Construcción de cuentos breves con el método aristotélico

Para motivar la creatividad y la escritura del alumno podemos hacerlo de muchas maneras,

una de tantas es la siguiente:

Mostrarles una hoja en blanco y decirles que lo que van a contar debe caber en ese espacio y

tiene que ser suficiente como para hacernos reír, enojarnos, ponernos tristes, enamorar a quien

está a nuestro lado, reflexionar...

Indicarles también que no se vale escribir historias ya conocidas, que cada uno tiene que

sorprenderse escuchando algo que proviene de sí mismos y que nunca habían oído.

En seguida, compartir con ellos textos escritos por niños en otros talleres o inventar alguno en

el momento o entre todos como a continuación se sugiere.

1. Díganme un personaje: princesa, perro, conejo, ogro…

2. ¿Qué está haciendo?: va caminando por el bosque, está en el pantano, llega a una

feria…

3. ¿Qué le sucede?: espanta a la gente, quiere subirse a un juego, se come a los niños, no

tiene dinero…

4. ¿Qué va a hacer?: robar, matar, ponerse a trabajar...

Muy bien: Un ogro llega a una feria. Quiere subirse a uno de los juegos, pero no tiene

dinero. Se le ocurre ponerse a trabajar…

5. ¿En qué trabaja?: haciendo tortillas, espantando, dándole vueltas al carrusel…

Necesitamos cerrar el cuento con final

6. Muy bien: Un ogro llega a una feria. Quiere subirse a uno de los juegos, pero no tiene

dinero. Se le ocurre ponerse a trabajar…

7. ¿En qué trabaja?: haciendo tortillas, espantando, dándole vueltas al carrusel…

Necesitamos cerrar el cuento con final inesperado: Un ogro llega a una feria. Quiere

subirse a los juegos, pero no tiene dinero. Se le ocurre ponerse a trabajar dándole

vueltas al carrusel. Ya tiene el dinero, pero no puede subirse porque no cabe en

ninguno.

Las preguntas van modificándose de acuerdo con la historia que los niños van

construyendo y son ellos quienes van eligiendo las respuestas que generalmente se

separan de lo que conocen. Nosotros, como mediadores, vamos dando sugerencias y

tejiendo la historia.