2
22 “MEDIANTE JóVENESGAZTEAK ALKARRENBARRI210OTSAILA2014 Navidades y a un campo de trabajo a la cárcel ¿por qué? Saray: En mi caso, tomé la decisión casi sin pen- sármelo. Soy de la zona de Oiz-Anboto y allí, en el grupo de jóvenes, me pre- guntaron si me animaba. No había participado nun- ca en un campo de trabajo y me pareció una buena idea, ya que Navidad es tiempo de renacer y ¡qué mejor manera de hacerlo que dándose a los demás! Nagore: Mi monitora de Artxandape me planteó la iniciativa y como me dijo que se acababan las plazas dije enseguida que sí. Luego, empecé a darle vueltas pensando dón- de me había metido pero, desde luego, ha merecido la pena. Ibone: Me informaron en mi parroquia de Alonso- tegi. Me animé enseguida porque considero que es uno de los colectivos que más apoyo necesita. ¿Vuestro entorno lo en- tendió? En un principio nos pre- guntaron si sabíamos de verdad a dónde íbamos, pero, por supuesto, res- petaron nuestra decisión. Yo (Saray) tengo amigos y amigas creyentes y otros que no lo son, y se les hace raro que los sábados salga de juerga y al día si- guiente me levanté para ir a misa, pero ya se han acostumbrado. ¿Qué tipo de personas ha- béis encontrado? Gente muy normal como tú y como yo pero sobre todo, pobres. Sorprende ver a personas que por los estereotipos o prejuicios que tenemos nunca ima- ginaríamos que pudieran acabar en la cárcel. Antes de entrar si que te preguntabas que tipo de delitos habrían cometido, pero una vez dentro ni se te pasaba por la cabeza porque nuestro principal objetivo era acompañar- les y transmitirles el sen- tido de la Navidad y nos centrábamos en eso. ¿Cuál es su principal ne- cesidad? El sentirse escuchados. Jorge Muriel, el responsa- ble de la Pastoral, ya nos dijo que allí el 80% era escuchar. Llevábamos un programa de actividades preparado pero llevarlo a cabo como habíamos pensado era impensable. Ellos tienen tiempo de so- bra pero desorganizado. Nos teníamos que amol- dar a sus tiempos y a sus necesidades. Pero, ya sa- bíamos que íbamos a eso y que teníamos que ser flexibles. ¿Qué os han aportado? Mucha satisfacción cuando uno nos dijo que su mejor regalo de Navidad había sido nuestra presencia, en- tonces cobró todo su senti- do lo que hicimos. Pensar que ellos se conforman con tan poco y nosotros, con todo lo que tenemos somos tan egoístas. ¡Qué aprendizaje! Un día vuestro en la cár- cel Nos reuníamos sobre las nueve y cuarto. Dejába- mos los bolsos, los mó- viles y todos los enseres en el despacho de Jorge y entrábamos con el DNI. Era impresionante, como en las películas, el ruido de las puertas al cerrar- se detrás de nosotras. “Gazteen esperientziak Jesusen Jaungoikoagaz bazterketa munduan” deri- txon lan kanpamentua egin dabe bost gaztek Gabonaldian Basauriko espe- txean. Kartzela Pastoraltzatik suspertutako ekimena izan da Karidade eta Justi- zia eta Katekesi eta Ebanjelizazino Ordezkaritzetatik antolatuta. Boluntarioak, kristinau esperientzatik, bazterketa munduko jenteagaz topaketak izatea izan da egiteko nagusia. Sarayk, Nagorek eta Ibonek bizi izandako esperientzia honetatik asko jaso dabela deritxe eta oso pozik dagoz. Campo de trabajo en la cárcel de Basauri

1402 alkarren pcarcel

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

22

“MEDIANTE ESTA EXPERIENCIA HEMOS RENACIDO”

JóvENESgAZTEAKALKARRENBARRI210OTSAILA2014

Navidades y a un campo de trabajo a la cárcel ¿por qué?

Saray: En mi caso, tomé la decisión casi sin pen-sármelo. Soy de la zona de Oiz-Anboto y allí, en el grupo de jóvenes, me pre-guntaron si me animaba. No había participado nun-ca en un campo de trabajo y me pareció una buena idea, ya que Navidad es tiempo de renacer y ¡qué mejor manera de hacerlo que dándose a los demás!

Nagore: Mi monitora de Artxandape me planteó la iniciativa y como me dijo que se acababan las plazas dije enseguida que sí. Luego, empecé a darle vueltas pensando dón-de me había metido pero, desde luego, ha merecido la pena.

Ibone: Me informaron en mi parroquia de Alonso-

tegi. Me animé enseguida porque considero que es uno de los colectivos que más apoyo necesita.

¿Vuestro entorno lo en-tendió?

En un principio nos pre-guntaron si sabíamos de verdad a dónde íbamos, pero, por supuesto, res-petaron nuestra decisión. Yo (Saray) tengo amigos y amigas creyentes y otros que no lo son, y se les hace raro que los sábados salga de juerga y al día si-guiente me levanté para ir a misa, pero ya se han acostumbrado.

¿Qué tipo de personas ha-béis encontrado?

Gente muy normal como tú y como yo pero sobre todo, pobres. Sorprende ver a personas que por los estereotipos o prejuicios que tenemos nunca ima-

ginaríamos que pudieran acabar en la cárcel.

Antes de entrar si que te preguntabas que tipo de delitos habrían cometido, pero una vez dentro ni se te pasaba por la cabeza porque nuestro principal objetivo era acompañar-les y transmitirles el sen-tido de la Navidad y nos centrábamos en eso. ¿Cuál es su principal ne-cesidad?

El sentirse escuchados. Jorge Muriel, el responsa-ble de la Pastoral, ya nos dijo que allí el 80% era escuchar. Llevábamos un programa de actividades preparado pero llevarlo a cabo como habíamos pensado era impensable. Ellos tienen tiempo de so-bra pero desorganizado. Nos teníamos que amol-dar a sus tiempos y a sus necesidades. Pero, ya sa-

bíamos que íbamos a eso y que teníamos que ser flexibles.

¿Qué os han aportado?

Mucha satisfacción cuando uno nos dijo que su mejor regalo de Navidad había sido nuestra presencia, en-tonces cobró todo su senti-do lo que hicimos. Pensar que ellos se conforman con tan poco y nosotros, con todo lo que tenemos somos tan egoístas. ¡Qué aprendizaje!

Un día vuestro en la cár-cel

Nos reuníamos sobre las nueve y cuarto. Dejába-mos los bolsos, los mó-viles y todos los enseres en el despacho de Jorge y entrábamos con el DNI. Era impresionante, como en las películas, el ruido de las puertas al cerrar-se detrás de nosotras.

“gazteen esperientziak Jesusen Jaungoikoagaz bazterketa munduan” deri-txon lan kanpamentua egin dabe bost gaztek gabonaldian Basauriko espe-txean. Kartzela Pastoraltzatik suspertutako ekimena izan da Karidade eta Justi-zia eta Katekesi eta Ebanjelizazino Ordezkaritzetatik antolatuta. Boluntarioak, kristinau esperientzatik, bazterketa munduko jenteagaz topaketak izatea izan da egiteko nagusia. Sarayk, Nagorek eta Ibonek bizi izandako esperientzia honetatik asko jaso dabela deritxe eta oso pozik dagoz.

Campo de trabajo en la cárcel de Basauri

JóvENESgAZTEAK ALKARRENBARRI210OTSAILA2014

23

“MEDIANTE ESTA EXPERIENCIA HEMOS RENACIDO”

Jugábamos con ellos a las cartas, al parchís o a lo que tocara y sobre las doce y media bajábamos a Etxebarri y allí hacíamos la revisión creyente de lo realizado. Acabábamos sobre las cuatro de la tar-de. A veces, era difícil des-conectar una vez llegába-mos a casa.

¿Sirve la cárcel para rein-sertarse?

No, sirve para castigar. Muchos de ellos decían que una vez fuera segui-rían robando y procurarían no robarnos a nosotras porque ya nos conocían. Tendría que haber muchos más recursos y activida-

des. Estar allí encerrado, sin hacer nada y viendo pasar las horas no sirve de mucho. Uno de los chicos nos dijo que lo único que le animaba era ver que los de Pastoral Penitenciaria se preocupan por ellos. Nece-sitan a alguien que les es-cuche y les de seguridad.

¿Invitaríais a los jóvenes a participar en un campo de trabajo como este?

Sí, porque les va a cambiar. Es algo que tienes que vi-virlo y aprender de ello. Hay que tener claro a lo que entras y que los pro-tagonistas son ellos y no nosotros •

IBONE, NAgORE Y SARAY