13
l CAPíTULO II FAMILIA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 1. GENERALIDADES Es posible definir la violencia familiar como toda mane- ra o modalidad de abuso, que tiene lugar entre los miembros de la familia, fincando la interrelación y su consecuente diná- mica, en esa forma, que termina por exceso u omisión, menos- cabando, y siendo inclusive lesiva, de los desarrollos psicoló- gicos,vitales y para la propia autodeterminación (libertad) de alguno o algunos de sus miembros. En su mismo concepto,violencia implica -necesaria- mente- la idea de un desequilibrio en el uso del poder que, con respecto a los niños (miembros más débiles e indefensos del núcleo), los afecta en el estadía de su curso evolutivo, más sensible de desarrollo, incidiendo, justamente, en la etapa donde se estructura la personalidad. Tanto la palabra poder, como la situación de indefensión, aquí son fundamentales de tener en cuenta, para la adecuada comprensión de la temáti- ca, pues, lógicamente, aquella protección y cobijo que esen- cialmente necesita el menor, debe provenir de la familia, y si ella no se la brinda, de ningún otro sitio la conseguirá.

1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

l

CAPíTULO IIFAMILIA, VIOLENCIAY ABUSO SEXUAL

1. GENERALIDADES

Es posible definir la violencia familiar como toda mane-ra o modalidad de abuso, que tiene lugar entre los miembrosde la familia, fincando la interrelación y su consecuente diná-mica, en esa forma, que termina por exceso u omisión, menos-cabando, y siendo inclusive lesiva, de los desarrollos psicoló-gicos, vitales y para la propia autodeterminación (libertad) dealguno o algunos de sus miembros.

En su mismo concepto, violencia implica -necesaria-mente- la idea de un desequilibrio en el uso del poder que,con respecto a los niños (miembros más débiles e indefensosdel núcleo), los afecta en el estadía de su curso evolutivo, mássensible de desarrollo, incidiendo, justamente, en la etapadonde se estructura la personalidad. Tanto la palabra poder,como la situación de indefensión, aquí son fundamentales detener en cuenta, para la adecuada comprensión de la temáti-ca, pues, lógicamente, aquella protección y cobijo que esen-cialmente necesita el menor, debe provenir de la familia, y siella no se la brinda, de ningún otro sitio la conseguirá.

Page 2: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

92 DELITOS SEXUALES SOBRE MENORES FAMILIA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 93

La familia, desde un punto de vista acotado, y algo utili-tarista, como institución social, sirve para preparar a sus in-dividuos jóvenes, para su futura inserción en la sociedad. Ensu interior, se vivencia n las experiencias básicas de la vida derelación, y por tanto, si en la misma existen fallas o déficit, di-cho aprendizaje pecará de idénticas falencias, que pueden lle-gar a comprometer y marcar el devenir vital del sujeto queallí es criado.

Todos sabemos, sin necesidad de acudir a explicacióncientífica alguna, lo que son las huellas y recuerdos imborra-bles de la infancia; para muchos, el bagaje estará repleto dememoraciones felices, pero también para muchos otros, des-graciadamente, los recuerdos seguirán un curso doloroso.

Clásicamente, la violencia familiar admite los siguientesmodos de despliegue y manifestación:

a) Por exceso: maltrato físico y abuso sexual.

b) Por omisión: abandono físico y/o emocional.

Consideramos esencial la inclusión de este apartado enel contexto del trabajo, pues más allá de la multiplicidad decasos en que el abuso sexual ocurre en el entorno de la fami-lia, cometidos por progenitores, parejas o allegados, su consi-deración específica aparece insoslayable al abordar el genéri-co aspecto del abuso de la infancia, por cuanto en este tipo deentornos, tanto puede derivar en episodios de violencia física,agresiones sexuales, como en la creación del campo propiciopara el despliegue de ulterioridades, como 10 son la prostitu-.ción infantil, la trata de personas y la prestación de menorespara actividades de obtención de material pornográfico.

Cabe tener presente que la ley 12.569 de violencia fami-liar de nuestra provincia, define este flagelo en crecimientoindicando que "se entenderá por violencia familiar, toda ac-ción, omisión, abuso, que afecte la integridad física, psíquica,moral, sexual y/o la libertad de una persona en el ámbito delgrupo familiar, aunque no se configure delito". La norma no

distingue en relación con el causante rango alguno de sexo,edad o posición dentro del grupo, siendo ello un acierto anteJa enorme variedad de situaciones posibles de maltrato quepueden darse en el núcleo primario.

Ésta suele ser una forma O comportamiento de precrimi-nalidad, que asume en general una intensidad creciente enpoco tiempo, espiral ascendente que deriva en auténticos ac-tos de agresión y violencia física, siendo observable y verifica-ble el sendero seguido por el violento que comienza con unproceso de humillaciones, ataques verbales, vejaciones, aban-dono afectivo y de cuidados, apareciendo enfermiza su acti-tud, sin tolerancia y dispuesto a la afrenta ante la mínima co-sa. Tras esta primera etapa, y sin abandono de la misma,avanzará con el despliegue de fuerza física, golpes y actos le-sivos de la más variada índole, en la cual no es infrecuente laviolencia sexual. Allí se potenciará el proceso de aislamientode quien la sufre, que de manera paulatina ve afectada su au-toestima, sintiendo vergüenza de su situación ante los otros.No son extrañas en esta dinámica las periódicas actitudes dearrepentimiento por parte del golpeador, que ante la irrup-ción de alguna alternativa que cause su disgusto, a pesar desus promesas, irrumpe nuevamente con violencia, en generalcada vez en mayor escala.

.En esta escena, no patrimonio de clase social o estamen-to alguno, el idioma violento puede traducirse como se dijeray se dirá, en abuso sexual contra los miembros sometidos delconjunto familiar. Todo abuso sexual, más allá del carácter es-pecífico de la víctima, es esencialmente un acto de violencia,pura y primitiva.

Surge por demás evidente que intentar un acercamientoa la comprensión de los mecanismos y resortes que gobiernana la mente humana y desencadenan los comportamientos quese exteriorizan, no es una tarea senci11a,y que arroje resulta-dos irrefutables en aquello que no sea eminentemente enparte eléctrico, químico o fisiológico, y aun allí incluso conmuchas limitaciones y grandes incógnitas. Lo irrepetible decada persona en consonancia con su libre albedrío, como cali-

Page 3: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

94 DELITOS SEXUALES SOBRE MENORES

rFA~JLlA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 95

dad del ser humano, así encuentra uno de sus más perfectoselementos definitorios, resultando por ello dificultoso estable-cer reglas o siquiera facetas generales que asomen siquieracomomedianamente categóricas.

El psiquismo sigue siendo a pesar de los notables avan-ces de la ciencia moderna un territorio en gran parte desco-nocido del cual como los antiguos descubridores hispanos ylusitanos, apenas conocemos sus costas y accidentes másnotables y visibles. Las respuestas que en ocasiones preten-demos seguramente se hallarán en lo más profundo de esaextensión, imbricadas en el alma, y también en lo innato yatávico en cuanto al posible manejo de principios o ideas decorte ético y gregario, amén de aquello que implica el instin-to de conservación. En ese desconocido continente oculto deigual modo se encontraran las raíces de la violencia y su prin-cipal nutriente, la agresividad.

Sin embargo algunos emergentes particulares en deter-minadas situaciones y conductas permiten extraer considera-ciones o pautas, que si bien lejos estarán de poder conside-rarse como conclusiones categóricas o reglas como antesseñalara, resultan sumamente interesantes para la profundi-zación de los estudios, que aún bajo la forma y formulación dehipótesis, ayuden en el acercamiento a ese mentado procesode comprensión de la mente del ser humano. La aproximaciónempírica y casuística estimo que hoy aparece como un ins-trumento válido y útil a ese proceso imprescindible en el árealegal, escapando por desborde, pero sin olvido, del esenciallímite de la imputabilidad o imputabilidad como fronteraspara el reproche punitivo o aplicación de medidas de seguri-dad.

y justamente ese tipo de relevamiento y análisis surgidode la comparación de situaciones y casos, valoración de histo-rias de vida, admisiones, confesiones e incluso negativasaportadas por los infractores de tal y de tan especiales ilici-tudes como lo son las tratadas en estos escritos, será útil, enuna labor apriorísticamente sujeta a críticas y falencias,donde resultará imposible evitar incluir cierta impronta sub-

jetiva entendiendo, que a pesar de ello, servirá para la mar-cación y puesta de resalto de ciertos componentes que emer-gen como auténticos comunes denominadores. Conocerlos,saber de su existencia, asoma como una herramienta poten-cialmente eficaz, no sólo al puntual y ya mentado procesocomprensivo, sino también para la posible tarea de búsquedaa fin de incidir en esas razones o en ocasiones causas o cir-cunstancias que parecen ser tales.

al Violencia familiar: aproximacwn a su origen.-Resulta siempre complicado el definir algunas palabras, enespecial aquellas que más habitualmente se utilizan y conello mayor laxitud poseen en el lenguaje cotidiano, pues apa-recen significando objetos o comportamientos por demás disÍ-miles a poco de ser examinados. Estimo ocurre esto último,entre muchos otros casos, con el término violencia.

Sin embargo, fundamentalmente teniendo en considera-ción el tema central del cual se ocupan estos escritos, aquí eneste entomo de análisis se puede definir la misma indicandoque no sería otra cosa que el uso injusto de la fuerza, sea éstafisica, psicológica o moral, con miras a privar a una persona deun bien al que tiene derecho. Vida, libertad, salud, pensamien-to, incluso se adscriben en la mencionada lista, pero la violen-cia también implica la afectación que tiene en su mira la deimpedir una opción libre a la que el hombre tiene la prerroga-tiva de acceder, u obligarle a hacer lo que es contrarío a su librevoluntad, a sus ideales, a sus intereses. Como primera aclara-ción cabra tener presente que no puede llamarse violencia acualquier uso de la fuerza, si no solamente a un uso injusto quelesione algún derecho, o cuanto menos lo restrinja.

Junto a lo indicado, como segunda aclaración, deberátenerse en cuenta que nuestra realidad postmodernista ocomo quiera mejor denominarse, no puede desconocer lasdiversas formas que puede asumir la violencia entre nosotros,la cual aparece en determinadas conductas como muy paten-te y en otras oculta, muchas veces detrás de estructuras, o

Page 4: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

96 DELITOS SF">""UALESSOBRE MENORES }iAMILIA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 97

anónimas figuras, las cuales la hace más difícil de descifrar ycombatir. En efecto hoy asistimos a la configuración de accio-nes, establecimiento de ideas que incluso son presentadascomo antagónicas a la violencia que en realidad encierran lamisma (normas regulatorias de natalidad, pena accesoria decastración química, por solo dar dos ejemplos), junto tambiéna diversas conductas y costumbres donde la misma aparecelarvada. Se llega también al extremo de presentarla comouna forma de cultura.

En este campo la violencia doméstica es un auténticomal social, una realidad que no puede ser desconocida ninegada, generadora a su vez de problemáticas que teniendoen la misma su ojo de espiral se expanden y de manera noci-va afectan a sus participes comprometiendo su presente y sufuturo, imprimiendo a fuego en los mismos una serie de com-portamientos y posicionamientos de vida (cón la consecuentevisión del semejante) que formara parte de la herencia quedejaran a su progenie. Esa violencia oculta tras los muros, enocasiones intenta minimizarse en cuanto a su potencialidaddañina adjetivándola como tra.dición, como algo si bien cen-surable prácticamente históricamente innato al hombre y asu primario grupo de pertenencia, una cosa que admite gra-dos, y cuando no hay una importante intensidad el cachetazoo el insulto hiriente deviene en algo esperable y hasta típico.Disciplina, predominio del rol paterno, idea del capitán únicopara ese barco que sena la familia, son aditamentos justifi-catorios para su despliegue, confundiendo autoridad y guía,con autoritarismo. La violencia doméstica no es más ni menosque un delito, o en su mínima expresión el comienzo de unsendero que transitando inicialmente la senda de la predelic-tualidad generalmente no cesara en su incremento, retroali-mentándose, y donde el abuso sexual infantil y otras formasde explotación de menores, lejos esta de la infrecuencia, vis-tiéndose la violencia con ropajes y apariencias que en muchoscasos, como señaláramos en una primaria visión no apareceráposible de llamarla de tal modo (tal el caso de la llamadatrata de personas ''blanda'').

Aquí también se observa, en especial reparando en laproblemática de la explotación de la nii'iez en todas sus for-mas, los íntimos lazos que se estableéen entre la violencia yel ejercicio del poder, apareciendo términos como sugestión,convencimiento, engaño como máscaras, afín de ocultar dichaun'ión.

b) La. a.gresivida.d .y la. violencia..- El psiquiatrafrancés Christian Zaczyk es muy didáctico al explicar la difi-cultad existente para lograr una aproximación, medianamen-te precisa, al significado del término agresividad. Usualmentese rotula así a la persona, por ejemplo, que es antipática, mal-vada, que quiere hacer dai'io o que es violenta. De tal modoprácticamente se identifica dicho término con conceptos como'por ejemplo violencia, usándose en muchos casos de modoindiferenciado, o solo reparando en que la primera sería unaespecie de precursor o principal componente de la segunda,idea que, como se verá, no parece desacertada '.

En efecto la palabra agresividad no admite un conceptoúnico, ni tampoco simple. Si cabe decir por ello con propiedadque, en la actualidad, no existe una definición satisfactoriaque de forma universal acepte de la misma la comunidadcientífica.

En tal camino y como podrá verse, con la misma se indi-ca o habla de un auténtico instinto, una tendencia o disposi-ción para actuar de forma hostil o a veces bajo el ropaje deuna actitud de corte defensivo. Aparece en el lenguaje que eltérmino hostilidad también usado en las defmiciones, asomacomo más amplio y difuso, englobando a la irritabilidad, lanegativa de cooperación, en definitiva a conductas de corteoposicionista. Junto a ello, como mencionara, la palabra vio-lencia también en ocasiones se la identifica Concasos de agre-sión extrema entre seres humanos.

1 Zaczyk. Christian, La Agresividad, Paidos Iberica S.A., Barcelona.España, 2002.

Page 5: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

98 DELITOS SEXUALES SOBRE l\.1ENORES J<AMtLIA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 99

M.as en búsqueda de una mayor comprensión, acorde aeste trabajo limitado a establecer los nexos en el trípticoagresividad-violencia-abuso sexual infantil, cabe anticiparque la mentada equivalencia perfecta ciertamente no existe,apareciendo la violencia y la posible acción consecuente, pro-ducto o derivación de la agresividad (ya que como se indica-ra, ésta en determinada medida es útil y hasta esencial a lavida). De allí la importancia que asignamos a dedicar unbreve comentario sobre este aspecto que tanta injerenciatiene en los casos de abuso sexual tanto a mayores como amenores, pues forma parte el citado componente de la esenciamisma de este tipo de aftentas. Todo abuso sexual infantil esun acto de poder por completo ilegítimo y que en muchas oca-siones asume abiertamente un papel agresivo y por tanto vio-lento, desde su misma y profunda esencia, aun cuando en suexterioridad se presente en un inicio o bajo una primariamirada como seducción o sin rastros delatores del uso de fuer-za, aquella siempre esta presente y expectante.

Agresividad proviene del latín agredire, que significaandar hacia, raíz que implica la idea de una tendencia, enten-diendo ésta como la fuerza que orienta a alguien ha determi-nado fin, y justamente el término tendencia es el que comien-za a perfilar el posible concepto de agresividad,particularmente en el aspecto que aquí interesa.

Sin olvidar la mencionada dificultad para llegar a unadefinición aceptable por todos, puede decirse que la agresivi-dad (muy estudiada dentro del reino animal) se caracterizacomo, "la tendencia general de la vida humana y animal asometer al semejante y atacar al extraño". Desde lo eminen-temente psicológico puede indicarse que la misma terminasiendo un trastorno del carácter, temporal o permanente, quecomporta brus'luedad, hostilidad en la relación con el otro, asícomo una inclinación o búsqueda del enfrentamiento. Estamanera de comportamiento o conducta, que también podríaaparecer bajo los términos de hostil o amenazante para símismo, para otras personas e incluso objetos, puede presen-tarse de distintas maneras. Así habrá agresividad verbal en, '

caso de las amenazas insultos o actos de desprecio, física con-tra objetos o prójimos, también admitiendo la faceta de autoagresividad, existiendo y de manera marcada en los estudiosde la misma la vertiente sexual.

Como se verá el comportamiento agresivo aparece hete-rogéneo, y sería el resultante de la interacción de factoresgenéticos, biológicos, sociales y culturales, como en generalhoy lo admite la ciencia psiquiatrica.

Palabras como instintivo, innato, en ocasiones ingober-nable y en otra dominable, hablándose hasta de la posibilidadde ser educada dicha tendencia, amén de aparecer como géne-sis de la violencia son representaciones mentales que sin for-zamiento afloran al detenernos y analizar dicho término.

En efecto, el etólogo Konrad Lorenz incluye a la agresi-vidad entre los cuatro grandes instintos que gobiernan elreino animal, junto al de la alimentación, la reproducción y lafuga como respuesta al miedo.

Otros científicos en cambio estiman que la agresividadvendría dada por el contexto y esta no sería otra cosa que unarespuesta a determinado entomo.

Modernamente la investigación centró la búsqueda deesta faceta humana en el universo de la genética y los cro-mosomas trabajando sobre muestras biológicas obtenidas decriminales violentos, poniendo el énfasis en la transmisiónhereditaria. A pesar de lo atrayente del planteo, y los avancesconexos que dichas investigaciones alcanzaron, la tesis quebusca el cromosoma criminal o violento no ha dado al día dehoy resultados que no sean refutables.

El estado actual de los estudios, como ya lo mencionara,no permite alcanzar una respuesta concluyente en cuanto alorigen y la génesis de esta tendencia tanto humana como ani-mal, apareciendo elementos que lejo's de excluirse parecencomo complementarios, ya que en la agresividad se ven con-jugados parámetros instintivos y también otros, adquiridosen el devenir vital que, como catalizadores o incentivadoresencienden y agigantan dicha tendencia.

Mas lo hasta aquí expuesto, de modo por demás sintéti-

Page 6: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

100 DELITOS SEAI)ALES SOBRE MENORES FAMILIA, VIOLENCIA y ADUSO SEXUAL 101

co parece indicar que la agresividad sólo develaría un aspec-to negativo para la persona humana, afirmación que sólo enparte es aceptable.

El ya mencionado científico Konrad Lorenz, quien fuerapremio Nobel de medicina y fisiología en 1973, gran parte desus estudios los ha centrado en el comportamiento animal,donde el tratado componente juega un rol primordial en todaslas especies.

En dicho ámbito de estudio pudo establecer que la agre-sividad verificada en diversas especies, en especial aquellasque adoptan una existencia grupal, cumple básicamentetres importantes funciones: una función de protección terri-torial o ecológica, repartiendo las especies entre espacios devida y alimentación. Una función protectiva para la procre-ación, estableciendo que miembros de la especie, aparecenmás aptos para la reproducción. Y por último una función deestablecimiento de jerarquías, propiciando una organizaciónentre los miembros, con clara incidencia en procesos como lacaza, la alimentación y como antes mencionara la reproduc-ción con la nota característica del mantenimiento de lastres.

Sin más, estas consideraciones de análisis no pueden sertransportadas al ser humano pues la capacidad racional, laexistencia del lenguaje y comunicación, amen de la libertad olibre albedrío, otorgan a esas funciones connotaciones pordemás específicas. En el hombre primitivo, por ejemplo, apre-ciando su vida y costumbres, las mentadas tres funciones dela agresividad asumen una importancia notable, apareciendopatentizada en las recreaciones de vida social que de los mis-mos hoy la ciencia realiza. Empero en el hombre ilustrado dehoy poder establecer qué función cumpliría la agresividad,que no sea apelando a la faz más negativa, aparece complejode ser pasible de una respuesta sencilla. "Lorenz indica quenosotros los hombres de hoy somos el auténtico eslabón per-dido, tanto tiempo buscado, entre el animal y el hombreauténticamente humano, frase que de cierta forma ilustrasobre la permanencia de gran parte de dicha agresividad ani-

mal asomando como instintiva y por otro lado la existencia derecursos para poder dominar esa energía.

Mas esa sensación de tranquila evolución que surge dedicho pensamiento también posee su contracara, al apreciarque esos mismos mecanismos que potencialmente fungiríacomo diques para la agresión, en muchas ocasiones potencianla misma, desbordando inCluso el comportamiento animalmás salvaje. Así, el animal matará o lesionará ante alguno delos estímulos a que antes se ha hecho referencia, tales comoel hambre, la conservación del hábitat, el miedo, etc., emperoel hombre lo hace sin necesidad de que algunos de estos suce-sos ocurra, no encontrándose una explicación clara para laexplosión de tal violencia letal.

La gran discusión por ello sigue siendo en la actualidadcual es la auténtica función y utilidad de la agresividad en elhombre actual y si la misma es pasible de manejo con abs-tención de los propios frenos para la misma que pueda usu-fructuar la persona. Se acepta de modo pacifico e innegableque para el hombre la agresividad es inherente al propio ser,y aparece como un componente necesario para crecer, sobre-vivir, vencer obstáculos, es decir formando parte de esa fuer-za interior que en determinados escenarios nada tendría decensurable. Esta interpretación lineal en cierto modo confun-de agresividad con voluntad.

Mas de este breve comentario por demás parcelario esti-mo oportuno rescatar la característica defmitoria de la agre-sividad en su faz claramente negativa expresada en términosde someter al semejante, es decir posicionarse en un grado deprevalencia y ejercicio de poder sobre el prójimo, faceta siem-pre presente en los casos de abuso y explotación sexual infan-til, y sobremanera en el ejercicio de la violencia domestica.

En especial la sociología, hoy posee como uno de susprincipales temas de agenda el examen y estudio de las múl-tiples causas y razones por las cuales la sociedad se ha vuel-to cada día más violenta (entendiendo lo social como unasumatoria de actitudes y pensamientos individuales), desta-cando en ese múltiple contexto de afluentes a varios los pro-

Page 7: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

102 DELITOS SE}''UAL&C) SOBRE MENORES }'-AMILlA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 103

blemas que la propia realidad de continuo presenta. En espe-cial, se indican como principales ingredientes:

1) Lo innegable que resulta en el hoy la pérdida de valo-res, habiéndose abandonado aquellos que alios atrás eranauténticas referencias (progreso, trabajo, educación, entreuna autentica infinidad). Lo anterior ya no tiene fuerza nivigencia, y aquellos seudo valores que hoy aparecen, aún noestán suficientemente solidificados e inclusive aceptados. Lasvivencias y experiencias del pasado parecen ya no servir, perotampoco han sido suplantadas, por esa mentada idea de faltade compromisos personales y sociales que implica justamen-te adaptar el comportamiento a ciertos siquiera mínimosestándares.

Así, por ejemplo, puede a primera vista parecer antipáti-co hablar por estos tiempos de miedo o temor a la. ley, puesasoma como una expresión del pasado y que retrotrae a lasociedad a estadios superados, donde las normas de los hom-bres aun poseían una seudo autoridad superior derivada dedeidades que se comunicaban mediante mandatos inflexiblese imbuidos de cierto misterio y fuerza irrefrenable, y dondeese sentimiento era inescindible de dicho concepto. Mucho adebido avanzar la humanidad para despojarse de esas ideasabsolutistas, irracionales y en gran medida mantenidas con-venientemente ex profeso por sectores elitistas, para alcanzara entender que a la ley no se la debe temer sino respetar ycumplir, no por ser el deseo de los dioses, sino por entendersecomo el mejor modo de alcanzar la paz social, representadaen una convivencia donde los comportamientos esperables yapegados a principios que contienen un mínimo de eticidaddeberían ser los usuales, lo que permite apreciar la existenciade los demás como iguales y por tanto merecedores de idénti-cas prerrogativas. Ese tránsito de ideas innegablemente esaprendido, no es innato y por ello requiere un lento procesoformativo desde las iniciales etapas de la infancia, tanto porparte del núcleo primario familiar como luego a través delperiplo escolar. De no darse esa necesaria educación ese valor

de respeto y de comprensión en cuanto a la importancia de laley podría generar un retroceso importante que haga renacercomo un Fénix aquella concepción de mero temor, que aunapelando al instinto de conservación permitiría que la normacontinuase cumpliendo su finalidad ultima, reiteramos, apesar del no querido camino para lograrlo. Empero, ¿quésucede cuando ni lo uno ni lo otro ocurre?, el miedo a la leydesaparece, no se la teme ni se la respeta. Por una mera mira-da que se cataloga de desafiante se lesiona gravemente, porun par de zapatillas se incapacita o se mata, el deseo sexualgobierna y se ejerce sin miramientos sea con una hija, vecinao alumno. No se entiende porque no se debe robar si lo quetiene el otro se necesita o simplemente se quiere. Allí la vio-lencia es solo un instrumento, que no tiene significación yaun menos repercusión ética. Ello no es otra cosa que simplesejemplos de la mentada pérdida de valores.

2) íntimamente vinculado con el factor anterior, se hablade una auténtica crisis de autoridad. La idea básica de"orden" parece haber quedado desde hace mucho subvertiday en apariencia incluso anulada. Las jerarquías que antesexistían en la sociedad aparecen eclipsadas, desprestigiadaspor acciones propias y por esa idea de falta de respeto a leyesprimarias. Ello se ve reflejado en el trato que se observa adiario en causas judiciales con respecto a policía y al propioPoder Judicial, donde una mera notificación puede generarinconvenientes de insospechada trascendencia simplementepor el hecho de no aceptarse ningún tipo de autoridad.También ello se ve en la violencia extrema con que algunoshechos ilícitos se ven culminados.

3) Otro de los ingredientes que se suman para explicar elavance de la violencia en nuestra sociedad es sin duda la apa-rición cada vez más clara de rasgos de primitivismo y acultu-ralización, demostrables al observarse que cada vez' más setiende al uso de la fuerza para la solución de cualquier tipode conflicto. Aquel entendimiento, o contrato que implica la

Page 8: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

104 DELITOS SEXUALES SOBRE MENORES FAMILIA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 105

vida en sociedad se diluye y otro idioma toma su lugar. Lasrazones individuales tienden a imponerse, razones que apa-recen incomprensibles para el resto de los semejantes, porqueni siquiera son verbalizadas, abandonándose cada vez más eluso de principios de racionalidad.

4) Por lógica, y también como fuese dicho anteriormente,esta génesis está provocada por la elevación a un grado demagnitud máxima del individualismo, dejando de pensarse ala sociedad como un conjunto orgánico que posee intereses yobjetivos comunes, transformándose simplemente en unasuma de individuos con sus propios y disímiles intereses par-ticulares siempre en pugna, que al enfrentarse a los demáspara hacer valer lo que creen como sus propios derechos, úni-camente pueden hacerlo recurriendo a la fuerza, a la amena-za o a la coacción directa.

Todo ello provoca que desgraciadamente termine siendotomada la violencia como algo natural, que en algunos casosya aparece como invisible, encubierta, al habernos habituado,lo cual también produce que cada vez se sea más insensibleante su despliegue. Lo peor de todo ello es que este tipo deposicionamientos que mucho tienen que ver con operacionespsicológicas subconscientes, por los mecanismos permisivosllevan a aceptar a ese tipo de conductas como algo pseudolegitimo, ya esperable y pertinente en la vida cotidiana, sinllamarnos para nada la atención. El paciente o familiar delmismo que ataca o agrede al médico que lo atiende por guar-dia, la pelea sangrienta en plena calle por un simple roce deautos, los golpes innecesarios para el robo de un par de zapa-tilla o un celular, al multiplicarse, al verse en la crónica dia-ria de continuo;- parecen quitar entidad y real perspectivanegativa a esos comportamientos, que ya parecen haber pasa-do de los excepcional a lo reitero, esperable. La violencia se"naturaliza" y pasa a formar parte de nuestra cotidianeidad.Ello se patentiza en la violencia doméstica tal vez como enningún otro ámbito.

2. RETRATO DE FAMILIA PERMISIVA ANTE LA VIOLENCIA Y FACILI-TADORA DEL ABUSO

La irrupción de la violencia en un grupo familiar poco apoco carcome sus mismos cimientos, para el caso de que estosen algún momento hayan existido, o evita su conformación,imbricando áreas que en una primaria y exterior visión pare-cen invisibles. En efecto la conducta violenta se observa eninfinidad de casos que se encuentra presente desde el mismocomienzo de las relaciones (violencia en el noviazgo), comounespecial aporte que uno o ambos miembros de la pareja incor-poran al núcleo, siendo parte del nocivo trato que se estable-ce, prácticamente como una especial forma de diálogo y comu-nicación.

No al azar hemos usado la palabra cimientos, pues comoesos toscos bloques graníticos que daban sustento a las cate-drales medievales, que luego se verán totalmente cubiertospor mas trabajados y delicados revestimientos, el componen-te tratado se inmiscuye paulatinamente y, tras destruir o irdegradando al grupo humano como tal, desde su mismocomienzo de despliegue, afecta gravemente a sus integrantes,ya aquí desde lo individual, tanto degradando al agredidocomo al agresor. La violencia destruye a la persona a idénticoritmo al que lo hace con el grupo.

La familia, desde la visión de cada sujeto como se indi-cará irá perdiendo los espacios fisicos y de diálogo que podíancompartir, no existen los intercambios normales que se obser-van en una familia, provocándose la falta de contactos inti-mistas, generando procesos de profunda introversión entrelos afectados, mucho mas aún entre los más directos. Estafalta de intimidad y confianza resultará favorecedora para losabusos, en especial en aquello que hace al mantenimiento delsecreto por parte del menor.

En muchas ocasiones, como una forma de autoprotec-ción, cuasi instintiva, el egoísmo, aunque tal vez no sea lamejor de las'palabras para definir el fenómeno, gana al cariñodentro del grupo de víctimas, cada uno se protege como

Page 9: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

2 Patró Hernández, Rosa y Limiñana Gras, Rosa María, Víctimas deviol.encia familiar: Consecuencias psicol6gicas en hijos de mujeres me.ltro.-tadas, Anales de Psicología, 2005, vol. 21.

El abuso sexual infantil intrafamiliar," y mucho máscuando su'perpetrador es una figura parental, es seguramen-te el peor de los maltratos en atención a sus consecuencias,pues suma a todo el daño que ya de por sí tienen este tipo deafrentas, una estafa moral, una traición a los sentimientosmás puros y naturales que posee la esencia humana. La víc-

FAMTLIA, VIOl~ENCIA y ABUSO SEXUAL

tima pierde todo amarre para su vida y evolución, perdiendoespejos y escudos que en un devenir normal deberían acom-pañarla durante toda su vida, aun desde los recuerdos.

Lejos de todo error Irene Intebi considera a estos actoscomo un auténtico "balazo en el psiquismo" del infante, puesnadie que pase por dicha experiencia podrá salir indemne, sinsecuelas o cicatrices. Algo 'quedara perdido, y mucho cam-

. biará en la persona afectada.El Dr. Leonard Shengold es un prestigioso médico del

Instituto Psicoanalítico de la Universidad de Nueva York yprofesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de laUniversidad de la misma ciudad, ha centrado sus estudios enla gravedad y profundidad del trauma que dejan tras de síeste tipo de afrentas describiéndolos como un real "asesinatodel alma", título que da nombre a una de sus principalesobras (SouZ Murder). Sus estudios indican la nociva influen-cia de estas vivencias en el desarrollo de la vida de los niños,junto a la forma en que'en innumerables ocasiones los abusostransforman el siquismo,' comprometiendo el futuro delsufriente.

Hoy existe un palpable consenso mundial en cuanto jus-tamente a las graves consecuencias del abuso y explotacióninfantil, siendo un mero ejemplo de ello las recomendacionesefectuadas recientemente por el Consejo de Europa a sus paí-ses miembros a fin de que apliquen políticas claramente diri-gidas a combatir este flagelo, pero sobre manera a brindar a lasvíctimas una mayor protección y ayuda ante la eventualidadde sufrir hechos de tal índole, junto a la adopción de medidas .educativas tendientes a la prevención de casos (ver Conveniodel Consejo de Europa para la protección de los niños contra laexplotación y el abuso sexual en http://www.coe.int/t/dg3/chil-dren/pdilConventionSexualAbuse_sp. pdf ).

Diversas características aparecen en la generalidad decasos que, estimamos, permiten diagramar la estructura deeste tipo de núcleos, que lejos están de cumplir con aquelmandato social, aunque de base instintiva y biológica, por elcual los padres deben ayudar a crecer a sus hijos, buscando

DELITOS SEXUAl.J<JS SOBRE MENORES

puede, y ello genera no otra cosa que más aislamiento. Lacasuística demuestra que en muchos casos de abuso intrafa-miliar, cuando la afectada en general es la hija mayor, son fre-cuentes los pactos protectivos espontáneos, reactivos y prác-ticamente inconscientes entre hermanos (no dejar sola a lavíctima, dormir en la misma cama), pero cuando las afrentasviolentas o de orden sexual se multiplican entre varias afec-tadas o afectados, las posibilidades a que se de ese especialpanorama de autoaislamiento se acrecientan, de allí a quehiciéramos referencia a la palabra supervivencia. Se aguar-dará, siempre con notable miedo en el alma de los afectadoscomo reacción al dolor y el daño ya padecido, que no sea esanoche la persona elegida por el abusador, abstrayéndose delentorno, tanto que en oportunidades y a pesar de notable pro-miscuidad las víctimas serán los peores testigos de los suce-sos que no los afectan de modo directo.

Oebe entenderse, honestamente 10creo, que la violenciaes un elemento totalmente desequilibrante para el sujetosufriente, pues afecta a un componente absolutamente nece-sario para el adecuado desarrollo de la personalidad delmenor, que no es otro que el sentimiento de seguridad y deconfianza en el mundo y en las personas que 10 rodean.Máxime cuando el agresor es su propio padre, figura centraly de referencia para el niño y la violencia ocurre dentro de supropio hogar, lugar de refugio y protección 2.

106

Page 10: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

108 DELITOS SEAlJALES SOBRE MENORES FAMILlA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 109

que éstos logren y acepten, hasta hacerlos propios, ciertoscomportamientos o conductas de distinta índole, que, como sed'jera, les permitirán una inserción no traumática ni conflic-tiva, en núcleos distintos o mayores (la relación con los otrostrabajo, educación, vida social, etc.). Como principales carac:teres, son dables de destacar los comentados a continuación.

a) Desde y hacia el exterior, se observa al grupo con no-tables signos de aislamiento, poseyendo una escasa comuni-cación con el entorno, aun con respecto a otros familiares oallegados, que no integran el grupo básico. Visto desde dentrode la propia familia, lo externo es vivenciado y sentido comopeligroso, pues su injerencia podría destruir la trama y es-tructura del entendimiento que fue procurado. Intuitivamen-te, se busca alejar a sus miembros de actividades o relacionesque, potencialmente, podrían echar luz sobre aquello que ce-losamente se oculta. El padre que comete incesto, aparecerácomo celoso custodio de sus víctimas, las acompañará en susactividades, tendrá injerencia en relación con sus amistades,y muchas veces obstaculizará el entablamento de relacionessentimentales. Habrá poca participación en actividades quehagan a la educación de los hijos, más allá de lo obligatorio, einclusive, hemos visto casos donde se retacea la atención mé-dica. Como un animal, que intuye el terreno sembrado detrampas, el grupo, guiado por su líder, asume la actitud dehorda primitiva, contactándose con lo de afuera únicamentelo necesario. Efectivamente es un rasgo notable la marcaciónde roles, que más allá de lo que se dirá más adelante, presen-ta la notable influencia y poder de una persona dominanteque -insistimos- de manera por demás instintiva y no ne-cesariamente planificada, ve en ese comportamiento que obli-ga a seguir, el-.pasaporte para la reiteración de los actos ymantenimiento, sobre todo de la situación misma.

b) Cuando el abuso sexual se produce intemamente, enla familia, los roles iniciales y tradicionales se ven trastoca-dos, borrándose las aristas de los lugares del padre-madre-hi-

jos. Ello genera continuas crisis, básicamente de poder, y a fu-turo, un notable desarreglo y aprendizaje de las necesariasherramientas, para que el menor pueda posicionarse en elmundo adulto. Para quien vivenció el incesto, será muy difícilcomprender en su adecuada magnitud, y poder llevar adelan-te el rol de padre o madre, pues no los experimentó ni sintió,de otra forma que no fuera enfermiza O anómala. Bien se di-ce con gran justeza que el hogar es la primera y principal es-cuela. Allí, en su ámbito, la mayoría de la gente pasa granparte de su tiempo, estableciéndose los vínculos, contactos,desacuerdos, vivencias placenteras y displacenteras, desple-gándose los sentimientos y conductas con la naturalidad queotorga el resguardo de lo íntimo.

c) Entre los individuos mayores, será posible rastrear co-mo antecedentes para su conducta, siendo válido para ambosmiembros de la pareja primaria: historias de abandono, mal-trato, abuso sexual, violencia física o -en general- carenciade un ambiente saludable.

d) El abusador sexual, dentro de la familia, de maneranotable, asumirá un papel dominante, de neto corte autorita-rio, imponiendo una rígida disciplina, a fuerza de golpes, ve-jaciones y castigos. Sin embargo, también como constante,suelen verse evidentes distinciones de trato, entre los hijos ohijas, abusados o no sexualmente, recibiendo las primerasprebendas o pseudo privilegios (en cuanto a alimentación,vestimenta, salidas con el abusador, y libertades, dentro de ladinámica de familia, etc.). El sujeto intenta practicar un efi-caz control sobre la vida de los demás. Aparecen como indivi-duos de marcada rigidez, meramente superficial, profunda-mente infelices y solitarios, cerrados, inclusive a manteneramistad con otras personas (conocidos de su trabajo o activi-dad, por ejemplo).

e) Un apartado especial, merecen las características que,genéricamente, suelen presentar las esposas o compañeras

Page 11: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

110 DELITOS SEXUALES SOBRE MENORES FA~JLlA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 111

del abusador sexual, inclusive ellas, posibles víctimas de vio-lencia. Aparecen con marcados rasgos de ser por completo de-pendientes, con tendencia a la depresión, de baja autoestima.Dan la sensación de personas vencidas y entregadas a unarealidad que, seguramente, no quisieron, que no es de su Ín-timo agrado, pero que aceptan y seguirían aceptando. Asoma-rán de los exámenes, puntuales problemas en el área de losafectos, habiendo elegido, en muchos casos, en un punto de suvid~, un curso de comportamiento al que se aferran, no sien-do mfrecuente que, luego de la eclosión judicial del hecho seconviertan en las mejores aliadas del abusador. Portadora~ deuna historia familiar pobre, suelen repetir conductas porellas vividas, al haber padecido abusos en su infancia. Elmentado cambio de roles, entre niña y madre, provocado porel incesto, no las conmueve, apareciendo frías y distantes delo ocurrido, ignorantes de los datos e indicios que tenían antesu~ ojos.Todoello, las lleva a no asumir responsabilidad algu-na sobre lo ocurrido. Se han verificado casos, de auténtica en-trega y facilitación de las propias hijas (puntualmente en ca-sos de concubinato), a fin de no perder al proveedor del grupo,faceta donde asoma con notable claridad, la mencionada ca-racterística de plena dependencia. El abordaje terapéutico se-gún se indica suele ser complicado y de azaroso pronóstico. Lacasuística y seguimiento de casos, demuestra que no es infre-cuente la reiteración de conductas de sometimiento al esta-blecerse nuevas parejas, apareciendo las situaciones nuevascomo auténticos calcos de las pasadas. En medio de una dia-bólica aritmética, los estudios estadísticos demuestran quelas mujeres son el blanco casi exclusivo de los hechos de vio-lencia familiar. El Ministerio de Seguridad de la provincia deBuenos Aires, a través de la Dirección General de Coordina-ción de PolítiG"asde Género, demuestra con sus verificacionesesta realidad. Por ejemplo, en el período marzo-noviembre de2005, se registraron alrededor de 20.000 denuncias por episo-dIOSVIOlentosy abusos (7199 de violencia familiar y 12.361exposiciones civiles, que en su mayoría generalmente encu-bren hechos mas graves); de ellas, unas 18.000, es decir el

900/0, tuvo como víctimas a mujeres. De este modo, la violen-cia familiar aparece en muchos casos como un prolegómeno,un anticipo o aditamento del abuso sexual, para facilitarlo, si-lenciarlo o mantenerlo, comulgando aquél con similares cau-sas y visiones personales por parte de su autor, en cuanto a laidea del prójimo y de su valor individual.

fJ Cabe efectuar un detenimiento en el análisis, reparan-do en el tipo de vínculo que une a la víctima con el autor. Lagran mayoría de los casos, presenta la realidad de una pare-ja penal, conformada como sujeto activo por el padre biológi-co, o el concubina de la madre del niño o niña (la verificaciónempírica de casos demuestra cómo la situación más frecuen-te, la del concubina o padrastro con hija de su esposa o com-pañera). Frente al segundo, la posibilidad del sufriente de re-velarse y buscar ayuda, en cierta medida, es más sencilla,aunque, la actitud, en el caso de la madre, pueda ser tan dis-tante y poco colaborativa, tanto en uno como en otro caso.Empero, frente a la figura del padre natural, el proceso de lavíctima -tanto interno eOlllOexterno- es enormemente máscomplejo. Travesía difícil y azarosa, cuyo coste emocional pue-de llegar a ser muy grande. En efecto, la implicación emocio-nal entre ellos, resulta ser un dato a merituarse y tener siem-pre presente durante el análisis, tanto de la situaciónconcreta en su totalidad, así como también en la puntual in-tervención a través -por ejemplo- de un testimonio o estu-dio pericial. En la psiquis del menor, el o los actos abusivos,aparecerán incongruentes, incompatibles con nada de lo queconoce, viendo, a partir del momento de la afrenta, trastoca-do todo el orden familiar, que hasta entonces pudo y supo per-cibir. La bipolaridad y confusión de sentimientos de amor, ca-riño, respeto, dependencia para la supervivencia, frente alasco, el rencor, el odio, el cambio en la dinámica familiar, todoello en el contexto de una auténtica imposibilidad de mínimacomprensión y manejo, generan una alquimia inestable, queno pocas veces, afectará gravemente la integridad psicológicadel menor abusado.

Page 12: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure

DELITOS SEXUALES SOBRE MENORES FAr\~ILIA, VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL 113

g) Prácticamente, el repaso de casos parece demostrarque el abusador sexual intrafamiliar, reduce o acota su enfer-miza inclinación, exclusivamente a dicho ámbito, pudiendorepetir la conducta con otros miembros de la progenie, perosin salir de dicho núcleo. Seguramente, ello obedece a las ca-racterísticas mencionadas en un comienzo, de este tipo de .fa-milias disfuncionales: comportamiento en horda, visión delexterior como peligroso, y procura del aislamiento. Más alláde lo dicho, la casuística también demuestra que sí puedeexistir reiteración de conducta, ante el cambio de grupos fa-miliares, por parte del padre abusador. Dentro de la familiaviolenta es percibible también la producción de un proceso depaulatina pérdida de ritos familiares, en aquellos casos don-de alguna vez pudieron llegar a instalarse.

h) Característica es también la desaparición o el aban-dono de todo proyecto como familia. A pesar del aislamiento,el grupo pierde inclusive la posibilidad de mantener espacioscompartidos, intercambios normales en una familia, provo-cándose en sus integrantes notables procesos de introver-sión, falta de contacto intimista, aun entre los afectados másdirectos. Sin embargo, son observables muchas veces en gru-pos de hermanos, la formación de especialísimas alianzas yentendimientos básicamente protectivos (no quedarse a so-las con el abusador, dormir en la misma cama, etc.). Se re-crean en los sufrientes, siendo detectable en los estudios, au-ténticos sentimientos estoicos, como negativa derivación dela pasividad.

i) La hija más vulnerable suele ser la mayor, preferenciaque puede estar en directa relación con la posición que aqué-lla ocupa en familias numerosas, coadyuvando al cuidado dehermanos, observándosela como plenamente dependiente yatada a esa situación afectiva fratemal que generalmente, demanera consciente o inconsciente, el abusador utiliza. Sueleescucharse en el relato de estas víctimas, su marcado temor aque sean sus hermanas o hermanos menores, futuras vícti-

mas del padre o padrastro que practica el incesto, que inclu-sive utiliza como amenaza esa posibilidad, para vencer cual-quier resabio de oposición.

j) La ingestión excesiva de alcohol es por demás frecuen-temente encontrada ante el estudio de este tipo de familiasdisfuncionales, variando las cifras de los análisis estadísticos,entre un 25 y un 80% de los totales, disparidad debida a losparámetros bajo los cuales se define el alcoholismo. Pero másallá de los guarismos, el posible efecto desinhibidor para laconducta, y de relajación de costumbres, que trae tras de sí laadicción, resulta coadyuvante y favorecedora.

k) Si bien estas conductas no son patrímonio exclusivo deuna determinada clase social, ciertamente los factores de po-breza e incultura juegan un importante papel. De cómo la mi-seria influye del modo más impensado, da cuenta el hecho deque las denuncias, o mejor expresado, los anoticiamientos deabuso intrafamiliar, que se dan a la luz a raíz de necesitar lavíctima algún tipo de curación o tratamiento en centros de sa-lud públicos (de los cuales sólo un bajo porcentaje llegará alos estrados de la justicia), se incrementan en notable canti-dad durante la época invernal. La causa: los niños pobrescomparten por necesidad la cama de sus padres o padrastros.Hacinamiento, falta de las mínimas condiciones dignas parala vida, todo suma para facilitar la explotación y el abuso. Enefecto, el Hospital de Niños de La Plata, ha hecho públicos al-gunos datos que deben llamar a la reflexión:

1) De los casos que llegan a consulta, sólo el 10% termi-na siendo denunciado formalmente.

2) En la época invernal, la consulta por estos casos se du-plica.

3) En un porcentaje por encima del 77% de los casos, losmismos ocurren en el ámbito intrafamiliar.

Page 13: 1. GENERALIDADES · GENERALIDADES Esposibledefinir ... gar acomprometer ymarcar eldevenir vital del sujeto que allíescriado. Todos sabemos, ... grupo familiar, aunque noseconfigure