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Evacuación y Traslado Carlos Martínez López
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UNIDAD 11. MOVILIZACIONES URGENTES
1. Introducción
Una de las funciones del personal TES es la movilización del paciente, estas técnicas se
deben llevar a cabo teniendo en cuenta siempre dos precauciones:
Respecto a la seguridad de la víctima: Evitaremos siempre agravar la lesión,
provocar dolor o molestias.
Respecto a nuestra propia seguridad: Básicamente centrándonos en las
cuestiones de ergonomía estudiadas en la unidad anterior.
Hay varias formas de llevar a cabo las movilizaciones, y en cada situación debemos
elegir la más indicada. En general, se proponen tres grupos de procedimientos:
Técnicas de movilización urgente: Se desarrollan normalmente sin medios y en
situaciones altamente con riesgo excesivo en las que debemos evacuar al
paciente lo más rápido posible. Es frecuente recurrir a ellas cuando existe
multitud de pacientes a los que asistir.
Técnicas de movilización con material: Son las más habituales. Desplazamientos
de pacientes que no presentan lesión vertebromedular pero sin posibilidad de
moverse por si mismos.
Movilizaciones de víctimas que hayan sufrido traumatismos graves: Realizando
previamente una inmovilización acorde a la lesión de que se sospecha.
2. Movilizaciones urgentes
Entendemos por evacuación de emergencia aquella que se tiene que efectuar para
apartar a una víctima de un ambiente inseguro Las técnicas de movilización urgente,
podemos estructurarlas en tres grupos:
Técnicas de arrastre: Se basan en tomar a la víctima y arrastrarla hasta un lugar
seguro, se suelen emplear cuando una persona sola debe realizarla o bien
cuando el paciente es excesivamente pesado y el sanitario o rescatador es
incapaz de cargar con el.
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Técnicas de carga: Consiste en llevar a la víctima a cuestas de una zona a otra,
requiere una elevada forma física y una preparación técnica del procedimiento.
Existen técnicas concebidas para ser aplicadas por uno, dos o tres técnicos.
Técnicas de ayuda a la deambulación: Son las indicadas para víctimas que
pueden andar pero que necesitan cierta ayuda para poder realizarlo. Es muy
frecuente emplearlas con ancianos que tienen una movilizad reducida.
Los criterios para escoger la técnica de movilización urgente adecuada son:
La constitución de la víctima: Una persona pesada difícilmente podrá ser
llevada a cuestas, al menos por una sola persona, por este motivo, se buscará
una técnica que sea llevada a cabo por más técnicos o bien algún tipo de
arrastre.
Las lesiones que presente la víctima: El cómo y dónde estén ubicadas las
lesiones, condicionaran los agarres y posibilidades de movilización.
La capacidad de colaboración de la víctima: El hecho de que la víctima pueda
mantenerse de pie, o que pueda participar en las maniobra de carga
determinará las técnicas que podemos usar.
Nuestra propia fuerza y nuestra corpulencia: La fuerza física del técnico
condicionará también la selección del procedimiento ya que en algunos casos
requiere un esfuerzo físico considerable.
El número de técnicos disponibles: Dependiendo de la cantidad de técnicos
existentes, se emplearán unas u otras técnicas.
3. Técnicas de arrastre
Las técnicas de arrastre son las que pone en práctica un solo técnico, que arrastra por
el suelo a una víctima para apartarla de una situación de peligro.
Se emplean, sobre todo, cuando es necesario mover a una víctima pesada o corpulenta
que está inconsciente en el suelo y debemos extremar las precauciones en aquellos
casos en los que el suelo se presente irregular, ya que esto puede generar contusiones
o abrasiones en la espalda de la víctima.
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Debemos recordar que a la hora de realizar una técnica de arrastre visualizaremos
previamente el estado del suelo para evitar que nuestro paciente se lesione la
espalda o las piernas.
Arrastre por las muñecas:
o Colocar a la víctima en decúbito supino.
o Situarse a la cabeza del paciente.
o Coger las muñecas con ambas manos.
o Arrastrar a la víctima hacia atrás con precaución de no caernos hasta un
sitio seguro.
Arrastre por las axilas:
o Colocar a la víctima en decúbito supino.
o Situarse a la cabeza del paciente.
o Introducir las manos por debajo de las axilas tratando de coger los
hombros de la víctima por su parte anterior.
o Es necesario elevar ligeramente a la víctima para este arrastre.
o Existe la posibilidad de sentarnos en el suelo e ir arrastrándonos con el
paciente.
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Arrastre por los pies: Empleada como último recurso para víctimas muy
corpulentas. Produce lesiones sobre el paciente.
o Colocar a la víctima en decúbito supino.
o Poner los brazos del paciente encima del pecho.
o Situarse a los pies del paciente.
o Coger los tobillos de la víctima.
o Arrastrar a la víctima hacia atrás con precaución de no caernos hasta un
sitio seguro.
Arrastre por la ropa:
o Colocar a la víctima en decúbito supino.
o Situarse a la cabeza de la víctima.
o Sujetar la ropa del paciente por la zona de los hombros.
o Emplear nuestros brazos para controlar la alineación de la cabeza del
paciente.
o Arrastrar a la víctima hacia atrás con precaución de no caernos hasta un
sitio seguro.
Arrastre con una manta: El tejido de la manta o sábana debe ser consistente.
o Colocar a la víctima en PLS.
o Extender la manta a su lado lo más cerca posible y en el lado contrario
hacia donde se ubica su cabeza.
o Voltear a la víctima de manera que quede sobre la manta.
o Sujetar firmemente desde dos extremos de la manta y arrastrar a la
víctima.
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Arrastre de bombero: Permite a víctima y rescatador estar en un nivel cercano
al suelo.
o Colocar a la víctima en decúbito supino.
o Atamos las muñecas del paciente entre si con un pañuelo o tela dejando
unos 30 centímetros entre una y otra.
o Colócate a horcajadas sobre la víctima colocando el trozo de tela sobre
nuestra nuca.
o Gatear arrastrando a la víctima contigo.
o Puede realizarse también arrastrando a nuestro paciente ubicando sus
axilas sobre nuestras rodillas e impulsándole con la fuerza de nuestras
piernas.
4. Técnicas de carga con uno o más profesionales
Las técnicas de carga consisten en cargar todo el peso de la víctima para trasladarla
hasta una zona segura. Están indicadas sobre todo cuando queremos trasladar a una
víctima por una zona irregular o con desniveles.
En este tipo de cargas, el esfuerzo es mayor ya que tendremos que levantar casi
completamente el peso del paciente.
Carga en brazos: Práctico para mover a personas de poco peso con lesiones
leves o bien que se encuentren inconscientes:
o Sitúate al lado de la víctima.
o Una mano alrededor de la espalda y la otra bajo sus rodillas.
o Si la víctima está consciente, le pedimos que se sujete a nuestro cuello.
o Levantar a la víctima e iniciar el desplazamiento.
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Carga a caballito: No indicado en casos de pacientes inconscientes.
o Sitúate delante de la víctima que está de pié y con las piernas
separadas.
o Ubica sus axilas sobre tus hombros pidiéndole que se sujete con las
manos.
o Toma sus rodillas por la parte posterior e incorpórate.
o Inicia el desplazamiento.
Carga del bombero: Requiere un gran esfuerzo físico, sólo personas físicamente
preparadas.
o Sitúate delante de la víctima que está tumbada.
o Flexiona sus rodillas y bloquea sus pies con los tuyos.
o Agárrala por las muñecas y levántala, al mismo tiempo que te agachas
para dejarla caer sobre tu hombro.
o Estabilizamos cogiendo con una mano sus piernas, y con la otra la
muñeca derecha.
Asiento de dos manos: Víctima que colabora pero necesita respaldo.
o Situaos a ambos lados de la víctima.
o Cada uno debe pasar una mano por debajo de una rodilla de la víctima y
la otra bajo una axila, para cogerla por la espalda.
o Pedir a la víctima que se sujete a vosotros y una vez esté asegurada,
incorporaos a la vez.
o Iniciar el desplazamiento de manera acompasada.
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Asiento de cuatro manos: Víctima que colabora y no necesita respaldo
o Emplearemos las cuatro manos disponibles para generar el asiento.
Cada uno cogerá una de sus muñecas y la del compañero.
o El resto de la técnica es igual que en la silla de 2 manos.
Asiento de tres manos: Variación de la silla de cuatro manos. Uno de los
rescatadores, sólo emplea una mano para crear el asiente. La mano restando se
ubica en el hombro del compañero.
Ayuda a la deambulación: Trataremos de coger al paciente de su pantalón con
nuestro brazo más próximo. Con el más alejado sujetaremos la mano del
paciente que previamente hemos colocado por encima de nuestro hombro.