20 CUENTOS Y ALGUNOS POEMAS - motivar-aprendizajeCUENTOS+Y... · 1 20 CUENTOS Y A LGUNOS ! Prácticas de expresión oral y escrita Realizadas, de modo colectivo, por las niñas y

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    20 CUENTOS Y ALGUNOS !

    Prcticas de expresin oral y escrita Realizadas, de modo colectivo, por las nias y nios del nivel 2 A de Enseanza Primaria del C.E.I.P.

    ANTONIO MACHADO de BAEZA durante el curso 2006 - 2007

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    Cuento primero

    El caballero del bosque encantado

    Erase una vez y mentira no es, que, en un bosque encantado, viva un solitario caballero. En aquel bosque ya haca mucho tiempo que no viva nadie, tan

    slo nuestro solitario caballero, porque escondidas entre los rboles del bosque haba unas terribles piraas voladoras que devoraban todo lo que encontraban a su paso.

    Enterado el caballero del triste problema que tena aquel desgraciado bosque, fue a pedir

    ayuda a un antiguo amigo suyo llamado Fla Men Kin. Fla Men Kin era un anciano chino conocido por su sabidura y

    por sus magnficos pucheros mgicos. Cuando Fla Men Kin conoci el problema le dijo a su amigo el Caballero Solitario:

    - T no pleocupal. Fla Men Kin plepalal un lico

    puchelo de fideos mgicos y cuando pilaas plobal, ellas desapalecel.

    Y as lo hicieron. Nuestro Caballero solitario se adentr en el bosque, pero no llevaba escudo ni espada, sino un enorme puchero de fideos mgicos y una cuchara, y piraa voladora que se acercaba, cucharazo

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    de fideos que le atizaba. As fueron desapareciendo todas las piraas voladoras como si fueran pompas de

    jabn. Cuando los animales y las

    personas se enteraron de que las temibles piraas voladoras haban desaparecido, volvieron a habitar el bosque que se llen de luz y alegra. ...y aqu se acaba este cuento, como me lo contaron te lo cuento. DIBUJA LAS PIRAAS VOLADORAS HUYENDO DE ESTE BOSQUE

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    Cuento segundo

    El huevo perdido Hace mucho tiempo, cuando los animales hablaban, haba un colegio al que iban los huevos de todas las aves. Un da, al salir de clase, un Huevo Marrn se perdi camino de su casa y se entretuvo jugando con las hormigas del parque.

    Un nio y una nia que pasaban por all, al ver al Huevo Marrn tan solitario, se pusieron a jugar con l hasta que se hizo de noche. El nio y la nia no saban donde viva

    su amigo Huevo Marrn, pero entonces escucharon el canto de un ave que deca:

    - Po, po, dnde ests huevo mo? - Porrn, porrn, dnde ests Huevo Marrn?

    Siguiendo el sonido de aquel canto descubrieron que la casa de su nuevo amigo

    estaba entre las ramas rojas, rojas, de un rbol del mismo parque donde haban estado jugando toda la tarde. As que la nia cogi a Huevo Marrn y lo subi hasta su casa que, como podis suponer, era un agradable nido hecho

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    de ramas y hojas tiernas. All, su mam: la Pjara Pinta, y su pap: el Pjaro

    Bobo, le dieron muchos abrazos y le prepararon para cenar un bocadillo

    de garbanzos con gusanos sanos, sanos que no se le cay de las manos.

    Aqu termina este cuento y, aunque yo no lo vi, as me lo contaron a m.

    ESCRIBE EL NOMBRE DE LOS JUEGOS QUE LA NIA Y EL NIO JUGARON CON HUEVO MARRN

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    Cuento tercero

    La ardilla solitaria Hace mucho tiempo, en un lejano lugar, haba un oscuro

    castillo donde viva una ardilla solitaria.

    A la pobre ardilla nadie la quera y estaba siempre sola. Nadie vena a jugar con ella.

    Un da, un mago bondadoso que pasaba por aquellos lugares, oy el llanto de la ardilla y, utilizando sus poderes mgicos, se col en el castillo oscuro. All se enter del problema de la ardilla y decidi ayudarla. Se encerr durante tres das en la torre del castillo, hasta que

    encontr la solucin: una mgica cancin que deca:

    _ Tra, lar, larita. Soy una ardillita que vivo solita.

    Si quieres ser mi amigo, ven a jugar conmigo. Tran, larn, larito.

    La ardilla subi a lo ms alto de la torre y con su

    mejor voz cant aquella cancin mgica.

    A los pocos segundos, la ardilla, sorprendida, observ cmo salan del bosque cientos de animales dispuestos a jugar con ella. Hicieron una gran fiesta y, desde aquel da, nuestra amiga ardilla nunca estuvo sola.

    ...y aqu acaba este cuento con pan y pimiento.

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    Cuento cuarto

    El extrao conejo esquimal rase que se era en el Polo Norte, un extrao conejo esquimal con

    rabo de rata. Pero su verdadero problema no era su rabo de rata, sino que no tena nariz.

    Una Bruja Blanca se la haba quitado con un hechizo para que dejara de meter sus narices en todas partes. Aquel hechizo tena algo bueno: que al no tener nariz no se

    resfriaba nunca, pero tambin tena algo malo: que como tena que respirar por la boca, slo

    poda estornudar con la a: - Aaaaaaaachs!

    Por eso nuestro extrao conejo

    esquimal se senta triste y raro. Un da polar, un nio y una nia esquimales que haban salido a cazar, vieron que en una de sus trampas haba cado nuestro pobre amigo el conejo sin nariz.

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    Al ver a aquel conejo tan extrao decidieron quedarse con l y ayudarle a resolver su problema. Primero le hicieron una nariz de hielo, pero no dio resultado, pues siempre estaba helada y slo estornudaba con la i:

    - Iiiiiiiiiiiiiiichs!

    Despus lo intentaron con una nariz de agua, pero

    siempre terminaba hecha cubitos. Al fin hicieron una nariz de plastilina que le pegaron con grasa de foca. As, nuestro extrao conejo esquimal con rabo de rata dej de estar triste. Se senta feliz con su nueva nariz. Ahora poda estornudar con todas las vocales!:

    - Aaaaaaaaaaaachaaaaaaaaaas! - Eeeeeeeeeeeecheeeeeeeeeees!

    - Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiichiiiiiiiiiiiiiiiiiis! - Oooooooooochoooooooooos! - Uuuuuuuuuuchuuuuuuuuuus!

    ......y esta historia est acabada; a tomar leche migada con azcar y canela, sentadito en la candela.

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    Cuento quinto

    Un moco rebelde

    Era un fro invierno en los tiempos de Maricastaa, cuanto un moco rebelde consigui refugiarse en una diminuta nariz. De aquel lugar no

    pensaba moverse. All se estaba hmedo y calentito. Nadie lo

    molestaba. La nariz diminuta no estaba tan contenta, as que sonaba y sonaba, soplaba y soplaba, sorba y sorba, pero cuanto ms esfuerzos haca, ms se agarraba a sus paredes aquel moco rebelde.

    Un da, un dedo curioso que pasaba por all, al ver aquellos agujeritos en una cara

    tan sonrosada, decidi entrar a investigar. Entr, se movi hbil como un gusano, subi y subi hasta que toc algo blando y pegajoso. Asustado intent retroceder, pero aquel desconocido habitante de

    la cueva, tan blandito como un flan, era fuerte como un dragn y lo tena bien atrapado. El dedo curioso tiraba y tiraba, pero no consegua salir de all. El maestro le rega:

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    - Saca ese dedo de la nariz! - No puedo! dijo aquella carita, ahora roja como un

    tomate. Y comenz a llorar. El maestro lo intent y tir y tir de aquel dedo atrapado en una nariz diminuta por un monstruoso moco rebelde. Pero nada consigui. Tambin lo intent mam. Tambin lo intent pap. Y el abuelo y la abuela con sus remedios caseros, pero nada consiguieron. Acudieron los vecinos. Acudieron las vecinas y los primos y las primas. Pero, ni tirando todos a la vez, consiguieron que aquel moco rebelde soltara a su presa. As que, derrotados todos los intentos, aceptaron que aquel dedito curioso se quedase a vivir en aquella

    cueva. Se haba quedado pegado para siempre!

    Que difcil era ahora hacer cualquier cosa con aquel dedo pegado en la nariz!. Era

    difcil comer, era difcil hablar, era difcil ducharse y vestirse y jugar y

    lavarse los dientes. Pero lo que era totalmente imposible era poder abrazar a su mam o a su pap o a todas las personas que quera. As pas el invierno. Y, una maana, las plantas comenzaron a

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    ponerse sus vestidos nuevos: vestidos blancos, vestidos azules, vestidos rojos, ... Haba llegado la primavera!

    El dedo, aburrido y

    atrapado, not que algo raro pasaba en la cueva. Pareca como si

    el monstruo hubiese perdido su fuerza. Se mova de

    manera extraa, como si se estuviese preparando un narizmoto. Y eso fue. Con la primavera haban llegado las alergias que haban conseguido entrar en la cueva del moco rebelde y, hacindole cosquillas, consiguieron que en un descuido soltara a su presa. En efecto, fue un narizmoto tan grande, un estornudo tan enorme que hasta acudieron los bomberos. Todo haba terminado y el dedito curioso estaba por fin libre. Jams volvera a curiosear en ninguna cueva. Haba aprendido la leccin.

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    Cuento sexto

    El bombero miedoso

    Estttto era una vez, que en un castilloooo encantaddddo vivaaaa un bombero muy miedosssso. En aquel castilloooo haba una cuerda mallllvada que perseguuuua al bombero y le hacccca zancadiiiillas; poooor eso el bombero estaba sinnnn diennnnteeees. El bombero miedoso llam a su amigo dentista para que le ayudara, pero ccccuando la cueeeerda lessss atac, el bombero y su amiiiigo se cagaron de miedo.

    El olor de la caca era tatatatan peeeestoso que la cuerda nnnno lo pudo aguanttttar y huuuuy del casssstillo que de este modo dej de llamarse Encantado.

    Ahora se llama el Castiiiillo Caaaagado. Y aqu termina esssste cuento de bommmmberos y dentistas y castillos encantados y quien no levante el culoooo se quedar pegado.

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    Cuento septimo

    El nio malo

    En cierta ocasin, en un bosque nevado, viva un nio tan malo que nadie quera ser

    su amigo, por eso era un nio solitario.

    Un da se encontr el Libro Mgico de la Buena Suerte

    y se puso a leerlo, pero ley un hechizo equivocado y comenz a

    ponerse enfermo.

    Un loro que anidaba en el bosque al ver

    el problema del nio, vol hasta la consulta de la

    mdica en el pueblo cercano para dar aviso, pero

    los caminos estaban cortados por la nieve y la

    mdica no poda ir a ayudarle.

    El loro avis a todas las aves del bosque y

    stas cogieron con sus garras al nio y lo llevaron volando hasta

    la consulta donde estaba la mdica que pronto lo cur.

    El nio nunca volvi a ser malo y volvi con su padre y

    su madre y siempre fue feliz.

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    Cuento octavo

    DRAGONROTO En cierta ocasin, en el lejano planeta Jpiter, haba una oscura cueva donde viva un dragn. Nuestro pobre amigo tena un gran

    problema: se le rompa todo. Se le rompi la mandbula, se le rompi una ua, la pierna, la rtula, el fmur, la cabeza; tambin se le rompi la cola y un ala y para remate hasta se le rompi el planeta. Al verse tan roto, nuestro pobre dragn intent llamar a su mam, pero no echaba fuego, tan

    slo echaba humo, as que llam a su mam haciendo seales de humo. Su mam lleg volando y cuando vio a su hijo tan roto, dijo:

    - No te preocupes Dragonroto! Llamar a mi amigo Pegatodo y te dejaremos como nuevo.

    Pegatodo lleg e intent pegar los

    trozos de Dragonroto con distintos tipos de pegamento. Lo intent con saliva, lo intent con cinta adhesiva, lo intent con cola, con grasa de foca y de ballena, con tela de araa, pero nada funcion.

    Pegatodo dijo:

    - Inventaremos un nuevo pegamento con chicle y mocos de dragn.

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    As lo hicieron y s funcion y nuestro pobre dragn pas de llamarse Dragonroto a llamarse el Dragn Pegajoso. Y aqu se acaba este cuento, como me lo contaron os lo cuento.

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    Cuento noveno

    El cocodrilo sin nariz

    Erase una vez y mentira no es, que en una clase haba un cocodrilo. Un da , en clase de Plstica, por estar distrado, se cort la nariz.

    Ahora tena que respirar por la boca y el estmago

    se le llenaba de aire, por eso le dola la barriga y se le haba hinchado como un globo. Su amigo el loro, al verlo tan gordo, le dio un picotazo en la barriga y as el cocodrilo se desinfl. Cuando lleg a su casa y su mam lo vio sin nariz, le dijo:

    - No te preocupes, as ya ests disfrazado para el carnaval.

    Y as fue como el cocodrilo se pas de carnaval

    toda su vida, porque las narices que se cortan no vuelven a crecer.

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    Cuento dcimo

    La abuelilla perdida Cuento con diminutivos

    Esto era una vez que yo me saba un cuento; si me acuerdo te lo cuento.

    En el lejano planetilla de Plutn, un da apareci una

    abuelilla montada en un cohetillo.

    La abuelilla quera ir a visitar a su nietecilla, pero se equivoc de direccin y se estrell en Plutn.

    Como la abuelilla estaba muy perdida, se puso a dar

    vueltecillas pensando en cmo salir de aquel planetilla.

    En una de esas vueltecillas, se encontr con un gatillo

    que llevaba una espadilla amarilla y le dijo:

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    - Qu hace usted en este planetilla, abuelilla?

    - Ay, hijillo miau! Mi cohetillo se ha estrellado y yo no puedo volver a mi casilla.

    - Usted no se preocupe,abuelilla; mi espadilla y yo la ayudaremos!

    La abuelilla y el gatillo de la espadilla amarilla entraron en el cohetillo. Como la espadilla era lser, con su gran energa puso en marcha el

    cohetillo y en un periquete llev a la abuelilla a su casilla.

    Despus de aquel sustillo, la abuelilla dej de

    hacer cosas rarillas para su edad y, para darle las gracias por su ayuda, al gatillo de la espadilla

    amarilla le regal una enorme sardinilla.

    Aqu acaba este cuentecillo y como me he acordado, pues te lo he contado.

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    Cuento dcimo primero

    El Len de la Muerte

    En cierta ocasin, en un mar triste y cristalino, haba un enorme len marino tan malvado que le llamaban el Len de la Muerte. El Len de la Muerte haba sido capturado en una trampa de agua dura y helada por haber matado a la Ballena

    Parlanchina y a la Serpiente Marina Voladora. Pero el Len de la Muerte era tan malvado que, con ayuda de una navaja de fuego, escap de la prisin marina y se escondi en una olla que era pequea por fuera, pero gigantesca por dentro; tan gigantesca, tan oscura, con tantos laberintos y tantas puertas que el Len de la Muerte se perdi dentro de la olla y all sigui para siempre. Y colorn, colorado, este cuento se ha acabado. Si quieres que te lo cuente otra vez, cuenta hasta tres.

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    Cuento dcimo segundo

    Una Madre con Suerte

    Erase una vez y mentira no es que, mi madre haba ido de excursin a una cueva profunda, tenebrosa, llena de bichos y con mucho ruido. La maestra avis de que tuviesen cuidado con las estalactitas, pero mi madre vio una araa andaluza, se

    asust y se extravi en la cueva. Como mi madre es muy lista y muy astuta, le sac una hebra a su gorro

    de lana y la fue extendiendo por el camino.

    Un ratn travieso roy la hebra y as mi madre se qued sin gorro y sin camino.

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    Cuando llevaba un buen rato perdida, oy el ladrido de un perrito:

    Guau, guau! Era el Perrito de la Suerte que la llev primero hasta donde haba un antiguo tesoro escondido y

    despus la gui hasta la salida de la cueva. All el Perrito de la Suerte desapareci, pero mi madre, con el dinero del tesoro pudo comprarse un gorro de lana nuevo y an le sobr mucho dinero. Y aqu se acaba este cuento con pan y pimienta y todas contentas.

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    Cuento dcimo tercero

    El Pato Pip

    Va de cuento:

    Cuando los animales hablaban, en el Vivero, que es un parque muy grande y divertido, lleno de plantas, flores y columpios que hay en Baeza, fue a pasear el Pato Pip.

    El Pato Pip era un pato pequeito, gracioso, men y desmemoriado que un da, antes de ir al colegio, su

    madre, la Pata Tat, lo mand a comprar huevos, pero como Pip tena muy mala memoria, se le olvid el camino de vuelta y se extravi en el Vivero.

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    Cuando el Pato Pip se vio perdido, como era tan men, se me por

    las patas abajo. Despus se puso a dar vueltas buscando el camino de su

    casa. Pas mucho rato y Pip encontr una fuente de agua mgica que form en el suelo un rastro de agua con una palabra que deca:

    _ Sgueme! Sgueme! Sgueme! Sgueme! El Pato Pip lo sigui y en dos patadas en su casa se encontr.

    Y esta historia tan sencilla no la saben ni en Sevilla,

    en Crdoba casi nada, porque la escuch en Granada

    y a Baeza la mand de una patada.

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    Cuento dcimo cuarto

    Vampiroso, el vampiro churretoso

    En cierta ocasin: .... haba en un campo oscuro y tenebroso, lleno de flores negras, marchitas y quemadas, un vampiro carioso, viejo, molesto y mocoso, que siempre tena la boca llena de churretes de bombones. El vampiro, que se llamaba Vampiroso, haba sido expulsado de un campamento por tener la cara churretosa de mocos y de bombones y por no dejar dormir a nadie con sus ronquidos, sus aullidos y sus pesadillas. Una noche que Vampiroso estaba triste y solitario, perdido en el Campo Oscuro, se encontr con un campesino que le dijo:

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    - Qu te ocurre, vampiro Vampiroso, que ests tan triste y asqueroso? Vampiroso le cont cual era su problema. El campesino, se rasc la

    cabeza y despus de un rato de mucho pensar, encontr la solucin:

    Te pondr un embudo en la boca!

    Y as lo hizo. Ahora, el vampiro Vampiroso, pareca un pato patoso con el pico siempre abierto, pero a cambio poda comer bombones sin mancharse. Despus de esta chapuza, Vampiroso, se apunt al campamento de Vampiros Embudosos, donde fue feliz.

    Y como no me he asustado,Y como no me he asustado,Y como no me he asustado,Y como no me he asustado, este cuento se ha acabado. este cuento se ha acabado. este cuento se ha acabado. este cuento se ha acabado. Qu regla de ortografaQu regla de ortografaQu regla de ortografaQu regla de ortografa

    he repasado?he repasado?he repasado?he repasado?

    Vampiro embudo

    Bombn campamento Campesino campo siempre

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    Cuento dcimo quinto

    Esto era una vez que yo me saba un cuento...

    En una fbrica de agua que haba en el cielo, viva la seorita Lluvia. La seorita Lluvia era evaporada, muy salada, viajera de los aires, lquida, rpida, hermosa y azul. La seorita Lluvia estaba muy, muy, muy delgada, triste, penosa, y llorosa porque llevaba tiempo sin poder comer.

    La seorita Lluvia se alimentaba de vapor y de nubes

    grises, blancas, azules ... blandas y dulces, pero un da, una fbrica terrestre, fabric nubes negras, elctricas, txicas y venenosas que hicieron

    enfermar a la seorita Lluvia.

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    Le dolan las gotas de vapor, los copos de nieve, los granos de granizo, los truenos y tena rayos de vientre. Al verla tan enferma, su amiga Niebla decidi ayudarla. Se uni con el Viento y juntos

    consiguieron taponar las sucias chimeneas terrestres que estaban

    envenenando a su amiga la seorita Lluvia. La fbrica terrestre explot al no poder expulsar su propio veneno.

    Y as fue como la seorita Lluvia recuper la salud.

    PENSANDO, PENSANDO

    PARA SALVAR AL PLANETA:

    Dale vueltas al coco y propn otras dos posibles soluciones para que la seorita

    Lluvia recupere la salud.

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    Cuento dcimo sexto

    PLATIRISPLATIRISPLATIRISPLATIRIS, EL CABALLO QUE NO

    PODA VOLAR

    RASE que se era en un lejano pas, que ... Exista una fabulosa montaa helada en cuyas laderas crecan mgicas flores de fuego.

    En una cristalina cueva, hecha de espejos de nubes, viva un

    caballo de plata con alas de cristal donde los rayos de sol hacan brotar el arco iris.

    El caballo, llamado Platiris, estaba muy entristecido porque le faltaba el hueso que le permitira mover

    las alas y as poder volar.

    Un da, su amigo Viento del Norte, al ver tan penoso a Platiris, decidi ayudarlo. Sopl y sopl.

    Gir y gir. Vol y vol. Busc y rebusc hasta que encontr las mgicas flores de fuego que crecan en la ladera de la montaa helada.

    Con mucho cuidado, cort una de aquellas extraas flores y la llev hasta la cueva de Platiris. El caballo de

    plata comi la flor de fuego y pronto sinti cmo en su interior creca el hueso que necesitaba para poder volar.

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    Estrenando sus alas

    arcoiris, Platiris y Viento del Norte, volaron hasta la Ciudad de los Nios y las Nias,

    donde se divirtieron mucho montando a los pequeos y haciendo con ellos y ellas, breves

    viajes hasta las nubes.

    Nubecita azul, caballo de plata,

    pegado te quedas si no te levantas.

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    Cuento dcimo sptimo

    Patito Loco en la barriga

    de la ballena

    Hace ms de mil aos, cuando los animales hablaban, sucedi un disparate.

    Paseaba un da una

    ballena por un mar de aguacate,

    bostezando de sueo, cuando abri su

    boca como un tnel y not que algo

    extrao tropezaba con su campanilla

    hacindola toser como un trueno. Tosi y tosi,

    pero la inquieta molestia no expuls.

    Aunque parezca extraordinario, la

    inquieta molestia que tocaba la campanilla de la

    cansada ballena era el Patito Loco que, en

    lugar de ir hacia el exterior, como estaba loco,

    se despist y nad hacia el interior de la ballena.

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    El Patito Loco nad y nad hasta la barriga de la

    ballena. Lo primero que encontr cuando lleg fue

    un pez linterna. Tambin haba un dinosaurio de

    juguete, un esqueleto, varias botellas de vino

    tinto, una silla, un diente de oro, ...Pero

    lo ms sorprendente era un murcilago

    que revoloteaba cantando mientras

    buscaba comida.

    - Qu hace un pato dentro de una ballena?, - dijo el murcilago. - Y qu hace un murcilago dentro de una ballena?,- dijo el Patito Loco.

    - Yo vivo aqu!,- respondi el murcilago. - Pues aydame a salir!Me estoy quedando

    seco de hambre!,- dijo el Patito Loco. - Est bien, te ayudar.Prstame una pluma!

    Y el murcilago, con la pluma,

    hizo cosquillas en la campanilla de la

    ballena que comenz a poner unas

    caras muy graciosas y a rer a

    carcajadas.

    En una de esas carcajadas, sali volando el

    Patito Loco que se perdi en la tarde de un mar

    de aguacate. ... y con un pastel de chocolate

    y una tostada de tomate, se acaba este disparate

    que sucedi en un mar de aguaaguaaguaaguacatecatecatecate.

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    Cuento dcimo octavo

    GPIZ Y EL GORRO DE RAYOS

    DE SOL

    E n cierta ocasin... Haba en el ocano una luna rota, sabrosa y

    tenebrosa. Tena crteres triangulares rellenos de chocolate de color violeta y un suelo pegajoso

    formado por nubes blandas de azcar.

    En esta luna extraa, viva un aliengena llamado GPIZ. GPIZ era pequeo como

    un grano de arroz, redondo como una gota de agua y tena el color de los ros.

    Un da que GPIZ se fue de

    excursin con sus amigas y amigos aliengenas a la playa del Parque de los Crteres, se

    levant un fuerte viento de tormenta lunar y le

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    hizo perder su gorro hecho de rayos de sol que le haba tejido su abuela.

    Los pequeos aliengenas se pusieron a buscar el gorro perdido de GPIZ. Buscando y buscando, llegaron hasta las Cataratas de Agua Mgica.

    Eran unas cataratas extraordinarias donde el agua caa rizada, pero lo ms increble es que

    podan cumplir los deseos serios, slo de las buenas

    personas.

    -Cul es tu deseo, GPIZ? preguntaron las

    Cataratas de Agua Mgica.

    -Quisiera encontrar mi gorro hecho de rayos de

    sol! dijo GPIZ.

    - Ve hasta el ocano, bucea hasta el fondo y junto a unos

    afilados dientes de len marino encontrars tu gorro de rayos de sol.

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    GPIZ as lo hizo y recuper su querido gorro, recuerdo de su abuela.

    Y con este gorro de la abuela,

    termina este cuento a la luz de una vela.

    Dibuja un aliengena de un planeta diferente a este

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    Cuento dcimo noveno

    Las desgracias de la flor mgica

    rase que se era.... que haba una selva misteriosa del color del fuego. Tena

    rboles de chuches, ros de gaseosa y estaba habitada

    por cocosaurios, jirafantes, mosquilones, gatopardos,

    dragonsanos y otros muchos animales extraos.

    En aquella selva viva una flor mgica con races de

    algodn, tallo de lluvia, hojas de yogurt, ptalos de

    plastilina y polen de gelatina.

    Un da que su madre la mand a

    comprar dos kilos de rayos de sol,

    se levant un fuerte viento que sopl y

    sopl y la cartera le vol.

    En la cartera haba 500 euros que la flor

    mgica perdi.

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    El sol de fuego, al ver a la flor tan

    deprimida, decidi ayudarla. Se transform

    en persona y con la ayuda de una cuerda consigui

    recuperar los 500 euros que haban cado

    entre las ramas de un rbol de chuches,

    dentro del nido de una lorogea.

    ... y as, por hoy, se acaba este cuento de chuches y gaseosa;

    maana te contar otra cosa. Lee bien la descripcin de la flor mgica y dibjala.

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    LA FLOR MS GRANDE DEL

    MUNDO (Adaptacin del cuento de Jos Saramago)

    PREMIO NOBEL DE LITERATURA

    El cuento que cuento sucede en una aldea: doce casas y algo ms de tres docenas de vecinos casi todos

    mayores, con la piel arrugada como la corteza de los rboles y ms pasado a sus espaldas que futuro

    ante sus ojos. Por eso, el tesoro ms cuidado de la aldea eran sus nias, eran sus nios. La nia protagonista de este cuento que cuento podra llamarse como t, y como t, tena una madre y un padre

    y un hermano ms pequeo al que ensear y ayudar a crecer y hasta un abuelo y dos abuelas que le contaban historias viejas como ellas y saban preparar remedios para el dolor de ausencia con las medicinas que el

    campo les regalaba.

    Por el fondo del huerto, de rbol en rbol, como un jilguero, la nia baja hasta el ro y luego sigue su curso. El ro de onda en

    onda. La nia paso a paso. Onda, paso. Paso, onda. Onda, ola, paso. Ola, paso, onda. Onda, ola, onda, onda, onda. Paso, paso, paso, sin tiempo que la empuje, porque en la infancia el tiempo es alto, ancho y profundo y jugar a echar carreras con el ro es un entretenimiento que puede llevarte muy lejos.

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    Lejos, lejsimos. Hasta el lmite del campo que se atreva a recorrer sola lleg la nia. Desde all en adelante es como

    si comenzara otro planeta donde ella nunca haba estado. El viento trajo la pregunta:

    - Vienes o no vienes?

    Y fue. El ro se desviaba mucho, se apartaba, y, de

    todas formas, del ro estaba ya un poca harta, porque desde que naci siempre lo estaba viendo. Decidi entonces cortar campo a travs, entre extensos olivares, unas veces

    caminando junto a misteriosos setos vivos cubiertos de campanillas blancas, y otras adentrndose en bosques de altos fresnos donde haba claros tranquilos sin rastro de personas o animales, y alrededor un silencio que zumbaba, y tambin un calor vegetal, un olor de tallo fresco sangrando como una vena blanca y verde. Oh, qu feliz iba la nia! Anduvo y anduvo, hasta que los rboles empezaron a escasear y la tierra se convirti en un erial poblado de rastrojos bajos y secos y, en medio, una desierta colina, redonda como una taza boca abajo.

    Se tom, la nia, el trabajo de subir la ladera y cuando lleg a la cima, qu vio?.

    Ni la suerte, ni la muerte, ni las tablas del

  • 39

    destino... era slo una flor, Pero tan decada, tan marchita, que a la nia le record la arrugada piel que adornaba la frente de sus abuelas. Y como la nia del cuento que cuento es tan especial, pens, que pese al cansancio y a su soledad, tena que salvar la flor. Pero, de dnde sacar el agua? All, en la cima de esta desierta colina, no hay ni una gota. All, abajo, abajo, abajo, slo en el ro, y estaba tan lejos!... No importa. La nia, baja la montaa. Atraviesa el mundo todo. Llega al gran ro Nilo y en el hueco de las manos recoge cuanta agua le caba. Vuelve, sobre sus pasos, a atravesar el mundo entero. Por la pendiente se arrastra. Slo tres gotas llegaron que bebi la flor sedienta. Veinte veces volvi al Nilo y veinte veces del Nilo volvi. Veinte veces que eran como cien mil viajes a la Luna. La sangre en los pies descalzos. Pero la flor levant su sonrisa y planch sus ptalos. Ya daba perfume el aire! Y como si fuese un roble, hasta pona sombra en el suelo.

    Cansada por el trabajo, la nia se durmi debajo de la flor.

  • 40

    Pasaron horas, y la madre y el padre, y el hermano pequeo, y el abuelo y las dos abuelas comenzaron a sentirse muy angustiados. Sali toda la familia y los vecinos y las vecinas, cargados de pasado, salieron en busca del futuro perdido que era la nia dormida. Y no la encontraron. Lo recorrieron todo desatados en lgrimas. Era ya casi la puesta de sol, cuando levantaron los ojos y vieron a lo lejos una flor enorme que nadie recordaba que estuviera all. Fueron corriendo a pasitos cortos y dbiles, en una carrera de pasos ancianos. Subieron la colina y se encontraron con la nia que dorma. Sobre ella, resguardndola del fresco de la tarde, se extenda, como una sbana, un gran ptalo recin planchado, perfumado con todos los colores del arco iris. A la nia la llevaron a casa, rodeada de respeto y admiracin. Si esta nia del cuento que cuento, que se puede llamar como t y tener tu misma edad y vivir en una casa como la tuya con una familia como la tuya, si esta nia digo es el futuro, ser seguro un futuro de esperanza. Cuando pas el tiempo y la nia paseaba por las calles, las personas decan que haba salido de casa para hacer una cosa que era mucho mayor que su tamao y que todos los tamaos. Y es que, las nias, los nios, tambin pueden ser protagonistas de grandes acciones. Cul es la tuya?

  • 41

    Gracias a JOS SARAMAGO por prestarnos su cuento. Hemos

    aprendido mucho de l.

    Ahora vamos con ALGUNOS POEMAS

  • 42

    Colorea la rima del mismo color:

    Mi amiga Mariquilla se hizo una tostada con mantequilla, se puso las zapatillas

    y se sent en una silla.

    Colorea la rima del mismo color:

    El pez de la

    pecera se ha ido a la baera

    para comerse una pera y esperar a su prima Vera

  • 43

    VERDE

    ( Poema para leer con madres y con Juan Ramn )

    Verde sol sobre el caracol.

    Verde luna

    bajo la aceituna.

    Verde viento sobre el gusano lento.

    Verde rayo

    bajo el amarillo caballo.

    Verde trueno sobre el sueo bueno.

  • 44

    Rimando, rimando,... los poemas se van formando.

    RRRRimando con imando con imando con imando con ssssolololol

    Un verde caracol toma el sol

    a la sombra de una coliflor, mientras bebe alcohol con la blanca col.

    Rimando con manzana

    La caprichosa rana de mi vecina Ana

    cantaba una dulce nana, comiendo una sabrosa manzana,

    el lunes por la maana.

  • 45

    NUEVO POEMA AROMTICO Y MEDICINAL A MODO DE PREGN

    Laurel, para que cante Isabel. Menta, para que se esfume la tormenta. Manzanilla, para que suene la campanilla.

    Romero, para caminar por el sendero.

    Tomillo, para que brille el anillo.

    Hierbabuena, para endulzar la luna llena.

    Perejil,

    para las lluvias de abril.

  • 46

    ECOLOGISTA Y

    NATURAL

    Vamos a hacVamos a hacVamos a hacVamos a hacerleerleerleerle

    un regalo a la Tierra:un regalo a la Tierra:un regalo a la Tierra:un regalo a la Tierra:

    Una nube, Una nube, Una nube, Una nube, blanca de agua.blanca de agua.blanca de agua.blanca de agua.

    Una flor, Una flor, Una flor, Una flor,

    dulce de caramelo.dulce de caramelo.dulce de caramelo.dulce de caramelo.

    Una ardilla Una ardilla Una ardilla Una ardilla

    que huela a limn.que huela a limn.que huela a limn.que huela a limn.

    Un rbol, Un rbol, Un rbol, Un rbol, suave de algodn.suave de algodn.suave de algodn.suave de algodn.

    Un mar, Un mar, Un mar, Un mar,

    azucarado de paz.azucarado de paz.azucarado de paz.azucarado de paz.

    Un arcoiris, Un arcoiris, Un arcoiris, Un arcoiris,

    cristalino de auroras.cristalino de auroras.cristalino de auroras.cristalino de auroras.

    Y un ro cariosoY un ro cariosoY un ro cariosoY un ro carioso que le de fuertque le de fuertque le de fuertque le de fuertes abrazoses abrazoses abrazoses abrazos

    de amapolas. de amapolas. de amapolas. de amapolas.

  • 47

    LALALALA TIERRTIERRTIERRTIERRAAAA ENFERMENFERMENFERMENFERMAAAA

    El rbol tena tosEl rbol tena tosEl rbol tena tosEl rbol tena tos y la primavera lo arrop y la primavera lo arrop y la primavera lo arrop y la primavera lo arrop con ptalos de flor.con ptalos de flor.con ptalos de flor.con ptalos de flor.

    La luna tena varicelaLa luna tena varicelaLa luna tena varicelaLa luna tena varicela y el otoo la acarici y el otoo la acarici y el otoo la acarici y el otoo la acarici con hojas de la abuela.con hojas de la abuela.con hojas de la abuela.con hojas de la abuela.

    El ro tena sarampin El ro tena sarampin El ro tena sarampin El ro tena sarampin y el verano lo abraz y el verano lo abraz y el verano lo abraz y el verano lo abraz

    con nubes con nubes con nubes con nubes de algodn.de algodn.de algodn.de algodn.

    El mar tena alergia El mar tena alergia El mar tena alergia El mar tena alergia y el invierno lo bes y el invierno lo bes y el invierno lo bes y el invierno lo bes

    con copos de alegra.con copos de alegra.con copos de alegra.con copos de alegra.

  • 48

    PARA LIMPIAR LA TIERRA

    Para limpiar la Tierra la sembraremos de lilas malvas

    como pjaros buenos.

    Para limpiar la tierra la regaremos

    con agua limpia de los regueros.

    Para limpiar la tierra recogeremos

    los malos humos que contaminan los luceros.

    Para limpiar la tierra la abonaremos

    con personas hermosas de bellos sueos.

  • 49

    A MI ME GUSTA...

    A m me gusta leer

    los cuentos que me cuentan

    las hojas al crecer.

    A m me gusta escribir

    los versos que recita el sol al relucir.

    A m me gusta estudiar

    las lecciones que explican los rboles del mar.

    A m me gusta dibujar los dibujos que iluminan

    las flores al cantar.

    A m me gusta jugar a los juegos que imaginan

    las nubes al volar.

    A m me gusta colorear el sonido que escucha

    la lluvia al girar.

    A m me gusta aprender los nmeros que ordenan

    la arena del revs.

  • 50

    QU SE PUEDE HACER ...?

    Qu se puede hacer con un lpiz y un papel? Dibujar el sueo de un nio

    que juegue al revs.

    Qu se puede hacer con un papel y un lpiz?

    Escribir versos silenciosos para que lea la lombriz.

    Qu se puede hacer con una rosa y un caramelo?

    Oler el perfume rojo que habita en el cielo.

    Qu se puede hacer con un caramelo y una rosa? Volar bajo las aguas del mar

    para jugar con las saladas mariposas.

  • 51

    JUGANDO A LEER

    ALGUNAS ACTIVIDADES PARA HACER EN COMPAA

    Jugar al veo veo, en busca de palabras escondidas en

    uno o dos prrafos. En busca del personaje: localizar en qu prrafo

    aparece un determinado personaje. Leer un prrafo slo con una vocal y que la otra

    persona acierte de qu prrafo se trata.. Ejemplo: La camasa da Tamasa ast rata da las mangas a la falta an batn. Traduccin: La camisa de Tomasa est rota de las mangas y le falta un botn. Podemos cambiar de vocal en cada prrafo.

    Leer con voz de ... anciano, de gusano, de mam, de nia, de nio, de pap, de pez, de oveja, de vaca, ...

    Buscar palabras largas: con ms de cinco letras, o con ms de seis. Echar concursos con mam o pap a ver quien encuentra y escribe ms en tres minutos.

    Leer el cuento al revs, comenzando por el ltimo prrafo.

    Jugar a las palabras prohibidas: ponerse de acuerdo, antes de comenzar a leer, que palabras no se pueden decir en voz alta; por ejemplo: palabras que tengan h, o m delante de p, o j o v, o b... Cada vez que digamos una ser como un gol en contra.

    Leer en chino, o en ruso, o en sevillano, ... Buscar palabras del prrafo que comiencen o terminen

    por la misma letra.

  • 52

    Aprende de memoria los poemas que hemos realizado a lo largo del curso. De memoria s, pero no de carrerilla!

    No leas slo con la voz. Ya sabes que las manos tambin

    leen.

    A leer bien poesa se le llama RECITAR. Slo recita bien quien ve en su imaginacin las palabras que lee y las

    expresa con todo su cuerpo.

    Juega a recitar los poemas a ritmo de rap, o de rock, o de sevillanas...

    DIVERTOS LEYENDO!

    LA POESA NO SE COME, PERO ALIMENTA LA INTELIGENCIA.

  • 53