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La crisis de la educación en Colombia Publicado el Sábado 1° de agosto de 2009, por Ángel Humberto Tarquino en http://www.periodismopublico.com/ Uno de los sectores de la sociedad donde se puede constatar la profunda crisis que caracteriza la actual situación de nuestras instituciones es la educación, tanto pública como privada. Antes de iniciar la reflexión es necesario precisar que a diferencia de otras épocas, la situación de la educación no está determinada exclusivamente por los actuales niveles de cobertura, calidad de la enseñanza o incluso la calidad misma de la infraestructura con la que cuentan actualmente las instituciones educativas en todo el país. Estos aspectos no dejan de ser parte de la explicación de las causas de la crisis y son por supuesto motivo de permanente preocupación, pero quiero hacer énfasis en que no son los factores determinantes de la misma. En primer lugar propongo, a manera de hipótesis, que la crisis es fundamentalmente de naturaleza espiritual y humana y que el “éxito” a cualquier costo es el valor supremo en torno al cual giran los proyectos de vida de las nuevas generaciones. Los cambios introducidos por la Ley General de Educación, el desarrollo de los proyectos educativos institucionales o PEI, así como la autonomía en la que se construyen los programas curriculares de las instituciones y los niveles de participación que ha generado el Estado para que dicha construcción sea un producto colectivo de los 3 actores de la educación, no han sido suficientes para impedir que al interior de la escuela se estén produciendo en forma alarmante y de modo creciente, la aparición de una variedad de conductas que no sólo minan paulatinamente la institucionalidad, sino que trasgreden y violan los más elementales principios éticos y morales de la convivencia, que se insinúan en no pocos casos y de forma sistemática, en conductas francamente preocupantes y en otros casos en conductas típicamente delictivas. Para el caso específico de Soacha en una próxima reflexión se presentarán cifras reales, actualmente dispersas en diferentes instituciones que ilustran de manera clara la actual situación de deterioro espiritual y humano al interior de la escuela. El robo en algunas oportunidades, el tráfico y consumo de droga en otras, el daño contra los bienes de las instituciones como forma primitiva de rechazo e inconformidad de muchos estudiantes, los conflictos entre ellos mismos que no en pocas ocasiones llegan a adquirir cierto nivel de gravedad, el irrespeto e intimidación a los maestros, el mal uso de

2 La Crisis de La Educación en Colombia

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La Crisis de La Educación en Colombia sisisisis siufas

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  • La crisis de la educacin en Colombia Publicado el Sbado 1 de agosto de 2009, por ngel Humberto Tarquino en http://www.periodismopublico.com/

    Uno de los sectores de la sociedad donde se puede constatar la profunda crisis que

    caracteriza la actual situacin de nuestras instituciones es la educacin, tanto

    pblica como privada.

    Antes de iniciar la reflexin es necesario precisar que a diferencia de otras pocas, la

    situacin de la educacin no est determinada exclusivamente por los actuales niveles de

    cobertura, calidad de la enseanza o incluso la calidad misma de la infraestructura con la

    que cuentan actualmente las instituciones educativas en todo el pas. Estos aspectos no

    dejan de ser parte de la explicacin de las causas de la crisis y son por supuesto motivo

    de permanente preocupacin, pero quiero hacer nfasis en que no son los factores

    determinantes de la misma.

    En primer lugar propongo, a manera de hiptesis, que la crisis es fundamentalmente de

    naturaleza espiritual y humana y que el xito a cualquier costo es el valor supremo en

    torno al cual giran los proyectos de vida de las nuevas generaciones.

    Los cambios introducidos por la Ley General de Educacin, el desarrollo de los proyectos

    educativos institucionales o PEI, as como la autonoma en la que se construyen los

    programas curriculares de las instituciones y los niveles de participacin que ha generado

    el Estado para que dicha construccin sea un producto colectivo de los 3 actores de la

    educacin, no han sido suficientes para impedir que al interior de la escuela se estn

    produciendo en forma alarmante y de modo creciente, la aparicin de una variedad de

    conductas que no slo minan paulatinamente la institucionalidad, sino que trasgreden y

    violan los ms elementales principios ticos y morales de la convivencia, que se insinan

    en no pocos casos y de forma sistemtica, en conductas francamente preocupantes y en

    otros casos en conductas tpicamente delictivas.

    Para el caso especfico de Soacha en una prxima reflexin se presentarn cifras reales,

    actualmente dispersas en diferentes instituciones que ilustran de manera clara la actual

    situacin de deterioro espiritual y humano al interior de la escuela.

    El robo en algunas oportunidades, el trfico y consumo de droga en otras, el dao contra

    los bienes de las instituciones como forma primitiva de rechazo e inconformidad de

    muchos estudiantes, los conflictos entre ellos mismos que no en pocas ocasiones llegan a

    adquirir cierto nivel de gravedad, el irrespeto e intimidacin a los maestros, el mal uso de

  • los recursos de las instituciones as como los y las estudiantes que resultan involucrados

    en delitos de diferente clase en el contexto de sus comunidades, son algunos de los

    sntomas ms claros de la presencia de la crisis.

    La segunda hiptesis, y que reviste igual o mayor gravedad que la primera, la constituye

    el inocultable hecho del proceso de crisis y desestructuracin de la institucin de la

    familia.

    El pas en particular ha visto modificada la estructura de la familia coincidiendo justamente

    con el proceso de industrializacin del pas que se inicia hacia mediados de los cincuenta.

    Este lapso de tiempo fue suficiente para que la familia redujera su tamao en relacin al

    nmero de hijos, la mujer asumiera nuevos roles al incorporarse al mercado laboral,

    delegara la crianza y cuidado de los hijos en otras manos, asumiera en muchsimas

    ocasiones el sustento y la educacin de los hijos, legitimara diversos tipos de relaciones

    que antao fueron objeto de sancin moral como el concubinato, la relacin libre sin

    ningn tipo de vnculo matrimonial civil o religioso, etc. Pero no fue slo eso. La

    subordinacin y sometimiento de la mujer al exacerbado machismo, brutalidad e

    ignorancia del hombre paradjicamente se mantuvieron intactos con el beneplcito e

    indiferencia de nuestro anquilosado y corrupto sistema de justicia.

    Estos fenmenos no han sido sin embargo exclusivos de los pases pobres o en proceso

    de desarrollo; tambin se han presentado con igual o mayor frecuencia en los pases

    desarrollados de Europa y los Estados Unidos, que como se sabe, ostentan un alto grado

    de desarrollo y bienestar, lo cual excluye la posibilidad de que sea pobreza la nica

    generadora y explicacin de las causas de estas crisis.

    En esas latitudes tambin la crisis de la institucin de la familia forma parte y explica en

    gran medida la actual situacin de pobreza humana y espiritual que se vive al interior de

    las instituciones educativas.

    Ms que ser la crisis actual de la educacin la resultante de posibles deficiencias de los

    paradigmas pedaggicos, del mal uso que los estudiantes hacen de las tecnologas de la

    informacin y la comunicacin TIC o la presunta mala preparacin y falta de competencia

    de los maestros, dicho problema se debe plantear en el contexto de la profunda crisis de

    la sociedad capitalista contempornea, donde lo ms importante es el desarrollo extremo

    de las competencias cognitivas individuales de los sujetos de la educacin frente al uso y

    aprovechamiento de las TIC y el desarrollo cientfico en todos los mbitos del

    conocimiento, como si el dominio perfecto de estas tecnologas asegurara y fortaleciera

    expontneamente los valores del humanismo, la libertad y la justicia.

  • Esta afirmacin adquiere nuevamente valor en tanto que todas reflexiones en torno a la

    crisis tienden por lo general a explicarla desde la perspectiva pedaggica y cognoscitiva

    asociada al manejo ptimo y altamente racionalizado de las TIC.

    Al leer con atencin distintos documentos sobre el particular se puede confirmar que en

    efecto la visin de la crisis sigue siendo bastante unilateral. Se hace nfasis por ejemplo

    en que si el siglo XIX fue el siglo de la revolucin industrial y el siglo XX lo fue de la

    revolucin cientfica, entonces el siglo XXI lo ser de la creatividad.

    Estamos convencidos que el mesianismo cientfico resolver los problemas

    fundamentales de violencia y conflicto, pobreza, desigualdad, injusticia y exclusin,

    problemas derivados todos ellos de la voraz ambicin de quienes hoy son poseedores

    pragmticos del conocimiento. Y si ello es as entonces estamos por tanto destinados a

    esperar varios siglos la eliminacin de las desigualdades a partir de la reduccin de la

    brecha no solo econmica sino sobre todo tecnolgica y cientfica que ha caracterizado

    las relaciones asimtricas y de sometimiento entre los pases pobres y los pases ricos.