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Todos los cohermanos estamos invitados a encerrarnos espiritualmente en una cárcel por un mes, desde el 27 de agosto al 27 de septiembre de 2013. Esto con el propósito de reconocer nuestras fortalezas y debilidades, nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestros ideales y nuestras indiferencias, nuestro entusiasmo y pesimismo. Este encierro exige darle espacio al Señor en nuestra vida. Se logra:

- fortaleciendo los momentos de oración (vivencia de la Eucaristía, lectura de la

Palabra de Dios, visita al Santísimo, santo rosario); - revisando con humildad nuestra situación ante el Señor y ante

la Comunidad; - privándonos de algo no necesario para nuestra vida diaria

(mortificación de los sentidos); con el propósito de purificar nuestra vida cristiana y religiosa de esos obstáculos que nos impiden vivir una auténtica, plena y generosa consagración al Señor. Para el 26 de septiembre, recordémonos: “Guarden ayuno también la vigilia de las solemnidades del Fundador y de María Madre de los huérfanos” (CCRR 63).

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1ª Semana: agosto 27 a 02 de septiembre Signo: las cadenas. P El Señor, que nos ha reunido como hermanos en su nombre, esté con todos vosotros. T Y con tu espíritu.

¿Quién soy yo?

“Con amor eterno te he amado” (Jr 31, 3).

Tema: ¿Cuáles son mis cadenas que me tienen atado? El Señor me ha pensado, me ha amado, tiene un proyecto preciso sobre mí. Tengo que descubrirlo. Lectura del Profeta Jeremías 1, 4-5.17-19 En los días de Josías, recibí esta palabra del Señor: “Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré; te nombré profeta de las naciones”. Tú cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tenga miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira: yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columnas de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a reyes y príncipes de Judá, frente a sacerdotes y la gente del campo; lucharán contra ti, pero no podrán, porque yo estoy contigo para librarte, -oráculo del Señor-. Palabra de Dios.

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Salmo 70 R/ SEÑOR, TU ERES MI ROCA DE REFUGIO. A Ti, Señor, me acojo: / no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, / inclina a mí tu oído, y sálvame. Sé tú mi roca de refugio, / el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú, / Dios mío, líbrame de la mano perversa. Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza / y mi confianza, Señor, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, / en el seno materno, tú me sostenías. Mi boca contará tu auxilio, / y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud / y hasta hoy relato tus maravillas. Del Evangelio según san Juan 10, 27-30 En aquel tiempo, dijo Jesús: “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno. Palabra del Señor Jesús. Reflexión compartida. Invocaciones Oh buen Jesús, gracias por el don de la vida, ayúdanos a valorar este don tuyo y a emplearlo conforme a tu voluntad.

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Oh buen Jesús, gracias por habernos hecho cristianos, ayúdanos a ser cristianos luz del mundo y sal de la tierra. Oh buen Jesús, gracias por habernos elegido como discípulos tuyos, ayúdanos a vivir con renovado entusiasmo nuestra entrega a Tí. Oh buen Jesús, gracias por llamarnos a ser mensajeros de tu perdón, ayúdanos a ser testigos de amor y misericordia. Oh buen Jesús, gracias por servirte en nuestros hermanos más pobres, ayúdanos a reconocer tu rostro en cada uno de ellos. Oh buen Jesús, gracias por las maravillas que Tú estás obrando en nosotros, ayúdanos a responder a tu amor a ejemplo de san Jerónimo Emiliani. Oh buen Jesús, Tú que has prometido el paraíso a tus discípulos, acoge en tu reino a nuestros cohermanos difuntos. Oh buen Jesús, gracias por habernos dado a tu Madre como madre nuestra; ayúdanos a amarla y a invocarla a ejemplo tuyo. Propósito: Es bueno que la Comunidad tome un compromiso común para esta semana Saludo de paz. Bendición: Por la intercesión de María Madre de los huérfanos y de san Jerónimo Emiliani, el Señor nos bendiga, nos proteja y nos conceda la vida eterna. Amén.

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2ª Semana: septiembre 03 a 09 Signo: altar de la Biblia. P El Señor, que rompe las cadenas de quienes los invocan, esté con todos vosotros. T Y con tu espíritu.

Estoy decidido a romper mis cadenas. “Te he llamado por tu nombre. Tú eres mío” (Is 43,1). Tema: ¿Cómo romperé las cadenas? ¿Cuáles son mis elecciones? Lectura del libro de Isaías 35, 16a.10 El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, Florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano la belleza del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, Decid a los cobardes de corazón: sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite. Viene en persona, resarcirá y os salvará. Se despejarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, Saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará, Y volverán los rescatados del Señor. Vendrá a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua, siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán. Palabra de Dios.

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Salmo 145 R/ VEN, SEÑOR, A SALVARNOS. El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente / hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos. / El Señor liberta a los cautivos. El Señor abre los ojos al ciego, / el Señor endereza a los que ya se doblan. El Señor ama a los justos, / el Señor guarda a los peregrinos. Sustenta al huérfano y a la viuda / y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente; / tu Dios, Sión, de edad en edad. Lectura del Evangelio según san Juan 3, 16-18 En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios”. Palabra del Señor. Reflexión compartida Invocaciones Oh Jesús, a quien invocamos como el Dulcísimo Jesús, no seas mi juez, sino mi Salvador. Oh Jesús, Tú que has venido para anunciar la Buena Noticia, concédenos que podamos encontrarte a Ti, meditando tu Palabra.

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Oh Jesús, Tú que has abierto los ojos a los ciegos y los oídos s los sordos, sana nuestra ceguera y sordera espirituales. Oh Jesús, Tú que has salvado a Pedro de hundirse en las aguas, socórrenos para no hundirnos en las aguas del egoísmo y la indiferencia. Oh Jesús, Tú que abrazabas con cariño a los niños,

enséñanos a reconocer tu rostro divino en todo niño y niña. Oh Jesús, Tú que diste un corazón de padre a san Jerónimo Emiliani, concede a todos los religiosos Somascos un corazón semejante al tuyo. Oh Jesús, Tú que has llamado junto a Ti a nuestros cohermanos difuntos, danos la gracia de contemplarte a Ti por toda la eternidad. Oh Jesús, Tú que, desde la cruz, nos confiaste a tu Madre, abre nuestro corazón para aceptarla y amarla como Madre nuestra. Propósito: Es bueno que la Comunidad tome un compromiso común para esta semana Saludo de la paz. Bendición: Por la intercesión de María Madre de los huérfanos y de san Jerónimo Emiliani, el Señor nos bendiga, nos proteja y nos conceda la vida eterna. Amén.

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3ª Semana: septiembre 10 a 16 Signo: Las Constituciones. P El Señor, que ha venido no para condenar, sino para salvar al mundo, esté con todos vosotros. T Y con tu espíritu.

¿Quién me ayudará a romper mis cadenas?

“Tus pecados quedan perdonados” (Lc 7, 48)

Tema: Ante todo, tú mismo has de querer romper las cadenas y por lo tanto pida ayuda. Alguien saldrá a tu encuentro. Lectura del profeta Jeremías 31, 7-9 Esto dice el Señor: Gritad de alegría por Jacob, Regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del Norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; Los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que tropezarán. Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito. Palabra de Dios.

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Salmo 125 R/ El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, / nos parecía soñar: La boca se los llenaba de risas, / la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían: / “El Señor ha estado grande con ellos”. El Señor ha estado grande con nosotros, / y estamos alegres. Al ir, iba llorando, / llevando la semilla. Al volver, vuelve cantando, / trayendo sus gavillas. Lectura del Evangelio de san Juan 13, 31-33ª.34-35 Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: “Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él”: (Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará). Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal, por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros”. Palabra del Señor. Reflexión compartida Invocaciones Dulcísimo Jesús, haz que tu Iglesia acoja a los pobres, y que nuestra Congregación sirva con amor a los niños y jóvenes en el dolor. Dulcísimo Jesús, haz que tu Iglesia brille por socorrer a los necesitados, y que nuestra Congregación reconozca tu rostro divino en cada uno de ellos.

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Dulcísimo Jesús, haz que tu Iglesia sea mensajera de amor y caridad, y que nuestra Congregación salga al encuentro de quienes sufren. Dulcísimo Jesús, que elegiste a san Jerónimo Emiliani como padre del huérfano, dona a todo religioso Somasco un corazón de padre. Dulcísimo Jesús, concede a tu Iglesia vocaciones sacerdotales y religiosas, y a nuestra Congregación jóvenes generosos, dispuestos a amarte y servirte en los más necesitados. Dulcísimo Jesús, Tú que desde la cruz imploraste el perdón para toda la humanidad,

enséñanos a perdonar. Dulcísimo Jesús, que has llamado a nuestros cohermanos difuntos al premio eterno, concédeles contemplar tu rostro divino por toda la eternidad. Dulcísimo Jesús, que, desde la cruz, nos confiaste a tu Madre como madre nuestra,

concédenos ser amparados y guiados por ella. Propósito: Es bueno que la Comunidad tome un compromiso común para esta semana Saludo de la paz. Bendición: Por la intercesión de María Madre de los huérfanos y de san Jerónimo Emiliani, el Señor nos bendiga, nos proteja y nos conceda la vida eterna. Amén.

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4ª Semana: septiembre 17 a 25 Signo: reliquia de san Jerónimo o cuadro de María Madre de los huérfanos. P El Señor, que rompe las cadenas de quienes lo invocan, esté con todos vosotros. T Y con tu espíritu. “Señor, yo soy tu siervo…rompiste mis cadenas” (Sal 115, 16) Tema: Dejo mis cadenas a los pies de la Virgen María y salgo de la cárcel renovado. Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 2, 4-9 Queridos hermanos: Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del Templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Dice la Escritura: “Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado”. Para vosotros los creyentes es de gran precio, pero los incrédulos es la piedra que desecharon los constructores; ésta se ha convertido en piedra angular, en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan el no creer en la palabra: ése es su destino. Vosotros, en cambio, sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que nos llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa. Palabra de Dios.

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Salmo 32 R/ Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. Aclamad, justos, al Señor, / que merece la alabanza de los buenos; dad gracias al Señor con la cítara / tocad en su honor el harpa de diez cuerdas. La palabra del Señor es sincera / y todas sus acciones son leales; Él ama la justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, / en los que esperan en su misericordia para librar sus vidas de la muerte / y reanimarlos en tiempo de hambre. Lectura del Evangelio según san Juan 14, 23-29 En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, Jesús dijo: “Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo, donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu Nombre, para que el amor que tenías esté en ellos, como también yo estoy en ellos”. Palabra del Señor Jesús. Reflexión compartida Invocaciones Oh María, que fuiste elegida como madre del Dulcísimo Jesús, nuestro Salvador, sé también madre nuestra.

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Oh María, Tú que eres la llena de gracia, ayúdanos a vivir con entusiasmo nuestra vocación cristiana y religiosa. Oh María, Tú que eres la esclava del Señor, enséñanos a vivir en comunidad no para ser servidos sino para servir. Oh María, Tú en quien Dios ha hecho grandes cosas, ayúdanos a reconocer las maravillas que Dios obra en nuestra historia. Oh María, que en las bodas de Caná imploraste la protección de tu Hijo Jesús, sé Tú nuestra abogada y protectora en nuestras luchas diarias Oh María, Tú a quien invocamos como Madre de los huérfanos, danos un corazón sensible hacia nuestros hermanos que sufren. Oh María, a quien Jerónimo Emiliani confiaba todos sus niños, manifiesta también hoy tu maternal protección sobre ellos. Oh María, Tú que estuviste al pie de la cruz, acompañando a tu Hijo Jesús, defiéndenos en nuestras luchas y dificultades. Propósito: Es bueno que la Comunidad tome un compromiso común para esta semana. Saludo de la paz.

Bendición: Por la intercesión de María Madre de los huérfanos y de san Jerónimo Emiliani, el Señor nos bendiga, nos proteja y nos conceda la vida eterna. Amén.

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