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TEMA 3-41
1. Relaciones de identidad de significados
Aunque estamos especialmente familiarizados con el concepto de sinonimia, a lo largo
de este tema veremos que hay más relaciones de identidad de significados.
Decimos que cárcel y prisión son sinónimos porque denotan la misma clase de objetos.
Reconocemos sinónimos si una oración es verdadera con una de las palabras y con la
otra: Si he estado en la cárcel he estado en una prisión y viceversa.
¡Ojo con el concepto de palabra! Como insisto a lo largo de las clases, las palabras son
conjuntos de informaciones…
No son “sinónimas” no son, estrictamente hablando, las palabras, sino su denotación o
parte de ella.
Por ejemplo, las palabras no son “idénticas del todo” en su significado porque si usas
dos sinónimos para formar nuevas palabras dan lugar a palabras con significado
distinto:
carcelero/prisionero
Otro ejemplo: las palabras no son idénticas del todo porque se combinan con otras
palabras dando lugar a significados distintos (Recuerda que los asteriscos significan
“no se usa nunca”)
1 Para ampliar información: María Victoria Escandell Vidal, Apuntes de Semántica Léxica, Madrid: UNED.
1. Relaciones de identidad de significados (sinonimia y metáfora)
2. Relaciones de oposición de significados (antonimia, complementariedad, inversión)
3. Relaciones de inclusión de significados (taxonomía, metonimia)
Aceite de oliva/*aceite de aceituna ¿Un tipo de crema?
Vivienda (particular), (envío) a domicilio, morada (del alma)
*morada particular/*envío a vivienda/
Otro ejemplo: el grueso de los sinónimos se distribuye en variedades diferentes del
español (un sinónimo se usa en América (elevador) y otro en España (ascensor) ; un
sinónimo lo usan los jóvenes (salir) y otro los mayores (festejar); un sinónimo se usa
formalmente (suspender) y otro coloquialmente (catear).
A veces realmente hay sinónimos incluso dentro de los propios registros, porque hay
ciertas realidades que son muy salientes y estimulan nuestra creatividad (cogorza,
melopea, tajada, trompa).
La mayor evidencia de que la sinonimia es una propiedad de la denotación de la
palabra y no de la palabra es que es muy frecuente que en una palabra polisémica solo
UNA PARTE de las clases de objetos que denota la palabra sea sinónima con otra.
Denotacion sinónima: Bajar la montaña/Descender la montaña
Denotación NO sinónima (Oraciones ambiguas): El hombre baja/desciende del mono
Hoy hay marea *descendida/baja
Cuestiones para reflexionar:
¿Existe la sinonimia? La respuesta depende de la reflexión sobre el relativismo
lingüístico del tema anterior: si creo que elegir “cárcel” o “prisión” implica que percibo
la realidad de manera diferente, entonces no. Muchos autores asumen el “Principio del
Contraste”, que es una hipótesis más moderada: incluso si dos palabras son,
efectivamente, sinónimas en su origen, al final se irán haciendo diferentes (igual que el
ADN de los gemelos se va haciendo más diferente conforme envejecen).
¿Por qué existe la sinónima? Una respuesta intuitiva, por más que sea ingenua, es que
desconozco/olvido/no me gusta el nombre de una cosa y le pongo otro. También hay
que tener en cuenta el préstamo. Los sinónimos son como las colonias: ya tienes dos o
tres en casa y todas, evidentemente, sirven para lo mismo, pero si cada Navidad te
regalan una nueva, acabas usando una solo para ocasiones especiales, otra para ir al
gimnasio, etc.
¿Para qué sirve? Depende. Si concibo la sinonimia como algo “total”, como un cromo
repetido, pues tiene más bien poca utilidad. Pero si, precisamente, planteo la sinonimia
como una propiedad que hace a las palabras “parcialmente” idénticas, los sinónimos
servirían para hablar de lo mismo con “diferentes” matices (el registro, la combinatoria,
etc.).
Si la polisemia es una propiedad de la denotación de las palabras…
En principio ahorrador y pesetero deberían ser sinónimas, porque denotan “persona
que no gasta” aunque la primera tienen CONNOTACIÓN positiva y la segunda,
negativa.
En principio, los sufijos NO son sinónimos, porque no son palabras, aunque es cierto
que hay diferentes sufijos que crean las mismas clases de palabras:
Agentes: Violinista, cantante, domador
Gentilicios: Americano, aragonés, madrileño
Lugares: Charcutería, recibidor, vecindario
Propiedades: Admiración, insistencia, belleza
Los nombres propios (que NO tienen denotación), y los sintagmas nominales que YA
tienen referencia NO son sinónimos cuando se refieren a lo mismo: son
CORREFERENTES.
Nueva York, la ciudad de los rascacielos, la ciudad que nunca duerme
Las metáforas, como sabemos, crean una relación de identidad entre significados, pero
no convierten a las dos palabras relacionadas en sinónimos. Desde el marco teórico de
la gramática cognitiva, las relaciones de identidad no se establecen entre expresiones
lingüísticas sino entre dominios conceptuales. Ello explica porque podemos identificar
un origen o principio general común a muchas relaciones de identidad entre
expresiones lingüísticas.
Veamos algunos ejemplos.
https://documentcloud.adobe.com/link/track?uri=urn%3Aaaid%3Ascds%3AUS%3A16
b173bb-c9d8-49c4-a21f-61d18fa74fd3
2. Relaciones de oposición de significados
Nuevamente, estamos especialmente familiarizados con el concepto de antonimia, pero
hay más relaciones de oposición de significados.
Desde el punto de vista de su denotación, distinguimos, en este caso, entre:
1. Términos complementarios Tienen un significado que se opone
CATEGÓRICAMENTE, sin grados intermedios.
O eres par o impar, o estás vivo o estás muerto. Si una de las opciones es verdadera, la
otra es necesariamente falsa.
Nuevamente, la denotación de la palabra puede cambiar, y cuando la cambiamos la
palabra puede dejar de ser complementaria con otra (Estar muerto de cansancio no se
opone a estar vivo).
Nuevamente, hay complementarios PARCIALES: día es complementario de noche
porque no se puede ser “de día y de noche” a la vez, pero día cuando significa “todo el
día” INCLUYE a la noche; en esa acepción, día no se opone a noche.
2. Términos antónimos Tienen un significado que se opone
GRADUALMENTE, concebimos estadios “intermedios”, es una oposición
“relativa”, de los valores marcados, variable en función del “CONTEXTO”, lo
que sabemos, a qué nos referimos…
alto vs bajo valiente vs cobarde corto/largo
A diferencia de los complementarios, si NO perteneces a la categoría de “valientes”, NO
necesariamente eres un “cobarde”, y aunque NO seas un cobarde, tampoco eres un
valiente.
3. Términos que se oponen por la “dirección” en la que se “mueven” en una
escala/se produce la acción, etc.
Subir vs bajar comprar vs vender dar vs recibir aprobar vs suspender…
No es exacto decir que subir sea un antónimo de bajar porque no existe un tipo de
“acción” intermedia entre subir y bajar (algo así como “casi subir”), mientras que en los
antónimos si qué existe algo “intermedio” entre alto/bajo (mediano), valiente/cobarde
(¿cauto?), etc.
Hay una cosa que tienes que tener en cuenta: los sinónimos son “reales” en el sentido
de que tú puedes observar si dos cosas son realmente la misma, pero el caso de los
antónimos es mucho más “subjetivo”: ¿Por qué percibimos como “antónimos” rosa y
azul, o como “complementarios” “azúcar y sacarina”, “perro y gato”?
Hay veces que se da una “identidad de significados” por metáfora entre las escalas, y
eso convierte a dos términos en opuestos (aunque no tendrían por qué oponerse)
Por ejemplo, si identificamos por metáfora conceptual la “escala” de limpieza y la
“escala” de la decencia como tener colores +/- saturados:
En tener los dientes negros, negros se opone a limpios.
En tener la mirada sucia, sucia se opone a casta.
Se pueden también tener los dientes amarillos, y pensamientos verdes, etc.
NO SON antónimos ni complementarios otros tipos de oposición de significados, como
la que se consigue con la negación o los cuantificadores. La razón es que en esos casos
no se opone la denotación de las palabras.
Nadie NO es el antónimo de ALGUIEN (son referencias a grupos de “personas” con
diferente cantidad de miembros)
Saltó NO es el complementario de NO SALTÓ (es una referencia a un evento concreto,
pueden haber sucedido muchas cosas alternativas, p.e., puede haber rodeado la valla)
Además, estas oposiciones de significados interactúan de una forma bastante “extraña”:
Todo se opone a nada, pero no todo se opone a algo; mucho se opone a poco, pero no
mucho no se opone a no poco. Siempre se opone a nunca, pero no siempre no se opone
a “no nunca”/nunca jamás.
NO SIEMPRE APRUEBO A TODOS no es igual que NO APRUEBO A TODOS
SIEMPRE
1. Relaciones de inclusión de significados
Son las más rentables para la configuración de significado lingüístico. Podemos
distinguir dos clases relevantes:
2. Hiperonimia. Las relaciones entre una clase o el hiperónimo y los miembros
representativos de dicha clase o los hipónimos (árbol, álamo, cerezo, manzano,
etc.)
3. Meronimia. Las relaciones entre un “todo” y sus “partes” constitutivas (p.e.,
entre coche y volante, frenos, ruedas, etc.).
En principio, la meronimia representa un tipo de relación más “natural”, anclada en la
experiencia. Los olmos no “están” en los árboles, no los podemos “ver”, los troncos sí.
Además, tienen condiciones de entrañamiento inversas: un olmo ES un árbol (aunque
no todos los árboles sean olmos); pero un tronco NO es un árbol, pero, en principio sí
hay árbol, hay tronco.
Tienen una distribución sintáctica completamente diferente. De un árbol no se puede
decir su olmo o El árbol tiene olmos. Sí se puede decir su tronco o Los árboles tienen
troncos.
La hiperonimia está más próxima a las taxonomías, a las clasificaciones científicas, que
implican conocimientos enciclopédicos. Por ejemplo, en la propia lingüística, hay una
relación de hiperonimia entre sustantivo y cada uno de los sustantivos que representan
la categoría. Es una relación de inclusión que se aprende, no intuitiva.
(Eso sí, las relaciones entre palabras y morfemas se conciben en términos de parte-
todo, por eso decimos Los sustantivos tienen género).
Las relaciones de meronimia están mucho más restringidas, y sin embargo, son mucho
más productivas lingüísticamente.
¿Por qué decimos que están restringidas?
No todas las partes son relevantes de todos sus “todos” El pomo de la puerta/*El pomo
de la casa/*El tobillo del pie/El dedo del pie.
La meronimia es muchas veces una relación locativa (continente-contenido), pero las
relaciones locativas esporádicas no son metonímicas (El coche no forma parte del
garaje, pero Zaragoza tiene una catedral, El Pilar, que es SU catedral.
No siempre es fácil determinar si la relación es meronímica
1. Su hijo, padre, tío… ¿Es la familia una “clase” y cada persona un miembro, o es
la familia un todo y cada miembro una parte?
2. ¿Ancho y estrecho son hipónimos de ‘dimensión’ o propiedades constitutivas de
los objetos a los que se atribuyen?¿ ¿Otoño es una estación o una parte del año?
La hiperonimia y la meronimia son, nuevamente, relaciones semánticas que se dan por
la denotación de las palabras. En principio, cuando combinamos un núcleo y un
modificador (coche rojo o coche de juguete, no decimos que coche rojo y coche de
juguete sean hipónimos/clases de coche; lo que estamos precisando es un subtipo de
coche, al que voy a hacer referencia. No estoy cambiando su DENOTACIÓN, sino su
EXTENSIÓN, que es menor que la de coche a secas.
Sin embargo, cuando esto sucede en compuestos (coche escoba, coche de carreras) sí
que hay autores que consideran que coche escoba y coche de carreras son hipónimos
(miembros del hiperónimo VEHÍCULO)
Problema: oro negro, montaña rusa, piel roja o cabello de ángel no son hipónimos de
METALES, ACCIDENTES GEOGRÁFICOS, O PARTES DEL CUERPO.
Los ejemplos de piel roja y cabello de ángel son casos de METONIMIA, que para
formarse implican una relación de inclusión de significados en el que, como hay un
todo que incluye una parte, se usa esa parte para sustituir al todo.
Si digo que María me arañó no puedo decir “Unas uñas me arañaron” porque las uñas
no son una parte lo suficientemente relevante de María como para poder sustituirla.
Pero sí que diría de María que “Tiene unas manos de árbol” para decir que es una
torpe, porque las manos de Máría sí son representativas de su torpeza.
Principales tipos de metonimia:
https://documentcloud.adobe.com/link/track?uri=urn%3Aaaid%3Ascds%3AUS%3
A9fcb52ae-37e4-485c-9368-c0187b9d7c06
2. AMBIGÜEDAD, POLISEMIA Y HOMONIMIA
Polisemia y homonimia son ambos conceptos representan problemas de ambigüedad a
nivel léxico, es decir, nuevamente, ambigüedad desde el punto de vista de su denotación
Este edificio tiene muchas plantas. ‘pisos’ 0 ‘vegetación’
Hay muchos tipos de ambigüedad en el lenguaje:
- Ambigüedad sintáctica
Por segundo día consecutivo modifica a FALLECE
o a FALLECE UNA MUJER DE 103 AÑOS.
- Ambigüedad pragmática
ME se puede referir, como cualquier pronombre, a cualquier hablante.
Lo pilló en la cama con su novia./Su padre lo pilló en la cama con su novia. Tanto el sujeto
como SU pueden hacer referencia a diferentes personas: Pueden ser correferentes en las
oraciones, o referirse a otra persona a la que se alude con la 3ª persona.
Ambigüedad pragmática no-referencial:
¿Tiene usted hora? –Tengo Esa expresión tiene una interpretación literal y una
implícita:“Deme la hora”
Ironía… Todas las ironías son ambiguas: tienen un significado literal, y el contrario.
- Ambigüedad formal
https://twitter.com/maestradepueblo/status/746998681090539520
https://twitter.com/chistesdelengua/status/845167789048455168
Es habitual que la ambigüedad en un nivel cause ambigüedad en otro nivel.
No te he visto bien.
- Ver es polisémico
- Bien modifica a ver o al sujeto
El cerdo de mi tío.
- Cerdo es polisémico
- Tengo un SN con núcleo “Cerdo” o un “falso” SN donde el núcleo es mi tío y cerdo es su
atributo/adjetivo.
Se dan polisemia y homonimia cuando una misma forma lingüística guarda correspondencia
con MÁS de una clase de objetos
Se habla de polisemia cuando se considera que ambos significados están relacionados, forman
parte de la misma entrada léxica, palabra. Los diccionarios los recogen como acepciones.
Se habla de homonimia cuando se considera que ambos significados NO están relacionados, es
decir, son dos entradas léxicas distintas que accidentalmente han confluido en la misma
forma.
Ola y Hola TAMBIÉN son homónimas (aunque no homógrafas)
Desde el punto de vista del cambio, la polisemia se origina por cambios en el
significado de una misma palabra, la homonimia por cambios en la forma de una
palabra que la hacen confluir con otra.
¿Cómo podemos saber si estamos ante una palabra polisémica o ante significados homónimos?
1. Etimología Si los significados descienden de un étimo común, hablamos de
polisemia.
- Asumiendo este criterio, no esperamos que la distinción tenga correlato alguno en la
menta de los hablantes.
2. Asociación Si percibo que los significados están relacionados, hablamos de polisemia.
- Asumiendo este criterio, esperamos que los hablantes puedan diferir en qué palabras
consideran polisémicas y cuáles homónimas.
A veces estos criterios entran en conflicto:
Bolsa nos parece polisémica, pero es homónima.
bolsa1
Del lat. bursa.
1. f. Especie de talega o saco de tela u otro material, que sirve para llevar o guarda
r algo.
2. f. Saco pequeño de cuero en que se echa dinero, y que se ata o cierra.
9. f. Grupo de personas o de cosas que se halla en situación de precariedad o mar
ginalidadrespecto del conjunto social. Bolsa de paro, de marginalidad, de dinero ne
gro.
10. f. Caudal o dinero de una persona. A Juan se le acabó la bolsa.
bolsa2
Del nombre de la familia Van der Bourse, en Brujas.
1. f. Institución económica donde se efectúan transacciones públicas de compra y v
enta devalores, y otras operaciones análogas.
Catarata ‘cascada’ y ‘enfermedad de la vista’ vienen del mismo étimo, pero nos parecen homónimas
- ¿Solo las palabras son polisémicas? ¿Son los sufijos polisémicos?
¿El tocador de señoras? ¡Aquí me tiene! Tocador es ‘agente’ o ‘lugar’
Un debate moderado ‘porque tiene moderador, o porque los que debaten son moderados’
su imprudencia al volante ‘el conductor es temerario, o normalmente no lo es pero un día se
salto un STOP.
Una tortilla francesa ‘hecha en Francia’ o ‘tipo de tortilla’
- ¿Deberían considerarse bajo (nombre, adjetivo y preposición) y presente (adjetivo y
sustantivo) casos de homonimia parcial?
En mi opinión, no: Su significado se relaciona claramente, y tienen el mismo
étimo.
- ¿Solo las “palabras” son polisémicas? ¿Y otras expresiones idiomáticas?
https://twitter.com/OmarEskoCity/status/838156335325851648
- ¿Son las palabras “multifacéticas” polisémicas?
Empezar la película ‘a verla’ ‘a rodarla’
La ambigüedad es una propiedad de las lenguas naturales. Precisamente uno de los problemas
del diseño de tecnologías del habla es que es muy difícil para las máquinas “interpretar”
elementos ambiguos (polisemias, pronombres, dobles sentidos, etc.)
Imagínate que le dices a un ordenador que “entiende” voz humana: “Búscame la práctica 1”.
Como no tengas un documento que se llame o incluya “Práctica 1” en el texto, lo más probable es
que te busque el archivo que has modificado más recientemente. Si a tu compañero de clase le
dices “¡Qué asco de práctica!” va a saber perfectamente a qué práctica te refieres.
- La ambigüedad sintáctica y la homonimia son puramente fortuitas, no motivadas.
- La polisemia puede ser (en parte) un recurso de economía léxica motivado por nuestra
capacidad de identificar parecidos: serviría para poner nombre a cosas que se
relacionan con otras existentes: diente, raíz, ratón, ventana, escritorio, virus, carpeta
Otras formas de ambigüedad léxica:
La vaguedad semántica es cuando una palabra denota una realidad con límites poco
claros/subjetivos. Una palabra vaga no es que no trabaje (es broma). Tampoco es la que
denota distintas clases de objetos (eso es la polisemia): lo que no tenemos claro es qué
clase de objetos denota.
Abrígate, que hace frío. ¿Cuántos grados son frío?
Vamos a ver mi pueblo. ¿Cómo distingo un pueblo de una ciudad en función del
número de habitantes?