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¿Qué es el Evangelio?Autor: Pastor Carlos Humberto García Rodríguez.
Editor: Pastor Juan de Jesús Salazar Sánchez.Lima julio del 2013
12. Conozco tus obras, no eres tibio, ni caliente. Apocalipsis 3:15 – 19 “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá
fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.”
¿Quiénes son los tibios, los calientes y los fríos a la luz de la Palabra de Dios?
El Señor dice que conoce nuestras obras: “No eres frío ni caliente… [por eso] te vomitaré de mi boca”.
Para muchos intérpretes no se puede negar que la iglesia está pasando por su última etapa: Laodicea. La sana doctrina está siendo mellada desde los púlpitos por la ignorancia descomunal respecto a cómo es la salvación.
Los medios de comunicación: Por ejemplo, “Enlace TV”, emisoras de radio, púlpitos en general, la mayoría de los ministros, viven ocupados en enseñar solo sobre las buenas obras. Posiblemente lo hacen pensando que por ello serán mejores delante de Dios. Esta es la terrible desgracia de la iglesia hoy.
Al confiar en nuestras buenas obras nos convierte en tibios ante la presencia de Dios, por ello el peligro de ser vomitados. Al confiar en sus buenas obras, la iglesia dice: “Soy rica y me he enriquecido y nada necesito”. Obviamente está ciega para lo que significa la salvación.
Cristo le aconseja: “Compra de mi oro refinado en fuego, para que seas rica y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez, y unge tus ojos con colirio para que veas”.
OJOLas buenas obras no nos hacen mejores ni aceptables delante de Dios, porque
todas ellas están contaminadas y son inmundas delante de un Dios santo: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento” (Isaías 64:6).
Cristo dice: “Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación” (Lucas 16:15).
Podemos ver que la mayoría de predicadores no conoce la verdad. Hablan de la obra del Espíritu Santo en el creyente; pero no hablan de la obra de Cristo que se ha hecho en el cuerpo de Él. Se han olvidado y no conocen la obra gloriosa de Cristo la cual nos hace aceptables delante de Dios.
¿Quiénes son los calientes?Son todos los que no confían en sus buenas obras.Las buenas obras son testimonio ante los hombres y sirven para que los hombres
glorifiquen a Dios (Tito 3:8; Mat. 5:16). Además el día final seremos recompensados de acuerdo a ellas, más no seremos
salvos por ellas (Apocalipsis 22:12). Los calientes son los que se consideran a sí mismos “pobres, miserables, ciegos y desnudos”, y echan mano de la obra perfecta que se ha preparado en el cuerpo de Cristo. Por la fe hacen suyo el amor y la fe de Cristo y se han apropiado de su obediencia y de su muerte sustitutiva.
Han ungido sus ojos espirituales con el Espíritu Santo (Romanos 5:18; 2 Corintios 5:14). Sólo la obra de Cristo es perfecta y agradable delante de Dios. Sólo en la obra del amado Hijo de Dios somos aceptados cada día (Efesios 1:6). La obra de Cristo es la ofrenda fragante delante de Dios (Efesios 5:2).
De Cristo la Biblia dice: “El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto.” (Deuteronomio 32:4,5).
Nuestra esperanza sólo es la justicia de Cristo, mejor dicho “la obediencia de Cristo”. Es la única que Dios acepta porque es perfecta y en esa obediencia Él nos justifica y nos regala la vida eterna (Juan 5:24; Romanos 5:18,19).
“¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos 2:27, 28).
¿Quiénes son los fríos?Son todos aquellos que están en el mundo sin esperanza y sin Dios. Mejor dicho,
los incrédulos (Romanos 3:23). Muertos en sus delitos y pecados (Efesios 1:2).¡Muchas bendiciones!
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