431

1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

  • Upload
    lydat

  • View
    224

  • Download
    2

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 2: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 3: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001DEPÓSITO LEGAL: AS-3561-2001I.S.B.N.: 84-607-2737-8EDICIÓN: FUNDACIÓN FORO JOVELLANOS DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS© DE LOS TEXTO: AGUSTÍN GUZMÁN SANCHO© DE LA PRESENTE EDICIÓN: FUNDACIÓN FORO JOVELLANOS DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS

MAQUETACIÓN: EME DIGITAL

Page 4: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

La edición de este libro consta de 2.100 ejemplares, de ellos los 100 primeros con encuadernaciónespecial y sellados con el escudo en lacre de Don Balthasar Melchor Gaspar María de Jovellanos,corriendo la misma a cargo de la Fundación Foro Jovellanos del Principado de Asturias, con lacolaboración especial de la Fundación Hidroeléctrica del Cantábrico y de la Consejería de Educacióny Cultura del Principado de Asturias.

Page 5: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 6: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 7: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 8: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

A la memoria de FranciscoCarantoña Dubert, Presidente que fuedel Foro Jovellanos.

Page 9: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 10: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 11: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

JULIO SOMOZA. Foto: Joaquín García Cuesta, 1930. Museo de Bellas Artes de Asturias.

Page 12: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

La conservación de la memoria delos hombres de mérito debe ser tantomás apreciable entre nosotros, cuantoson muy pocos los que han trabajado enfavor de ella. ¡Qué de hombres dignosde buena y larga fama no habrá sepulta-do en el olvido el torpe descuido de queen este punto adolecemos! Trabajemos,pues, en desterrarle de entre nosotros o,por lo menos, descarguémonos de laparte que nos cabe en la nota de ingrati-tud que ha contraído nuestro siglo res-pecto de los que han pasado.

JOVELLANOS (Carta décima a Ponz).

Page 13: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 14: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 1

Nacimiento, nombre, linaje ymagisterio

1.— Una familia vinculada a Jovellanos

Julio Somoza García nació en la Plaza Mayor de Gijón (esquina a lacalle Trinidad), en una casa cuyos balcones habrían de servir durante muchosaños de púlpito para los sermones de Cuaresma, Semana Santa y Misiones1.Nació a las siete de la mañana de la víspera de Nochebuena del año 1848,siendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres deJulio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era oriunda de Galicia; y lamaterna, asturiana. Su padre, don José Somoza, era capitán de Artillería; sumadre, doña María del Pilar García, descendía de una de las más notoriasfamilias de Gijón2.

La carrera militar del padre sería, sin duda, la que determinó el naci-miento de sus hijos en Gijón. Don José Somoza-Montsoriú y Castro, habíanacido hacía veintisiete años, que a la sazón tenía cuando contrajo matrimo-nio, en San Cosme de Mayanca (Coruña), y era hijo del hacendado donManuel Somoza Montsoriú y Aldao, de igual naturaleza, y de doña Juana delCastro y Romero, natural de Barbeito (Santiago). Destinado el joven capitána la entonces plaza fuerte de Gijón, que contaba con cuartel de artillería,situado en el nº 35 de la calle Comercio (hoy Marqués de San Esteban) y conel fuerte y batería de Santa Catalina, habría de conocer a su futura esposa enel círculo castrense de la villa, pues era doña María del Pilar García-Sala yBlanco hija y nieta de militares. Había nacido, hacía veintiséis años, en Gijón,

1 Así nos lo ha dicho el propio Somoza en Cosiquines de la mió Quintana; pág. 45. Destacabael sermón del Encuentro, que si el viento no soplaba fuerte se predicaba desde el Palacio deSan Esteban. 2 Libro de nacimientos del Ayuntamiento de Gijón, Archivo Municipal de Gijón (A.M.G.),año 1848, folio 78 vuelto, partida nº 4.

Page 15: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

siendo sus padres: Don Victoriano García-Sala Valdés-Llanos, natural deGijón, y doña Manuela Blanco y Cirieño de Inguanzo, natural de Llanes.

El propio Julio Somoza nos hablará de la circunstancia de estar suascendencia asturiana muy vinculada a la vida de Jovellanos. Así cuandologra leer por primera vez los Diarios de Jovino dirá: Por allí andan mis tíos, yabuelos y parientes... ¡con qué placer no he visto sus nombres en aquel relato!3 Sereferiría sin duda a tíos abuelos4.

En efecto, Jovellanos estuvo muy vinculado a los ascendientes deSomoza. Así el abuelo materno, don Victoriano García-Sala y Valdés Llanos,aparece citado numerosas veces en los Diarios de don Gaspar: unas, acompa-ñándole en sus paseos, solos o con más personas; otras, de viaje, a Carrió o aCandás; otras, comiendo en su casa y sesteando; cuando no jugando o de ter-tulia al terminar el día, o atento a algunas de las veladas literarias del ilus-trado; y siempre participando de los buenos momentos a fuer de buen amigo,como cuando asiste con los alumnos del Instituto a la merienda que les diodon Gaspar en Contrueces.

Era Victoriano hijo de una hermana de Pedro Valdés Llanos, el amigoa quien Jovellanos habría de cuidar en su lecho de muerte, contagiándose asíde su pulmonía de la que habría de morir —también él— pocos días despuésen Puerto de Vega. La amistad del amigo se amplió al sobrino. La hermanade Pedro (Don Petris para su amigo), doña Joaquina, había enviudado en 1789de don Marcos García-Sala Argüelles y Valcázar, nieto de otro Marcos García-Sala Argüelles, que fue cofundador de la capilla del Rosario5. Preocupada porel futuro de su hijo, doña Joaquina consulta a Jovellanos. Éste anota en sudiario: “Me consultó sobre Victoriano, que repugna volver a casa del Obispo,y tiene razón. ¿Qué sacará de allí? ¿Educación? No se da. ¿Renta? Es para losparientes. ¿Algún triste curato? No quiere ser clérigo. ¿Estudios? ¿Pero quéhará de ellos? ¿Recibirse de abogado? Veremos. Trátese con don Pedro, yPaula”6. Jovellanos se preocupaba, pues, por el futuro de Victoriano, quien alfinal seguiría la carrera de las armas, primero como oficial de la Marina ydespués en el arma de Infantería.

3 MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Epistolario. Madrid, Fundación Universitaria, 1982-1991. Tomo XI; carta 393; fecha 21 noviembre de 1891; pág. 368.4 No creemos que fuera pariente suyo Javier García Sala cuyo ascenso a alférez de fragataanota Jovellanos en el diario. (JOVELLANOS, Gaspar Melchor de. Diarios. Tomo II. Ediciónpreparada por Julio Somoza. Oviedo, I.D.E.A., 1954, pág. 272).5 De hecho, la familia tenía la casa vinculada al mayorazgo junto a la capilla y se extendíahasta la calle Corrida.6 Ídem; pág. 173. Victoriano, el abuelo de Somoza, tenía dos tíos canónigos, uno en SanMarcos de León, y otro en la Catedral de Oviedo. De éste le vendría la influencia para colo-carse cerca del obispo.

16

Page 16: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Sabido es que Gijón fue pionera en Asturias en el levantamiento con-tra los franceses en la Guerra de la Independencia. El caso fue que el cónsulfrancés en Gijón se atrevió a arrojar desde el balcón de la casa que habitaba,en la calle de la Cruz (popularmente conocida como Corrida), impresos com-prensivos de una carta que se suponía escrita en Toledo por uno que se titu-laba capitán retirado. Pintábase en ella con vivos colores la situación lamenta-ble de España, la incapacidad de sus habitantes para contrarrestar el poderdel Emperador de los franceses, lo felices que serían los españoles mudandode dinastía, la corrupción del Palacio real, y la ineptitud de Carlos IV, nomenos que la del Príncipe que acababa de subir al Trono7.

En las inmediaciones de la casa del cónsul se encontraban don JoséMaría Cienfuegos, director del Instituto, don Antonio Merconchini, provee-dor de las fábricas de Oviedo y fundición de Trubia, don Luis Menéndez, ofi-cial de Artillería, y don Victoriano García Sala, abuelo de Somoza. La indig-nación de estos señores fue grande. y por lo que respecta a la actitud deGarcía Sala, he aquí cómo la describe su nieto:

El 5 de mayo de 1808, era cónsul francés en Gijón, Mr. MiguelLagoancre (no Lagonnier, ni Dagonnier, como erróneamente escriben otros),quien, no comprendiendo el estado de ánimo del pueblo español por aquellosdías, arrojó desde su casa, una proclama anónima, al pueblo, favorable a lacausa napoleónica. Uno de los que presenciaron el hecho, don VictorianoGarcía-Sala, cogió la proclama, la rasgó, la pisoteó, y la escupió, retandoenseguida al cónsul y a los suyos. Esto fue el origen del motín, que terminóhuyendo el cónsul, de Gijón, con su familia, para La Coruña, y pereciendodespués en la travesía a Francia8.

En efecto, al extenderse la noticia el pueblo se amotinó y una turba demareantes “llenando de piedras sus gorros” apedrearon los balcones y rom-pieron los cristales. Salió entonces uno de los compañeros del cónsul por lapuerta trasera del edificio a refugiarse en un buque anclado en la dársena, conpabellón de su nación, y encuentra en el tránsito a don Victoriano García Sala,y lleno de orgullo y altanería, a pesar de lo crítico de los momentos, le exigesatisfacción por el descaro, como decía, de haber roto uno de los impresos yarrojado con desprecio sus fragmentos. Don Victoriano, por su parte, le con-testa con dignidad y entereza “haberse hecho gran ofensa a sus Reyes y a lanación, ofensa que como buen español no puede ni debe tolerar”. Oído eldebate por gentes inmediatas, las enardece e irrita, y reforzadas con los tripu-

7 ÁLVAREZ VALDÉS, Ramón. Memorias del Levantamiento de Asturias en 1808. Oviedo, 1889.Otros autores como Rendueles Llanos fijan la fecha de estos sucesos el 29 de abril, con loque no sólo sería Gijón pionera en Asturias sino en España.8 SOMOZA GARCÍA-SALA, Julio. Cartas de Jovellanos y Lord Vassall Holland, sobre la guerrade la Independencia (1808-1811). Madrid, 1911; págs. 151 y s. Nota 76.

17

Page 17: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

lantes de doce cañoneros de marina que en dársena se hallaban, se encaminana la casa del cónsul y se disponen a romper las puertas para apoderarse de supersona. El Juez don Toribio Junquera desde el edificio que habitaba, conti-nuo al del francés, logró apaciguar los ánimos al grito de ¡Viva Fernando VII!9.

Durante la guerra de la Independencia, Victoriano García Sala alcan-zará el grado de Sargento Mayor o Teniente Coronel del Regimiento deGranaderos de Gijón, a las órdenes del coronel don Pedro Castañedo10. Seríacomisionado por la Junta de Asturias en varias ocasiones. Una de ellas paraque se avistase con La Romana (Marqués de las Romerías, para quienes critica-ban su asombrosa movilidad) y le entregase un pliego, expresivo del estadoangustioso de la provincia. La respuesta que recibió de éste fue que tenía dis-puesto pasar al Principado.

Pero en otra ocasión le comisionó para que pasando a Sevilla, yponiéndose de acuerdo con Jovellanos y Campo-Sagrado, manifestase a laJunta Central el estado de penuria en que se hallaba el Principado deAsturias. Con muchísimo gusto habría de llevarla a cabo, pues además deservir a su tierra natal le ofrecía la oportunidad de ver a su antiguo amigo ypaisano, Jovellanos. Tan buena acogida tuvieron estas gestiones que el 13 deabril de 1809 recibe la Junta Asturiana la agradable noticia de haber decreta-do la Central 50.000 fanegas de trigo, 850 quintales de arroz; y por si fuerapoco, el 23 de abril llegaron a Gijón dos millones de reales11.

Estando Victoriano García Sala en Sevilla, recibe Jovellanos el anun-cio del arribo de varias personas emigradas de su tierra natal, entre ellas supupila, que tenía dieciséis años y medio, y llegaba acompañada de su aya,doña Ana Álvarez12. Esta jovencita estuvo nueve meses en Sevilla. Pudo serentonces cuando Victoriano conociese a la pupila de Jovellanos, ManuelaInguanzo de Cirieño, con quien habría de contraer matrimonio. Aunque elpropio Somoza no descarta tampoco que se conocieran de antes en su propiatierra. A este respecto hay que recordar una carta, cuyo contenido se desco-

9 ÁLVAREZ VALDÉS, Ramón. Memorias del Levantamiento de Asturias en 1808. Oviedo, 1889;págs. 11 y 12.10 En cláusula de fecha 25 de febrero de 1831, añadida a su testamento, dirá que fueTeniente Coronel en propiedad por la Junta de Oviedo y que aun después se le dio elGrado de Coronel por el General Arce, Comandante General de la provincia por su acciónde armas, pero que no le fueron probadas tales distinciones. (Archivo Histórico Provincialde Asturias. Protocolo del escribano de Gijón Benito Rodríguez Llamas. Caja 2.095. Año1845; folio 26).11 Cartas de Jovellanos y Lord Vassall Holland; pág. 152. Nota 76. Incluye aquí Somoza unacarta de Jovellanos al propio Victoriano, que había encontrado recientemente en el archivode Romero Ortíz, y que lleva el número 1.838 del Tomo V, de la edición de ObrasCompletas de Jovellanos del profesor Caso González.12 Carta de Jovellanos a Lord Holland, de fecha 6 junio de 1809; la nº 1.886 de la edición delas Obras Completas de Jovellanos del Profesor Caso. Tomo V; pág. 593.

18

Page 18: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

noce, que Jovellanos envía al entonces Doctoral de la Catedral de Oviedo ymás tarde Cardenal Primado de Toledo, don Pedro Inguanzo y Ribero, inte-resándose por Victoriano. Era el doctoral tío segundo de Manuela Inguanzo,de modo que pudo estar aquí el origen o la causa por la que vendrían losfuturos esposos a conocerse13.

Así pues, la abuela de Somoza fue la famosa pupila de Jovellanos.Gracias al propio don Gaspar sabemos cómo vino a tal situación. A punto demorir la madre, doña Benita Cirieño de Inguanzo, Jovellanos anota en susDiarios: “Noticia de que está a la muerte la Indiana de Cirieño, que nos nom-bra albaceas a mi hermano y a mí”14. Y no sólo nombraba a los dos hermanosalbaceas sino también tutores de su hija. Esta decisión de su bisabuela laexplicará Julio Somoza por la amistad entre ella y una hermana deJovellanos, según carta a su amigo don Sebastián Soto y Cortés, bisnieto dedicha hermana:

Una idea, por si no le hablé de ella. —Nunca pude atinar por quédon Gaspar y don Frco. de Paula Jovellanos fueron tutores de mi abuela doñaManuela Blanco e Inguanzo de Cirieño (sic). Pero recordando que su bisa-buela de Vd. doña Juana Jacinta Jovellanos que residió continuamente enCangas de Onís, tendría relaciones o amistad con mi bisabuela doña BenitaInguanzo de Cirieño; se originaría de esta amistad el nombramiento de tuto-res a favor de los dos hermanos de doña Juana Jacinta, don Francisco y donGaspar. —Mi abuela fue bautizada en “Sebarga”, barrio de dicha parroquia,a la margen derecha del Ponga. Aún deben subsistir por allí, descendientesdel apellido Blanco, dueños quizá del solar15.

También nos aclara el propio Somoza que accedieron los dos herma-nos a ser tutores de su abuela exigiéndole sólo que nombrase otros dos cotutoresde autoridad, que participaran de tal cuidado, designando al primo de la tes-tadora, el Canónigo doctoral de Oviedo (don Pedro Inguanzo Ribero) y alPárroco de Gijón que por tiempo fuera (don Nicolás de Sama hasta 1805).Falleció la Indiana en Gijón el 3 de agosto de 1796, dejando a la huerfanita,nacida el 31 de diciembre de 1792, de escasos cuatro años y a la sazón enfer-mita, a merced de los tutores16.

13 La carta no figura citada en la edición del Profesor Caso González de las ObrasCompletas de Jovellanos. Aparece referenciada en el diario del día 20 de enero de 1796:“Carta al Doctoral, sobre cosas de Victoriano”. Op. cit., pág. 211.14 Ídem, pág. 264.15 Carta fechada el día de Santo Tomás de 1893. Se conserva entre los Fondos pertenecientesa Pedro Hurlé del Archivo Histórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, 50/1. 16 Prólogo a HUICI MIRANDA, Vicente. Miscelánea de trabajos inéditos, varios y dispersos deD. G. M. de Jovellanos. Barcelona, 1931. La abuela de Somoza sería bautizada el 1 de enerode 1793.

19

Page 19: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

El pupilaje daría a Jovellanos grandes quebraderos de cabeza.Muerto su hermano Francisco de Paula, que fue quien desde el primermomento se encargó particularmente del cuidado de la niña17, don Gasparllevó a cabo una buena inversión del dinero de su pupila en fincas, con elconsentimiento del párroco. No obstante el Doctoral dio contraorden a suapoderado, Sr. Braña, para que no firmase las cuentas que se le presentabany que había hallado conformes. Pero don Gaspar, esclavo de la formalidad,obligó a firmar a Braña como se hizo, acordó y extendió. Desde entoncesInguanzo, a quien calificaba Somoza de “genio, agrio, áspero y despechadopor no haber tenido consigo el arca de las tres llaves; rígido, duro y frenético,como todo asturiano montañés finítimo del cántabro”, escribía contra elInforme de la Ley Agraria y se convirtió en uno de los perseguidores de donGaspar18.

Por el contrario, la pupila habría de reconocer siempre su eternoagradecimiento a los Jovellanos. Es más, en su vejez aún los recordaría concariño. Tenemos de ello el testimonio de su propio nieto: Quien estas líneasescribe ha oído de labios de la misma pupila de Jovellanos, frases de admiración yrespeto consagradas a la memoria de aquel varón insigne, y a la de sus hermanos yparientes, principalmente don Francisco de Paula, y su esposa doña Gertrudis, donBaltasar González de Cienfuegos, doña Antonia Argüelles y otros entre quienesvivió, recibiendo de todos ellos, palabras constantes de su entrañable amor y afecto19.

Las relaciones de la joven con los Jovellanos debieron ser, en efecto,muy cariñosas si tenemos en cuenta que Francisco de Paula y Gertrudis delBusto deseaban ardientemente tener descendencia; en una de las cartas deFrancisco de Paula a su hermano le dice que su esposa había cogido la flordel agua. Esta tradición consistía en beber, tras la noche de San Juan, el aguade una fuente antes que ninguna otra persona. De esta manera la mujerlograba quedar en cinta. La niña habría de llenar, pues, aquel vacío de hijos.Por otra parte, sabemos por Jovellanos que aquella niña, a la que llamaba con

17 Según carta de Jovellanos a José Antonio Caballero, fechada en el Castillo de Bellver el17 de abril de 1805. (Carta 1.450. T. IV de las Obras completas. Edición del profesor CasoGonzález; pág. 186).18 A pesar de la conducta irreprochable de Jovellanos, que incluso llega a invitar al Doctorala su casa para que resida el tiempo que hiciera falta mientras se arreglaban las cuentas dela pupila, a lo que se negaría el orgulloso prebendado, figurará Inguanzo como ofendidoen la delación anónima por la que se denunció a Jovellanos a la Inquisición. En el prólogoa la obra antes citada de Huici Miranda, sigue diciendo Somoza hablando de Inguanzo:“escribió un libro, ruidoso en su tiempo, intitulado El dominio sagrado de la Iglesia en sus bie-nes temporales (Cádiz 1813, y Salamanca 1820-1823; dos tomos en 4). En él refuta el Informede Jovellanos sobre la Ley Agraria, y el Tratado de Amortización de Campomanes.Asturianos los tres, se nota enseguida de qué lado cae la intransigencia, inspirada siemprepor el imperativo categórico, que no quiere doblegarse jamás ante ningún razonamiento”.19 Las Amarguras de Jovellanos. Gijón, 1889, pág. 66.

20

Page 20: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

el cariñoso nombre de Nolina20, gracias al cuidado y vigilancia de Franciscode Paula logró no sólo recuperarse de sus males, sino criarse poco a pocorobusta y al mismo tiempo recibir aquella educación que a su buen naci-miento y decente fortuna convenía21.

Ello hace que nos planteemos si fue la afición jovellanista de Somozauna vocación promovida y cultivada por su abuela; si la obra de Somoza nofue sino el producto de la admiración sembrada por esta mujer en aquella fér-til tierra del alma sensible y tierna de su nieto. Y la contestación no puede sersino afirmativa, porque murió doña Manuela, conocida también por el apodode La Millona, el 30 de abril de 1861, cuando Somoza tenía doce años, edadsuficiente para quedar impresa para siempre en su alma la imagen que leofrecía aquel libro viviente del inmortal Jovellanos; porque fue esta anciana,sí, el primer libro donde aprendió a conocer a Jovellanos, y su primera maes-tra jovellanista.

Cuando Manuela llega a Sevilla en 1809, se encontrará allí con susdos tutores, don Gaspar y don Pedro Inguanzo, que era el Secretario de laJunta Central, Y sería entonces cuando la amistad se estrecharía entre losfuturos esposos que aún tardarían tiempo en contraer matrimonio. Se casaríanen Gijón el 26 de diciembre de 1812. Para entonces el amigo tutor: Jovellanos,que había sido sin duda la causa de que se conocieran, ya había muerto. Fueuna boda con una gran diferencia de edad: Victoriano, nacido en Gijón en1776, contaba 36 años, mientras que Manuela tenía 20 años22. Tuvieron cua-tro hijos: dos varones y dos hembras; los varones se llamaban Santiago yEustoquio; y las hembras, Cándida y Pilar. Somoza no llegó a conocer a suabuelo que murió en 1844 23.

20 En carta a su cuñada Gertrudis, viuda de Francisco de Paula, en cuya casa la debió dedejar al partir al Ministerio, escribe en una posdata: P.S. Memorias a Nolina Blanco Inguanzo.Lleva fecha de 26 de septiembre de 1798. La publicó Somoza en Jovellanos: manuscritos iné-ditos, raros o dispersos... Nueva serie. Es la número 1.166 de la edición de Obras Completas delprofesor Caso González, T. III; pág. 392.21 Carta 1.450. T. IV de las Obras completas. Edición del profesor Caso González; pág. 186.22 Por ser menor de edad, precisó la joven novia el consentimiento de su tutor que lo eraentonces, ya muerto Jovellanos, el párroco de Gijón y posteriormente Abad de Coira enGalicia, don Antonio Cónsul Jove, según reza en la escritura de capitulaciones matrimo-niales de 20 de diciembre de 1812, otorgada a la fe del escribano don José Suárez Llanos.(Archivo Histórico Provincial de Asturias. Protocolo de Gijón, Caja 1998).23 Su testamento, otorgado en su cuarto de despacho de su casa de Gijón, el 11 de mayo de1830, puede verse en la caja 2.090 de la Sección de protocolos de Gijón, del ArchivoHistórico Provincial de Asturias. Sería posteriormente ampliado mediante cláusulas holó-grafas (Nota 9).

21

Page 21: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 22: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 23: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

2.— Niño sordo

Por lo que respecta al matrimonio de los padres de Somoza, se cele-bró en la iglesia parroquial de San Pedro de Gijón el 3 de enero de 184724 yfijaron su domicilio en la calle Trinidad número 4, en donde a las seis de lamañana del día 25 de noviembre de ese mismo año, les nació su primer hijo,a quien pusieron los nombres de Manuel, Cándido y Eustoquio25. Así pues,poco más de un año era la diferencia de edad que va a separar a Julio Somozade su hermano primogénito. Habrá entre los dos hermanos semejanza degustos, compartiendo las mismas inquietudes de publicista, historiador yescritor, e incluso en alguna ocasión se serviría Julio de su hermano paraencargarle algunas importantes comisiones en la tarea investigadora, comotendremos ocasión de ver.

Pero en lo que no quiso el destino que coincidiesen fue en la carreramilitar. Ambos intentaron seguir la suerte de su padre en el arma deArtillería. Manuel ingresaría en la academia de Segovia y logró alcanzar elgrado de comandante, con el que moriría a la temprana edad de 46 años, el20 de marzo de 1894, en Castellón de la Plana, dejando tras de sí un brillan-tísimo expediente. Casado con doña Emilia Alemany y Franco no tuvo des-cendencia. Había sido condecorado con las Cruces de Carlos III, Isabel laCatólica, San Hermenegildo, Mérito Militar y otras, algunas por méritos decampaña en la segunda guerra carlista, habiendo sido herido en su primerhecho de guerra en Zaragoza. Prestó servicios en la Fábrica Nacional deArmas de la Vega de Oviedo26. En 1887 ambos hermanos colaborarían en untrabajo titulado El General Cienfuegos, que habría de aparecer en la revistaMemorial de Artillería, muerto Manuel27.

Julio Somoza, por su parte, emprenderá estudios en Madrid ySegovia con la misma finalidad, pero no logró acabar la carrera. Él daría deeste fracaso la siguiente explicación: Fracasé por tres motivos: por mi estatura(1,60 m); por mi sordera (nativa e incorregible), y por mi desaplicación, que me arras-traba a los estudios histórico-literarios.

Fue su sordera, a nuestro entender, el primer condicionamiento de sucarácter. Al referirse a ella lo hacía con aparente humor: Todo me ha salido mal—dice— hasta el nacimiento, pues que vi la luz con una sordera total del oídoizquierdo, y no oigo el violín, ni el canto de los pájaros, ni puedo percibir la voz ange-

24 Libro de matrimonios del Ayuntamiento de Gijón, A.M.G., año 1847, folio 1, partida 1. 25 Libro de nacimientos del Ayuntamiento de Gijón, A. M. G., año 1847, folio 70 vuelto, par-tida nº 7. 26 CONSTANTINO SUÁREZ, Escritores y Artistas Asturianos. Tomo VII. Edición de don JoséMaría Cachero, Oviedo, págs. 147 y s. 27 Ídem. y Palau, T. ; pág. 504.

24

Page 24: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

lical de la divina Patti, ni la maravillosa voz del egregio Emilio Castelar28. Sinembargo, hay en esta frase un dejo de amargura. Y es que, en efecto, a lo largode esta biografía confiamos ir descubriendo qué motivos tuvo para afirmarde sí mismo que todo le había salido mal.

Resulta fácil imaginarse a Julio niño sordo, algo más que distraído,introvertido, aislado, falto de relación social, con un sentimiento de ser dife-rente, siendo seguramente muchas veces objeto de burlas de los demás niños.Claro que también este aislamiento ayudaba poderosamente a desarrollar elambiente necesario para una total entrega a la labor investigadora. La vidaentraba en Somoza más desde el libro que desde la calle, más desde el ojo quelee que desde el oído que oye. Somoza fue un alma vuelta en sí, solitaria yaislada, y esto la causa de su genio y de su ingenio.

Quienes conocieron sus desgracias personales sabían disculparle. Yaun cuando no, todos los que se lamentaban de su carácter reconocían sumucha valía, e incluso algunos abogarán para que no se sacaran a relucir losdesabrimientos de su temperamento. Porque —hay que decirlo, sí—, era donJulio impetuoso, dado al genio y a la crítica sañuda; presumía de lo que élcalificaba de ruda franqueza de un asturiano. Y esto, que en la forma podíamolestar y mucho, en el fondo no era sino la explosión de un alma sincera,apasionada, alejada de toda falsedad, doblez y ruindad. Era lo que se llamaun hombre que tenía su pronto, pero a quien no faltaba nunca la capacidad depedir perdón ni la generosidad, como veremos a lo largo de esta biografía. Deno haber habido en él una acusadísima sensibilidad hacia el sacrificio y laentrega generosa a los demás, la bondad desnuda, la nobleza de espíritu y laingenuidad de carácter, no se hubiera fijado en Jovellanos, en quien supo des-cubrir y apreciar todas estas cualidades. No cabe duda que su pasión jove-llanista nacía de su capacidad de admirar la nobleza de espíritu. Por eso supover e interpretar mejor que nadie la virtud del genio.

De la infancia se nos escapa cuanto hizo. Gijonés de nacimiento, laprovidencia no le negaría a él, el más jovellanista de sus hijos, la honra deeducarse en el Real Instituto que fundara Jovellanos. Es verdad que no cons-ta su nombre en la lista de quienes terminaron Náutica o Cálculo, pero sísabemos que estudió las enseñanzas de Industriales, precisamente las másacordes con el pensamiento de Jovellanos, pues en 1906 la prensa recogerá lacreación de la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto, apareciendonombrado como representante de las enseñanzas industriales29. No sabemosa qué edad la poco estable profesión del padre llevó al parecer a la familia a

28 Citado por Constantino Suárez, op. cit., pág. 142.29 El Comercio, 25 de mayo de 1906.

25

Page 25: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Galicia y de ahí que algunos pensasen que había nacido en El Ferrol30. Detodas las maneras, no creemos que fuera muy larga esta ausencia, pues almenos en 1860 parece que estaba en Gijón31. Allí tendría ocasión de conocera su familia paterna, de un antiguo linaje nacido del matrimonio que en 1650contrajeron el hidalgo gallego don Antonio Somoza Valcárcel, y doñaGerónima de Montsoriú Centelles y Acuña, de vieja familia levantina.

3.— Los Montsoriú

Aficionado como fue don Julio Somoza a la genealogía y heráldica,no es extraño que nos dejara el árbol genealógico de su propia familia.Gracias al cuadro que dejó realizado hemos podido conocer su ascendenciamaterna; corresponde hablar ahora de la paterna para poder entender el usoque hizo de sus apellidos32. Lo primero que llama la atención de su árbolgenealógico es que estamos ante una familia poco prolífera. Sus abuelospaternos habían tenido cinco hijos: Amalia, Josefa, Juana, Andrés y José, elpadre de Julio. Sólo tuvieron familia los varones; el primero, una hija llama-da Dolores Somoza Montsoriú y Santillana, que no dejó descendencia; y elsegundo, a Manuel y Julio, del que sólo el segundo tendrá descendencia,según dijimos. Pero es que, además, esta línea fue la única que perduró de lascuatro ramas pertenecientes al tronco de Somoza Montsoriú Centelles. Yaveremos cómo el propio Julio Somoza tuvo una hija que le premurió. Con loque con él se terminará la rama de los Somoza Montsoriú.

Entre los ascendientes de Somoza destaca don Francisco SomozaMontsoriú y Pardo de Andrade, muerto en 1809, que había sido Abogado dela Real Audiencia de La Coruña, representante de la misma ciudad en laJunta del Reino y miembro de la R. S. Económica de Santiago. Fue uno de losmás genuinos representantes de la generación de Campomanes, cristalizadaen torno a los años sesenta del siglo XVIII y compuesta por hombres influen-

30 Si tenemos en cuenta que tuvo trato y conoció a su abuela que murió en 1861, cuando éltenía trece años, edad por otra parte a la que más o menos venían a comenzarse los estu-dios del Instituto, hace posible fijar en ésta la fecha máxima de su salida de Gijón. 31 En su artículo El libro del Sr. Labra, recogido en Cosiquines de la mió Quintana, pág. 96, lee-mos: Si hubiera conocido el Sr. Labra el Gijón de 1860, ¡gran Dios la que nos esperaba! Luego enesa fecha parece que todavía vivía en su ciudad natal. Por otra parte, no parece que vol-viera a ausentarse, pues en Gijón en la historia general de Asturias señala que en 1865 pre-senció el derribo de la casa de Rato, la apertura de zanjas para los cimientos del actualConsistorio, y el arreglo del pavimento de la Plaza Mayor. (Op. cit., pág. 425).32 Tanto el cuadro genealógico materno como paterno figura en el Archivo Histórico de laFUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, procedente de Pedro Hurlé. De estos originales hayfotocopias en la Biblioteca Asturiana del P. Patac.

26

Page 26: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

ciados, principalmente, por lo ideales del reformismo de Campomanes. Fueentusiasta de las reformas desde arriba: llamamiento a nobles y monasteriospara que inviertan sus rentas en fábricas bien ordenadas. Fue un excelenteobservador de la realidad gallega de su tiempo33.

Su hermano Joaquín, bisabuelo de Julio Somoza, tuvo un importan-te papel en la guerra de la Independencia. Se da así la coincidencia de que unabuelo y un bisabuelo de Somoza desempeñaron importantes comisiones endefensa del trono de Fernando VII; a uno y a otro se les comisionaría para laobtención de alimentos y recursos, con la diferencia de que a VictorianoGarcía Sala, por tierra, y a Joaquín Somoza Montsoriú, por mar. Ya quehemos hablado del primero, toca hacerlo del segundo.

Es el propio Somoza quien con el cuidado y amor a la investigaciónque profesaba nos ha dejado copia de una serie de documentos relativos a subisabuelo, hasta la fecha inéditos y que recopiló bajo el título: DOCUMEN-TOS / Oficiales y privados, relativos / a la expedición que llevó a cabo / el Brigadierde la Real Armada / don Joaquín Somoza de Montsoriú / y Pardo de Andrade / (1761†1811) / en la fragata PRUEBA, de su mando, / al Brasil, y posesiones de La Plata,/ en los años 1808, 1809 y 1810. / Copiados fielmente de los originales/ por su biz-nieto / don Julio Somoza de Montsoriú / y García Sala. / En Gijón: año 187834.

Estallada la guerra de la Independencia, don Joaquín Somoza, que sehabía distinguido como marino entre otros en el famoso combate deTrafalgar, pide a la Junta Suprema del Reino de Galicia su incorporaciónvoluntaria a los cuatro Batallones de Marina, destinados al Ejercito deCampaña. Uno de sus hermanos, Fernando, expiró a manos de los franceses;él está dispuesto a imitarle. Así lo manifiesta en su instancia en la que añade:“Mi honor me convida a la defensa de la Patria, a la gloria e interés de miesposa e hijos”35.

Teniendo en cuenta sus méritos, servicios y valor acreditado es nom-brado Segundo Comandante de los cuatro batallones de Marina el 23 dejunio de 1808, y más tarde destinado al mando de la fragata PRUEBA, a lamisión de procurar recursos para los ejércitos de Fernando VII. Llega prime-ro a Inglaterra, al puerto de Plymouth, y luego al Brasil, al de Río de Janeiro.Allí es forzado a una entrevista con la Infanta de España doña Carlota

33 Somoza de Montsoriú, Francisco. “Gran Enciclopedia Gallega”; pág. 228.34 La fecha está corregida, podría ser 1898. Forman un total de 118 documentos de todotipo: órdenes, informes reservados, cartas privadas, partes oficiales, etc. Ocupan un totalde 206 páginas tipo cuadernillo, cuadriculadas, con una caligrafía impecable, y encuader-nadas en un volumen junto con otra importante copia: Historia de la familia de Jovellanos.Posee esta documentación, tan importante para la Historia de España, don Francisco deBorja Bordíu Cienfuegos-Jovellanos, que amablemente nos la ha franqueado.35 Doc. I.

27

Page 27: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Joaquina, hermana de Fernando VII, que pretendía servirse de la fragata parapasar a Montevideo, en sus maquinaciones para hacerse con el trono deEspaña, a cuya Corona se sentía con derecho, ante la falta de su hermanoFernando VII. Lejos de abrazar esta causa y desobedeciendo las pretendidasórdenes de la Infanta, por “considerarlo contrario al Real Servicio y a laPatria, y por corresponder sólo esta Fragata al Señor don Fernando Séptimo,nuestro amado soberano”, dio órdenes de dar vela al primer viento favora-ble36.

A pesar de estar bien acreditado el apellido Somoza Montsoriú,como perteneciente a su línea paterna, y haberlo usado su padre, sin embar-go, se ha dicho que no le correspondía el Montsoriú, que se apellidabaSomoza de Montsoriú sin serlo. Lo cierto es que su primer trabajo jovellanistalo firmará con los apellidos Somoza de Montsoriú. Sus ascendientes los utili-zaron como apellido compuesto y es de imaginar que por eso tanto su her-mano como él querrían conservarlos, pues los utilizarían en sus tarjetas,sellos y demás signos de identificación. Ahora bien, si nos atendemos estric-tamente a la anotación de nacimiento, como a la de matrimonio de lospadres, no aparecen sino el Somoza y el García sin más añadidos. Pero estacircunstancia no impide que dejase de pertenecerle el Montsoriú y el Sala.Quizá no se pusieron por falta de espacio.

Con el apellido Somoza de Montsoriú ordenará imprimir una especiede timbre de cartas, que representa una estela romana en la que se lee, dis-tribuida en siete líneas, la siguiente leyenda: IVL. SOMOZA — MONTSORIU— C. ACAD. HIST. — CRON. GEGION — III VIR A. A. A. F. F. — AET. S. LX— MCMVIII. Como muy bien dice Pedro Hurlé, no necesita traducción, perono obstante la daremos: “Julio Somoza de Montsoriú correspondiente de laAcademia de la Historia, Cronista de Gijón, a la edad de sesenta años. 1908”.Las siglas III VIR A.A.A.F.F. corresponden a los antiguos “monetarios” roma-nos y están relacionadas con las aficiones numismáticas de don Julio37. Pareceser que empleaba con frecuencia la expresión latina aetatis suae para decir suedad, pues al reverso de una fotografía suya, adquirida por el ForoJovellanos, figura de este modo su edad y no la fecha, que por otra parte nosparece hubiese sido más natural.

36 Doc. XIV.37 HURLÉ MANSO, Pedro. En torno a don Julio Somoza. Una explicación casi necesaria. ElComercio, 8 de agosto de 1954.

28

Page 28: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 29: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

En la parte superior figura la esvástica, pero no desde luego con elsignificado que habría de tener muchos años más tarde. No tiene más signi-ficado que el meramente arqueológico, ya que es un símbolo que aparece,entre otros, en la cerámica numantina y en las lápidas de los cántabros. Hacepor tanto referencia a su naturaleza asturiana (cántabra en tiempos deRoma). Hizo varios modelos, en algunos añade su tercer nombre de pila:VICT., y en todos aparece la esvástica.

Lo curioso es que a pesar de emplear papel con este membrete, fir-mará sus cartas como Somoza García-Sala38. ¿Mandó imprimir la estela lati-na porque pensaba enterrar a Montsoriú? ¿O fue que alguien le advirtió quésé yo sobre su apellido?39 No se sabe. No descartamos una posible obsesiónpor la vejez y la muerte, pues en carta a Menéndez Pelayo, con quien usó deeste membrete, le hace fijarse en él de esta manera: Ya estoy viejo (vid. la estelafuneraria del introito).

El humor y la burla de sí mismo, a veces incluso humor negro, fueuna constante de su carácter. De ahí que firmase algunas de sus cartas conexpresiones tan peregrinas como estas: Giulio (después de un suyo “caroamico” o sin más, a su amigo Calixto Alvargonzález); o Julio César, ImperatorPontífice, Padre de la Patria, y otras zarandajas. Es muy seguro que alguno desus primeros artículos los firmó con seudónimo, como por ejemplo con el deDon Diego de Noche en aquel artículo titulado Desde Piloña, que recoge enCosiquines de la mió Quintana40, pero lo que más abunda son las siglas J. S. DonAgapito González Ordóñez cuenta que al confeccionar el padrón municipalde 1940, don Julio Somoza se permitió “la pequeña coquetería de hacer cons-tar su segundo apellido como Garcíasala”41.

38 Una carta con estela-membrete dirigida a su amigo A. Ricardo Rodríguez, así comovarios dibujos coloreados que representan restos arqueológicos con la inscripción latina, seencuentran entre los Fondos pertenecientes a Pedro Hurlé del Archivo Histórico de laFUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, 50/1. Pedro Hurlé en su artículo anteriormente citadoomite el detalle de la esvástica, sin duda para evitar malentendidos. Por nuestra parte estáclaro que en 1908, cuando Somoza lo incorpora a su membrete, no tiene nada que ver conel fascismo alemán.39 Esta parece ser la opinión de Emilio Marcos Vallaure, quien afirma que tuvo problemascon el apellido porque hubo quien se lo puso en duda.40 No todos los artículos recogidos en esta obra son de Julio Somoza; no lo es por ejemploel titulado: Dibujos Originales. Instituto de Jovellanos, firmado por ARVERIS, seudónimo dedon Eduardo Guilmaín (págs. 185 y ss.).41 Y añade don Agapito: “Y que no es un error del pendolista, al confeccionar el padrón,vistas las hojas de declaración firmadas por los interesados, puedo garantizárselo. Porqueel pendolista era yo”. (Somoza, en Cartas al Director, El Comercio, 19 de marzo de 1998).

30

Page 30: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

4.— Las primeras publicaciones en prensa

Ya adulto regresaría a su villa natal. Sería a raíz del destronamientode Isabel II por La Gloriosa42, siendo muy posible que viviese en Gijón losacontecimientos que siguieron a la revolución. Así nos lo da a entender en suartículo: El libro del Sr. Labra, cuando hace en primera persona una descrip-ción muy viva de aquellos acontecimientos en Gijón. El pasaje está lleno dedesencanto, pues Julio Somoza era un convencido, aunque no militante,republicano:

“Y mientras tanto, pueblo, ten un poco de paciencia, ten calma;pronto los acontecimientos traerán a tus manos ¡ese fusil! como garantía detus derechos. Las Cortes Constituyentes te lo darán; y si no lo dan, otros seencargarán de hacerlo”. ¡Bonito modo de propagar la Democracia! ¿Verdad?¿Y sabe Vd. lo que sucedió después? Que llegó el “suspirado” día y losdemócratas de Gijón capitaneados por A, B, y C, tuvieron “¡su fusil!” y sucartuchera, su uniforme y su bandera morada, emblema de la federaciónrepublicana, en el centro de la cual aparecía don Pelayo.— “¡Don Pelayo! elfundador de la monarquía visigoda conduciendo al combate las huestesrepublicanas que habían echado por el suelo el trono de cien reyes”. La cosano paró aquí, sino que el día del peligro, el día de la prueba para la institu-ción revolucionaria, los héroes de la víspera, se agruparon en torno de lamorada enseña, y juraron..., una porción de tonterías. Al día siguiente, elJefe militar de la plaza les pasó una orden diciendo que en el improrrogabletérmino de veinticuatro horas fuesen a entregar el chirimbolo mortífero bajolos arcos del Ayuntamiento, pues de lo contrario no daban un cuarto por supellejo. Y como la mayor parte eran padres de familia, hombres honrados ybuenos trabajadores, y muchos de ellos de noble y esforzado corazón, pero node armas tomar, y como por otra parte inspirábales violenta antipatía laseñora de la guadaña y del reloj de arena, acudieron a la cita con puntuali-dad amatoria, y entregaron la espingarda, ¡eso sí! unos lloraban, otros seabrazaban a la adorada prenda, y muchos, en arrebato heroico digno de lostiempos helénicos, cogían el fusil y lo estrellaban contra las pilastras, dicién-dole por vía de responso una porción de inocentadas. Así terminó uno de losepisodios de aquella época en que se interpretaba la democracia por el pris-ma de la fuerza y en que el pueblo se comprometía desviado de la senda pací-fica por donde debía ir. Es decir, resumiendo: que si se hubiese tratado de laspoderosas palancas del entusiasmo que se llaman “patria e independencia”,estos honrados ciudadanos hubieran sabido ser héroes o mártires como lofueron sus abuelos; pero las miserias políticas no tienen, ni es lógico que ten-

42 Así se deduce del Padrón Municipal de 1900, en el que en la casilla que señala el tiempode residencia aparece la de 30 años. A. M. G.

31

Page 31: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

gan en pueblos sensatos y tranquilos, la misma fuerza que los grandes idea-les de la Humanidad 43.

Con Julio vendría toda la familia, pues consta que su hermano vivíatambién en Gijón por estas fechas, pues por su afición al dibujo y al pasado,nos ha dejado una reproducción de la antigua capilla de Begoña, en la queaparecen los restos de las fortificaciones; dibujo que está fechado en 1872 44.

El 14 de febrero de 1873 se constituía en Gijón el primerAyuntamiento republicano que va a acordar la aparición de un periódico ofi-cial donde se recogerán, entre otras noticias, sus propios acuerdos. Su apro-bación fue muy movida, porque evidentemente quedaba en entredicho elderecho de libertad de expresión si el periódico se convertía en el periódicodel Ayuntamiento. Se eligió un periódico que venía publicándose los juevesy sábados de cada semana: El Municipio Federal. Lo dirigía don GenaroJunquera y Pla, quien deja poco después el cargo, que pasa a ocupar donEladio Carreño. Pues bien, Julio Somoza será el Administrador de esta publi-cación oficial45.

En julio de 1873 publica en uno de los periódicos de la localidad unartículo en el que indicaba la conveniencia de sustituir los nombres del san-toral callejero con otros más característicos y en armonía con las ideas de laépoca46. En este artículo nos señala cuál era la calle en donde vivía: Empezarépor mi calle (que tanto es mía como del vecino) llamada “de los Moros”47. Tambiénen sus primeras colaboraciones cultivó el verso, como en el poema tituladoBegoña o el más divertido de La Casa del Duende donde cuenta una leyenda,más bien cuento, ambientada en tiempos de Felipe IV, año 1654, ocurrida enel número 26 de la calle del Rastro (hoy Linares Rivas), a la que llamaban Casadel Diablo, sin duda por su tétrico aspecto48.

Sus intervenciones en la prensa pronto habrían de poner de manifies-to el pronto que tanta fama le habría de dar de hombre controvertido y polé-mico. El 13 de diciembre de 1876, año del nacimiento de su hija, publicaríaSomoza en El Productor Asturiano un artículo titulado: Un conflicto probable o unpeligro posible, que como su título auguraba, daría lugar a un conflicto que lle-garía a los tribunales. El autor lo publicaría años más tarde en Cosiquines de lamió Quintana, y reseñaría en nota detallada sus principales trámites, tanto en

43 Cosiquines de la mió Quintana; págs. 90 y 91.44 Se conserva este importante documento entre los fondos de Pedro Hurlé del ArchivoHistórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, 51/3.45 ALONSO BONET, Joaquín. Pequeñas Historias de Gijón. (Del archivo de un periodista).Gijón, 1969; pág. 234.46 Cosiquines de la mió Quintana; pág. 18. Se ignora cuál fuera el periódico.47 Ídem. pág. 17.48 Ídem. págs. 137 y s; y 275 y ss., respectivamente.

32

Page 32: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

vía judicial como administrativa, desde la proposición al Ayuntamiento paraque denunciara el artículo por injuria y calumnia, proposición que fue aproba-da al día siguiente, hasta el 16 de mayo de 1877 en que la Audiencia resolvió elrecurso aceptando el auto de sobreseimiento del Juez de primera instancia.

Denunciaba Somoza el estado de las calles, la carencia de aguas, delas condiciones del matadero con crítica hacia el hecho de haber derrumbadoel que se estaba construyendo en el muro, por las ruindades de nuestras pasio-nes políticas, etcétera. Resulta curioso saber en nuestros días que arremetieracontra la construcción de edificios con pisos elevados; que propusiera que nose consintiera construcción alguna que no sea con sujeción al plano general,ni se permitieran arquitecturas churriguerescas, ni menos tolerar avances odesviaciones de las rectas de nivel. En definitiva, un magnífico artículo en elque se proponían también mejoras públicas, como la necesidad del reloj delInstituto cuya suscripción había quedado paralizada, el establecimiento deun nuevo cementerio, el embellecimiento de Begoña y Campos Elíseos, etcé-tera. Sí, no solo los tribunales, cualquier lector daría la razón al autor, queactuaba movido por el mejor celo hacia el progreso y mejora de su villa natal.

Es muy probable que una de las primeras obras, por no decir la pri-mera, que movieron su espíritu curioso a la investigación gijonesa fuera laHistoria de la villa de Gijón de Estanislao Rendueles Llanos, que había visto laluz pública hacía cinco años. A ella se refiere y la cita con cariño en sus pri-meros artículos, cuando aún no se había convertido en un archivo viviente.Luego, más tarde, enriquecido por una extraordinaria dedicación y estudio,podrá permitirse el lujo de criticar sus si no abundantes errores al menos susafirmaciones un tanto gratuitas49. Pero de momento, creemos que Somozadebe mucho a esta obra, pues a través de ella se iniciaría en el conocimientode Gijón y de Jovellanos.

Llevaba don Julio unos años escribiendo sobre Gijón, cuando ennoviembre de 1878, recién aparecido El Comercio50, publicó su primer artícu-lo jovellanista del que tenemos noticia: Diarios del señor don Gaspar deJovellanos (1790-1801). A la publicación de esta serie de cuatro artículos, siguióuna carta al Director donde encontramos las primeras inquietudes, o mejordicho sus primeros pasos en torno a Jovino. Curiosamente su obra póstumay el legado más preciado que deje a la Historia será su edición de tan mara-

49 Hemos oído decir que Rendueles Llanos se casó con una joven de la que Somoza estabaenamorado y ésta sería la causa de su cambio de opinión. Sin embargo, los argumentos conque por ejemplo se opone a la afirmación de Rendueles Llanos de que San Torcuato eraasturiano y tal vez gijonés, no nos parecen nada despreciables. (Por otra parte, puede versesobre este asunto, el trabajo de don Marino de Busto: Cábalas sobre si el gijonés Torcuato evan-gelizó a Carreño).50 El Comercio apareció el 2 de septiembre de 1878.

33

Page 33: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

villosa obra, porque hoy, desaparecidos (o perdidos, como quieren algunos)los manuscritos de los Diarios, sólo nos queda lo que él copió51. El interés porencontrar y leer el Diario de Jovellanos, le llevará a consultar las ediciones deMellado, Rivadeneyra y Linares. Será su primer contacto con las obras dedon Gaspar.

5.— El magisterio de Juan Junquera Huergo

Y como había en Gijón quienes se preocupaban por velar por el pasa-do de la villa, manteniendo la antorcha del jovellanismo, a ellos acudirá sinduda. Les encontrará en el Instituto, ¿dónde si no? De este centro, de su archi-vo, habían salido muchísimas copias de los manuscritos de Jovellanos para laedición que Cándido Nocedal había publicado en 1858. Se debían a la pacien-te labor de su Bibliotecario y Catedrático de Historia: don Juan JunqueraHuergo, quien llegó a conocer perfectamente la letra de Jovellanos. En estatarea le ayudó el Catedrático de Mecánica y Director del ObservatorioMeteorológico, Alonso Fernández Vallín. Las copias de los manuscritos deJovellanos que estos dos profesores, antiguos alumnos del Instituto, contem-poráneos de don Gaspar, realizaban, eran enviadas a Madrid por conductodel hijo de don Alonso, el insigne gijonés Acisclo Fernández Vallín, Consejerode Instrucción Pública, quien se encargaba de hacérselas llegar a CándidoNocedal. A veces incluso en alguna ocasión ayudó también en la tarea decopiar manuscritos una hija de don Alonso, Nieves Fernández Vallín52.

51 La carta apareció el 7 de diciembre de 1878, en primera página, precedida de una pre-sentación del director de El Comercio, su amigo Calixto Alvargonzález. A todo ello nos refe-riremos en el capítulo de los Diarios. Como adelanto de su contenido damos el siguienteextracto:

“Hace años leía con todo el detenimiento posible la Historia de Gijón del malo-grado Rendueles, y en la página 448 encontré la noticia, nueva para mí, de haber escrito elilustrado gijonés, la friolera de nueve diarios que constaban de más de dos mil páginas, ycorrespondían con periodo bastante largo, no de sus mocedades, sino de edad madura, osea, desde los 46 a los 57 años, época en que, la madurez de su juicio, la experiencia de suvida, y la extensión de sus conocimientos, prometían al investigador gran copia de noticiasde inmensa valía, ya para trazar su vida íntima, como para la mejor inteligencia de nues-tra cultura y prosperidad en aquellos días.

Como Rendueles en su obra extracta con frecuencia cartas de Jovellanos, y lacolección más extensa que conozco está en la edición de don Ramón Cañedo, supuse queencontré la fuente de semejante noticia; pero ni en éste, ni en las de Mellado, Rivadeneyray Linares pude tropezar con los Diarios, lo cual me hacía sospechar si se habían perdido”.52 Cándido Nocedal dejó testimonio de su agradecimiento a Junquera Huergo y AlonsoFernández Vallín mediante notas al pie de página. Véanse especialmente las págs.: 311, 321,326, 376, 379, 512, 525, 526 y 528 del volumen II de las Obras publicadas e inéditas de donGaspar Melchor de Jovellanos. B.A.E. T. L, volumen II. Madrid, 1952.

34

Page 34: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 35: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Si es cierto lo que Somoza dice (y no hay por qué no creerlo), que leyócon todo el detenimiento posible la Historia de la villa de Gijón de Rendueles, pudotener noticia a través de ella de estos dos jovellanistas, a quienes el historia-dor gijonés en sus Dos palabras al lector les dedica estos párrafos: “Tambiéndebemos pagar en este sitio recuerdo de gratitud a nuestros ilustrados ami-gos los señores don Juan Junquera Huergo y don Alonso Fernández Vallín,que facilitándonos curiosas notas y documentos, contribuyeron a la mayoramenidad e interés de esta historia”53.

Así pues, no hay duda que consultaría con tan importantes eruditossus inquietudes investigadoras. E incluso mantendrá con Juan JunqueraHuergo una entrañable amistad, nacida sin duda de la admiración y de lasemejanza de vocación. Se puede decir que Juan Junquera Huergo es el pri-mer jovellanista de la historia. Nacido en 1804, en La Reboría, parroquia deSan Andrés de los Tacones (Gijón), pudo tener algún recuerdo infantil deJovellanos, por ejemplo de su apoteósica llegada del destierro, o de la noticiade su muerte, o del traslado de sus restos.

Consagró su saber, que era mucho, a la historia de Asturias, de Gijóny de Jovellanos. A los dieciocho años era Profesor auxiliar del Instituto54.Estudió la carrera de leyes en Oviedo. En 1845 es nombrado profesor interi-no de Geografía e Historia, cuya cátedra adquiriría en 1856 y que ocupó hastasu jubilación. Fue tres meses bibliotecario, y también un tiempo para que lasenseñanzas de aplicación al Comercio no quedaran desamparadas impartióEconomía Política y Derecho Mercantil55. En el tiempo en que llega Somozaa Gijón acababa de dejar la Dirección interina del Instituto y ocupaba el cargode Vicedirector.

De Juan Junquera Huergo recibió Somoza el espaldarazo jovellanis-ta, porque fue su maestro. Algunas ideas de Somoza ya habían sido plantea-das por Junquera Huergo. Por ejemplo, en el nº 4 de El eco de Gijón de fecha7 de abril de 1861 había publicado un artículo en el que proponía la creaciónde una Biblioteca Asturiana que contuviese aquellas obras sobre historia civil,eclesiástica, natural, administración provincial y municipal, etc., al objeto deconocer con exactitud y extensión debidas la historia, gobierno, costumbres,poderío y riqueza de Asturias. Se trataría de “inmortalizar —leemos—, antesque el tiempo o el polvo o algún acontecimiento los consumiesen, los escri-

53 RENDUELES LLANOS, Estanislao. Historia de la villa de Gijón, desde los tiempos más remo-tos hasta nuestros días. Gijón, 1867; pág. VII.54 Como profesor del Instituto figura inscrito en las milicias nacionales. A.M.G.Expedientes 1/1836; 4/1837; y 1/1840.55 MENÉNDEZ ACEBAL, Jesús. Memoria acerca del estado del Instituto de Jovellanos de Gijón,en el curso académico de 1878 a 1879. Gijón, 1879; pág. 7.

36

Page 36: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

tos de ilustres asturianos como Tirso de Avilés, Carballo, Trelles, Sota,Marañón de Espinosa, González Posada y otros”.

La idea fue recogida por el Porvenir de Asturias, y más tarde por elFaro Asturiano, que anunció la aparición de una Gran Biblioteca histórica astu-riana. De tal modo que en 1864 se hallaban publicadas Antigüedades deAsturias por Carballo, y en 1866 la Historia de la Administración de justicia y delantiguo gobierno del principado de Asturias por el señor Sangrador y Vítores, elViaje de Ambrosio Morales por Asturias y el Teatro eclesiástico de la Santa Iglesiade Oviedo por el maestro Gil González Dávila.

No contento con tan pocos logros, publicó Junquera Huergo en elNorte de Asturias, diario de Gijón, en primera página, dos nuevos artículos56 enlos que insistía en que se publicasen más obras, y además se interesaba por quese publicasen las obras poéticas en bable (afición que compartía con su cuñadoTeodoro Cuesta). En esta materia pedía una revisión: “De las obras poéticas enbable, o sea, en dialecto asturiano, hasta ahora publicadas, se nos permitirádecir que carecen muchas de ellas de purezas del lenguaje, pues se hallan pla-gadas de voces castellanas que deberían sustituirse con sus equivalencias astu-rianas, así como de una porción de modismos, terminaciones e inflexiones queno son los usados en Asturias y por lo que convendría corregirlas en este sen-tido antes de darlas a la prensa”. Y añadía: “Nosotros conocemos inéditas dosobras, un Ensayo sobre la gramática del dialecto asturiano y otra Diccionario astu-riano-castellano que podrían acompañar a las poesías y servir de guía y estímu-lo a los aficionados a nuestro bable”. Estas dos obras inéditas eran suyas y unade ellas, la gramática, ha visto la luz pública en nuestros días57.

Una muestra clara del cariño y admiración de Somoza hacia su maes-tro, son los rasgos biográficos con que le describe en carta al Sr. Presidente dela Comisión Organizadora de la Exposición de 1899 58, adjuntándole la reseñahistórica o crónica de Gijón que el querido profesor escribiera en 1849: Era elSr. Junquera Huergo, a la vez que persona afable y modestísima, muy apasionado porlos estudios históricos y de erudición. En el Archivo municipal de esta Villa se con-servan muchos volúmenes y libros de Acuerdos, acotados por él59, como igualmente enla sección de manuscritos del Instituto, que había hojeado con gran diligencia y apro-vechamiento. Movíale en esta empresa el deseo de llevar a efecto una publicación decarácter documental que sirviera de firme base para una buena Historia de Gijón. Y

56 Aparecieron los días 31 de marzo y 1 de abril de 1868.57 La ha publicado la Academia de la Llingua.58 Gijón y la exposición de 1899. Gijón, 1899; págs. 31 y ss.59 Quien consulte las actas anteriores a 1880 verá los márgenes iluminados con notas dediferente caligrafía y tinta, son de su puño y letra y facilitan enormemente la labor delinvestigador.

37

Page 37: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

sigue diciendo cómo el estudioso Catedrático se vio en la necesidad de sus-pender su Archivo General de Gijón o Colección de documentos para la historia esta-dística y topográfica de la Villa y concejo de Gijón, que había comenzado a publi-car en 1851, por la indiferencia del público y la falta de apoyo. Sería esta otraidea que habría de brindar a su discípulo.

Cuando Somoza llega a Gijón, Junquera Huergo acababa de llevar acabo una importante tarea en el Instituto como Director en funciones: la deconservación de los bocetos del Instituto (aquellas magníficas obras quehabían pertenecido a Jovellanos) o, mejor dicho, la creación del Museo delInstituto. En 1871, mejorando la idea que cuatro años antes tuvo el Directordon José Cienfuegos Jovellanos, mandó construir con fondos que había exis-tentes de unas rentas pertenecientes a una casa que en aquella fecha poseía elInstituto, unos armarios, que cubrían las paredes totalmente y los colocó res-guardados por cristales, en una sala que medía 40 pies de largo por 17 deancho, una de las mejores aulas que tenía el establecimiento. Allí se podíanver aquellas obras instaladas en bastidores encintados, y sobre una mesatambién podían verse algunos de ellos. Y así debió de verlos y conocerlos porvez primera nuestro aprendiz de jovellanista.

Parece que en sus últimos años, y especialmente a raíz de su jubila-ción, Junquera Huergo se había convertido en un alma solitaria, a raíz del fra-caso de su Archivo General, retirado —según nos dice Somoza— en Lloreda eltiempo que sus obligaciones en el Instituto le dejaban libres, empeñado ensalvar del olvido muchos de los papeles jovellanistas que aún hoy —en 1899— andandispersos a los cuatro vientos. El 6 de mayo de 1880, moría en Oviedo víctimade una fiebre tifoidea. En reconocimiento de su labor, La Ilustración Gallega yAsturiana publicó su retrato en primera página60. Dejó muchos papeles jove-llanistas: en cifra desconocida, que sus herederos no supieron distinguir ni conser-var, y que en 1899 —sigue diciendo Somoza— yacen, o yacían hasta hace pocoen un voluminoso saco, arrinconados en un molino de una aldea vecina, de donde nopudimos rescatarlos61.

En efecto, entre los documentos jovellanistas pertenecientes a laBiblioteca Pública Jovellanos de Gijón, en su mayoría copias llevadas a cabopor Somoza, al frente del que titula: “Fragmento de un borrador de un diá-logo sobre Economía Política” leemos:

Este autógrafo fue encontrado a las 3 de la tarde del 2 de febrero delaño 1898 en la calleja que baja de casa de Ablanedo (“La lechería”, enCeares) a la “Pradería de Viñao”, yendo en compañía de mi infeliz amigo,

60 Fecha: 18 de noviembre de 1880. Aquel año acababa de publicar Julio Somoza su primerartículo en esta revista; pudo deberse a él la iniciativa de enviar el grabado del maestro.61 Gijón y la exposición de 1899. Gijón, 1899; pág. 32.

38

Page 38: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Nemesio Martínez. El proceso de rastro e investigación fue largo, difícil ypenoso. Perteneció a los Mss. que conservaba don Juan Junquera Huergo pa,en unión de un amigo, don Victoriano Sánchez (ambos Directores que fue-ron del Rl. Instto. Asturiano) hacer una “edición de las obras de Jovellanos”anterior a la de Cañedo, de 1830. Los qe. poseía don Vno. Sánchez, los con-servó su viuda, por más de 60 años. Y de ella pasaron a su sobrino,Alejandro Alvargonzález. Los de don Juan Junquera, quedaron en un cajón(o baúl), legados a su cuñado, el literato ovetense Teodoro Cuesta. Antes deque llegaran a sus manos, los recogió el legatario So. Ablanedo. Éste, hom-bre iliterato e inculto, mandó el cajón al molino de Ceares, donde, abando-nado, entre unos y otros, le dispersaron y malbarataron. El adjunto ms.envolvía restos de jabón, de las “jabonadoras” de la acequia del molino. Sictransit gloria mundi62.

Sin duda se refieren a Juan Junquera Huergo y a sus muchos docu-mentos que guardaba estas palabras de Somoza en prólogo a su obraDocumentos para escribir la biografía de Jovellanos: Un gijonés de “antigua cepa”, aquien la versátil fortuna deparó valioso e interesantísimo caudal de manuscritos jove-llanistas (muy superior en cifra al que poseyó el difunto Fuertes Acevedo) nos mos-traba en voluminosos legajos, no sólo los escritos del gran Mecenas gijonés, Promotordel primer Instituto Español, sino también otro formidable ejército de documentoscomplementarios, que eran como la génesis, evolución, y síntesis, que aquilataban yesclarecían los del maestro benemérito63.

De entre tantos, algunos logró salvar Somoza, entre ellos la conti-nuación de los Diarios, el que se escribió en el Castillo de Bellver. Lo cuentaasí: En mayo de 1898 encontramos tirados en el fondo de una tienda los originalesdel “Diario” de Jovellanos en el castillo de Bellver (fragmento que empieza en 20 defebrero de 1806 y se interrumpe en 24 de enero de 1807). La letra es del amanuenseManuel Martínez Marina, con interlineaciones y notas de Jovellanos. Después decopiado con toda fidelidad lo devolvimos. Pertenecieron estos papeles a don JuanJunquera Huergo, fervoroso jovellanista64.

Fue grande la admiración de Somoza por su amigo JunqueraHuergo. Lo admiraba incluso por sus obras no jovellanistas. Todavía en 1931recordaba a su maestro citándolo en el prólogo a la obra de Vicente HuiciMiranda: Miscelánea de trabajos inéditos varios y dispersos de D. G. M. de

62 Documentos de Jovellanos: Caja 2, VI.63 Pág. 11.64 Inventario de un jovellanista, pág. 130. En la pág. 291, sin embargo, dice. “El original per-teneció a don Juan Junquera Huergo, y a la amabilidad de sus herederos debemos unacopia”.

39

Page 39: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Jovellanos65. Puede decirse, sin lugar a dudas, que la amistad entre JuanJunquera Huergo y Julio Somoza había sido un relevo. Los últimos años dela vida del primero coinciden con el nacimiento literario del segundo.Quitando los primeros ensayos y fogueos que comentaremos en el siguientecapítulo, la aparición de Somoza en revistas, sus primeras inquietudes serias,como la formación de La Quintana, surgen a partir de 1880, año de la muer-te del que podemos llamar con toda propiedad su maestro, Juan JunqueraHuergo: un hombre tan modesto que hoy, recuperado como bablista, siguesiendo olvidado como historiador, como cronista de Gijón y como el primerjovellanista de la historia.

Hay unas páginas muy sentidas de Julio Somoza, en las que nos des-cribe lo que bien pudo haber sido el relevo del maestro y su bautismo jovella-nista. Cuenta en ellas cómo su amigo y maestro le hizo entrega de documen-tos y manuscritos de Jovellanos, y cómo él se los acercó a los labios. Dice así:

Pero de sus escritos, unos olvidados, arrinconados otros, y algunos(¡desagráviale, oh patria!) vendidos para envolver especias, yacían descono-cidos en gran número, en polvoriento, oscuro y azotado desván.

Excusar no podemos, al llegar aquí, el justo aplauso al gijonés quelos rescató, los robó al olvido, y los dio albergue; los preservó de nuevosdaños y de futuras injurias, los vistió, y a fuerza de años y cuidados, loscopió como mejor pudo, sin descanso, ni estímulo, ni esperanza de logro; yun día, sin decirnos por qué ni para qué, nos condujo a su casa, y los pusotodos, así restaurados, ante nuestra atónita mirada y a nuestro libre arbitrio.

(...) Y ¿lo diremos? Lo diremos, sí, aunque esta emoción de nues-tro espíritu, que a nadie interesa, acuse una debilidad momentánea: sobreaquellos papeles amarillentos y húmedos, sucios algunos, rotos muchos deellos, y abandonados a las injurias del tiempo, por el olvido y la ingratitudhumanas, o sus tristes destinos, posamos nuestros labios, como si aquelmelancólico solitario fuera de nuestra sangre, y las injusticias con él come-tidas, como propias nos dolieran, y sus angustias, desfallecimientos y amar-guras, repercutieran con intensa fuerza vibratoria en nuestro acongojadoespíritu66.

Así, con aquel beso, en aquel instante, había nacido el más grande delos jovellanistas.

Agustín Guzmán Sancho

65 HUICI MIRANDA, Vicente. Miscelánea de trabajos inéditos, varios y dispersos de D. G. M. deJovellanos. Barcelona, 1931.66 Preliminar de Jovellanos: manuscritos inéditos, raros o dispersos... Nueva serie: con prólogo yun apéndice, refutando los falsos juicios y erróneas y gratuitas afirmaciones del Sr.Menéndez de Luarca. Madrid, 1913.

40

Page 40: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 41: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 42: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 2

Los primeros afanes de unjovellanista

1.— El “santo grial” jovellanista

El día 2 de septiembre de 1878 aparecía en Gijón un nuevo diario, ElComercio, del que era socio fundador y Director don Claudio AlvargonzálezLandau. Quiso el entonces modesto periódico recordar el aniversario de lamuerte de Jovellanos, y para ello el 29 de noviembre de 1878 apareció en suprimera página un artículo de Julio Somoza titulado: Diarios del señor donGaspar de Jovellanos (1790-1801), que llevaba la siguiente presentación:

“Hoy hace 67 años67, exhaló el último suspiro en el puerto deVega, el Ilustre Jovellanos, honra de España y orgullo de Gijón quetuvo la suerte de merecer su cuna.

Al conmemorar tan triste suceso, no podemos menos delamentar amargamente la pérdida del modesto sabio que tantos díasde gloria dio a su nación.

Poco conocido el trabajo que insertamos a continuación, ycuya copia debemos a la amabilidad de nuestro querido amigo, elerudito bibliófilo Sr. D. Julio Somoza; creemos que lo verán con gustonuestros lectores, puesto que ningún otro puede traer a la memoria la vidaíntima del eminente gijonés”.

Es de destacar que fuera ya considerado como el único que pudieratraer a la memoria la vida íntima del eminente gijonés. Lo que prueba que desdeel primer momento se había entregado a la que será su principal vocación: lavida y la obra de Jovellanos.

67 Para Julio Somoza la fecha de la muerte de Jovellanos fue el día 29 de noviembre y no el27 como señala Ceán Bermúdez. Más tarde cambiaría de opinión.

Page 43: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Se trataba del primer trabajo jovellanista de carácter divulgador, laprimera publicación que ponía al descubierto su vocación jovellanista. Soncuatro artículos intensos, apretados, en los que Somoza dio a conocer al públi-co íntegramente el extracto de los Diarios de Jovellanos, que había llevado acabo Ceán Bermúdez en 1813, y que aparecieron en su biografía Memorias parala vida del Excmo. Sr. D. Gaspar Melchor de Jovellanos, publicada en 1814 68.

Es verdad que se trataba de publicar algo que ya estaba publicado,pero nótese la fecha: ¡hacía más de sesenta años! Lo importante era, comohemos dicho, el afán divulgador. Pero veamos lo que significó para don Julioeste hallazgo. Terminada la publicación, el 7 de diciembre, aparecía en ElComercio, en primera página también, la siguiente carta de Julio Somoza a suamigo don Calixto Alvargonzález:

Mi estimado y buen amigo: Cuando en época reciente le entregué unacopia del extracto de los Diarios de don Gaspar Jovellanos, por si tenía a bienreproducirla en su periódico, me pidió Vd. algunos datos referentes al parade-ro de los originales. Referí a Vd. a la ligera, lo que hay sobre el particular.

Hace años, leía con todo el detenimiento posible la Historia deGijón del malogrado Rendueles, y en la página 448 encontré la noticia,nueva para mí, de haber escrito al ilustre gijonés, la friolera de nueve diariosque constaban de más de dos mil páginas, y comprendían un periodo bas-tante largo, no de sus mocedades, sino de su edad madura, o sea, desde los46 a los 57 años, época en que la madurez de su juicio, la experiencia de suvida, y la extensión de sus conocimientos prometían al investigador grancopia de noticias de inmensa valía, ya para trazar su vida íntima, como parala mejor inteligencia de nuestra cultura y prosperidad en aquellos días.

Como Rendueles en su obra extracta con frecuencia cartas deJovellanos, y la colección más extensa que conozco está en la edición de donRamón Cañedo, supuse que encontré la fuente de semejante noticia; pero nien éste, ni en las de Mellado, Rivadeneyra y Linares pude tropezar con losDiarios, lo cual me hacía sospechar si se habían perdido.

Más tarde pude encontrar el extracto de ellos, y esto avivó micuriosidad hasta el extremo que Vd. verá. Encontrábase aquel en la obra deCeán Bermúdez Memorias para la vida de Jovellanos, publicada en1814. Era indudable por lo tanto, que aquellos documentos, habían ido aparar a manos de Ceán, el cual falleció en 1819 (ocho años después que suamigo y protector) ignoro dónde, pues no lo hace constar Rendueles en elapunte biográfico que da en la página 437 de su citada obra.

68 Aparecieron los días 29 de noviembre, 2, 3 y 4 de diciembre, en primera página. De lasMemorias se hizo otra publicación en 1820, pero es la de 1914 la que reprodujo Somoza.

44

Page 44: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 45: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Al llegar aquí empezaron mis dudas. ¿A quién legaría Ceán tanprecioso depósito? ¿a sus familiares? ¿a algún amigo íntimo? ¿o a algunaexposición literaria o artística? Al parecer dicho Señor no había dejado fami-lia, y si el manuscrito paraba en manos de algún particular o Academia,nada habían hecho estos por su parte, para que llegase a conocimiento delpúblico. Una esperanza me asaltó. Jovellanos y otros escritores habían lega-do sus obras, papeles, memorias, etc., a la biblioteca del Instituto. ¿Qué cosamás natural que un gijonés hiciera lo propio? Allí acudí por lo tanto y repa-ré y copié todo el catálogo de la Sección de manuscritos (aprovecho estacoyuntura para consignar que el Catálogo no tenía ni pies ni cabeza), peroen balde todo, porque las “Memorias” no aparecían ¡Cosa más extraña! ¡Ymás extraño aún, que me dijera entonces el bibliotecario que no existía en elInstituto ningún autógrafo de Jovellanos. No dirá hoy lo mismo.

Viendo que por este lado eran inútiles las pesquisas emprendo otrasenda. Don Cándido Nocedal, que había dirigido la edición en dos tomos delas obras de Jovellanos, en la colección de Rivadeneyra, y pensaba publicarel tercero ¿sabría algo acerca del paradero de los susodichos “Diarios”?Posible era, y para ello di encargo de averiguarlo a persona competente, ycuya eficacia en este asunto debía ser decisiva.

No habían transcurrido muchos días (de esto hace dos años por lomenos) cuando supe que la persona a quien recomendé el asunto, había teni-do una entrevista con dicho señor, el cual “le aseguró” que los “Diarios” dedon Gaspar estaban en su poder y se publicarían “pronto” en el tomo terce-ro que faltaba.

He aquí compendiado cuanto sé sobre este asunto. Mis gestiones noalcanzaron a más, puedan las de Vd., querido amigo, ser coronadas de mejoréxito, y así tendremos que agradecerle los amantes de la literatura, en gene-ral, todos los gijoneses y, con extremado afecto, el más insignificante de ellos,su obligado amigo.

Julio Somoza

Hay en este escrito detalles valiosísimos para su biografía: que suinterés por Jovellanos nace ligado a la búsqueda de los Diarios, lo que le llevaa consultar las distintas ediciones de sus obras; que esto ocurre en 1876, porlo menos; que uno de sus primeros trabajos jovellanistas va a ser copiar elCatálogo del Instituto y su arreglo y confección, descubriendo o diferencian-do los que eran autógrafos de Jovellanos (no era bibliotecario por esta fechaJunquera Huergo y, por tanto, no tenía responsabilidad en esto); que Somozadesconoce aún muchas cosas, como el hecho de que Ceán dejase familia; queel interés por los Diarios no es sólo suyo sino también de su amigo Calixto a

46

Page 46: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

quien le desea mejor éxito; y que al fin logra descubrir dónde estaban losDiarios, gracias a las gestiones de un tercero69.

Los Diarios serán para Somoza algo así como el “santo grial” de subúsqueda jovellanista. Dieciocho años tardará en llegar a poder tenerlosentre sus manos y disfrutarlos con el alma entera. Deberá este placer inmen-so al insigne Menéndez Pelayo, quien se los remitirá para su lectura tras rue-gos, cartas, enfado y avenencia: toda una historia que vamos a reconstruirfácilmente a través del epistolario del insigne santanderino y que nos permi-tirá conocer muchos aspectos de la personalidad de Somoza.

2.— Interesando a los sabios

En julio de 1880, Julio Somoza comienza a colaborar en la IlustraciónGallega y Asturiana con un primer artículo titulado precisamente Los diarios deJovellanos, en el que tras hacer un resumen breve de su contenido da la noti-cia de que estaban los Diarios en poder de Nocedal y se lamentaba que siguie-ran inéditos. Sugería que Nocedal no llegó a publicarlos por contener ideasliberales y salía al paso de las supuestas ideas liberales de Jovellanos dicien-do que era obra de madurez y que si en vida no vieron la luz pública, lo queapuntaría a la posibilidad de contener ideas liberales, esto lo serían para suépoca y con el paso del tiempo se podrían juzgar mejor.

El artículo fue leído por Gumersindo Laverde, quien interesó por losDiarios de Jovellanos70 a su entrañable amigo don Marcelino MenéndezPelayo. A vuelta de correo el polígrafo santanderino le contestó diciendo loque ya Somoza sabía, que según sus noticias el Diario llegó a imprimirse encasa de Rivadeneyra, para servir de tercer tomo a las obras de Jovellanos,

69 No sabemos quien fuera este tercero. Podría ser su hermano, aunque no es probable por-que no le hubiera costado ningún trabajo decirlo. Pudo ser Acisclo Fernández Vallín, yaque lo lógico es pensar que nadie mejor para informarle de las actividades de Nocedal quequienes le habían estado remitiendo el material para la edición de la obra: JunqueraHuergo y Alonso Fernández Vallín, y era el hijo de éste último quien les servía de enlaceen Madrid.70 “En la Ilustración Gallega y Asturiana he visto un artículo sobre el Diario de Jovellanos,lamentando que aún siga inédito, al parecer por escrúpulos de Nocedal, que hoy posee elmanuscrito. Supongo que con esto querrá darse a entender que en él vertió Jovellanosideas más o menos liberales. A mi entender, aunque Jovellanos nunca fue impío, pero sehizo más religioso desde su destierro a Bellver, como lo prueban las obras que allí escribió(Tratado teórico-práctico de Enseñanzas, Epístolas A Bermudo y A Posidonio, cartas a GonzálezPosada). Hasta aquella época había participado más del espíritu del siglo. De todas suer-tes, creo que la lectura de su Diario podrá serte muy útil para estudiar las corrientes hete-rodoxas del tiempo de Carlos IV”. (Epistolario. Madrid, Fundación Universitaria, 1982-1991. Tomo IV, Carta nº 216; fecha de 9 de agosto de 1880; pág. 309).

47

Page 47: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

aunque no se publicó; que calculaba que Nocedal habría de tener las pruebaso que si no estarían en la imprenta; y añadía: Trataré de verlas cuando vaya aMadrid71.

Pero ¿quién había facilitado los Diarios a Nocedal? Según el profesorCaso González, los Diarios habían sido facilitados a Nocedal para su publica-ción por el dueño de los manuscritos, el asturiano don Vicente Abello Valdés,personaje honradísimo, residente en Madrid, donde ejercía de AbogadoFiscal, quien los había adquirido en una librería de lance madrileña, despuésque la viuda de Ceán Bermúdez, doña Manuela Camos, se viera en la tristenecesidad de venderlos72. Esta publicación, que habría de correr a cargoexclusivamente de don Vicente Abello, no se llevo a cabo, según rumores,porque Nocedal se percató que contenían ideas contrarias a su pensamientotradicional conservador. E incluso se dijo que Nocedal había mutilado o fal-seado los originales.

No necesitó desplazarse don Marcelino para lograr las capillas de losDiarios, sino que le fueron regaladas por su amigo Nocedal. Antes del 28 demarzo de 1881, en que le da la noticia a su amigo Laverde, recibe las capillasrealizadas en 1861. De éstas, nunca de los manuscritos, copió lo que apareceen el tomo III de sus Heterodoxos Españoles. Estaba precisamente redactandoesta obra cuando Laverde, interesado por la supuesta heterodoxia deJovellanos, le habló de los Diarios. Lo primero que piensa don Marcelino es enescribir un artículo. El amigo le aconseja que sea no sobre el Diario sino sobreJovellanos mismo y le pregunta su opinión sobre las ideas de Jovellanos:

“Nada me dices de si en el Diario de Jovellanos hay algo quecontradiga al concepto que de este tenemos por sus obras impresas,o le comprometa en sentido enciclopedista, como algunos suponen.

71 Ídem. Carta 242, fecha 28 de agosto de 1880, pág. 333.72 Por ser esta la biografía del más grande de los jovellanistas, a quien se debe todo cuan-to hoy se conserva de los Diarios, daremos algunos detalles más. Los manuscritos habíansido confiscados el 13 de marzo de 1801, día en que fue arrestado Jovellanos para ser con-ducido a Mallorca. Al ser liberado y con fecha 21 de junio de 1808, Jovellanos oficia aSebastián Piñuela para que todos sus papeles con los dos baúles en que fueron colocadossean entregados a Ceán Bermúdez, quien desde ese año o el siguiente los poseería, negán-dose a devolverlos al sobrino y heredero de Jovellanos, Baltasar Cienfuegos Jovellanos,que le podría pleito por la no devolución de los papeles, según la tesis de Caso González.Sin embargo, Julio Somoza creía que los manuscritos de los Diarios no irían a parar a susperseguidores, porque entonces de haberlo leído le hubieran impuesto más duro castigo,sino que sus parientes y allegados los hubieran ocultado, y de ellos los tomaría CeánBermúdez. En 1811, el hijo de Juan Agustín Ceán Bermúdez transcribió una parte. En 1813,dos años de la muerte de Jovellanos, Juan Agustín Ceán Bermúdez hizo un extractó, queluego copió su hijo Joaquín Ceán Bermúdez y Camos. Esta copia la publicará Somoza en1885 en Nuevos Datos. Para mayor detalle puede verse el Prólogo de José Manuel CasoGonzález al Tomo VI de su edición de las Obras Completas de Jovellanos. Oviedo, 1994.

48

Page 48: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Creo que ese capo. de que me hablas no debe ceñirse al Diario, sinoabarcar todo Jovellanos. En mis Ensayos reuní mucho suyo, todo con-servador y católico; verdad es que la mayor parte pertenece a los últi-mos años de su vida y es posterior a su deportación, en que pudocambiar de ideas”73.

Don Marcelino contesta: “En el Diario de Jovellanos no veo resabioalguno de enciclopedismo, pero sí noticias muy curiosas para la historia inte-lectual de la España del siglo XVIII”74. Y Gumersindo le propone la publica-ción de los Diarios de esta manera: “¿Por qué no se publica el Diario deJovellanos? Podía hacerlo Navarro, y no saldría perdidoso. Procúralo, queimporta mucho. No veo razón para que obra de tanto interés continúe inédi-ta”75. Menéndez Pelayo se anima: “Nocedal me ha dado las capillas del Diariode Jovellanos que pienso utilizar. Debía publicarse íntegro, y no tiene nadaqué reparar”76. Insiste Gumersindo: “Procura que se publique el Diario deJovellanos. No perderá el Editor”77.

Don Marcelino se lleva a Santander el Diario para leerlo con calmaaquel verano de 1881. El 21 de agosto ya lo ha terminado y comunica su opi-nión a su amigo: “Ya me he leído todo el Diario de Jovino que me dio Nocedalen pliegos impresos desde 1861 por Rivadeneyra. Es lectura amenísima, sobretodo por las infinitas noticias topográficas, descriptivas, históricas, arqueoló-gicas y de costumbres que Jovellanos da sobre las comarcas de España quevisitó en sus viajes. Además, da idea cumplida de su tenor de vida, de sus lec-turas y ocupaciones y hasta de sus íntimos pensamientos, viniendo a corro-borar en todo la idea que tenías formada de su ortodoxia. Así es que yo me hevalido ampliamente del Diario para cumplir la vindicación que tú hiciste”78.

Laverde insiste; puede decirse que es él quien anima una y otra vez apublicar los Diarios, ampliando la publicación con otros documentos inéditosde Jovellanos que había leído que se conservaban en Mallorca, y se lamenta dela falta de una edición monumental y bien ordenada de las obras de Jovino79.Diez días más tarde insiste en la misma idea a raíz de la publicación en laIlustración Gallega y Asturiana de un artículo de G. Pereña, titulado: Jovellanos enlas Baleares, e incluso como acaba de formarse la comisión que habría de levan-tar en Gijón la estatua a Jovellanos, le recomienda que hable con el principalmiembro de ella, Acisclo Fernández Vallín: “Habla con Vallín, que como hom-

73 Epistolario. Tomo IV. Carta 409; fecha 31 de marzo de 1881; págs. 529-530.74 Ídem. Tomo V. Carta 2; fecha 2, mayo 1881; pág. 2.75 Ídem. Tomo V. Carta 7; fecha 10, mayo 1881; pág. 11.76 Ídem. Tomo V. Carta 30; fecha 29, mayo 1881; pág. 37.77 Ídem. Tomo V. Carta 44; fecha 2, junio 1881; pág. 58.78 Ídem. Tomo V. Carta 153; fecha 21, agosto 1881; págs. 195 y s.79 Ídem. Tomo V. Carta 163; fecha 15, septiembre 1881; pág. 208.

49

Page 49: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

bre de iniciativa y empuje y, además, gijonés amantísimo de los timbres de supueblo natal, podrá contribuir mucho a la realización de tal empresa”80.

En octubre de 1881, Laverde da muestras de haberse carteado conSomoza, pues manifiesta a su amigo santanderino que a las obras deJovellanos habría que agregar “una copiosa colección epistolar y otros pape-les que posee en Gijón don Julio Somoza, que, de fijo, los cederá gustosa-mente para una edición completa y esmerada”. Le sugiere que la hagaCatalina, y le recuerda su vinculación con Gijón: “Tu a título de ‘nieto’ deGijón, deberías dirigirla e ilustrarla, dedicando el último tomo (que tendríastiempo de ir componiendo mientras se imprimían los restantes) al estudio deJovellanos y su tiempo”. Quiere que la lleve a cabo él y no otro para queJovellanos no salga desfigurado: “Yo deseo que tú corras con esa edición y noquede para otros, que tal vez nos presenten un Jovellanos contrahecho y filo-sofesco”. Y termina la carta pidiéndole un favor personal, conminándole conel recuerdo de Jovellanos: “Mira que es negocio para mí de mucha cuenta. Sino te desenvuelves, te daré la calificación que Jovellanos aplicó aCampomanes, llamándole inútil sabio”81.

Dos meses más tarde, le hace de nuevo recomendación de JulioSomoza: “No sé si te he dicho que don Julio Somoza, de Gijón, posee muchascartas y papeles inéditos de Jovellanos. Nueva razón para desear que de lasobras de éste se haga una edición completa y esmerada”82. De la mismamanera le da noticias de que Fermín Canella había adquirido un diluvio decartas y otros escritos inéditos de Jovellanos y de sus corresponsales, Posada,Ceán, Cabarrús etc., asombrado de que estas cartas se cuenten por centenas83,y le mete prisa temiendo que si no se hiciese pronto la edición completa deJovellanos era de temer “que se extraviaran muchos papeles que yacen hoyen manos de particulares, en Asturias y en Mallorca”84.

3.— Somoza y Menéndez Pelayo

¡Qué admirable el esfuerzo de Gumersindo Laverde y su apasiona-miento por la figura de Jovellanos! ¡Qué ciertos sus temores, que el paso deltiempo han hecho realidad! Hoy están en paradero desconocido, por no decirperdidos, los manuscritos de los Diarios. Fue el entusiasmo del amigo (quellegará incluso a sugerirle entre otros la figura de Jovellanos como tema de su

80 Ídem. Tomo V. Carta 171; fecha 25, septiembre 1881; pág. 223. 81 Ídem. Tomo V. Carta 446 (por error); fecha 29, octubre 1881; págs. 579 y s.82 Ídem. Tomo V. Carta 210; fecha 21, noviembre 1881; pág. 268.83 Ídem. Tomo V. Carta 253; fecha 14, febrero 1882; págs. 314 y s. 84 Ídem. Tomo V. Carta 266; fecha 4, marzo 1882; pág. 331.

50

Page 50: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

discurso de entrada en la Academia de la Historia), lo que determinó queMenéndez Pelayo se decida al fin a publicarlos. Somoza se entera porLaverde de tal decisión. Es la ocasión que aprovecha el erudito gijonés paradirigirse por primera vez al eminente polígrafo. La carta merece por su inte-rés ser reproducida y comentada:

Gijón, 10 julio 1882

Muy Sr. mío y de toda mi consideración: El sumario de un núme-ro de la Revista Hispano-Ultramarina me hace saber que está Vd. publican-do un trabajo sobre Blanco-White, y como afortunadamente soy poseedor degran número de cartas (inéditas) de Lord Vassall Holland a Jovellanos, y enuna de ellas (fha. 6, nov. 1809) Holland analiza el mérito de Blanco, he caídoen la cuenta de que la tal carta pudiera convenirle a Vd.

Pero (perdone Vd. la ruda franqueza de un asturiano) estoy ya tanescarmentado de regalar autógrafos a trueque sólo de bellas promesas y ofer-tas desinteresadas, que he decidido cambiar de táctica y adoptar otro aspec-to más positivo.

En carta que tengo del Sr. Laverde Ruiz me comunica, con referen-cia a otra del Sr. Nocedal, que pronto verá la luz pública el Diario o Memoriasde don Gaspar de Jovellanos, ya extractado por Ceán y del cual da Vd. nue-vas noticias en la Vindicación publicada en el Siglo Futuro. ¿Es cierto? ¿sí ono? Usted mejor que nadie debe saberlo pues a publicarse saldría como 3er.tomo de la Bibl. Rivadeneira o como uno nuevo de la Bibl. Clásica. Soy apa-sionado jovellanista, y ya Vd. puede calcular lo que me interesa la noticia.

Estoy dispuesto a remitirle a Vd. el autógrafo de Holland, pero Vd. asu vez verá si lo encuentra aceptable por el tanto que a continuación expreso:

1.º Un ejemplar de los Diarios cuando se publiquen.2.º Otro ejemplar de sus artículos sobre Blanco White.3.º Nota bibliográfica de todo lo que Vd. sepa acerca de Jovellanos.4.º Los Ensayos críticos del Sr. Laverde.5.º Una colección extensa de sellos de correos nacionales y extranje-

ros antiguos y modernos (cosa fácil para Vd. dadas sus numerosas relaciones).

Perdóneme Vd. el atrevimiento con que le hablo (harto excesivopara ser la primera vez que a Vd. me dirijo) y cuente en cambio con el apre-cio, y consideración y estima en que le tiene su afmo. s. s. q. b. s. m.

Julio Somoza Montsoriú85.

85 Ídem. Tomo V. Carta 320; fecha 10, julio 1881; págs. 406 y s.

51

Page 51: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Está claro que Somoza hablaba con franqueza y parecía atrevido.Pero para entender esta carta hay que saber que Somoza no estaba pidiendopara sí, sino para la sociedad La Quintana que se acababa de fundar, como yaveremos. Los sellos, por ejemplo, no eran para él, sino para Fortunato deSelgas, y don Julio era consciente de que en ello se había pasado, según mani-festará a su amigo y socio Braulio Vigón cuando le dé cuenta de este atrevi-miento86. Ya veremos cómo al final terminó entregando el autógrafo deHolland.

De esta carta Julio Somoza no recibió contestación. Pasó medio año, yrecurre a Alejandro Pidal como intermediario para proponerle a donMarcelino que si no se decide a publicar la obra, le diga si tiene inconvenien-te en que él la publicase en La Biblioteca Asturiana87, que por entonces preten-día crear con sus amigos de La Quintana. No se conserva testimonio de la con-testación de Menéndez Pelayo a Pidal, pero éste se la hizo llegar a Somoza,quien a su vista escribió su segunda carta a don Marcelino, al tenor siguiente:

Gijón, 7 diciembre 1882

Muy Sr. mío y de toda mi consideración: Por la carta de Vd. diri-gida a mi ilustre paisano Alejandro Pidal, y que hace momentos acabo deleer, me entero de lo que Vd. ha tenido a bien comunicarle respecto al asun-to de los Diarios de don Gaspar, cuya lectura persigo con incansable empe-ño. En vista de lo Vd. dice, y de lo que yo añadiré, casi me voy tranquili-zando, pues mi pasado desasosiego harto lo comprenderá Vd. que tanto hahuroneado tras papeles y libracos. En el alma siento que se haya extraviadola carta que Vd. me dirigió, pues la esperé con ansia bastante tiempo, calcu-lando a la postre que se extraviara la mía por no llevar la dirección en debi-da forma. Ello es, que ahora estoy en comunicación con Vd. y me huelgo deello, pues ha de redundar en beneficio de la literatura patria y de las gloriasasturianas.

A pesar de lo que escribí a Pidal, la idea de Vd. de que los Diariosdebían imprimirse en Gijón, no me cayó en saco roto, y como al salir a lacalle diera de bruces con el Director88 de El Comercio le comuniqué su pen-samiento, y tan bien le pareció y con tal empeño acogió la idea, que me auto-rizó para que le escribiera a Vd. en la forma y bajo las cláusulas siguientes:

86 Carta de septiembre de 1892 publicada por Ana María Vigón en Apéndice a VIGÓN,Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infantiles. Poesía popular. Estudios históricos. Oviedo,1980; pág. XLI.87 Epistolario. Tomo V. Carta 390; sin fecha; págs. 499 y s.88 Calixto Alvargonzález, quien, como vimos, compartía con Somoza desde la aparición delperiódico el interés por los Diarios.

52

Page 52: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 53: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

La redacción de El Comercio se compromete a publicar losDiarios de don Gaspar que Vd. posee, en un tomo de lujo con papel especialy fundición nueva de caracteres elzevirianos. El coste de la obra, se sufra-gará por los redactores del periódico, y varios jovellanistas ansiosos de quela obra salga a luz a todo trance, cueste lo que costare, y en Gijón. Como cál-culo prudencial deberá Vd. decirnos (ya que posee ese ejemplar) qué núme-ro de pliegos llevará el tomo; en qué tamaño será el más adecuado, y si seríamás acertado publicarlo en la forma y manera que fuese más de su gusto, yque alcanzará del Sr. Aribau lo que falta para complemento de su ejemplar.Caso de enviarnos éste, la Redacción le dará a Vd. recibo en forma, com-prometiéndose a devolvérsele caso de no emprender su publicación en deter-minado plazo. Igualmente se acordó que una comisión pasara a Luarca acotejar la copia con el original que posee don Alejandrino Menéndez, puesdebiendo publicar en breve el editor A. Chao, parte de estos Diarios extrac-tados por Ceán Bermúdez, sería sensible que entre uno y otro hubiera dife-rencias notables.

Mis queridísimos amigos Fermín Canella y Félix Aramburu meindican la haga a Vd. presente que entrando La Revista Asturias en el 6º añode su publicación, y no estando muy abastecida que digamos de original, con-fían en que Vd. se servirá honrarla con algún escrito propio de la índole delperiódico. A su indicación, uno yo mi ruego bien seguro de que le atenderá.

Adjunto a esta carta, le remito el Testamento de don Gaspar cuyalectura le placerá en grado sumo, pues es la confirmación de lo que Vd. diceen la Vindicación, y el testimonio más claro de tan egregio varón. Tambiénle remitiré (estoy muy atareado) un ejemplar de mi Catálogo de los ms. delInstituto que se imprimirá luego, y si no se me olvida, le enviaré igualmen-te copia de dos cartas, una de Lord Holland a Jovellanos sobre el juicio quele merece Blanco White, y otra del propio Blanco W. a Jovellanos.

La Sociedad La Quintana presentará a la nueva diputación lasbases para la publicación de una Biblioteca general asturiana, y si la apa-drina, también le enviaremos el prospecto para que nos diga algo nuevo delo mucho que sabe y se calla respecto a las dos Asturias.

¿Vd. sabe de una descripción geográfico-militar del Bastón deLaredo, del fuero de Santander, y de las obras de varios heterodoxos españo-les existentes en el Museo Británico en la colección Harley? Sí que sabráVd... no me dará Vd. el gusto de decir que no.

Perdóneme Vd. El atrevimiento y la lisura con que le escribo.Mándeme en todo cuanto guste, pues en ello quedará muy complacido suaffmo. y s.s.q.b.s.m.

Julio Somoza

54

Page 54: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Somoza no cabe en sí de gozo. ¡Los Diarios publicados en Gijón, porEl Comercio! Tal es el entusiasmo que se olvida de lo que le tiene pedido yencima le promete no sólo la carta de Lord Holland sino también otra deBlanco W. a Jovellanos, más un ejemplar del Catálogo de Manuscritos delInstituto y el testamento de Jovellanos. Si lo había hecho siempre, si siempreofreció los autógrafos a cambio de promesas, ¿cómo no lo iba a hacer ahoraque se le prometía tanto? Y ¡cómo presume de emular a la primera autoridadinvestigadora del país! Y es que en aquel cuerpo de 1,60 m de estatura, habíaun alma llana y lisa, un tanto infantil.

Tal es el deseo, que querría tener contestación cuanto antes y laimpaciencia le hace volver a escribir a Menéndez Pelayo tan sólo 18 días des-pués. En esta tercera carta le hace ver lo siguiente: Esperaba que la recomenda-ción de don Alejandro Pidal, mi entusiasmo por las glorias de Asturias, mi fervor portodo lo que a don Gaspar se refiere, el generoso impulso que nos animaba a trabajarpor la publicidad de esos Diarios; el deseo por Vd. manifestado de que éstos se publi-caran en Gijón,... todo nos inducía a creer que la cosa se llevaría a cabo en breve tér-mino, pues tal era el entusiasmo que había comunicado a mis amigos, y tal el buendeseo de éstos en acometer la empresa con actividad y decisión89.

Se puede decir que todo estaba preparado en Gijón. Los amigos,encabezados por Calixto Alvargonzález, dispuestos y contagiados de suentusiasmo, sólo esperaban la voz ejecutiva de Menéndez Pelayo. Y como loimportante es la publicación, le plantea incluso la cuestión de que se haga enla Biblioteca Clásica, aunque ello suponga un aplazamiento del momento degozar de los Diarios. Le sugiere incluso que si no está dispuesto a llevar él ladirección literaria, la encomiende a Alejandro Pidal.

Y por fin le llega carta de Menéndez Pelayo. Se excusa de la tardan-za, debida a su ausencia de Madrid. Le dice que le parece muy bien la ideade imprimir en Gijón el Diario de don Gaspar y aun todo lo inédito suyo queellos encuentren, pero le hace esta observación:

“El tomo de Rivadeneyra no llegó a imprimirse entero, ydebe faltar como una cuarta o quinta parte del Diario. Para comple-tarle tendrán Vds. (Somoza y sus amigos de Gijón), que acudir aNocedal, que quizá conserve la copia que sirvió para la imprenta o aAlejandrino Menéndez de Luarca, que heredó los papeles de Abello.Con Nocedal las tuve, pero después reñimos, como es bien notorio.

Vean Vds. de recabar lo que falta, porque sólo así podráhacerse el cálculo del volumen de la obra, número de pp., y empezara imprimirse con entera seguridad de completar el original. Pienso

89 Epistolario. Tomo V; Carta 437; fecha 25, diciembre 1882; págs. 568 y s.

55

Page 55: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

añadir unas pocas notas a las muchas y doctísimas que puso miamigo Abello (q.e.p.d.).

Recibí y agradecí el Testamento. Mande Vd. cuánto quiera asu afmo. y s.s.q.s.m.b.

M. Menéndez y Pelayo”90.

La reacción a esta carta por parte de Julio Somoza fue la de enviaruna misiva a Nocedal en la que le pide que en el caso de que no lleve a cabola publicación del tercer tomo de los Diarios, otorgue la gracia de poner a nues-tra disposición dichos Diarios a fin de que, con el concurso de todos, viesen en estepueblo la luz pública, siendo ésta la primera obra que se imprimiera en Gijón.

La carta fue firmada por cuanto amigos se habían comprometido apublicarlos.

Sin embargo aquellos amigos terminarían abandonando el proyectoy al amigo. Sería uno de sus primeros desengaños como jovellanista:

¿Y quienes eran los firmantes? argüirá Vd.; pues los firmantes“debían ser” los redactores de cierta publicación , que me precipitaron a dareste paso y luego me dejaron, como vulgarmente se dice, “en las astas deltoro” en justo castigo de mi credulidad91.

Abandonada por sus amigos la idea, todavía hubo quien propusoque la publicase el Centro de Asturianos. Somoza contesta con todo un plande publicación: Adquirir primero el original de los Señores Nocedal yMenéndez Pelayo; formar el cálculo del coste de impresión; designar dos omás individuos (pero activos) para la revisión de pruebas; organizar la sus-cripción de manera hábil; incluir al final de la obra la lista de los que contri-buyeron a ella; y distribución equitativa de ella. Pero Somoza sabe que sueña:

Será esto un castillo de naipes? ¡Cuánto diera yo por que la “pro-verbial galantería” española, se transformase en la “proverbial actividad” oen la “habitual perseverancia”!92.

90 Ídem. Tomo VI. Carta 7; fecha 11, enero 1883; pág. 7. La ha publicado J. M. MartínezCachero en Menéndez Pelayo y Asturias, págs. 225-226.91 Bajo el título Apéndice al capítulo anterior, el que reproducía el dedicado a los Diarios en la“Ilustración Gallega y Asturiana” publicará en Cosiquines de la mió Quintana una carta diri-gida “Mi estimado amigo F...” en el que inserta la carta a Nocedal y hace este comentario.92 La persona a la que dirige la carta, fechada en Xixón, 35 Xineru 1883, es como dijimos enla nota anterior “Mi estimado amigo F...” y puede verse en Cosiquines de la mió Quintana,bajo el título Apéndice al capítulo anterior, págs. 198 a 202.

56

Page 56: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Pasa el tiempo y no se sabe nada de los Diarios y entonces publicaSomoza Nuevos Datos para la biografía de Jovellanos, cometiendo lo que el pro-fesor Caso González califica con toda razón de impertinencia93. En suPreliminar arremete contra un trabajo de Menéndez Pelayo, que con el títuloVindicación de Jovellanos había visto la luz pública en noviembre de 1881, en larevista El Siglo Futuro.

Menéndez Pelayo atribuyó esta reacción de Somoza a suspicacia,entendiendo que quería excusarse de publicar la obra, unida a su tardanza encontestarle94. Pero hay que tener en cuenta que esta suspicacia estaba en elambiente. Basta pensar, por ejemplo, que en septiembre de 1881 aparecióExamen Teológico-Crítico de la obra del Excmo. Sr. D. Cándido Nocedal tituladaVida de Jovellanos, publicada por el presbítero don Miguel Sánchez. En estaobra se ataca a Nocedal por haber tenido interés en presentarnos unJovellanos tan monárquico y católico como el partido cuyos intereses repre-sentaba y en ella se acusa de jansenista y otras heterodoxias a Jovellanos. Nique decir tiene que el dicho presbítero llevó también lo suyo en el famosoPreliminar de Julio Somoza.

Es muy probable, por tanto, que Somoza, precipitadamente y envista del ambiente, del que sin duda bebían cuantos le rodeaban en los círcu-los literarios, con el pronto que le caracterizaba, juzgase a Menéndez Pelayocapaz de poner en duda al menos la conveniencia de la publicación de losDiarios, por cuestión meramente ideológica. El caso es que no sólo Somoza,sino otros acusaron a Menéndez Pelayo de haber alterado o mutilado losDiarios de Jovellanos. E incluso Fermín Canella quiso insinuar algo en unartículo, lo que provocó la reacción de Menéndez Pelayo95. Por todo esto, el

93 Prólogo al Tomo VI de su edición de las obras de Jovellanos. Obras Completas. Diario.Oviedo, 1994; pág. 28.94 “El Sr. Somoza entendió sin duda que yo quería excusarme y esta suspicacia suya unida(lo confieso) a mi tardanza en contestarle, originada de mis infinitas ocupaciones y de gra-ves disgustos que por entonces tuve, dieron ocasión a la furibunda diatriba con que meobsequió en su último libro”. Epistolario. Tomo VII; Carta nº 537, dirigida a Fermín Canella;fecha 5, junio 1886; pág. 555. La ha publicado J. M. Martínez Cachero en Menéndez Pelayo yAsturias, págs. 215-218.95 La defensa de Menéndez Pelayo y el dolor que esta acusación le causó pueden leerse enla carta a Fermín Canella, citada en la nota anterior. Allí se puede leer: “Permítame Vd. quele diga que todo esto me ha llegado al alma. ¿Qué ofensa más grave puede haber para unhombre honrado que suponerle capaz de falsificar la palabra escrita de otro hombre? ¿Ycree Vd. que las ideas religiosas que yo profeso, y que en mi concepto profesaba Jovellanos,necesitan de esos medios raquíticos, tenebrosos y miserables, para valer lo que siemprehan valido? Después de todo ¿qué importa al catolicismo que Jovellanos ni veinteJovellanos fueran o dejaran de ser católicos? ¿Cree Vd. que esto vale la pena de echar unamancha sobre una vida honrada, metiéndose a raspar, cortar o inutilizar manuscritos?¡Qué poco me conocen los que tal piensan!”.

57

Page 57: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

ilustre académico (que por demás jamás había visto los Diarios pues lo que éltenía eran las capillas de Nocedal) desistió de su publicación y Somoza ten-drá que esperar un tiempo para poder llegar a leer sus anhelados Diarios.

En realidad las dificultades para la publicación de los Diarios no lasponía, ni mucho menos, Menéndez Pelayo, aunque era su insistencia depublicarlos enteros lo que retrasaba el asunto. Lo que ocurría era que losmanuscritos de los Diarios habían pasado del Sr. Abello a su sobrino donAlejandrino Menéndez de Luarca, pasante de Nocedal, y era éste, personapor demás algo excéntrica, quien se negaba a entregarlos para la publicación.Además, concurría en Menéndez de Luarca los prejuicios “conservadores”que Fermín Canella y Julio Somoza suponían en el insigne santanderino.Ambos acertaban en el problema, pero se equivocaban en el hombre.

Somoza conocerá su yerro y llegará a saber dónde se encontraban losoriginales de los Diarios según demuestra esta carta a su amigo don Sebastiánde Soto y Cortés fechada en Domingo de Ramos, donde no figura el año, peroque es anterior a 1891:

Si quiere Vd. ver los tesoros, no tiene más remedio que tomar elcoche de Oviedo a Grado, de Grado a Salas, y de Salas a Luarca. Una vez enLuarca, pregunta Vd. dónde vive (en una quinta de los alrededores) la viudade don Vicente Abello, y dándose aires de gran amigo del difunto, penetraallí, recuerda los tiempos pasados, hace historia entre romántica y pintores-ca (género agradable a las viudas) y luego (como dicen las acotaciones de lasobras teatrales) “toma aquella actitud que le sugiera su talento dramático”.

—Don Vicente Abello, era persona de sobra conocida en la socie-dad ovetense. Don Inocencio de la Vallina, o Ciriaco Vigil, o Pepe Sierra, lepueden suministrar a Vd. pormenores.— Viejo ya, se enamoró de una her-mosísima muchacha que tenía en casa, y se casó con ella. ¡Naturalmente!

{...} “En cuanto a Nocedal, diré a Vd. también que le creo incapaz de acción tanfea. A pocos ofendió tanto y tan sin razón como a mí, pero nuestra enemistad no ha de serparte para que yo deje de decir que entre los muchos y gravísimos defectos de aquel hom-bre no estaba la bajeza de instintos que sería necesario suponer para una falsificación. Erademasiado soberbio para eso”.

{...} “Dice el Sr. Sánchez Calvo que Nocedal y yo hemos querido a viva fuerzahacer a Jovellanos uno de lo nuestros, y esto merece aclaración. Si se quiere dar a entenderque Jovellanos era nuestro por ser católico la tesis me parece irrefutable, y Vd. mismo y elSr. Somoza asiente a ella. Si se quiere aludir a otro orden de ideas, Vd. sabe que nunca lasmías coincidieron con las de Nocedal, ni él me tuvo por correligionario político suyo entiempo alguno. —Y en cuanto a las ideas de Jovellanos, yo he dicho y repito cien veces quetuvo las de su tiempo, que fue regalista y economista y sensualista con el valor que estos tér-minos tenían entonces. Pero también he dicho y sostenido, que estas tendencias suyasnunca bastaron a apartarle (como apartaron a otros amigos suyos, v. gr. Cabarrús,Quintana) ni de la fe católica ni del amor y respeto a ciertas instituciones tradicionales desu país”.

58

Page 58: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

como decía un acuarelista inglés, volandero amigo mío, “la Naturaleza, esmuy natural”. El bueno de don Vicente creyó que iba a remocicar, y la san-dunguera luarquina se lo fumó en un santiamén. Ya en las postrimeríastestó mi hombre, dejándole un buen hueso que roer, incluso lo que había enla casa y “su biblioteca”. Este último donativo tenía una cláusula especial,a saber, que pasara a poder de su sobrino Alejandro Menéndez de Luarcadesde el momento que éste entregara a la viuda “dos o tres mil duros”, valor,a lo que yo presumo, de la mencionada biblioteca. Claro está, que eranmuchos “duros”... de pelar, p.a el bueno de Alejandrino, antiguo pasante deNocedal, “íntegro” como él, y que a pesar de todo, “le dio la lata H”, criti-cándole, bajo el supuesto nombre de W. Franquet (hacia 1859) su “Vida deJovellanos”96.

Por otra parte, era cierto que Menéndez Pelayo, enemistado públicay notoriamente con Nocedal y con Menéndez de Luarca, no podía pedirleslos Diarios97. De manera que don Julio va a tener que buscarse otro interme-diario si quiere tratar con Alejandrino Menéndez de Luarca. Será éste elpadre agustino don Manuel Fraile Miguélez. Pero de la mediación de éste enel asunto y su intervención para conseguir de Menéndez Pelayo que Somozalea los Diarios hablaremos en otro capítulo, pues para ello pasarán unos cuan-tos años.

96 FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ. H 50/1.97 Epistolario. Tomo VII; carta 537, A Fermín Canella; fecha 5, junio 1886; pág. 555.

59

Page 59: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 60: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 3

La Quintana

1.— El espíritu romántico

El nacimiento de La Quintana hay que situarlo en el seno de unambiente romántico, producto de la época, que lleva al exaltamiento del fol-klore nacional. En 1881 tendrá lugar en Sevilla la publicación de las bases deuna sociedad de recopilación en toda España de los temas de folklore. Se tra-taba de una afán nacional, pero cuya labor para ser más útil debía llevarse acabo por regiones. Fruto de la iniciativa sevillana, se creará en el CentroAsturiano de Madrid la “Academia Demológica”, que se inauguró con unavelada literaria, que inició Balbín Unquera. El objeto parece ser que era invo-lucrar al público en general, personas particulares interesadas en el pasadoregional, en la búsqueda y recopilación de las tradiciones locales. Para ello sepublicarán en la prensa interrogatorios, o cuestionarios, para lograr la recopi-lación de todo cuánto fuese interesante.

Sin embargo, la idea no cuajará. Al decir de Constantino Cabal, elesfuerzo colectivo se vino abajo, hubo obreros admirables, que trabajaronempeñadamente, pero cada uno por sí. Pero uno de aquellos obreros, quepuso fe y empeño en esta labor fue Fermín Canella. “Ya en el año 81 —diceel mismo Constantino Cabal— se adelantará Canella con un Interrogatorio,tras el que se agrupaban hábilmente las manifestaciones más exactas de lavida popular. Se lo envió a los maestros, y los párrocos y no halló tierra nin-guna en que se le acogiera con amor...”98.

Ahora bien, si su iniciativa no encontró respuesta en los maestros nien los párrocos, la encontró por el contrario en un reducísimo número de per-sonas eruditas, aunque de muy variada formación académica, y surgió así loque habría de ser La Quintana. En efecto, no hay duda de que fue el motivoseñalado lo que dio origen a La Quintana y que la iniciativa se debió al ilus-

98 CABAL, Constantino. Contribución al Diccionario Folklórico de Asturias. Oviedo, I.D.E.A.,1951.

Page 61: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

tre Abogado. A este respecto señala Ana María Vigón: “Cuando en 1881 nacióLa Quintana, don Fermín había reunido en su entorno a todos los escritoresque se ocupaban de temas de la región. Se inició desde entonces, entre ellos,una correspondencia más o menos continua aunque, al principio, no todos seconocieron entre sí”99.

2.— Lazos de amistad

¿Quiénes fueron todos estos escritores de la región que iniciaron unacorrespondencia dirigida a comunicar sus saberes en los distintos campos dela vida asturiana? Los primeros parece ser que fueron Fermín Canella, JulioSomoza y Máximo Fuertes Acevedo. Este último ni siquiera residía enAsturias, sino que era catedrático de Física y Química del Instituto deBadajoz, del que con fecha 20 de marzo de aquel año de 1881 es nombradoDirector. Pasaba sus vacaciones en Gijón, y habiendo sido alumno delInstituto de Jovellanos, cabe imaginar entre él y Julio Somoza una antiguaamistad. Entre Canella y Somoza pudo existir conocimiento o contacto pre-vio, pues ambos compartían la afición jovellanista.

Inmediatamente, a este pequeño grupo inicial se unirá BraulioVigón, Ciriaco Miguel Vigil y Rogelio Jove y Hevia. Pero a partir de aquíresulta difícil seguir el orden de incorporación de los miembros de la nuevasociedad. En principio no todos se conocían entre sí, e incluso algunoshabrán de tardar un tiempo en hacerlo. Somoza habrá de conocer muy pron-to a Braulio Vigón. Sobre este encuentro dice Ana María Vigón: “LlegóSomoza por primera vez a Colunga en los últimos días de septiembre de 1881con el único objeto de conocer personalmente al contertulio de la recién naci-da Quintana que vivía allí y con el que, indudablemente, había ya tenidoalgún contacto anterior; el 4 de octubre le escribe, agradecido a la cariñosahospitalidad con que él y Rosario le habían acogido y recuerda con simpatíaa los niños que había podido conocer. Sin duda han hablado largamente puesen la carta sigue el hilo de una charla que, además de temas literarios, debióincluir no pocos de carácter político y social. Le anuncia también el envío delibros y documentos de gran valor para incrementar la biblioteca que, poco apoco, don Braulio va consiguiendo formar”100.

Hay que decir antes que nada que de este grupo de fundadoresquien “puso mayor entusiasmo en su creación y creyó con más sinceridad en

99 Prólogo a VIGÓN, Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infantiles. Poesía popular.Estudios históricos. Oviedo, 1980; pág. XXVII.100 Ídem; pág. XXVIII.

62

Page 62: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

la hermandad que decían profesar entre sí sus miembros fue don JulioSomoza de Montsoriú”101. Es también el primero que se da cuenta que LaQuintana supera la idea de la Academia Demológica del Centro Asturiano deMadrid. Así lo pone de manifiesto en una carta a su ya íntimo amigo BraulioVigón, por demás socio fundador de la Academia Demológica, de cuyospárrafos se deduce que el primer objetivo de la recién creada Quintana no eraotro que emularla:

La Quintana dará golpe; por lo menos, hará algo más que la socie-dad “demológica” o “demagógica” del Centro que empieza por no saber plu-ralizar los masculinos acabados en “u” y escriben “nuverus”, y confunde elconde de “Noreña” con el de “Noroña”, y baraja la etnografía con la bio-grafía; y tan pronto dice que la “giraldilla” es morisca como escandinava, ysu órgano en la prensa nos endilga los tipos vascongados del mercado de SanSebastián, de Bécquer por tipos asturianos; encarga al burdo lápiz de Cuevasque nos ponga en ridículo con sus “birgayonas” de los alrededores deOviedo, en vez de copiar las airosas y esbeltas paisanas de las mariñas deSomió y Llanes; y dice por boca de los Sres. Pidal y Balbín, herejías como lasde Caunedo y Rada Delgado afirmando que el tipo de la mujer asturiana esalta, blanca y rubia, cuando precisamente es todo lo contrario, pequeñuca,prietina y pelinegra. Estos son otros Nocedales que escriben sobre Asturiasdesde Madrid sin haber visto un chigre en día de espicha y sin saber lo quees un hórreo. Pues el coleccionador de las obras de Jovellanos, en el tomo 2ºpág. 313, ignorando que Santurio es apellido asturiano y hasta nombre delocalidad, hace una llamada diciendo “quizá Saturio”, como si pudiera serposible que mi don Gaspar, tan garrafal disparate cometiera... Pero, basta demurmuración y crónica escandalosa demológica, que en Dios y en mi ánimajuro que estas quisicosas o cosadielles me dan calambres, y como soy para-xismeru, danme más fuerte102.

En esta misma carta don Julio le comunica que Fermín Canella estáen Madrid. donde ha llevado entre otros algunos regalitos para el grabadorMaura, a ver si nos hacía un retrato de don Gaspar, en acero, como él solo sabe hacer-los; para el P. Fidel Fita o Romero Ortiz, según viera, para que nos franqueenciertas instancias; y por último para el pintor Madrazo a ver si nos graban una“quintana” por una fotografía que le mandé.

No cabe duda que Somoza es el alma del grupo; a él contagia suamor por Jovellanos. y se preocupa de que la sociedad tenga lo que hoy lla-maríamos un logotipo, mediante la representación de una quintana, que él

101 Ibídem.102 Carta fechada de esta manera: Xixón, xueves d’Antroxu, año 1882. Publicada por AnaMaría Vigón en Apéndice a VIGÓN, Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infantiles.Poesía popular. Estudios históricos. Oviedo, 1980; pág. XXXV.

63

Page 63: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

mismo retrató, cuando la fotografía no se había desarrollado tanto como ennuestros días. Pero, sin duda, lo que más resalta de esta preciosa carta es elclima no ya de camaradería sino de entrañable amistad. Parece que fue estauna condición para la buena marcha de sus objetivos, porque en noviembrede 1881 Somoza le anuncia a Vigón en la posdata de una carta en la que letrata de tú, que los socios de La Quintana han suprimido el tratamiento deusted103.

Este espíritu de amistad y cordialidad queda bien patente tambiénen la primera carta, años después, de Fuertes Acevedo a Braulio Vigón, queaun estando publicada merece ser reproducida aquí por los datos que con-tiene, además de ser divertidísima:

Badajoz 8 de febrero, 1885.

Sr. D. Braulio Vigón.

—¿Se puede pasar?

—Adelante... qué se le ofrece a Vd.

—Tengo el gusto de saludar al Sr. D. Braulio Vigón, presen-tarle mis respetos y esta tarjeta de mis buenos amigos.

—Bienvenido... el Sr. Varón dirá lo que se le ocurre.

—Que deseando completar las noticias bibliográficas quetengo relativas a Vd., le agradecería infinito tuviera la bondad deenviarme nota detallada, no sólo de lo que ha publicado (ya que nopueda ser ello) sino de lo que tiene ms. e inédito.

—Ahora, al mismo tiempo que las gracias, tengo que decir aVd. me dispense ese exceso de confianza que me he permitido alcomenzar esta carta, que casi estoy movido a rasgar, pero es ustedbastante bondadoso para dispensar una broma, que si no es todo lodiscreta que debiera ser, en quien por primera vez se dirige a Vd., eshija de la confianza que me inspiran mis amigos, y en particular mi

103 Prólogo a VIGÓN, Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infantiles. Poesía popular.Estudios históricos. Oviedo, 1980; págs. XXVIII-XXIX.

64

Xulín de Xixón, Xuanco les Mariñes, Fortun de

Cudillero y Xico Xuan de Sucu, presentan al Sr. D.

Braulio Vigón, a su amigo el Varón de Vidayán.

Page 64: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

querido Julio Somoza, que en mis correspondencias continuas con él,me firma con el título nobiliario que indica mi presentación.

—Tengo el gusto de ofrecerme a Vd. con la consideraciónmás distinguida, como su muy afmo. y atento s.s. amigo y paisanoq. b. s. m.

MÁXIMO FUERTES.

Así pues, todavía en 1885 no se conocían todos, aunque todos esta-ban implicados. De esta carta, en la que llama la atención el uso de seudóni-mos, se desprende que en 1885 eran miembros de La Quintana: Julio Somoza,que empleó el apodo de Xulín de Xixón en su correspondencia con Brauliohasta 1886; el profesor del Instituto de Villaviciosa, Joaquín García Cavedaque es el Xuaco les Mariñes de la carta; el banquero Fortunato de Selgas yAlbuerne que será Fortun de Cudillero; y Félix Aramburu más difícil de iden-tificar bajo el seudónimo de Xico Xuan de Sucu. Ignoramos el porqué de queFuertes Acevedo se intitulaba Varón de Vidayán104; y en cuanto a BraulioVigón, pasará a ser Braulio del Sueve.

Es posible que la idea de que cada uno tuviera un alias partiera deSomoza y tuviera su inspiración en la correspondencia entre Jovellanos y susamigos, quien para burlar la vigilancia impuesta sobre su persona en el Castillode Bellver firmaba con nombres tales como Martín de Deva, Antón de Caldones,Antón del Real, Juan de Piles, Juan del Canto de la Riba, Xuanón, etcétera.

En la carta no se menciona a Fermín Canella, que se le conocerá porFirme d’Uviéu. Tampoco se menciona a Rogelio de Jove y Bravo, a quien supo-nemos su vinculación temprana al grupo porque así aparece en la corres-pondencia de Somoza con Vigón, pero su actividad no parece que fue muyintensa respecto a la sociedad, sino que más bien parece estar vinculada a lapersona de su amigo Julio Somoza que al grupo. En cuanto a Ciriaco MiguelVigil, tampoco mencionado en esta carta y del que no conocemos seudónimo,hay que decir que al tiempo de formarse La Quintana venía trabajando en laHeráldica asturiana; para él Somoza prevé otros regalitos para que Madrazoiluminase algunos de sus escudos, porque pensaba que fuera una de las pri-meras obras que publicara La Quintana. Esta obra, sin embargo, tardaría aúnalgunos años en publicarse.

Deducimos que fue temprana la incorporación de Félix Aramburu,dada su amistad con Fermín Canella, colaboradores ambos de la RevistaAsturias, que por entonces (1882) dejaría de publicarse. También fue tempra-na la incorporación de Joaquín García Caveda (Xuacu les Mariñes), cuyo paso

104 Tal vez porque siendo de familia acomodada y linajuda, esta tuviera casa en Vidayán,en San Esteban de las Cruces.

65

Page 65: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

por La Quintana fue breve, ya que fallecería en Santa Cruz de Tenerife en1885. A su muerte publicó Fermín Canella, en Oviedo, su obra literaria dis-persa bajo el título: Artículos, discursos, viajes, recuerdos. Julio Somoza lo esti-maba en mucho, según se desprende de la siguiente carta remitida a Vigóndesde Somió fechada en los Figos de San Miguel (septiembre de 1882), en laque brinda por la incorporación de un nuevo socio: Fortunato de Selgas yHuelve (Fortún de Cudillero):

Pues dígote yo qu’antroxé del tóo des que la leí y ababayé co’l retra-tu que fexiste de esi Fortún de Cudillero que en mi ánica non ye menosguapu, nin menos gayasperu que Xuacu les Mariñes ¡Viva la Quintana!recórica... ya semos milenta... ixuxú... ¡ye la fortuna esta sidruca nueva quenon val una corbata y sabe toa a magaya... ¡De balsaina y repinaldo quisié-rala yo pa tomar una moña!

Y más abajo, dejando el bable añade:

... Y regocijado y alborozado quedé con la pintura que me haces deSelgas (aunque no fuera sinó por lo que difiere del difunto Pepe Selgas, quetenía atascado en medio del gargüelu). Algo sabía de él por Fermín (que yame escribió y ya le contesté) pero tu retrato supera en mucho a lo que de élme prometía, porque Firme me dijo que era banquero y, por regla general, noes propio de este gremio una ilustración vasta, de aquí el que esta excepción,honrosísima pa. la Quintana me haya sabido a campo aromado de orieganúy cenoyu.

Hasta aquí los socios, pero junto a estos van a girar otros personajesque por su vinculación al grupo y por la temática de sus trabajos nos atreve-mos a denominar colaboradores, personas que apoyaban con su esfuerzo alos objetivos de La Quintana. Porque hay que tener en cuenta que el grupo secarteaba con todas aquellas personas que pudieran aportar algo al saber dela región, de modo que resulta difícil a veces distinguir el grado de depen-dencia y su participación en la sociedad. Incluso entre los mismos compo-nentes, no todos vivieron el movimiento con la misma intensidad. Así, porejemplo, no parece que fuera muy importante la aportación al grupo de Ariasde Miranda, que Constantino Cabal menciona como socio de pleno derecho.Entre los llamados colaboradores hay una figura excepcional, la deGumersindo Laverde. Otra persona que colaboraría, al menos durante eltiempo que residió en Oviedo, será el hermano de Somoza, que aportó al con-junto no solo su colaboración personal en cuantos encargos se le hicieron sinotambién su trabajo sobre el Marqués de Santa Cruz.

66

Page 66: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

3.— La quintana o el rinconín

La característica de estos individuos la ha resumido ConstantinoCabal: “Todos con competencia y con impulso, y todos con fe en Asturias ycon adoración al rinconín...”105, el rinconín que Fermín Canella llamaba:“Nuestro rinconín de Dios...”. Este rinconín, lo más íntimo y entrañable, laesencia de lo astur, hacia el que van a dirigir sus miras y sus esfuerzos, queva a ser el lazo de unión y de intercambio de ideas y sentimientos y la fuen-te de inspiración de sus obras lo simbolizarán con el nombre de La Quintana.

El que fuera catedrático de Historia del Derecho de la Universidadde Oviedo, profesor Prieto Bances, recogió en un documentadísimo trabajo,titulado La mió Quintana, el origen y la significación del término “quinta-na”106. Señala en esta magnífica obra que siendo la palabra de origen latino,apenas se encuentre en Italia ni en el resto del imperio romano más que enuna pequeña aldea del Danubio, mientras que en Asturias hay sesenta ycinco lugares que se llaman Quintana. Y es curioso —añade— que la deno-minación florezca precisamente en la región donde los romanos tropezaroncon mayor resistencia107. Refiriéndose al significado actual señala: “EnAsturias sigue siendo la ‘quintana’ el ‘corral’ de la villa rústica, el sitio de lacasa cerrado y descubierto, al que abren sus puertas la vivienda del labradoro de los labradores, los establos y los graneros; por eso no hay quintana sinhórreo, ni hórreo sin quintana”.

Este es sin duda el primitivo sentido que tiene para los componentesde La Quintana. Es más, el propio Julio Somoza gozaba en Somió de una deestas quintanas. Una de aquellas fincas, en cuya adquisición Jovellanosempleó el caudal de su pupila, la abuela de Somoza, llegó por herencia a donJulio. Allí, junto a la casa, con cuadra y tenada, la capilla, levantada bajo laadvocación de San Antonio; y al lado un hórreo y una panera, muy juntotodo; allí pasaría, ya muy anciano, pocos años antes de su muerte, los dolo-rosos días de la guerra civil. Hoy se conserva de la capilla una pila de aguabendita; y de la vieja casa, la ventana de lo que fue cuadra y más tarde habi-

105 Los planes de la Quintana, en Contribución al Diccionario Folklórico de Asturias. Oviedo,I.D.E.A., 1951; pág. 101.106 Fue publicado en Estudios dedicados a Menéndez Pidal, por el Consejo de InvestigacionesCientíficas del Patronato Marcelino Menéndez y Pelayo, en 1953. Más tarde apareció en elTomo II de Obra Escrita de Ramón Prieto Bances, publicada por Universidad de Oviedo, en1976.107 Con el término quintana designaban los romanos la puerta y vía que conducían al pre-torio en el campamento romano. De ahí vino a significar plaza pequeña en el campo y mer-cado.

67

Page 67: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

tación de aquellos tristes días, y junto a ella el hórreo y la panera. Era “la súaquintana”. ¿Sería esta la quintana que deseaba que Madrazo les grabase?108.

Pero la quintana es también el símbolo de lo patrio. El propio JulioSomoza nos da la definición de esta palabra en su obra Gijón en la HistoriaGeneral de Asturias: “Voz bable preeminente, comprensiva del caserío, y de su terri-torio limítrofe o colindante. La morada, el solar, los penates, la aldea, el barrio o tér-mino con sus aledaños, emblema de la patria y del hogar”109.

La quintana es, por tanto, no sólo espacio físico sino también espaciovital. Como dice Constantino Cabal: la quintana vive, la quintana bulle y laquintana absorbe todas las realidades de la aldea. Fue este carácter vital elque llevó a elegir para esta sociedad el nombre de La Quintana. Dejemos quesean sus propios miembros quienes nos digan lo que significaba para ellos:

“¿Y qué es LA QUINTANA?

En las aldeas es el lugar donde se cultiva constantemente elsaber popular.

Es la quintana algo parecido al viejo campus del conceyu: enella se corteja, se juega, se forma la danza, se cantan romances, ycorren de boca en boca cuentos, leyendas y hermosas tradiciones delpaís. Cada quintana es un folklore viviente, y como la palabra escaracterística de este principado, con ella expresamos dos ideas: ladel saber popular (folklore) y la de que el pueblo a que este saber serefiere es el asturiano”.

Conviene, no obstante, hacer algunas observaciones. Esta cita quehemos transcrito pertenece al número 1 de la Estafeta de La Quintana, apare-cida con El Carbayón de 15 de marzo de 1892, es decir, más de diez años des-pués de la fundación de La Quintana. Pertenece a una segunda etapa, que secaracterizará por poner mayor énfasis en los aspectos populares y folklóricosde Asturias. En un primer momento, la sociedad se interesó igualmente porlos aspectos populares como por los eruditos, es decir, tanto por la historiacomo por el folklore, es más, creemos que si se interesaba por los segundos erapara interpretar los primeros; para los hombres de La Quintana todo era his-toria, todo servía para interpretarla y todo saber debía ser conservado.Téngase en cuenta que Somoza llevado por la historia se aficionará, comoveremos, a la numismática y a la heráldica y por la misma razón al bable.

108 Cuando preparábamos este trabajo, acompañado de Orlando Moratinos y VicenteCuetos, miembros del Foro, visitamos la finca. Debemos agradecer a sus actuales propie-tarios las atenciones que tuvieron con nosotros.109 Volumen I, pág. 336.

68

Page 68: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 69: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Prueba cuanto decimos el que en 1885 Julio Somoza la llameSociedad Literaria de Asturias110. Sin embargo, no es la Literatura exclusiva-mente el objeto de sus estudios. Si le da este nombre es en el sentido de his-tórico-literarios, pues sus trabajos eran publicaciones, y porque está pensan-do en la obra de su amigo Fuertes Acevedo, aparecida aquel año: Bosquejoacerca del estado que alcanzó en todas épocas la Literatura en Asturias, seguido deuna extensa bibliografía de los escritores asturianos. En realidad el carácter de lasociedad era integrador, como lo demuestra la variedad de especialistas quela componían. En este sentido era una sociedad ambiciosa, que pretendíaabarcar todos los saberes de la cultura asturiana.

Pero lo curioso es que no fue una sociedad formal. Decía a este res-pecto Fermín Canella: “No se constituyó dicha sociedad solemnemente y porescritura pública, ni siquiera con pomposos estatutos y reglamento, grandesanuncios y un poco de bombo; nació y vive modestísimamente en el seno defraternal amistad, por medio de activa correspondencia”111. De manera queno tuvo La Quintana entidad verdadera como asociación. Hemos dicho queSomoza la llama Sociedad Literaria, pero no siempre, porque en una nota deCosiquines de la mió Quintana habla de círculo astur o círculo asturiano112. Era,como muy bien ha visto Ana María Vigón: “una especie de ente quimérico,imaginado para mantener la unión entre sus miembros”113.

Precisamente es este carácter informal lo que hace difícil conocer encada momento el número exacto y la vinculación de sus socios. No hay unregistro de socios. Se puede decir que lo mejor y lo esencial estaba en su espí-ritu: era una pura comunión de personas y de saberes al objeto común de ser-vir y engrandecer la cultura asturiana.

Su objeto era la puesta en común, la participación de saberes que per-mitiera descubrir y transmitir, en interés de las generaciones futuras, el pre-ciado legado de todas las manifestaciones culturales del pueblo asturiano.

En este sentido se puede decir que La Quintana es el movimiento cul-tural más importante del siglo XIX en Asturias. Nada puede compararse a él,ni siquiera, a nuestro juicio, la Extensión Universitaria que no habría de con-tribuir a engrosar ni aumentar en nada nuestros conocimientos del pasadoasturiano, como hacía La Quintana; su finalidad era práctica y a corto plazo,

110 SOMOZA, J. y CANELLA, Fermín. Noticias biográficas y bibliográficas de Máximo FuertesAcevedo. Oviedo, 1885; pág. 5.111 La biblioteca Asturiana. El Carbayón, 17 de mayo de 1887; puede verse también en Revistade Asturias.112 Nota 1 de la pág. 205, y pág. 214.113 Prólogo a VIGÓN, Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infantiles. Poesía popular.Estudios históricos. Oviedo, 1980; pág. XXIX.

70

Page 70: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 71: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

con un objetivo concreto, muy loable eso sí: llevar el saber a las clases traba-jadoras; pero los hombres de La Quintana ponían sus miras en conservar yperdurar.

Cada una de las obras más representativas de sus componentes sonhoy un monumento imperecedero a la cultura de Asturias, una fuente obli-gada en el camino de la investigación.

Hay hombres rudos cuya labor consiste en cavar tenazmente en lasentrañas del pasado y dar a luz las fuentes de la historia. Su labor es germi-nadora, hacen crecer y fructificar la cultura. Luego, otros hombres, profesio-nales de la labranza, cosecheros de oficio, recogen el grano, lo almacenan enelegantes capachos y con mano más o menos generosa la siembran. De aque-llos fue Somoza y los hombres de La Quintana.

Por eso La Quintana fue un movimiento generador, de abajo arriba,como crece la espiga; y la Extensión Universitaria, por ejemplo un movi-miento regenerador, de arriba abajo, como cae el grano en la siembra.

4.— La primera época

Vamos a ver sus logros reiterando que en su desarrollo aparecen dosmomentos o etapas: la primera desde su fundación hasta una crisis quepuede situarse en 1886, tras un período álgido en torno a 1885, y una segun-da etapa, menos brillante, oscura, latente, que parece activarse tras la muer-te de Fuertes Acevedo y que tiene su momento cumbre a lo largo de 1892.

Todo parece indicar que el aporte más importante de la sociedad erael de Fuertes Acevedo. Juntaba este doctísimo asturiano la librería asturianamás numerosa y completa en libros, folletos, discursos, hojas sueltas, manus-critos, códices, diplomas, cronologías, relaciones, listas, legajos de cartas,autógrafos, datos, cuadros estadísticos, mapas, dibujos, retratos, vistas, etc.todo referente a Asturias; colección indispensable para el conocimiento de laregión. Fermín Canella ha resaltado la intervención de Fuertes Acevedo en lasociedad diciendo que se “creó por iniciativa de mis cordialísimos amigosJulio Somoza, de Gijón, y Braulio Vigón, de Colunga, el autor de estas líneasy pocos más, contando todos continuamente con la dirección y consejos delSr. Fuertes Acevedo”114. Así pues, si Julio Somoza fue el miembro más activoe ilusionado, la dirección y el consejo eran de Fuertes Acevedo, quien ni quedecir tiene que de cuánto poseía relacionado con Jovellanos hizo partícipe a

114 La biblioteca Asturiana. El Carbayón, 17 de mayo de 1887; puede verse también en Revistade Asturias.

72

Page 72: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Somoza, y lo mismo hay que suponer haría con los otros amigos de LaQuintana en otras materias.

Don Julio, por su parte, está encandilado, desea ponerse a trabajarcuanto antes. Ha leído El sabor de la tierruca de José María Pereda, el vecino deallende el Deva, y se lamenta de que Laverde, Teodoro, Selgas... no echen loscimientos de la novela asturiana. Está deseando que haya alguna cosiquinapara comunicarla con sus amigos. Envía libros y documentos “de gran valor”—según Ana María Vigón— para incrementar la biblioteca que, poco a poco,don Braulio va consiguiendo formar Es el mismo afán que mantuvoJovellanos con Ceán Bermudez, González de Posada o Antonio Ponz, a quie-nes enviaba cuanto pudiera interesarles para llevar a cabo sus trabajos. Unbuen ejemplo es la primera carta que envía a Menéndez Pelayo. Como vimos,en ella le pide a cambio de un autógrafo de Holland, un ejemplar de losDiarios cuando se publiquen; otro ejemplar de sus artículos sobre BlancoWhite; nota bibliográfica de todo lo que sepa acerca de Jovellanos; losEnsayos críticos del Sr. Laverde; y una colección extensa de sellos de correosnacionales y extranjeros. Es decir, se muestra excesivamente pedigüeño por-que no pide para él. De esto dará cuenta a Braulio Vigón en estos términos:

A Menéndez Pelayo nada le cambié. Le hice, sí, una propuesta decambalache en la forma sigte.: toda vez que él escribía sobre Blanco White,nosotros le enviaríamos una carta inédita de B. W. a Jovellanos y otra tam-bién inédita de Lord Holland a Jovellanos, sobre el concepto que aquel escri-tor (B. W.) le merecía (a Ld. H.). Él (el portento) nos daría en trueque varioslibros y otras cosucas de Asturias y una colección de sellos. No sé si por estoúltimo creería que me chungueaba de él. El caso fue que dio la callada porrespuesta115.

(1) Hombre; Selgas tendrá sellos (eh).

Resulta difícil seguir con detenimiento y minuciosidad los proyectos,planes, avances y logros de la nueva sociedad. Pero sabemos que el primerproyecto que conciben es el de una Biblioteca Asturiana. Se trata de tomar denuevo la vieja idea que en 1862 había dado a la imprenta, gracias al que fueraTeniente fiscal de la Audiencia, don Matías Sangrador y Vitores, los tomos deAntigüedades de Asturias de Carballo, el Viaje Santo de Ambrosio de Morales,el Teatro Eclesiástico ovetense de Dávila y la Historia de la administración de jus-ticia y del antiguo Gobierno del Principado de Asturias y Colección de sus fueros,cartas pueblas y antiguas Ordenanzas del propio Sangrador. Los hombres de LaQuintana recuerdan entonces al que califican todos ellos de maestro, Juan

115 Carta de septiembre de 1892 publicada por Ana María Vigón en Apéndice a VIGÓN,Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infantiles. Poesía popular. Estudios históricos. Oviedo,1980; pág. XLI.

73

Page 73: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Junquera Huergo, “a quien —dice Fermín Canella— no deben olvidar cuan-tos amen las letras asturianas”. La biblioteca Asturiana es una vieja ilusión dealgunos de sus miembros: Fermín Canella y Rogelio Jove y Bravo, que inten-taron en 1877 proseguir en la comisión provincial de monumentos históricosy artísticos la idea de Sangrador.

Somoza es quien de nuevo anima e ilusiona: ¡Como cuaje el programade Biblioteca en la futura Diputación, te digo que se van a quedar sordos hasta losñureros de la Pola de Somiedo!... Yo estoy esperando a que venga de firme la inver-nada pa. ponerme a trabajar116. Pero este proyecto no llegará a realizarse. “Ennuestras cartas —dirá Canella en 1887— hay todo un plan para la Biblioteca,con las abundantes noticias que ha menester quien la lleve a cabo. Mas todoslos esfuerzos hasta aquí indicados dieron hasta hoy resultado exiguo”. Y alfinal no se llevará a cabo.

Pero el espíritu de La Quintana arrastrará a la realización de verda-deras obras de envergadura, ayudando a sostener y agitar el interés y la afi-ción al conocimiento de la historia de Asturias. La primera de estas obras quese publica bajo el aliento de la sociedad es Catálogo de manuscritos e impresosnotables del Instituto de Jovellanos en Gijón, seguidos de un índice de otros docu-mentos inéditos de su ilustre fundador, y la segunda Cosiquines de la mióQuintana, ambas de Julio Somoza. De ellas trataremos en otro lugar.

En 1883, en los juegos florales y certamen científico literario iniciadospor la Sociedad Económica de Amigos del País, de Oviedo, el premio de laUniversidad Literaria correspondió a la obra Estudio biográfico-crítico de losjurisconsultos más ilustres de Asturias, de la que era autor Máximo FuertesAcevedo. Ésta es una obra realizada con anterioridad a la formación de lasociedad y, además, presentada a un galardón, por lo que no se puede decirque fuera el producto del compromiso quintanal. Si la citamos es por su inte-rés y porque, como la inmensa mayoría de los trabajos de su autor, perma-nece inédita117.

En 1884 alcanzó dos nuevos premios. La Real Academia de Cienciasy Artes de Cádiz le otorgó premio extraordinario, título de socio honorario eimpresión de su memoria sobre La Atmósfera. La Comisión central del segun-do centenario del nacimiento del sabio escritor y bravo general Navia Osorio,

116 Ídem. 117 MARTÍNEZ CACHERO, José María. Notas sobre bibliografía literaria asturiana. Oviedo,B.I.D.E.A. XXXII, 1957; pág. 397.

74

Page 74: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

le concedió mención honorífica por su excelente Vida y escritos del marqués deSanta Cruz de Marcenado118. Y en efecto, parece ser que este centenario fueseguido con vivo interés por los socios de La Quintana ya que sobre este temaapareció en El Carbayón de Oviedo, un trabajo de Manuel Somoza, que enton-ces estaba destinado como capitán de artillería en Oviedo, fechado el 8 dediciembre de 1883, y titulado El Tercer marqués de Santa Cruz de Marcenado,acompañado de un cuadro genealógico119. Además, la sociedad poseía enton-ces la manuscrita e inédita obra titulada Historia de la casa de Navia del Valle deAnleo, cuaderno (72 páginas en 4º) que se proponía por entonces publicar,pero que como tantos y tantos proyectos no llegó a ver realizado120.

La que sí fue publicada por iniciativa de la sociedad La Quintana esBosquejo acerca del estado que alcanzó en todas épocas la Literatura en Asturias. Enun artículo aparecido en El Carbayón de Oviedo121, a primeros de 1885, bajoel título Bosquejo bibliográfico de los escritores asturianos contemporáneos y losanónimos del siglo actual, Máximo Fuertes Acevedo daba a la luz pública laintroducción de un trabajo, que pretendía fuera una ampliación o comple-mento de su Ensayo de una Biblioteca de Escritores Asturianos, con la que en1867 había ganado el primer premio, dotado con 8.000 reales, de la BibliotecaNacional. En él alaba la iniciativa de Julio Somoza de guardar sus artículosdispersos y expuestos a desaparecer para publicarlos como libro, bajo el títu-lo Cosiquines de la mió Quintana, y anunciaba que la misma idea sería puestaen práctica por Fermín Canella, con otra obra. Pues bien, parece ser que estabibliografía tenía una extensión enorme y por su costo no se publicó. En sulugar lo que publicó La Quintana fue un bosquejo, más reducido, que apare-ció aquel año en Badajoz, pero que se había insertado entre 1880 y 1882 en laovetense Revista de Asturias, de la que eran colaboradores los miembros de LaQuintana. La prensa asturiana y madrileña no escaseó elogios a esta obra titu-lada Bosquejo acerca del estado que alcanzó en todas épocas la literatura en Asturias,seguido de una extensa bibliografía de los escritores asturianos122. Fuertes Acevedo

118 El concurso se anunció en la prensa en mayo de 1884 y en el mes de junio publicóFuertes Acevedo en La Crónica de Badajoz, los días 16, 21 y 28 una biografía del marqués.El 7 de julio se publicó la convocatoria del certamen. El plazo para la terminación de lasmemorias era hasta el 15 de noviembre de 1884. Se declararon desiertos los primeros pre-mios, pero el Jurado teniendo en cuenta el poco tiempo que habían tenido los autores, con-vocó un nuevo concurso. En este segundo certamen obtuvo el primer premio Juan deMadariaga con su obra Comentarios a la vida y los escritos del General Marqués de Santa Cruzde Marcenado. Fuertes Acevedo, finalizado el concurso propuso a la Junta directiva del cen-tenario la erección de una estatua del marqués, como colofón del mismo. 119 El Carbayón, 19 de diciembre de 1884.120 El Carbayón, 20 de diciembre de 1884.121 El Carbayón, 19, 21 y 22 de enero de 1885.122 En 1985, al cumplirse el centenario de su publicación llevó a cabo una edición facsímilla “Biblioteca Antigua Asturiana”, con prólogo de Arturo Muñiz.

75

Page 75: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

seguiría recopilando datos y autores hasta su muerte, dejando inédita enpoder de sus herederos en siete valiosísimos tomos este Estudio de los escrito-res contemporáneos de Asturias, que no ha llegado a ver la luz pública.

Del Bosquejo de Fuertes Acevedo ha dicho Martínez Cachero que setrata “de algo así como un manual de historia de la literatura asturiana —(elprimero y, hasta hoy, el único; el que da trabada arquitectura a un vasto con-junto nunca más estructurado)—, muy útil en sus referencias y con la inelu-dible y consiguiente limitación temporal, dado que la generación posromán-tica asturiana —aquella que pudiera presidir Leopoldo Alas y ArmandoPalacio Valdés, al que el mismo Fuertes pertenecía; la que se reúne en tornoa la Universidad y a la aludida Revista de Asturias— estaba aún en plena vita-lidad creadora”123.

Mientras Fuertes Acevedo trabaja en estos temas bibliográficosFermín Canella publica en 1884 en El Carbayón, convertido sin lugar a dudasen verdadero abanderado del movimiento y boletín de la sociedad, el artícu-lo Saber Popular. Folklore Asturiano124. Se trata de un viejo trabajo, según lee-mos: “Es adjunto un Proyecto de Interrogatorio o Programa de cuanto puedencomprender las Ciencias y Letras de La Quintana de esta provincia, cuyoestudio emprendí con la mayor voluntad antes de 1882 en la Revista deAsturias: tarea paralizada cuando del estadio de la prensa desapareció aque-lla publicación, muy digna de mejor suerte”. El trabajo se dirigía con fecha 1de enero de 1884 a don Antonio Machado y Álvarez, fundador del Folkloreespañol, y su fin era el de proceder a crear en Asturias la correspondiente aso-ciación regional del Folklore, a imitación de las constituidas en otros puntosde España. En él se pasa revista a los distintos temas objetos de estudio:Asturias y sus habitantes; dialecto y literatura popular; costumbres deAsturias; fiestas y calendario popular de Asturias; creencias y supersticionesde Asturias; el trabajo y artes populares de Asturias; y conocimientos popu-lares en La Quintana. Ciencia del vulgo en Asturias. Se imprimió en folleto y,finalmente, según hemos visto que anunciaba Fuertes Acevedo, se publicó en1886, junto a otros artículos ya aparecidos en la prensa en un libro tituladoEstudios asturianos: Cartafueyos d’Asturies, siguiendo el ejemplo de Somoza enCosiquines de la mió Quintana.

Por lo que respecta a Ciriaco Miguel Vigil, ya antes de formar partede La Quintana venía dedicándose hacía casi cuarenta años (desde 1845 quela comenzó) con tesón infatigable a la epigrafía, recorriendo palacios, monas-terios, castillos, santuarios, torres y ermitas de Asturias, incluso mucho antes

123 MARTÍNEZ CACHERO, José María. Notas sobre bibliografía literaria asturiana. Oviedo,Boletín del I.D.E.A. nº 32, 1957; pág. 399.124 El Carbayón, 10 a 15 de marzo de 1884.

76

Page 76: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

de ser nombrado Archivero de la Diputación. Hombre consagrado al estudioy a la investigación, había organizado en Oviedo la Academia provincial deBellas Artes y la Comisión de Monumentos. A impulso de La Quintana vefinalizado su monumental obra sobre epigrafía asturiana y en 1884 laDiputación Provincial de Oviedo acordó publicarla. Sin embargo, aún tarda-ría en ver la luz pública, apareciendo en 1887 bajo el título: Asturias monu-mental, epigráfica y diplomática: datos para la historia de la provincia. Constaba dedos tomos, uno de texto y otro de láminas e inscripciones, insertando al finaluna lista de fuentes bibliográficas. Esta obra de por sí justificaría lo quehemos dicho sobre la importancia del legado cultural de los miembros de LaQuintana. La Academia de la Historia acordó la adquisición del mayor núme-ro de ejemplares posible y su distribución entre todos los institutos de ense-ñanza pública. Y la fama de su autor llegó hasta Alemania, en donde grannúmero de las publicaciones del afamado investigador Hübner se debían a lainformación del estudioso asturiano125.

Pero ya entonces, cuando se publica esta obra, su autor, miembrocorrespondiente de las Reales Academias de San Fernando y de la Historia,tenía inédita otra importantísima obra que aparecería en 1889, tituladaColección histórico diplomática del Ayuntamiento de Oviedo, que verá la luz públi-ca en 1890, gracias al acuerdo de la Comisión de Instrucción Pública delAyuntamiento de Oviedo126. Eran trabajos que el autor comunicaba con susamigos de La Quintana. Así lo confiesa Fermín Canella en el comentario altrabajo Asturias Monumental: “Unidos nosotros al señor Vigil por tan antiguacomo cariñosa amistad; habiendo recibido en ocasiones muy repetidas suvalioso concurso para nuestros trabajos, según lo manifestamos siempre parasepararnos de tantos y tantos que se aprovecharon de sus estudios sin confe-sarlo con gratitud; y sintiendo afición decidida, ya que no coronada por éxitofeliz, a la historia provincial, nosotros muy particularmente vemos con ínti-

125 El Carbayón publicaba con fecha 20 y 21 de agosto de 1889, la traducción de un trabajoaparecido en el Semanario Philológico de Berlín, núm 25, correspondiente al 22 de junio de1889, del profesor Herr Rudolf Beer, de Viena, alabando la obra de Vigil en términos talescomo estos: “La actividad y movimientos promovidos por Vigil para ulteriores estudios yproblemas, fastilogía episcopológica, génesis del latín romanceado, noticias bibliográficasetcétera, ofrecen la seguridad de que el precioso material acumulado en la obra que nosocupa, servirá para otras nuevas investigaciones, que a su vez devolverá con usura lo queVigil ha inaugurado de una manera tan extensa como digna de todo encomio”. Y en otrolugar: “La Asturias monumental de Vigil constituye por sí misma un monumento de lamás solicitada actividad literaria de España renaciente —exemplo et virtute— Por nuestraparte y de todo corazón desearíamos que el ejemplo permaneciese cubierto y ganase prosé-litos. Imitárenle las demás provincias y la España se nos volvería a presentar con todo elesplendor de su historia, en poder e ingénitas aptitudes científicas”.126 Al parecer según Fermín Canella hubo varios acuerdos para su publicación, en 1871,1882 y por fin el de 1888. Formaban la Comisión de Instrucción Pública este año los seño-res: González Río, Alas, Escotet, Uría, Berjano y Posada. El Carbayón, 7 de enero de 1890.

77

Page 77: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

mo regocijo la aparición del suspirado libro”127. Y el propio Somoza tambiénviene a confirmarlo en una carta a Calixto Alvargonzález en la que quedapatente tanto la generosidad de Vigil como de Vigón:

Amigo Calixto.

Voy a devolverle a Vigón lo q.e nos envió, si Vd. no necesita el calcode la lápida de Vigil, (a pesar de su incondicional oferta) creo conve-niente q.e por lo mismo q.e nos facilita todo lo suyo con liberalidad, juzgo, ala vez, q.e debe tener mucho afecto a lo de Colunga, y que “en conciencia”debemos devolvérselo.

Vd. resolverá lo q.e estime justo128.

Junto a estas publicaciones importantes de libros, en El Carbayón apa-recen incesantemente artículos de los componentes de La Quintana. Quienmás llegó a publicar es, sin duda, Fermín Canella, a quien favorecía su resi-dencia en Oviedo, sede del periódico. Pero también aparecen algunos artícu-los de Somoza, aunque resulta difícil identificarlos por no llevar firma, comopor ejemplo el dedicado a don Máximo Fuertes Acevedo dentro de la serie LosAsturianos de Hoy, que luego ampliaría con Fermín Canella, dando lugar alfolleto titulado: Noticias biográficas y bibliográficas de Máximo Fuertes Acevedo.Braulio Vigón publica en 1885 dos importantes artículos en el mismo perió-dico: el primero, Apuntes para la defensa de Ribadesella y su concejo en 1574 129 yAlzamiento de Asturias en 1808: Don José Carrandí, en el que se publican dosdocumentos o manuscritos propiedad de La Quintana130. Al año siguientepublicará otro artículo titulado: Caravia con apoyo también de un manuscri-to de La Quintana131. Más tarde publicará en 1891 su trabajo Folklore del mar132.En esta obra también se vale de algún manuscrito propiedad de La Quintana,lo que denota que fue una obra compartida, en el sentido de comunicadaentre sus amigos. Está reducida al folklore de Colunga pero bellísima e impor-tantísima, llena de emoción y cariño a La Quintana.

Resulta difícil inventariar todo lo que La Quintana recogió y recopiló.Dice Constantino Cabal que “formó biblioteca ‘La Quintana’ de muchísimovalor. Juntó documentos útiles, reunió manuscritos importantes, consiguiólibros difíciles... copiosa correspondencia de personalidades prestigiosas,

127 El Carbayón, 8 de junio de 1887.128 Archivo FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ. Fondos procedentes de Pedro Hurlé:16/26. 129 El Carbayón, 1 de mayo de 1885. Cita un manuscrito de La Quintana, relativo a las medi-das adoptadas en Ribadesella ante la amenaza de los corsarios ingleses.130 El Carbayón, 11 de mayo de 1885. Los temas de la guerra de la Independencia fueron tra-tados también en varias ocasiones por Fermín Canella.131 El Carbayón, 7 de octubre de 1886.132 El Carbayón, 16 de enero de 1891.

78

Page 78: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

dirigida a Jovellanos; curiosa correspondencia de Martínez Marina, —(donFrancisco) a su hermano don Miguel; relación de la visita de don José CangaArgüelles en el 1837, al Real Instituto de Gijón... Todo lo que encontraban ensus buscas y compraban en sus viajes que pudiera aportar un solo grano a lacosecha de Asturias, lo llevaban estos hombres a la troj de La Quintana sinremedio”133.

Un ejemplo de esta labor recopiladora se encuentra en los documen-tos jovellanistas publicados por Somoza en 1891, bajo el título Escritos Inéditosde Jovellanos. Fue una obra publicada con ocasión de levantarse la estatua aJovellanos en Gijón. La dedicó Somoza a su hermano, en estos cariñosísimostérminos: A D. MANUEL SOMOZA DE MONTSORIÚ, comandante deArtillería, en estimación de la perpetua amistad y del probado amor, con que siemprele quiere su hermano. En el capítulo Preliminar ya se anuncia al lector la proce-dencia de los documentos conservados con religioso amor por uno de los más bene-méritos socios de La Quintana, y a cuya diligencia se debe también de hallazgo yordenación, tocándonos a nosotros la grata tarea de ponerlos en limpio, con solícitocuidado, para que en su día pudieran ver la luz pública. Tal vez se esté refiriendoa Fuertes Acevedo, que en el momento de la publicación del libro había falle-cido.

Todo parece indicar que los manuscritos permanecían en la posesiónde su primitivo dueño o quien los adquiriera, pero se consideraban propie-dad común de todos sus miembros, es decir, de La Quintana, que no tenía unarchivo propio, bajo la custodia de un archivero, secretario o alguien así. Alfallecimiento de uno de los miembros los legajos pasaban a la posesión de susherederos, como fue el caso de Fuertes Acevedo. Así nos lo ha dicho Somozaal referirse a las fuentes de su obra Documentos para escribir la biografía deJovellanos, y que pertenecieron al archivo de La Quintana: Otro, muy abundan-te, comprende valiosos instrumentos del archivo de La Quintana (su actual posee-dor, el señor Fuertes Arias), gran parte de los cuales dimos a la estampa en anterio-res obras: encontrándose unos pocos, en extraños y raros libros o folletos: asciendena 112 134.

Muerto Máximo Fuertes Acevedo el 1 de julio de 1890, y mantenien-do Somoza algunas diferencias con Fermín Canella, todo parece indicar queLa Quintana se vino abajo. Así lo ha entendido Ana María Vigón: “LaQuintana —que empieza a tambalearse en 1886— muere, por fin, en 1890,cuando entre alguno de sus principales miembros empiezan a abrirse grietasinsalvables de incompatibilidad y desconfianza”. Sin embargo, no será éste

133 Los planes de La Quintana, en “Contribución al Diccionario Folklórico de Asturias”.Oviedo, I.D.E.A., 1951; pág. 102.134 Prólogo; pág. 20.

79

Page 79: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

el año de su desaparición, ya que por una parte la obra de sus componentessigue adelante: Somoza publica Escritos Inéditos de Jovellanos (1891); BraulioVigón en Folklore del mar (en 1891 en El Carbayón); Ciriaco Miguel VigilHeráldica Asturiana, y Catálogo Armorial de España, seguido de leyes y preceptos,bibliografía del blasón, órdenes de Caballería y genealogía (1892), una obra queestaba preparando desde los inicios de La Quintana, mucho antes que otrosautores modernos. Además, sabemos por ejemplo que Acevedo y Huelve,que ya aportó a Las Amarguras de Jovellanos el contrato de préstamo personalcontraído en la Isla de León por don Gaspar Melchor de Jovellanos en favorde don Domingo García de la Fuente, ahora en 1891 sigue aportando docu-mentos para La Quintana, en esta ocasión y por el mismo conducto, es decir:gracias a la generosidad de Domingo García de la Fuente, vecino de Coaña,el documento de donación de la finca de Jovellanos Las figares a DomingoGarcía de la Fuente135. Por otra parte, La Quintana volverá a anunciarse connuevos bríos en El Carbayón.

5.— Segunda época

El martes 15 de marzo de 1892 aparecía la que se titulaba Estafeta deLa Quintana, una página de El Carbayón dedicada a tratar del folklore asturia-no. Si hasta ahora La Quintana había funcionando sin ninguna manifestaciónexterna, sin bombo como decía Fermín Canella, ahora va a sentir la necesidadde organizarse a través de un folletín y de un nuevo logotipo.Indudablemente se trata de una nueva etapa. Aparece también una ComisiónOrganizadora que tras explicar el significado del nombre de Quintana, talcomo ya hemos visto, daba razón del porqué del nuevo emblema o símbolode la sociedad, el búho:

“Lo supersticioso, lo legendario, lo tradicional tiene por sím-bolo y emblema el búho: he aquí la razón de que una imagen de estaave nocturna ilustre el escudo de nuestra sociedad”.

También daba cuenta de sus reuniones y de los días que habría deaparecer dicha estafeta:

“Los viernes, a la hora del crepúsculo, y los sábados a la delaquelarre, celebrarán sus reuniones los socios de La Quintana: losmartes se publicarán sus acuerdos. Son horas y días que la tradiciónconsidera nefastos, y así estará en carácter”.

135 El Carbayón, 6 de agosto de 1891.

80

Page 80: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

El lugar de reunión no lo dice la Comisión Organizadora, pero sesabe. Era en una pensión de la tradicional calle de Cimadevilla, la calle porexcelencia de Oviedo, donde está el mentidero de la ciudad, según ha dichoFermín Canella y ha añadido: “Es, como vulgarmente se dice, un coche para-do, porque allí como en un calidoscopio aparecen lo ordinario y lo extraordi-nario de Oviedo. Es el corazón de la ciudad y el lugar de las grandes exhibi-ciones”136.

Se tratará de una Quintana renovada. Los objetivos dejan de ser loshistórico-literarios, para centrarse principalmente en lo folklórico:

“Pero en orden a las tradiciones populares, a los usos, cos-tumbres, supersticiones, leyendas, proverbios, romances, cuentos,cantares, etcétera, cada pueblo tiene los suyos, y como esta riqueza escomún, hay necesidad de inventariarla porque es inapreciable fuen-te, verdadero faro para penetrar en las sombras del pasado, registrartodo el proceso de nuestra cultura y reconstruir la historia del puebloasturiano.

Esto va a hacer La Quintana, que será más tarde archivoriquísimo de nuestras tradiciones y tesoro de la asturiana literatura”.

Por otra parte cualquier persona podía pertenecer a la nuevaQuintana, especialmente las mujeres:

“Además de los cultivadores ya conocidos, formarán parte deesta sociedad todos los asturianos que quieran ayudarnos, y antes lasasturianas que se sirvan favorecernos.

La mujer asturiana conserva vivo el fuego del hogar, comolas antiguas vestales, y guarda el tesoro de nuestras tradiciones yleyendas más cuidadosamente que el hombre.

Admitimos, pues, adhesiones para realizar el pensamiento,y formaremos listas de colaboradores de La Quintana”.

Hemos de suponer que entre “los cultivadores ya conocidos” figura-se Somoza, pero a decir verdad no aparece su nombre en ninguno de los tra-bajos. Se decía, según la Comisión Organizadora, que los artículos de la esta-feta debían de estar firmados, porque si no, no se publicarían.

Para publicarlos con seudónimo tenía que conocerse al autor, si no LaQuintana no los publicaba.

136 CANELLA Y SECADES, Fermín. El libro de Oviedo. Guía de la ciudad y su concejo. Oviedo,1887; págs. 107 y 109.

81

Page 81: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Pues bien, a lo largo de un año escaso que esta sección apareció en ElCarbayón no figura ninguno firmado por Somoza. Claro que sí aparecen algu-nos sin firma, y otros con seudónimo. De todas las maneras cabe pensar quedon Julio, al menos indirectamente, ayudaría a esta nueva idea que en reali-dad no era sino continuación y producto de aquella de la que en su día habíasido uno de los más entusiastas fundadores.

Se ha producido un relevo en la dirección y desarrollo del pensa-miento. Dos antiguos colaboradores (uno de ellos de los primeros miembrosfundadores), Braulio Vigón y Bernardo Acevedo y Huelves, ambos amigosde Somoza, van a ocuparse de seguir adelante con el antiguo pensamiento.

Este último llevará la dirección de la Estafeta de La Quintana, que salíalos martes (salvo excepción debida a las necesidades del periódico) pero nosemanalmente sino quincenalmente.

Al comienzo abundaban los colaboradores, pero a partir del veranode 1892 casi todo el peso del folletín recae en estos dos entusiastas del babley del saber popular, que recorriendo Asturias ponen en letra impresa uncuento que recita una niña de seis años en Oviedo; o una poesía una ancianade ochenta años en Colunga.

El martes 22 de febrero de 1893, veía la luz pública el nº 26 de laEstafeta de La Quintana: aquel día fue el último de La Quintana. Fracasó en susimportantísimos objetivos de hacer una Biblioteca Asturiana y una AcademiaAsturiana, según el pensamiento de Jovellanos. Pero logró dar a la culturaasturiana un impulso enorme.

En su seno se gestaron obras perdurables, algunas de las cuales toda-vía no se han perdido y están esperando quien las saque a la luz, como losimportantes trabajos bibliográficos de Fuertes Acevedo; otras son todavíahoy principales fuentes para el conocimiento del pasado asturiano, como lasmonumentales obras de Ciriaco Miguel Vigil; hoy que existe una Academiade la Llingua en nuestro Principado, resultan de actualidad los bellos y riquí-simos trabajos de Bernardo Acevedo y Huelves y Braulio Vigón; nadie puedeconocer en nuestros días la Asturias del XIX sin recurrir a la obra de FermínCanella; y en cuanto a Somoza, toda su obra jovellanista desde su Catálogo demanuscritos e impresos notables del Instituto de Jovellanos hasta el Inventario de unjovellanista, se produce con la ayuda de La Quintana. Unas veces le publica lasobras, otras le aporta los materiales para su estudio.

Pero si estos fueron los logros reales y directos en el seno de la pro-pia sociedad, todavía hay que hablar de su proyección al exterior. Gracias alespíritu de La Quintana, a su ejemplo y a su impulso, se llevará a cabo en

82

Page 82: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 83: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Asturias un incremento notable de publicaciones asturianas. Así lo reconocíala prensa en 1889:

“Satisfechos pueden estar los activos e ilustrados socios deLa Quintana por los brillantes resultados obtenidos en su patrióticapropaganda y en su continuado impulso para la publicación de librosasturianos”137.

“(...) Por otra parte, también coincidió con aquel llamamien-to de conocidos escritores, el trabajo meritorio de otros autores dis-tinguidos, asistiendo unos y otros por distintos caminos al renaci-miento de la historia provincial”.

Y cita una enorme lista de publicaciones, entre las que destacaremos:El libro de la Pelagra de Faustino Roel; Páginas Asturianas, de ManuelFernández Ladreda; Los Foros de Asturias y Galicia, de Jove y Bravo; la Históriacrítico-filosófica de la monarquía asturiana, por Mariano M. Valdés; laMineralogía Asturiana de Fuertes Acevedo; la Poesía popular de Asturias de JuanMenéndez Pidal; las Biografías de Cónsul y Caveda; la Iconoteca asturiano-uni-versitaria, el Libro de Oviedo, por Fermín Canella; Jovellanos Artista y laMemoria sobre la Capilla del Rey Casto por Fortunato Selgas; la Guía industrial ycomercial de Asturias por Ángel R. Cartavio; Covadonga de A. Cáceres; DePalencia a Oviedo y Gijón por Ricardo Becerro de Bengos; etcétera.

6.— El interés por el bable

En lo que a Somoza se refiere creemos que esta segunda etapa de LaQuintana habría de incrementar su interés por el bable. Así lo prueba una obraen la que trabajará por entonces. Se trata de un ensayo de un vocabulario dedialecto asturiano o dialecto de los naturales de Asturias, que ha visto la luz públi-ca en nuestros días gracias a la labor investigadora de Álvaro Arias Cabal. Elmanuscrito se conservaba en el Real Instituto de Estudios Asturianos. Estaobra cuya autoría creemos que ha quedado bien determinada, sobre todo porel cotejo de la letra, que a todas luces parece de Somoza138, es posible a nues-tro entender que tuviera su origen en este resurgir de La Quintana.

137 El Carbayón, 19 de enero de 1889.138 SOMOZA, Julio. Primer ensayo de un vocabulario bable. Edición, estudiu y notes d’ÁlvaroArias Cabal. Academia de la Llingua Asturiana. Ovieu, 1996. Creemos que por lo demásno hay muchas dudas sobre la autoría de la este vocabulario. La expresión: Un pitu de laQuintana (cayando de los demás), con que aparece firmado el manuscrito es muy del humory vena de Somoza. Las fuentes que se citan son también muy somozianas, y hasta la faltade citación de Canella en el vocabulario, a pesar de haberlo citado en las fuentes, podríaexplicarse por la enemistad de uno hacia el otro.

84

Page 84: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

En 1891 publicará Apolinar de Rato su diccionario bable, sobre el quevertirá Somoza su dura crítica. Y al año siguiente aparecerá la Estafeta de LaQuintana, uno de cuyos objetivos va a ser llevar a cabo la formación de undiccionario bable. En los primeros números se trata de palabras aisladas,mientras que a medida que la publicación avanza se organiza un diccionarioque quedó interrumpido en la letra “F”. Todo parece indicar que el respon-sable tanto de la estafeta como de la formación del nuevo diccionario bableera Bernardo Huelves Acevedo. En el número 10, de fecha 5 de julio de 1892la Estafeta daba una cita de Unamuno. El Rector de Salamanca se interesa porLa Quintana y le escribe a su amigo Pedro de Mugica: “El Carbayón, diario deOviedo, publica a guisa de Hoja Literaria una hoja que titulo ‘Estafeta de laQuintana’, dedicada casi exclusivamente a recoger documentos sobre elbable. Está publicando un vocabulario bable y poesías bables. En uno de esosnúmeros me aludía según me han dicho sin acertar a decirme por qué, sóloque era cosa de lingüística. El que publica tales cosas se llama B. Acevedo.Voy a escribirle pidiéndole el número ese, todos los números del vocabulariopor duplicado (uno para Vd.) y una nota de las mejores colecciones de poe-sías bables. De este modo podré remitir a usted, si lo desea y aún no lo tiene,cuanto material haya. Le enviaré la nota bibliográfica que reciba de ElCarbayón. ¿Ha estudiado usted algo el bable?”139.

En efecto, Unamuno escribe a Acevedo y éste le responde con unacarta cariñosísima prometiéndole enviarle los números de El Carbayón que lepedía y recomendándole los romances de Caveda140. Parece ser que aun desa-parecida la Estafeta de la Quintana, Acevedo seguía con su intención de sacaradelante su vocabulario bable, pues todavía en febrero de 1894, leemos enuna carta de Unamuno a Mugica que Acevedo está haciendo un vocabulariobable141. La correspondencia de Unamuno con Bernardo Huelves Acevedo seinterrumpió al parecer bruscamente. En 1897 escribe Unamuno a su amigochileno: “¿Sigue usted teniendo relaciones con Bernardo Acevedo, el deOviedo? He aquí una persona de la que no he vuelto a saber nada, despuésde habernos escrito. Lo mismo me ha sucedido con algún otro”142.

139 Cartas inéditas de Miguel de Unamuno. Recopilación y prólogo de Sergio FernándezLarrain. Madrid, Ediciones Rodas, 2ª Edición, 1972; pág. 162. La carta no lleva fecha.140 Carta de Unamuno a Múgica de fecha de 5 de agosto de 1892. Op. cit., pág. 163.141 Concretamente leemos: “Tiene gracia eso que me dice usted de que la conclusión de miscosas del Eco le prueba que no soy tan práctico como Acevedo que está haciendo el voca-bulario. En primer lugar Acevedo vive en Oviedo y hace un vocabulario bable y yo vivoen Salamanca, y por más que pregunto nadie me da razón de que ni los charros, ni losarmuñeses, ni los serranos hablen vascuence”. (Carta de 1 de febrero de 1894; Ibídem; pág.198.)142 Op. cit., pág. 235. La carta es de fecha 12 de octubre de 1897.

85

Page 85: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Creemos que en esta cita de Unamuno puede estar la clave de losapuntes del vocabulario bable que llevó a cabo Somoza. No creemos queSomoza tuviese intención de publicar un vocabulario bable. Se trataría másbien de algunos apuntes que va entresacando con el rigor que siempre carac-terizó sus obras, anotando sus fuentes y procedencia y seleccionando losautores, para tal vez ofrecérselos a su amigo Acevedo.

Arias Cabal en su magnífico estudio preliminar ha fijado la fecha deinicio del vocabulario bable de Somoza en 1896, después de desaparecido elintento de la Estafeta de la Quintana. Sin embargo, reconoce que esta fechapuede estar sometida a cambio143. Es más, se citan obras que eran conocidasde Somoza con anterioridad, como por ejemplo los Diarios de Jovellanos. Detodas las maneras, parece que el intento de Acevedo de hacer un vocabulariobable perduraría después de desaparecida la Estafeta de El Carbayón.

Ahora bien, la circunstancia de que entre los manuscritos de El carác-ter Asturiano que se conservan en la Biblioteca Asturiana del P. Patac, figurenalgunos papeles referentes al bable como son entre otros los que Arias Cabaldenomina Fuentes, y una página, la número 57, tachada y reutilizada, corres-pondiente a una primera redacción del Vocabulario, permite apuntar unasegunda hipótesis, la de que se trata de un ensayo sobre habla asturiana den-tro de la obra que habría de dedicar al carácter astur.

Tanto en un caso, como apuntes para su amigo Acevedo, como en elotro, para incorporarlo al Carácter, nos parece que Somoza no tuvo intenciónde hacer un diccionario bable. De hecho, sus opiniones sobre el bable sonduras y desabridas, como se ve en estos dos comentarios que figuran en estamisma obra:

Bable: dialecto (forma decadente) por transición, relajación (porinfluencias extrañas) o degeneración. Su estructura es siempre tosca; y s/(sic) manifestaciones, acusan la torpeza, ora conceptiva, pronunciativa,auditiva, explicativa144.

Y por otra parte:

El bable no es siquiera un dialecto. Es un conjunto de ellos dondepredominan las formas dialectales de la provincia (según su situación) limí-trofe con el gallego, el bierzano, el montañés (...). Existe en el Principadovariedad de subdialectos o jergas; y por descontado ninguno de generaciónliteraria, sino de corrupción. Pasa con esto, lo que con el carácter. Propende

143 SOMOZA. Primer ensayo de un vocabulario bable. Edición, estudiu y notes d’Álvaro AriasCabal. Ovieu, 1996; pág. 59, nota 86.144 Cuaderno XI. Lo recoge Arias Cabal en la pág. 20 de su estudio preliminar.

86

Page 86: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

los que no lo tienen a remedar los modales altos, finos, distinguidos, eleva-dos de quienes los poseen, y sólo alcanzan a su difícil y tosco remedo...145.

Así pues, todo parece indicar que Somoza no era un gran entusiastadel bable. De hecho la aparición del trabajo de Arias Cabal “sorprendió a pro-pios y extraños” al decir de la prensa; nadie esperaba que Somoza hubieraescrito algo sobre el bable146. En nuestra modesta opinión, Somoza no se acer-ca al bable con el corazón o el sentimiento. Ni parece que tuviera la menorintención de rescatarlo del olvido. Su afán era puro afán erudito. Hizo de élobjeto de estudio en cuanto le servía para entender el pasado de su tierra yel carácter de su pueblo. Cuando lo emplea, que lo emplea con alguna fre-cuencia, es para citar un dicho o sátira ancestral, o para dar a su discursovivacidad, donaire y gracejo o, en fin, para apoyar sus investigaciones histó-ricas. Utilizó el bable, principalmente, como fuente de conocimiento y estu-dio más que como lenguaje. En esto no se pareció a su amigo JunqueraHuergo que le dedicó nada menos que un diccionario y una gramática. Perode todas las maneras sus conocimientos fueron grandes como para no dejarde opinar en esta materia como en todas las demás en las que se adentró.

145 Cuaderno I.146 El Comercio, 11 de julio de 1996; pág. 22.

87

Page 87: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 88: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 4

Archivero, bibliotecario yperiodista

1.— Investigando y polemizando sobre el Instituto

La creación de La Quintana habría de ser decisiva para llevar a caboel primer proyecto jovellanista de Julio Somoza. Según confesaba él mismo,todos los socios de La Quintana pusieron sus papeles a su disposición paraeste trabajo que pretendía dar conocer los manuscritos y diplomas que ence-rraba como un tesoro oculto la biblioteca del Instituto de Jovellanos147.Recuérdese en este sentido el magnífico archivo de Fuertes Acevedo. Ahorabien, se deberá al insigne Catedrático de la Universidad de Oviedo, FermínCanella, quien ya se había ocupado de esta biblioteca en varios artículos yespecialmente en su obra: Historia de la Universidad de Oviedo y noticias de losestablecimientos de enseñanza de su distrito, publicada en 1873, el que Somozalleve a cabo el inventario de los ciento veinte volúmenes que constituían lacolección de manuscritos y diplomas del Instituto. Gracias al aliento delamigo, Somoza se pondrá a trabajar.

El primer paso será publicarlos en un periódico, la Revista de Asturias,que dirigía otro catedrático de la Universidad, don Félix Aramburu. En 1882aparece al público este trabajo. En carta al Director de la revista, Somozaexplica su pretensión:

Instado de continuo por nuestro común amigo Fermín CanellaSecades, para que pusiera mano al Catálogo de Manuscritos del Instituto deGijón, me decidí a aventurarme en la empresa, más por deseo de complacery de hacer saber al público lo mucho bueno que allí yace, poco menos queolvidado148.

147 Catálogo de manuscritos e impresos del Instituto de Jovellanos de Gijón; pág. XXI, nota 1.148 Ídem, pág. XV.

Page 89: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Los manuscritos se guardaban junto a los Bocetos. En 1871, don JuanJunquera Huergo, como director en funciones, había ordenado la colocaciónde los bocetos en una de las mayores salas del Instituto, resguardados porcristales, creando así un primer Museo de Gijón. En 1873 apareció en el Ecode Asturias un artículo de Eduardo Guilmain (Arveris) abogando por el esta-blecimiento en el Instituto de una academia de dibujo y pintura. Una visitaen 1877 de Alejandro Pidal y Mon acompañado del pintor Carlos Haes, ter-minó de dar a conocer al público la existencia de los Bocetos, y en 1878 se die-ron a conocer al mundo por medio de 17 fotografías enviadas a la ExposiciónUniversal de París, donde obtendría el Instituto medalla de bronce149.

Pero en cuanto a los manuscritos, siguieron ocultos. Nadie se habíapreocupado de ellos. El mal lo excusaba Somoza porque no tuvo el Institutoasignación para un Bibliotecario no obstante tener carácter público su biblio-teca por Real Decreto de 17 de julio de 1858. Los manuscritos se encontrabanen este lamentable aspecto:

En lo más encumbrado de los viejos y destartalados armarios depino pintarrajeados de azul, tras una mezquina alambrera, se esconden ver-gonzosamente, cubiertos de polvo, roídos por la polilla, dañados por lahumedad, en una habitación donde nunca entra el sol150.

Además, se encontraban unidos o cosidos sin orden ni concierto niclasificación ninguna:

Dificultad no del todo insuperable, pero tarea ingrata y enojosafuera la de hacer una clasificación de todos estos papeles que, cosidos unos aotros por inexperta mano, dan un compuesto heterogéneo, una aglomeracióninforme en la que no hay que pedir ni orden de materias, ni cronológico, nide procedencia.

Este desbarajuste hace la investigación difícil y, por tanto, el inventa-rio no pudo ser extenso y razonado, sino que se va a limitar a dar cuenta,sacar a la luz pública cuanto hay, según figuran agrupados por montones ovolúmenes.

Al mismo tiempo Somoza, que ha investigado, sabe que hay multi-tud de documentos y papeles dispersos en poder de particulares y proponeque los hagan llegar a la Revista de Asturias para que no se pierdan. Afán loa-ble: sacar del olvido; saber que existen o que fueron, si llegan a perderse.Mucho más aún lo será si su contenido puede conservarse o publicarse. Endefinitiva, se propone hacer en el instituto el primer Museo de Jovellanos. He

149 GUZMÁN SANCHO, Agustín y SANCHO FLÓREZ, José Gonzalo. El Instituto deJovellanos. Gijón, 1994; págs. 243-249.150 Catálogo de manuscritos e impresos del Instituto de Jovellanos de Gijón; págs. XXI-XXII.

90

Page 90: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

aquí sus palabras, cuyo espíritu recogería muchos años después, otro cronis-ta de Gijón: Joaquín Alonso Bonet, cuando Gijón se decida a crear el MuseoCasa Natal de Jovellanos:

Merecía aquel insigne varón, como testimonio honroso a su memo-ria, un estante de honor, donde todas sus obras, todos sus papeles, todas lasediciones de diversa época, todos los comentadores de sus escritos, ya nume-rosos, todas sus biografías y, en una palabra, todo lo que de cerca o lejostuviera conexión con él, hallase allí digna acogida y tuviese meritoria ylisonjera representación.

El director del Instituto, que lo era don José María Suárez Ordax, ani-mado por la labor de Somoza, a quien había franqueado todos los libros ydocumentos que necesitó consultar, pidió recursos económicos para iniciareste Museo o al menos mejorar en la medida de lo posible aquel preciosísimolegado de Jovino a su Instituto y a su villa natal. Mientras llegan los recursos,la figura de Jovellanos vuelve por este tiempo, en que Somoza trabaja en sucatálogo, a ser objeto de recuerdo, como demuestra el hecho de que en aquelcurso 1881-1882 Juan Martínez Abades pintó y regaló para el Instituto unretrato de Jovellanos151. Y por si fuera poco, el Instituto llamó la atención delpropio Ministro de Fomento, don José Luis Albareda, que lo visitó en el cursosiguiente152.

Mientras Somoza trabaja en su catálogo, no deja de polemizar. En unartículo aparecido en La Ilustración Gallega y Asturiana153 en que anuncia alpúblico el contenido del Archivo del Instituto, introduce una primera partededicada a polemizar sobre la situación del Instituto. Le impulsa el afán demejorar el más glorioso monumento de mi villa natal, como le llamaría; pero tam-bién —creemos— la pasión. Fue el caso que ya en 1877 unos artículos apare-cidos en El Productor Asturiano, firmados por Bernardo Escudero Reguera,denunciaban que el Instituto no realizaba el propósito de Jovellanos al fun-darlo, ya que las enseñanzas de Bachiller en Arte no tenían el carácter técni-co o industrial y, por tanto, debía dejarse subsistente la primitiva Escuela deNáutica y añadirse una Escuela de Artes y Oficios. A estos artículos contestóApolinar Menéndez Acebal, desde El Eco de Asturias, defendiendo los actua-les estudios generales, aunque sin oponerse a los industriales.

151 Así figura en la pág. 12 de la memoria leída en la apertura del curso 1881-1882 por donJesús Menéndez Acebal, secretario del centro.152 MENÉNDEZ ACEBAL, Jesús. Memoria del Instituto de Jovellanos de Gijón correspondienteal año académico de 1881 a 82, leída en el solemne acto de apertura del curso de 1882 a 83. Gijón1883; pág. 14.153 Tomo III. Fecha: 8 de febrero de 1881; págs. 40 y 41. El artículo será después publicadoen Cosiquines de la mió Quintana.

91

Page 91: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Años más tarde, el 27 de noviembre de 1880, con motivo del 69 ani-versario de la muerte de Jovellanos, la polémica volvía a resucitar. El perió-dico de la localidad (El Comercio) publicó unas quejas hacia el director donLuciano García Rendueles y Cofer, por la triste decadencia en que se hallabael Instituto.

Ahora al hablar de los documentos y libros del Instituto en LaIlustración Gallega y Asturiana, Somoza siente la necesidad de decir unas pala-bras previas y recordar la crisis que estaba padeciendo el Instituto; crisis quese manifestaba en la excesiva tolerancia en los exámenes, que eran —segúnSomoza— consecuencia de la poca idoneidad de los profesores, casi todosauxiliares; incluso y “por cierta correlación de hechos entre un colegio esta-blecido en esta villa y el Instituto” por lo que se había recibido la visita de uninspector de Madrid154.

Don Julio es partidario de que el mal estado del Instituto, manifesta-do en que la biblioteca está desierta; en que el salón de bocetos yacía en pin-toresco desorden, que el gabinete de física y química carece de medios; todoesto eran cosas que podrían remediarse. Pero la verdadera crisis estaba,según don Julio, en la condición de sus profesores. Dice así en su artículo:

Nada mejor puede reflejar la decadencia del establecimiento, ninada puede escribirse más vergonzoso. ¡Qué actas, Sr. Director! ¡Qué serie-dad será la suya cuando creen oportuno consignar, en documentos relativosa la enseñanza, actos particulares de la vida privada de los profesores! ¡Quéfiscalización será aquella, que se entromete en averiguar si el profesor Taljuega o deja de jugar al ajedrez en una botica, y si el profesor Cual tiene odeja de tener simpatías por esta o aquella idea política! y a todo esto, el“claustro” (un claustro ilegal, de profesores auxiliares con voz y voto) “sedeclara en sesión completamente secreta” para censurar a un profesor enpropiedad, acto rechazado y anulado por el consejo universitario de Oviedo.(Acta del día 28).

Y acabará señalando que el Instituto de Gijón no tiene enemigos, sinoque es querido por todos como la realización más acabada del pensamientode Jovellanos, por lo que no puede confundirse, ahora ni nunca ni con la ense-ñanza que en él se dé, ni con las personas a cuyo cargo corra dicha enseñanza. A con-tinuación deja la polémica y pasa a referir un resumen de los documentos ylibros que contenía el Instituto.

154 Don Adolfo Camús visitó el centro a las nueve y media de la mañana del 12 de enero de1881, según informaba ese día El Comercio.

92

Page 92: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

El artículo será contestado en la misma revista por ApolinarMenéndez Acebal155, quien recuerda los hechos y aclara que su postura noera la de prescindir de enseñanzas técnicas. Y acaba diciendo que Somoza, aquien califica de “neojovellanista” es juez y parte, porque demandó en su díaal Sr. Director del Instituto junto con otros amigos por “no sé que ofensas quedijeron haberles éste inferido”; demanda que fue sobreseída, y ahora inten-taba juzgar los hechos.

Lo que se desprende de esta polémica, que tuvo una gran resonanciaen la prensa, principalmente en El Comercio, que se encargaba de airearla, sir-viendo así a los intereses del Instituto, es que había enfrentados dos criterios:quienes defendían que las enseñanzas se ajustasen a la idea de su fundador,y quienes sostenían que continuaran las enseñanzas de Bachiller en Artes oEstudios Generales.

Entre los primeros, calificados de “neojovellanistas”, se encontrabaSomoza. Estos seguían el lema más industriales y menos doctores que habíaimpuesto Modesto Fernández González al titular así un artículo suyo.

Somoza recordaba que no se trataba sólo de los estudios que su fun-dador deseaba, sino también “los que las necesidades del pueblo en la épocareclaman”, según decía la Ley de 4 de julio de 1865.

En este sentido escribía:

Siendo Gijón un pueblo esencialmente industrial y mercantil, suprincipal Centro de enseñanza ha de ser el plantel en donde “los más” (queen la ocasión presente es la clase obrera) hallen estudios apropiados a susnecesidades, y no donde “los menos” (que son los de la clase acomodada)puedan con sobrada facilidad tomar un título que de poco les servirá156.

Contra Apolinar Menéndez Acebal escribiría Somoza unos versos,que no hemos visto publicados y que al parecer pensaba añadir, pero no lohizo, como apéndice a la página 93 de sus Cosiquines de la mió Quintana, segúnuna nota que los encabeza.

Dicen así:

155 Sobre el Instituto de Gijón. “La Ilustración Gallega y Asturiana”, de 18 de febrero de 1881.Tomo III; págs. 56 y 57.156 El Instituto saldrá de esta crisis. El director, que ya con anterioridad fue depuesto por elAyuntamiento, cuyo acuerdo fue revocado por la Universidad, será por fin depuesto y ensu lugar se nombrará a don José María Suárez Ordax, quien presentará un nuevo proyec-to de enseñanza y la creación de una Escuela nocturna de Artes y Oficios, costeada por elAyuntamiento. Esta escuela nocturna funcionó hasta que en 1888 se inauguró la Escuela deArtes y Oficios de Gijón. Pero ya en 1883, el antiguo director, don Luciano GarcíaRendueles, había sido repuesto y el Ayuntamiento le encargaba, además, la dirección de laEscuela nocturna de Artes y Oficios. Las aguas volvían a su cauce.

93

Page 93: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

El Apólo...go

Tú eres el hombre de las cuestiones,Del Instituto bravo adalid,Tú siempre tienes aspiraciones,Nunca vacilas, das en el quid.Tú te has batido como un atleta,Filosofaste como Proudhon,Hoy te disfrazas con la caretaY estamos yertos de admiración.

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;— Es... la influencia

del manzanillo.

Tú te has aliado con cierta genteSolo en defensa del bachiller,Tú agigantaste, radió tu frente...¡Ya no hay problemas que resolver!en el pasmo de los lectores,De los sofistas eres terror,Bordas la frase con mil primores,Buscas en vano competidor.

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;— Es... la influencia

del manzanillo.

Tú, la piqueta demoledora,La paradoja y el porvenir,La clase rica conservadora,La nigromancia y el combatir,157

Todo en maraña muy peregrina,Vas embrollando sobre el papelY en tus períodos, que el genio animaYa se vislumbra nueva Babel.

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;— Es... la influencia

del manzanillo.

Tú al adversario le contradicesSiempre tranquilo con majestad,

157 Parece ser que Apolinar Menéndez Acebal usaba en su artículo de estas expresionessubrayadas por Somoza.

94

Page 94: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Hay en el fondo de cuanto dices,Puro criterio de la verdad,Tú le preguntas, y él no responde,Tú le sentencias sin remisión;¡Mísero errante... no sabe dóndePara sus culpas habrá perdón!

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;— Es... la influencia

del manzanillo.

Tú le has truncado todos los textos,¿Si serás hábil? y el infelizNi siquiera, ni halla pretextosQue justifiquen aquel desliz.Tú has suprimido, tú has agregadocon reticencias de gran valor,¡Eso se llama ser un soldadoDiestro, aguerrido, batallador!

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;— Es... la influencia

del manzanillo.

Y aquellas citas ¡qué habilidosas!No se le ocurren a Falleygrand.“Los protestantes (entre otras cosas)“Se pagan mucho del qué dirán...“Y hablas de males de la enseñanza...¿Lo ve usté, amigo, bien claro aquí?”¡Así me gusta! ¡A punta de lanza!ahora ¿quién diablos te tose a ti?

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;— Es... la influencia

del manzanillo.

Tú eres un bravo, ¡cuál les defiendesA los judíos del Sanedrín!Ellos se entienden con muy buen fin.¡Qué de aptitudes! como tú dices,¡Qué idoneidades y qué saber!Tienen, hablando, rasgos felices,Dignos del genio de Robespierre.

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;

95

Page 95: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

— Es... la influencia del manzanillo.

Toda la escala del sentimiento,Todos los giros del orador,Todas las notas, suave rumor,Tú lo dominas con tu virtud,Eres oráculo cuando callas,Si hablas te adora la multitud.

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;— Es... la influencia

del manzanillo...........................................

Hay al oriente de estas riverasUna aldehuela que yo me sé,Beben las aguas de sus praderasLas avecillas con mucha fe:Otras acuden de mal agüeroCon la esperanza de sobornar,Suena su arrullo tan placenteroQue es muy frecuente prevaricar.

— ¡Dime el secreto!— Si es muy sencillo;— Es... la influencia

del manzanilla158.

2.— Los manuscritos del Instituto

Al poco tiempo después de estos artículos aparecidos en LaIlustración Gallega y Asturiana, iniciaba Somoza la redacción de su Catálogode Manuscritos, siguiendo el consejo de Fermín Canella, y el 1 de enero de1882 se empezaba a insertar en la Revista de Asturias la colección de los 120volúmenes159. Este trabajo llevaba al frente una carta al director FélixAramburu en la que Somoza explica su propósito diciendo que no se tratabade un trabajo complejo y razonado sino de un simple bosquejo.

158 Figura entre los manuscritos de Fuertes Acevedo que tiene el Real Instituto de EstudiosAsturianos. Sin duda se arrepintió de publicarla y se la envió a su amigo Fuertes, quienanota: “Autógrafo de Julio Somoza, autor de esta semblanza”. La última palabra del últi-mo estribillo aparece escrita en femenino, al contrario que en los anteriores.159 CANELLA Y SECADES, Fermín. Historia de la Universidad de Oviedo y Noticias de losEstablecimientos de su Distrito. Universidad de Oviedo, 1985; págs. 563 y ss.

96

Page 96: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Pero para don Julio no era bastante esta publicación, el carácter frag-mentario y reducido al ámbito regional no llenaba los anhelos de su autor,que soñaba con verlo publicado en forma de libro, de forma continua y conproyección mayor. Para poder publicarlo en un libro recurrió al Rector de laUniversidad de Oviedo, que lo era don León Salmeán, como la autoridadsuperior en materia de enseñanza, de la que dependía el Instituto. Y lomismo hizo el Catedrático don Félix Aramburu. El Rector hubiera llevado acabo la publicación “si —como él diría— el limitado presupuesto de estaUniversidad y su prescrita y legal inversión hubiera consentido el gasto demil pesetas aproximadamente que se juzgan necesarias para el objeto dededicar un merecido recuerdo al esclarecido autor del ‘Informe de la LeyAgraria’”. Así lo comunicaba, en carta de fecha 5 de mayo de 1885, a José dePosada Herrera, en quien se fijó para que honrase al Rectorado, como ya lohabía hecho en otras ocasiones, concediendo dicha cantidad. Posada Herreracontestó con esta carta, que bien merece ser reproducida:

EXCMO. SR.

Enterado por la atenta comunicación de V. E., fecha 5 delcorriente, del laudable propósito que anima a ese Rectorado deimprimir el Catálogo de todos los Manuscritos e Impresos curiosos exis-tentes en el Instituto de Jovellanos, y de la dificultad que impide supronta realización; tengo la más singular complacencia en coadyuvara tan útil empresa, remitiendo a V. E. la adjunta letra de mil pesetascon destino a dicho objeto, y como débil prueba del respecto y admi-ración que me inspira la memoria del esclarecido autor del Informede la Ley Agraria.— Dios guarde a V. E. muchos años.— Madrid, 8de mayo de 1883.

JOSÉ DE POSADA HERRERA160.

Lo que siguió nos lo dice Somoza en su prólogo: Apenas recibida tansatisfactoria respuesta, el Rectorado creyó procedente designar una comisión encar-gada de dirigir y cuidar la edición del libro e hizo recaer el nombramiento en el autordel Catálogo don Julio Somoza y Montsoriú, el Vicerrector de la Universidad litera-ria don Fermín Canella Secades, y el Inspector de Instrucción pública del Distritodon Félix de Aramburu y Zuloaga. De modo que por esto decimos que se tratade una obra publicada por La Quintana, porque la comisión la formaban tresmiembros de la reciente creada sociedad, aunque la editara la Universidad yla sufragara Posada Herrera. Además, la obra llevaba al final un Índice de losdocumentos varios relativos a don Gaspar Melchor de Jovellanos que poseíael que se nombraba “Círculo Asturiano La Quintana”.

160 Catálogo de manuscritos e impresos notables del Instituto Jovellanos; pág. XI.

97

Page 97: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Pero el Rector, Sr. Salmeán, aún manifestó más interés por la obra deJovellanos. Gracias a las gestiones del Conde de Revillagigedo se había logra-do del ministro de fomento Sr. Pidal las órdenes de 26 de marzo y 9 de mayode 1885, que favorecían la biblioteca con una subvención de 9.000 pesetas,cuyo objetivo sería hacer una nueva estantería para la mejora de los libros ymanuscritos, y para imprimir el Catálogo de los Bocetos, además de disponer elestudio y proyectos de las obras complementarias para el incremento delInstituto161. En aplicación de la subvención de la biblioteca, el Sr. Salmeánnombró una comisión, compuesta de los profesores Sres. Cid, GonzálezCalzada, González López y don Julio Somoza, que verificase una revisión,recuento y colocación de los libros. Entonces este último presentó en extensoy notable oficio de 28 de marzo de 1887 con triste relación del estado, dete-rioros y abandono de la biblioteca, cuya decadencia y no pocos abusos élmismo había hecho públicos diez años antes162.

Tenemos, pues, a don Julio metido a bibliotecario, ordenando libros.De su trabajo en este sentido sabemos que él que se quejaba de la soledad dela biblioteca, prefería verla así que llena de chavalería, que todo lo descom-ponía. Cuando Moreno Villa se haga cargo años más tarde de la biblioteca delInstituto, tras el fugaz paso por ella del Sr. Menéndez Pidal, su primera ideaserá llenarla de chavales, lo que Somoza verá con horror.

—”Inicié con gran celo mi carrera de bibliotecario”, escribe MorenoVilla. “Abrí la biblioteca del Instituto Jovellanos, dejé entrar a los estudiantesy les servía libros. El viejo erudito jovellanista don Julio Somoza vino enseguida a conocerme y se mostró contrario a mis medidas”.

—Lo que usted debe hacer es cerrar la biblioteca, porque lo que hay en ellano es para chicos. Son los libros y papeles de Jovellanos, y alguna basura modernacomprada por su antecesor de usted y yo. Ni a los profesores se les debe dar belige-rancia. Hace años, uno de ellos se llevó a su casa un montón de papeles del fundador,se murió sin devolverlos, y todavía siguen en manos de la familia que pretende ven-derlos a un inglés.

“No le hice caso al bueno pero fanático jovellanista en lo de impedirla lectura a los estudiantes”, escribe Moreno Villa, que por otra parte y comoera lógico procuró y consiguió recuperar los documentos sustraídos, aparte

161 El Carbayón, 26 de marzo de 1885.162 CANELLA Y SECADES, Fermín. Historia de la Universidad de Oviedo y Noticias de losEstablecimientos de su Distrito. Universidad de Oviedo, 1985; pág. 561.

98

Page 98: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

de dedicarle una atención especialísima a la colección de dibujos deJovellanos163.

De todos estos avatares sobre el Instituto y los manuscritos y losbocetos, recogió Somoza los viejos artículos que conservaba y los publicó enuna segunda obra que también se debió al aliento de sus amigos, cuyo títuloserá Cosiquines de la mió Quintana, que vería la luz pública en 1884.

Está dedicada a sus íntimos amigos de La Quintana Fermín Canella(Firme d’Uvieu) y Braulio Vigón (Braulio de Sueve), a quienes llama“Patrocinadores de La Quintana”. La dedicatoria muy sentida termina conestos versos alusivos a su juramento de amistad eterna, con que sellaron sulazo societario:

También vosotros en su amado suelovisteis la luz, y por su amor unidos,todos juramos amistad eternadesde el oculto y venerable asilo…Símbolo del afecto que os profesoson las humildes páginas que escribo:¡Cúbralas con su égida protectorala patria y la amistad por quien suspiro!

3.— Actividad periodística

Si bien una buena parte de Cosiquines de la mió Quintana la llena losartículos ya comentados sobre el Instituto y sobre los bocetos, además deotros jovellanistas, como las cartas de Theresina del Rosal (Pedro ValdésLlanos) a Jovellanos, otra parte la forman artículos de toda clase. Hay quetener en cuenta que esta década de los ochenta es para Somoza la más prolí-fera en artículos, y muchos de ellos son polémicos. Por eso antes de continuarcon las publicaciones jovellanistas hemos de ver esta faceta del periodismode don Julio, y veremos cuáles eran sus ideas sobre el mismo.

Ni que decir tiene que sus escritos fueron siempre polémicos y tuvie-ron dos vertientes: Jovellanos y Asturias-Gijón. Joaquín Alonso Bonet esquien ha dado algunas indicaciones sobre la actividad periodística de donJulio. Todo parece indicar que se inicia en Gijón a raíz de su establecimientoen la villa, a partir de la Revolución de 1968 y de la República de 1873. El 14de febrero se reúne el primer Ayuntamiento republicano. Meses más tarde,

163 La anécdota de Moreno Villa la ha recogido Francisco Carantoña en su prólogo a la edi-ción facsímil de Cosiquines de la mió Quintana que editó la Editorial Auseva en 1988; volu-men 4 de la colección Biblioteca de Autores Asturianos; pág. VIII.

99

Page 99: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

en sesión del 3 de mayo, se da cuenta de un escrito de jóvenes de esta villaexponiendo su deseo de establecer en la localidad un periódico que defiendalos intereses morales y materiales, titulándose órgano del Ayuntamiento yofreciendo las columnas preferentes para la publicación de los acuerdos yanuncios oficiales, siempre que la Corporación acuerde subvencionarle conalguna cantidad que se fijará en los presupuestos municipales.

Se pasa a la comisión de Hacienda quien informa en sesión de 10 demayo y se acuerda conceder a la mencionada publicación la cantidad de milquinientas pesetas anuales, con la condición de que ponga a disposición delAyuntamiento la primera plana del periódico para insertar los acuerdos yanuncios oficiales y tire gratuitamente todas las impresiones que ordinaria-mente necesite la corporación a excepción del papel. Se acordó también queel Ayuntamiento se suscriba por 50 ejemplares del periódico para distribuir alos Alcaldes de barrio, y Merinos del concejo.

El periódico parecía seguir la misma línea de otro aparecido el 1 deenero de 1869, llamado La República española, y en el que colaboraban entreotros Braulio Vigón. Para no dejar duda sobre su carácter de órgano oficialdel Ayuntamiento llevará el nombre de El Municipio Federal, y se publicará losjueves y sábados de cada semana. Lo dirigirá don Jenaro Junquera y Pla, peropoco después el cargo pasará al médico don Eladio Carreño, miembro delnuevo Ayuntamiento y antiguo director de La República Española. Y comoAdministrador figurará Julio Somoza164.

La vida del nuevo periódico será muy breve, como la había sido lade su antecesor. De manera que hasta 1875 Gijón se quedará sin prensa. Esteaño aparecerán El Productor Asturiano y La Opinión. En el primero de estoscomenzará a colaborar Somoza con artículos que luego recogerá enCosiquines de la mió Quintana. Así verán la luz pública en septiembre y octu-bre su magnífico artículo titulado Las calles, que luego ampliará en la formaque aparece en dicho libro, gracias a la ayuda de sus convecinos que se brin-dan a facilitarle noticias, libros, documentos y toda clase de datos165. De estaobra se publicará en 1884 un folleto titulado: La Villa.— Las calles166. Otro seráel publicado con fecha 13 de diciembre de 1876 bajo el título Conflicto proba-ble, que trata sobre la salubridad y condiciones de habitabilidad de Gijón, yque, como dijimos, dio pie a la intervención de los tribunales. Es un verda-

164 BONET, Joaquín A. Pequeñas Historias de Gijón. (Del archivo de un periodista). Gijón, 1969,pág. 234, y Proyección nacional de la villa de Jovellanos. Gijón, 1959, págs. 241 y 242.165 Fueron estos: Doña Virginia San Pedro, doña Purificación Alvargonzález, MiguelMenéndez Zarracina, don Zoilo García Sala y don José Cienfuegos. (Cosiquines de la mióQuintana, pág. 36).166 PACHÍN DE MELÁS. Del Viejo Gijón. Dónde piedras hablan. La Prensa, 24 de febrero de1933.

100

Page 100: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 101: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

dero programa de reformas para Gijón, nada se deja por tratar: cementerios,anchura calles, empedrado, elevación de los edificios, fábricas fuera de lapoblación, ampliación del Instituto, que consideraba más urgente que la ele-vación de la estatua de su fundador, etcétera.

Comentando este artículo dice Bonet: “Quería el buen gijonés nue-vas ordenanzas municipales, a base de planes que existían desde hacíamucho tiempo; una vigilancia, con un reglamento que el público debieraconocer, y un servicio de urgencia para casos de incendio, quimera, desgra-cia, robo, etc. Era indispensable, también, una nueva división municipal, enocho distritos, a saber: Cimadevilla, Plaza Mayor, Begoña, Humedal, CuatroCantones, Instituto, Arenal y Natahoyo. Un fielato, pero ‘con supresión delbárbaro pincho’; prohibición de fábricas dentro de la población; reformas deenseñanza; transformación del Instituto en Escuela de Náutica yMineralogía, con arreglo al pensamiento de su fundador; saneamiento de lossuburbios; nueva traída de aguas; otro templo parroquial en Begoña; cemen-terios, cárcel, matadero, etcétera. Muchas de estas proposiciones se vieroncumplidas en distintas épocas”167.

Otro artículo que aparece en Cosiquines de la mió Quintana es el quelleva por título Juicios de una descripción inédita, en el que se preocupa por lanecesidad del estudio de la Geografía Asturiana, invitando a la publicaciónde un diccionario Geográfico de Asturias o bien una Geografía Asturiana.Hay que decir que Somoza tenía interés por esta rama del saber como portantas otras. En este sentido confeccionó un pequeño Diccionario Geográfico,cuyo manuscrito se conserva en la Biblioteca Asturiana del padre Patac.

Sin duda uno de los mejores artículos de sus Cosiquines es El libro delSr. Labra, un comentario a la obra Una villa del Cantábrico de este erudito astu-riano. Era el que más gustó a su amigo Fuertes Acevedo, en él hay alusionesal carácter asturiano y al gijonismo, aspectos que estudió con interés, reu-niendo abundante material, con el que preparaba una obra que sería publi-cada en 1979 en nuestros días por José Luis Pérez de Castro bajo el título ElCarácter Asturiano y de la que ya hablaremos.

En La Opinión publicará Somoza un extenso artículo sobre el puerto,titulado: Por la boca muere el pez o la leyenda de la Dársena, para la que exami-nó los archivos del Gremio de Mareantes y que reprodujo también enCosiquines de la mió Quintana.

Desaparecidos El Productor Asturiano y La Opinión, llevaba Gijón unaño sin prensa, cuando los Señores don Oscar de Olavarría, don AnselmoCifuentes, don Florencio Valdés, don Ángel García Rendueles y don Calixto

167 Pequeñas historias de Gijón, (Del Archivo de un periodista); págs. 210-211.

102

Page 102: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Alvargonzález adquirieron la imprenta denominada La Comercial en elnúmero 23 de la calle Corrida, donde se imprimía El Productor Asturiano ydeciden crear un diario tomando como base sus elementos. El nuevo perió-dico se llamará El Comercio y será su primer director don CalixtoAlvargonzález, íntimo amigo de Somoza. Aquí publicará don Julio su primerartículo jovellanista como ya dijimos, el referente a los Diarios de Jovellanos.Y luego seguirá con abundante colaboración, que casi nunca firmaba.

Desde el 12 de julio al 16 de septiembre de 1883 apareció en Gijón unperiódico semanal, de carácter veraniego según decía su nombre: El verano.Dice Alonso Bonet que de varios artículos firmados con las iniciales J. S. porcoincidir con las del nombre de Julio Somoza, no sería aventurado atribuir aeste escritor gijonés y jovellanista, la paternidad de estos trabajos, ya que,además, uno de ellos se dedica por entero a pedir que, de una vez, se cum-pla el acuerdo de levantar en Gijón una estatua a Jovellanos en estos térmi-nos: “¡Jovellanos! Gijón no te olvida: que hoy más que nunca toca los benefi-cios que le has legado y, reconocido, cumplirá religiosamente el deber detransmitir tu nombre a las futuras generaciones”168. Es muy posible que estassiglas correspondieran a Julio Somoza, pues hay testimonio de que las usaba,e incluso dieron lugar a un incidente, que el propio interesado se apresuró aaclarar. Había aparecido un artículo en El Porvenir, titulado Recuerdo de Gijón,que firmaba las iniciales J. S. El 24 de junio de 1888 envió Somoza al directorde El Comercio la siguiente carta:

Sr. director de El Comercio.

Muy señor mío: Habiendo aparecido últimamente en el periódicode esta villa, El Porvenir, un artículo titulado “Recuerdo de Gijón”, sus-crito con las iniciales J. S., que contiene varias inexactitudes históricas,amén de otras intempestivas alusiones personales cuyo objeto ignoro; rué-gole se sirva manifestar en su diario, que dichas iniciales, no correspondenen manera alguna a mi nombre y apellido; pues harto saben de antiguo losque me conocen, que jamás necesité de procedimiento semejante, para soste-ner en buena y honrosa lid, cuantas afirmaciones salieran de mi pluma.

Con cuyo motivo, tiene el honor de ofrecerle el testimonio de su dis-tinguida consideración, s.s.s. q.b.s.m.

JULIO SOMOZA169.

En 1888 nace El Musel. El 8 de agosto de 1891 inserta, bajo la firma deSomoza, una interesante relación de objetos depositados de las diversas

168 Proyección nacional de la villa de Jovellanos. Gijón, 1959, pág. 257.169 El Comercio, 26 de junio de 1888.

103

Page 103: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

estancias en la casa natal de Jovellanos, los que pertenecieron al sabio. Es unauténtico documento, como se titula, en el que se describen papeles, libros,retratos efigies, mesas, lápidas, objetos en general y el lugar donde se encon-traban.

Hasta aquí los periódicos de Gijón, pero ya hemos hablado en variasocasiones de “La Ilustración Gallega y Asturiana”, donde tuvo la idea decrear una sección bajo el título Preguntas e Investigaciones con el objeto dehacer del periódico un vehículo de comunicación, al servicio de los investi-gadores; se trataba de hacer preguntas, que podían ser contestadas por cual-quier erudito que las supiera. Es una idea muy en línea con el espíritu de LaQuintana. La sección la inauguraría él dando respuesta de los distintos domi-cilios que tuvo Jovellanos en Madrid. Serán recogidas estas preguntas e inves-tigaciones en Cosiquines de la mió Quintana. En la Revista de Asturias y ElCarbayón también publicó abundantemente, sobre todo en éste último. Aquípublicará de sus artículos muy interesantes que llevan el título genérico deDiálogos Gijoneses, en total cinco artículos: tres dedicados a la vieja cuestiónde la policía urbana, de la que tiempo atrás le había costado verse envueltoen litigio, y otros dos sobre el Instituto. No deja de ser curioso que escribasobre Gijón en el periódico de Oviedo.

Los días 19, 20 y 26 de junio de 1888 verán la luz pública tres diálo-gos continuos sobre Servicios de policía, seguridad y vigilancia, entre un foraste-ro y un vecino de Gijón. Aquí vuelve sobre su tema de siempre, la necesidadde una modernización de las ordenanzas municipales de Gijón, ya que lasúltimas eran de 1844; da interesantes datos sobre población; echa de menosla rotulación de las calles; se interesa por los servicios de limpieza; la pre-vención de los vientos; etcétera. Somoza recorría con interés todas las callesde Gijón, buscaba ver para conocer. Esta afición la mantendría incluso hastasu muerte. Como ejemplo del celo que ponía en la vigilancia de todo cuantose refería a su pueblo natal, cuenta Joaquín Alonso Bonet la siguiente anéc-dota: “En una ocasión —creo que fue en 1928— se detuvo en la calle paradecirme, con su charla viva, en que arrastraba, un poco, las erres:

— He leído que el censo de Gijón se eleva, actualmente, a sesentamil habitantes. Eso tiene que estar equivocado, o falseado. El cálculo puedehacerse enseguida. Nuestra villa tiene hoy unas dieciocho mil habitaciones oviviendas, según datos ciertos. Suponiendo un mínimo de cinco vecinos, porcada una, la población verdadera es, indefectiblemente, de noventa mil habi-tantes. En cuanto tengas ocasión, di esto en tu periódico”170.

170 Pequeñas historias de Gijón, (Del Archivo de un periodista); pág. 211.

104

Page 104: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

En 1887, una nueva polémica surgirá en torno al Instituto. Decretadala ampliación del edificio, tal y como profetizó su fundador: “se ejecutará laprimera parte y quedará la segunda para la posteridad”, Somoza vuelve asalir a la prensa, atento siempre a cuanto importe al Instituto. Bajo el títuloReforma del Instituto aparecerá los días 5 y 6 de julio de 1888 en El Carbayón deOviedo un interesante diálogo. Sus interlocutores son un comerciante, unvecino, un catedrático, un abogado y un periodista. A través del diálogo sur-gen todas las inquietudes en torno a la obra: eso de derribar el Instituto obra deJovellanos, para hacer otro es delicado, dice el comerciante. Los interlocutoreshablan sobre los planos, si van a ser los de Villanueva o no; si pintaba algo ono en el nuevo edificio una donde se pensaba trasladar los restos deJovellanos; la distribución, el presupuesto, plazos, etcétera.

En El Carbayón también expuso ampliamente sus ideas sobre la pren-sa. La razón es probable que fuera un artículo aparecido el día 10 de octubrede 1890 en el periódico de Oviedo, en el que se transcribía otro publicado enGijón, en el que se avivaba la eterna rencilla entre ambas poblaciones, y en elque entre otras cosas se podían leer estas referentes al proyecto del puerto delApagador: “¿No creen, por lo tanto, los buenos gijoneses, que la mejor prue-ba de que a Gijón convienen las reformas y ampliación del puerto actual, es laoposición de Oviedo?”. Somoza, que presumía de gijonismo, se aparta de estasviejas rencillas en aras del sentido común, y remite para su publicación en ElCarbayón un artículo titulado La prensa en Gijón, que apareció los días 11, 12 y13 de noviembre siguientes.

En este escrito pasa revista a la historia del periodismo gijonés, desdesus comienzos en 1851, en que Juan Junquero Huergo llevaba a cabo la publi-cación quincenal titulada: Archivo General de Gijón, seguida en 1853 de ElGijonés, hasta el presente. Para él esta primera época hasta 1868, en que desa-pareció El Norte de Asturias, sólo presenta dos aspectos, el literato y el urbano,caracterizado siempre por una templanza y moderación en el lenguaje, cual lo pedíala gravedad de los redactores que en ella figuraban. Pero a partir de esta épocaentra —dice— un nuevo factor a revolucionar la prensa: la política. Esta nuevaprensa hasta 1873 simbolizaba para Somoza la tumultuosa efervescencia de unperiodo caótico y, por tanto, podía justificar que los intereses urbanos sufrieranun gran eclipse ante las luchas electorales y la constitución y disolución de clubes,comités, asambleas y demás componentes del repertorio de la política demoledora. Lopeor vino después, cuando en 1876 estalló en Gijón los bandos de apagadoris-tas y muselistas, en defensa de la ampliación del puerto local y de la creaciónde otro nuevo en El Musel respectivamente. Aparece entonces una prensaanónima, cuyos artículos no se firman, que recurría al personalismo y la difa-mación. Y esta era para Somoza la raíz de todos los males periodísticos delmomento.

105

Page 105: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Sobre el anonimato en la prensa vierte Don Julio con todo el genio desu temperamento estas frases:

No; el que es severo y digno, no puede sin menoscabo de su buennombre, descender a semejante terreno. Por más que el despecho, la ira, elantagonismo o la venganza, arrastren a algunos, a injuriar, calumniar ovilipendiar a sus semejantes, no estaría “jamás, ni en ningún caso, justifi-cada la detractación” por tan reprobado sistema. La entereza, el desdén, eldesprecio y el silencio, son las únicas armas que las gentes sensatas puedeny deben emplear. Si la acusación fuere de tal género que no pudiere el ofen-dido sin desdoro o menoscabo ampararse del silencio, entonces cabe la justi-ficación honrosa, en términos mesurados y corteses, que pongan en paran-gón con fuerte relieve, la nobleza del que se sincera, con la villanía del queviolenta e inmotivadamente ataca. En rigor, el publicista hábil, no debe darmotivo para que las cosas lleguen a semejante extremo: quienquiera quetenga bien sentada su reputación, ha de tener siempre en más el conceptopúblico, que no juzga a las personas por incidente o percances del momento,que el efecto pasajero de la mortalidad anónima.

Como solución a este problema propone obligar a poner en el perió-dico el nombre de su Director, para que sirviera de garantía al público de quesiendo una persona respetable no estamparía en su periódico cuanto fueracontra la honra o el decoro de los ciudadanos, y al mismo tiempo de garan-tía de las ideas que el periódico defendiese. Por su parte, el Director tendríainterés de esta manera en que los artículos se firmasen y nadie rehusara laresponsabilidad que a cada uno le incumbiera.

En contra de lo que oía decir, para Somoza un periódico no es algoque pueda improvisarse:

Desde luego llama poderosamente la atención, que en un pueblocomercial, donde todo se tasa, se justiprecia y se aquilata lo inverosímil, setenga por artículo de fe, que un periódico es cosa de improvisación o puntomenos, y hasta se añada que “vive solo” y que “da dinero”. Pues bien; unperiódico “malo” (hablo de su estructura) “cuesta dinero”, y cuanto másdigno y decoroso sea, tanto más dinero costará. El periódico (descartada sumisión progresiva y de enseñanza) puede equipararse con una mercancía: amayor bondad, mayor coste; cuanto más crédito tengan las firmas de susredactores y el nombre de su director, más vivirá en el mercado; cuanto másalto se pague la firma de sus colaboradores, tanto más valdrá en la plaza.

Somoza no es sólo cronista de libros, sino también de periódicos; nolee sólo el pasado de Gijón, sino también el presente, el Gijón vivo, el de laspolémicas, aquel de la prensa diaria. Por eso presume conocer el carácter desus paisanos. Está al cabo de la calle. ¡Cuánto le importaba todo lo gijonés! El

106

Page 106: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

24 de abril de 1890, bajo el título Evolución de un pueblo (Plano de ensanche yreforma de Gijón), tiene ocasión de escribir en El Carbayón (una vez más) unenjundioso estudio sobre el ensanche de la población, un ensanche que sepensaba llevar a cabo según el proyecto del ingeniero don Javier Sanz, ter-minado en 1883, pero que todavía, siete años más tarde, ni siquiera estabaaprobado. ¡Qué erudición la de Somoza! ¡Cuánto sabe de terrenos, de rasan-tes, de vecindario, de edificios ruinosos, de plazas, de terrenos bajos, de terre-nos húmedos, de fuentes, etcétera!

Ya muy anciano, recorría en grandes paseos todos las calles y rinco-nes de Gijón, buscando con sus ojos vivos, cuanto pudiese ser digno de ano-tar en su prodigiosa memoria, siempre al acecho de una noticia con que lle-nar la historia de su villa.

107

Page 107: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 108: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 5

La pasión jovellanista

1.— Rescatando del olvido

La infatigable labor de Somoza en torno a la vida y la obra deJovellanos fue tan encomiable como amarga; su pasión incondicional por donGaspar, fuente de amarguras. Desde sus comienzos, el panorama que descu-bre a su alrededor es desolador; se puede decir que apenas nadie se interesapor Jovellanos. Él se encargará de hacer despertar a los eruditos del país delletargo u olvido hacia la persona de su admirado Jovino. No hay quien lo nie-gue, ni quien lo dude: Somoza ha rescatado para la historia la figura del pri-sionero de Bellver.

Menéndez Peláez ha señalado que “a finales del siglo XIX, cuandoSomoza empieza a publicar sus primeras investigaciones sobre la vida y laobra de Jovellanos, la figura del ilustrado gijonés permanecía si no relegada,sí, al menos, desconocida en los aspectos más existenciales y humanos, al nohaber publicado todavía alguna de sus obras más reveladoras para conocerel talante de su persona”171.

Dejando a parte las obras de carácter general que se ocupan deJovellanos en algún capítulo o con ocasión de alguna referencia, y aquellasotras que constituyen artículos o comentarios a la vida de Jovino, que porotra parte no se puede decir que abunden, son escasísimas las obras que seinteresaban decididamente por don Gaspar antes de que Somoza se ocuparade él.

Podemos fijar el comienzo de la década de los ochenta como la fechaa partir de la cual se va a notar un incremento del interés por Jovellanos,tanto en la prensa asturiana como en la nacional, debido a la influencia y elinterés de Somoza. A él se debe sin duda que el nuevo periódico de Gijón, ElComercio, del que era uno de sus promotores su amigo Calixto Alvargonzález,se interese por la figura de Jovino, dedicándole anualmente en fecha 27 de

171 MENÉNDEZ PELÁEZ, Jesús. Prólogo a la edición facsímil de Las Amarguras deJovellanos. Gijón, Editorial Auseva, S. A., 1989; pág. VIII.

Page 109: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

noviembre, aniversario de su muerte, su homenaje. A Somoza se debe tam-bién el interés de Gumersindo Laverde por el personaje y que éste contagia-se ese sentimiento a Menéndez Pelayo, quien con su artículo publicado en Elsiglo futuro llevará la inquietud a toda España.

A partir de aquí aumentan los trabajos en revistas y periódicos. Peroninguno tendrá comparación con el esfuerzo de Somoza. Todo se reducirácomo él mismo diría a: Superabundancia de poesías; discursos y oraciones enco-miásticas; plagios de Ceán a diestro y siniestro, tal cual juicio parcial y agresivo conmarcada tendencia en su autor a singularizarse; alguna que otra disertación pletóri-ca de citas, denunciadora de la vacuidad del ingenio; esfuerzos plausibles, pero insu-ficientes, para abarcar en toda su plenitud la empresa que se intentaba acometer,datos y referencias apreciables para utilizados con ventaja172.

Hasta este momento las biografías de Jovellanos eran insuficientes:La Relación de Sampil es pobrísima y meramente incidental, la biografía de Posada,a juzgar por su corto volumen y escasa crítica del autor, no debe ofrecer materia dignade provecho, y únicamente Ceán presenta un bosquejo sumario, explotado, ya de unmodo hasta abusivo173.

En cuanto a las obras de Jovellanos el único intento serio habían sidolos dos tomos de las Obras publicados por Nocedal, en cuya realización,como ya vimos, habían tenido tanta participación el catedrático del InstitutoJunquera Huergo, ayudado por Alonso Fernández Vallín. En el prólogo figu-raban unas referencias de Jovellanos, que fueron luego publicadas porNocedal como biografía. En definitiva, nada hay a lo largo del siglo XIX,(como tampoco lo habrá en el XX) que pueda compararse a la labor desarro-llada por el que es, sin duda, el mayor de los jovellanistas. Quedaba, pues,una enorme cantidad de manuscritos sin publicar. Había muchísimo querecopilar.

2.— Cosiquines de la mió Quintana

De su primer esfuerzo por Jovellanos, del Catálogo de manuscritos,ya hemos hablado, toca ahora referirnos a las demás obras jovellanistas. EnCosiquines de la mió Quintana, además de lo relativo al Instituto: Salón deBocetos, Biblioteca, Manuscritos, etc., reproduce su artículo sobre los Diarios,aparecido en la Ilustración Gallega y Asturiana acompañado de un apéndice enel que recoge el estado de la cuestión de su impresión. Reproduce la carta

172 Inventario de un jovellanista. Cap. IV; pág. 135173 Ibídem.

110

Page 110: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

enviada a Nocedal en la que le pedían sus amigos y él que les permitierahacerse con los Diarios para su publicación, en el caso de que él no la llevasea cabo. Ya vimos cómo surgió aquí su primer desengaño y disgusto comojovellanista, al abandonarle aquellos amigos que le respaldaron y le hicieronembarcarse en aquel dulce sueño.

De sus Cosiquines no se sentirá con el tiempo muy satisfecho e inclu-so llegó a retirarlo de la circulación según la respuesta que da a MenéndezPelayo cuando ya reconciliado con él le pide un ejemplar: En cuanto alcanceun ejemplar de las Cosiquines, se lo remitiré; en el bien entendido, de que nada valelo que contiene, (por lo cual lo retiré de la circulación) salvo un diálogo sobre losBocetos de este Instituto, que tengo por lo menos malo. Mírele con benevolencia y,luego, arrincónele.

No obstante su opinión, había a nuestro entender algo también valio-so: la Noticia de varios retratos de Jovellanos y la Correspondencia reservada deTheresina del Rosal con D. M. G. DE JOVELLANOS, trabajos netamente jove-llanistas. Las cartas pertenecían al archivo de La Quintana pero en ellas llevaa cabo Somoza una importantísima labor de identificación de personajes ylugares, y de transcripción de palabras, tarea difícil teniendo en cuenta quela correspondencia entre Pedro Valdés Llanos (Theresina del Rosal) yJovellanos se hacía en bable y bajo seudónimos para burlar la prohibición querecaía sobre Jovellanos en Bellver.

3.— Nuevos Datos

En 1885 publica Somoza con el respaldo de La Quintana (queremosdecir con el material que le proporciona) el libro Jovellanos —Nuevos Datospara su biografía recopilados por don Julio Somoza y adornados con la genealogía deJovellanos, su retrato hecho por Goya, el facsímil de su firma, su escudo, escribanía ysillón, y su sepulcro. La obra llevará esta dedicatoria: Al Excelentísimo Señor donLeopoldo Carvajal, Benemérito Presidente de la Sociedad de Naturales de Asturias enla Habana, dedica la presente obra, en testimonio de la admiración que siente por loshijos ilustres del Principado.

Para ilustrar los Nuevos Datos escribe el autor a su hermano, enton-ces destinado en Oviedo, para que adquiera una fotografía o grabado relati-vo al monumento dedicado en esta ciudad a Jovellanos. No hay ninguno, yentonces es el propio Manuel Somoza quien hace un ligero apunte del

111

Page 111: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

mismo, tanto de la vista general del monumento como de los detalles de losescudos174.

El estudio Preliminar es una muestra de su espíritu hipercrítico. Poruna parte, critica a Nocedal por su biografía de Jovellanos. Sospecha que nopublica el tercer tomos de las Obras Completas de Jovellanos por culpa desus prejuicios partidistas. Por otra parte, critica el Exámen teológico-crítico delsacerdote Miguel Sánchez, con toda razón. Y por último, arremete tambiéncontra Menéndez Pelayo por su artículo Vindicación de Jovellanos publicado enEl Siglo Futuro. Aunque nos parece que acierta en casi todo, no por eso hayque olvidar que este largo Preliminar está escrito en un momento en queSomoza había perdido la esperanza de ver publicados los Diarios. Está moti-vado por la decepción de sus amigos y por el sentimiento de frustración desus esperanzas.

4.— Las amarguras

Por otra parte, hay que tener en cuenta que aquel año sufre Somozael duro trance de la muerte de su padre. A las seis de la tarde del 2 de octu-bre de 1885 dejó de existir el viejo Coronel de Artillería. Su hijo Julio, soltero,vivía en el domicilio paterno, calle Santa Lucía, núm. 25, de modo que siguiómuy cerca el proceso de la enfermedad de su padre. En las gacetillas de ElComercio aparecieron al día siguiente estas frases de recuerdo: “Buen padre,amantísimo esposo, ciudadano intachable y militar distinguido por sus dotesde ilustración y valor probado, su muerte es muy sentida en este pueblo,donde contaba con las simpatías generales del vecindario”. Y terminaba conla vieja fórmula romana: “Séale la tierra leve”, lo que prueba que el gacetille-

174 Pudieron haber servido estos apuntes para el que aparece en la obra, pero no es seguro.He aquí la carta en que Manuel Somoza envía a don Enrique Rubiños los apuntes, recogi-da del Archivo Histórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, 53/1:

Oviedo, 8 de julio de 1884.Sr. Dn. Enrique Rubiños.Muy señor mío: acabo de recibir carta de mi hermano Julio, de Gijón con motivo

de la obra sobre Jovellanos de que se ocupan VS. Me dice que procure adquirir fotografíao grabado relativo al monumento que hay en esta, dedicado a la memoria del ilustre astu-riano. No hay ninguno; y en vista de ello, acabo de hacer el ligero apunte que le remito, asícomo detalles de los escudos laterales, que son el de la izquierda (del observador), el deAsturias, o sea, la cruz de la Victoria; y el de la dcha. el de Jovellanos. Los adornos y coro-nas son iguales y solo difieren los timbres colocados dentro de los respectivos óvalos.

Aprovecha la ocasión para ofrecerse suyo affmo.s. s. q.b.s.m.MANUEL SOMOZA DE MONTSORIÚ.Capitán de Artillería en la Fábrica de Armas.

112

Page 112: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

ro habría de conocer muy de cerca los gustos epigráficos de don Julio. Losdías 6, 7 y 8 siguientes tuvieron lugar las exequias en la iglesia parroquial deSan Pedro, según avisaba la esquela, aparecida en dicho diario, en la que porcierto se nombraba al finado como José Somoza de Montsoriú y Castro.

Dos años más tarde, el 2 de julio de 1887, moría la madre de Somoza,doña María del Pilar García Sala y Blanco, la hija de la pupila de Jovellanos.La enfermedad había durado varios meses. Y también su hijo, que seguía sol-tero sin abandonar el domicilio paterno, debió sufrir día a día el largo y dolo-roso trance. Y el diario local se hizo eco igualmente del triste suceso de lamuerte de la virtuosa señora, cuyos funerales se celebraron los días 4, 5 y 6siguientes en la Iglesia Parroquial de San Pedro175.

A los seis meses de la muerte de su madre, Somoza, soltero y solo, alos treinta y nueve años decirse casarse con la madre de su hija. El 8 de enerode 1888, contrajo matrimonio canónico en la iglesia de San Pedro de Gijóncon doña Josefa Menéndez Sánchez, de cuarenta y tantos, soltera y madre,además, de otra hija llamada María Ángeles Melendreras Menéndez. Es muyprobable que los padres de Somoza no aprobasen esta boda y por eso esperóa su fallecimiento para legitimar con el matrimonio la filiación de su hija.Don Julio no negó nunca su paternidad, es más la reconoció incoando eloportuno expediente, en virtud del cual, la niña, que había nacido el 27 demarzo de 1876, figura inscrita en el libro Registro de Nacimientos de aquelaño, en fecha 17 de mayo, con los nombres de María del Amparo SomozaMenéndez. El matrimonio no tendrá más hijos.

De modo que de la noche a la mañana Somoza se ve con una nuevafamilia. En medio del dolor de la pérdida de sus padres y en medio de la ilu-sión del nuevo hogar continuará su labor jovellanista. Creemos que estas cir-cunstancias pudieron haber sido suficientes para desarrollar en él una espe-cial sensibilidad. Sensibilidad que produjo una de las biografías más sentidasde la literatura asturiana: Las Amarguras de Jovellanos, una obra verdadera-mente deliciosa. Somoza se vuelca aquí hacia su personaje, lo cotidiano delpersonaje se vuelve clave de la historia. Lo pequeño e insignificante de cadadía, se hace trascendente. Y eso que aún no ha leído sus ansiados Diarios.Pero le basta el resumen de Ceán Bermúdez, que publicó en sus Nuevos Datos;le basta tanto y tanto como ya tiene leído e investigado.

La idea en principio era que la obra fuera subvencionada por elAyuntamiento. Con este fin envía una larga instancia que por su interés y porlas razones jovellanistas que en ella se vierten reproducimos íntegramente:

175 El Comercio, 4 de julio de 1887.

113

Page 113: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Sr. Presidente del Ilustrísimo Ayuntamiento de Gijón.

Ilmo. Sr.

Don Julio Somoza y García Sala, hijo de esta villa y avecindado enella, tiene el honor de elevar a su respetuosa consideración la siguiente soli-citud, por si tuviera en su imparcial juicio, méritos suficientes para ser pre-sentada a la Ilustre Corporación que dignamente preside.

Dolido profundamente el que este expone de que la venerable figu-ra del inmortal patricio don Gaspar de Jovellanos, no hubiera recibido hastael presente en su pueblo natal un testimonio que acreditase así el amor quesu nombre nos inspira, como la gratitud que todos le debemos, concibió elproyecto de redactar un nuevo estudio biográfico, que, a la par, pusiese derelieve las dotes de carácter que adornaban a tan benemérito escritor, asícomo los diversos juicios que en estos últimos años hubiese merecido a la crí-tica europea, acompañando todo de nuevos y curiosos documentos que con-firmaran los singulares méritos de tan eminente personalidad.

Otras consideraciones moviéronle también al proponente a activarsu trabajo, poniendo en él todo el esfuerzo intelectual posible, así como elmayor empeño, para que fuera digno del esclarecido varón cuyas vicisitudesrelatamos.

Era una de aquellas, que mientras su recuerdo había merecido enotras localidades, y aún fuera de España, ediciones completas de sus obras,traducciones a diversos idiomas, lápidas, monumentos conmemorativos yaun estatuas, aquí en su patria, a cuya prosperidad consagró todos susesfuerzos, nada se había realizado que recordase su ínclito nombre y esclare-cidos hechos. Pasó el centenario de su nacimiento en 1844, y pasó, por des-gracia, desapercibido. Cierto, que a las veces, los periódicos locales dedicá-ronle tal cual humilde tributo en algunos de sus aniversarios; y cierto tam-bién que, con monumentos o sin ellos, su recuerdo vive florido y perenne enel corazón de todos los gijoneses.

Pero ni en su casa natal, ni en el Instituto, ni en su Biblioteca, nien el pueblo mismo, se ve alguno de esos testimonios que recuerden su gran-deza. El triste monumento funerario en la iglesia de San Pedro, si inspiróamargas estrofas, también sugirió acerbas críticas a los escritores ingleses; ya otros extranjeros que vieron sus obras impresas en Rusia antes que en supropia patria.

Afortunadamente, un movimiento de próspera reacción se ha efec-tuado en nuestro pueblo; y la terminación del Instituto, obra inspirada deJovellanos, y que legó a la prosperidad; la erección de una estatua ya en vís-pera de realización; el suntuoso enterramiento que en el propio Instituto se

114

Page 114: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

le prepara, y la construcción del grandioso puerto de El Musel, cuya nobleiniciativa le pertenece, obras son de nuestros contemporáneos, y del plausi-ble esfuerzo de esa Ilustre Corporación, cuyos honrosos timbres por nadieserán puestos en duda, ante el severo fallo de los venideros.

Por lo tanto, si entendiera la benemérita Representación popularque el humilde trabajo, que le presenta, con el título de Las Amarguras deJovellanos, mereciera de su parte, los honores de la publicidad, veríansesatisfechas las aspiraciones del que suscribe, que no son otras que las de ren-dir un modesto tributo literario, a la memoria de aquel que tan grandiosasobras produjo, y cuyo nombre resuena con aplauso universal, donde quieraque se veneren la virtud y el saber.

Dios guarde la vida de V. S. prósperos y dilatados años.

JULIO SOMOZA Y GARCÍA SALA176.

En sesión ordinaria del 6 de abril de 1889, presidida por el Alcaldedon Alejandro Alvargonzález, amigo de don Julio, se acordó que informasenlas Comisiones de Instrucción Pública y de Hacienda. En la sesión del 27 deabril, presidida por el Teniente de Alcalde don Antonio Rodríguez San Pedrose dio cuenta de dichos informes mostrándose su conformidad con ellos.

La comisión de Instrucción Pública formada por don José Menéndez,don Jesús M. Acebal y don Antonio Rodríguez San Pedro, vio bien la idea,manifestándolo así en un informe de fecha 24 de abril de 1889 en estos térmi-nos: “La Comisión de Instrucción Pública que suscribe, ha examinado deteni-damente la obra, cuya impresión se interesa, en la presente instancia, y reco-nociendo la suma de datos y de estudios que el autor ha logrado y sabidoreunir en ella, teniendo presente, además, que el Municipio de Gijón es quien,en primer término, debe consagrar a la memoria del insigne gijonés y emi-nente patricio don Gaspar Melchor de Jovellanos un tributo de admiración yde respeto, que a más de la estatua que pronto se ha de inaugurar, sea tam-bién, legado meritorio para las generaciones venideras el libro de que se trata.Cree la Comisión que el Ayuntamiento debe acceder a lo que se solicita, siem-pre que la de Hacienda y la Corporación lo crean posible y conveniente”.

La Comisión de Hacienda, que formaban los señores: don AntonioRodríguez San Pedro, don Alejandro Blanco, don Jesús M. Acebal, donAndrés García Castañón, y don Casimiro Domínguez-Gil y Labarrieta, confecha 25 de abril de 1889 presentó el siguiente informe con las siguientes pun-tualizaciones: “La Comisión de Hacienda en vista del dictamen favorable de

176 A. M. G. Expediente 38/1889. También aparece recogido este escrito en el correspon-diente libro de Actas. Sesión del 6 de abril de 1889, págs. 278-279. Y se publicó en la pren-sa, de donde lo recogió Somoza para incorporarlo a su proyectada obra La Esquirpia.

115

Page 115: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

la de Instrucción Pública y de la situación del empréstito municipal, hoy agra-vada con los intereses y amortización de la obligación moral que la represen-tación del pueblo tiene contraída de favorecer en todo lo que redunde a exten-der la fama de tan esclarecido hijo, como lo es el Excmo. Sr. D. Gaspar Melchorde Jovellanos, honra de Gijón por sus talentos y virtudes, deben de buscarselos medios menos gravosos para la publicación de su obra objeto de este dic-tamen y, por lo tanto, proponemos a la Ilustre Corporación lo siguiente.

1º El Ayuntamiento podrá autorizar la publicación de unaedición única bajo las bases de un contrato especial con una casa edi-torial la que entregaría al autor de la obra y al Ilustre Ayuntamientoel número de ejemplares gratuitos que se conviniese, quedando elresto para que a la casa editorial le quedase el beneficio de su venta.

2º En el caso de que las condiciones establecidas por la casaimpresora no conviniesen a la Corporación podrá ésta hacer un contra-to e impresión por un número de ejemplares determinado, de los cua-les entregaría al autor de la obra un número dado, quedando el resto adisposición de la Corporación que disfrutaría de su plena propiedad.

3º Celebrado que sea el contrato, con arreglo a uno de losdos proyectos anteriores, deberán de comunicárselo al autor dán-dole las debidas gracias por la dedicatoria, que de la obra hace aesta Ilustre Corporación y suplicándole su cooperación para lacorrección de pruebas y demás detalles de impresión.

4º Como sea ésta la primera obra, que en honor de Jovellanos veala luz pública en Gijón con el concurso de su municipio, cree la Comisiónque en el caso de que el Ilustre Ayuntamiento acuerde la impresión de ella,se consigne en el acta como especial recuerdo a la memoria del IlustreGijonés, y también que se imprima el acuerdo al frente de la edición,en honor de la memoria de tan esclarecido patricio.

5º Que para dar mayor solemnidad a este acuerdo no sepublique la obra hasta la época de la inauguración de la estatua deJovellanos, en cuyo acto se entregarán ejemplares a los convidadosal acto. Sin embargo, de lo expuesto, la Ilustre Corporación resol-verá como siempre, lo que estime más conveniente”.

Acordado según este informe y comunicado el acuerdo a Somoza,éste no ve bien el que tenga que esperar hasta la inauguración de la estatuade Jovellanos, que se había acordado levantar en 1880 y, por tanto, en su opi-nión sabe Dios cuándo se llevaría a cabo.

En efecto, aún faltarán dos años para la colocación de la estatua en laactual Plaza del 6 de Agosto. Además, acaba de encontrar un impresor que le

116

Page 116: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

ofrece un buen precio y quiere aprovechar su oportunidad. Así se lo dice a suamigo y primer Teniente de Alcalde don Antonio Rodríguez San Pedro encarta a la que acompaña un oficio:

Sr. D. Antonio Rodríguez San Pedro.

Muy señor mío y estimado amigo:

Tengo la fortuna de encontrar un impresor que se compromete aimprimir mi obra por un precio muy económico y aprovechando esta coyuntu-ra que no siempre se presenta, me decido a darla a la estampa y a mis expensas.

Como las condiciones fijadas por los Señores de la Comisión deHacienda distan mucho de las que ordinariamente se estipulan en los con-tratos editoriales y, además, aplazan de un modo indefinido la época de laimpresión de mi obra, pues de aquí a entonces podemos perecer todos, rué-gole se sirva dar lectura, si lo tiene a bien, en la sesión próxima, del adjun-to oficio, para que la corporación resuelva lo que tenga por conveniente, enla inteligencia de que no puedo ya demorar ni revocar mi propósito.

B.L.M. de esas Srías. y se ofrece a sus órdenes en todo, su afmo.amigo y s. s. q. b. s. m.177.

En el oficio que acompañaba a la carta y que fue leído en la Sesióndel día 8 de julio de 1889, que presidió el propio Rodríguez San Pedro, pro-ponía al Ayuntamiento que le ayudase con la cantidad de mil pesetas:

Habiéndome enterado detenidamente de las condiciones propuestaspara la impresión de mi obra Las Amarguras de Jovellanos, siento muchomanifestar que no me es posible aceptarlas porque las considero perjudicia-les para mis intereses, en cuanto prorrogan por un tiempo indeterminado lapublicación de dicho modesto trabajo.

Pero deseoso al propio tiempo de conservar a esa digna Corporaciónla representación y participación debidas en dicha obra, espero se sirva con-ceder para su impresión una ayuda de mil pesetas, a trueque de doscientosejemplares que entregaré en cuanto aquella se termine.

Si esa IIIª. corporación que dignamente preside aceptase esta pro-puesta ruego a Vd. disponga se me comunique de oficio con la brevedad posi-ble, para el más rápido cumplimiento de esta oferta.

Gijón, 8 de junio de 1899

JULIO SOMOZA Y GARCÍA SALA

Sr. Alcalde Presidente del Ilustrísimo Ayuntamiento de la Villa yconcejo de Gijón.

177 A. M. G. Expediente 38/1899.

117

Page 117: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

En dicha sesión el Ayuntamiento acordó acceder desde luego a lopropuesto por Somoza, pero suspendiendo el abono de la subvención oayuda hasta el próximo ejercicio económico, es decir, el mes entrante, concargo al capítulo de Imprevistos, por no contar en el presupuesto actual confondos de qué disponer178. Y así se imprimió en la imprenta de don AnastasioBlanco, situada en el nº 5 de la calle Los Moros de Gijón, la obra cuyo títulocompleto rezaba: Las Amarguras de Jovellanos, bosquejo biográfico (con notas ysetenta y dos documentos inéditos) por Julio Somoza de Montsoriú, natural delPrincipado de Asturias. La tirada fue de 500 ejemplares numerados y rubrica-dos, de los que doscientos fueron para el Ayuntamiento, a quien, además, ibadedicado el trabajo con estas expresiones: Al Ilustrísimo AyuntamientoConstitucional de la Villa y Concejo de Gijón, en testimonio de respeto, y como justohomenaje que consagra a la virtuosa memoria del más esclarecido de sus hijos, gloriade este pueblo, honor de Asturias, y timbre imperecedero en los anales de la Patria.

En prueba del mimo, entusiasmo y ardor jovellanista con el que sellevó a cabo esta obra basta con leer el colofón: Este libro, el primero que sepublica en Gijón en loor de Jovellanos, fue costeado por los representantes del pueblo,y comenzó su impresión el día 6 de agosto de 1889, LXXVIIIº aniversario de la lle-gada de aquel insigne repúblico a su villa natal; después de diez años de ausencia ysiete de injusta y rigurosa prisión en la isla de Mallorca.— Hízose la estampación,con especial esmero, en el taller tipográfico de Anastasio Blanco, hijo de esta villa, ybajo su dirección y cuidado.

La obra será comentada en El Carbayón de Oviedo con frases lauda-torias para el autor: “Ninguno de los biógrafos, y de cuantos con trabajovario se ocuparon en la existencia y en los escritos del esclarecido autor delInforme sobre la Ley Agraria, aventaja al Señor Somoza que, poseedor de ele-mentos, no aprovechados o no vistos por Posada, Ceán, Cañedo, Nocedal,Menéndez Pelayo y otros, ha sabido trazar como ninguno aquella vida sinmancha, donde resplandece, con virtud probada, aquel hombre verdadera-mente bueno”179.

5.— La estatua de Jovellanos

Creemos no equivocarnos si decimos que esta obra marca sin dudaalguna la consagración de Somoza como el mejor jovellanista del momento yde la historia. A partir de aquí su figura se agiganta. Se reconoce su obracomo un monumento a Jovellanos: “En plazo breve levantará Gijón monu-

178 A. M. G. Acta de la Sesión 8 de junio de 1899; pág. 424.179 El Carbayón, 6 marzo de 1890.

118

Page 118: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

mento de mármoles y bronces a la memoria de varón tan insigne, timbreimperecedero en los anales españoles, y será esta obra la primera de Asturias,símbolo de admiración para el eximio ministro; pero no se olvide entre júbi-lo y entusiasmo de ese día deseado, que un escritor gijonés, el Sr. Somoza,con labor perseverante y penosa ha levantado también otro monumento: elrepresentado por su mencionados libros jovellanistas, no terminados toda-vía, puesto que anuncia en preparación la BIBLIOGRAFÍA JOVELLANISTAy la impresión de ESCRITOS INÉDITOS DE JOVELLANOS”180.

En efecto, el año 1891 se levantará la Estatua a Jovellanos y con ellauna fecha imperecedera en los anales de la villa de Gijón y de Asturias, todoello de la mano del que fuera el mayor émulo de Jovellanos: FernándezVallín. En aquellos actos y acontecimientos se va a oír una voz discordante,la del mayor jovellanista de la historia. Sin embargo, aquel año publicaráSomoza como su tributo personal a Jovellanos sus Escritos Inéditos. Forzosoes escuchar primero su voz en aquellas importantes efemérides jovellanistasantes de hablar de este libro.

En 1880, el ilustre Ayuntamiento de Gijón, acordó nombrar unacomisión, formada por el Sr. Alcalde, que entonces lo era don AnselmoPalacio y García Pumariño, y los gijoneses: Acisclo Fernández Vallín,Consejero de Instrucción Pública, e Hilario Nava Caveda, Diputado delDistrito, como personas influyentes en la Corte, para llevar a cabo la erecciónde la estatua a Jovellanos, que la ley de 4 de julio de 1865 exigía. La idea fuebien recibida por los futuros componentes de La Quintana, a juzgar por elbeneplácito con que la idea era acogida por La Revista de Asturias181.

La idea también fue del gusto de Somoza, quien veía en ello uno delos motivos de verdadera honra para Gijón, e incluso parece que habría decontribuir a que se llevara a cabo, si tenemos en cuenta que pudiera ser suyoun artículo aparecido en 1886 en el Boletín del Centro de Asturianos deMadrid, bajo la firma de Un Taurófilo gijonés182, en el que su autor dice habercontribuido a la realización del pensamiento de la estatua de Jovellanos.

La tarea de llevar a cabo la estatua fue laboriosa. En un primermomento la suscripción, encabezada por S.S. M.M. los Reyes y la Princesa de

180 El Carbayón, 7 marzo de 1890.181 La Estatua de Jovellanos en la pág. 126 del T. III, correspondiente al año 1880. 182 Boletín del Centro de Asturianos del mes de septiembre de 1885. El artículo presenta elestilo sarcástico de Somoza; es una oposición abierta a la creación de una Plaza de Toros,fiesta a la que se mostraba contrario; se hacen alusiones al Instituto. También se alude a lalucha entre apagadoristas y muselistas, que Somoza criticó siempre como ejemplo deretroceso en el progreso de Gijón. Termina con expresiones latinas, a las que Somoza eramuy aficionado: ¡Gaudete, cive! Iterum dico. ¡Gaudete! Por todo ello parece estar clara lapaternidad del escrito.

119

Page 119: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Asturias, auguraba una pronta realización. En 1883, Fernández Vallín consi-deraba suficientes las cantidades suscritas. Sin embargo, la realidad fue otra.La fundición del bronce era una parte importante, la más difícil y costosa y,además, se necesitaban recursos para el resto del monumento. Además, losánimos se enfriaron. Hubo entonces que acudir a los españoles de Ultramar,tal y como hiciera Jovellanos para su Instituto. Y aún no llegaba lo recauda-do y puso Fernández Vallín generosamente el resto183.

En enero de 1887 Somoza se impacienta; coincide, además, con la cri-sis del Instituto; y para falta de colmo se había aprobado en el TeatroJovellanos el acuerdo de construir una Plaza de Toros, y Somoza al igual queJovellanos no diremos que no gustaba, sino que odiaba la llamada fiestanacional. Escribe entonces una carta al director del boletín del Centro deAsturianos de Madrid, publicada bajo el título: Desde Gijón y firmada por X(si no es él no puede ser otro), en la que además de denunciar que cuando seintentan unir apagadoristas y muselistas la política rompe bien pronto aquel lazode unión y vierte sobre el foso que nos divide hiel y veneno, denuncia la falta decalles limpias, alcantarillado, plazas, fuentes, un gran teatro, además de losCampos Elíseos, etc., para advertir a la vista de tantas carencias, prioritariasa su sentir a la creación de una plaza de toros, que la estatua de este inmortalpatricio no se conmovió sobre el pedestal, porque todavía no tiene Jovellanos estatuaen el pueblo184. Este retraso era la justificación que daba Somoza para no que-rer esperar a publicar sus Amarguras con motivo de la erección de la estatua.Eso si no había en él algo de celos jovellanistas.

Porque poco a poco se deja traslucir cierta antipatía no hacia la erec-ción de la estatua pero sí hacia la comisión encargada de llevarla a cabo. Enel mismo Boletín del Centro de Asturianos en el mes de noviembre aparecíaotro artículo en forma de carta al director del boletín, con el mismo título:Desde Gijón, firmado por Un gijonés, que sin duda es de la misma pluma quelos anteriores, pues insiste en los mismos temas. En esta ocasión al hablar delproyecto de la estatua dice: que es la vergüenza de Gijón y se lamenta de quelos concejales no puedan dar un paso en ese hasta que la comisión recaudadorale comunique el resultado de las suscripciones abiertas. Y añade: Si a ellos llegara misúplica, yo excitaría a los respetables Sres. Vallín y Nava para que facilitaran al

183 Acerca de los esfuerzos de la Comisión, de la generosidad de Fernández Vallín y demásdetalles de la erección de la estatua, véanse los Capítulos XIV, XV y XVI de nuestra obra.Acisclo Fernández Vallín (Consejero de Instrucción Pública). Gijón, 1994.184 Que el artículo es de Somoza lo prueba el comienzo muy de su estilo con la cita de unrefrán: “Mi querido amigo: ‘No tenemos para pan y compramos estampas’; la enumeraciónde las carestías de la villa son exhaustivas y referidas a la higiene, ornato, trazado de calles,etc.”, que tanto conocía Somoza; la denuncia de la división entre apagadoristas y muselis-tas fue una constante de Somoza; y por último, su antitaurismo.

120

Page 120: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Ayuntamiento los datos que posean, y a las personas que ofrecieron sumas para esta-tua rogaría asimismo que se apresuraran a depositarlas en las arcas municipales.

Somoza se impacienta claramente. Pero también había otra cuestióncon la que no estaba de acuerdo: que la Comisión de la estatua no encargasela obra a un artista gijonés, como era Mauricio Tamargo. En este sentidoseguimos leyendo en la citada carta del boletín de Centros Asturianos:

En cuanto a la obra, es indudable que será confiada al notableescultor, hijo de Gijón, don Mauricio Tamargo, porque sobre ser un artistade indiscutible mérito, está, como natural de la villa, interesado vivamenteen que el inmortal Jovellanos tenga pronto en Gijón el monumento que nosrecuerde su gloria y sus preclaras virtudes.

Por otra parte, nadie como Tamargo sometería, caso necesario, suproyecto al dictamen de cuantos jurados quisieran fallar acerca de su méri-to artístico; porque Tamargo es el primero que desea para Jovellanos unmonumento digno de tal nombre.

Pues bien, el año antes de proponer al Ayuntamiento que subvencio-nara la edición de Las Amarguras, la Comisión para la erección de la estatuahabía presentado con fecha 1 de marzo de 1888 las bases de un concurso parael monumento a Jovellanos, que aparecieron posteriormente en la Gaceta deMadrid185. La opción de un concurso público, que Vallín justificaba aMenéndez Pelayo por ser un compromiso contraído con la Academia de SanFernando, no se veía con muy buenos ojos tampoco por un sector de la opi-nión pública, a tenor de lo que el diario El Comercio publicaba por entonces.Por su parte, Mauricio Tamargo, que había estudiado en Madrid con Grajera,había donado algunos trabajos para el Instituto, entre ellos un busto deJovellanos, lo que le convertía en el artista favorito en su tierra para la reali-zación de la obra, sin necesidad de concurso.

Conocidas y leídas las bases del concurso, don Julio publicará en ElCarbayón un artículo titulado: Estatua a Jovellanos, bajo la forma de una cartadirigida al Señor Barón de Vidayán, personaje tal vez desconocido de la inmen-sa masa de lectores, pero que como ya sabemos se trataba de su amigo FuertesAcevedo, quien seguirá el juego publicando otro artículo de contestación.Uno y otro expondrán sus ideas estéticas para el monumento a Jovellanos.

Somoza no ve prácticamente nada bueno en las bases. Se muestra,como es costumbre en él, hipercrítico. Para él no debía representarse aJovellanos con el traje de magistrado, según exigía la base primera del con-curso, porque en Gijón todos conocen a Jovellanos vestido con el traje de la época.

185 Con fecha 13 de marzo de 1888 las publicaba El Carbayón de Oviedo; La Gaceta de Madrid,el 11 de mayo de 1888.

121

Page 121: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Además, la toga da a la escultura un aire triste y deslucido; además, exige un aire,un gesto, una expresión parsimoniosa o circunspecta. Y la severidad, no era notaprincipal en el rostro de Jovellanos, sino secundaria. Lo que propone Somoza es eltraje popular del siglo XVIII, ceñido y airoso. Para él hubiera sido mil veces mejorque la toga, el majestuoso manto de los caballeros de Alcántara, a cuya orden perte-neció nuestro egregio paisano. Lo curioso, sin embargo, es que el cuadro que,según sus propias palabras, con mayor vehemencia le cautivaba, era uno demedio cuerpo que se conservaba en Gijón, en la casa natal de Jovellanos, yque lo representaba precisamente con la toga de magistrado186.

Critica también el plazo de tres meses y medio concedido a los artis-tas para presentar sus trabajos: ¿Cree usted —pregunta a su amigo Barón deVidayán— sinceramente, que en tres meses y medio puede un artista hacer un boce-to que represente la eminencia más sobresaliente que produjera España desde elRenacimiento acá? ¿No ha de leer sus obras, ni su biografía? ¿No ha de hacer unestudio comparativo, aunque sea ligero, de los diversos retratos, grabados y bustosque existen? ¿No hará, por breve que sea, una excursión a la patria del autor, paraempaparse del espíritu de su obra, y ver de interpretarla con mayor acierto? ¿Nopedía demasiado Somoza a un artista?... ¿No sería todo eso más fácil si elartista fuera de la tierra?...

Pasa luego a criticar que la Academia se reservase la facultad deintroducir las modificaciones que estime conveniente para su mayor perfec-ción y belleza. Y por último, entra en los aspectos económicos. El premio decuatro mil duros le parece poco teniendo en cuenta que la mitad no se entre-garía sino al final de la obra, mientras que entretanto el escultor tendríamuchísimos gastos. Critica que exigiéndose que los artistas fueran españolesy los jaspes y mármoles de Asturias, no se exija que se funde en al menos enla Península.

En la contestación de su amigo Fuertes Acevedo, bajo la firma ElBarón de Vidayán, leemos que era de la misma opinión que Somoza en cuan-to a desechar la toga de magistrado ya que “si majestuosa y severa, y respe-table hoy como en los tiempos más antiguos, sólo puede y debe figurar en elrecinto donde tranquilamente se discuten y promulgan las leyes que han deregir y administrar la nación, o allí donde se distribuye la justicia y se ampa-ra el derecho de los ciudadanos o en la cátedra donde se difunde la ciencia yel saber”. Pero, sin embargo, disiente de su amigo y se inclina por el mantode Alcántara sin que ocultara por completo el traje de la época gracias altalento del escultor que con su genio e inspiración debía lograr colocarle

186 Es de autor desconocido y se refiere a él en el apartado A, c) del Capítulo VIII de su obraInventario de un Jovellanista; pág. 205.

122

Page 122: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

sobre los hombros del ilustre asturiano con el “arte exquisito” que Somozadeseaba187.

Somoza al hacer las críticas de las bases termina diciendo que todoeso lo dice con el respeto y acatamiento que me merecen, don Alejandro Alvar-González, muy digno Presidente del Ilustrísimo Ayuntamiento de Gijón; y donHilario de Nava y Caveda. Excluyendo así a Fernández Vallín, miembro de laComisión que no nombra. Lo que prueba que por esa fecha estaba enfadadocon él.

No se saben con exactitud, es decir, al detalle, las causas del enfado,ni hemos visto ningún documento al respecto, pero desde luego no debieronser otras que no guardaran relación con cuanto hemos dicho. La impacienciade Somoza y probablemente un tanto de celos jovellanistas provocarían lasdiferencias. Hay que tener en cuenta que nos encontramos frente a frente almayor émulo de Jovellanos y al mayor jovellanista. A Somoza le consumía elcelo por su tierra, porque Gijón tuviera cuanto antes una estatua a Jovellanos;además, sentía el celo de la verdad histórica: por ejemplo, la toga no es ropaadecuada para la estatua porque no la llevó en Gijón.

Lo que sí suponemos es que el enfado debió ser a raíz de la apariciónde los artículos del boletín del Centro de Asturianos comentados, porqueantes, en 1885, cuando publica Somoza sus Nuevos Datos, reproduce en ellosel trabajo Noticia de varios Retratos de Jovellanos que había publicado ya enCosiquines. En este artículo nombra a Acisclo Fernández Vallín como autor deuna copia de la miniatura de Cónsul que reproduce el Goya que representa adon Gaspar en el Arenal, si bien indicando respecto a su calidad artística quese trata de un cuadro realizado sin duda en época de aprendizaje, si hemos de juz-gar por la dureza de los contornos y el poco esmero del color. Pero más adelantecuando publique su Inventario la referencia a este cuadro aparecerá en estostérminos: de esta miniatura existe también en Gijón una reproducción pésima, hechaen 1848 por don A. F. V. Somoza cuando se enfadaba con alguien le condena-ba a las siglas, cuando no a la exclusión de su nombre; y por supuesto, no hayconsideración para el artista, cuya obra es ahora “pésima” sin más.

Muchos de los temores de Somoza no se cumplieron, la obra fue fun-dida en Barcelona; el autor percibió 6.000 duros188, y aunque no se presenta-ron muchos artistas, el concurso no quedó desierto como él pensaba; y no fueun artista de la tierra quien lo ganó sino el barcelonés Manuel Fuxá y Leal.

187 EL BARÓN DE VIDAYÁN. Estatua a Jovellanos. El Carbayón, 9 de julio de 1888. El artí-culo está firmado así: “En la frontera hispano-lusitana a los 25 días del mes de junio de1888”.188 PACHÍN DE MELÁS. Reportajes del Momento: Del homenaje de hoy en Ribadeo. Vida de arte.Seis mil reales y seis mil duros. El Acto. La Prensa, 7 de junio de 1936.

123

Page 123: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

En lo que sí acertaba Somoza era en el retraso, ya que las bases preveían quela estatua estuviera colocada el 6 de agosto de 1889 (precisamente la fecha enque se había empezado a imprimir Las Amarguras), y aún pasaron dos añoshasta que se llevó a cabo.

En realidad fueron dos las estatuas que se inauguraron en aquellaocasión. El día antes, 5 de agosto, se levantó la estatua de Pelayo. No constaque Somoza se opusiera a ella o encontrase algún inconveniente.Recordemos que fue Somoza uno de los más fervoroso defensores y granimpulsor de la idea de levantar en Gijón una estatua a Pelayo.

Las fiestas con que Gijón celebró el 6 de agosto de 1891 constituyenuno de los acontecimientos más imborrables e imperecederos de los analesde la villa de Gijón, y a su realce contribuyó en su mayor parte la generosi-dad de Fernández Vallín, que tras la muerte de Hilario Nava y Caveda quedócomo único miembro de la Comisión de la Estatua. Ni que decir tiene quecorrió con la mayor parte de los gastos y aun puso lo que faltaba para el totalpago del monumento.

A través de un par de cartas de Fermín Canella a Fernández Vallín,que nos han llegado indirecta y parcialmente en un artículo que en 1954escribió Alejandro Alvargonzález, conocemos la enemistad de Somozahacia el Consejero de Instrucción Pública: “Yo lamento mucho —decíaFermín Canella— la división entre ustedes, y más el genio apasionado yespecialísimo de Julio, que le trajo desgracias y le hará vivir entre disgustos.De todos modos, no se olvide de mandarle invitación especial, llamándoleescritor jovellanista. Y es verdad: ha hecho más, mucho más que Ceán,Nocedal, Cañedo y todos los otros biógrafos”189. Al final la invitación le fueenviada. Así lo testimonia Pedro Hurlé, en contestación al artículo deAlejandro Alvargonzález: “Que le fue enviada la famosa invitación para losactos culturales celebrados en Gijón con motivo de la inauguración de laestatua de Jovellanos, lo prueba el hecho de las cartulinas que obran ennuestro poder. También guardamos los borradores de varias cartas que elseñor Somoza tuvo ocasión de escribir a varias personalidades, relaciona-das con el asunto”190.

La enemistad debió continuar. Sin embargo, Somoza, siempre máscomedido en sus escritos, que en sus palabras, reconocerá que La Comisióntuvo méritos aunque también merece censura. La mayor de todas era la de la

189 ALVARGONZÁLEZ, Alejandro. Julio Somoza, historiador y jovellanista. El Comercio, 25 dejulio de 1954. La carta que se cita está fechada en Vistalegre (Colunga), a 28 de julio de 1891.190 HURLÉ MANSO, Pedro. In memoriam. Don Julio Somoza y García-Sala. El Comercio, 28 dejulio de 1954. Las cartulinas se refiere a las invitaciones o entradas. Se conservan en elArchivo de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ.

124

Page 124: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

falta de capacidad artística de sus individuos: Y ¿cuál era la capacidad o la com-petencia “artística” de los individuos de la Comisión que dictaron las bases del con-curso? Ni entonces, ni ahora, contestamos a semejante pregunta por dos razones queestimamos poderosas: la una, porque insensiblemente nos conduciría al terreno de laspersonalidades, cosa que aborrecemos y detestamos con toda el alma; la otra, porquesus individuos habían trabajado con fe y constancia en la ingrata faena de llevaravante una suscripción nacional, y fuera mezquino regatearles el aplauso después dellegar al término de obra tan meritoria191.

No hubiera sido justo en absoluto dejar de reconocer ese esfuerzoenorme de la Comisión y especialmente de Fernández Vallín. Pero lo queSomoza no sabía al criticar la competencia artística de los miembros de laComisión era que Vallín había acudido una y otra vez a Menéndez Pelayopara que corrigiera, enmendara o sugiriera cuanto considerase oportunoacerca de las bases del concurso que habría de aprobar la Academia de SanFernando, y que éste por fin se dignó enviar unas notas para el concurso192.

He aquí el juicio que emitió Somoza una vez vio la estatua; juicio anuestro entender no exento de ironía:

Algunos defectillos notamos en la estatua: la cabeza es breve paratanto cuerpo; los pies y manos (singularmente la izquierda) no son tal ycomo los define Ceán. Las mangas resultan poco airosas y demasiado ceñi-das al traje. Lo restante merece aplauso193.

Se habían convocado diversos premios por distintas corporaciones. ElInstituto de Jovellanos convocó el suyo bajo el título: “Influencia que ejercióJovellanos en la Instrucción Pública de España y reformas que convendría intro-ducir en las enseñanzas de los actuales Institutos, inspirándose en el sentidopráctico que supo imprimir al Real Instituto Asturiano su insigne fundador”. Y

191 Inventario de un jovellanista; pág. 221.192 La primera carta de Vallín a Menéndez Pelayo a este respecto lleva fecha de 30 dediciembre de 1882. Luego vuelve a insistir con fecha 18 de enero de 1887 y 30 de febrero de1887. Por fin, el 4 de febrero de 1888 el Consejero de Instrucción Pública puede decirle alinsigne polígrafo: “Un millón de gracias por su carta que agradezco muchísimo, por sumolestia en la corrección de pruebas que agradezco aun más, y por las notas referentes alconcurso para el Monumento a Jovellanos”. (MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Epistolario.Madrid, Fundación Universitaria, 1982-1991.193 Ibídem. En nuestra opinión si la cabeza puede parecer breve respecto al cuerpo no es pordefecto del artista sino por el realismo de la composición, ya que la toga necesariamenteaumenta la proporción del cuerpo en quien la lleva. Más que un defecto sería un acierto.En cuanto a la delicadeza de manos y pies, la objeción resulta acertada ateniéndonos a larealidad del personaje, pero no se puede pedir en una figura semicolosal, para ser vista ensu conjunto, tanta delicadeza de detalles. Lo de las mangas es también obligado por la togamisma. Si se obliga a Jovellanos a abrir los brazos parecería que echa a volar.

125

Page 125: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

el premio consistía en un objeto de arte de la industria Gijonesa, las Memoriasdel Instituto, más el Catálogo de sus manuscritos y bocetos, de Julio Somoza.

La Academia de Bellas Artes de San Fernando: “Estudio relativo alestado de las Bellas Artes en tiempo de Jovellanos, y el juicio crítico de las opi-niones de este insigne polígrafo concerniente a dicho asunto”. El premio seríaun ejemplar lujosamente encuadernado de los “cuadros selectos de laAcademia” y la “Memoria para la historia de la Academia de San Fernando”de José Caveda. La Real Academia Española: “Estudio crítico de Jovellanos,como poeta”. El premio sería un ejemplar de las Cantigas del Rey donAlfonso el Sabio. La sociedad Económica Matritense: “Jovellanos en laSociedad Económica Matritense”; y su premio el título de socio de mérito yun ejemplar lujosamente encuadernado de las Memorias de la Sociedad. LaUniversidad de Oviedo: “Breve memoria acerca de las ideas y del criterio deJovellanos en la organización de los estudios universitarios; particularmenteen sus facultades de leyes y cánones, exposición crítica”, al que corresponde-ría como premio una colección de obras de Asturias lujosamente encuader-nadas. La Academia de la Historia: “Jovellanos como cultivador de laHistoria”; premio: algunas de las obras por ella publicadas. La Real Academiade Jurisprudencia y Legislación: “Jovellanos como Magistrado”, y el premiouna colección de obras de derecho, algunas lujosamente encuadernadas.

6.— Escritos inéditos

Somoza no se presentaría a ninguno de estos premios, ni participaríaen ninguno de los actos jovellanistas de aquel 6 de agosto. Sin embargo, aquelaño aparece publicada su obra Escritos Inéditos de Jovellanos, dispuestos para laimpresión, por Julio Somoza, que fue editada para ser repartida gratuitamente porla tipografía Arte y Letras de Barcelona. El carácter conmemorativo de la ediciónse hace patente en la dedicatoria que hicieron los editores y que dice así:

LOS EDITORESA LA MEMORIA DEL INMORTAL

JOVELLANOS.RECUERDO DE SU ÚLTIMA ESTANCIA EN

BARCELONA(Posada de las Cuatro Naciones)

EL DÍA XX DE MAYO DE MDCCCVIII.LXXXº ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO

Y1º DE LA ERECCIÓN DE SU ESTATUA

EN LA VILLA DE GIJÓN.

126

Page 126: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 127: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

De manera que se trataba de una contribución al acontecimiento delmomento en toda España, la erección de la estatua a Jovellanos. De estaforma Somoza contribuyó a la señalada fecha, aunque él iba por libre.

El libro, por otra parte, estaba dedicado por Somoza a su hermano,con estas sentidas palabras: A D. MANUEL SOMOZA DE MONTSORIÚ,comandante de Artillería, en testimonio de la perpetua amistad y del probado amor,con que siempre le quiere su cariñoso hermano JULIO. Es muy probable queManuel estuviera ya enfermo. En julio del año siguiente vendrá a Gijón, loque aprovechará el hermano para entregarle el ejemplar prometido deCosiquines para Menéndez Pelayo. La impresión del encuentro tras años deausencia nos la ha dejado escrita en carta a don Marcelino:

Mi pobre y único hermano, está bastante enfermo, y su vista, des-pués de algunos años de ausencia, me ha impresionado muy dolorosamente.¡Dios quiera que se alivie!194.

Le quedaban menos de dos años de vida. El 20 de marzo de 1894moría Manuel en Madrid sin dejar descendencia.

Julio Somoza advierte en el comienzo del Preliminar de esta nuevaobra a quién se debe el hallazgo de los escritos y cuál ha sido su aportación:

No creemos fácil empresa el hilvanar un prólogo para los apreciablesescritos del ilustre Jovellanos, conservados con religioso amor por uno de losmás beneméritos socios de La Quintana, a cuya diligencia se debe también suhallazgo y ordenación, tocándonos a nosotros la grata tarea de ponerlos enlimpio, con solícito cuidado, para que en su día pudieran ver la luz pública.

En efecto, son manuscritos procedentes de La Quintana, es decir, delarchivo de Fuertes Acevedo, que ya había fallecido. Algunos tenían una gran difi-cultad, como ocurrió con la descripción de la Catedral de Palma, respecto al cualcuenta Somoza que su amigo Fuertes Acevedo le envió los tres borradores de lamisma, más un voluminoso legajo de notas en el que figuraban también algunoscuadernos y apuntes. Somoza logra hacer con los tres borradores una copia ade-cuada para la impresión, pero las notas, tantas y eruditas, hicieron que desmaya-ra en el esfuerzo de clasificarlas, ordenarlas e interpretarlas. Lo que le valió unaagria catilinaria de su amigo. Pero al final Acevedo vino a reconocer que la cosaera bien ardua y que requería estudios preliminares sobre la historia de Mallorcay demás. Y como lo importante era, según palabras de Somoza, que la Descripciónse salvara del olvido, imprimiéndose, así se hizo aunque sin notas195.

194 MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Epistolario. T. XII. Carta 11; fecha 10 de julio 1892; pág. 9. 195 Siendo esta obra una rareza bibliográfica agradecemos a nuestro amigo Arturo Muñiznos permitiera examinarla. Su contenido es el siguiente: Camino del Destierro. Fragmento deun Diario de Valldemuza. De vuelta del Destierro. Diario del viaje de Cádiz a Muros. Descripciónde la Catedral de Palma. Sobre la arquitectura inglesa. Camino del destierro—Itinerario.

128

Page 128: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

196 PACHÍN DE MELÁS. Minucia Trascendental. El recuerdo de los grandes gijoneses. La Prensa,15 de agosto de 1928.

7.— La exposición regional

Pero si Somoza, víctima de su carácter, no tuvo protagonismo, apesar de su erudición en materia jovellanista, en los actos de 1891, sí en cam-bio habría de tenerlo más adelante en los de la Exposición Regional de 1899,con la que Gijón y Asturias despedían el siglo. En él se fijaron sus paisanospara que contribuyera con alguno de sus trabajos a la redacción de la Guía dedicha exposición. No presentó ningún trabajo sino la reseña histórica realiza-da por su amigo y maestro Juan Junquera Huergo en 1849, excusándose encarta al Presidente de la Comisión Organizadora, que lo era don LuisBelaunde, por carencia de salud y severa dieta intelectual. Dicha carta es unaminibiografía de su inolvidable maestro jovellanista.

Sin embargo, tomó parte de una Comisión de las varias que se for-maron para la Exposición. El día 23 de marzo se acordó sacar a concurso eldiseño de las medallas y diplomas que habrían de repartirse en la exposición.El Jurado calificador estaba formado por don Alfredo Santos, como presiden-te, y don Luis Bellido, don Miguel Laguardia, don Julio Somoza, don MarianoMedarde, don Nemesio Lavilla, don Julio G. Mencía, don Mariano Marín y elseñor director de la Escuela de Bellas Artes de Oviedo, como vocales196.

Llama la atención que formase parte de un Jurado artístico, donde lamayor parte eran pintores y arquitectos, profesionales de las bellas artes. Larazón no puede ser otra que los conocimientos de don Julio en numismática,ya que se trataba de valorar bocetos de medallas. Se recibieron 5 trabajos paramedalla y otros cinco para diploma. El 7 de mayo se reunió el Jurado o comi-sión para fallar el premio que era de quinientas pesetas para cada uno de losbocetos premiados, que recayeron en el señor Álvarez Sala el diploma, y enel señor Lucena la medalla.

8.— La Esquirpia

Si Somoza se excusó de aportar un trabajo para la ExposiciónRegional por estar bajo severa dieta intelectual, es porque acababa de trabajar enuna nueva obra, a la par de preparar las notas para la publicación de losDiarios. En efecto, ya vimos que al publicarse Las Amarguras se anunciaba enpreparación una bibliografía jovellanista. Y en sus Escritos Inéditos se anunciabantambién en preparación como obras del autor una bajo el título LA ESQUIR-PIA (Silva de varia lección), y otra bajo el título SOLACES BIBLIOGRÁFICOS

Biografía de Julio Somoza 129

Page 129: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

(Inventario de un Jovellanista), con variada y copiosa noticia de impresos y manuscri-tos, publicaciones periódicas, traducciones, dedicatorias, epigrafía, grabado, etc., etc.

La Esquirpia, no llegará a publicarse sin que sepamos las causas. Seconserva el manuscrito que preparó Somoza para la imprenta. Lleva lasiguiente dedicatoria:

A Don G. U. M. (F. M. J. H.) gijonés entusiasta de todos los recuer-dos del “llugarín”; fervoroso admirador de Jovellanos, y apasionado por elengrandecimiento moral y material de su patria, dedícale este librillo, en tes-timonio de vivísimo afecto y comunidad de sentimientos y aspiraciones,

su amigo y conterráneo

JULIO SOMOZA197.

El título completo de la obra sería: La Esquirpia: Ocios de un gijonésempadronado en el Censo con el número 30.527. Y para entender el título, abriríala obra la definición de Esquirpia, tomada del entonces inédito Diccionario deBable de su amigo Junquera Huergo, iba a encabezar el volumen: “Banda devaras de avellano entretejidas que se ciñe alrededor del tablero del carro,sujetándola con los estadorios (o estadoños), y sirve para conducir y resguar-dar los frutos, como maíz, manzanas, patatas, etcétera”. A la que seguiría lacita de Jovellanos: “La esquirpia, se forma de varas delgadas, que en latín sellaman stirpes o arbolitos tiernos, y aun creo que haya en Castilla la palabrachirpia con la misma significación. Puede también venir de stirpes”.

En cuanto a su contenido se trataría de una obra de recopilación desus artículos de prensa y alguna otra cosa, como lo habían sido sus Cosiquinesde la mió Quintana, según se desprende del sumario al tenor siguiente:

Junio de 1885.— Bibliografía: “Bosquejo” de Fuertes Acevedo.Julio de 1886.— “Cartefueyos”, de Fermín Canella.Marzo de 1887.— Informe sobre el estado de la “Biblioteca”.Marzo de 1888.— Estatua a Jovellanos (concurso).Mayo de 1888.— Estatua a Jovellanos (críticas de las bases del concurso).Junio de 1888.— Íd. íd. (contestación de M. Fuertes).Junio de 1888.— La estatua a Don Pelayo.Junio de 1888.— Diálogos gijoneses.— 1º Policía: seguridad: vigilancia.Junio de 1888.— Íd. íd. 2º Policía: higiene, salubdd. vías públa.Junio de 1888.— Íd. íd. 3º Reforma del Instituto.Diciembre de 1888.— Por Asturias.Marzo de 1889.— Exposición al Ayuntamiento.Mayo de 1889.— Un cuarto a espadas (El Musel).

197 Según el dueño del documento, don Francisco de Borja Bordíu Cienfuegos-Jovellanos,las siglas de la dedicatoria se referirían a don Gerardo Uría.

130

Page 130: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Abril de 1890.— Plano de ensanche y reforma de Gijón.Novbre. de 1890.— La prensa en Gijón.Diciemb. de 1890.— Numismática asturiana.Agosto de 1891.— Recuerdos vivos de don Gaspar de Jovellanos.1894.— Prólogo del “Álbum” de Gijón.

Además, el sumario contiene, aunque no aparecen recogidos en elvolumen preparado por Somoza para la imprenta, bajo el título Prólogos jove-llanistas, todos los prólogos que encabezan las publicaciones referentes aJovellanos, incluido el que preparaba para los Diarios, que se encontraba iné-dito. Y por último, parece que en un principio pensó en añadir al conjunto eltrabajo titulado: Ensayo de apellidos asturianos, también obra inédita, pero searrepintió porque aparece tachado en el sumario.

9.— El Inventario

En cuanto a la segunda obra cuyo proyecto anunció al publicarse lasAmarguras, y que aparecía anunciada después en Escritos Inéditos, bajo el titu-lo de Solaces bibliográficos (Inventario de un Jovellanista), con variada y copiosanoticia de impresos y manuscritos, publicaciones periódicas, traducciones, dedicato-rias, epigrafía, grabado, etc., etc., la terminaría al año siguiente de la erección dela estatua. Algo había contribuido a ello Menéndez Pelayo con sus apuntes ynotas que don Julio agradece a la vez que le informa de su contenido.

De mi nueva obra (que aun comprendiendo XIII secciones, sólo esde crítica, erudición y bibliografía) no pienso tirar más que cien ejemplares,y aun esos, serán en su totalidad, más para obsequio que para venta. Perome amedrenta la impresión; aquí, difícil, y fuera de la localidad, enojosa ytardía por la cuestión de pruebas. Si esa Sociedad de Bibliófilos Españoles mehiciera el honor de apadrinarla, ¡muy bien que me vendría!198.

Esperaba unas notas que Gabriel Llabrés le había prometido desdeMallorca para darla por finalizada. Y en efecto, en noviembre la obra estabaconcluida y parece que decidido el título definitivo: Inventario de unJovellanista, pero el autor ahora ya no está convencido de publicarla. Así se locomunica a su amigo Menéndez Pelayo:

He concluido mi obra Inventario de un jovellanista (más largade hechuras que vistosa de traje). Y después de varios tanteos editoriales conimpresores de diversa calaña, me convencí de que la obra me salía cara, y queera muy cuerdo y muy prudente, renunciar a su impresión.

198 MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Epistolario. T. XII. Carta 11; fecha 10 de julio 1892;pág. 9. La ha reproducido Martínez Cachero en Notas sobre bibliografía literaria asturiana.Oviedo, Boletín del I.D.E.A. nº 32, 1957; pág. 415.

131

Page 131: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Se me ocurrió también, presentarla al concurso anual que por estaépoca celebra la Biblioteca Nacional: mas me retraen por ello varias causasque voy a referirle:

Primera: que no poseyendo copia de la obra, caso que no se devol-viesen los originales, la perdía del todo.

Segunda: que lleva nombre de autor y, además, se citan sus obrasen diversos parajes, lo cual no sé si será impedimento para su admisión.

Tercera: que me temo que si manos extrañas y poco escru-pulosas llegan a andar en ella, le suceda algún fracaso como los quemi hermano le indicará con la debida reserva. De todos modos, he demerecer a su atención, que “eche un vistazo” a la obra; y caso que la encuen-tre aceptable, diga a mi hermano los pasos que tiene que dar para su presen-tación, y los demás requisitos propios del caso199.

Los manuscritos del Inventario fueron en efecto remitidos aMenéndez Pelayo para que diera su opinión. Y como resultaba cara la ediciónpretendió Somoza que su amigo Fr. Manuel Fraile Miguélez se lo publicaseen la revista La ciudad de Dios. Y el fraile agustino se inquieta, por lo que escri-be a Menéndez Pelayo pidiendo consejo: “Ya sé —le dice— que Vd. leyó laobra ms. de Somoza. Inventario de un jovellanista. ¿Qué le parece? Él desea sepublique en nuestra Revista; pero toda, es imposible, aun quitando los juiciosmuy duros sobre ciertos autores”200.

El juicio de Menéndez Pelayo debió de ser muy favorable, porque laobra se publicó en la revista, lo que agradó al eminente polígrafo según lecomunica a Somoza de esta manera: “Veo con gusto que la excelenteBibliografía Jovellanista va saliendo en La ciudad de Dios. Por lo que recuerdodel manuscrito, creo que podré enviar a Vd. algunas notas referentes a auto-res extranjeros que incidentalmente tratan de Jovellanos y que no constan enla bibliografía”201. Tenemos pues interesado en esta magna bibliografía jove-llanista al más grande de nuestros bibliófilos.

Pero a Somoza no le gustaba cómo estaba saliendo la impresión y asíse lo dice a Menéndez Pelayo en carta remitida desde Puerto de Sueve:

Mi “bibliografía” jovellanista, ya impresa a la “diabla”, no comoyo quisiera, pues el testarudo del Regente de la Imprenta se me plantó, y no

199 Ídem. Carta 105; fecha 4 de noviembre de 1892; págs. 53 y 54. La ha reproducidoMartínez Cachero en Notas sobre bibliografía literaria asturiana. Oviedo, Boletín del I.D.E.A.nº 32, 1957; pág. 416. Desconocemos a qué incidente o fracaso se refiere, y a qué manosextrañas y poco escrupulosas. He aquí un incidente que justificaría la desconfianza o reser-va del carácter de don Julio.200 Ídem. Carta 213; fecha: 6 de febrero de 1893; pág. 157.201 Ídem. Carta 368; fecha 7 de julio de 1893; pág. 268.

132

Page 132: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

fue posible hacerle entrar en vereda. Fuera de lo cual, la perentoriedad en lacorrección de pruebas, y la distancia a que me encuentro de Madrid, meinhabilitan para introducir las reformas a tiempo y a mi gusto.— Le esti-maré cualquier dato que pueda incorporar a la sección extranjera; pues siahora no, se incluirá debidamente con otros apuntes que tengo en cartera,para cuando haga tirada aparte202.

Somoza no descansa, el acopio de manuscritos, noticias y datos es taly tan constante que nunca da sus obras por acabadas, siempre tiene apuntesen cartera. Ya está pensando en hacer una nueva edición aumentada y mejo-rada. Y la ocasión le vendría.

Es muy probable que la muerte de su hermano Manuel, su enlace enMadrid, impidiera que el Inventario se publicase como Somoza quería. Poreso cambia de plan y decide presentarse al concurso de la Academia de laHistoria, con intervención de Menéndez Pelayo. Cuando recibe el oficio de laDirección General de Instrucción Pública participándole haber ganado elsegundo premio de la Biblioteca Nacional, le escribe comunicándoselo y dán-dole las gracias:

Después de saludarle afectuosamente paso a decirle que el día 17del corriente mes, he recibido oficio de la Dirección General de InstrucciónPública, en el que se me participa haberme sido adjudicado el segundo pre-mio de la Biblioteca Nacional en el concurso de 1898, por mi obra, de Vd. yaconocida, Inventario de un jovellanista.

Quedo profundamente agradecido al Jurado, por haber estimado enalgo mis escasos merecimientos, pero doblemente reconocido a Vd. por suintervención en el asunto, pues su voto, de autoridad y peso para mí, y derespetable consideración para todos, no dudo haya influido en el ánimo delos Sres. del Jurado, para mirar con benevolencia mi modesta obrilla203.

El Inventario es sin duda una obra grande, no una modesta obrillacomo la calificaba su autor. Hoy en día, como ya señalaba en 1921 JoséLoredo Aparicio el Inventario de un jovellanista, sigue siendo “el único guíaseguro para la busca y captura de tan precioso tesoro” como son los manus-critos que se hayan perdidos en Archivos y bibliotecas privadas204.

El premio significará el reconocimiento de su autor ante la Academiade la Historia. Sin embargo, aún tardará unos años (hasta septiembre de1908), en nombrarle Académico Correspondiente. Constantino Suárez ha

202 Ídem. Carta 387; fecha 17 de agosto de 1893; pág. 289.203 La carta es de fecha 28-VI-1899. La ha publicado Martínez Cachero en Notas sobre biblio-grafía literaria asturiana. Oviedo, Boletín del I.D.E.A. nº 32, 1957; pág. 416. 204 LOREDO APARICIO, José. Cómo debe honrarse a Jovellanos. La Prensa, 8 de junio de 1921.

133

Page 133: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

destacado el hecho de que este nombramiento como los otros de Cronista deGijón y de Asturias le fueron otorgados sin él pedirlo. Sabemos que firmaronla propuesta de nombramiento Menéndez Pelayo, Hinojosa y el Marqués deCerralbo205. Imaginamos que la iniciativa partiera del primero, que porentonces tanto ayudaba al ilustre jovellanista, no solo enviándole cuantolograba reunir que pudiera interesarle para sus obras, como lo había hechocon el Inventario sino en otras muchas gestiones en la Academia. De estamanera unirá su nombre a sus viejos amigos de La Quintana. Pues FuertesAcevedo había sido académico, y lo fueron también Ciriaco Miguel Vigildesde el 20 de marzo de 1868; José Arias de Miranda, el 19 de junio siguien-te; Fermín Canella, el 28 de abril de 1871; Sebastián de Soto y Cortés, el 18 demayo de 1877; Braulio Vigón, el 30 de junio de 1882; y Fortunato de Selgas, el13 de febrero de 1885.

El premio de la Academia de la Historia traía consigo la publicaciónde la obra. Pero ésta, en la primavera de 1901, le traerá algún quebradero decabeza. No quería Somoza que su obra tuviera las proporciones tan desme-suradas que la obra tiene y acude en auxilio a don Marcelino para que hagavaler ante la imprenta de Ribadeneyra su derecho en la reducción del tama-ño206. Pero no se trataba de un capricho de la imprenta, sino de un acuerdode la Academia, que en 1859, cuando se crearon los premios, se acordó quetodas las memorias premiadas tuvieran el mismo tamaño. Como además elpresupuesto ya estaba hecho de acuerdo con el número de páginas de ese for-mato, Menéndez Pelayo le sugiere que para dar más cuerpo al tomo (con pla-cer y utilidad de sus lectores) añada algún nuevo trabajo sobre Jovellanos, oescritos inéditos suyos, o cartas y documentos relativos a su persona207.

La obra no fue modificada. Ni tan siquiera en un pequeño detalle,que a nuestro juicio se le pasó por alto al ilustre jovellanista. En febrero de1896, dos años antes de que la obra fuera presentada al concurso de laAcademia, la prensa asturiana recibía de la Ciudad Condal un comunicadoque decía así:

“Hace pocos días fue colocada en una de las bonitas colum-nas que decoran la fachada del suntuoso Palacio de Justicia de estaciudad, la estatua del ilustre patricio asturiano el gran Jovellanos,que, en sitio preferente, ocupa un lugar en este edificio, entre los más

205 En carta fechada en septiembre de 1908 agradece Somoza a su amigo MarcelinoMenéndez Pelayo la propuesta de Académico.206 Carta de 18-II-1901. La ha reproducido Martínez Cachero en Notas sobre bibliografía lite-raria asturiana. Oviedo, Boletín del I.D.E.A. nº 32, 1957; pág. 416.207 Epistolario. T. XVI. Carta 30; fecha 23 de marzo de 1901; págs. 27 y 28. La ha reproduci-do Martínez Cachero en Notas sobre bibliografía literaria asturiana. Oviedo, Boletín delI.D.E.A. nº 32, 1957; págs. 416 y 417.

134

Page 134: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

notables magistrados españoles, que, por el orden de épocas en quebrillaron, se encuentran allí dignamente representados en artísticas yexpresivas estatuas de tamaño natural, obras estas, que, en verdad,honran mucho a nuestros modernos escritores.

La estatua del insigne hijo de Gijón resulta admirablementeacabada por el fecundo escultor Sr. D. Manuel Fuxá, que es el autorde la erigida hace algunos años en la floreciente villa asturiana y quetan admirablemente fue entonces fundida en los famosos talleres denuestro amigo don Federico Mariera de Barcelona.

La efigie, de que ahora me ocupo es de piedra, de buenaclase, como todas las demás que el público barcelonés admira en subello Palacio de Justicia, que todavía tardará algunos años en termi-narse. Jovellanos está en actitud severa con la toga de magistrado desu época y apoyado en el brazo izquierdo un libro, que representa sufamoso informe sobre la Ley Agraria, brillante estudio que fue elo-giado por los más celebrados hombres de Estado de su época, y portodos los jurisconsultos más sobresalientes de Europa.— La manoderecha la tiene puesta sobre el canto del libro y se diferencia de laque está en Gijón por este solo detalle y porque no lleva en la manoderecha el rollo de papel que bien pudiera ser el reglamento porquese había de regir el Instituto asturiano de enseñanza, de su generosafundación.

Al acto de erección de la estatua asistieron muchos astures,de los aquí residentes”208.

Entre los retratos de Jovellanos, que figuran en su magníficoInventario, el hipercrítico jovellanista Somoza no hace mención de éste.

208 El Comercio, 12 de febrero de 1896.

135

Page 135: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 136: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 6

Al fin los Diarios

1.— El amigo Fr. Miguélez

Habían pasado ya cinco años desde que se interrumpiera la corres-pondencia entre Menéndez Pelayo y Julio Somoza, cuando en noviembre de1890, el fraile agustino don Manuel Fraile Miguélez, al parecer a instancia deéste, suplicaba en carta a Menéndez Pelayo le envíase la copia de los Diariosde Jovellanos con el fin de que Somoza pudiera leerlos. Con ello pretendíapagar un favor, según leemos en la carta: “El buen señor está chiflado por sufavorito autor, Jovellanos, y yo quisiera sorprenderle, para pagarle algúnfavor literario, con la copia de los Diarios de Jovellanos”209.

El padre Miguélez, natural de La Bañeza (León), fue gran aficionadoa la numismática, publicando interesantes artículos numismáticos en laRevista La Ciudad de Dios. Entre estos destacan: El Padre Flórez y laNumismática Española (octubre y noviembre de 1897), y El monetario delEscorial (octubre 1888), dejando sin publicar otros manuscritos que llegaríana poder de Somoza: Catálogo del Monetario de la biblioteca Escurialense y Las rui-nas de Clunia. Disquisiciones históricas sobre sus antigüedades y monedas. En pagode los favores que en esta materia le había concedido Somoza, que por enton-ces se interesaba también por la numismática, se prestó a ser intermediariopara lograr que Menéndez Pelayo enviara a su amigo gijonés los Diarios deJovellanos. Por su parte, Somoza, logrará, interesarle por la figura del insig-ne magistrado, sobre el cual el fraile escribirá en La Ciudad de Dios intere-santes artículos, como los titulados: Fisonomía moral de Jovellanos (noviembre1911) y Documentos inéditos jovellanistas sobre la guerra de la Independencia(marzo 1912), con motivo del centenario jovellanista.

Menéndez Pelayo se niega a enviar a Somoza los Diarios por las razo-nes ya conocidas del desaire que recibió el “Preliminar” de Nuevos datos parala biografía de Jovellanos. El padre Miguélez disculpa a Somoza contestando

209 Epistolario. Tomo X. Carta 627; fecha 8 de noviembre de 1890; págs. 515-516.

Page 137: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

que aquellos ataques eran más bien escarceos literarios y no deliberación deofenderle. Y se ofrece como intermediario para lograr por medios indirectosla parte que le faltaba a Menéndez Pelayo210. Sin embargo, verá que el asun-to era más peliagudo de lo que él pensaba.

Entretanto don Julio, que está deseando congraciarse con donMarcelino, pero no encuentra ocasión oportuna, le remite por conducto delpadre Miguélez los Escritos Inéditos de Jovellanos, encargándole otra vez másque le envíe los Diarios para disfrutar el placer de leerlos antes de morirse. Estafrase parece que hizo reír a Menéndez Pelayo, quien se afirma en su negati-va. Al conocerla Somoza escribe esta carta que aunque larga merece serreproducida aquí:

Gijón, 29 de septiembre 1891

Muy señor mío y de toda mi estimación: Tiempo ha que tenía elpropósito de escribir a Vd., y si demoré el hacerlo, fue esperando sólo ocasiónoportuna para ello. Al Remitirle por nuestro común amigo, el excelente Hº.Miguélez, los “Escritos Inéditos” de Jovellanos, le encargué muy especial-mente recabara de Vd. en calidad de préstamo, los fragmentos de los“Diarios” de mi ilustre paisano, siquiera, para disfrutar el placer de leerlos“antes de morirme”. El hermano Miguélez, me escribe hoy, diciéndome queno está la Magdalena para tafetanes, y que se rió Vd. grandemente cuandole refirió mi frase. Y ¿por qué? Bien sé yo que nadie se muere hasta que Diosquiere; pero tampoco me negará Vd., que esta deuda “es tan segura, comoincierta la hora de satisfacerla” según frase que Vd. recordará. No soy joven;viejo, tampoco; friso en los 43 años, y todo el mundo me echa 50, lo cualquiere decir, que las enfermedades, quebrantos y disgustos, me van acaban-do más presto de lo que yo quisiera.— ¿No quiere Vd. ser dadivoso conmi-go?— Bueno: no lo sea Vd.; pero a bien seguro, que si yo poseyera el másinsignificante dato que pudiera servirle a Vd. para sus interesantes obras,hasta creería deber de conciencia, en bien de la Literatura, facilitárselo a Vd.,sin retribución y sin demora.

¿Qué culpa tengo yo de no poseer el resto de los “Diarios”, paraque Vd. funde en esa privación su negativa? Habrá muchos jovellanistas enEspaña: más apasionados que yo, ninguno, y que me ganen a propagar sugloria, tampoco. En buen hora lo diga, y sin pizca de vanidad, también.

Creo que alguna frase de mis anteriores escritos alusiva a su per-sonalidad de Vd. le enojó más de lo debido. Déla Vd. por borrada, que yo noquiero enojar a ninguno, ni malquistarme con nadie, y es preferible vivir en

210 Ídem. Carta 634; fecha 12 de noviembre de 1890; págs. 522-523.

138

Page 138: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

paz con todos, antes que en discordia. Otros se dicen amigos de Vd. y le hanmotejado con mayor saña.

Añadirá Vd., que esta declaración sería pertinente años atrás; peroque ahora, es tardía e inoportuna, y casi... interesada (está tronando).Bueno: pero también es sincera. Dígalo fray Miguélez, que también añade,que algo bueno habrá en su librería de Vd. para mi bibliografía jovellanista(va en la 2ª limadura)... ¡ah, carafe: tú que has dicho!... pues me conviertoen pordiosero literario, y allá me voy, a ver como las gasta don Marcelino...“Ello ye”... que lo que a mí se me haya escapado, ha de estar bien recóndito:con que así, disimulando mi llaneza, dígame a media frase lo que tiene, quecomo yo lo posea o lo conozca, enseguida descifraré el resto.

También agregó el hijo de Columbres, que se había Vd. extrañadode que yo no poseyera su “Historia de los Heterodoxos”, cuando citabapárrafos suyos, y hasta le colgaba a Jovellanos frases que sólo a Vd. pertene-cían. Todo tiene explicación. Su “Histor. de los Heterod.” no la poseo, por-que mis mermados recursos no alcanzan para comprar libros a medida de mideseo, pero tengo los núm. 2.004 y 2.005 del “Siglo Futuro” (año 1881)donde se publicó por 1ª vez su trabajo jovellanista. —En cuanto a las frasesde Vd. que yo atribuyo a Jovellanos (supongo se referirá a la pág. 178 de milibro “Amarg. de J. Ll.s “, 2º párrafo), fue un yerro mío de redacción. Peroestán tan bien dichas sus frases de Vd., e interpretan con tal verdad y acier-to el pensamiento del autor de los “Diarios”, que a conocerlas, no las modi-ficaría ni en un ápice.

Y no le hablo a Vd. más de libros, papeles ni monedas aunque bue-nas ganas se me pasan de ello), por dos razones. La una, porque sería pecarpor exceso de confianza y la otra, porque necesita Vd. el tiempo para obrasy empresas excelentes, que así le dan gloria, como se la dan a la patria.

Aunque arrinconado y olvidado, sabe Vd. puede disponer con ente-ra franqueza y cordialidad, de su afmo. s. s. q. s. m. b.

Julio Somoza de Montsoriú211.

Menéndez Pelayo se da cuenta de la descarnada sinceridad de JulioSomoza. Y es que es fácil darse cuenta que Julio Somoza no obraba con mal-dad. Más deprisa que de costumbre contesta en estos términos: “Recibí sugrata del 29 de septiembre, y en contestación a ella debo decirle que si bienme molestó en otro tiempo el duro ataque que Vd. me dirigió, sin provoca-ción alguna de parte mía, en el prólogo de una de sus publicaciones acerca

211 Ídem. Carta 324; fecha 29 de septiembre de 1891; págs. 236-238.

139

Page 139: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

de Jovellanos, este enojo pasó ya, porque en mí encarnan poco ofensas de estegénero. Y en prueba de que todo está olvidado, quiero darle a Vd. la mayorprueba de confianza y de fraternidad jovellanista, poniendo en sus manos porun plazo que Vd. mismo ha de fijar pero que yo quisiera que no excediese dedos meses, la parte impresa de los Diarios de don Gaspar”212.

Pero no solamente le deja los ansiados Diarios sino que también leautoriza para que saque todas las notas y extractos que tuviera por oportunoy los aproveche cuando y como quiera. Le pone el plazo por “el amor que losbibliófilos tenemos a nuestras joyas —según continúa diciendo—, y lainquietud en que vivimos cuando se ausentan de casa, aunque sea por cortoplazo”. Y en cuanto a noticias para la Bibliografía Jovellanista le comunica quetiene aquella famosa traducción de El Contrato Social, en que hay una larganota elogiando a Jovellanos, y que tanto revuelo armó en su tiempo en per-juicio del sabio don Gaspar.

El mismo día que recibe la carta contesta Somoza loco de contento:

Muy estimado Sr. mío y de mi mayor consideración: Recibí, con elentusiasmo que Vd. puede suponer, su amabilísima carta; y si estimo en ellalas afectuosas frases dictadas por su noble corazón, no encuentro términoscon que expresarle mi gratitud por el generoso ofrecimiento que en ella mehace. ¡Por fin!, después de veinte años de anhelos, tentativas fracasadas,ardides y estratagemas más o menos pueriles, lograré echarles la vista enci-ma. Tócale buena parte en este regocijo, a nuestro cariñoso hermano fr.Manuel Miguélez, y en cuanto termine la presente carta, seguirá inmedia-tamente la suya213.

Dio la coincidencia que Menéndez de Luarca, en un periódico deOviedo de su propiedad, La Victoria de la Cruz, había anunciado que losDiarios que poseía quedaban a disposición del primero que deseara publi-carlos. Esto hace pensar a Somoza que ha llegado el momento de su publica-ción. Propone entonces en esta misma carta actuar de concierto los tres:Menéndez Pelayo, Fr. Miguélez y él, pero quedando para el primero la gloriade la publicación de los Diarios.

Fray Miguélez le había escrito a Somoza que sabía una historia secre-ta de W. Franquet, seudónimo con el que había publicado AlejandrinoMenéndez de Luarca en 1859 una crítica a la vida de Jovellanos de Nocedal.También le dijo que vivía en Madrid un personaje (Ramón María de Labra),al cual aquél estaba incondicionalmente subordinado por estas no sé qué

212 Ídem. Carta 388; fecha 19 de noviembre de 1891; págs. 308-309.213 Ídem. Carta 393; fecha 21 de noviembre de 1891; págs. 314-316.

140

Page 140: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

cosas de no sé que tiempos y que de esta manera obtendría los Diarios214.Pensando en que esto se lograse, Somoza le hace a Menéndez Pelayo unaproposición al parecer no ética, porque iría contra la verdad:

Si esto se logra, me parece que el hombre está cogido en sus propiasdeclaraciones; pues si los “Diarios los deja él a la merced del primero quequiera imprimirlos”, no sé como se las va a componer luego que los veaimpresos. Además, la declaración de la propiedad literaria hecha hábilmen-te, le inutilizará en absoluto. ¿No encontró su tío los mss. de los “Diarios”?Pues Julio Somoza, v. gr., encontró en el archivo de la casa CienfuegosJovellanos una copia de los “Diarios” ¡y que venga él a probarme lo contra-rio! — Ya sé que la cuestión de escrúpulos salta enseguida al tapete; pero¿hay realmente perjuicio de tercero? Creo que no: porque a mi entender, setrata de un legado que es patrimonio de todos los españoles, pues que lo esde la gloria de su familia, de su pueblo y de su nación. Y en cuanto al bene-ficio material de la obra, juzgo que tiene más de ilusorio que de real215.

Probablemente estaba aquí la cuestión, en que Menéndez de Luarcaparecía poner pegas reclamando un precio muy alto por la publicación.Somoza quiere cogerle la palabra antes de que se arrepienta y cerrarle la posi-bilidad de reclamar derechos, basándose en el ofrecimiento hecho al público.No se olvide que Menéndez de Luarca era persona muy fluctuante. Somozase mueve por la pasión jovellanista y el corazón, no buscaba un interés mate-rial, sino un interés general, cultural y, además, quedaba a salvo el perjuiciode terceros. Pero por otra parte, hay que tener en cuenta que Menéndez deLuarca no tenía derechos de edición, pues habían transcurrido 70 años y supublicación era de dominio público, como muy bien creía MenéndezPelayo216. El problema estaba en que Menéndez de Luarca soltase los Diarios.

Las presiones del hermano Miguélez van a hacer que Menéndez deLuarca salga publicando unos artículos en los que trataba muy mal aJovellanos. Entretanto a Somoza, porque va a tener en sus manos los ansia-dos Diarios, “no le cabe el gozo en el cuerpo” como le diría a MenéndezPelayo el P. Miguélez. Y añadiría: “Le ha quitado Vd. diez años de encima: esmuy grande la pasión que tiene a Jovellanos”217.

214 Ídem. Carta 492; fecha 28 de enero de 1892; pág. 412.215 Ibídem.216 Ídem. Carta 433; fecha 20 de diciembre de 1891; págs. 351-352.217 Ídem. Carta 398; fecha 24 de noviembre de 1891; pág. 320.

141

Page 141: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

2.— La feliz Navidad de 1891

Somoza envía al piloto del vapor Asturias, que partía para Santander,a recoger los Diarios, con una carta breve, dada su convalecencia de un terri-ble trancazo218. Y por fin aquellas Navidades de 1891 entraban en el nº 55 dela calle Perseguida (hoy Covadonga), donde vivía por entonces el mayor delos jovellanistas, las dos terceras partes de los Diarios de Jovellanos. Nohubiera habido mejores dulces para tan señaladas fechas. Inmediatamente derecibirlas envía un telegrama acusando el recibo del paquete.

La voracidad de Somoza es tal, que el 31 de diciembre ya ha llevadoa cabo la primera lectura de los Diarios, lo que le comunica a MenéndezPelayo con una larguísima carta, a pesar de que su salud seguía muy resen-tida. Lo hace de dos veces, pues según dice en su posdata, sin terminar lacarta se volvió a la cama, y se levantó dos días después para darle remate. Loprimero que sale de su pluma es una alabanza a Jovellanos: ¡Qué cabeza tanbien organizada para el estudio, y qué retentiva, la de mi sabio Mentor!219.

Nota que como la generación actual no quiere estudiar, exige como condi-ción precisa para la lectura, mucha amenidad, y grabados. Para lo primero sugierecomentarios y anotaciones; para lo segundo, mapas o planitos de los itinera-rios; grabados de personajes y monumentos. Para esto teme que Abellohubiera extraviado los borrones (si andaban sueltos) incluidos por Jovellanosen sus Diarios. E incluso concibe sacar a concurso la ilustración de la obra: ¡Nose gasta el Gobierno —escribe— 6.000 pesetas para premiar la mejor medalla con-memorativa del descubrimiento de América? ¿Y lo merece menos la ilustración deesta obra magistral? Advierte también que la obra precisa de un índice alfabé-tico de las personas que se citan en el texto. Y tiene por error de Abello lasupresión de algunos nombres propios en varios pasajes de la obra.

Entre los nombres Somoza descubre a sus antepasados por unaparte y por otra se encuentra con todos aquellos personajes tan conocidos yapor él:

Solo algún vestigio de anticuario como yo, v. gr., que sabe al por-menor los nombres, sucesos y vicisitudes de las familias locales, pudieradecir algo sobre la materia; pero me guardaré muy bien de ello. Por allíandan mis tíos, y abuelos, y parientes... ¡con qué placer no he visto sus nom-bres en aquel relato! Conozco a los alumnos y a los profesores del Instituto;a los contertulios de Jovellanos, a los regidores y jueces del Ayuntamiento, asus parientes, allegados y sirvientes... gran arsenal de datos para escribir

218 Ídem. Carta 432; sin fecha (mes de diciembre de 1891); págs. 350-351.219 Ídem. Carta 449; 31 de diciembre de 1891; págs. 365-371.

142

Page 142: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 143: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

novelas locales a estilo del inimitable Mtr. Pereda. Pero... es muy ruin yvillana la condición de esta gente, para que yo me arriesgue (¡quién supie-ra!) a semejante empresa220.

La impresión que le ha producido la resume así:

En resumen: aun sin contar con lo que falta, (que debe ser sustan-cioso) tengo la obra por fuente de grandes noticias, muy útiles para los estu-diosos, y gráficas para conocer a Jovellanos “por dentro”. Todo lo dice, todolo anota, así lo que le es favorable como lo que le es adverso. Su ingenuidadnativa, se refleja a cada paso en este libro, ¿quién tendrá valor para mote-jarle cuando abre a todos los ojos su pecho? Siguiendo la frase de Ceán ¿noes esta obra “una confesión” en público de sus más íntimos pensamien-tos?221.

Pero se queja de no poder compartir su entusiasmo y emoción connadie, y dejándose llevar por la pasión del momento arremete, en uno deesos arranques tan suyos, contra sus propios paisanos:

Nada le digo a Vd. de mi entusiasmo ni de mis emociones: solo síle afirmaré que aquí, en mi propia patria no tengo una sola persona conquien compartirlas. Este es un pueblo de comerciantes encanallados, inca-paces de ninguna idea elevada. Jovellanos no pertenece a Gijón, Jovellanoses español, y nada más, ¿qué tienen de común sus ideas, sus sentimientos,su educación, la nobleza de sus aspiraciones generosas, con las de esta gentefalsa, pérfida, doble, ruin y villana de condición, mezquina de ideas, impon-derablemente vanidosa, y refractaria a toda idea de grandeza? Nada ¡ni som-bra!222.

He aquí una particularidad digna de notarse. Somoza, al contrarioque sucede en otros, no ve a Jovellanos desde el paisanaje. Para Somoza,Jovellanos no es prototipo de asturiano, sino prototipo universal. No sienteal personaje como “suyo”, apegado a su tierra. No se acerca a él atraído porsu condición de asturiano, sino que ha visto en él algo más. Su visión jove-llanista es amplia, dilatada hasta el punto de tener la sensación con todoacierto de estar ante un gigante. En esto se aparta de aquella de quienes guia-dos por el amor y el celo del paisanaje, por un sentimiento de orgullo patrio,resaltan lo asturiano del personaje, sin darse cuenta que con ello le empe-queñecen y reducen, mientras de la otra manera al universalizarlo le agran-dan con el consiguiente incremento de su orgullo de paisanos. Es muy posi-

220 Ídem, pág. 368.221 Ídem, pág. 369222 Ibídem.

144

Page 144: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

ble que de haber tenido una visión meramente localista o regionalista deJovellanos su labor no hubiera tenido la trascendencia que tuvo.

Manifiesta también en la carta su indisposición hacia Menéndez deLuarca que impide que pueda obtener él lo que faltaba de los Diarios. Elpárrafo nos sirve para poner de manifiesto un rasgo de hombría de bien desu personalidad. Por una parte confiesa que no es su genio para avistarse conél, sino lo haría. Pero añade: A mayor abundamiento tengo que zurrarle —dice—la badana (si es que mi humor alcanza a tanto), y sería indecoroso obtener de él nin-gún favor, y luego pagárselo en tan mala moneda223. Julio Somoza no actuabanunca con reserva; si tenía mala opinión de una persona no le hablaba y enpaz. La hipocresía no era terreno que él cultivase.

Veinte días después comunica, a su ya —para siempre— reconcilia-do amigo, la impresión entre atontado y maravillado que le ha producido lasegunda lectura de los Diarios:

Mi estimado y digno amigo: Termino en este instante la segundalectura de todo lo concerniente a Asturias, (deteniéndome más en lo relati-vo a Gijón) dejándome una impresión, así como entre atontado y maravilla-do, al ver, como en un pueblo tan insignificante y de tan sedentaria vida,encontraba aquel varón eminente, elementos bastantes para la imponderableactividad de su espíritu, la práctica de las buenas obras, el fomento (conpatriótico celo) de todos los intereses locales y provinciales, y el cumpli-miento de todos los deberes religiosos, sociales, familiares, y de buena ehidalga amistad. ¡Vamos! que al considerar la hidalguía del aquel caballero,y la menguada ralea de la estúpida sociedad moderna, me dan ganas de llo-rar. ¿Con quién compararé yo a don Gaspar? En la pureza de sus senti-mientos religiosos, en la nobleza de su corazón, en su amor a la patria, en lagrandeza de su saber, en la naturalidad, modestia y afabilidad de su trato, enla admiración y veneración que supo inspirar a los extranjeros,... ¿quién leigualará? sino fuere un español tan modesto, tan sabio, tan virtuoso y tanpatriota como el insigne don Cosme Damián de Churruca?... Bueno. Bastade exordio224.

No hay duda, pues, que los Diarios van a contribuir a reafirmar elincondicional jovellanismo de Somoza. Mucho siente tener que desprender-se de ellos pero promete enviarlos:

223 Ídem, pág. 370.224 Ídem. Carta 481; fecha 20 enero de 1892; págs. 398-401. La carta, publicada por MartínezCachero, contiene las observaciones técnicas de Somoza: Anota defectos en la nomenclatu-ra asturiana; propone servirse de las obras de sus amigos: la Bibliografía de F. Acevedo, dela Epigrafía de Ciriaco Miguel Vigil, etc.; y echa de menos la existencia de documentos quedebían ir incorporados a los Diarios.

145

Page 145: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Para fin de mes, o principios del entrante, remitiré a su papá, aSantander bajo doble cubierta, encartonado, atado y lacrado con J. S.el libro que generosamente me prestó. En el alma siento separarme de él; por-que si está muy requetebién en su librería de Vd., ¿sería puesto menos dignopara él, el de una biblioteca jovellanista? Si llego a publicar mi bibliograph.jovell.ta anotaré marginalmente para Vd. lo que en ella poseo. Y un millónde gracias, y otro millón por la buena voluntad.

Para terminar quiere manifestar su agradecimiento prometiéndoleenviarle de sus libros los que pida, que aunque no los poseyera los buscaría,y haciendo alarde una vez más de su particular sentido del humor, le pideperdón por haberle distraído con su alucinación (vulgo, chifladura), con quecalifica a su pasión jovellanista.

Menéndez Pelayo, con los pies más en la tierra que Somoza, le con-testa que el proyecto de la edición con grabados le parece Demasiado bonito yhabría que contentarse con una edición modesta y limpia, dado lo que sepodía esperar de los editores en las actuales circunstancias. Y en contestaciónal ofrecimiento de sus obras le pide Cosiquines de la mió Quintana. Le ruegatambién que corrija todas las erratas que advierta225.

La corrección no se lleva a cabo porque la carta de Menéndez Pelayollega cuando Somoza ya tiene empaquetados los Diarios. Le promete enviar-le las Cosiquines en cuanto alcance un ejemplar. A propósito de esta obra lecomentará: en el bien entendido, de que nada vale lo que contiene, (por lo cual loretiré de la circulación), salvo un diálogo sobre los Bocetos de este Instituto, que tengopor lo menos malo. Mírele con benevolencia, y luego, arrincónele226. MenéndezPelayo tenía interés en esta obra por contener algunos documentos jovella-nistas e insiste de nuevo. Somoza tras tenerla un par de meses empaquetaday lista, aprovecha la venida de su hermano a Gijón, para que a la vuelta aMadrid se la entregue en mano a don Marcelino, quien comenta que haencontrado capítulos muy interesantes, sobre todo el relativo a los bocetosdel Instituto227.

3.— Intento fallido de publicación de los Diarios

La amistad y la confianza entre Menéndez Pelayo y Julio Somoza escada vez más estrecha. El primero va conociendo al segundo; sabe que leadmira y venera. El reconocimiento es recíproco. Se intercambian noticias y

225 Ídem. Carta 497; fecha 1 febrero 1892; págs. 414-415.226 Ídem. Carta 506; fecha 10 febrero 1892; págs. 420-421.227 Ídem. Tomo XII. Cartas 11 y 68; fechas 10 julio y 22 septiembre 1892; págs. 9 y 66.

146

Page 146: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

libros, no todo jovellanista. Al calor de esta amistad y a propósito de susCosiquines Somoza muestra su alma al amigo y le hace confesión de sus arre-pentimientos, de su manera de afrontar los errores pasados:

Temo y debo hacerle a Vd. una prevención respecto al susodicholibro: y es, que escrito en una época en que yo no tenía suficiente juicio, nimoderación, estampé en él algunas expresiones de que ahora me pesa grave-mente. Hubiera desgarrado algunas páginas o tachado varios renglones, sital procedimiento fuera un recurso legal. Pero, como dije a Fr. Miguélez,entiendo que es más noble y decoroso, confesar y declarar la propia falta, yavergonzarse de haberla cometido; pues que el hombre siempre y en todotiempo debe tener el valor cristiano de confesar su ignorancia, y hacer estadeclaración a cara descubierta228.

Mientras tanto Fr. Miguélez va trabajando para lograr de Menéndezde Luarca los originales de los Diarios. Aconsejado que era conveniente escri-biera él al Sr. de Luarca, lo hace y recibe en contestación una mañosa carta queno era una negativa, pero que haciéndose el chiquito, según expresión deSomoza, atravesaba lindas promesas sin comprometerse en nada. De la con-testación da cuenta también a Menéndez Pelayo en una carta en la que refi-riéndose a Somoza dice: “No nace otro jovellanista como él”229. ¡Qué bienconocía a su amigo! Menéndez Pelayo duda de conseguir algo de Menéndezde Luarca; nada entiende de sus tretas y entradas y salidas; lo único que diceen el asunto es que está dispuesto a trabajar gratuita y desinteresadamenteen la corrección y anotación de los Diarios. La actitud oscura y sibilina deLuarca descompone a Somoza, hasta el punto de que el agustino advierte aMenéndez Pelayo que si le escribe le aconseje calma y prudencia. No obstan-te Miguélez a la par que califica la actitud de Somoza de berrinche, señala:“pero como yo le conozco bien, supongo se le pasará pronto”230.

Cuando parecía que la entrega de los originales iba a tener lugar yMiguélez había designado en Oviedo dos personas de su confianza para querecibieran su entrega, Luarca manifiesta haber estado enfermo y que nopuede hacer la entrega hasta la semana en curso. Pero pasó el plazo y saliócon que iba a hacer la publicación por su cuenta. ¿No era para coger berrin-ches?

Conociendo el carácter voluble del poseedor de los Diarios no cabríapreguntarse qué causas determinaron que faltara a la palabra dada, si nofuera porque Miguélez, escribe a Menéndez Pelayo: “Me han dicho (y no sécon qué fundamento) que el P. Vigil, el Sr. Pidal y el Conde de Revillagigedo

228 Ídem. Carta 11; fecha 10 julio 1892; pág. 9.229 Ídem. Tomo XI. Carta 507; fecha 12 febrero 1892, pág. 422.230 Ídem. Carta 574; fecha 10 abril 1892; págs. 474-475.

147

Page 147: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

se oponían a la publicación de los Diarios. He puesto en cuarentena la noti-cia”231. La opinión de don Marcelino era que a Luarca “nada le importabanen el fondo ni Jovellanos, ni los Diarios, sino la satisfacción de su vanidad per-sonal y de la saña que rebosa en su alma contra una porción de cosas y depersonas”. Le consolaba el que en todo caso la edición fuera intervenida porel P. Miguélez, “para que no se quite ni mude una tilde de los originales”,decía. Y aconsejaba a Somoza que no tomase “parte alguna en semejantepublicación, que seguramente irá encabezada con un libelo contra la buenamemoria de Jovellanos, que esto y no otra cosa será el prólogo, que Luarcaanuncia”. En el fondo manifestaba: “La noticia me regocija más que memolesta. Hágase el milagro y hágalo el diablo”232.

No le cayó en saco roto a Somoza la opinión de Menéndez, a quienllama mi cariñosísimo amigo, y está de acuerdo en todo con ella. Así se lo mani-fiesta en una carta llena de su peculiar sorna. En ella le habla de una tertuliaque se formó en la casa de Jovellanos:

— Se habló de todo, y de mucho más; y preferentemente deMenéndez de Luarca, a quien los gijoneses de algún viso tienen entre dien-tes, esperando confiados en que yo me queme, para que haya liza, y verlaellos muy descansados desde la barrera. ¡Están guapos y frescos!

— Fray Miguélez, como es joven, es muy confiado, y cree que elluarquín se va a correr y le va a remitir los originales de los Diarios. ¡Yaescampa, y llovían capuchinos de bronce! De todos modos, hay que agrade-cerle mucho lo que ha hecho; y como se llegue a imprimir el 1er pliego, digaVd. que ha puesto una pica en Flandes, y una lanza en Navia. Yo le he escri-to anteayer al Escorial, una carta agridulce, para que no se enfote uno yotro, para que persevere y no se desanime. Porque a la verdad, cada carta quele envía Alejandrino, es una maravilla... de ingenio, y un tejido de patrañas,que el diañu las desenguedeye.

Tras agradecerle sus apuntes y notas, prosigue:

— Volviendo a Mez de Luarca, pensamos de común acuerdo; y hapuesto Vd. el dedo en la llaga al definir el carácter de aquel individuo, tansobrado de presunción como falto de rectitud moral.— Es el pecado capitalde mis paisanos; la vanidad, una vanidad presuntuosa, engendro mixto deignorancia, fatuidad y presunción de raza; rasgo patrimonial del villano ydel campesino, que, a poder y saber, pondrían blasón heráldico hasta en lastachuelas de las madreñas.

231 Ídem. Carta 633; fecha 30 mayo 1892; pág. 540.232 Ídem. Carta 6; fecha 7 julio 1892; pág. 3.

148

Page 148: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 149: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Sin embargo, la vanidad de Luarca cedió y vino a un acuerdo conMiguélez, conforme al cual no habría prólogo, sino una introducción en laque figurarían las cartas dirigidas entre ellos. En la portada se leería: “Diariosde Jovellanos con una introducción por Menéndez de Luarca y notas ycomentarios de Avello, Menéndez Pelayo y fr. Miguélez”. ¿Lo cual significa-ba que Somoza quedaría fuera de la obra? Sí y no. Somoza no figuraría, peroayudaría en lo que pudiera y supiera233. ¡Admirable generosidad y vocaciónjovellanista! Más admirable cuánto que él era el que mejor preparado seencontraba para el trabajo de anotación y comentarios. El 4 de noviembre de1892 anuncia a Marcelino que ya está acumulando materiales para las notasy eso que no tiene el original a la vista, sino el extracto de Ceán. Somoza esun impaciente y va adelantando trabajo234.

Sin embargo, cuando todo está elegido, el papel, el formato, los tiposde imprenta, enferma el regente de la imprenta y se paraliza la obra un parde meses; y por si fuera poco, cuando éste iba mejorando quien enfermó esel Director de la Victoria de la Cruz, que tenía como misión cotejar las pruebascon las capillas. “A todo esto, yo impaciente —dirá Miguélez a MenéndezPelayo—; Somoza... no digamos; pone el grito en el cielo”; pero sigue escri-biendo notas y más notas hasta que le sorprendan las pruebas que de segurollenará de anotaciones quizá con exceso235.

Pero la muerte de Menéndez de Luarca dará al traste con aquelsueño. La edición se interrumpirá cuando se llegaba por la página 192.Pasarán años, hasta que vuelva a intentarse y se publiquen los Diarios. Perono será Somoza quien lleve a cabo la edición.

233 Ídem. Tomo XII. Carta 45; fecha 18 agosto 1892; pág. 42.234 Ídem. Carta 105; pág. 53.235 Ídem. Carta 213; fecha 6 febrero 1893; pág. 156.

150

Page 150: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 7

La numismática

1.— Las ideas numismáticas de don Julio

Julio Somoza estaba convencido de que la numismática no era ennuestra patria, que la había inaugurado en Europa, mirada con aprecio y esti-ma. Por eso con su gracejo personal se contesta a la pregunta qué es enEspaña un numismático diciendo que es un iluso, un chiflado, un hombre quetiene muy poco que hacer, y que pierde lastimosamente el tiempo ocupán-dose de fruslerías que a nadie le importan. Y añade con el mismo tono entreburlas y veras que el vulgo (tanto entre los de la boina como entre los del auto)lleva en parte razón, porque entre los numismáticos no todos tienen la mismacategoría.

Distingue entre acaparadores de monedas (variedad del género urra-ca); coleccionistas de escaparate; clasificadores, sin análisis; y los inteligentes oprofesionales de la clase. En esta última habría que clasificarle a él. Peroincluso aquí también encuentra distingos. A Somoza hay que distinguirloentre los mejores calificados. Es más, nos atreveríamos a decir que gracias aél la Numismática adquiere en Asturias una importancia como nunca lahabía tenido. Basta leer su obra póstuma De la Numismática en Asturias, pre-parada por su alumno en esta ciencia, don Pedro Hurlé236, para darse cuentaque carecía nuestra región de una tradición importante.

Él logrará reunir la más importante colección asturiana, no sólo porel número sino por la calidad de las piezas. A sus manos llegarán completasalgunas de las colecciones privadas asturianas de alguna importancia, comolas de los Señores Morán Labandera y Fuertes Acevedo, más importantes

236 Fue publicada en Gijón, en 1984 en la colección Monumenta Histórica Asturiana. La pri-mera parte, que trata de la historia de los coleccionistas asturianos, fue publicada por elpropio Somoza en El Carbayón de Oviedo, los días 5, 6, 9, 12, 13 y 15 de diciembre de 1890,y lleva la dedicatoria: A mi excelente amigo Rogelio Jove y Bravo. Parte del material manus-crito se conserva en el Archivo de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ. Hemos preferidotrabajar sobre el texto de la edición de Hurlé, para facilitar la referencia al lector.

Page 151: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

fracciones como las de los Señores don Francisco Palacio, de Oviedo, y donEugenio Nava Caveda.

Don Julio distinguía entre el concepto comercial y la estimación his-tórica. Esta última era lo que él valoraba. No fue la suya una actividad desimple coleccionismo, actividad que calificaba de ameno y grato pasatiempo,ni una afición esporádica o al margen de su inquietud histórica, sino su com-plemento permanente. Y se dedicó a ella con todo el amor y conciencia de sugran valor. Para él la NUMISMÁTICA (escrita con mayúsculas) es una cienciaauxiliar y, a la vez, de conjunto: auxiliar porque forma parte de los elementos auxi-liares de la Historia, en general; de conjunto porque para su comprensión total ha demenester de multitud de elementos y conocimientos de varia procedencia, hasta de losmás extraños y heterogéneos. Y calificaba a las monedas de pequeños monumen-tos metálicos que perpetúan, a través de los siglos, la vida de pueblos y naciones yadesaparecidos237.

Para entender cómo vivía Somoza la pasión por el coleccionismo demonedas y medallas hay que decir que difícilmente se resistía a hablar deltema. Cualquier pretexto le bastaba para ello. Cuando en carta de 29 de sep-tiembre de 1891 pretende y logra reanudar la correspondencia con MenéndezPelayo y afirmar su amistad entre ambos, se despide con estas palabras: Y nole hablo a Vd. más de libros, papeles ni “monedas” (“aunque buena gana se me pasande ello”), por dos razones. La una, porque sería pecar por exceso de confianza y laotra, porque necesita Vd. el tiempo para obras y empresas excelentes, que así le dangloria, como se la dan a la patria238. Estamos seguros de que de buena ganahubiera sacado el tema.

Del grado de adicción de esta pasión o chifladura era consciente,hasta el punto de hacer, como siempre, inteligente burla de sí mismo. Así lecuenta a Menéndez Pelayo la visita de don José Ramón de Luanco: Díjome,que le dejaba a Vd. en Madrid, sudando el quilo y en el traje de Adán, sobre la cama.Acto continuo, me dio una repasata, acerca de la alquimia en España que me tem-blaban las carnes; claro que no nos entendimos, porque él parlaba en químico y yole contradecía en numismático. Y para conciliarnos, le conduje a casa de Jovellanos,en cuyo estrado, pasamos, con otros compinches, la mayor parte de la tarde239.

El coleccionismo sería sin duda lo que le llevó a entablar una buenaamistad con don Sebastián de Soto Cortés, con quien con toda seguridad

237 SOMOZA, Julio. De la Numismática en Asturias. Monumenta Histórica Asturiensia XV.Gijón, Edición preparada por Pedro Hurlé Manso, 1984; págs. 4 y 27.238 MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Epistolario. Tomo XI. Carta 324; pág. 238.239 Ídem. Tomo XII. Carta 11; fecha 10 julio 1892; pág. 8.

152

Page 152: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 153: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

podía entenderse muy bien, pues ambos parlaban en numismático. Es más, enuna de las cartas que le envía, fechada en Gigia, in ora maris, dia de Stº Tomásde 1893 le llama muy caro amigo y colega en chifladuras. Las chifladuras de donSebastián eran fundamentalmente los libros, la arqueología, y el coleccionis-mo de objetos prehistóricos, procedentes en parte de sus propias exploracio-nes, así como de monedas y objetos raros. A ellas dedicaba el tiempo libre,que era todas las horas del día, pues hombre acaudalado no necesitó dedi-carse a ninguna profesión, aunque hubiera podido, por ejemplo, ejercer laAbogacía, pues terminó los estudios de Derecho en Valladolid, además de losde Filosofía y Letras en Oviedo.

2.— La amistad con Soto Posada

Los apellidos con los que se le nombraba familiarmente eran SotoPosada, aunque Somoza en una de sus cartas haciendo burla de esta circuns-tancia, encabeza la anterior carta referenciada nombrándole: Sr. D. Sebastiánde Soto y Cortés, Soto Posada, Soto Rivero, Soto Posada (bis), Posada-Jovellanos. Encuanto a su domicilio, alternaba su residencia entre Labra y Posada (Llanes),donde tenía sendos palacios. Del primero de ellos dice Somoza: No es fácilempresa atinar con la morada señorial de Labra, situada frente a Corao, monte arri-ba y a la izquierda del agudísimo Pico de Iguedo; y menos aún penetrar en ella. Y asílo consignamos, porque más de uno, con las licencias necesarias, tuvo que dar lavuelta por donde había ido con muy lindo compás de pies, desde la mismísima anto-jana del palacio o contentarse con verle en reproducción panorámica. Porque si bienes cierto que con el plano de Schultz en el bolsillo y tomando lengua se llega hoy a losmás extraños y recónditos parajes y a la vera de los más encantados castillos, no escosa tan llana como parece el hincarles el diente o colocarse de rondón por la escale-ra arriba para recrearse en maravillas con las que muchos sueñan y pocos y muy con-tados a conseguir alcanzan240.

En estos palacios o encantados castillos, como le parecían a nuestroquijote Somoza, guardaba valiosos objetos de mérito, rareza y antigüedad enarqueología, epigrafía, indumentaria, prehistoria, bibliografía, arte pictórico, numis-mática, arte venatorio, equitación, libros de jineta, cartografía, culinaria, juegos y...cuanto Dios crió, según expresión de su amigo.

Del grado de conocimientos que Soto Posada llegó a adquirir en lasdisciplinas cultivadas dio repetidas muestras en informes enviados a laAcademia de la Historia, la cual premió esta labor nombrándole Académico

240 SOMOZA, Julio. De la Numismática en Asturias. Monumenta Histórica Asturiensia XV.Gijón, Edición preparada por Pedro Hurlé Manso, 1984; pág. 25.

154

Page 154: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Correspondiente el 18 de junio de 1897. Colaboró también en las tareas de laComisión Provincial de Monumentos, de la que fue corresponsal en Llanes.Aparte de esto, su pasión fueron los caballos y las criadas guapas, a decir deJuan Antonio Cabezas241.

Tenían en común ambos chiflados la amistad de sus ascendientes,pues descendía don Sebastián de Juana Jacinta, hermana de Jovellanos,amiga que fue de la Indiana de Cirieño, bisabuela de Somoza; amistad quedeterminaría que Jovellanos se convirtiera en tutor de la abuela de Somoza.Tanto por esto como por la semejanza de gustos, la amistad fue grande entreambos a juzgar por el cariñoso trato que se deja traslucir de la correspon-dencia entre ambos, y en la que entre otros temas surge el numismático. Porsu interés reproducimos algunos pasajes de estas cartas242.

En la fechada el día de San Blas de 1890, Somoza se interesa por unamedalla conmemorativa del establecimiento de la Masonería y le invita a quehaga un inventario de las que tenga.

¿Cuándo va Vd. a Labra y a Posada? Dígolo, porque tengo dente-ra por saber cómo es esa medalla conmemorativa del establecimiento de laMasoner (sic) en Gijón. Anímese Vd. a hacer un Inventario de las quetenga; y si algún día le inspirasen a Vd. tedio o cansancio, ya sabe dondeserán recibidas con los brazos abiertos243.

Otra de las monedas que tenía su amigo era una de Carissio. A pro-pósito de ella Somoza le da consejos para que tenga cuidados con las falsifi-caciones:

Creo me enseñó Vd. entre las monedas de su última adquisiciónmonetaria, una de “Carissio”; pero, entendámonos; este Carissio ¿es PublioCarissio que a las órdenes de Augusto venció a Lancia y los Astures en la 2ªguerra cantábrica el año 20 a. de J. C.? ¿o era de Marco Agrippa, yerno deAugusto, que los sujetó, terminando la guerra el año 19 a. de C.? Porqueamigo Soto, desde que Fermín “se atreve” a escribir la Historia de Asturias,se miente mucho244. Y ya sea Publio Carissio o Marco Agrippa, supongo quetendrá por el Rx el busto de Augusto, pues de no tenerlo ¿quién me dice amí que esa moneda no es de algún individuo o cónsul de la familia

241 SUAREZ, Constantino. Escritores y Artistas Asturianos. Índice bio-bibliográfico. Tomo VIIEdición, Adiciones y Epílogo de José María Martínez Cachero. Oviedo, Instituto deEstudios Asturianos, 1959.242 Se conservan en el Archivo Histórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, en la car-peta G 50/1. Son todas de Julio Somoza, no se conservan las de Soto Cortés. 243 En su catálogo de monedas que figura al final de su obra De la Numismática en Asturiasya citada, pág. 137, figura esta medalla de 1850, de la Logia Amigos de la Naturaleza yHumanidad de Gijón. Es de suponer que al final terminaría regalándosela.244 No es la única vez en que Somoza critica a Fermín Canella.

155

Page 155: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

“Carissia”? Ya sabe Vd. que hay viles falsificadores, y que en esto de mone-das y medallas hay que andarse con mucho tino. —Fermín me citó dos: unade “Astúrica”, que bien creo yo sea de “Astúrica Augusta” (Astorga) cita-da por Vaillant; y otra de las Aras Sextianas. Pase por la primera; la segun-da debe originarse de una mala lectura, y así se lo refuté en una de mis últi-mas cartas245.

En otra carta posterior fechada así: Xixón, ut supra, haciendo referen-cia a una copla popular que aparece en la parte superior referida al Domingode Ramos, vuelve a insistir sobre Carissio y agradece la donación de un obje-to que no podemos deducir cuál es; pero debía ser moneda o medalla.Somoza no lo incluye en su monetario porque no es documento histórico. ¿Setrataría de una medalla acuñada por su rico y excéntrico amigo dedicada alpropio Somoza? Es muy posible que así fuera, pues no encontramos otraexplicación para la existencia en su catálogo de una medalla de 37 mm. queaparece con el número 2.747a y que se describe así: 1848. Nace en Gijón JulioSomoza246.

— No creo que le falte razón al P. Flórez en la interpretación de lamedalla de P. CARISSIVS. En efecto, Delgado, en su magnífica obra de“medallas autónomas”, trae dicha medalla entre las de Mérida. Las ocho pri-meras, mencionan a aquel general del siguiente modo:

P. CARISSIVS, LEG. PRO PR, esto es “Publio Carisio, Legadopro Pretor”.(Todas éstas son de pequeño módulo).

Las cinco siguientes, de gran módulo, y sobre todo la 9ª, 10ª, y 11ªque corresponden al tipo de la que Vd. tiene, dicen P. CARISSIVS, LEG.AVGVSTI, o sea “Publio Carissio, Legado de Augusto”; y sin tener a lavista ni la obra de Flórez, ni la de Delgado, conjeturo yo, que las ocho pri-meras monedas, corresponderán a la época de la estancia de Carissio enMérida y las cinco siguientes, en que se apellida “Legado de Augusto”,deben referirse a la época en que venció a Lancia y los Astures; y acaso en su“clave Historial” resuelva satisfactoriamente este punto el P. Flórez.

Y a propósito: recibí el recuerdo de Vd. y se lo agradezco; mas no lecoloco en mi monetario, porque no siendo documento histórico, pegaría malentre ellas. Algo tendría Vd. en Labra de más provecho para mi colección, ycreo que cultivando Vd. preferentemente la sección “autónoma”, no le haránbulto los ejemplares desperdigados de las demás secciones. La rareza de lasautónomas se juzga por este hecho: un coleccionista de Orense me ofrece por

245 La carta lleva fecha de 22 de febrero, pero no dice el año. Por su contenido, ya que trataen ella asuntos que aparecen en la anteriormente reseñada, el año es el mismo de 1890. 246 SOMOZA, Julio. De la Numismática en Asturias, Monumenta Histórica Asturiensia XV.Gijón, Edición preparada por Pedro Hurlé Manso, 1984; pág. 136.

156

Page 156: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

mi ejemplar púnico de Gadir dieciséis monedas de plata de pequeño módu-lo, hispano-cristianas, entre Alfonso VIII y los Reyes Católicos.

De cuantos tesoros coleccionaba Soto Posada el mejor guardado erasu monetario. Un día llevó a Gijón un lote de unas 900 monedas para queSomoza las clasificara. Pero éste nunca llego a saber el número exacto de lasque tenía, aunque presumía de superar el cuarto millar, cosa que Somozaponía en entredicho, conociendo la habilidad del personaje para los despis-tes. Al final, muerto el amigo, Somoza pudo comprobar a cuanto ascendía, alponer sus herederos en sus manos la tasación del mismo: en total 2.606 mone-das y medallas247.

3.— Amigos y maestros

Además de Soto Cortés hubo otros muchos amigos con quienes com-partió la afición numismática, como por ejemplo: Braulio Vigón, CiriacoMartínez Vigil y el fraile agustino P. Miguélez, de quien ya hemos hablado altratar de los Diarios de Jovellanos. En general fueron muchos quienes le ayu-daron a la adquisición y mantenimiento de su magnífica colección. Como tri-buto agradecido a su memoria y testimonio de cordial afecto recordabaSomoza, además, a los siguientes señores: Don Marcelo Macías, docto cate-drático; General Wenceslao Cifuentes; don Fernando González Valdés, médicoovetense; Sr. Marqués de Toca; don Gabriel Llabrés, catedrático; don FaustinoDíaz, de Pravia; don Vicente Ramírez de Ocariz; don Juan Pantiga; donFlorencio Huertas, comandante de Infantería; don Ignacio Ferrín, ayudante deObras Públicas; don Javier Sanz, ingeniero de C.P.C.; don Nemesio MartínezSierra; don Dámaso Cifuentes de la Rubiera; don Leonardo Camino; etc., etc.

Pero entre todos ellos sobresalen quienes fueron sus primeros maes-tros: don Eugenio de Nava y Caveda y don Máximo Fuertes Acevedo. Eradon Enrique Nava y Caveda nieto de don Francisco de Paula Caveda ySolares, el distinguido académico y cariñoso amigo de Jovellanos, y hermano

247 Archivo Histórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, G 50/2. Figura en esta car-peta un documento a máquina con anotaciones y cifras de Somoza. De él se deduce que elinventario era de: 27 monedas de oro de varios países; 947 de plata, entre extranjeras espa-ñolas y romanas imperiales; y 1.595 de cobre, extranjeras, españolas y romanas imperiales,más 37 duros españoles repetidos. El documento está fechado en Labra (Oviedo-Cangas deOnís), el 26 de septiembre de 1928. Don Sebastián Soto y Cortés había fallecido el 17 de mayode 1915 y su muerte fue muy sentida por los eruditos de la provincia y especialmente por losmiembros de la Comisión Provincial de Monumentos, en cuyas actas figura el sentimientopor la pérdida de aquel a quien califican de “asturiano ilustradísimo, bibliógrafo y anticua-rio, y dueño de rica biblioteca y colección de objetos de arte e historia provincial”. (Archivodel Museo Arqueológico de Oviedo. Libro de Actas. Sesión del 10 de junio de 1915).

157

Page 157: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

del famoso Ingeniero Naval de la Armada y Diputado por Gijón, don HilarioNava y Caveda. Fue experto hacendista que desempeñó cargos en la Isla deCuba. De su carácter y personalidad dirá Somoza: Fue un modestísimo gijonés,en quien la noble franqueza, unida a un trato afabilísimo, dio origen a recíproca y,por nuestra parte, respetuosa amistad, a la vez que engendró en nuestro espíritu laafición por la noble ciencia de que tratamos248. Parece ser que fue la modestia unavirtud familiar, pues de ella también gozaría fama su hermano. Ello habría deser la clave de la entrañable amistad con el aprendiz de numismático, puespara Somoza era la vanidad el mayor defecto de los asturianos, como ten-dremos ocasión de analizar al tratar de su obra sobre el carácter asturiano.

Fue él quien despertó su afición a la Numismática, quien le amaestróayudándole en la interpretación de las numerosas obras que poseía sobreNumismática Española y Extranjera y que le dejaba a su disposición. Debióser esto en tiempos de La Quintana, según se desprende del hecho de que apa-rezca entre sus colaboradores numismáticos Braulio Vigón y que dé a suamigo Fuertes Acevedo el nombre de maestro al referirse a él en una tasaciónmonetaria249.

Es lógico que fuera a través de sus eruditos y queridos amigos cómose aficionase a esta actividad. Asturias no conservaba en sus museos nadaque pudiera tener un mediano valor. La Universidad de Oviedo había cono-cido mejores tiempos, cuando al parecer guardaba más de seis mil medallas;monetario que procedía de la incautación a los Jesuitas de dicha ciudad, perofue saqueado en 1809 250. Del Museo Arqueológico Provincial dice Somoza:Sabemos por uno de sus individuos, que está sin clasificar. Cuando lo revisamos, haceya algunos años, nada vimos en él que fijara nuestra atención. De entonces acá puedehaber prosperado: mas si hemos de juzgar de su adelanto por los donativos y legadoshechos, no creemos hayan soplado para él vientos prósperos251. Y en cuanto alInstituto de Jovellanos, guardaba un heterogéneo grupo, un conjunto abiga-rrado de unas trescientas y tantas piezas, que procedían de un donativo dedon Enrique Nava Caveda, que contenía ejemplares en su mayor parte malosy borrosos, y que eran guardados en tan revuelta confusión que daban a

248 Op. cit., pág. 20.249 Carta a don Braulio García, que se conserva en el Archivo Histórico de la FUNDACIÓNALVARGONZÁLEZ, 50/2, y que ha sido publicada por Pedro Hurlé en el Anexo II de laobra antes citada. En cuanto a la maestría de Máximo Fuertes Acevedo hay que recordarque éste publicará en El Almanaque Asturiano del Carbayón 1890 un artículo bajo el título: LaNumismática en Asturias. (Oviedo, Edición facsímil de Mases Ediciones, 1987; págs. 45 y ss.) 250 Así lo afirma Fermín Canella en su Historia de la Universidad de Oviedo; pág. 185. Pareceser que con posterioridad al saqueo se formó una nuevo legado por don Luis de BorbónVallabriga, el Infante Cardenal, pero Somoza lo pone en entredicho porque Canella no dicenada de ello. (SOMOZA, Julio. De la Numismática en Asturias. Monumenta HistóricaAsturiensia XV. Gijón, Edición preparada por Pedro Hurlé Manso, 1984; págs. 30 y 31).251 Op. cit., pág. 31.

158

Page 158: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

entender —según Somoza— la absoluta ignorancia de sus guardianes ensemejante rama histórica. No obstante alguien, como su amigo FuertesAcevedo, pensaba que este conjunto fue formado por su ilustre Fundador.Sin embargo, nadie hasta 1872 vio tales monedas en el Instituto252.

4.— El contenido de la colección de Somoza

La base inicial del monetario de don Julio Somoza fue un primergrupo de ochocientas monedas que pertenecieron a don Francisco Palacio.Había heredado este señor dicho lote de don Ricardo Palacio, de Oviedo,quien a su vez lo había heredado de don José Antonio Palacio, canónigo deOviedo, Oidor Honorario de la Cancillería de Valladolid, que poseía un mag-nífico monetario, según declara Posada, en 1805, y que las sucesivas sucesio-nes había disgregado con la consiguiente pérdida de valor que ello suponesiempre. A este primer núcleo básico se añadieron, hasta un total de 1.600piezas, algunas más que según expresión de Somoza agenciamos de varios par-ticulares, entre los que no olvidaremos nunca al bondadoso historiador don CiriacoMiguel Vigil y a nuestro coterráneo don Eugenio Nava, que nos ayudaron y alenta-ron en la empresa253.

AV AR AE TOTALPúnicas................................................. — — 6 6Ibéricas................................................. — 6 22 28Bilingües.............................................. — — 3 3Latinas (colonias y municipios)....... — 1 75 76Consulares (anónimas)...................... — 1 8 9Consulares (familiares)..................... — 7 4 1Imperiales............................................ — 14 102 116Tiranos y Bajo Imperio...................... 1 1 153 155División del Imperio (Or. y Occ.).... — — 4 4Hispano-árabes................................... 2 11 5 18Hispano-cristianas............................. 11 209 337 557Portuguesas........................................ — 19 93 112Juras y Proclamaciones..................... 1 11 8 20Conmemorativas................................ — 13 73 86Extranjeras........................................... 1 77 321 399

16 370 1.214 1.600

252 Esta frase de Somoza nos hace sospechar que tal vez fuera él quien descubrió la exis-tencia de las monedas. En cuanto a su procedencia nadie mejor que Somoza tratándose deJovellanos: Don Gaspar reservaba las monedas que pudiera encontrar para la Academia, laUniversidad y sus amigos.253 Op. cit., pág. 32

159

Page 159: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

He aquí la distribución en conjunto de esta colección inicial:

En este primer intento como lo calificaba su propietario, podíanverse: un GALBA de plata con el reverso de Hispania; una dobla de oro, deCuenca, de Enrique III; y el notable guitón del Príncipe don Carlos (hijo deFelipe II). Entre las que podían calificarse como muy notables: un menutde Oliana de Luis XIII de Francia y un medallón artístico a flor de cuño delMarqués de San Juan de Reyes, proclamando a Carlos IV en Guanajuatode México. Por apreciable podía consignarse un quinario emeritense deAugusto. Y en cuanto a rareza, destacaba un medallón de Caracalla, rea-lizado por Giovanni Cavino, el Paduano, uno de los más diestros artíficesdel Renacimiento.

Todo ello nos ha sido contado por el propio Somoza, con la pasión decoleccionista que gusta mostrar con orgullo sus posesiones. No se olvidabatampoco de las doblas hispano-árabes: un dinar de los almorávides y otro de losalmohades; ni de su serie hispano-cristiana, en la que sobresalían dos blancasricas del Infante don Alfonso (hermano de Enrique IV), coronado en Ávila,una de Burgos y otra de Toledo; ni de las piezas de 8, 4 y 2 maravedís de FelipeIII; ni de las de 8 maravedís de Felipe IV, más otra de cuño madrileño y fechade 1691, que tenía por inédita. Y, por último, entre la serie colonial aparecía unduro provisional acuñado por la Suprema Junta de Zacatetas, en 1811, duranteel cautiverio de Fernando VII; y entre la serie portuguesa por raros: varios tor-neses de Fernando I, un medio tornés y un espadín de Alfonso V 254.

A esta primera adquisición habría de seguir otra: la del Brigadier donCarlos Morán Labandera, natural de Gijón, que había reunido durante suestancia en Navarra, y posteriormente en sus últimos años, una modestacolección algo informe. Algunas piezas procedían de su tío el canónigo donJosé Antonio de Labandera y Reyero, que había sido en opinión de Somozano coleccionista sino acaparador de monedas. La viuda del Brigadier, doña JuliaLorente, quiso conservar como recuerdo de su esposo su colección de mone-das y se resistió a don Julio Somoza, que insistía en comprarlas. Por fin losherederos de esta señora, Sres. Bocinos y Laverdure, atendieron con benevo-lencia sus indicaciones y tras breve fórmula de convenio la hicieron pasar adominio de don Julio.

Era un total de 1.008 piezas, en su mayoría bien conservadas, entrelas que abundaban las series de monarcas privativos de Aragón, Mallorca,Cataluña, Valencia y Navarra. Pero también había algunos hallazgos asturia-nos como un Valentiniano I (Imp. 364-375) con el reverso de Victoria Augg(ustorum). Llegó a manos de Somoza esta monedita de oro envuelta en un

254 Op. cit., págs. 33 y 34.

160

Page 160: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

papel amarillento y de borrosa lectura en el que se decía que había pertene-cido al canónigo Labandera Reyero quien a su vez la obtuvo de su amigo donGregorio Menéndez, el cual la encontró en el lugar de Contrueces, de laparroquia de Ceares, el año 1700. Era una de las dos monedas que RenduelesLlanos cita en la nota 2 de la página 19 de su Historia de Gijón. También encon-tró Somoza envuelto con idéntico papel y anotaciones un denario de MarcoAurelio con el reverso de Palas, año VIII de la potestad tribunicia.

Del conjunto que había pertenecido a don Carlos Morán Labandera,sólo pasaron a incrementar su primer monetario de 1.600 piezas, 252 ejem-plares más, pues el resto de la donación constituían piezas repetidas. Pero,sin embargo, pudo llegar a refundir un monetario de 2.000 piezas en totalgracias a las dádivas de algunos generosos amigos, entre otros de donJoaquín Vigil Escalera, de Siero; don Eugenio de Nava Caveda, que le regaló700 piezas que tenía duplicadas; don Fernando González Valdés, que le ofre-ció muy hermosos ejemplares en las series de los últimos Borbones; y doñaBeatriz de Armiño. Esta señora le regaló 100 ejemplares entre los que seveían: un medallón de la Sociedad Económica de Amigos del País de Asturias quehabía obtenido en su juventud por su pericia en el Dibujo; dos grandes bron-ces de Adriano, que le había obsequiado don Álvaro Armada y Valdés,Marqués de San Esteban, propietario del monte Coriscao en Deva, donde seencontraron; y cuatro visigodas entre las que sobresalía el triente de Égica.

Entre las nuevas adquisiciones se figuraban algunas raras monedasde las llamadas provisionales, acuñadas en América, durante el cautiverio deFernando VII, que no figuraban en la obra de Heiss, a saber: dos de muyoscura interpretación, correspondientes al pueblo de Morelos (México); unade dos reales de cobre, con un reverso típico; y dos caraqueñas de los años 1817y 1818, de valor de un cuarto que ostentan la cifra del monarca en el anversoy las armas de la ciudad venezolana en el reverso. Otras son destacadas (mos-tradas diríamos más bien) por su orgulloso propietario a causa de su extra-ñeza, como la que dibujaba un escudo heráldico en una cara y en la otra unabomba de incendios y alegorías al fuego, con el número 5 en cifra arábiga,indicativa del barrio o cuartel donde ocurrió el fuego, o una supuesta meda-lla hebrea-latina, conmemorativa de un descubrimiento geométrico o astro-nómico.

Plenamente, y con la perseverancia que esta afición exige a sus adeptos—nos cuenta Somoza—, pudimos superar la cifra de 2.500 ejemplares, llegando ala de 2.676 (segunda refundición)255. Se debió esto en su mayor parte a la adqui-sición del monetario de Fuertes Acevedo, que como indeleble recuerdo de

255 Op. cit., pág. 38.

161

Page 161: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

amistad y memoria póstuma, recibió de sus herederos. Estaba formada por1.627 ejemplares, reunidos en el transcurso de varios años, durante la resi-dencia de su propietario en Asturias, Santander y Badajoz. De esta colecciónSomoza rechazó, regalándolas entre varios aficionados, 84 reproducciones enplomo, pertenecientes al Consulado y al Imperio francés, entre otras razonesporque no guardaban relación con nuestra historia nacional.

Corrigió Somoza algunos errores de clasificación y de cómputo de suamigo, y también aclaró algunos errores como el que se venían arrastrandopor tan importantes especialistas como don H. Pérez Varela y Campomaneshasta llegar a Ciriaco Miguel Vigil. Se trataba de un error de mala lectura quehacía a Tineo protagonista de haber acuñado una moneda en honor deFernando VI, cuando la verdadera lectura se refería no al colegio mayor deTineo sino al colegio mayor de Santo Tomás, de Sevilla.

El mayor interés de esta colección estaba en las series ibérica y latinade colonias y Municipios de España, por las que sentía particular predilecciónFuertes Acevedo. La serie hispano-cristiana tenía en expresión de su nuevoposeedor muy bellos especímenes. Pero lo que más le llamó la atención y resul-tó para él según sus palabras, motivo de júbilo fue una medallita de plata de26 mm conmemorativa de la proclamación de la Constitución de 1812, en lavilla de Gijón, hecha a expensas de un gijonés que se ocultaba en ella bajolas iniciales A. J. M. y que suponía correspondían a don Antonio JoveMenéndez.

A esta moneda dedicó Pedro Hurlé un artículo titulado Una medallagijonesa256. En él cuenta que fue Gijón una de las cuatro localidades de lapenínsula que conmemoraron tan fausto acontecimiento de la aprobación dela Constitución de 1812. De ellos el articulista solamente conoció tres. Taninteresante pieza no aparecía citada por Vives. En cuanto a las circunstanciasde acuñación dice: “No hemos podido averiguar en qué casa de moneda seacuñó esta rarísima medalla; el dibujo, por su tosquedad, acusa la mano dealgún artista local, poco práctico, en este género de trabajos”. Y por lo que serefiere a la filiación del generoso donante añade: “Después de largas investi-gaciones hemos podido comprobar que se trata del comerciante gijonés donAntonio Jove Menéndez, cuya desahogada posición le permitía ese lujonumismático”. De manera que vino el discípulo, Pedro Hurlé, a corroborarlas sospechas del maestro, Julio Somoza, acerca de la identidad del donante.Resulta curioso el que Rendueles Llanos no la mencione en la Historia deGijón, a pesar de mencionar las fiestas que en honor de la Constitución se lle-varon a cabo en la villa.

256 El Comercio, 21 de enero de 1951.

162

Page 162: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

En cuanto a las características y descripción de la misma, tenía undiámetro de 25 mm y peso de 15 gramos. En el anverso se veía como un libroque podría representar la Constitución aprobada —en realidad recuerdan lasTablas de la Ley—. Debajo parten numerosos rayos, que aluden al sinnúme-ro de luces que con tal motivo iban a ser repartidas por España. Y más abajoen tres líneas GIXON / A LA CONSTIT / ESPAÑOLA. En el reverso figuranuna balanza, que tanto puede representar al comercio como a la Justicia;debajo, una especie de garita sobre un muelle con un proceloso mar quesurca un flamante bergantín —nos sugiere el puerto de Gijón, desde SantaCatalina—; la leyenda EL COMº FIEL A LA XUSTª 7 DE SETe 1812; y en elcampo, A Exs DE AJM257.

Hizo Somoza, por último, una tercera refundición con la ayuda denuevos amigos, los herederos del Marqués de Vista Alegre y el Sr. SotoPosada (Soto Cortés), por la que la colección pasó de un total de 2.676 a 3.400.De esta última refundición hay que destacar además de un áureo de Nerónque fue encontrado en la fuente de la Almunia, de abundantes resellados, y dealguna proveniente de la ceca de Medina del Campo, la peculiaridad de unamoneda que ostentaba la letra griega tau, insignia peculiar de los templarios,y que algunos tratadistas la explican como el TAU de Santa Tecla, patrona deTarragona, o el TAO de los comendadores de la Orden de San Antonio Abady los familiares de San Juan de Jerusalén, aludiendo al blasón de Santa Tecla.No compartía este sentir Somoza, porque también en las monedas de Urgelse registra el TAO.

El total de 3.400 piezas era el que constituía la colección, pero en rea-lidad el número de monedas que llegó a reunir fue de 7.000. Él mismo haceel resumen y procedencia de sus monedas y medallas:

Colección íntegra del Brigadier Morán...........................................................1.008Colección íntegra del catedrático Fuertes Acevedo......................................1.627Lote numismático del Sr. Palacio........................................................................800Fracción de duplicados del Sr. Nava..................................................................700Donativo gracioso de la Sra. Armiño.................................................................100Adquisición herederos Marqués de Vista Alegre..............................................50Del Sr. Soto Posada.................................................................................................20Adquisiciones varias por compra, cambio o donativo.................................2.695

TOTAL.................................................................................................................7.000

257 HURLÉ, Pedro. Medallas conmemorativas Gijonesas. Tomo II, págs. 122 y ss., de los artí-culos de Pedro Hurlé reunidos en la Biblioteca Asturiana del P. Patac.

163

Page 163: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

En cuanto a la colección, el RESUMEN sería el siguiente:

I— HISPANO-HELÉNICAS 8 8 DelgadoII— GRIEGAS Y FENICIAS 1 24 25 “III— IBÉRICAS 18 54 72 “IV— BILINGÜES 12 12 “ V— HISPANO-LATINAS 1 186 187 “VI— CONSULARES ANÓNIMAS 1 9 10 CohenVII— CONSULARES FAMILIARES 109 2 111 “VIII— IMPERIALES 3 156 338 497 “IX— TIRANOS Y BAJO IMPERIO 3 1 280 284 “X— BIZANTINAS (Oriente) 2 1 5 8 SabatierXI— SUEVO-LUSITANAS 4 4 Heiss-CampanerXII— VISIGODAS 4 4 “XIII— HISPANO-ÁRABES 7 36 9 52 Codera-VivesXIV— HISPANO-CRISTIANAS 31 493 671 1.195 Heiss-V. QuadrasXV— PORTUGUESAS 45 133 178 TeixeiraXVI— PROCLAMACIONES 2 40 16 58 HerreraXVII— GRANDES MAESTRES DE MALTA 1 1 2 BlanchetXVIII— CONMEMORATIVAS ESPAÑOLAS 38 137 175 Vidal QuadrasXIX— CONMEMORATIVAS EXTRANJERAS 1 33 34 BoutkowskiXX— INGLESAS 50 111 161 Humphreys. PinkertXXI— EXTRANJERAS 4 237 407 648 Blanchet

60 1.237 2.428 3.725

5.— Monedas halladas en Asturias

De todas estas monedas, las que sin duda tenían un especial interéseran las que habían sido halladas en Asturias. Así lo pone de manifiesto elhecho de que hayamos encontrado una relación de su puño y letra de lasmonedas de su pertenencia que habían sido encontradas en su tierra.Probablemente la relación sería anterior a la última refundición, que hemosreseñado, por lo que las referencias que en orden aparecen en esta nota nocoinciden con las del catálogo definitivo publicado por Pedro Hurlé. Por esonos limitaremos a señalar el balance respecto de cada uno de los lugares dondehabían sido encontradas. Del monte Coriscao, en Deva, poseía un par de ellas;de Pino de Aller tenía un total de cinco monedas; de Pumarin, junto a laCapillona, una; de Aroles, otra; otra más de la Abadía de Cenero; y otra deLlanera. Resultan curiosas las que se encontraron con motivo de derribos y

164

SERIES AV AR AE TotalesAutor de

clasificación

Page 164: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

obras, por ejemplo dos halladas con ocasión de las obras de la primera traídade aguas a Gijón, o la que se encontró en una casa de la calle San Antonio258.

A veces los hallazgos en Asturias ponían al descubierto piezas forá-neas. Así por ejemplo, contaba don Julio con un famoso florín de Bolonia, queapareció en tierras de la Abadía de Cenero, sin duda perteneciente a algúnviajero que llegó a nuestras tierras por pura casualidad259. Entre las monedasque persiguió tenemos noticia de un cruzado de oro portugués, época deManuel I, el Afortunado, en el que aparecía la leyenda EMANUEL : R : P : ET: A : D : GVINE (Manuel I, Rey de Portugal y Algarbe, Señor de Guinea), porcuya razón se conocían estas piezas por el nombre de GUINE. Somoza habíafichado uno que poseía en 1871 Antonio G. Estrada, relojero que vivía en lacalle Corrida, y que en 1922, según pesquisas de Somoza, debía poseer suhermano Bernardo G. Estrada, vecino de la Guía, quien lo ocultaba. Estamoneda había sido encontrada en El Musel y don Julio sospechaba que seríade los expedicionarios de la Escuadra Invencible, a su regreso de Inglaterra,refugiada en El Musel. Por demás era moneda común, de la que Somozallegó a juntar cuatro ejemplares, ignorándose si uno sería este que tanto anhe-laba por suponerlo testimonio de aquel importante suceso260.

Estos hallazgos ocasionaban gran revuelo entre los habitantes deGijón y estimulaban la codicia de las gentes. Somoza hace befa de estos con-tratiempos, por otra parte tan humanos, así como de la ignorancia de sus des-cubridores. Cuenta un sucedido al respecto que bien puede ser calificado dedisparatado. Un día llegaron a Gijón a consultarle un individuo que calificade clásico burgués, acompañado del cura del lugar, trayendo a su presenciaunos bronces encontrados en la región piloñesa. Entre los de mediana con-servación mostrábase uno con busto femenino en el anverso —dice Somoza—,mostrando en el opuesto lado una figura de matrona con amplia veste de artísticospliegues, y actitud majestuosa, teniendo en la diestra mano una antorcha flamígera,símbolo parlante del astro luminoso. Añade Somoza que nada de esto llamó la aten-ción al poseedor del disco, sino solamente una palabra (resto sin duda de la leyendacircular) que en visibles y bien cincelados caracteres, como todos los del alto imperio,decía sin el menor equívoco ¡LUCIFER...!

Aquella diabólica palabra era la causante de la visita. El dueño delbronce y el cura del lugar habían calificado el hallazgo como de la moneda deldiablo, y así, por lo singular el caso, como por lo sorprendente de la lectura, entreescamados y maravillados decidieron consultar sus dudas no con el abogado deldiablo (que pudiera birlarles la moneda) sino con quien, a su juicio, le ofreciera las

258 Archivo de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, G 50/2.259 HURLÉ, Pedro. Los hallazgos de monedas antiguas en Gijón y su concejo. El Comercio, 4 deseptiembre de 1959. 260 Archivo de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, G 50/2.

165

Page 165: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

más sólidas garantías. Consultado Somoza, se sonrió y según dice le costóDios y ayuda el darle a entender al dueño por medio de imágenes acomodadas asu rústico cerebro, y despojadas de todo aparato retórico, que allí no había diabloni diablesa, sino una Emperatriz (Faustina la joven, mujer de Marco Aurelio)o Julia Domna, que consagraba o dedicaba aquella moneda a DIANALUCÍFERA, y añade: como si dijéramos, a DIANA con la advocación del lucero dela mañana, ¡nada! como si cantara, ni a trompa y talega le entraba el argumento.

El fin de la historia fue este: Mohíno se quedó el hombre, como quien, des-pojado de la venda y sin poder explicárselo, ve y toca la impura realidad de los hechos.Por fin, apeló al último argumento (que para él constituía el de mayor fuerza) y convoz algo velada preguntó: y esto ¿qué podría valer?...¡cómo, esto! (dije aparentandoasombro y volcándoles de golpe sobre la cabeza el caldero de agua hirviendo)... ¡Nada!diez o quince céntimos; si esto abunda en Asturias más que “los artos y el felechu”,¡a buena parte va! Y añade su protagonista:

... y luego, incontinentiguardó los discos, se caló el chapeoy tomando el portanteni se acordó de dar gracias261.

Muchas veces era consultado Julio Somoza interviniendo en muchostrueques y tasaciones. Cuando se trataba de valorar un conjunto pretendidopor él solía utilizar los argumentos que cualquier comprador suele emplearcon el objeto de obtener, por la menor cantidad de dinero posible, aquello quede veras le interesa, pero los precios que correspondían a las piezas de oro yplata eran los que en aquella época corrían. Era en este aspecto un hombreserio en cuanto comprador262.

Sus conocimientos fueron amplísimos. Estuvo en relación con losprincipales coleccionistas nacionales e incluso algún que otro extranjero. Seconserva una lista, de puño y letra de Somoza en la que figuran los princi-pales de ellos: Armengol, de Barcelona; Pablo Bosch, en Madrid y Barcelona;Ignacio Calvo, Madrid; M. F. de Campos; Conde de Cedillo; Rafael Cervera,de Madrid; M. J. H. Coronel; Cayo Escudero, de Navarra; Camilo G. deCastro; José García de la Torre, Madrid; A. González del Valle, de la Habana;Adolfo Herrera, de Madrid; N. Mazarredo, de Madrid; José Toribio Medina,de Chile; Císcar Montoliu; Mullé de la Cerda, de Madrid; General Noguer;Pedro Alonso O’Crouley; Aurelio Prado y Rojas; Manuel Ramos del Pilar;Antonio Ramis, de Mahón; Casto María del Rivero, de Madrid; Alejandro

261 SOMOZA, Julio. De la Numismática en Asturias. Monumenta Histórica Asturiensia XV.Gijón, Edición preparada por Pedro Hurlé Manso, 1984; págs. 4 y 5.262 Op. cit., pág. 76.

166

Page 166: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Rosa; Juan Manuel Sánchez; M. Vidal Quadras; Vidal de Valenciano; yAntonio Vives, de Madrid263.

263 Archivo Histórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, G 50/2. Figura también enesta carpeta, entre las cartas de Somoza, una en inglés, remitida desde Londres el 14 denoviembre de 1932, por J. W. Pearce, quien contesta a unas posible dudas derivadas de lalectura de unos de los artículos que había publicado en una revista especializada. No figu-ra el destinatario, y como los fondos provienen de Pedro Hurlé, bien pudiera ser éste eldestinatario. Nos crea la duda el hecho de que en un artículo titulado Notas sobreNumismática. Principales coleccionistas asturianos. (El Comercio, 23 de diciembre de 1959)señala que hacía muchos años estuvo en relación con un coleccionista inglés, quien tan sóloreunía piezas del gran Constantino I el Grande. La carta habla de Valentiniano I, pero pudoser un lapsus de Hurlé. Por si acaso el destinatario fuera Somoza he aquí su traducción:

Estimado Señor:Es muy cierto que mis artículos en SPINK están condensados hasta el punto de

la tortura, pero SPINK nunca los hubiera publicado en forma extensa. Estaré muy conten-to de explicar cualquier punto en particular que le cause dificultad.

En mi primer artículo (enero 1931,...) expliqué que cuando la separación del nom-bre en el anverso es la normal, v. g. DN VALENTÍN - ANUS PF AUG (para Valentiniano I),nunca la cito — Cuando no esta especificado se debe entender tal y como aquí arriba.

También, cuando el busto del anverso lleva diadema con perlas, ropaje y coraza,como casi siempre ocurre, no lo cito. Pero cuando lleva diadema con rosetas, ropajey coraza, simplemente pongo r. d. Cuando lleva casco, etc., o está mirando a la izquierda,siempre lo cito.

Por poner un ejemplo del ejemplar de noviembre:Cyziccus1. Procop. v r.d. SMKA, significa que solamente se encuentra con la letra A, y quesu busto lleva diad. d. y cor. r. pero solamente tiene la diadema de rosetas.2. Restitudor (?) etc. SMKA Val. Y (A); r. d. (A B R): significa que con el bustocorriente (diad(ema). dr(apeado). cor(aza) con diadema de rosetas, tiene SMKA,SMKB, SMKR.Valen-S (R) significa DN VALEN-S PF AUG. Este sólo lo he visto con la diadema

de perlas usual: r. cor. r. y sólo con la ceca SMKR.Cuando el nombre de un emperador a menudo varía como en el caso de

Valentiniano II, siempre doy las abreviaturas, de la siguiente forma:‘Val. II ...IVN = DN VALENTINIANVS IVN PF AUG’‘Val. II ... — = DN VALENTINIANVS PF AUG’‘Val. II I—A = DN VALENTINI — ANUS PF AUG’Espero haberle aclarado este punto. Por favor, hágame saber si puedo ayudarle

en cualquier otro punto.Si tuviera algunas añadidos a unir a mis listas y probablemente todo coleccionis-

ta tiene monedas con cecas que no he visto en ningún museo, le estaría muy agradecidoque me informara. Estoy especialmente interesado en la “URBS ROMA” TRPS* y serieTRPS, y también en las monedas ‘vota’ con TRPS* y TRPS. Si tiene alguna de estas mone-das ‘vota’ de Graciano, Valerio, Valentiniano y Teodosio de Tréveri o cualquier URBSROMA (tipo silla) con TRPS le estaría muy agradecido por el calco.

¿Podría decirme si Madrid o cualquier otra ciudad española tiene muchas mone-das del período de Valentiniano y Teodosio, ya que me podía merecer la pena volver aEspaña otra vez, en donde no he estado desde hace 45 años.

167

Page 167: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Lo mismo que habían hecho con él sus amigos, guiando sus prime-ros pasos por el gozoso pasatiempo de esta chifladura del coleccionismo,hará él con un joven, que de su mano comenzará la andadura de clasificar,reconocer, valorar y admirar esos pequeños testigos del pasado que son lasmonedas y las medallas. En 1922 inició así su monetario Pedro Hurlé Manso.Sus primeras piezas fueron un lote de repetidas de su maestro. La amistadfue entrañable entre ambos; juntos recorrerían Gijón y sus alrededores enbusca de hallazgos del pasado y juntos admirarían y anotarían la historia, lageografía, el arte, el folklore, etc.; en una palabra, todo el ser y la esencia deAsturias. Cuando volvían de sus paseos, Amparo, la hija de don Julio, solíadecir: “Ya llegan el abuelo y el nieto”. Tal fue su amistad. Y en 1939, el añoantes de su muerte, Somoza cedió a su nieto todos sus libros, papeles (inclui-do el manuscrito de su obra De la Numismática en Asturias), fotografías, car-petas de estudios sobre Genealogía y Heráldica de las principales familiasasturianas para que continuase la labor por él emprendida en los campos de laNumismática y de la Historia de Gijón264.

6.— El final de la colección

Pero de la colección de monedas ¿qué se hizo? Dejemos que sea elpropio Pedro Hurlé quien nos lo cuente. “Tanto el monetario del Sr. Somoza—dice—, como el nuestro, fueron incautados en el luctuoso período de 1936y enviados con destino desconocido. Años más tarde, en el de 1941 pudimossaber que ambos monetarios habían sido recuperados, junto con otros teso-ros nacionales, en la catedral vieja de Lérida, y llevados a Madrid para serdepositados en el Centro de Recuperación del Patrimonio Artístico Nacional(calle del Duque de Medinacelli) a donde nos encaminamos, provistos de unpoder notarial de doña María Melendreras, hija política (sic) y heredera uni-versal de don Julio Somoza, para recoger ambos monetarios”265. Sin embar-go, los monetarios no estaban enteros, sino que faltaban piezas, principal-mente todas las de oro y plata. Lo que quedaba fue vendido a un particularde Madrid por su heredera266.

264 SOMOZA, Julio. De la Numismática en Asturias, Monumenta Histórica Asturiensia XV.Gijón, Edición preparada por Pedro Hurlé Manso, 1984; pág. XIV.265 Op. cit., pág. XIII.266 HURLÉ, Pedro. Notas sobre Numismática. Principales Coleccionistas Asturianos. El Comercio,23 de diciembre de 1959.

168

Page 168: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 169: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Pedro Hurlé cedió su colección al Museo Arqueológico Provincial de Oviedo,de modo que una parte de las monedas que habían sido un tiempo de JulioSomoza (las repetidas), se conservan en Asturias. Algunas de las que forma-ron su monetario mismo, como por ejemplo la acuñada con motivo de la pro-clamación de la Constitución de 1812, las tiene hoy don Vicente Sánchez deArza, el mayor representante —a decir de Pedro Hurlé— de los numismáti-cos asturianos.

Amargo destino el de Somoza: ver al final de los días cómo desapa-recía de sus manos aquel tesoro que testimoniaba tanta historia y al que habíaentregado tanta vida.

170

Page 170: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 8

El carácter

1.— La burla de sí mismo

Decía Fermín Canella acerca de su consocio de La Quintana: “Claroque repasando sus obras se admira su trabajo y se admira también a quienlas compuso, encontrando que lo otro, su carácter, su temperamento impe-tuoso, dado al genio y a la crítica sañuda y punzante, debe dejarse de lado yanalizarlo cuando convenga y cuando se estudie al hombre y no a la obra. Anosotros sólo debe interesarnos su fecunda labor que es lo que nos ha deja-do, y ésta merece la pena de ser conocida”267.

Pretendiendo estudiar no sólo la vida y la obra de Somoza sino tam-bién al hombre que fue, conviene aquí y ahora que hablemos de lo otro, de sucarácter. Y lo hacemos dedicándole un capítulo entero porque pocos persona-jes han tenido una personalidad tan marcada, un carácter tan impetuosocomo Somoza, hasta tal punto que resulta familiar su mal genio hasta paraquienes no le conocieron.

Al hablar de su infancia resaltábamos su sordera de nacimiento, quesin duda debió de ser un factor determinante de una conducta aislada, posi-ble germen de ese carácter agrio. También sabemos que tuvo cierto complejode bajo a causa de su 1,60 m de estatura, a lo que atribuía su fracaso en elingreso en la Academia de Artillería. Se cuenta un fracaso amoroso, son esosrumores no documentados que uno oye, otro interpreta y al final uno sinsaber dónde lo oyó lo cuenta, que se enamoró de una chica y terminó casán-dose con el amigo. Tuvo además una vida larga, en una época donde la genteenvejecía antes que ahora, y eso ha podido pesar y mucho en el recuerdo quenos han dejado de él quienes le conocieron en la vejez, cuando el humordeclina, agobiado por los sinsabores de la vida. Asiste al adiós de todos lossuyos: sus padres, su único hermano, su esposa, y hasta su única hija, y ve

267 Carta de Fermín Canella a Acisclo Fernández Vallín, de fecha 7 de mayo de 1892, citadapor Alejandro Alvargonzález en su artículo de El Comercio, de 25 de julio de 1954, titulado:Julio Somoza, historiador y jovellanista.

Page 171: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

que su parentela se extinguirá con él. Y verá también, cómo todo lo suyo, suobra, será vista con indiferencia por sus paisanos, aquellos precisamente quemás debieron amarla. Y al final verá, ya lo veremos, desaparecer el fruto delestudio de toda su vida. No fue fácil la vida de Somoza, sino que está llenade sinsabores y hay que relacionar estos sinsabores con ese mal genio268.

Es probable que sufriera más de algún desengaño que le llevase a ladesconfianza, algo así como lo que vimos le ocurrió con sus supuestos ami-gos, que le abandonaron en la empresa de publicar los Diarios de Jovellanos.Y ello porque han llegado a nosotros manuscritos estos versos que él aposti-lla como recuerdos de su infancia:

El consejo del abuelo

Mira, Pedro, nunca creasal que te prometa mucho,que si en mentir está duchoconsigue lo que sea.Más tú luego que le veas,averigua su intención,no causes tu perdiciónpor obrar con gran presteza,que el que obra con ligerezapagará su indiscreción.

Recuerdo de la infancia deJULIO SOMOZA269

A pesar de todo hay una constante de humor en su vida. En su corres-pondencia siempre hay una frase de sorna, de guasa, que a veces es burla desí mismo. Es ese tipo de burla que Unamuno calificaba de auténticamenteespañola, la burla que desprende El Quijote, la burla que nos hace reír y noshace pensar al mismo tiempo. No fue un amargado de sí mismo. Fue, pues,sensible al humor. Tal vez su actitud se defina del modo cómo describió suconducta en aquel artículo, alegre y lozano, graciosísimo, que publicó en agos-to de 1880 bajo el título Una gira en El Musel y que luego reprodujo enCosiquines de la mió Quintana. En aquella excursión a El Musel, se juntaron alre-dedor de una Caldereta entre unos y otros veinticuatro amigos. Entre ellosRamos Carrión y Vital Aza, quienes a los brindis improvisaron algunos versosen honor del anfitrión, que lo era Rafael Tuñón. Después brindaron otros yRestituto Buylla invitó a Somoza a brindar. La escena la describe don Julio así:

268 Así lo hace, por ejemplo, Emilio Marcos Vallaure en Tres personajes en busca de editor.Oviedo, ASTURA, Nuevos cartafueyos d’Asturies, 4/85, 1985.269 FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ. Expediente H-50/1. Son consejos dirigidos a PedroHurlé, a quien denominaba con el cariñoso nombre de nieto.

172

Page 172: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Brindan luego en frase cortés Valle y Noriega;y Restituto Buylladice con burlesco enojoen que la risa retoza,“que brinde el señor S...por lo que más le de antojo”.

Pero el aludido que conoce bien el adagio de que “no hay peor sordoque el que no quiere oír”, continúa en la divertida tarea de enfundar ciertoobjeto casi indispensable en el género de pintura llamado bodegones.

El artículo termina con estas palabras:

No pediré que la fiesta se repita, porque sería sobrada desvergüen-za por mi parte, y aún la sátira popular me designaría con un nombre hartosignificativo. Pero sí pediré indulgencia a todos y a cada uno, por mi culpa,¡Señor! por mi grandísima culpa!

Son a nuestro entender estas líneas un ejemplo claro de la personali-dad de Somoza. Hombre que gusta del trato social, que aprecia y gusta delhumor y de la amistad, pero con todo, en un momento determinado, es capazde desairar a sus amigos. Reconoce luego su culpa y la publica, pide perdón,pero el tono se vuelve entre burlas y veras.

Es lo mismo que ocurre con Menéndez Pelayo cuando le escribe des-pués del desaire cometido contra él en el “Preliminar” de Nuevos Datos.Primero le pide perdón:

Creo que alguna frase de mis anteriores escritos alusiva a su per-sonalidad de Vd. le enojó más de lo debido. Dela Vd. por borrada, que yo noquiero enojar a ninguno, ni malquistarme con nadie, y es preferible vivir enpaz con todos, antes que en discordia.

Luego el tono se vuelve burlón:

Añadirá Vd., que esta declaración sería pertinente años atrás; peroque ahora, es tardía e inoportuna, y casi,... interesada (está tronando).Bueno: pero también es sincera. Dígalo Fray Miguélez, que también añade,que algo bueno habrá en su librería de Vd. para mi bibliografía jovellanista(va en la 2ª limadura)... ¡ah, carafe, tú que has dicho!... pues me conviertoen pordiosero literario, y allá me voy, a ver como las gasta don Marcelino...Ello ye... que lo que a mí se me haya escapado, ha de estar bien recóndito: conque así disimulando mi llaneza, dígame a media frase lo que tiene, que comoyo lo posea o lo conozca, enseguida descifraré el resto270.

270 Epistolario. Tomo XI; carta 324; fecha, 29 de septiembre de 1891; pág. 237.

173

Page 173: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

2.— La sinceridad ante todo

La sinceridad ante todo. Una sinceridad que por serlo se aparta de lavanidad: Habrá muchos jovellanistas en España —le ha dicho antes en la mismacarta a don Marcelino—: más apasionados que yo, ninguno, y que me ganen a pro-pagar su gloria, tampoco. En buena hora lo diga, y sin pizca de vanidad también.Para Somoza la franqueza era un atributo de los asturianos y hacía alarde deella. Recordemos que la primera vez que se dirige a Menéndez Pelayo le diceque perdone la ruda franqueza de un asturiano.

Patricio Adúriz ha visto en la sinceridad la causa por la que se gana-ba la ojeriza de las gentes. Dice así: “Aprovecha ocasiones que se le presen-tan para decir verdades como puños y caiga y quien caiga. Estos casi des-plantes contribuyeron a granjearse la ojeriza de los afectados —que todosconocemos sin necesidad de citar nombres— que le reputaban de airado,irascible y poco contemporizador, vidrioso en extremo y hasta imprudentepor no reprimir su sinceridad que levantaba ronchas”271.

Fue esta sinceridad, a nuestro entender, la fuente de tantas enemis-tades y berrinches. Cuando en 1876 publica en El Productor Asturiano su artí-culo: Un conflicto probable, advierte en él que sólo pretende decir a sus vecinos,valiéndose de una frase vulgar, las verdades del barquero. Y continúa diciendoque el autor por amargas o agridulces que las encuentre el lector, protesta de ante-mano de cualquier interpretación torcida o maliciosa que quiera dárselas, amén deldictado de antipatrióticas con que calificárselas pudiera, si tal concepto merecieran aciertos descontentadizos para quienes la sinceridad no existe. No le valió esta pro-testa ya que como vimos el artículo le costó cuatro denuncias por parte delAyuntamiento, de las que salió absuelto. Y a decir verdad, era el celo por lamejora de su villa natal lo que le movía a denunciar el mal estado de suscalles, de la sanidad, y de todas la otras cosas.

Presumía de gijonés y al mismo tiempo arremetía contra los gijoneses,llevado por el afán regenerador de su tierra. También a Jovellanos se le esca-pa en alguna ocasión la frase o el comentario hacia los asturianos, pero enSomoza se convierte en obsesión. Que pretendía un afán regenerador se dedu-ce de esta frase dónde sale al paso de las pugnas entre Gijón y la capital:

Ser gijonés y decir estas cosas, parecerá a muchos poco patriótico,porque las propias faltas, bastante castigo tienen con que las señalen losextraños, sin que los de casa nos metamos a censurarlas. Pero el gijonesis-mo todavía impera con tal pertinacia, que si no le cortan los vuelos, capazes de aspirar a un Renacimiento; y para prevenirlo nos permitimos recordara sus mantenedores, que la nueva generación que les desbanca ni piensa vol-

271 Centenario de Jovellanos. IX.— Somoza o la insigne erudición. El Comercio, 7 de abril de 1974.

174

Page 174: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

ver a las andadas ni reñir batallas campales con Oviedo y Luanco sobre cues-tiones de ningún género, ni de capitalidad ni de prioridad marítima.

Esta crítica hacia sus paisanos, que fue una constante en su vida, vaa ponerle en una situación difícil e interferir en la relación con ellos, espe-cialmente con las clases populares y campesinas. Y las relaciones debían sermuy difíciles con ellos cuando al recibir de Menéndez Pelayo los Diarios,dejándose llevar por el sentimiento, en uno de sus típicos arranques escribeestas durísimas palabras acerca de sus paisanos:

Este es un pueblo de comerciantes encanallados, incapaces de nin-guna idea elevada. Jovellanos no pertenece a Gijón, Jovellanos es español ynada más, ¿qué tienen de común sus ideas, sus sentimientos, su educación,la nobleza de su espíritu, la ingenuidad de su carácter, la grandeza de susaspiraciones generosas, con las de esta gente falsa, pérfida, doble, ruin yvillana de condición, mezquina de ideas, imponderablemente vanidosa, yrefractaria a toda idea de grandeza? Nada ¡ni sombra!272.

Por demás está claro que Somoza pronuncia estas palabras en unarranque de jovellanismo. Ha idealizado tanto a su personaje que no sólo enGijón, sino en cualquier parte del mundo, cualquier hombre o mujer le pare-cería mezquino y ruin comparado con Jovellanos, que ya no es en su ideali-zación de ningún mundo.

3.— El carácter asturiano

Entre tanto curioso de cuanto interesa a Asturias ha ido reuniendodatos y apuntes para un libro cuyo título debía ser: Carácter Asturiano: bos-quejo de la fisiología y psicología de un pueblo. La idea era ambiciosa y, además,totalmente nueva. El manuscrito, como ha dicho Pérez de Castro, se compo-ne de “apuntes inconexos, cédulas sueltas, fragmentos de textos, observacio-nes generales e incoherentes y confrontaciones eruditas sobre temas históri-cos y literarios relacionados con Asturias y los asturianos”273.

La obra por otra parte está inacabada. La edición llevada a cabo en1979 por Pérez de Castro recoge los textos que tienen ilación. Pero el manus-crito contiene múltiples datos y notas recogidas en papeles reutilizados,escritos en márgenes, e incluso algún que otro apunte tomado en algún car-tón o pasta de cuaderno. Con todo esto este material tan variado es práctica-

272 Epistolario. Tomo XI; carta 449; fecha, 31 de diciembre de 1891; pág. 367.273 Prólogo a El Carácter Asturiano. Monumenta Histórica Asturiensia. Gijón, 1979; pág. XIII.

175

Page 175: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

mente imposible tener idea de cuál habría de ser el resultado final de estebosquejo, ni tan siquiera si Somoza tuvo alguna vez intención seria de publi-carlo.

Es muy seguro que fue el afán investigador y la curiosidad históricala que llevó a indagar cuanto se ha dicho sobre los asturianos. Se deduce asídel plan de la obra, pues en él se prevén tanto los vicios como las virtudes:

A) Aspecto etnológico:

a) Topografía b) Clima.c) Raza.d) Temperamento.

B) Aspecto histórico literario:

a) en la razab) en el individuoc) en libros y escritos

C) Aspecto social:

a) en el campob) en la ciudad

D) Virtudes y méritos:

a) amor al trabajob) amor a la familiac) amor al terruñod) aversión a la vaganciae) sentido práctico de la realidad

E) Vicios y defectos:

a) el ultraindividualismob) el egoísmoc) la desconfianzad) la avaricia y mezquindade) la mala fef) la vanidad274.

274 Manuscrito existente en la Biblioteca Asturiana del P. Patac. Carpeta I. Portada.

176

Page 176: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 177: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Lo que sí sabemos es que estaba dispuesto a decir lo que resultase desus investigaciones, tanto lo bueno como lo malo. Pues, para la portadaSomoza elige estas tres frases, no sabemos si para elegir una o dos o dejar lastres, que informan de esta intencionalidad del autor:

Este gallo que no canta,¡algo tiene en la garganta!(Pasquín habanero)

Este gallo cantará,y a alguno le pesará.(réplica al anterior pasquín)

No he de callar, por más que con el dedo,ya tocando la boca o ya la frentesilencio avises o amenaces miedo.¿No ha de haber un espíritu valiente?¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?¿Nunca se ha de decir lo que se siente?(Quevedo)

Esto prueba que Somoza era consciente de que la obra no habría deser vista con buenos ojos por sus paisanos. Según Pérez de Castro lo conser-vado o reunido en los manuscritos sólo representa una décima parte de loque habría de ser la obra acabada. En ella abundan los aspectos negativoshacia sus paisanos. Ahora bien, hay que señalar que algunas actitudes estánmotivadas por el amor a la cultura. Cuando Somoza señala que “en casaestán los que consintieron el saqueo de los códices y pergaminos de la Catedral deOviedo para hacer con ellos vistosos roqueros con que sujetar el lino en la cebolla dela rueca” es evidente que está inspirado por el dolor de ver perdido un patri-monio cultural. Razón lleva en su enfado, aunque bien es verdad que ello noes prueba de una peculiaridad del carácter asturiano; barbaridades ha hechosiempre la gente en todas partes y en todas épocas. ¡Si hubiera sabido cuan-do anotaba esto que habría de ver incendiada la Universidad primero y des-truida la Catedral después!

Somoza parece complacerse en recordar a sus paisanos aquellos pasa-jes de la literatura en que peor han salido retratados. Pero es muy probable quelo hiciera con espíritu regenerador. Su genio recuerda el afán de finales desiglo, que produjo temperamentos como los de Unamuno, almas dispuestas adespertar la conciencia nacional a cualquier precio, con tal que se les tirara unpoco de la lengua; cuyo lema parecía ser: contra y esto y aquello. En Oviedo, sinir más lejos, el propio Clarín muestra la ciudad como en un espejo, y en ella noabundan las virtudes, sino los defectos y miserias de aquellos espíritus peque-ños y vetustenses. Algo de esto parece que hay en el hipercriticismo de Somoza.

178

Page 178: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Hay, sin embargo, un punto en donde don Julio carga las tintas. Aquíno hay cita o lugar al que acudir, es pura y simplemente la opinión de donJulio. Al hablar del ingenio campesino dice que entrevera sus ramos con ortigas,cardos y flor de espino. Convivió durante largos años con los hombres de laaldea. Pero sus relaciones fueron especiales. Somoza tenía una importanteherencia de sus padres, así como un legado de su abuela, la pupila deJovellanos, y de sus tías. Algunos de estos bienes sin duda habían sido adqui-ridos por el propio Jovellanos, que se encargó de invertir el dinero de supupila en fincas. En total poseía dos caserías en Somió. En Tremañes, tres pra-dos en el barrio de Pumarín. En la parroquia de Serín en el barrio de laCruxiada, tres caserías. Y en Carreño, en el barrio de Bandín, otras dos. Cadacasería se componía de otras tantas fincas275. Todas ellas estaban arrendadas.Su condición de terrateniente hace que su juicio no fuera imparcial.

Lo curioso es que él achaca su acritud a este contacto con el campe-sinado y con las clases populares. Así se lo dice a Menéndez Pelayo en 1911,cuando le envía los dos tomos de la correspondencia de Jovellanos y LordHolland. El ilustre santanderino le había hecho el siguiente reproche: “... lasnotas son de gran utilidad, pero Vd. me permitirá que no apruebe el tonoagrio y pesimista con que en ellas se habla casi siempre de las cosas españo-las, y de los duros calificativos y dicterios con que se flagela no sólo a ciertosindividuos sino a pueblos y provincias enteras. Para ser leído de todos einfluir provechosamente en la cultura, nunca está de más cierta templanza deforma, que se aviene muy bien con la expresión sincera y leal de lo que sepiensa. Perdone Vd. esta advertencia, si acaso la cree inoportuna”276.

Don Marcelino conoce ya bien a Somoza. Toca los aspectos de su per-sonalidad. Por una parte, nota su acritud hacia provincias y cosas españolas;

275 Según la escritura de participación y adjudicación de la herencia de su madre, de fecha23 de octubre de 1887, ante el Notario don Antonio García y Mon, la relación de fincas erala siguiente. En Somió dos caserías: una se componía de casa de labranza, hórreo, poma-rada, prado robles, y fincas que se llamaban: La Llosica, Rotella, Coaña, el Serín, el Reitán, ElGranjín (prado), El Rincón (trozo de monte), la Peñuca, El Lavadero, Carbayera, y El Jardín. Laotra estaba en el barrio de El Fueyo, con casa de labor, panera, capilla destinada a granero,y fincas: La Llosa de Abajo, La Llosa de Arriba, La Faza del Pumarín, la Espinera, el Morrón, Cimadel Monte. En la parroquia de Tremañes poseía tres prados en el barrio de Pumarín: Rasaprimera, Rasa segunda, Fondón. En Cenero, un prado cerrado llamado de Las Paseras o de laGuerra. En la parroquia de Serín en el barrio de la Cruxiada: una casería, compuesta de casade labranza, hórreo y tres fincas, La Llosa, el Lloso de la Tejera y La Vega de los Llorales; otracasería con casa y hórreo y una tierra a labor: La Llosa, la Llosina y La Huelga; y otra más:casa de labranza, La Llosa, La Huelgona, el Centenal. Concejo de Carreño, en el barrio deBandín: casería con casa y hórreo y las fincas: La Llosa, El Suquero de Bandín, la Junquera y elprado de Bandín, la Corrá, la Granda, el Campo del Sangredal; una segunda casería con hórreo,La Llosona y el Carbayedín, La Junquera del Bandín, El Sangredal, El Reconco.276 Epistolario. Tomo XXI; pág. 456. Carta 745; fecha 28 de agosto de 1911.

179

Page 179: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

pero se da cuenta que aunque su amigo pueda estar equivocado es sincero, yle anima a seguir con esta actitud de sinceridad, pero le invita a hacerlo deotra forma, si quiere “influir provechosamente en la cultura”. Parece puesque también se ha dado cuenta del afán regeneracionista que persigue.Somoza acepta la advertencia y reconoce su defecto otra vez más, pero tieneya sesenta años y he aquí lo que responde:

En lo que atañe a la acritud del tono empleado en el Prólogo, síes cierto: pero agregaré en descargo mío, que me la inspira siempre nues-tra eterna imprevisión de conducta, nuestra fanfarronería nacional, ynuestra plétora imaginativa, nunca contrapesadas por la reflexión y laexperiencia de tantos descalabros como nos han sobrevenido. Bien sé quetal es nuestra idiosincrasia, y que los caracteres de la raza no se modificanjamás, y que mueren con la raza misma. Pero... ¿acaso la cultura y la edu-cación de un pueblo, no consisten precisamente en contrapesar estosmismo defectos con otros mayores merecimientos? Si así no lo hacemos,incurriremos por nuestra indocilidad, en eterna censura.— Pero Vd. quie-re (y es muy justo) que yo revista mi estilo de mayor templanza, paramayor eficacia del correctivo: ¡Ay amigo mío! no siempre está laMagdalena para tafetanes: ni el ejemplo vivo del pasado, ni de cuánto merodea, puede llevarme al terreno del optimismo.

El medio ambiente, y el temperamento, al cual difícilmente pode-mos substraernos, me arrastra, a pesar mío, a tan severo estilo. Yo he convi-vido durante largos años con las clases populares y campesinas, tocando, conmis manos, toda la repulsiva impureza de la realidad; y creo haber experi-mentado sobradamente (y con harto desengaño) que nada valen con ellas, nila dulzura, ni la templaza, ni la moderación, ni la bondad, antes por el con-trario, en el sentido opuesto lo interpretan.

Ya sé que Vd. me argüirá con las personas doctas, y con el estilograve, sesudo y majestuoso de la Historia. Me es igual. Tan pasionales sonunas clases, como otras: y creo firmemente, que no es la dulzura la que oshace reaccionar, sino la vibrante nota de la represión, y del sarcasmo, de laamenaza, y el ridículo. Hablen por mí (y Vd. lo sabe mejor que ninguno) loselocuentes númenes de la patria literatura, llámense Cervantes, o Quevedo,Arcipr. de Hita, Larra, o Isla277.

277 Ídem, pág. 466. Carta 745; fecha 16 de septiembre de 1911. La ha citado Martínez Cacheroen Notas sobre bibliografía literaria asturiana. Oviedo, Boletín del I.D.E.A. nº 32, 1957.

180

Page 180: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

4.— Hombre familiar y cariñoso

En efecto, el sarcasmo y el ridículo parece que fueron, especialmenteen los primeros años de su vida la forma que adoptó para denunciar los erro-res de sus semejantes. Hay en esta carta un profundo pesimismo. ¿De dóndenacía? No creemos que sólo porque se llevara mal con sus arrendatarios y lle-vadores, por unas cuentas de aquí o de allá, le condujeran a esta especie dedesesperación respecto a la bondad de los hombres. Su amigo FermínCanella, que le conocía bien decía de él a Fernández Vallín, uno de tantos conquién se enemistó: “Puedo asegurarle que no estoy en los detalles o motivosde su justo resentimiento con ese pobre diablo, víctima de su mal carácter yde sus desgracias que apartan de todos aún valiendo mucho; como usted sequejan otros, y yo también puedo quejarme, pues he sufrido en repetidas oca-siones sus desvíos y sus ingratitudes, y su intemperancias y sus veleidades,que apenas ha de creer usted cuando se las cuente”278.

¿Por qué Fermín Canella a pesar de todo intercede por su amigo?¿Por qué trata a Somoza con esa compasión? ¿Por qué Somoza era un pobrediablo? ¿Qué desgracias eran aquellas que le convertían en víctima de su malcarácter? Hemos visto a Somoza dejado de lado por sus amigos cuando pre-tendía la publicación de los Diarios de Jovellanos; sabemos de su sordera denacimiento; sabemos de sus enfermedades, de momentos delicados de salud,especialmente en su vejez. Pero ¿habrá algo más en su vida?

Hubo un matrimonio en circunstancias un tanto especiales y la pér-dida de su esposa y de su descendencia. En 1876 279 cuando Julio Somozatiene 28 años y está soltero nace su única hija, una niña llamada Amparo. Lamadre, doña Josefa Menéndez Sánchez, también soltera, tenía ya otra hija lla-mada María Ángeles Melendreras Menéndez. No parece que los padres deSomoza vieran con buenos ojos el matrimonio, pues don Julio no se casó conla madre de su hija hasta pasados unos meses de la muerte del último de susprogenitores (su madre). Con este matrimonio vino a legitimar la filiación desu hija, a quien había reconocido al nacer, hacía 12 años. ¿Qué duda cabe queesta circunstancia tan poco frecuente hace que nos preguntamos si tal vez lavida matrimonial de Somoza carecería del gozo y la plenitud que nace de unverdadero amor? ¿Se casaría Somoza sin amor, con el único objeto de ofrecera su hija un hogar completo? Nada de eso, sino que todo indica que se casópor amor hacia su esposa. Lo demostrará cuando ella muera; su muerte,como él mismo confesará en carta a su amigo Eduardo Llanos le agriará el

278 Carta fechada en Oviedo el 7 de mayo de 1892, reproducida parcialmente por ALVAR-GONZÁLEZ, Alejandro. El Comercio, 25 julio de 1954.279 Así se deduce del Padrón Municipal del año 1900, donde figura como tiempo de resi-dencia de Amparo Somoza Menéndez el de 24 años. Y también de la partida de defunción.

181

Page 181: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

carácter: Lo cierto es, mi querido amigo, —le dice— que desde la muerte de miamada esposa, mi carácter se ha agriado, y no encuentro remedio a este vacío irrem-plazable. ¡Qué me importan ya ni libros, ni papeles, ni colecciones, ni proyectos máso menos útiles280.

Cuando se habla del mal carácter de Somoza hay que tener en cuen-ta todas estas circunstancias personales que gravitaron sobre él de forma másacusada que en la mayor parte de la gente, porque tuvo Somoza un delicadosentido de la familia y verá perder a sus seres más queridos. Muerta su espo-sa, se vuelca en ternura hacia su hija, a quien también verá morir. Será suhijastra la heredera de sus bienes, en justa compensación de sus cuidados dehija que recibió. Las relaciones con su hermano fueron —no hay duda— delo más tiernas, y en sus amigos reconoce como timbre de honor la virtud delcariño familiar. Así se desprende de la semblanza que hace de su amigoMáximo Fuertes Acevedo: un bello carácter, un caballero cumplido e irreprocha-ble: padre amantísimo, por su familia adorado281. Lo mismo ocurre con BraulioVigón, a quien calificará de ejemplo de esposo, padre, hijo y hermano. Ycuando denuncia la situación de verdadera lucha intestina entre los gijone-ses, divididos entre muselistas y apagadoristas, lamenta que hubiera originadodivisión entre las propias familias (¡y aún tendrían que ver sus cansados ojoslos horrores de la Guerra Civil!): Apena el alma lo que está pasando en nuestravilla. Disturbios en el seno de las familias, riñas en el sagrado hogar. Y más ade-lante: El que eso quiere, el que envuelto en la sombra siembra entre todos la cizañe-ra discordia y la feroz envidia... dejará a sus hijos el legado más odioso y aborrecibleque imaginarse puede: el desprecio perpetuo de su nombre282.

Tuvo Somoza, por culpa de su pronto, enemigos; pero también, porsu rectitud de carácter y cariñoso trato, muchos amigos. En la intimidad erageneroso y obsequioso. Y en cuanto a los extraños tuvo siempre delicadezapara no herir con groseras palabras. En persona, de tú a tú, podía mostrarsevehemente; pero en sus escritos guarda cierta delicadeza. En la intimidad desus cartas, al calor de la confianza de la amistad, habla con franqueza, sobretodo de amigos comunes, pero en sus escritos públicos procura guardar elrespeto. Dan una idea de lo que pensaba respecto al comportamiento dequien escribe para el público, estas líneas de su artículo titulado Por Asturias,que finaliza de esta manera:

280 MENESES FERNÁNDEZ BALDOR, Carmen. Afanes Jovellanistas a principios del siglo XX:Julio Somoza y Eduardo Llanos. Actas del II congreso de Bibliografía Asturiana, celebrado enOviedo del 21 al 24 de abril de 1999. 1 Vol. Oviedo. Servicio de Publicaciones Principadode Asturias. Consejería de Educación y cultura, 1999.281 Capítulo titulado: Bibliografía, La Esquirpia, obra inédita, pág. 9; Archivo particular dedon Francisco de Borja Bordíu Cienfuegos-Jovellanos.282 Un cuarto a espadas. (El puerto de El Musel), artículo que habría de formar parte de la obraproyectada e inédita: La Esquirpia.

182

Page 182: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Esto tenía que consignar y decir, (en honor a la verdad, y a lamemoria de aquel varón egregio) con el respeto debido a todas las opiniones,que cuando honradamente se manifiestan, y decorosamente se sustentan,acreedoras son al general aprecio. Nunca, para sostener una idea, ha sidonoble deprimir al adversario, ni menos injuriarle, porque la bondad de aque-llas, ha de sostenerse con ejemplos, y no de otra manera.

Así, en el transcurso del tiempo y de la historia, pasada la eferves-cencia del momento, vienen los hechos a dar la razón a quien con más justi-cia la mereciese.

La misma actitud de indulgencia que adopta Fermín Canella, adop-tarán otros muchos que fueron sus amigos. A Somoza le perdonaron siempresus amigos llevados por la admiración hacia su obra. Hemos visto cómo gozóde la amistad, el aprecio y delicadeza de trato de don Marcelino MenéndezPelayo. También vimos cómo encontró en Fr. Manuel F. Miguélez quién inter-cediera para lograr del ilustre santanderino los Diarios. El fraile agustinosabía bien que los berrinches de Somoza se le pasaban pronto. Con EduardoLlanos mantuvo una intensa correspondencia durante veinticuatro años. Sonmuchos los amigos que hacen alusión en sus cartas a la índole cariñosa dedon Julio.

Entre los socios de La Quintana con quien tuvo más trato, amistadtierna y duradera, fue con Braulio Vigón. En su Registro Asturiano se deja lle-var por la emoción de la pérdida del amigo y hace un sentido retrato califi-cándolo de dechado de amistad, emblema fiel de hombre probo, honrado,laborioso y activo: ejemplo de esposo, padre, hijo y hermano —como ya diji-mos—. Al poco de conocerse, en carta fechada en 1882, parece adivinar ya elcarácter inquebrantable y duradero que habría de tener esta amistad:

Bien haya, amén, el amigo cariñoso y leal para quien la amistad esun culto y que a pesar de las afecciones de la familia, y los mil y mil queha-ceres que de continuo le solicitan, ni duda de ella, ni jamás la olvida; ni latiene por vana o pasajera, aunque solo funde su cimiento en el entusiasmoingenuo de la juventud. Pero a bien que la nuestra, atada con el triple lazode la simpatía, de la comunidad de ideas, y del amor sin límites hacia el nati-vo suelo, ni es fácil empresa el quebrantarla, ni aunque la sacudan reciosvendavales pudieran contra ella romper el nudo que más se aferra, cuantomás violentísima es su furia283.

283 Carta fechada en Xixón, xueves d’Antroxu, correspondiente a febrero de 1882, publicadoen Apéndice a VIGÓN, Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infantiles. Poesía popular.Estudios históricos. Prólogo de Ana María Vigón. Nota editorial de Emilio Marcos Vallaure.Oviedo, Biblioteca Popular Asturiana, 1980; pág. XXXV.

183

Page 183: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Somoza se vuelca en cariño hacia su amigo llamándole hermano,según podemos leer en la dedicatoria que aparece manuscrita en un ejemplarde sus Nuevos Datos que le dedicó. Dice así: A Braulio de “Sueve” que ha de llo-rar leyendo el testamento y se ha de entusiasmar con la carta a Ponce y se ha de impa-cientar al leer los “Diarios”. Tu queridísimo hermano JULIO284.

5.— Política y Religión

Formaban parte de la comunión de ideas que le unía a Braulio Vigónlas de carácter político. Ambos eran republicanos. A propósito de este tema,en la misma carta citada anteriormente hace este comentario.

Efectivamente que vamos a ir juntos a las urnas. Despropósitocircunscripcional más grande, jamás se ha visto. Sin duda la zona electorales pequeña p.a la ambición de los grandes o viceversa. A Ricardo Cobián lehe visto en candidatura, lo propio que a Cabanilles, pero como el partidorepublicano opte por la lucha, y no por el retraimiento, se me figura que vaa salir lo inesperado. Mi voto será para el candidato republicano si lo hay...y si no le hay, para el primerito que me dé algún objeto, papel, folleto, libroo cachivache asturiano. ¡Figúrate tú a los agentes electorales corriendo dela ceca a la Meca y revolviendo a Roma con Cartago p.a entregarnos el cro-nicón de Sta. María de Covadefonga yacente en el polvo del archivo de SanTirso de los Carápanos, o la navaja de cortarse los callos don SegismundoÁlvarez de las Asturias. ¡Qué andecha, eh!

Hay que tener en cuenta que don Julio no abandonó sus ideas repu-blicanas, pero desconfiaba un tanto de las personas. La primera repúblicaparece que dejó en él cierto desencanto; parece que no perdonaba a los corre-ligionarios de 1873 que aquel Batallón de Voluntarios de la República fueradesarmado y disuelto a culatazos, por cuatro soldados y un cabo. Por otra parte nose avenía bien con la prensa política, a quien acusaba de impedir la uniónentre los bandos de muselistas y apagadoristas que dividieron a Gijón en elpasado siglo. En este punto, don Julio era conciliador.

Hubo un momento en que Somoza se tomó muy en serio las eleccio-nes. Fue el año en que se presentó a diputado a Cortes por Gijón su amigodon Vicente Innerárity Bausa, hombre cuyo carácter bondadoso le había vali-do el cariño de los gijoneses. Formaba junto con Felipe Valdés y TomásZarracina, amigos también de Somoza, el baluarte del republicanismo gijo-

284 El libro es hoy propiedad de nuestro amigo y gran jovellanista Orlando Moratinos, aquien debemos este curioso dato.

184

Page 184: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

nés. Con esta ocasión don Julio se dirige a sus renteros recomendándolesvoten al amigo.

Por su interés reproducimos la carta que dirige a don Elías del Ribero,rentero de una de las caserías que tenía en el barrio de La Pipa en Somió:

Don Elías del Ribero en Somió (La Pipa)

Amigo Elías:

Aunque no pensaba volver a meterme más en cuestión de eleccio-nes, como ahora se presenta don Vicente Innerárity, particular amigo mío, ypersona de todo respeto, tendría sumo gusto en que le votasen en las próxi-mas elecciones, cuya indicación la hago en tono amistoso a Vd. y a los demáscaseros por si tienen a bien atendérmela seguro de que lo agradeceré ahora yen todo tiempo.

Suyo afmo.

JULIO SOMOZA

Mi particular amigo don Felipe Valdés, me representa para todosusos en el presente caso.

Don Elías del Ribero Somió (La Pipa)Don Dimas Rendueles “Don Cipriano del Castro “Don José Mieres La CorollaDon Luis Medio “Don Feliciano Caycoya La PipaDon Manuel Blanco S. LorenzoDon Rafael Rendueles CandenalDon José de la Vega CarrióDon Marcelino Rodríguez “Don Fernando García SerínDon José García (y su yerno) Íd.Don Manuel García (su yerno) Íd.Don Ángel García (Anxelín) Tremañes (sin pierna)Don Bernardo Rionda “Don Valentín Álvarez Cenero285

Del texto se deduce que no era la primera vez que el amo acudía consemejante petición a sus caseros. Pues parece ser que en el casco de la pobla-ción ganó Innerárity a su tocayo Regueral, pero no en los alrededores. Perono creemos que fuera la política la causa de que don Julio tuviera tan malaopinión de la gente del campo. Lo que ocurrió lo explica otro republicano,jovellanista y amigo de Somoza, Pachín de Melás: “¡Poco valieron los esfuer-

285 Debemos este importantísimo documento a la gentileza de nuestro amigo don ArturoMuñiz, de cuyo magnífico archivo lo hemos tomado.

185

Page 185: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

zos de los correligionarios para sacarle triunfante! Salió, sí, por el voto de losgijoneses, por el casco de la población... pero vino Llanera, el escollo de siem-pre y dio al traste con los buenos deseos de la democracia gijonesa. La apiso-nadora electoral daba los votos necesarios para derrotar a quien se propo-nía”286.

El propio Somoza nos ha dejado aclarado cuál era este escollo, estaapisonadora electoral, de la que nos habla Pachín de Melás. El año 1893 escri-bió don Julio uno de esos trabajos encantadores, por lo descarnado, por loque tienen de cotidiano y de íntimo, por lo que encierran para la compren-sión de la vida de un pueblo. Lleva este curioso título de pura vena somoza-na: Apuntes de un gijonés aburrido empadronado en el Censo con el número 30.512(O Instrucciones secretas para ir a la Casa del Pueblo). Repasa en él la vida localgijonesa, que tan bien conocía, y propone reformas en diversos campos entrelos que figuran el electoral:

Somos ajenos a la política, o a lo que por tal se entiende en España.Pero ya que es imprescindible tocar esta cuerda, diremos con lealtad lo quese nos ofrece sobre el punto capitalísimo de la representación delAyuntamiento de Gijón, en las Cortes nacionales y en la Diputacióndel Principado.

Ante todo, hay que atenerse a la Ley electoral vigente. Prescribeesta Ley que cada cuarenta mil habitantes (40.000) designen un diputado enCortes.

¿Qué vecindario tiene la villa de Gijón? ¿y el concejo? Pues la villade Gijón y su Concejo (según la estadística oficial) no llegan a la cifra quela Ley designa para tener un diputado propio. Recurso habilidoso: incorpó-rensele los concejos de Carreño y Llanera, y saldrá el diputado que alGobierno plazca.

Ahora bien; tal diputado ¿llevará la representación verdadera deGijón y sus intereses? Nunca287.

La solución que propone para que Gijón tenga su diputado propio,es que se publiquen las cifras verdaderas del vecindario de Gijón, que al prin-cipio no se decían por el temor del aumento a la cuota tributaria. Somoza pro-pone que se diga en voz alta, porque un Real Decreto había equiparado lospueblos de Gijón, Vigo y Cartagena, a capitales de provincia. Según lo cual:¿A qué entonces ocultar su vecindario? Dígase de una vez por todas —dice—, ydígase alto, para que resuene en todos los confines del Principado.

286 PACHÍN DE MELÁS. Minucias trascendentales. Don Vicente Innerárity Bausa. La Prensa, 17de mayo de 1931.287 Archivo particular de don Francisco de Borja Bordíu Cienfuegos-Jovellanos.

186

Page 186: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Tal vez quien mejor parece conocer a Somoza es su antiguo “compa-ñero de estudios en vetustas ciudad castellana”, Suero González deCaravedo, Abad de Cenero, que nos ha dejado este —a nuestro juicio— com-pleto retrato de su amigo:

“Nuestro contemporáneo, Somoza, es hijo, hermano, nieto ybisnieto de militares y marinos. Su abierta y por veces, ruda fran-queza (que le resta amigos), más bien choca, que atrae. Su indepen-dencia, le aísla. Es tipo singular, tan pronto jovial como atrabiliario:un defecto físico, peculiar del país, produce en su carácter ásperasdesigualdades, y en la intensidad de su mirada, ora parece leerse eldesprecio hacia las vulgaridades y convencionalismos, ora la piedadpor los humildes, o el rencor inextinguible de los pueblos pequeños.Tradicionales son sus largos paseos por el campo, sólo y ensimisma-do; adorador idolátrico de la naturaleza, panteísta puro. A su fervorpor la campiña asturiana, agregaré, su entusiasta veneración porJovellanos, consagrada por él en varios libros, de no pocos leídos.Sería una simpleza decir que hombre tal, tiene ideas políticas: estemolesto bagaje no es propio de los que frecuentan asiduamente labiblioteca del Real Instituto Asturiano. Sentados a la sombra de losálamos en la pradería de Viñao, una calurosa tarde de estío, oí de suslabios la confesión del escepticismo más negro que puede albergar elespíritu humano. No me es permitido decir más en este punto”288.

¿Este escepticismo se refiere también a sus ideas religiosas? Fama dehombre irreligioso, asociada a la de mal genio, ha llegado hasta nosotros. Sinembargo, no creemos que cierta idea de religión estuviera ausente en su pen-samiento y en su vida. Cierto sí parece el que su espíritu hipercrítico se apli-case también a materia religiosa, y que su afán regenerador combatiese con-ductas religiosas que más rozan con la superstición, tal y como hizoJovellanos. A este respecto Somoza tiene clara la distinción entre supersticio-nes y religiones, según leemos en su Registro Asturiano: Empero, las supersti-ciones, hechicerías y artes mágicas, restos, en parte, de viejas creencias, no tuvieronorigen “religioso”, sino más bien “maravilloso” e “imaginativo”: y la propensión delvulgo a ellas, a pesar de cuanto se ha predicado en contrario, perdurará, mientrasaliente la ignorancia (fuente y raíz de todas ellas), y la tendencia natural e ingénitadel hombre, hacia lo desconocido y maravilloso289.

Su ateísmo merecería en estos tiempos una revisión a fondo, tareaque no podemos abordar porque nos apartaría mucho de nuestro objeto. Los

288 Un libro gijonés (apunte de un provinciano). (Archivo particular de don Francisco de BorjaCienfuegos-Jovellanos).289 Op. cit., pág. 362.

187

Page 187: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

tiempos que le tocaron vivir eran más inquisitoriales que los modernos. Laanécdota de su enemistad con Pedro Hurlé, porque éste se había desprendi-do de una edición del Informe de la Ley Agraria, por estar incluido en el índi-ce de libros prohibidos de la Iglesia, nos hace admirar la conducta de su nieto,coherente con la conciencia religiosa de su tiempo; pero, hoy, desaparecida laprohibición eclesiástica, algo de razón parece tener Somoza.

Probablemente la cuestión de la Batalla de Covadonga, contribuiríamucho, creemos, a incrementar su fama de ateo. Sin embargo, en todomomento se muestra en sus escritos respetuoso con las creencias y el senti-miento que Covadonga despierta. Es más, como decimos en el capítulocorrespondiente, hubo un tiempo al menos en que participó de ese senti-miento. Su muerte ocurrida un año después de terminar la guerra civil, enpleno nacional catolicismo triunfante es una circunstancia de mucho peso enla opinión que sobre la generación de posguerra pudo tenerse de él.

Ciertas afirmaciones no bastan para calificar a una persona de atea,como tampoco el anticlericalismo le convierte en no creyente. Por el contra-rio, hay en los escritos de Somoza frases, y de ellas se desprenden actitudes,que denotan cuanto menos una sensibilidad nada ajena a la religión. Así porejemplo, en carta a Menéndez Pelayo hablando de sí mismo dice: El hombresiempre y en todo tiempo debe tener el valor cristiano de confesar su ignorancia, yhacer esta declaración a cara descubierta290. Téngase en cuenta que Somoza encuanto encuentra confianza abre con mucha facilidad su alma; y a MenéndezPelayo lo adoraba. La frase no es, por tanto, mera literatura. De llevar estaafirmación a sus últimas consecuencias hay que concluir que su descarnadasinceridad, causante de sus propias desgracias y desavenencias, esa verdadante todo, era una exigencia de su conciencia, una actitud religiosa en defini-tiva.

Una carta de don Julio dirigida a don Sebastián Soto Cortés, íntimapor su contenido, alejado de las chifladuras que tanto gustaban, nos descubrea un Somoza preocupado por la miseria humana. No sabemos los antece-dentes de la carta; al parecer don Sebastián pretendía hacer una obra de cari-dad y busca persona de confianza para que la lleve a cabo. Somoza le da suopinión sobre determinadas personas y en general sobre todas, y se ofrecepara llevar a cabo el encargo:

Sólo para esta caritativa empresa, le ofrezco a Vd. mi cooperaciónsi por acaso la necesitare. Hay aquí muchas miserias, dolencias y necesida-des que socorrer, y no son seguramente las mayores, las de los pobres quepiden de puerta en puerta o en medio de la calle.

290 Epistolario. Tomo XII. Carta 11; fecha 10 julio 1892; pág. 9.

188

Page 188: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Y también, en esa carta se nos revela que en otra ocasión la familiaSomoza había colaborado para que don Sebastián llevara a cabo otro acto degenerosidad en la persona de un enfermo de cáncer que vivía en Cimadevilla:

Mi hermano Manuel, me escribió, para que de parte de Vd. entre-gara cinco pesetas al pobre “del cáncer” (así le llaman) que vive en la pla-zuela de la Corrada en Cimadevilla. Se las entregó mi mujer, y preguntó conmucho agradecimiento si “sería de parte de una Sra. que solía darle unamedicina p.a curarse”. Como mi mujer ignoraba lo del “bálsamo” de su Sra.Madre, le dijo que era “por encargo de don Sebastián”, quedando el infelizmuy agradecido.

Es verdad que aquí quien hacía la caridad no era Somoza, pero se nosdescubre un alma sensible a la miseria humana y respetuosa (si no partícipe)con quienes parecen tener determinadas convicciones religiosas, pues lacarta termina dándole don Julio la noticia de la colocación de la primera pie-dra de la iglesia de San Lorenzo de Gijón:

Ayer fue día de gran jolgorio con la inauguración de la nueva iglesia291.

6.— Amigo admirado

En Emilio Robles Muñiz (Pachín de Melás) despertó don Julio Somozaverdadera y auténtica veneración. Resulta admirable el cariño con que siemprele trata. Se ha dicho que cuando Pachín de Melás se arroja en 1936 en un arran-que de vocación jovellanista a rescatar de la barbarie los restos de Jovellanosque yacían en la iglesia de San Pedro, lo hace acordándose de Somoza, de cuan-to había investigado, de cuanto había luchado por Jovellanos292.

En sus Minucias de La Prensa ha ido sembrando Pachín de Melás her-mosísimas semblanzas de los últimos años de la vida de don Julio, a quienllama cariñosamente el viejecito. Con él daba largos, larguísimos paseos, yescuchaba de él todo cuanto su prodigiosa memoria recordaba; unas veces delas calles, su nombre, su historia293; otras de los monumentos desaparecidos:el Arco del Infante (¡Fue una lástima, una verdadera lástima, el derribo del Arco!—le oía decir—); de los paseos que alegraron su juventud, como el Paseo delas Damas (¡Cómo lo conocí yo tan arregladito! —exclamaba) 294; a veces de suce-

291 Carta de 21 de abril de 1890. Archivo de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, H-50/1.292 ADÚRIZ, Patricio. Pachín de Melás. Gijón, 1978; pág. 119.293 PACHÍN DE MELÁS. Minucias del tiempo pasado. Cosas viejas del pueblo viejo. La Prensa, 1de febrero de 1928.294 PACHÍN DE MELÁS. Minucia del tiempo viejo. Sobre las huellas del pasado. La Prensa, 25 deenero de 1928.

189

Page 189: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

sos de antaño, como aquella famosa temporada en que se puso de moda eltimo de los casquilleros (hoy más conocidos por trileros295); y muchas otras vie-jas historias de Gijón.

He aquí cómo nos lo ha descrito:

“Tarde templada de tibio sol. Malandando resguardado delviento, tomo carretera de Oviedo adelante que para mí constituyeuno de los más plácidos paseos de la villa.

Unos metros fuera de la urbe, encuentro al viejo amigo quedesde hace años me guarda un gran afecto. Todos los días desde sulejana juventud, camina cotidianamente varios kilómetros. Es unamenísimo conversador y un memorión formidable. No se aparta dela sombrilla durante el verano, ni del paraguas en invierno. Lluevaque no, es lo mismo para transportar según la época dichos adminí-culos en sus huesudas manos. Fue un día protagonista de una magis-tral pincelada de Evaristo Valle, en una de sus magníficas caricaturasretratos.

Un saludo afectuosísimo, como siempre y caminamos lento,lento. El tema es el mismo de toda su vida. Asturias-Gijón-Jovellanos. En el hablar encanta por los prolijos detalles, por las ase-veraciones históricas, concretas”296.

De su afición a caminar también nos ha contado algo Joaquín AlonsoBonet, con quien alguna vez también se paraba a conversar. Y nos ha dejadola información de que don Julio tenía una charla viva, en que arrastraba unpoco las erres. Alguna vez le recibió en su biblioteca “donde no a todo elmundo recibía”297. Y es que Somoza no era amigo de prodigar inútil y vana-mente sus conocimientos, sino de comunicarlos con aquellos que tenían unvivo interés.

No gustaba de complacer a los meros curiosos. Alonso Bonet yPachín de Melás, no eran ni mucho menos simples curiosos. Es muy probableque esta desconfianza hacia los que sin un propósito serio pretendían saberun dato, una anécdota o una fecha, fuera una lección aprendida a fuerza deprodigarse en sus primeros comienzos en hacer partícipe a los demás de susdescubrimientos. Basta recordar la primera carta que escribe a Menéndez

295 PACHÍN DE MELÁS. Minucia del Hampa. Tangas, quiles y casquilleros. La Prensa, 16 demarzo de 1928.296 PACHÍN DE MELÁS. Minucia del tiempo viejo. Sobre las huellas del pasado. La Prensa, 25 deenero de 1928.297 BONET, Joaquín A. Pequeñas Historias de Gijón. (Del archivo de un periodista). Gijón, 1969;pág. 211.

190

Page 190: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Pelayo, en la que le declara que estaba escarmentado de regalar autógrafos atrueque sólo de bellas promesas y ofertas desinteresadas298.

He aquí lo que podía suceder cuando alguien, sin un interés concre-to, se acercaba a preguntarle una dato, según nos cuenta su amigo Pachín deMelás:

“Presencié una escena de esas en la que yo en su lugar haríalo mismo. Un señor le hace una pregunta que contestada o sin con-testar, es decir, sin saber su objeto, al aludido le daría igual. Le res-ponde don Julio:

¿Para qué necesita usted saber eso? ¿qué falta le hace? ¿quéutilidad le reporta? Ninguna. ¿Cree usted que voy a dedicar muchosaños a un estudio determinado para que llegue, revuelva en el baúlde los recuerdos y elija el más agradable sin un fin que precise usarde la ficha?”299.

Y es que don Julio tenía muy claro que quienes de verdad se intere-saban por esos asuntos eran (y serán siempre) cuatro raros. En una carta a suamigo Sebastián de Soto le anuncia que ha desistido de llevar a cabo su pro-yecto sobre las luchas cántabras (De bello Cantábrico, como él la titulaba), apesar de tener muchos materiales recogidos, por razones de salud, falta dereposo y por la tremenda impresión que le había causado el grado de analfa-betización que recogían las estadísticas del Ministerio de Fomento, y le escri-be que está dispuesto a guardar silencio para no indigestar a quienes se ali-mentan de fabes y boroña:

Además, cuando leí la estadística que ya le cité del Ministerio deFomento, sobre población e instrucción pública española, y hallé que de unapoblación total de

18.000.000 de habitantes, había¡¡12.000.000!! que no sabían leer

ni escribir, se me cayó el alma a los pies, y desmayé del todo. ¿A qué afanarseni hacer investigaciones eruditas si nadie las ha de leer más que cuatro raroscomo Vd., Vigil, Vigón y yo?

Nada, nada, cepos quedos. Estudiar, leer, e investigar siempre...pero nada de darle al público semejantes raciones indigestas. Estómago habi-tuado a fabes y boroña son indignos de paladear las sublimes salsas del arteculinario300.

298 Epistolario. Tomo V. Carta 320; fecha 10 de julio de 1882; pág. 407.299 PACHÍN DE MELÁS. Bibliografía de Asturias. La biblioteca del Señor Somoza... ¡Quemada!La Prensa, 24 de octubre de 1934.300 Carta de fecha XV Kal. Jannuarius MDCCCXIIII. Archivo de la FUNDACIÓN ALVAR-GONZÁLEZ, H-50/1.

191

Page 191: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Otras veces le venían a don Julio con una frase o cita para que él lesdijera dónde se encontraba, o dónde se podía ver. Si algo molestaba a donJulio sobremanera era la costumbre española de no señalar de dónde setoman las citas, lo que atribuía a la pereza de la raza. Pero sobre todo le enco-lerizaba cuando suponía que la frase en cuestión era falsa. A este respectotenemos un valioso testimonio en una carta a su amigo Ricardo Rodríguez aquien un amigo le encargó que consultase al insigne jovellanista una preten-dida frase de Jovellanos:

Cuando se publicó la edición XII (creo fue la XII ó XIV) delDiccionario de la Academia de la Lengua, venía atiborrado de citas deJovellanos, tales y tantas, y en tal número, y tan raras, que me cansé de reci-bir cartas de gentes amigas o incógnitas, pidiéndome la referencia y preci-sión de las citas. ¡Oh, la cólera de don Julio, por aquellas fechas! Rayó en loinverosímil.¡Y era natural! En España, hay la perversa costumbre (símbolode la pereza de la raza) de citar textos de autores, sin puntualizar los pasa-jes de donde se toman: ¿Lo vé Vd. claro, hombrín de Dios? ¿Sí, eh,? pues aotro perro con ese hueso, que en mi casa, es cama de galgos, y no los hay.

Y al despedirse insiste haciendo como siempre burla de sí mismo:

Nada más: que pase Vd. buen verano; nuevo abrazo a Marcelo; y alamigo del encargo jovellanista, que no sea chinche, que estoy en la fronterade los 77 y, además, que tengo un genio de 50.000 de a caballo, y con har-pón de avispa, “pra os labercos”301.

Es indudable que si él mismo reconocía su fama de mal carácter, éstafuera en aumento. Pero para Pachín de Melás el verdadero carácter de suamigo es otro muy distinto:

“Es don Julio Somoza, a quien tanto admiro, mejor dicho,venero, el prototipo de la modestia sin ostentación alguna que ocul-ta su natural sentir. Huye siempre de toda publicidad, de todo honor,reconcentrado en su excelsa labor erudita”302.

Y añade respecto de su fama de mal genio:

“Hay quien dice que tiene el carácter desabrido, hosco. Yo leencontré en todo momento dulce, cariñoso. Para los inoportunos sí.Para esos que preguntan tontamente por el solo placer de preguntarlo que ni les va ni les viene, ni les importa maldita la cosa, con esosse pone frenético”.

301 Carta fechada el último día de julio de 1924, dirigida a don A. Ricardo Rodríguez.Archivo de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, H-50/1.302 La ausencia de vanidad es una característica de la personalidad de Somoza que han des-tacado también entre otros Patricio Adúriz y Francisco Carantoña.

192

Page 192: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Como él tenía interés y mucho, se sentía legitimado a reclamar y casiexigir de cuantos tenían algún documento importante para la historia se lofacilitasen, no con el ánimo de apropiarse de él sino de darlo a la luz pública.Basta recordar, como ejemplo de su honesta conducta en este punto, que envióa don Marcelino puntual y escrupulosamente en el plazo convenido aquellosansiados Diarios que tanto amaba y tanto placer le proporcionaron. Crítico conmuchas cosas, lo es también con aquellos que acaparan documentos y legajosvaliosos sin darles jamás la utilidad a la que sin duda están destinados.

Porque el buen deseo se estrella en nuestra patria, en lo que a inves-tigaciones literarias toca, no en su completo o escaso éxito, sino en la inercia,pasividad o interés egoísta de los poseedores de tales presas, quienes, las másde las veces, ni las saben leer, ni las entienden, ni en su duro cerebro pene-trará jamás a mazo y cuña, el concepto de utilidad de semejantes papeles.Poseedor existe, que antes se despojará de cualquier órgano vital, que renun-ciar a uno de sus carcomidos papeluchos, negándolos con rudo y desabridogesto, y con hostil y áspera fiereza: y el pobre diablo que de tal modo se con-duce, ignora que es un ente ordinario, vulgar representante del atavismo dela raza, al imaginar que en su custodia, va librada la seguridad y el porvenirde su familia. ¡A tan triste estado y decadencia, hemos venido en la tierra delos aspavientos, donde tiene su feroz guarida, el pavoroso y espantableendriago, don Pelayo Infanzón de la Vega, Quijote de las Asturias!303...

Otro que también lo veneró no solo con el cariño con que se veneraal maestro sino con cariño de nieto, fue Pedro Hurlé. De sus relaciones yahemos dicho algo al hablar de la Numismática. Basta recordar ahora quecuando en 1954, Alejandro Alvargonzález, otro gran admirador de Somoza,publicó la carta de Fermín Canella a Fernández Vallín, que hemos citado másarriba, en la que llamaba a Somoza pobre diablo, Pedro Hurlé arremetió conuna artículo en defensa de su recordado y querido maestro. Reconoce el dis-cípulo los defectos del maestro pero, aún así, dice: “Ingratos seríamos a sumemoria, si no rompiésemos una lanza en su favor, cuando cualquier espe-cie, falsa o cierta, viniese a empañarla, disculpándole en sus errores y defen-diendo sus aciertos”304.

Hasta que alguna circunstancia viniera a perturbar la opinión que desus amigos tenía, todo parece indicar que sabía volcarse en ellos. A loscomienzos de La Quintana habla de Aramburu y de Canella como sus queri-dísimos amigos. Sentida fue la muerte de su amigo don Luis Truan, según elartículo que le dedica en El Eco de Asturias. Sabía ser obsequioso y despren-

303 Prólogo a Documentos para escribir la biografía de Jovellanos recopilados por Julio SomozaGarcía-Sala, C. de la Real Academia de la Historia. Volumen I; pág. 19.304 HURLÉ MANSO, Pedro. Don Julio Somoza y García-Sala. El Comercio, 28 de julio de 1954.

193

Page 193: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

dido, incluso con los que ni siquiera eran amigos, sino simples aficionados asus materias de estudio, regalándoles libros de su biblioteca305. Donó a su dis-cípulo Pedro Hurlé monedas de su colección. Del enfado que tuvo Somozacon él a causa de deshacerse del ejemplar del Informe de la Ley Agraria por elescrúpulo que como creyente le produjo al ser una obra incluida en el Índicede Libros prohibidos de La Iglesia, es fácil suponer que sus prontos no nacíansino de cuanto era objeto de estudio y dedicación apasionada para él.

Las diferencias, por ejemplo con Fermín Canella, no tuvieron otroorigen que la pasión investigadora. Somoza echa en cara a su amigo de LaQuintana dos acusaciones muy graves: afán de protagonismo y falta de ver-dad histórica. Así se lo dice a Sebastián de Soto Cortés: ¿Fermín dije?Muchísimo cuidado: reserva y silencio, sobre todo esto. Ese, en cuanto “pesca” unaidea, por el insensato afán de ser el primero en darle publicidad, la tuerce, la cambia,la disloca, la tergiversa, y saca... un ciempiés. Y más adelante: Porque amigo Soto,desde qe Fermín “se atreve” a escribir la Historia de Asturias, se miente mucho306.Causa admiración que Canella respondiera a estas acusaciones con la cons-tancia de su afecto hacia él.

Lo mismo se puede suponer de las diferencias con Fernández Vallín.Es fácil imaginar que tendrían su origen en celos “jovellanistas”, con todaseguridad. Podemos calificar sus enfados de enfados culturales nunca perso-nales. La advertencia a un amigo de que no colocase tal escudo de armas enla fachada de su casa porque no le correspondía, no iba dirigido en términosdubitativos o de consejo sino en forma tajante que llevaba cuando menos aenfriar un tanto aquella relación. A Somoza le perdían las formas, pero quie-nes le conocían aguantaban el chaparrón, y pasada la tormenta, don Julio vol-vía a ser hombre cariñoso y obsequioso.

7.— Afán de perfeccionismo

En todo caso nadie podía dejar de admirar su obra, tanto amigoscomo enemigos, e incluso aquellos que combatieron sus ideas, no puedendejar de admirarlo. Ya veremos al tratar de la Batalla de Covadonga, cómo elgran hispanista Sánchez Albornoz no pudo dejar de hacerse sensible a la tre-menda personalidad de aquel viejo tozudo que negaba tan importante bata-lla. Y es que el esfuerzo de su obra es gigantesco.

305 Preliminar. Bibliografía Regional Asturiana; pág. XIX.306 Carta de fecha 22 de febrero, sin año. FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, H-50/1.

194

Page 194: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Se ha calificado su tesón de paciencia benedictina, frase muy en bogaen la época. Una gran laboriosidad preside todos sus trabajos. Paradójica-mente, sentía cierto complejo de fracaso como consecuencia de su falta deformación académica, pues en cartas a Braulio Vigón lamenta lo que él llamasu holgazanería y las lagunas que, por esta causa, tiene en su formaciónhumanística, además de cerrarle el camino para obtener los puestos a que, enotros aspectos, podía optar307. Sin embargo, no puede llamarse holgazaneríaa su ingente labor.

Y es que era un amante del perfeccionismo y lo que ello conlleva quees el orden. Por eso odiaba los errores, fustigándolos con el sarcasmo y laburla. Confiesa a Menéndez Pelayo ser esclavo del orden y la disciplina en unacarta donde le acaba de decir que ver citados en los Diarios de forma equivo-cada nombres de ciudades, montes, ríos, términos, etc., de Asturias, por partede los amanuenses de Jovellanos, que metían cada zapatón que temblaba el orbele producía una crispadura de nervios de todos los diablos308. Ya veremos cómo alser publicados por el Instituto de Jovellanos llevará a cabo una importantísi-ma labor de corrección.

Todas las obras de Somoza llevan el sello de su personalidad. Quienmejor lo ha visto y mejor lo ha expresado ha sido Alejandro Alvargonzálezquien decía admirarle “en sus obras de erudición crítica y crítica histórica,cargadas todas ellas de bilis, de resentimientos, de veracidad, de infatigablelucha y tesón, todas ellas hermosas y dignas de un fuerte carácter, donde serepresenta tal y como era, sin paliativos y ambages y no un fantasma quealgunos asustadizos nos quieren pintar, y los cuales temen que por decir queun gran hombre fue humano y tuvo sus defectos, preferencias, odios, amoresy toda gama de sentimientos que anidan en el alma mortal corriente, dejó poreso de ser un gran hombre”309.

Sin duda alguna fue su tremenda personalidad, su genio enérgico eintelectualmente tenaz, exigente y apasionado lo que ha producido su obra.Para llevar a cabo tamaña empresa había que ser duro y exigente, nervioso,activo, concentrado, perseverante, inconformista, sincero y estar guiado porla conciencia de servir al bien de los demás. Somoza ha sabido transformar,como él diría, la proverbial galantería española en proverbial actividad yhabitual perseverancia.

307 VIGÓN, Ana María. Prólogo a VIGÓN, Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infanti-les. Poesía popular. Estudios históricos. Prólogo de Ana María Vigón. Nota editorial de EmilioMarcos Vallaure. Oviedo, Biblioteca Popular Asturiana, 1980; pág. XXVII.308 Epistolario. Tomo XI. Carta 449; fecha 31 de diciembre de 1891; pág. 367.309 Don Julio Somoza de Montsoriú (Segunda parte de una que debió ser primera). El Comercio, 1de agosto de 1954.

195

Page 195: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Nada de formas, nada de disimulos, nada de nada, simplementemanos a la obra con la verdad desnuda, caiga quien caiga.

Como ha dicho nuestro recordado Francisco Carantoña, tenía razónSomoza en dejarse llevar por la santa cólera310.

310 Prólogo a la edición facsímil de Cosiquines de la mió Quintana. Gijón, Editorial Auseva,1988.

196

Page 196: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 9

Las termas romanas

1.— Somoza en escena de la mano de Jovellanos

Al comenzar el siglo XX Julio Somoza se había convertido en el másgrande jovellanista de la historia. Su nombre será asociado de forma impere-cedera al de don Gaspar Melchor de Jovellanos. Sus propios paisanos así loreconocían. Cuando en el verano de 1902 se habla de reanudar el proyecto deconstrucción del Muro de San Lorenzo, publicó El Comercio un poema subti-tulado “mito...lógico” en el que aparecen Júpiter, Minerva, Apolo, Baco yotros dioses, en torno a la discusión de la necesidad de la construcción delmuro en la playa.

En medio de la narración surge Jovellanos del agua en estatua debronce acompañado de Julio Somoza:

Por fin, cuando pisan la playa arenosa,gritando el dios Jove silencio mandó,y el pueblo dijo con voz poderosa:—Postraos ante el genio que al puerto llegó.Él es Jovellanos, el sabio... la gloria,el digno de fama y eterno laurel,y el otro sujeto que trae de la mano,es Julio Somoza que viene con él.La estatua de bronce, pegando dos saltos,dejando a don Julio, por fin rompe a hablar,y en un verso libre, de estilo anticuado,las grandes ideas comienza a explicar...

Y cuando termina la estatua de hacer su panegírico de la tierra y loshabitantes de Asturias, sin pronunciarse ni a favor ni en contra del objeto del

Page 197: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

debate: la construcción del muro, “un viva que dio Somoza / fue el epílogofinal / con aplauso general / de toda la gente moza”311.

Al año siguiente de estos versos aparecerá en el mismo periódicootros dirigidos todos ellos a Somoza. Esta vez en tono nada laudatorio. Serácon ocasión de los importantísimos hallazgos arqueológicos del CampoValdés, que son sin duda una de las páginas más interesantes de la historio-grafía asturiana. En esta ocasión, don Julio tropezará con la incomprensiónde una buena parte de sus paisanos, que no valorarán el descubrimientohasta que el tiempo venga a demostrar lo acertado de sus conjeturas y análi-sis. Merece, pues, por una y otra causa un detenido estudio de todos los deta-lles y circunstancias que rodearon el suceso.

2.— El hallazgo de un laborioso artista

Fue al abrir una zanja para la construcción de una alcantarilla por loempleados municipales cuando un modestísimo vecino y laborioso artista, segúnexpresión de Somoza, descubrió estas ruinas y paró en ellas su atención. La pri-mera noticia del descubrimiento nos la da El Comercio con fecha 10 de marzo,y ella es la que el propio Somoza toma como del inicio de las excavaciones312.Sin embargo, el hallazgo tuvo lugar algunos días antes, según se desprendede la gacetilla de dicho periódico, que contaba así el suceso:

Excavaciones en el Campo Valdés.

En la zanja abierta en el Campo Valdés para la construcciónde una alcantarilla, se han descubierto estos días algunos restoshumanos, así como ladrillos canalizados en perfecto estado de con-servación y que se creen de origen romano.

Ayer, durante todo el día, acudieron a aquel lugar muchoscuriosos, atisbando el momento sensacional del descubrimiento dealgún vestigio misterioso.

311 El poema compuesto en tres Cantos y publicado en los días 23, 24 y 25 de julio lleva lafirma de Xuan de la Coyar, que sin duda debía ser persona muy allegada al círculo deSomoza, ya que en el poema se hace una referencia a la jaca airada / que monta Sebastián SotoPosada, amigo de Somoza.312 Gijón en la Historia General de Asturias, Vol. I. Nota 1; pág. XXIII. Por otra parte, nuestroamigo Luis Argüelles en la columna “Viejo Gijón” de El Comercio, 22 de noviembre de 1996,fija la fecha del 3 de marzo.

198

Page 198: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 199: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

A última hora de la tarde, las palas y picachos de los obrerostropezaron con un pavimento de ladrillo, el cual no se sabe si consti-tuirá el techo de tumbas antiguas subterráneas o antiguos hornos.

Hoy continuarán los trabajos de investigación, que verdade-ramente son curiosos y despiertan interés313.

Lo que no comenta la prensa es a quién se debía el descubrimiento.Será el propio Somoza quien nos lo diga:

A principios de marzo de 1903 nos avisó nuestro amigo y conveci-no don N. M.z S. que al abrir una zanja en el paseo de Valdés para la cons-trucción de una alcantarilla, había aparecido un piso o pavimento de colorrojizo, que le había llamado la atención por algunas particularidades extra-ñas314.

A pesar de que Somoza le nombre con las siglas, se trataba de unamigo. Es muy probable que conociendo el carácter tímido y modesto delartesano, no se atreviera sin su permiso a nombrarle. Sin embargo, más ade-lanta en la misma obra Gijón en la Historia General de Asturias, en la nota 171,correspondiente al capítulo dedicado a las termas le menciona como N.Martínez.

Era don Nemesio Martínez Sierra, que tal era el nombre completo deldescubridor, un famoso y laborioso grabador, de espíritu selecto y corazónbondadoso, alma noble, que había trabajado al lado de Alfredo Truan, puesdominaba tanto la madera como el cristal. Ovetense de nacimiento (1894), decuya Escuela de Bellas Artes fue alumno, llegó a Gijón tras una breve estan-cia en Madrid, empleándose como dibujante en la litografía de la calleLibertad, que regentaban los señores Arranz de la Torre, Crespo y Cruz. Hizolos primeros planos de los puertos de El Musel y del Apagador. En 1884 habíapublicado una curiosa Guía de Gijón, con la vista de las principales calles dela villa dibujadas a pluma, documento hoy muy estimado. Fundó en 1890una revista quincenal artística titulada El Trazo. Era profesor de Dibujo delAteneo. Compartía con su íntimo amigo Julio Somoza la vocación jovellanis-ta y la afición por el coleccionismo de grabados antiguos, de los que forma-ron una gran colección315. Existe un testimonio tanto de esta amistad como dela afición de Somoza al grabado en unas notas de puño y letra del ilustrejovellanista en las que describe una estampa que poseía el entrañable amigo.

313 Al día siguiente, 11 de marzo, aparecería recogida la misma noticia en El Carbayón deOviedo.314 Gijón en la Historia General de Asturias. Vol. I; pág. 1.315 Toda esta información nos la da Pachín de Melás en su reportaje gijonés titulado: DonNemesio, el Grabador, aparecido en La Prensa el 3 de diciembre de 1933.

200

Page 200: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 201: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Estaba grabada en cobre y medía 0,72 m de largo por 0,53 m deancho. Estaba dibujada por Luis Parret y grabada por José Ximeno. Se titula-ba “La desgracia imprevista y la felicidad inesperada”. Representaba laextracción de la artillería y caudales del navío San Pedro Alcántara que fue apique en Peniche (Portugal) en el año 1786 316. No sería la única vez en que elinsigne grabador apareciera unido a Somoza en el descubrimiento de unvalioso hallazgo; ya en 1898 sería testigo de aquel sorprendente y lamentableestado en que fueron encontrados muchos manuscritos de Jovellanos, envol-viendo restos de jabón, de las jabonadoras de la acequia del molino deCeares317. Don Nemesio dejó al morir, el 20 de marzo de 1916, tras una vidaaustera, un cariñoso recuerdo y un gran respeto a su memoria. Somoza lededicó este epitafio:

Cansado ya de batallar sin treguacontra la ciega fuerza del Destino,piadosa al fin, te deparó la Muertela paz serena del eterno olvido.

Del olvido le hemos rescatado por su importante papel en estehallazgo. Don Nemesio, nada más percatarse del interés arqueológico de loaparecido en el Campo Valdés, lo primero que hizo fue avisar a su amigoJulio, quien a la primera ojeada se percata de que son restos romanos. Así noslo cuenta Somoza: Fuimos a verlo incontinenti, y a la primera ojeada, y sin vacilar,nos persuadimos de que aquellos restos, por sus materiales, forma, aire y antigüedad,debían pertenecer al periodo romano318.

3.— Cuatro faramallas y buscarruidos

Es probable que fuera el propio Somoza quien contribuyese con sucomentario a despertar el interés de los vecinos y del público, que curioso seacercaba a ver si se veía algún objeto de interés. La aparición de los restoshumanos mantendría in crescendo esta curiosidad popular. El caso es quedesde el primer momento las excavaciones excitaron la curiosidad de la gente.

Contó entonces don Julio con la importantísima ayuda y colabora-ción de su viejo amigo don Calixto Alvargonzález Landau, hombre que uníaa su condición de industrial una amplísima preparación intelectual. Llevó acabo la obra de levantar el segundo cuerpo del Instituto de Jovellanos y

316 La nota aparece al final del Pequeño diccionario geográfico de Julio Somoza. (BibliotecaAsturiana del P. Patac, doc. FC 164).317 Víd. Cap. I.318 Gijón en la Historia General de Asturias. Vol. I; pág. I.

202

Page 202: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

ahora llevaría a cabo con exquisito primor y cuidado estas excavaciones,aportando sus conocimientos arqueológicos adquiridos en un viaje aPompeya.

El día 12 de marzo apareció en El Comercio una gacetilla en la que seridiculizaba a quienes “han creído tener enfrente alguna portentosa ‘obra deromanos’ de gran interés histórico para Gijón”, y señalaba que en el ArchivoMunicipal había una escritura de 1650, según la cual don Fernando Valdés,ascendiente de la familia Revillagigedo, había hecho construir en el sitiodonde se estaba excavando, un muro de contención de la almena para defen-sa de sus propiedades, pero el Ayuntamiento no le dejó, dadas las quejas delos vecinos, y mandó demoler las obras para dejar paso a la iglesia. Y eranesos los vestigios descubiertos.

El día 15 volvía a insistir en que la cosa no tenía la importancia quese le había pretendido dar. También señalaba que “no han faltado graciososcomentarios y jocosas ocurrencias a propósito de los supuestos ‘interesantes’descubrimientos, y terminaba diciendo”:

“Como nunca faltan gentes desocupadas que andan a caza debaratos entretenimientos, vienen estos días constituidos en guardiacerca de la zanja famosa, no pocos arqueólogos de ‘lance’ que sueñancon ver resurgir, a lo mejor, bajo el golpe de la piqueta, encantadasmansiones por el estilo de las que tantas veces se creaba don Quijoteen los inexhaustos veneros de su imaginación ardiente y dislocada.

En fin, cada loco con su tema y cada anticuario con su mone-da cuadrada o con su ladrillo acanalado”.

Pero la cosa subió de tono dos días más tarde, en que aparecieronunos versos con la firma de ZAPICO, en los que se hacía clara alusión aSomoza, quien ya entonces, como él diría, estaba cierto del tipo de restosencontrados, a juzgar por el título del poema, que decía así:

Los restos de Cartago, antiguascatacumbas o baños sulfurosos.

—————————Leyenda en cantos (rodados)

CANTO PRIMERO

Hoy, Fabio, que las diosasde la mansión de Apolo y Heliconame invitan a cantar, entre otras cosas,la vida harto feliz de tu persona.

203

Page 203: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

En versos mal medidos,sin música y sin arte,voy una historia póstuma a contartey si con mil cumplidosmis pobres versos sin piedad rehusas,imploraré a las musashagan llegar su canto a tus oídos.y sin ser yo un Quintana, un Garcilaso,un Zorrilla, un Barlart, un Aguilera,Tirso, Espronceda, Campoamor o el Tasso,Quevedo, Moratín, Flores García,te diré en poesíalo que tal vez en prosa no pudiera.Y entonces con palabras melodiosasy versos armoniososte contaré unas cosasque pasarán sin duda de curiosasy serán el asombro de curiosos.

CANTO SEGUNDO

Allá en los tiempos el doctor Pandolfo,aquél sabio eminenteque dieron en llamarlo ingenuamentemás que sabio precoz, valiente golfo,vinieron a Gijón dos maragatoscon un fardo de platosde porcelana finay otros varios enseres de cocina.Mas como entonces, al igual que hoy día,eran las lluvias por demás frecuentes,y el mercado se hacíaa la orilla del mar y a cuatro vientos,los pobres maragatos levantaron una especie de tiendacon piedras y ladrillos que sobraronde varios monumentosque a la iglesia contiguaconstruía un Marqués de casa antigua.Los otros comerciantesde botas de Noreña, protestaronen tonos alarmantes,y el Alcalde intervino en el asunto.

204

Page 204: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Dio cuenta en la sesión del sucedidoy ordenaron al puntose fueran los intrusos maragatosa otro pueblo mejor para sus platos.El pueblo de Gijón, agradecidoy victorioso al fin de la contienda,dio vivas al Alcalde y en memoriade aquel día tan grande, aquella tiendase convirtió en escoria.Así me dice ¡oh Labio! en el archivode nuestro Ayuntamiento,un usado papel sobre el que escribopara que sepan todos que no miento.

CANTO TERCERO

¡Oh dulces diosas del hermoso Apolo!prestad de vuestra lira los acentos,no me dejéis tan soloen estos solemnísimos momentos.Llorad conmigo la traidora suertede estos restos del templo soberanoque la infame piquetasorda a tales canciones del poeta,deshace ahora con traidora mano.Aquí un templo romanose eleva majestuosoy más allá una bóveda se asienta.Un baño sulfurosoaquí a mis plantas veo,una lapida allí se me presentay en letras burdas esquiroles leo.Términos sin dudaque el tiempo ingrato carcomiendo muda.¡Un clavo! ¡una moneda! dos ladrillostamaño colosal,un pedazo de copa de cristal,cuatro metros de tubo,un poco de argamasa con pintura..Todo me indica que hubo un notable y artístico edificio,tal vez fuera romana sepultura,una cueva tal vez del santo oficio....................................................

205

Page 205: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Cava, cava, tu frentecúbrela de sudor que ya la historiapagará tu trabajo eternamentecubriéndote de gloria...¿Más qué hallaste ¡oh sabio!que apenas a mover se atreve el labio?¿Una inscripción tal vez? ¿algún escudoque denote una época remota?—¡Solloza de alegría, es una botapegada en este plato con engrudo!

ZAPICO

Se continuarán las excavaciones

Las alusiones a Somoza eran pues clarísimas y directas en ese Sollozadel penúltimo verso, que aparecía igualmente en cursiva en el original.

Pero no era sólo El Comercio el que no creía en la importancia de loshallazgos. También su colega El Noroeste se hacía eco de la explicación de atri-buir las obras a Fernando Valdés en 1650; e incluso se decía: “Tal vez, comocreen algunos, hayan tenido allí los romanos alguna fábrica de oricios”.

De todos estos ataques se vengaría don Julio año más tarde cuandodio a la imprenta su obra Gijón en la Historia General de Asturias, donde se per-mite este largo desahogo:

Permítasenos “por una sola vez”, contestar someramente desde estesitio a la huera declamación de algunos papeles locales en aquellos días, cuyosinspiradores, acreditando una ignorancia supina en materia de investigaciónhistórica, y con una descortesía propia sólo de quienes desconocen en absolu-to los rudimentos del trato social, vertieron especies tan ajenas de toda per-sona medianamente culta, como inspiradas en las más vulgares pasiones.

Al segundo o tercer día de las excavaciones, sin ver, sin saber oír,ni entender, y siendo blanco de las burlas de un “desocupado” (muy amigode zarandear al prójimo por puro pasatiempo), se lanzaron a decir, que aque-llas ruinas, eran de edificios de 1654, según constaba de papeles delAyuntamiento. ¡Buena plancha! pero ¡buena! Como no les diera resultado latentativa, de puro disparatada que era, tomáronlo por el lado de chuscapayasada, y allí salieron a relucir las casas de las “Teñidoras yReblaguinas”, cuya edificación difícilmente subiría del siglo XVIII, y porúltimo, sumándose a las multitudes, bajo su forma más soez, reprodujerontodos los ecos del folklore, bajo la forma de minas, tesoros, gigantesencantados, xanas, ayalgas, nigromantes, y... fábricas de oricios.

Costábales bien poco a estos representantes del Cuarto poder (yapuesto en solfa por Armando Palacio Valdés, vapuleado sin piedad por el

206

Page 206: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

célebre Rector de la Salmanticense, y escarnecido en la picota por la can-dente estrofa de Núñez de Arce), informarse por sí propios, arrimando elhombro, y asistiendo con asiduidad algunos días a las exploraciones, com-pulsando después en las bibliotecas locales sus datos, o asesorándose de per-sonas que sobre la materia pudieran ilustrarles: pero encontraron más cómo-do y barato acudir al repertorio grueso del plato fuerte, suministrándoseloal ilustrado público en la forma que tan acreditada tienen.

Y todo ¿por qué?... Porque desde el primer día, no se encontraron,como pudiera suceder en Pompeya, Herculano, Tarragona, o Mérida, esta-tuas, lápidas, armas, ánforas, ídolos, alhajas, y otros objetos materiales,y bien conservados que satisficieran su curiosidad femenil, y su admira-ción de niño. Querían, como vulgarmente se dice, llegar y besar el Santo.

Y... ¿por qué más?... Porque en la impura realidad de la vida, habíatras cortina, tres o cuatro grotescos faramallas o buscarruidos, que notuvieron ni la iniciativa ni la dirección de la empresa: y, desconocedores porcompleto de lo que son las investigaciones históricas, y en absoluto despose-ídos de todo lo que significa veneración y respeto por la antigüedad, creye-ron (¡vaya si lo creyeron!) que era aquella, ocasión propicia de darse pisto,en una materia que por su índole extraña, había de excitar, naturalmente, lacuriosidad pública.

Somoza ataca a algún desocupado y a tres o cuatro faramallas y busca-rruidos. Da la sensación de que sabe quiénes son, sin embargo no los nombra.Y es que don Julio, así como en las cartas privadas a algún amigo se permite elfranco desahogo en la intimidad de la amistad, en sus escritos públicos suele sermás comedido lógicamente. Y a fuer de jovellanista, termina con este párrafo:

De perlas viene, a los inspiradores y colaboradores de semejantesesperpentos, que se permiten el lujo de llamarse representantes de la opi-nión pública, la sentencia, que dictada con soberana frase, estampó nues-tro preclaro Maestro: donde falta la instrucción, NO HAY OPINIÓNPÚBLICA, porque la ignorancia no tiene opinión decidida, y lospocos que saben, bien o mal, imponen la suya a los que no la tienen.(Jovellanos: Reflexiones sobre la opinión pública, ms. inédito).

4.— Se confirma la importancia de las termas romanas

El Comercio dejó de interesarse pronto por el tema, después de la poe-sía alusiva a Somoza. Pero El Noroeste le dedicaba diariamente algún comen-tario o reseña de lo que iba apareciendo. Por su interés creemos convenienteir siguiendo los avances de las obras. La primera noticia que dio al respecto,

207

Page 207: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

un día después de que lo hiciera El Comercio, ya informaba con algún mayordetalle que su colega acerca de lo descubierto hasta entonces que eran: algu-nos restos humanos, una moneda antigua de cobre y pedazos de ladrillos defabricación romana “al decir de los inteligentes”. Le llamaba la atención elpavimento de hormigón descubierto, como unos tres metros cuadrados, por-que encima y alrededor del mismo aparecían tierras ennegrecidas que tal vezestuvieran carbonizadas. El día 12 daba cuenta de la aparición el día antes dealgo más de cemento y una pared de mampostería paralela al paseo y comoa la profundidad de un metro. Y en medio de la pared un hueco de 70 cm deancho y adosados dos pasos de escalera de piedra. Al día siguiente: unapared hecha de ladrillos y cemento, algunos pedazos de barro cocido quedebieron pertenecer a una vasija y por último un estrecho pozo que aún nohabía sido explorado. El día 14 podía leerse que se habían encontrado peda-zos de vidrio antiguo, una alcantarilla estrecha y un arco de ladrillo “que secree que sirvió de adorno a una fuente hoy desaparecida”. Veinticuatro horasmás tarde se descubrieron los complementos: dos tubos, uno de plomo y otrode barro, que comunicaban con la alcantarilla, y al lado del arco de ladrillodescubierto una delgada pared de ladrillos huecos que comunicaban entre sípor medio de agujeros. Según Francisco Carantoña, el día 16 de marzo ten-dría lugar el hallazgo de las Termas Romanas319.

La Comisión Provincial de Monumentos debió de enterarse de lanoticia a través de don Octavio Bellmunt, correspondiente de la Academia deBellas Artes, quien informó de palabra al vicepresidente de la Comisión, quelo era don Rafael Altamira. Enterada del asunto, en sesión de fecha 17 demarzo, presidida por su presidente don Fermín Canella, acordó remitir unoficio al alcalde de Gijón, don Eduardo Martínez Marina, interesando suintervención en las excavaciones y rogándole al propio tiempo que procura-se librar de la destrucción los objetos encontrados, según determinaba elReglamento de las Comisiones Provinciales, en tanto fueran examinados porun individuo de la Comisión que habría de trasladarse a examinarlos. De estecomunicado se hizo eco la prensa local320.

Pero el Ayuntamiento ya se había interesado desde el primermomento en el asunto gracias a la presencia en su seno de una persona aquien la prensa señalaba bajo la expresión “algún celoso concejal”. Se tratabadel antiguo alcalde de Gijón y entonces concejal, don AlejandroAlvargonzález, primo de Calixto Alvargonzález. En el acta de la sesión ordi-naria del día 18 de marzo de 1903 podemos leer cómo pidió la palabra y “unavez concedida dijo que con motivo de las excavaciones hechas para la cons-

319 CARANTOÑA, Francisco. Pintores Asturianos. Evaristo Valle. Oviedo, Banco Herrero,1972.320 El Noroeste de 19 de marzo de 1903.

208

Page 208: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

trucción de una alcantarilla en el Campo Valdés se observan vestigios de unaedificación muy antigua, que con el auxilio de dos operarios se fue descu-briendo, e induce a creer que continuando los trabajos podrá obtenerse algoútil para la Historia de Gijón; y que en este concepto proponía alAyuntamiento se autorizase la continuación de dichas excavaciones quehabían de originar un gasto de muy poca importancia”. Y el Ayuntamientoacordó conceder dicha autorización321.

Por su parte la Comisión Provincial de Monumentos en sesión de 21de marzo acordó que el domingo inmediato visitasen las termas los miem-bros de la Comisión, señores don Inocencio Redondo y don Rafael Altamira.Tras el examen de los sabios, se confirmó sin lugar a duda la importancia delhallazgo. Eran restos romanos, y concretamente se sabe que hay una terma ocaldarium romano. Se sacaron varias fotografías y dibujos y el coste de la obraresultaba pequeño.

Casi un mes más tarde, el día 15 de abril, Alejandro Alvargonzález,reconocido como director o gerente oficial de las excavaciones322 dio cuentadel resultado de su gestión. He aquí literalmente la interesante exposición delSr. Alvargonzález según el acta de la sesión:

“El Sr. Alvargonzález expuso: Que con fecha 18 de marzoacordó el Ayuntamiento autorizarle para hacer las excavaciones con-venientes en el Campo de Valdés, a fin de descubrir los restos de laedificación antigua que había aparecido al construirse una alcantari-lla y que creería pecar de desagradecido y al propio tiempo deincumplimiento de su deber si no diese cuenta de los resultados; quehasta ahora se llevaron descubiertos unos muros de una edificaciónque por todos los conceptos parece ser una terma o caldarium roma-no, que sacó varias fotografías y dibujos, los cuales tenía a disposi-ción de sus concejales, sin perjuicio de en su día entregarlos alAyuntamiento con los objetos a que se refieren y una memoria expli-cativa del descubrimiento, limitándose por ahora a significar que nohan sido estériles los gastos hechos hasta la fecha y que no excedende 180 pesetas, siendo de esperar que en adelante produzcan aúnmejor resultado”323.

321 Libro de Actas de Sesiones de 1903; folio 106 vuelto. Archivo Municipal de Gijón.322 Así se deduce, sin lugar a dudas, por el Acta de la Comisión Provincial de monumentosde fecha 16 de mayo de 1903 en el que se le piden noticias como tal Director de las exca-vaciones. (Libro de Actas de la Comisión Provincial de Monumentos. Archivo del MuseoArqueológico Provincial de Oviedo).323 Libro de Actas de Sesiones de 1903; folio 135 v. y 136. Archivo Municipal de Gijón.

209

Page 209: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Julio Somoza años más tarde agradecerá el interés del Ayuntamiento conestas palabras:

Corrida la noticia llegó muy luego a la del Ilustre Ayuntamiento,donde varios concejales promovieron la idea de continuar las excavaciones,que con laudable celo, alentó y protegió aquel distinguido Cuerpo. A él, portanto, se deben los descubrimientos hechos, mereciendo por sus méritos yútil concurso, el aplauso unánime de todos los hombres estudiosos324.

No aparece expresamente mencionado su amigo AlejandroAlvargonzález, pero ello no obedece a desagradecimiento sino a que él no fueel único concejal que se interesó por las excavaciones. En el acta de la sesióndel día 15 de abril, ya mencionada, se nos informa que levantaron la mano aun mismo tiempo los señores Menéndez Ruiz y Rato y Hevia solicitando eluso de la palabra, y concedida al primero manifestó su satisfacción de losresultados obtenidos por el Sr. Alvargonzález y, tras darle las gracias por sutrabajo, proponía se le autorizase a continuar “por ser sin duda el descubri-miento de gran importancia histórica” y que “se haga y publique la memoriaa que se refirió”. El Sr. Rato y Hevia dijo después que había pedido la pala-bra para proponer lo mismo. El Ayuntamiento acordó por unanimidad con-forme con lo propuesto por dichos señores. Sin embargo, la memoria comoya veremos no será publicada.

Las excavaciones se llevaron a cabo con todo el rigor científico deacuerdo con los conocimientos de la época, según ha venido a reconocer ennuestros días la arqueóloga Carmen Fernández Ochoa en su reciente libro: Lamuralla romana de Gijón (Asturias). Para esta autora las excavaciones arqueo-lógicas de las Termas romanas del Campo Valdés supusieron un hito en laarqueología asturiana. “Por primera vez —dice— se plantea una excavacióncon bastante rigor científico y se elabora una monografía que presenta unascaracterísticas muy avanzadas para su época”325.

Es admirable pues cómo personas ajenas al ámbito universitario yacadémico, es decir “sin método científico” (como diría cualquier ilustre aca-démico o catedrático) han llevado a cabo una labor rigurosa en la difícilmateria de la Arqueología. Sobre todo si se tiene en cuenta que a decir de donJulio la mayor dificultad estaba en la ausencia en nuestra patria de una obramanual y práctica sobre semejante materia.

324 Gijón en la Historia General de Asturias. Vol. I. Nota 171; pág. 261.325 FERNÁNDEZ OCHOA, Carmen. La muralla romana de Gijón (Asturias). Gijón. Electa,1997; págs. 33 y 35.

210

Page 210: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 211: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Además, y de ello eran conscientes sus descubridores, se precisabanconocimientos arqueológicos y arquitectónicos, y otros auxiliares, propios deingenieros, constructores y arquitectos. Sin embargo, contaron con el mejorauxiliar, su voluntad y su amor al pasado:

Mas como nadie está obligado a dar más de lo que tiene, claro es,que nuestra voluntad y buen deseo habían de suplir por lo que nos faltaba,empeñándonos en esta empresa, más por amor y pasión hacia el pasado, queno por la gloria o provecho que pudiéramos recabar, nula siempre (cuandono ilusoria) en nuestra triste y desdichada patria326.

Los dibujos y el plano tan exacto fue llevado a cabo por CalixtoAlvargonzález, quien llevaba también la realización material de la obra. Asínos lo ha dejado escrito Somoza, quien al hablar de la participación de suamigo en el descubrimiento escribe:

Encargóse el Sr. Calixto Alvargonzález, a nosotros unido por anti-gua amistad, del levantamiento de planos, dibujos, y toda la parte accesoriade la obra, siendo su actividad y entusiasmo tales, que fuera omisión imper-donable no consignar aquí el aplauso y galardón a sus meritorios esfuerzosdebido. Datos interesantes aportados por él de su excursión a Pompeya y alos museos extranjeros, vinieron a confirmar muchas de nuestras conjetu-ras; aclarando otros conceptos enigmáticos y ambiguos sobre la aplicación yuso de los objetos encontrados.

Por otra parte, dado que el Ayuntamiento tenía interés en ello, seencargó de la dirección técnica o supervisión el Arquitecto Municipal donLuis Bellido. Pero este Señor —dirá Somoza— por sus quehaceres y múltiples tra-bajos, sólo asistió dos o tres veces a la inspección, delegando ésta en don Ramón Álva-rez Sala, que atendió cuantas indicaciones se le hicieron, y accedió a cuanto se le pro-puso, por lo que también se hizo acreedor a la gratitud de los aficionados327.

Sin ánimo de entrar en los detalles de los descubrimientos, hay quedecir que se encontraron objetos de vidrio, cerámica, bronce, plomo, hierro,restos animales y trozos de distintos minerales. Concretamente destacaban:un alfiler y una fíbula de bronce, varios colmillos de jabalí, astas de ciervo yun cuerno, además de fragmentos de cántaros, tinajas, etcétera. Los dibujosde las piezas más interesantes fueron enviadas al insigne historiador y aca-démico padre Fidel Fita por Julio Somoza, quien no gustando de adornarsecon plumas ajenas, aclara en su libro que la remisión fue de él pero el dibujode don Calixto Alvargonzález. Eran tres ladrillos con sus inscripciones.Destacaba el de mayor tamaño (445 x 300 mm) con una leyenda griega en

326 Gijón en la Historia General de Asturias. Vol. I; pág. 250. 327 Gijón en la Historia General de Asturias. Vol. I. Nota 3; pág. XXIV.

212

Page 212: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

letra cursiva, que el P. Fita interpretó como Le(gio) IV M(acedonia). Los carac-teres griegos se debían al origen de la Legión y su presencia, por haberseestablecido en el antiguo castro de Cimadevilla un vexilium o destacamentode la misma en tiempos de Augusto. Quedaba al descubierto el posible ori-gen de Gijón328.

Para dar una idea del nivel investigador, el rigor y la minuciosidadcon que se llevó a cabo la investigación, diremos que hasta las pajas y glumasde un cereal fueron examinadas, según el testimonio que años más tarde nosdejó Calixto Alvargonzález en su curiosísima obra: La Escanda, su origen, sucultivo. Al hablar del origen de la escanda lo supone romano y se lamenta dehaber perdido un rastro que hubiese dado alguna luz al tema: “En las exca-vaciones de las Termas del Campo Valdés (Gijón) —dice— encontramos untrozo de enlucido compuesto de cal y guijo, mezclado con pajas y glumas deun cereal, ejemplar que guardaron cuidadosamente para estudiar con dete-nimiento”. Y sigue diciendo: “Nuestros amigos don Julio Somoza y donAlejandro Alvargonzález vieron el ejemplar cuando se sacó de aquellas ter-mas; pero con motivo del traslado de los hallazgos al Instituto de Jovellanosy vernos obligados a mudar de local, aquel pedazo de enlucido se extravió,perdiéndose el único testigo que nos hubiese podido dar alguna luz sobreaquellas pajas y glumas de un cereal”329. Imaginémonos qué hubiera sido sihubieran contado con los sofisticados métodos de análisis modernos.

En cuanto a edificios fueron dos principales los que se descubrieron.Uno estaba distribuido en ocho habitaciones, destinadas a los usos peculia-res de las termas: vestibulum, apodyterium sala de descanso y guardarropa),tepidarium (sala de aire templado), frigidarium (baño de agua fría), caldarium(baño caliente); hornos, almacén de leña, dependencias, etcétera. El otro eramás suntuoso aunque tenía sólo cinco dependencias. Somoza supuso que ahídebía residir el centurión o el praefectus castrorum. Aquí había también unhipocausto construido por tres arcadas.

Los edificios no pudieron ser descubiertos del todo porque se exten-dían hacia el pórtico de la iglesia de San Pedro. Años más tarde, cuando en1936 la iglesia fuera destruida, Pachín de Melás propondrá que se aprovecha-se tal circunstancia para continuar las excavaciones, pero no se hizo. No obs-tante, no hubiera sido muy acertado en la opinión de don Julio, ya que segúnel insigne historiador era de imaginar que se hallarían en deplorable estado,teniendo en cuenta primero la obra de construcción del templo que los daña-

328 Boletín de la Academia de la Historia. Tomo XLVI, enero 1905, citado por Somoza en laspágs. 259 y s. del volumen I de Gijón en la Historia General de Asturias.329 ALVARGONZÁLEZ, Calixto. La Escanda, su origen, su cultivo. Gijón 1908; pág. 21.

213

Page 213: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

ría notablemente y en segundo lugar los enterramientos llevados a cabo en elinterior del templo.

Lo más notable de los edificios era la decoración interior. Ya el día 29de marzo de 1903 había dado El Noroeste la noticia de haberse encontradovarios arcos de piedra cuya misión parecía ser sujetar el pavimento de unavivienda, y un trozo de pared pintada de rojo, azul y amarillo. Es la primeranoticia que aparecía sobre la existencia de pinturas. Según señala Somoza, secombinaban los dibujos geométricos, con otros de ornamentación botánica y florida,entre los que descollaban grandes hojas de bordes dentados, alternadas con tulipanes:y otras de yedra, entrelazadas con flores de bulbo. Maravillaban a cuantos los con-templaban sus vivísimos colores y llamó singularmente la atención un “ties-to colgante”, con asas y cintas, que se asemejaba a una vasija de forma semicircularu oblonga330.

En el mes de mayo Octavio Bellmunt envía a la Comisión Provincialde Monumentos este interesante documento en el que informa del estado delas obras con el objeto de que se reúnan fondos para proseguir:

Como oportunamente manifesté de palabra hace tiempo alSr. Vicepresidente de esa Comisión, se está verificando en esta villaimportante investigación en el Campo llamado de Valdés, que daacceso a la iglesia parroquial de San Pedro, donde se hallaron variosrestos de objetos de procedencia y época romanas, con ocasión deobras municipales para abertura de zanjas.

Lo que en un principio pareció ser dudoso o discutible, eshoy una realidad de importancia histórica, no sólo para el estudio deesta localidad sino para el general de la dominación romana enAsturias, a que se refieren escritores antiguos y singularmente losprovinciales.

Las excavaciones verificadas con celo y competencia poramantes gijoneses, con apoyo del ilustre Ayuntamiento, ya permitenanunciar que se trata de antiguas construcciones o establecimientoromano en Gijia donde en diferentes ocasiones se hallaron elementosanálogos, otros epigráficos y numismáticos, que demuestran la per-manencia del pueblo-rey en este lugar tan próximo a las famosasAras Sextianas.

En los trabajos actuales, a que me refiero, se han hallado res-tos de vieja construcción, fuertes muros de sólido hormigón, un arco,un depósito que asemeja a una cisterna, varios recintos, algunos conbellas pinturas que llaman la atención de los inteligentes, columnas

330 Op. cit., págs. 257 y s.

214

Page 214: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

y algunos objetos sueltos, indicando todo que puede tratarse de unastermas romanas, que indican la importancia del pueblo a que estabandestinadas.

Los doctos investigadores que son don Calixto Alvargon-zález, el ex alcalde don Alejandro Alvargonzález, los eruditos escri-tores don Julio Somoza y don Gerardo Uría y Menéndez Valdés,ayudados por otras personas doctas, se ocupan en estudios de loshallazgos para deducir las oportunas consecuencias referentes anuestra historia que han de publicarse, al mismo tiempo que reúnenalgunos de los objetos hallados para su exhibición en depósito local,como este Instituto o Ayuntamiento o para una remisión al MuseoProvincial.

De todas suertes me creo en el deber de participar a V. todolo ocurrido por si, con fondos provinciales o nacionales se pudieranaumentar los medios para proseguir hasta donde se pudiera con lascomenzadas excavaciones en cuya dirección prestan tan patrióticoservicio los tres indicados.

Dios guarde a V. MS. Años.Gijón, 18 de mayo 1903.Don Octavio Bellmunt.

Una copia de este escrito fue remitido al Presidente de la Academiade Bellas Artes, informando del asunto y poniéndole en antecedentes de loactuado. Sin embargo de los fondos pretendidos no tenemos noticia que selograra nada331.

De tan importantísimo hallazgo se hicieron no sólo fotos, sino tam-bién una acuarela, por un joven pintor, que el año antes había dibujado el car-tel de las Fiestas veraniegas, y que recién llegado de París, donde había estu-

331 Se conserva en el Archivo del Museo Arqueológico Provincial de Oviedo, entre la corres-pondencia de Gijón, el borrador del oficio enviado. Dice así:

“Noticiosa esta Comisión de Monumentos de que en la vecina villa deGijón se habían descubierto restos arqueológicos, al parecer de origen romano,ofició en 17 del mes de marzo último al Sr. Alcalde de aquella localidad pidién-dole que cuidase de recoger los objetos encontrados hasta tanto que la Comisiónlos examine y diera acerca de su valor histórico el dictamen oportuno. Al efecto,a los pocos días después fueron a Gijón el vocal don Inocencio Redondo y elSecretario don Rafael Altamira quienes examinaron atentamente las excavacionesy sacaron la impresión de que se trataba de unas termas de origen romano. Así locomunicaron a la Comisión en la junta celebrada el 16 de mayo.

Con posterioridad a esta fecha el Dr. Octavio Bellmunt, de Gijón,correspondiente de aquella villa de esa Real Academia, dirigió a esta Comisión elescrito que paso a copiar porque comprenda las noticias referentes al estado deldescubrimiento”.

215

Page 215: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

diado con Vierge, había abierto un estudio en el tercer piso del nº 8 de la calleUría, en donde se dedicaba a la enseñanza del Dibujo. Se trataba de EvaristoValle. La obra sería expuesta en uno de los comercios gijoneses según era cos-tumbre. No será la única vez que retrate a Somoza. Andando los años, másde veinte, le hará una famosísima caricatura, en la que don Julio se verá retra-tado con su inseparable paraguas.

Además, la Comisión de Festejos del Ayuntamiento, con fecha 2 dejunio de 1903 presentó el programa de festejos para la temporada de verano,cuyo nº 4 decía así: “Celebrar tres verbenas en los días que se determinen,concurriendo a las mismas, gaitas, tambores y organillos, asistiendo ademásuna banda de Música y serán 1º en San José, 2º en San Lorenzo, y 3º en SanPedro. En este día se expondrá al público la cámara Subterránea Romanaexistente en el Campo Valdés y se premiará a la casa que presente mejor ilu-minados sus balcones”332. Y por si fuera poco, muchos años después, en 1938,un Somoza muy viejecito vería llegar a Gijón a un joven y flamante profesoruniversitario, García Bellido, que investigará las excavaciones. Lo que novería sería cómo el 17 de marzo de 1959 el Ayuntamiento de Gijón, a pro-puesta y previo informe del entonces Cronista Oficial de la villa, don JoaquínAlonso Bonet, tomó el acuerdo de dirigirse al ministerio de EducaciónNacional en solicitud de que las termas del Campo Valdés sean incluidas enel Catálogo de Monumentos Nacionales, acompañando a la petición el con-siguiente estudio y los oportunos asesoramientos. El informe contenía tam-bién la propuesta de colocar una placa en la puerta de las termas o dondemejor se estimase con los nombres de don Julio Somoza, don AlejandroAlvargonzález y don Calixto Alvargonzález Landau, lo cual también se acor-dó, pero nunca se llevó a cabo333.

332 A. M. G. Actas de Sesiones de 1903; folio 193. Aunque el programa no fue aprobado enesta sesión, sino que se continuó su discusión, ésta giraba en torno al presupuesto que sefijó en 30.000 pesetas, y nada hace pensar que se desistiera de la idea de abrir las excava-ciones al público. En la prensa no hemos encontrado referencia a la apertura al público.333 El acta de la sesión de la Comisión Permanente de fecha 17 de marzo de 1959 dice así:“Seguidamente se dio lectura a una escrito del Cronista Oficial de la Villa, don JoaquínAlonso Bonet adjuntando dos informes, que por encargo de la Alcaldía, ha redactado enrelación con la posible declaración de un monumento nacional y varios monumentos deinterés histórico artístico local, formulando algunas indicaciones con respecto al Campo deValdés, lugar en que se encuentran los principales testimonios de nuestro tesoro artístico,sugiriendo también la idea de que en ese lugar se dedique un recuerdo a uno de los másilustres gijoneses, don Juan Agustín Ceán Bermúdez, discípulo y colaborador deJovellanos y primer historiador de las Bellas Artes en España, proponiendo también queen la puerta de entrada a las termas romanas o donde mejor se estime, se coloque unapequeña placa con los nombres de los tres ilustres gijoneses que tanto han trabajado por laidentificación y conservación de ese monumento de origen romano, don Julio Somoza, donAlejandro Alvargonzález y don Calixto Alvargonzález Landau (sic). La ComisiónMunicipal Permanente aprobó la propuesta”. A. M. G.

216

Page 216: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

5.— Testimonio para la posteridad

Por otra parte, pensando en dejar testimonio de los descubrimientosa los venideros, tanto Julio Somoza como Calixto Alvargonzález se propusie-ron llevar a cabo a este efecto sendos estudios. De acuerdo con una oportunadivisión del trabajo, correspondería a don Julio la realización de unaMemoria, que tendría por objeto según sus palabras: la redacción fiel de lasinvestigaciones practicadas, así como también la conexión y enlace que este descu-brimiento guardaba con los primeros tiempos de nuestra historia regional y local. Porsu parte, Calixto Alvargonzález habría de realizar una Monografía de sus tra-bajos y observaciones, dando cuenta de los objetos encontrados; abasteci-miento, distribución y salida de aguas; clase y estructura de los pavimentos,etcétera334.

La Memoria no llegaría a realizarse y la Monografía, realizada en1906, vería la luz pública casi sesenta años después, sufragada por elAyuntamiento. En efecto, el día 8 de septiembre de 1965, festividad de laVirgen de Covadonga, se terminaba de imprimir en la máquina offset“Aurelia 49”, de la imprenta La Industria, el libro titulado Termas Romanas delCampo Valdés-Gijón, figurando como colaboradores de su autor don JulioSomoza y Alejandro Alvargonzález.

Inédito el manuscrito desde aquella época, aunque accesible a la con-sulta de los investigadores, sería un hijo del autor, José Luis AlvargonzálezCaso, el que encargaría la preparación y revisión del original a Joaquín A.Bonet, entonces director del diario local Voluntad. Se imprimieron 500 ejem-plares, más otros 25 en papel especial335.

De esta Monografía Carmen Fernández Ochoa ha escrito: “En ellaencontramos una planimetría bastante rigurosa, unos dibujos arqueológicoscorrectos, un estudio en profundidad de los materiales recuperados, así comoun análisis de los distintos elementos arquitectónicos encontrados, que aun-que hoy están superados, muestra un rigor y una exactitud muy superioresa lo que sería de esperar en su época”336.

334 Gijón en la Historia General de Asturias. Vol. I, págs. V, 251 y 256.335 LARUELO ROA, Marcelino. Las Termas Romanas del Campo Valdés. El Comercio, 27 dejunio de 1993. El autor del reportaje se lamenta que la obra no fuera de nuevo reimpresa. 336 La muralla romana de Gijón (Asturias). Gijón, Electa, 1997; págs. 33 y 35.

217

Page 217: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

6.— Historiador de Gijón

Por su parte, Somoza, si bien no llevó a cabo la Memoria, daría a laimprenta en 1908, en tirada reducida de doscientos ejemplares, su obra endos volúmenes titulada Gijón en la Historia General de Asturias, que le consa-grará como el mejor historiador de Gijón. En el primer tomo recogerá toda laépoca romana de su ciudad natal. Allí explicará las razones que tuvo para nopublicar la memoria. Aunque habían logrado un éxito feliz en el hallazgo(con más recursos y mejores elementos —dirá satisfecho de lo realizado— fraca-saron otros), sin embargo, quedaban otras incógnitas: el perfil de la muralla;el nombre romano del pueblo a falta de inscripciones; una fecha; los objetosaparecieron casi todos rotos; no aparecieron monedas romanas, eran en sumayoría de los Reyes Católicos; etc. Con tales escasos elementos —dirá—, juz-gamos que la “Memoria” así redactada, no resolvería cuestión alguna, y por lomismo, preferimos ampliar el tema, abarcando un periodo más extenso que suminis-trara mayor número de datos para el debido esclarecimiento.

De modo que éste parece ser el origen de la nueva publicación cuyapróxima aparición anuncia en carta a su amigo Menéndez Pelayo en sep-tiembre de 1908: para el mes entrante —le dice—, si el impresor no me falta a lapalabra, tendré el gusto de remitirle mi última obra en dos volúmenes, Gijón en lahistoria general de Asturias.

La nueva historia gijonesa será publicada gracias a don Eduardo deLlanos Cifuentes y Álvarez de las Asturias, entusiasta jovellanista, beneméritopropagador de la Instrucción Pública en su patria, según rezaba la dedicatoria. Talfue el mecenas que para esta ocasión se buscó don Julio. La tirada fue de dos-cientos ejemplares, no creemos que por tacañería del patrocinador sino másbien porque Somoza estaba convencido de que personas a quienes realmen-te les interesaran los temas históricos y el conocimiento de su tierra no eranmuchas.

Es muy probable que fuera a raíz de los descubrimientos del CampoValdés, quizá como consecuencia del incidente del descubrimiento de lagluma de cereal, comenzase Calixto Alvargonzález a interesarse por la escan-da, de modo que el mismo año que Somoza publica su Gijón en la HistoriaGeneral de Asturias, Calixto publicó su libro La Escanda, su origen, su cultivo.

Ambos amigos se prestarían recíprocamente su colaboración paraestas obras. Así por ejemplo, de su visita por los museos extranjeros trajoCalixto a su amigo Julio una fotografía del astur Albano de cuya inscrip-ción tenía dudas, que don Julio publicó en el volumen primero de su

218

Page 218: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

obra337. Por su parte, Somoza le envía cuanto encuentra sobre la escanda,tomándolo de las fuentes antiguas, históricas y literarias338 o incluso de lapropia naturaleza, como hizo enviándole un horru que su amigo se apre-suró a dibujar en tamaño natural y reproducir en su libro. TeniendoSomoza caserías y tierras de labor, conocía bien este nido de barro que cier-tos insectos formaban en las aristas de las espigas del trigo y de la escan-da, y que era muy difícil de encontrar339.

Cuando Calixto publica su obra, el amigo corre a felicitarle. No leencuentra en casa y le deja una nota en la que le dice:

Mi amigo Calixto.

Son las 5 y no alcancé a verle. De todos modos, mi objeto es darle laenhorabuena por su interesante trabajo sobre la gramínea predilecta de nues-tra tierra, que será leída con verdadero entusiasmo por todos los amantes delpaís asturiano. Hay superabundancia de citas, que hubieran estado mejor enel cuerpo de las “Notas”, que no en el texto, donde embarazan algo, aunqueno le dañan. Da Vd. una gallarda muestra de actividad estudiosa a los delpueblo, demostrándoles, que sin desatender los negocios, se puede tambiéncultivar el espíritu y adornar la inteligencia. Le felicita muy de veras

Su caro amigo.

JULIO

337 Gijón en la Historia General de Asturias. Vol. I, pág. 156. 338 En el Archivo Histórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ se conservan algunasnotas que Somoza enviaba a su amigo sobre la escanda; así por ejemplo en una tarjeta devisita de Julio Somoza (con domicilio entonces en el paseo de Begoña, 33) aparece anotadode su puño y letra: “Escanda” (Mitología india): Hijo de Siva; es la personificación de la “gue-rra”. Lo curioso es que cuando se coge el pan, la gente se divide en dos bandos, y se “retan” al gritode “Ixuxú”, a quien concluye primero. En ninguna labor del campo se oye dicho grito, más que enesta. (Expediente: ALV. 15/1).

También de puño y letra de Somoza se conserva esta cita del CronicónAlbeldense (883) con su correspondiente traducción en la que entre las cosas célebres deEspaña figura la escanda de Asturias: ITEM RES HISPANIAE CELEBRES. Pobla de Narbona.Vinum de Vilasz. Ficus de Biatia. Triticum de Campis Gothis. Mulus de Hispali. Caballus deMauris. Ostrea de Mancario. Lamprea de Tatiber. Scanda de Asturias. Mel de Gallicia. Disciplinaatque scientia de Toledo. Haec erant proecipua tempore Gothorum (Expediente: ALV 15/8).

Y por último una cita del P. Feijoo y de Jovellanos (Expedientes: ALV 15/8 y H50/1 respectivamente).339 En los sembrados de trigo y escanda y en el momento de cosecharlos, se suele encontrarcon las aristas o barbas de alguna espiga un nido redondo de barro, de menos de un cen-tímetro de diámetro. Está construido por una pequeña avispa, donde deposita un huevoque se transforma en crisálida; en el mes de julio, con los fuertes calores, se rompe el nido,saliendo una pequeña avispa negra con anillos amarillos en el vientre. Según el profesorCerezo Martínez, del Instituto Jovellanos en aquellos tiempos, se trataría de un himenópte-ro de la familia de los fosarios, subfamilia de los crabroninos. (Op. cit., pág. 47).

219

Page 219: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Un interesante testimonio de la consideración y afecto de Calixtohacia su amigo es el hecho de que aprovechara su correspondencia conUnamuno para interesarle sobre cuestiones que importaban a Somoza, segúnesta carta de 18 de noviembre de 1904, en la que le agradece a don Miguel susaportaciones lingüísticas en torno a la escanda y en torno al origen de la pala-bra Gijón. dice así:

Sr. D. Miguel Unamuno

Salamanca

Muy señor mío:

La grata carta del 12 me ha causado gran placer, sus pesqui-sas han sido un verdadero éxito y le felicito por ellas dándole misexpresivas gracias, así es que acepto y anoto como origen de la pala-bra escanda la scandala de la baja latinidad, y desecho los derivadosque cita Roque Barcia y Díez por poco convincentes.

¿Tendría alguna relación la palabra scandala con la de Escandinavia,país donde también se cultivaba la escanda y donde he visto nuestroshorros?

He tomado nota de la etimología de Gijón y se la he comu-nicado al amigo Sr. Somoza. Le ha gustado su explicación y le agra-dece su atención. Por si Vd. no tiene noticia, un amigo de éste, el Sr.Uría, publicó hace unos años en la obra Asturias algo sobre la etimo-logía del nombre de Gijón.

Lo trae de hito = límite, frontera. Que Gigia no era una pobla-ción sino el extremo occidental de la primitiva Cantabria, y debiódenominarse así el área que comprendía por hallarse enclavados enella los hitos.

Si tiene curiosidad de conocerlo lo mandaré copiar.

Repito las gracias y ordene340.

340 Archivo Histórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ. Expediente: ALV 15/1.

220

Page 220: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 221: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Somoza en efecto recogerá en su Gijón en la Historia General deAsturias la opinión de Unamuno. El proceso seguido por el Rector deSalamanca le parece el más acertado. Sin embargo, dirá que aún faltan nue-vos descubrimientos, y nuevos estudios comparativos, para establecer, sobresólida base, el origen del nombre de Gijón341. No era Somoza persona a quienpudiera convencer fácilmente la opinión de un hombre por muy prestigiosoque fuera, necesitaba estar seguro. Como historiador huye de las expresionesdubitativas, para no confundir con meras suposiciones. Precisamente una delas críticas que hace a la obra de Rendueles Llanos es el acudir a conjeturas yafirmaciones gratuitas vertidas bajo expresiones del tipo: “parece ser”, “díce-se”, etcétera.

7.— Cronista de Gijón

Es precisamente la independencia una de las cosas que en la obra deSomoza sobre Gijón llamaron la atención de don Marcelino MenéndezPelayo. No hay duda de que al insigne santanderino le impresionó la nuevaobra Gijón en la historia general de Asturias, provocándole estos elogios: “Mevoy enterando con gran interés de la obra histórica sobre Gijón, que acabaVd. de publicar y que ha tenido la bondad de remitirme. No pararé hastahaberla leído íntegra, porque no sólo despierta mi curiosidad el caudal denoticias históricas asturianas que en ella se consignan y depuran, sino la crí-tica original e independiente de su autor, y hasta la forma picante y desen-fadada de su estilo”342.

¡Por fin don Marcelino ha acabado por acostumbrarse al estilo pecu-liar de Somoza! Sabe que es independiente en sus juicios y, por tanto, objeti-vo, y que su estilo zumbón, irónico y pícaro no lleva el veneno de quien ocul-ta la traición o se complace ensañándose en su enemigo.

341 Op. cit., pág. 226 y 227. La opinión de Unamuno recogida por Somoza era esta: Gijón o Xixón, es un jijo (xixo) o jejo grande. El latín es saxu (saxus, peñasco, roca)

de donde, con cambio de s inicial en x (ch francesa), y luego j (como en jibia, jeringa, jabón,jilguero, jugo, etc. de sepia, syringa, sapon(nem), sibilarius, sucul, etc.) y conversión de ax enej (como en eje de axem (ac) dio jejo. Así se le llama aquí (Salamanca) al rollo de piedra conque se juega a la calva, y de ahí, Jejuelo y Jejo, como nombres de pueblo. Por mi parte, saxe-tum, peñascal, dio jijedo (Revilla-Gigedo).

El proceso es, pues este:sacsu — saisu — xeixo — xexo — xixo — jijo.como factu — faitu — feito — fecho — hecho.

lacte — laite — leit — leche.matacsa — mataisa — madeixa — madeja.

342 MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Epistolario. Tomo XXI; Carta 201; fecha 5 de abril de1909; pág. 173.

222

Page 222: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Antes de que vea la luz pública esta obra, Somoza ya había sido nom-brado académico correspondiente de la Historia, gracias a Menéndez Pelayoque encabezó la propuesta. Más tarde, a raíz de su publicación, vino el reco-nocimiento de sus paisanos.

Fue en la sesión del 24 de diciembre de 1908 cuando el municipioacordó nombrarle su primer cronista. Por su interés y por figurar en ella losmotivos que hubo para tal nombramiento, reproducimos el acuerdo:

“Manifestó después el Sr. Presidente que habiéndose presen-tado hoy una proposición suscrita por varios Concejales iba a darcuenta de ella, por más que no figuraba en el orden del día, toda vezque se trataba de un asunto en el cual seguramente habrá unanimi-dad de pareceres. La proposición de referencia decía así: ‘Al IlustreAyuntamiento. Un distinguido gijonés, don Julio Somoza y GarcíaSala, acaba de dar a la publicidad una nueva obra, fruto de un traba-jo asiduo y tenaz como pocos y prueba evidente de la justicia con quela opinión pública le viene concediendo desde largo tiempo el dicta-do de insigne erudito e inteligente y culto escritor. Méritos son estosmás que sobrados para que el sabio jovellanista se haya hecho acree-dor a la estimación general y más especialmente a la del pueblo enque vio la luz primera, y por eso, haciendo caso omiso de otras con-sideraciones, que lo relevante y notorio de los merecimientos del Sr.Somoza nos excusan de consignar aquí, los Concejales que suscribentienen el honor de someter a la ilustre Corporación la proposiciónsiguiente:

1º el Ilustre Ayuntamiento, queriendo prestar señalado testi-monio y público homenaje de admiración al eminente hijo de estavilla, don Julio Somoza y García Sala, con motivo de la publicaciónde su nueva obra Gijón en la Historia general de Asturias, acuerda nom-brarle Cronista de la Villa de Gijón y su Concejo, de cuyo título seextenderá el correspondiente diploma, que en su día habrá de serleentregado por una comisión de señores concejales.

2º Acuerda asimismo adquirir doce ejemplares de la citadaobra con destino al Archivo y Biblioteca Municipales, a la Bibliotecadel Instituto de Jovellanos, y a los Centros obreros y Escuelas de laVilla que el Sr. Alcalde Presidente designe, previa propuesta de laComisión de Instrucción Pública.

3º Los gastos que ocasionen el cumplimiento de los prece-dentes acuerdos se pagarán con cargo al Capítulo de Imprevistos delPresupuesto vigente, consistoriales de Gijón, a 23 de diciembre de1908. J. Menéndez Acebal, R. Prendes, Atanasio Fernández, Isidro

223

Page 223: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Delor, Eduardo González, Eleuterio Alonso, Ignacio Soto, José Elías,Claudio Alonso’.

Terminada su lectura el Sr. Presidente encomió el arduo ypenoso trabajo que representa la obra acabada de publicar por el Sr.Somoza, sobradamente conocido ya como jovellanista notable, y agre-gó que por ese libro, que representa el esfuerzo de varios años, asícomo por otros anteriores, merecía el Sr. Somoza el agradecimiento,significado aunque modestamente, en la proposición acabada de leer,y propuso que se acordase la urgencia de ésta y se aprobara, puestoque llevaba la firma de todos los sres. concejales asistentes.

La Corporación acordó dicha urgencia y aprobó por unani-midad los diferentes extremos de dicha proposición”343.

Para entender cómo recibió don Julio esta distinción, leamos estaadmirable contestación que envía a una carta de su amigo Manuel Carreño, enque felicitaba “al cariñoso señor Somoza” por su nombramiento de Cronista:

Mi cariñoso amigo Carreño:

Le agradezco en el alma la sincera y leal manifestación de verdade-ro afecto que me transmite en su carta de ayer, y que considero más biencomo prueba de su bondadoso carácter, antes que porque me imagine acree-dor a ninguna alabanza.

Vd. sabe muy bien, que estas distinciones municipales, ni dan niquitan méritos literarios, ni de ningún género; otro tribunal más alto y mássevero es el que ha de pronunciar el fallo de mis merecimientos, si por acasotuve alguno.

Todos los que aman y con intensidad a su patria, y se dedican ainvestigar su historia, le deben un libro; yo le consagré el mío con el mejorafecto y perseverante estudio; mas si con acierto o no, díganlo otros, y mejorque nadie la posteridad.

Renovándole a Vd. la expresión de mi viva simpatía, y deseándolesalud completa y prosperidad sin cuento al lado de su esposa e hijos, sabe essuyo verdadero e invariable amigo, que mucho le estima.

J. S.344

Pero cuando todo auguraba el reconocimiento de su esfuerzo y amoral estudio, estalló la batalla.

343 A. M. G., Libro de Actas de Sesiones del año 1908, folio 183. 344 Borrador que figura, con letra de Somoza, en la carta de Manuel Carreño, de fecha 9enero 1909. (Archivo particular de don Francisco de Borja Bordíu Cienfuegos-Jovellanos).

224

Page 224: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

El volumen segundo de Gijón en la Historia General de Asturias lodedicaba a la época medieval, y en él nuestro original historiador se atrevíaa afirmar que los árabes, no hollaron en ningún tiempo el suelo de la Asturias trans-montana, es más: a la Leyenda, y no a la Historia, corresponden todos los recuerdosque de un modo o de otro, se relacionan con la tradición peláyica. Y es que paraSomoza las cosas ocurrieron o no ocurrieron, con él no va eso de “al parecer”,“se dice”, etc.: a algunos espíritus nimios, les bastará —dice— seguramente conaquella concesión graciosa de que “pudieron entrar”: a nosotros, no. En definitiva,Somoza negará la veracidad de la Batalla de Covadonga a la luz de los datosque en su tiempo constituían las fuentes históricas a su alcance.

Conociendo el sentir de Menéndez Pelayo, Somoza duda si su amigoal terminar su lectura el libro resultaría de su total agrado. Lo deja trasluciren esta frase: Agradezco sobremanera sus atentas frases respecto a mi último libro:incierto aún, si al terminar su lectura, habrá sido de su total agrado. Por lo menos,he intentado acumular en él todos los datos posibles para la depuración de la verdadde los hechos. Si el intento fue frustrado o no, díganlo otros.

Pero antes de entrarnos en esta cuestión, que dejamos para otro capí-tulo, digamos algo para finalizar la que es objeto principal de este: queSomoza vaticinó que las termas del Campo Valdés volverían a ser excavadas:opinamos —escribió— (y no somos solos), que andando el tiempo, volverán a rea-nudarse los trabajos de explotación. Y así ha sido recientemente, constituyendouno de los objetos arqueológicos más relevantes de la importantísimaExposición Astures; y que también el Arte ha perdurado la memoria de aqueldescubrimiento, mediante aquella acuarela que realizó un Evaristo Vallerecién llegado de París.

225

Page 225: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 226: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 10

Tonel agotado

1.— Las Cartas a Lord Holland

Cuando Julio Somoza anunciaba a su amigo Menéndez Pelayo laaparición de su Gijón en la historia general de Asturias, le añadía: Y para el añovenidero, si allá llego, y no hay tropiezo, la Correspondencia entre Jovellanos yLord Holland (que por fin encontré en Londres), y comprende lo más culminante de1809, y parte de 1810 y 1811345.

La cosa entusiasmó a Menéndez Pelayo que consideraba esta corres-pondencia una “fuente histórica de primer orden”. Se trataba de un trabajocuya idea y esfuerzo había comenzado hacía treinta años. En el prólogo de laobra, el propio Somoza nos ha dejado resumida la historia de su búsqueda.El primer dato de donde partió la investigación fue la única carta a LordHolland que publicó Nocedal en 1895. En esta edición se señalaba la proce-dencia del original. Era su propietaria doña Purificación Alvargonzález,viuda del que había sido Director del Instituto, don Victoriano SánchezCifuentes. A ella, pues, acudió don Julio en busca del resto de la correspon-dencia.

La acogida que le dispensó esta señora fue tal que la agradeció conestos encendidos elogios: Jamás olvidaremos la buena acogida que nos dispensótan culta gijonesa (porque lo era, sin afectación alguna), tipo acabado de una socie-dad, en la cual, la dignidad del rango, la llaneza del trato, y la severidad de costum-bres, se forjaban en proporciones suficientes para caracterizar una época. Muchodebía de ser en verdad el agradecimiento de nuestro jovellanista. ¡Cuán dife-rente este comportamiento de aquel otro al que estaba acostumbrado: el delrecelo! ¡Cuánto se agradece una acogida así cuando se investiga!

345 Epistolario. Tomo XIX; Carta 798; fecha septiembre de 1908; pág. 494.

Page 227: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Gracias a doña Purificación y a su hijo Eugenio346, en medio de unrico caudal de datos y documentos que le servirían a Somoza para muchosde sus trabajos, encontró nada menos que las cartas originales de LordHolland. Estas cartas fueron copiadas “con diligencia suma” por ManuelSomoza, que una vez más prestó a su hermano una inestimable colaboración.Después los originales fueron devueltos a su legítima poseedora.

Pero faltaba el necesario complemento: Las cartas de Jovellanos a suamigo. Para lograrlas recurrió Somoza a un antiguo maestro suyo, don JoséMaría Fernández Quirós Amieva, cónsul en Cardiff, gijonés y entusiasta jove-llanista como antiguo alumno del Instituto que había sido. Le contestó queya otro le había precedido en la demanda sin éxito y que eso de llegar a la man-sión de los Lores ingleses, avistarse con ellos, y solicitar la enajenación, aunque fueraa título de préstamo, de papeles de carácter histórico, era cosa llana de hablar y pro-yectar en Gijón, ardua, si ya no quimérica, de realizar en Londres. Y sirviéndose deun símil pintoresco y corriente del bable regional agregaba en tono senten-cioso: Ahí está el enfilar de los pimientos. Quirós —según dice Somoza— com-placiente siempre, pero lleno de ojeriza contra la aristocracia inglesa, quemiraba con seco desabrimiento nuestra pretensión, falleció sin lograr suintento.

Sigue entonces la intervención de don Eduardo de Llanos, persona aquien deberá Somoza, como ya dijimos, la publicación de su Gijón en la histo-ria general de Asturias. La amistad entre este mecenas de la cultura asturianay nuestro infatigable jovellanista ha sido estudiada por Carmen MenesesFernández Baldor, partiendo de la correspondencia entre ambos, constituidapor 102 cartas dirigidas a Somoza y 119 escritas por éste347. El 3 de enero de1900 Eduardo Llanos se ofrece desde Londres a buscarle a Somoza los libroso documentos que necesite, y éste cinco días más tarde le contesta propo-niéndole esta tarea. La cosa no resultó fácil. Primero intentaría el señorLlanos un acercamiento por medio de intermediarios como Agustín Serranoy Martín M. Hume, hasta que el 29 de octubre de 1901 escribe al heredero deLord Holland, Lord Ilchester, proponiéndole un proyecto de cambio o cesión,de los originales de Holland por los originales de Jovellanos, que no aceptó,según Somoza porque estimaba todo lo suyo en grado superior.

346 Parece ser que los originales de las cartas los tenía Alejandro Alvargonzález y noEugenio Alvargonzález. Parece que Somoza no menciona a Alejandro porque por entoncesestaba contrapunteado con él. Víd. MENESES FERNÁNDEZ BALDOR, Carmen. AfanesJovellanistas a principios de siglo XX: Julio Somoza y Eduardo Llanos. Oviedo, Actas del IICongreso de Bibliografía Asturiana, celebrado en Oviedo del 21 al 24 de abril de 1999. 1Vol. Servicio de Publicaciones Principado de Asturias. Consejería de Educación y Cultura,1999.347 Op. cit.

228

Page 228: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 229: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Tras el fallecimiento de Lord Ilchester en 1905, nueva propuesta delSr. Llanos al hijo de aquel, Lord Stavordale, en el sentido de intercambiar lascopias, conservando cada uno la propiedad y el derecho de lo que le perte-necía. El nuevo heredero de momento puso nuevas pegas.

Por fin, tras cinco años de gestiones, en los que medió también elembajador español en Londres, duque de Mandas, se logró el permiso paracopiar en la casa de lo Holland, los originales. El 2 de febrero de 1906,Eduardo le da la noticia a Somoza diciéndole que se había ofrecido para diri-gir la copia. Por cierto, se halló la sorpresa de que junto a los originales seencontró una copia de autor desconocido; según Somoza, debidas al cuidadode Mr. Allen o de Blanco White. Esta copia antigua es la que llega a manos deEduardo Llanos. Somoza entonces le insiste para que la coteje con los origi-nales. El 8 de octubre de 1906, Eduardo Llanos comunica que ya aparecieronlos originales y que las ha cotejado, dando por zanjado el asunto. Así descri-be Somoza su emoción por el éxito de la empresa:

Día de emoción grande fue para nosotros, aquel en que el Sr. LlanosCifuentes nos comunicó la feliz noticia de haberse terminado la copia y cote-jo de ambas colecciones epistolares, su permuta, la autorización de LordIlchester para la impresión y, finalmente, la remisión de ellas a nuestrasmanos, por el intermedio de su sobrino, don Ildefonso Noriega, estudiosojoven, y afabilísimo amigo nuestro348.

La inquietud de Somoza produjo también otra reacción. Afinales de 1910se publicaría el diario de Lady Holland. La lástima es que se hiciera en inglés. Estaobra, que tenía el título: The spanish journal of Elizabeth Lady Holland llegó a Somozacuando este ya había finalizado su trabajo sobre la correspondencia349.

En abril de 1911 se terminaron de imprimir los dos magníficos tomosde Cartas de Jovellanos y Lord Vassall Holland sobre la guerra de la Independencia(1808-1811) con prólogo y notas de Julio Somoza García-Sala. En esta ocasión laobra aparecerá dedicada al antiguo amigo de La Quintana: Fortunato deSelgas, de quien echó mano para costear la edición. Dice así: A Fortunato deSelgas: entusiasta propagador de la doctrina jovellanista, fiel y erudito intérprete de lasantigüedades asturianas, dedícale este libro su adicto y singular amigo. Julio Somoza.

Es sin duda ésta una obra mimada por su autor, según demuestra laabundancia de notas, llenas de información y erudición jovellanista. Además,

348 Puede verse también ADÚRIZ, Patricio. Centenario Jovellanista. X.— Somoza o la tenaz per-severancia. El Comercio, 14 de abril de 1974.349 Hubo en 1978 un intento de publicar en español la parte referente a España tanto de lasmemorias de Lord Holland como del diario de su esposa, por parte de la investigadorajovellanista Rick. (En la Biblioteca del P. Patac se conserva el prólogo que se iba a presen-tar). Ignoramos por qué no se llevó a cabo el proyecto.

230

Page 230: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

en ella Somoza no siente tanto el respeto o la vergüenza de hablar de símismo. Si en Las Amarguras de Jovellanos habla de su abuela Manuela Blanco,la pupila de Jovelllanos, sin confesar su parentesco, aquí no tiene empachoen confesarse su nieto ni en hablar de su abuelo. Es como si pretendiese lle-var al lector todas y cada una de las fuentes. Somoza gustaba de las notas,sabía cuánto importaban al investigador.

Los tomos les fueron remitidos por Somoza a Menéndez Pelayo yéste admiró el esmero de la publicación y las notas que resultaban de tangran utilidad. Se permitió apuntar algunos ligerísimos descuidos que Somozaagradece y comenta, dando siempre por cierto lo que afirmaba el insignepolígrafo, a pesar de su sorpresa en algún caso. Todo ello denota el interés deSomoza por la verdad histórica y su capacidad para reconocer sus propioserrores. La verdad es que sus descuidos no eran de gran bulto.

2.— El Centenario de Jovellanos

Pero para poder continuar debemos retroceder un poco, cuando aúnsin terminar su trabajo Somoza anuncia a su amigo su próxima publicación.Este anuncio había animado a Menéndez Pelayo a sugerir nuevos proyectos.Se iba a cumplir —el año de 1911— el centenario de la muerte de Jovellanos.“¡Qué gran ocasión —le dice— para sacar por fin de la oscuridad losDiarios!”. Pero añade que ha perdido toda esperanza en ese punto. En sulugar le propone publicar al menos en la Nueva Biblioteca de AA. Españoles doso más tomos de escritos inéditos o no coleccionados de Jovellanos que fuesencomo ampliación y necesario suplemento “de la destartalada colección deNocedal”. Y termina reconociendo que es la única persona en España quepodría hacerlo: “Si quiere Vd. encargarse de dichos tomos, que nadie sinoVd. debe hacer en España, propondré la idea al Sr. Bailly-Bailliere, editor dedicha publicación, y no dudo que la aceptará gustoso”350.

Pero el esfuerzo de las dos últimas publicaciones; los achaques yenfermedades; y la edad; y la falta de humor, pesarán en el ánimo de Somozaque se siente cansado; es más cree que ya lo ha dado de sí todo cuanto sepodía esperar y se define a sí mismo como un tonel agotado. He aquí lo quecontesta a la proposición de Menéndez Pelayo:

En la correspondencia de Jovellanos y Holland (prólogo, y extensasnotas) trabajo sin tregua ni descanso; pero —¡caro amigo mío! he pasado unverano malísimo: los achaques aumentan, y la vida mengua, y el humor se

350 Epistolario. Tomo XXI; Carta 202; fecha: 5 de abril de 1909; pág. 174.

231

Page 231: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

acaba ¿quién en caso semejante fuerza la máquina? antes por el contrario,la naturaleza avisa, y el médico amenaza: hay que ponerse en guardia.

De “Diarios,” no hay nada, por ahora. Cierto es que su detentador,los ofrece por segunda, y aún tercera mano; pero es la “copia”, pretenciosa-mente alterada por Vicente Abello, y Cándido Nocedal, lo que brinda, no el“original”, que es lo que se le pide. Siempre alerta.

En cuanto a publicar algunos tomos en la “Nuev. Bibliot. de Aut.Esp.” no tengo ánimos, ni salud, ni tiempo para semejante empresa. Soy untonel agotado. Pero en el campo de la Literatura asturiana existe quien talhaga, si con empeño y “fegadín” lo toma. Valgan, por otros, Juan MenéndezPidal, Cotarelo, y los hermanos González Blanco (de Luanco), jóvenes losúltimos, de grandes esperanzas, si no me engaña mi pupila.

Ya no me atrevo a hacerle a Vd. indicación alguna para el“Centenario”, porque no me llame “Capitán Araña”: pero si Vd. no muevelas Academias, ¿a qué soplo o poderoso aliento se van a mover?

Sin embargo, aquel tonel agotado aún rezumaría nuevo y sabrosojugo. Y en cuanto al Centenario llegaría a tomar en él parte muy activa, de talmodo que, como dice Patricio Adúriz, no concedió cuartel a la fatiga para lle-var a cabo su obra con la que conmemorar el Centenario351. Porque si paraMenéndez Pelayo era el mejor jovellanista, la única persona que podría escri-bir de Jovellanos en España, aunque él modestamente señalase a otros, tam-bién el antiguo amigo de La Quintana: Fermín Canella, era de la misma opi-nión, como todos cuantos conocían su obra jovellanista.

Siendo Canella Rector de la Universidad de Oviedo y Cronista deAsturias, con antelación al parecer suficiente, hizo pública una representa-ción dirigida al Sr. Ministro de Instrucción Popular, fechada en Vistalegre deLastres el 27 de agosto de 1909, en la que proponía celebrar el I Centenario dela muerte de Jovellanos realizando nada menos que una edición de las ObrasCompletas de Jovino.

Se trataba de un viejo pensamiento, que, como veremos, sin dudacompartía con Somoza. Ya en 1882 había llevado a cabo a este mismo objetounas gestiones en el Ministerio de Fomento, que presidía el Sr. Alvareda,quien se mostró animoso para ello, pero que no lo pudo llevar a cabo por susalida de aquel departamento. En 1891 en un artículo que con ocasión de lacolocación de la Estatua de Jovellanos, publicó en la “Ilustración Española yAmericana”, volvía a insistir en que la publicación de sus obras completashabría de ser el mejor y más imperecedero monumento a la memoria del ilus-

351 ADÚRIZ, Patricio. Centenario Jovellanista. X.— Somoza o la tenaz perseverancia. El Comercio,14 de abril de 1974.

232

Page 232: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

tre gijonés. En 1907, con fecha 10 de julio, envió al ministerio una nueva pro-puesta de Edición novísima de los escritos de Jovellanos. Y de nuevo el 14 dejulio de 1909 insistió en el mismo tema. Ahora por tercera vez ante el mismoministro vuelve con su propuesta y, además, la da a la imprenta.

La obra de Jovellanos era, a pesar de las publicaciones llevadas acabo, desconocida; calculaba el insigne catedrático que lo publicado cubriríauna tercera parte del total de lo que había disperso y oculto. En su opiniónen las notas y explicaciones, comentarios y noticias de las colecciones hastala fecha publicadas había equivocaciones y quedaba aún mucho por decir. Laidea era reunir todo cuanto había desparramado en trabajos de anónimos yconocidos, biógrafos, panegiristas, comentadores, traductores, escritos variosen prensa periódica, etc., ilustraciones artísticas de pintura, grabado, escul-tura, etc. En una palabra, todo cuanto había reseñado Somoza en suInventario de un Jovellanista.

Por eso proponía a su antiguo amigo para llevar a cabo la que habríade ser la edición definitiva de las obras de Jovellanos; una edición novísimay completa, ilustrada, documentada y anotada. El siempre cortés FermínCanella, olvidando los desaires de su amigo hace de él al proponerlo paratamaña empresa este encumbrado elogio: “El diligente Somoza, tantas vecesnombrado, es quien hasta hoy ha sabido ser biógrafo no superado de su pai-sano insigne, porque es autor del libro conmovedor intitulado ‘LasAmarguras de Jovellanos’, y por esta publicación, otras bio-bibliográficas y,en fin, por un conocimiento acabado de aquella existencia y de sus manifes-taciones y escritos, a cuyo estudio se ha dedicado siempre con amoroso entu-siasmo —es la personalidad con quien es preciso contar en una y otra formaal realizar la empresa de una novísima y completa edición pues él ha juntado acosta de grandes sacrificios, todavía sin recompensa debida (que, haciendomucho menos, alcanzan tantos), los más importantes materiales, siendo, ade-más, sabedor del paradero de muchos”.

Para tal empresa contaba en primer lugar con el concurso de Somozadel que dice que “tendrá a su lado a otros jovellanistas”. Sin duda alguna estápensando en sí mismo, y Eduardo Llanos Álvarez, que por entonces se afa-naba mediante gestiones, desembolsos y ofrecimientos en imprimir losDiarios y conseguir la correspondencia de Lord Holland. Y aún quedabanotros auténticos mecenas jovellanistas como Fortunato de Selgas.

Pero aparte de esta ayuda privada, esperaba poder contar con elapoyo de las instituciones públicas. En primer lugar el Ayuntamiento deGijón y la Diputación Provincial de Oviedo. Luego de aquellos institutos ocentros vinculados a la vida de Jovellanos, como las Universidades deOviedo, Ávila, Madrid, el Instituto de Gijón, y las Reales Academias a las que

233

Page 233: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

había pertenecido. Y por último la Corona y el Gobierno e instituciones delEstado: Senado y Congreso.

Terminaba el Sr. Canella diciendo que había querido solamente “resu-citar y exteriorizar una idea que está en la mente de muchos jovellanistas y que,como aspiración suprema en la materia, la deseó siempre el Sr. Somoza”352.

Se logró del Ministerio una subvención de 15.000 pesetas, con desti-no al Centenario de Jovellanos, cantidad a todas luces insuficiente para unaempresa de tal envergadura. Así que por dos veces se ve en la necesidad deacudir al Ayuntamiento de Gijón. La última, el 12 de junio de 1911, es decir,ya en el mismo año del Centenario, acompañando la representación publica-da en 1909, en los siguientes términos:

Tengo el honor de dirigirme nuevamente a V. S. con remisiónde la comunicación adjunta, por si, considerando cuanto en ella seaduce, hay medio de acometer la publicación de una “Edición novísi-ma completa, ilustrada, documentada y anotada de las obras delExcmo. Sr. D. Gaspar Melchor de Jovellanos” cuyo solo nombre evocala admiración más entrañable a su ciencia, patriotismo y virtudes.

Si V. S. encontrase acertada y factible dicha empresa, desti-nando a ella parte con que en buena hora el Estado ha contribuido yse dispone a contribuir, más aún para solemnizar debidamente elCentenario del gran Jovellanos, cree que el firmante que tanto, seríael monumento más adecuado y el tributo más duradero y de especialaprovechamiento al difundir por Asturias y España, América yEuropa los variadísimos escritos con tantas enseñanzas, del ubérri-mo polígrafo, gloria indecible de Gijón.

Seguramente que la nación entera aplaudirá la indicadaempresa, teniendo por guía los escritos e investigaciones del doctoCronista gijonés, constante y laureado jovellanista Sr. Somoza.

En tal sentido me dirijo también a los diferentes altos orga-nismos que puedan coadyuvar a la impresión dicha, en acuerdo conla Representación popular de Gijón que V. S. dignamente dirige y ala que atentamente saludo.

Dios guarde a V. S. ms as.

Oviedo, 12 de junio de 1911 353.

352 CANELLA, Fermín. Representación dirigida al Excmo. Sr. Ministro de Instrucción Pública yBellas Artes proponiendo la publicación de una Edición novísima y completa, ilustrada, documen-tada y anotada de las Obras del Excmo. Sr. D. Gaspar Melchor de Jovellanos. Puede verse incor-porado al expediente 168/1911 del A. M. G.353 A. M. G. Expediente 168/1911.

234

Page 234: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

En sesión del 17 de julio la corporación acordó prestar el apoyo inte-resado y que la Comisión de Hacienda informase. Ésta informó el 7 de juliodiciendo que nada podía decir en concreto; que había rumores de que las15.000 ptas. del presupuesto de Instrucción Pública irían a la publicación dela obra. En una palabra, que el Ayuntamiento no tenía dinero y no sabía comopodría contribuir.

Y llegó el año 1911. Fermín Canella insiste en la prensa al exponer susideas sobre lo que ha de hacerse en el Centenario. Tras recordar a los jovella-nistas que se distinguieron en las distintas solemnidades, entre ellosFernández Vallín, de quien dice que “hacía falta otro gijonés de sus arranquesy de su actividad, pocas veces vista, así como repetir algunos actos de” 1891,se refiere a Somoza en estos términos: “bien cerca tienen los gijoneses a JulioSomoza, el doctísimo jovellanista, que del estudio y culto a don Gaspar, hizocentro y aspiración suprema de su vida”. Y terminará diciendo: “ElCentenario debe ser lo que debe ser. Ciertamente que mucho se hizo ya conla impresión de las ‘Cartas de Jovellanos a Lord Varsall Holland’, con prólo-go y notas de Somoza, impresas en abril próximo pasado, como cuando con-memorando el 78 aniversario de la entrada triunfal de 6 de agosto, publicóen 1889 el precioso libro de ‘Las Amarguras de Jovellanos’. Que sea este añode 1911 el de la impresión de los DIARIOS y de algo más”354.

3.— La aportación al Centenario

Sin embargo, la gran idea de las Obras completas no se llevará acabo, pero el tonel agotado contribuirá al Centenario publicando no una sinodos obras, contribuyendo de esta manera a que fuera aquel año jovellanistariquísimo en publicaciones referentes a Jovellanos. Por una parte verá la luz,como ya hemos visto, la correspondencia con Lord Holland, y por otra otrosdos volúmenes titulados: Documentos para escribir la biografía de Jovellanos reco-pilados por Julio Somoza García-Sala, C. de la Real Academia de la Historia.

Que se trataba de una obra publicada con ocasión del centenario, lodecía a las claras la portada del libro: 1811 CENTENARIO DE JOVELLANOS1911. Llevaba, además, una sentida y especial dedicatoria: HUMILDEOFRENDA a los fieles amigos y servidores de Jovellanos, ARIAS DE SAAVEDRA,GARCÍA DE LA FUENTE y CEÁN BERMÚDEZ que en la prosperidad y el infor-

354 De las fiestas del Centenario. Lo que dice el Rector de la Universidad Sr. Canella. El Comercio,9 de julio de 1911.

235

Page 235: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

tunio de aquel varón insigne, velaron por su vida, cuidaron de su nombre, y guarda-ron, piadosos, su memoria.

Llevaba esta obra, además, una advertencia. Y es que tiene ya enmente y proyectada otra publicación más: la de los escritos o manuscritos iné-ditos de Jovellanos, que piensa financiar con el producto de sus Documentospara escribir la biografía de Jovellanos. Por eso advierte que no puede distribuiresta obra gratuitamente entre sus amigos y paisanos como fuera su deseo.

En el prólogo afirma que cualquier linaje de escritos jovellanistas quese dé a la estampa, debe ser preparado convenientemente, y sin premura deningún género, pero que si la presente Colección no se ceñía a esta pauta obe-decía a dos razones especiales: la primera salvar por medio de la prensa, utilizan-do la esplendidez de un editor, muchos escritos inéditos de gran valía: la segunda,aprovechar la coyuntura de los que acuden a visitar el sepulcro y casa natal del egre-gio gijonés, en su Centenario, para testimoniarles nuestro reconocimiento con estemodesto tributo.

Concebía esta publicación, pues, como un sucedáneo a aquel pensa-miento de Fermín Canella de publicar las obras completas de Jovellanos, queen su opinión exigía tiempo y personas, más de una, así como fuerte sub-vención. A su amigo y a su proyecto dedicará estas líneas del prólogo:

Aún no cumplidos dos años, que un fervoroso astur (a quienmuchos deben las letras y el ambiente de cultura en nuestro amado suelo)solicitaba en entusiasta alegato, de otro astur, que seguramente “no le com-prendía”, su apoyo para dar forma a un reverente homenaje, publicando unaedición “novísima y completa, ilustrada, documentada y anotada” de lasobras del sabio Jovellanos. ¡Engañosa quimera!; el trabajo de una Academia,de un grupo universitario, o de una comunidad literaria, artística y cientí-fica, en un periodo que no bajaría de quince años, era lo que ingenuamentedemandaba el hijo de la vetusta urbe, al encumbrado prócer. Mas no infun-de Minerva su poderoso hálito, en el pecho, ni en el cerebro de aquellos aquienes prodiga sus dones la Fortuna.

Pero aun admitido el recurso, ¿quiénes iban a acometer tamañaempresa? ¿dónde la voluntad, el plan, la inteligencia, los recursos; la agru-pación, clasificación, y coordinación de escritos, los elementos de prueba yde compulsa; las claves auxiliares; las fuentes de investigación para llevarlaa cabo?

Cómodo y llano es el forjar empresas atrevidas; más arduo el trazarsu plan; sobremanera delicado el designar aquellos que han de realizarlo,aún compensados con el debido auxilio; difícil por extremo, la manera y for-mas; penoso y tardío, el allegar los materiales; y arriesgado siempre, arbitrarlos medios y recursos con que darles cima.

236

Page 236: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 237: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Hipercrítico siempre, Somoza en esta obra se queja de que el deseode honrar la memoria de nuestros antepasados se traduzca frecuentementeen proyectos de mero adorno, en lo que llama obras de albañilería. Él soñabacon un homenaje vivo y fecundo; que el Centenario sirviera para que aJovellanos se le comprendiera y se le sintiera. Según él no comprendían nisentían a Jovellanos los que con gárrula palabra, usan y abusan de su nombre enhueros discursos, y estériles y vanas conferencias; e imaginan, que con estatuas ymedallas, procesiones, banderas, juegos florales, y... “consignaciones en el presu-puesto”, han contribuido a la dilatación de su gloria.

Por eso su contribución fundamental al Centenario no fue obra dealbañilería, sino el resultado de su esfuerzo, el fruto maduro de su trabajosólido y duradero. De esta aportación de Somoza al Centenario de Jovellanosha escrito Patricio Adúriz: “Lo otro pasó. Pompas y vanidades se diluyeroncon el transcurrir del tiempo.

Queda, imperecedera —rarísima al día— esta obra de Somoza que esauténtico faro espiritual después de transcurridos más de sesenta años desdeaquellas efemérides. Aportación gloriosa a un Centenario que, sin el concur-so de hombres como el que nos ocupa, hubiese sido algo así como querer yno poder, o lo que es peor, demostración la más palpable de incapacidadcolectiva”355.

Pero también su colaboración y aportación a la efeméride tuvo otrasmanifestaciones personales. Así cuando Menéndez Pelayo le corrige las peca-tas minutas halladas en sus Cartas de Jovellanos y Lord Holland, le contesta:

Pero... mi queridísimo Marcelo, ¿cómo no habían de adolecer detachas grandes y chicas, los escritos de un pobre diablo como yo, recluido enun pueblo comercial e industrial, sin ayuda, ni valedores, sin libros ni auxi-liares, ni elementos de consulta, y entregado a su propio esfuerzo y cavilo-sas meditaciones, en medio de la indiferencia general, sitiado además por laabierta hostilidad de sus convecinos. ¿No oyó Vd. hablar de los “festejos delCentenario”? Pues el último “quidam” en este clamoroso concurso, y albo-rotado cotarro, es el que en los actuales momentos le está molestando con supesadísima prosa. ¿Y quiere Vd. que aquilate, depure y lime, con sosiego ytino, todo cuanto escriba?356.

Lo del “último quidam” tendrá algo de verdad, pero no porque par-ticipase menos ilusionadamente que los demás, sino porque el plato fuertedel Centenario, la publicación de los Diarios, no la va a llevar a cabo él, aun-

355 ADÚRIZ, Patricio. Centenario Jovellanista. IX.— Somoza o la insigne erudición. El Comercio,7 de abril de 1974.356 Epistolario. Tomo XXI; Carta 760; fecha: 16 de septiembre de 1911; págs. 466 y ss.

238

Page 238: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

que sí tuvo algo que ver en el asunto, como ya veremos. Somoza participarádirectamente en todo lo relacionado con aquel “alborotado cotarro”. Lo pri-mero, prestando su colaboración para que otros eruditos publicasen trabajosen honor de Jovellanos, como el P. Fidel Fita, a quien le da sugerencias paraun Boletín extraordinario de la Academia de la Historia, en loor de Jovellanos.

4.— La excursión a Puerto de Vega

La colaboración de Somoza no sólo se quedó en Gijón, también inter-vino en actos que habrían de celebrarse fuera de la localidad, como fue lamagnífica y entrañable excursión a Puerto de Vega, pórtico de los festejos quehabrían de llevarse a cabo en Gijón. La jornada de Puerto de Vega tuvo uncarácter tan entrañablemente jovellanista y a la vez tan poco conocido quebien merece nos detengamos en ella.

El día 7 de julio de 1911 se reunieron en el local que ocupaba elColegio de Nuestra Señora del Rosario, un grupo de entusiastas jovellanistas,para organizar una excursión a Puerto de Vega. En aquella reunión fue nom-brada una comisión encargada de ultimar los detalles de la expedición, querecayó en los siguientes señores: Presidente, don Emilio Alvargonzález;secretario, don Emilio Robles (Pachín de Melás); vocales: don NemesioMartínez, don Ulpiano Álvarez, don Pascual Calleja, don Antonio GarcíaGarcía, y don José Secades. Su primer objetivo fue lograr fondos, llevando acabo una suscripción popular, y sus primeros objetivos acordados fueron:colocar una corona en la lápida que existía en la casa mortuoria de Jovellanos,que había puesto allí Fernández Vallín cuando la elevación de la estatua; unamisa de campaña y limosnas para los pobres.

Pero al día siguiente en el mismo local tuvo lugar una nueva reunióna la que asistió don Julio. El entusiasmo iba en aumento, y “en la reunión—a decir de El Comercio— se acogió favorablemente la idea expuesta por losseñores Somoza (don Julio) y Martínez (don Nemesio), para hacer un rótuloy un boceto conmemorativos del acto”. Nace así de la mano de los grandesamigos que tanto protagonismo habían tenido en el descubrimiento de lastermas del Campo Valdés, la idea de colocar una lápida en la casa dondemurió el inmortal patricio. También en esta reunión se fijó el precio de lacuota en 5 pesetas, con viaje de ida y vuelta en barco incluido. Las reservaspodría hacerse en el lugar de reunión (calle Instituto 7) y en el propio tallerde fotograbado de don Nemesio, en la calle San Bernardo, nº 72, entre otrossitios.

239

Page 239: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Las listas de suscripciones se llenaron con entusiasmo y le fue ofre-cida la presidencia del acto al alcalde de Gijón, Sr. Velasco. También se invi-taron a formar parte al Presidente de la Delegación del Centro Asturiano deLa Habana, don Donato Argüelles, y al director del Instituto, don MiguelAdellac. De modo que el día 13 de julio la prensa anunciaba la fecha de laexcursión para el día 30 próximo.

La actividad y celo de la comisión organizadora fue tal, especial-mente el de su secretario, que se logró la adhesión de la Universidad. ElAyuntamiento autorizó a su alcalde para que nombrase una comisión deconcejales encargados de asistir al acto, y fue nombrado en representacióndel alcalde, don Francisco Prendes Pando. También participaron antiguosalumnos del Instituto. Y se ofreció la Presidencia de honor a don VicenteTrelles, bisnieto de Antonio Trelles, el amigo que acogió en su casa aJovellanos. Pero hubo que aumentar la ya nutrida comisión de presidenteshonorarios a los miembros de la Sociedad de Amigos de Puerto de Vega. Paraatender a la suscripción para cooperar a los gastos se nombró tesorero al pre-sidente de la Sociedad Unión de los Gremios, don Sabino Acebal.

El viernes día 14 se encargó la lápida de mármol al artista gijonésdon Ángel Arias. Y el día 21 por la tarde fue expuesta en uno de los escapa-rates del comercio de los Sres. Masaveu. Se trataba de un diseño muy delgusto de Somoza, de puro estilo romano, llevando tres coronas en relieve,símbolo de la muerte durante el imperio romano. La inscripción que redactóy confeccionó el propio cronista de Gijón decía brevemente: El pueblo de Gijón/ a su más preclaro hijo / D. Gaspar Melchor de Jovellanos / en el I centenario de sumuerte.— 1811 Puerto de Vega de Navia 1911.

Por cierto, aquella lápida fue rectificada, suprimiéndose “Puerto deVega de Navia” por “Puerto de Vega” sin más. El día 21 salió en barco paraPuerto de Vega, para preparar la excursión, el secretario de la Comisión orga-nizadora Pachín de Melás. De aquella primera visita a Puerto de Vega recor-dará años después:

“Visité por primera vez el hermoso pueblecito de Puerto deVega el año 1911. Actuaba de secretario de la Comisión que fue aaquel puerto a gestionar que se colocara una lápida de mármol en lacasa donde falleció el eximio gijonés don Gaspar Melchor deJovellanos, con motivo del primer centenario de su muerte, acto quese celebró con gran brillantez.

Recuerdo que obtuve una interesante interviú periodística conun señor Villamil, alumno más anciano del Instituto de Jovellanos.

Lo que sí observé, ya hace veinticuatro años ha sido la pugnaexistente entre Puerto de Vega y Navia. En una reunión celebrada en

240

Page 240: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Vega con las fuerzas vivas, nos hicieron construir otra lápida de már-mol, porque la que teníamos hecha no servía por la inscripción queredactó don Julio Somoza, que decía: ‘Puerto de Vega de Navia’”357.

Ni que decir tiene que la prensa no recogió entonces este detalle. Loque Somoza pensó de aquel cambio de rótulo, nos lo podemos imaginar.Siempre detestó el futuro cronista de Asturias, a fuer de alumno deJovellanos, la pugna entre localidades asturianas, como si no fuera unomismo su destino.

Por fin, a las cuatro de la madrugada salió para Puerto de Vega elvapor Donostiya, engalanado con flores. La Rondalla Gijonesa había recorri-do las calles tocando pasodobles antes de embarcarse. De las 180 personas abordo, pocas fueron las que no se marearon. La prensa daba cuenta de lasprincipales personalidades y representaciones, entre ellas el pintor NicanorPiñole. No se nombra a Somoza, por lo que no podemos decir si estuvo allí ono, aunque conociendo su carácter bien pudo ser que se enfadara por el inci-dente de la lápida.

La llegada del vapor Donostiya tuvo lugar a las once de la mañana.Sirenas, voladores, pañuelos, vítores y un gentío inmenso aguardaban a losexcursionistas. Son recibidos por la Comisión de Puerto de Vega, formadapor don José Ochoa, don Vicente Trelles, don Laureano Pérez Villamil, ydon Leopoldo Castrillón (el de los Diarios), don Augusto Pérez Martínez,don Víctor Ochoa, don José González, don Antonio Menéndez así como porel Ayuntamiento de Navia en pleno. Se organiza una procesión cívica, quepasa bajo un arco levantado en el Muelle, en el que se leía: “LA SOCIEDADDE AMIGOS A GIJÓN” hasta llegar al campo de la Atalaya, en donde sedijo una misa de campaña. Por último se descubrió la lápida y se pronun-ciaron discursos. Hubo un banquete para más de cincuenta personas, conbrindis, telegramas y demás, mientras el resto disfrutó de una agradableromería en el campo de la Atalaya.

5.— Otros actos jovellanistas

Al día siguiente El Comercio titulaba su primera página: “Comienzanlas fiestas del centenario de Jovellanos”. Reproducía algunas páginas de lasAmarguras de Jovellanos, alusivas al destierro de Jovino y su marcha a Puertode Vega. Esto mismo hará El Carbayón de Oviedo días después, próximo a

357 PACHÍN DE MELÁS. Visita a Puerto de Vega. Trabajo, voluntad, abnegación. La Prensa, 23de junio de 1935.

241

Page 241: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

llevarse a cabo los actos oficiales centrales del Centenario, que habrían depresidir en Gijón los Infantes don Carlos y doña María Luisa de Orleans.

El día 6 de agosto hubo procesión cívica con ofrenda floral ante laestatua de Jovellanos. Aparecieron en la primera página del diario decano dela prensa asturiana artículos de destacadas personalidades y un trozo de lasAmarguras de Jovellanos Y al día siguiente tuvo lugar en el Instituto el descu-brimiento de una lápida en recuerdo de los asturianos residentes en América,y a continuación la inauguración de la Exposición Jovellanista.

Sobre este particular había aparecido en la prensa un artículo firma-do por “Un Gijonés” en el que proponía se reunieran cuantos objetos perso-nales de Jovellanos —le constaba al gijonés firmante— existían en posesiónde algunos particulares. De esta manera servirían de base para la creación deun Museo Jovellanista. Y terminaba diciendo: “El susodicho Museo Jovellanista,podría pasar a ser propiedad del Ayuntamiento o del Instituto, y se instala-ría, desde luego, como lugar el más indicado, en el edificio fundado por donGaspar Melchor de Jovellanos”. Además, decía: “sería uno de los mejoresmodos de mantener viva la memoria del excelso hijo de Gijón”. Si tenemosen cuenta el dato de conocer la existencia de estos objetos, y la coincidenciade la firma con la aparecida por entonces en otros artículos que juzgamos deSomoza, y que en la propuesta se hablaba no sólo de ceder sino de vender enprecio justo dichos objetos para formar un museo, creemos que hay algúnfundamento para suponer que la idea fuera del propio don Julio358. Es más,a Somoza es claro que con objeto del Centenario añora la existencia de unmuseo en el que se conserve lo más autentico de la historia de su tierra; cen-suraba a sus compatriotas que aún no lo tuvieran. Por su parte, el director delInstituto contestó al escrito diciendo que ya estaba en su ánimo e invitaba alpúblico a que aportasen los objetos que pudieran ser de interés. Y así surgióla idea de la exposición, de forma semejante a como se hizo en la de 1891.

Sin embargo, no parece que tuviera mucha acogida la idea. Entre losobjetos que formaron parte de la exposición o museo, figuraba la cama en laque había fallecido Jovellanos y que había sido admirada en Puerto de Vega

358 El artículo apareció en El Comercio del 1 de julio de 1911. Otro artículo apareció como yahemos comentado en la revista Asturias del Centro Asturiano de la Habana, a propósito dela Estatua de Jovellanos. El día 27 de junio, con motivo de la llegada de La Navarre, unvapor que con motivo del Centenario trajo a Gijón numerosos excursionistas de Cuba yMéxico, apareció en El Comercio un artículo de fecha 22, firmado también por Un gijonés deGijón, bajo el título Recuerdos gijoneses, en el que se dan muy interesantes detalles del vaporJovellanos y se habla de otro que llevaba este “glorioso y venerado nombre”. Además, sedice de don Óscar Olavarría que “aunque no era gijonés, hizo por Gijón mucho más queotros que en él han nacido” expresión muy en línea con el sentir de Somoza respecto a losforasteros que hacen por Asturias. Por tanto, creemos que son de Somoza ambos seudóni-mos: Un gijonés y Un gijonés de Gijón.

242

Page 242: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

por los excursionistas días antes, y que el día 2 de agosto fue entregada alInstituto por la comisión organizadora de la excursión a Puerto de Vega. Fueun acto solemne amenizado por la banda del Regimiento del Príncipe.Firmaron el acto de entrega el director del Instituto, Sr. Adellac, y el secreta-rio don José de la Torre, por una parte; y por otra, don Antonio García y donEmilio Robles (Pachín de Melás), como miembros de dicha comisión organi-zadora. La cama quedó expuesta en la sala de profesores y fue cubierta condos ricos tapices y por la bandera española.

En una sala se veían los bocetos, y en otra espaciosa donde hacíapoco había estado la biblioteca, además de los cuadros, copias de Goya, deCarlos IV y Antonio Valdés y Bazán, más el de Fernando VII, encargadostodos por Jovellanos, el retrato de Josefa Jovellanos y del propio don Gaspar.Y con ellos restos de las excavaciones de las termas del Campo Valdés, quetanto llamó la atención del infante don Carlos, que prometió enviar dineropara las excavaciones.

Terminados aquellos actos surgió ampliar las solemnidades llevandoa cabo un ciclo de conferencias en el Ateneo Casino Obrero. También en ellasprestó su colaboración Julio Somoza. El ciclo fue clausurado el día 27 denoviembre, fecha de la muerte de Jovellanos. En aquel acto se leyó un mag-nífico artículo suyo, que por desgracia no nos ha llegado. Si se leyó y no loleyó él, es probable que no estuviera presente.

En efecto, por la mañana habían tenido lugar las solemnes honrasfúnebres en honor de Jovellanos, con una misa de pontifical celebrada en laiglesia de San Pedro, oficiada por el señor obispo de la diócesis, pronuncian-do la oración fúnebre el antiguo catedrático del Instituto y obispo dePlasencia Ilmo. Sr. Jarrín. Y a las nueve de la noche en el Ateneo CasinoObrero tuvo lugar la velada necrológica, presidida por dicho monseñorJarrín; el Rector de la Universidad, Fermín Canella; y el director del Instituto,don Miguel Adellac. Se habían adherido al acto entre otras personalidades:don Cristóbal de Castro, don Bernardo Acevedo, doña Rosario Acuña, donMelquíades Álvarez, don Faustino R. San Pedro, don Rafael M. de Labra, donMiguel de Unamuno, don Baldomero Argente, don Miguel Santos Oliver, ydon Alejandro Pidal.

El presidente del Ateneo, don Ramón Fernández, leyó a decir de laprensa “un excelente trabajo del gran jovellanista don Julio Somoza, que acada momento arrancaba frases de aprobación, lo mismo de los Sres. Canellay Adellac, que del Sr. Jarrín”. Y añadía el gacetillero de El Noroeste: “Es unartículo notabilísimo, saturado de nobles y elevados conceptos, que sentimosno poder publicar por impedírnoslo su mucha extensión”. Y por su parte, elcolega de El Comercio escribía: “Se trata de un documentadísimo artículo del

243

Page 243: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

ilustre cronista de Gijón, el más autorizado jovellanista. Es un escrito titula-do comentarios a una carta en la que el Sr. Somoza hace gala de su excelenteestilo castellano y da a conocer muy interesantes cosas relacionadas con lafigura de Jovellanos. Al terminar el Sr. Fernández su lectura, el público quellenaba la sala prorrumpió en aplausos”.

Tras las intervenciones de Miguel Adellac, que recordó la visita delos infantes don Carlos y doña María Luisa de Orleans al Instituto deJovellanos, y del obispo, cerró el acto las palabras de Fermín de Canella. Hizoel Rector recuento de las conferencias que pasaron por el Ateneo a lo largodel año jovellanista y entrando a hablar de Jovellanos comenzó diciendo:“¿Qué voy yo a deciros de Jovellanos, después de haber escuchado la lectu-ra del notable trabajo de don Julio Somoza?”. Calificó a Somoza de CeánBermúdez redivivo. Y al final de su discurso anunció la próxima publicaciónde los Diarios. Sus palabras exactas fueron:

“Del Centenario celebrado con tanto fausto, y a pesar detodo y por encima de todo, no ha de pasar lo que aconteció muchasveces. Apagado el eco de los discursos como las luces de las verbe-nas, ha de quedar una obra meritísima, la del Instituto que lleva sunombre, dirigido por Adellac, que ha conseguido después de mediosiglo de gestiones, muy notorias y nunca bastante agradecidas, deSomoza, Llanos, y más, tener los manuscritos de los ansiados diarios,que el Instituto va a publicar. Si fuera posible, que no lo es, se agi-gantaría la figura de Jovellanos, de aquel hombre creyente y buenocomo el que más, sabio como muy pocos, patriota como el primero,y por ninguno superado en alma purísima y corazón sano. Obra efec-tiva será ésta como la del inolvidable Vallín, factor principal de laestatua erigida en la Puerta de la Villa”.

6.— La publicación de los Diarios de Jovellanos

El Centenario de Jovellanos, en efecto, traerá consigo la publicaciónde los ansiados Diarios. Aunque era a don Miguel Adellac, en representacióndel Instituto, como su director que era, a quien se hizo la cesión de losmanuscritos, sin embargo, detrás de todo estaba también don Julio.

Se pensaba que fuera él quien llevase a cabo la edición de la obra. Asíse deduce de una extensísima carta que Somoza escribe a Menéndez Pelayo,dándole cuenta de todos los detalles hasta el momento. Al hacerlo no puederecordar el favor que el sabio santanderino le hizo antaño cuando le dejó lacopia impresa:

244

Page 244: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

De los “Diarios” hablaremos para finalizar el cuento.

Ya están en mi poder, original y copia impresa. Sólo falta el origi-nal del diario IV, y los documentos complementarios del texto, en el que seadvierte, van unidos a él, y no lo están: y son muchos, y muy interesantes.

Jamás se me olvidará el favor que Vd. me hizo, facilitándome sucopia impresa en ya lejanos días.

Según mi anotación, la de Vd. sólo alcanza hasta el 11 de septiem-bre de 1796 (p. 256, fin del XVI pliego); pero, con gran asombro mío, el“Diario” está totalmente impreso hasta su conclusión, por Rivadeneyra (día20 de enero de 1801 — pág. 335: 21 pliegos).

Continúa luego dando cuenta detallada de las condiciones de lacesión, lo que demuestra que estaba enterado de todo:

La escritura notarial de entrega de mss. y copia, extendida parahacer una 1er. edición de “mil ejemplares”, fue otorgada en el pasado agosto,entre el Director de este Instituto (Miguel Adellac, sujeto de escasa cultura,y ninguna literaria), y el representante de la propietaria del ms. (doñaJoaquina Castrillón, viuda de Alejandrino Menéndez de Luarca), que es unsobrino de ella, llamado Leopoldo Castrillón Ochoa, salazonero en Vega deNavia, y agente “secreto” (a lo que barrunto) de don Ángel RodríguezAlonso, (a) “Angelón”: Canónigo de Oviedo, y Rector del Hospicio de dichaciudad, que es el que está (“como siempre”) entre telones.

Se pactó, por exigencia de la Señora, (léase “Angelón”) que seimprimiría por cabeza de los “Diarios”, el prólogo de don Alejandrino, queno es tal “prólogo”, sino, los insidiosos artículos que publicó en la “Victoriade la Cruz” hace veinte años, en agosto, septiembre y noviembre de 1891, yque tan duramente flagelé en el “Inventario de un jovellanista”, pág. 185.

Como no se puso limitación de tiempo, ni se entregó “todo” el ori-ginal ms., esto nos vale para demorar la empresa hasta que se ponga en suverdadero punto de caramelo... o de solimán.

En realidad la escritura de cesión se firmó antes, el 20 de julio de1911, ante el notario de Gijón don Francisco López Rubio, y en ella figurabanademás de don Leopoldo Castrillón, en representación de la viuda deMenéndez de Luarca, y Miguel Adellac, como representante del Instituto, lostestigos: don Gaspar y don Carlos Cienfuegos Jovellanos, familiares deJovellanos; el propio Somoza, y Faustino Prendes, representante de la colonia

245

Page 245: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

gijonesa en La Habana, a quien se debía la creación de los premios“Jovellanos-Habana” y “Fernández Vallín-Habana”359.

No hay dudas pues de que el tonel agotado está dispuesto a llevar acabo la que ha sido durante años y años su mayor ilusión como jovellanista. Enningún momento desistió de su empresa. Ya dos años antes, cuando donMarcelino le sugiere volver a los Diarios para celebrar el centenario, se muestraalerta. Muerto Alejandrino Menéndez de Luarca, tuvo varias ofertas, pero nole basta con que le ofrezcan la copia, pretenciosamente alterada, según él, porVicente Abello; quiere los originales360. Ahí los tiene ahora a su disposición.

Los demás confían en él, piensan sólo en él, pero sólo él sabe cuántohay que hacer y piensa en una persona que le ayude. Porque además, el dine-ro del ministerio, las 15.000 pesetas, no son suficientes. No obstante, el dine-ro no es el mayor inconveniente. Por otra parte se siente viejo. He aquí susinquietudes que vierte a su amigo Menéndez Pelayo:

Aterrado estoy ante la magnitud de lo que hay que hacer: copias,cotejo, adiciones de lo suprimido, notas, aclaraciones, prólogo-expo-sición, itinerarios, índices (lo menos cuatro) de materias, personas,bibliográfico y geográfico; grabados, retratos, vistas, dibujos, planosde rutas o itinerarios, lápidas, etc., etc., etc.

Aquí (¡dejarían de ser comerciantes!) imaginan que con “quincemil” pesetas que dejó el Ministro para esta empresa, hay de sobra, y yo agre-go, que ni para empezar. Pero de sobra alcanza Vd. que el dinero, es lo demenos (salvo como elemento auxiliar o secundario), y lo principal y lo másarduo, es buscar quien arrime el hombro al trabajo. Yo contaba para este

359 Sobre esta escritura investigó el profesor Caso González, siendo informado por el Sr. D.José Antonio Bermanedi Erice, notario encargado de los protocolos gijoneses de menos de100 años, que no aparecía tal documento. Cosa extraña le pareció esto al ilustre investiga-dor, ya que Adellac en su prólogo a los Diarios y Somoza en el suyo inédito coinciden en lafecha y en el notario. (JOVELLANOS, Gaspar Melchor de. Obras completas. Oviedo, edicióncrítica, introducción y notas de José Miguel Caso González, 1984. Tomo VI; pág. 36 y nota41). Ahora bien, Caso, siguiendo a Somoza, señala como fecha de la firma el día 28, mien-tras que El Comercio daba la noticia el día 21 de julio, señalando que se había realizado eldía anterior. Por otra parte, uno de los firmantes, Leopoldo Castrillón, no se encontraba enla fecha del 28 de julio en Gijón, sino en Puerto de Vega, preparando el recibimiento a losexcursionistas gijoneses que irían a Puerto de Vega. “Hoy se despidió de la comisión orga-nizadora don Leopoldo Castrillón —decía El Comercio el día 22—, miembro de la Juntareceptora en Puerto de Vega, que saldrá para dicho puerto en el tren de las 7,20 de la maña-na”. Con estos antecedentes nos pusimos al habla con nuestro amigo, el propio notario, Sr.Beramendi Erice, quien nos dio la satisfacción de obtener una copia simple de la escriturapública, que en efecto lleva fecha de 20 de julio de 1911 y en la que figura como testigo JulioSomoza.360 Epistolario. Tomo XXI; Carta 453; fecha: 11 de octubre de 1909; pág. 333.

246

Page 246: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

auxilio, con un paisano mío, doctor en ciencias históricas, muchacho aplica-do de veras, y se lo propuse a Amalio Jimeno, cuando aquí estuvo, para quele nombrase bibliotecario auxiliar o en comisión. El hombre, me dio grandesesperanzas, que se llevó el viento361.

Ya estoy viejo (“vid.” la estela funeraria del “introito”) y muy fati-gado. Si no me ayudan, nada, o poco, podré hacer.

Y a continuación Somoza se pone a soñar cómo habría de llevar acabo la tarea; qué medios necesita para hacer una edición perfecta. Su afán deperfeccionismo es tal que nadie le cree. Verdaderamente lo que Somoza pro-ponía era un ideal de investigación:

Habría que montar (emplazar) un taller con grandes mesas, variosescribientes, dibujantes y fotógrafos, con una biblioteca auxiliar de ocho-cientos a mil volúmenes. El enunciarlo sólo, me ha valido en mi pueblo(¡¡40.000 almas!!) grandes rechiflas, y tal cual pulla, que me costó, con laréplica, tremenda sofoquina y colosal berrinche (ya estoy viéndole a Vd. reír-se a borbotones de lo a pecho que lo tomo)362.

Ante la gran envergadura que suponía una obra bien hecha, le pro-pone a Menéndez Pelayo hacer una “edición preparatoria”, mientras llega ladefinitiva.

P. S.: Con el fragmento que Vd. posee de los “Diarios” (algo másde los 2/3), agregándole lo que le falta (que yo podía hacer copiar aquí, pormedio de máquina) podíamos lograr un ejemplar completo, y publicarleluego como “edición preparatoria”. Pero ¿no estará registrada la propiedadde este “Diario” a nombre de Rivadeneyra? Inverosímil parece que así nosea. Y si lo está, ¿no podría cedernos tal derecho, sufragando nosotros losgastos de la primera edición? “Bis dat qui cito dat”.

Pero Somoza no se encuentra a gusto en medio de personas a las quecalifica de “jovellanistas de hojalata”. Una de estas era Alejandro Pidal yMon, quien, como muy bien ha recordado el profesor Caso González, se opo-nía en su momento a la publicación de los diarios, sin duda por inclinarse alas ideas de Menéndez de Luarca363. He aquí la escena en que Pidal apareceal lado de Adellac, según sigue contando Somoza a su amigo:

361 El ministro Amalio Jiménez vino, con ocasión del Centenario, acompañando a losInfantes don Carlos de Borbón y doña María Luisa de Orleans en su visita del Instituto el6 de agosto.362 Epistolario. Tomo XXI; Carta 760; fecha: 16 de septiembre de 1911; págs. 466 y ss.363 Epistolario. Tomo X; carta del P. Miguélez a Menéndez Pelayo, de fecha 30 de mayo de1892; pág. 540.

247

Page 247: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

¡Cada jovellanista de hojalata nos ha salido esta temporada, que deoírlos sólo, me echo a temblar! El coro de la comedia “indiana”, no sabe másque decir: “Don Jovino” por acá, y “Don Jovino” por allá

y a mí me está ocurriendo,que de tanto desatinocomo al día estoy oyendo,ya van todos consiguiendo“despotricar” en pollino.

En la biblioteca del Instituto, tuvieron conversación sobre el prece-dente tema (anteayer, 14 de septiembre) Alejandro Pidal y Miguel Adellac,y tales cosas dijeron, que parecían nacidos la víspera, entre tres y cuatro dela tarde, si es que ya no iban de tuno a tuno para despistarse mejor. Estabayo en la galería alta, “haciendo” que hojeaba libros, y no metí la cuchara, nime di por aludido, porque lo estimé prudente.

Además, Somoza tiene unas ideas para la edición de los Diariosdemasiado primorosas. No cuenta con quien le auxilie; es objeto de rechiflas.Y por si fuera poco aquellas exigencias de la escritura pública de cesión,como era la de figurar el prólogo de don Alejandrino. Todo esto auguraba loque vino a ser: que Somoza no llevaría a cabo la edición.

El propio don Julio dará como razón de su desistimiento: lo “imposi-tivo”, “enojoso” e “interesado” de muchas de sus impertinentes cláusulas364. Y aña-día: De sobra es de todos conocidos, que la resolución y realización de los asuntosliterarios, cuando intervienen en ellos, manos mercenarias y de logreros, por fuerzatienen que fracasar o torcer el rumbo. Recuérdese que don Julio conocía desde elprimer momento las cláusulas de la escritura pública y, por tanto, si se quejade ellas es porque él confiaba que a pesar de todo podría llevar a cabo la obraa su manera, convenciendo a sus oponentes. Pero al final la cosa no se pusoa punto de caramelo o de solimán como le decía a Menéndez Pelayo.

El profesor Caso González, por su parte, al afirmar que Somoza fueeliminado de la empresa, apunta que en ello tuvo intervención Pidal. “Se tra-taba —dice— de evitar que un hombre de ideas liberales, como don Julio,pudiera aprovechar la ocasión para poner tibio a Menéndez de Luarca porsus ‘Apuntes’”365, como lo hizo poco después en el prólogo de su Jovellanos:manuscritos inéditos, raros o dispersos... Nueva serie: con prólogo y un apéndice,refutando los falsos juicios y erróneas, y gratuitas afirmaciones del Sr.Menéndez de Luarca. Madrid, 1913.

364 Prólogo inédito a los Diarios, reproducido en facsímil por el profesor Caso González enel Tomo VI de las Obras Completas de Jovellanos, pág. 65.365 JOVELLANOS, Gaspar Melchor de. Obras completas. Oviedo, edición crítica, introduc-ción y notas de José Miguel Caso González, 1984. Tomo VI; pág. 37.

248

Page 248: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Si Somoza no aceptó las impertinentes cláusulas, el caso fue —dirá—que hubo quien las aceptó todas: el propio Adellac. De modo que la obra nece-sariamente habría de dejar mucho que desear, como hecha por persona quellena de muy buenos deseos y entusiástico esfuerzo no gozaba de la prepa-ración jovellanista de don Julio. Aunque meritoria y muy significativa, puesal fin se veían publicados los ansiados Diarios, es lo cierto que estará llena deerratas y de malas interpretaciones, según reconocerá la crítica posterior.

Sobre esta obra aparecida en 1915, escribirá Somoza:

Fue costeada esta edición (tosca reproducción de un ejemplar de lamadrileña, de 1861) por el benemérito escritor asturiano, don Fortunato deSelgas y Albuerne, quien no tuvo parte alguna, en la desastrosa direccióneditorial y literaria de la reimpresión de la obra (3.061) “erratas”, hallada endoble compulsa).

Y al observar, que la publicación del “diario”, se dice realizada porel profesorado del Instituto, se nos ocurre preguntar:

Si el “Diario” es de Jovellanos;Sélgas, quien le apadrinó,y Abello, quien le anotó,aliñándolo otras manos,(a)¿en cuál obra de romanostanto ingenio se empleó?claro que nos referimos a Rivadeneyra366.

7.— Lo último sobre Jovellanos

Por su parte, Somoza, en tanto se publican los Diarios sacará a la luzpública una obra más. Aún quedaba en aquel tonel jovellanista materia iné-dita que ofrecer. Parece como si le hubiese entrado prisa por dar de una veztodo cuanto tenía, lo último que le quedaba. No hay duda que Somoza sesiente ya viejo (tenía 65 años) y quiere darlo todo. En menos de tres años apa-recerán un total de cinco volúmenes de sus obras.

El mismo título sugiere ya que se trata de los restos de su bagaje jove-llanista: Jovellanos: manuscritos inéditos, raros o dispersos; como si dijese: aquíestá lo que no se ha publicado antes, lo que no se ha visto, lo que estaba per-dido, lo que faltaba, lo último. Y en efecto, será su última obra jovellanista,aunque el tonel aún no habría de agotarse. La llamará “compilación” en ladedicatoria que, como es costumbre en él va a dirigida a quien en ésta oca-

366 SOMOZA, Julio. Registro Asturiano; págs. 211 y 212.

249

Page 249: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

sión le favorecía con la edición. Decía así: A don GERARDO URÍA YMENÉNDEZ dedica esta compilación jovellanista, su firme y leal amigo. JULIOSOMOZA.

¿Cuál fue su intento? Será lo primero que él nos diga en lo que él lla-maba preliminar y no prólogo:

Aprovechando los momentos actuales en que parece revivir conalgún fuego la memoria del gran Jovellanos, con motivo de conmemorarse elI Centenario de su muerte, y el de su nacimiento a la inmortalidad (acasocon más agitación y bullicio de lo debido a la grave austeridad de tan insig-ne bienhechor de la Patria), creemos oportuno publicar varios de sus escri-tos inéditos, guiados siempre por el noble anhelo, que, más ha de cuarentaaños, impulsa nuestra voluntad y mueve nuestra pluma, de salvar de laincuria y del olvido sus venerables escritos, de tantos como aún se conser-van, esperando la próvida mano que ha de redimirlos de la injusta posterga-ción en que yacen arrinconados, por nuestra proverbial desidia y abandono.

En efecto, el Centenario había servido para remover la memoriahacia Jovellanos, pero hay que tener en cuenta que a él se había llegado gra-cias al esfuerzo de su obra. Una obra que él no veía terminada, pues habla deaprovechar para otras publicaciones nuevas ofertas de amigos, comoFortunato de Selgas o Alejandro Alvargonzález, por citar algunos, a quienespertenecían algunos de estos manuscritos.

Pero Somoza va más allá; tiene una clara intención didáctica.Pretendía: atestiguar su veneración a la memoria de su autor, por el legítimodeseo de que su nombre reviva entre la juventud moderna, sirviéndole de faro lumi-noso en el arte de bien decir, y de ejemplo perdurable que imitar, en las nobles aspi-raciones de la vida.

Quizá fuera su intervención en el Centenario de Jovellanos lo que llevóa que se le propusiera, no una sino hasta tres veces, a intervenir o colaborar enel Centenario de Cervantes o por mejor decir en el Centenario de la publicaciónde El Quijote. Somoza dará en una carta estas razones para negarse:

Muy distinguido y respetable Alcalde:

Me ha sorprendido sobremanera su inesperado B. L. M. del 22 delcorriente, toda vez que, primero oficialmente, y particularmente después, lemanifesté la imposibilidad absoluta en que me hallaba, de formar parte deninguna junta del Centenario de Cervantes. Las razones fundadas que paraello, tuve y tengo, a continuación se las recuerdo:

250

Page 250: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Primera: “la falta de salud”, con prescripción facultativa de priva-ción de toda clase de trabajo mental.

Segunda: “la edad”, que créame ya a los setenta años, me invalidapara todo esfuerzo; creyendo (como no dudo un momento) que esta conside-ración, que ha bastado a otros para no asistir en la prosecución de su inten-to merecerá de V. S. igual deferencia hacia mi cansada persona.

Tercera: “mis estudios”, que han sido, por lo general, de carácterhistórico, de investigación, y arqueológicos; singularizándome en los “jove-llanistas”, más no en los “cervantistas”.

Cuarta: “mi carácter”, que ha hecho, que mis empresas literarias,y mi trabajo, fueran siempre unipersonales, jamás colectivos, porque, ninunca me hice solidario de lo que otros afirmaran o negaran, ni jamás acep-té el concurso ajeno para empresa alguna, bien convencido de lo deleznabley detestable que son las colectividades en nuestra tierra.

Quinta: La persuasión de que, en nuestro país, sobran “cervantis-tas” y literatos, y escasean los “jovellanistas” o difundidores de la enseñan-za, y propulsores del verdadero progreso patrio, en sus múltiples fases.

Por todo lo cual y por otras muchas causas y razones, que a supenetración y sagacidad no escapamos sírvase, por la presente comunica-ción, dar por “no” aceptado el cargo con que se me brinda, y que declino,muy reconocido a su constante benevolencia, pero a la vez, muy firme e irre-vocable en la determinación que he tomado.

Con cuyo motivo, se repite de V. S. por “tercera vez”, su muy fino,deferente y respetuoso convecino.

q.s.m.b.

J. S. G. S.

23 de noviembre 1915 367.

La copia de esta carta (al menos por copia la tenemos), lleva esteencabezamiento: Contestación a la impertinente insistencia de un alcalde de mon-terilla de tiempos de Felipe IV, que se puso “pelma”, hasta el 3er oficio.

El centenario de Cervantes no tendría en Gijón apenas relevancia. Laprimera persona que se interesó en esta villa por él fue el Director delInstituto, Justo del Castillo, pero su voz no tuvo eco. Tan solo la EscuelaSuperior de Artes y Oficios y el Ateneo Casino Obrero hicieron alguna vela-da en honor de Cervantes; y el Ayuntamiento terminará simplemente por

367 Biblioteca Asturiana del Padre Patac; FC 175.

251

Page 251: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

izar el pabellón nacional en las Casas Consistoriales. La poca acogida de estecentenario debió de ser lo que determinó la triple insistencia del Alcalde,quien a falta de cervantistas se veía obligado a echar mano de jovellanistas.

Aunque Somoza exageraba (no tenía setenta años, sino sesenta yseis), la edad y la salud no le permitían llevar a cabo una gran actividad labo-ral, sin embargo, cuando se trata de Jovellanos y de Asturias parecerá reju-venecer y revivir, porque aún tendrá fuerza para revisar los Diarios y publi-car su famoso Registro Asturiano.

252

Page 252: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 11

La batalla de Covadonga

1.— El viejecito testarudo

“No lejos de Gijón, pasea junto a las aguas del mar verde un viejecitomenudo, bajo y de muy pocas carnes. De cabellos y de bigotes blancos, derostro moreno, algo verdoso, y de ojos pequeños, pero vivos, la vejez ha pro-nunciado bajo ellos unos flácidos pliegues, que le sirven de bolsas dondeguarda oculto el amarillo de que se tiñen sus conjuntivas a las veces. Se adi-vina en él un sistema nervioso siempre tenso y un exceso de bilis. Viste unabriguito oscuro que oculta una chaqueta larga de igual tono; protege su gar-ganta con una bufanda mal ceñida; se cubre con un sombrero negro de alasblandas, y aunque brilla en la altura el tenue sol de Asturias, se apoya, comosiempre, en un viejo paraguas”.

“El viejecito lee y escribe mucho, le enamora su noble tierra astur, yno concibe que jamás la hollaran las torpes plantas de los árabes. Está solo,se ha detenido junto al mar y le ha vuelto la espalda, para otear con sus oji-llos vivos la lejana silueta terrestre de los montes. Somoza tuerce el gesto ypiensa una vez más lo que ya ha escrito en un viejo volumen:

Imposible. Los sarracenos no pisaron Asturias. ¿Vencidos alpie de Covadonga? Gran dislate. Pero nada tan peregrino y sandiocomo hacerles atravesar los Picos de Covadonga hasta Cosgaya. Purapatraña la crónica del rey Alfonso, el Magno, o de Sebastián deSalamanca”.

Así vio y así imaginó a Somoza un inteligente y jovencísimo histo-riador, discípulo de Hinojosa, allá por los años veinte en que vino a cono-cer Asturias para escribir y descubrir en ella y a través de ella la historia delos orígenes de España. Años más tarde, al rebatir la tesis de aquel anciano,no podrá resistirse a la tentación de incluir este magnífico, vivo y real retra-

Page 253: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

to368. ¿Qué significa esto? Hay ternura en la descripción y, sin embargo,Somoza representaba la línea más opuesta al pensamiento de don ClaudioSánchez Albornoz, que es quien le describe. La imagen del anciano no se leborraría de la memoria. Aquel anciano era el más tozudo y el más peregrinode cuantos historiadores trataron sobre el tema de Covadonga; ¿cómo podíaresultar tan entrañable como para sentir la necesidad —son palabras del pro-pio Sánchez Albornoz— de incluir su retrato? ¿Cuándo se vio que un autorlleve a cabo en una obra la descripción de su más enfrentado oponente, si noes para ridiculizarlo en lo físico, combatiéndolo en el físico como en las ideas?

Es verdad que más adelante hace también la descripción de un graveprofesor de La Sorbona, el insigne hispanista Barrau-Dihigo, que tambiénnegaba la batalla de Covadonga. Pero aunque le colma de mayor número deelogios, la descripción de este personaje no tiene la viveza y el color que laque hace de Somoza. Cierto que admira más a aquel, pero no hay duda quela personalidad, el hombre en sí que era Somoza, le resultaba más atrayente.En aquel admiraba la obra, en éste la persona.

Refiriéndose a las ideas de Somoza, a quien llama erudito gijonés, ilus-tre asturiano e ilustre jovellanista, las calificará de extravagancias. He aquí eljuicio que le merecían:

“Sería empresa demasiado sangrienta y, además, demasiadofácil y sin mérito, poner de relieve las extravagancias de Somoza. Acreerle, los cronicones cristianos mienten a porfía, las historias árabescarecen por completo de valor, todos los documentos son falsos, fal-sarios los historiadores que han admitido la entrada de los árabes enAsturias en cualquier tiempo y seres mitológicos, que jamás existie-ron, los primeros reyes asturianos. Sólo él conoce el país. Sólo élacierta; sólo él dice la verdad frente a todos. Lástima grande que elilustre jovellanista se haya dejado seducir, al estudiar estos primerostiempos del reino astur, por un criterio tan radicalmente negativo. Lesobraban condiciones para haber trazado una seria historia de los orígenesde la Reconquista, pero ignoraba el método crítico moderno. Tenía sólovagas ideas, generalmente equivocadas sobre el valor y las fechas delas fuentes latinas. No había leído las historias arábigas. O no cono-cía o despreciaba los estudios que les habían consagrado Gayangos,

368 SÁNCHEZ ALBORNOZ, Claudio. Orígenes de la Nación Española. Estudios Críticos sobrela historia del Reino de Asturias. Oviedo, I.D.E.A., 1972. Tomo II; págs. 159 y 160. SánchezAlbornoz comenzó sus trabajos sobre Asturias con ocasión del centenario del Covadonga,y para preparar su trabajo visitó y pateó Asturias entera. Sería por entonces cuando seentrevistaría con Somoza y éste le expondría su teoría sobre Pelayo, Covadonga y la reti-rada de los árabes.

254

Page 254: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Dozy, Lafuente Alcántara, Codera y Pons Boygues. Desfiguró losdatos geográficos como le vino en gana y los empleó en forma efec-tista, y a su antojo concedió y quitó méritos a quienes les precedieronen el estudio de la historia asturiana. En resumen, sus errores son tancrasos y sus afirmaciones de tal índole, que no podemos atribuirlassino a un falso patriotismo regional, a su intención deliberada de pro-bar a toda costa la tesis que he llamado de la virginidad de Asturias.No he de entrar, por tanto, a discutir una a una sus fantasías y susextravagancias”369.

Para no entrar a discutir sus fantasías y extravagancias, empresasegún él demasiado fácil, nos parece un párrafo demasiado largo éste, y tam-poco se entiende muy bien que se tome la molestia de citarlo tantas vecescomo lo hace, y mucho menos de llegar a ponerlo en la misma línea que elsabio, conocedor si duda del método crítico moderno, Barrau-Dihigo, e inclu-so dedicarle ese magnífico tributo de hacer su retrato de un modo que nin-gún otro ha sabido plasmar. Así pues, a pesar de despreciar sus ideas,Sánchez Albornoz admiraba la tremenda personalidad de Somoza.

Pero analicemos el párrafo un poco más detenidamente. Es muy pro-bable que la descripción del retrato y este comentario no se hicieran en lamisma época. La obra que publicó el I.D.E.A. es una especie de recopilaciónde diversos trabajos, refundidos en 1969 por su autor. Estos duros comenta-rios corresponden a una época en que Somoza ya no vivía, mientras que ladescripción por su frescura parece más bien redactada en la juventud, en elmomento de conocer a Somoza. Quitando la fraseología del comienzo, lo ver-daderamente destacable está en la afirmación que hemos subrayado, “lesobraban condiciones para haber trazado una seria historia de los orígenesde la Reconquista (no hacía falta que nos lo dijera), pero ignoraba el métodocrítico”. He aquí la clave que se repite siempre cuando se trata de impugnaro contradecir o recortar la obra de Somoza: la ausencia de un método, queunas veces es crítico moderno y otras veces crítico científico. Somoza es un eru-dito a la violeta para quienes hacen de la investigación una profesión, tengano no tengan vocación, para los profesores de Universidad; una rara avis encampo ajeno; uno que va por libre. Y siempre que hay que ponerle un perosale a relucir su falta de formación académica, como si sólo a los intelectualesde oficio les estuviera reservada la gloria de descubrir el pasado, y como si elcamino de la investigación fuera único.

He aquí lo que pensaba don Alejandro Alvargonzález a propósito dela vocación investigadora de Somoza: “Fue investigador y erudito, peroinvestigador por afición y no por oficio, y cuando las cosas se hacen por afi-

369 Op. cit., Tomo I, pág. 460.

255

Page 255: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

ción suelen obtener mejores resultados que cuando son impuestas por unaprofesión. Aquellos que quieren hacer un campo acotado de toda ciencia, lotildan de curioso, olvidando que gran parte de los descubrimientos históricosse deben a estos curiosos que guiados de una verdadera vocación y de unsuperior sentido crítico, trabajan incansablemente sin un definido afán derecompensa”370.

Pero como es cierta en Somoza la carencia de formación académica(entiéndase universitaria), el éxito de la argumentación contra él está garan-tizado, y aquí punto en boca. Pero hay que tener en cuenta que, cuando setrata de valorar al hombre, y no de determinar el grado de acierto de susideas, esta carencia se convierte en la principal virtud, porque si su capacidades grande a pesar de su falta, se cumple en él el viejo aforismo latino:“Suficiente es haberlo intentado”. Quienes intentamos poner de relieve lapersonalidad de Somoza, no intentamos otra cosa que mostrarlo tal cual fue.Sería ridículo convertirlo en doctor honoris causa de la más prestigiosa uni-versidad del mundo cuando no lo fue. Somoza fue lo que fue. Nadie quiereque sea más sabio que los sabios. Pero si el más importante medievalista delmomento se tomó la molestia de rebatir sus ideas es porque al menos susideas valían tanto como para que éste se interesara en ellas. Veamos cuántorepresentaban.

2.— La cuestión de Covadonga a final de siglo

Para ello hay que ver la dificultad que el tema de Covadonga teníaen la historiografía de la época. Acudamos a un prestigioso profesor univer-sitario, que conozca el método crítico moderno, al propio Sánchez Albornoz,por ejemplo. Según él: “La figura de Pelayo, así como la historia de los orí-genes de la Reconquista, aparecen envueltas en tinieblas tan espesas que esmuy difícil, casi imposible sacar a la luz la parte de verdad que puede haberen el fondo de las confusas fábulas y leyendas de los cronistas musulmanes ycristianos”371.

Fuera por esto en parte o no, el caso es que el prestigioso historiadorconfiesa abiertamente haber tenido él serias dudas sobre la misma realidadde Covadonga: “Las tuve —dice— hace más de dos décadas, en 1920 (12 años

370 ALVARGONZÁLEZ, Alejandro. Julio Somoza, Historiador y Jovellanista. El Comercio, 25 dejulio de 1954.371 Op. cit., Tomo II, pág. 41. Añade también: “La tarea resulta, además, ingrata, penosa,dura, porque multitud de historiadores han utilizado esa doble cadena de fuentes y hanllegado a conclusiones de interés positivo {...} Los que han negado incluso la entrada de losárabes en Asturias han prestado señalado favor a la historia de aquellos sucesos”.

256

Page 256: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

después de la obra de Somoza), cuando estudié los orígenes de laReconquista y hube de redactar sobre tal tema largas páginas para aspirar alPremio Nacional Covadonga que me concedieron”372. Aquel trabajo resultóuna obra en cinco volúmenes, que en 1969 todavía permanecía inédito.

Pero sigamos leyendo lo que sobre sus dificultades nos dice: “Cabíaante tantas dudas y contradicciones la postura hipercrítica de Barrau-Dihigo.Nadie hubiera podido reprocharme un elegante escepticismo y una sonrisaburlona. Y quizás en mi lugar todos hubieran tirado por el camino de enmedio y habrían declarado legendaria la batalla y absurdos los testimoniosencontrados en las fuentes. Pero no me detienen sino me entusiasman lasdificultades...”373. Fue por esto por lo que se puso a estudiar científicamentelas fuentes históricas. Comenzó a estudiar la geografía asturiana y recorriólos viejos caminos, sus viejas ciudades y sus campos de batalla para expli-carse el curso de la historia política. Y sería entonces cuando conoció al vie-jecito de Gijón. Y dedicó veinte años al estudio de esas cuestiones374.

¡Dos décadas! ¡Veinte años, para saber si existió o no Pelayo, siMunuza estuvo o no en Asturias, si hubo o no una batalla en Covadonga! ¿Tanconfusas estaban las fuentes históricas? En efecto, así era. Pero SánchezAlbornoz añade una dificultad más: “Con sus comentarios irrespetuosos y exce-sivamente liberales de las fuentes, o con su demoledor hipercriticismo, sañudo ycruel, la erudición de fines del siglo XIX y de principios del XX se ha complaci-do en enredar la madeja de los testimonios históricos que aluden al suceso ini-cial de nuestra Reconquista. Y lo han logrado con tal éxito que hoy es suempresa más que difícil sacar el hilo del ovillo”375. Ni que decir tiene que deesa corriente de erudición formaría parte Somoza. No está mal saber que hubouna corriente, porque de ese modo Somoza no fue el único. Pero entonces, vol-vemos a lo de siempre: ¿por que él sólo mereció el honor de ser combatido?

Bueno será recorrer esta corriente, exponer una especie de estado de lacuestión en el momento en que el jovencísimo Somoza regresa a Gijón. En1867 se publicó una importante historia de esta villa, la de EstanislaoRendueles Llanos; obra que, como dijimos determinó las aficiones del futurojovellanista. El malogrado historiador de Gijón al comenzar la narración delperiodo de la Reconquista ya nos advierte de que no es unánime la opiniónrespecto a la realidad de Covadonga. Comienza así el capítulo V de su histo-ria de Gijón, el que trata sobre don Pelayo y cuyo primer epígrafe denominaAclaraciones: “Vamos a entrar en la narración de importantes sucesos, cuyaautenticidad ha querido ser puesta en duda por algunos críticos modernos,

372 Ídem, Tomo II, pág. 100.373 Ídem, Tomo II, pág. 101.374 Ibídem.375 Ídem, Tomo II, pág. 137.

257

Page 257: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

aunque la opinión de los mejores historiadores, entre ellos los Sres. Romey yLafuente, que les prestan asentimiento, desvanecen por completo la aserciónde aquellos”376. Ni que decir tiene que Rendueles Llanos se mostraba parti-dario de la verdad de Covadonga.

Diez años mas tarde la polémica, por así decirlo, seguía en pie. Demanera que otro gijonés, José Nava Caveda, intenta buscar una postura con-ciliadora, saliendo al paso de ambos extremos: “A nuestro juicio, tan aparta-dos andan de la verdad los que por sobra de escepticismo sólo ven en la jor-nada de Covadonga la escaramuza y el triunfo de un guerrillero, como losque obcecados por el entusiasmo y amor a la patria agrandan fuera de todamedida las proporciones de este hecho de armas”377.

En 1895, un hombre próximo al círculo de Somoza antiguo gallo deLa Quintana, profesor universitario, don Félix Aramburu, escribía un intere-sante artículo sobre Covadonga, para la obra Asturias publicada por sus ami-gos Fermín Canella y Octavio Bellmunt. Comienza señalando la existencia dedos corrientes o puntos de vista sobre Covadonga: a la una la llama realista,y a la otra efectista. En realidad son las dos actitudes que todo el que disertasobre algo puede adoptar. Advierte por otra parte que va a tirar por la segun-da. Es decir, elude el problema de la veracidad de los hechos. ¿Por qué?Porque sabe que el primero no es nada claro. Lo dice así: “De Covadonga sesabe poco, muy poco, cuando este saber se busca por el camino de la investi-gación ceñida, exacta, realista, que el amante de la verdad histórica, del rela-to circunstanciado indubitable apetece”. Prefiere en cambio el segundo cami-no porque: “De Covadonga, en cambio, se sabe mucho, se sabe lo suficientepor lo menos, cuando este saber se pide al espíritu de las grandes síntesis his-tóricas;... y, sobre todo, al corazón sacudido por las corrientes del amor a lapatria y enardecido por el fuego de la fe”378. He aquí pues explicado lo quees Covadonga: Historia y fe.

Pero, además, el ilustre catedrático no desconoce las dos corrientesrealistas, que desde el siglo XVIII venían enfrentadas. Distingue en un bandoa Trelles, Villademoros, Carballo y Michelli; y en el otro a Masdeu, Pellicer yNoguera, y por supuesto cita a Jovellanos. Llama vicioso pirronismo a lacorriente que pone en tela de juicio tradiciones constantes y creencias arrai-

376 RENDUELES LLANOS, Estanislao. Historia de la villa de Gijón. Gijón, 1867; pág. 41.377 CAVEDA Y NAVA, José. Examen crítico de la restauración de la monarquía visigoda en el sigloVIII. Memorias de la Real Academia de la Historia. T. IX. 1879. Párrafo citado por CarlosMartínez, en Historia de Asturias. Gijón, 1969; pág. 43.378 ARAMBURU, Félix. Covadonga. “Asturias”. Gijón, edición de Octavio Bellmunt yFermín Canella, 1895. Tomo I; pág. 23.

258

Page 258: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

gadísimas. Y habla de un triunfo de la vieja y añeja tradición, gracias al estu-dio de las crónicas árabes379.

3.— La estatua de don Pelayo

Parece ser pues que hacia finales del siglo XIX se abría camino entrelos eruditos asturianos la tendencia a considerar a Pelayo y Covadonga comoverdad histórica indiscutible, en medio de otra corriente más crítica. Dehecho, unos años antes de la aparición del artículo de Aramburu, Gijón habíalevantado con aclamación y sentimiento popular la primera estatua a donPelayo, acontecimiento que tuvo lugar el 5 de agosto de 1891, justo el díaantes de que se levantara la estatua a Jovellanos.

Las fiestas en honor de ambos personajes fueron costeadas y progra-madas en su mayor parte por Acisclo Fernández Vallín. Si tenemos en cuen-ta que aquella apoteosis jovellanista no fue del agrado de Somoza, cabríapensar si fue este el punto de partida de su odio a don Pelayo.

Si aquí estuvo la clave de su perjuicio hacia Pelayo; si su anticovadon-guismo no fue sino un berrinche de celos por acontecimientos populares en losque a él no le dieron ningún protagonismo.

¿Sería Somoza de tan ruin condición, para actuar movido por el afánde notoriedad, por el mero afán de contradicción?

No lo creemos en absoluto; no era Somoza ni mucho menos tan ruin.Además, a Somoza se deberá en buena parte que Gijón cuente con una esta-tua a Pelayo, la primera que se le alce al insigne héroe de Covadonga.

De él partió la idea, y ello porque se trataba de una propuesta for-mulada por Jovellanos y puesta en olvido por los gijoneses.

Será el propio Somoza quien proponga se lleve a cabo este monu-mento, no sólo en Gijón sino también en el propio lugar de los hechos, enCovadonga, porque el monumento que había levantado Montpensier no leparecía digno.

En efecto, mucho antes de que el Ayuntamiento de Gijón acordase ensesión de 2 de junio de 1890 levantar la estatua a don Pelayo, publicó JulioSomoza un artículo en El Carbayón de Oviedo, el 9 de junio de 1888, tituladoLa Estatua de Pelayo.

379 Ídem, págs. 24 y 25.

259

Page 259: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Aquí aboga don Julio para que se levante en Gijón una estatua alhéroe de Asturias, uno de los más heroicos varones —dice— que produjo España.Señala que el pensamiento de elevarle una estatua sólo es el reconocimiento deuna deuda sagrada, que late en el corazón de todo asturiano amante de las gloriaspatrias, y con predilección marcada, en el de los gijoneses.

Recuerda que sería larga la lista de los autores y de las obras consagradasa cantar la grandeza y heroísmo del monarca godo, que inauguraba en Covadonga “elpoema inmortal” de la patria restauración (sic).

En este artículo Somoza va más lejos que ningún otro.

Llega incluso a lanzar, por primera vez a nuestro entender, entre loshistoriadores, una idea novedosa: que figure en el escudo nacional unareferencia a Asturias:

Una omisión bien sensible, fue, a nuestro entender, la que se come-tió no bordando en la bandera para el acorazado Pelayo380, la figura delhéroe; y si acaso las Ordenanzas navales no lo permitieren, tal vez por favorespecial, y mediando la intercesión de la Serenísima Princesa de Asturias, sehubiera logrado: porque si los colores nacionales y el Escudo Real pregona-ban nuestra Patria por lo mares, tampoco holgaba la representación delcaudillo a cuyo esclarecido valor y acendrada fe, debe aquella sunacimiento, y el más excelso de sus timbres. Y es por demás extraño,que en el escudo que simboliza la nacionalidad española, estén representadasCastilla y León, Navarra, Aragón, Granada, etc., y no lo esté aquel reino aquienes todos deben su nacimiento.

Hay pues en este artículo argumentos más que suficientes parademostrar que Somoza sintió, como hijo de su tierra, el fuego del patriotismoque despierta el nombre de Pelayo, y que lo sintió de manera singular.

Es más, para terminar su artículo transcribe la inscripción latina queJovellanos hizo para esta estatua, la que hasta hoy figura en el monumento,pero, además, una segunda debida a uno de nuestros paisanos.

380 Precisamente al día siguiente de la publicación de este artículo, tenía lugar enCovadonga la bendición de la bandera del acorazado Pelayo. La ceremonia tuvo granesplendor; estuvo presidida por el Sr. Obispo y la condesa de Revillagigedo en represen-tación de S. A. R. la Princesa de Asturias. Bordaron la insignia nacional (salvo la cruz queremataba el mundo de la corona, que fue bordada por la propia princesa de Asturias) lassiguientes señoras y señoritas gijonesas: Dª Virginia Sampedro, Dolores Horcasitas,Marciana Valle, Joaquina y Adela Iglesias, Lola Gil, Lola Menchaca, María Vivero, Emilia,Mercedes y Manolita Alvargonzález, Filomena Zulaibar, Maria Díaz de la Sala, SaloméRodiles, Eustoquia Pelayo, Eugenia Menéndez, Encarnación Vallina, Margarita Menéndez,Joaquina Villaverde, Ignacia Cabo, Manolita Marinas, Sara Rionda, Josefina Laviada y PazNava. (El Carbayón, 13 de junio de 1888).

260

Page 260: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Ignoramos quien sea este paisano, pero no podemos asegurar que setrate del propio Somoza, porque solía tener la costumbre de no nombrar aaquellas personas con quienes se enfadaba.

El autor, pues, una de dos, o es un enemigo o es él mismo.

Si fuera él mismo no habría duda que en 1888 Somoza sentíaCovadonga como el que más; si fuera un enemigo, el hecho de transcribirladenota al menos simpatía hacia la inscripción que dice así:

ADON PELAYO,

CAUDILLO DE LOS GODOSRESTAURADOR DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA,

HÉROE EN COVADONGAQUE CON AYUDA DE LA DIVINA GRACIA

LIBERTÓ A SU PATRIADEL YUGO SARRACENO,

EL PUEBLO Y SENADO DE GIJÓNAQUÍ CONGREGADOS

ERIGIÉRONLE PARA PERPETUA GLORIADE SU FAMA LEGENDARIA

Y HONOR DE ASTURIAS,ESTE HUMILDE MONUMENTO

AÑO MDCCCLXXXVIII

Sin embargo, una cosa es levantar un monumento en Gijón a Pelayo,reconocer el arraigo de su nombre en la conciencia de la colectividad de unpueblo, conciencia de la que sin duda participaba, y otra cosa preguntarsesobre la realidad histórica del personaje. Hay que tener en cuenta que la ideahabía sido planteada por Jovellanos en su Plan General de mejoras propuesto alAyuntamiento de Gijón, en 1782, cuyas palabras encabezaban el artículo deSomoza. Hay que tener en cuenta que en 1649 —recuerda Somoza—, se esta-bleció el blasón de la Villa, que ostentaba en su centro la imagen de Pelayo en igualactitud que estaba en la piedra del Arco del Infante, y en el estandarte municipal,aunque ostentando una armadura romana de los tiempos medios, y quecuando se hizo el escudo de armas para el Instituto, en 1794, se colocó en uno de suscuarteles, esta misma figura. Con todos estos antecedentes no es de extrañarque Somoza cargase las tintas sobre la figura de Pelayo, y tocase con maes-tría la cuerda del sentimiento patrio. Pero en el artículo no se plantea paranada la cuestión de la veracidad histórica del personaje.

La expresión legendario para referirse al recinto de Covadonga noparece equivaler a histórico, además al referirse al monumento que él desea

261

Page 261: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

colocar en Covadonga toma el ejemplo de un héroe legendario: Arminius, aquien se representaba en Alemania con casco alado:

Cuando los hijos de esta tierra {lle}ven aquel emblema a Covadonga{pa}ra que se orée con las embalsam{adas} brisas de las montañas, y sevivif{ique} bajo la protectora égida de la Vi{rgen} de las batallas, sus ojoscontempla{rán} a la margen derecha del Deva, ya pr{ó}ximo al Santuario, unmodesto monumento. Es el que, a sus expensas erigió Montpensier a lamemoria del héroe de la reconquista. ¡Cuán mezquino y pequeño aparece enmedio de la imponente grandeza que le rodea! ¡Qué mal interpreta la emo-ción grandísima que se siente en aquel recinto legendario!

En las altas cimas de Grotemburg{o} en Alemania, álzase unmonumento gigantesco, colosal. Es el que aquella nación poderosa levantópara perpetuar la memoria de Arminius, fundador de la nacionalidad ger-mánica, en lo más abrupto y salvaje de aquellos montes, vése desde lejanospuntos un templete; sobre él se yergue en actitud victoriosa, el gigante conel casco alado, alzando al cielo la triunfadora espada. Un tributo semejan-te quisiéramos para nuestro compatriota. Hace once siglos que su nombredespierta en pechos españoles todo el fuego del patriotismo. Hace más de unoque el ilustre Jovellanos recordaba esta deuda a los hijos de Asturias, estadeuda inaplazable de gratitud.

Sin embargo, y con todo, hay que reconocer que este artículo por sísolo es a nuestro entender más que suficiente para compensar los agraviosque pudo cometer nuestro historiador a las conciencias de la mayoría, por nodecir la totalidad, de sus paisanos. Somoza creía en Covadonga. Podemosdecir de él lo que Unamuno afirmaba de la fe: que es querer creer; Somoza almenos, quería creer, pero las fuentes no le aportaban ninguna luz.

4.— Razón y sentimiento

Sánchez Albornoz, como veíamos, llamaba a la actitud de Somozaextravagancia: ¿lo fue realmente? Hay motivos para creer que no. En nuestraopinión Somoza fue un gran historiador, limitado en cuanto a medios si sequiere, pero escrupuloso, celoso, concienzudo, incapaz de anteponer sugusto personal a la verdad histórica. Lo que ocurre es que no veía nada claroen los hechos de Covadonga y separa razón y sentimiento. SánchezAlbornoz, por ejemplo, tras describir “el escenario en que se mueven losactores del drama” (son palabras suyas), afirma que Pelayo se fugó aCórdoba; que luego huyó a tierras asturianas, que durante su ausencia el valíde la región, Munuza, había logrado sus deseos de casarse con la hermana de

262

Page 262: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Pelayo, pero éste se negó a aprobar el matrimonio de su hermana y empezóa conspirar. Y sigue diciendo: “El emir de España envió sicarios a Munuzacon órdenes de prender al fugitivo y de llevarle preso a Córdoba. Los agen-tes del sur intentaron cumplir su cometido. Pelayo estaba en Brece (¿SantaCruz de Brez?) y allí con engaños, trataron de prenderle. Pero Pelayo supopor confidencia de un amigo el peligro que le amenazaba y como el núme-ro de los perseguidores hacía imposible toda resistencia, procuró escapardisimuladamente de los hombres del valí. Seguido por ellos llegó a Piloña,lo cruzó como pudo, y mientras los esbirros se detenían ante el curso del río,el futuro caudillo de los astures se acogió a los montes”. Para terminardiciendo: “El relato no puede ser más humano y realista; nada hay en él deinverosímil”381. Para Julio Somoza, sin embargo, todo esto le parecía el argu-mento de un drama, como el que escribió su adorado Jovellanos, pero unahistoria difícil de creer. Para él, Pelayo era un personaje legendario, alguiende quien “leemos” (según el sentido etimológico de la palabra leyenda) perode quien no sabemos. A esta hipótesis de leyenda épica apuntará tambiénMenéndez Pidal al considerar que la primera parte de la crónica real (laprincipal fuente latina) está inspirada en un antiguo cantar redactado paracelebrar a Pelayo y su victoria382.

Respecto a la batalla de Covadonga, de haber tenido lugar en aquelrecinto el sentido común decía que no pudo contener el número de comba-tientes que se dicen en las fuentes. Y esto también lo tenía claro todo un pro-fesor de La Sorbona, Barrau-Dihigo. Además, había total ausencia de rasgosarqueológicos, epigráficos, numismáticos, ciencias a las que Somoza conce-día un papel importantísimo como auxiliares de la Historia. Ni el estoque dedon Pelayo, que resultó ser del siglo XVI, ni la Cruz de la Victoria, obra delsiglo IX, estuvieron ni en las manos de Pelayo ni en Covadonga383. Tambiénla filología puede servir de auxiliar a la historia y a este respecto refiriéndo-se al origen de la palabra Covadonga, Somoza hace una llamada de aten-ción, señala que merece los honores de una seria investigación. Y es que frente ala corriente que la identifica con el latín cova dominica (cueva de la Señora),según la crónica de Alfonso III, cabría para Somoza la posibilidad de un ori-gen bable, ya que la terminación es corriente en Asturias, como Ponga,Romadonga, Belonga, Plomadonga, Pronga, Fontedonga, etc., abundando más laterminación masculina: Irrongo, Isongo, Triongo, Busdongo, Camplongo,Vallongo, Molongo, Tebongo, etc., e incluso no hay que olvidar, señala Somoza,que este terminal (onga) se aplica también en bable, en sentido aumentativo

381 SÁNCHEZ ALBORNOZ, Claudio. Orígenes de la Nación Española. Estudios Críticos sobrela historia del Reino de Asturias. Oviedo, I.D.E.A., 1972. Tomo II.382 Orígenes de la nación española. pág. 52. Lo cual ha sido rebatido por Sánchez Albornoz.383 Gijón en la Historia General de Asturias. Gijón, 1908. Volumen II; págs. 482 y 483.

263

Page 263: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

y despectivo, como en las voces, pindonga, pilonga, perllonga, candonga, etcé-tera384.

Indudablemente, Somoza argumentaba, no sólo en este tema sino encualquiera de la historia de Asturias, con todos los amplios conocimientosque poseía de su geografía, arqueología, lengua y folklore; con todos los sabe-res que cultivó y almacenó en una labor ingente de años. Sánchez Albornoz,en nuestra opinión, subestimaba a su oponente, cuando le creía falto de cul-tura, tal vez porque sus lecturas no eran las de él, he aquí a lo que conduceel prejuicio universitario y académico, como si hubiera un solo camino paraconocer la historia. Pero incluso aquellas materias llamadas tradicionalmen-te culturales fueron objeto de su interés. Basta recordar que proyectó unaobra titulada Glorias Nacionales. Apuntes biográficos, en la que llegó a reunirmaterial para llevar a cabo las biografías de más de 370 personajes de nues-tra historia nacional385.

El conocimiento del terreno le hacía poner en duda que fuera posiblesobrevivir a una expedición por los Picos de Europa, como la relatada en lacrónica de Alfonso III. Fue Somoza gran conocedor de su tierra; a lo largo desu obra queda claro siempre este patear, andar y ver Asturias. Al menos enCovadonga debió de haber estado, ya que si no, no se permitiría opinar sobreel monumento de Montpensier a Pelayo con tanta viveza. Y en cuanto a loslagos manifestó su deseo de visitarlos, según carta a su amigo de La QuintanaBraulio Vigón, a quien le escribe: Yo también iré a tu casa más adelante, cuandopasen las aguas primaverales, y antes o después iremos a Borines si nos conviene, obien a Covadonga porque yo no quisiera morirme sin subir al lago de Enol, y ver flo-tar sobre las aguas la fantástica visión teñida en irisados matices por el primer alborde la mañana... (¡qué bonita, eh!... estará la ascensión, echando ´l fégadu pe laboca!)386. Ignoramos si cumplió su deseo. Lo que ya no creemos que hiciera esrecorrer los Picos de Europa desde Covadonga a Cosgaya, atravesando lagarganta del Cares; una ruta considerada impracticable, pero cuyo recorrido

384 Ídem, pág. 489. 385 El manuscrito, de admirable caligrafía, e incompleto, se conserva en el ArchivoHistórico de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ.386 Correspondencia de don Braulio Vigón en el apéndice de Asturias: Folklore del mar. JuegosInfantiles. Poesía popular. Estudios Históricos. Braulio Vigón. Prólogo de Ana María Vigón ynota editorial de Emilio Marcos Vallaure. Oviedo, Editorial: Biblioteca Popular Asturiana,1980.

264

Page 264: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

en 1929 387 por Sánchez Albornoz, con un grupo de estudiantes, chicos y chi-cas sin experiencia en montañismo, sirvió para probar que la huida de losmoros pudo haber sido así.

La conclusión, porque es una conclusión, equivocada si se quiere,con premisas equivocadas si se quiere, pero conclusión al fin de cuentas, deSomoza, es que a la leyenda, y no a la Historia, corresponden todos los recuerdosque de un modo o de otro, se relacionan con la tradición peláyica. Para él los más delos historiadores, les prestaron su asentamiento sin entrar en análisis ni discusiónalguna; o por no singularizase deshojando la tradición poética, o convencidos de quelo lejano de los tiempos, y la carencia de datos fijos y documentos ciertos, no les per-mitían esclarecer debidamente este punto388.

Somoza, por el contrario, se atreve a poner en tela de juicio la verdadde Covadonga. Frente a los historiadores que no discuten la autenticidad delos hechos él se atreve a dudar ¿Y no es este el punto de partida de todainvestigación que quiera tener un mínimo de objetividad? ¿No es buen méto-do científico éste de la duda metódica? Somoza es en su punto de partida deuna honradez histórica irreprochable. Y lo es también al final, cuando lle-gando a lo que él cree la verdad histórica, tiene el valor y la honradez de pro-clamarla en voz alta, frente a todos, a pesar de todos. No hay duda que comohistoriador tiene una acusadísima personalidad, una originalidad intachable.

En sus obras pueden rastrearse sus ideas sobre la investigación his-tórica. Así por ejemplo en el prólogo a Gijón en la historia general de Asturiasdefine a la imparcialidad como la inseparable norma de todo historiador, yacusa al apasionamiento, al fanatismo religioso (así, subrayado), a la creduli-dad, al amor propio regional, al ultraindividualismo de la raza (entiéndaseasturiana) y a la falta de cultura, como causas de errores históricos389.

387 Precisamente a finales de aquel año, el 20 y 21 de diciembre, pronunció SánchezAlbornoz dos conferencias en el Ateneo de Gijón. La primera, con el título Después deCovadonga. Los Picos de Europa y los Orígenes de la Reconquista, estuvo apoyada con fotogra-fías de la excursión que había realizado con sus alumnos. La segunda se tituló: Los árabesen Asturias en el reinado de Alfonso el Casto, teniendo a la vista el mapa de la región y muchasvistas, con cuyo auxilio fue trazando el ilustre catedrático la ruta de los árabes y la de lastropas que acaudillaba Alfonso el Casto, “llevando a la convicción de los oyentes —decíala prensa—, la creencia de la verdad de sus palabras en pugna con la opinión de los queniegan la invasión musulmana”. Fue presentado por José María Gutiérrez Barreal. Hizo laafirmación rotunda de que ha existido la batalla de Covadonga. Y la prensa reiteró y recal-có su clara oposición a quienes afirmaban la no existencia de Covadonga: “Con acertadosargumentos —señalaba— en medio de descripciones exactísimas y bellas, refutó las razo-nes que exponen algunos historiadores para negar la existencia de la batalla y de la retira-da de los muslimes, pues cree incluso que antes de afirmarlo no han recorrido los desfila-deros y gargantas que se citan”. (La Prensa, 20 y 21 de diciembre de 1929).388 Op. cit., pág. 479.389 Ídem, pág. XII.

265

Page 265: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Señalado es el juicio que le merece el Obispo don Pelayo, a quiensiguiendo la común opinión de los historiadores, acusa de alterar, mistificar,adicionar y trastornar los textos de autores antiguos. Al hablar de este personajecomenta: ¡A tanto arrastra la exaltación del amor regional, que no repara en las con-tradicciones a que se ve impelido390. Pero, además, crítica a su propio amigoFuertes Acevedo, porque en su Bibliografía hacía un juicio más apasionadoque certero acerca de este prelado, y a pesar de conocer el juicio negativo queAmador de los Ríos había expuesto sobre dicho Obispo, no impugnó la opi-nión de este último para restituir al personaje ovetense el crédito que habíaperdido. Para Somoza no caben medias tintas, hay que mantener siempre yhasta el final las propias convicciones.

5.— El ataque

A Somoza no le importa perder la amistad de sus amigos en defensade sus ideas. En realidad ninguno de ellos las compartía, al menos pública-mente. En esta batalla de Covadonga, más que en ninguna otra, Somoza va acombatir sólo. ¡Pobre diablo! Su genio le va a conducir a aquel estado de ais-lamiento. Sordo de nacimiento, no hace caso a las voces de los que le rodean.¿Fue esto lo que despertó la ternura de Sánchez Albornoz? ¿Fue por esto porlo que el ilustre catedrático no quiso rebatir sus argumentos: para no resultardemasiado sangrante?

Ello bien pudo ser la causa de que no rebatiera sus argumentos, perono la de que se interesara por Somoza. Porque don Julio era sordo, pero nomudo. Y sus opiniones van a llegar peligrosamente a ciertos sectores intelec-tuales de la sociedad asturiana. El prestigio de Somoza era tal en 1908, cuan-do aparece su obra Gijón en la Historia General de Asturias que se temía que susideas llegasen a generalizarse al menos entre la clase medianamente culta.Hay de esto dos importantes testimonios.

Uno es el de Constantino Cabal, cuya reacción ante la nueva publi-cación fue agudísima. Escribió catorce cartas en La Opinión de Oviedo, reba-tiendo las teorías de Somoza. Pero leyendo en ellas podemos sacar algunasobservaciones interesantes, como por ejemplo el comienzo mismo de la cartaprimera:

“Sr. D. Julio Somoza:

Oí ponderar su libro, y caí en el deseo de leerlo: decíanme queera usted un prodigio de saber y erudición; decíanme que hurgando

390 Ídem, pág. 515.

266

Page 266: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

en nuestra historia, había avizorado en ella horizontes de todos igno-rados; decíanme que su crítica se había hundido en misterios tene-brosos y sacado palpitante la verdad... Y le creí un sabio más, gloriadel solar astur, que ha dado muchos, y erigíle un altar de admiracióndentro de lo más hondo de mi alma.

Pero he leído su libro y he derrumbado el altar; la decepciónfue tan grande, que hoy me avergüenzo de haber alzado en él unhombre vulgarísimo y oscuro. Y, o mucho decayó la erudición en mitierra, desde que yo la dejé, o mucho ha menguado en ella el amorque sus hijos la tenían; porque su libro la infama y nadie la defiende;y porque su libro es hato de falsedades y, sin embargo, lo loan”391.

Así pues, aunque el primer párrafo podría suponerse un recurso litera-rio, por el carácter alzado de su estilo; en el segundo, el testimonio de que ellibro es loado ofrece menos dudas. Es más, hasta ese momento, no hay dudaque Somoza era admirado por el propio Constantino Cabal. El prestigio delautor del libro era indudable. Gijón en la Historia General de Asturias es la prime-ra obra de carácter histórico que publicó Somoza, sin embargo, la personalidadcomo conocedor del pasado asturiano, aparte de sus hallazgos en aquel campode Jovino, arrastraba ya un peso enorme en los ambientes culturales asturianos.

Pero para Constantino Cabal, Somoza es un anarquista y quienes leaplauden saben tan poco como él:

“Visto su libro así, imparcialmente, es obra de un anarquistaque no sabe lo que es el anarquismo; es obra de un destructor, quedestruye por locura o por monomanía; y es obra de un ignorante,que no tiene derecho a serlo ya, con los años que usted cuenta; y éste,el único juicio justiciero que ha merecido su historia, será el únicoprobado; porque esos que a usted le aplauden, son hombres querazonan como usted y que saben aún menos que usted”392.

Pero nótese que no todo el libro va a ser criticado, sino solo los capí-tulos referidos a Pelayo y Covadonga, una parte tan solo de sus dos volúme-nes. Las cartas a Somoza no contienen una sola referencia a otros episodios dela historia asturiana, como si lo que se dijese a este otro respecto fuera todocierto o no interesase, cuando de lo que se trata es de poner en entredicho sucapacidad como historiador.

391 CABAL, Constantino. Cartas a Somoza I. Gijón en la antigüedad y en la Edad Media. LaOpinión de Oviedo, 25 de octubre de 1910. En el Archivo de la FUNDACIÓN ALVAR-GONZÁLEZ, G 49/19 se conservan los recortes de la prensa, que sin duda habían perte-necido a Pedro Hurlé, lo que hace suponer que pertenecerían a los papeles cedidos porJulio Somoza. 392 Ibídem.

267

Page 267: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Constantino Cabal, termina pidiendo que Somoza, fuera destituidocomo cronista de Gijón y bajado de su pedestal:

“...Y nada más, porque sería delito. Dedicar a su obra estatarea, fue considerarla algo, y no lo es; pero lo es la ignorancia gene-ral que lo juzga a usted un sabio; lo es el Ayuntamiento de Gijón, quele hizo su cronista, y había que pesar méritos y que deshacer errores;había que bajarle a usted del alto pedestal en que se hallaba, paraponerle a nivel del vulgo incauto”393.

No hay duda que hay mucha pasión en Constantino Cabal, así comoen la mayoría, por no decir la totalidad de los que atacaban a Somoza. Lanoble implicación que en la conciencia asturiana y en la española tiene elnombre de Covadonga, alimentaba la disputa. No faltaría quien le acusase demal patriota, como Cabal de hacer anarquismo histórico.

Sin embargo, ya vimos que Somoza no era insensible a esta fuerzaevocadora, a esa atracción tan irresistible que ejerce Covadonga en el alma delos asturianos y de los españoles. Pero si aún quedase duda, por si acasoalguien pensase que pudo en algún momento desaparecer de su alma estenoble sentimiento de su tierra, hagamos una cita. Somoza aprovechaba elpapel, en una época donde no era tan abundante. Se servía a veces de hojasya escritas para reutilizarlas por la otra cara en nuevos trabajos. Por esohemos encontrado entre los manuscritos de su obra El Carácter Asturianounas hojas en las que por una carta aparece una cita de Jovellanos acerca dellabrador asturiano y por la otra, atravesada con una gran X con lápiz azul,unas viejas y desechadas líneas. Es el borrador de un pasaje que se encuen-tra en la pág. 447 del segundo tomo de su Gijón en la historia general deAsturias. No hemos podido resistir la tentación de releer. Dice así:

Fenómeno de la ilusión patriótica.— Es muy singular, por tanto, elespejismo que sufren todos nuestros literatos, historiadores, poetas, drama-turgos, y cronistas... de viaje, al tratar de Covadonga. La violenta fuerza delcontraste, el mágico encanto del lugar, la visión profética del pasado, la exal-tación del sentimiento religioso, el atavismo de la raza, con todos sus ensue-ños, sus tradiciones y sus cuentos, arrastran con fuerza impulsiva a la retó-rica, y a extrañas y sublimes paradojas. Brota la emoción y las lágrimas, lagrandiosidad del aparato escénico, no da lugar a la duda ni al análisis. Todoes bueno, hermoso y grande, porque descansa en dos sentimientos inmuta-bles de la humanidad, el religioso y el patriótico, el amor innato a la tierra,y el irresistible impulso a lo maravilloso.

393 CABAL, Constantino. Cartas a Somoza XIV. Punto final.— Los últimos rebojos. La Opiniónde Oviedo, 11 de noviembre de 1910.

268

Page 268: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Pero... no existe nada, absolutamente nada más que la leyendaépica de Covadonga, forjada por el iluso Obispo Salmanticense394.

No podía ser de otra manera. También Somoza reconoce el encantode Covadonga, su fuerza irresistible, porque no otra cosa sino su sentimien-to de patriotismo pudo inspirar estas líneas. Pero al final la razón debe impo-nerse. Somoza es un tipo unamuniano, agónico, que se debate entre la razóny la fe. Sus compatriotas contemporáneos no vieron esta agonía, no supieronque querer creer ya es creer.

6.— Cronista de Asturias

El prestigio de Somoza se va a mantener por años, incluso hasta laépoca en que el joven Sánchez Albornoz comience sus importantes trabajos.El 22 de marzo de 1924 moría Fermín Canella. Desde 1903, en que fue nom-brado para sustituir a Ciriaco M. Vigil, otro gallo de La Quintana, era el cro-nista de Asturias. Tras la muerte de Canella, la Diputación Provincial, reuni-da a las cuatro de la tarde del 22 de mayo de aquel 1924, celebró sesión bajola presidencia de don Rogelio Jove y Bravo y nombrará cronista de Asturiasa don Julio Somoza. Se trataba más bien de un premio, un honor a la ingen-te labor del ilustre jovellanista, y no un estímulo para ver cumplidas esta oaquella esperanza en pro de la investigación asturiana. Somoza ya habíahecho bastante, por su edad no se podía esperar mucho más. Fue un recono-cimiento a su labor. Así lo expresó bien claro su amigo Rogelio Jove, median-te escrito que por su importancia debemos reproducir aquí:

A LA EXCMA. DIPUTACIÓN

Considerando que aun cuando el título de Cronista deAsturias se ha considerado principalmente creado para premiar lalabor extraordinaria realizada por el sabio y erudito paleógrafo donCiriaco Miguel Vigil para investigar a través de los archivos la reu-nión de los elementos de todas clases que pudieran contribuir alconocimiento del pasado de nuestra región y de los factores que hancontribuido a la formación de nuestro carácter.

Considerando que, el transmitir este título, al fallecimientodel inolvidable Miguel Vigil, a don Fermín Canella y Secades,recientemente arrebatado al cariño de los suyos y al afecto y conside-ración de todos los asturianos, constituyó un testimonio de gratitudrendido por la Diputación en representación de la provincia, a quien

394 Carácter Asturiano. Manuscrito. Biblioteca Asturiana del P. Patac.; cap. VIII.- Jovellanos.

269

Page 269: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

venía dedicando su vida entera a la misma labor de su antecesor y ala publicación de muchas y muy eruditas obras sobre cuanto afectaa Asturias, desde su aparición en la Historia hasta nuestros días.

Considerando que después de los nombres citados quedaaún entre nosotros alguno de esos trabajadores infatigables que,removiendo los escombros amontonados por el tiempo, saben sacarde entre las ruinas notas que hagan vibrar las almas asturianas y res-tos de nuestras pasadas grandezas y que entre ellos figura en lugareminente el historiador, jovellanista, bibliófilo don Julio Somoza y G.Sala.

Considerando que aunque la edad avanzada y el estado desalud del Sr. Somoza le impedirían hoy desempeñar funciones decronista, los trabajos realizados por él merecen sobradamente que laprovincia le rinda testimonio de su reconocimiento y de la alta esti-mación en que le tiene.

El que suscribe propone se acuerde conceder el título deCronista de Asturias a don Julio Somoza y G. Sala.

V. E., no obstante, etc., etc.

Palacio de la Diputación a 22 de mayo de 1924.

ROGELIO JOVE395.

La propuesta no sólo fue aprobada por unanimidad sino que, ade-más, don Carlos Rodríguez San Pedro, como Presidente del Centro deEstudios Asturianos, tributó en nombre de esta institución “un aplauso alacierto de la Presidencia en proponer el nombramiento del Cronista a favorde Somoza y a la Diputación por haber aceptado la propuesta que coincide—leemos en el acta de aquella sesión— con la indicación que había hechodicho Centro, y pidió que constase en el acta el agradecimiento de la citadaasociación por la acogida dispensada a sus indicaciones”.

De manera que fue del Centro de Estudios Asturianos de donde par-tió la idea de llevar a cabo el nombramiento. Lo confirma la misma acta cuan-do más adelante se lee: “El Sr. Presidente manifestó que desde que había que-dado vacante la plaza de cronista había estado en sus propósitos el interesarel nombramiento del Sr. Somoza y sólo había vacilado por el temor de que laedad y achaques de este señor le impidiesen cumplir los deberes del cargo,pero posteriormente se convenció de que no era necesario que ejecutase los

395 Archivo General de la Administración del Principado de Asturias: Expediente 14.748 dela Diputación Provincial de Oviedo.

270

Page 270: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

trabajos para los cuales estuviese impedido y que tuvo mucho gusto en reci-bir y acoger la propuesta del Centro de Estudios Asturianos”396.

En la misma sesión, en el capítulo 12 de presupuestos, bajo el epí-grafe: Otros Gastos, se aprobó una partida de 6.000 pesetas “para la impre-sión —leemos— de la obra del ilustre escritor asturiano don Julio Somoza yG. Sala, titulada Bibliografía Regional Asturiana y de cuya tirada se entrega-rán al autor las tres cuartas partes del número de ejemplares que se editen,reservándose la Diputación la cuarta parte restante”397.

Sin embargo, no estaba todo el mundo de acuerdo con el nombra-miento sino que se van a alzar voces en contra del acuerdo de laDiputación398. Una de estas será la de su paisano y amigo don Enrique GarcíaRendueles.

Se conserva de su puño y letra, sin fecha, por ser un borrador, undocumento en el que este sacerdote y catedrático del Instituto Jovellanos,amante jovellanista, manifiesta su oposición y pide la restitución del nom-bramiento.

Por su interés lo reproducimos íntegramente:

Nuevo cronista del Principado.

Por fallecimiento del llorado don Fermín Canella, se hadesignado para sucederle como cronista del Principado, al entusias-ta Jovellanista don Julio Somoza; pero el lamentable pirronismo enque este nuestro paisano y amigo ha caído al formular sus actualesjuicios sobre hechos históricos gloriosísimos de la región, no parececoncordable en modo alguno con el expresado cargo.

Decimos esto porque desde la época en que aparecieron los dosformidables tomos de la obra titulada Gijón en la historia general, negan-do la existencia de Pelayo y otras cosas semejantes, como la de atribuira espíritu de merodeo y a feroz pillaje el origen de las guerras Cantábricascontra el novísimo imperio instaurado en Roma, antigua aliada deaquellas tribus, no hay modo de cohonestar uno y otro suceso.

Gracián, en su famoso Criticón escribió que “los más en elmundo gustan de lo que ven gustar a otros... alaban lo que oyeron

396 Archivo General de la Administración del Principado de Asturias: Libro de Actas de laDiputación Provincial. Año 1924, fols. 97v. y 98.397 Ídem, folio 104.398 E incluso hay quien ha dicho que fue destituido de su cargo. Nosotros por nuestra parteno hemos encontrado entre los libros de la Diputación Provincial, ni de la ComisiónGestora, que se conservan en el Archivo General de la Administración del Principado deAsturias, nada que pudiera confirmar esta afirmación.

271

Page 271: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

alabar... de modo que viven por otros y se guían por entendimientoajeno...”; cosa que recordamos aquí porque desde la época en quedicha obra apareció, no han cesado de observarse sus deplorablesefectos en multitud de ocasiones, desde el enlodamiento (¡) de larotulación de calles, como la de Pelayo, hasta las conferencias enAteneo y demás sitios, en que se ha disertado acerca de La leyendaPelágica; y ahora la ejecutoria dicha, viene a coronar aquellos asertosverdaderamente temerarios.

En Gijón mismo, acabamos de ver, con motivo de inaugu-rarse un nuevo templo, que el elocuente orador sagrado encargadode conmemorar el suceso, llegó a omitir también el nombre del glo-rioso restaurador, limitándose en su discurso a mencionar que unpuñado de hombres hizo revivir en estos riscos asturianos el cuerpoinanimado de una monarquía.

Con mucha razón, pues, dijo en cierta solemnidad académi-ca, don Antonio Blázquez, que semejantes trabajos producen la des-confianza al principio prudente en la inteligencia de los sabios, y sedifunden con rapidez, adquiriendo cada vez mayor fuerza y energía,convirtiéndose en desconfianza ciega y brutal que concluye porinformar durante centenares de años toda nuestra historia, y no sólopone en tela de juicio y rechaza lo verdaderamente falaz sino queconstruyendo un arca santa, encierra en ella sus opiniones y creen-cias, y declara apócrifo todo lo que con ella no concuerde.

En la propia obra de Gracián, arriba mencionada, escribiótambién el mismo: Veréis muchas maneras de historiadores, unosgramaticales, que no atienden sino al vocablo y a la colocación de laspalabras, olvidándose del alma de la historia. Otros cuestionarios:todo se les va en disputar y averiguar puntos y tiempos... etcétera.

Tal puede decirse que ha sucedido con la que aquí comenta-mos: labor benedictina, como todas las de su autor, pero enor-memente equivocada en lo que a la parte histórica se refiere.

De otra que nosotros conocemos, relacionada con asuntos deAsturias y Cantabria, que su autor publicará algún día, si Dios quie-re, y si no, no, reproduciremos en nuestro periódico con autorizaciónsuya (aunque por delicadeza anónimo), lo que se contiene conreferencia a Pelayo, y algunas otras circunstancias, en este curiosotrabajo emprendido con motivo del XII Centenario de Covadonga ytitulado: Conclusiones acerca de algunos temas de historia Asturiana399.

399 Archivo de la FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ, G 41/4.

272

Page 272: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Este documento, que por otra parte está bien localizado, por la cir-cunstancia de la muerte de Fermín Canella, la designación de Somoza comocronista del Principado y la referencia a la inauguración de un templo enGijón, que no puede ser otro que la iglesia del Sagrado Corazón, consagradael 30 de mayo de 1924, es interesantísimo en cuanto pone de manifiesto cuálera la influencia que desplegaban por entonces las opiniones del cronista deGijón, hasta el punto de que algún desalmado enlodara el rótulo de la callePelayo, o que el P. Alfonso Torres, orador sagrado que pronunció el sermónal que hace referencia don Enrique, no se atreviera a mencionar el nombre dePelayo, y que se hablase hasta en el Ateneo de leyenda pelágica400.

7.— La virginidad de Asturias

En conclusión, creemos que estas pueden ser las razones por las queSánchez Albornoz, citó tanto y combatió tanto a Somoza, porque aunque susargumentos, en su opinión, no resistían el más mínimo ataque por su parte(prueba de ello es que no se digna rebatirlos), sin embargo, la tremenda per-sonalidad y el influjo que pudiera representar en la opinión pública le con-vertían por su peso moral en un oponente nada despreciable.

Y en cuanto al supuesto antipatriotismo de sus ideas, nadie se diocuenta al parecer, salvo Sánchez Albornoz, que la teoría de Somoza, que élllama de la virginidad de Asturias, encierra el germen de una pasión patriótica.Una pasión patriótica con una mayor carga de nacionalismo, pues de estamanera Asturias es diferente; en lugar de ser cuna de España, Asturias seríala nunca sometida. Es muy probable que Somoza tuviera presente al conce-bir esta virginidad de Asturias, las viejas luchas cántabras: Asturias, el últi-mo reducto. Si Roma tardó en llegar hasta nuestro litoral y alzar en él las ArasSextianas, no pudo tan pronto conocer la presencia de los árabes, y como todoocurrió tan deprisa, comparado con la invasión romana, Gigia no estuvonunca sometida al poder sarraceno. Creemos que a esto se refiere el trabajoal que don Enrique García Rendueles alude al final de su borrador. Somozatrabajó durante mucho tiempo, siempre (como diría su amigo) con devociónbenedictina, al estudio de las guerras cántabras; trabajo que empezó y dejó

400 El discurso del P. Torres terminaba prácticamente así: “Ya he querido ver en este acto untimbre de patriotismo noble, de elevada tradición, porque justo era que en estos asturianosriscos donde el vigoroso esfuerzo de un puñado de hombres, hizo revivir el cuerpo inani-mado de una monarquía en estos peñascos, donde se alzó la cruz y se tremoló la santa ban-dera española que se llevó hasta feroces vegas granadinas, se rindiese también un tributoal Corazón de Jesús”. (El Comercio, 31 de mayo de 1924).

273

Page 273: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

en varias ocasiones y que al final no ha llegado hasta nosotros, sino a travésde lo que aparece en Gijón en la historia general de Asturias.

La teoría de la virginidad de Asturias, si es que en realidad Somozatuvo conciencia de tal teoría, pudo haber tenido su inspiración en Jovellanos.En sus Notas para aclarar algunos pasajes de su tragedia Pelayo, Jovino comentaen la decimotercera nota el pasaje: “nuestros cuellos nunca sujetos a un extra-ño yugo”, diciendo que “sin reparo se puede admitir esta aserción, entendi-da respecto de los asturianos”, y da tres motivos: vencidos por Augusto, sesacudieron enseguida el yugo; los godos, se duda si los vencieron; y, final-mente, “estos pueblos conservaron siempre su gobierno, sus leyes, sus usosy costumbres”401. El pasaje será alegado por Somoza.

Nótese que todos cuantos le atacan no pueden dejar de reconocer suscualidades, su capacidad, su laboriosidad. He aquí su principal virtud. Yjunto a ella su valentía para confesar lo que otros tal vez no se hubieran atre-vido: su afán de llegar a la verdad que fue, no a la que pudo ser, ni a la quequisiéramos que hubiera sido. Así lo expresa Alejandro Alvargonzález: “ASomoza se debe —dice— la verdadera historia de Gijón, la que desechó erro-res y leyendas, la que con base científica no permitía simples divagaciones odudosas conjeturas, sino veraces puntos de apoyo, que aunque no siempreson acogidas con aplauso, porque la historia que entusiasma no es la que hasucedido, sino la que hubiéramos querido que sucediera, no por ello dejabade exponerlos con bizarría, aun cuando fuera justo motivo para los intransi-gentes, que quisieran ver en estas sinceridades ataques más altos contra cosasmás serias”402.

Pero dejemos la última palabra a quien estamos enjuiciando; que seael propio Somoza quien haga la defensa de sí mismo. En el magnífico prólo-go a Gijón en la historia general de Asturias habla de sus opiniones sobre laReconquista en estos términos, sinceros, rectos y ajenos de toda vanidad oafán de notoriedad:

En el arduo tema de la Reconquista y de la monarquía asturia-na, no hemos dejado ningún punto dudoso sin el debido análisis. Las opi-niones que hemos consignado de los principales escritores que han abordadoesta materia, están expuestas con toda la sinceridad debida al fuero his-tórico; y con igual libertad y sinceridad, hemos manifestado la nuestra. Nose nos oculta que a los idólatras de las glorias provinciales, ha de pareceráspero, duro, desabrido y hasta irreverente, nuestro juicio. Ni tememos, ni

401 JOVELLANOS, Gaspar Melchor de. Obras completas. Oviedo, Edición crítica, introduc-ción y notas de José Miguel Caso González. Tomo I, 1984: pág. 368.402 ALVARGONZÁLEZ, Alejandro. Julio Somoza, Historiador y Jovellanista. El Comercio, 25 dejulio de 1954.

274

Page 274: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

debemos. Si de infundados o temerarios adolecen sus conceptos, rebátanse.No en son de reto lo decimos, pues repugna a nuestra habitual franqueza, elextemporáneo y jactancioso alarde de la vanidad. No es posible reducir aunidad, ni a común denominador, los pensamientos ni los juicios de loshombres; tan infinita variedad hay en ellos. Pero en la materia a que nos con-traemos, antes se ha juzgado con la pasión y el entusiasmo, con la imagina-ción y la fantasía, que con el análisis razonado y frío. Mas la destrucciónde una leyenda, no quita ni da valor a la historia de un pueblo: miopeserá quien de otra manera lo considere403.

Así pues, fue Somoza un hombre concienzudo en la búsqueda de losdatos históricos, honesto en sus planteamientos, valiente y firme en su expo-sición. Si hubo algún historiador fiel a sus propios hallazgos y convicciones,seguro de sus planteamientos y dispuesto a sacrificar su prestigio y su vidaen aras de lo que creía como verdad histórica, ese fue Somoza. Podía estarequivocado pero no mintió: jamás tuvo intención de engañar a nadie.Combatamos a Somoza, batallemos contra sus postulados, por no estar deacuerdo, pero hagámoslo con cortesía, con la misma cortesía que él esperabade sus impugnadores404; hagámoslo como Sánchez Albornoz, con respetohacia un historiador hecho a sí mismo, y con admiración y ternura hacía unhombre que fue fiel a sí mismo más allá del sentimiento, más allá del cora-zón, y frente a todos. Con respeto hacia un hombre que escribió acerca de lacultura asturiana:

Siempre y cuando se trate de buscar la verdad histórica, sin pre-juicio alguno, menester es despojarse de cuantas prevenciones, recelos o añe-jas preocupaciones puedan asaltarnos; porque la verdad es una, sola e indi-visible, y todo lo que nosotros ocultemos por no chocar con el vulgo o mal-quistarnos con él, lo descubrirán los extraños con sagacidad y celo, y másimplacable hostilidad. Y así, no se estimará como flaqueza, o desdoro, confe-sándola nosotros antes, porque de ese modo, más obligados quedaremos a larecta imparcialidad en el juicio ajeno. A otros tiempos, otras ideas. Y lo queantaño pudo ser miedo, temor, rutina, prevención o recelo, hoy ya no puedeni debe serlo, y hay que desecharlo sin temor. Vale más tener una historiahumilde, igual o ignorada, antes que fingida o aparatosa405.

403 Op. cit., pág. VIII.404 “No mueve nuestra pluma ni la parcialidad ni el juicio preconcebido. Si lo contrario sedesprendiere del texto, responderemos a las objeciones que se nos hagan, con igual corte-sía que la que esperamos de los impugnadores”. (Gijón en la historia general de Asturias.Prólogo in fine). 405 Cultura literaria en Asturias. Son 12 páginas manuscritas que aparecen en la carpeta IV.-Aspecto Histórico, entre los manuscritos de El Carácter Asturiano.

275

Page 275: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Un íntimo de don Julio Somoza, su nieto Pedro Hurlé, ha hecho estaaclaración al referirse a la obra Gijón en la Historia General de Asturias: “Suaparición dio origen a gran polvareda, porque el señor Somoza pone enduda, por no decir, niega, el hecho de la batalla de Covadonga. Ahora bien,no ha sido el señor Somoza el único que lanzó tal idea, y los que le hemos tra-tado a diario durante muchos años, sabemos que no negaba el hecho militaren sí, sino la hojarasca y bambolla con que la leyenda lo fue adornando”406.Esta afirmación apunta a una revisión o evolución de su pensamiento, per-fectamente explicable como producto de esa lucha interior entre la razón y elsentimiento, de ese sí pero no, que es en definitiva lo que nos parece que defi-ne su postura ante la Batalla de Covadonga.

Por nuestra parte hemos de concluir diciendo que Somoza concibe lahistoria como realidad y no como hipótesis; para él lo que no puede ser pro-bado de modo evidente, no existió; y si no existió no es historia. De maneraque la simple posibilidad de que Covadonga hubiera existido no le es sufi-ciente, mientras no sepamos concretamente que existió y fue. Como historia-dor huye de expresiones vagas, como “se dice”; odia las expresiones talescomo “es común opinión de los autores” y “todos los autores están de acuer-do en afirmar”, mientras no se digan quiénes sean esos autores. Para que unhecho sea histórico tiene que estar perfectamente documentado y acreditado,la conjetura no le vale. La conjetura es leyenda, por eso para él Covadonga esleyenda. Lo cual no quita para que valore y aprecie la fuerza del sentimientoque despierta lo legendario en el espíritu de un pueblo. De ese sentimientotambién él se dejó llevar a veces, como cuando en 1881, en su artículo titula-do: Una fecha celebre, de La Ilustración Gallega y Asturiana, dejó escrito este sen-tido grito: ¡Covadonga, santuario del amor patrio, valle inmortal que sepultaste entu seno las agarenas turbas! 407.

406 Los Historiadores Gijoneses. El Comercio, 7 de noviembre de 1950.407 Año 1881, págs. 111 y s. Fue recogido en Cosiquines de la mió Quintana. págs. 279 y ss.

276

Page 276: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

CAPÍTULO 12

Las amarguras de un jovellanista

1.— El bálsamo del trabajo

Los últimos años de don Julio Somoza son sin duda los más amargosde su vida. En 1905, había fallecido su esposa, Josefa Menéndez Sánchez408.Desde entonces vivía con su hija y su hijastra, ambas solteras, que le atendí-an con verdadera solicitud. A juzgar por las cartas su salud no debía ser muyboyante. La prohibición de trabajo intelectual por prescripción facultativaque él alegaba no debía ser una simple excusa, pues es lógico pensar que almenos acusase el estrés de un ritmo de trabajo superior a las fuerzas de lavejez.

A pesar de todo, no dejará la tarea investigadora y publicista. Siguesoñando con una edición definitiva de los Diarios de Jovellanos. La ediciónque hiciera el Director del Instituto, Miguel Adellac, contenía múltiples erra-tas. Para subsanarlas, apareció en el Boletín de la Biblioteca MenéndezPelayo, en 1923-1924, una obra titulada: Fe de Erratas cometidas en la transcrip-ción e impresión del Diario de Jovellanos, por el P. de A. Contenía nada menos que3.061 erratas. Se ha dicho que con las siglas P. de A. se aludía al director delInstituto, queriendo decir el P(ollino) de A(dellac). Recuérdese aquella conver-sación que Somoza oyó entre él y Pidal en la biblioteca del Instituto, de la quedaba cuenta a Menéndez Pelayo, concluyendo que todo era despotricar enpollino409. Parece pues que Somoza calificaba así al director del Instituto.Marcos Vallaure ha destacado el hecho de que no obstante ser notoria la mali-cia de la expresión, nadie se ha atrevido a decirlo en voz alta410. Y es verdadque la expresión juega con el equívoco, dando a entender que se trata de las

408 Según partida de defunción falleció a las diecinueve horas del día 13 de enero de 1905,a los sesenta y dos años de edad, en su domicilio, paseo de Alfonso XII, nº 33, de una hemo-rragia cerebral.409 Epistolario. Tomo XXI; Carta 760; fecha: 16 de septiembre de 1911; págs. 466 y ss.410 MARCOS VALLAURE, Emilio. Tres personajes en busca de editor. Oviedo, ASTURA,Nuevos cartafueyos d’Asturies, 4/85, 1985.

Page 277: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

siglas del autor de la Fe de Erratas y no del autor de la impresión del diario,porque la obra no lleva firma de autor.

Se ha dicho que es obra de Somoza. Sin embargo, cuatro años mástarde, en su Registro Asturiano, éste la atribuye a un profesor del InstitutoJovellanos, futuro catedrático de Instituto y Doctor en ciencias históricas,Vicente Serrano Puente. Si se tiene en cuenta que en 1923 contaba Somozacon 75 años, y el hecho de que, como ya vimos, para la edición de los Diarioshablase de contar con la ayuda de un paisano suyo, doctor en ciencias históri-cas, muchacho aplicado de veras, se puede concluir fácilmente, con el profesorCaso González, que en la publicación de las Erratas tomó parte este profesorgijonés.

Somoza en la carta a Ricardo Rodríguez, citada más arriba, escribe:

Lo de la Fe de Erratas, publicada en el Boletín de la Bibliot. deMenéndez Pelayo, es cosa de Vicente Serrano, que vive en León (calle deSerranos, núm. 10 pral.).

El pasaje nos sugiere estas reflexiones: que Somoza debió tener algu-na parte o conocimiento de la obra, cuando es interrogado sobre ella por suamigo; y que Somoza quiere dejar bien identificado a Vicente Serrano y le daal amigo la dirección. Pero lo que se escapa es a qué se refiere ese lo. ¿Se refe-riría a las siglas P. de A.? Una conclusión posible que se podría sacar es que sibien es presumible una ayuda por parte de Somoza, la obra en su mayorparte debió de ser de Vicente Serrano y en consecuencia pudo ser de él la ocu-rrencia de poner las siglas. Además, antiguo profesor del Instituto deJovellanos, no tendría ningún interés en aparecer como autor enmendando laplana a su antiguo Director.

En este tiempo, pues, la vida de Somoza está llena de trabajo y amar-gura, seguramente lo primero para paliar lo segundo. Así se lo confiesa enuna carta a la escritora Eugenia Astur, de fecha 11 de junio de 1924, carta quepodemos transcribir gracias a la generosidad de don Arturo Muñiz que nosla ha dejado:

Quisiera escribirle a Vd. largo y tendido, como a todos los amantesde las Letras; me es naturalmente imposible, porque a pesar de mis años (76)y quebrantos, estoy atosigado de trabajo, viejo, con mi única hija enferma yasediado por mil quehaceres en esta infernal vida de trabajo gijonés (dondetodos parece que están picados de la tarántula), me pregunto millones deveces cuándo llegará la hora de morir, para descansar de veras.

Dos años más tarde de manifestar este deseo de morir, la providen-cia destinaba al anciano don Julio la mayor amargura de su vida. A las seisde la mañana del 29 de agosto de 1926, moría de una hemorragia cerebral, a

278

Page 278: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

los cincuenta años de edad, en el número 25 de la calle Casimiro Velasco,aquella única hija enferma, María del Amparo. Sabemos por la prensa que erauna mujer virtuosa y buena, que había llevado con gran resignación cristia-na su cruel dolencia; pero, además, leemos: “Pertenecía doña María delAmparo Somoza y Menéndez a una familia de gran abolengo localista,habiéndose distinguido por su amor a Gijón, siendo muy entusiasta de cuan-tas mejoras locales constituyen el progreso de la ciudad”411. El funeral tuvolugar a las diez de la mañana del lunes 30 de agosto en la parroquia de SanLorenzo, y la conducción del cadáver al cementerio de Ceares por la tarde. Esfácil imaginar lo que esta pérdida significó para aquel amantísimo padre,cuya vida declinaba tan lenta como dolorosamente.

2.— El Registro Asturiano

De nuevo parece que es el trabajo el redentor del sufrimiento. Cercaya de alcanzar los ochenta años, en 1927, nuestro viejecito dará a la luz públi-ca su importantísimo Registro Asturiano de obras, libros, folletos, hojas, mapas yediciones varias, exclusivamente referentes al Principado, que no se hallan en biblio-grafías anteriores, verdadero canto del cisne.

La importancia de este trabajo sobrepasa la materia literaria y biblio-gráfica, pues según expresión de Emilio Marcos Vallaure es “obra imprescin-dible para adentrarse en el estudio de cualquier tema relacionado con nues-tro país”.

La obra está dedicada su amigo Rogelio Jove y Bravo, persona demuchos merecimientos, legítimo y digno representante del solar astur de quien semuestra su fiel y adicto amigo. Contiene un copioso conjunto de 1.701 fichas,en las que el autor no sólo se conforma con dar la referencia literaria del con-tenido propiamente literario, como ha dicho Martínez Cachero, sino tambiénacostumbra a dar algo más que la mera referencia bibliográfica y brinda asínoticia de lo que el trabajo en cuestión es y contiene412. Y en sus valoracionesmuestra su genio y su carácter.

Porque Somoza no puede callarse y tiene que asomar su dedo inqui-sitivo contra esto y aquello, tiene que arremeter contra molinos de viento quecree gigantes de la ignorancia y la incultura.

411 El Comercio, 31 de agosto de 1926.412 MARTÍNEZ CACHERO, José María. Notas sobre bibliografía literaria asturiana. Oviedo,Boletín del I.D.E.A. nº 32, 1957; pág. 404.

279

Page 279: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Emplea frecuentemente expresiones destempladas, como las quedirige a Constantino Suárez, Españolito413.

Somoza ejerce la crítica aunque no tenga lector ni auditorio. Quienposea una de las obras que hayan pasado por sus manos, sabe muy bien loque decimos, al poder gozar de sus anotaciones manuscritas, que deja en losmárgenes, cabeceras, pies de página o interlíneas, en cualquier espacio queencuentra. Somoza escribe para el lector anónimo, desconocido, futuro.Somoza quiere dejar constancia de su opinión. Y al hacerlo así se descubre así mismo. Estas anotaciones, estos comentarios, estas críticas y valoraciones,muchas veces destempladas e injustas, nos acercan a él. En sus escritos estáél mismo entero; si no lo descubrimos es porque sabe dirigir nuestra miradahacia la ingente figura de Jovellanos. Pero si por un momento, al leer susobras, pudiéramos olvidarnos de Jovellanos o de Asturias, le veríamos a él enellas. Basta con leer las notas y los comentarios: ahí está Somoza. Y toda susobras están llenas de estas valoraciones y subjetividades. Pocas veces se nosofrece en la historia ni en la literatura un caso de crítica tan sentida, tan iden-tificada con su objeto, tan llena de una subjetividad que no es arbitrariedad.

Con el Registro Asturiano Somoza roza el sueño de los viejos jovella-nistas, de su admirado González de Posada; de su maestro Junquera Huergo;de su amigo, Fuertes Acevedo; el sueño de Jovellanos de formar unaBiblioteca Asturiana. Aquí está el registro de obras, folletos, hojas, mapas, yediciones varias, de cuanto se ha escrito referente exclusivamente alPrincipado. La obra, publicada a expensas esta vez de la DiputaciónProvincial, y editada por el Centro de Estudios Asturianos, remedo de laAcademia Asturiana, recoge también cuanto no se ha publicado en biblio-grafías anteriores. De esta manera, según señala el profesor MartínezCachero, completa Julio Somoza el Ensayo y la parte estrictamente bibliográ-fica del Bosquejo de Fuertes Acevedo. Incluye, por tanto, los escritores surgi-

413 Concretamente acerca de la novela Isabelina de Constantino Suárez dirá: Es sencillamen-te un ensayo de escritor novel, de escuela “localista” (avilesino) y de asunto trivial y manoseado, -”La aldea perdida” de don Armando, va a perder a muchos. Españolito por su parte, entendió quele acusaba de plagio “o poco menos”; pero aun así y tras de la queja dirá noblemente: “Perofuera de esa debilidad, Somoza es acreedor a todos los respetos y consideraciones de untrabajador eminente”.

Otro ejemplo del hipercriticismo de Somoza es el comentario que dirige a losDiarios de Adellac, cuando habla de Serrano Puente y sus Erratas: Constituye una revisiónextensa, y extremadamente fiscalizadora, por añadidura, de las faltas, yerros, omisiones, erratas, lap-sus, tropiezos, y dislates, cometidos por un señor Catedrático, al pretender dirigir, (mejor diría des-carriar) la impresión del Diario de Jovellanos (en 1915), con el original a la vista, (que si no es tantocomo enmendar la plana al Maestro, equivaldría a ponerle como padrino de sus torpezas). Op. cit.,págs. 390 y 391.

280

Page 280: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

dos con posterioridad a 1885 (año del Bosquejo), así como trabajos de perso-nas extranjeras o nacionales no asturianas sobre tema asturiano.

A este respecto hay que agradecer a Somoza que rompa una lanzacontra el prejuicio de los foráneos. He aquí su defensa de estos escritores,llena de sentido común:

De continuo, observamos que se publican apreciables estudios ynotables disquisiciones por escritores extraños al país, esto es, no nacidos eneste suelo. Y la sistemática preocupación, no interrumpida, de excluirles entodo tiempo, por incompetente autoridad, nos ha parecido, no sólo dañosa ydescortés, sino hasta contraproducente. Porque, sobre ser absurdo el pres-cindir de cualquier elemento informativo o de investigación, por modestoque fuere, para el conocimiento exacto de la propia patria, las indagacionesparticulares que los doctos realizan en sus especialidades, aportan, con fre-cuencia, elementos comparativos de otras regiones, muy dignos de tomarseen cuenta. Tal sucede, verbigracia, con la minería, la arqueología, costum-bres folklóricas, los orígenes del romance castellano, la filología, las prime-ras manifestaciones del arte cristiano, etc., etc.

Y entre estos escritores de “fuera de casa”, no escaso número, hansido impugnados y hasta rechazados con un desdén, que tenía más de afec-tado y presuntuoso que no de verdaderamente fundamental. Señalaremosentre otros, a los señores Fernández Guerra, doctor Casal, Sangrador yVítores, Amador de los Ríos, y Tubino414.

Con esta obra Somoza entra de nuevo con todos los honores en elcampo de la Historia de la Literatura: “El nombre de Somoza —dice MartínezCachero— es citado siempre que de Jovellanos se habla y su Registro ha deser tenido en cuenta por los historiadores de nuestras letras”415. Y lo hacedesde la iniciativa privada, desde el trabajo amoroso. Es muy probable quepor ello también fuera criticado. Parece como si algunos, igual que antes letildaban de no tener método científico, ahora le criticasen por meterse a unatarea que no le incumbe, una tarea que debía ser —en su opinión— propia deorganismos oficiales, tales como la Universidad. Sí, alguna de estas críticasdebieron de llegar a oídos del amante del estudio, porque su prólogo o pre-liminar, como él gustaba de llamarlo, termina con estas palabras:

Creerán muchos, que esta faena de rebusca, organización y depósi-to, incumbe principalmente a nuestros centros docentes, tales como laUniversidad Ovetense, Instituto de Jovellanos, Sociedad Económica delPaís, etc., etc. Precisamente somos del sentir opuesto: la iniciativa indivi-

414 Preliminar al Registro Asturiano.415 Op. cit., pág. 404.

281

Page 281: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

dual y colectiva, libre de toda traba, rutina, y embeleco oficial, y sostenidapor el entusiasmo de sus adeptos, y tal cuál pródigo Mecenas (que bien lo hamenester), si por acaso tuviese esa fortuna, es lo que creemos que vigoriza-ría y enfervorizaría la empresa, y la haría fecunda y provechosa; que fuesiempre santa, la virtud del trabajo, y con la piadosa y alentadora máximade “enseñar al que no sabe”, una de las más meritorias y excelsas.

Para ella sería nuestro entusiasta aplauso.

Y para ella, nuestro modesto tributo.

3.— La Biblioteca Asturiana

En muchas de las fichas del Registro aparece la expresión: “Bibliotecadel Autor”. Y es que, en efecto, ”la mayor parte de las 1.701 obras (libros, folle-tos, manuscritos, etc.), que están contenidas en el REGISTRO ASTURIANO,formaban la Biblioteca Asturiana de don Julio Somoza, la primera en su géne-ro en Asturias”416. Cuando publica su importante bibliografía asturiana, yahacía tiempo que había donado su biblioteca particular a la Universidad deOviedo. Cuál fuera el motivo por la que llevó a cabo esta importante deci-sión, no lo sabemos, como tampoco lo llegó a saber nunca su amigo PedroHurlé, quien comenta en la prensa gijonesa este hecho con estas palabras:“No nos explicamos cómo este escritor (gijonés de abolengo), y que ya en estelinaje de estudios acreditó su pasión por la bibliografía —dígalo sino suCATÁLOGO DE MANUSCRITOS, del Instituto de Jovellanos, su INVENTA-RIO DE UN JOVELLANISTA—, haya tenido motivo suficiente para despo-seer a su pueblo natal del legado de su librería asturiana, cuando segurosestamos que estaría debidamente custodiada en la Biblioteca del RealInstituto Jovellanos, en la del Ateneo de Gijón o en la de los padres de laCompañía de Jesús, no menos celosas que las de la capital en la conservaciónde las glorias de sus hijos; pero aunque lo deploremos, no podemos menosde respetar la tan extraña determinación de don Julio Somoza y García-Sala”.

Quizá convenga aquí insistir en lo que llevamos dicho acerca de quedon Julio no era persona que se dejase llevar por el paisanaje hasta el puntode privar en él las miras localistas por encima del bien general de la región.A este respecto, veamos, puesto que estamos hablando de una bibliografíaregionalista, cuáles eran sus ideas regionalistas, que nos ha dejado en lamisma carta a Ricardo Rodríguez ya tan citada:

16 HURLÉ, Pedro. Un libro de Somoza EL REGISTRO ASTURIANO. El Comercio, 7 de sep-tiembre de 1927.

282

Page 282: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Porque sobre el “verdadero” y el “falso” o “aparente regionalis-mo”, habría algo que discernir. Cierto que muchos lo consideran “idolátri-camente”, como lo mejor de lo mejor, suponiendo, que fuera “de lo de sucasa”, todo lo restante del mundo es inferior, o sea, los cuatro pies de la“bullanga”, “mojiganga”, “morondanga” y “maturranga”. Quédese talconcepto para los de menguado cerebro; y acotemos con la frase del Kaisar,de que “aquel país será más libre, que subvenga sin ajeno auxilio a todas susnecesidades”; que es lo contrario del apotegma de Sir Roberto Ped: “Todanación que necesita del carbón de Inglaterra, será siempre “tributaria”(supla esclava) suya”.

En conclusión, a Somoza no le cegaba el localismo, y odiaba las riva-lidades localistas, por eso no pensaba con la mentalidad de Pedro Hurlé. Subiblioteca fue donada, quizá por muchas circunstancias. Por su propio con-tenido, por ejemplo, porque se trataba de una biblioteca asturiana y la biblio-teca provincial, (asturiana, por tanto, y no sólo gijonesa), estaba en Oviedo.Únase a ello la circunstancia de ser Cronista Oficial de Asturias, y no sólo deGijón. Por otra parte, existían ya antecedentes por parte de sus antiguos ami-gos de La Quintana. Así por ejemplo, donaron libros al alma máter ovetenseFermín Canella, Aramburu, Ciriaco Martín Vigil, Fortunato Selgas417, etcéte-ra. Revoloteaba en el ambiente, pues, la vieja sombra de La Quintana. Y porúltimo, téngase en cuenta aquel desahogo en carta a Menéndez Pelayolamentándose de que en su villa natal no tenía con quien compartir susinquietudes. Podría ser, por último, que desconfiase de la dirección delInstituto o no se encontrase muy a bien con ella después de la publicación delas erratas a la edición de los Diarios.

El donativo de Julio Somoza fue el último de una larga serie, cuyadescripción nos apartaría de nuestro objeto, y a decir de su actualBibliotecario, don Ramón Rodríguez, el más importante que se hizo a laUniversidad en todos los tiempos. Con él se incrementó enormemente laSección Asturiana que venía funcionando en la que era biblioteca universita-ria y provincial, pues tenía esta doble condición. Sería aceptado por RealOrden de 30 de abril de 1925, con mención expresa de que se publicara en laGaceta de Madrid, y así se hizo el 8 de mayo de 1925, en la página 739, altenor siguiente:

“Ilmo. Sr.: En vista de un dictamen de la Junta facultativa deArchivos, Bibliotecas y Museos, que dice:

Leída una comunicación del Jefe de la Biblioteca universitaria yprovincial de Oviedo, dando conocimiento de que por el notable publicista y

417 RODRÍGUEZ ÁLVAREZ, Ramón. La Biblioteca de la Universidad de Oviedo, 1765-1934.Universidad de Oviedo, 1993; págs. 220 y 221.

283

Page 283: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

cronista de Asturias, don Julio Somoza, vecino de Gijón, han sido donadosa aquellas Biblioteca 1.016 libros y folletos.

Esta Junta acordó informar que procede aceptar este interesantedonativo y dar las gracias a don Julio Somoza, por tal acto de generosidad.

S. M. el Rey (q. D. G.) se ha servido resolver como en dichodictamen se propone y que se publique la presente Real Orden en laGACETA DE MADRID, para que se tenga noticia del altruista proce-der del señor Somoza en pro de la cultura patria.

De Real Orden lo digo a V. I. para su conocimiento y demásefectos.

Dios guarde a V. I. muchos años.Madrid, 30 de abril de 1925.El Subsecretario encargado del Ministerio, LEANIZ.

Señor Jefe encargado de la Dirección General de Bellas Artes”.

Para dar una idea de la importancia de la donación reproducimos lodicho por Ramón Rodríguez: “Pero hubo un donativo, al que ya hemos alu-dido más atrás, que dio un impulso y una consistencia definitivos a la secciónasturiana. Me refiero al magnífico regalo hecho a la Biblioteca Provincial porel gran asturianista Julio Somoza y García-Sala, quien en 1925 dona a laUniversidad 1.016 libros y folletos. Estos documentos se agrupaban en tresbloques diferentes: 870 procedían de la biblioteca regional asturiana, 46 de lacolección de un jovellanista y 100 del catálogo de Fuertes. Este hermososgesto es notificado por el responsable de la Biblioteca, Elías Lucio, al directorgeneral de Bellas Artes citando los ‘ejemplares con que el benemérito astu-riano enriqueció la Sección Asturiana de esta Biblioteca’. La colección deSomoza es, sin duda alguna, el conjunto de obras más completo relativo aAsturias, y su incorporación a la Biblioteca supuso el afianzamiento de estacomo el establecimiento bibliográfico de consulta indispensable para cual-quier estudio sobre Asturias y su cultura”418.

Pero poco habría de durar aquella noble empresa cultural. El viernes5 de octubre de 1934 estalla la llamada Revolución de Asturias. El día 6 se oyenen Oviedo los primeros tiroteos, intensísimos todo el día. A las dos de la tardeun grupo de revolucionarios con fusiles, tercerolas, pistolas y bombas dedinamita hacen su aparición por la calle del Peso y logran vencer la resisten-cia que se les ofrecía penetrando en la Universidad. Desde su torre, donde

418 RODRÍGUEZ ÁLVAREZ, Ramón. La Biblioteca de la Universidad de Oviedo, 1765-1934.Universidad de Oviedo, 1993; pág. 220.

284

Page 284: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

estaba el Observatorio Meteorológico, controlan los lugares próximos desdedonde se les hace frente.

La Universidad fue ocupada hasta el siguiente sábado, día 13. En lasprimeras horas de la tarde de este día, cuando los revolucionarios se dieroncuenta de que las tropas del ejército iban a entrar de un momento a otro porla calle San Francisco, decidieron abandonar el edificio, pero antes de salircolocaron en distintas dependencias cajas de dinamita y prendieron fuego alinmueble por la parte de la calle de Ramón y Cajal, de manera que al llegarel fuego a las dependencias donde habían sido colocadas las cajas de dina-mita, las explosiones iban culminando la obra destructiva.

Del edificio solo quedaron en pie los muros exteriores y su torre. Lasllamas destruyeron por completo el interior del recinto universitario: ofici-nas, aulas, Museo de Historia Natural, gabinetes de física y química y sobretodo las bibliotecas, la general o provincial y la de la Facultad de Derecho. Laprensa de aquellos días calculaba que se habían perdido unos doscientos milvolúmenes419. Si hoy podemos hacernos una idea de los volúmenes cedidospor el entonces cronista de Asturias es porque como dice Ramón Rodríguez:“El donativo de Somoza se conoce en detalle, ya que, básicamente, coincidíacon las obras reseñadas en su famoso Registro asturiano”.

Todo el mundo calificó la pérdida de la biblioteca de la Universidadde Oviedo como una gran desgracia, y en primer lugar quien había sido subibliotecario durante 44 años, don Elías Lucio Suerpérez, alma hermanada enel dolor de aquellos momentos a la del cronista de Asturias. A propósito deesta tragedia dirá Pachín de Melás: “La destrucción de la biblioteca deAlejandría retrasó al mundo algunos siglos; la muerte de la biblioteca de laUniversidad, hundió a Asturias en el polvo, en el silencio, en la nada deltiempo”420.

Pero ¿cuál fue la actitud de don Julio ante la tragedia personal quesuponían estos violentos acontecimientos? Parece que la tristeza le inundóhasta tal punto que cuando se le preguntaba nada respondía. “Unas frasesevasivas y ya está satisfecha vuestra curiosidad”, dirá su amigo, el propioPachín de Melás, en un delicioso artículo del que no nos resistimos a copiarestas sentidas semblanzas de aquel dolor:

“Como una hormiguita, con paciencia benedictina, fue for-mando su biblioteca particular, toda de valor, donde se guardabanreliquias de nuestro pasado y algunos incunables. ¿Eran quinientos

419 El Carbayón, 18 de octubre de 1934.420 La Asturias que llora. Et in terra pax hominibus. La Prensa, 19 de octubre de 1934.

285

Page 285: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

libros? ¿Eran mil? No lo sé, ni don Julio lo dice. Que era gran núme-ro no es necesario dudarlo.

Pues bien, lector amante de Asturias, querido gijonés. Todaesa labor de Titán, toda esa minuciosidad de compulsar, inquirir laverdad histórica asturiana, todo cuan humanamente pudo hacer ensesenta años de vida una suma paciencia, un enamorado por la eru-dición, QUEDÓ CONVERTIDO EN CENIZAS.

Quiso nuestro admirado cronista don Julio Somoza que elfiel guardador de tanto anhelo fuera la gloriosa Universidad deOviedo y allí lo depositó. ¡Ya sabéis cómo dejaron los revolucionariosel gran centro docente!

Yo me atreví, sí, a interrogar al ilustre cronista. No entriste-cido, pero resignado, me responde:

¡Qué vamos a hacer! De todos modos eso era patrimonio deunos pocos. Lo que dimos en llamar masa, ¿qué sabe de esas cosas?

Dejando el valor material, queda el más santo, el valor moral.El chal de la abuelita, el guardapolvo de la amantísima madre, el retra-to de la amada novia, la huella de un beso del inolvidable hijo. Todala pena íntima de un mundo doloroso: tal representan esos libros.

¡No preguntéis nada a don Julio! Sé que estas líneas desata-rán sus iras contra mí. ¡Iras de un querido, respetado, admirado,venerado anciano! ¡Benditas sean ellas! No puedo, no, guardar silen-cio. Se revela mi asturianismo, se revela mi amor por Asturias, porGijón, por mi cultura, por sus glorias.

En la Biblioteca de la Universidad de Oviedo quedó conver-tida en pavesas, en cenizas, una de las más valiosas bibliotecas astu-rianas: la del ilustre gijonés don Julio Somoza y García-Sala.

No preguntéis nada a don Julio. No ser importunos. ¿Qué osimporta a vosotros si un dolor moral desgarró nuestros corazones?”421.

4.— El reconocimiento del Ayuntamiento: la calle

En medio de estas desgracias contará nuestro insigne cronista concierto reconocimiento a su labor. Y es que no solamente Pachín de Melás sen-

421 Bibliografía de Asturias. La biblioteca del Sr. Somoza... ¡¡quemada!! La Prensa, 24 de octubrede 1934.

286

Page 286: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

tía admiración por Somoza, también otras personas apreciaban su labor.Entre ellas destaca la escritora Eugenia Astur, seudónimo que empleóEnriqueta G. Infanzón. De sus relaciones con Somoza sabemos que estandola escritora buscando Mecenas para que le publicasen una biografía delGeneral Riego, Somoza le escribe animándola con estas palabras:

Deploro en el alma que no encuentre Vd. Mecenas que patrocine suobra, pues lo merece por el intento, que es la justificación y vindicación delinfeliz Riego, sobre quien descargó sus iras el Fanatismo, mientras los“vivos” que le empujaron a la arriesgada y temeraria empresa, se guardabanprecisamente sus personillas de la imponente borrasca que se avecinaba.También yo reuní en mi futura obra cuantos datos histórico-biográficos pudeacaparar sobre esta desaparecida víctima del infortunio.

Con todo no se duela Vd. por la demora de la publicación, porquealgo hay que conceder al Acaso, para venideros días. Yo mismo soy unaprueba viviente de ello: tenía arrinconada (?) mi obra desde antes de la gue-rra y aun después por las exigencias exorbitantes de los señores cajistas.Una ola bienhechora la trajo a las playas tranquilas de la realidad (estiloCastelar). Tal le acontecerá a Vd. Deo volente422.

Eugenia Astur publicaría su obra El general Riego, que será calificadapor la crítica como decisiva para estudiar, sin pasión sectaria, la vida del ilus-tre militar. Somoza, por su parte no llegaría a ver publicada la que llama futu-ra obra, y que no es otra que la que habría de titularse Glorias Nacionales.Apuntes biográficos.

Años más tarde, movida por la admiración hacia la obra de Somoza,la insigne novelista se dirige al Ayuntamiento de Gijón para solicitar queapoye la petición de que le sea concedida al cronista de la villa la Cruz deAlfonso XII . No tenemos noticia de que tal petición fuera cursada. Sabemoseso sí que el Ayuntamiento apoyó la idea, pero la cosa no debió de pasar deahí, de un gesto de cortesía, y de unas cuantas letras con que el Libro de Actasde la Comisión Permanente da testimonio de tan buena intención al tenorsiguiente:

“Doña Enriqueta G. Infanzón, Eugenia Astur, solicita elapoyo de la Corporación Municipal, en la petición de la Cruz deAlfonso XII para el ilustre gijonés y cronista de Asturias don JulioSomoza, como recompensa a su labor de eruditas investigaciones,especialmente de estudios jovellanistas. También interesa noticiasdel homenaje al Sr. Palacio Valdés. La Comisión Municipal

422 Carta de fecha 11 de junio de 1924. Archivo particular de Arturo Muñiz. Somoza se refie-re a su Registro Asturiano, y la guerra es la Primera Guerra Mundial.

287

Page 287: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Permanente acordó prestar su conformidad al apoyo solicitado enfavor del Sr. Somoza; y en cuanto al homenaje al Sr. Palacio Valdés,que se conteste que por ahora no hay nada en concreto”423.

Sin embargo, un reconocimiento que sí habrá de llegar será el dededicarle una calle. Aunque eso sí, con cierta demora. La primera vez que elAyuntamiento decide dedicar una calle a Julio Somoza fue en sesión de laComisión Municipal Permanente del 15 de enero de 1930, a instancia delentonces alcalde de Gijón, don Emilio Tuya, que con igual fecha se dirige alAyuntamiento proponiendo se dé el nombre de varias calles a los siguientesseñores: don Donato Argüelles, don Jacobo Olañeta; don Ataulfo Friera(Tarfe), don Silveiro Suárez Infiesta, don Luis Adaro, don Tomás Guisasola,don Eduardo M. Marina, don Julio Somoza y don Enrique Martínez. En lamisma sesión el propio alcalde incrementa la lista de viva voz añadiendo elnombre de don Alfredo Santos que acababa de fallecer. Esta lista aprobada,sufrirá nuevo incremento en sesión del 29 de enero, añadiéndose los nombresde Justo del Castillo, don Juan Díaz Laviada, Sr. Álvarez Sala, Sr. Vázquez deMella y Sr. Conde de Revillagigedo, que también resulta aprobada. Pasa elasunto al Ayuntamiento en Pleno y de nuevo se añade otro nombre más,el del historiador de Gijón, Estanislao Rendueles Llanos, y de esta forma seaprueba definitivamente.

Pasa el tiempo y a finales de año todavía no aparecen rotuladas lasnuevas calles. Se siente la necesidad de proceder a la rotulación de las callesen los barrios de La Calzada, Llano de Arriba, Pumarín y Jove. Por otra parte,se empezó a edificar en el Coto de San Nicolás, y “se acordó —dirá Pachín deMelás años más tarde— dar una calle en aquel lugar a don Julio, a donEnrique Martínez y a don Silveiro Suárez Infiesta y hasta se hicieron las pla-cas, que estarán escondidas en algún recoveco del Ayuntamiento”. De modoque hechas y todo las placas, al menos de tres de ellos, no se cumplió elacuerdo. Parece que, además de la lentitud del expediente, una circunstanciavino a impedirlo: la proclamación de la República y el cambio deAyuntamiento. De hecho alguno de aquellos nombres no han ocupado elcallejero gijonés hasta nuestros días, como Justo del Castillo, y para otrosel acuerdo sigue sin cumplirse424.

423 Sesión de la Comisión Permanente de fecha 29 de julio de 1930. A. M. G., Libros deSesiones. 424 En el expediente del Ayuntamiento, en la relación o instancia de 15 de enero de 1930,presentada por don Emilio Tuya, figura tachado el nombre de Julio Somoza. Ignoramos aqué obedece. Desde luego no significa que fuera excluido, pues las actas de las Sesiones dela Comisión Permanente de fechas 15 y 29 de enero de 1930 confirman su nombre, y tam-bién y principalmente la del Pleno de 6 de febrero de 1930.

288

Page 288: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Pasaron los años y en 1936, un par de meses antes de la Guerra Civil,un directivo del Ateneo, el joven Maximino de la Riera, se presenta en eltaller de la Escuela de Trabajo, donde impartía sus clases Emilio Robles(Pachín de Melás). Tiene intención el Ateneo de instar al Ayuntamiento paraque se le ponga una calle al ilustre anciano y por eso viene a preguntarle aqué calle de Gijón daría el nombre de Julio Somoza. En la opinión del amigo,a don Julio Somoza debe dársele una de las más céntricas, clásicas y típicasde Gijón, como por ejemplo la de Buen Suceso o Santa Rosa.

La sugerencia de Pachín de Melás no cayó en saco roto, y el Ateneo asílo propone al Ayuntamiento. Sin embargo, la discusión derivó a la calle de laTrinidad, según se desprende del Acta de la sesión de la Comisión Gestora defecha 21 de mayo de 1936, que por su interés reproducimos:

“El Ateneo Obrero de Gijón acude con una instancia propo-niendo el nombre de don Julio Somoza a una de nuestras calles quebien pudiera ser la de Santa Rosa, Caridad u otra céntrica, en home-naje al ilustre polígrafo jovellanista y buen ciudadano gijonés.

El señor Estefán defiende que las calles que se mencionanestán un poco apartadas, estimando debe dársele una calle de másbrillo, y como hay una que no significa nada, y que es la de laTrinidad, cree debe concedérsele ésta.

El señor Del Río dice que esta calle significa algo en la tradi-ción de Gijón y que precisamente el Sr. Somoza hizo en sus libros alu-sión a esta calle. Por ello muestra su disconformidad y pide sea la deSanta Rosa.

El Sr. Conde apoya la petición del Sr. Estefán por entenderque es calle importante y digna de aquel señor. El Sr. Sirgo, por elcontrario, se adhiere a la petición del Sr. Del Río. La ComisiónGestora acordó dar el nombre de don Julio Somoza a la calle de laTrinidad, con el voto en contra de los señores Del Río, Seguen y Sirgoque lo hicieron a favor de que se diera el nombre de dicho señor a lacalle de Santa Rosa”.

A Pachín de Melás le pareció bien aquella decisión del Ayuntamientoy diez días después del acuerdo escribe en su sección Reportajes del momentode La Prensa un artículo titulado Calle Julio Somoza, Historiador — Ilustre jove-llanista — Cronista de Gijón y de Asturias, en el que leemos: “Muy bien; es loque se merece el ilustre jovellanista. La calle de la Trinidad data del sigloXVII. Debe su nombre a la Capilla allí construida, que pertenecía a la familiaJove Huergo y luego a la García-Sala”. Pero por lo que respecta al homenaje-ado la cosa no le hizo ninguna gracia, de tal manera que si un poco acalora-do parece que fue el debate sobre la calle que habría de llevar el nombre de

289

Page 289: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

don Julio Somoza, ello no fue nada comparado con el berrinche que cogió elpropio interesado cuando le fue comunicado oficialmente tan importantedecisión.

El episodio ha sido muy divulgado por cuantos han escrito deSomoza, como ejemplo de su pronto o mal genio. Sin embargo, creemosentender perfectamente los sentimientos de Somoza en aquella ocasión y ledisculpamos plenamente. Por una parte, por la propia condición de hombremodesto y alejado de toda vanidad. Así lo ha visto, mejor que nadie don LuisAdaro425. Por otra parte, por tratarse nada más y nada menos que de unacalle que, al contrario de lo que pensaba el concejal que propuso el cambio,significaba muchísimo en la historia de Gijón.

En efecto, para Somoza los rótulos de las calles eran “pequeños mues-trarios donde se refleja la cultura de un pueblo”426. Hacer desaparecer aquel rótu-lo de la Trinidad, que para más inri era el único de todo Gijón que se conser-vaba tallado en las mismas piedras del edificio, era un atentado contra la his-toria de Gijón. No hay duda, pues, que se había tocado la vena más sensible,la causante de sus berrinches, de sus prontos, de sus yerros, de su pasiónexistencial: la vena de la historia local. Su reacción fue enviar a su amigoPedro Hurlé a entrevistarse con el alcalde, declinando el homenaje y protes-tando que se quisiese quitar ese título a la calle. Y así lo hizo el fiel amigo,transmitiendo el deseo de que no quería que le dedicasen calle alguna, peromuchísimo menos la tan gijonesísima calle de la Trinidad427.

La Guerra Civil impidió que la que había sido entonces calle de laTrinidad mostrara el rótulo dedicado a Julio Somoza. No vio Pachín de Melássu sueño convertido en realidad. Proponía lo siguiente: “Yo digo que su callesea la primera que en una placa de artísticos azulejos de Talavera, sobre unfondo con una vista de lugar típico gijonés y en una ángulo se destaque elbusto del querido viejecito y se lea en letras grandes y claras: ‘Calle JulioSomoza, Historiador asturiano — Ilustre jovellanista — Cronista de Gijón yde Asturias’. Placa de azulejos, colocada en la fachada de la que fue casa deGarcía-Sala en la esquina izquierda subiendo por el típico escalerón de lacalle de la Trinidad. Allí frente al sol, cara al mar”428.

A punto de terminar la Guerra Civil, que como veremos reservaba anuestro erudito gijonés nuevas amarguras, cuando se cumplían tres años ydos días del acuerdo de cambiar la calle de la Trinidad por la de Julio

425 Julio Somoza de Montsoriú y García Sala, en op. cit., pág. LVII. 426 Cosiquines de la mió Quintana, pág. 29.427 Menciona Pedro Hurlé el encargo en dos trabajos: In memoriam. Don Julio Somoza yGarcía-Sala y en La casa de los Jove-Huergo y su capilla de la Santísima Trinidad.428 Reportajes del momento. Calle Julio Somoza, Historiador - Ilustre jovellanista - Cronista deGijón y de Asturias. La Prensa, 31 de mayo de 1936.

290

Page 290: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Somoza, se presentó ante la Comisión Gestora del Ayuntamiento, un escritofirmado por Paulino Vigón, Rufino Menéndez y Florentino Cueto, comocomponentes de la llamada Comisión de Nomenclátor, que habría de propo-ner una nueva rotulación de calles. Esta comisión había presentado en 7 dejulio de 1938 una propuesta que se vio al parecer suspendida por una Ordende 13 de abril de 1939. Ahora con fecha 23 de mayo de 1939, se hacía nuevapropuesta de calles.

Entre las sustituciones que se sometían a la aprobación delMinisterio del Interior estaba la de la calle Julio Somoza que habría de recu-perar su antiguo nombre de calle de la Trinidad, pero bien entendido que semantuviera el nombre de Julio Somoza para otra calle. Y así se hizo en sesiónde la Comisión Gestora de 9 de junio de 1939, en la que a instancia de la pre-sidencia, que ostentaba don Paulino Vigón, se aprobó que se denominaracalle de Julio Somoza a la entonces Travesía de la Playa. El nuevo cambio fueaprobado por el Director General de Administración Local con fecha 3 denoviembre de 1939, que fue comunicado a la Corporación MunicipalPermanente en sesión de 30 de noviembre siguiente, en cuya sesión se aclaróque la referente a Julio Somoza era calle y no travesía.

Hay que señalar que en esta reunión en que la corporación se dabapor enterada del nuevo nomenclátor de las calles, don Avelino González pro-puso que las placas debían hacerse con ladrillo de Talavera “que resulta muybonito y no es caro”. La Permanente autorizó al Sr. Alcalde para que adquirie-ra los rótulos del material que creyera más adecuado. Y así vino en parte averse realizado el sueño de Pachín de Melás. Una placa de cerámica talaverana,junto al mar y frente al sol ha llevado por más de cincuenta años el nombre deJulio Somoza, y aún resiste el paso del tiempo, compartiendo el honor con losnuevos rótulos con que se han cambiado recientemente el callejero gijonés. Lapena es que no es una calle muy grande, ni tampoco principal; Somoza semerecía algo más. Pero el lugar, eso sí, pertenece al Gijón de siempre.

5.— La última tragedia

Es probable que Somoza llegara a ver el rótulo puesto: le quedabaaún cerca de un año de vida y los rótulos se empezaron a colocar al poco delacuerdo429. Entretanto su corazón ha ido pasando lentamente por dolorosostrances. Al de ver su parentela extinguirse; sus libros que tanto amó, quema-dos; se va a unir cuando su corazón da los últimos latidos el horror de la gue-

429 Según información que nos pasa el joven investigador don Francisco Javier GrandaÁlvarez.

291

Page 291: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

rra, y con ella el ver desaparecer aquellos monumentos de la virtud y delsaber que tanto admiraba y amaba: los manuscritos de Jovellanos, que elhabía catalogado como primicia de su vocación jovellanista.

Identificado con Jovellanos en cuerpo y alma; entregado con fe ciegaa rescatar del posible olvido y dejar a la posteridad la más fiel y viva imagende Jovellanos ¿cómo no habría de sufrir cuando viera el viejo Instituto, laniña de los ojos de su amadísimo Jovino, convertido en cuartel de guardias deasalto? Algo de aquel dolor nos ha dejado entrever Pachín de Melás cuandoescribe:

“Un viejecito deambulaba alelado por las calles de Gijón sintino, sin rumbo. Llega a la puerta de su Instituto y al verla cerrada,sigue entristecido o como ratón a quien tapiaron el único agujerodonde se guarecía... Este viejecito, consagró su vida a Jovellanos. Esel primero y único jovellanista español. ¡Cuánto sufriría!

No peligra el Instituto. Eso ni soñarlo. Gijón, repetiría una ymil veces, lo que Jovellanos dice en sus diarios. Septiembre, 4, 1795...Yo sostendré mi causa y si es posible moriré en la brecha”430.

Y es que el Ayuntamiento, en sesión de 18 de febrero de 1932, a ins-tancias de una representación de los padres de alumnos del Instituto y de laAsociación Profesional de Estudiantes, más el Ateneo Obrero, acordó, aun-que no por unanimidad, dedicar el antiguo Colegio de Jesuitas a Instituto-Escuela. Al mes siguiente los estudiantes de Bachillerato fueron trasladadosal nuevo edificio. El Instituto de Jovellanos quedaba triste y solo. El concejaldon Isidoro del Río propuso incluso poner en él la Casa Consistorial. Sinembargo, para acallar aquel silencio y soledad el Gobierno tuvo la idea deinstalar en él el Cuartel de Guardias de Asalto431. Es fácil imaginar lo quepensaría de todo esto el vetusto jovellanista y antiguo bibliotecario delInstituto.

Con todo, los bocetos que habían pertenecido a Jovellanos y losmanuscritos y documentos fueron llevados al nuevo Instituto, antiguo cole-gio de los Jesuitas, en donde también habían sido trasladados la cárcel y elcuartel de Simancas. Seguramente cuando en 1934 quemaron la Universidad,se arrepentiría Somoza de haber elegido este centro como depositario de suslibros; tal vez pensaría que de haberlos legado al viejo Instituto de Jovellanosse hubieran conservado acompañados de los manuscritos de Jovino, aunqueahora no estuvieran en el mismo recinto que levantó Jovellanos.

430 En el camino. En la ruta de Jovellanos. La Prensa, 1 de mayo de 1932.431 GUZMÁN SANCHO, Agustín; y SANCHO FLÓREZ, José Gonzalo. El Instituto deJovellanos. Gijón, 1994.

292

Page 292: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Pero la providencia tampoco permitió que se conservara el preciosolegado de Jovino a su tierra natal. Al mes de estallar la Guerra Civil, el 21 deagosto de 1936, una granada lanzada en el ataque y asalto al cuartel deSimancas, provocó un atroz incendio en el que desapareció la colecciónde bocetos, la biblioteca y los manuscritos de Jovellanos. De modo que aun-que Somoza hubiese donado al Instituto Jovellanos su biblioteca asturiana,ésta hubiera desaparecido igual. Así pues, de nada hubiera valido queSomoza hubiera donado su biblioteca asturiana al Instituto de Jovellanos enlugar de la Universidad: hubiera perecido también.

De nuevo Pachín de Melás se acuerda de Somoza: “¡Cuánto sufrirá elrespetable anciano en estos momentos —escribirá a los pocos días del suce-so—; el gran jovellanista, recluido en su residencia de Somió!”432. Y es quedon Julio al estallar la Guerra Civil se había instalado en su finca de Somió.Allí, aún se conserva, formando fachada de un bonito y moderno chalet, laventana de hermosa piedra del que fue su cuarto, una antigua cuadra de lacasería, donde se le adecentó una cama y, seguramente, algunos libros. Allí,junto al viejo hórreo y la aun más vetusta panera, muy cerca de los restos quefueron capilla de su solar, en la súa quintana, ocultó sus amarguras.

Desde el retiro inspirará a su amigo uno de los gestos más dignos dereconocimiento por parte de los venideros: el rescate de las cenizas deJovellanos. Fue el caso que enterado Pachín de Melás que estaba ardiendo lavieja iglesia de San Pedro Apóstol, se acuerda al punto de que allí yacen losrestos de Jovino y recuerda al anciano cronista de Asturias, su buen amigoJulio Somoza y corre a salvarlos. Se entrevista con su amigo AvelinoGonzález Mallada y logra, con el auxilio de otros jovellanistas, que los restosde Jovellanos sean salvados antes de que la iglesia sea dinamitada. Los res-tos son colocados en la antigua Escuela de Comercio, en donde Luis Cuestade la Villa los colocó en la escalera, con la lápida y tiró una placa. Detrás deesta fotografía escribió Pachín de Melás: “El primero de septiembre de 1936 seretiraron de la iglesia de San Pedro los restos de Jovellanos, trasladándolos ala Escuela de Comercio”433.

6.— Muerte y legado

Finalizada la Guerra se puede decir que Somoza vuelve a su trabajo.Resulta admirable en verdad la terquedad y el tesón de aquel hombre, que

432 Reportaje jovellanista. El Instituto de Jovellanos.— Su biblioteca. Mi protesta a tiempo.— Todoen fuego.— ¿Y esos restos de Jovellanos? La Prensa, 30 de agosto de 1936.433 ADÚRIZ, Patricio. Pachín de Melás. Gijón, 1978.

293

Page 293: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

no se deja vencer por el destino. Ante las desgracias, ante el doloroso golpede ver alzarse por los aires convertido en pavesas el fruto de toda una pacien-te labor de recopilación y búsqueda llevada a cabo a lo largo de una vida, aúntiene ánimo para seguir trabajando, con la misma vocación y afán con que lahormiga rehace una y mil veces su madriguera. Ya antes de que los manus-critos de Jovellanos fueran trasladados al Colegio de la Inmaculada, de losJesuitas, había colaborado con el Bibliotecario del Instituto, don VicenteHuici Miranda, en una obra que vería la luz pública en Barcelona, en 1931,titulada: Miscelánea de trabajos inéditos, varios y dispersos de D. G. M. DE JOVE-LLANOS, dispuestos para la impresión por VICENTE HUICI MIRANDA (delCuerpo de Archiveros).

Se trata de un homenaje que el Rotary Club de Gijón dedicaba comoofrenda al sabio Jovellanos en el CXX aniversario de su entrada en la inmor-talidad, según aparecía en la primera plana del libro. El prólogo, obra deSomoza, está formado por retazos minibiográficos de Jovellanos, escrito consu inconfundible estilo cáustico y zumbón de siempre. Y por ser lo últimoque escribirá a sus lectores resaltamos el final:

Quien más noticias deseare saber búsquelas en anteriores obras, osiquiera indague y rastree en nuevos documentos, y tal vez consiga trazaruna nueva “Biografía de Jovellanos”, que buena falta hace, y si tal propósi-to cumpliese debidamente, se lo agradecerán los contemporáneos en extremo,y en sumo grado, el más insignificante y fervoroso de ellos.

Parece como si no estuviera conforme de cuanto había hecho, decuanto, gracias a él, se había escrito sobre Jovellanos; todo le parece poco.Para él la biografía de Jovellanos aún estaba para hacer y, sin embargo, sin élnadie podrá hacer en lo sucesivo una biografía medianamente seria.

Terminada la Guerra Civil, Somoza no se encuentra bien de salud.Conoce que su partida está próxima. Antes de marchar quiere dejar el últimoesfuerzo y su último anhelo: que vea la luz pública una edición definitiva delos Diarios de Jovellanos. Entre los documentos que se perdieron en la des-trucción del cuartel de Simancas figuraban los originales de los Diarios que laviuda de Menéndez de Luarca había entregado al Instituto; aquellos que sir-vieron a Adellac para su publicación y que habrían de ser rectificados en lafamosa Fe de Erratas. Pero para entonces Somoza ya había preparado una pri-mera prueba para la imprenta, pues jamás desistió de ver hecha realidad unaedición definitiva de esta obra fundamental para conocer a Jovellanos decarne y hueso, que era lo que sin duda más ansiaba Somoza: que se conocie-ra por dentro a su adorado Jovino.

Pegó en 828 folios una a una las columnas de la edición del Instituto,y a los márgenes las correcciones y anotaciones reproduciendo el original lo

294

Page 294: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

más literalmente posible. En el primer folio aparece el título: Diario deJovellanos. Edición esmerada y minuciosamente compulsada con el ms. autógrafo,existente en la Biblioteca del Real Instituto Asturiano (1790-1801) 434. Es probable,en nuestra opinión, que éste trabajo fuera en su origen el que sirvió de basea la Fe de Erratas, ya que pasó al heredero de Serrano Puente, de quien loadquirirá el Instituto Universitario Feijoo de estudios del siglo XVIII.

Con posterioridad, Somoza llevó a cabo un segundo borrador para laimprenta, más preciso y con el mismo título. Los yerros, erratas, etc., de laprimera edición (la de Adellac) han ascendido a 3.334. Le acompaña un pró-logo, que él llama apuntes para un prólogo. No sabemos cuándo preparó estesegundo original, pero en dicho prólogo hace mención a la publicación deHuici Miranda, y por tanto debió de acabarlo en torno a 1931, cuando aún nohabían desaparecido los originales.

Consciente de la imposibilidad de verla publicada en vida, hacedonación de ella a la posteridad. En la portada, encima del título escribe: Legoeste ejemplar a la posteridad p a. que lo imprima a conciencia.

Murió don Julio Somoza a las cinco de la tarde del viernes 25 de octu-bre de 1940, en su domicilio, el segundo piso del número 25 de la calleCasimiro Velasco, como consecuencia de una parálisis cardiaca. Al díasiguiente lugar tuvo lugar a las diez de la mañana el funeral por su eternodescanso en la iglesia de San Lorenzo, y conducido después su cadáver encoche de caballos al cementerio de Ceares. Ese mismo día El Comercio publi-caba bajo el titular: “Ha muerto el ilustre gijonés don Julio Somoza”, unextenso artículo en el que consideraba la fecha de su muerte como de lutolocal. Decía así:

La muerte del insigne jovellanista y cronista de Gijón, donJulio Somoza causó ayer, al extenderse la noticia por la ciudad, elsentimiento sincero que produce la desaparición de una verdaderainstitución local. El nombre de este anciano que a su saber unía elamor entrañable al pueblo, de tal modo iba unido al de este Gijóncuya historia el investigó incansablemente a lo largo de años y años,que con razón esta fecha de su muerte puede considerarse como deluto local.

No vamos a hacer aquí ni siquiera un resumen de la obrainsigne del ilustre Somoza. Ni los apremios de espacio, en un núme-ro como el de los de nuestro diario nos lo permiten, ni correspondeeso a nuestro propósito al trazar las sencillas líneas de esta necrolo-

434 CASO GONZÁLEZ, José Miguel. Prólogo al T. VI de su edición de Obras completas deJovellanos. Colaboración de Javier González Santos. Oviedo, 1994.

295

Page 295: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

gía. El autor de Las Amarguras de Jovellanos, había puesto su mejor fer-vor en la empresa del estudio de la vida y de la labor insigne del granpatricio gijonés, honra de nuestro pueblo. El trabajo realizado pordon Julio Somoza en la recopilación de los Diarios de Jovellanos y suconocimiento profundo sobre toda ponderación de la obra del granJovino, le daban autoridad indiscutible en todo lo que se refiere aesas cosas. Por lo que concierne a la vida de Gijón y a otros estudiosde carácter históricos, se hizo notar con realce y prestigio propio elilustre finado. Su mérito y estudios fueron recogidos por la RealAcademia de la Historia de la que era correspondiente e igualmentemuchas instituciones nacionales y extranjeras le honraron con consi-deraciones análogas435. En cuestiones de numismática y en toda clasede estudios arqueológicos el nombre de Julio Somoza era tenido enel alta estima que corresponde a sus amplísimos conocimientos.

Escritor ameno, de limpio estilo que escribía a veces con unropaje de elegancia, la vehemencia de algunos de sus juicios y de uninnato espíritu de acometividad sobre todo al tratar determinadascuestiones, que le apasionaban, en los escritos de don Julio Somozalate esa personalidad suya tan vigorosa y definida y vibran con suamor jovellanista y su entusiasmo por las cosas de Gijón esa condi-ción de hombre “muy de su siglo” que al repasar algunos de esosescritos no se debe dejar de tener presente.

Trabajador infatigable y poseedor de dotes de lucidez ycapacidad que se sobreponían a los achaques de la edad, aún muchodespués de cumplidos los ochenta años vivía entregado a un deberde compulsa de datos e investigación y búsqueda de documentos,que no resistirán muchas personas jóvenes. Una gran parte de suobra queda en pie, tanto en lo que a lo largo de su vida publicó comoen lo que se prepara a dar a conocer nuestro Ayuntamiento, pero pordesgracia en el curso de las pruebas terribles porque nuestra provin-cia ha pasado a partir del año 34 se perdieron documentos y escritosque formaban parte del archivo de este sabio gijonés. Acaso la pérdi-da mayor fue la correspondiente al incendio de la Universidad deOviedo cuando las hordas rojas hicieron su entrada en la capital enoctubre de aquel año.

Descanse en paz el alma de don Julio Somoza y García Salay vaya la expresión de nuestro dolor que es el de Gijón entero, a su

435 No hemos encontrado ninguna de estas consideraciones análogas. La petición de la Cruzde Alfonso XII no sabemos si prosperó; ante el silencio concluimos que no le debió de serotorgada. Todo ello apunta a la índole modesta y alejada de toda vanidad de nuestro per-sonaje.

296

Page 296: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

hija adoptiva doña María de los Ángeles Melendreras Menéndez,sobrinos, primos y demás familia.

Por su parte La Voluntad resaltaba el hecho de que hasta pocas horasantes de su muerte se mantuvo con la lucidez necesaria para dedicarse a lalectura (don Julio no murió sino del corazón). Decía así:

Ha muerto ayer don Julio Somoza. Su figura breve que pase-aba las aceras con un suave rumor de alas, que era como la razónalada de su espíritu hecho materialidad se había ausentado hacetiempo del cotidiano convivir ciudadano. El peso de los años quenevaron su egregia cabeza, quitó arrestos al venerable viejecito paraabandonar el hogar; y últimamente el lecho del dolor al que le suje-taron sus años y el organismo enfermo. Nada más, porque su almaseguía, iluminada y firme y hasta la hora de su muerte o pocas horasantes, supo mantenerla encendida con lecturas amables que es elmejor alimento espiritual del hombre.

En el cuerpo menudo tenía cobijo un corazón gigante y uncerebro privilegiado. Era toda una vida de estudio y austeridad laque le hizo llegar a los 92 años, cansado de recoger sucesos de tras-cendencia histórica.

Don Julio Somoza llenó en Gijón el paréntesis de muchasgeneraciones. Dedicó su vida por entero y con fervor al estudio de lavida y obras de Jovellanos, habiendo publicado una serie de obrasprofundas y recogido manuscritos inéditos de gran valor que dio a laprensa con el título de Manuscritos inéditos, raros o dispersos. Tambiénmerece cita su Inventario de un jovellanista, estudio bibliográfico com-pleto de extraordinario valor.

Fue cronista de Gijón y correspondiente de la Academia dela Historia. A una calle de la ciudad por él tan querida le da prestigiosu nombre, que es a manera de un homenaje en vida436 a quien supoamarla con profundo entusiasmo.

Y de su talento prócer quedará para hacerlo inmortal, laespléndida colección de sus obras, que han sabido encender con sen-tido humanista al ilustre autor de La Ley Agraria.

A la memoria del gran jovellanista y más grande gijonéslevantemos todos con el corazón un altar para enfervorizarnos consu recuerdo.

436 Parece, pues, que la placa de la calle fue puesta en vida de don Julio y que éste llegó averla.

297

Page 297: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Gijón sabrá en muerte como en vida de don Julio Somozahonrar a su ilustre hijo.

¡Descanse en paz y reciban sus deudos el testimonio cordialde nuestra condolencia!

Se pensó tras de su muerte publicar sus obras, según vimos queanunciaba El Comercio. Sobre todo teniendo en cuenta que la biblioteca públi-ca había recibido de sus manos, dispuesta para la imprenta, la que debía deser la edición definitiva de los Diarios de Jovellanos. Sin embargo, esta obraverá la luz pública mucho tiempo después, cuando ocupe la presidencia delI.D.E.A. el antiguo alcalde de Gijón, don Paulino Vigón.

En realidad, el homenaje a Somoza por parte de Gijón, tardaría enllegar. Fue con ocasión de la creación del parque de Isabel la Católica. Sinembargo, fue un homenaje silencioso: Nadie sabe, ni aparece documentación,sobre la colocación en dicho parque del monumento que hoy recuerda lamemoria del cronista del Principado de Asturias437. Se trata de un monu-mento original en el que dos columnas sostienen una enorme piedra en laque aparece la inscripción:

GIJÓN RINDE TRIBUTO A LA MEMORIA

DE D. JULIO SOMOZA CONSERVANDO

ESTAS COLUMNAS DE LA QUE FUE SU

CAPILLA PARTICULAR.

En efecto, son restos de la vieja capilla de la que fue su quintana438.De esta manera las piedras que honran la memoria del viejo gallu son en ver-dad Cosiquines de la súa Quintana.

437 Lo poco que hemos podido averiguar es que la idea fue de Pedro Hurlé y se colocaronen 1956, según un artículo que aparecía en La Voluntad el 26 de enero de este año bajo eltítulo El Parque de Isabel la Católica se embellece más. Dos columnas salomónicas de la vieja capi-lla de San Antonio de Somió. En él se decía que hacía dos semanas el alcalde había dado lanoticia de que las dos columnas que existían en la capilla de San Antonio de Padua deSomió en el barrio de Fuejo, habían sido cedidas al Ayuntamiento para adornar el parquede Isabel la Católica. Por su parte, Pedro Hurlé contestaba a las preguntas del periodistasobre el valor de las columnas diciendo que eran de unas sola pieza, labradas en piedra yde fines del siglo XVII. La hija política y heredera de Somoza, había cedido sus bienes alAsilo de Ancianos Desamparados y el Ayuntamiento trató con el Asilo la cesión.438 No creemos que Somoza llegase a conocer esta capilla abierta al culto, porque en la par-tición de la herencia de su abuelo y más concretamente de la hijuela correspondiente a lamadre de Somoza se describe así: “Una capilla ya derruida destinada a granero sita en lacorrada de la casa, que linda al norte con camino vecinal que va al convento”.

298

Page 298: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 299: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 300: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

APÉNDICES

Page 301: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 302: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

I

Bahía de Río de Janeiro, 29 noviembre de 1808. (4 de la mañana)

Relación de los sucesos ocurridos en Río de Janeiro los días 28 y 29, conocasión de las infructuosas tentativas realizadas por la Señora Infanta

doña Carlota Joaquina.

A las cuatro de la mañana del día 29 de noviembre de 1808, en el puer-to de Río de Janeiro, el Señor Brigadier de la Real Armada, don Joaquín deSomoza Montsoriú, Comandante de la fragata PRUEBA de S. M. C. el Señordon Fernando VIIº hizo llamar Juntas extraordinaria y reservada a los SeñoresBrigadieres don Francisco de Orduña, Subinspector de Artillería del Río de laPlata; don Pedro de Arce Subinspector General de las tropas de Buenos Aires;don Nicolás de la Quintana Coronel de Caballería de Buenos Aires; al Coroneldon Francisco Javier de Viana, Sargento Mayor de la plaza de Montevideo; alTeniente Coronel don Martín de la Sala, Capitán del Real Cuerpo deIngenieros; a los Tenientes de Navío de la Real Armada don Francisco deToubes, y don Juan del Busto; al Teniente de Fragata don Miguel de Merlo; alos Tenientes graduados de Capitán don Juan Antonio Carbajo, de Infantería;don Marcos Balcarce, de Caballería; don José Ramón de Elorza, de Infantería,y don José María Caravaca, de Artillería; al Teniente de ídem don DiegoCastrillón; a los Alféreces de Fragata don Eugenio de Loño, don CayetanoInzuela, don Miguel Quesada, y don Mateo Mozo; a los Alféreces graduadosde Tenientes, don Juan Barragán y don Manuel Penayo; y al Oficial quinto delMinisterio de Marina, don Narciso de Mella, como Contador de estaFragata.— Y reunidos en su cámara, hizo la exposición siguiente:

“Señores: Son Vms. convocados para hacerles saber, que en la tardedel día 26 del corriente, he tenido aviso del Excmo. Sr. Teniente General donPasqual Ruiz Huidobro embarcado de transeúnte en la fragata de mi mando,con pliegos de la Suprema Junta del Reino de Galicia, a nombre de nuestroSoberano Señor don Fernando VIIº, primeramente, para la Corte de Londres,y después para el Señor Príncipe Regente de Portugal, pa. que a las ocho dela noche del mismo día me viese con la Señora Infanta de España doñaCarlota Joaquina, la que quería le llevase las instrucciones que yo tenía ydeseaba ver. Bien he previsto que no debía en este punto obedecerla, perociertas observaciones e indicios que he notado desde mi salida de La Coruña,y aun antes, me persuadieron debía entregarlas, en caso de que me fuesenecesario usar de este ardid para explorar el ánimo de una visita y recadointempestivo, justamente en el tiempo mismo en que yo pensaba se debía dar

Page 303: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

la vela, y por que me constaba el contenido de los pliegos a Brasil y Corte deLondres, en que se expresaba el objeto de esta mi Comisión. En efecto, ocul-té los pliegos e instrucciones reservadas, y tomando una orden simple quenada dice de importancia, pasé a Palacio a la hora señalada. Visité la SeñoraInfanta, que hallé sola en uno de los salones de recibo, me admitió agradable,y se explayó hasta decirme la visitase con más frecuencia; a cuyo tiempo leentregué la orden indicada, con ánimo de obligarla a continuarse tratándomecon más franqueza. Torció la conversación a otros asuntos indiferentes, y medetuvo hasta las once de la noche. Formé mi cálculo, y hallé de necesidadproceder a dar la vela con la brevedad posible; cuya determinación comuni-qué al enunciado General la mañana inmediata siguiente. Se disparó pieza deleva la mañana del 28. Pasé enseguida a ver a SS. AA. para despedirme. LaSeñora Infanta me avisó no podía (despedirme) recibirme y que lo haría a lasnueve de la noche de aquel día. A las cuatro de la tarde, vino a bordo el SeñorGeneral Ruiz, a quien dije debía verme a la hora enunciada con la SeñoraInfanta, y este Señor Excelentísimo me expresó, con todo sigilo, que las ideasde esta Señora se dirigían a detener la fragata y aún creía que era su ánimopasar en ella a Montevideo, y que así, viviese advertido para no verme sor-prendido. El expresado General se fue a comer con el Almirante inglés, elSeñor Smith, y yo me quedé a bordo hasta la hora prefijada para la visita, queno quiso excusar de ningún modo.

Entré en Palacio; avisaron a la Señora Infanta, y uno de sus camare-ros me condujo, no como creía, al Salón de la noche anterior, y sí, por el con-trario, me introdujo por una puerta excusada, pasé varios tránsitos, subí ybajé algunas escaleras ocultas, y al fin, me entró en un cuarto retirado en quehallé a S. A. con solo su Secretario. Después de los cumplimientos que exigela política, mandó a éste me dijese el objeto para qué era llamado, cuyo señorme habló en los términos siguientes: ‘Esta Señora Infanta tiene tantos dere-chos a la Corona de España, que a falta del Señor don Fernando VIIº ySeñores Infantes de España, detenidos en Francia, de necesidad debe recaeraquella en Su Alteza. El Señor Floridablanca en un Manifiesto que hizo, ypara en nuestro poder, lo publica así. Los alborotos de Buenos Aires yMontevideo causados por Elio, exigen un pronto remedio, y al efecto tene-mos correspondencia con Liniers. La fragata debe permanecer aquí, pintarse,hacer víveres y aguada. Los transportes se desembarcarán, y lo mismo elGeneral, por no convenir pase a Montevideo un sujeto de quien con bastan-te fundamento se desconfía; y por lo mismo trata S. A. de enviarlo a Españasin perder instante, en una fragata inglesa que para el efecto está pronta.Espera esta Señora que así V. S. como sus Oficiales y demás individuos de subuque, servirán con el mismo celo que hasta aquí bajo sus inmediatas órde-nes, no obedeciendo para lo sucesivo, otras que las suyas, aún en el caso queel Señor Príncipe Regente mande lo contrario; y que V. S. y todos los españo-

304

Page 304: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

les deben contar con su agradecimiento y remuneración: añadiéndome quepidiese, para mí y para todos, cuanto se nos ofreciese con la seguridad de quetodo estaba concedido, y por último que de no allanarme a las proposicionesque se me habían hecho, tenía S. A. medios seguros para hacerse obedecer’.

Como iba tan prevenido de lo que debía sucederme, no dudé un ins-tante la respuesta, y así convine aparentemente en cuanto se me había pro-puesto pero con la firme resolución de tomar la determinación más noble.Quise traerme algún papel o documento que me acreditase ser cierto cuantose me expresó y llevo dicho, valiéndome del pretexto de convencer con él amis oficiales, a que contestaran que a las 4 de la tarde del día siguiente 29 mepasarían las órdenes convenientes para llevar a debido efecto lo tratado, exi-giéndome, a más, palabra de honor de reservar el asunto hasta que se mecomunicase de oficio, devolviéndome a continuación la orden que habíaentregado yo a S. A. el día antes.

El dicho Secretario, concluida la conferencia me tomó de la mano, ysin saber de dónde ni por dónde, me condujo a la salida de Palacio. En efec-to, me hallé en la calle, y empecé a dudar si era soñado lo que me había suce-dido, o si mi juicio se había trastornado. Llegué a bordo como acerca demedia noche y ocultando el asunto hasta al mismo General, con el mayorsilencio mandé que la tropa de la guarnición cargase sus armas con bala, yque se metiesen adentro de la fragata las embarcaciones menores, preparán-dolo todo para dar la vela en el primer instante de viento favorable.

Concluido todo el antecedente relato, exigió el Sr. Comandante eldictamen de los Señores Jefes y Oficiales que componen esta Junta, y todosacordes, después de una larga conferencia, convinieron unánimes: en que nose obedeciese lo resuelto por la Señora Infanta doña Carlota, por considerar-lo contrario al Real Servicio y a la Patria, y por corresponder sólo esta fraga-ta al Señor don Fernando Séptimo, nuestro amado Soberano. Que se recono-ciese por la Junta todo papel que fuese o viniese a bordo (a bordos) de lafragata al Excmo. Sr. General Ruiz Huidobro, y que si viniesen a visitarloalgunos Oficiales de las naciones Inglesa o Portuguesa y otros individuosparticulares, fuesen acompañados a su Cámara por Oficiales de la Junta queposeyesen el idioma francés o inglés, a fin de precaver así los recelos que setenían, con concepto a lo dicho por la Señora Infanta acerca del expresadoSeñor General. Que se cortase desde luego toda comunicación con el puebloy bahía. Que la fragata se pusiese en disposición de dar la vela al primer vien-to favorable, sin embargo de tener a su costado un navío de guerra portu-gués, y ser preciso en aquel caso pasar por la medianía de los Castillos queestán a la salida de la boca del Puerto; y que por consiguiente, estuviese deun todo lista la fragata, para acreditar con las armas, que sólo la violenciapodía obligarla a acceder a la solicitud de la Señora Infanta, en cuyo caso

305

Page 305: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

sería preciso demostrar con hechos públicos, el honor, patriotismo y fideli-dad a nuestro amado Soberano el Señor don Fernando Séptimo. Y siendo estaopinión conforme a los sentimientos del Sr. Comandante de este referidobuque, firmo el presente formal documento con los demás Señores Jefes yOficiales de esta Junta en su Cámara a las seis de la mañana del enunciadodía veintinueve de noviembre de mil ochocientos y ocho, habiendo antesnombrado la Junta para extender y autorizar con la conveniente actividad losdocumentos que en ella se formen, por sus Secretarios, a los Tenientes gra-duados de Capitanes don Marcos Valcarce, y don José María Caravaca, comoindividuos de la misma”.

Joaquín de Somoza

Montsoriú

Fraco. de OrduñaNicolás de la Quintana.Martín La Sala.Juan del Busto.Juan Anto. Carbajo.José Ramón de Elorza.Diego Castrillón.Cayetano de Inzuela.Mateo Mozo.Pedro de Arze.Franco. Xavr. de Viana.Franco. ToubesMiguel de Merlos.Marcos González Balcarce.José María Caravaca.Eugenio de Loño.Miguel de Quesada. Juan Barragán.Narciso de Mella.

306

Page 306: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

II

LISTADO DE PERSONAJES QUE HABRÍAN DE FORMAR EL CON-JUNTO DE LA OBRA GLORIAS NACIONALES. APUNTES

BIOGRÁFICOS.

AbarbanelAbarca (c. de Aranda)Abate AndrésAbel el Melek ArsolamiAben - BeitharAben - HezraAben - Rosch (Averroes)Aben - ZoarAbril (P. Simon)Abu BakerusAfán de Rivera (d. de Alcalá)Africano (El) Juan LeónAgustín (Antonio) Alarcón (J. Ruíz de)Alcalá (duque de)Alcázar (Baltasar del)Alcázar (Luis Paret de)AlemánAlenzaAlfonso XAli - Bey - el - AbbassiÁlvarez CienfuegosÁlvarez CuberoAlvazas AlfasiAméscua (a. Mira de)Andrés (abate)Antonio (Nicolás)Ar -Razi (moro Rasis)Aragón (E) m. de VillenaAranda (c. de)Arcipreste de HitaArdemansArfe VillafañeArgensola (Bart.)Argensola (Lup)Argote de MolinaArgüelles (Agustín)

Arias MontanoArtemidoroAverroesAvicebronAyala (Ignacio L. de)Ayala (Pero L. de)Azara (Félix)Azara (Nicolás)

Badía BailsBalboa (V. Núñez de)BálmesBánces CandamoBarbadillo (A. G. Salas)Bayer (F. Pérez)Bayeu (Francisco)BecerraBerceoBermúdez (Juan)BerrugueteBesalú (R. Vidal de)Bordazar de ArtazuBorgoña (Felipe) Borja y AragónBoscánBretón de los HerrerosBrozense (El)Burgos (F. Javier)Burriel

Caballero de la RosaCabánesCadalsoCalatrava (J. Mª.)Calderón de la BarcaCámara (Sixto)Campomanes

Page 307: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho308

Canal (El Pe La)Candamo (F. Bances)Cano (Alonso)CapmanyCapuz (Raymº)Caramuel LobkowitzCarducci (Vicº.)Carmona (Luis Salv)Carmona (Man. Saqlv)Carreño MirandaCasas (BartoloméCastelarCastelloCastillejo (Crist.)Castillo (José)Castillo (Juan del)Castillo SolórzanoCastro (Felipe)CavanillesCaxesCeán BermúdezCervantesCéspedes (A. García)Céspedes (Pablo de)CetinaCibda - real (El bachill.)Cienfuegos (N. Alvz)Cisneros (Cardenal)ClavijoClemencínCoello (A. Sánchez)Coello (Claudio)Colón (Cristóbal)ColumelaComendador griegoConchillos FalcóConde (J. A.)Corniole SaavedraCosa (Juan de la)Cota (Rodrigo)Covarrubias (Alonso)Covarrubias (Juan)Covarrubias (Vallés)Covarrubias Sebast.)Cruz (Inés de la)Cruz (Ramón de la)

Cruz (San Juan de la)Cueva (Juan de la)

ChacónChurruca

D’Avila (G. Gonz.z)Décima Musa (La)Díaz de Solís

ElcanoEnsenada (marq.)EnzinaErcillaEspañoleto (El)EspinelEsproncedaEsquilache (princ. de)Estrada (A. Flórez)Eximeno (antº.

FarinelliFern.z Moratín (L.)Fern.z Moratín (N.)Fern.z Navarrete (J.)Fern.z Navarrete (M.)Fern.z OviedoFern.z QuirósFernández (Juan)FeyjooFidel (fray)FígaroFigueroa (Crist. S.z)Figueroa(Fr.co)Flórez (Enrique)Flórez EstradaFloridablancaFloroFortuny

Gallarado (Bart. J.)Gamboa (P. Sarmiento)Garay (Blasco)García (M.P.V.)García CéspedesGarcía Huerta

Page 308: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza 309

García NodalGarcía SueltoGarciLassoGarigayGeberGil Polo (Gaspar)GimbernarGiménez CisnerosGiménez de RadaGómez (Sebast.)Gómez de Cibda - realGómez HermosillaGomisGóngoraGonzález (Diego)González DávilaGonzález de SalasGoyaGranada (Luis de)Greco (El)GrijalvaGuevara (Antonio de)Guevara (J. Niño de)Guevara (L. Vélez)Guzmán (F. Pérez)

Herdia (narc)Herdia (P. M. de)Heredia (J. M.ª)Hermosilla (J. Gómez)Hernández (Greg.)Herrera (Juan de)Herrera HinestrosaHerrera TordesillasHervas y PanduroHuerta (V. García)Hurtado Mendoza (d.)

IbarraIbn - al - AbbarIbn - al - CuthyahIbn - al - FarahidíIbn - al - KhatibIbn - ThopailIglesiasInarco Celenio

Inés de la CruzInfante (El) J. ManuelIñigo LanuzaIriarteIsidoro de SevillaIslaItálico (C. Silio)

Jauregui (Juan de)Jordán (Esteban)Jorge JuanJovellanosJuan ManuelJuanes

Kaissi Abinassar

La Canal (El P.e)La SalaLa Serna (C. A de)Laguna (Andrés)Larra (Fígaro)LarramendiLas CasasLasso de la Vega (G. L.)LastanosaLatorreLebrijaLegazpi (el Adelantado)León (Juan)Leonardo (José)LiañoLibertino (Clemente)Lican EddynLista (Alb.)Lobón de SalazarLope de RuedaLope de VegaLópez (J. María)López Ayala (Ign.)López Ayala (Pero)López de Villalobos (F.)López LegazpiLópez MendozaLópez SedanoLópez Villalobos (Ruy)

Page 309: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho310

López ZárateLucanoLuis de GranadaLuis de LeónLulio (Raym.º)Luna (Álvaro de)Luzán.Llansol RomaniLlorente

Macanaz (Melchor)MacíasMadrigal (Alfon. del)MaimónidesMaiquezMalekManrique (Jorge)Marcial (M. Valerio)March (Ausias)March (Esteban)Marchena (el abate)Mariana (P.e)Marín y MendozaMarina (F. Martínez)Mármol (Luis)Martínez (José del Mazo)Martínez (Sebast)Martínez MarinaMartínez MontañésMasdeu.Mateo (El maestro)Mayans y SiscarMazo (J. Bta del)Mela (Pomponio)Meléndez ValdésMeloMenaMendaña de NeyraMendizabalMendoza (Don Hurtdo)Mendoza (J. López)Menéndez (F.A.)MengsMexía (Pero)MiñanoMira de Améscua

MnárdesMoham al - KhatibMoham ben - HamedMoham ben - RubilMoncada (Fr.co)Monegro (J. B.ta)Monja de México (La)Montalbán (J. Pérez)Montano (B. Arias)Montañés (J. Mart.z)MontemayorMoñino (J. Mª)Mora (J. de)Mora (J. J. de)Morales (Amb.)Morales (Crist.)Morales (Luis)Moratín (Leandro)Moratín (Nicolás)MoretoMoureMudo (El)Mulato de MurilloMuñoz (sebast.)Murillo (B.E.)

Naharro (B. Torres)Navarra (Carlos de)Navarrete (Juan F.z)Navarrete (Martín F.z)Nibbiano (marq. de)Nicolás antonioNierembergNiño (P. Alonso)Niño de GuevaraNodal (B. García)Núñez de BalboaNúñez de Guzmán

OcampoOfalia (duq. de)OjedaOlavideOliva (H. Pérez)OrfilaOrrente

Page 310: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza 311

Oviedo (G. Fern.z)

PachecoPalafoxPalomares (F.J.Sgo)Palomino (A.A.)Pantoja (J. de la Cruz)Pareja (B. Ramos)Paret AlcázarPeredaPérez (Antonio)Pérez (J. Baut.)Pérez BayerPérez de GuzmánPérez MontalbanPérez OlivaPérez VillamilPinzón (V. Yañez)Polo (Gasp. Gil)Pomponio MelaPonce de León (Juan)Ponce de León (Luis)Ponce de León (Pedro)PonzPreciado de la VegaPrudencio (a. P.)PujolPulgar (Fern. del)

Queipo de LlanoQuevedoQuintanaQuintilianoQuirós (P. Fern.z)

Rafael PeregrinoRamírezRamos ParejaRásis (moro)RebolledoRector de VillahermosaRequemo VivesRey de ArticolaRibelles DalmauRibalta (F.co)Ribera (Españoleto)

RincónRiojaRivas (duq. de)Rizzi (F.co)Rodríguez (Vent.ª)Rodríguez CampomanesRoélas (J. P.)RoigRojas (Fern.do)Rojas ClementeRojas VilladrnadoRojas ZorrillaRomeaRueda (López de)Ruíz (Arc. Hita)Ruíz Alarcón

S. Juan de la CruzSaavedraSaavedra (Ángel)Saavedra FajardoSala (Juan)Salamanca (Crist.)Sálas (J. Gonz.z)Salas BarbadilloSalazar (Juan de)SalinasSalvador Carm. (L)Salvador Carm. (M)SamaniegoSan Miguel (Eva.)Sánchez BrozenseSánchez CoelloSantander (L. Serna)Santiago PalomaresSantillana (marq. de)Sanz del RíoSarmiento (Martín)Sarmiento GamboaSedano (J. L.z)SempereSéneca ( el filósofo)Séneca (el retórico)ServetSilio ItálicoSiloé

Page 311: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho312

Silva CampilloSilva FigueroaSolís (J. Díaz) Solís RivadeneyraSomodevillaSuárez FigueroaSuelto (T. García)

TamimiTássis (Villamed.º)Téllez (Gabriel)Teresa de JesúsTheottocópuliTimonedaTirso de MolinaTolcolo (el capitán)Toledo (J. Baut.)Toreno (cond. de)Torres NaharroTostado (El)Tristán

Ulloa (Ant.º de)

Vaca de AlfaroValbuena (Ber.)Valdés (Juan de)Valles, el divinoVárgas (Luís)Vázquez (Alonso)Vega (G Laso)Vega (G. Lobo)

Vega (Lope de)Vega (Preciado)Velázquez (Dgo.)Vélez de GuevaraVergara (José)Vergara, el jovenViana (princ. de)Victoria (T. Luis)Victoria (Vicente)Vidal de BesalúViera ClavijoVigarnyViladomatVillalobos (Fr.co)Villalobos (Ruy)VillamedianaVillamil (G. Pérez)VillegasVillenaVirues (el capitán)Vives

Wyserman (Cardenal)

Yáñez FajardoYáñez Pinzón

Zárate (F. López)ZarcilloZurbarán (Fr.co)Zurita.

Page 312: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

III

ESCRITURA OTORGADA PARA LA PUBLICACIÓN DE LOS DIARIOSDE JOVELLANOS

En la villa de Gijón, a veinte de julio de mil novecientos once: Antemí, don Manuel López Rubio, Abogado, Notario con vecindad y residenciaen la misma, del Ilustre colegio de Oviedo, presentes los testigos que al finalse expresarán

comparecen:

De una parte don Miguel Adellac y González de Agüero, mayor deedad, casado, Catedrático, de esta vecindad, con cédula personal de 5ª clase,número 1.562 expedida en esta villa el tres de octubre último.

Y de otra parte don Leopoldo Castrillón y Ochoa; mayor de edad,casado, propietario y vecino de Puerto de Vega, Municipio de Navia; concédula personal de 10ª clase, número 1.758 expedida en Navia el quince dejulio del año próximo pasado.

Concurren a este acto, el don Miguel Adellac, como director delInstituto de Jovellanos de Gijón, y el don Leopoldo Castrillón, como manda-tario de doña Joaquina Castrillón y Cienfuegos, según escritura que la mismaotorgó el veinticuatro de septiembre de mil novecientos tres ante el Notariode Navia don Rafael Fernández Calzada, a favor de don Ramón Campo-Osorio y Lastra y otros, facultándoles, entre otras cosas, para que solidaria-mente, en su nombre y representación de sus derechos administren los bie-nes que le corresponden por todos conceptos, sobre los que pueden otorgarlas correspondientes escrituras. Facultados también para sustituir dichopoder, don Ramón Campo-Osorio los sustituyó a favor del don LeopoldoCastrillón por escritura otorgada el quince de los corrientes ante el notario deNavia don Emilio Iglesias Magadán.

Aseguran tener y tienen a mi juicio, según intervienen capacidadlegal para obligarse y dicen:

Primero: Que ambos comparecientes convienen en imprimir y publi-car los Diarios de Jovellanos, propiedad de la mencionada señora doñaJoaquina Castrillón y Cienfuegos, viuda de don Alejandrino Menéndez deLuarca.

Page 313: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Segundo: Que dichos Diarios manuscritos, constan de tres legajos, delos cuales contiene el primero ciento cincuenta y nueve folios, el segundotrescientos cuatro y el tercero cuatrocientos ochenta y dos, que hacen un totalde novecientos cuarenta y cinco folios.

Tercero: Que la impresión y publicación de los Diarios se hará bajo lascondiciones siguientes:

1ª Dicha obra será propiedad y se registrará a nombre dedoña Joaquina Castrillón y Cienfuegos.

2ª No se podrá reimprimir sin especial autorización de sudueña.

3ª En cualquier tiempo podrá doña Joaquina Castrillón haceruna nueva edición de los Diarios.

4ª La obra se publicará copiada de su original y con el pró-logo que para ella dejó escrito don Alejandrino Menéndez de Luarca,por haberlo exigido así doña Joaquina Castrillón y Cienfuegos.

5ª La edición será de mil ejemplares, de los cuales se daránquinientos para doña Joaquina Castrillón, quien podrá vender cadauna a un precio que no exceda de doce y media pesetas ejemplar dela obra completa. Los otros quinientos ejemplares serán de propie-dad del Instituto de Jovellanos, quien no podrá venderlos, sino en sucaso, hacer entrega de ellos al Estado.

6ª Todos los gastos de impresión y encuadernación hastadejar la obra terminada en rústica, serán de cuenta del Instituto deJovellanos, quien entregará en Gijón, a doña Joaquina Castrillón o asu representante los quinientos ejemplares de que habla la condiciónanterior.

7ª El Instituto de Jovellanos, por sí o designando persona opersonas capacitadas para ello, anotará, comentará y esclarecerá delos Diarios de Jovellanos todos aquellos extremos o pasajes que estimenecesarios para la mejor comprensión de cuanto su Ilustre autorescribió en ellos.

8ª Los gastos de redacción de esta escritura, así como todoslos demás efectuados por don Leopoldo Castrillón para trasladarse aesta villa, serán satisfechos por el Instituto de Jovellanos.

9ª Una vez terminada la impresión y confección de la obraDiarios de Jovellanos, los manuscritos originales serán entregados a suposeedora doña Joaquina Castrillón y Cienfuegos.

314

Page 314: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Cuarto: Que los comparecientes en la representación que ostentan, seobligan a cumplir las condiciones anteriormente consignadas en la cláusulatercera y aceptan ambos esta escritura.

Quedan hechas las advertencias legales pertinentes.

Así lo dicen, otorgan y firman con los testigos instrumentales que loson sin incapacidad para ello según manifiestan, don Carlos y don GasparJovellanos y Bernaldo de Quirós, don Julio Somoza García Sala y don FaustinoPrendes y Alonso, vecinos de esta villa, a presencia de los cuales doy lecturaíntegra de esta escritura de convenio a los que lo otorgan, enterados todos desu derecho a leerla por sí de que ninguno hace uso y se ratifican los compa-recientes.

De todo lo que y del conocimiento, profesión y vecindad de los otor-gantes, y de hallarse extendida esta matriz en dos pliegos de 11ª clase, núme-ros 938366 y 938356, doy fe, signo y firmo.

315

Page 315: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 316: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

IV

CARTAS

A.- ARCHIVO FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ

Sr. D. Sebastián de Soto

Gijón, 27 febrero

Mi estimado amigo:

Tengo por contestar todavía su atenta carta del día 5 del corr.te, perono le extrañe esta demora, porqe. ocupaciones perentorias por un lado, malhumor por otro, y el asunto del libro qe. tengo pend.te en Madrid y que meconsume gran caudal de cartas y paciencia, me dejan sin humor pa. contestara los amigos con quienes tengo respuesta pendiente. Al grano.

Según me dijo Marquerie, tenía Vd. ya en su poder las placas instan-táneas. Este es, por lo tanto, asunto concluido. El tablero de ajedrez, lo tengoen mi casa, harto convencido de que el gaznápiro del ebanista, no haría cosade provecho. Sólo espero una oportunidad p.a tener por quien remitírselo.

No se olvide Vd. de anunciarme su marcha a Labra o Posada; porquea la verdad, si cuando esté Vd. en el primer punto, no me remite los datos quele pida, (contando desde luego con su buena voluntad) será cosa de regalar-le a Vd. un cordón de seda azul, como dir que fai el Sultán, cuando algún granvisir se le atraganta en el gargüelu.

Vamos al caso, ahora. Coja Vd. por 2.ª vez la obra Nuevos Datos... etcy en vez de la pág. 91 que me cita, ábrala por la pág. 43, y leerá: Extracto de...hecho por don J. S. Ceán Bermúdez. De manera que no fui yo, sino Ceán,quien hizo el Extracto, y al citar la obra del leonés a que Vd. se refiere, hablade sí propio en tercera persona, y de aquí se habrá originado seguramente elquid pro quo.

Respecto al paradero del ms., nada sé. Pero, coja Vd. ahora las Obrasde Jovellanos, edición Rivadeneyra (Fermín las tiene) y en el tomo 2º pág.361, 1ª carta a Ceán Bermúdez, verá Vd. que el susodicho ms. paraba enCangas de Onís en poder de Ruenes (no Luenas, como dice erróneam.te eltexto). Lea Vd. dicha carta de cabo rabo porque no tiene desperdicio.

Page 317: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Del otro libro ms. de L. D. del Valle (que es una obra en dos tomos)para la Primera parte (o 1er volumen) en el Instituto de Gijón (v.e mi catálogode mass. pág. 72) y la segunda parte en el Colegio Mayor de San Bartoloméde Salamanca, según referencia que de la Biblioteca de dicho Colegio hace elSr. Marqués de Alventos (?). De modo que si se copió el ms. de Ruenes p.aenviárselo a Ceán, el original, claro que se le devolvió al susodicho Ruenes,y debe estar en Cangas de Onís. ¡Sus, muchacho! Embrida el caballo y correpor él, antes que se lo merienden los ratones ¡!

— Vamos ahora a la lápida.

Coja Vd. la Asturias Monumental de Vigil, pág. 299 (Núm. J 1º, lám.J1) léala Vd. y sabrá tanto como Vigil y como yo. La lápida estaba entonces(en 1795) en la pared de una quinta prop.ad de don José Antonio Ruénes juntoal camino de Corao en la parroquia de Abamia, y como en ese mismo camino estála parroquial de S.ta María de Villaverde, esta S.ta María es la S.ta Marina deque habla Ceán, pues sabido y corriente es que nuestros paisanos corrompenel vocablo diciendo Marina por María y la proximidad del sitio y las referen-cias dichas, todas convienen en un mismo punto. Las citas de Risco, Ceán,Quadrao, etc. van al pie, y puede Vd. comprobarlas. Pero la mejor cita y con-frontación de todas, es el mismo Diario de Jovellanos. Vaya Vd. a la quinta quetiene en Luarca, Alejandrino Menéndez de Luarca, y que hoy habita su tía(criada que fue de don Vicente Abello) poseedora de los Diarios, mujer igno-rante e inculta. Catequízela (sic) Vd., arránquele de buen grado o por mañalos nueve diarios inéditos de Jovellanos: publíquelos después, y se inmortali-za Vd. y deja bizcos a todos los pitos y gallos de La Quintana. Si yo tuviera lafacilidad que Vd. tiene de movilizarse, ya estaba allá y habría arrambladocuanto guarda de libros, mss. y objetos antiguos, aquella grandísima tarasca.Pero Gijón está lejos de Luarca, y así como Ceán se lamentaba que se moriríasin ver impresa la mejor de todas las obras de Jovellanos, así yo, transcurri-dos ya setenta años de la muerte de Ceán (murió en 1819) creo que morirétambién sin ver impresa la magna obra del más ilustre de todos los hijos delprincipado. Si Vd. lograra rescatar aquella joya de manos de aquella arpía,dejaba Vd. patitiesos y patidifusos a Fermín... ¿Fermín dije? Muchísimo cui-dado: reserva y silencio, sobre todo esto. Ese, en cuanto pesca una idea, por elinsensato afán de ser el primero en darle publicidad, la tuerce, la cambia, ladisloca, la tergiversa, y saca... un ciempiés.

Sigamos con la lápida. Además de las citas q.e evacúa Vigil, tambiéndice no sé qué, una obra titulada Las Glorias nacionales de M. Ortiz de la Vega(tomo V, pág. 476) que son dos notas puestas sobre las inscripciones de lapoblación de Vadinia. Este nombre, me recuerda, que hay una moneda concaracteres ibéricos en el monetario de Vidal Quadras, de Barcelona, cuyaleyenda tradujeron así Medainum (límite de los Cántabros y Astures). Pues si

318

Page 318: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

la interpretaran mejor, verían claramente que Vadinia y Medainum son unamisma localidad; que seguram.te no habría muchas de importancia en loslinderos de unas y otras tribus. Con lo dicho, basta y sobra p.a que haga Vd.un apunte por orden cronológico de autores, de todo lo que se haya escritosobre dichas lápidas, con las opiniones de cada uno, y los errores cometidos,que deben ser gordos; pero entiendo que para mayor esclarecimiento, hayque ir a Luarca a consultar lo q.e dice Jovellanos. Note Vd. la frase de Ceánen los Nuevos datos, pág. 91, línea 11... y discurre sobre ella. Este discurso debetener miga, porq.e recientemente, he sacado copia de una carta inédita deJovellanos a Posada, sobre dos inscripciones asturianas, que prueban la pro-fundidad de su saber en esta materia. La inscripción es de Lancia. Jovellanosen carta a Posada (Obras. tom 20. pág. 204 dice: “hay en su colección algunainscripción que cita el convento lucense de Asturias o de los astures lucen-ses”. Y no canso más.

Creo me enseñó Vd. entre las monedas de su última adquisiciónmonetaria una de Carisio; pero, entendámonos: este Carissio, ¿es PublioCarissio, que a las órdenes de Augusto venció a Lancia y los Astures en la 2ªguerra cantábrica el año 20 a. de J.C.? ¿o era de Marco Agrippa, yerno deAugusto, que los sujetó, terminando la guerra el año 19 a. de. C.? Porqueamigo Soto, desde qe Fermín se atreve a escribir la Historia de Asturias, semiente mucho. Y ya sea Publio Carissio o Marco Agrippa, supongo que ten-drá por el Rx el busto de Augusto, pues de no tenerlo ¿quién me dice a míque esa moneda no es de algún individuo o cónsul de la familia Carissia?

Ya sabe Vd. que hay viles falsificadores, y que en esto de monedas ymedallas hay que andarse con mucho tino. — Fermín me citó dos: una deAsturica, que bien creo yo sea de Asturica Augusta (Astorga) citada porVaillant; y otra de las Aras Sextianas. Pase por la primera: la segunda debe ori-ginarse de una mala lectura, y así se lo refuté en una de mis últimas cartas.

Mi hermano Manuel, que vive encima del Casino, me transmitirátodas las noticias que Vd. le dé.

Celebro su mejoría y completo restablecimiento. Apolinar Rato, queya guareció del todo, viene a establecerse a Asturias, y firmísimam.te decididoa publicar su vocabulario bable. ¡Dios nos la depare buena! Aquello va a serel parque o cazadero de los gazapos; porque ¡cuidado si los habrá gordos! Yeso, que la ciencia de definir, qe es la más difícil de todas, la salva él de unbrinco, como si nada fuera.

Yo, nada pienso volver a escribir. Entre impresores, libreros yAyuntam.to, me han revuelto más las bilis que cien ataques de ictericia. ¡Sonunos tíos! Gentuza sin educación, sin ley, sin decoro, ni nada decente. Comoya todos somos iguales, viene a pelo el cantar de la sardinera:

319

Page 319: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Desque les señoresmetiéronse a putesnon ganamos nadaporque somos muches.

Y el que quiera honra, que la gane.

Conque así, ¡adiós! y con expresivos recuerdos a su Sra. madre(c.p.b.) sabe es muy afmo y buen amigo q. b. s. m.

JULIO SOMOZA.

El papel es malo, pero se escribe en él con rapidez, y por eso lo uso439.

439 Expediente H 50/1.

320

Page 320: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Domingo de Ramospanizos comíamoscon lleche o sin lleche,allá los tengamos.

(Copla popul. asturiana)

Xixón, fecha ut supra

Sr. D. Sebastián de Soto y Cortés

Mi buen amigo:

Con muchos enguedeyos en’a calavía y malditísimas ganas de escri-bir, se fueron pasando las horas, los días y semanas, sin pizcas de deseo, niasomos de tentativas de empuñar la acerada y voladura pluma..., que diríaun escritor gongorino de la XVIIª centuria. Pero... el tiempo vuela y llégale elturno de respuesta a su carta y no hay más remedio que apechugarla. Y sinmás, al grano.

— Si quiere Vd. ver los tesoros, no tiene más remedio que tomar elcoche de Oviedo a Grado, de Grado a Salas, y de Salas a Luarca. Una vez enLuarca, pregunta Vd. dónde vive (en una quinta de los alrededores) la viudade don Vicente Abello, y dándose aires de gran amigo del difunto, penetraallí, recuerda los tiempos pasados, hace historia entre romántica y pintoresca(género agradable a las viudas) y luego (como dicen las acotaciones de lasobras teatrales) toma aquella actitud que le sugiera su talento dramático.

— Don Vicente Abello, era persona de sobra conocida en la sociedadovetense. Don Inocencio de la Vallina, o Ciriaco Vigil, o Pepe Sierra, le pue-den suministrar a Vd. pormenores.— Viejo ya, se enamoró de una hermosí-sima muchacha que tenía en casa, y se casó con ella. ¡Naturalmente! comodecía un acuarelista inglés, volandero amigo mío, la Naturaleza, es muy natu-ral. El bueno de don Vicente creyó que iba a remocicar, y la sandunguera luar-quina se lo fumó en un santiamén. Ya en las postrimerías testó mi hombre,dejándole un buen hueso que roer, incluso lo que había en la casa y su biblio-teca. Este último donativo, tenía una cláusula especial, a saber, que pasara apoder de su sobrino Alejandro Menéndez de Luarca desde el momento queéste entregara a la viuda dos o tres mil duros, valor, a lo que yo presumo de lamencionada biblioteca. Claro está, que eran muchos duros... de pelar, p.a elbueno de Alejandrino, antiguo pasante de Nocedal, íntegro como él, y que apesar de todo, le dio la lata H, criticándole, bajo el supuesto nombre de W.Franquet (hacia 1859) su Vida de Jovellanos.

— Ahora bien, entre varios mss. de esa biblioteca, estaban los Diariosde Jovellanos, y los apuntamientos del dialecto bable (también de don Gaspar).

321

Page 321: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Para más detalles, puede Vd. leer mi artículo en Cosiquines de la mió Quintana,págs. 193 y ss., que le pondrá en muchos pormenores.

¿Cómo pasaron aquellos mss. a poder de Alejandrino? Lo ignoro. Laespecie apuntada por Máximo Fuertes, de que los encontró en el Rastro deMadrid, debe ser una solemnísima papa. Lo probable es que Alejandrino lossacara de la biblioteca de don V. Abello con o sin el consentimiento de su pro-pietario, para que Nocedal los publicara en el 3er tomo de las obras deJovellanos que editaba Rivadeneyra. Este proyecto, fracasó, ignoro si porruptura entre Nocedal y Alejandrino, (pues ya estaban impresas las _ partesde la obra), o por ridículos escrúpulos carlistas, o por razones económicas.Como verá Vd. en mi citado artículo, Marcelino Menéndez Pelayo tiene laspruebas impresas; de modo que en último caso se recurre a él. Yo huí de enta-blar relaciones literarias con este prodigio de mesticería, porque me apesta lapetulante presunción con que trata a los más respetables escritores de nues-tra patria.

— Así que, resumiendo, y contestando de paso a sus preguntas, diré:

1º.— Que la propiedad de los Diarios y apuntam.tos bables deJovellanos, debe ser de la Viuda de Abello: aunque debieron salir para laimpresión, de la biblioteca donde se guardaban... Es por lo tanto, muy vero-símil que los originales manuscritos, los posea la Viuda, y que se haya saca-do copia de ellos p.a la impresión.

2º.— Lo de los Diarios hallado en el Rastro (que son los mismos deque tratamos) debe ser una grilla que le contaron a Fuertes. Pero en absoluto,no es imposible, por razones muy largas de contar, y que no vienen a cuento.

3º.— Alejandrino, cuando estaba a partir un piñón con Nocedal,intentó publicar dichos diarios y se sacaron pruebas impresas de casi todos(que hoy conserva Menéndez Pelayo). Se suspendió la publicación o porescrúpulos de escuela, o por falta de recursos, o por diferencias personales.

4º.— Si la viuda posee los manuscritos, no se los cederá aAlejandrino, sin que éste le abone los miles de duros estipulados en la cláu-sula especial del testamento de Abello.

5º.— Si los manuscritos paran en poder de Alejandrino, importapoco saber cómo los ha adquirido.

Y con esto, y leer mi artículo, creo que sabe Vd. tanto como yo en estamateria.

La biblioteca de Abello es riquísima no sólo en caudal, sino en cali-dad de obras.

—————

322

Page 322: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Quedo enterado de cuanto me dice respecto al Sr. Ruenes y al hallaz-go de su lápida. Lo del manuscrito del cura de Ponga, es en efecto, muy chis-toso. Si ese buen señor fuese asturiano, le agradecería que al retorno a Labra,me remitiera nota bibliográfica de ese libro, aunque no sería imposible fueseyo por allá este verano, y la sacara yo.

— No creo que le falte razón al P.e Flórez en la interpretación de lamedalla de P. CARISIVS. En efecto, Delgado en su magnifica obra de Medallasautónomas, trae dicha medalla entre las de Mérida. Las ocho primeras men-cionan a aquel general del siguiente modo:

P. CARISIVS - LEG - PRO PR, esto es Publio Carisio, Legado pro Pretor(todas éstas son de pequeño módulo).

Las cinco siguientes, de gran módulo, y sobre todo la 9ª, 10ª y 11ª quecorresponden al tipo de la que Vd. tiene, dicen P. CARISIVS LEG. AVGVSTI,o sea Publio Carisio, Legado de Augusto; y sin tener a la vista ni la obra deFlórez, ni la de Delgado, conjeturo yo, que las ocho primeras monedas,corresponderán a la época de la estancia de Carisio en Mérida y las cincosiguientes, en que se apellida Legato de augusto deben referirse a la época enque venció a Lancia y los Asturies, y acaso en su Clave historial resuelva satis-factoriamente este punto el P. Flórez.

Y a propósito: recibí el recuerdo de Vd. y se lo agradezco, mas no locoloco en mi monetario, porqe no siendo documento histórico, pegaría malentre ellos. Algo tendrá Vd. en Labra de más provecho para mi colección, ycreo que cultivando Vd. preferentemente la sección autónoma, no le haránbulto los ejemplares desperdigados de las demás secciones. La rareza de lasautónomas se juzga por este hecho: un coleccionista de Orense, me ofrece pormi ejemplar púnico de Gadir dieciséis monedas de plata de pequeño módu-lo, hispano-cristianas, entre Alfonso VIII y los Reyes Católicos.

— Ya le expresé a Vd. en mi anterior epístola que don Lázaro Díazdel Valle, no era asturiano y sí leonés. Su obra, está descrita en mi Catálogode manuscritos págs. 72, 73 y 74. Es una in folio voluminoso de 460 páginas(sin ilustraciones), de letra muy diminuta y piojosa. Para copiarla, se necesi-taba todo el batallón de escribientes del Ministerio de la Guerra, un salóncomo la rotonda de máquinas de la Exposición de París, diez mil kilos detinta, un cargamento de plumas y la paciencia de todos los súbditos del celes-te Imperio y todos los santos de la Corte celestial. Conque... bien ve Vd. quela molestia que yo me tome es lo de menos, y lo de más, es buscar esa con-gregación de copiantes que por aquí no hay. Dejo aparte, luchar con la crasaignorancia de los titulados profesores del Establecimiento, con su imbécilDirector, y con la suscripción grosera de los que imaginan que vamos a

323

Page 323: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

ponernos las botas con aquella empresa o a coger a Dios por una pata, comovulgarmente se dice.

— Escribí a Santofirme preguntándole por su proyectada Historia deAsturias y suponiendo q.e la tal obra, sería un manual ad usum delphinus y mecontesta diciendo que tiene “plan y materiales para tres o cuatro tomos comoel Libro de Oviedo, y que el primer volumen aparecerá en 1891”. No es malaensalada de berenjena la que nos prepara. Materiales, no digo que no tenga,pero ¿plan? Dios le dé. Cuando la pesadumbre de tal empresa sucumbieronMartínez Marina, Canga Argüelles y Campomanes ¿se atreve a abordarla él?

— Estos días me he llevado un chasco con cierto personaje, a propó-sito de la adquisición de una obra, que después de estar conforme en que mela llevara por lo que yo quisiera, se volvió atrás, habiéndole ofrecido 31 pesetaspor tres tomos. Cada vez me convenzo más de que a todos estos caballeros hayque tratarles como a rufianes, y utilizando su consejo (que me pesa en el almano haber seguido) tomar con una mano y dar con la otra.

Mil afectuosos recuerdos a Su Sra. Madre y Vd. recíbalos de su afec-tuoso y buen amigo.

JULIO SOMOZA440.

440 Expediente H 50/1.

324

Page 324: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Gijón, San Blas de 1890

Sr. D. Sebastián de Soto

Mi estimado amigo: Recibí oportunamente su carta de fines de enero,celebrando, a la par que su salud, el ver letra suya. Con fortuna, pero no sindaño, escapamos del terrible huésped que nos visitó el mes pasado: vaya conDios. y no vuelva en lo q.e nos resta de vida. Aquí hizo algunas víctimas, y sicontinúa, deja, no sólo memoria amarga de sí, sino terribles huellas.

Me avisté con el más joven de los Marquerie y le hice presente suencargo. Contestó que desde luego pediría las placas al extranjero, que ven-drían la semana entrante, y que él en persona se las llevaría a Vd. Si esto noes ser un fotógrafo activo y diligente, que baje Cristo y lo vea.

No así el ebanista, que puso los siguientes reparos. 1º que el encasi-llado blanco del tablero, no es de hueso, como Vd. le había dicho, sino de mar-fil, como en efecto comprobé. Que las chapas de hueso que él tenía o habíabuscado, no servían p.a el caso, por no ser susceptibles de buen pulimento. Yque de marfil no se encontraban aquí a ningún precio. Que si a Vd. le conve-nía, lo que podría hacer, era, sustituir el encasillado blanco, con chapa de boj,que haría buen juego; Díjele que sería más vistoso con madera de limonero onaranjo, que tiene un pulimento muy brillante; y contestó que esas maderasfinas tampoco se encontraban en el comercio. Con esto, queda probado quehay disculpas para todas las dilaciones, y que los ebanistas gijoneses, si no sonlo peor de lo peor, son lo peor de lo más malo. Conque... Vd. dirá.

Celebro que siga Vd. pescando con fortuna. No la tengo yo ni peque-ña ni grande, y eso, que estoy en puerto de mar, donde la pesca abunda; salvoque los peces de aquí están ya muy escamados de cañas y aparejos. Sí pesquéen el Ayunt.to lo que me debían, y ¡contento yo! de que no hubieran aplaza-do la cosa ad kalendas graecas.

La Guía de que Vd. me habla, la conozco casualm.te, por tenerla miamigo y vecino Ignacio Ferrín, fontanero mayor de Gijón y Oviedo. Ibídem elpárrafo en que menciona el mezquino monumento funerario de la Iglesia deSan Pedro.

Ya supe que había ido Vd. a la Riera de Colunga en busca de unaCruz, y que la cosa quedó en proyecto. De seguro le pidieron a Vd. un macónde doblones o alguna pequeñez por el estilo; porq.e nuestros paisanos, puestosa pedir, son más pedigüeños que los flamencos de Carlos quinto.

Supongo no ignorará Vd. que el improvisado filólogo bable,Apolinar Rato, estuvo más allá que acá, y que la pulmonía se le complicó detal manera, que será fácil degenere en tisis. Este es el que nos ensordecía consu vida metódica y arreglada. Por la boca muere el pez...

325

Page 325: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

¿Cuándo va Vd. a Labra y a Posada? Dígolo porque tengo denterapor saber cómo es esa medalla conmemorativa del establecimiento de lamasonería: en Gijón.

Anímese Vd. a hacer un Inventario de las que tenga; y si algún día leinspirasen a Vd. tedio o cansancio, ya sabe donde serán recibidas con los bra-zos abiertos.

Mucho celebro el buen estado de salud de su Sra. Madre, a la quepresentará Vd. mis respetos y dará mis recuerdos, recibiéndolos también deesta fma. y muy especialm.te de su afectuoso amigo.

JULIO SOMOZA441.

441 Expediente H 50/1.

326

Page 326: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Gijón, 21 de abril de 1890

Sr. D. Sebastián de Soto

Mi estimado amigo: Recibí su carta y luego de leída, puse toda la dili-gencia posible en averiguar los antecedentes de la persona que me cita (aquien de vista conozco) y que bien o mal hilvanados, pueden resumirse en losiguiente:

Ese Srº. Afr.442 fue primero ayuda de cámara en casa de Pidal y deGastañaga, luego, portero o Conserje de esa Universidad; después, ambulan-te de correos durante algunos años, más tarde, inspector de policía, cesanteluego; empleado 2ª vez con igual cargo y hasta hace poco Suplente del jefe demunicipales en esta villa. En la actualidad está cesante.

De su carácter y conducta, dan todos buenos informes, suponiéndo-le servicial y atento en el cumplimiento de su cargo. Está casado y no tienefamilia.

Es tal supuesto, le creo apto para el desempeño de cualquier comi-sión o encargo que Vd. quiera confiarle, pero tocante a cuestiones de dinero,nada digo ni afirmo, porque en semejante materia de nadie respondo, y nin-guna reflexión sobre tan delicado fruto pudo hacerle a Vd., que Vd no sehaya hecho a sí propio.

No hay que pedir gran virtud e integridad a la gente que carece derecursos y tiene muchas necesidades, porque claramente se ve que ellos hande considerarse siempre los más necesitados.

— Si son servicios, los que Vd. pretende de ellos, lo harán con la retri-bución debida, si encargos, ídem. Si limosnas, no les creo suficiente conoce-dores de las necesidades del pueblo, para socorrerlas debidamente, conside-ro más apropiado para este caso a Roque Tuya, a quien Vds. conocen, y decuya integridad y buen crédito tengo las mejores noticias. Sólo para esta cari-tativa empresa, le ofrezco a Vd. mi cooperación si por acaso la necesitare.Hay aquí muchas miserias, dolencias y necesidades que socorrer, y no sonseguramente las mayores, las de los pobres que piden de puerta en puerta oen medio de la calle.

Mi hermano Manuel, me escribió, para que de parte de Vd. entrega-ra cinco pesetas al pobre de cáncer (así le llaman) que vive en la plazuela dela Corrada en Cimadevilla. Se las entregó mi mujer, y preguntó con muchoagradecimiento si “sería de parte de una señora que solía darle una medici-na p.a curarse”. Como mi mujer ignoraba lo del bálsamo de su Sra. Madre, ledijo que era por encargo de don Sebastián, quedando el infeliz muy agradecido.

442 Estas parecen ser las siglas, pero la caligrafía es algo dudosa.

327

Page 327: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Ayer fue día de gran jolgorio con la inauguración de la nueva iglesia.Mil respetuosos recuerdos a su Sra. Madre, y Vd. mande como guste a sumuy af.mo amigo.

JULIO SOMOZA443.

443 Expediente H 50/1.

328

Page 328: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Gigia, in ora maris

día de Sto Tomás de 1893

Sr. D.n Sebastián de Soto y Cortés, Soto Posada, Soto Rivero, Soto Posada(bis), Posada-Jovellanos, etc., etc., etc.

Mi muy caro amigo y colega en chifladura:

Pero ¡hombre de Dios! ¿ahora despierta Vd. del inacabable sueño, yme toca a rebato con el hallazgo de nuestro amado dueño el Señor donFernando Séptimo? (que allá nos espere por muy luengos años).— Puesamigo del alma, me ha pillado Vd. con un humor más negro, del que, a laspresentes fechas, tendrá Martínez Campos, y su legión de 25.000 hombres,acampados a orillas del Oro, y sin saber a que carta quedarse, teniendo q.econtentarse con ver la endemoniada geta de Muley-Araaf, y de todos loszarramplines que le acompañan.— ¡Y Vd., en tanto, rodeado del preciosocoro de ágatas, cornerinas, ónix, sardónicas, ópalos, amatistas, y más cama-feos y piedras preciosas grabadas, habidas y por haber. ¡Largárame Vd. conmano pródiga aquella saca de ochavos viejos que antaño me enseñó, y veríaVd. cuán rápida y milagrosamente se me desvanecía el mal humor, y se tro-vaba en risa y en jovial contento mi negra hipocondría!

Ahora al grano.

Tengo a mi pobre hermano muy enfermo en Castellón, p.a donde hapedido el reemplazo, fijando a la vez allí su residencia, por si con el cambiode vida y clima puede encontrar alivio a su dolencia; pero ya está el mal muyavanzado, y dudo q.e lo pueda atajar.

Yo he pasado dos meses crueles con la enfermedad de mi hija, puesel médico de cabecera se equivocó en el diagnóstico de la enfermedad,tomando por fiebre gástrica, lo q.e era clara y visiblemente fiebre tifoidea,según declararon unánimes los facultativos a quienes después llamé. Graciasque la naturaleza a esa edad, sabe más q.e todos ellos, y salió avante del peli-gro, encontrándose hoy completamente repuesta.

Motivo tal, fue causa de que abandonara papeles, monedas y libra-cos, suspendiendo mi trabajo numismático-histórico-epigráfico sobre la gue-rra cantábrica y sus derivaciones. Pensé escribirle a Vd., por si quería daralgún paso p.a ver si atinaba con el paradero del Ms. de su pariente donAntonio Cortés Llanos titulado: Investigaciones sobre VADINIA, población roma-na (sería mansión... ¡y gracias!) en el Concejo de Cangas de Onís, pero me retra-jo de semejante propósito el ignorar su paradero. No puede Vd. imaginar losdislates y especies disparatadas que se han dicho y estampado a propósito dela guerra cantábrica, sugeridas más por el amor propio nacional o la vanidadprovincial, y derivadas otras de la falta de crítica y estudios serios y funda-

329

Page 329: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

mentales, tales como el conocimiento exacto, y estrategias militar romana.—Yo no sé qué hacer, si continuarlo o dejarlo, porque aunque tengo reunidosmuchos datos de procedencia diversa, me llevaría mucho tiempo el depurar-los y analizarlos con la debida parsimonia.

Pensando en esto, se me presentaron en casa dos alojados, reservistasde esta zona, uno de Llanes, y otro de Posada— ¡calla! dije yo —¿Usted es dePosada?

R. — Sí señor, de allá soy.

— ¿Y qué hacía Vd. allá?

R. — Trabajaba en la carretera de la Rebollada a Posada.

— ¿Está corriente ya?

R. — Sí señor: ya se puede ir en coche o a caballo hasta Onís.

— Menos mal ¿conocerá Vd. a don Sebastián Soto?

R — Vaya si le conozco. Allá está, en Posada, en el palacio, ponién-dole una verja de hierro nueva, muy guapa.

¡Acabáramos de una vez! dije yo. Porque ha de saberse Vd. que yafui por tres a la calle de Ezcurdia, núm 8 piso 1º de la izquierda; y a la pri-mera, me encontré con Justa y su criada, q.e me dijeron estaban todos Vds.ausentes, y a la 2ª y 3ª vez, me encontré con la casa cerrada a piedra y lodo,sin tener bicho viviente a quien preguntar. La Fortuna me deparó a doñaBaldomera G. Barrosa inquilina del 2º y ésta me dijo que vivían Vds. enOviedo, hacia la Pte nueva alta, por donde conjeturé que sería en la mismacalle y casa de S. Roque a donde dirijo la presente carta.

Tengo guardada p.a Vd., conforme le prometí, la nota hidrográfica detodos los ríos de Asturias, según los planos de Schulz y de López. Tambiénrecorté y guardé los cuatro artículos que publicó el Carbayón sobre las anti-guas minas de cobre y cobalto del Aramo descubiertas recientte. por el ingenie-ro Van-Straalen, notabilísimo geólogo y anticuario, que ha recogido muybellos ejemplares de los primitivos pobladores de Asturias, según relato deFelipe Valdés, mi convecino que los ha visto.

Una idea, por si no le hablé de ella. —Nunca pude atinar porqué donGaspar y don Fr.co de Paula Jovellanos fueron tutores de mi abuela doñaManuela Blanco e Inguanzo de Cirieño. Pero recordando que su bisabuela deVd. doña Juana Jacinta Jovellanos que residió continuamente en Cangasde Onís, tendría relaciones o amistad con mi bisabuela doña Benita Inguanzode Cirieño; se originaría de esta amistad el nombramiento de tutores a favorde los dos hermanos de doña Juana Jacinta, don Francisco y don Gaspar. —

330

Page 330: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Mi abuela fue bautizada en Sebarga, barrio de dicha parroquia, a la margenderecha del Ponga. Aún deben subsistir por allí, descendientes del apellidoBlanco, dueños quizá del solar.

Su compañero ecuestre, Fontanellas, se casa mañana con la hija deldoctor Bellmunt. Y Vd. en tanto, ¿sigue siendo gala de la soltería?

El fraile del Escorial444 hace mucho tiempo que está mudo, y me temoque enfermo. Escribe mucho, y esto le perjudica.

Santas y felices Pascuas: consérvese Vd. bueno y saludando a su res-petable Mamá, déjese ver pronto por estos barrios, y entonces le echará unamorrocotuda repasata, su afectuoso amigo, y enraizado compinche.

Julio César, Imperator

Pontífice, Padre de la Patria, y otras zarandajas.

S/C

Covadonga. 55. Recuerdos a nuestro buen amigo Ciriaco 445.

444 Fray Miguélez.445 Expediente H 50/1.

331

Page 331: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Gigia, in ora maris

XV Kal. Jannuarius MDCCCXCIIII

Sr. D. Sebastián de Soto

Mi querido amigo:

No hay más remedio que armarse de paciencia y tolerancia, y cape-ar el temporal como buenamente se pueda. Conque ¡al avío!

Paso por alto el modo que Vd. tiene de contestar cartas, prometien-do p.a cuando tenga humor p.a ello. Bueno. Por lo que no paso, es por que Vd.me endilgue textos cántabros-astúricos, con el gracioso empeño de que se losvierta al romance. Eso sí que no don Sebastián. Pase por la primera vez perop.a otra, me planto, ni más ni menos q.e caballo querencioso.

Yo no sé latín; y si lo deletreo es por su conexión con nuestra lengua ycon las otras neo-latinas. Pero de aquí, a traducir, aunque sea mal, mediamucho camino. Y así, deseoso de complacerle, tuve que apelar a los buenosoficios de un amigo de... Madrid, que me envió la traducción de que le inclu-yo copia al pie de sus propios textos. Para todo esto, necesité buscar a unamigo y endosarle el mochuelo, lo cual, como Vd. harto comprende, puedepasar una vez, pero dos sería ya demasiada lata (como dicen en el pintorescovocabulario de la hampa moderna), y ya no estoy dispuesto a dársela a nadieaunque me aspen (o me pongan en sotuer que diría un heráldico traduciendoramplonamente del francés).

Otrosí: el traductor, me advierte, que los textos latinos están o malescritos o mal copiados, puesto que no hacen sentido literal, y q.e hizo la tra-ducción adivinando algunas cosas. De donde deduzco yo, por la ortografíaempleada en los textos (y por j, y u por v) que Vd. tomó el texto de algunaedición antigua del siglo XVI ó XVII, y que su escasa vista por un lado, y loserrores tipográficos por otro (y que abundan muchos en los clásicos) motiva-ron la incorrección de que el traductor se queja.

Aun con muchos materiales acumulados, he desistido ya del trabajoDe bello Cantábrico. Se necesitan muchos elementos de que yo carezco, mássalud, y más quietud de espíritu de la que yo poseo. Además, cuando leí laestadística que ya le cité del Ministerio de Fomento, sobre población e ins-trucción pública española, y hallé que de una población total de

18.000.000 de habitantes, había¡¡12.000.000!! que no sabían leer

ni escribir, se me cayó el alma a los pies, y desmayé del todo. ¿A qué afanar-se ni hacer investigaciones eruditas si nadie las ha de leer más que cuatroraros como Vd., Vigil, Vigón y yo?

332

Page 332: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Nada, nada, cepos quedos. Estudiar, leer, e investigar siempre... peronada de darle al público semejantes raciones indigestas. Estómago habitua-do a fabes y boroña, son indignos de paladear las sublimes salsas del arte culi-nario.

Creo que me debe Vd. dos cartas (con la respuesta a la presente), yasí, prepárese a contestarlas, o me convierto en estatua de jaspe, y ya le doyyo trabajo al que me haga hablar.

Y saludando a su Sra. mamá, sabe es suyo buen amigo.

JULIO SOMOZA446.

446 Expediente H 50/1.

333

Page 333: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Sr. D. Ricardo Bartolomé y Mas

Muy señor mío y de mi consideración.

Una casualidad hizo que me fijara en la esquela de defunción de suSr. Padre político, fallecido en 5 del presente mes y aunque comprendo quelos actuales tristes momentos no sean para Vd. los más oportunos para tratarla materia de que voy a ocuparme, no obstante, lo hago, amparándome de subenevolencia y confiado en que el interés histórico que mueve mi pluma dis-culpara el atrevimiento de esta intromisión. El Centenario del fallecimientode don Gaspar Melchor de Jovellanos hijo insigne de este pueblo, ornamen-to de Asturias y gloria inmarcesible de la Patria, que se celebra este año, hapuesto en movimiento a varios de sus admiradores y singularmente a losrebuscadores de sus escritos, recuerdos y memorias.

La larga, profunda y paternal amistad que unió al 1er Conde deCabarrús con Jovellanos, hasta el triste momento de su ruptura en julio de1808, consignada está en multitud de escritos, libros y sucesos, y singular-mente, en la Memoria en defensa de la Junta Central de aquel benemérito astu-riano; más todavía, a mi juicio, no ha sido debidamente estudiada la vida deuno y otro escritor, con toda la extensión debida. Parece ser que Mr. PaulLabrouche, literato francés (de Bayona), abrigaba tal intento, pero hasta lafecha, aún no la llevó a cabo, y creo debe tenerle en proyectado estudio.

Uno de mis amigos de esta localidad (don Alejandro Alvargonzález)posee importantes mss. inéditos (autógrafos algunos, referentes a donFrancisco Cabarrús y Aguirre (I Conde), y también existen en gran número,en un rico archivo local. Ahora bien, en el archivo de la Cabarrús, o entre lospapeles que conserve su familia, debe existir la numerosa correspondenciaque Jovellanos mantuvo con él en diversas épocas de su vida, y singular-mente, en la anterior y posterior a la prisión de su amigo (1790-1795), muyinteresante, por cierto.

Si Vd. supiera de ella, nos haría extremado favor en comunicárnos-lo, y si fuera fácil su adquisición, ya en original o en copia, por permuta ocambio, también nos complacería en sumo grado, con el noble y legítimodeseo de publicarla luego.

Esto es lo que por el momento se nos ocurre, a los admiradores denuestro insigne coterráneo; y yo, en nombre de algunos de ellos me dirijo aVd., rogándole nos ilustre sobre el particular, a la vez que con tan patriótico

334

Page 334: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

anhelo, me ofrezco particularmente a sus órdenes para todo aquello en queme conceptúe útil, y con cuyo grato motivo, me reitero de Vd. muy atento yfino servidor.

q.b.s.m.

J.S.

Gijón. 25, enero, 1911 447.

447 Expediente H 50/1.

335

Page 335: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Sr. D. A. Ricardo Rodríguez

Gijón, último día de julio de 1924

Mi bondadoso y estimado amigo:

Recibo su amable y provocativa carta, y... pego un salto; no porque Vd.sea provocativo ni muchísimo menos, sino porque ese buen amigo que tiene tanraros modos de hacer citas, le pone a Vd. delante para que lleve los palos. Y sino, oído a la caja... del redoblante.

Supongamos por un momento que yo tengo a mano la edición de lasObras de Jovellanos, de R. M. Cañedo, que son siete tomos de 4º. Supongamosmás aún: que tengo a la vista, la voluminosa, en dos tomos, y aumentada dela edic. Rivadeneyra, de 1858, que, reducidos a la letra y tamaño de la ante-rior, constituirían catorce tomos de lectura. Ainda máis, que unido a ella, estu-vieran todo los mss. que yo imprimí, que harían (con lo anterior, un conjun-to de veinticinco tomos en 4º) dejando a un lado lo inédito. ¿Encontraría Vd.natural que yo retuviera en mi pobre magín tan inconmensurable caudal decitas?

Pues espere un poco: si yo tuviera 37 años menos de los q.e tengo, osea, 40, todavía podría, haciendo un esfuercillo, tal vez atinar con la q.e Vd.me pide, revolviendo, hurgando y consultando en mis apuntes. Pero Vd., queestá predicando a todas horas, la rapidez de la vida, y la decadencia y aca-bamiento de los seres humanos, ¿me viene Vd. ahora con esas guasitas?¡Cállate, hombre! que no asamos y ya pringamos. Cuando se publicó la edi-ción XII (creo fue la XII ó XIV) del Diccionario de la Academia de la Lengua,venía atiborrado de citas de Jovellanos, tales y tantas, y en tal número, y tanraras, que me cansé de recibir cartas de gentes amigas o incógnitas, pidién-dome la referencia y precisión de las citas. ¡Oh, la cólera de don Julio, poraquellas fechas! rayó en lo inverosímil. ¡Y era natural! En España, hay la per-versa costumbre (símbolo de la pereza de la raza) de citar textos de autores,sin puntualizar los pasajes de donde se toman: ¿lo vé Vd. claro, hombrín deDios? ¿Si, eh,? pues a otro perro con ese hueso, que en mi casa, es cama degalgos, y no los hay.

Creí, de pronto, al leer la cita que estaría en las Cartas a Ponz, o en elportentoso y asombroso Discurso sobre los medios de promover la felicidad deAsturias (escrito en 1781, a los 37 años, de edad), o en la Instrucción p.a la for-mación de un Diccionario geográfico de Asturias (escrito en 1804: edic.Rivadeneyra; tomo I, pág. 343; con el título equivocado). Mas no obstantetener la edición que manejo habitualmente, plagada de llamadas, acotaciones,referencias, y notas marginales, no dí con la que Vd. me transcribe. No le nega-ré, que me da un poco de tufillo, así por lo de chupar menos jugos, como porlo de la pasión regionalista, tópico actual muy en boga.

336

Page 336: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Porque sobre el verdadero y el falso o aparente regionalismo, habría algoque discernir. Cierto que muchos lo consideran idolátricamente, como lo mejorde lo mejor, suponiendo, que fuera de lo de su casa, todo lo restante del mundoes inferior, o sea, los cuatro pies de la bullanga, mojiganga, morondanga y matu-rranga. Quédese tal concepto para los de menguado cerebro; y acotemos conla frase del Kaisar, de que “aquel país será más libre, que subvenga sin ajenoauxilio a todas sus necesidades”; que es lo contrario del apotegma de SirRoberto Ped: “toda nación que necesita del carbón de Inglaterra, será siem-pre tributaria (supla esclava) suya”.

Y adiós te queda, que anda el pueblo como loco, esperando a Primo deRivera.

A Marcelo, mil apretados abrazos, y que voy a sufrir el horrible tor-mento de corregir la prueba de mi último libro de Bibliografía regionalista, queme apadrina la Diputación Provincial (porque de otro modo, imposible detoda imposibilidad).

Lo de la Fe de Erratas, publicada en el Boletín de la Bibliot. deMenéndez Pelayo, es cosa de Vicente Serrano, que vive en León (calle deSerranos, núm. 10 pral.).

Nada más: que pase Vd. buen verano; nuevo abrazo a Marcelo; y alamigo del encargo jovellanista, que no sea chinche, que estoy en la fronterade los 77 y, además, que tengo un genio de 50.000 de a caballo, y con harpónde avispa, pra os labercos.

Suyo, siempre afectísimo, y buen amigo,

JULIO SOMOZA.

P.D.

— Mis hijas, agradecen sus buenas memorias.

— Llarena en Suiza (Interlaka), encantado de la vida... Hidalgo,Cendoya, Arranz, Muñiz, así todos ausentes448.

448 Expediente H 51/1.

337

Page 337: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Amigo Calixto.

Voy a devolverle a Vigón lo q.e nos envió. si Vd. no necesita el calcode la lápida de Vigil, (a pesar de su incondicional oferta) creo conveniente q.epor lo mismo q.e nos facilita todo lo suyo con liberalidad, juzgo, a la vez,q.e debe tener mucho afecto a lo de Colunga, y que en conciencia debemosdevolvérselo.

Vd. resolverá lo q.e estime justo.

Fermín aún no contestó ni fa ni fu, bien que como ahora está en la apo-teosis, creo que tardará en contestarnos. A pesar de todo, le repetí el encargopor escrito, por medio de su hermano Alfonso.

Adellac, me manifestó que mañana (mercoledi) irá con otro catedráti-co a pedir oficialmente la cesión condicional de algunos de los manuscritosjovellanistas que posee, para solicitar después de Mister Hartington su coo-peración para la impresión (Entiéndase que trato de Alejandro, y de los escri-tos de o sobre Instrucción Pública).

A mí, después de lo q.e me dijo, nada me envió. Él se lo pierde.

También me avisó Adellac de q.e iba a convocar a una reunión magnade antiguos alumnos del Instituto, p.a acordar algo práctico para elCentenario. Peñerina nueva, bin peñera.

No ocurre más sino q.e he pescado una fañeca, o sea, el primer cata-rro (poisson) de abril.

Cuidado con la pierna, y aplíquese un fumazu de flor de Saú.

Sépase q.e el cimiento de fachada del nuevo Casino de Begoña tieneuna profundidad de tres metros (2’90), y como ocurriera un ligero argayu moti-vado por las lluvias, dispusieron los arquitectos reforzarlo en la parte centralcon dos estribos. Baldomero que lo oyó, creyó conveniente que los estribosfueran laterales. Tableau.

No se sabe lo q.e pensarían los arquitectos, pero es probable quepidan informe a la Academia de... Medicina, sobre el estado interior del crá-neo del preopinante, que debe de estar lleno de visco corylino, o tener algunalesión de esas q.e los modernos galenos llaman embolia o embolismo.

Vale.

The last of the Asturias.

GIULIO449.

449 Expediente ALV. 16/27.

338

Page 338: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Amigo Calixto:

Eladio G. Jove en la monografía de Langreo (Asturias: tomo 3º. pág.112, 2ª col. línea 11) estampa lo siguiente:

“... autores, como Plinio, dicen que los griegos dieron nombre aAsturias trescientos años antes de la Era cristiana...”

¿Dice Plinio semejante cosa? Haga el favor de evacuar la cita, porq.ees muy esencial.

Yo creo que es un infundio; sobre todo, tratándose de un periodistaovetense.

Pero convendría preguntárselo.

Témome que se trate de la tan cacareada referencia de Silio Itálico(floreció el año 60) que narra en verso las guerras púnicas, y dice una porciónde tonterías.

No me pierda este apunte.

Suyo caro amico

GIULIO.

Sírvase dar ese volante a Juanín, p.a q.e tenga la atención de trasla-darlo al Presidente450.

450 Expediente ALV. 16/27.

339

Page 339: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Mi amigo Calixto:

Son las 5 y no alcancé a verle. De todos modos, mi objeto es darle laenhorabuena por su interesante trabajo sobre la gramínea predilecta de nues-tra tierra, que será leída con verdadero entusiasmo por todos los amantes delPaís asturiano. Hay superabundancia de citas, que hubieran estado mejor enel cuerpo de las Notas, que no en el texto, donde embarazan algo, aunque nole dañan. Da Vd. una gallarda muestra de actividad estudiosa a los del pue-blo, demostrándoles, que sin desatender los negocios, se puede también cul-tivar el espíritu y adornar la inteligencia. Le felicita muy de veras

su caro amigo.

JULIO451.

451 Expediente ALV. 16/28.

340

Page 340: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Amigo Pedrín:

Con relación a lo que Vd. me habló de la restauración, y declaraciónde monumento nacional (¡gracias que fuera regional!) de la iglesita de SanMiguel de las Dueñas, siento manifestarle que, ni encuentro posibilidad de loprimero, ni fundamento bastante para lo segundo.

Lo uno, porque dicha iglesita, es un tipo sobrado vulgar del periodobizantino, sin ningún aparato o aspecto exterior, ni en su ornamentacióninterna. ¡Si a lo menos llegara a los bellos ejemplares de Amandi, Bedón, oVillamayor de Infiesto! pase; pero ¡ni aun eso! Es pobre, desmantelada, sin por-tada, ni arcadas, bóvedas, columnatas, canecillos, ni ábside notable. Aunqueda inferior a la de Santa Cruz de Ceares, a la que se parece algo.

Pero la destrucción de su antiguo pórtico y portada, y la sustituciónpor la que actualmente tiene, la despojaron de todo mérito y carácter, si algu-no tuvo. Según le hice observar a Vd. en cierto domingo que por allí pasa-mos, debió su primitiva portada, poseer imposta o faja ajedrezada (véase elFerreiro o Martigny) como la que aún conserva la de Ceares en su interior yexterior, y de la cual, supongo sea un fragmento, la que está adosada obli-cuamente, al exterior de la cornisa de la Sacristía de la actual parroquia deBernueces.

Bien recordará Vd. que la primitiva y más antigua iglesia de dichoslugares, era la de San Tirso, situada en la hería de este nombre, y al nacientede la de Stº Tomás de Beone de arriba, sobre la vieja presa del antiguo río deGranda, y cuyo emplazamiento, buscamos en vano, hace más de cuarentaaños, mi infeliz amigo (ya †) Nemesio Martínez, y yo.

De esta iglesia (S. Tirso), asegura Ceán Bermúdez (en su Sumario deAntigüedades Romanas) que, entre sus escombros, halló la lápida romana, aúnexistente, empotrada en un muro de la Capilla de Huergo.

Mi deudo, Eutiquio García Sala (ya †) {que tenía en las Dueñas asien-to y estrado} díjome, que entre sus papeles existían datos relativos a su erec-ción y jurisdicción. Ni los buscó ni me los facilitó. Puede que si aún se con-servan, radiquen entre los que posee el Párroco don Ramón Piquero, que fuesu testamentario y ejecutor de sus últimas disposiciones. La situación de laIglesia, es muy poética, y debió serlo mucho más, en pasadas centurias.

Pero insisto, en que, por lo relativo a mérito artístico y arqueológico,nequaquam. Ambiente, sí, tiene mucho, sobre todo para quien sienta poética-mente el deleitable recuerdo del pasado.

En cuanto a nuestros restauradores, son casi todos unos pelmas, cuan-do no unos cursis pretenciosos. No he visto la restauración de Santullano hechapor Selgas, bajo la inspección de Lampérez; mas en lo tocante a la de Stª

341

Page 341: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Cristina de Lena, hecha por Lázaro (J. B.) en 1894, sólo consiguió hacer másoscuro su interior, según me aseguró Genaro López, que estuvo allí dePárroco. Bien que Genaro (según Mar.no Canal), hizo su correspondienteestropicio en S. Salvador de Deva.

Lo mejor, será dejar los cepos quedos.

Hasta otra hora. Suyo

JULIO SOMOZA GARCÍA SALA452.

452 Expediente, H-51/1.

342

Page 342: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

B.- ARCHIVO PARTICULAR DE D. CELSO DIEGO SOMOANO

Qüestion

Los Arrondicios y los Coliacinos, ¿serán los naturales de los pueblos de Arriondasy Collia, próximos a Cangas de Onís?

1er texto.— Ciriaco M. Vigil, en su obra Asturias monumental... etc. pág. 321dice:

“Don Ramón Barros Sivelo en sus Antigüedades de Galicia (Coruña:1875) expresa al fol. 203, que el Lucus Asturum, pueblo perteneciente a losastures trasmontanos de que da cuenta Ptolomeo (es Ptolemeo), correspondíaa Santa María de Lugo cerca de Oviedo; y que otros querían llevarle a Cangasde Tineo donde fue hallada la lápida votiva que continúa”.

Como poseo la obra de Barros Sivelo, copiaré de ella sus frases y lainscripción.

“Quieren otros llevarla (la correspondencia) a Cangas de Tineo, endonde fue hallada la lápida votiva de los arronidicios:

IOVI OPTIMOET MAXIMO

SACRVMARRONIDAECI ET COL

IACINI PRO SALVTESIVI ET SVIS

POSVERUNT”

(Vigil dice POVERUNT)

El autor, no dice dónde está la lápida ni quién le facilitó la copia de ella.A continuación, la interpreta de este modo:

Los Arronidicios y los Coliacinios, cumplieron el voto que hicieran aJúpiter Óptimo Máximo y Sagrado por su salud y la de los suyos.

Apuntaré una conjetura, el Sr. Barros, tendrá dicha inscripción encopia, y en ella se indicaría su procedencia como de Cangas (sin decir de Tineo,ni de Onís). Como más próxima a Galicia, supondrá que se trataba de Cangasde Tineo. La obra no da más luz de sí.

Vamos ahora a encontrar la propia lápida (aunque mal redactada) enel concejo de Aller (Vigil: obra dicha, pág. 265, y lám B1 - Núm B1) sin que alSr. Vigil le hubiera llamado la atención su semejanza con la anterior.

343

Page 343: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Dicha lápida estuvo colocada hasta que se descubrió en 1831, enmedio de la mesa del altar mayor de la Iglesia parroquial de San Vicente deSerrapio en el Concejo de Aller. Se sacó de allí, y la copió en 22 de dbre. de1831 don Benito Casielles.

En 1878 existía colocada en el Cementerio.

La cosa es clara como el Sol. Dos lápidas iguales en distintos y sepa-rados concejos de la misma provincia me parece más que improbable, casiimposible.

Se trata, por consiguiente, de una sola lápida (mientras no se pruebalo contrario con el hallazgo de la otra) habiendo confusión únicamente res-pecto al punto de su situación, paraje donde se encontró o procedencia de lacopia, que es lo más seguro y lo que más induce a error.

Segundo extremo. Dando por supuesto que los Coliacinos son los natu-rales de Collia, trátase de demostrar que los Arronidicios son los de Arriondas,paraje inmediato a Collía.

Las voces Rionda, Arrionda, y los apellidos asturianos de la Rionda, dela Arrionda, significan rodeo, y proceden de los concejos de Parres y Cangas deOnís, sin duda por el que en dichos territorios hace el río Sella.

La acción de rodear se especifica en la voz reonda (a la redonda) conigual extensión que la palabra gallega roeiro (por rodeo). Este vocablo, en susentido recto, se aplica al círculo o contorno que forma un territorio dado; yen el figurado a la reunión de varios vecinos de un término o quintana.

Lo propio, con igual significado, sucede con la palabra francesaarrondissement, en sus dos acepciones de redondez, y distrito comunal, o territo-rio de una ciudad, villa, partido, etc.

De igual origen, proceden los apellidos asturianos, Rendueles,Rondaliego, Ronderos, Rondiella y Ruenes.

Tenemos Arriondas en Parres, y Arriondo en Cabranes. Rondaliego,lugar del Concejo de Carreño, que inspiró el práctico romance de don Nunnode Rondaliego, voz bable equivalente a rondero o rondador, y también, al origi-nario de Rondiella (en Llanes).

Rondero, Ronderos, en los concejos de Loangreo y Quirós. Las vocesronda y rondalla tienen igual procedencia.

Ruenes en el concejo de Peñamellera, tiene igual significado que losapellidos anteriores, y extrema semejanza con la voz bable rueñu, significati-va del rodete de tela rehenchida para poner en la cabeza con objeto de sua-vizar y equilibrar mejor el peso de la carga.

344

Page 344: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Ahora bien, la voz Arriondas con significación de rodeos, ¿tiene raíz oetimología latina, o deriva directamente del nombre ibérico de la tribuArronidaeci?

De Arriondas a la voz castellana arrodeo no hay más que una levetranscripción, y ambas pueden provenir del verbo rodar, lat. rotare, o del adjvo

redondo, lat. rotundus con el cambio natural y corriente de la t en d. Pero¿cómo enlazar las voces rotarre y rotundus con el vocablo Arondaeci?

En tal supuesto me inclino a creer q.e la denominación Arriondas pro-viene directamente de la voz ibérica Arronidaeci, pues trasponiendo en aque-lla la y nos encontramos con la palabra Arronidas q.e tan gran semejanzaguarda con el vocablo de que tratamos.

Otra de las causas que nos llevan a no creer en el origen latino deestos nombres es su misma estructura, y el correspondiente a gentes o tribushabitadoras del territorio astur en época muy próxima a la invasión romana.Un estudio detallado y analítico de las lápidas romanas en la notable obra delSr. Vigil, daría mucha luz a esta materia. Singularmente, en las encontradasen los concejos de Parres, Piloña y Cangas de Onís, encontramos citadas a lasgentes o tribus de los Piniorum, Pembelorum, Ratrivarum Viromenicorum yAlbaidacorum. La gente Piniorum, se menciona en la lápida 1ª de Parres (obradicha, pág. 460), y siendo Pionia el nombre antiguo de Piloña, ¿no se deberáa aquella gente el nombre del río, y el del territorio que este atraviesa? Lagente Pembelorum, citada en una losa funeraria encontrada en Collía (obradicha, pág. 301) mejor que a los habitantes de Pembes, en Santander, a dondequiere llevarla el Sr. Fernández Guerra, creemos convenga a los de Pendás oa Pen, situado entre las cuencas de Ponga y del Sella. La gente Ratrivarum, semenciona en la lápida 2ª de Parres (pág. 460, loc. cit.). La gente Viromenicorumen la lápida de Villamayor (Piloña) con la extraña particularidad de encon-trarse en ella el nombre de Sigisamo (hoy Sasamón, provincia de Burgos, enlos Turmogos). Segisamo (escanear aquí) batió moneda ibérica, con igualestipos que Lancia y Medainum, y fue cuartel general de las legiones romanasy punto de partida para la guerra cantábrica. Esta lápida, es muy interesan-te, por la circunstancia de no haberse podido interpretar debidamente susprimeros renglones. Por último, la gente Albaidacorum se menciona en la lápi-da de Borines.

Aún queda un punto interesante por resolver. En el supuesto de queArronidicios y Coliacinos, fueron originarios de Arriondas y Collia, ¿cómo seencontraban en el territorio de Aller? El voto de gracias a Júpiter por su saludy la de los suyos ¿implicaba ausencia o separación? La ausencia de los lares,podía ser temporal o indefinida. En el primer caso, los emigrantes podían sercomo nuestros modernos reyeros, tejeros y cesteros, industriales ambulantes o

345

Page 345: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

temporeros. En el segundo (y es lo más probable) serían gentes sujetas a ser-vidumbre o penosos trabajos en las minas y cuya libertad o retorno al hogarsería punto menos que imposible. Más la invocación a la deidad Suprema delos romanos parece desvanecer por entero aquella suposición y admitir queno se trata de aborígenes ni de tribus subyugadas, sino de pueblos que pro-fesaban la religión romana, y que se encontraban muy distantes de su tierranatal.

Opine cada cual como estime oportuno: mas compruébese, a serposible, la procedencia de la lápida que cita Barros Sivelo.

Gijón, octubre de 1898.

JULIO SOMOZA453.

453 Suponemos que el destinatario de esta carta es Sebastián Soto Cortés.

346

Page 346: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Sr. Dn Sebastián de Soto y Cortés

Mi estimado amigo:

Los tres botánicos Ruiz y Pavon, autores de la magnífica obra

“Flora Peruana y Chilena”

dedicaron a Jovellanos un género de plantas

JOVELLANA

de la familia de las Calcolarias, que es la q.e es la que viene diseñadaen el tomo 1º, página 12, iconografía 18.

Digo, me parece que es eso.

— Para lata al cabo de un año, es un poco larga, pero si me envía unmacón o puñadín de monedas antiguas, se la perdona su af.mo amigo

q.b.s.m.

JULIO SOMOZA.

Saludo respetuosamentea su Sra. Madre, cuyo totalrestablecimiento deseo.

347

Page 347: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Contestación a la impertinente insistencia de un Alcalde de monterilla detiempos de Felipe IV, que se puso pelma, hasta el 3er oficio.

Muy distinguido y respetable Alcalde:

Me ha sorprendido sobremanera su inesperado B. L. M. del 22 delcorriente, toda vez que, primero oficialmente, y particularmente, después, lemanifesté la imposibilidad absoluta en que me hallaba, de formar parte deninguna junta del Centenario de Cervantes. Las razones fundadas que paraello, tuve y tengo, a continuación se las recuerdo:

Primera: la falta de salud, con prescripción facultativa de privación detoda clase de trabajo mental.

Segunda: la edad, que créame ya a los setenta años, me invalida paratodo esfuerzo; creyendo (como no dudo un momento) que esta considera-ción, que ha bastado a otros para no asistir en la prosecución de su intentomerecerá de V. S. igual deferencia hacia mi cansada persona.

Tercera: mis estudios, que han sido, por lo general, de carácter históri-co, de investigación, y arqueológicos; singularizándome en los jovellanistas,más no en los “cervantistas”.

Cuarta: mi carácter, que ha hecho, que mis empresas literarias, y mitrabajo, fuera siempre unipersonales, jamás colectivos, porque, ni nunca mehice solidario de lo que otros afirmaran o negaran, ni jamás acepté el con-curso ajeno para empresa alguna, bien convencido de lo deleznable y detes-table que son las colectividades en nuestra tierra.

Quinta: La persuasión de que, en nuestro país, sobran cervantistas yliteratos, y escasean los jovellanistas o difundidores de la enseñanza, y pro-pulsores del verdadero progreso patrio, en sus múltiples fases.

Por todo lo cual y por otras muchas causas y razones, que a su pene-tración y sagacidad no escapamos sírvase, por la presente comunicación, darpor no aceptado el cargo con que se me brinda, y que declino, muy reconoci-do a su constante benevolencia, pero a la vez, muy firme e irrevocable en ladeterminación que he tomado.

Con cuyo motivo, se repite de V. S. por tercera vez, su muy fino, defe-rente y respetuoso convecino.

q.s.m.b.

J. S. G. S.

23 de noviembre 1915454.

454 Biblioteca Asturiana del Padre Patac; FC 175.

348

Page 348: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

C.- ARCHIVO PARTICULAR DE D. FRANCISCO DE BORJA BORDIUCIENFUEGOS-JOVELLANOS

Nbre. 27/908

Mi queridísimo Julio:

Lo primero que veo al abrir tu libro Gijón en la Antigüedad y en la EdadMedia es una expresiva manifestación muy de tu cariño, sobre las infinitascon que has estrechado los lazos de nuestra vieja amistad.

¡Cuánto te la agradezco!

Y eso que en el estado de ánimo que me ha dejado la muerte de miinfortunado hijo Braulio, todos los afectos me llegan a lo más hondo del almaconmoviéndome de continuo vivamente.

Con lágrimas en los ojos leí la dedicatoria del libro, y con amor yentusiasmo he hojeado después toda la obra. ¡Qué labor tan admirable! Aunhabiéndote visto, como quien dice, con las manos en la masa, no tenía idea,ni de su extensión ni de su capital importancia.

Es el primer libro de Historia que se ha publicado sobre Asturias; yserán contados los relativos a otras regiones que lo igualen.

Con cuánto placer he de ver que este juicio escueto mío lo confirmen,tras detenida lectura, las Academias, y la gente docta y seria a cuyas manosllegue. Y lo confirmarán sin duda alguna.

Yo he de leerlo aprovechando los momentos que me deja libres el tra-bajo abrumador que pesa sobre mí, y algo te diré sobre lo que en él aprenda.Por de pronto puedo decirte ya, que, al hojearlo anoche, me detuve en lo quedices relativo a los Castros colungueses, y me he alegrado del reparo que haspuesto a mis categóricas afirmaciones. Ni los Castros de Colunga, ni los deBoal, ni el de Coaña, ni tantos otros como hay en la Montaña, en Asturias yen Galicia son romanos, son todos prehistóricos, aunque alguno haya sidoutilizado por los romanos. Mi hijo Juan, que tiene comenzado un estudio decastramentación, me ha convencido de ello con datos irrecusables. Lástimaque no se me haya ocurrido comunicártelos, para que hubieras podido des-vanecer del todo el error de los que como yo los hemos considerado roma-nos. Aunque más imperdonable que el nuestro es el error de Fernández-Guerra que los considera obra de los normandos.

Y termino por hoy.

349

Page 349: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Recibe felicitaciones del alma por tu obra, gracias muy sentidas porel recuerdo tan cariñoso que en ella me dedicas, y la expresión de los afectoscon que abraza y quiere tu entrañable amigo.

BRAULIO (VIGÓN).

Saludos cariñosos a las chicas.

(Al margen de la primera plana se lee: “¿Dónde y quién vende tulibro? Aquí hay pocos que lean y cerca de ellos se gestionaría que lo compra-sen)” 455.

455 El papel es de luto con orla negra y lleva el membrete: Braulio Vigón. Colunga.

350

Page 350: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Felipe Menéndez

Gijón

Villa Margot

28—11—08

Sr. D. Julio Somoza

Mi queridísimo amigo: Recibí ayer la obra que has tenido la bondady deferencia de dedicarme.

No sé cómo expresar mi satisfacción y mi entusiasmo, pues cuantodijera sería poco para manifestar los sentimientos que en mí produjo tu libro.Ni pretendo hacer la crítica del mismo ni tú podrías conformarte con ella.Para hacerla se precisarían conocimientos de que carezco y un profundo estu-dio de comprobación de la enormidad de datos en él acumulados. La laborhecha, demuestra, a parte de las indispensables condiciones de talento ydominio absoluto del asunto, una dosis de perseverancia, de fuerza devoluntad y hasta de paciencia, que dudo pueda hallarse en otra persona queno seas tú.

Sentiría en el alma que creyeras me guiaba al escribirte un móvilinteresado y que él me obligaba a tu adulación. Nada de eso. Si la amistadque siempre te he profesado pudiera inclinar mi ánimo a admirar tus obras,el temor de ofenderte con lisonjas me retraería de hacerlo.

Pero el sentimiento de amistad no ha de impedir el de la justicia yéste me obliga a decir lo que pienso aún a trueque de ofender tu ya legenda-ria modestia —y ves cómo haces escuela ya, puesto que empleo palabras queantes de leerte no me hubiera atrevido emplear— rayana en timidez.

Mis ocupaciones no me han permitido dedicar a Gijón todo el tiem-po que se merece y he de dedicarle Dios mediante. Sólo he podido leer el pró-logo y los dos primeros capítulos preliminares. Pero si fue poco lo que leí, fuemucho lo que gocé y bien vale que te dedique algunos minutos la inmensasatisfacción y el lícito regodeo que me ha producido la lectura.

No insisto por no caer yo mismo en el defecto que tan acertadamen-te señalas de enorgullecernos —los asturianos— con las glorias falsas o verí-dicas de nuestros paisanos. Que si en el presente momento son por lo de verí-dicas, justificados tales entusiasmos, tal vez olvide en otro el sabio consejoque nos das y caiga en el pecado por falta de reflexión.

En cuanto al individualismo de nuestra raza, es tan exacto, que soy elprimero en reconocerlo y a pesar de ello en sufrir sus consecuencias, y creoque está en el medio ambiente en que vivimos, porque personalmente, me

351

Page 351: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

sucede perderlo en gran parte en cuanto salgo de Asturias. De todos modoslos defectos, señalados, serán siempre de más fácil corrección.

Y quien la merece por exceder los límites del abuso de paciencia paracontigo es tu más ferviente admirador pero sincero y leal amigo.

F. MENÉNDEZ.

352

Page 352: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Gijón 8 de diciembre de 1908

Sr. D. Julio Somoza

Gijón

Muy estimado Sr. Somoza: Recibí y comencé a leer la obra monu-mental que perpetuará en las sagradas montañas asturianas el nombre de suautor.

El colosal trabajo que supone (esto es lo de menos) y lo documenta-do de su argumentación (esto es lo de más) aún arrancándonos creencias his-tóricas, caras ilusiones, agradables fantasías, merece un premio. ¿Qué premiodaremos al astur audaz que con el valor que da la ciencia arranca nuestrostransmontanos lauros para transportarlos a los astures augustanos? ¿Quépremio?... La inmortalidad.

Gran trabajador y gran talento dirán nuestros futuros historiadores,y gran hombre fue don Julio Somoza ¡lástima de un cierto deje joco-burlesco-despectivo, diluido ente los renglones de su magna obra, que produce en lasparedes internas de los cascos cerebrales el efecto de un papel de lija!

Gracias mil, Sr. Somoza, y por el recuerdo de mi padre.

Su buen amigo y admirador q.s.m.b.

Ilegible. M. arb.no.

353

Page 353: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

8 de dic. (10 noche)

Mi qdo. Julio: esta mañana, a las 11, me trajo Santiago tu preciosaobra. Quedé encantado y me encerré mañana y tarde para saborear a solastan peregrina producción.

No hay quien te meta mano en hacer buenos libros.

Recibe mi cordialísima enhorabuena sincera y muy sincera porqueGijón en la Antigüedad y en la Edad Media es un portento de erudición bienaquilatada, clara, nada farragosa, y escrita con limpio, puro y elegante estilotuyo. Libros de tal suerte trazados y (ilegible), se ven raras veces; en España,muy contadas.

Claro es que hay que volver a leer y releer los dos tomos, que han deser para siempre piedra de toque en los periodos que abarcan en relación anuestra historia.

En algunos capítulos, me has dejado confuso en los alcances de tucrítica y conclusión...

Me ha hecho mucha gracia y me reí como un tonto —te lo aseguro, yte lo perdono— entre los palos que repartes con otros, tu donoso comentarioa la inscripción de Fuentes (¿).

La edición es primorosa, pero me tocó un ejemplar mal doblado enla pág. 21 (I) e interpoladas las págs. y debes repasar si hicieron lo mismo enotros. Veremos como lo arreglan estos chapuceros libreros, que deben tam-bién ponerme tejuelas ad hoc.

Te repito mi felicitación de corazón y de alma.

Hace tiempo que no nos vemos. Andamos cada uno por su lado; túen vida más reposada y yo en febril movimiento; pero te aseguro la firmezade mi afecto; mi constancia de quererte, aunque tienes mal genio; y mi admi-ración de siempre proclamándote el primero entre los primeros de LaQuintana.

Te abraza.

FERMÍN.

354

Page 354: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

8 de dbre. (?) 1908

Sr. D. Julio Somoza

Mi queridísimo amigo Julio: Recibí la obra de Vd. que le agradezcoinfinito, por ser para mí un recuerdo de inestimable valor.

Lo primero que hice fue ver la impresión de los dos tomos, que megustó mucho, Repito, lo que me sospechaba: es obra que no parece editadaen provincias por el esmero, limpieza, y buen gusto de la parte tipográfica,que juntamente con el papel, edición de lujo.

Después, leí por dos veces con toda calma la obra, y está cómo yosospechaba también, planeada de modo admirable y original en extremo,pues se separa por completo de lo vulgar. En cuanto al texto encontré muchasnovedades, y me ha gustado mucho, incluso el gran caudal de citas que apor-ta para mayor erudición, expuesto con suma claridad. Supongo que le habráquedado dolorida la mano de dar azotes, a unos con guante blanco, y a otroscon la mano directamente. ¡Pobres escritores, cómo los ha dejado Vd.!…

Hay Benjamín que no va a saber hacia que lado cae la estafeta deVeriña, con tenerla delante de las narices. Esos probinos, en vez de molestar-se, si tuvieren sentido común debieran agradecer a Vd. las finas lecciones quepara su ingénita ignorancia representan los azotes que Vd. les propina. Pero¡qué han de entenderlo ni los gacetilleros, o mejor dicho, el gacetillero delFontán!... Seguirán escribiendo en percebe, para aumentar la incultura de lasgentes que los toma como dioses mayores del saber.

Está muy bien tratada la cuestión de Covadonga que seguramenteperturbará la digestión a más de cuatro canónigos de aquel cabildo, si medi-tan a cerca del gluten que tiene la demostración en todos sentidos y bajotodos los aspectos de la negativa de la batalla y de Pelayo, que pulverizadoy maltrecho lo reduce Vd. a mito histórico. En este punto, ocúrreseme unaduda. Eliminada la figura de Pelayo, ¿cómo se prueba el arranco de la monar-quía asturiana? ¿A qué caudillo, símbolo, persona, etc., hay que considerarcomo primer Rey asturiano?

Admitido y conforme con que no hubo batalla de Covadonga, mas,¿esto implica que no surgiera un hombre que aclamado caudillo se pusiera alfrente de un grupo de gentes para defender el terruño al saber que los árabesinvadían otras regiones de España? Esta actitud preventiva aparece siempreen todas las convulsiones sociales, en lo antiguo como lo moderno, y con ungrado de actividad proporcional a los medios de comunicación para circularlas noticias, según los proyectos de los tiempos.

Fuera de esta duda, el resto de su magnífica obra, sólo merece ala-banza, por la cual le felicito y doy mi enhorabuena que aunque sea pobre por

355

Page 355: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

mi falta de autoridad académica, para apreciar debidamente todo su mérito,no será seguramente la menos sincera de cuantas Vd. reciba.

Pasemos a otros detalles de la misma. El mimo día que recibí el cajóncon los ejemplares para La Lectura, sin más, que poner una etiqueta con direc-ción a Madrid, la envié al Sr. Marfil a su domicilio en gran velocidad, junta-mente con las cuartillas de la crítica de la obra, recomendándole hiciese loque pudiera en favor de que las publique íntegras dicha Revista. De ellos, dia Vd, noticia el mismo día por medio de postal.

A la hora que escribo a Vd. todavía no tuve acuse de recibo del Sr.Marfil. Pero estoy seguro que la caja, y la carta están ya en su poder.

De Guernica, cero.

De Colunga, menos cero; es decir, que en el trabajo del Sr. Ruidíaz,no existe litografía de Quintanilla ¡Me escamo de que sea pretexto negativo!

Pues señor, ¡el de Guernica, debe ser un braquicéfalo digno de estu-dio!, se ofrece espontáneamente a dar esos datos del gran don Alonso, y des-pués se echa el cuerpo atrás, hasta dejarlo caer en la mayor descortesía, denegarse a contestar a las cartas apremiantes que le dirigen.

Con todo esto, lo único que ha sacado en limpio, es demorar dosmeses la impresión del libro que sin falta empezaré a imprimirlo el 1º deenero próximo.

La Opinión de Asturias, publicó una biografía en 3 columnas del condede Laviana.

El Heraldo de Madrid, una biografía política de R. San Pedro; y tercery última, y agárrese para no caer, la revista Asturias, del Centro de asturianosde Madrid, publica en su último número un artículo de Balbín Unquera,demostrando que hay en Asturias ¡200.000 hidalgos!!!...

Y conste que en los guarismos no existe errata alguna, porque repe-tidas veces, reproduce esa cifra.

Esto, como Vd. comprenderá, querido Julio, es el desmigue, comodiría el famoso Pepe Mesejo, refiriéndose a las consecuencias de la cuarta deApolo, para el público que después de la función padece de insomnio encafés, casas de..., etc.

Crea Vd. que es imposible la regeneración en este país, admirable-mente pintado por Vd. en la sentida dedicatoria con que me honra en el ejem-plar que envió de su obra. ¡El Conde de Laviana, con biografía, R. San Pedro,200.000 hidalgos asturianos! ¡Horroroso, horroroso...!

356

Page 356: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Hablando ahora de la familia, le diré que la Almendra no va peor.Está sometida a duchas, a beber un vino ferruginoso francés, y toma unas píl-doras, con todo lo cual, va mejorando por ahora. Veremos lo que esto dura.

El tiempo aquí, de sorbete. Debía nevar por los puertos altos.

No le canso más, que harto ocupado estará Vd. con sus estudios.

Reciba un abrazo de su afmo. amigo.

RAFAEL (FUERTES ARIAS).

357

Page 357: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Felipe Menéndez

Gijón

Villa Margot

9—12—08

Sr. D. Julio Somoza

Mi querido amigo:

Anoche he terminado la lectura del primer volumen de Gijón, por-que mis ocupaciones son tantas que sólo puedo dedicarle las horas que éstasme dejan libres.

Si las primeras impresiones de su lectura fueron agradabilísimas, lassiguientes llegaron a entusiasmarme hasta el punto de no poder dejar el librode la mano y esto es el más completo elogio que puede merecer de un profa-no en estudios históricos. Perdona que aún sabiendo herir tu modestia, te lorepita.

Y por cierto que su lectura me impulsa a hacer algunas observacio-nes por si te parece tienen algún valor. Helas aquí:

En la nota 197, pág. 197, citas la obra próxima a publicarse del Sr.Rodríguez Navas acerca de la lengua ibérica y sus analogías con los idiomasgermánicos, lo cual me trajo a la memoria un recuerdo con este tema relacio-nado y es el siguiente. En una noche del mes de septiembre de 1899 venía-mos mi mujer y yo en un vapor de hacer una excursión por el lago de los cua-tro cantones en Suiza y cerca de Lucerna ya se cruzó con el nuestro otro vaporatestado de gentes que venían cantando alegremente y que, por ser domin-go, supuse eran obreros. En el momento de cruzarnos lanzaron un ixuxú tanfuerte, tan prolongado y tan semejante a nuestro grito asturiano, que mimujer y yo quedamos alelados, así, al oír en una país tan alejado del nuestro,algo que nos recordaba la tierruca con tal intensidad. De otros vapores queluego cruzamos y que llevaban igualmente mucho pasaje, salió también elmismo grito, cuando pasaban cerca de nosotros. En el nuestro, el pasaje eracasi todo formado por turistas extranjeros que regresaban a Lucerna. Losotros debían estar ocupados por sociedades corales que volvían de un con-curso allí celebrado. Por eso, supongo, no se contestó del nuestro con igualgrito. Como esta parte de la Suiza es alemana, relaciono ahora el hecho aca-ecido, con lo que en tu libro indicas respecto a las analogías entre países.

En la pág. 339, Truvia, dices que la inscripción relativa al triunfo delos Alpes se halla en la Turbia —La Turbie, estación invernal de gran lujohoy— citando la nota 18, y en esta... se dice que la inscripción se halla en el

358

Page 358: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

arco levantado en Aosta para conmemorar aquel triunfo. ¿He leído mal? ¿Eserror mío de comprensión? Quisiera fuere así.

En la pág. 344 citas la carta de Plinio a Mustio original traducido porJovellanos y que conserva Calisto en su poder. Me asombra de modo extra-ordinario que pueda ser original dicho documento, extrañándome más aúnque la familia en cuyo poder estaba se haya desprendido de él. Pero puestoque tú no dudas en lo más mínimo de la autenticidad del escrito, menos hade dudar quien, como yo, desconoce en absoluto la diplomática.

Para terminar, he de señalar una omisión, que si bien es de muy esca-so valor, puede herir susceptibilidades de personas que sé positivamente sonmuy quisquillosas. Me refiero al índice bibliográfico apéndice en el cual nose citan —como se hace en el texto (aunque atribuyendo a uno lo que es deotro, en un caso solamente) varias veces— los folletos de Saint Saud-Labrouche.

Perdona querido amigo que te haga perder lastimosamente el tiem-po leyendo mis insulseces; y cree, que si lo hago, aún sabiendo que abuso detu bondad bien conocida, es sólo para demostrarte cuánto me interesa tu obracolosal que cada vez admiro más.

Tuyo siempre de corazón.

FELIPE.

359

Page 359: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Madrid 24 dbre. 1908

Sr. D.n Julio Somoza

Mi querido amigo: dispense que no le haya escrito antes porque metiene muy preocupado el mal estado de salud de mis hermanos estando dedi-cado exclusivamente a su cuidado.

He recibido su libro Gijón en la antigüedad y en la Edad Media que hatenido Vd. la bondad de regalarme por lo que le doy las más expresivas gra-cias y la más cordial enhorabuena por el brillante éxito que tan erudito e inte-resante trabajo ha de tener entre los que amamos el pasado de nuestra regiónAstur. Cuando me decía Vd. en su última epístola que llevaba escritas mil ypico de cuartillas de su historia gijonesa me extrañaba que la desconocidaurbe de la época romana y la desierta villa de la Edad Media pudieran sermotivo de un trabajo tan extenso; y es que Vd. se ha salido de los estrechoslímites de su recinto y extendido su estudio a todo el país comprendido entreel Eo y el Deva, y entre el mar y los montes Erbarios, ilustrando de modoadmirable aquellos oscuros periodos de la dominación romana y de lamonarquía restaurada.

Como en sus publicaciones jovellanistas vierte Vd. una erudicióninmensa que no sé cómo ha podido Vd. adquirir viviendo en una localidaddonde abundan los talleres pero no las bibliotecas y los archivos, teniendoque ir a buscar lejos los innumerables datos históricos que avaloran su her-moso libro.

No hay obra por perfecta que sea que no tenga alguna falta, lo queno atenúa su mérito, y amparándome en su indulgencia me atrevo a decirleque alguna de sus afirmaciones arqueológicas carecen de fundamento. Paraque Vd. se convenza de que la iglesia de Santianes como las erigidas porAlfonso el Casto: Sn. Tirso, Sta. María del Rey Casto y Santullano eran o sonde planta basilical, por consiguiente, de tres naves; tengo el gusto de enviar-le y ofrecerle el tomo I de la hermosa obra de mi amigo Lampérez, con cuyasideas estoy identificado. En ella verá Vd, el plano y alzado de la basílica deSantianes que conserva casi intactas las tres naves con las pilastras y arcosque las separaban.— El tomo 2º de esa magnífica historia del Arte religiosoen España está en publicación y cuando salga a la luz se lo remitiré a Vd.

Reitérole, mi sabio amigo, la enhorabuena por su magnífico libro, ysabe que de veras le estima su siempre afmo. amigo y s.s.q.s.m.b.

FORTUNATO SELGAS.

Jorge Juan 6. 2º.

360

Page 360: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

24 dbre. 1908

Sr. D. Julio Somoza

Queridísimo e inolvidable amigo del alma: Hace tres días que ellibrero Suárez me remitió su verdadera obra monumental acerca de Gijón.¡Qué doble empresa tan grata!

Y digo doble, por ser de Vd., a quien olvidar sería para mí imposible,y por ser la obra que es: de verdadero benedictino. No vaya Vd. a imaginarque pienso hacer el análisis crítico de ella. Eso será para más despacio, y enocasión de hacer mejor letra; porque escribo esta casi a oscuras, por mor de laluz eléctrica que no acaba de venir, y el correo tiene que marchar.

Pues... como decíamos ayer: no le olvido, le sigo queriendo, y aquí metiene Vd. después de once años de vida madrileña, con algunas canas más, yalgunas mayores y más blancas por dentro.

Diga Vd.: ¿pero es verdad que la obra esta se ha impreso en Gijón?Diga Vd. a esos cajistas, que son unos héroes; aunque más héroe es el autor aquien Dios conserve los años que yo diga para gloria a las letras eruditas, ypara alegría de sus buenos amigos, entre los cuales (pido la palabra) piensocontarme el primero.

¿Dirá Vd. que estoy de Pascuas? Que Dios se las conceda más alegresque las mías.

Y... hasta que vea de nuevo su letra, que entonces hablaremos.

Suyo, suyo y suyo.

P.e MIGUÉLEZ.

P. D.: Ahora mismo llega la luz eléctrica. ¡Buenas noches!... Un salu-do tan respetuoso como afectuoso a toda su familia.

361

Page 361: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

21 — León — 21

Sr. D. Julio Somoza García Sala

Madrid, 25 dic. 1908

Muy Sr. mío y de toda mi consideración y estima:

Hace algunos días llegó a ésta s/c su muy preciada obra en dos volú-menes Gijón en la historia general de Asturias apreciándola en mucho yo y agra-deciendo la dedicatoria del ejemplar que he leído con sumo interés y no esca-so provecho. El pensamiento fundamental de revisión de la historia antiguay medieval de esa ciudad será fecundísimo en resultados, que el tiempo irádespejando y ampliando, conforme grandes inteligencias y despreocupadascomo las de Vd. en ello se emplearen sin otra mira que la de asentar la ver-dad a la luz de los monumentos y documentos auténticos.

En el boletín de la Academia si ella me lo confía, verá Vd. el dicta-men que el examen de tamaño trabajo me ha sugerido. Espero que su conti-nuación, abarcando la historia moderna de la ciudad, acreditará una vez másel acendrado patriotismo del que hace Vd. profesión y ha menester la histo-ria de esa ciudad nobilísima.

Deseándole felices Pascuas de Navidad y entrada de año nuevo, mereitero de Vd. agradecido y afmo. S. A. y C.

q.b.s.m.

FIDEL FITA.

[En la última plana de esta carta Somoza anotó el siguiente borradorde carta]:

Por ahora, no me será posible continuar la historia de la ciudad hastanuestros días; pues he contraído el compromiso de terminar la primera obraq.e anuncio en la ult.ª pág. del libro y tengo preparados algunos materiales p.ala obra acerca del Carácter asturiano.

Todo se andará, Dios mediante, si la salud ayuda, y el esfuerzo nodecae.

Mi amigo el Dor Serrano, lleva un ejemplar p.a la Academia, no sién-dome posible cumplir con todos sus miembros (como deseara) por lo limita-do de la edición.

Agradezco a Vd. su felicitación de Pascuas. Acepte cordialm.te la mía,con mil prosperidades p.a el año entrante, y la seguridad del afecto con q.e merepito de Vd. devotísimo servidor y amigo

q.s.m.b.

362

Page 362: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Madrid, 29 de diciemb. 1908

Querido Julio. He recibido tu monumental obra titulada Gijón en laantigüedad y en la Edad Media, que me ha producido gran impresión. Es un tra-bajo verdaderamente titánico y digno de un asturiano de cepa.

Como historiador parece que participas del parecer de los que nie-gan la epopeya de Covadonga. ¡Lo siento! Debemos sostener la tradiciónpara mayor gloria de la patria. San Juan, el único Evangelista que presenciólos detalles de la pasión y muerte de Jesús, no habla una palabra de la insti-tución de la Eucaristía en el momento sublime de la cena. San Mateo quetambién estuvo en la cena, es el primero que nos ha revelado este misterio.¿Quién tiene razón, el que lo cuenta porque sucedió, o el que calla porque noocurrió semejante cosa? Los otros Evangelistas, siguen la tradición que lesenseñó San Mateo, y si este mintió, como si hubiera dicho la verdad: Jesúsinstituyó la Eucaristía. Lo mismo ocurre con Covadonga: la cueva existe, losriscos son inaccesibles, los astures eran feroces, los moros estaban quebran-tados ¿a qué extrañarnos que ocurriera aquel desastre a los muslimes y alcan-zaran aquel triunfo los cristianos? Si quitamos la Eucaristía quitamos a la reli-gión de Jesús su espiritualismo, y si quitamos a nuestra historia la epopeyade Covadonga destruimos la grandeza de la reconquista. ¡Julio, no quites ilu-siones, que las ilusiones son el encanto del alma!

Todo el resto de la obra me ha gustado muchos, admirando tupaciencia investigadora que me ha ilustrado en muchas cosas que ignoraba.

Recibe las gracias, la felicitación y un estrecho abrazo de tu viejoamigo que nunca te olvida por lo mucho que vales.

EDUARDO.

363

Page 363: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Orense, 29 de dbre. 1908

Sr. D.n Julio Somoza

Mi queridísimo amigo:

Don Ricardo Rodríguez me ha entregado el ejemplar que Vd. tancariñosamente me dedica, de su magna obra Gijón en la Historia general deAsturias, y no he querido acusar a Vd. recibo y darle las gracias hasta nohaberla leído por entero.

No necesito decir a Vd., porque conoce bien mis aficiones literarias,el creciente interés y el subidísimo deleite con que habré recorrido sus pági-nas, tan repletas de onda y selecta erudición, y tan sugestivas por lo certeroy donoso de la crítica y la novedad, valentía y atrevimiento de los juicios.

Bajo el primer respecto, tengo para mí que no se ha publicado enestos últimos tiempo obra alguna de historia crítica que con la de Vd. puedacompararse. Asombra el número y la calidad de los autores que Vd. ha pues-to a contribución, para fundamentar sus afirmaciones y derramar hoz y máshoz sobre los puntos dudosos y obscuros y sobre los hechos controvertibles.Es su obra de Vd. un arsenal inmenso de riquísimos materiales al cual acu-diremos a cada paso los amantes y cultivadores de esta clase de estudios,bendiciendo la mano que con tan abundancia y largueza los ha acumulado ypuesto a nuestro alcance.

Pero, al propio tiempo que aplausos y parabienes, no faltarán a Vd.,amigo mío, agrias censuras y airadas impugnaciones en lo que se refiere aPelayo, Covadonga, la Cruz, etc., etc.; y es seguro que no le perdonarán a Vd.—sobre todo sus paisanos— el que en vez de limitarse a podar, con su cuen-ta y razón, el frondoso árbol de la narración legendaria, lo haya arrancadoVd. de cuajo, descargando tajos y mandobles sobre el relato de Sebastiano,como el Ingenioso Hidalgo (dirán los impugnadores) los descargó sobre elretablo de Maese Pedro, no dejando en él títere con cabeza.

¡Y qué linda y donosamente fustiga Vd. a sesudos escritores, a quie-nes habíamos convenido en tener por intangibles! La verdad es que toca enlo risible la seriedad con que presentan a Pelayo como admirable estratega,etc., etc. pintando la batalla como si la estuvieran viendo. Y es, amigo Julio,que hoy, como en tiempo de Quevedo, la piadosa o heroica leyenda, el viejoy anónimo romance y las bellas ficciones de la dulce poesía tienen tal encan-to y atractivo, de tal modo se han convenido en ver en ellas un rico fondo deverdad, que bien puede volverse a preguntar con el gran satírico:

“¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir loque se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?”.

364

Page 364: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Apercíbase Vd. a la polémica. Su obra de Vd. será discutida, peroquedará, sí, estoy seguro de que quedará, y que en ella encontrarán no pocoque aprender los mismos que la combaten.

Reciba Vd. mi más cordial enhorabuena, y con ella las gracias por lasfrases que, al citarme, me dedica, y el apéndice en que me honra, reprodu-ciendo mi reseña y comentarios de la tésera e hospitalidad de los Zoelas; quehonra, y muy grande es para mí figurar de tal modo en libro llamado a vivirmás que los pobres míos.

Nuestro Boletín de la Comisión anda mal, no por falta de original,sino de impresor. Sólo uno de los que aquí hay puede imprimirlo como esdebido, y por una serie de contratiempos no podemos contar con él para lapublicación en tiempo oportuno, por lo cual tendremos que tomar una deter-minación para el año próximo.

Venga pronto el catálogo numismático que Vd. anuncia. De él y dellibro me ocuparé en el Boletín, si acordamos ensanchar el círculo en queahora se mueve, como yo he propuesto. Concretándose a la arqueología de laprovincia, es muy difícil su sostenimiento, pues con el tiempo se van ago-tando los asuntos.

Y basta de epístola, que ya va siendo demasiado larga. Que tengaVd., mi querido amigo, muy felices Pascuas y buena entrada de año, y allá leva un apretado y cariñoso abrazo de su amiguísimo.

MARCELO MACÍAS.

365

Page 365: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

5 enero 9

Sr. D. Julio Somoza

Muy distinguido amigo: con un placer, que puedo decir de emoción,recibí hace pocos días su obra.

No quise escribir a Vd. antes de haber entrado páginas adentro en sulectura, y ahora que así lo hago, y haciéndolo de tal modo juntamente apren-do y me deleito, le debo y le expreso cordial testimonio de mi admiración ymi gratitud.

Siento por mi tierra asturiana amores que más se ahondan en el almacon el correr de los años y el pasar de mi vida. El libro de Vd. parece queviene a remozarlos con la vitalidad de tan amplia sabiduría.

Haré que La Lectura rinda a su hermosa obra los honores que se ledeben. Yo también quisiera hablar de ella en América.

Le doy gracias como amigo y como gijonés. Y le saludo con toda con-sideración.

b.l.m.

FRANCISCO ACEBAL.

366

Page 366: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Avilés, 9 enero 1909

Sr. D. Julio Somoza

Gijón

Muy distinguido señor mío:

Tengo un especial gusto en felicitarle por el reciente nombramientocon que le honra y se honra al mismo tiempo el culto pueblo de Gijón quehaciéndole a Vd. justicia le hacen Cronista de dicho pueblo y su concejo.

Yo que le cogí cariño por su tan distinguido trato social, soy de losque creo que la digna corporación de ese Ilustrado Ayuntamiento ha tenidoun acierto digno de toda ponderación porque supo interpretar fielmente losunánimes deseos de todas cuantas personas tuvimos la suerte de tratar alcariñoso señor Somoza.

Le desea dichas sin cuento e inacabables felicidades el que es de Vd.afsmo. s.s. q.s.m.b.

MANUEL CARREÑO.

R/C Marqués P. Del Río nº 16

(A ésta contestó Somoza con esta otra)

Mi cariñoso amigo Carreño:

Le agradezco en el alma la sincera y leal manifestación de verdaderoafecto que me trasmite en su carta de ayer, y que considero más bien comoprueba de su bondadoso carácter, antes que porque me imagine acreedor aninguna alabanza.

Vd. sabe muy bien, que estas distinciones municipales, ni dan ni quitanméritos literarios, ni de ningún género; otro tribunal más alto y más severoes el que ha de pronunciar el fallo de mis merecimientos, si por acaso tuvealguno.

Todos los que aman y con intensidad a su patria, y se dedican ainvestigar su historia, le deben un libro; yo le consagré el mío con el mejorafecto y perseverante estudio; mas si con acierto o no, díganlo otros, y mejorque nadie la posteridad.

Renovándole a Vd. la expresión de mi viva simpatía, y deseándolesalud completa y prosperidad sin cuento al lado de su esposa e hijos, sabe essuyo verdadero e invariable amigo, que mucho le estima.

367

Page 367: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Enero 24/1909

Sr. D. Julio Somoza

Querido Julio: Por mi cuñado que te entregará esta, recibí tu libroGijón en la Historia General de Asturias que has tenido la atención de dedicar-me. El interés y aprecio grandes que para mí tienen todas las obras, seaumenta en esta por su asunto que poderosamente me atrae. Enterado por ti,el pasado verano, del plan del libro y de su espíritu, estoy seguro que me hade deleitar su lectura; de lo que de ella saque hablaremos a su tiempo; y sólodeploro que, dedicado hace tantos años a la vil prosa del protocolo, no he depoder apreciar todo el mérito de las laboriosas investigaciones.

No por esperado, estimo menos el regalo: siempre te acuerdas de mí;y esto lo traduzco como una manifestación de nuestra antigua amistad quetanto aprecio.

Me enteré del acuerdo del Ayuntamiento de Gijón respecto a la obra,escaso premio para lo que debiera ser; pero sabiendo cómo las gastan en esepueblín de comerciantes, hay que estimarlo en mucho, y por ello te doy tam-bién por el éxito que seguramente tendrá el libro, entre los que saben leer ypueden juzgar lo que leen.

Repitiéndote las gracias por tu obsequio, para mí estimadísimo, allámi cariñoso aplauso por tu obra, si más cordial, menos autorizado que el quemerezca al mundo literario, y mi enhorabuena por las satisfacciones que suconfección te habrá proporcionado.

Tuyo amigo devotísimo que te abraza.

VÍCTOR G. DE LA CRUZ.

368

Page 368: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Senado

Particular

Madrid 4 de febrero 1909

Sr. D. Julio Somoza

Mi muy estimado amigo y compañero: ante todo, doy a Vd. las gra-cias más cordiales por el valiosísimo regalo de su importantísima y verdade-ramente monumental obra de Gijón en la historia general de Asturias, que reci-bí por conducto de nuestro buen amigo don Vicente Serrano. Es un trabajo deprimer orden, por el cual felicito a Vd. con toda el alma.

Mi mala salud fue causa de que tardase, bien a pesar mío, en escribira Vd. Llevo una larga temporada enfermo de algún cuidado, viéndome, aveces, en la necesidad de renunciar durante muchos días a las tareas habi-tuales.

Mi mujer le recuerda a Vd. perfectamente, como uno de los mejoresamigos de sus hermanos Manolo, Paco y Serafin (?). De estos el único queaún vive es el último, recluido hace un año en el manicomio de Reus comoconsecuencia de una afección incurable de la médula. De los tres hermanosmenores sólo vive Miguel (casado, con 8 hijos), Oficial de la Delegación deHacienda de Lérida; Juan y Emilio murieron jóvenes. Rosa, viuda hace 12años, habita en compañía de Miguel; hace poco pasó una temporada connosotros.

Tanto ella, como Esperanza, me encargan salude a Vd. en su nombre,y yo tengo sumo gusto en expresar a Vd. mi estimación y afecto, quedandomuy suyo buen amigo.

EDUARDO DE HINOJOSA.

369

Page 369: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Sr. D. Julio Somoza

Mi distinguido amigo y paisano: me traen ahora sus dos nutridosvolúmenes sobre Gijón, y los hojeo con sumo interés, viendo en ellos susci-tados y tratados tantos problemas de la mayor importancia para las antigüe-dades de Asturias en general.

Estudio con especial atractivo los párrafos que Vd. dedica a la etno-grafía antigua, deseando hallar en los rasgos modernos dialectales y folklóri-cos coincidencia hace tiempo buscada por mí.

Mucho le agradezco el envío de su publicación, fruto de su muchosaber y consagración a las cosas de Asturias, y me repito como siempre deVd. afectísimo amigo y coterráneo.

R. MENÉNDEZ PIDAL.

Ventura Rodríguez 21.

370

Page 370: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Sr. D. Julio Somoza

Muy señor mío y de toda mi consideración más distinguida: Metomo el atrevimiento de enviarle mi más humilde pero sincerísima felici-tación, con motivo de la publicación de su gran obra, la que leo con sumodeleite.

Aprovecho gustoso la ocasión para reiterarle el testimonio de su res-peto, su aftmo. s.s.

q.l.b.s.m.

FRANCISCO LÓPEZ VALDÉS.

(A LA QUE CONTESTA SOMOZA CON OTRA CUYO BORRADOR DICE:)

Sr. D. F.L.V.

Muy distinguido señor mío:

Le agradezco vivamente la sincera felicitación que me envía por lapublicación de mi última obra, estimándola, no por lo que a mí pueda alcan-zarme en la interpretación de los hechos históricos, sino más bien por el moti-vo que la inspira, que es el amor a la tierra y a los recuerdos del pasado y delhogar, que vive en nuestros pechos como fuente de inspiración eterna, ycomo prolongación del entrañable afecto con que la amaron nuestros padresy antepasados.

Agradeciendo muy de veras su espontáneo y franco testimonio, contanto mayor motivo, cuanto que no tengo el gusto de conocerle personal-mente, quedo de Vd. muy

afmo. s.s. q.b.s.m.

371

Page 371: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 372: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

V

PORTADILLA

Cuando a la terminación de la funesta guerra antillana y delArchipiélago filipino (a las que fuimos insidiosamente arrastrados por la bru-tal codicia del pueblo yankee) regresaron a la madre Patria nuestros sufridossoldados, dando un ejemplo de abnegación y disciplina que no lograronalcanzar los de otras naciones europeas muy envanecidas y pagadas de susuperioridad intelectual, prodújose en los ánimos una doble reacción, no porencontrada menos natural, de aplanamiento y depresión en unos, de enérgi-ca concentración y actividad en otros. Conceptuaban los primeros por impo-sible, nuestra resurrección; y avizorando el peligro aprestábanse de nuevo ala defensa aquellos otros espíritus varoniles cuyo vigor no desmaya jamás,aun en las mayores contrariedades de la vida.

Acumulóse en España, con aquel infausto suceso, una masa conside-rable de Oficialidad excedente, producto de los dos ejércitos de América yFilipinas, designados, no muy gráficamente con la denominación de repatria-dos. Las variadas condiciones en que volvieron, hicieron por multitud de cir-cunstancias, que tomaran muy diversos y extraños rumbos. Enfermos unosde cuerpo y espíritu, fueron a buscar remedio a sus quebrantos en la soledady el aislamiento, vegetando tristemente en recónditos parajes. Abandonaronotros la carrera militar, persuadidos de que ningún porvenir les esperabaante la influencia avasalladora del número, buscando en particulares ocupa-ciones el medio de atender a la subsistencia de su familia. Quedáronsemuchos a la expectativa. Y temerosos otros de que una forzada inacción lesarrastrase a la ociosidad, buscaron en el estudio un alivio contra la primera,y un preservativo de la segunda.

Préstase la vida militar por la responsabilidad de sus cargos, por susobligaciones y deberes, por la movilidad de su destino, y por el continuotrato con diversidad de tipos, caracteres, pueblos y localidades, a gran cau-dal de observaciones. Y si en lo antiguo, lo opuesto y aun violento del con-traste, daba a los escritos de estos observadores, mayor originalidad y exten-sión en el conocimiento, la uniformidad de la vida moderna, ha hecho queaquellas observaciones, ganaran en profundidad y análisis, lo que en exten-sión y originalidad perdieron.

Pero, a parte de esto, en los escritos de los militares, cuando no secontraen a lo propio de su instituto, vive y palpita en ellos una nota siempre

Page 373: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

simpática a todo corazón generoso y grande: el sentimiento elevado del amora la Patria. Por más que ridículos y utópicos escritores, soñadores filósofos yobtusos demócratas, presuman que se borrarán las fronteras, y el amor uni-versal lo invadirá todo, perseverará siempre a despecho de ellos, el amor alhogar y al término donde aquel está enclavado, las tradiciones de raza y laforma étnica del lenguaje, cuya nativa e inmanente fuerza no se alterará nipor ningún real decreto, ni por cuanto esfuerzo intelectual condensen filóso-fos y teorizantes en el transcurso de los siglos.

Entre los que vistiendo el honroso uniforme de la Milicia, regresarona España de América con meritoria hoja de servicios, cuéntase el autor de estemodesto libro, asturiano por su patria, hijo de la nobilísima Oviedo, de abo-lengo literario por su familia, y cuyo apellido se registra entre los de másesclarecido linaje en los anales de Asturias y León. Hijo del preclaro escritorovetense, Máximo Fuertes Acevedo, cuyos méritos y autoridad en materiacientífica y literaria, no soy yo llamado a discernir, y señalado entre sus con-temporáneos por doctísimo, en cuanto se refería a Asturias.

Destinado a Aranjuez a su regreso a España, para formar parte de lasComisiones liquidadoras de cuentas de los Ejércitos de Ultramar, abandonópronto la ingrata y mecánica tarea oficinesca de la contabilidad, para buscarexpansión a su espíritu en más elevadas regiones.

Trasladado a Asturias, llamóle poderosamente la atención la trans-formación que sufría su país natal y se dedicó a estudiarle. Ningún puntomejor para ello que aquel en que fijó su estancia, el primer puerto marítimodel Principado, la villa del Cantábrico por excelencia, la ciudad desierta delsiglo décimo, el símbolo parlante de la moderna industria asturiana, Gijón enfin, que en diversas fases históricas había pasado de pueblo pescador y agrí-cola a centro comercial; de aquí a digno representante de la industria fabril,y por último aspiraba a levantarse con el cetro y la supremacía del PoderHullero, cautivaron su entusiasmo, animándose a dedicarle un libro. Peroindagando y examinando las causas que produjeron este cambio tan radicalen su país nativo, tuvo que reconocer, que también otras localidades y otroscentros habían aportado considerables fuerzas a esta evolución poderosa. Silas primeras fábricas se establecieron en Gijón, si aquí nació el primer ferro-carril carbonero y la primera carretera provincial; si se diputó su puerto porel primero de refugio del litoral astur, y ninguno le aventajaba para la expor-tación de carbones... Oviedo, Avilés, Mieres, Langreo y cien localidades más,no se quedaban a la zaga en la colosal empresa. En Gijón convergían todaslas fuerzas: cuantas aquí no se originaran, había que estudiarlas en sus orí-genes y centros productores.

374

Page 374: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Motivo fue éste bastante, para que el Señor Fuertes Arias ampliara sutrabajo. Los pasos dados para conseguirlo, el acaparamiento de datos, losviajes, circulares, consultas y conversaciones sostenidas, la información enlibros, folletos, memorias, etc., etc. no son para contados, ni al lector le impor-tan gran cosa; sobre que parecería que el prologuista adelantaba este mérito,para captarse la benevolencia pública. Nada de eso. Quienquiera que se hayametido en semejante berenjenal, harto sabe ya a qué atenerse sobre la mate-ria, y el que no, que lo ensaye, y adquirirá una dosis de paciencia y de saberpráctico equivalente a un Curso completo de Ciencia experimental.

Si a cada región de España se aplicara la lente para observar minu-ciosamente su desarrollo, y las observaciones practicadas se recogieran porquien pudiera y supiera hacerlo, exponiéndolas después clara y modesta-mente al público en lectura sazonada y económica, algo más se adelantaríaque con cuantos Informes se piden a Gobernadores, Fiscales, Jueces,Subdelegados y Comisiones. Del calibre de este librillo quisiera yo uno paracada provincia de España. No es que niegue al elemento literario, civil y polí-tico, condiciones y medios de información suficientes, porque afirmaciónsemejante, equivaldría a negarme a mí propio. Es que (salvo mejor opinión),hallamos en el Informe civil, jurídico y gubernativo, mucho de rutina curia-lesca y de prosaísmo huero. Entre la información pedida a un médico, a uningeniero, o un militar experimentado, y la pedida a un hombre de oficina,bufete o cátedra, hay una distancia muy perceptible. Los tres primeros, via-jan; y el médico que ha estado en campaña, en navegación, en hospitales, enepidemias, etc. informa de muy distinta manera que el que hace vida seden-taria, y hasta rutinaria. El ingeniero viaja mucho, su lectura es enciclopédica,y observa y compara como pocos. El militar, por su cultura y estudios, por elhábito de la obediencia, y por el prestigio de su nombre, así como por el con-traste que de continuo presenta a su vista la disciplina de su instituto, con ladesobediencia en los demás órdenes civiles, tiene un modo de apreciar lascuestiones mucho más conciso y severo, a parte de que nunca le impulsa laidea del lucro, la pedantería del leguleyo, y la mala fe del curial.

Con lo dicho, se imaginará por alguno que trato de hacer en la pre-cedente digresión, el panegírico de mi amigo, autor del libro, deprimiendo alas clases y ensalzando a otras, pero... yerro y absurdo semejantes no cabenen ningún cerebro medianamente organizado. Conozco los fueros de la opi-nión pública, como el primero; y la mía particular, con las salvedades dichas,no tendrá más valor, que el que los espíritus imparciales quieran concederle.

Para desgracia nuestra, el desnivel intelectual de España es enormey puede afirmarse sin hipérbole que en España no se lee. Quiero significar enesta afirmación que lo que se lee no se digiere, o por la precipitación conquese lee, o por lo indigesto de la lectura. Que lectura indigesta y malsana, es,

375

Page 375: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

por lo general, la de casi todos nuestros periódicos ya avezados al plato fuer-te sensacional o a la información volandera y ridícula. Las Revistas quedanreducidas a muy restringido círculo: y por lo que atañe a los libros, bastedecir que los baratos son malos (exceptuando, naturalmente, los de los escri-tores de primera línea); y los útiles caros, lo que proviene de dos causas: una,la carestía de la impresión, por desconocimiento natural en los escritoresespañoles de la estructura económica en la confección natural de libro, y otra,de la codicia absurda de los libreros, que aún cobrando una comisión enor-me en la venta de los libros, ignoran en absoluto su valor en el mercado comoproducto intelectual456.

Pero es inútil que prosigamos en este camino. Ya lo advirtió concien-zudamente Jovellanos, señalando el remedio a tan hondo mal. El medio depromover la prosperidad nacional, es el de aumentar nuestra cultura, de lacual es base indispensable la difusión de la instrucción pública. Por nuestraparte, agregaremos, que amén de otros daños, el sistema parlamentariovigente en nuestra patria, es uno de los más funestos obstáculos para el desa-rrollo de la Instrucción: porque, preocupados los Ministros preferente y cons-tantemente de la vida parlamentaria, es imposible de todo punto que puedandedicar su atención, tan intensamente como el asunto lo requiere, al desarro-llo de la cultura intelectual de la Patria.

El reconocimiento de esta verdad, está patente en el enorme fárragode lo legislado sobre Instrucción Pública, y en los proyectos tantas veces pro-mulgados como fracasados de reformas en la Ley de enseñanza. Al llegar aeste punto, viene sin querer, a nuestra memoria lo sucedido al GeneralCórdova durante la primera guerra civil. Exasperadas las pasiones, descon-certados los Ministros, disparatados los políticos, y más desorientados quenadie los periodistas, al ver el incremento que iba alcanzando la insurrección,tomaron estos un acuerdo unánime: excitar el amor propio del General enJefe para que de una vez diera una gran batalla en toda regla a los carlistas, yacabara de una vez también, con aquella vergüenza nacional. Y aquellos hue-ros periodistas, tan hueros como los del día, sin saber una jota de estrategia,ni arte militar, ni aprovisionamiento de tropas, ni estado de fuerzas, ni deparques, ni de municiones; sin conocer ni geográfica ni topográficamente elpaís donde se operaba, ni la fuerza moral con que contaban los insurrectos,ni su pericia en el conocimiento del terreno y de la guerra de montaña; sinsaber si había recursos económicos ni de donde habían de salir para avitua-

456 Citaré como ejemplo, el de un librero de la Corte (y de los de nombradía) que tuvo labrillantez de pedir el cuarenta por ciento de comisión en cierta obra. Siendo el precio de ésta,de cinco pesetas, cobraba modestamente dos, por tenerla en su tienda. Tan descabelladaspretensiones, explican la determinación del insigne Galdós, constituyéndose en editor desus propias obras. (Nota de Somoza).

376

Page 376: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

llar el ejército y municionarle; sin considerar que una gran masa de tropaacumulada tras penosas marchas en la estación lluviosa, y en país completa-mente hostil, no sólo era de muy difícil movilización, sino que ésta traía apa-rejada consigo el grave peligro de desguarnecer otras comarcas donde el car-lismo tomaba incremento, como el Maestrazgo y Cataluña; sin saber... unapalabra de nada (como nuestros actuales gacetilleros, cronistas, corresponsalestelegráficos, relatores —no siempre han de ser reporteros— y demás gentecilla457

del llamado por ironía cuarto poder)458, pretendieron en sus insustancialesescritos, nada menos que dar lecciones al ilustre general Córdova.

Lo propio acontece hoy con la Instrucción Pública. Ni cien corpora-ciones, ni Parlamento, ni Senado, ni Gobierno, ni Prensa, valen, ni llegan, nisirven para una empresa tan colosal, que necesita del concurso de la inteli-gencia y del dinero de todos. Fuerzas y grupos aislados, sin cohesión, sinplan, sin estudios, pretenden resolver problema tan magno, en un país comoel nuestro, por medios empíricos o rutinarios. Imagina el Gobierno que condictar programas, y promulgar leyes y variar el sistema de pago a los maes-tros, ha resuelto el problema; creen los Ayuntamientos y Corporaciones, quecon nombrar comisiones, tribunales de examen, juntas inspectoras; y crearmedallitas, diplomas y premios, han dado un gran paso. Sueñan muchos par-ticulares, que con hacer edificios suntuosos, y dotarles de material científicocon arreglo a los últimos adelantos, que han terminado su misión individual.Pedagogos y maestros de ciertas ínfulas, hacen estribar en sus mal hilvana-dos librillos, el adelanto de sus alumnos, pero, como advierte con singulartino el Señor Fuertes Arias, nadie se ocupa en crear, formar e instruir alMaestro, que es la clave y resorte principal de toda esta máquina. No hacemuchos años que escribía en idéntica forma de argumentación, la ilustre yrespetable Señora de Arenal a propósito de la famosa Cárcel llamada modelo:el edificio conforme a los últimos adelantos (muletilla en voga), las condicioneshigiénicas, de emplazamiento material, etc. inmejorables, el menaje adecua-do al objeto, pero... ¿dónde estaba el personal instruido, idóneo, y capaz paraconseguir en el nuevo régimen penitenciario los resultados que sus flaman-tes innovadores se prometían?

Escuelas completas e incompletas: maestros de 125 pesetas anuales,ninguno de los cuales sabe escribir una carta, ni redactar un memorial, ni (loque es más grave) informar sobre la aptitud, inclinaciones, defectos y estadode salud, higiene, y aseo de cada uno de sus alumnos. Verdad es que, siguien-

457 Debajo aparece tachada con una raya la palabra chusma.458 Desde que Armando Palacio Valdés puso en solfa bajo este título El Cuarto Poder a losperiodistas de provincia, de igual modo que antes había Galdós puesto en ridículo a losfrancmasones en su renombrado episodio El Gran Oriente no hay medio de que personaalguna les tome en serio. (Nota de Somoza).

377

Page 377: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

do en la viciosa y errada creencia de que tanto mejor es un Maestro, cuantosmás alumnos concurren a su escuela, maldito si se llegara nunca a medianoestado de perfección. Y es que, en nuestro temperamento meridional e indo-lente se trata siempre de encubrir lo principal con lo accesorio, lo trabajoso yduro con lo artificioso y aparente, lo esencial y meritorio, con lo exterior ysuperfluo. En el reducido círculo en que nos movemos, ya sabe cada uno aqué atenerse sobre el particular.

Pues si la cuestión de la enseñanza es tan capital en nuestra patria, y tanardua en su solución, no le va a la zaga la cuestión obrera impropiamente lla-mada así, puesto que en el fondo, como se ha dicho repetidas veces, el proble-ma es solamente económico, no filosófico, ni político. No lo plantea mal el SeñorFuertes Arias; y al dilucidar sus causas y sus riesgos, tampoco se separa de logeneralmente admitido entre las personas imparciales y sensatas. Pero, a nues-tro particularísimo modo de ver, no se ha señalado aún entre las causas que looriginan, una, que en nuestro sentir, ha sido hasta le presente poco analizada.

La despoblación de los campos, y la acumulación de las gentes en laspoblaciones, han originado esas grandes ciudades desconocidas en la Historiade todos los pueblos, y cuya acumulación tiene que producir perturbacioneshondas y continuas y, a la larga, han de originar, o la dispersión de sus pobla-dores o su reintegración a los campos, o su total descomposición y muerte.Nada de retóricas ni de teorías. Al hecho.

En un transcurso de cincuenta años hemos visto crecer el vecindariode Gijón de 8.000 a 40.000 almas, lo cual no tendría nada particular si este cre-cimiento se hubiese efectuado de una manera gradual a razón de 640 almaspor año, o 6.400 por decenio. Mas no ha sucedido así, sino que como invasióntumultuosa, en los últimos quince años (1887-1902), la progresión ha sido tanirregular como excesiva. ¿Qué la originó? El desarrollo de su vida industrial.¿Cuáles elementos constituyeron el núcleo de esta inmigración? Nos cuestatrabajo consignarlo, pero es fuerza decirlo: los peores de cada clase. Al rumordel salario, acudieron como moscas, todos los labradores sin hacienda de lasparroquias del concejo; todos los brazos ociosos de los restantes concejos deAsturias; sinnúmero de braceros y vagos de todas las provincias de España;y hasta elementos dispersos de varias naciones de Europa, gentes dispuestasal trabajo honroso, unos; y otros (los más), gentes aventureras y maleantes,atraídas por el rumor del dinero.

Fuerza es establecer aquí una afirmación concluyente. Todo indivi-duo que en su país natal tiene crédito y ocupación honrosa, dificilísimamen-te emigra de él. Retiénele en su cuna el amor al país donde nació, los afectosde familia, la connaturalización con el medio ambiente en que se desarrollay vive. Lo malo, lo inquieto, lo rebelde, lo que tiene vida accidentada y pre-

378

Page 378: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

caria, lo ambicioso, lo díscolo... ese es el elemento emigrante. Ese es el que havenido aquí; aquí, donde no puede argüirse que el clima es sano, ni la vidaeconómica, y la estancia barata. ¿Cuál ha sido la resultante de esta invasión?Pues a la vista está, y ciego ha de ser quien no lo declare: la perturbación, larelajación moral, la carestía de la vida, el desarrollo de las enfermizas ideassocialistas, el horrible aumento de la criminalidad, la inseguridad personal,las absurdas pretensiones de los vendedores, etc., etc., etc.

Pero... dirán muchos: éste es un estado anormal, febril, que por leynatural de las cosas, se regularizará, y buscará su natural asiento para sumejor desenvolvimiento, y hasta por propio egoísmo. Quisiera verlo paracreerlo, pero lo dudo mucho.

Canóniga bona, cabilda mala dice el proverbio antiguo. Todo individuopropende al bien subjetivamente; en colectividad siempre es malo, porque enla lucha de la vida, prepondera el mal sobre el bien. Para atenuarlo, han naci-do las Religiones; los sistemas filosóficos; los deberes sociales; la legislación.Además, a mayor población, mayores vicios, y más perversas inclinaciones ycostumbres. Si esa población es obrera, mayor inseguridad, mayores vaive-nes, más precaria la existencia, más enfermiza la vida. ¿Habrá población enEspaña más inquieta que la de Barcelona? A cada oscilación del mercado, acada crisis económica, a cada mudanza de Gobierno, a cada sacudimientosocialista... el vecindario tiembla y se conmueve, se agita, huye o se esconde,y clama por la fuerza armada y la ley marcial, para contener la efervescenciay calmar el desasosiego general.

Pues si las aspiraciones de muchos gijoneses se cumplen, que son lasde ver la cifra de su población superando a la de Madrid y Barcelona, cre-yendo ver en esta fórmula convertida su patria en emporio universal deriqueza, ya veremos si para entonces han resuelto también los problemas desu cultura, su perfección moral y su bienestar.

Aunque nadie es profeta en su patria, creo firmemente que ese creci-miento monstruoso a que han llegado muchas poblaciones en el Extranjero yen América, ha de traer aparejado a la larga su disgregación; o para consti-tuirse bajo nueva forma o, como antes dije, para reintegrarse a los campos,donde radican perennemente las fuerzas vivas de la Naturaleza. De esamanera se cumplirá aquella sabia sentencia cuyo profundo sentido no haynecesidad de analizar:

Dios hizo el campo y los hombres las ciudades.

JULIO SOMOZA.

Gijón: 1902.

Nota/ No se publicó, por desavenencia con el Sr. Fuertes.

379

Page 379: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 380: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

VI

APUNTES DE UN GIJONÉS ABURRIDO

EMPADRONADO EN EL CENSO

CON EL NÚMERO30.512

(O INSTRUCCIONES SECRETAS PARA IR A LA CASA DEL PUEBLO)

AÑO DE 1893

Page 381: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 382: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Cuestiones previas

I. Criterios en cuestión de Hacienda

La cuestión de Hacienda Municipal, es desastrosa, pavorosa y espi-nosa. Casi puede encerrarse en esta disyuntiva: o pagar las deudas (para aco-meter luego las grandes reformas de que está necesitado el pueblo, a fin deque pase de la categoría de villorrio a la de Ciudad) o seguir el socorrido sis-tema de trampa adelante, peculiar de todas las casas y familias donde sóloimpera el desorden. El primer sistema, puede engendrar grandes animosida-des y enemigos; pero es eficaz, y a la postre, beneficioso. Al segundo, puedenaplicarse cuantas censuras y diatribas se han escrito contra nuestraHacienda... Nacional.

Y vamos al grano.

Lo primero que se debe llevar a cabo es la formación de un Estadojustificativo de todos los débitos contraídos por el Ayuntamiento. Para sumayor exactitud debe anunciarse al público en un plazo dado, que todos losque por cualquier concepto tengan créditos contra el Ayuntamiento debenpresentar sin demora sus justificantes.

Enseguida, y sin levantar manos se debe proceder a la supresión detodo el personal y servicios que por superfluos u onerosos, graviten innece-sariamente sobre el Municipio.

Luego, examinar todos los títulos, contratos y escrituras que con par-ticulares o colectividades haya pactado el Ayuntamiento para ver de mejo-rarlos de la manera más favorable a los intereses del Municipio.

Practicadas las tres diligencias anteriores (que no son flojas si se han decumplir a conciencia) debe efectuarse un balance demostrativo de las deudasque pesan sobre el Ayuntamiento, y de los recursos de que dispone paraamortizarlas. Imprimirlo y repartirlo al público.

El presupuesto de gastos debe tener una sección exclusiva destinadaa amortizar las deudas, en vez de andar todas desparramadas como al pre-sente acontece.

Ventilado lo anterior, debe estudiarse el medio de que los recursosdel Municipio aumenten, cortando por lo sano, y resolviendo el problemaeconómico de la siguiente o parecida manera:

a) Suprimir (sin duelo) el presupuesto de festejos p.a Begoña.

b) Íd. (íd. íd.) la mitad del personal del Ayuntamto.

c) Íd. (íd. íd.) la música municipal.

383

Page 383: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

d) Íd. (íd. íd.) el recaudador del impuesto municipal.

e) Sacar a subasta los consumos.

f) Abaratar las instalaciones de agua p.a q.e produzcan más.

g) Aumentar la zona de urbanización poniendo en vigor el plano deEnsanche para que aumenten a la vez los rendimientos del derecho de puer-tas y ventanas y los demás establecidos.

h) Acometer la red del alcantarillado para que los derechos de aco-metida, sufraguen gastos.

i) Vender la Casa Rectoral (vid. el núm. 25)

j) Íd. el edificio de las cuadras municipales y los contiguos.

k) Íd. los solares de la fortificación que aún resten y solicitar permisopara vender los comprendidos entre la salida de Castilla y calle de Langreo.

l) Reformar la plantilla del Instituto y solicitar en Madrid las láminasdel Papel del Estado (con sus intereses desde 1866), equivalentes al Capitalde la casa de la Biblioteca. (vid. núm 29).

m) Realizar los créditos pendientes.

n) Justificar el derecho que el Ayuntamiento tiene a la propiedad delsuelo del malecón de Langreo (concedido sub conditione en 1848 a laBiblioteca del Instituto, y a la colección de Bocetos, tasada por peritos en800.000 pesetas)

ñ) Suprimir el Laboratorio Químico Municipal459.

o) Examinar el desastroso contrato del Ayuntamiento con Manso(desatinos de Carr...) a ver hasta dónde es posible subir los ¡once reales diarios!que produce. Si se resistiere el contratista, constrúyanse dos mercados más, yahóguesele. (Uno, donde está el Lavadero de Capua, que puede trasladarsea la calle de Ezcurdia o a la del Marqués de Casa Valdés. (Vid. el núm. 40)460.

p) Estudiar eso del cucho: pues parece increíble que siete mil (?) carrosde abono no produzcan más que mil pesetas anuales. Y el de las cuadrasmunicipales ¿qué rumbo lleva? En último caso, remátese.

q) Ver el modo de que el Profeta Elías no represente a diario lamojiganga de los Jornales mágicos, etc.

r) Puntualizar a cuánto asciende el 25% de recaudación de las cédulas.

459 Al margen y a lápiz: ojo.460 Al margen y a lápiz: ojo.

384

Page 384: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Por último, estúdiese un plan económico en forma (porque el Ayuntto

nunca lo tuvo) para amortizar las deudas, siguiendo el orden natural demenor a mayor, sin interés y con él, o combinándole con el turno por antigüe-dad, pues se dan casos como el préstamo del Sr. Roces, de 30.000 pesetas, queen 18 años ha cobrado 32.400 pesetas de réditos, y según este criterio, tendríael Municipio que pagar por duplicado todos sus empréstitos461.

Más adelante, puede solicitar permiso para emitir un empréstito (enpapel u obligaciones) para acometer las obras núm. 4, 5 y 9 y las que requie-ran las necesidades del día.

Con tanto compromiso atrasado, es muy dudoso que elAyuntamiento pueda acometer las grandes empresas que Gijón pide. Pasarpor el Consistorio sin dejar ningún rastro glorioso, es triste; y limitar sumisión a pagar las deudas de los derrochadores, malquistándose conmuchos, es, sobre enojoso, aburrido. Pero dígase todos los días y a todas horas,que las economías introducidas, son el contrapeso natural y forzoso de losdespilfarros pasados. Y al que chille, se le ahorca. ¡Y tan amigos!

II. Criterio en cuestión de empleados

Para que el organismo municipal funcione en debida forma, es nece-sario que el Alcalde tenga plena y absoluta confianza en cuatro empleadosprincipales, a saber: Secretario, Arquitecto, Letrado Consultor, e Ingeniero (esteúltimo no lo hay, pero debiera haberlo, porque no todas las funciones deurbanización competen al Arquitecto). Identificados con el Alcalde, el desa-rrollo e incremento de la población serían asombrosos, y la vigilancia se ejer-cería con más vigor y provecho.

Un ingeniero casi es necesario, si se ha de poner en pie de realizaciónel plano de Ensanche y Reforma y si se han de plantear las mejoras capitalesque Gijón necesita. No llegan, ni con mucho, para esta empresa, el Arquitecto(excelente persona), el Ayudante de éste (¡hum...!) y el Capataz o Maestro deObras (¡uff...!) a dónde alcanzan la ciencia y experta dirección de unIngeniero, y más, hoy, que está la villa en vías de transformación.

Secretario. Murió Ezcurdia, Secretario modelo; pero sobran enMadrid abogados de mérito que están hambrientos de colocación, y se darí-an con un canto en los pechos por esta prebenda.

No se preste oído a las exigencias de la localidad si se quiere tener yusar de independencia en cuanto a personal. Un forastero, sabe que pisa tierraextraña, y que sus principales deberes son: cumplir con su obligación o com-

461 Al margen y a lápiz: ojo.

385

Page 385: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

promiso, y obedecer al Alcalde sin ambages ni atenuaciones. Huérfano derecomendaciones e influencias, y vigilado y espiado por los envidiosos quepretenden desbancarle, se limita, por ley de vida y espíritu de conservacióna no salirse de su órbita, y a atenerse a lo que el deber le exige.

Con los del pueblo pasa lo contrario. Creen que se les debe todo dejusticia y obligación, y por lo general, fiados en la influencia o recomenda-ciones, y prevalecidos del mal ejemplo son díscolos y no trabajan; y los que espeor, conocedores del terreno que pisan y del flaco de sus patronos, se redon-dean como buenamente pueden. Testigo de mayor excepción L..., desban-cando a todos los Arquitectos, y promoviéndoles eterna guerra y zancadillas,no apoyado, como imaginan muchos, por Z..., y RG..., sino por otros bichosde aspecto parcelario y nebulosa catadura462.

Harto sabido es que una golondrina no hace verano, pero sí elAlcalde no ha de ser juguete de sus empleados, o debe saber tanto como ellosen toda clase de ciencias y marrullerías, o debe avasallarles o cada paso. Nole vaya a suceder lo que a J. C... con Cosío, que pedía explicaciones al Alcaldedel empleo de unas varas de raso, importantes trece pesetas, y pagadas a A.Rollán al cabo de ocho meses de estar autorizado el pago. ¡Vaya una admi-nistración de aguaducho!

No menos se ponga en el trance ridículo de que por fiarse de genteignorante o presuntuosa (como los cacharrólogos de la J. de I. P.) se viera laautoridad y el prestigio de un Alcalde a los pies de la Campona (y sin ganasde besarlos)463.

Sobre todo, quien tenga la Vara, que se tiente la ropa, y vea en quémanos deposita su confianza.

Nota bene.— Adviértase (aunque esto parezca paradójico) que siendoel interés individual opuesto al interés colectivo, y siendo el carácter asturia-no ultraindividualista, los vecinos propietarios del pueblo, son enemigosjurados del Ayuntamiento, y el Ayuntamiento lo es del Alcalde, las más de lasveces. Y si no, que lo diga el plano del Ensanche y Reforma hecho en benefi-cio de todo el pueblo, y arrinconado por los intereses personales de losCienfuegos, los Joves, los Laviadas, los Alvargonzález y los Zarracinas (sobreesta materia, véase el núm. 3)464.

462 Al margen y a lápiz: ojo. En este caso y en otros, como regla general, hemos renunciadoa investigar quiénes eran las personas que responden a estas siglas, por entender que seríavana curiosidad por nuestra parte.463 Parece referirse a algún suceso relacionado con la Junta de Instrucción Pública.464 Al margen y a lápiz: ojo.

386

Page 386: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

III. Criterio en cuestión de Enseñanza.

Ya se ha dicho en muchos tonos. Gijón, necesita escuelas mejor dota-das y montadas que las actuales. Parece un contrasentido que en la aldeaexistan veintitantas escuelas, y en la Capital una (pues la de Santa Doradía esde Patronato, y tiene recursos propios). O en otros términos: para 18.000 habi-tantes de la aldea, 24 escuelas, y para 25.000 de la población, ¡una!. Cierto esque como contrapunto, existen varias escuelas particulares para niños yniñas, algunas bautizadas con el pomposo nombre de Colegios. Pero, en pri-mer lugar no son gratuitas y, por lo tanto, no pueden concurrir a ellas los hijosde los obreros y de las clases más menesterosas del pueblo; en segundo lugar,como estos Maestros libran su existencia sobre el mayor número posible dealumnos, resultan grandes aglomeraciones de muchachos, que no puedenrecibir la instrucción debida; ni bajo los diversos aspectos del orden, aseo ehigiene, satisfacen las prescripciones establecidas. Y, en último lugar, que ni sunúmero ni distribución es adecuado al caserío ni al vecindario; ni puedentales establecimientos ser debidamente fiscalizados por las comisiones delMunicipio, bajo los múltiples aspectos de la enseñanza, local, higiene, salu-bridad, conducta, etc., etc., etc. No parece sino que nuestros Municipios notienen tiempo ni dinero más que para ocuparse de los festejos de Begoña y dela expropiación de casas, como si sus funciones todas se redujeran a fomen-tar ideas de lucro y diversión.

En cualquier pueblo podría pasar esto, menos en la patria deJovellanos.

¿No sería un rasgo meritísimo y siempre aplaudido, aplicar el pre-supuesto de festejos y música a la creación y dotación de nuevas escuelas? Silo hace el Ayuntamiento será grande, si no... diminuto.

Además, fundado en esta urgente necesidad, puede solicitar y obtenerdel Gobierno (para dedicarlos a estos edificios), parte de los restantes terre-nos de la fortificación, que en el pacto con el Ministro, se reservaban pararecreo del público y desahogo de la villa465. Mas no se toque por esto, a losJardines de Begoña, sin hacer antes el Parque proyectado por don JavierSanz.

En cuanto al Instituto, debiera cerrarse para reformarle. Pero ésta, escuestión ardua para tratarla someramente. Con todo, creemos que la idea

465 Al margen anota Somoza: “Los regaló el Ayuntamiento para una iglesia”. Y en efecto, laiglesia de San Lorenzo fue construida en terrenos pertenecientes a las antiguas fortifica-ciones, forzando un tanto la letra de la Ley, pues ésta contemplaba que se destinase a zonade esparcimiento público y ornato de las poblaciones. La orden ministerial que autorizabala cesión expresaba que “la construcción de un templo pertenece a la clase de obras per-mitidas por la Ley puesto que regularizan el embellecimiento de la población”.

387

Page 387: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

encontraría apoyo en el actual Director de Instrucción Pública (Vicenti (?))que es muy amigo de innovaciones.

Sobre todo, que no se convierta la reforma en ese ridículo cambalachede Auxiliares que hace tantos años venimos presenciando; y que no se digaque el Instituto se sostiene sólo para tener a su frente a calabazas como la deG..., y para dar de comer a mentecatos como el hombre del toro lechero, y elmolinero temerón; o tipejos trasnochados como Jú... Jú... y Maru-jú.

IV. Criterio en cuestión de Festejos

La rutina de que los individuos del Ayuntamiento formen laComisión de Festejos, y el Programa de ellos en Begoña, debe desaparecerpor entero.

En buenos principios económicos, el Ayuntamiento no debiera con-tribuir con cantidad alguna para semejantes festejos. Su misión se reduce(dado que el Municipio es un organismo puramente administrativo) a con-servar el orden, aumentar la policía y vigilancia, y ofrecer al forastero lasmejores garantías de seguridad y protección, amen de todos aquellos auxiliosnecesarios que se relacionan con la higiene, salubridad y policía. Y nada más.

Porque es vergonzoso e indigno de la honorífica investidura deRepresentante del Pueblo, el que estos se conviertan en histriones, buscandolos medios de que se ría, divierta y entretenga la gente forastera. Quien tuvie-ra interés en hacerlo, para explotarla, que lo haga. Al Municipio no le incum-be tan indecoroso papel. Quédese en buen hora semejante recurso para pue-blos como Biarritz, Spá, o Mónaco, que no teniendo elementos suficientes devida por sus desórdenes y falta de amor al trabajo, buscan por indignos yreprobados medios, el medio de entretener y engañar al forastero.

Gijón no puede desempeñar tan vil papel, ni lo necesita. Sobre todo,en el angustioso estado en que se encuentran sus arcas municipales, debeprescindir de toda consideración, y tener un rasgo de energía, para atenderúnicamente a un presupuesto, en el cual el importe de los réditos y amorti-zación de las deudas contraídas le consume una porción considerable de susingresos.

Solamente en el caso extraordinario de que la situación económicadel Municipio fuese tan desahogada que le permitiese algunos desembolsos,entonces pudiera contribuir, (solamente contribuir) con alguna cantidad, paraayuda de la Comisión de particulares que se encargara de festejos y obse-quiar al forastero, designando un Concejal para que inspeccionara y justifi-cara debidamente la inversión de la cantidad asignada.

388

Page 388: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Mas repetimos, que todo Concejal que se estime en algo, debe recha-zar en absoluto semejante intervención y concesiones. Quédese eso paraposaderos y fondistas, maleteros, cocheteros, carruajeros, y empresas dealumbrado y música.

La inversión de fabulosas cantidades en pasados festejos, y las acresy despiadadas censuras con que se ha fustigado a sus iniciadores en épocasrecientes en que el pueblo no tenía ni escuelas, ni alcantarillado, ni empedra-do, ni nada, bastarían para alejar desemejante puesto a toda persona de sen-timientos delicados.

V. Criterio en cuestión de Archivo

O el Archivo sirve para algo o no. En él deben radicar todos los títu-los de propiedad del Ayuntamiento, origen de sus fincas, derechos adquiri-dos, convenios estipulados, hipotecas, etc., etc., en una palabra, la prueba yel fundamento de su derecho.

Consérvense en él también, todos los documentos relativos a su his-toria, nobleza y vicisitudes. Pero bajo este segundo aspecto, no le considera-mos ahora.

Sí conviene, establecer y fijar, que preferentemente y por lo que serefiere al presente siglo, deben organizarse, clasificarse y catalogarse (y si posi-ble fuere, imprimirse) todos los documentos relativos a su propiedad y dere-cho. Su fincabilidad, sobre todo, acompañada de planos, debe constar en unlibro especial, y ser minuciosamente inscripta en el Registro de la Propiedad.De este modo se evitarán trastornos, pleitos y cuestiones, como los que a cadamomento surgen, y tales, como los relativos a la propiedad del Cerro deSanta Catalina466, Paseo del Bombé, Casa Rectoral, Malecón de Langreo,terrenos de las fortificaciones, jardines de Begoña, solares de Iglesias, parce-las, etc., etc., y mil más, que por no estar debidamente registrados, anotados,y dibujados, hacen que el Ayuntamiento gaste mucho dinero, pierda muchotiempo, y lo que es más vergonzoso todavía, dude de la legitimidad y fuen-te de su derecho.

Preferible sería que el Ayuntamiento pagara contribución en formapor toda su fincabilidad, antes que llegar a semejantes deplorables extremos.

La impresión por un lado, y la inscripción en el Registro de laPropiedad, por otro, evitarían principalmente, el extravío de documentos,cosa de mucha entidad, y que merma grandemente el crédito y formalidadde los Ayuntamientos anteriores. Haremos una excepción en este punto, a la

466 Encima de Monte tachado.

389

Page 389: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

respetable memoria del Señor Ezcurdia, cuya capacidad e inteligencia en loscargos de Secretario-Archivero, no ha sido igualada por ninguno de sus suce-sores.

Pero lo inexplicable es, que no se tenga minuciosamente detallado, ysiempre al alcance de la mano lo relativo al presente siglo (el ayer, como si dijé-ramos) que por más cercano y adornado de más requisitos legales, debieraprevenir las lamentables consecuencias que se están tocando.

De este abandono, todos son culpables, y no decimos que fueraintencionado, porque lastimaríamos muy honradas reputaciones. Pero lamiserable y ridícula cantidad de quinientas pesetas, asignadas al encargadodel Archivo, ya dice claramente que el Municipio no tenía criterio alguno enesta cuestión, mas ni siquiera conciencia de lo que este abandono e indife-rencia significaba. En su rutinarismo467, mirábalo exclusivamente como unaplaza de favor, para colocar a algún paniaguado; y con olímpico desdén, pro-clamaban los hábiles (en la corriente doctrina del compadrazgo moderno)que una simple esquela del cacique, destruía, con su virtualidad, todo aquelingente promontorio de papeles viejos: ¿para qué, entonces, antecedentes, nidictámenes, ni comisiones, ni seculares derechos? Hágase lo que manda elmonterilla de tanda, y arda todo el Archivo.

Urge, por tanto, tomar una determinación en forma.

VI. Criterio en cuestión electoral

Somos ajenos a la política, o a lo que por tal se entiende en España.Pero ya que es imprescindible tocar esta cuerda, diremos con lealtad lo quese nos ofrece sobre el punto capitalísimo de la representación del Ayun-tamiento de Gijón, en las Cortes nacionales y en la Diputación delPrincipado.

Ante todo, hay que atenerse a la Ley electoral vigente. Prescribe estaLey, que cada cuarenta mil habitantes (40.000) designen un diputado enCortes.

¿Qué vecindario tiene la villa de Gijón? ¿y el concejo? Pues la villa deGijón y su Concejo (según la estadística oficial) no llegan a la cifra que la Leydesigna para tener un diputado propio. Recurso habilidoso: incorpórensele losconcejos de Carreño y Llanera, y saldrá el diputado que al Gobierno plazca.

Ahora bien; tal diputado ¿llevará la representación verdadera deGijón y sus intereses? Nunca.

467 Encima de indiferentismo tachado.

390

Page 390: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Precisa, por tanto, que la lleve. Modo de obtenerlo. La villa de Gijóntiene 30.000 almas (centena más o menos) y el resto del concejo 20.000; y eso,pecando por carta de menos. El censo municipal lo acusa. Pero tal censo, nopresta a Gijón y a sus vecinos el servicio que debiera, ni le reporta los bene-ficios que con su publicidad alcanzaría. Urge por lo tanto imprimirlo. Elsacrificio no es grande; mil pesetas de gasto en cualquier imprenta de Gijón;sobrarán quinientos gijoneses que se apresten a dar su prorrateo.

Una vez impreso oficialmente, queda consignada para siempre la ver-dadera cifra de su vecindario, y en sazón oportuna pediría la aplicación de laLey electoral, para que se deslindara su nueva circunscripción, teniendo asíel diputado que los gijoneses quisieran. Si esta arrogante frase, puede des-virtuarse por el encasillado oficial, no lo será de tan grosera y burda maneracomo en la actualidad acontece.

Porque si hasta ahora no se llevó a efecto, fue por el temor delaumento a la cuota tributaria. Gijón, pagaba antes su cupo al Tesoro por labase 6ª de población, o sea, como si su vecindario no llegase a las 20.000almas; mas en la actualidad tributa por la base quinta, como comprendidaentre 20 y 50.000 almas, y por no sabemos qué R. Dº. Que equiparó los pue-blos de Gijón, Vigo y Cartagena, a capitales de provincia (¡mal augurio paraOviedo, Pontevedra y Murcia!). ¿A qué entonces ocultar su vecindario?Dígase de una vez por todas, y dígase alto, para que resuene en todos los con-fines del Principado.

Gijón, sin diputado propio (y de brengas) no será nunca nada.Llegará un día en que sólo el pueblo, sin recurrir a la aldea, tenga el verda-dero intérprete de sus necesidades. Pretender que un ovetense, un hijo delpueblo hostil a nuestra villa por tradición legendaria, represente los interesesde nuestro comercio, industria y navegación es pretender lo absurdo. Gijón,no reconoce, ni reconocerá jamás a ningún ovetense por eco de sus opiniones,ni por paladín de su causa. Le desdeña, más aún: le repugna. Es así el pue-blo, y así hay que tomarle. No en vano han transcurrido dos siglos sufriendoagravios y aguantando traiciones y perfidias. Dígalo la historia entera de suMuelle en el pasado siglo; dígalo la erección del Instituto; la pretensión ridí-cula y el colosal fracaso de querer llevar los carbones de Langreo por el Nalónhasta la ría de Pravia, antes que traerlos a Gijón; dígalo el despojo de cuan-tas prerrogativas le correspondieron; el afán de arrebatarle su fábricanacional de Cigarros; las intrigas promovidas so pretexto de la zona militar,para que no se instalara aquí la fábrica de Duro; la tendencia a despojarnosde cualquier centro que aquí correspondiera implantarse, fuera militar, civilo de enseñanza, como Carabineros, Telégrafos, y Escuela de Ingenierosindustriales. Dígalo el gravoso e insoportable impuesto provincial sobre labebida alcohólica, único en España, y que en su totalidad, casi, paga Gijón. Y

391

Page 391: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

dígalo por último la fruición y el gozo con que los pordioseros del Fontán yla Encimada acogen todo cuanto beneficia a los demás pueblos de la provin-cia... siempre que sea en daño nuestro.

Pero,... la Historia es inflexible: mueren naciones, imperios, reyes,costumbres, religiones, instituciones,... y pueblos. Otros, nacen para cumplirsus altos destinos a despecho de envidiosos, intrigantes y soberbios. Y locumplirán... aunque toda Vetusta se empeñe en lo contrario, y aunque todoslos gatos del fornu468 se defiendan con uñas y dientes y rabo.

468 Gatos era el antiguo apodo de los ovetenses, al que vino a sustituir el de carbayones.Cuando Jovellanos crea su Instituto, Oviedo y su Universidad se opusieron. Por esta razónlos enemigos del Instituto se llamaron gatos. Por otra parte, se dijo que Jovellanos queríahacer de su Instituto la Atenas del orbe asturiano, y por ello quienes defendían al Institutose denominaron atenienses. El propio Jovellanos dice lamentándose acerca de los males desu Instituto si tal vez no hubiera “algún otro gato encerrado”. En cuanto al fornu ignoramosa qué pueda referirse, pero teniendo en cuenta que el Instituto de Jovellanos tuvo su pri-mera sede en una casa propiedad de Francisco de Paula Jovellanos, conocida por la Casadel Fornu, por un horno que en ella hubo, creemos que Somoza está evocando aquí laoposición de Oviedo contra el Instituto de Jovellanos, como prototipo de la eterna rivali-dad de ambas poblaciones.

392

Page 392: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

GIJÓNPrograma de reformas municipales

Perentorias1 — Reforma de la Instrucción Primaria (ampliación).2 — Ordenanzas municipales.3 — Plano de ensanche y reforma.4 — Alcantarillado.5 — Empedrado.6 — Reformas del Puerto.7 — Reforma económica y del personal del Ayuntº.8 — Arriendo de consumos.

Secundarias9 — Nuestras escuelas públicas.

10 — Organización formas de las Alcaldías de barrio.11 — Modificación del Instituto.12 — Nuevos distritos de Gijón.13 — Cárcel.14 — Cuartel.15 — Muro de San Lorenzo.16 — Establecimientos de urinarios en debida forma.17 — Muro de Langreo.18 — El Bombé.19 — Obra suspendida del Ayuntamiento (en Covadonga).20 — Charcas insalubres en los alrededores de la población.21 — Matadero del Natahoyo.

De tercer orden22 — Arbolado y paseo por Santa Catalina.23 — Acceso al nuevo balneario (La Cantabria).24 — Arco de la Villa.25 — Casa Rectoral.26 — Casas de los Cuatro Cantones.27 — Ensanche y prolongación de calles.28 — Derribo del Contracay.29 — Láminas de la Casa de la Biblioteca.30 —Terminación de la Calle de Ezcurdia (2º tramo hasta La Guía).31 — Corte a los jardines de la Plazuela de San Miguel.32 — Supresión de barracas y tiendas del aire.33 — Habilitación del Segundo Patio del nuevo Cementerio.34 — Arreglo del piso del paseo de Begoña y del Velódromo.35 — Asilo de Pola.36 — Hospital marino en Jove37 — Camino nuevo al Cementerio.38 — Terminación del relleno de los fosos.39 — Retretes del Campo Valdés (indecorosos)40 — Nuevo Mercado al Poniente.

393

Page 393: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

[…] (9) 469

Es una vergüenza incomprensible que el Ayuntamiento de Gijón sehaya estado entreteniendo y gastando los cuartos en Velódromos, kioscos, pilonescon surtidos, estatuas de reyes. Concursos de músicas, submarinos... lateros, y otraszarandajas por el estilo, contando solamente ¡dos escuelas de primeras letras!En una población de 30.000 almas (la Normal, y Santa Doradía).

Y todavía tenía valor este Ayuntamiento para ¡subvencionar corridasde toros! y presuponer ¡52.000 pesetas para fiestas y mojigangas! ¡Esto si queda grima! Esto no tiene disculpa, ni absolución, ni nada!

¡Maestros de 625 pesetas anuales! ¡Escuelas de 178 alumnos!; ¡llorad!,¡gemid!, ¡aún hay ayuntamientos gaiteros que se les da una higa de vuestraorfandad y desdicha! Gana un peón del muelle tres, cuatro y hasta cincopesetas diarias, y vosotros, ¿con qué recursos contáis para educar y criar avuestra familia, amén de domar la rebelde e indisciplinada hueste de vues-tros alumnos? Con... una peseta y setenta y un céntimos... ¡bonito percal, ylucido sueldo!

Si el nuevo Ayuntamiento tiene valor, energía y voluntad (que no lastendrá) para prescindir de pequeñeces, y fundar dos o tres escuelas en Gijón,subiendo hasta donde el decoro lo exige (lo menos, dos mil pesetas anuales)el sueldo a los maestros, habrá puesto más alto su nombre, que el de todoslos Municipios que le precedieron.

Estas cosas no hay que analizarlas, ni discutirlas, ni proyectarlas casi:sentirlas y realizarlas, ¡nada más!

(10)

Forma parte esta mejora de las Ordenanzas municipales, donde debedetallarse convenientemente.

La Alcaldía de barrio, debe ser un organismo con todas las funcionesy exterioridad posibles; no una tablilla puesta en el portal de una casa.

El Alcalde de barrio, debe tener autoridad y atribuciones, y no debe serun vecino como otro cualquiera, sino un funcionario público. Debe tener elplano exacto de su barrio; lista expuesta al público, de todas las calles y pla-zas; teléfono para avisar; un vigilante de turno a sus órdenes y bastón de

469 No se conservan las llamadas reformas perentorias que según el índice que antecedecorresponderían a los números 1 al 8. Podemos hacernos una idea ya que algunas de estasreformas fueron tratadas más arriba en las cuestiones previas.

394

Page 394: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

autoridad. Debe también escribir una Memoria o Resumen anual de lo másculminante que ocurra en su distrito, y tener un padrón bien detallado yexacto de cuantos vecinos y electores haya en su jurisdicción.

En dos manzanas de las casas convendría poner marmolillos o rótu-los indicativos del número, orden y nombre del Distrito, v. gr.:

(11)

Este proyecto se puede y debe unir al de la reforma general de laInstrucción Pública. El error, el garrafalísimo error cometido en 1866, fue elde asimilar este Instituto a los de Segunda Enseñanza. Y con torpeza másinaudita e incomprensible haber pedido para él recientemente la incorpora-ción al Estado con dicho carácter.

Tales sospechas prueban, que ni los Ayuntamientos, ni los particula-res, ni los Diputados por Gijón comprendieron el espíritu y carácter queJovellanos quiso imprimir a este Instituto, pues deseó que fuera (como sabia-mente dijeron el Ilmo Sr. Caveda, y don Victoriano Sánchez) una Institucióno Escuela de Comercio, Industria y Navegación, de donde salieran, no inútilesretóricos o pedantes bachilleres, sino buenos mineros, diestros pilotos y hábi-les industriales; y también con la educación literaria suficiente para quesupieran redactar en debida forma, los Expedientes, Informes, Memorias ymás trabajos propios de su facultad o carrera.

Pero el Ayuntamiento, tratando esta materia sin criterio alguno, ycon móviles puramente económicos e interesados (pues sólo se preocupó decolocar a cuatro pelagatos auxiliares con la mayor baratura posible) desco-noció en absoluto la importancia y significación de este establecimiento.

¿A qué viene ese inmenso edificio que no satisface ninguna de lasaspiraciones de Jovellanos? ¡Tanto hablar de Jovellanos a roso y velloso, yluego, no conocer siquiera el espíritu de su obra predilecta!

Pero anda el pandero en manos de danzantes y vallines470 que sólotratan de que Justinos y Marujos y Piñuelas y otros farándulos por el estilo,

470 Alusión a Acisclo Fernández Vallín, Consejero de Instrucción pública, que hacía dosaños antes había levantado la estatua a Jovellanos y había pagado las fiestas del 6 de agos-to. Sobre esto véase en la biografía lo referente a la Estatua de Jovellanos.

395

MANZANA — 120 —

QUINTO DISTRITO

Page 395: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

den ciencia barata y volandera, y atiborren de latín, psicología y ética a lajuventud dorada de la salobre villa.

Harto sabemos que el mal tiene hondas raíces y que el profesoradode Segunda Enseñanza en España (según confesión de ellos mismos) no valeun pito, y que de donde no lo hay no puede salir; pero a lo menos, ya que elMunicipio paga de su bolsillo esta prebenda, que dé siquiera la enseñanza que elPromotor quería, y la que únicamente conviene a los intereses del pueblo. Y si no,que lo cierre, y aplique sus fondos a la enseñanza primaria que buena faltahace.

(12)

La actual división municipal de la Villa, no obedece a nada, o pormejor decir, no existía ninguna de carácter urbano cuando se hizo la prime-ra, de carácter político y puramente electoral, que es la que con ligerasvariantes, aún rige.

Dicho se está, que con tan viciado origen, y no respondiendo a nin-guno de los fines principales que deben caracterizar a toda agrupación, pro-cede hacer una nueva cuyo objetivo principal debe ser la densidad del vecin-dario, pues allí donde esté más aglomerado, mayores necesidades tendrá, yprecisará igualmente mayor servicio y vigilancia pública.

Este trabajo, para llevarse a efecto con algún provecho, necesitabasarse en dos factores esenciales: el plano de población, y los datos que arro-je el último censo. Por lo tanto, no es ni puede ser arbitraria semejante divi-sión; ni, una vez discutida y adoptada, debe alterarse con ligereza, si no muyde tarde en tarde, y cuando el aumento de población y las necesidades delvecindario sean tales que lo precisen. Por lo general, más procedente y pro-vechosa es la ampliación que la reforma, pues que el aumento de vecindario,presupone también aumento de caserío.

Si el Municipio quisiera seguir el parecer de los facultativos, debieraempezar por demarcar una zona industrial, cosa necesaria así al carácter de lapoblación como a la higiene y salubridad públicas, de que está tan necesitada.

Una comisión mixta, presidida por el Arquitecto, deslindaría conmás copia de razones los límites propios y naturales de cada Distrito.

Hora es ya de que esta urgente reforma que nada cuesta, se realice enbien de todos, y no se dé el caso anómalo y ridículo, de que los mismos con-cejales no sepan cuáles son los límites urbanos de la población, ni donde ter-minan su radio y extrarradio.

396

Page 396: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

(13)

La concesión de los terrenos de la fortificación por el Estado alAyuntamiento, implicaba la condición de construir cuatro edificios públicos:Cárcel, Cuartel, Matadero, y Mercado o Escuelas.

En tiempo en que era Alcalde Antonino San Pedro, un particular queadquirió del Estado terrenos que antes pertenecieran a los Propios, delComún, y al Gremio de Mareantes (actual Marqués de Casa Tremañes) ofre-ció al Sr. San Pedro parte de ellos, por un precio módico para emplazamien-to de la Cárcel judicial.

Pero los Concejales arguyeron (con buen sentido esta vez) que siendoSanta Catalina sitio predilecto para recreo de forasteros, sería un dolor que setransformase en Atalaya de penados: de aquí que se desistiera del propósito.

Con lo que costó la estatua de Pelayo (puro objeto de lujo y vanidad,promovida, no por amor patrio, sino por un mezquino y envidioso senti-miento de cierto fachilla a quien la ajena gloria hace daño) y con lo que impor-taron dos famosas fuentes, habría ya para la mitad de la obra.

Los planos, si no existen, deben solicitarse de la Dirección general dePenales, donde hay excelentes modelos que pueden adoptarse. El emplaza-miento para la nueva cárcel, puede buscarse, entre la zona industrial (Oestede la carretera de Castilla) y el monte Pericón, con objeto de abastecerla deagua y situarla a la proximidad del Cuartel.

Es una mejora, casi de carácter urgente, y se debe aplicar a ella sindemora, todo el producto de lo que aún reste de las fortificaciones.

(14)

Siendo el proyecto de Cuartel, uno de los de más fácil ejecución, es elque está más indebidamente postergado. Existe un plano modelo que no costónada, y que facilita el Ministerio de la Guerra. El Estado contribuye con elvalor total del edificio abonando la obra ejecutada (mediante inspección) porterceras partes.

El Municipio posee, a la subida de Ceares, una parte de los terrenos,y la restante, la ceden a un precio módico los propietarios colindantes (queson dos Señoras de la familia Cienfuegos). Sólo falta, por tanto, que elAyuntamiento abone el valor de estas parcelas, y ya no necesita mayordesembolso, porque sobrarán a granel, una vez anunciada, postores quequieran concurrir a la subasta de las obras. De modo que con el escaso valor

397

Page 397: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

471 Al margen anota Somoza: “En julio de 1895 se empezó a trabajar en el muro. Habiendomuerto el contratista se suspendió la obra”.472 La interrogación es de Somoza.

Agustín Guzmán Sancho

de las parcelas, ya tiene lograda el pueblo tan importante obra. Y, sin embar-go, se demora. Pues con decir a Gayol y a sus satélites que vayan a soplar alMolino de Viento, ya tiene el Municipio la obra en vías de ejecución.

No se deje este asunto de la mano, pues cuanto más se tarde, tantomás encarecerá el valor de los terrenos. Con lo que costaron los kioscos deBegoña y el Velódromo, ya estaba la cosa hecha: ¿Para qué sirven esos kios-cos? Para resguardarse la música cuando llueva? Pero, si llueve... no haypaseo, y sobra el kiosco y la música. ¿Para estar en sitio dominante? Pues conel tablado de quita-y-pon que se hizo nuevo, basta y sobra. Pero los kioscos,se plagiaron de Oviedo, y fueron rematados por un amigo... y ahí está lamadre del cordero.

(15)

Esto del muro de San Lorenzo ya va picando en historia471. Hay quetener en cuenta que todo el afán por construir este paredón (postergandoindebidamente otras reformas urgentes y útiles) estriba en tres factores secre-tos. El primero, es el de dar gusto al Gran Cacique, para que pueda venir rápi-damente desde su quinta a Gijón, sin necesidad de dar el molesto rodeo dela Guía. El segundo, es amparar y beneficiar todos los terrenos comprendidosentre la calle de Piles y las junqueras de Pidal, que pertenecen en totalidad ala familia de Alvargonzález. Y el tercero, es satisfacer la manía de tres poten-tados que no nombramos, que viven en la engañosa ilusión de que las Eríasde Piles y La Faza se han de convertir por arte mágico, en un periquete, encolonia veraniega de alto coturno.

Indudablemente, que un paseo de cincuenta (?)472 metros de anchu-ra, a orillas del mar, y debidamente cuidado y vigilado, sería un recreo muyagradable para la estación del Estío; sobre todo, si se evitan las anomalías ytorpezas cometidas desde Pando hasta Coroña, que también debía ser unavía libre a orillas del mar, y hoy no lo es por torpezas de los unos e intrigasde los otros.

Así que, ahora que no hay nada hecho, es cuando se deben preveniren tiempo los futuros errores. Y no dormirse.

398

Page 398: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

(16)

Quítese aquel asqueroso padrastro del boulevard puesto por el fachi-lla con el único y deliberado propósito de hacer daño473; y colóquense dosretretes debidamente montados y vigilados (aunque sea con pago) enBegoña, donde hacen mucha falta en la época de los paseos.

Estúdiese un buen modelo, para colocarle donde precisa mucho, enla fachada posterior (o en la del Oeste) del Teatro; etc., etc., etc. Y sobre todo,quítense los asquerosos urinarios del Campo Valdés, que son una ofensa alolfato y al decoro público. Esta cuestión, por lo mismo que es incómoda,exige gran estudio y acierto, y no debe dejarse de la mano: ¿para qué dian-tres sirve el agua, si no?

(17)

El Ayuntamiento debe justificar el derecho que tiene al suelo sobre elque está emplazado el Malecón de Langreo, por lo menos, en el trayecto querecorre en la calle del Comercio; aunque los muelles de la dársena vieja, fue-ron hechos también con recursos del Ayuntamiento y de la Diputación.

El Municipio puede y debe exigir desde luego a la Empresa de Langreo(¡aquí de los concejales de hígados!) la presentación de los documentos o títu-los en virtud de los cuales ejerce el derecho de ocupación de la vía pública.

El Ayuntamiento, es menor de edad (para los efectos de la ley) y noprevalece nada contra él por ignorancia o injustificación. Este derecho, es demucha monta. Al parecer, en 1848, cuando se le permitió a Langreo construirel paredón, fue con dos condiciones. La 1ª, que lo usase en un periodo deveinte a veinticuatro años. La 2ª, que a la terminación de este plazo tuvierahecho por su cuenta y riesgo otro muelle, donde pudiera efectuar las operacio-nes de carga.

Ahora, quiere la Empresa, en el proyecto de reformas del Puerto, quele expropien el muelle (¡como si fuera suyo!). Pues que justifique primero lapropiedad del suelo, porque la posesión y la tolerancia del uso, no implicanderecho alguno tratándose de un menor.

473 Una nota marginal de Somoza dice: “Se quitó como es justo, en cuanto dejó de mango-near el fachilla”.

399

Page 399: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Para el Ayuntamiento, el derribo de este muro constituye una mejo-ra urgente de urbanización. A la vez, podía averiguar cómo se construyó elCuartel de Carabineros, y a quién pertenece su solar, enclavado en el muro deLangreo.

Podrá el Municipio exigir a la Empresa, un canon por el tiempo queindebidamente estuvo usando de dicho murallón.

Pídase informes al Letrado Consultor del Municipio.

(18)

¡El Bombé! Tres pleitos sostuvo el Ayuntamiento sobre la posesión deeste importante solar... por lo que todos sabemos; o sea, por no tener suArchivo y documentos en regla, y sus fincas, inscriptas debidamente en elRegistro de la Propiedad.

El Ayuntamiento republicano de 1872, lo vendió indebidamente, yde aquí se originaron todos los daños. Los V... lo compraron por segundamano por una bicoca, y como ahora vale mucho, pretendían que fuera váli-da la venta para chuparse el momio. Pero... se llevaron chasco. Sentencia:Donde los V... ponen la mano, nace la desgracia (y si no, que lo diga el Santa Rosa,B Rionda, Olano, El Escultor, etc., etc., etc.).

Buena ocasión, ya que ahora se quedó el Estado con dicho terreno,para que construyera allí el edificio de la Aduana, y el Cuartel de Carabineros,con lo que aquel paraje ganaría mucho, y se quitaba el horroroso padrastrode la primera casa de la calle del Comercio.

Las Aduanas, según una disposición reciente, están autorizadas paradestinar ciertos fondos o derechos a la construcción de sus edificios.Convendría interesar al Administrador en esta mejora, haciéndose solicitardel Estado la concesión del solar necesario.

(19)

Calle de Covadonga... número tantos.

Se empezó. Se suspendió. Vuelta a empezar. Vuelta a interrumpir... yasí sucesivamente, hasta la consumación de los siglos.

El desorden, la falta de ideas fijas, de plan y de programa, refleja per-fectamente en este paraje al anterior Ayuntamiento.

400

Page 400: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Aquí mojó Lopín y todos los arquitectos; estuvo depositada la estatuade Jovellanos; se emplazaron las cuadras municipales; se ideó un cuartel parala Guardia Civil; fue matadero de cerdos, cuartel general de Brizán, parquede bomberos, depósito de material viejo, y de inmundicias, almacén decarros, vivero de árboles, cárcel de perros, academia de música..., ¡elDemonio! Por último acabará vendiéndose, según todas las probabilidades.

Que se lleven todo aquello para cualquier lado y que a lo menos, endesagravio, instalen allí una Escuela y una Alcaldía de barrio, en forma474.

(20)

Lo bueno, o mejor dicho, lo malo, que tienen las famosas charcas depodredumbre y cieno, es que todas están situadas en las entradas de la pobla-ción, como pregonando nuestro abandono de la higiene y de la salubridadpúblicas.

Primera: una a lo largo de la calle Salud (suple Epidemia) donde, nosólo se lavan ropas, sino (y esto es horrible) tripas de cerdo, cuyo embutido,comerán algunos muy alegremente, ignorando su procedencia. Pero ¿adónde verterán las aguas de aquella calle con el bajo nivel que tienen? ¡Ohsuspirado plano de ensanche!

Segunda: Otra, en la plazuela del Humedal (ahora de San José) dondese lava aún, a pesar de las prohibiciones. Su color verdoso, denuncia sucorrupción475.

Tercera: Otra, empantanada a la derecha de la salida de la carretera deOviedo. Aumenta su caudal con las aguas de lluvia y con las que vienen de lacalleja de la Salud, pasando bajo el Mirador de Lindaraja (!!).

Cuarta: Otra, en el Bibio, calle de Ezcurdia, tras las cocheras delTranvía476.

Quinta: Otra, todo a lo largo de la Calle de Piles (que cruza la deEzcurdia) y cuyo segundo tramo, es de mucho tránsito para los carros quellevan arena de San Lorenzo.

474 En nota marginal añadirá Somoza: “El Ayuntamiento con rumbo inusitado, regaló elsolar a Angelín para que edificara su parroquia de San Lorenzo”.475 Aparece nota de Somoza al margen que dice: “Se rellenó”.476 Al margen escribió Somoza: “Se rellenó en parte”.

401

Page 401: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Sexta: Otra, con honores de lavadero frente a la Capilla de SanEsteban477.

Séptima: Otra, inmensa, tras de Llano (sic), junto a la huerta de losEvaristos.

Octava: Otra, junto a la fuente del Tejedor. etc., etc., etc.

Todo lo cual prueba la necesidad del plano de ensanche y reformadel alcantarillado general.

(21)

Si el Macelo ha de continuar donde está, entonces conviene dotarlede todos los servicios necesarios, pues que forma, con sus ingresos, uno delos principales recursos del Municipio.

Además, urge cerrarle convenientemente y ponerle una fachadadecorosa. Pero como parece ser que de la liquidación de sus obras, practica-da por el Arquitecto, ha cogido dicho Señor, al contratista (suple L... ) distra-ídamente (¡claro!), con los dedos contra la puerta, conviene proceder con tinoy mesura, para exigir la responsabilidad a quien la tuviere. Al propio tiempo,y por deber de justicia, debe sostener y apoyar el Municipio a aquellos de susempleados que velando celosamente por los intereses del pro-común, hansabido esmerarse en el cumplimiento de su deber.

Convendría igualmente enlosar el piso del Macelo (formado consucios escombros, y escorias de la fábrica de Aceros) ya para su mayor aseoy limpieza, como por la facilidad de lavarlo diariamente.

Vigílense los mataderos clandestinos que existen en Pumarín y Jove.

(22)

Como los terrenos del cueto de Santa Catalina (antiguamente delComún y del Gremio de Mareantes) son hoy de particulares, ideó elAyuntamiento (o algún forastero quizás) hacer un paseo semicircular amedia ladera, bordeando la colina sobre el precipicio.

477 Al margen, de Somoza: “Se rellenó parte”.

402

Page 402: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Existen dos proyectos: uno, con rampa, que subiendo suavementedesde el Campo Valdés por frente al nuevo balneario, tuerza a la derecha, ypase frente a la batería llamada de San Pedro, yendo a desembocar junto a lanueva batería de Santa Catalina. Y otro, en el cual siguiendo el actual caminose llega a la Fontica, y desde aquí, se bordea bajo el Faro hasta dar en la lla-mada Casa de las Piezas.

Ambos proyectos, son bonitos y hasta... de sensación; pero ¿y loscuartos? A esto, contestaba Andresillo de Paropillo o de Pasamonte, que conlos peones del Ayuntamiento y los escombros de las casas, había bastante: ¡noestá él mal escombro!

Sobre el modo de arbolar esta colina, escribió Ricardo Acebal unrazonado artículo, demostrando qué clase de árboles convenían a su suelo.

(23)

El proyecto, consta de cuatro partes, que implican una mejora deimportancia, y de las que está necesitada Cima-de-Villa. La principal es larasante, que arrancando de la esquina izquierda de la fachada de San Pedro,llegue al comienzo del Proyectado Paseo de Santa Catalina de que hemoshablado. La segunda, el derribo de la tapia de la Huerta de Valdés, y expro-piación de terreno suficiente para el fácil acceso de la nueva vía. La tercera elderribo del Cementerio Viejo y demarcación de la línea N. del nuevo paseo.Por último el derribo de la última casa de la calle del Ave María, si el paseoha de ir por la Fontica de la Atalaya; o bien la ocupación de los terrenos nece-sarios aquende la batería de San Pedro, si se ha de seguir este otro trazado.

(24)

¡Pobre Arco de la Villa! Desmontado con intención de volver a armar-lo en el sitio de Los Evaristos, sus piedras se pierden y deshacen de día en día,sin que un alma bondadosa se acuerde de ellas. Con lo derrochado inútil-mente por el fachilla en el bacín de Begoña, se hubiera conservado esta reli-quia de pasados días tan identificada con los recuerdos gijoneses. Pero agrandes males grandes remedios. O se calcula lo que puede costar su nuevaerección, el relabrado de la piedra y la sustitución de lo inservible, o de locontrario se quita aquello de allí, y se vende o se convierte en arena (como yalo hacen las criadas de servicio) para hacer un nuevo piso al paseo de Valdéso de Begoña. ¡Que no esté siempre a la vista aquel testimonio de nuestra

403

Page 403: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

incuria y nuestra ingratitud! Aquel hacinamiento de piedras, es feo y emba-raza el tránsito. Fórmese pronto un acuerdo definitivo.

(25)

¿De quién es la Casa Rectoral? ¿Del Ayuntamiento o de la Parroquia?Decimos esto, porque como se anda en pleito... Pero, Señor, ¿para qué servi-rán los documentos del Archivo?

Según el Concordato de 18.. se reservó a los párrocos, de los mansosparroquiales, la casa y el huerto rectoral. De consiguiente, la de Gijón, debióhaberse reservado a su Párroco. Sentado esto, ¿a título de qué exigió y obtuvode anteriores Ayuntamientos el difunto párroco Sr. Frades, nueva habitación?Más aún, ¿por qué pretendió que se habilitara la Casa Rectoral para residen-cia suya, cuando el Municipio tuvo arrendada dicha vivienda a varios veci-nos de Gijón, y aún instaló en ella el Cuartel de la Milicia Nacional?

Una parroquia tan productiva como la nuestra ¿no disponía derecursos suficientes para que el Párroco compusiera a sus expensas su propiacasa? Y en el supuesto de que indebidamente (no decimos injustamente porqueno nos consta la certeza) obtuviera del Municipio nueva habitación porhallarse en estado ruinoso o inservible la casa Rectoral ¿hasta qué puntopuede la actual Corporación Municipal admitir como carga en sus presu-puestos aquella concesión graciosa?

Repárese que los Ayuntamientos son menores de edad, y nada preva-lece contra ellos. (Esto es una repetición del caso de Langreo).

Obsérvese que el Párroco no quiere vender la Casa Rectoral, sino quese la venda el Ayuntamiento y le entregue su producto: lo cual parece impli-car la idea de que duda sobre la firmeza de su derecho.

Téngase en cuenta que por el solar de la Casa Rectoral ofrece el pro-pietario colindante (Sr. Pumarino o Faes) seis mil duros. Y no se olvide quedesde hace ochenta años o cosa así, viene percibiendo el párroco en concep-to de habitación, tres mil reales anuales. Y que si no se le debía, era de justiciael reintegrarlos, o cobrárselos el Ayuntamiento del importe de la venta delsolar, quedando convertido el pleito en una simple operación aritmética, bajoesta fórmula: Solar: ptas. 30.000; percibido de más: 750 ptas x 80 años =60.000; debe: ptas. 30.000. (¡Ya escampa! dirá él).

404

Page 404: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Si la casa pertenece al Ayuntamiento, en el Archivo estarán los justi-ficantes. Y si no están... que lo quemen. ¿Para qué diantres sirve ese Archivo,donde no existen antecedentes aún de este siglo relativos a edificios, u obraspúblicas o terrenos comunales como Santa Catalina, El Bombé, Malecón deLangreo, Casa Rectoral, etc., etc., etc. Este asunto, debe ventilarse con muchadiplomacia, asesorándose antes del letrado consultor del Ayuntamiento, parano dar un paso en vago.

(26)

Hay dos casas en los Cuatro Cantones que están pidiendo a gritos suderribo. La de Riego y la de doña Petra Calderón.

Hubo en cierta época, una candidatura conservadora para elMunicipio que ostentaba al frente de su programa de reformas, el siguientelema:

¡ABAJO LA CASA DE RIEGO!

(y estaba en carácter, porque el dueño de la finca, era sobrino del caudillo deLas Cabezas... aunque del bando moderado).

Suponemos que el Ayuntamiento mus habrá pagado la expropiacióndel solar de la casa del Sr. Espinosa478. Hecho esto, debe el Alcalde confabu-larse con el Arquitecto para que declare ruinosa la casa contigua, y pasar unoficio expresivo a la Sra. De Calderón (suple Castillón479) conminándola congraves responsabilidades.

El tipo de expropiación del solar de doña M. Jove de Riego, debe sermenor que el abonado a don Salustiano Espinosa. Y sacado después a públi-ca subasta, podía el Municipio beneficiarse algo en ella.

También convendría tomar alguna medida con la casa de los tres picosy con la de Busto, para quitar aquellos dos edificios; aunque mejor fueratomar una disposición de carácter general para las reedificaciones, en la cual,la altura y ornamentación de las fachadas, correspondiera a la anchura y cate-goría de las calles.

478 Nota marginal de Somoza: “¡Qué había de pagar! La está debiendo, con más los intere-ses que devenga”.479 Doña Petra Calderón era suegra de don Justo del Castillo, de ahí con toda seguridad lode Castillón.

405

Page 405: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

(27)

Materia larga y enojosa, y propensa a grandes modificaciones ydemoras, pero que convendría sujetar a un plan metódico en el de reformasde la Villa.

Indicaremos algunas llamadas a realizarse:

A) Calle de Covadonga, de la Plazuela de San Miguel al Velódromo480.Sólo queda la expropiación de una casita en la calle de Pelayo, pertenecientea los herederos de Ezcurdia. Corre con ella Evaristín Prendes, y ya hizo indi-caciones favorables al Municipio para llegar a una avenencia. Lo demás de lacalle, está a línea.

B) Calle o Travesía del Teatro.— Expropiación de una casita que da adicha travesía y a la calle de los Moros.

C) Del Rosario.— Es la angosta callejuela cuya ampliación se pidepara el acceso a la fábrica de Cigarros. Pero el Municipio, no gana nada enello, porque el beneficio principal es para la Fábrica, y ella es la que debierapagarlo. Recuérdese que existen muchas atenciones preferentes, y no seponga en ésta mucho empeño, porque resultaría tonto. ¿No suben las accio-nes de la Tabacalera? Pues que desembolse.

D) Del Instituto.— Ya se sabe que esto implica el derribo del Mercadode Hortalizas. Pero su necesario complemento es el acceso a la calle de laTrinidad, lo que la constituiría en una avenida de gran tránsito. Es cuestiónde hacer bien el cálculo. La casa de Eugenio Sánchez, la de Costales, y la deMenéndez Morán, avanzan sobre la línea. Mucho ojo en la reedificación.

E) De San Agustín.— Otra miseria del Ayuntamiento con el propieta-rio de las nuevas casas. Por una bicoca, y una pretensión injusta, tiene aque-llo obstruido en vez de ser vía libre. Allánese y exíjase la expropiación de lacasa de doña Helena Valdés Hevia de Díaz.

F) La Gran Vía.— Alameda de Langreo; Huerta de Langreo, Casas delParrocho y Estación del Norte. Lo está pidiendo el pueblo con mucha necesi-dad. Pero existe otro proyecto ideal de gran vía a El Musel, de cien metros deancho (¡una futesa!) que ni los mismos que la idearon saben por dónde ha deir, ni lo que va a costar, ni para qué ha de servir, ni quién la va a pagar.

480 Actual plaza de Europa.

406

Page 406: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

(28)

El derribo de este nido... de basura, no se ha llevado a efecto unmillón de veces, por no perder el Ayuntamiento el mezquino importe de suarriendo. Pero habiendo creado en sustitución de aquel el impuesto sobre lassillas en los paseos, el de carros, coches, consumo de carbón, bajadas deaguas, limpieza de chimeneas, cédulas, puestos ambulantes, etc., etc., etc.,bien podía reemplazar el viejo con parte de los nuevos.

El beneficio de la apertura de la nueva vía (prolongación de la calledel Instituto) produciría gran desahogo al comercio, cuyos géneros seríantransportados más directa y desembarazadamente por esta ruta, que no porel molesto itinerario de la Plaza, evitándose el rodeo de la calle de Recoletas,o los más penosos de la calle del Mesón Viejo, Travesía de los Jovellanos, ocalle de San Antonio481.

(29)

Cuando el Estado se incautó de los bienes de Propios, se apropió lacasa llamada de la Biblioteca (Plazla de los Jovellanos, núm. 2) que don Gaspary don Francisco Jovellanos, habían legado al Instituto para sostenimiento de laBiblioteca.

El Estado, en cambio, se obligó a entregar al Instituto láminas delPapel del Estado equivalentes al Capital de dicha casa. Como esto sucedióhacia 1854 (?)482, el Estado aún sigue debiendo al Instituto el Capital y réditosde dicha casa, que montan un pico.

Y como el Ayuntamiento es copropietario de la Biblioteca delInstituto por cláusula especial del testamento del fundador, debe interesarseen obtener estos ingresos.

Lo extraño aquí es, que habiendo en Madrid tantos fantasmonespatrióticos que venden fachenda, y se despepitan por el pueblo, ninguno sehaya tomado la molestia de inquirir el paradero de estos fondos. ¿Habrá gatoencerrado?483.

Y para eso... ¿pagaba el Ayuntamiento un momio en Madrid, a surepresentante don Jesús Pando y Valle? Cosas tenedes, el Cid...

481 Al margen señala Somoza: “Se derribó y quedó bien, aunque resultó un poco caro. Faltasólo el ardid para obligar a edificar a los propietarios de la nueva vía”.482 La interrogación es del propio Somoza.483 Ver sobre la palabra gato lo dicho en la nota 461.

407

Page 407: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

(30)

La calle de Ezcurdia, que es una vía digna de mayor atención que laque se le concede, sólo debía tener dos alineaciones hasta el puente de laGuía, con lo cual su tránsito ganaría mucho, y también su independencia dela Carretera de la Costa. Aún se puede remediar, ya que su última mitad, estápor construir. Cuando los peones del Ayuntamiento llevaron el afirmadohasta la Plaza de Toros, en el año de su inauguración, suspendieron allí laobra, lo cual fue una torpeza, pues continuada aquella, hubiera sido un paseorecreativo y sosegado para los que no quisieran ir por la polvorienta y abra-sada carretera del Bibio.

Si mal no recordamos, los propietarios colindantes del último tramode la calle de Ezcurdia, acaudillados por Leandro Suárez Infiesta, contribu-yeron para la expropiación del terreno necesario hasta el empalme junto a lacasa de Nso. Rz. Estrada, y para echar la bóveda a la acequia del molino de laHormiga, en el paraje en que la corta.

Hay que estudiar la manera de habilitar materiales para el terraplénque se debe construir entre la indicada acequia y el puente de La Guía.

(31)

Colocándose en el eje de cualquiera de las calles de Covadonga,Capua, Rendueles y Santa Doradía, se ve la barbaridad que cometióAlejandro, interrumpiendo bruscamente el paso con una especie de barreras ocuñas que forman los jardincillos de la Plazuela de San Miguel. De modo quelos coches, carros, carruajes y caballerías que quieran embocar directamentea la calle central tienen que girar súbitamente y con violencia (y por lomismo, con riesgo evidente para ellos, y para los transeúntes), o dar un incó-modo y largo rodeo. Esto es tanto más peligroso, cuanto que el paso obliga-do del tranvía, limita más el tránsito. Aplíquese la receta del chaflán (inven-tado por L... para jeringar a los vecinos) a los susodichos jardines.

(32)

¡A escape, a escape!, que aquello huele a mercado de la Pola. Las deFomento, primero; las de San Lorenzo, después. Aquí se palpa la necesidad deunas Ordenanzas que prevengan con energía semejantes tolerancias y abusos;porque lo que pasa en Fomento, es asqueroso y repugnante; y lo de San

408

Page 408: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Lorenzo, es clásicamente... pacotillero. Y todo, por recaudar unas miserablespesetejas y complacer a personalidades hueras y tontas. En fin, más valecallar... y límpiense pronto las vías públicas de aquellas madrigueras malo-lientes, engendradoras de chinches y piojos, y pulgas y microbios, que saltany danzan y pinchan y muerden entre el tufo pestilente de la nauseabunda fri-tanga... ¡y, más que rabie Cañaminín de Dios, y bufen las dinastías de las Ritas!

(33)

El segundo patio del nuevo Cementerio, está sin habilitar; y aun congrave escándalo, pasta allí ganado, tolerancia vergonzosa, por lo mismo queestá a la vista de todos.

Como el terreno es muy malo, conviene ir modificando lentamentesu composición, obligando a las familias que entierren allí sus individuos aechar en cada enterramiento una capa de cal, y vinagre en proporción, pro-cedimiento acostumbrado en el resto de España, y cuyo uso conviene gene-ralizar. El depósito de cal para los cadáveres debe existir en el Cementerio (ensus inmediaciones hay un calero); y en el acto de sepultar, el Capellán debevigilar y exigir el cumplimiento de esta cláusula, porque los enterradores ysus seides son gentes informales, que sólo cuidan de su provecho.

(34)

No debe el Ayuntamiento desechar nunca ninguna reforma, porpequeña e insignificante que parezca a primera vista, pues todo lo queredunde en interés del público, es siempre apreciado y elogiado

Aludimos en este particular al piso del paseo de Begoña, único queexiste en la localidad para recreo de veraneantes y esparcimiento de vecinos.

El piso de dicho paseo, carece de afirmado, bien que mucha parte deél esté sobre roca. Para igualarlo, mandó traer don Juan Alvargonzálezdurante su alcaldía, nada menos que barro... de San Martín de Huerces. Ysucede, que cuando llueve, la arcilla se esponja y aquello se convierte en unfangal. Y durante la estación del calor, el piso, se reseca, y lo que es peor quetodo para un paseo, deja sueltas en la superficie una infinidad de piedrecitasy chinas que lastiman y mortifican cruelmente el pie, lo que hace la estanciaen el paseo, ingrata y enojosa.

409

Page 409: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Algo se remedia, aunque momentáneamente, con el riego. Pero elriego de un terreno arcilloso a las horas de mayor calor, produce una evapo-ración inconveniente y malsana, germen de dañosas enfermedades.

Un procedimiento útil, y que se debe imitar, es el empleado en elpaseo de El Bombé de Oviedo, cuyo piso, de un excelente afirmado, tiene enci-ma una capa de tres o cuatro pulgadas de arena de piedra de grano, que sepuede obtener en Gijón de varias maneras, y que haría el suelo limpio, com-pacto y flexible. La arena, que está por cuajar, se puede traer de los terrenosinmediatos a la fuente de Jove, que la suministrarían en abundancia, o deLloreda, y también se podría aprovechar la que se desperdicia en grandescantidades del labrado de aquella clase de piedra.

Por último, si el Arco de la Villa, no se ha de volver a erigir, ya tienenlos peones del Municipio material que destrozar.

(35)

El difunto don Mariano Pola, (q. e. p. d.) dejó en su Testamento unacláusula para la fundación de un Asilo en Gijón, que llevara su nombre.Parece ser que su hermano y heredero don Antonio, ofició al Ayuntamientopidiéndole terreno para emplazar el edificio, y que la Corporación dio largasal asunto, o por hostilidad o por otros ruines sentimientos que no queremosanalizar, dejando, con tan torpe proceder, de añadir un lauro más a su ges-tión administrativa, y embellecer a Gijón con un nuevo edificio.

Urge resucitar esta cuestión, y al propio tiempo saber con qué recur-sos se ha de sostener. En dicho Asilo, si el albacea se prestara a ello, conven-dría instalar una Sala de Socorro, única que tendría el pueblo y que le repor-taría un gran beneficio.

(36)

Éste es otro asunto como el Asilo del Sr. Pola, pero aquí la dificultades algo mayor, y tendrá que verla principalmente el Diputado Provincial porGijón.

El difunto escritor y ministro asturiano, Álvarez Lorenzana, dejó unlegado para el establecimiento de un Hospital marino en Asturias, dondepudieran encontrar alivio los niños escrofalosos y raquíticos, y los pobresdesheredados del Hospicio.

410

Page 410: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Puesto este asunto a discusión en la Diputación Provincial, se acordóque el Hospital marinero se instalara en Jove, aldea que reunía para ello inme-jorables condiciones. Ahora falta saber si los fondos los ha de facilitar laDiputación, o los legatarios del Sr. Lorenzana. Conviene remover este asun-to, pues a pesar de la resolución adoptada favorable a Gijón, Avilés trabajamucho para llevarse el Hospital a Salinas; y Luanco no descansa hasta llevár-selo a su Puerto. Y mientras una y otra villa velan y trabajan sin descanso...nosotros, andamos muy preocupados con el tiro de pichón, y otras ridículasbagatelas por el estilo. ¿Qué campañas han hecho nuestros diputados pro-vinciales cuando nos arrebataron la Comandancia de Carabineros; el hilo telegrá-fico directo a Madrid; la guarnición militar; la escuela de ingenieros industriales, ycien más? ¿Qué protesta levantaron contra ese abuso irritante de las estanciasen el Hospital Manicomio de Oviedo que ya ascienden a 26 mil y pico depesetas; y contra el gravamen del impuesto provincial sobre las bebidas alco-hólicas?

Nota (por si cuaja).— Conviene que el emplazamiento de este edifi-cio no caiga dentro del trazado de vías que han de dar acceso al Puerto deRefugio.

(37)

Con las nuevas edificaciones en la Carretera de Ceares, Prado delFumeru, etc., y las que se proyectan, convendría resucitar esta idea en tiem-po, iniciada por anteriores Municipios. Redúcese, en suma, al trazado de uncamino que faldeando el Monte de los Franceses (o Pericón) venga a empalmaren el Velódromo. Su objeto principal, es evitar el paso de las comitivas fúne-bres por el único sitio de esparcimiento que tiene la Villa.

Los terrenos que atraviesa, son de mala calidad (rebajadas las pre-tensiones de A. C. T.484) y por lo tanto, baratos, pudiendo adquirirse hoy singran dispendio los necesarios para el trazado.

(38)

Los fosos de la fortificación, aún están por rellenar en la parte fron-tera a las casas de don Manuel Prendes, y en la que da a la fachada principaly talleres de la Estación de Langreo. Existe un desnivel grande entre la rasan-

484 Podría ser tal vez una F.

411

Page 411: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

te de la nueva iglesia de San José, y la línea de los talleres de Langreo (bienque el edificio principal se eleve sobre ella). Pero si se llega a trazar la calle deque nos ocupamos en el número 27, y que va a ser de mucha necesidad (todavez que la única salida que tiene el pueblo por la parte de Poniente, es lacarretera de la Costa), entonces podrían realizarse dos mejoras a un tiempo.Nótese aquí que entre el enorme emplazamiento que ocupa la Estación deLangreo con sus dependencias, y el de la Estación del Noroeste, ahogan lapoblación por aquel lado con círculo de hierro, hasta tal extremo, que lascalles del Comercio, Rueda, Carmen y Langreo, quedan interceptadas poraquella infranqueable barrera. Pero, rómpase de una vez por el Municipio,que derecho, razón y ley tiene para ello. En último caso, exprópiese por leyde utilidad pública la huerta que corre tras las casas del Parrocho, y ¡adelante!

(39)

Ya va dicho en el número 16, lo relativo a la materia, pero no quitaesto, para que desde luego se proceda a hacer desaparecer este indecorosolugar.

(40)

Álvarez Tejera, presentó al Municipio un proyecto de nuevoMercado en el Carmen (hecho por Stoldtz) y fracasó. Justo del Castillo, pre-sentó otro, tomando el modelo del de Bilbao o Vitoria: fracasó también. UnMercado hacia la parte de Poniente proporcionaría buenos ingresos alMunicipio, y concurrirían a él preferentemente los labradores de las parro-quias del Oeste, más ricas y en mayor número que las de Oriente (sin contarlas de Carreño). Con piedra, hierro, cristal y zinc, sale el tinglado barato yreproductivo en sumo grado.

412

Page 412: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

REPASO AL PRESUPUESTO DE GASTOS DE 1892 — 1893

Capit. I. Artícul.

C I — A.1C I — A.2C I — A.5C 2 — A.2

C 2 — A.5

C 2 — A.6

C 3 — A.4

C 3 — A.7

C 3 — A.9

C 4 — A.6

Queda su arreglo a discreción.Momio de L... Sáquese a subasta.Fúndase con el artículo 8º, y economícese algo.Nos parece muy cara esa guardia (en conjunto) y mucho másese material de oficina que nos da un tufo insoportable.Está recargado este capítulo, porque después de la partida de3.000 pesetas, sobra el profesor de gimnasia y el alumbradodel Parque.Esto de las veredas, debe ser una papa, tan grande, por lomenos, como el artículo 1º del capítulo 10.¡Tres mil pesetas para atender al aumento del arbolado!... ¡nolo quiera Dios! ¿Dónde está semejante aumento? Si fuera des-moche de los pocos árboles que quedan, pase.Sobra un Inspector; y las dos últimas partidas, fúndanse enuna.Este servicio, se hace en otras poblaciones con el Arquitecto(que es empleado facultativo), un Oficial de Secretaría, y unoo dos capataces. Terminantemente se debe prohibir que estosempleados cobren los servicios o instalaciones, como ahorahacen. Los ingresos por aguas, en cualquier concepto que sean,deben ir directamente a Caja y Contaduría. Faltó poner eneste artículo, lo que cuesta el lavadero: calculémoslo en milpesetas, y tendremos:Personal y material de aguas … … … 14.919’27Cuerpo de bomberos … … … … … … 10.955Lavadero … … … … … … … … … … 1.000Total … … … … … … … … … … … 26.884’27Pues bien, para que se vea lo disparatado de este presupues-to, se calcula (pág. 9) en ¡60.000 pesetas! El producto anual delagua, y no da ¡ni para el sostenimiento del personal! ¡A cual-quier cosa se llama presupuesto! ¿Doce mil duros anuales?¿Mil duros al mes? ¿Dónde están los pedidos de agua? Léanselas sesiones del Ayuntamiento y se verá la magnitud de seme-jante error.El Instituto, cuesta de siete a ocho mil duros, porque laDiputación no abona nada, por no estar servidas las cátedrasen propiedad. Con que, refórmese o suprímase, y en todo caso,fórmese un conjunto racional con la Escuela de Artes y Oficios.

413

Page 413: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho414

C 5 — A.3C 5 — A.6

C 5 — A.8C 5 — A.9C 6 — A.1

C 6 — A.2

C 6 — A.7C 6 — A.11

C 6 — A.12

C 7 — A.3

Suprímase, porque a grandes males, remedios heroicos.Esa cantidad que se paga desde 1852, ¿es como amortización,o como renta? Si lo primero, capitalícese. Si lo segundo,englóbese en el concepto principal.Suprímase.Aclárense esos médicos; y los creados por favor, suprímanse.El edificio de las Consistoriales, se entretiene al parecermuchas veces:

Primero: en el capít. 1º — artíc. 5ºDespués: en el capít. 1º — artíc. 8ºAhora: en el capít. 6º — artíc. 1ºy más tarde: en el capít. 10º — artíc. 4º

nos parecen, en verdad, muchos entretenimientos y distraccio-nes, porque todos esos conceptos, aunque con distintos nom-bres, suman la cantidad de 34.500 pesetas; con que, o aquí haysapos y culebras, o los conceptos son falsos, o están perversa-mente clasificados. Creemos esto último, porque cuando elSecretario pone como carga los sueldos de los músicos, o nosabe lo que carga, o lo confunde con cargo, o ignora lo que setoca.El cargo de Inspector, se creó para un amigo, y no es lo maloeso, sino la partida de seis mil pesetas que figura más abajo,con la cual se podía hacer un buen camino vecinal hacia Jove,y las Aras y el Puerto de Refugio. A lo menos, parece que lopedía a gritos el entusiasmo de la causa... y, sin embargo, no resul-tó. El personal de este artículo debía suprimirse aquí, y tras-ladarse al artículo octavo, para que se viera más claro.Aquí le duele a Elías.El segundo patio del Cementerio, está como cuando conclu-yeron de tapiarle ¿en qué se invirtieron entonces esas seis milpesetas?Se deduce de la lectura de esta partida que cada mozo de cua-dra, cobra al año 638pt,75, y cada caballo consume al año porvalor de 547pt,50; de donde resulta que los cuadreros y las caba-llerías, están mejor dotados que los maestros de escuela, quedisfrutan el haber anual de 625 ptas. unos; y de 400, otros.Más claro aún; que mientras a cada caballo se le señala paraalimentación diaria seis reales, el maestro tiene que contentar-se con cuatro reales y perrona. No puede darse idea más mise-rable, y concepto más vil y bajo de un Municipio.Ese Clavero, que vive fuera de la Cárcel, es imposible quecumpla con los deberes de su oficio. Y esas veinte pesetas dia-

Page 414: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza 415

C 9C 10

rias para alimento de todos los presos, son una miseria y unainjuria. Véase la nota 2ª del libro de D. J. Somoza, Cosiquinesde la mió Quintana, pág 82, y medítese. Creemos que si sehiciera una derrama forzosa entre los vecinos (incluso los deCarreño) para un nuevo edificio, todos contribuirían. Y losterrenos de la fortificación...

¿qué se hicieron?¿qué fue de tantos ochavos

como dieron?

A grandes males... etc, Vid. Economías.Es una papa todo, para encubrir trampas, y aderezar a gustoel famoso comodín del presupuesto adicional, que es otragazapera.

Page 415: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

DEBE:

LEGADO DE LOS GRANDES ECONOMISTAS DELSIGLO

Censo del Duque del Parque (capitalizado al 3 %)Censo de Llanes Queipo (íd., íd.)Censo del Marqués de San Esteban (íd., íd.)Empréstito sanitario (véase el cálculo:

amortiz. 600 acc.; 341 con ints.quedan 4000 acc.; 89 sin int.

1er. Empréstito de aguas (1.309 acc. a 500 ptas.)2º íd. íd. (261 acc. A 500 ptas.)3º íd. íd. (594 acc. A 500 ptas.)Préstamos de Roces MoralExpropiación de La Gloria (Ramón Cuesta)Otras, acordadas, que no se especificanPleitos (al parecer, en curso) y agentesExpropiación a los herederos de JunqueraÍdem. de Vigil TonticiellaÍdem. de Sn Espinosa (casa quemada)Por amortización de créditos contra Hacienda que traen25 años de atraso (hay qe aclararlo porqe debe ascendera una cifra enorme)Por liquidación de obras de la Escuela de Ceares (¿y lasrestantes?)Por liquidación de obras del Matadero (¿nada más?)

Total (que sepamos)Por devolución del importe de terrenos vendidos ile-galmente por CarreñoPor íd. íd. de ídem del BombéPor fundir la estatua de PelayoPor pleito con el Párroco sobre propiedad de la CasaRectoralPor importe de fuentes de Begoña y material de aguassin pagar

Pesetas

64.144 - 665.5006.600

20.000654.500130.500297.000

30.00015.00020.000

4.1253.996

17.87580.912,25

16.000

22.00010.000

1.398.152,91

4.000

416

AÑO 1892

Page 416: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

1.165 - 651.500

5001.550

2001.500

500500

3.776 - 77250

4.0004.000

2752.806 - 661.666 - 661.2491.666 - 662.0002.0003.0008.266 - 50

15.00059.000

116.372 - 90

HABER:

Pesetas

Biografía de Julio Somoza

Struggle for lifeMorituri te salutanPor refundición de estas dos partidasApriete, Señor, apriete (invocaciónsagastina)¡Fuera veredas!Disminución de la breva del arboladoDegollinaSupresión de un momioGarrote a dos caballeros particularesEconomía de un alquilerÍdem de otroÍdem de otroRemedios heroicos¡Ya cayó otra breva!Caída del Ministerio MarujistaÍd. del Ministerio Zeferista (con propina)Despeñamiento de un lobo¡Otra prebenda menos!La visión profética de Elías Beati qui in Domino moriunturBatalla de BailénCombate de TrafalgarTerremoto de la Martinica

Total

417

C1 — A.1, núm. 8,9, 10C1 — A.2C1 — A.5. 8C2 — A.5

C2 — A.6C3 — A.4C3 — A.7C3 — A.7, núm. 8C3 — A.9C4 — A.4, núm. 1C4 — A.6, núm. 29C4 — A.7C5 — A.3C5 — A.8C5 — A.9, núm. 1C5 — A.9, núm. 5C6 — A.2, núm. 1C6 — A.2, núm. 5C6 — A.7C6 — A.11C9 — A.3, núm. 2 a 18C9 — A.3, núm. 19C10 — íntegro.

Pesetas

AÑO 1892

La gran cantárida

Quien tal hizo, que tal pague.La amortización de deudas, a juicio del discreto lector, debiendo no

obstante darse la preferencia a las cuentas vencidas; y después, amortizar lascantidades de mayor rédito, que aliviarán como es consiguiente, el presu-puesto de gasto.

Page 417: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 418: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 419: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 420: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

BIBLIOGRAFÍA

Page 421: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 422: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

ADARO RUIZ-FALCÓ, Luis.— Julio Somoza de Montsoriú y García Sala. En laedición facsímil de Catálogo de Manuscritos impresos y notables del Instituto deJovellanos de Gijón seguido de un índice de otros documentos inéditos de su ilustrefundador por don Julio Somoza de Montsoriú. Suministros Adaro S. A. Gijón,1995.

ADÚRIZ, Patricio.— Centenario de Jovellanos. IX.— Somoza o la insigne erudi-ción. El Comercio, 7 de abril de 1974.

— Centenario de Jovellanos. X.— Somoza o la tenaz perseverancia. ElComercio, 14 de abril de 1974.

ALVARGONZÁLEZ, Alejandro.— Julio Somoza, Historiador yJovellanista. El Comercio, 25 de julio de 1954.

— Don Julio Somoza de Montsoriú (Segunda parte de una que debió ser pri-mera). El Comercio, 1 de agosto de 1954.

ALVARGONZÁLEZ, Calixto.— La Escanda, su origen, su cultivo. Gijón 1908.

— Termas Romanas del Campo de Valdés—Gijón. Monografía por donCalixto Alvargonzález con la colaboración de don Julio Somoza y donAlejandro Alvargonzález. Edición y Nota Preliminar por Joaquín A.Bonet, Cronista Oficial de Gijón. Gijón, 1965.

ALVARGONZÁLEZ, Ramón María.— Somoza de Montsoriú y García-Sala,Julio. Gran Enciclopedia Asturiana, T. XIII. Gijón, 1970.

— Vindicación de don Julio Somoza. El Comercio, 7 de diciembre de 1990.

ARIAS CABAL, Álvaro.— Estudio Preliminar a la obra “Primer ensayo de unvocabulario bable” de Julio Somoza. Academia de la Llingua Asturiana.Oviedo 1996.

ARTIGAS, Miguel.— Los manuscritos de Jovellanos de la Biblioteca MenéndezPelayo, por Miguel Artigas, Conferencia pronunciada en el Paraninfo de laUniversidad de Oviedo el 14 de junio de 1921. Santander, 1921.

BONET, Joaquín A.— Biografía de la villa y puerto de Gijón. 2 Tomos. Gijón1970.

— Pequeñas Historias de Gijón. (Del archivo de un periodista). Gijón,1969.

— Proyección nacional de la villa de Jovellanos. Gijón 1959.

CABAL, Constantino.— Cartas al Sr. Somoza I. Gijón en la antigüedad y en laEdad Media. La Opinión de Oviedo. 25 de octubre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza II. Las fuentes.— Los cronicones. La Opinión deOviedo. 27 de octubre de 1910.

423

Page 423: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

— Cartas al Sr. Somoza III. D. Pelayo antes de los cronicones. La Opiniónde Oviedo. 28 de octubre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza IV. Covadonga. El relato de las crónicas. LaOpinión de Oviedo. 30 de octubre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza V. El escenario de la Reconquista. Los Picos deEuropa. La Opinión de Oviedo. 1 de noviembre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza VI. El escenario de la Reconquista. La ruta de losmoros. La Opinión de Oviedo. 2 de noviembre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza IX. A granel... La Opinión de Oviedo. 5 denoviembre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza X. Roncesvalles. La Opinión de Oviedo. 6 denoviembre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza XI. Argumentando... La Opinión de Oviedo. 8 denoviembre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza XII. Las fuentes.— Los historiadores árabes. LaOpinión de Oviedo. 9 de noviembre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza XII. El non plus ultra... La Opinión de Oviedo.10 de noviembre de 1910.

— Cartas al Sr. Somoza XIV. Punto final.— Los últimos rebojos. LaOpinión de Oviedo. 11 de noviembre de 1910.

— Contribución al Diccionario Folklórico de Asturias. I.D.E.A. Oviedo1951.

CANELLA Y SECADES, Fermín.— Historia de la Universidad de Oviedo yNoticias de los Establecimientos de su Distrito. Oviedo, 1903.

— El libro de Oviedo. Guía de la ciudad y su concejo. Oviedo, 1887.

CARANTOÑA, Francisco.— Pintores Asturianos. Evaristo Valle. BancoHerrero. Oviedo, 1972.

— Prólogo a la edición facsímil de Cosiquines de la mió Quintana deSomoza. Editorial Auseva. Gijón, 1988.

FERNÁNDEZ OCHOA, Carmen.— La muralla romana de Gijón (Asturias).Electa. Madrid, 1997.

FUERTES ACEVEDO, Máximo.— Estatua a Jovellanos. Artículo publicadobajo el seudónimo El Barón de Vidayán en El Carbayón de Oviedo. 9 de julio de1888.

424

Page 424: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

GUZMÁN SANCHO, Agustín y SANCHO FLÓREZ, José Gonzalo.— ElInstituto de Jovellanos. Gijón, 1994.

HUICI MIRANDA, Vicente.— Miscelánea de trabajos inéditos, varios y dispersosde D. G. M. de Jovellanos. Barcelona, 1931.

HURLÉ MANSO, Pedro.— En torno a don Julio Somoza. Una explicación casinecesaria. El Comercio, 8 de agosto de 1954.

— In memoriam. Don Julio Somoza y García-Sala. El Comercio, 28 de juliode 1954.

— La casa de los Jove Huergo y su capilla de la Santísima Trinidad.Historias Gijonesas, Tomo II; pág. 140. En la Biblioteca Asturiana delcolegio de la Inmaculada.

— Los Archivos de Gijón. El Comercio, 16 de noviembre de 1950.

— Los Historiadores gijoneses. El Comercio, 7 de noviembre de 1950.

— Medallas conmemorativas Gijonesas. Tomo II; págs. 122 y ss. de losartículos de Pedro Hurlé reunidos en la Biblioteca Asturiana del P.Patac.

— Notas numismáticas. Los hallazgos de monedas antiguas en Gijón y suconcejo. El Comercio, 4 de septiembre de 1959.

— Notas Numismáticas. Principales coleccionistas asturianos. ElComercio, 23 de diciembre de 1959.

— Un nuevo libro de Somoza. El Registro Asturiano. El Comercio, 7 deseptiembre de 1927.

— Una medalla gijonesa. El Comercio, 21 de enero de 1951.

JOVELLANOS, Gaspar Melchor de.— Obras completas. Edición crítica, intro-ducción y notas de José Miguel Caso González. Oviedo, 1984.

— Obras publicadas e inéditas de don Gaspar Melchor de Jovellanos. B.A.E.Tomo L.

JUNQUERA HUERGO Juan.— Biblioteca Asturiana, El Norte de Asturias, 31 demarzo y 1 de abril de 1868.

LARUELO ROA, Marcelino.— Las termas romanas del Campo Valdés. ElComercio, 27 de junio de 1993.

LOREDO APARICIO, José.— Cómo debe honrarse a Jovellanos. La Prensa, 8 dejunio de 1921.

MENÉNDEZ ACEBAL, Apolinar.— Sobre el Instituto de Gijón. La IlustraciónGallega y Asturiana. T. III; pág. 56. Madrid 1881.

425

Page 425: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

MENÉNDEZ ACEBAL, Jesús.— Memoria acerca del estado del Instituto deJovellanos de Gijón, en el curso académico de 1878 a 1879. Gijón, 1879.

— Memoria del Instituto de Jovellanos de Gijón correspondiente al año aca-démico de 1880 a 81, leída en el solemne acto de apertura del curso de 1881a 82. Gijón 1882.

— Memoria del Instituto de Jovellanos de Gijón correspondiente al año aca-démico de 1881 a 82, leída en el solemne acto de apertura del curso de 1882a 83. Gijón 1883.

MENÉNDEZ PELÁEZ, Jesús.— Prólogo a la edición facsímil de LasAmarguras de Jovellanos. Editorial Auseva, S.A. Gijón, 1989.

MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Epistolario.— Tomos: IV, V, VI, VII, X, XI,XII, XIX. Fundación Universitaria. Madrid, 1982-1991.

— Vindicación de Jovellanos. El Siglo Futuro, 21 y 22 de noviembre de1881.

MENESES FERNÁNDEZ BALDOR, Carmen.— Afanes Jovellanistas a princi-pios de siglo XX: Julio Somoza y Eduardo Llanos. Actas del II congreso deBibliografía Asturiana, celebrado en Oviedo del 21 al 24 de abril de 1999. 1Vol. Oviedo. Servicio de Publicaciones Principado de Asturias. Consejería deEducación y Cultura, 1999.

MARCOS VALLAURE, Emilio.— Tres personajes en busca de editor. ASTURA,Nuevos cartafueyos d’Asturies, 4/85. Oviedo, 1985.

MARTÍNEZ CACHERO, José María.— Notas sobre bibliografía literaria asturia-na. Boletín del I.D.E.A. nº 32. Oviedo, 1957.

— Menéndez Pelayo y Asturias. En colaboración con Enrique SánchezReyes. Oviedo, 1957.

PACHÍN DE MELÁS.— Minucia Transcendental. El recuerdo de los grandes gijo-neses. La Prensa, 15 de agosto de 1928.

— Minucia Transcendental. La Reforma de la Plaza Mayor. La Prensa, 3 deagosto de 1930.

— Minucias trascendentales. Don Vicente Innerárity Bausa. La Prensa, 17de mayo de 1931.

— En el camino. En la ruta de Jovellanos. La Prensa, 1 de mayo de 1932.

— Del Viejo Gijón. Dónde piedras hablan. La Prensa, 24 de febrero de1933.

— Reportajes Gijoneses. Don Nemesio, el Grabador. La Prensa, 3 dediciembre de 1933.

426

Page 426: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

— La Asturias que llora. Et in terra pax hominibus. La Prensa, 19 de octu-bre de 1934.

— Bibliografía de Asturias. La biblioteca del Señor Somoza... ¡¡quemada!!La Prensa, 24 de octubre de 1934.

— Visita a Puerto de Vega. Trabajo, voluntad, abnegación. La Prensa, 23 dejunio de 1935.

— Reportajes del momento. Calle Julio Somoza, Historiador — Ilustre jove-llanista — Cronista de Gijón y de Asturias. La Prensa, 31 de mayo de1936.

— Reportaje jovellanista. El Instituto de Jovellanos.- Su biblioteca. Mi pro-testa a tiempo.- Todo en fuego.- ¿Y esos restos de Jovellanos? — La Prensa,30 de agosto de 1936.

PÉREZ-MANSO, Elvira María.— Escritoras asturianas del siglo XX. Entre elcompromiso y la tradición. Prólogo de Manuel F. Avello. Principado deAsturias. Oviedo, 1991.

PRIETO BANCES, Ramón.— La mió Quintana. En Obra Escrita. Tomo II.Universidad de Oviedo, 1976.

RENDUELES LLANOS, Estanislao.— Historia de la villa de Gijón, desde lostiempos más remotos hasta nuestros días. Gijón, 1867.

RODRÍGUEZ ÁLVAREZ, Ramón.— La Biblioteca de la Universidad de Oviedo,1765-1934. Universidad de Oviedo, 1993.

SÁNCHEZ ALBORNOZ, Claudio.— Orígenes de la Nación Española. EstudiosCríticos sobre la Historia del Reino de Asturias. 3 Tomos. I.D.E.A. Oviedo, 1972.

SÁNCHEZ DE ARZA, Vicente.— Somoza como numismático. En el cincuentena-rio de su fallecimiento. El Comercio, 15 de noviembre de 1990.

SANCHO FLÓREZ, José Gonzalo y GUZMÁN SANCHO, Agustín.— ElInstituto de Jovellanos. Gijón, 1994.

SUÁREZ FERNÁNDEZ, Constantino.— Escritores y Artistas Asturianos. Índicebio-bibliográfico. Edición, Adiciones y Epílogo de José María MartínezCachero. Instituto de Estudios Asturianos. Oviedo, 1959.

VIGÓN, Braulio. Asturias: Folklore del mar. Juegos infantiles. Poesía popular.Estudios históricos. Prólogo de Ana María Vigón. Nota editorial de EmilioMarcos Vallaure. Biblioteca Popular Asturiana. Oviedo, 1980.

427

Page 427: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido
Page 428: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

ÍNDICE

Capítulo 1. Nacimiento, nombre, linaje y magisterio 1.— Una familia vinculada a Jovellanos .............................................. 152.— Niño sordo .................................................................................... 243.— Los Montsoriú ................................................................................264.— Las primeras publicaciones en prensa .......................................... 315.— El magisterio de Juan Junquera Huergo ...................................... 34

Capítulo 2. Los primeros afanes de un jovellanista 1.— El “santo grial” jovellanista ......................................................... 432.— Interesando a los sabios ................................................................ 473.— Somoza y Menéndez Pelayo ......................................................... 50

Capítulo 3. La Quintana 1.— El espíritu romántico .................................................................... 612.— Lazos de amistad ........................................................................... 623.— La quintana o el rinconín ............................................................. 674.— La primera época ........................................................................... 725.— Segunda época .............................................................................. 806.— El interés por el bable ................................................................... 84

Capítulo 4. Archivero, bibliotecario y periodista 1.— Investigando y polemizando sobre el Instituto ............................. 892.— Los manuscritos del Instituto ........................................................96 3.— Actividad periodística ................................................................... 99

Capítulo 5. La pasión jovellanista 1.— Rescatando del olvido ................................................................. 1092.— Cosiquines de la mió Quintana .................................................. 1103.— Nuevos Datos .............................................................................. 1114.— Las amarguras ............................................................................. 1125.— La estatua de Jovellanos .............................................................. 1186.— Escritos inéditos ......................................................................... 1267.— La exposición regional ................................................................ 1298.— La Esquirpia ............................................................................... 1299.— El Inventario ............................................................................... 131

Capítulo 6. Al fin los Diarios1.— El amigo Fr. Miguélez ................................................................ 1372.— La feliz Navidad de 1891 ............................................................ 1423.— Intento fallido de publicación de los Diarios .............................. 146

Page 429: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

Capítulo 7. La numismática 1.— Las ideas numismáticas de don julio .......................................... 1512.— La amistad con Soto Posada ....................................................... 1543.— Amigos y maestros ..................................................................... 1574.— El contenido de la colección de Somoza ...................................... 1595.— Monedas halladas en Asturias ................................................... 1646.— El final de la colección ................................................................ 168

Capítulo 8. El carácter 1.— La burla de sí mismo .................................................................. 1712.— La sinceridad ante todo ............................................................... 1743.— El carácter asturiano .................................................................. 1754.— Hombre familiar y cariñoso ........................................................ 1815.— Política y Religión ...................................................................... 1846.— Amigo admirado ......................................................................... 1897.— Afán de perfeccionismo ............................................................... 194

Capítulo 9. Las termas romanas 1.— Somoza en escena de la mano de Jovellanos ............................... 1972.— El hallazgo de un laborioso artista ............................................. 1983.— Cuatro faramallas y buscarruidos .............................................. 2024.— Se confirma la importancia de las termas romanas .................... 2075.— Testimonio para la posteridad ..................................................... 2176.— Historiador de Gijón ................................................................... 2187.— Cronista de Gijón ....................................................................... 222

Capítulo 10. Tonel agotado 1.— Las Cartas a Lord Holland ......................................................... 2272.— El Centenario de Jovellanos ........................................................ 2313.— La aportación al Centenario ....................................................... 2354.— La excursión a Puerto de Vega ................................................... 2395.— Otros actos jovellanistas ............................................................. 2416.— La publicación de los Diarios de Jovellanos ............................... 2447.— Lo último sobre Jovellanos .......................................................... 249

Capítulo 11. La batalla de Covadonga 1.— El viejecito testarudo .................................................................. 2532.— La cuestión de Covadonga a final de siglo ................................. 2563.— La estatua de don Pelayo ............................................................ 2594.— Razón y sentimiento ................................................................... 2625.— El ataque ..................................................................................... 2666.— Cronista de Asturias ................................................................... 2697.— La virginidad de Asturias ........................................................... 273

430

Page 430: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Biografía de Julio Somoza

Capítulo 12. Las amarguras de un jovellanista 1.— El bálsamo del trabajo ................................................................. 2772.— El Registro Asturiano ................................................................. 2793.— La Biblioteca Asturiana .............................................................. 2824.— El reconocimiento del Ayuntamiento: la calle ............................ 2865.— La última tragedia ...................................................................... 2916.— Muerte y legado .......................................................................... 293

Apéndices.

I. Relación de los sucesos ocurridos en Río de Janeiro los días28 y 29, con ocasión de las infructuosas tentativas realizadaspor la Señora Infanta doña Carlota Joaquina .............................. 303

II. Listado de personajes que habrían de formar el conjuntode la obra Glorias Nacionales. Apuntes biográficos ......................... 307

III. Escritura otorgada para la publicación de los Diarios deJovellanos ........................................................................................... 313

IV. Cartas ........................................................................................ 317

V. Portadilla .................................................................................... 373

VI. Apuntes de un gijonés aburrido empadronado en el censocon el número 30.512 (o instrucciones secretas para ir a la casadel pueblo) ........................................................................................ 381

Bibliografía .................................................................................................... 421

431

Page 431: 1ª EDICIÓN: NOVIEMBRE 2001 - · PDF filesiendo bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro con los nombres de Julio, Raimundo y Víctor. Su familia paterna era ... había nacido

Agustín Guzmán Sancho

432