2014

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA2

Fu n d a d o rDr. Harmodio Arias Madrid (1938)Pr e s i d e n t eRicardo Chanis C.Director General AsociadoSantiago FascettoGerente GeneralFederico Brisky

EDITORA PANAMÁ AMÉRICA. S.A.Ave. Ricardo J. Alfaro, a un costado de laUSMA,Apartado 0834-02787República de PanamáCentral Telefónica: 230-7777 Fax: 2307773/74Re d a cc i ó n : 23 0 -770 4Oficinas Regionales:D av i dTe l : 774 -25 16Fa x : 774 -235 6La ChorreraTe l : 253 -38 1 5Fa x : 253 -38 53Línea GRATUITA: 8 0 0 -1777

9 DE ENERO

El principio de nuevos tiempos

Solo 6 estudiantes de los cerca de200 que llegaron a los predios dela Escuela de Balboa pudieron pa-sar el cerco, aunque hay quienesafirman que otros 5 también lo-graron superarlo.

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Egbert Lewise g b e r t . l e w i s @ e p a s a .co m

Plantar bandera y defender los coloresson expresiones que nunca se ma-terializaron tanto como en la tarde y la

noche del jueves 9 de Enero de 1964.Fue la juventud voluntariosa y sin freno la

que decidió confrontar al gigante que du-rante décadas impuso su voluntad en unafranja de nuestro territorio con más fuerzaque razón. Pero no hay mal que dure unaeternidad, y ese día llegó la hora de quelos panameños hicieran valer su derecho yexigieran el cumplimiento de un acuerdoentre nuestro país y Estados Unidos con-solidado al más alto nivel, y que quebran-taron algunos apologistas del “gold roll”azuzados por policías y funcionarios desegunda categoría.

En esa fecha histórica, 200 jóvenes delInstituto Nacional iniciaron la peregrinaciónhacia el altar de la patria, teniendo comoúnico adargo la ilusión y como estímulo el

ver erigido el pabellón en el sitial de honor.Más adelante, a instancias de los zonians,una delegación de seis institutores avanzóhacia la Escuela Superior de Balboa paracumplir la solemne misión de enarbolar labandera en atención al acuerdo pactadoun año antes.

No pudieron terminar su cometido por-que tropezaron con lo absurdo y con latozudez propias de quienes no tienen larazón. Ahí fueron ultrajados igual como sevenía haciendo con todos los panameñospor más de 60 años, pero esta vez la agre-sión estuvo matizada por una afrenta al

emblema que nos identifica; a partir de esemomento, la historia se iba a escribir deotra manera: con sangre, con rabia, perocon más valor que nunca. De allí, la in-negable trascendencia del 9 de Enero de1964.

En esa oportunidad no se pudo plantarla bandera y, lamentablemente, hubo queponer una altísima cuota de sangre, perocomo nunca antes, desde el presidenteRoberto F. Chiari hasta el panameño me-nos trascendente coincidieron en que losucedido no podía pasar inadvertido. Elpaís aprobó unánimemente la decisión deinterrumpir las relaciones diplomáticas conEE.UU. hasta tanto no se resolviera el di-f e re n d o .

A partir de ahí se sentaron las bases de-finitivas que hoy, 50 años después, nospermiten ver al país convertido en lo quesiempre debió ser: un solo territorio, unasola bandera y con el 9 de Enero decla-rado por ley Día de la Soberanía Nacional.

DirectorDustin GuerraJefatura de InformaciónLeonardo FloresAurelio MartínezCoordinador de InformaciónArnufo BarrosoCoordinador EditorialFrancisco PazRe d a c t o r e sGilberto SotoAdiel BonillaIrma RodríguezLucy GarcésEgbert LewisFo t o g r a f í a sAlejandro MéndezCarlos LemosIlustración de portadaAlvaro Urrutia

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA 3INSTITUTORES BUSCABAN IZAR EL PABELLÓN

‘Que la bandera no toque el piso’

La marcha, a laaltura del Hos-pital Gorgas.Estos jóvenesparticiparon deotras luchasnacionalistas,sin saber queiban a ser pro-tagonistas dela principal.

Francisco Pazf p a z @ e p a s a .co m

Los institutores que marcharon hacia laEscuela de Balboa, aquella tarde del 9de enero de 1964, ya habían experi-

mentado otras luchas reivindicativas, comola denominada “Más escuelas y menos cuar-teles”, en mayo de 1958, y la siembra debanderas en noviembre de 1959; sin embar-go, los hechos de ese día se dieron en formaespontánea.

“Fue un movimiento puro, espontáneo,que no tuvo dirigencia única ni predominan-te, sino múltiple que sorprendió a la dirigen-cia del colegio y a grupos políticos que te-nían incidencia en el mismo”, contó el Dr.Rimsky Sucre, quien era estudiante del VI B,aula donde surgió la iniciativa de marchar ala Zona del Canal.

El hoy médico general y especialista enmedicina marítima narró que la provocacióndirecta de estudiantes zoneítas fue el deto-nante inmediato.

“Ese 9 de enero, cuando regresábamosde almorzar, vimos del otro lado a estos mu-chachos, vestidos a la moda de la juventud

gringa de entonces, maltratando la bandera,inclusive nos pareció que quemaban unabanderita panameña”.

Durante su recorrido, los jóvenes no en-contraron resistencia de ningún tipo. “Noshabían puesto una trampa, porque nos per-mitieron avanzar sin que ningún policía nosdetuviera, y nos estaban esperando en laEscuela de Balboa”, recordó Sucre.

Ya en los predios de la escuela, los es-tudiantes se encontraron con la hostilidad delos policías, residentes, profesores y estu-diantes de la Zona del Canal.

Fue entonces cuando se decide dar per-miso a seis jóvenes para que izaran la ban-dera, aunque según cuentan varias perso-nas, entre esas Demóstenes Sánchez, quiencursaba el V año, cinco más lograron romperel cerco y avanzar con sus compañeros.

Los “aguiluchos” no pudieron izar la ban-dera ni mucho menos cantar el himno na-cional. “Uno de los policías quería pegarle aun compañero y falló, cayó y nos rompió labandera. Los ‘zonians’ querían la banderapara tirarla al piso y la consigna era ‘que labandera no toque el piso’, y la agarramos

fuertemente y se rompió”, precisó Sánchez.Estos hechos iniciales provocaron los en-

frentamientos que durante ese y los tres díassiguientes se dieron en Panamá y Colón.

DespuésLa lucha por los jóvenes panameños semantuvo latente después de estos sucesos.Se organizaban mítines nocturnos para ex-plicar el significado de lo ocurrido y, aunquealgunos se fueron para el exterior para pro-seguir sus estudios, otros continuaron recla-mando el derecho que le asistía a la patria.

“Se siguió insistiendo en el uso de la ban-dera en los puntos acordados y se logró quese colocara, a pesar de que teníamos mu-cho miedo, pero era el derecho nuestro”,dijo Sánchez.

Hoy, la tristeza por los muertos y heridostodavía golpea a esta valerosa generaciónde institutores, sin embargo, están satisfe-chos por lo que se consiguió, como resaltóS u c re .

“Nosotros cumplimos con una aspiraciónde muchos años y la historia demuestra quehemos tenido la razón”.

Los Mártires del 9 de Enero21 panameños ofrendaron su vidapor la patria.

■ Ascanio Arosemena■ Gonzalo Crance■ Luis Bonilla■ Rodolfo Benítez■ Maritza Alabarca■ Celestino Villarreta■ Alberto Tejada■ Ovidio Saldaña■ Jacinto Palacios■ Estanislao Orobio■ Ricardo Murgas■ Gustavo Lara■ Carlos Lara■ Rosa Landecho■ Víctor Iglesias■ Ezequiel González■ Jorge Gil■ Víctor Garibado■ José Del Cid, Jr.■ Teófilo De La Torre

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9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA4LA LUCHA ESTUDIANTIL PASÓ A SER UNA BATALLA DE ESTADO

La historia contada por héroes anónimos

Los hechos deben sincronizarseDiógenes Conte, jubilado de 68 años,cree que la mejor forma de rendir tributo ala fecha y a los que ofrendaron su vida esno desmayar en los ideales nacionalistasy reforzar la educación.

“Ser protagonista no debe uti-lizarse para sacar provecho, si-no para armar ese rompeca-

bezas de hechos paraque la historia no

se distorsione”.Diógenes Conte

Bernardo Fernández, líder estudiantil, portando el estandarte del Instituto Nacional en 1964.

21 muertos y 471lesionados atendidosen hospitalespúblicosFrancisco Pazf p a z @ e p a s a .co m

Un compendio de los casos atendidos en loshospitales públicos de Panamá y Colón del 9al 12 de enero de 1964 indica que hubo 471lesionados y 21 muertos relacionados con elenfrentamiento entre los soldados estadouni-denses y el pueblo panameño. El análisis re-gistra que de los 21 fallecidos, 13 fueron porbala.

Los informes de necropsia explican quelas lesiones fueron en el abdomen, tórax ycráneo de los infortunados.

Maritza Alabarca, de seis meses, murióafectada por gases lacrimógenos en Colón.Ella, junto a Rosa Elena Landecho, de 13años, fueron las mujeres que fallecieron enestos hechos.Los otras siete muertes fueron ocasionadaspor deflagración, asfixias y quemaduras, de-bido a los incendios que consumieron el edi-ficio de la Panamerican, frente al palacio Le-gislativo, que hoy ocupa el Banco de De-sarrollo Agropecuario (BDA).

Gilberto Sotog i l b e r t o . s o t o @ e p a s a .co m

Diógenes Conte no es egresado del Instituto Nacio-nal, pero sí fiel testigo del acontecimiento que esedía dio con la ruptura diplomática entre los Go-

biernos de Panamá y Estados Unidos. Cincuenta añosdespués, sin arrepentimientos y con orgullo, Diógenesdesempolvó sus recuerdos para contar su versión de loshechos, porque “fue una lucha por la soberanía que en-volvió a todos sin distinción de escuelas ni creencias po-líticas”.

Lograr que la bandera ondeara sobre la punta del pos-te eléctrico que delimitaba la antigua Zona del Canal enla vía 4 de Julio fue una batalla de horas. “Cuando salí dela escuela técnica Rodolfo Deesel, en El Chorrillo, y medirigía a casa en calle 33 de Calidonia vi cómo un grupode institutores luchaba, sin resultados, para colocar elbanderín en el poste. Sin pensarlo, me sumé yme ofrecí de soporte de esa escalera humanay al tercer intento, con los cordones de loszapatos de alguien, se logró lo que el fo-tógrafo Arthur Schatz dejó grabado parala historia”. Mientras duró la turba, Dió-genos resultó ileso de las balas que amansalva provenían de la antigua Zonadel Canal, pero irónicamente, al llegar acasa se enfrentó a lo que denominó suverdadera batalla. “Mi tía con quién vi-vía me agarró a escobazos y me re-ventó la cabeza porque le habían dichoque había muerto. Reaccionó asi por

el susto”.El ahora científico Bernardo Fernández, secretario de

organización de la Asociación Federada del Instituto Na-cional en 1964, resume la gesta en una lucha de ge-neraciones que “si en ese momento fue para hacer cum-plir el acuerdo de soberanía, ahora debe ser para que sehaga una mejor distribución de las riquezas de las ga-nancias del Canal, más democracia y menos pobreza”.

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA 5MUNICIPIOS SON LOS RESPONSABLES DEL CUIDADO DE LOS MONUMENTOS.

Los monumentosque resisten al olvido

Orates y gente de mal vivir utilizan el monumento para realizar sus andanzas nocturnas. Losprecursores piden a la Policía Nacional vigilancia las 24 horas.

Gilberto Sotog i l b e r t o . s o t o @ e p a s a .co m

Tienen la mirada fija y desde su creación permanecen inmóviles ala vista de todos. Por su naturaleza, están expuestos al pillaje yal desconsiderado efecto del clima que les provoca, con el paso

de los años, signos de deterioro.Para Joaquín Vásquez, gestor de uno de los monumentos que se

levantó en el lugar de los hechos para honrar la memoria de loshéroes, el trabajo no debe limitarse a crear infraestructuras sin elmantenimiento adecuado. En nota enviada el pasado 12 de julio de2013, Vásquez pidió al director de la Policía Nacional, Julio Moltó, seasigne custodia nocturna al Monumento de los Héroes. En la nota sereflejó que “los amigos de los ajeno no han cesado en robarse lasplacas y cables eléctricos de una manera sistemática, llegando acostar miles de dólares el reemplazo de las lámparas”.

La preocupación se traslada a Colón y Coclé donde también seerigieron monumentos para inmortalizar la fecha. A pesar de que espotestad de los municipios velar por el mantenimiento y custodia, lossignos de deterioro son iguales. “Cada año es que corren a limpiar yrestaurar las piezas, pero en el resto del año están echadas al aban-dono”, comentan los sobrevivientes. En la Llama Perenne que instalóla Autoridad del Canal de Panamá en la antigua Escuela de Balboa,el cuidado de la flama y de las pilas donde reposan los nombres delos 21 héroes es permanente, informan en la entidad.

En Colón, el monumento permanece rodeado de maleza.

En Penonomé, el abandono y el deterioro son evidentes.

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA6SANTIAGO Y CHITRÉ DIJERON PRESENTE, COLÓN PUSO MÁRTIRES

Ecos de un nacionalismo contagioso

Luis Navas: “No solo hubo una agresión militar, sino también económica, con bloqueos para liquidar con hambre. No pudieron”.

Los estudiantes del colegio José Daniel Crespo de Chitréparticiparon de la guardia de honor a los mártires. Tambiéndesfilaron con su estandarte hasta el cementerio.

Desde Chitré vinieron a Panamá Donaldo Sousa (segundo a la derecha), Julio Mosquera (en elcentro), Daniel Sousa (tercero a la izquierda) y Reynaldo Salerno (en el extremo izquierdo).

Donaldo Sousa Guevara asegura que esos hechos marcaronsu vida y le sirvieron para elegir la carrera de Derecho.

Para la gesta de 1964, Plutarco Arrocha tenía 18 años, y era secretario general de Estudiantesde la Normal. Su grupo fue detenido en Arraiján y reprimido con gases lacrimógenos.

Adiel Bonillaa d i e l . b o n i l l a @ e p a s a .co m

El centro de la lucha nacionalista, en lagesta que se inició el 9 de enero de1964, fue el Instituto Nacional y sus pre-

dios. Pero estudiantes de Santiago y Chitré,tan pronto pudieron viajaron a la capital paradar su apoyo. Y otros puntos del país tam-bién se tornaron en campos de batalla, tal esel caso Colón, que además pagó su posturacon mártires, sangre inocente y heridos.

Aquella tarde, en la Costa Atlántica se se-guían los acontecimientos por radio, a travésde La Voz de Colón. Y a las 6:00 p.m. losestudiantes comenzaron a organizarse paraprotestar en los límites de la Zona. Uno delos que participó era Luis Navas Pájaro, de18 años y secretario general de la Asocia-ción Federada de Estudiantes del colegioAbel Bravo; también estaba su hermanoJuan Antonio, de 17 años.

Este último fue herido con perdigones quese le incrustaron en el cerebro. La desiguallucha cobró sus mártires en Colón: MarissaAlabarca, sofocada por gases lacrimógenos;Renato Lara, con disparo de perdigones ybalas, y el sargento Celestino Villarreta.

Luis Navas Pájaro, hoy un destacado edu-cador y escritor, relató que su hermano logróir a Moscú para atención médica. Pero a suregreso, en 1966, fue asesinado. Fue sepul-tado ante miles de colonenses, y se dieronprotestas exigiendo que se entregaran susasesinos. “A Juan nunca le perdonaron quehabía participado como combatiente en lagesta del 9 de enero”, sentencia Navas, aun-que es enfático en señalar que la lucha valióla pena. Así lo resume Luis Navas: “Sin esagesta no hubiéramos podido celebrar el 31de diciembre de 1999, con la plena y ab-soluta conquista de nuestro territorio”.

Estudiantes de SantiagoLos muchachos de la Escuela Normal JuanDemóstenes Arosemena seguían atentos loque ocurría en Panamá por radio Ondas

Centrales. Logran que la directora María dela Paz Urriola de Torrassa les facilite los dosbuses de la Normal, que eran los únicos bu-ses grandes en toda Veraguas.

Hoy, el Dr. Plutarco Arrocha recuerda queaquel viaje les tomó 7 horas. “Veníamos dis-puestos a apoyar la gesta, pero los soldadosgringos nos bloquearon el paso en Arraizona(Arraiján)”, rememora Arrocha, quien en todocaso resalta el idealismo estudiantil conta-gioso de aquella época.

Estudiantes de ChitréLuego de dos días, un bus con estudiantesdel colegio José Daniel Crespo de Chitré sílogran pasar, aunque tras una vergonzosainspección por soldados norteamericanos,donde incluso fueron amenazados con ba-yoneta calada.

Hoy, el Dr. Donaldo Sousa Guevara ase-gura que el sacrificio dio frutos: “Logramosllegar a la Catedral, nos presentamos y nospermitieron hacer guardia de honor a losmártires. Fue un honor haber participado”,detalla el abogado Donaldo Sousa.

La mayoría de los estudiantes chitreanosviajaron sin autorización de sus padres, loque evidencia una vez más el fervor patrió-tico que les compelía a ser parte de la gesta.

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA 7ANDRÉS VILLA Y SU ODA A LOS PROTAGONISTAS OLVIDADOS

Una novela que humaniza la gesta

El autor Villa usa de portada una de lasdos fotos emblemáticas del 9 de enero,tomada por Arthur Schatz. La otra imagenicónica es la de la bandera en la cerca,del fotógrafo Emilio Gastelú.

Adiel Bonillaa d i e l . b o n i l l a @ e p a s a .co m

“La arenga hizo que la columna de jóve-nes comenzara a salir del Instituto Nacio-nal y se decidiera a cruzar la Avenida 4 de

Julio para entrar en la Zona del Canal. Iban aun sitio en el medio de su territorio donde lasleyes de su país no valían nada”.

Si se analiza el primer párrafo de la novela9 de Enero, bien podría ser el resumen en-tero del libro de 146 páginas.

Desde el inicio, el lector queda inmerso enmedio de la frustración popular que propicióla osadía colectiva, justificada por las incon-gruencias sociales que se vivían en el Pa-namá de enero de 1964.

De partida el lector también advierte que,a diferencia de los fríos escritos históricos,aquí hay 11 capítulos cargados de coraje yteñidos de sangre, que toda la acción rei-vindica a los verdaderos héroes de la gesta:el pueblo.

“Presté mi pluma para darle cabida a losprotagonistas olvidados”, confirma Villa. Yese préstamo lo hace usando como herra-mienta la literatura novelada, pero con baseen su vivencia personal de cómo fue la Zonadel Canal, matizado a la vez con sus viven-cias de hombre de barrio.

Y es que, aunque todo se inició con losestudiantes, en suma fueron los barrios losque se enfrentaron contra la injusticia que lepresentaba la clase privilegiada de los “zo-nians”, que vivían en un paraíso cercano,justo al otro lado de la cerca.

El nuevo libro de Andrés Villa (su quinto)tuvo dos presentaciones recientes, a las queasistieron personas como Andrés Galván, elhéroe colonense de la caminata del silencio,la hermana de Ascanio Arosemena y los hé-roes de la generación del 64, cuya presenciada fe de que estamos frente a una obra ho-nesta y veraz. También una obra muy pa-nameña, si se observa que cada capítuloempieza con versos de poetas locales, co-mo evidencia de que durante estos años lospanameños han usado la literatura como re-cursos para hacer fluir sus sentimientos; pa-ra reclamar justicia y soberanía.

Adentrarse en estas páginas supone unainteresante forma de repasar aquellos he-chos históricos por medio de un viaje emo-cionante con paradas en cada uno de loslugares donde ocurrieron hechos relevantes.

La foto del gringoEl autor pudo haber escogido como portadade la novela cualquiera de las muchas imá-genes que se tomaron desde el lado pana-meño. Pero prefirió usar aquella foto del es-tadounidense y reportero gráfico de la Re-vista LIFE, Arthur Schatz.

“Quise usar esa, porque en mi opinión fuela foto que conmovió al mundo”, dice Villa.

Al ser la portada de LIFE, tuvo gran re-percusión internacional, al tiempo que hizojusticia gráfica, colocando como los verda-deros protagonistas al pueblo y a los estu-diantes, en medio de la línea de fuego.

Además es una imagen natural. Para on-dear la bandera en aquel elevado poste, losmuchachos se valieron de una técnica queles resultaba muy familiar: la que usaban pa-ra trepar palmas. ¡Los gringos no podían! Arthur Schatz en la cobertura de 1964. Su foto en la portada de la Revista LIFE recorrió el mundo.

98 9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA 9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA

Una nueva leypara el Día dela SoberaníaFrancisco Pazf p a z @ e p a s a .co m

Apartir de este año, el 9 de enero pasaráa ser denominado Día de la SoberaníaNacional, para recordar la gesta patrió-

tica de 1964, según lo estipula la Ley 118,sancionada el pasado 27 de diciembre.

Hasta el año pasado, el 9 de enero fuereconocido como Día de los Mártires.

La norma fue una propuesta presentadapor el Movimiento Ciudadano de la IdentidadPanameña a la Asamblea Nacional, el 19 dejunio del año pasado.

Con la vigencia de esta nueva norma, el 9de enero dejará de ser día puente como sevenía practicando desde hace una década.

Se continuará considerando esta fecha co-mo día de duelo nacional en recordación delos mártires de la gesta, por lo que las en-tidades públicas y la empresa privada cerra-rán y la bandera será colocada a media asta.

En el artículo 3 se dispone que las oficinasdel Estado conmemorarán la fecha con ac-tos alusivos como conferencias, murales yexposiciones artísticas en los días previos,durante o después del 9 de enero, ademásde resaltar la figura de los mártires.

A su vez, las emisoras de radio y canalesde televisión procurarán recordar los movi-mientos patrióticos de la historia de Panamá,con énfasis en esta gesta.

Aunque, por lo general, los 9 de enero losestudiantes se encuentran de vacaciones, laLey 118 establece que los centros educa-tivos deberán conmemorar la gesta patrió-tica con actos que estarán incluidos en sucalendario anual de actividades.

Entre las actividades que el Ministerio deEducación organizó para conmemorar los50 años del 9 de enero, estuvo un concursode cortometrajes que fue ganado por estu-diantes del Instituto Comercial Panamá, quecomo dato curioso fue fundado en 1973,después de los hechos de 1964.

Aunque el proyecto de ley fue aprobadoen la Asamblea en el mes de octubre, susanción demoró, lo que generó inquietud enlos proponentes y otras organizaciones cí-vicas de la sociedad.

Antes, el Gobierno emitió una resoluciónpara que el próximo 9 de enero no fuera díapuente, en conmemoración de los 50 añosde la gesta.

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA10EMILIO GASTELÚ Y SU EMBLEMÁTICA FOTO DEL 9 DE ENERO DE 1964

La foto que inmortalizó un hito nacional

Se publicó en Crítica, pero luego en mu-chas revistas (y diarios como La Repú-blica). La otra imagen que le dio la vueltaal mundo fue la torre humana, que fueportada de Life el 24 de enero de 1964.

Placa porsu partici-pación enla gesta.

R e c re a -ción de fo-to en elmuseoMarta.

Adiel Bonillaa d i e l . b o n i l l a @ e p a s a .co m

La noche, una bandera ondeando sobreel límite de dos mundos, cuatro teme-rarios muchachos y un fotógrafo. Así

podría resumirse la historia de aquella ima-gen, que aunque parece silente y congeladaen el pasado, ¡no es así! Sigue vigente luegode 50 años, como imperecedero y visiblesímbolo del coraje nacionalista.

Rayando las 8:00 p.m. de aquel nefasto 9de enero de 1964, la turba -ya enardecida-insistió nuevamente en acercarse al límite dela Zona del Canal, frente al Hotel Tívoli, conorientación al ala derecha.

Tras 4 horas en la escena arropada ya desangre, piedras y confusión, Emilio Gastelú(fotógrafo de 33 años del diario Crítica) se-guía allí. Como si fuera uno más de los es-

tudiantes del Instituto Nacional que a esahora ya libraban una guerra muy de-

sigual.Gastelú trataba de administrar

sus valiosos bombillos de “flash” que sequemaban con cada disparo, pero sin dejarpasar nada.

En un momento, 4 institutores, de los másjóvenes (con camisa manga corta), tomaronla bandera y se dirigieron a la cerca. Emiliolos siguió, con tal cercanía que incluso sintióel zumbido de una bala en su oído derecho.

Las ráfagas impidieron que los dos osadosque estaban en la parte superior de la cercapermanecieran allí. Pero antes de que se de-jaran caer, con la bandera todavía arriba,Emilio Gastelú activó su obturador... ¡y zaz!,robó en una foto aquel instante.

En los días siguientes, Crítica publicó cercade 250 fotos tomadas por Gastelú, con se-cuencia cronológica -y evidencia irrefutable-de los sangrientos hechos. En esos tres díasél no fue a casa. Recibía y enviaba con losreporteros los rollos que gastaba con su cá-mara Rolley Flex de 120 mm y 12 cuadros.

Tomó más de 1,500 fotos, pero la de labandera en la cerca destaca sobre las demás.

RemembranzaHan pasado cincuenta 9 de enero. Hoy, ellegendario fotógrafo tiene 83 años. Lúcido,con voz pausada y dueño de una sorpren-dente memoria, relata cada detalle de lagesta de 1964, que vivió en primera fila.

Entre las anécdotas y satisfacciones que leha dejado aquella foto icónica está una visitaal museo de Tel Aviv, Israel, en compañía delgeneral Omar Torrijos, en 1972.

“Nos llevaron a una sala donde se exhibíauna gran copia impresa de esta imagen. Elgeneral se mostró impresionado, pero yo ca-si me desmayo de la emoción”, recuerda elfotógrafo nacido en el Perú.

Ante la pregunta ¿qué siente por Panamá?,Emilio Gastelú hace una pausa. Luego respon-de: “Estoy agradecido con esta patria que melo ha dado todo. Aquí me hice hombre. Y esun honor haber contribuido a su legado his-tórico. Ya el reloj de la vida juega en mi contra.Pero cuando me toque ir a ‘jugar dominó consan Pedro’, quiero que me entierren aquí”.

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9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA 11LA IMAGEN SE CONVIRTIÓ EN EMBLEMA PARA LOS ESTUDIANTES DE V AÑO

Indignación por enseña avasallada

Bandera rasgadafue restaurada

este año.Adiel Bonillaa d i e l . b o n i l l a @ e p a s a .co m

“Sí estuvimos presentes en el momento enel que se rasgó la bandera. También uni-mos nuestras voces para intentar cantar

el himno, y quedamos indignados al ver laenseña patria avasallada”.

Por algunos años, este fue el relato quealumnos de V año intentaron sostener traslos hechos del 9 de enero de 1964. Pero notenían más evidencia que su testimonio.

Hay que recordar que la “historia oficial”coloca a un grupo reducido de graduandos(alumnos de VI año) al inicio de los hechos.

La “historia oficial” también dice que en lacaminata pacífica que tenía como objetivoizar la bandera en la Zona del Canal y cantarel himno nacional, el grupo se encontró conun cerco -hasta con presencia policial- queles impidió llegar al asta del Balboa HighSchool. Aunque se le permitió el paso a unadelegación de 6 estudiantes graduados.

Rafael Morais estaba allí, pero como eraestudiante de V año no fue incluido en la

delegación especial.Pero toda esa energía propia de un chico

de 17 años le impedía quedarse a lo lejos,viendo cómo se daban los hechos. Él queríaestar con el grupo que llevaba la bandera;quería cantar el himno... y nada iba a evitarque -al menos- intentara acercarse.

Él y otros tres fingieron que se retiraban,bordearon el área y, en medio de la tensión,se colaron en el sitio de la reunión. Sorpren-dentemente, nadie advirtió su presencia y lo-graron sumarse a la delegación de seis.

“Algunos dicen que un tolete inició todo,pero lo que yo recuerdo es la mano de unestudiante gringo halando nuestra bandera”,rememora hoy Morais.

Aunque tenían testimonios de primera ma-no, estos relatos fueron ignorados y hastanegados.

Al graduarse, Rafael pasó a trabajar en re-velado de cine, en la Kodak. Allí la Embajadade Estados Unidos en Panamá revelaba susrollos fotográficos.

Aunque ocurrió en otro departamento, un

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buen día sus compañeros lo re-conocieron en una foto que habíasido tomada en el momento en elque se rasgó la bandera.

“Cuando la vi me emocioné mu-cho. Sabía que era la evidenciaque los estudiantes de V año ne-cesitábamos para demostrar nues-tra participación al inicio de todo”,dice Morais.

Los estudiantes pregraduandosque se anexaron al grupo que can-tó el himno fueron Rafael Morais,Demóstenes Sánchez e Ismael An-tadilla (murió en 2013). También es-tuvo con ellos el graduando CésarBer nal.

Pero al igual que muchos relatosanónimos de la gesta, ellos no hicie-ron mayor alarde de esto, hasta quePanamá América publicó la foto el 9de enero de 2000, y se le hizo justiciaa un grupo rebelde que quiso defen-der la bandera lo más cerca posible.

Rafael Morais conserva aquel periódico.

El joven Rafael Morais (al extremo izquierdo) estuvo allí cuando se rasgó la bandera. También arriesgó su vida participando activamente en las protestas que se dieron durante los tres días.

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA12SE HACEN ESFUERZOS PARA CONOCER MÁS SOBRE ESTE HECHO

Al rescate de nuevos aportes quenarren la historia del 9 de EneroLucy Garcésl u g a r ce s @ e p a s a .co m

Luego de 50 años de los hechos del 9 deEnero, historiadores y expertos consul-tados por Panamá América conside-

ran necesario un replanteamiento de la pre-sentación de esta gesta en los libros y textosescolares, así como investigar y tener acce-so a más documentación que lleve a unamejor comprensión de lo que ocurrió.

Para el historiador y profesor de la Univer-sidad de Panamá, José Álvaro, lo que ha ve-nido ocurriendo es algo peligroso, ya que loslibros ni los planes de estudio están cum-pliendo con la realidad de realzar la identidadnacional, y más que culpar se deben haceresfuerzos para crear planes de estudio for-talecidos que enmarquen y ensalce la iden-tidad de ser panameño.

“El trabajo en equipo nos debe llevar a unreplanteamiento de lo que es la investiga-ción, la difusión y la enseñanza de todo loque ha sido la historia de este evento. El 9

Advierten sobre la importancia de te-ner acceso a los archivos manejadospor los Estados Unidos.

de Enero debe de ser enmarcado en lo queyo llamaría una semblanza de lo que significóesta lucha”, sostuvo Álvaro.

De igual forma, el historiador y profesor dela escuela de Relaciones Internacionales dela Universidad de Panamá, Luis Navas, con-sidera que hay varias maneras de ver estehecho y varias maneras de interpretarlo.

El problema, según el docente, radica enque únicamente se estudie de una manera.“Si solo contemplamos una versión de loshechos, entonces estamos imponiendo unalínea de comprensión y de resaltar algunascosas que, por lo general, únicamente sedetiene en las personalidades. Hay cosasque desde luego hay que revisar”, explicó.

Navas aseguró que es importante teneracceso a la documentación e informes queelaboró el Departamento de Estado y la Se-cretaría de Defensa de los Estados Unidospara enriquecernos más sobre los sucesosde este día y los subsiguientes.

MateriaLuego de la última transformación curricular,se excluyó la materia de Relaciones de Pa-namá con los Estados Unidos de los planesde estudio de enseñanza media.

Al respecto, la ministra de Educación, Lu-cy Molinar, consideró que con esta exclusiónse ha pasado a enseñar la historia de unamejor manera.

“La historia no son fechas aliadas; esa ma-teria limitaba la historia a enseñarla en pe-dazos y de memoria, eso no sirve para losefectos que queríamos causar en los estu-diantes”, manifestó.

Contrario a este pensar, el escritor y ci-neasta Pedro Rivera considera que la his-toria de Panamá es la historia de las rela-ciones con la nación norteamericana.

“Es la única historia que hemos tenido, nohay otra historia, tú no la puedes borrar delos planes porque si la borras estás borran-do la historia de la nación”, afirmó el inte-lectual.

El 9 de enero de 1964, la Crítica, por coincidencia, publica una nota sobre las intenciones de trasladar el Instituto Nacional. Investigadores buscan nuevas versiones de estos hechos, tanto de civiles como de estudiantes que participaron.

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA 13JÓVENES DE HOY NECESITAN ESPACIO PARA ORGANIZARSE

Movimiento en busca de su identidad

Vista panorámica del funeral de los mártires, a la altura de la Plaza 5 de Mayo.

Estudiantes del Instituto Nacional hablando con el gobernadorde la Zona del Canal, Robert Fleming, a quien pedían permisopara izar la bandera nacional en la escuela de Balboa.

Historiadores aseguran que la lucha de los estudiantes el 9 de enero de 1964 marcó el iniciodel fin de lo que fue la opresión estadounidense, así como comienza a trazarse el camino de lafinalización de lo que se consideró como la quinta frontera del territorio nacional.

Exinstitutores y participantes de la Gesta del 9 de Enero aseguran que las luchas de 1964, encomparación con las actuales, son diferentes y como tal no deben ser llevadas de la mismaforma. Aseguraron que los estudiantes deben encontrar nuevos objetivos de organización.

Lucy Garcésl u g a r ce s @ e p a s a .co m

La época dorada del movimiento estu-diantil de las décadas de los 40, 50 yque llegó a su máxima expresión en los

60 con la Gesta Patriótica del 9 de Enero, haquedado atrás para dar paso a una rebeldíasin causa, desorganizada y con actos deviolencia que han generado rechazo en lasociedad.

En los años 40, la juventud estudiosa delpaís decidió organizarse en la Federación deEstudiantes de Panamá (FEP), la cual jugócapítulos importantes en la historia del país,hasta su desaparición a mediados de la dé-cada de los 80, durante el régimen militar.

En sus últimos años, esta federación vivióuna profunda crisis y división entre los jó-venes que apoyaban a los militares y aque-llos que los rechazaban.

En esta época, aunque todavía la sobe-ranía nacional era un tema de lucha para losestudiantes, poco a poco el movimiento fueperdiendo su norte y, con esto, su credibi-lidad.

Para Pedro Rivera, quien fue dirigente dela FEP, el significado de las anteriores luchasde los estudiantes era el de construir unasociedad liberada de la presencia extranjera,sin embargo, hoy por hoy han cambiado.

“El imperio existe, pero no lo puedes en-frentar de la misma manera que lo enfrentómi generación. A la nueva generación lecuesta un poco de trabajo articular sus ob-jetivos, saber exactamente por qué debenprotestar; desgraciadamente, no ha encon-trado el camino para estas protestas, enton-ces lo que les queda es la herencia pasada

de nuestras luchas estudiantiles”, sostuvo.Sin embargo, Rivera advierte que es ne-

cesario que los estudiantes se sigan orga-nizando políticamente, pero de forma inde-pendiente a los partidos políticos tradiciona-les, ya que a su juicio, estos colectivos “noson capaces de darle a la juventud unaorientación decente y ética, que son las lí-neas que debe obedecer cualquier movi-miento estudiantil”.

Frente a la libertad que deben tener losjóvenes para organizarse políticamente, elsecretario general de la Universidad de Pa-namá, Miguel Ángel Candanedo, dice sentirpena de ver cómo se ha ido resquebrajandoel movimiento.

“La ilegalización de las asociaciones estu-diantiles, la prohibición taxativa en el InstitutoNacional son cosas muy dolorosas, ya quela juventud no necesita represión, sino es-tímulo para que participen de la vida activade los temas nacionales”, puntualizó.

Esta observación es apoyada por FélixRuiz, fundador del Foro de Oradores de Pa-namá (FOP), quien considera que la juventuden la actualidad protesta porque siente quesus pensamientos son ignorados. “No todospensamos en ganar batallas a través de ac-ciones de violencia”, agregó.

Ruiz aclaró que esta generación es crítica,solo que hay que ponerlo en práctica. “Ob-viamente, hacer críticas con fundamentos y,en medio de esas críticas, hacer propues-tas”.

El orador advirtió que hay “que comenzara medir la calidad de líderes que tenemos,no todos los que alzan su voz y el que searma con escudo y coraza es un líder ju-venil”.

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA14RELACIÓN ENTRE PANAMÁ Y ESTADOS UNIDOS 50 AÑOS DESPUÉS

El rompimiento para un cambio

El presidente RobertoChiari rompió relacio-nes con Estados Uni-dos el 10 de enero de1964. Y fue el 3 deabril cuando se resta-b l e c i e ro n .

El año 1964 se convirtióen un hito. A partir deesa fecha se inició la ne-gociación de tratados.

Irma Rodríguez Reyesi r o d r i g u e z @ e p a s a .co m

Dos meses y 24 días duró el único e irre-petible corte de las relaciones diplomá-ticas entre Panamá y Estados Unidos.

El 10 de enero de 1964 fue una ocasiónsin precedentes, cuando el presidente Ro-berto “Nino” Chiari rompió las relaciones conuna de las principales potencias del mundodespués de los hechos del día anterior.

La actitud asumida por Chiari dio un giro ala historia del país y lo llevó a ser reconocidocomo “el presidente de la dignidad”.

Para restablecer las relaciones, Chiari pidióa Estados Unidos la revisión definitiva delconcepto de “perpetuidad” y el tratado quepermitía a Estados Unidos mantener un en-clave en el corazón del Istmo.

Fue quizás el momento más tenso de lasrelaciones diplomáticas e irónicamente el

más importante, porque desembocó en unperiodo de negociación que duró más deuna década y que tuvo su resultado cumbreen 1999, cuando se logró la salida completade los norteamericanos.La decisión de Chiari fue guía de un procesoque, de acuerdo con expertos, no ha ter-minado.

Un proyecto de tratado rechazado en1967, dos tratados aprobados en 1977 (To-rrijos-Carter), varios convenios de seguridadfirmados, un intento frustrado de establecerun centro antidrogas en 1997 y hasta un tra-tado de promoción comercial ratificado a fi-nales de 2011, son un repaso de la evolu-ción de las relaciones entre ambas naciones,después de 1964.

Aunque la comunicación no ha sufridomás interrupciones, desde esa época se hanmanejado con más cuidado, como quedódemostrado en la reciente visita del vicepre-sidente de Estados Unidos, Joseph Biden.

A R

C H

I VO

“Yo siento que el país más quenunca se ha subordinado adeterminados intereses que nodebieron ser. Nosotros podemosser amigos de cualquierpotencia sin subordinarnos”.

Jorge AparicioAnalista internacional

“No ha habido un gobiernointeresado en hablarlesfrancamente a losnorteamericanos, no hay ungobierno que esté interesado enrectificar en lo que debe sercorregido”.

Julio YaoD i p l o m á t i co

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA 15

trecha no sea significado de subordinación yopina que en todo el concepto de políticaexterior, Panamá debe estar en condicionesde elevar el perfil, debido a que todo lo queocurre en el mundo y las grandes potencias

TEMAS PENDIENTES ENTRE AMBAS NACIONES

Otro contexto para negociar

Con la visita del vicepresidente estadou-nidense, Joseph Biden, se retomó el temade la limpieza obligatoria de armas quí-micas y polígonos en Panamá.

“Agradecemos al pueblo de Panamá.Quiero que sepan, hablando en nombredel presidente Obama y en el mío propio,

que hace mucho terminaron los días en loscuales Estados Unidos miraba y veía un pa-tio trasero. Esto no es ningún patio trasero.Este es el patio – es el patio delantero. Elhemisferio está creciendo”, fueron las pala-bras de Biden al atardecer del 19 de no-viembre, en medio del polvoriento escenarioen los trabajos de la ampliación en Cocolí.

La visita del funcionario estadounidensede alto mando dejó la idea de unas sólidasrelaciones diplomáticas con Panamá, enla-zadas siempre desde el punto de partidaque es y ha sido el Canal de Panamá.

Los especialistas en este asunto y, ade-más, participantes directos del proceso ne-gociador, el internacionalista Julio Yao y Jor-ge Aparicio hacen un balance sobre las ac-tuales relaciones entre los Estados Unidos yPanamá.

Yao asegura que existen unas relacionesactuales que se quedaron en una “zona deconfort” después de 1999. Además, consi-deró como apremiante la necesidad de quePanamá pida una revisión del Tratado deNeutralidad.

“Yo parto del concepto de que la neutra-lidad, como está entendida en el tratado, esfalsa y eso no lo entienden ni los políticos.No ha habido un gobierno interesado en ha-blarles francamente a los norteamericanos,no hay un gobierno que esté interesado enrectificar en lo que debe ser corregido”, ex-plicó el también catedrático.

El tratado es una parte de lo que Panamádebe definir con Estados Unidos, añadióYao, ya que también la limpieza de los po-lígonos de tiro y otras zonas de armas quí-micas debe ser cumplida obligatoriamentede acuerdo con los tratados del Canal.

Esta revisión, de acuerdo con Yao, no tie-ne porqué significar una disputa con Esta-dos Unidos. Aseguró que enviará una cartaelegante al presidente Obama y lo invitará aPanamá para hablarle de la importancia so-bre estos arreglos.

Tal vez estamos en el momento ideal parasellar los temas pendientes que derivan di-rectamente de la gesta heroica del 64, por-que según el analista internacional JorgeAparicio, “nunca las relaciones de Panamá yEstados Unidos han sido tan estrechas co-mo en este momento”.

Aparicio recomendó que esa relación es-

afecta directamente al país por su posiciónestratégica. “Yo siento que el país, más quenunca, se ha subordinado a determinadosintereses que no debieron ser. Nosotros po-demos ser amigos de cualquier potencia sinser subordinados”, expresó Aparicio.

Para ambos expertos, esta realidad debetrascender a las líneas gubernamentales ypartidos políticos. Incluso, Yao exclama queeste también debería ser un tema de debateentre los candidatos a la presidencia de laRepública.

“La luna de miel”, calificada así por JulioYao, debe acabar, tanto para él como suscolegas conocedores de la negociación delos tratados, con la preocupante débil po-lítica internacional de Panamá y que esta seael detonante para un grave proceso de des-nacionalización.

Aparicio añade que a esta preocupaciónse suma la “visión borrosa” que tienen lasnuevas generaciones por aquellos hechoshistóricos.

“A futuro puede suceder que el país quedetotalmente desvinculado de su historia. Unpaís es más fuerte si conserva su identidadnacional y su sentido de pertenencia”, con-cluyó.

El presidente Roberto F. Chiari con la bandera rasgada.

9 DE ENERO: EL GRITO DE LA SOBERANÍA16LOS ACTOS EN MEMORIA DE LOS MÁRTIRES SE INICIARÁN A LAS 7:00 A.M.

Cincuenta años de historianacional escrita con sangre

Imposición de ofrendas floralesAgenda Oficial de Actividades■ 7:00 a.m.

Izada del Pabellón Nacional en la Plaza de la Inde-pendencia. Le sigue a las 8:00 a.m. el “te deum”, a las9:00 a.m. actos simultáneos conmemorativos a la gestadel 9 de Enero en las cabeceras de provincias y a las 9:15a.m. ceremonia oficial en el Jardín de Paz y salva de 21cañonazos.

■ 10:00 a.m.Desfile de bandas musicales y del Cuerpo de Bomberos dePanamá en Balboa.

■ 7:00 p.m.Gala conmemorativa en la Rotonda de la Llama Eterna enBalboa.

Agenda de la Universidad de Panamá■ 9:30 a.m.

Acto solemne en recordación a Los Mártires en la Plaza 9de Enero del campus central, colocación de ofrenda floralen el monumento, palabras por el rector de la Universidadde Panamá.

■ 5.:30 p.m.Recordación a los mártires en el Paraninfo Universitario,poemas e interpretaciones musicales.

Gilberto Sotog i l b e r t o . s o t o @ e p a s a .co m

Como en la mañana de aquel 9 de enerocuando recién se levantaba el año de1964; los actos para recordar el gesto

valiente de un grupo de mártires y héroes,entre conocidos y anónimos, se iniciarántemprano.

La Comisión Nacional Conmemorativa delos 50 años de la Heroica Gesta Patrióticaorganizó actividades previas a la fecha quedesarrollaron desde el pasado 3 de enero.Entre ellas, resaltó la difusión de reportajestelevisivos, conversatorios, programas es-peciales, develación de un nuevo monumen-to en honor a los que ofrendaron su vida porla patria y el recibimiento de la histórica ban-dera restaurada, protagonista de aquellagesta.

Transcurrido medio siglo, y como partede la organización, corresponderá en estaocasión al jefe del Ejecutivo, Ricardo Mar-tinelli, encabezar la izada de nuestro pa-bellón hasta media asta en la Plaza de laIndependencia. Le acompañarán ministrosde Estado, la primera dama, Marta Lina-res de Martinelli, familiares de los caí-dos, sobrevivientes e invitados espe-ciales.

Al reconocerse la fecha como Díade la Soberanía, la máxima dirigen-cia católica, José Domingo Ulloa,oficiará el “te deum” en la CatedralMetropolitana con la participación

del Gabinete en pleno.Posteriormente se colocarán ofrendas

florales sobre la tumba de los mártires del64 en el Jardín de Paz. La ofrenda con-sistirá en una corona de follaje con la palmavictoriosa cruzada, sostenida con cinta tri-c o l o r.

Sigue en el programa un desfile patrióticoen honor a los mártires y héroes en Balboa(lugar de los hechos) encabezado por elBenemérito Cuerpo de Bomberos de Pa-namá.

El Movimiento Ciudadano para el Forta-lecimiento de la Identidad Panameña, LaFundación Pro Instituto Nacional, La Fun-dación Ascanio Villalaz y El Colegio Nacio-nal de Abogados también preparó su pro-grama con una concentración en las es-calinatas del Instituto Nacional y concluyecon una caminata hasta la Escuela de Bal-boa.

Ayer se develó el último de los monumentos a la gesta del 9de Enero en la rotonda sobre la Avenida de los Mártires.