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177 Documentación Social 126 (2002) 10 Los movimientos sociales y la deuda externa Sumarios 10.1. La Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa.—1. Intro- ducción a la RCADE: una pequeña historia de una gran liberación conjunta.—2. ¿De dónde venimos?—3. ¿A dónde vamos?—4. Bibliografía.10.2. Acción informativa sobre los Bancos Multilaterales de Desarrollo. 1. De la globalización.—2. Del FMI.—3. De la OMC.—4. Del Banco Mundial.—5. Sobre la campaña «Acción Informativa BMD».—6. Las responsabilidades de los Gobiernos. 6.1. Acción informativa BMD y el contexto español.—7. Objetivos específicos y estrategias.—10.3. El Observatorio de la Deuda en la globalización.—1. ¿Por qué un Observatorio sobre deuda?—2. ¿Qué es y qué quiere ser?—3. ¿Quién participa?—4. ¿Para quién está pensado?—5. ¿Qué nos proponemos?— 6. ¿Quién puede participar? RESUMEN «Es en los espacios microsociales donde se cimentan las alternativas macrosociales.» Se presentan tres experiencias de trabajo, cada una de ellas con una característica diferente, pero con objetivos comunes y como espacios de participación y de búsqueda de alternativas via- bles a los actuales desequilibrios Norte-Sur. La Red Ciudadana para la Abolición de la Deuda Externa —RCADE—, trabajo en lo «Global- Local-Personal» a través de la «democracia participativa» como esen-

11- Los Movimientos Sociales y La Deuda Externa

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El articulo reflexiona sobre los movimientos sociales y su relación con la crisis de la deuda externa.

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    Los movimientos socialesy la deuda externa

    Sumarios

    10.1. La Red Ciudadana por la Abolicin de la Deuda Externa.1. Intro-duccin a la RCADE: una pequea historia de una gran liberacinconjunta.2. De dnde venimos?3. A dnde vamos?4. Bibliografa.10.2. Accin informativa sobre los Bancos Multilaterales de Desarrollo.

    1. De la globalizacin.2. Del FMI.3. De la OMC.4. Del BancoMundial.5. Sobre la campaa Accin Informativa BMD.6. Lasresponsabilidades de los Gobiernos. 6.1. Accin informativa BMD y elcontexto espaol.7. Objetivos especficos y estrategias.10.3. ElObservatorio de la Deuda en la globalizacin.1. Por qu unObservatorio sobre deuda?2. Qu es y qu quiere ser?3. Quinparticipa?4. Para quin est pensado?5. Qu nos proponemos?

    6. Quin puede participar?

    RESUMEN

    Es en los espacios microsociales donde se cimentan las alternativasmacrosociales. Se presentan tres experiencias de trabajo, cada unade ellas con una caracterstica diferente, pero con objetivos comunesy como espacios de participacin y de bsqueda de alternativas via-bles a los actuales desequilibrios Norte-Sur. La Red Ciudadana parala Abolicin de la Deuda Externa RCADE, trabajo en lo Global-Local-Personal a travs de la democracia participativa como esen-

  • cia de su ideario; es un claro exponente de la evolucin de los nue-vos movimientos sociales. Accin Informativa sobre los BancosMultilaterales de Desarrollo BMD, presta apoyo y acompaa-miento a las poblaciones afectadas por las polticas y proyectos de losBancos; se proponen tambin hacer explcita la responsabilidad delos lderes polticos buscando su implicacin. El Observatorio de laDeuda en la Globalizacin ODG, recoge, gestiona, sistematiza,analiza y facilita el mximo de informacin existente sobre el actualproceso de globalizacin, a travs del eje especfico de la deuda exter-na. Son un botn de muestra de las nuevas culturas de trabajo.

    ABSTRACT

    It is in microsocial spaces where you can begin to construct de broadsocial alternatives. Three different experiences are introduced, eachone with certain particularities, but pursuing a common objective,and as participation floors looking for sustainable alternatives tocurrent North- South misbalances. The Citizens Network for theAbolition of External Debt (RCADE), works with the global localpersonal dimensions under a participatory democracy idea, is aclear example of the new movements. Informative action on Multi-lateral Development Banks BMD supports human groups dama-ged by projects of such institutions and wish to make politicians con-front their responsibility in such context. The debtwatch projectODG resumes, manages, orders and distributes existing informa-tion on the present globalisation process, through the specific issueof debt.

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    Los movimientos sociales y la deuda externa

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    10.1

    La Red Ciudadana por la Abolicin de la

    Deuda Externangel Calle

    Integrante del nodo Carabanchel-

    Usera-Latina-Legans de la RCADE

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    Sumario

    1. Introduccin a la RCADE: una pequea historia de una gran liberacinconjunta.2. De dnde venimos?3. A dnde vamos?4. Bibliografa.

    La Red Ciudadana por la Abolicin de la Deuda Externa es como elcuadro de El Jardn de las Delicias del Bosch, en el sentido de que,entre el cielo y el infierno, se renen all toda una fauna variopinta.Pero adems, la Red, as como otros movimientos contemporneos,tambin recuerda a la obra del genial pintor renacentista en el sen-tido de que refleja una poca en transicin: una etapa se deja atrsy otra, an desconocida, comienza a despuntar (XCADE 2001: 45).

    INTRODUCCIN A LA RCADE: UNA PEQUEA HISTORIADE UNA GRAN LIBERACIN CONJUNTA

    En junio de 1999, inspirndose en el trabajo de la Comisin0,7 de Lleida, se celebran en tres localidades (Lleida, Argentona

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    y Crdoba) sendas Consultas Sociales sobre la cuestin de laDeuda Externa: la Red Ciudadana por la Abolicin de la DeudaExterna (RCADE), aun sin saberlo, haba comenzado a andar. Elimportante impacto en la opinin pblica en aquellas localida-des extiende la idea hacia el resto de Catalua, y posteriormen-te, al Estado espaol (1).

    El 12 de marzo, en paralelo a las elecciones oficiales al Par-lamento del Estado, 23.000 personas organizadas en nodoslocales (pueblos o distritos de las grandes ciudades) instalansus urnas a las puertas de los colegios electorales invitando atoda persona (con papeles o sin ellos) a posicionarse sobre trespreguntas:

    1. Est usted a favor de que el Gobierno del Estado Espa-ol cancele totalmente la deuda externa que mantienencon l los pases empobrecidos?

    2. Est usted a favor de que el importe del pago anual dela deuda cancelada se destine por la poblacin de lospases empobrecidos a su propio desarrollo?

    3. Est usted a favor de que los tribunales investiguen elenriquecimiento ilcito que los poderosos del Norte ydel Sur vienen realizando con los fondos prestados yque esas cantidades sean devueltas a sus pueblos?

    Principales resultados de la Consulta Social:

    1.087.792 personas, de ellas 15.000 inmigrantes, deposi-taron su voto, contestando afirmativamente a las tres pre-guntas ms de un 97%.

    (1) Para una profundizacin en la realizacin de la Consulta y en la Constitucin de la RCADE, ver XCADE (2001). Algunos datos presentados en este trabajo sern tomados de MARTNEZ (2000) ywww.rcade.org.

  • A pesar del veto de los medios de comunicacin (2), laConsulta Social se realiza en 458 municipios del Estado.

    La prohibicin de la Junta Electoral Central a la realiza-cin de dicho acto, y la actuacin de las fuerzas de segu-ridad en buena parte del Estado, confieren a la iniciativaun carcter de desobediencia civil basado en el construc-tivo ejercicio de la democracia participativa.

    La abolicin real de lo viejo requiere el nacimiento de lo real-mente nuevo. Es en los espacios microsociales donde se cimen-tan las alternativas macrosociales. As, durante los meses previosal 12 de marzo, la Consulta Social supuso, tanto en un planolocal como en el estatal, la creacin de espacios de socializacinmuy intensos: multitud de reuniones preparatorias en los que laspersonas reflexionaban y decidan conjuntamente (dada la auto-noma de los nodos locales), charlas de sensibilizacin, organi-zacin de la logstica (construccin de las urnas, distribucin depapeletas, formacin de las personas recin llegadas, pegada decarteles), asistencia a manifestaciones y actos de difusin, y final-mente un da D pleno de contacto con la ciudadana.

    A partir de ah, comenzamos a establecer comnmente:nuestra definicin de la realidad (por ejemplo, delimitando ellenguaje: abolicin y no condonacin; o las causas de lascausas: responsabilidad de las multinacionales en la Deuda y enel empobrecimiento de las gentes del Sur); nuestros smbolos(un stop aconfesional, apoltico e internacionalista); nuestrasformas de lucha poltica (la sensibilizacin, la presin poltica y

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    10.1La Red Ciudadana por la Abolicin de la Deuda Externa

    (2) Segn ARIEL y SAMPEDRO (2001), ningn diario considerara de inters para su aliado poltico hacer-se eco de la Consulta Social, que, por otro lado, supona todo un desafo de la democracia formal: amedida que el movimiento [de solidaridad internacional] avanza en radicalidad tanto en trminos deanlisis como de propuesta va siendo sustituido por otras noticias de Desarrollo de carcter ms con-sensual-promocional.

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    la desobediencia constructiva como medio de sacar a la luz lascontradicciones entre legalidad y justicia); y sobre todo, nuestraidentidad personal (por ser un proceso descentralizado y parti-cipativo, todas y todos hicimos de la Consulta un poco de nues-tro relato vital) (3). Recordando al maestro FREIRE, la ConsultaSocial, examinada como una accin colectiva, fue un xito por-que nadie liber ni educ a nadie, todas y todos nos liberamosy nos educamos mutuamente.

    DE DNDE VENIMOS?

    Nada es, sino que proviene. Los espacios microsociales senutren obviamente de realidades ms macro y de espacios yaexistentes que evolucionan poltica y culturalmente en unmomento dado: como escribiera HEGEL, una sucesin dehechos cuantitativos se torna de repente en un salto cualitati-vo. La RCADE, pues, no es ningn invento. Como todo pro-ceso de movilizacin social, es una interseccin de dinmicasprecedentes cuya explosin conjunta viene precipitada por uncmulo de acontecimientos puntuales, a veces muy desconec-tados entre s.

    As, desde un punto de vista fsico, la RCADE cuaja como redsocial en tanto que encuentra a travs de otros colectivos esta-tales capacidad de extenderse y articularse (Plataforma 0,7,Comits de Solidaridad con la Rebelin Zapatista, ONGs y otrosmuchos), y de herramientas como Internet que permiten acom-paar (nunca sustituir) el proceso real e ilusionante de difusin(ver XCADE 2001: 65-6). Adems, la cuestin de la Deuda Exter-

    (3) En CALLE (2000: 158 y ss.) se analiza con ms detalle la relevancia de la RCADE en el movimiento desolidaridad internacional.

  • na haba adquirido cierta resonancia simblica merced a lacampaa Deuda Externa, Deuda Eterna? y actu como temticaaglutinadora en sustitucin, para un espectro social importantede la RCADE, de la reclamacin del 0,7% del PNB, habida cuen-ta de la mayor capacidad, no slo de movilizar tejido socialheterogneo, sino tambin de conectarse a explicaciones mscompletas de la realidad social (4).

    Desde una perspectiva ms cultural, la RCADE es un claroexponente de la evolucin de los nuevos movimientos socia-les. Surgidos a mediados de los 70, y en contraposicin a losesquemas de movilizacin tradicionales del movimiento obrero,buscan nuevas formas de accin colectiva (desobedientes,mediticas, imaginativas) sobre la base de mensajes temticosque entrelacen lo local con lo global (pacifismo, ecologismo,feminismo), mediante prcticas y organizaciones muy horizon-tales y descentralizadas. Si los 80, tras la apertura democrtica yla existencia de recursos econmicos, estn marcados por lainstitucionalidad como referente de la accin social en este pas(boom de las ONGs), en los 90 se desarrollan espacios msabiertos a la ciudadana y de mayor resistencia social (acam-padas del 0,7, campaa contra el Banco Mundial 50 aos bas-tan, Movimiento de Objecin de Conciencia); en el caso de lasolidaridad internacional, las visibles estrategias de cooptacinde los Gobiernos de turno sobre los espacios institucionales(Ley y Consejo de Cooperacin, esquemas de financiacin delas ONGs), contribuan a dar credibilidad a la idea de la necesi-dad y urgencia de continuar la solidaridad por otros medios.

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    10.1La Red Ciudadana por la Abolicin de la Deuda Externa

    (4) Capacidad de movilizacin de recursos organizativos y aprovechamiento de hitos mediticos son dosclaves de la movilizacin social, como ya pudimos ver en este pas en 1994 (catstrofe en Centrofrica +manifestaciones contra el Banco Mundial y acampada del 0,7), o en 2001, en las protestas contra la Leyde Extranjera (medios de comunicacin volcados + parroquias, Universidades y sindicatos, que facilita-ron recursos para una desobediencia civil constructiva).

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    El aldabonazo de Seattle en 1999 y la confluencia de espa-cios polticos en el Foro Social Mundial de Portoalegre en 2000,contribuyen a desencadenar una tercera actual (ejemplos, cons-titucin de la RCADE y el MRG, protestas contra la Ley de Inmi-gracin, Barcelona 2001, Referndum sobre la cuestin delSahara en Andaluca). Esta etapa actual estara caracterizada poruna progresiva confluencia de plataformas (vanse las campa-as de la Unin Europea 2002 o Paremos la Guerra en 2001),de discursos (de marcado signo anticapitalista junto a otros ejesde violencia: gnero, inmigracin e interculturalidad, militaris-mo, desigualdades Norte-Sur) y de formas de lucha social(democracia participativa, arraigo en el tejido local y desobe-diencia constructiva junto a las ms clsicas de sensibilizacin ypresin poltica, que se combinan en la prctica segn el con-texto de actuacin).

    A DNDE VAMOS?

    RCADE, a pesar de su extremada juventud, va encontrandosu espacio y su identidad. El III Encuentro, celebrado en abril de2000, en Barcelona, sirve para sentar los pilares polticos y cul-turales de la RCADE, segn se desprende de su ideario (5):

    mbito de actuacin: Global-Local-Personal: la Red esuna red poltica [...] la abolicin de la deuda lleva implci-to un cambio de estructuras. El cambio de estructurasincluye el cambio personal.

    Formas de actuacin y coordinacin: Democracia Partici-pativa: La accin de la Red por la democracia participa-tiva es parte de su esencia [...Se ] reconoce la validez de las

    (5) Ver www.rcade.org.

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    formas de desobediencia civil [...] es un movimiento hori-zontal, sin jerarquas, y en el que las bases son parte fun-damental.

    Desde ese ao hasta la actualidad este ideario tiene su refle-jo en la participacin de la RCADE en campaas globales (con-tra-cumbre de Praga en septiembre de 2000 frente al BancoMundial, campaa Barcelona 2001), locales (campaa Grito delos Excluidos, amn del trabajo local continuo de sensibiliza-cin) y ms especficas sobre la Deuda Externa (actos del 25 y26 de noviembre de 2000, presin institucional con mocionespresentadas en distritos y Ayuntamientos sobre las tres pre-guntas de la Consulta, campaa Enrdate de 2001, apoyo alObservatorio de la Deuda Externa) (6).

    Posteriormente, el IV y V Encuentro, celebrados en 2001 enGranada (febrero) y Bilbao (octubre), han servido ante todopara refrendar una confraternizacin en torno al proyecto oproceso social que representa RCADE, introduciendo msticaspropias, como la accin de calle durante la realizacin de estosencuentros.

    Como balance muy personal de estos dos aos, podemosdecir que avanzamos ms fcilmente en la recreacin de condi-ciones subjetivas; an estn por llegar marcos objetivos msprecisos (estrategias y coordinacin). As, el ao 2001 ha pues-to de manifiesto las dificultades inherentes a todo movimientosocial que aspira a sintetizar (manteniendo la diversidad) lasdiferentes visiones polticas, el trabajo local y el global, el enca-je de la problemtica de la Deuda Externa en la lucha contra elactual curso de la globalizacin econmica, la necesaria coordi-nacin con la imprescindible autonoma. A estas dificultades

    (6) Ver www.debtwatch.org.

  • caben unir los retos posmodernos que se comparten con elresto de nuevos movimientos sociales: an escpticos (a vecesjustificadamente, otras no tanto) frente a toda gran narrativasocial, sin distinguir muy bien entre autonoma y compromisoaleatorio, desbordados en ocasiones por la accin inmediata yun campaismo que los impide cuajar como alternativas esta-bles para la ciudadana. Todo ello se plasma en la RCADE enhechos concretos como: los problemas para responder rpiday conjuntamente a sucesos como la crisis de Argentina, laausencia de verdaderos canales de comunicacin (Internet satu-ra y nos descomunica, y an no ha aparecido un medio deinformacin estable, como pudiera ser un boletn), la dificultadpara plantear campaas comunes, las deficiencias en las comi-siones estatales de trabajo que funcionan a golpes de iniciativaspersonales y no como consecuencia de marcos estratgicosimpulsados y apoyados desde las bases.

    El ao 2002, probablemente, acelere ostensiblemente lamaduracin de la RCADE. A nivel especfico la campaa deDeuda Externa en el marco de la presidencia de la Unin Euro-pea nos debiera servir para afianzar uno de los ejes de nuestraidentidad (Deuda) al mismo tiempo que aportamos a y nosempapamos de movilizaciones ms globales (participacin enlas campaas Contra la Europa del Capital, Globalicemos lasresistencias, Otro mundo es posible). Sin duda, tras la pequeatravesa de 2002, en la que aprenderemos de nuestras poten-cialidades y nuestras limitaciones, 2003 y 2004 volver a reen-contrarnos de manera prctica con nuestro ideario. El objetivoes llegar a las elecciones oficiales europeas de 2004 con un pro-yecto reflexionado con la ciudadana y entre distintos movi-mientos sociales para realizar una Consulta Social sobre cues-tiones de carcter internacional (Tasa Tobin, Deuda) y especfi-camente europeo (derechos sociales, Constitucin ciudadana,

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  • etc.). No es, sin embargo, una repeticin de la Consulta demarzo de 2000. Primero, porque la definicin del proyecto es yaen s un ejercicio de democracia, ya que diversos colectivos sevan sumando (MRG, Ecologistas en Accin, Euromarchas, MOCy otros) para dar forma en 2002 a esta propuesta (7). Y segun-do, ya que la democracia no es posible sin una reflexin comn,en 2003 se pretende que la ciudadana aporte y exprese su vozen foros y asambleas.

    Esta es la fuerza de la RCADE: su creatividad, la constitucinde identidades al margen de rdenes sociales poco dados a lasolidaridad, la creacin de una cultura en la que intereses per-sonales o colectivos son puestos al margen. Si bien es ciertoque los espacios institucionales aportan considerable estabili-dad poltica y definicin de estrategias a largo plazo, no esmenos cierto que, al hilo de lo que indicara WEBER, se convier-ten a veces en jaulas de hierro en donde tendencias e intere-ses corporativos prevalecen en ocasiones sobre apuestas real-mente transformadoras, terminando por reproducir el ordenantes que por cuestionarlo. Por otro lado, la institucionalidadsuele estar enmarcada en una verticalidad en la definicin y eje-cucin de los proyectos sociales, restringiendo la autonomapersonal y la participacin activa necesaria para configurarespacios microsociales donde se estn liberando identidadesalternativas.

    Ello no es bice para que quienes trabajamos en movimien-tos sociales en los que se inserta la RCADE no reconozcamos(con cierto anhelo) la necesidad de encontrar formas de coordi-nacin con espacios ms institucionalizados para tener mayorcapacidad de generar discursos y actuaciones en torno a con-sensos mnimos que se apoyen sin ambages sobre los valores

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    10.1La Red Ciudadana por la Abolicin de la Deuda Externa

    (7) Para recibir informacin, enviar correo electrnico a [email protected].

  • 4de justicia y solidaridad. El debate institucin versus movilizacinsocial no es un debate que se d en el mbito de las ideas, sinoen la esfera de los hechos. En otros contextos sociales, como esel caso de Brasil, por poner un ejemplo, la Comisin Pastoral dela Tierra ha trabajado codo con codo desde y junto al Movi-miento de Trabajadores Rurales sin Tierra. Como en Brasil, laaparente dialctica entre movilizacin social e institucionalidadhabr de superarse por la va de los compromisos personalesms all de las siglas, por la construccin de pequeos espaciosque nos permitan intercambiar y coordinar experiencias. Endefinitiva, no hay duda de que se precisan nuevas culturas detrabajo en ambos mrgenes de la accin social.

    BIBLIOGRAFA

    CALLE, ngel: Ciudadana y Solidaridad. Las ONG de Solidaridad Inter-nacional como Movimiento Social, Madrid: IEPALA, 2000.

    JEREZ, Ariel, y SAMPEDRO, Vctor: Visibilidad y tratamiento informativodel movimiento de cooperacin al desarrollo. Ponencia presentadaen el VII Congreso de Sociologa, Grupo de Movimientos Sociales,Salamanca, septiembre de 2001.

    MARTNEZ Magaa, Juan: La Consulta Social por la Abolicin de laDeuda Externa: un ejercicio local de Democracia Participativa.Ponencia presentada en el Forum La Carta Europea de los DerechosHumanos en la Ciudad / Ciudadana y Democracia Participativa,Saint Denis, mayo de 2000.

    XCADE (Xarxa Ciutadana per lbolici del Deute Extern). La ConsultaSocial del Deute Extern a Catalunya. Barcelona: Editorial Mediterr-nia, 2001.

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    10.210.2

    Accin informativa sobre

    los bancos multilaterales

    de desarrollo*Maite Serrano

    Accin informativa BMD

    1

    Sumario

    1. De la globalizacin.2. Del FMI.3. De la OMC.4. Del Banco Mun-

    dial.5. Sobre la campaa Accin Informativa BMD.6. Las respon-

    sabilidades de los Gobiernos. 6.1. Accin informativa BMD y el contexto

    espaol.7. Objetivos especficos y estrategias.

    DE LA GLOBALIZACIN

    El actual proceso de globalizacin de la economa mundialest inscrito en un marco de lucha por la supervivencia de lasempresas transnacionales a partir de una creciente polarizacinen bloques econmicos y en un contexto geopoltico caracteri-zado por la desaparicin del poder sovitico como contrapesoa la supremaca militar norteamericana. Globalizacin significaentonces competencia creciente entre grandes corporaciones por el

    * Resumen y adaptacin de un texto ms extenso: Jaime Atienza.

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    Maite Serrano

    mercado existente, lo que implica un aumento relativo de los gas-tos de transaccin frente a los costos de produccin. La exacerba-da aceleracin de la concentracin empresarial y de las fusionesacontece en primer lugar en el interior de las fronteras naciona-les para alcanzar una ventaja comparativa en las fusiones inter-nacionales. La importancia creciente de esas fusiones interna-cionales en un bloque econmico (la Unin Europea) que ade-ms puede hacerse con los despojos del gran mercado inter-no de Rusia y de los pases a ella antiguamente vinculados, traeconsigo la constitucin de otros bloques regionales (NAFTA yMercosur en Amrica; ASEAN en el Pacifico asitico; ALA;Comunidad Surafricana para el Desarrollo, etc.), para mejorar laposicin competitiva de las transnacionales o grandes empre-sas pertenecientes a esos bloques. En esta clave hay que inter-pretar, por ejemplo, la reciente propuesta del Gobierno de losEstados Unidos de crear un mercado comn americano deno-minado rea de Libre Comercio de las Amricas (ALCA).

    Lo anterior lleva a la aparicin de oligopolios globales y auna confrontacin econmica entre las grandes potencias envez de fomentar el crecimiento econmico. La bsqueda delmximo beneficio de las transnacionales conduce entonces alestancamiento econmico a escala global. Los rpidos procesosde privatizacin de las empresas estatales contribuyen tambina este proceso de concentracin de la riqueza existente, en vezde volcar energas hacia el crecimiento y el desarrollo sostenible.

    Existe acuerdo, en trminos generales, en caracterizar a laGlobalizacin como una fase histrico-econmica definida porlos siguientes rasgos:

    1) las fuerzas financieras son dominantes y las empresastransnacionales se constituyen en el principal actor de laeconoma internacional;

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    10.2Accin informativa sobre los bancos multilaterales de desarrollo

    2

    2) se intensifican y multilateralizan los intercambioscomerciales;

    3) se difunden y generalizan ciencias y tcnicas;

    4) las nuevas tecnologas, sobre todo la telemtica y labiotecnologa, se imponen e imponen sus efectos msall del mbito productivo, irrumpiendo de lleno en lasesferas de la salud y cultural y comunicativa;

    5) llega a su mximo la fuerza de penetracin de losmedios de comunicacin de masas;

    6) se vive una transformacin geopoltica por la cual unmundo cada vez ms multipolar (o al menos tripolar)coexiste con la permanencia de un gran poder militarunipolar.

    Qu son y qu papel tienen, pues, en un escenario como ste,el trpode de las instituciones de Bretton-Woods?

    DEL FMI

    El papel del FMI, que cuenta con ms de 2.000 funcionariosy cuyo presidente es por tradicin europeo, puede resumirse deesta forma: supervisa el sistema monetario internacional; pro-mueve la estabilidad y las relaciones ordenadas de los cambiosentre sus Estados miembros; asiste a todos sus miembros tantopases industrializados como en desarrollo que atraviesan difi-cultades temporales de balanza de pagos, proporcionndolescrditos a corto y mediano plazo, y complementa las reservasmonetarias de sus miembros por medio de la atribucin dederechos especiales de giro (DEG).

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    El FMI lleva a cabo una permanente labor de injerencia en laspolticas econmicas y de desarrollo. Formalmente el FMI nodicta polticas, slo las recomienda, sin embargo la condicio-nalidad exigida para acceder a crditos, a su renegociacin,etcetera, es la que impone de forma irrestricta despidos, privati-zaciones, recorte del gasto social y renuncia a la soberana.Lejos de prevenir las especulaciones financieras, sus interven-ciones ms recientes (crisis asiticas y rusa de 1997) las ha legi-timado y amparado aumentando ms bien los costes sociales yambientales para esos pases.

    En el encuentro anual de 1999, BM y FMI se han propuestocomo los paladines de la cruzada contra la pobreza, bauti-zando una nueva estrategia llamada Poverty Reduction StrategyPapers (PRSP). Este PRSP se vende como el mecanismo que per-mitira superar la aproximacin tradicional de las dos institucio-nes, centrada de forma exclusiva sobre el imperativo de la esta-bilizacin macroeconmica. Incluso, se impone tal idea comocondicionalidad para los pases endeudados para poder acce-der a los mecanismos de reduccin de la deuda en el mbito dela iniciativa de semigracia condicionada para los 48 pases msmiserables llamada HIPC (Highly Indebted Poorer Countries). Laculpa de la pobreza es siempre del pobre!

    DE LA OMC

    La Organizacin Mundial de Comercio (OMC) inici susoperaciones el 1 de enero de 1995, sustituyendo al GATT. Es laOMC tan slo una mejora y un perfeccionamiento de la antiguaestructura del GATT, o se crea un instrumento an ms poderosode desigualdad en el sistema mundial del comercio? Pocos aosdespus la respuesta es clara: aunque existan algunas mencio-

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    10.2Accin informativa sobre los bancos multilaterales de desarrollo

    4

    nes cosmticas sobre desarrollo sostenible y medio ambiente ensus textos, no hay duda que el foco de la OMC se encuentra en laliberalizacin del comercio. De hecho, el comercio internacionalparece considerarse como un fin en s mismo, convirtiendo enobjetivo fundamental la eliminacin de las barreras comerciales.La OMC, adems, es una institucin mucho ms poderosa en lamedida en que se ha dotado de un mandato relacionado con ser-vicios, inversiones externas directas, propiedad intelectual, ade-ms del comercio exterior de bienes. La OMC pasa, por lo tanto,por encima de las legislaciones internas de los diversos pases, ascomo de otros acuerdos internacionales.

    Lejos de erradicar el hambre, como se proclama de forma alti-sonante, la liberalizacin est incrementando la inseguridad ali-mentaria al abocar a los/as productores/as del Sur a la produc-cin para la exportacin y a una competencia desigual frente alos subvencionados sistemas agrcolas de capital intensivo delNorte. Al mismo tiempo, los monocultivos impuestos y la libe-ralizacin estn generalizando el expolio y la perdida de la bio-diversidad, fomentando procesos de concentracin de la pro-piedad de la tierra, agudizando la dependencia del campesina-do de las corporaciones transnacionales y promoviendo lamonopolizacin de los recursos genticos y agrcolas por partede las multinacionales.

    DEL BANCO MUNDIAL

    El Banco Mundial, segn los Estatutos de su ncleo inicial el Banco Internacional para la Reconstruccin y el Desarrollo(BIRD), tena los siguientes objetivos: dar asistencia a lareconstruccin y al desarrollo de los territorios de los pases

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    miembros, facilitando inversiones de capital con fines producti-vos y promover el crecimiento equilibrado del comercio inter-nacional fomentando las inversiones internacionales, paracontribuir al aumento de la productividad, a la mejora de lascondiciones de vida y de trabajo. El Banco operara concedien-do garantas para las inversiones privadas y prestando directa-mente su propio capital. Desde su conformacin definitiva en elao 1954, el Banco Mundial ha financiado ms de 6.000 proyec-tos de desarrollo en 140 pases por un valor total de ms de300.000 millones de dlares. Con casi 9.000 funcionarios, es lamayor institucin dedicada a la financiacin de programas dedesarrollo en el planeta y su grupo est conformado hoy dapor el BIRD, la Asociacin Internacional de Desarrollo (AID), laCorporacin Financiera Internacional (CFI), la Agencia Multilate-ral de Garanta de Inversiones (MIGA) y el Centro Internacionalpara el Arreglo de Disputas sobre Inversiones (CIADI). La con-tribucin de los miembros es lo que determina el peso de suvoto. Tan slo el porcentaje de Estados Unidos es del 17%,mientras los 24 pases de la OCDE controlaban ya en 1992 lasdos terceras partes de los votos.

    Otra reconversin clave que est afectando al BM es detipo ideolgico-cultural: tiene que reajustar la reproduccin deldiscurso mtico sobre el crecimiento econmico y la liberaliza-cin de los intercambios y de las economas como sinnimos dela equidad y de la justicia social, con la dura realidad, reconoci-da incluso en sus informes, del permanente crecimiento de lapobreza y de la desigualdad. En 103 pases la renta per cpita eshoy da inferior a la de principios de los aos 80, la renta percpita se ha reducido en la dcada 1985-95 en un 1,4 por cien-to anual en los pases de renta baja (con la excepcin de Chinae India) y en un 0,7 por ciento en los pases de renta media. Enlos pases en transicin hacia economas de mercado de Euro-

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    10.2Accin informativa sobre los bancos multilaterales de desarrollo

    pa del Este y de Asia Central el nmero de personas que vive enla pobreza se ha multiplicado por veinte, segn el informe de BMdel ao 2000. El Banco sigue su camino, que consiste por unlado en medir cuidadosamente la pobreza, en algn caso inclu-so identificando correctamente sus causas, y por el otro propo-niendo las recetas de siempre del FMI, es decir, el ajuste estruc-tural, la desregulacin del mercado de trabajo y los despidos, lasprivatizaciones, la reorientacin de la economa hacia las expor-taciones, los recortes a los servicios sociales, la reduccin delgasto pblico, el impulso a los espacios financieros y la apertu-ra total a los capitales internacionales, etc.

    Durante 1999, los prstamos del BM para Ajuste estructural ysectorial aumentaron a casi el 65 por ciento del total de los prs-tamos. Estos aumentos constituyen una violacin de la Poltica delBanco, que establece el lmite a los prestamos con fines de ajusteal 25 por ciento del total.

    El BM ha intervenido, a partir de 1997, sobre todo parasocorrer economas golpeadas por las graves crisis financierasen Asia, Rusia, Brasil y para la liberalizacin de los intercambioscomerciales. De paso acta como polica bueno en los inten-tos de paliar en plan asistencialista los efectos devastadores delas crisis y de las polticas de austeridad.

    Mientras tanto se siguen financiando proyectos de presas,minas, centrales elctricas, oleoductos, saqueando los recursosde los pases empobrecidos, destruyendo su medio ambiente,robando sus plantas y genes e inflando la deuda externa. El BMes responsable de la mayora de los aspectos de la polticamacroeconmica y sectorial en el reajuste a mediano plazo,la excepcin es la poltica monetaria y de tipos de cambio; aquel Banco delega en el Fondo Monetario Internacional y trabajacon ste los distintos programas.

  • Es importante remarcar que el discurso sobre el desarrolloque plantea el BM es el propio de una teologa fundamentalis-ta y juega un papel crucial en legitimar las instituciones queluego articulan concretamente esa creencias laicas de salva-cin. El BM proporciona a gobiernos o agencias para el de-sarrollo la base misma de su autoridad, que surge de la habili-dad de la institucin en demostrar que su propia visin de des-arrollo es superior a cualquier alternativa o que otras alternati-vas simplemente no existen. El papel que cada vez ms est asu-miendo el BM es de Banco de Conocimiento, de monopoliodel discurso posible sobre la pobreza, el desarrollo, la justicia yla sostenibilidad. De recurso inevitable para quienes quieradecir o hacer algo sobre esos temas: ellos son los expertos endesarrollo, y, como sacerdotes del neoliberalismo, elevan ellibre mercado a un estado divino, fuera del control humano.

    Desde hace aos las actividades y proyectos de los BMDcentran las crticas y las campaas de denuncia por parte de lascomunidades afectadas, los movimientos sociales y las ONGsde todo el mundo. Por muchos aos han financiado grandesproyectos de infraestructuras que han expulsado millones depersonas de sus tierras, que han destruido bosques, saquean-do riquezas, contaminado la atmsfera y perjudicado la posibi-lidad de un desarrollo socialmente justo y ecolgicamentecompatible.

    En general, el Fondo Monetario Internacional, el BancoMundial y los Bancos Regionales se obstinan en mantener eimponer polticas de ajuste estructural de carcter liberal,basadas en el culto al mercado y en las privatizaciones, que noslo no han mejorado las condiciones de vida y la situacineconmica de los pases que las han aplicado (en 103 pases larenta per cpita es hoy da inferior a la de principios de los aos

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    10.2Accin informativa sobre los bancos multilaterales de desarrollo

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    80), sino que tiene efectos devastadores sobre los sectoressociales ms pobres y el medio ambiente.

    Lo interesante es que los Bancos Multilaterales estn finan-ciados con las contribuciones de los pases miembros, es decir,son instituciones pblicas que, por tanto, deberan actuar deforma transparente, democrtica y al servicio del inters general.

    SOBRE LA CAMPAA ACCIN INFORMATIVA BMD

    En este contexto surge en Espaa la iniciativa Accin Infor-mativa BMD como Campaa de informacin crtica sobre losBancos Multilaterales de Desarrollo. En el centro de nuestraatencin estarn pues el BM en s, pero tambin el Banco Inter-americano de Desarrollo (BID), el Banco Europeo de Recons-truccin y Desarrollo (BERD) y, tendencialmente, el Banco Afri-cano de Desarrollo (BAfD) y, ms en general, la poltica de aque-llos organismos financieros que, como el Fondo MonetarioInternacional (FMI), tanta responsabilidad tienen en la situacinde la economa internacional y en las condiciones de vida demiles de millones de seres humanos.

    Accin Informativa BMD, de forma parecida al Observatoriosobre la Deuda Externa, surge frente a las desastrosas conse-cuencias sociales y ecolgicas de los proyectos financiados porlos Bancos Multilaterales de Desarrollo. Se trata de un proyectopromovido en su comienzo por Iniciativa Solidaria Internaciona-lista (ISI). Con esta accin, se pretende informar, generar debatesy promover iniciativas de apoyo a los pueblos que sufren las con-secuencias de los proyectos financiados con estos prestamos.

    Accin Informativa BMD basa su actuacin en la constata-cin de que los Bancos Multilaterales de Desarrollo no slo han

  • fracasado en su objetivo de erradicar la pobreza, sino que hancontribuido de forma decisiva a incrementarla, a travs delimpacto negativo directo de sus proyectos sobre las poblacio-nes y el medio ambiente y de las perversas vinculaciones con laimposicin de polticas econmicas antisociales basadas en elajuste estructural.

    El objetivo principal es denunciar la actuacin de estas ins-tituciones, centrndonos en el Banco Mundial (BM) y el BancoInteramericano de Desarrollo (BID). Si sus polticas y prcticasconcretas siguen sin ser coherentes con los principios de justi-cia social, proteccin del medio ambiente y respeto intercultu-ral, para qu necesitamos estas instituciones?

    El trabajo de seguimiento de proyectos financiados porestos bancos prestar particular atencin a Amrica Latina y alCaribe, puesto que esta rea es la prioritaria para la coopera-cin al desarrollo espaol y para las inversiones privadas. Asmismo los vnculos histricos y culturales existentes puedenfacilitar que las organizaciones sociales y los medios decomunicacin se interesen en los temas que vamos a planteary denunciar. Se centrar en los impactos sociales y ambienta-les relacionados con grandes proyectos de infraestructura yen temas estratgicos como el agua, la tierra y los ajustesestructurales.

    El principal criterio del trabajo de la campaa es hacer expl-cita la responsabilidad de los lderes polticos. Parlamentarios yGobierno tienen que sentirse implicados y no refugiarse en laexcusa de que los temas de los organismos financieros inter-nacionales son asuntos de economistas y de tcnicos.

    El eje de la estrategia de Accin Informativa BMD gira entorno al apoyo a las poblaciones afectadas por las polticas y

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    10.2Accin informativa sobre los bancos multilaterales de desarrollo

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    proyectos de los Bancos, brindndoles el acompaamiento soli-dario que soliciten tanto en difusin de informacin como enformacin, seguimiento de proyectos y presin poltica. En estemarco la posible interlocucin con los bancos se entiende comoun dilogo crtico y basado en las demandas de los afectados.

    LAS RESPONSABILIDADES DE LOS GOBIERNOS

    Es interesante recordar cmo Gobiernos e institucionesinternacionales han ido tomando en estos aos compromisosformales en direccin al desarrollo sostenible. Hoy ms quenunca es preciso recordar a los polticos y a los responsables delas tomas de decisiones sus compromisos para que no sigansiendo pura retrica.

    El Estado espaol ocupa una posicin importante comodonante tanto en el Banco Mundial como en el Banco Inter-americano de Desarrollo, que debera ser utilizada a favor de uncambio radical para lograr que los Bancos Multilaterales seantransparentes, democrticos y responsables frente a los pueblosy al medio ambiente.

    La sociedad y el Parlamento espaol deben conocer e impo-ner el control democrtico sobre los flujos financieros y mssobre los que se dedican al desarrollo. Cuntas personas,cuantos parlamentarios saben que durante dos aos Espaa haestado ocupando una de las 24 sillas del Directorio Ejecutivodel Banco Mundial, en representacin del Estado espaol, Vene-zuela, Mxico y los pases de Centroamrica? Quin sabe queactualmente Espaa ocupa una de las 14 sillas del Banco Ibe-roamericano de Desarrollo?

  • Una democracia efectiva y real necesita asegurarse que eldinero pblico contribuye de forma genuina a la mejora delfuturo del planeta y de sus habitantes y no a incrementar losbeneficios de algunas grandes empresas o la especulacinfinanciera. Es decir, en cada pas, los ciudadanos y sus repre-sentantes tienen que definir los criterios de los que participan enla toma de decisiones en los Bancos Multilaterales.

    6.1. Accin informativa BMD y el contexto espaol

    El contexto actual del Estado espaol en materia de coope-racin y relaciones financieras internacionales invita a la accin:

    La Ley de Cooperacin aprobada en 1998 establece quetodos los instrumentos de cooperacin, lo que incluye laactuacin de Espaa en los Bancos Multilaterales, sedeberan dirigir a la erradicacin de la pobreza. El PlanDirector para 2001 y 2004 lo incumple y contradice.

    Existe una voluntad poltica del Gobierno de incrementarel perfil de la participacin de Espaa tanto en el BMcomo en el BID.

    Tanto el Banco Mundial como el Banco Interamericanode Desarrollo estn desarrollando una fuerte ofensiva derelaciones pblicas, con invitaciones a las ONG espao-las a la participacin en reuniones de trabajo y semina-rios, supuestamente orientados a aumentar la transpa-rencia y la participacin de la sociedad civil.

    Diversas campaas del movimiento de solidaridad, delmovimiento ecologista y de las ONG en el Estado espa-ol han ido concentrando en los ltimos aos la atencin

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    sobre los Bancos Multilaterales, la deuda externa, la nece-sidad de una nueva arquitectura financiera internacional.Muchas iniciativas en Europa, Amrica Latina y EstadosUnidos (ATTAC, AMI, Grito de los Excluidos, Jubileo, Seat-tle, Bretton-Woods Project, Campaa para la reforma delBM en Italia) pueden reforzar un campo comn detemticas que haga posible una accin coordinada en elmbito internacional.

    OBJETIVOS ESPECFICOS Y ESTRATEGIAS

    Estos coinciden con la aspiracin de conseguir:

    Apoyo y solidaridad con todos/as aquellos/as que resis-ten y luchan para defender las necesidades de la gente ylos pueblos afectados por los proyectos del Banco Mun-dial y de los otros Bancos Multilaterales.

    La transparencia y la clara rendicin de cuentas de losBancos Multilaterales.

    Que los Bancos Multilaterales de Desarrollo se subordi-nen a la agenda de Naciones Unidas y de los demsorganismos legtimos y democrticos, respetando lasoberana de los pueblos.

    Conseguir un avance en el control democrtico de los flu-jos financieros.

    Influir con la presin crtica en cambios sustanciales delas polticas concretas de los Bancos Multilaterales deDesarrollo.

    Para alcanzar estos objetivos, Accin Informativa BM lleva-r a cabo las siguientes actividades:

  • Seguimiento de proyectos financiados por el Banco Mun-dial o el BID, en apoyo a las poblaciones afectadas.

    Informacin y desarrollo de campaas de denuncia diri-gidas a las organizaciones sociales, a la opinin pblica ya los medios de comunicacin.

    Apoyo a las organizaciones y movimientos sociales, pro-porcionndoles los recursos necesarios para que puedanllevar adelante sus iniciativas de forma rigurosa y cons-ciente.

    Trabajo poltico con los parlamentarios: seguimiento de laposicin espaola de cara a los Bancos y compromiso afavor de una estrategia poltica que haga coherente lapresencia en esas instituciones con los principios de unacooperacin internacional solidaria.

    Interlocucin crtica con el Ministerio de Asuntos Exterio-res, con el Ministerio de Economa, con los representan-tes espaoles en los Bancos.

    Coordinacin con organizaciones europeas y latinoame-ricanas para reforzar una lucha comn sobre los BancosMultilaterales y sobre el necesario cambio de la arquitec-tura financiera internacional para alcanzar relacionesbasadas en la justicia social y el respeto a los derechosfundamentales.

    En esta tarea nuestra sola fuerza es insuficiente. Participa yayuda a consolidar Accin Informativa.

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    10.3

    El Observatorio

    de la Deuda

    en la GlobalizacinDaniel Gmez-Oliv i Casas

    Observatorio de la Deuda de la Globalizacin

    1

    Sumario

    1. Por qu un Observatorio sobre deuda?2. Qu es y qu quiereser?3. Quin participa?4. Para quin est pensado?5. Qu nos

    proponemos?6. Quin puede participar?

    POR QU UN OBSERVATORIO SOBRE DEUDA?

    La gran mayora de las personas que estamos cercanas, deuna manera u otra al mundo de la solidaridad Norte-Sursomos conscientes de las desigualdades existentes en temasde derechos econmicos, sociales y culturales entre los pasesenriquecidos del Norte y los empobrecidos del Sur, de lasinjustas relaciones productivas, comerciales y financieras quenos unen con estos pueblos y del mecanismo de opresin quesupone el pago por el servicio de la deuda externa (amortiza-cin del capital ms intereses) por parte de los pases del Sur

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    a los pases del Norte y a las Instituciones Financieras Interna-cionales (IFIs).

    Debido a que la actual jurisdiccin internacional no tienecompetencia alguna para decidir sobre la responsabilidad delos Estados y de sus gobernantes para responsabilizarlos deviolar los derechos fundamentales de su poblacin (hecho este,sea dicho de paso, que ha permitido el actual estado de pobre-za y endeudamiento externo en los pases del Sur) es la socie-dad civil quien se ha organizado explcitamente para ello, enmuchas partes del planeta, y as, dar respuesta a la grave pro-blemtica estructural que supone el sobreendeudamiento de laseconomas del Sur. Es tambin la sociedad civil quien juzga quelos pases empobrecidos ya han pagado sobremanera esadeuda, con altos costes sociales, econmicos y medioambienta-les para sus gentes, y que por ello la deuda debe ser abolida. Laabolicin de la deuda se entiende, pues, como un primer pasoa dar, desde el Norte, para empezar a reconstituir los derechosque histricamente les han estado privados a los pueblos delSur.

    Bajo este escenario el Observatorio de la Deuda en la Glo-balizacin (ODG), www.debtwatch.org, al igual que otros ob-servatorios ya existentes en la red internutica (como son los casos de www.socialwatch.org, www.corporatewatch.org,www.transnationale.org) aparece en el mundo de la coopera-cin y solidaridad internacional con la voluntad de ser un nuevoinstrumento de control ciudadano til a las organizaciones ymovimientos sociales que quieren trabajar tanto por la aboli-cin de deuda como por el cambio de las reglas de juego delactual proceso de globalizacin neoliberal.

    As pues, el ODG se crea con el convencimiento que esimprescindible habilitar nuevos espacios para que la ciudadana

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    10.3El Observatorio de la Deuda en la Globalizacin

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    pueda interceder en el proyecto de construccin de su propiasociedad, con el fin de reestructurar un engranaje democrticoactualmente construido de manera injusta para la mayora. Lagente que forma la red del Observatorio de la Deuda est con-vencida que la actual coyuntura socioeconmica mundial nosobliga a ejercer una denuncia lo ms creble, constante y rigu-rosa posible sobre el desangrado crnico que se produce conel pago de la deuda externa que mantienen los pases del Surcon los del Norte. En este sentido, el ODG nace con la preten-sin de llegar a ser una herramienta con alta incidencia social ypoltica, que enriquezca y fundamente, aun en mayor medida,las reivindicaciones de la sociedad civil, de manera que aporteargumentos rigurosos y contrastados que sirvan tambin a lasinstituciones a tomar posturas ms abiertas y conscientes sobreesta grave problemtica y, con ello, se logre un cambio en lasdecisiones polticas en relacin a la gestin de la deuda.

    QU ES Y QU QUIERE SER?

    El ODG es un proyecto con poco ms de un ao de vidaque, gracias a la suma de los distintos actores que lo confor-man, empieza a consolidarse como una herramienta til parainvestigar y conocer en profundidad las problemticas que seesconden detrs de un tema tan complejo como es el de ladeuda en el marco del actual proceso de globalizacin neoli-beral.

    El Observatorio de la Deuda pretende hacer un seguimientoal actual proceso de globalizacin, que actualmente se escapade la percepcin de la ciudadana, pero que nos afecta de plenoen nuestro quehacer diario: modo de produccin y consumo,modelo social en el que estamos viviendo

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    As pues, el objetivo principal del Observatorio es recoger,gestionar, sistematizar, analizar y facilitar el mximo de infor-macin existente sobre el actual proceso de globalizacin, a tra-vs del eje especfico de la deuda externa, con la voluntad deencontrar vas de solucin a los actuales desequilibrios Norte-Sur y a las consecuencias, normalmente originadas en el Norte,que estos desequilibrios tienen sobre las poblaciones del Sur.

    QUIN PARTICIPA?

    Aun as, se tiene conciencia de que la investigacin en deter-minados campos de la economa, la poltica y el Derecho inter-nacional es una tarea lenta de investigar, por la complejidad dela temtica, pero que, a su vez, es altamente interesante, por loque ayuda a entender el funcionamiento del mundo en el quevivimos y, por tanto, facilita las herramientas para poder propo-ner alternativas concretas a las existentes con el actual modeloeconmico mundial, los resultados del cual sabemos que pro-voca profundas injusticias en la distribucin de la riqueza.Conocedores de la dificultad de la investigacin, el proyecto seha concebido, desde su inicio, como una red interconectadaentre distintos actores.

    As pues, intuyendo que el mundo universitario es el mejorespacio desde donde desarrollar una tarea de este tipo, la RedCiudadana para la Abolicin de la Deuda Externa (RCADE),movimiento social a partir del cual nace el Observatorio, sepuso en contacto con diferentes departamentos universitarios.Es de esta manera que la voluntad de la RCADE ha sido asumi-da por la Ctedra UNESCO en tecnologa, desarrollo sostenible,desequilibrios y cambio global de la UPC (Universitat Politcnicade Catalunya), que ha habilitado sus oficinas para que el pro-

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    10.3El Observatorio de la Deuda en la Globalizacin

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    yecto echara a andar. De su parte, la UB (Universitat de Barcelo-na), a travs de la Fundaci Solidaritat UB, y su programa deMster en Desarrollo y Cooperacin, tambin est colaborandocon el proyecto, a travs de la participacin de los profesores yestudiantes del mster, tanto en temas de investigacin comoen temas de formacin del ODG.

    Adems del mbito universitario, la red del ODG ha queridonutrirse de los llamados think-tanks, o tanques de pensamien-to, muchos de los cuales ya trabajaban estos temas. En estesentido, se est colaborando con el mundo de ONG con volun-tad de profundizar en estos temas, tales como Critas, IntermnOxfam, EURODAD, CADTM, Accin Informativa y con movi-mientos sociales como la RCADE o el Movimiento de Resisten-cia Global (MRG), los cuales son mucho ms jvenes, pero queestn necesitados de esta informacin veraz y objetiva, parapoder reforzar su discurso propositivo.

    Esta estrategia de trabajo en red se considera como la msadecuada para realizar un buen anlisis y diagnstico, a tiemporeal, de los desconcertantes dficits que tiene el actual procesode globalizacin y de quien la promueve. Su fin es el de poderinvestigar y hacer control ciudadano sobre los principales acto-res del actual proceso de globalizacin neoliberal: los Gobier-nos, las multinacionales y los organismos internacionales.

    PARA QUIN EST PENSADO?

    Los sectores de la poblacin a los que se pretende favore-cer con la tarea desarrollada por el ODG, a largo plazo, son losexcluidos del actual sistema econmico; en concreto, aquellosque viven en los pases empobrecidos que actualmente sondeudores del Estado espaol, los cuales, en el momento que se

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    libere el pago de la deuda podran verse beneficiados, siemprey cuando los recursos liberados se destinasen a necesidadesbsicas para esta poblacin. No en vano, la inauguracin de laweb del Observatorio, www.debtwatch.org, principal instru-mento de difusin del trabajo de investigacin compilado, fueinaugurada el pasado 12 de octubre de 2001, da del Grito delos Excluidos, en muchos pases de nuestra querida AmricaLatina.

    Por otro lado, dado que las actuaciones de sensibilizacinque se desarrollan desde el ODG (charlas, seminarios, cursos, ...)estn principalmente destinadas a las poblaciones de nuestroentorno inmediato, se puede considerar que las personas quereciben esta informacin pueden resultar tambin beneficiadas,ya que la informacin abre mentes y puede ayudar a encontrarinstrumentos para desarrollar aptitudes quiz desconocidas,tales como son la implicacin social, el cambio de actitudes o dehbitos de consumo personales.

    QU NOS PROPONEMOS?

    El Observatorio de la Deuda se propone consolidar una redde investigacin que pueda realizar tareas de seguimiento, demanera exhaustiva y continuada, de la poltica que lleva a caboel Gobierno central y las IFIs en materia de deuda, con el fin decontrarrestar, cuando sea necesario, sus declaraciones y poderdar la contrainformacin que se considere adecuada. Asimismo,se pretende que esta red de investigadoras e investigadoresconciba y defina otras deudas, tales como son la deuda ecol-gica, la deuda histrica y la deuda social; de la misma maneraque d seguimiento a experiencias y propuestas de cambio enrelacin al actual modelo econmico.

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    En este sentido, se pretende cubrir reas sin investigar enmateria de deuda, con especial nfasis sobre aquellas que tengaque ver con el impacto humano de determinadas polticas einversiones financieras. Se pretende sacar a la luz informacionesque actualmente no estn disponibles para la ciudadana, sobreaspectos clave relacionados con la problemtica de la deuda yla globalizacin.

    Por ltimo, el ODG se propone dar apoyo tcnico, en lamedida de lo posible, a los interlocutores con los centros deci-sores que as lo soliciten: administraciones locales, organizacio-nes y movimientos sociales que lleven a cabo actuaciones delobby para conseguir cancelaciones de deuda por parte delGobierno central y de las instituciones internacionales.

    QUIN PUEDE PARTICIPAR?

    El equipo de gente que formamos el Observatorio somosconscientes que queda an mucho camino por recorrer parapoder colmar expectativas tan elevadas. De la misma manera,sabemos que tan ardua tarea tan slo ser posible de realizar siaprendemos a trabajar en red.

    En los ltimos tiempo el trabajo en red de la sociedad civilya ha demostrado tener una enorme capacidad de respuesta,debido a que cada persona integrada dentro de la red puedeconstruir, desde su mbito, y de manera coordinada con elresto, sintindose parte imprescindible en el todo. El uso de lasnuevas tecnologas y de nuevos canales de informacin dentrode una red abierta, como es la pgina web y las listas de distri-bucin, facilitan esta labor. Para ello, nadie es prescindible y, porello, es necesario reforzar un equipo de documentalistas einvestigadores (que en algunos temas ya existen) que puedan, y

  • quieran, trabajar en red, para dar respuesta a las necesidades dedocumentacin, de datos contrastados y de anlisis, que solici-tan tanto los nuevos movimientos sociales nacidos en la era deestas nuevas tecnologas, como las no tan nuevas organizacio-nes sociales y polticas preocupadas por esta temtica.

    Con ese espritu de sumar para convencer, el ODG quiereabrir sus puertas a todas aquellas personas que quieran entraren este proyecto, ayer soado, hoy ya realidad, de la mismamanera que, con un talante discreto pero constante, pretendehacerse un hueco en el campo de la solidaridad y de la recons-titucin de la justicia internacional.

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