretensión de ser médicos, ya que dependía del resultado (obviamente) el poder dar ese paso tan importante y enfrentarse ante la posibilidad de hacer realidad aquel sueño tan anhe-lado.

Con qué gusto y tanto orgu-llo cuando consultamos las listas y vimos que fuimos aceptados; llegaba

Evocaciones


el momento que dependiendo de la formalidad y el esfuerzo que pusié-ramos en el intento sería que logra-ríamos con el tiempo hacer realidad nuestros sueños.

Años felices vinieron cuando con nuestra presencia llenamos las aulas de

la entonces flamante, Escuela de Medi-cina, casi recién inaugurada, así como las salas de los diferentes servicios de la atención a pacientes en el Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto». Pasaron los años en que fuimos instruidos en forma muy propia por

Generación 1962 - 1967. De izquierda a derecha 1ª. fila : Dr. Juan Manuel Vigna Martínez. Dr. Francisco Martínez Ramírez, Dr. José Meléndez Hernández, Dr. Fernando Villegas Álvarez, Dr. Arsenio Miguel Torres Mendoza, Dr. John Griffin Rogers, Dr. Sergio Rosales Colunga, Dr. José Vera Juárez. 2ª fila: Dr. Alberto Gutiérrez Estrada, Dr. Jorge Andrade Rodríguez, Dr. Adalberto Juárez Castillo, Dr. Salvador Muñoz Muro, Dr. Raúl Vázquez Compeán, Dr. Armando Ramírez Espinoza, Dr. Rodolfo Santoyo Torres, Dr. Tomás Ledezma García. 3ª fila: Dr. Abel Anguiano Hernández, Dr. Joaquín Reynoso Reyes, Dr. Gabriel Grimaldo Segovia, Dr. Fernando Ibarra Sánchez, Dr. Fernando Carranza Moroleón, Dr. Miguel de la Garza Macías, Dr. Jesús Rodríguez Flores. 4ª fila: Dra. Ma. del Carmen Ochoa López, Dra. Josefina Rodríguez Báez, Dra. Magdalena Mendoza Anaya, el maestro Dr. Gonzalo Ramírez Aznar, Dra. Lucila Castañeda Medina, Dra. Carmen Mejía Hernández, Dra. Sebastiana Zárate Villanueva.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 245

nuestros maestros, quienes pusieron todo su empeño en transmitirnos sus conocimientos y sus experiencias en forma muy directa ya que nuestros grupos eran tan pequeños que permi-tían una enseñanza casi personalizada.

Se nos instruyó en la forma de apli-cación del conocimiento en los pacien-tes haciendo hincapié en el trato con respeto y caridad y por supuesto anteponiéndonos la ética que traiga consigo la confianza y buena rela-ción médico-paciente y que se sienta tratado como digno ser humano.

Se nos educó muy puntualmente en la aplicación de la clínica para lograr un diagnóstico correcto y como apoyo el uso de estudios de gabinete en forma selectiva con el fin de confirmar o descartar dicho diagnóstico.

Por supuesto tuvimos también una preparación muy puntual en las técni-cas quirúrgicas en las diferentes partes del cuerpo humano.

Por fin: terminó nuestra prepara-ción y llegó el momento de enfrentar-nos a nuestra realidad como médico al presentarnos al servicio social en

donde ya no tendríamos en forma directa la tutela de nuestros maestros.

Cuántas anécdotas se podrían contar, ya que cada uno de nosotros (como todos) habríamos de presenciar y convivir algo que nos enfrentaba a lo que es la meta y finalidad del privilegio de ser médico.

Han pasado desde entonces a la fecha cincuenta años en los que hemos tenido el honor y el gusto de ejercer la responsabilidad que nuestro título nos otorga.

Mucho han cambiado las cosas.Con los avances de la tecnología

se han cambiado algunos conceptos y formas de aplicación del conoci-miento, pero bienvenido todo lo que se avance con el fin de proporcionar más seguridad en el diario enfrenta-miento a la enfermedad.

No olvidar que buena parte de los cambios se deben a la prevención, a la que se le ha dado mucha importancia con el transcurso del tiempo, ya que de ello depende en muchos casos evitar caer en el riesgo, y cuando este ocurre, el manejo oportuno y adecuado respe-


tando los cánones, se permite o se espera mejores resultados limitando el daño y procurar mejor restableci-miento.

Desafortunadamente hay que reco-nocer que no siempre se logra éxito, pero debe quedar en nuestra mente siempre la tranquilidad de haber hecho nuestro mejor esfuerzo.

Haciendo cuentas, finalmente esta-mos convencidos de que todos hemos actuado como debe de ser a la respon-sabilidad que cada uno se marcó como

propósito de atención al prójimo y esto nos ha dado oportunidad de vivir una vida plena de satisfacciones y feli-cidad; aunque seguramente hemos tenido momentos difíciles, esto nos ha servido para valorar mejor los momen-tos de éxito que nos proporcionan satisfacción del deber cumplido.

Gracias a Dios porque nos ha permi-tido ser y estar hasta este tiempo.

Gracias a la vida. Gracias a la Familia.¡Sigamos siendo felices!»

Generación 1952 - 1957

Han hecho llegar a la Oficina Editorial una foto del recuerdo de la generación de médicos cirujanos 1952 – 1958, donde destacan maes-tros distinguidos de la Facultad de Medicina, como lo son los docto-res Jorge Alderete Estrada, Agustín Guerrero Martínez, Manuel Nava Gutiérrez de Velazco y Enrique Torre López; así mismo, médicos pioneros en la fundación, construcción y creci-

miento de los principales centros de atención médica privada en la ciudad de San Luis Potosí, como ejemplo: Dr. Carlos Bárcena Janet, fundador y director general del Centro Médico del Potosí, S.A. de C.V., hoy hospital Ángeles Centro Médico del Potosí; y el Dr. Rafael de Ávila Meza, también socio fundador del Centro Médico del Potosí, S.A. de C.V., además fundador y director general del extinto Hospital

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 247

de Nuestra Señora de la Salud, institu-ción predecesora del hoy Hospital de Especialidades Médicas de la Salud.

Como información adicional pode-mos decir que estos egresados de la generación 52 - 57, fue la primera generación de internos de pregrado

de nuestra Facultad, hace ya sesenta años de que se inició este último año de adiestramiento en práctica clínica en el hospital.

De izquierda a derecha, fila superior: Dr. Honorio Muñoz Salazar, Dr. Javier Isordia González, Dr. Enrique Torre López, Dr. Gilberto Guiza Lámbarri, Dr. Francisco Rocha Reyna, Dr. Alfonso Delgado Cuevas, Dr. Agustín Guerrero Martínez, Dra. Guadalupe Medellín Páez, Dr. Javier Canseco Luna y Dr. Jorge Alderete Estrada. Fila inferior: Dr. Alfonso Macías Moreno, Dr. Carlos Bárcena Jannet, Dr. Manuel Nava Gutiérrez de Velasco, Dr.Rodolfo González Cuéllar, Dr. Alberto Martínez Godínez, Dr. Cristóbal Espinoza López y desconocido. Finalmente recostado en el césped el Dr. Rafael de Ávila Meza.


se publicó hace 50 años

• Se publica el 31 de julio de 1967 la conmemoración del décimo año del inicio del internado en el sexto año de la carrera de Médico Cirujano. Este logro fue hecho realidad en ese entonces, con el apoyo incondicional del Dr. Manuel Nava Martínez, rector de la UASLP y del Dr. Jesús Nemorio Noyola Zepeda, director del Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto»; dando vida a la idea surgida de los doctores Ramon Villarreal Pérez, director de la Escuela de Medicina y Gonzalo Ramírez Aznar, subdirector del Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto».

• El 31 de agosto de 1967 se publica el currículum de la Escuela de Medicina con los cambios logrados después de un análisis de los resultados obtenidos en los años previos, en los diferentes cursos preclínicos y clínicos, basado en el porciento de aprobados y en el índice de aprovechamiento.

• El 31 de agosto de 1967 se publicó la noticia de la publicación del «Libro de Pocedimientos» del departamento de Medicina Interna, con reglamentos e instrucciones acerca del trabajo hospi-talario de practicantes y residentes en la consulta externa, salas, laboratorios y acti-vidades académicas.

Publicado

Fe de erratas:

Volumen 60, número 2, página 108, dice: Responsable: Dr. Edmundo Llamas Alba, debe decir: Responsable: Dr. Alfredo Díaz Martínez.

Volumen 60, número 2, página 144, pie de foto, dice: Dr. Ignacio Ramírez Aznar, debe decir: Dr. Gonzalo Ramírez Aznar. Misma pagina, segunda columna, último renglón, dice: honor al Dr. Ignacio Ramírez Aznar, debe decir: honor al Dr. Gonzalo Ramírez Aznar.

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 249

JURAMENTO DEL EGRESADO DE LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA U.A.S.L.P.

En el momento de ser admitido como miembro de la comunidad

médica:

Prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humani-

dad, otorgar a mis maestros el respeto y gratitud que merecen, ejercer

mi profesión a conciencia y dignamente, velar ante todo por la salud

de mi paciente, guardar y respetar los secretos confiados a mí, incluso

después del fallecimiento del paciente, mantener, por todos los medios

a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica,

considerar como hermanos y hermanas a mis colegas, no permitir

distinción de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico,

sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, clase social o cualquier

otro factor se interpongan entre mis deberes y mi paciente, velar con

el máximo respeto por la vida humana, no emplear mis conocimientos

médicos para violar los derechos humanos y las libertades ciudadanas,

incluso bajo amenaza, hago estas promesas solemne y libremente,

bajo mi palabra de honor.

Basado en: Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial

«Ut Charitas et scientia humanitati inserviant»


La historia de la Facultad

desde 1959

BOL. INF. FAC. MED. V. 60, N. 3, 2017 251

El Boletín Informativo de la Facultad de Medicina es una publicación trimestral de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el cual es editado por la propia Facultad e impreso en la Editorial Universitaria Potosina. Sus objetivos primordiales son los de informar y difundir los hechos de interés general que suceden dentro de la institución, o en la vida académica de sus profesores. Publica también textos relacionados con la historia médica potosina y con la enseñanza de la medicina. Su distribución es gratuita. Las suscripciones se reciben en el teléfono (444) 8.26.23.45, ext. 6653. La correspondencia deberá de enviarse a:

Facultad de Medicina de la UASLP Oficina Editorial Av. V. Carranza 2405 San Luis Potosí, SLP 78210 México

Tú eres parte de ella...

[email protected]

¡Sususcríbete!

Documents

Contenido. 60. Num. 3.pdfMedicina. «R espetables miembros del presídium, estimados maes-tros, padrinos de generación, invita-dos especiales, padres de familia, pero sobre todo muy