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Algunos aspectos sobre el pensamiento de Maquiavelo Titulo Pasquino, Gianfranco - Autor/a Autor(es) Fortuna y Virtud en al República Democrática. Ensayos sobre Maquiavelo En: Buenos Aires Lugar CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Editorial/Editor 2000 Fecha Colección politica; filosofia; teoria politica; filosofia politica; historia; Temas Capítulo de Libro Tipo de documento http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/se/20100603030913/10pasquino.pdf URL Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Genérica http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es Licencia Segui buscando en la Red de Bibliotecas Virtuales de CLACSO http://biblioteca.clacso.edu.ar Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) Conselho Latino-americano de Ciências Sociais (CLACSO) Latin American Council of Social Sciences (CLACSO) www.clacso.edu.ar

10 Pas Quino

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Ciencias Políticas

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  • Algunos aspectos sobre el pensamiento de Maquiavelo Titulo Pasquino, Gianfranco - Autor/a Autor(es)Fortuna y Virtud en al Repblica Democrtica. Ensayos sobre Maquiavelo En:Buenos Aires LugarCLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Editorial/Editor2000 Fecha

    Coleccinpolitica; filosofia; teoria politica; filosofia politica; historia; TemasCaptulo de Libro Tipo de documentohttp://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/se/20100603030913/10pasquino.pdf URLReconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Genricahttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es

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  • Leyendo El prncipe

    c Gianfranco Pasquino(Traduccin de Mariano Aguas)

    L a primera noticia cierta que tenemos sobre la composicin de un opscu-lo titulado De principatibusla recibimos del mismo Maquiavelo. La mis-ma es comunicada al amigo e interlocutor epistolar Francesco Vttori, enaquel momento embajador de los Medici ante la Santa Sede, con el cual mantie-ne una nutrida y afectuosa correspondencia. En la carta, escrita el 10 de diciem-bre de 1513, Maquiavelo sintetiza el contenido de su opsculo con estas palabras:en el De principatibus... me sumerjo (adentro) cuanto puedo en las posibles co-gitazioni de este sujeto, discutiendo qu cosa es el principado, de qu especie son,cmo se adquieren, cmo se mantienen, por qu se pierden.... El texto ha llega-do, agrega Maquiavelo, a los ltimos retoques ... a pesar de que siempre lo en-groso y podo [refino]....

    Slo unos pocos meses antes, en abril de aquel ao, ciertamente preso de unade las depresiones que la poltica inevitablemente causa a quien la practica conpasin y sentido cvico y a quien reflexiona sobre ella con lucidez y empeo in-telectual, Maquiavelo haba escrito una carta anticipatoria al mismo Vettori: ...Y si bien yo est obligado a no pensar ms ni a razonar sobre cosas de estado, co-mo lo prueba mi retiro y el haber huido de toda conversacin (...) por cierto, pa-ra responder a vuestras preguntas, estoy forzado a romper cada voto de silen-cio.... Un ao y medio despus, el 3 de agosto de 1514, afortunadamente con ElPrncipeya terminado, cuando escribe a Vettori sobre su enamoramiento, anun-cia su rechazo definitivo a la poltica con estas palabras: ... He dejado los pen-samientos sobre las cosas grandes y graves; no me deleita ms leer las cosas an-

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    florPasquino, Gianfranco. Leyendo "El prncipe". En publicacion: Fortuna y Virtud en al Repblica Democrtica. Ensayos sobre Maquiavelo. Toms Vrnagy CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Argentina. 2000. ISBN: 950-9231-54-1Disponible en la web: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/maquiavelo/pasquino.pdf

    Fuente: Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales de Amrica Latina y el Caribe de la red CLACSO - http://www.clacso.org.ar/biblioteca

  • Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    tiguas ni razonar las modernas (...) yo jams he hallado en ellas [en las tareas deestado] sino dao, y en stas [del corazn] siempre bien y placer....

    Despus de 14 aos, de 1498 a 1512, pasados muy activa e intensamente, congran satisfaccin personal, al servicio de la Repblica Fiorentina como secretariode la cancillera y luego tambin como secretario de los Dieci di Libert e Balia,organismo ejecutivo para los asuntos exteriores y militares (poco menos y pocoms que un ministro de relaciones exteriores), Maquiavelo no slo ha perdido elpuesto. Ha sido arrojado en prisin y torturado. Liberado, a los 44 aos est de-socupado y con una situacin econmica declinante. Durante el da se atarea, ol-vida de los disgustos y alguna vez se divierte. Parece vivir, casi anticipadamente,la vida de los hombres (y presumiblemente de las mujeres) liberados/as de laopresin de clase en la idlica visin que dar Karl Marx tres siglos ms tarde.

    En esa famosa carta cuenta que por la maana va dos horas a un bosque conlos leadores; luego a una fuente; luego a una pajarera de su propiedad donde seda a la lectura, Dante o Petrarca, o bien ... poetas menores, como Tibulo, Ovidioy similares: leo aquellas amorosas pasiones suyas y aquellos amores suyos, re-curdome los mos, gozo un poco en este pensamiento.... Luego va a la taberna,donde ... hablo con aquellos que pasan, pregunto sobre las nuevas de sus pases,comprendo varias cosas y noto varios gustos y diversas fantasas de los hom-bres.... Llegada la hora de comer lo pasa con su brigada.

    Retorna luego a la taberna y se encanalla, como escribe l mismo, con el ta-bernero, con un carnicero, con un molinero, con dos panaderos: ... as revueltoentre estos piojosos saco el cerebro de moho y desahogo la malignidad de estasuerte ma, estando contento que me pisotee de este modo, para ver si la mismase avergenza....Y finalmente llega el anochecer.A propsito, es mejor que ce-da la palabra directamente a maese Niccol:

    Al anochecer retorno a casa y entro en mi escritorio; y en su umbral me des-visto de los ropajes cotidianos, llenos de fango y de lodo, y me visto con ro-pas reales y curiales; y vestido decentemente entro en las antiguas cortes delos hombres antiguos donde, recibido amablemente por ellos, me nutro deaquel alimento, que slo es el mo, y para el que yo nac; donde no me aver-genzo de hablar con ellos y preguntarles sobre las razones de sus acciones:y ellos por su humanidad me responden; y por cuatro horas de tiempo nosiento aburrimiento alguno, olvido toda fatiga, no temo la pobreza, no measombra la muerte: me transfiero en un todo hacia ellos....

    Es siempre la carta a Francesco Vettori que concluye con un pedido atenazan-te y con un deseo urgente que se fundan en dos reivindicaciones formuladas confranqueza y nitidez, pero sin soberbia. La premisa de Maquiavelo tiene dos com-ponentes. Pide poder volver a servir al estado: ... porque yo me malogro y largotiempo no podr estar as sin que me haga pobre... . De ah el deseo que ... es-

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  • tos seores Mdici me den alguna tarea, an si fuese hacer rodar una piedra....En cuanto a las reivindicaciones, la primera tiene que ver con la ciencia: ... poresta cosa [o sea el librito sobre El Prncipe], cuando sea leda, se ver que losquince aos que he dedicado al estudio del arte del estado, no los he ni dormidoni jugado.... La segunda reivindicacin concierne a la lealtad poltica: ... y demi fidelidad no se debera dudar, porque habindola siempre observado, yo no de-bo ahora aprender a romperla; y quien ha sido fiel y bueno cuarenta y tres aos,que son los que tengo, no puede cambiar de naturaleza; y de la fidelidad y bon-dad mas es testimonio mi pobreza....

    Nicols Maquiavelo no recuper ms ningn cargo pblico y muri a los 58aos. Autor de muchos estudios importantes y de no pocas comedias, para cuyoanlisis recomiendo el libro de Ezio Raimondi, Politica e commedia. Il genio tea-trale di Niccol Machiavelli, recientemente reeditado por Il Mulino, su fama que-da, pese a todo, para la opinin pblica definitivamente ligada a El Prncipe(aun-que, para los estudiosos, tambin a los Discursos).

    El ex secretario florentino, ya que ste era el ttulo para l ms prestigioso,escribi El Prncipeentre julio y diciembre de 1513 (y lo retoc slo parcialmen-te despus). Son 26 breves captulos precedidos por una dedicatoria al Magnfi-co Lorenzo de Mdici, un potencial prncipe, un auspiciable benefactor.

    La dedicatoria justifica su homenaje con palabras significativas. ... No heencontrado en mi objeto cosa alguna que sea para m ms querida, que el conoci-miento de las acciones de los grandes hombres, aprendido a travs de una largaexperiencia de las cosas modernas y de una continua leccin de las antiguas: lascuales habiendo yo con gran diligencia largamente discurrido y examinado, yahora en un pequeo volumen reducido, envo a Vuestra Magnificencia... (ytambin, agrego yo, por suerte, a la beneficencia de tantsimos lectores -que noson todos- que seguirn y comprendern al Secretario Florentino, naturalmenteno es lo mismo con los antimaquiavlicos que lo son por esnobismo, ignoran-cia o disenso).

    Con aquella dedicatoria Maquiavelo se propona caer de algn modo en el fa-vor de Lorenzo porque su vida le parece, y probablemente para un hombre de sunaturaleza, de su capacidad, de su activismo, muy lgubre. De modo que no secontiene en llamar la atencin de Lorenzo sobre su estado: ... Y, si vuestra Mag-nificencia desde el pice de su altura alguna vez posara sus ojos en estos bajos lu-gares, conocer cuanto yo indignamente soporto una gran y continua mala fortu-na.... Aparece aqu una de las palabras claves del anlisis que Maquiavelo harde los prncipes y de los principados. Conviene, todava, proceder por orden.

    Desde la dedicatoria Maquiavelo pone en claro el punto relativo a la adqui-sicin de los conocimientos en materia de poltica: resulta necesaria, es ms, in-dispensable, una combinacin fructfera. Primero se necesita tener una larga ex-

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    Gianfranco Pasquino

  • Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    periencia sobre las cosas modernas; segundo, se necesita tambin saberlas inter-pretar gracias a una continua leccin de las antiguas. En otro lugar afirmar ha-ber aprendido por una larga prctica y continua leccin de las cosas del mundo.Maquiavelo es, por otro lado, perfectamente conciente que leer no basta. Se ne-cesita leer con diligencia, o sea, con cuidado; sensatamente, con inteligencia;y se necesita saber reflexionar: discurrir/inventar.

    En su intensa actividad pblica, Maquiavelo jams ha dejado de estudiar. Siaquella que los socilogos llaman observacin participante le ha sido de enor-me ayuda para la reflexin poltica, no habra sido nunca suficiente en ausenciade los vigorosos cimientos adquiridos en la lectura, en el frecuentar antiguas cor-tes de los antiguos hombres, en el haber capitalizado, o sea atesorado, su con-versacin y, naturalmente, sin la agudeza y la potencia de su juicio. Este segun-do conjunto de factores da vida, o mejor, configura aquello que es justo definircomo anlisis histrico-comparado de los sucesos.

    El mtodo de Maquiavelo consiste en comprobar la regla general que, toma-da de la leccin de las cosas, nunca o raramente falla, de frente a la inestabili-dad y a la inseguridad del mundo, del riesgo. Ciencia es: observacin y control(y, si es oportuno, revisin de las reglas y explicaciones, an idioscincrticas, conreferencia a casos, situaciones, condiciones especficas, de las excepciones) ycontrol no se puede tener, evidentemente, sin comparacin. Esta comprobacinde reglas generales y el relativo control se logran de mejor forma, sostiene instru-mentalmente Maquiavelo en la dedicatoria mencionada, si se asume una precisaperspectiva: ... porque as como aquellos que dibujan los poblados se ubican ba-jo en la llanura para considerar la naturaleza de los montes y de los lugares altos,y para considerar aquella de los lugares bajos se ubican en lo alto sobre los mon-tes, en forma similar para conocer bien la naturaleza de los pueblos es necesarioser prncipe, y para conocer bien aquella de los prncipes se necesita ser del pue-blo (popular).... En fin, se necesita saber estar distanciado de los sucesos quese analizan y se evalan, se necesita saber tomar una distancia crtica del objetodel propio estudio.

    Toda esa conciencia metodolgica y las relativas enseanzas no sirvieron aMaquiavelo para construir una tcnica de gobierno y para fundar una ciencia dela poltica asptica, pura, aerbica. Sirven s para dar instrumentos eficaces, ti-les, incisivos al Prncipe. Por lo tanto, si ciencia de la poltica ha de ser, Maquia-velo no intenta en absoluto esconderse detrs de cualquier neutralidad e impar-cialidad. No hace uso de medidas trucadas y no da razones, ya sea para unos co-mo para otros, de su provecho personal y profesional. Una vez ms, y para siem-pre: la larga experiencia de las cosas modernas y la continua leccin de las an-tiguas, que deben ser naturalmente ambas renovadas continuamente, colman ladistancia entre la ciencia poltica pura y la ciencia poltica aplicada. Ms an,es dudoso que la primera pueda de verdad existir, dado su objeto, si no quiere y

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  • no puede transformarse, en caso necesario, en aplicacin; si no es construida demanera tal de ir al encuentro de la prueba de los hechos, de la verificacin de lahistoria, de la proyeccin ambiciosa. Este es un punto a tomar en cuenta: es, enefecto, el punto de fuerza de la ciencia poltica respecto, por ejemplo, cuando sehabla de Estados, de ordenamientos, de repblicas, de la filosofa poltica.

    Las fuentes escritas de Maquiavelo son los clsicos del pensamiento polticogriego y romano, las historias de vidas famosas, con profundizaciones psicolgi-cas. Su anlisis de la poltica, en efecto, se funda y se nutre de los comportamien-tos efectivos y de las motivaciones de los mismos. Utilizando un trmino contem-porneo, podramos sostener que, en medida no pequea, el anlisis de Maquia-velo es behaviorista, es decir, conductista. Si no fuese porque Maquiavelo esttambin muy atento a la estructura de las situaciones, a aquella que hoy es defi-nida por la ciencia poltica como la estructura de las oportunidades, entendidascomo condiciones facilitantes, pero tambin como vnculos que constrien la ac-cin poltica, los cuales, naturalmente, los actores polticos ms avezados sabentener en cuenta. En fin, naturalmente, parte de las cogniciones de Maquiaveloson, por as decirlo, antropolgicas y de psicologa colectiva, ligadas a una visinde los hombres que no es, segn la acusacin ms frecuente y difusa, inexorable-mente negativa, sino sobriamente, hasta amargamente, realista.

    Aesta altura qu es entonces El Prncipe? Es un tratado sobre la tirana, a fa-vor de la tirana, y Maquiavelo es, por aadidura, como ha sido escrito recientemen-te, un protofascista? Es un panfleto de un patriota conmovido y frustrado a la bs-queda de un contrato de trabajo y Maquiavelo es un desencantado demasiado dis-puesto a colaborar, un potencial asesor de quien siga sus ideas? O ms bien es la l-cida obra de un hombre apasionado por la poltica, obligado por la fortuna a no prac-ticarla ms, pero a estudiarla, para nada carente de compromiso civil, como sostie-ne, entre algunos pocos, en verdad, Gennaro Sasso (1980: p. 346)? Lo cito: ... Elprincipado representa el remedio que, asistidos de extraordinaria virtud, legisladoresesclarecidos buscan oponer a la corrupcin de las repblicas... y el Prncipe mues-tra el carcter de experimento racional, conducido sobre el mismo cuerpo de aque-llo que por definicin es variable (la fortuna) transformndose, as, ... ms que enuna teora del principado, en una teora de la virtud en su relacin con la historia....

    Quin llega a ser prncipe? El prncipe de Maquiavelo deviene tal o con elfavor del pueblo o con aquel de los grandes. Ntese que popular puede signifi-car no slo ser conocido por el pueblo, sino tambin apreciado; por lo tanto, sinforzar los trminos, implica ser democrtico. Civil es el prncipe que gobiernapara el inters del pueblo, y puede ser tambin que haya adquirido su cargo conmtodos no recomendables, como con la violencia, la crueldad, la usurpacin. Sinembargo, an este prncipe puede redimirse beneficiando al pueblo. Un prncipeno legtimo, ex ttulo, puede devenir tal quoad exercitium, gracias al modo con elcual ejerce su cargo. An as, Maquiavelo no tiene dudas:

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    ... aquel que llega al principado con la ayuda de los grandes se mantiene conms dificultad que aqul que llega con la ayuda del pueblo... (p. 47). Los gran-des traman, y satisfacer a los unos no se puede sin injusticia para los otros. Encambio, ... aquel del pueblo es ms honesto fin que aquel de los grandes, que-riendo estos oprimir y aquel no ser oprimido... (p. 47). Por otra parte, Maquia-velo no tiene dudas: ... a un prncipe le es necesario tener al pueblo de amigo: delo contrario no tiene remedio durante la adversidad... (p. 48). Para utilizar mi ter-minologia ms pobre, Maquiavelo pone en claro relieve cuan til es al prncipeconstruirse una mejor estructura de oportunidades haciendo palanca sobre un n-mero elevado de sostenedores que no pueden ms que ser el pueblo.

    Como fundamento de esta ciencia poltica aplicada figura uno de los grandes,probablemente, el mayor aporte de Maquiavelo al estudio de la poltica: la auto-noma o, como sostiene Gennaro Sasso, la exclusividad de la poltica. Qu cosaquiere decir?

    Tomo la referencia de Sasso (1980: pp. 427-428). Antes que nada, la polticaes, para Maquiavelo, ... la realidad primera de la vida humana, el nico fin que,usndolo tambin como medio, el hombre est necesitado a perseguir, con el sa-crificio, si es necesario, de su misma alma. La poltica es, sin duda, en este sen-tido, realidad autnoma. A ninguna regla tica su regla puede jams ser subordi-nada.... Ya que no entra en ninguna relacin de mediacin con la tica, la polti-ca es, por un lado, absoluta, superiorem non recognoscens: no reconoce lmitessi no aquellos que ella misma pone; por el otro, es total: en palabras de G. Sasso,... se constituye a travs de la aoranza por el mundo perdido de la tica, de labondad, de la pureza... (1980: p. 429). Alcanzado un punto de no retorno, la po-ltica se destaca como una actividad autnoma, que, como tal es y debe ser, si sela quiere entender y dominar, no ms (nunca ms) subordinable a cualquier otrointers o enseanza so pena de graves consecuencias.

    Fundada la autonoma absoluta de la poltica esto no sugnifica que el Prnci-pe sea igualmente desvinculado en su comportamiento. Es ms, es precisamenteen este punto que aparecen algunos grandes problemas abiertos y muy debatidosdel anlisis de Maquiavelo y de las mltiples y errneas lecturas que han sido he-chas. A mi modo de ver, estos problemas son al menos tres:

    Primero, la relacin entre el bien y el mal en poltica; el rol de la razn de es-tado (que quien haba probado la violencia sobre su piel deba sentir con mayoragudeza). Maquiavelo no tiene ninguna duda: ... Cuanto sea loable en un prnci-pe por mantener la palabra dada y vivir con integridad y no con astucia, cada unolo entiende: no en vano se ve por la experiencia en nuestros tiempos a aquellosprncipes haber hecho grandes cosas que de la fe han tenido poca cuenta, y quehan sabido con astucia cambiar el cerebro de los hombres: y al final han supera-do aquellos que se fundaron sobre la lealtad... (p. 84).

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  • Maquiavelo no juzga, sino que expone (y sabe muy bien) que se necesitacombinar las leyes con la fuerza (qu cosa es el estado de Max Weber si no elmonopolio legtimo del uso de la fuerza?), saber usar bien la bestia y el hombre.... Estando entonces un prncipe necesitado de saber usar bien la bestia, debe deaquellas saber tomar lo del zorro y lo del len; porque el len no se defiende delazos, y el zorro no se defiende de lobos... (p. 85). ... Y si los hombres fuesentodos buenos, este precepto no sera bueno, pero, como son tristes y no lo obser-varan respecto de ti, tu obligado no ests a observarlo respecto de ellos... (pp.86-87). El mal aparece as muy lejos de ser la esencia de la poltica de Maquia-velo. Es exclusivamente una de las posibles consecuencias del accionar poltico.Concordando con Sasso, se puede agregar que el mal no constituye la esencia dela poltica, pero si uno de sus instrumentos, un instrumento con el cual la polti-ca afronta la naturaleza. Para esta eventualidad es necesario prepararse con tiem-po ya que Maquiavelo sabe, al contrario, que ... es comn defecto de los hom-bres no tomar en cuenta, en la bonanza, la tempestad... (p.120).

    El contraste existe y se enciende entre la tica, la cual puede imponer para suactuacin el sacrificio de la vida; y la vida, la cual puede y debe a la par imponer,para su actuacin, el sacrificio de la tica. De ah la famossima, pero comunmen-te mal interpretada afirmacin: ... se necesita que tenga un nimo dispuesto acambiar segn los vientos y lo que las variaciones de la fortuna le ordenen, y (...)no apartarse del bien, pudiendosaber entrar en el mal cuando es necesario... (p.87). El prncipe estar obligado a hacer el mal exclusivamente cuando las circuns-tancias se lo impongan ... porque un hombre que quiera hacer en todas partesprofesin de bueno, labrar necesariamente su ruina entre tantos que no lo son.De donde es necesario a un prncipe, querindose mantener, aprender a poder noser bueno, y usarlo y no usarlo segn la necesidad....

    No se pueden usar todas lasvirtudes ... por las condiciones humanas que nolo permiten... (p. 76). An as, Maquiavelo no tiene dudas: ... no se puede lla-mar virtud matar a sus ciudadanos, traicionar a los amigos, ser infiel, sin piedad,sin religin..., y a propsito de los presuntos medios que justifican los presuntosfines, ... cuyos modos pueden conseguir un imperio, pero no la gloria... (p. 42)y refirindose al tirano siciliano Agatocles: ... su feroz crueldad e inhumanidad,con infinitas perversidades, no permiten que est entre los excelentsimos hom-bres celebrados... (p. 43).

    Sin embargo, la autoridad y el poder infunden automticamente algn sanotemor y, probablemente, no pueden renunciar a ello a priori. Es ms, existe algntipo de apreciable sacralidad ya sea del poder como de la autoridad que dependetambin de los comportamientos de sus detentores. ... Debe seguramente el prn-cipe hacerse temer de modo que, si no conquista el amor, al menos que ahuyenteel odio; porque pueden coexistir el ser temido y no odiado; lo que conseguirsiempre que se abstenga de las propiedades y de las mujeres de sus ciudadanos y

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  • Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    de sus subditos..., ... porque los hombres olvidan ms rpido la prdida del pa-dre que la prdida del patrimonio... (p. 82), de acuerdo a la antropologa de Ma-quiavelo.

    En cuanto a las necesarias crueldades, Maquiavelo efecta una decisiva di-ferenciacin entre aquellas bien usadas y aquellas mal usadas: Bien usadassepueden llamar aquellas una insercin extraordinariamente reveladora- (si delmal es lcito hablar bien), que se hacen repentinamente, por necesidad y paraasegurar, no insistiendo en ellas, con la mayor utilidad para el mayor nmero desbditos que se pueda. Mal usadasson aquellas que, aunque al principio sean po-cas, tienden a crecer con el tiempo perdiendo eficacia... (p. 45). El prncipe de-be igualmente saber dosificar tanto la crueldad como la benevolencia: ... Las in-jurias se deben hacer todas juntas, de modo que, saborendose menos, ofendanmenos: y los beneficios se deben dar de a poco, de modo que se saboreen me-jor... (p. 46).

    Finalmente, a propsito del pueblo y de la utilidad que el prncipe tenga o ad-quiera una buena relacin ... porque los hombres, cuando reciben el bien deaquellos de quienes crean recibir el mal, se obligan ms respecto de su benefac-tor... (p. 48). Emerge, tal vez, en este consejo un componente paternalista de ladireccin de los gobiernos.

    Habiendo hablado de la crueldad y del mal, existe un segundo gran tema con-trovertido: el fin justifica los medios, el famoso Maquiavelismo. ... Haga unprncipe lo necesario para vencer y mantener un estado: los medios siempre se-rn juzgados honorables, y por cada uno ponderados... (p. 88) (pero no aquellosde Agatocles, feroz y desalmado). De todas formas algunos medios, especialmen-te si son practicados dentro de la estructura de oportunidades existente, son pre-feribles. Algunas veces el prncipe mismo podr intentar cambiar, redefinir la es-tructura de oportunidades.

    Por otro lado, el problema no consiste solamente en conquistar el poder, sinotambin en mantenerlo continuamente. Cmo? La respuesta de Maquiavelo nodeja lugar a dudas: con el consenso del pueblo. ... La mejor fortaleza que exis-te, es no ser odiado por el pueblo... (p. 107).

    En consecuencia, ... censurar (reprochar) a cualquiera que, findose en susfortalezas (potencias), estime (tema) poco ser odiado por el pueblo... (p. 108), y elya citado: ... a un prncipe le es necesario tener al pueblo de amigo: de lo contra-rio no tiene remedio durante la adversidad... (p. 48). En esta toma de concienciase coloca, precisamente, la redifinicin de la estructura de oportunidades: ... Unprncipe sabio debe pensar un modo por el cual sus ciudadanos, siempre y en todotiempo, tengan necesidad del estado y de l: y as le sern siempre fieles... (p. 51).

    El tercer tema de enorme importancia que aparece en El Prncipetiene quever con las mltiples, controvertidas, a menudo decisivas, relaciones entre la vir -

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  • tud y la fortuna. Indagar qu cosa son y cmo inciden sobre las acciones huma-nas y sobre su eficacia, en suma, intentar comprender si somos, y hasta dnde,patrones de nuestro destino significa recoger una parte conspicua de la esencia dela actividad poltica. La virtud es, de todas formas, como Maquiavelo escribir enLos Discursos, de manera fiel a la realidad, el deber de no abandonarse nunca.Pero, qu es aquello de la fortuna? Un artificio retrico y conceptual para ex-plicar aquello que, de otra forma, no se podra entender?, o el recurso legtimoa un factor que puede ser l mismo explicado, una condicin del sucederse de loseventos humanos, obviamnete nunca todos previsibles, nunca completamenteprevisibles? Seguramente, la virtud es un factor laico, secular que nada tiene quever con la predestinacin ni con la supersticin. No es la naturaleza que, en elpeor de los casos, es el punto de partida estable, mientras la fortuna es el elemen-to variable y que se manifiesta en movimiento. No es la necesidad, no es el azar,no es la suerte, no es la envidia, no es la ambicin, no es la ingratitud, no es elhecho, no es el destino, no es el cielo, menos que menos la providencia (o la im-providencia) y tampoco la divinidad. ... La fortuna representa la condicin pasi-va del suceso poltico en las conquistas o en la administracin interna. La virtudes su contraparte activa... (como escribi Leonardo Olschki).

    La fortuna es la conclusin a que he llegado en forma personal, es el modocon el cual, sea por error o por racionalidad limitada, con la apertura incompleta yel cierre prematuro de las puertas y de las ventanas de oportunidades, los hombresy las mujeres se construyen sus trayectorias terrenas, sus historias de vida. Ma-quiavelo sabe que muchos opinan que ... las cosas del mundo son gobernadas porla fortuna y por Dios, de forma tal que los hombres con su prudencia no puedencorregirlas, es ms no tienen remedio alguno; y, por esto, podran juzgar que notendra demasiado caso fatigar con ellas, sino dejarse gobernar por la suerte... (p.120). No, ningn fatalismo, afirma Maquiavelo, an si un poco de desaliento fren-te al tamao de la tarea resulta legtimo, tolerable, justificable. Es ms, ... paraque nuestro libre albedro no sea apagado (anulado), juzgo verdadero que la fortu-na sea el rbitro de la mitad de nuestras acciones, pero que sta nos deje gobernarla otra mitad, o casi, a nosotros... (p. 121). De todas maneras, la fortuna ... de-muestra su potencia donde no hay una virtud que le resista, y es ah donde vuel-ven sus mpetus, donde sabe que no fueron hechos los diques ni los reparos paracontenerla... (p. 122). Solamente ... quien fuese tan sabio que conociera los tiem-pos y el orden de las cosas, y se acomodase a ellos, tendra siempre buena fortu-na... (p. 122) y ... si se mutase de naturaleza con el tiempo y con las cosas, no secambiara fortuna... (p. 123). De frente a estos riesgos inevitables y desconcier-tos, qu hacer? Qu enseanza darle al prncipe y al hombre del pueblo?

    ... Yo bien creo esto, que es mejor ser impetuoso que respetuoso, porque lafortuna es mujer; y es necesario, querindola someter, batirla y empujarla (gol-pearla). Y se ve que sta se deja vencer ms por estos (los impetuosos) que poraquellos que proceden framente. Pero, como siempre, en tanto mujer es amiga

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    Gianfranco Pasquino

  • Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    de los jvenes, porque son menos respetuosos, ms feroces y quienes con ms au-dacia la comandan... (pp. 124-125). Es una enseanza dursima y controvertida:golpear la fortuna, que quiere decir ya sea pegarle fsicamente como derrotar-la. Esta osada metfora de la fortuna-mujer, malamente interpretada por algu-nas estudiosas feministas, debe en cambio ser leda como una invitacin a la ac-cin que Maquiavelo dirige a los hombres jvenes y vitales si, de frente a las di-ficultades, quieren derrotar a las circunstancias, quieren cambiar la estructura delas oportunidades, quieren construir, mantener y gobernar un principado an encondiciones adversas. Y las condiciones podrn ser a menudo adversas...

    Conclusin. La poltica es el espectculo que mujeres y hombres interpretansobre la escena del mundo para adquirir, con conciencia y empeo variable, el con-trol sobre la propia vida y, a menudo, sobre la vida de los otros. Frecuentemente,la poltica es un espectculo desagradable, violento, negativo, sin progreso. Sonmuchas las sociedades en las cuales la poltica ofrece un feo espectculo, pero sonmuchas tambin las sociedades que no merecen, por su egosmo y por su absten-cionismo nada mejor. De todas formas, cuando la poltica se limita a reflejar la so-ciedad, ya ha perdido su esmalte, su atractivo, su tarea histrica. De buena, peromuy frecuentemente de mala gana, a gusto o a disgusto, la poltica con la que nostoca vivir en este fin de milenio aparece inadecuada un poco por todos lados. Pe-ro era tambin inadecuada, por debajo de las expectativas, de las potencialidadesy de los desafos la poltica con la cual Maquiavelo tuvo que convivir.

    Resulta fuerte la tentacin de actualizar su pensamiento, de explotarlo para lacomprensin de la poltica contempornea y para su orientacin. Me resisto a ac-tualizar y ni siquiera pruebo. Los clsicos son tales porque permiten a cada unode nosotros leerlos, dentro de ciertos lmites, como deseemos. Y de sacar, si que-remos, lecciones de mtodo, de estilo, de anlisis. El Prnciperesalta como unmonumento a la lengua italiana, al saber politolgico, a la cultura mundial. Ma-quiavelo no puede ser conquistado para la causa de ninguno. La conclusin de ElPrncipecon su referencia a los versos de Petrarca

    Virtud contra el furorTomars las armas y har corto el combate:Que el antiguo valorEn el corazn italiano an no ha muerto.

    y a su fuerte reivindicacin de unidad nacional, tan alta y significativa cuan-do los pueblos del Norte estaban sometidos a los franceses y cuando pronto lo se-ran a los austracos, lo convierten en hostil para cualquiera que mantenga pesa-dillas secesionistas.

    La concepcin que Maquiavelo tiene de la vida, austera, no condescendien-te, hecha de empeo, de responsabilidad, de sanciones, de amarga intransigencia,no tiene ningn punto de contacto con el buenismo, que es a menudo una de-

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  • formacin hipcrita de los comportamientos incapaces de soportar el conflicto yde confrontarse con las diferencias de opinin. Su tica laica, racional, no tras-cendente, entretejida por argumentaciones, lo ha transformado, y an hoy lotransforma, en invisible o no querido por aquellos que tienen necesidad de anclasde salvacin en el principio de autoridad y en las jerarquas, en el pietismo y enlos milagros.

    Maquiavelo cree en la razn y en el pueblo. Es un pensador iluminado. Ha pa-gado su sabidura como persona, an cuando era perfectamente conciente que deel precio haba sido muy elevado. Deja una leccin de mtodo y de estilo. Se lopuede (tal vez se lo deba) leer todava, an solo por el puro, simple, gratificanteplacer de la lectura. Grande, tal vez inigualable libro de contenidos: como dimen-siones fsicas, El Prncipees un librito: por lo tanto, buena lectura; buena fortuna.

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    Gianfranco Pasquino

  • Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    Bibliografa

    Machiavelli, Niccol 1995 Il Principe(Turin: Einaudi).

    Sasso, Gennaro 1980 Niccol Machiavelli(Bologna: Il Mulino).

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