7/25/2019 02 - Mundo paralelo - Juan Luis Garca Alonso

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No lo creers

No vamos a dejar de creer en

algo porque se haya vuelto increble.

Robert Frost

Cada da Thomas se levantaba temprano para ir a su trabajo. Se diriga al cuarto de bao y,

mientras se aseaba, se miraba en el espejo. Vea a un hombre joven, risueo, ilusionado

por vivir, ansioso por investigar. Mientras caminaba por Hyde Park hacia la Universidad,

pensaba en el desarrollo del da y, si era viernes, se planteaba cmo disfrutar el fin de

semana. Diriga el mejor laboratorio del Imperial College de Londres. Viva cerca, en una

casa decimonnica en la zona de Belgravia, regalada por sus padres, decorada segn las

ltimas tendencias en moda. Era una vida perfecta. Todos los comentarios atestiguaban su

buen carcter, sus maneras agradables y su consiguiente popularidad.

La realidad cambi.

Un da, Thomas empez a oir ruidos extraos en la casa;,determinados objetos personales

desaparecan y notaba extraas presencias, araazos en las puertas, luces que seapagaban. Estos sucesos le alteraron su estabilidad emocional y psquica. Estuvo

indagando en las diferentes bibliotecas de la ciudad e inquiriendo a diversos teosofistas

sobre las diferentes posibilidades que podran explicarle lo que suceda, mas ninguna le

result creble o razonable. Durante la bsqueda, contact con un religioso que le cont la

extraa teora de que los objetos intiles de una casa podan servir de pasadizo a los seres

del ultramundo. Si en dos hogares diferentes haba una misma foto, stas servan de canal

para trasladarse entre ambos lugares cruzando por el ultramundo. El religioso les

denominaba la vida extraa. Bajo esta definicin englob a las diversas criaturas que

incumben a la existencia del otro mundo, a la luz y a la oscuridad, al bien y al mal. En sus

conversaciones,le mostr una realidad diferente donde el bien no es dbil ni paternalista, ni

el mal es fruto de las meras acciones humanas que surgen de los psiquismos enfermos.

Cada vez que charlaban le insista en que la sociedad colapsara si expulsaba de su

realidad a estos seres sutiles que cumplen su vocacin existencial desarrollando el Bien o el

Mal segn sea el propsito encomendado. Tambin le describi a los diversos miembros de

las diferentes tribus que conformaban este ultramundo. De entre ellos, a Thomas le llam la

atencin los denominados fantasmas sbana, espritus de cuerpo largo, gracil, dotados

Comentado [U1]: No es el verbo que yo hubierausado. En general, huye del rebuscamiento.

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de un rostro vagamente dibujado, a veces con ojos, otras sin ellos, que pasan rpido

movidos por la brisa o el viento. Su apariencia es la de personas viejas, agresivas, almas

que se han entregado a una tierra sagrada pero que han sido separados violentamente de

su centro vital. El religioso le coment que cuando una puerta se abre sola, o se cierra de

manera brusca sin motivo aparente, indica el paso de uno de estos seres.

Una noche de luna nueva, de madrugada, Thomas escuch cmo alguien tanteaba

levemente el pestillo de la puerta. Sin ruido, la puerta se abri totalmente. Se filtr una luz

plida, sin origen, que entr en la habitacin y se par a su lado en la cama. Thomas

permaneci aterrorizado mientras le observaba. Tras unos momentos interminables, el ente

se volvi, atravesando de nuevo la puerta, profiriendo una risa horrible. Este fue el inicio delos viajes interdimensionales de las diferentes criaturas que conformaban la vida extraa por

su casa.

Thomas sigui levantndose temprano para ir a su trabajo. Se diriga al cuarto de bao y,

mientras se aseaba, se miraba en el espejo. No le gustaba lo que vea. Facciones

inexpresivas, mirada retrada, observaba a una persona encapsulada en su vida y su

destino. Preso de sus mltiples fobias y rechazos, permaneca encadenado a un trabajo

rutinario y a una vida montona. Su desesperacin le llev a sumergirse en su

cotidianocotidianeidad. No volvi a mostrar inters, ni curiosidad, por el lugar en el que

trabajaba, ni por las personas que atenda, ni se le vio posar sus ojos en otro lugar que no

fuera el suelo o las muestras en las que trabajaba en el laboratorio farmacolgico.

Los mdicos decan que su mente le haba abandonado dulcemente, sin hacer ruido,

tomando una decisin que le era propia: huir del mundo en que viva. Esta decisin se

califica por la sociedad como una enfermedad mental, por lo que fue obligado a tratarse

mientras sus sntomas perseveraban frente a los tratamientos qumicos, psicolgicos y las

sesiones elctricas. Algunos de los especialistas achacaron su enfermedad a la msica

clsica prohibida que escuchaba, mientras otros consideraron que se deba a una tara

gnica que portaba desde la cuarta generacin anterior.

La realidad es que, tras conocer esta hiptesis, Thomas so con marcharse de la vida que

padeca. Hubo quienes le vieron simultneamente en dos lugares. En ciertas ocasiones,

hubo quien le vea dando explicaciones en el laboratorio mientras su doble le remedaba.

Cuando suceda esta duplicidad, sobre todo alejados el uno del otro, el Thomas real

apareca somnoliento, agotado, hasta que su doble se esfumaba.

Thomas deseaba marcharse de este mundo en el que viva mostrando su ausencia.

Slo una vez, en el laboratorio, Thomas coment el ltimo suceso.

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La gente se encuentra conmigo en sitios donde no he estado. Ayer, un amigo me

coment que se haba despedido de m, que me encontraba en mi despacho del laboratorio

y, apenas haba cruzado la puerta de salida, me encontr de nuevo en el rellano de la

escalera. Confundido, se hizo a un lado para dejarme pasar, pero me dijo que no me mov.

Algo interrumpi el dilogo de Thomas. Desconcertado, levant la mirada y se lo encontr

delante de l. Sus ojos se apartaron rpidamente mientras un escalofro le paralizaba.

Haba visto unos ojos que no transmitan nada.

Sali apresuradamente hacia su casa. Una vez dentro, ech el cerrojo de la puerta y luego

se dedic a cerrar todas las ventanas. De camino a su cuarto, oy una vocecilla que le

llam:

Eres t?

Retrocedi despavorido.

Al darse la vuelta, comprob que yo le estaba esperando.

Juan Luis Garca Alonso

Me ha encantado, Juan Luis. Enhorabuena. Un relato muy redondo.

Eso s: me cuelas algunas palabrasno errneas, pero s extraas. Es cierto que ayudan

a la ambientacin 8el cuento es extrao en s), pero a veces vale ms ir a lo sencillo (que no

simple) que complicarnos la vida demasiado.

Con formato:Izquierda