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nero s del int erio r, lejos de los fami- liares sectores del azúcar y el arro z." La cuarta y última razó n respondía a una preocupa ción dip lo má ti ca : " Jo- nesto wn estaba ituada en I Distrito No ra cidr-ntald Ipais, qu e consritu- . ye una rc« er ,1 part ' del t err it ori o de Guyana y dura nte .r ños ha sido o bje- lo dr- un.i di puta cntr los gob iernos yvn zolano L ..) En este 'nii do, la o rn u na pu d v rsc co mo u na man iobr a pl an .ada por ,1 gobie rno de .corgciow n pa ra d jar mia do s us der xho s sobre la r- gi ón med iant ' un .i coloniza i ón pl a- niíicada". El tr.igico fracaso del rxp ' ri m .nro basado en t ;¡1 s .onsid rracio n 's 'n- traña, eg ún el bi -n i nfo r mado crit '- rio d ' l.r-wiv, una 1, .i ón qu no de- b n d C5.1l m de r los puebl os y los go- biernos pr ogr csist.is del Mi l>'. Una región qu e ha sido u adi cio na lme ruc manipulada p or los gru po ' de pod er )' lo serroru ssoc ia l '5anl.lgón ico s de las m rr ópolisirnp ' ri,l li sl ,lS, d eb e en- I nd -r d una vez por tod as qu ' nin- guna imp orta ción de los conflictos pr op ios d e aquellas so cie da des - .Iun cuando sea en forma de ap o yo .1 lo s disidC'ntes eva sioni st.is de un capiia- lisrno en crisi s- pu -de contribuir a su ver dar ler a ind ependencia. Como bien dice Lewi s: "I o hace falta ser un rcvol ucio nar io caribe ño par a pre- gun ta rse p or qué habría el Ca ribe de conve rtirse -n la víctima in erm e' del imperialis mo reli gio so n ort eamerica- no. l Por qué habrían de co nve rti rse lo pu ebl os del Caribe en re ce ptores vica rio, p or dec irlo así, de los pro- bl ema s norteame rica no (.,.) lN o debe la evangeli zació n, co rno la CMi - dad, empezar por casa? L..) l Yquien , en todo caso, necesita salvarse con rna vor urge ncia: el pueb lo no rtea - mericano o lo-, pueblos caribeños?" 102 La vuelta al mundo POR LYA CARDOZA i 'I! LA VUELTA AL J \I1 U DO ( i.ij.u "S vivir? frase célebre no 1J( ' rt l ' III ' C\ ' .1 Id el,1de los av io ne s: 14 hord5 1'11 un .rvio n no esvivir ni viajar. L.IS hOldS u.m scurrcn -n u na ago nía abur ridrvim», in terru mpida p or : s.lIl1lwlches, reí alc oh oles, ci- g. 1I ros, p,lIi ue lilos .. . y el aviso de qu e SI ' P,ISd por e nri ma d e no sé d ó nd e (y que no SI' ve) y que d entr o de 10 ho- Ids lleg.m-mo s .1 Par ís, Qué l ind o. La IJI'lícu l.1 que d .in en el avi ó n para ale - gl.u no - 1.1 \ !l Id, es d el ar \Vesl, pero 110 IUJlcion .1 r-l son ido que se inslalJ l/ 1l0 Pl l los olllos ;d l' mo do que un lIJ W buy .11>1.11..1 .1 o tro al entrar al SJ- loon v le di ce : " Allors, m on vieux ". porque solo iunciona Id tr ad u cci ón ,ti t rances . Incidentes de viaje. P.IIIS. Noviembre de 1979. Agua- n ie ve- y trío de p err os. Huelgas. Dia- m.int c-, de Bo ca saoSe suic ida u n mi - 111 tr o po rque se le des cubri e ron p rob .ih lcs malos man ej o s de fondos i,'n 1.1 ro rnpr .; de un t err en o! l od o s los Ir .IfH "51'S" Sld b. 1I1 in dig nado s. Ex- 1)( IS I(\(lI l dI' " LospicJSS OS de Pi C.1 S SO " (peleadísima por la familia y anexas) ya qu e se trata de la dona ci ón al go- bi erno francés par a cubrir los im- puestos de la sucesión Picasso : el ge- nio no dejó testam ento . Lo qu e me recuerda a P edr o Inf ante , cuando le p reg u n ta ro n a qui enes dej ar ía su for - tun a: " Q ue se hagan bola s" . En el Beaubourgh, Centr o Pompi- dou , la exposición París-Mo scú (d e la cual h ablam os en un núm er oant e- ri or ). Este centro ti ene un pr omedio de 18,000 visitantes diarios, lo cual no imp idi ó -oh, valientes- que fu éra- mos a verla. Primero , es obra de tit a- nes abrirse camino hacia el museo. En los alrededores, mile s de gen tes observando aun japonés haci én d o se el har akiri , a un tragafuegos (c om o los nacionale s) entregado a Prome- tea. Un grupo de rack haci end o un r uid o infe rna l, otr o grupo de can- ción p ro testa en alemán. Gent e y más gente. Lu ego la entrada al mu- seo: largas colas, escaleras eléctri cas p or t od oslados, tubos en las par ed es y en los tec hos, avisos de por d ón de ir pa ra nde y, cuando está un o al borde del inf art o, una flech a in d ica un café en d ond e puede uno ¿rep o- n cr se? entre cientos de niño s qu e chillan y se arrastran p orqu e están aburridos y cansados. Por fin, la exposición. Cu adr osde 1 ,IS co lec ciones de museo s rus o s de pi nt ura francesa. Kandinsky, Mal e- vich, Tatlin, l.issitski, toda s las co- rrie n tes artísticas de los años 1900- ] LJ 3U. La m aqu e ta del m onum en to a 1 .1 Ierce ra Int ern acional (que ib aa sel m ás "Ita que la Torre Eiffel), los mu eb les fun cionales diseñado s en es.l época, tub os con vidrio , qu e aho ra se pueden comprar en Ler do Chiquito. P eriód icos , libro s yrevistas co n fO IOS de los autores. Núnca hao ' b id visto un a foto de Leonidas An- dr eicv. Alli está, bellísimo, junto a sus libros editados en ruso: Sashk a Ye- guu:», Lo1 ( iSd roja, y tanta s o tras obr as que p erturbar o n nu estra ju v en tu d. Qu é lástima qu e el Centro Pom pi- dou no tenga la intimidad de un mu- sco. En París. la paz y la tr anquilid ad se onc uc ntr an en la casa de las Flor esde 1.1 Pe l la . Allí vive una muj er suave y 111 '111.1, que llama Al ena. Le debe- I11 0S mu cha s - invisibles- aten cio- nes. Lu ego, en casa de Vic tor Flores Ole.i, Alejo Carpentier y Lilia, y Jor ?l' Enr iq ue y Ni col e. Al ejo est.l convalesciente, sigue trabajan- do mu cho . La conversación se alargó hasta las tr es de la mañana , ya qu e se le interrogó sobre una serie de cosas - que nada tenía qu e ver con sus li- bro s- p orque Carpentier es un ho mb re de muy buen gusto y jamás habla de sus triunf os. Supe qu e es d<'sct'n di('ntt' <k Konstantin Bal-

102 · y me recordó un cuento de Cortázar. Lluvia y más lluvia de flores. En el tea tro " Taganka", ... regaló EllJIl ido de una flauta, y cada vez qu e yo creía haber identificadoa

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Page 1: 102 · y me recordó un cuento de Cortázar. Lluvia y más lluvia de flores. En el tea tro " Taganka", ... regaló EllJIl ido de una flauta, y cada vez qu e yo creía haber identificadoa

nero s del interio r, lejo s de lo s fami­liares sectores del azúcar y e l arro z."La cuarta y últ ima razó n respon d ía auna preocupa ción diplo má ti ca: " Jo­nestown estaba itu ada en I Di stritoNo ra cidr-ntal d I pais, qu e co nsritu -

. ye una rc « er ,1 part ' del terr i torio deGuyana y dura nte .r ños ha sido o bje­lo dr- u n.i di put a cn tr los gobie rno s· uy.ln i~ ~ y v n zolano L ..) En este~ ' n i ido, la o rn u na pu d v rsccomo una man iobr a pl an .ada po r ,1gobierno de .corgciown pa ra d jar

miados us der xhos so bre la r ­gi ón med iant ' un.i coloniza i ón pl a­ni íicada".

El tr.i gico fracaso del rxp ' ri m .nrobasado en t;¡1 s .onsid rracion 's ' n­traña, eg ún el bi -n informado cr it ' ­rio d ' l.r-wiv, una 1, .i ón q u no de­b n dC5.1l m de r los pu ebl os y los go­biern o s progrcsist.is del Mi l> ' . Unaregió n que ha sido u adiciona lme rucmanipu lada por los gru po ' de pod er)' lo serrorus socia l '5anl .lgó n icos delas m rr ópo lis irn p ' ri,l li sl ,lS, d eb e en­I nd -r d una vez por tod as qu ' nin­guna importa ción de los co n flictospr op ios d e aq u e llas so ciedades - .Iuncuando sea en fo rma de ap o yo .1 lo sdisidC'ntes evasionist.is de un cap iia­lisrno en crisi s- pu -de co n tr ibu ir asu ver darlera indep endencia . Co mobien di ce Lewis: " I o hace falt a serun rcvolucionar io caribe ño para pre­gun tarse por q ué habría el Ca ribe deconvertirse -n la víct ima in erme' delimpe ri alismo reli gioso nort eamerica­no. l Po r qu é habría n de co nverti rselo pu eblos de l Cari be en receptoresvicario, por dec irlo así, de lo s pro­blema s no rteamerica nos¡ (. ,.) lNodebe la evangeli zació n, co rno la CMi ­dad, em pezar po r casa?L..) l Yquien,en todo caso, necesita salva rse co nrnavor u rge nc ia: el pueblo nortea ­mericano o lo-, pueb los car ibeños ?"

102

La vueltaal mundo

POR

LYA CARD O ZA

i ' I ! LA VUELTA ALJ\I1 U DO

( i.ij.u " S vivi r? L ~t .l frase cé le bre no1J( ' rt l ' III ' C\ ' .1 Id el ,1de los av io ne s: 14hord5 1'11 un .rvion no es viv ir ni vi ajar.L.IS hOldS u.mscurrcn -n u na ago n íaabur r id rvim », in terru m p ida por :s.lIl1lwlches , reí rl~SCOS, alcoho les, ci­g.1I ros, p ,lIi ue li los .. . y el av iso de qu eSI ' P,ISd por e nri ma de no sé dó nd e (yque no SI' ve) y que dentro de 10 ho ­Ids lleg.m-mos .1 Par ís, Q ué l indo. LaIJI'lícu l.1 q ue d .in en el avió n p a ra ale ­g l .u no- 1.1 \ !l Id, es del ~ ar \Vesl , per o110 IUJlc io n.1 r-l son ido que se inslalJl/ 1l 0 Pl l los olllos ; dl' mod o qu e unlIJ W bu y .11>1.11..1 .1 o tro al e n trar al SJ­loo n v le di ce : " A l lo rs, m on vie u x".porq ue solo i un cio na Id tr ad ucci ón,ti t rances. Incidentes de viaje.

P.IIIS. Noviem bre de 1979. Agua­n ieve- y trío de perros. Hue lgas. Dia­m.int c-, de Bo ca saoSe suic ida un mi ­111 tr o po rque se le descubrieronp rob.ih lcs malos manej o s de fo ndosi,'n 1.1 ro rnpr .; de un terren o ! l od oslos Ir .IfH "51'S" Sld b.1I1 indig nados. Ex­1)( IS I(\(lI l dI' " Los p icJSSOS de PiC.1 SSO "

(pe lead ísima por la fami lia y anexas)ya que se tr ata de la donaci ón al go­bi erno fran cés para cubrir los im ­pue stos de la sucesió n Picasso : el ge­nio no dej ó testam ento. Lo que merecuerda a Pedro Infante, cuan d o lepreg u ntaro n a quien es dejar ía su for ­tun a: " Q ue se hagan bolas" .

En e l Beaubourgh, Centro Po m p i­dou , la expos ic ió n París-Moscú (d e lacual hablamos en un número ante­rior). Este cent ro ti ene un pro m ed iode 18,000 vi sitantes diarios, lo cual noimpidió -oh, valientes- que fu éra­mos a verl a. Primero, es obra d e tita­nes ab ri rse cam ino hacia el m u seo .En los alrede do res, miles de gen teso bservando a un japonés hacién d o seel harakiri , a un tragafuegos (comolos nacionales) entregado a Pro me­tea . U n gr upo de rack haciendo unruido inferna l, otro grupo de can ­ció n p ro testa en alemán. Gente ymás gente. Luego la ent rad a al m u­seo : lar gas co las, escaleras eléctri caspor todos lados, tubos en las pared esy en los tec hos , aviso s de por d ónd eir pa ra dónd e y, cuando está uno albo rde del infart o, una flech a ind icaun café en donde puede uno ¿repo­ncrse? entre cientos de niños quech illan y se arrast ran porqu e estánabu rridos y cansados.

Po r fin, la exposició n. Cu adro s de1,IS co leccio nes de museos rus o s depint ura fra ncesa. Kandinsky, Mal e­vic h , Tatlin, l.issitsk i, todas las co ­rrie n tes artí st icas de lo s añ o s 1900­] LJ3U. La m aque ta d el monumen to a1.1 I erce ra Internacional (que iba asel m ás " Ita qu e la Torre Eiffel), lo smu eb les fun ci onal es diseñados enes.l ép o ca, tubos co n vidrio, queaho ra se pu ed en co mprar en LerdoChi q u ito. Periód icos , libros y revistasco n fO IOS de los auto res. Núnca hao'b id v isto un a foto de Leonidas An­dreic v. Al li está, bellísimo, junto a susli b ros ed itados en ruso: Sashka Ye­guu:», Lo1 ( iSd roja, y tanta s o tras obrasqu e perturbaro n nu estra ju ven tu d.

Qu é lástim a qu e el Centro Pom pi­do u no ten ga la intimidad de un mu­sco.

En París. la paz y la tr anquilidad seonc ucn t ran en la casa de las Flores de1.1 Pella . A llí vive un a mujer suave y111'111.1, que s ( ~ llama Alena. Le debe­I110S mu chas - invisibles- atencio­nes. Lu ego, en casa de Victor Flo resO le.i , CO I~ Alejo Carpe nt ie r y Lil ia, yJor ?l' Enr iq ue ~doum y Ni col e. Al ejoest.l co nvalesciente, sigue trabaj an­do muc ho . La co nversació n se alargóhasta las tr es de la mañana , ya qu e sele in te r ro gó so bre un a ser ie de cosas- q ue nada tenía qu e ver con sus li­b ro s- porque Carpe n t ie r es unhombre de mu y bu en gu sto y jamáshab la d e sus triunfos. Supe qu e esd<'sct'n d i(' ntt' <k Kon stan tin Bal-

Page 2: 102 · y me recordó un cuento de Cortázar. Lluvia y más lluvia de flores. En el tea tro " Taganka", ... regaló EllJIl ido de una flauta, y cada vez qu e yo creía haber identificadoa

mont, gra n poeta, un o de los prime­ros viaje ros ru sos en México. Bal­mont fue tío de la madr e de Carpe n­tier, Catali na Blagobrazo ff , de NijniI ovgoro d . El padr e fue un arquitec­to francés, George Carpentier, naci­do en Brest. Fue d iscípulo de Casals.Los padr es de Al ejo viv ie ro n y fall e­cieron en La Habana. Su hi jo , nacidoen esa c iudad, es el ce lebrado auto rcubano . y esta ha sido otra vu elta almundo .

Moscú. Noviem br e de 1979. Agua­nieve para var iar, frí o in te nso. En e laeropuert o nos esperaba un grupode amigos. Decían q ue era otoño, ynadie había sacado aún sus p iel es.Carlo s Lagunas vo lvió a revel arn o slos mi sterios de M oscú : SviatoslavRichter suspend ió un concierto en elConservato r io -los bo letos estabanagotados m eses antes- y dio un reci ­tal " p rivado " en el Museo Pushk in,en un a sala co n pintura francesa co n­temporá nea . Com o el co ncierto fueprivado, co rrió la voz. Tod o ll en o, lagente de p ie y sentada en el sue lo. Esun gran pia nista, de fama int ernacio ­nal, artista muy temperamental, q uesólo toca cuando le da la gana . ynunca lo han mandado a Siberia po rindiscip lina. No le gu sta viajar . Comoque " no se hall a" en o tro s lad o s.

El otro misterio fue la reapa r iciónde M aya Plissetskaya en el TeatroBol shoi . Suspe nd ió una gira por Su­damérica hace alguno s meses, porenfe rmedad . El Bo lsho i estaba l lenoa reve nta r; y el 15 de noviem b re de

1979, vimo s y escuchamos (po rq ue laorquesta es para escuc har), " C ho p i­niana" , p ara empe zar; " La mu erted e la rosa" , co reog rafía de Ro landPetit y tr ajes d e Yves Saint Lau ren t;lu ego, " Ro meo Y Ju lia" (no Ju liet a)co reografí a d e M aur ice Bejart . Final­men te, la su ite " Carme n", co n libre­to de A. A lonso. Fue una noch e his­tórica. El re to rno de Plissetskaya, y e lrío de f lo res q ue inund ó el escena­ri o. El púb li co se pr ecipi tó al prosce­ni o (al q ue no había man era de sub ir)y me recordó un cue nto de Cortázar .Lluvia y m ás ll uvia de flores.

En el tea tro " Taga n ka", " E\ m aes­tro y M argar ita" de Mijail Bul gak ov.El di recto r, Yuri Liub imov, se su pe ra.Esta obra, q ue no sé por qu é no figu­ra en los arc hivos del su rrealismo, esun a dem o strac ió n del genio e ing e­n io ruso y soviéti co . Por sup uesto,teatro lleno, gent e en la call e p re­gu ntando si sobraba algún bo le to .Ce leb ramos lo s 85 a11os de un pint or ,j ubi lado, co rn p.ine ro de lo s p iru o re sde los m ovimi ritos q u - vimos -n P,I­r ís y en algunos mu sco de ," 1u c ú.Vlad imi r Irakov ski. irn os e rri l o re ~ ,

a vari as perso nas r 'la c ion ,)(I,1 conM éxico, t rad u .to r 's - 1,1 obra deGarcia M árq u 'Z ha t 'n ido gr,ln l~ i ­to - Yd qu eridos am igo . Yuri P,IPO­rov a aba d e publ i .ar // ('m ill gw" y ( '11

(Ib a. El au tor viv ió cinco , lilO ~ enuba, y ,1I1 t' fu' ,lgr eg,ld o lult ul ,d

en M éxi o . 1I l ibro, una e h.rustivainvovriguci ón de 1.. vi d a dI' 1I ' mi ng ­W,IY - q u ' '~ muy pop ul,u 'n 1,1

URSS-, pos ibleme nte sea tr aducidoal españo l. Ad emá s trabaja en unano vela, podr íamos llama rla poli cia­ca, pod ríamo s llamarl a de espionaje,que tendrá resonanci a cuando apa­rezca a p r inc ip ios del año próx imo.¿Q ué hacen los escri to res soviéticos?i Escribe n!

Apareció Ser gio Pito l, autor de Losclimas, I o ha y ta l lugar, El tañ ido d euna flauta. Es nues tro agregad o cul ­tu ral en Moscú . Lo encontramos su ­me rgido en un mar de Dosto yevskys,Tolsto yes y o tros com pañe ros, ha­bland o en ru so-mexicano, su aparta­ment o ll en o de lib ros y cuad ros . osregaló EllJIl ido de una flauta , y cad avez qu e yo cre ía haber ide ntif icado ala Faba To rtuga, se lo co mu nicaba.Co mo nunca di una, ergio me co n­fió : Irn ás o menos porque fue en unresto r án co n or qu .sta de balalaikas):" ," 1is ,1In ig,ls siempre identifican a011,1,1Inig,1. II ..std me feli ci tó , po rqu erl'conOl i ó co mo ,1 ve in te. Id Fai -al or tug «. LI v ' rd ,lder,1. "," 1e co rro e 1,11 uriovid.ul . Y ,Isi co mo apar 'ció, de­' dP,1I 1'1iú 'rgio Pit o !'

POlo o n,)(I,1 sab -mos so b re losprl 'm ios liu-r.ui ov de la UR a m '­IllJS q uo ,Jigun ,1 ,Igen ,i,\ d e pr ' n ~ ,1

,111111' ,Jigllfl I 'SI .lIld,dit o . no de lop I ('m iOS d e lit -r.u u r.i 1979 fu ' o ror­g,ll lo ,1 Virto r klovsk y", (1893), d ­lo , m,'" no t.ib lc- Iormali st.ts, d ' lo sdI' 111:1' ,"npir,1 ob r,) so br ' t 'oriJ lit ,­r,l/I,I , r-n tn - 1,1 q u ' so!> resal' u -sr u­di O '>o lJl '[Jo,to -vvk (l e57), o b re/,1111 I iÚIl nar rat iva ' /1 Pro~,1 an! t i a,~( ' íl l' x io 'Il " ,l/I,ili,i, (1959), publica­dos e n Mosc ú . En IlU -stro pai s ssupo r\(' q u ' ma -~ lr lJ'> como ~ I ov kyh.rb i.in " ido ro t.i lm -nre margi nado ,

,1 qu ' co n ,1 nornbr ' d '!?r ll1al i r~lOse .o nd -n ó una o ri -n Id Ion no 010de 1,15 I ' tr,l s y 1.1" art 's visual 's sinoa u n d e I,I ~ i . n c i a s fi si 0 ­

rn .nc rn .u ir ,h . Ah ora I término, por'>er apli cado tan abie rta. ind is r imi na­dam nt e y sin pr ecisión al~u~a, .h.'lp ' rd ido "Upr im era y primaria I g n ~ f l ­caci ón. ' k lo vsk e autor de una b io­grdfia d e L -on Tol ,tc?y,. traducid a .avari .ts le nguas. ParllClpO l'n lo s m,asimpor tan tes movimientos de u p.al ~.I eo ri z ó so b re ,1cinc , estuvo proxr ­rno J lo s futuri stas y escr ib ió sobre elfu turi srno . P ' rlenec ió al LEF , en don­de brillaba 1ayakovsky.

na exposi ció n tampoco recor­dada por las agencia de p rens~ qu.enos informan, fue la de V. E. Tat li n, f i­gur a destacad isima de la van gu ardiaru sa , cuya trascendencia es ~a? a díamejor re conocida. La exp<:,sl.C1 o n sellevó a cabo con el patro crruo de laUnión de Escri to res de la URSS, laUnión d e Pint ores, la Casa Central delos Literatos y el Ar ch ivo Central deLiter atu ra y Arte. El interesante ca-

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tálogo de esta expo sición no s fue o b­sequiado por Vladi mir Jrakovsky.Contien e la biografia de Tatlin (1885­1953). Se mo stró obra qu e abarcatod a la vida del gran artista : de 1919hasta los a ños post reros de su activi­dad (1950): un as cie n obras sin contarlos ochenta d ibujos qu e e n e l ca­tálogo es taba n reun idos e n un so lonúme ro de éste. Figuró e l au to rre ­trato de marin e ro (cuyo origi nal vi­mo s e n Pa rís (Exposic ión " Parls­Moscú" ), que también lo e nco ntra­mos en la c ubierta de la edición eco­nómi ca del libro de Camilla Gray TheRus ian Experim ent in Art. Se ex hi­bieron , asimismo, sus trajes de teatro,muebl s, y, naturalmente, la ma­qu ta d su c lebr Monumento a laIlIlnt rn acional, plan eada co mo unacolosa l arq uitectura, n part e móvi l.El catálogo incluy ó t xtos de Maya ­kovsky, quien r cue rda e l monu­mento y los traj s para su " Miste rioBufo" , qu fu puesto e n escena porMay rhold, así como " Stre n ka Ra­zin" de Kamen sky. Estos datos pue­den e nc o n t ra rs e e n las obrascompletas de Mayakovsky (Tomo XII,1959).

Noviembre. La Haba na. "Cuba,qu é linda es Cuba", dice la canción.Aseguran que es invier no: hacemucho ca lo r. Es to es un a frase hechade todos los q ue llega mos de l fin de lmundo. La Co lecció n de Li teraturaLat inoam er ican a de Casa d e lasAmé ricas llegó al n úm ero 10 0:Martín Fierro, de José Hernández. Seestá publicando nov ela poli ciaca deambiente socialista. Se inicia ba ungran festiva l de cine. Murió loseltoFern ánd ez, intérprete de " Guaji raGuant anam era" , esa canció n conversos de José Mart í, y que los cu ba­nos llaman " la de la letra variada" por­que le van cambiando losve rsos qu ie­nes la cantan. Héctor Angula es el au­tor de la mús ica. Al se pe lio de Ioseítoen la Habana, asistió una multitud .

104

Mé xico , D. F. Dici e m bre . Denuevo aq uí, e nt re hermanos amigos,co n la novedad de que Cuernavacalogró liberarse del cha y que no hayazúcar.

P.D. México, D. F., e ne ro de 1980.Tampoco hay carne.

,

MUS/CA

PORJOSÉ ANTONIO ALCARAZ

POLÍTICA MUSICAL

Los resultados de la po lítica musicalde la UNAM e n añ os recientes nohan sido juzgados de manera unáni­me como part icul armente impo rtan­tes , só lidos o llenos de brillo; porello, resu lta sumame nte ale ntado rco rrobo rar aq uí un hecho que enmuy diversos secto res (no o bsta ntetodo lo q ue de fórmula retórica tieneesta frase) ha sido reci bido co n el o­gio simu ltá neo : la creació n de laCompañía de Repertorio Nuevo d iri­gida por Jul io Estrada, promovida yrespaldada por un amplio pat ro ciniode la UNAM.

No se trata de venir a hacer el e lo­gio de las naranjas en la hu erta delfrutero, sino de señalar la impo rtan­cia de tal decisión su brayando cuán

afortunada ha resultado, especial­mente en contraposición a otras acti­vidades cuya norma suele oscilar e n­tre abulia y rutina.

LaCompañía de Repertorio Nu e vo(es ev idente) tiene como propósitohacer oír en forma sistemática y conperspectivas claramente delineadas,los productos de la creación mu sicalinscrito s en las corrientes actuales demayor importancia, que -por un arazón u otra- no habían sido ejecu­tados en México .

De la misma manera se han inclu i­do en sus programaciones obras an ti­guas que sirven como punto de ref e­rencia inmejorable al poseer una evi­dente analogía de orígenes y propó­sitos, o bien de elementos y situacio­nes, con determinadas músicas de laact ualidad . (Las diferencias básicas ysus co nt rastes, las marcarían tanto e lle ngua je como el estilo ... por su­puesto ).

Julio Estrada (1943), d irector artísti­co y musical de este tan ambiciosoproyecto, fe lizme nte no ha limitadoe l re pertorio a determinadas d irecti­vas o ac tit udes; por lo contrario hainte ntad o -y logrado- dar al oyenteun am plio abanico de posibilidades:algunas de ellas , precisamente porte ne r una marcada distancia entre sí,se vigorizan y respaldan mutuamen­te.

De Gio vanni Gabrielli (1551-1C12) aTake mitsu (1930), se ha escuchado lavoz de lo insól ito que abate los cáno­nes ha bi tua les para comprometerseen una ex p lo ració n de materiales so­noros y entidades musicales ajenos alháb ito, al ge sto duplicado, al este­reotipo o cliché. Los compositoresque Estrad a propone no han sido re i­tera dos e n las programaciones de lassalas de concierto : precisamente enesto res ide su interés. Al no formarparte de l ci rcuito fotostático de auto­res venerables cuya solvencia e im­portancia - lo mismo de un punto devista esté tico que, de otro, histórico­han ve nido a verse transformados enun me ro factor de taquilla, los auto­res mus icales promovidos por laCompañía de Repertorio Nuevo- e nt re los que se encuentra el pro­pio Estrada- encarnan una muy salu ­dab le opción. Esta era anhelada pore l asiste nte habitual a los conciertos,quien se encontraba ya literalmenteso br esat urad o por la inclementereincide ncia de los mismos nombresy las mismas obras de los mismosnombres, adobadas sin imaginaciónninguna y manipuladas por y con undeso rbitado afán comercialista. Lacálida acogida que han tenido losco ncie rto s de este organismo, siem­pre bajo la dirección de su titular Ju­lio Estrada, siempre ante un público

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