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ORGANIZAR Y SOSTENER LA

PASTORAL SOCIAL–CARITAS

PARROQUIAL

responsabilidad de toda la comunidad

Una comunidad que acoge

La Iglesia quiere ser signo de la unidad profunda de todo el género humano, algo que ahora solo percibimos de manera borrosa (LG 1). Pero para serlo de verdad, nuestras comunidades deben desarrollar su capacidad de amor y de servicio: “En esto reconocerán que son mis discípulos” (Jn 13,35).

Una comunidad que acoge (2)

El término “parroquia” (pará-oikìa) significa literalmente “casa cercana.” A través de la parroquia la Iglesia se hace próxima y cada cristiano se hace corresponsable con ella. La parroquia se hace puerta de acceso a la Palabra, al pan de la Eucaristía, a la experiencia de una comunidad que vive el amor y la caridad.

Una comunidad que acoge (3)

La misión de la parroquia es anunciar el único Evangelio y partir el único pan eucarístico en un territorio y en un momento histórico concreto, entre las ilusiones y problemas, los trabajos y esperanzas, los valores y las contradicciones de los miembros de una comunidad. “Ellas son células vivas de la Iglesia y el lugar privilegiado en el que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y la comunión eclesial. Están llamadas a ser casas y escuelas de comunión” (AP 170).

Una comunidad que acoge (4)

La acogida define a la comunidad mejor que ningún otro rasgo: la parroquia quiere ser casa común donde todas las personas puedan sentirse a gusto. Es “comunidad abierta” y refugio donde la gente se siente escuchada sin prejuicios.

Una comunidad que acoge (5)

Para la comunidad parroquial, acoger con particular atención a los pobres no es una opción excluyente, ni el compromiso de unos pocos, sino expresión de fidelidad al proyecto de Dios y manifestación de coherencia entre la fe expresada y la vida practicada.

¿Qué es la Pastoral Social - Caritas parroquial?

No es una actividad parroquial más sino la expresión organizada de nuestra fidelidad al Evangelio que siempre ha de ser Buena Noticia para los pobres y los que sufren.No es un grupo entre otros, ni una asociación, ni un movimiento sino un organismo pastoral cuyo fin es animar, coordinar y promover el testimonio comunitario de la caridad, acompañando a los pobres en el proceso de convertirse en sujetos de su propio desarrollo.

¿Qué es la Pastoral Social – Caritas? (2)

La Pastoral Social - Caritas parroquial es “un corazón que ve.” Ese corazón atento, descubre dónde se necesita amor y actúa en consecuencia.

Contar con una buena organización es siempre importante. La comunidad cristiana no es una excepción. En el ámbito de la caridad, una buena organización potencia el valor de la solidaridad y ayuda a clarificar y concretar nuestras buenas intenciones.

¿Qué es la Pastoral Social – Caritas? (3)

Una Pastoral Social - Caritas parroquial organizada de acuerdo a un modelo sencillo y claro, saca lo mejor de cada uno y articula las diversas cualidades en un trabajo que acompañe eficazmente a los procesos de crecimiento de la gente (Hch 1,6).

¿Qué es la Pastoral Social – Caritas? (4)

Pero la organización no es un fin en sí mismo. Nos organizamos para servir mejor, no para escondernos tras las mesas de los despachos. Una buena organización es importante pero no suficiente. La Pastoral Social - Caritas parroquial necesita espiritualidad en el trabajo, calor en la acogida, paciencia en la intervención y, en todo, sensibilidad evangélica. Las personas que se acercan “necesitan atención cordial. Cuantos trabajan en las instituciones caritativas de la Iglesia deben distinguirse… por su dedicación al otro con una atención que sale del corazón, para que el otro experimente su riqueza de humanidad” (DCE 31).

La comunidad entera, sujeto del compromiso solidario

La actividad caritativa y social o diaconía es, junto con la catequesis y la liturgia, una dimensión esencial de la misión y el testimonio de la comunidad cristiana.El sujeto de esta dimensión, como de las otras dos, es la comunidad entera. Ella puede delegar en la Pastoral Social - Caritas parroquial la animación y desarrollo del testimonio caritativo pero la responsabilidad última sigue siendo de toda la comunidad.

La comunidad entera, sujeto del compromiso solidario (2)

El Consejo Pastoral, aunque todavía esté por constituirse en muchas parroquias, es un espacio esencial de comunión y de coordinación en la parroquia. Constituye un órgano consultivo que, sin sustituir la responsabilidad del párroco ni la del conjunto de la comunidad, permite discernir y adoptar decisiones pastorales de manera contrastada y participativa.

La comunidad entera, sujeto del compromiso solidario (3)

La Pastoral Social - Caritas se inserta en el organigrama de la parroquia, ocupando el lugar que le corresponde en el Consejo Pastoral. De este modo se logra: (a) que la solidaridad activa se desarrolle en coordinación con el resto de la pastoral parroquial; (b) que la comunidad entera se comprometa garantizando los apoyos necesarios en esta dimensión esencial del testimonio cristiano.

La Pastoral Social - Caritas parroquial: tareas

1. Educar y animar el compromiso comunitario de la caridad y la justicia. Ello supone:

a) Dar pasos para que el compromiso caritativo y social sea un elemento central de la vida y experiencia de la comunidad progresando desde gestos ocasionales de solidaridad hasta una clara conciencia del valor evangelizador del servicio a los pobres.

b) Poner en marcha programas educativos para superar tanto la mentalidad asistencial como la tentación de delegar en otros y no preocuparse.

c) Informar permanentemente de los distintos proyectos y actividades a fin de asegurar la implicación de toda la comunidad en las iniciativas de la Pastoral Social - Caritas.

d) Colaborar con las áreas de catequesis y liturgia en la elaboración de propuestas pastorales conjuntas.

La Pastoral Social - Caritas parroquial: tareas (2)

2. Conocer de primera mano las situaciones de pobreza en el territorio de la parroquia. Ello supone: (a) escuchar a las personas afectadas a fin de entender mejor su problemática y necesidades; (b) analizar los diversos fenómenos de marginación y exclusión en el entorno, así como sus causas, identificando posibles actuaciones.

3. Coordinar programas existentes o definir nuevas intervenciones o programas que respondan a alguna de las necesidades detectadas.

4. Promover un voluntariado suficiente y adecuadamente formado para garantizar servicios bien pensados y de calidad.

5. Mantener siempre una relación viva con la Pastoral Social - Caritas diocesana, cuidando la coordinación, particularmente en el área de formación, y abriéndonos por este medio a las necesidades más amplias de la Iglesia local y a un compromiso global contra la pobreza.

6. Colaborar con otras organizaciones presentes en el territorio con programas similares a fin de incrementar la integración de la sociedad civil.

Estructura y funcionamiento

Cada comunidad organizará con libertad la Pastoral Social - Caritas parroquial de acuerdo a sus posibilidades y a las necesidades detectadas pero procurando siempre realizar un servicio profesionalmente competente (DCE 31).

Estructura y funcionamiento (2)

En materia de estructura, la comunidad considerará la conveniencia de crear una “Comisión de Pastoral Social - Caritas parroquial,” con atribuciones propositivas y operativas, y formada por todas las personas que prestan algún servicio en este área. De entre ellas se elegirá al representante en el Consejo pastoral. En otras parroquias más pequeñas la comunidad podrá encargar a una o dos personas con la sensibilidad y disponibilidad necesarias, la animación pastoral de la caridad.

Estructura y funcionamiento (3)

Respecto a su funcionamiento, los miembros de la Pastoral Social - Caritas se reunirán con regularidad suficiente para cumplir con las tareas que se hayan identificado, asegurando en todo caso la programación y revisión de las acciones en marcha, la adecuada formación de los agentes, y la colaboración con el resto de las áreas pastorales de la parroquia.

Recursos económicosTambién en este aspecto hay una gran variedad de situaciones. Sin embargo algunos criterios pueden iluminar la mayoría de ellas. Destacamos dos:

a)La invitación a compartir lo que hemos recibido es, ante todo, una llamada a los miembros de la comunidad parroquial y solo en segundo lugar a buscar recursos fuera del territorio. Con más o menos poder económico, todos los creyentes deben encontrar su modo específico y concreto de compartir la tarea de testimoniar el amor de Dios. La pobreza de medios nunca puede justificar la ausencia o escasez de solidaridad en la vida comunitaria.

Recursos económicos (2)

b) El balance de una Pastoral Social - Caritas parroquial no puede ser la mera presentación contable de entradas y salidas monetarias. Los números han de manifestar la filosofía de la intervención, reflejando prioridades y opciones pensadas. La presentación de un balance bien hecho es ocasión para la reflexión, el contraste y la educación comunitaria en todos los espacios de comunión: Consejo Pastoral, Asamblea parroquial y encuentros de las diversas estructuras comunitarias.

Una pedagogía de los hechos

La Pastoral Social - Caritas parroquial busca educar no solo a las personas directamente implicadas en sus programas, sino a toda la comunidad. Y para lograrlo propone de modo habitual gestos concretos, significativos y participativos que ayuden a cada creyente y a la comunidad entera a crecer en la fe y en su compromiso a favor de la dignidad de los débiles.

Una pedagogía de los hechos (2)

Todos pueden participar de una u otra manera en estos gestos: pequeños compromisos personales y/o familiares, gestos de acogida en la hospitalidad de la propia casa, de apoyo a diversas causas en grupos parroquiales, compartiendo gratuitamente tiempo o capacidades, participando de modo continuado en un programa parroquial en marcha, asumiendo experiencias temporales de trabajo en zonas y países más pobres, participando en intervenciones solidarias con motivo de emergencias…

Una pedagogía de los hechos (3)

Esta labor educativa mediante hechos concretos, cuando se realiza con creatividad y constancia, se convierte en una escuela permanente de misericordia, de solidaridad y de servicio que ayuda a la comunidad a crecer en la fe y en su sensibilidad social.

Consolados para poder consolar

“¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor!, el Padre siempre misericordioso,

el Dios del que viene todo consuelo, el que nos conforta en todas nuestras pruebas por

las que ahora pasamos, de manera que nosotros también podamos confortar a los que están en cualquier prueba, comunicándoles el mismo

consuelo que nos comunica Dios a nosotros” (2 Cor 1,3-4).

A T E R R I Z A N D O

1. Visitar una Pastoral Social - Caritas parroquial en la zona o diócesis que funcione desde hace algún tiempo.

2. Elaborar un mapa de necesidades sociales en el territorio de la parroquia, que sea sencillo pero también informativo.

3. Dialogar con el párroco para revisar el funcionamiento de la Pastoral Social - Caritas si ya existe o, en otro caso, para estudiar el modo de ponerla en marcha.

4. Definir un sencillo plan de formación de un año de duración para el voluntariado de la Pastoral Social - Caritas parroquial.

5. Hablar con otros grupos parroquiales para presentar la Pastoral Social - Caritas parroquial y concretar formas de colaboración.

6. Dialogar con las instituciones públicas con responsabilidades en el bienestar social de la población en el territorio a fin de explorar posibles apoyos mutuos y coordinar intervenciones.

OREMOS EN COMUNIDAD1. Canto de entrada.2. Salmo 133 (132).- Estribillo: “Juntos como

hermanos, miembros de una Iglesia, vamos caminando al encuentro del Señor.”

3. Proclamación de la Palabra: Lc 1,39-56. Silencio y lectura espontánea de algunas frases del tema.

4. Canto: “Por tantas cosas.”5. Palabra de la Iglesia: Las múltiples estructu-

ras de servicio caritativo en el contexto actual (DCE 30).

6. Compartir reflexiones.7. Oraciones espontáneas.8. Padre nuestro.9. Canto a la Virgen.

GLOSARIO DE SIGLAS

AP Documento de Aparecida, V Conferencia Episcopado Latinoamericano, 2007

DCE Deus Caritas Est, Encíclica Benedicto XVI, 2005