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UNIVERSlbAD bE MEXICO 27 Frank Borzage E L e 1N E e f d Y C la,.k Cable en EXlralio cargamento ¡Dan rawo" ma Rtibens y el joven Walter Pidgeon, etcétera; Es en 1927 cuando Borzage, por fin, logra realizar una nueva película a la al- tura de su fama. Se trata de Seventlt heaven (El séptimo cielo), con Janet Gaynor y Charles Farrell. Es verdad que Borzage gana con ella su primer Osear y que la historia, basada en una pieza de Austin Strong, se desarrolla en un Pa- rís improbable, pero pese a ello, ese film parece justificar el elogio de Ada Kyrou, según el cual "Borzage es el más grande poeta de la pareja cinematográfica". Por otra parte, en esta película se esta- blece la preferencia del realizador por un tema fundamental: la lucha del hom- bre para alcanzar la libertad a través del amor. La pareja Gaynor-Farrell apJ- recerá en otras dos cintas de Borzage, St"eet angel (1928) y Lucky stm' (1929). Borzage parece llegar a la plenitud su talento con una película que, como suele ocurrir con todos los buenos films .de Hollywood, enlUsiasma a los euro- peos y desconcierta a los norteameri- canos: The "iver (1928), basada en una novela de Tristan Tuper e interpretada por Charles FalTell y Mary Duncan. "La película de amor m:ís lírica que e ha hecho", según el famoso crítico rran- tadas por la célebre Norma Talmadge, Secrets y The lady (1924), afirman a Borzage como realizador de éxito, pero, pese a ello, no consigue hacer en varios años más que algunos films de regular interés como Lazybones (1925), western interpretado por Buck Jones, Early to wed (1926), con Matt Moore y Za-Su- Pitts, Man-iage license? (1926), con AI- grimas, cada vez que de 10 más hondo del salía la queja: "Tenía aún tanta mUSlca en la cabeza!" Y después de una operación a vida o muerte y acepta- da por él como recurso supremo, único que podría restituirle la actividad crea- dora, se fue de este mundo con el do- l?roso sentimiento, expresado a sus ín- tlm?s, de que todo le había quedado por deCir. Borzage nace en Salt Lake City, Utah, el 23 de junio de 1893. Debuta en el cine como cow-boy en las películas de Thomas H. lnce y dirige, a partir ele 1913, una serie de westnns para la Trian- interpretados por William Desmond Tayler, y para la Universal, interpreta- dos por la cow-girl Texas Guinan. A la vez, funge como asistente de Griffith. Pero el primer film de largo metraje dirigido por Borzage del que tengo refe- rencia es Ashes of desire (1919), al que sigue la obra que de la noche a la ma- ñana lo coloca en la primera fila de los realizadores de Hollywood: Humoresque (1920). Esta película, citada como clá- sica en todas las historias del cine, se ba- sa en una novela de Fannie Hurst que pretende dar cuenta de la vida en una comunidad judía. La interpretan Alma Rubens, Vera Gordon, Gastan Glass v Anna Walleck. Según parece, en Hum¿- resque pueden apreciarse ya algunos de los rasgos distintivos de Borzage: su deli- cadeza, su enorme sentido del detalle y, cosa curiosa en un realizador de 27 años, una suerte de melancolía nostálgica que comunican el tono mismo de la foto- grafía y el juego de unos intérpretes ex- cepcionales. En los años siguientes, Borzage dirige algunos films más sobre obras de Fannie Hurst (The good provider y Back pay, en 1922, The Nth. commandament) en 1923) , así como una película de aventu- ras basadas en James üliver Curwood, The valley 01 silent men. (1922), .con Alma Rubens (actriz favonta del duec- tor) y Lew Cody. Dos películas interpre- Hace pocos meses murió Frank Borzage, uno de los más interesantes y talentosos realizadores que haya dado el cine nor- teamericano. Como es lógico (y esa ló- gica es la que me hace rebelar contra la maldita "actualidad cinematográfi- ca"), nadie se ha preocupado por hacer mención a la obra del cineasta desapare- cido. Heme, pues, tratando de cumplir con un deber mínimo de justicia; armado, sobre todo, de vagos recuerdos y ele refe- rencias ajenas. Sin embargo, esos vagos recuerdos bastan para elar una idea de la personalidad ele Borgaze y, por otra parte, una visión reciente ele Extmíio cargamento y de La historia se hace de noche (que no son de las mejores obras del realizador, ciertamente) me ha per- mitido apreciar algunas instancias básicas de su estilo. Por Emilio GARCÍA RIERA que comenzó haciéndole difícil, cada vez más difícil la composición y que a aque- llas alturas ya se la impedía por com- pleto. y por desgracia para él y para sus amigos, no había caído en la incons- ciencia, sino que, por el contrario, se da- ba cuenta, perfectamente, de su situa- ción. Fue la suya una larga agonía so- portada con asombrosa entereza. Sólo algunos íntimos eran testigos de sus lá-

1 N E - f002.backblazeb2.com · tauro las que hablan como Rosalba, es jecir, no como mujeres modernas, sino como alumnas de Filosofía y Letras: "Cuando miraste mi vientre, noté

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UNIVERSlbAD bE MEXICO27

Frank Borzage

E L e 1 N E

e f d Y Cla,.k Cable en EXlralio cargamento¡Dan rawo"

ma Rtibens y el joven Walter Pidgeon,etcétera;

Es en 1927 cuando Borzage, por fin,logra realizar una nueva película a la al­tura de su fama. Se trata de Seventltheaven (El séptimo cielo), con JanetGaynor y Charles Farrell. Es verdad queBorzage gana con ella su primer Oseary que la historia, basada en una piezade Austin Strong, se desarrolla en un Pa­rís improbable, pero pese a ello, ese filmparece justificar el elogio de Ada Kyrou,según el cual "Borzage es el más grandepoeta de la pareja cinematográfica".Por otra parte, en esta película se esta­blece la preferencia del realizador porun tema fundamental: la lucha del hom­bre para alcanzar la libertad a travésdel amor. La pareja Gaynor-Farrell apJ­recerá en otras dos cintas de Borzage,St"eet angel (1928) y Lucky stm' (1929).

Borzage parece llegar a la plenitudd~ su talento con una película que, comosuele ocurrir con todos los buenos films

.de Hollywood, enlUsiasma a los euro-peos y desconcierta a los norteameri­canos: The "iver (1928), basada en unanovela de Tristan Tuper e interpretadapor Charles FalTell y Mary Duncan."La película de amor m:ís lírica que eha hecho", según el famoso crítico rran-

tadas por la célebre Norma Talmadge,Secrets y The lady (1924), afirman aBorzage como realizador de éxito, pero,pese a ello, no consigue hacer en variosaños más que algunos films de regularinterés como Lazybones (1925), westerninterpretado por Buck Jones, Early towed (1926), con Matt Moore y Za-Su­Pitts, Man-iage license? (1926), con AI-

grimas, cada vez que de 10 más hondodel alm~ ~e salía la queja: "Tenía aúntanta mUSlca en la cabeza!" Y después deuna operación a vida o muerte y acepta­da por él como recurso supremo, únicoque podría restituirle la actividad crea­dora, se fue de este mundo con el do­l?roso sentimiento, expresado a sus ín­tlm?s, de que todo le había quedado pordeCir.

Borzage nace en Salt Lake City, Utah,el 23 de junio de 1893. Debuta en elcine como cow-boy en las películas deThomas H. lnce y dirige, a partir ele1913, una serie de westnns para la Trian­~Ie, interpretados por William DesmondTayler, y para la Universal, interpreta­dos por la cow-girl Texas Guinan. A lavez, funge como asistente de Griffith.

Pero el primer film de largo metrajedirigido por Borzage del que tengo refe­rencia es Ashes of desire (1919), al quesigue la obra que de la noche a la ma­ñana lo coloca en la primera fila de losrealizadores de Hollywood: Humoresque(1920). Esta película, citada como clá­sica en todas las historias del cine, se ba­sa en una novela de Fannie Hurst quepretende dar cuenta de la vida en unacomunidad judía. La interpretan AlmaRubens, Vera Gordon, Gastan Glass vAnna Walleck. Según parece, en Hum¿­resque pueden apreciarse ya algunos delos rasgos distintivos de Borzage: su deli­cadeza, su enorme sentido del detalle y,cosa curiosa en un realizador de 27 años,una suerte de melancolía nostálgica quecomunican el tono mismo de la foto­grafía y el juego de unos intérpretes ex­cepcionales.

En los años siguientes, Borzage dirigealgunos films más sobre obras de FannieHurst (The good provider y Back pay,en 1922, The Nth. commandament) en1923) , así como una película de aventu­ras basadas en James üliver Curwood,The valley 01 silent men. (1922), .conAlma Rubens (actriz favonta del duec­tor) y Lew Cody. Dos películas interpre-

Hace pocos meses murió Frank Borzage,uno de los más interesantes y talentososrealizadores que haya dado el cine nor­teamericano. Como es lógico (y esa ló­gica es la que me hace rebelar contrala maldita "actualidad cinematográfi­ca"), nadie se ha preocupado por hacermención a la obra del cineasta desapare­cido.

Heme, pues, tratando de cumplir conun deber mínimo de justicia; armado,sobre todo, de vagos recuerdos y ele refe­rencias ajenas. Sin embargo, esos vagosrecuerdos bastan para elar una idea dela personalidad ele Borgaze y, por otraparte, una visión reciente ele Extmíiocargamento y de La historia se hace denoche (que no son de las mejores obrasdel realizador, ciertamente) me ha per­mitido apreciar algunas instancias básicasde su estilo.

Por Emilio GARCÍA RIERA

que comenzó haciéndole difícil, cada vezmás difícil la composición y que a aque­llas alturas ya se la impedía por com­pleto. y por desgracia para él y para susamigos, no había caído en la incons­ciencia, sino que, por el contrario, se da­ba cuenta, perfectamente, de su situa­ción. Fue la suya una larga agonía so­portada con asombrosa entereza. Sóloalgunos íntimos eran testigos de sus lá-

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T E A T R O(

Leod; y Mo.onrise (1948), con DaneClark y Ethel Barrymore. Lo que recuer­do de estas películas, que vi al ser estre­nadas en México, no es nada bueno.

Después de Moonrise, Borzage se re­tira de la dirección por varios años. En1957 dirige La muñequita china (Chinadoll) , con Victor Mature, y en 1959The big fisherman, bodrio bíblico inter­pretado por Howard Keel, J ohn Saxony Susan Kohner. En 1960 abandona larealización de La A tlántida, que terminaEdgar G. Ulmer.

Evidentemente, el primero en ser in­fiel a su propia mémoria ha sido elmismo Borzage. Pero de cualquier ma­nera, no. tenemos derecho a olvidar auno de los hombres que en mayor me­dida contribuyeron a crear ese maravi­lloso lenguaje esotérico, hecho de alu­siones y de signos a la vez evidentes y se­cretos, que es el cine, el verdadero cine.

la primera vez que e! Barón entró en sucasa, ella estaba cosiendo en un rincóny él no la vio, etcétera, es un personajede comedia; pero esto a Inc1án no le pasópor la mente. Hay personas que piensanque la farsa es una comedia escrita porun tonto. No es verdad. En este caso, porejemplo, el personaje de Santa-Anna noes una caricatura sangrienta, sino una ca­ricatura torpe. No es cierto que Inclánhaya querido hacer una comedia que lesalió farsa. Ouién sabe qué haya queridohacer, pero le salió una farsa muy mala.Lo que no entiendo es por qué el Depar­tamento Central no se da cuenta de ('ue­ese Santa-Anna sí es un insulto a la dig­nidad nacional, porque un país que eli­gió presidente no sé cuántas veces a Ull

señor así, se merece ... pues no sé ... semerece una obra como la de Inc1án, pro­bablemente.

Carballido se remontó a la antigüedad clá­sica para volver a contarnos e! mito deRosalba y los Llaveros.

En este caso, Rosalba (Teseo). mataa Lázaro (Minotauro), en vez de con­quistarlo y aleccionarlo. Rosalba es el ner­sonaje amante de! aire puro, que abrelas ventanas y arranca las costras de lasheridas, sin importarle que haya dos otres personas que mueran de pulmoníao de dolor; Lázaro es e! mal informadoque vive prisionero en un laberinto deestupidez familiar.

Este paralelo no puede llevarse muylejos, porque de repente resulta confuso.Por ejemplo, son las hermanas del Mino­tauro las que hablan como Rosalba, esjecir, no como mujeres modernas, sinocomo alumnas de Filosofía y Letras:"Cuando miraste mi vientre, noté en tusojos un deseo de sumergirte en él, nocomo un amante, sino como un niño", ouna frase equivalente. Teseo, por su par­te, es más h01nme de monde que Rosalba,pues cuando Ariadna le pregunta si hizoel amor con sus compañeras de viaje, lecontesta: "Las poseí a las siete", y le ex-

Pat ü'Brien y Ruoy Keeler; HeaTts divi­ded (1936), con Marion Davis y DickPowelI; Creen light (1936), con ErrolFlynn; Mannequin, (1937), con JoanCrawfOrd y Spencer Tracy; The shiningIzour (1938), con Joan Crawford, Mar­garet SulIavan, Robert Young y MelvynDouglas, etcétera.

En los años'40 Borzage parece perdertodo su entusiasmo por el cine. Diríaseque por alguna razón oculta, él, que tanbien ha sabido conjugar las exigenciasde los productores con sus propias nece­sidades de expresión, se resigna a conver­tirse en un artesano más. No vale lapena mencionar entre las películas deesta época, sino a título de curiosidad,las tres que realiza para una productoramenor, la Republic: I've always love you(1946), pavoroso melodrama con Philip

Dorn y Catherine McLeod, That's myman (1947), con Don Ameche y la Mc-

Todos somos cándidos

Por Jorge IBARGüENGOITIA

Hay tres razones para escribir una obrade teatro: porque tiene uno algo que de­cir, porque necesita uno garlar dinero yporque los autores, como las gallinas,necesitan poner un huevo de vez en cuan­do para que se sepa que no son estériles.Las dos primeras razones son perfecta­mente válidas, la tercera es inadmisible.

Puesto que las cinco obras de autormexicano que están exhibiéndose actual­mente (Hoy invita la Güera, Teseo,euauhtémoc, 1ntim.as enemigas y N os­otros somos Dios) están haciendo muybuenos pesos, y suponiendo que sus au­tores estén muy necesitados-, todas ellasestán justificadas por la segunda de lasrazones antes mencionadas. Veamos aho­ra qué significan.

A pesar de! título de la obra de Inclán,la Güera no es ni cocotte, ni demi mon­daine, ni invita nada que no sea choco­late, sino una anciana bien conservada,hermana de una marquesa y madre deuna condesa y dos marquesas. ¿ Por quéuna farsa, que en todo caso debiera serpolítica, ha de situarse en e! salón de estepersonaje? ¿ Por qué evitó la Guerra delos Pasteles llevándose... o no lleván­dose a la cama al príncipe no sé cuán­tos? ¿ Por qué la visitaban el obispo ySanta-Anna.? El caso es que entre cho­colate va y chocolate viene, la señoracambia los destinos del país. ¿ Era laGüera amante del obispo, o el obispo eraun fanfarrón? Porque la mitad de loschistes de la obra vienen de que insinúaque ... Además, una señora tan pintores­ca que invita testigos a que la vean parir,y luego deja que le exporten al marido ytiene un affaire con e! ridiculazo del prín­cipe, es digna de más atención de la quele concedió Inc1án; atención psiquiátrica,sobre todo. En cambio, una mujer quetuvo una serie de conversaciones con e!Barón de Humboldt y veinte años des­pués (cuando la Guerra de los Pasteles,precisamente) , no pierde oportunidadpara relatar ... j en tercera persona! cómo

cés Jean-Georges Auriol, acusa una' clarainfluencia del cine alemán de entoncespor la irrealidad de su atmósfera. Esta­mos en la gran época de La aurom y deMurnau, compañero de Borzage en lasfilas de la Fax. Pero, por encima de todQ;The river es un canto apasionado ytriste, una nueva incursión en los te­rrenos del amor entendido como elemen­to de transfiguración.

Llega el cine sonoro y, en los mo­mentos en que muchos "maestros del artemudo" se retiran -y se convierten endirectores de segunda fila, Borzage ol?­tiene un nuevo éxito: Liliom (1930),película basada en la pieza de FerencMolnar e interpretada por Charles Far­rell y Rose Hobart, e incluso, gana po):segunda vez el Oscar, gracias aBad girl(1931), que lleva como actores a los ya

totalmente olvidados Sally Eilers y J a­mes Dunn.

En los años' 30 Borzage realiza un buennúmero de películas que actúan toda­vía en la memoria de los aficionados'de mi generación. Pese a que todas ella:sp:¡recen pertenecer al cine más conve~­

cional de la época, gracias al talento d~

Borzage se convierten en obras no sól9dotadas de valores estéticos poco COml!­nes, sino depositarias de un enorme ya la vez discreto potencial erótico. Así,Young AmeTica (1932), con SpencerTracy y Doris Kenyon, es algo más queun himno de alabanza a la prosperidadamericana; Adiós a las armas (A fa re­well to arms, 1932), con Helen Hayes,Gary Cooper y Adolphe Menjou, no selimita a relatar, como la versiÓin deCharles Vidor, veinte y pico años m,lslarde, las incidencias de la novela deHemingway, sino que trata de profun­dizar en las motivaciones más secretas yallliconvencionales del comportamientode los personajes; Fueros hu.manos(M aJI'S castle, 1933), con Spencer Tracyy LoreHa Young, y la adaptación de unaIlovela de Hans Fallada, ¿Y ahom qu.é?(Little man what now?) , con Margaret

.)uIlavan y Douglas Montgomery, son enel fondo violentas requisitorias contrala sociedad contemporánea, lo mismoque Big áty (1937), con Spencer Tracyy Louise Rainer; Deseo (Desire, 1935)-supervisada por Ernest Lubitsch- yLa historia se hace de noche (Historyis made at night, 1937) llevan a sus úl·timas consecuencias el análisis socialpropuesto por la llamada "comedia ame­ricana"; T¡'es camamdas (Three cbma­md~5, 1938), con Margaret Sullavan,Roben Taylor, Roben Young y Fran­chot Tone, es una película tierna, an­gustiada, quizá superior a la propia obrade Remarque en que se inspira; Extraiioca.rgamento (Strange ca.¡'go, 1939), conJoan Craw[ord y Clark Gable, formal­mente una película de aventuras, es unbuen ejempfo de cine erótico inteligente;The murtal storm (1940), con MargaretSuIlavan, James Stewart y Robert Young,es uno de los mejores films antinazisde la época.

Junto a las películas mencionadas,Borzage dirige otras mucho menos tras­cendentes y más atenidas a las necesi­dades comerciales. Sin embargo, algu­nos de los títulos que se citan a conti­nuació~ quizá puedan suscitar algunanostalgIa: Secrets (1933, 2a. versión), conMary Pickford y Lesl ie Howard, Flirta­lion walk (1934), con Dick Powell,