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Rhec No. 11, año 2008, pp. 9-31 UNA APROXIMACIÓN INTERDISCIPLINAR DEL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO (ACD) AL ESTUDIO DE LA HISTORIA * Jorge E. Benavides B. Universidad de Nariño RESUMEN Este artículo tiene como objetivo introducir la consideración del nuevo campo del análisis crítico del discurso (ACD) como forma complementaria al estudio de la historia. Intenta abordar algunos conceptos interdisciplinares para la incorporación de este enfoque investigativo de reciente desarrollo, con orígenes en la teoría crítica, la lingüística crítica y el análisis del discurso, al campo de la historia. Se presenta su característica central en la consideración del discurso como acontecimiento histórico, como expresión sociocultural condi- cionada por las estructuras sociales y de creencia de grupos de poder que dominan sobre otros, haciendo del discurso determinante del contexto social y, a la vez, transmisor de ideologías. Se presentan las prácticas sociales paralelamente a las prácticas discursivas, existiendo una relación dialéctica entre ambas. Las relaciones de poder, domi- nio, hegemonía y especialmente la ideología son las áreas de trabajo en las que se concentra el ACD y cuyo campo de acción implica el recurso interdisciplinario y transdisciplinario en áreas como la si- cología, la sociología, la economía, la política y la educación (entre otras) relacionándose con la historia para poder describir, interpretar y explicar, a través de los discursos (escritos y orales), las relaciones históricas entre el lenguaje y la sociedad. Palabras Clave: lenguaje, análisis crítico del discurso (ACD), discurso, historia, poder, ideología. * Este artículo es parte del componente teórico y metodológico del trabajo de tesis doctoral “Análisis crítico del discurso oficial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) para la universidad colombiana en el contexto de la globalización” a través de los documentos oficiales del gobierno de finales del siglo XX. Se presenta la estructura de la relación entre la his- toria y los campos del discurso, el lenguaje y la lingüística como ciencias interdisciplinares para el acercamiento al estudio de la ideología y el poder a través del análisis crítico del discurso (ACD).

12. Concepción Interdisciplinar Del ACD

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  • Rhec No. 11, ao 2008, pp. 9-31

    UNA APROXIMACIN INTERDISCIPLINAR DEL ANLISIS CRTICO DEL DISCURSO

    (ACD) AL ESTUDIO DE LA HISTORIA*

    Jorge E. Benavides B.Universidad de Nario

    RESUMEN

    Este artculo tiene como objetivo introducir la consideracin del nuevo campo del anlisis crtico del discurso (ACD) como forma complementaria al estudio de la historia. Intenta abordar algunos conceptos interdisciplinares para la incorporacin de este enfoque investigativo de reciente desarrollo, con orgenes en la teora crtica, la lingstica crtica y el anlisis del discurso, al campo de la historia. Se presenta su caracterstica central en la consideracin del discurso como acontecimiento histrico, como expresin sociocultural condi-cionada por las estructuras sociales y de creencia de grupos de poder que dominan sobre otros, haciendo del discurso determinante del contexto social y, a la vez, transmisor de ideologas. Se presentan las prcticas sociales paralelamente a las prcticas discursivas, existiendo una relacin dialctica entre ambas. Las relaciones de poder, domi-nio, hegemona y especialmente la ideologa son las reas de trabajo en las que se concentra el ACD y cuyo campo de accin implica el recurso interdisciplinario y transdisciplinario en reas como la si-cologa, la sociologa, la economa, la poltica y la educacin (entre otras) relacionndose con la historia para poder describir, interpretar y explicar, a travs de los discursos (escritos y orales), las relaciones histricas entre el lenguaje y la sociedad.

    Palabras Clave: lenguaje, anlisis crtico del discurso (ACD), discurso, historia, poder, ideologa.

    * Este artculo es parte del componente terico y metodolgico del trabajo de tesis doctoral Anlisis crtico del discurso oficial de las nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin (NTIC) para la universidad colombiana en el contexto de la globalizacin a travs de los documentos oficiales del gobierno de finales del siglo XX. Se presenta la estructura de la relacin entre la his-toria y los campos del discurso, el lenguaje y la lingstica como ciencias interdisciplinares para el acercamiento al estudio de la ideologa y el poder a travs del anlisis crtico del discurso (ACD).

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    A CRITICAL ANALYSIS OF DISCOURSE (ACD) IN HISTORICAL STUDIES*

    Jorge E. Benavides B.University of Nario

    ABSTRACT

    The objective of this article is the consideration of the new field of critical analysis of discourse (CDA) as a complementary approach to historical studies. The article undertakes to analyze recent deve-lopments in the incorporation of this interdisciplinary investigative approach, which has origins in critical theory, linguistic criticism and the analysis of oral discourse pertaining to the field of historical investigation. The central characteristic of this article is the conside-ration of the presence of oral discourse bracketed within historical events, socio-cultural expressions conditioned by social structures, and the beliefs of groups in their ability to dominate through the use of speech, determinant to transmitting ideologies within a social context. Social practices are presented parallel to discursive practices as a dialectical relationship exists among both. The themes of the article are related to control, hegemony, and especially ideologies in work environments in which CDA is concentrated and in which fields are implied interdisciplinary and trans-disciplinary resources in the areas of psychology, sociology, economy, politics and edu-cation (among others), which interpret and explain the historical relationships between languages and enterprises through discourse (written and oral).

    Keywords: language, critical analysis of discourse (CAD), speech, history, ideology.

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    INTRODUCCIN

    Este relativamente nuevo campo investigativo del anlisis crtico del discurso tiene como base a la lingstica y particularmente al campo del lenguaje y el discurso como disciplinas fundantes en la transicin desde la lingstica descriptiva a la generativa y al posterior desarrollo de la prag-mtica y la sociolingstica. Esta relacin del campo del lenguaje con el de la sociologa se ha visto fortalecida con el trabajo de Michael Halliday y su lingstica funcional sistmica1, donde se enfatiza el proceso de la transmisin del mensaje en forma completa e histrica. De esta manera, la lingstica llega a relacionarse estrechamente con el campo del estudio crtico del discurso atravesando el desarrollo de la lingstica crtica2.

    Los inicios del anlisis crtico del discurso (ACD, de aqu en adelante) se empezaron a entrever con la publicacin de varias obras que ligaban a la lingstica con aspectos de la sociologa, y la ideologa, como el caso de Language and Control3, Language as Ideology4 y Language and Power5, influenciados por nuevos enfoques tanto lingsticos, filosficos, como so-ciolgicos, como los de Ludwig Wittgenstein6, Michel Pcheux7, y Michel Foucault8. Su influencia pas al campo de la sociolingstica, la pragmtica, la comunicacin y la antropologa lingstica, que han sido importantes en la concrecin del ACD9, enriqueciendo as el campo del discurso como producto socio-cultural en sus diferentes manifestaciones.

    Se podra decir que el ACD se deriva de varias tradiciones que han enfa-tizado el giro lingstico en las Ciencias Sociales como los estudios sobre el discurso de Emile Benveniste10, Michel Foucault11, el anlisis del discurso de John Gumperz y Dell Hymes12, la lingstica crtica de Roger Fowler13; y la lingstica funcional de Michael Halliday14. El giro lingstico, como desarrollo de la filosofa occidental del lenguaje y la importancia de ste en las Ciencias Sociales, fue el reconocimiento dado a la capacidad del lenguaje para construir y constituir la realidad. Uno de los supuestos ms importantes del ACD es el potencial de su utilizacin para determinar cmo el lenguaje sirve de herramienta socio-cultural, con la que se crean, se transmiten y se mantienen relaciones de poder, dominio, hegemona, privilegio, etc., a travs de la ideologa en las interacciones de grupos de poder, como en el caso de lo que sucede con la comunicacin en las instituciones sociales15.

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    1. EL LENGUAJE Y EL DISCURSO Y SU RELACIN CON LA INVESTIGACIN EN HISTORIA

    1.1. El estudio del lenguaje en la historia

    El inters de la historia por la lingstica, para estudios de tipo inter-disciplinario, comienza prcticamente con los esfuerzos de Marc Bloch y Lucien Febvre por enriquecer los anlisis y complementar el mtodo hist-rico. En La societ Feodale16, por ejemplo, se percibe el aporte fundamental de la lingstica en los anlisis de los trminos y las nociones que de stos se derivan. Los trminos y nociones analizados en esta obra se presentan como sistemas de representaciones que funcionan ideolgicamente en una sociedad determinada espacio-temporalmente, y se convierten en objeto de estudio el lxico y las nociones utilizadas desde una perspectiva histrica. Lucien Febvre tambin destac la importancia del conocimiento lingstico y filolgico para el estudio de la historia en el nivel del anlisis interdis-ciplinario. Su estudio sobre Civilisation: le mot et lide17 resalta tambin la importancia del conocimiento semntico, en el estudio y anlisis de las palabras, expresiones y conceptos, para el campo de la historia de las ideas. Adems, en la publicacin Combats pour lhistoire18 establece la necesidad de la interdisciplinariedad de estos dos campos, sosteniendo que la lengua es la va cardinal de acceso al aspecto social, para la historia, pidiendo la cooperacin de los lingistas para que los historiadores puedan servirse de ese conocimiento y denominando alianzas y apoyos de la historia a la cooperacin entre la lingstica y la historia: hay necesidad de la colabo-racin de aquellos semantistas quienes, restituyndonos la historia de las palabras particularmente cargadas de sentido escriben del mismo puo captulos precisos de la historia de las ideas19.

    Importante tambin es considerar la aparicin de la Nueva Historia desde comienzos de los sesenta, especialmente como un nuevo dominio La historia de las mentalidades, que se concentrara en un nuevo objeto de estudio, como son los sentimientos, las sensibilidades, las expresiones, las creencias, las actitudes, los imaginarios20, los signos y los smbolos. En este sentido, ya no sera el factor econmico el ms importante en este nuevo dominio, sino el factor mental, que implicara la colaboracin y el apoyo de otras disciplinas, como la antropologa, la sicologa, la sociologa y espe-cialmente la lingstica. Tampoco es ya tan importante la consideracin de las fechas y las pocas, sino el estudio de las personas como grupo, dentro de determinado contexto. La obra de Fernand Braudel Grammaire des ci-vilizations establece el nuevo objeto de estudio como la representacin del mundo y de las cosas de cada poca particular: su mentalidad colectiva,

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    que anima y pinta la masa entera de la sociedad, enfatizando, de esta ma-nera, las creencias e ideologas de un grupo de personas en un momento histrico dado. Esto lo llevara a sostener que con mayor justificacin que los accidentes o las circunstancias histricas y sociales de una poca, es [la mentalidad] producto de antiguas herencias, de creencias, de temores, de viejas inquietudes, muchas veces inconscientes, en realidad producto de una inmensa contaminacin, cuyos grmenes estn perdidos en el pasado y transmitidos a travs de generaciones y generaciones humanas21.

    Tambin el mismo Braudel, refirindose directamente al nuevo campo del estudio de las mentalidades, en el concepto de la Nueva Historia, dir que esta mentalidad que determina las actitudes y las decisiones, arraiga los prejuicios, influyen en un sentido o en otro los movimientos de una sociedad, es eminentemente un factor de civilizacin22. Inclusive, a nivel del estudio de las representaciones de una sociedad, como el que haca Georges Duby, en Histoire des mentalits, se hace alusin a la importancia del lenguaje, llamando las herramientas a los aspectos del lenguaje utiliza-dos para entender las expresiones que los individuos obtienen de grupos sociales. Destaca, de la misma manera, la importancia del lenguaje en la historia, lenguaje sin el cual no se podra indagar en la misma conciencia del hombre:

    Entre estas herramientas sobre las que el estudio en efecto se im-pone, viene en primer lugar el lenguaje - entendemos los diversos medios de expresin que el individuo recibe del grupo social donde vive y que sirven de marco a toda su vida mental. Cmo penetrar en la conciencia de los hombres de tal medio, cmo explicar su conducta, las relaciones que cultivan, tratar de ver el mundo y al otro a travs de sus propios ojos, sin conocer bien el vocabulario que emplean -o ms aun los vocabularios, ya que muchos hombres utilizan varios de ellos, adaptados a diferentes grupos donde se insertan- consecuentemente sin disponer de un inventario siste-mtico y cronolgico de palabras?23

    De esta manera, se puede notar que la relacin e integracin investiga-tiva de la lingstica con la historia comienza en el nivel de la lexicografa aplicada al anlisis de las mentalidades y de las ideas. Alphonse Dupront explcitamente valora los campos de la semntica y la semitica dentro de la ciencia del lenguaje para el estudio de la psiquis colectiva de un grupo determinado, por los que su conocimiento, por parte del historiador, es necesario y se podra decir, tambin, natural24. Otros estudios en los que el aporte de la lingstica al estudio de la historia ha jugado un papel impor-

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    tante han sido realizados durante la segunda mitad del siglo XX, como los de Franois Lebrun25 y Michelle Vovelle26, en los que se aprecia un acerca-miento al estudio de la ideologa como fenmeno social a travs del recurso a la lingstica (lexicografa), especialmente referido al estudio del lenguaje en los documentos histricos.

    Los estudios de tipo histrico, en el nivel del discurso propiamente dicho, llegaran inicialmente con la publicacin de los trabajos de Michel Foucault Historia de la locura27 y El nacimiento de la clnica28. Aunque estos no comprendan el anlisis del discurso como objeto de estudio en s, sino ms bien de los contextos y de las condiciones en las que ste se materia-lizaba, s constituy un aporte diferente a la concepcin del discurso tal como haba sido previamente considerado por la lingstica descriptiva o el estructuralismo del Crculo de Praga, con Ferdinand de Saussure, cuando se vea como un conjunto de oraciones a nivel oral y escrito que describan algo. El discurso sale prcticamente de las fronteras de la lingstica para insertarse en forma ms directa con el aspecto social en su correspondencia histrica. Ms tarde con la publicacin de El orden del discurso29, se destaca la restitucin al discurso de su carcter de acontecimiento, en el cual se pone en duda la preponderancia de la verdad total en cuanto a la soberana del significante.

    A finales de la dcada de los setenta, publicaciones, como La nueva historia de Jacques Le Goff30, incluan esta nueva rea interdisciplinaria de la historia conjuntamente con el estudio del discurso, donde se hace un llamado a considerar esta implementacin en el campo histrico. Por otro lado, la lingstica crtica se desarroll a finales de los aos setenta como una disciplina en la que el rigor de los anlisis sobrepasaba lo que hasta ese momento se haba hecho. Los investigadores de la lingstica crtica se cen-traron en la investigacin del uso del lenguaje en entornos institucionales, con la introduccin de un enfoque que integraba una perspectiva histrica (el enfoque histrico del discurso), lo cual produjo investigaciones sobre las prcticas discursivas en contextos institucionales, que eventualmente indicaran el camino del anlisis crtico del discurso31.

    1.2. El concepto de explicacin-comprensin

    Al concepto de explicacin-comprensin se lo ha denominado recien-temente como la nueva fase de la operacin historiogrfica despus de la fase documental, donde sta ya aparece estrechamente integrada y donde, debido al documento que se increpa o pregunta es necesario dar una expli-cacin32. Sin embargo, atendiendo no necesariamente a la relacin pregunta-

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    respuesta de tipo causal, sino al de comprensin del hecho, se hace propio la modelacin de los conceptos, que ya son conocidos dentro del mbito de la historia (descripcin, comprensin, interpretacin y explicacin) a los del anlisis del discurso con orientacin crtica y que parten desde la lingstica y la hermenutica para acercarse a los mismos sobre la base de la teora del discurso. Segn Hans G. Gadamer, la interpretacin es la forma en la que se realiza la comprensin; es decir, no habra comprensin si no existe una interpretacin del texto como discurso (hechos o prcticas discursivas). A su vez, la explicacin, como una forma de dar razones sobre algo (un hecho, despus de su descripcin) permitira una mejor comprensin33. De ah que explicar implicara comprender mejor; o sea, que la explicacin involucra una determinada interpretacin y comprensin de un texto o documento, a travs de su discurso como acontecimiento. Se podra asegurar, enton-ces, que el esclarecimiento de una interpretacin progresivamente permite una mayor comprensin de un evento discursivo. De manera similar, se establece que la explicacin es un desarrollo analtico de la comprensin donde se aprecia que la primera tambin implica un proceso de anlisis; es decir, no se puede explicar algo si no se ha realizado un anlisis previo. As, pues, el anlisis se presenta a travs de la explicacin y sta a su vez es ya una interpretacin que conlleva la comprensin de un fenmeno (hecho, discurso, acontecimiento)34.

    En el caso del conocimiento de tipo histrico, por ejemplo, se podra recurrir a la nocin que ofrece Julio Arstegui sobre la explicacin, cuando sostiene que el resultado de todo proceso de conocimiento sujeto a un mtodo es siempre, desde luego, una explicacin. Una explicacin que en su grado de mayor perfeccin es una teora35. Tomado de esta manera, lo que pretende el ACD como producto final es la teorizacin, a travs del discurso, del estado de cosas en un contexto dado. En este caso particular, se estara preguntando sobre la forma cmo funciona el poder, a travs de la ideologa, desde el discurso. En otras palabras, el ACD pretende determinar la configuracin del poder y la ideologa en el discurso como acontecimiento social de un determinado contexto.

    2. EL LENGUAJE, EL DISCURSO Y LA FILOSOFA

    El impulso dado a la lingstica por filsofos del lenguaje como Ludwig Wittgenstein, Roman Jakobson, Zellig Harris, John Austin y John Searle, entre otros, sobre la importancia del lenguaje como accin discursiva y social en el nivel de la frase, la oracin, la proposicin y el enunciado, converge con el inters en el nivel del discurso como objeto de estudio, donde ste hace parte de un contexto social al que afecta pero que a su vez,

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    es afectado por l desde el orden del discurso. Por otro lado, Karl Marx y Max Weber, conocidos representantes de la escuela moderna de la filosofa y la sociologa occidentales vieron en el determinismo econmico una de las causas de opresin social, donde la economa se ve como una fuerza determinante en muchos aspectos de la existencia del hombre. Otros fil-sofos ms contemporneos, como Theodor Adorno, Herbert Marcuse y Max Horkheimer, dieron inicio con sus trabajos a lo que se conoce como Teora Crtica (Escuela de Frankfurt) tomando aportes de diferentes disciplinas de apoyo, una de las cuales fue precisamente la lingstica. Esta rea intrigaba a los filsofos e investigadores sociales, en el sentido de poder determinar si la lengua se encontraba tambin haciendo parte, o inclusive como base, econmica de la superestructura cultural; si estaba determinada por las condiciones materiales o si, en su lugar, sta las determinaba.

    Es especialmente importante el giro que desde la filosofa se dio a la con-cepcin de la expresin de lo social a travs del lenguaje. El mejor ejemplo de esto se puede encontrar desde la antigedad mediante el trabajo de Platn, en los dilogos socrticos como el Fedro y el Menn, por ejemplo, donde a Scrates le interesaba saber lo que la gente pensaba sobre los conceptos amor y virtud respectivamente. Sin embargo, como en el caso de la virtud, no le interesaba que la gente le diera ejemplos de virtud, sino lo que era en realidad la virtud como cualidad del concepto presente en todas las posibles realizaciones del mismo, es decir la definicin abstracta del concepto. Lo que le interesaba era la posibilidad del esclarecimiento exacto de las cosas, como cuando se defina lo que era un cuadrado en trminos matemticos. De esta manera, Scrates afirmaba que no se poda dar una definicin pre-cisa de las cosas que preguntaba. El problema se empez a ver entonces en el lenguaje mismo.

    En la poca moderna, este problema tambin lo toc Ludwig Wittgenstein especialmente en su primer trabajo, el Tractatus logico-philosophicus36, en el sentido de que muchas cosas no se pueden definir a travs del lenguaje en la forma como se hace con los conceptos matemticos y lgicos. La teora del significado como imagen de la realidad a travs del lenguaje fue preci-samente la posibilidad de tener en este una imagen precisa y lgica de la realidad en ciertas proposiciones, mas no en otras, al no poderlas expresar en forma precisa, y sobre lo cual era mejor callar pues no presentaban, como otras, una relacin directa con lo expresado por el lenguaje. De alguna manera, solo cierto tipo de proposiciones daran una imagen de la realidad y la lgica de algn hecho. As, para Wittgenstein, en el Tractatus haba dos tipos de proposiciones evidentes, las deductivas y las inductivas. Las primeras podan ser falsas o verdaderas, es decir tautologas, como en una

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    ecuacin matemtica (una igualdad). Las proposiciones inductivas, por otro lado, se encontraban en el lado ms contingente del espectro discursivo. Estas no representaban aspectos del mundo: yo soy as, te lo prometo, vendr maana para verla, se entendan solo mirando al mundo en una determinada situacin.

    Es su trabajo pstumo, Investigaciones filosficas37, Wittgenstein se apar-tara de su teora lgico-matemtica de las proposiciones como imgenes del mundo y girara hacia una concepcin ms contingente de las expresiones que ocurran en el mundo. Propuso, entonces, el lenguaje como en un juego (juegos del lenguaje), un conjunto de prcticas sociales que se entrecruzan pero que, a la vez, no tienen una nica lnea de significacin y que solo se permite comprenderlas en forma abstracta. De esta manera, el lenguaje como un juego de juegos no tendra una caracterstica general que cubriera a todas las posibles expresiones en su definicin. Segn la nueva concepcin, el lenguaje est subsumido en el concepto de juegos del lenguaje y stos no son idnticos en sus reglas, situaciones o aplicaciones, lo cual produce diferentes tipos de ambigedad y sin-sentidos al querer aplicar reglas de un juego a otro, o inclusive imponerlas. A pesar de que s existe una cierta consistencia en los juegos como sistemas, no haba una sola caracterstica lingstica que aplicara a todas las expresiones o a todos los juegos. Cada juego se realizara en momentos, contextos y tiempos determinados y di-ferentes. No existira ningn tipo de juego que sea idntico, sino solo en algunas pequeas coincidencias entre ellos. Los significados de las palabras (conceptos, significado y sentido) tendran que aprenderse desde el uso mismo del trmino y en el contexto en el que suceden (en el juego). De esta manera era necesario preguntar, no sobre el significado de una palabra, sino sobre su uso (cmo la utiliza la gente - lo que hacemos con ella) y esto estara imbricado en la contingencia de las acciones humanas.

    3. EL DESARROLLO DEL ANLISIS CRTICO DEL DISCURSO

    3.1. La lingstica crtica (LC) en el desarrollo del anlisis crtico del discurso

    Este enfoque crtico dentro de la historia del lenguaje como uso tiene una importancia social innegable ya que hace parte del trabajo seminal que condujo al desarrollo de la lingstica funcional sistmica de Michael Ha-lliday38 los trabajos de la lingstica crtica de Roger Fowler39 la influencia parcial del Crculo de Praga, del socilogo educacional Basil Bernstein40, del semitico Roland Barthes41 y especialmente la influencia de los lingistas Edward Sapir y Benjamin Lee-Whorf.

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    La lingstica crtica, que naci del trabajo y preocupacin de un grupo de investigadores y lingistas en los aos setenta, basa su enfoque en la concepcin integral y funcional del lenguaje y se distingue de la sociolin-gstica y de la corriente chomskyana de la poca en la concepcin de la diferencia entre forma y contenido; estructura y uso, forma y funcin, como base para el anlisis del discurso. La lingstica crtica insisti en el anlisis del lenguaje como una unidad de textos y expresiones y dentro de contextos sociales reales, para ofrecer una explicacin del cmo y el por qu de las diferencias de uso, con referencia al poder y la ideologa.

    El texto se consider, entonces, no solo como afectado polticamente, sino como la realizacin de una funcin ideolgica en estrecha relacin con los contextos en los que era histricamente producido. Sin embargo, se descuid el estudio de la relacin que podra existir entre los cambios en el discurso y su relacin con los cambios de tipo social y cultural como fondo de los primeros. En este sentido, y en su desarrollo, la lingstica crtica integr el pensamiento de Michel Foucault sobre el discurso, las instituciones y el poder, y la preocupacin por el feminismo como fenmeno social. La lin-gstica crtica desarroll tambin una dimensin intertextual y subjetiva en los procesos discursivos sobre el cambio, para lograr una posicin flexible de anlisis lingstico que pudiera integrarse a la teora social crtica.

    3.2. El ACD en el mbito de la sociologa

    El ACD intenta dar una explicacin sociolgica del uso del lenguaje, puesto que su inters est puesto en la ideologa, las relaciones sociales y las relaciones entre el texto y el contexto. Investiga las categoras del discurso como una forma de poder y como instrumento de la construccin social de la realidad. Adems, proporciona un nfasis de tipo sociopoltico, lo que no implica que la complejidad de la metodologa se pase por alto, sino que, por el contrario, muestra los avances lingsticos puestos al anlisis de los problemas de tipo social y poltico, cultural e histrico.

    La teora crtica se convirti, entonces, en un conjunto de teoras cuya funcin era localizar y confrontar aspectos de poder, dominio, hegemona y privilegio, y las formas o medios en que la economa, la poltica, la reli-gin, la educacin, etc., contribuan, en la reproduccin, transformacin o mantenimiento de los sistemas sociales y de grupos de poder. Un supuesto importante del que parte la teora crtica es que el pensamiento est mediado por relaciones de poder histricamente constituidas. Sostiene, adems, que ningn hecho es neutral (o naturalmente puro en el sentido de que algo sucede histricamente sin ninguna clase de intervencin o mediacin cul-

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    tural de algn tipo), sino que stos son consecuencia de direccionamientos ideolgicos que operan desde el poder en primera instancia, y esa ideologa est en su base determinada, transmitida y mantenida a travs del lenguaje como discurso a nivel oral y escrito. Los discursos estn rodeados de con-textos en los que siempre han existido grupos de poder y de dominio sobre otros. Este poder y dominio lleva a un acceso diferenciado de unos grupos sobre otros, en trminos de pensamiento, de informacin, de conocimiento y tambin de bienes y servicios, por ejemplo.

    A pesar que el giro lingstico compromete a la sociolingstica y la pragmtica, los contextos sociales y polticos no se teorizaron ni analizaron adecuadamente en ese mbito, y as dieron por supuesto factores como el nivel socio-econmico y la influencia de las instituciones sociales sobre los individuos42. Contrariamente, el ACD se nutre de la tradicin de la teora crtica con su enfoque en las diferencias entre los grupos y clases sociales. Teun van Dijk43, por ejemplo, manifiesta que en el ACD la comprensin de las aspectos sociales y sus relaciones e influencias externas a travs del anlisis del discurso son fundamentales, en el fenmeno de la discriminacin racial (racismo), el dominio del mercado (consumismo, mercantilismo) y Norman Fairclough44 en la orientacin empresarial de la educacin (comodificacin, mercantilizacin). En el campo de la educacin, se pueden incluir las in-fluencias externas que afectan o determinan a los grupos o instituciones del Estado (la escuela, la universidad, etc.) y que se manifiestan en los discursos producidos por estos. En este sentido, el ACD se constituye en una forma de investigacin reflexiva.

    3.3. Las caractersticas del anlisis crtico del discurso (ACD)

    Una aproximacin al anlisis crtico del discurso tiene que incluir tanto el componente lingstico como su contraparte social, o sea, tanto la forma como la funcin. Esto tiene bsicamente que ver, como se haba manifesta-do anteriormente, con el anlisis sobre el poder, el dominio, la hegemona y la ideologa que las instituciones ejercen (crean, reproducen, transmiten y mantienen) mediante los discursos producidos en un contexto social o poltico determinado, discursos institucionales, polticos, y mediticos, entre otros. Ruth Wodak manifiesta que la crtica no se ocupa de aspectos puramente lingsticos, sino de aspectos como el poder y la ideologa, es decir, del lenguaje como prctica social en el contexto de su uso donde el lenguaje es tambin un medio de dominacin y una fuerza social. Sirve para legitimar las relaciones del poder organizado. En la medida en que las legitimaciones de las relaciones de poder, [] no estn articuladas, [] el lenguaje es tambin ideolgico45. De la misma manera, Michael Foucault

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    consideraba que el texto como discurso es, en su expresin ms amplia, la unidad bsica de comunicacin y el objeto de estudio en el ambiente social e histrico46.

    Tanto para Ruth Wodak, Norman Fairclough como para Teun van Dijk, tres de los pioneros del ACD, el espritu y la dimensin crtica que encarna la academia, es decir, la universidad, como institucin social en su funcin y razn de ser, es la que le imprime la motivacin intrnseca de este nuevo tipo de estudios. Esto se confirma en el sentido que el ACD y la lingstica crtica (LC) comparten los campos del anlisis del discurso, de la semitica y de la lingstica47. Estas relaciones de causa y efecto, siendo tan difciles de notar en la actividad humana (y que usualmente se ocultan o distorsionan), se haran visibles, como lo expresa Norman Fairclough48, a travs del anlisis crtico del discurso, mediante el cual se revelaran el poder y la ideologa. En otras palabras, los usos del lenguaje a travs del discurso revelaran las relaciones de poder e inequidad en el tratamiento de aspectos sociales, cul-turales, educativos donde una ideologa estara dominando y la de otro grupo muy posiblemente resistiendo. El lenguaje como medio de sometimiento tambin ha sido planteado como aspecto a investigar por pensadores como Jrgen Habermas49, quien elabora sobre el lenguaje como un medio ideol-gico de dominio; Norman Fairclough50, sobre los contenidos ideolgicos en el lenguaje; van Dijk51 sobre el carcter multidisciplinario de la ideologa y el lenguaje; y Larran52 y Boudon53 sobre el carcter amplio e incisivo de la ideologa en la comunicacin. Habermas54, y Habermas y Blazek55, reiteran la afectacin del poder en el discurso, a diferencia del concepto chomskiano de una situacin ideal del hablante, cuando oponen a sta la situacin real del discurso, donde las situaciones discursivas pueden distorsionarse por las estructuras de poder. Estas y su contraparte, la resistencia, marcan, por un lado, las formas discursivas naturales como convenciones establecidas que todos aceptan, conformndose lo que Foucault consideraba como orden del discurso, y, por otro, las formas de ruptura de esas convenciones, las cuales se llamaran actos creativos56.

    El poder y la ideologa juegan un papel central en el campo de ACD puesto que se considera a los discursos ideolgicamente afectados, a diferencia de la ingenua consideracin de la arbitrariedad de sus signos. Estos conceptos van de la mano con las formas lingsticas en el campo de la retrica, la lingstica textual y la sociolingstica. En este orden de ideas, ltimamente los medios de comunicacin se han venido intensificando como objetos de estudio en cuanto a los discursos que producen, transmiten, mantienen y/o modifican. Es ah donde el indiscutible poder de los medios masivos de comunicacin ha inspirado gran cantidad de estudios crticos, como el

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    caso de los anlisis de los mensajes e imgenes estereotipados, racistas y sexistas tanto a nivel de texto como a nivel semitico visual57.

    3.4. El enfoque metodolgico del ACD

    Desarrollar un enfoque analtico apropiado desde los multiformes signi-ficados en cuestin es una tarea difcil dado que existe en primer lugar, una buena cantidad de definiciones de discurso que se interceptan y que se for-mulan desde variados puntos de vista tericos en las diferentes disciplinas. Sin embargo, una definicin sencilla de discurso, desde una mirada social, es la concepcin de que el lenguaje es una parte intrnseca de la sociedad y no algo externo a ella; adems, que el lenguaje estara condicionado por otros factores no lingsticos de la sociedad, el poder y la ideologa58. Dentro de los lmites de esta definicin simplificada existen otras explicaciones sobre el discurso, que se han desarrollado, alrededor de una gran cantidad de disciplinas acadmicas, especialmente desde las Ciencias Sociales, donde especial atencin se ha puesto a los efectos del lenguaje como reflexin de perspectiva construccionista.

    Segn Fairclough59, no se puede desconocer la importancia del lenguaje en las operaciones de poder y de hegemona como foco de inters de la co-munidad acadmica mundial. Bajo las condiciones contemporneas de la modernidad alta hacia la postmodernidad, es importante un foco crtico en la consideracin de la produccin y reproduccin del conocimiento, dando particular nfasis a las formas en las que la ideologa est investida en el len-guaje60. La relacin entre ideologa y las representaciones del conocimiento es de preocupacin central y puede afrontarse desde una perspectiva del anlisis del discurso. Como categora analtica, el discurso puede contri-buir a determinar la construccin de identidad social, la construccin de relaciones sociales entre la gente y las instituciones, y la construccin de sistemas de conocimiento y creencia61.

    Una teora del discurso dentro del estudio de la historia puede contri-buir tambin a comprender cmo las identidades sociales son modeladas, construidas y alteradas en el tiempo por la gente, y especialmente por los grupos hegemnicos, y como sus discursos difieren de los de la resistencia. El anlisis del discurso, visto como un enfoque tanto terico como meto-dolgico, representa un programa promisorio de investigacin en Ciencias Sociales, cuyo propsito principal es examinar la aparente estabilidad de los patrones de relaciones sociales, y sus influencias desde los diversos mbitos del quehacer humano. En este enfoque se atribuye considerable importancia a los actores sociales de las polticas de cambio social, a los

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    grupos que lo producen, a los que lo interpretan y lo explican a travs del discurso. El ACD intenta capturar las conexiones entre el lenguaje y la so-ciedad: las prcticas sociales y las prcticas discursivas en sus contextos histricos determinados.

    3.5. Los niveles del anlisis crtico del discurso

    Para van Dijk62, en el ACD se presentan dos tipos de anlisis, uno a ni-vel micro y otro a nivel macro. El primero tiene que ver con las estructuras lingsticas y sus relaciones en el texto; sin embargo, el nivel macro se asocia a los niveles sociales y culturales y el establecimiento, reproduccin y legitimacin del poder. Para Fairclough63 existen tres dimensiones: la di-mensin micro o anlisis textual (lingstica textual), que tiene que ver con las formas y el significado de stas en el texto; la dimensin meso o prctica discursiva, que se enfoca en la produccin e interpretacin del texto, y la dimensin macro, o sea, la prctica sociocultural que opera en un estrato ms amplio de anlisis social.

    En el enfoque tridimensional de Fairclough, el ms utilizado a nivel general, la primera dimensin trata al discurso como texto y su anlisis se remite a los rasgos y organizacin de las estructuras del discurso. Ejemplo de esto son la seleccin del lxico (vocabulario, metfora), la gramtica (tran-sitividad, pasividad, modalidad), cohesin (marcadores, conjunciones), y la estructura textual (representacin de papeles o roles, estilo de narracin). Este es el anlisis de tipo lingstico formal y se aplica a todos los gneros, desde el periodstico o reportaje de noticias (donde el uso, por ejemplo, de la voz pasiva puede intencionadamente ocultar el agente de un hecho), hasta los discursos formales u oficiales. La segunda dimensin de este enfoque tridimensional tiene que ver con la prctica discursiva; es decir, el discurso como algo que se produce, se transmite y se consume en la sociedad. Esto implica el anlisis de patrones de vocabulario, gramtica, cohesin, con espe-cial nfasis en la coherencia y la intertextualidad, lo que determina en ltima instancia el contexto del discurso. En este campo se encuentran aspectos discursivos, como los tipos de discurso, el estilo, gnero, registro, y la forma de representacin discursiva. La tercera dimensin es la consideracin del discurso como prctica social que tiene que ver con los efectos y patrones ideolgicos, de poder y los procesos hegemnicos del discurso: la lucha por la hegemona y el poder representada en los discursos puede entreverse en el uso y funcin del discurso, teniendo siempre en cuenta las otras dos dimensiones. Con esto se determinara que, a medida que las hegemonas cambian, tambin lo hacen sus discursos representativos. La forma en que se representa el discurso es indicio de un nuevo establecimiento u orden de

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    cosas representado en el orden del discurso64. Esta tercera dimensin macro es la parte en la que el ACD se centra para la identificacin de las relaciones entre el lenguaje y la sociedad, y el anlisis de las prcticas del discurso, para hacer del mismo visiblemente como algo socialmente condicionado y que a la vez condiciona lo social. Es una caracterstica importante que los cambios econmicos, sociales, polticos y culturales de la modernidad, que existen primeramente como cambios discursivos y tambin como procesos, se sucedan en gran medida, fuera del discurso.

    De esta manera, el enfoque tridimensional del anlisis crtico del discurso propuesto por Fairclough implica moverse entre la descripcin, la interpre-tacin y la explicacin de los patrones que a nivel institucional presentan los discursos en el campo social unidos al contexto y la intertextualidad65. Estas tres dimensiones, similarmente con el tratamiento dado por van Dijk, estn en una disposicin jerrquica tal que el anlisis macro abarca lo micro, pero que, como proceso, empieza por lo micro lo cual indica la complejidad de anlisis en el nivel ms amplio del discurso, donde el contexto, la inter-textualidad y la interdiscursividad juegan un papel importante al realizar anlisis crtico del discurso.

    3.6. El carcter cualitativo del ACD

    La preparacin cualitativa del ACD, dentro del estudio del contexto, implica un anlisis de tipo histrico para determinar cmo las formas del lenguaje llegan a organizarse y realizar determinados vnculos sociales. Todos los discursos son histricos y solo pueden entenderse por referencia a su contexto66. Esto es importante puesto que el anlisis del lenguaje de un texto (discurso) no se debe tratar como si ste hubiera aparecido de la nada: todo lo que tiene significado (sentido para las personas) deber tener algunas precondiciones histricas para que haya sido escrito o producido como una imagen del mundo, sea en mayor o en menor grado ideolgica. En este sentido, se promueve el giro de lo cientfico natural y cuantitativo hacia lo crtico social como posibilidad cualitativa de anlisis y como una verdadera alternativa al enfoque positivista de la historia. No obstante, des-de la posicin subjetiva, se hace necesario un desafo en cada individuo a las supuestas verdades del sentido comn bajo esquemas tan persuasivos como el capitalismo, la globalizacin, el neoliberalismo, el mercantilismo, entre otros, de nuestra poca reciente.

    Adems del contexto, la intertextualidad y la recontextualizacin, el ACD utiliza como factores extralingsticos: el poder y la ideologa en la cultura, ya que se incluiran aspectos sociales, polticos y econmicos, ha-

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    cindose necesario un procedimiento interdisciplinario y eventualmente transdisciplinario de los anlisis. El recurso a la intertextualidad es decisi-vo en el ACD puesto que se hace necesario el anlisis de las relaciones del documento con otros textos, y otros contextos de influencia, adems de las caractersticas lingsticas de su anlisis. El contexto en el que los documen-tos se configuran y realizan comprende principalmente, en forma histrica, las relaciones con otros textos y otros contextos para producir el enfoque histrico del discurso que, segn Meyer, es deudor de la teora crtica, y [] encuentra su punto focal en el campo de la poltica, mbito en el que intenta desarrollar marcos conceptuales para el discurso poltico67.

    Adicionalmente, Meyer sostiene que el procedimiento metodolgico que sigue el ACD es de tipo hermenutico, a pesar de que de esto no haya unanimidad en todos los investigadores del discurso. A diferencia de las Ciencias Naturales, en las que el centro son las explicaciones causales, en el ACD la hermenutica (descripcin, interpretacin y explicacin) puede comprenderse como un enfoque metodolgico utilizado para determinar las relaciones significativas de poder en el texto y entre los textos. Sin embargo, la interpretacin requiere de una detallada documentacin con lo que prima lo intensivo sobre lo extensivo de los anlisis. En la misma direccin de van Dijk68, Meyer, tambin indica que el ACD no debe entenderse como un mtodo nico, sino ms bien como un enfoque, es decir, como algo que adquiere consistencia en varios planos, y que, en cada uno de sus planos exige realizar un cierto nmero de selecciones69.

    4. CARACTERSTICAS DEL ENFOQUE HISTRICO DEL DISCURSO

    En resumen, se podra decir que los tres conceptos que se enfatizan en un estudio de ACD con inters histrico son: el de poder, el de ideologa y el de historia. Teniendo en cuenta que el discurso se estructura segn factores de dominio ejercido por lo socialmente establecido, es necesario considerar el planteamiento de Wodak, sobre el aspecto social e histrico del mismo:

    todo discurso es un objeto histricamente producido e interpretado, esto es, que se halla situado en el tiempo y en el espacio, y de que las estructuras de dominancia estn legitimadas por las ideologas de grupos [de poder], el complejo enfoque que proponentes de la LC [Lingstica Crtica] y el ACD permite analizar las presiones provenientes de arriba y las posibilidades de resistencia a las des-iguales relaciones de poder que aparecen en forma de convenciones sociales70.

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    Finalmente para el enfoque histrico del discurso dentro del marco del ACD, Wodak establece diez puntos como referencia para este tipo de anlisis:

    1. El enfoque es interdisciplinar, en varios planos: en la teora, en los equipos de investigacin y en la prctica.

    2. El enfoque se orienta hacia los problemas sociales; no se centra solo en elementos especficamente lingsticos.

    3. Tanto la teora como la metodologa son eclcticas, esto es, se incor-poran las teoras y los mtodos que resultan tiles para comprender y explicar el objeto sometido a investigacin.

    4. Como condicin previa para cualquier anlisis y teorizacin ulterior, el estudio incluye siempre el trabajo de campo y la etnografa con el fin de explorar el objeto de investigacin.

    5. El enfoque es abductivo o emergente: es necesario realizar un constante movimiento de ida y vuelta entre la teora y los datos empricos.

    6. Se estudian mltiples variedades discursivas y mltiples espacios pblicos como contexto, y se investigan las relaciones intertextuales e interdiscursivas. La recontextualizacin es el proceso ms importante para vincular esas variedades discursivas, junto con los temas y los argumentos.

    7. El contexto histrico se analiza siempre y se incorpora a la interpreta-cin de los discursos y los textos.

    8. Las categoras y las herramientas para el anlisis se definen en funcin de todos estos pasos y procedimientos, en consonancia con el problema que se est investigando.

    9. Las grandes teoras actan como fundamento []. Para el anlisis es-pecfico, las teoras de rango medio contribuyen mejor a los objetivos analticos.

    10. El objetivo es la prctica. Los resultados deberan quedar a disposicin de los expertos de los diferentes campos, y, como segundo paso, apli-carse con el fin de eventualmente cambiar ciertas prcticas discursivas y sociales71.

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    CONCLUSIN

    El ACD tiene una particular oportunidad de contribucin en el estudio interdisciplinario y transdisciplinario de los eventos histricos mediados por el discurso en relacin con el estudio de las relaciones de poder e ideologa a nivel socio-cultural. El hombre est expuesto a diario a todo tipo de imgenes, mensajes, signos, smbolos y texto como discursos en su labor cotidiana, en una sociedad que impone una determinada orientacin ideolgica a travs de sus mensajes, ya sea a nivel de los medios masivos como en el ambiente acadmico e investigativo. Esta exposicin dentro de un concepto de discurso semitico como la organizacin del lenguaje en la que se construyen vnculos sociales hace que reflexionemos sobre la real intencin de muy buena cantidad de mensajes y discursos que median entre los diferentes eventos y acontecimientos tanto sociales como discursivos. Ante la red de discursos, entre textos y palabras e imgenes (las nuestras y las de otros) en las que creemos, nos tendramos que preguntar entonces de qu manera el discurso se produce, se transforma y se mantiene ideolgica e histricamente haciendo que las relaciones de poder producidas incluyan a ciertos grupos sociales y excluyan a otros, es decir, cmo el discurso no solo describe el mundo y lo representa sino que tambin lo constituye y lo construye en una relacin dialctica.

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    10. BENVENISTE, Emile (1971). Problems in general linguistics. Coral Gables, Florida: University of Miami Press.

    11. FOUCAULT. Op. cit.

    12. GUMPERZ y HYMES. Op. cit.

    13. FOWLER, HODGE, KRESS y TREW. Op. cit.

    14. HALLIDAY. Op. cit.

    15. Especialmente considerado en los trabajos de FOUCAULT, Michel. Op. cit. y BOURDIEU, Pierre (1984). Homo academicus. Paris: Ed. de Minuit.

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    18. FEBVRE, Lucien (1953). Combats pour lhistoire. Paris: Librairie Armand Colin.

    19. Ibid. Non moins, it faut la collaboration de ces semantistes qui, en nous restituant lhistoire de mots particulierment lourds de sens crivent du mme coups des chapitres prcis dhistoire des ides, p. 219. La traduccin es del autor.

    20. Los Imaginarios colectivos como los desarrollados en forma ms extensa en: RICOEUR, Paul (1989). Ideologa y utopa. Barcelona: Gedisa.

    21. BRAUDEL, Fernand (1987). Grammaire des civilisations. Paris: Arthaud-Flammarion. (Origi-nalmente publicada en 1963) Versin espaola: Las civilizaciones actuales: estudio de historia econmica y social (J. Gmez y G. Anes, Trad. 1a ed.). Madrid: Tecnos, p. 32.

    22. BRAUDEL. Fernand (1971). Las civilizaciones actuales: estudio de historia econmica y social (J. Gmez y G. Anes, Trad.). Madrid: Tecnos, p. 32.

    23. DUBY, Georges (1961). Histoire des mentalits. en: Charles SAMARAN (Ed.), LHistoire et ses mthodes. Paris: Gallimard. Parmi ces outils, dont ltude, en effet, simpose, vient en premier lieu le langage - entendons les divers moyens dexpression que lindividu reoit du groupe social ou il vit et qui servent de cadre toute sa vie mentale. Comment pntrer dans la concience des hommes de tel milieu, comment expliquer leur conduite, les relations quils entretiennent, essayer de voir le monde et autrui par leurs yeux mmes, sans bien connatre le vocabulaire quils emploient

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    - ou plutt les vocabulaires, car beaucoup dhommes en utilisent plusieurs, adapts aux different groupes o ils sinserent - donc, sans disposer dun inventaire systmatique et chronologique des mots?, p. 953. La traduccin es del autor.

    24. DUPRONT, Alphonse (1964). Lhistoire et lhistorien. Paris: Librairie Arthme Fayard.

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    38. HALLIDAY. Op. cit.

    39. FOWLER, HODGE, KRESS y TREW. Op. cit.

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    42. FOWLER, HODGE, KRESS y TREW. Op. cit.

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    44. FAIRCLOUGH. Op. cit.

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    48. FAIRCLOUGH, Norman (1995b). Critical discourse analysis: the critical study of language. New York: Longman.

  • Una aproximacin interdisciplinar del anlisis crtico del discurso (ACD) al estudio de la historia 29

    Rhec No. 11, ao 2008, pp. 9-31

    49. HABERMAS. Op. cit.

    50. FAIRCLOUGH. Critical discourse analysis: the critical study of language. Op. cit.

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    56. FOWLER, HODGE, KRESS y TREW. Op. cit.

    57. Ibid.

    58. FAIRCLOUGH. Language and power. Op. cit.

    59. FAIRCLOUGH, Norman (1992a). Discourse and social change. Cambridge, UK: Polity Press. y FAIRCLOUGH, Norman (1995b). Critical Discourse Analysis and the Marketization of Public Discourse: The Universities, en: Norman FAIRCLOUGH (Ed.), Critical discourse analysis: the critical study of language. New York: Longman.

    60. VAN DIJK. Ideologa: un enfoque multidisciplinario. Op. cit.

    61. FAIRCLOUGH. Discourse and social change. Op. cit.

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    63. FAIRCLOUGH. Language and power. Op. cit. y FAIRCLOUGH. Discourse and social change. Op. cit.

    64. FAIRCLOUGH. Language and power. Op. cit. y FAIRCLOUGH. Critical discourse analysis: the critical study of language. Op. cit.

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    69. MEYER, Michael (2003). Op. cit., p. 35.

    70. WODAK, Ruth (2003a). De qu trata el anlisis crtico del discurso (ACD)? Op. cit.

    71. WODAK, Ruth (2003b). El enfoque histrico del discurso. Op. cit.

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