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8premioalaeducacion.clarin.com/files/3ra-edicion/notas-3ed.pdf · proyecto Miradas al cielo –que lle-va adelante junto a Liliana Prieto y Luciano Señorans– ganó la tercera edición

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8 || Clarin || eduCaCion || MIERCOLES 23 dE nOvIEMbRE dE 2011

> enfoques

Galperín y el equipo de Osiris en el Observatorio Astronómico de La Plata.

es profesor de Física, tie-ne 41 años, una esposa y dos hijos. Diego Gal-perín era porteño, has-ta que hace 15 años su pasión por la Astrono-

mía lo llevó a El Bolsón para ense-ñar los secretos del Universo de la manera que más le gusta: mirando al cielo. Y lo hace tan bien que su proyecto Miradas al cielo –que lle-va adelante junto a Liliana Prieto y Luciano Señorans– ganó la tercera edición del Premio Clarín-Zurich a la Educación: nada menos que 120 mil pesos para invertir en la enseñanza de esta ciencia natural. “No lo esperaba, casi no viajo por la ceniza”, confesó Diego a Clarín Educación, en una charla cargada de emoción y sueños a punto de hacerse realidad, tras la ceremonia de entrega de los premios.

–¿No te tenías fe?, como dicen los chicos antes de un examen.

–Estamos orgullosos de lo que hacemos pero la competencia era muy dura y ser seleccionados entre los 10 mejores proyectos en ense-ñanza de las Ciencias Naturales en el Secundario ya era un premio en sí mismo. Pero salir primeros ...

–Y cuando lo puedan creer ¿a qué van a destinar el premio?

–Queremos replicar nuestro tra-bajo en otras escuelas de Río Ne-gro y, por qué no, de todo el país.

MARIO QUInTEROS

Galperín recibió el primer premio Clarín-Zurich en la Fundación Proa, en La boca. “no hace falta ir a El bol-són para hacer observaciones, en buenos Aires también se pue-de”, asegura.

Mónica GarcíaEspecial para Clarín

La clave: aprender a mirar al cieloDiego Galperín, líder del proyecto de Astronomía ganador del Premio Clarín-Zurich a la Educación, propone descubrir el Universo a simple vista.

No hace falta estar en El Bolsón para estudiar astronomía mirando al cielo. Aunque a sus habitantes les parezca imposible, en Buenos Aires también se puede.

El proyecto Miradas al Cielo, del Instituto de Formación Docente Continua (IFDC) y el Centro de Educación Técnica (CET) N° 23, ambos de El Bolsón, tiene dos ejes. Uno está centrado en revalorizar la enseñanza de la Astronomía en el Nivel Medio, a través de prácticas didácticas innovadoras como las observaciones a cielo abierto con y sin telescopio. El otro, propone consolidar la participación de los alumnos de la escuela CET N° 23 dentro de un equipo de trabajo que ya se encuentra en funcionamien-to: el Grupo Astronómico Osiris, que está formado por estudiantes de escuelas secundarias y docentes de ese mismo nivel.

Pasión por las estrellasEl Grupo Astronómico Osiris

nació en 2005 y hoy es un referen-te importante para escuelas y la co-munidad de El Bolsón. Y Galperín es su coordinador general.

–¿Cuál es el propósito del Gru-po Osiris?

–Nos reunimos para aprender Astronomía y, al mismo tiempo, organizar actividades dirigidas a alumnos de otras escuelas de la zona y a la comunidad en general. Sólo en el último año participaron más de 2.000 alumnos y docen-

tes en nuestras actividades. Es una experiencia increíble ver cómo los alumnos que forman parte de Osi-ris ponen en juego sus potencia-lidades e intereses para generar un crecimiento personal. Ellos mismos descubren todas las cosas que son capaces de realizar. Y son cada vez más.

Diego no miente cuando dice que estos jóvenes astrónomos no paran de hacer cosas. En estos años de trabajo, instalaron un observatorio astronómico, que funciona en el Instituto de For-mación Docente Continua de El Bolsón, donde Galperín da clases. También hacen funciones gratui-tas de planetario móvil en escuelas primarias y secundarias. Y graban microprogramas de radio educati-vos. Además, en Octubre una co-mitiva viajó a La Plata para parti-cipar del 2° Encuentro de Jóvenes Astrónomos. Allí estuvieron muy inquietos y no se limitaron a asistir a charlas de expertos en Astrono-mía, sino que organizaron talleres para chicos de primaria sobre el cielo diurno y nocturno.

Pero de las múltiples actividades de Osiris, las observaciones a cie-lo abierto diurnas y nocturnas son las prácticas educativas que más emocionan a estos estudiantes. “Al mirar al cielo se ponen en práctica todos los conocimientos de Astro-nomía que se enseñan en el aula. Es la mejor forma de aprender”, asegura Diego Galperín.

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Una vuelta de tuerca a la Astronomía

“Ni la Astronomía es elitista ni la ciencia es

exclusiva de los mejores alum-nos”, sostiene Diego Galperín y explica que los chicos que par-ticipan en osiris no son genios ni mucho menos: “Algunos incluso se llevan Física”, asegu-ra. Tampoco son masoquistas: “En el grupo se divierten y tra-bajan los conocimientos cientí-ficos desde lo cotidiano. De eso se tratan las observaciones del cielo a simple vista: aprovechar un espacio que es de todos y

para todos”, explica Diego y agrega que los juegos también ayudan a despertar el interés de los alumnos por aprender. Por ejemplo, una buena idea para estudiar Astronaútica es lanzar un cohete de agua. Los chicos de Osiris lo experimen-taron con el profesor Pablo González. Los detalles de este experimento están en www.astroeduc.com.ar. Mientras que las actividades de Osiris se pueden conocer en www.astronomiabolson.com.ar

la tercera edición del Premio Clarín-Zu-rich distinguió pro-yectos pedagógicos destinados a mejorar la enseñanza de las

Ciencias Naturales en la escuela secundaria. Además del premio mayor de $120.000 obtenido por Miradas al cielo, de El Bolsón, hubo dos menciones de honor, de $25.000. La primera la ob-tuvo el proyecto de capacitación docente y formación de alumnos ayudantes y microlaboratorios del Colegio Nacional Arturo Illia, de Mar del Plata, a cargo de Silvina Santoiani. La segunda mención quedó en manos del científico del Conicet Alejandro Farji-Brener, e involucra a la es-cuela C.E.M. N°123, de Bariloche. Su propuesta incluye a docentes y alumnos en proyectos cortos de investigación científica.

Otros siete proyectos llegaron a la instancia final. Los de Ra-

món Amarilla, Escuela Madre Teresa de Calcuta (San Roque, Corrientes); Carlo Noseda, ESB N°2 (Exaltación del Cruz) y otras; Marina Mateu y otros, ESB N°2 (Buenos Aires); Omar Ramos y otro, Escuela de Agricultura (Tres Arroyos); Norma Sbarba-ti, Colegio Julio Argentino Roca (Buenos Aires); Salvador Gil, Es-cuela de Educación Técnica N°3 (San Martín) y otras; y Horacio Bosch, ESB N°1 (Tigre).

El jurado estuvo compuesto por Guillermo Jaim Etcheverry, investigador del Conicet y ex rector de la UBA; Pablo Jacov-kis, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA) y ex pre-sidente del Conicet; Diego Go-lombek, profesor de la Univer-sidad de Quilmes e investigador del Conicet, y Melina Furman, coordinadora científica de los programas Ciencia y Tecnología con Creatividad y Escuelas del Bicentenario.

Fuerte apuesta a las ciencias naturalesEl Premio Clarín-Zurich distinguió proyectos para escuelas públicas.

Los chicos del Grupo Osiris a punto de lanzar un cohete de agua.

El año próximo: Matemáticas

Segundos después de entregar el último

premio Clarín-Zurich a la Educación 2011, el equi-po organizador anunció la cuarta edición. Martín Etchevers, gerente de relaciones externas del Grupo clarín, adelantó que el próximo año el premio Clarín-Zurich distinguirá proyectos relacionados con las Matemáticas. “Cuando empezamos con el concur-so, nos parecía un poco utó-pico. Pero apuntó al corazón de la educación: la calidad. Y una de las obsesiones es la replicabilidad, porque buscamos que los proyectos pedagógicos que ganan ins-piren a otras comunidades”, asegura Etchevers. Por eso una de las condiciones de este premio es que la pro-puesta ganadora se aplique en una escuela pública de gestión estatal. Muy pronto se abrirá la ins-cripción a la edición 2012. Consultas: premioalaeducació[email protected]