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“ ….Está comunicando….” Texto: IGNACIO NOVO, Director Asociado del Área de Consultoría de Norman Broadbent. 25 Diciembre 2007 DIRECTIVOS Ideas y Tendencias D esde siempre, y en especial desde que me dedico a la consultoría, he sentido cierta condescendencia e incluso simpatía con el interlocutor “tentativo” cuando al otro lado de la línea telefónica he escuchado esas palabras. Aunque muchas veces la persona que me respondía no fuera cons- ciente del significado y la importancia de estar comunicando o comunicándose, era mucho más agradable que escuchar el cada vez más clásico “está ocupado -u ocupao- ” o “ no se puede poner, envíele - “mande”- un mail”. Desde siempre también y, muchos cientos de siglos antes de existir la consultoría, toda la humanidad ha visto en la comu- nicación una necesidad. Sin embargo es en los últimos años y, en especial en el entorno empresarial, cuando la ausencia o la mala comunicación entre personas se ha convertido en una preocupación. Más preocupante resulta si tenemos en cuenta la cantidad de medios, instrumentos, tecnología e incluso profesionales existentes hoy para facilitar esa “ardua” tarea que practicamos desde el origen de nuestra especie. Actualmente es recurrente que las empresas acudan a bus- car soluciones a sus “problemas de comunicación” o bien a reforzar y desarrollar las “habilidades de comunicación “ de mandos y directivos. Sin embargo, entiendo esencial dos características que en ocasiones se nos olvidan para que resulte eficaz la posible solución. Hablo, o mejor, escribo de la naturalidad y la actitud. Naturalidad, que significa espontaneidad en el modo de pro- ceder y de cuya falta podemos acudir a numerosos ejemplos tanto en nuestra vida personal como profesional. Citaré los típicos que consisten en enviar un mail a una persona que está puerta con puerta en la oficina, utilizar el GPS del coche cuando llegamos a un pequeño pueblo con gente dispuesta a ayudarnos a encontrar la dirección deseada o bien “torturar” a algún colaborador con un mail de instrucciones que bien podría parecer el prospecto de algún medicamento. Me pregunto si no mejoraría la comunicación si me acerco en ocasiones al compañero de al lado o a mi colaborador y les cuento algo desde el quicio de la puerta o le detallo las instrucciones del trabajo para asegurarme de que me han entendido. Y seguro que gano en simpatía, y en tiempo, si pregunto a los habitantes del pueblo en vez de dar vueltas como si fuese un espía debido a los “lógicos” contratiempos del GPS del coche. Respecto a la actitud hacia la escucha activa y hacernos enten- der lo explicaré brevemente. Bastaría con que hiciésemos el mismo esfuerzo para que nos entiendan nuestros colaboradores que el que hacemos muchos que hablamos mal inglés cuando tenemos una reunión con un cliente o jefe venido del extranjero. ¡El intento de comunicación en estado puro! Ambas características, naturalidad y actitud, pueden ser desa- rrolladas si se es consciente de las carencias que tenemos en relación a ellas. Bien sólo o con ayuda de profesionales cuya utilidad y oportunidad radica en analizar cual de las dos, o las dos, fallan y adoptar la mejor solución. No me imagino, aún con un prodigioso ejemplo de comunicación escrita en forma de manual, que mi hijo, leyendo o escuchando el mismo, hubiese aprendido a montar en bicicleta o atarse los zapatos. En cambio sí me imagino, bueno, estoy completamente seguro, de que no volverá a dirigirme la palabra si recibiese uno de los cursos de comunicación directiva y le insistiera que, para entendernos, su mensaje ha de ser claro y conciso, interesante y atractivo, sencillo, completo, preciso y con rigor, ameno, no aburrido, consistente y coherente y además….que se lo prepare. Cuestión de naturalidad y oportunidad. Tampoco me imagino a un profesional de nivel que en su vida personal tenga comportamientos como no saludar en los sitios, se le tenga por huraño entre compañeros y fuese, sin embargo, considerado un buen comunicador. Cuestión de actitud y de coherencia. Máxime si queremos que nos consideren comunicativos que, según el diccionario de sinónimos significa sociable, amable, expresivo, accesible, tratable, 25_Comunic_02 Ideas.indd 25 29/11/07 08:06:04

04 Comunic 02Sumariopdfs.wke.es/3/7/4/2/pd0000023742.pdfles cuento algo desde el quicio de la puerta o le detallo las instrucciones del trabajo para asegurarme de que me han entendido

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Page 1: 04 Comunic 02Sumariopdfs.wke.es/3/7/4/2/pd0000023742.pdfles cuento algo desde el quicio de la puerta o le detallo las instrucciones del trabajo para asegurarme de que me han entendido

“ ….Está comunicando….”Texto: IgnacIo novo, Director Asociado del Área de Consultoría de Norman Broadbent.

25Diciembre 2007

Directivos

Ideas yTendencias

Desde siempre, y en especial desde que me dedico a la consultoría, he sentido cierta condescendencia e incluso simpatía con el interlocutor “tentativo” cuando al otro

lado de la línea telefónica he escuchado esas palabras. Aunque muchas veces la persona que me respondía no fuera cons-ciente del significado y la importancia de estar comunicando o comunicándose, era mucho más agradable que escuchar el cada vez más clásico “está ocupado -u ocupao- ” o “ no se puede poner, envíele - “mande”- un mail”.

Desde siempre también y, muchos cientos de siglos antes de existir la consultoría, toda la humanidad ha visto en la comu-nicación una necesidad. Sin embargo es en los últimos años y, en especial en el entorno empresarial, cuando la ausencia o la mala comunicación entre personas se ha convertido en una preocupación. Más preocupante resulta si tenemos en cuenta la cantidad de medios, instrumentos, tecnología e incluso profesionales existentes hoy para facilitar esa “ardua” tarea que practicamos desde el origen de nuestra especie.

Actualmente es recurrente que las empresas acudan a bus-car soluciones a sus “problemas de comunicación” o bien a reforzar y desarrollar las “habilidades de comunicación “ de mandos y directivos. Sin embargo, entiendo esencial dos características que en ocasiones se nos olvidan para que resulte eficaz la posible solución. Hablo, o mejor, escribo de la naturalidad y la actitud.

Naturalidad, que significa espontaneidad en el modo de pro-ceder y de cuya falta podemos acudir a numerosos ejemplos tanto en nuestra vida personal como profesional. Citaré los típicos que consisten en enviar un mail a una persona que está puerta con puerta en la oficina, utilizar el GPS del coche cuando llegamos a un pequeño pueblo con gente dispuesta a ayudarnos a encontrar la dirección deseada o bien “torturar” a algún colaborador con un mail de instrucciones que bien podría parecer el prospecto de algún medicamento.

Me pregunto si no mejoraría la comunicación si me acerco en ocasiones al compañero de al lado o a mi colaborador y

les cuento algo desde el quicio de la puerta o le detallo las instrucciones del trabajo para asegurarme de que me han entendido. Y seguro que gano en simpatía, y en tiempo, si pregunto a los habitantes del pueblo en vez de dar vueltas como si fuese un espía debido a los “lógicos” contratiempos del GPS del coche.

Respecto a la actitud hacia la escucha activa y hacernos enten-der lo explicaré brevemente. Bastaría con que hiciésemos el mismo esfuerzo para que nos entiendan nuestros colaboradores que el que hacemos muchos que hablamos mal inglés cuando tenemos una reunión con un cliente o jefe venido del extranjero. ¡El intento de comunicación en estado puro!

Ambas características, naturalidad y actitud, pueden ser desa-rrolladas si se es consciente de las carencias que tenemos en relación a ellas. Bien sólo o con ayuda de profesionales cuya utilidad y oportunidad radica en analizar cual de las dos, o las dos, fallan y adoptar la mejor solución.

No me imagino, aún con un prodigioso ejemplo de comunicación escrita en forma de manual, que mi hijo, leyendo o escuchando el mismo, hubiese aprendido a montar en bicicleta o atarse los zapatos. En cambio sí me imagino, bueno, estoy completamente seguro, de que no volverá a dirigirme la palabra si recibiese uno de los cursos de comunicación directiva y le insistiera que, para entendernos, su mensaje ha de ser claro y conciso, interesante y atractivo, sencillo, completo, preciso y con rigor, ameno, no aburrido, consistente y coherente y además….que se lo prepare. Cuestión de naturalidad y oportunidad.

Tampoco me imagino a un profesional de nivel que en su vida personal tenga comportamientos como no saludar en los sitios, se le tenga por huraño entre compañeros y fuese, sin embargo, considerado un buen comunicador. Cuestión de actitud y de coherencia.

Máxime si queremos que nos consideren comunicativos que, según el diccionario de sinónimos significa sociable, amable, expresivo, accesible, tratable,

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