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ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS.
Restablecimiento de Ibarra
RESTABLECIMIENTO DE IBARRA
El Gobierno del presidente Javier Espinoza nombró a Gobernador a Gabriel García
Moreno, con facultades extraordinarias para imponer el orden social, reprimir el saqueo,
dirigir la remoción de escombros, organizar el rescate de personas y coordinar las
actividades de curación y hospitalización de heridos; de esta manera, con gran eficiencia y
con el apoyo de Thomas Reed, que posteriormente cumpliría las funciones de Arquitecto de
la República, y el Ingeniero Arturo N. Rogers, se inició la reconstrucción de Ibarra,
modificando el ancho de las calles, para prevenir futuros desastres.
El 24 de diciembre de 1870 el Gobernador de la provincia de Imbabura informaba al
Ministerio del Estado:
"A través del crudo invierno que estamos sufriendo la limpia de las calles de Ibarra avanza
con asombrosa presteza.
La calle de la entrada hasta dar con la calle principal se halla limpia en la extensión de 4
cuadras y con la anchura de nivelación y además 3 cuadras en contorno de la misma plaza;
por manera que hacen 7 y han quedado expeditas las entradas y salidas del lugar por el
Norte, Sur, Este y Oeste. También se han hecho los desagües en la cabecera de esta ciudad,
y luego se les dará declive, profundizando los metros convenientes. Todo esto se ha
trabajado desde el 5 hasta hoy de la fecha que hace 10 y 9 días con 159 peones y con el
gasto que demuestra en el cuadro.
El puente del Ambi. Se trabaja con la misma prontitud de las demás obras gracias al
empeño que tiene el sobrestante como el comisionado.
Limpia de las calles de Ibarra en la de 4 cuadras en la calle de San Agustín que sale al
Tahuando por la carnicería en donde se ha abierto una calle nueva en la extensión de una
cuadra y para este objeto se han empleado los peones que siguen: peones 167, jornales de
estos 765, 1.5 a medio real cada uno importa 143,5 pesos, comprendido del 26 noviembre
al 10 de diciembre de 1870."
Entre 1870 y 1872 se trabajó intensamente para restablecer la ciudad destruida,
reconstruyendo y ampliando las calles, encauzando la canalización hacia el rio Ajaví y
destinando materiales para la ejecución de trabajos. Los fondos y las cartas oficiales, así
como la rendición de cuentas, viajaban por correo, lo que explica los tiempos de espera.
Al no existir mano de obra calificada para los levantamientos topográficos, García Moreno
dispuso la formación inmediata de jóvenes en la especialidad. Algunas obras se realizaron
por contrato y otras mediante mingas de la población. Además, se creó un fondo de
beneficencia para algunas obras.
La reconstrucción permite imaginar a Ibarra como una gran cantera de trabajo, por la
realización casi simultánea de la Casa de Gobierno (1871-1874), Casa Municipal (1873-
1875), Catedral (1872-1878), Hospicio (1872-1900 aprox.), Hospital (1872-1880), iglesia y
convento de San Francisco (1872-1874), empedrado de la plaza de Ibarra (1874),
construcción del monasterio de El Carmen (1874-1877), inicio de una escuela (1874) y el
puente sobre el rio Tahuando (1878-1879).
El terremoto dio lugar también a la construcción del camino entre Ibarra y El Chota,
enlazando varios pueblos, así como el inicio del camino hacia Esmeraldas en 1870 y la
ejecución de varios puentes, como el del rio Ambi (1870).
El 9 de marzo de 1872 en La Esperanza se elabora una lista de las personas que no poseen
terreno, donde construir sus habitaciones, así como los que han perdido en el ensanche de
calles los pisos que tenían. El 22 de marzo de 1872, se decide que <<(...) todos los
propietarios que han perdido en esta operación (de ensanche) deben ser indemnizados de su
valor >>. Posteriormente,
"cuatrocientas diez y seis personas constantes en la lista que se me ha pasado, piden
asientos en la antigua Villa, ascendiendo este número al de 219 casas que ella tuvo antes
del terremoto, para lo cual, el consejo municipal debe hacer nuevas y prolijas
clasificaciones para los repartos, designando unos asientos para tiendas de 6 metros y otras
de 12 o más para casas, pero como ni aún de este modo serían suficientes los 1.000 metros
destinados
a Ibarra, conviene autorizar al Concejo Municipal de este cantón la adquisición de 500
metros más con los fondos de beneficencia para que queden satisfechas las necesidades de
los vecinos de la capital de La Provincia."
En el restablecimiento de la ciudad se recomendó evitar cualquier edificación sobre el
pantano, que estaba ubicado en la parte sur, y que corresponde al barrio El Cardón; por esta
razón se decide construir en suelo firme dejando la parte del pantano para el uso agrícola.
Con relación a la tenencia de la propiedad, se fijó un plazo de seis años para que los
propietarios construyan sus casas, <<con el riesgo de perder el derecho al asiento que se
encuentre vacío, por otra parte, se restringe la facultad de enajenar e hipotecar estas
propiedades por 10 años>>. El 10 de septiembre de 1872 García Moreno solicitó al
Ministerio del Interior la ayuda del arquitecto Thomas Reed para la delineación de Ibarra y
un modelo de casa, <<sencilla y sólida que sirva a las demás de modelo>>.
El 1 de diciembre iniciaron los trabajos para establecer el damero básico, los linderos de
cada manzana; el ancho de las calles, todas de oriente a occidente y de norte a sur; la
superficie de los lotes, y la cimentación de algunos de los edificios que se construirían
luego. La resolución del cabildo ampliado para la reconstrucción de Ibarra, incluyó los
siguientes aspectos para el futuro desarrollo urbano de la ciudad:
Las calles tendrán trece metros de ancho.
Trazado recto, formando una cuadrícula de 8 metros de calzada y 2,5 para las aceras.
Las calles serían trazadas a cordel, sin ninguna curva.
La prolongación de las calles contemplará la indemnización a los afectados.
Las aguas potable y de riego deberán introducirse por cañerías metálicas o de cal y
canto con los desagües respectivos que conduzcan el líquido sobrante a los ríos
Tahuando o Ajaví según sea el caso.
Las primeras edificaciones de la ciudad fueron de un solo piso, con paredes de 4 m de
altura, y anchas (entre 1.20 y 1.50 m); construidas en adobe y unidas por una argamasa de
barro pisado y paja llamada chocoto. Sus paredes debían estar pintadas con cal, por dentro
y por fuera. Este material era utilizado luego de la propagación de epidemias, para evitar
una mayor contaminación.
Para la reconstrucción y trazado de la nueva ciudad, García Moreno apoyó la capacitación
de seis jóvenes en Quito, en los fundamentos de la topografía: César y Luis Lara, Rodolfo y
Carlos Monge, Alejandro Pérez, Moisés Almeida y Miguel Herrería colaboraron en el
trazado del damero, con los anchos de calles y carreras acordados por el Cabildo, tomando
como punto de partida una palmera que se encontraba en lo que hoy se denomina <<la
esquina del Coco>>.
De este modo, Ibarra experimentó un ensanche urbano, dentro de lineamientos que sugieren
los principios de la planificación de las ciudades modernas del siglo XIX, iniciadas por el
barón Haussman.
El proceso de reconstrucción tuvo el decidido apoyo de Gabriel García Moreno, Jefe
Supremo, y por encargo de la Presidencia de la República organizó la nueva ciudad, lo que
ayudó en la recuperación del ánimo de la población y el aumento de su prestigio como
político.
DATOS TOMADOS DE LA RECOPILACIÓN
CIUDAD Y ARQUITECTURA REPUBLICANA DE ECUADOR,
DESDE 1.850 – 1950
POR: INÉS DEL PINO MARTÍNEZ