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MARTES 25 DE NOVIEMBRE DE 2014 (N°26) ES.RBTH.COM Este suplemento ha sido preparado y publicado por Rossíyskaya Gazeta (Rusia), sin la participación de la redacción de El Observador Distribuido junto con la edición de Página 4 La actualidad de Rusia ESPECIAL NEGOCIOS Dos estudiantes rusas ofrecen su visión de Uruguay y mar- can las similitu- des y diferen- cias con Rusia. Sociedad Los parlamentos firmaron un acuerdo de cooperación a fin de fortalecer los vínculos bilaterales Uruguay y Rusia marcan un nuevo hito en su relación A finales de octubre el presi- dente de la Cámara de Re- presentantes de Uruguay, Aní- bal Pereyra, y el presidente de la Duma Estatal (cámara baja del Paramento de Rusia), Serguéi Naryshkin, firmaron un acuerdo de cooperación que permitirá establecer vín- culos permanentes entre co- mités, comisiones y grupos parlamentarios de ambos paí- ses y al mismo tiempo ayu- dará a compartir la experien- cia parlamentaria. Aparte del encuentro con el legislador ruso, Pereyra mantuvo una reunión con el ministro de Asuntos Exterio- res de Rusia, Serguéi Lavrov. En una entrevista exclusi- va a RBTH, el legislador uru- guayo subrayó la importan- cia del acuerdo entre ambos parlamentos firmado en Moscú: “Es un paso muy im- portante que está enmarcado en nuestra agenda bilateral. En 2008 el Parlamento uru- guayo planteó a Rusia la po- sibilidad de firmar este do- cumento y lo acabamos de realizar. Además, entregamos una invitación a Serguéi Naryshkin para que viaje a Uruguay el año próximo para marcar una agenda puntual de la cooperación parlamen- taria. Nuestro compromiso es seguir trabajando para que nuestros pueblos continúen acercándose” , declaró Aníbal Pereyra a RBTH. Durante la reunión que el presidente de la Cámara de Representantes mantuvo con el ministro de Asuntos Exte- riores ruso, se discutió acer- ca de las posibilidades de coo- peración en el sector logístico y en la construcción portuaria (tema que también fue abordado durante el en- cuentro de los presidentes José Mujica y Vladímir Putin en julio de este año en Bra- sil). Además, trataron las perspectivas de colaboración en el campo ferroviario. ELENA NÓVIKOVA RBTH JOE NEUMEYER ESPECIAL PARA RBTH El emblema de San Petersburgo guarda muchos secretos, entre ellos, los felinos que vigilan su colección desde mediados del siglo XVIII ¿Quién custodia el Hermitage? Aniversario Los gatos forman parte de la historia del museo, que en diciembre cumple 250 años El museo Hermitage de San Petersburgo, que el 6 de di- ciembre cumplirá 250 años, es el cofre del tesoro de Rusia. Fundado por la emperatriz Catalina la Grande, este pa- lacio de ensueño a la orilla del río Nevá contiene una de las colecciones de arte más conocidas del mundo. Pero bajo su grandeza barroca yace un submundo de con- ductos de calefacción y al- macenes. Allí las paredes no están cubiertas de Rem- brandts ni de Caravaggios, sino de fotos de gatos. La his- toria de los gatos transcurre en paralelo a la de la insti- tución que estos han custo- diado durante siglos, desde el esplendor hasta la pobre- za y de nuevo a la recupera- ción.“Es una auténtica sim- biosis de lo animal y lo humano,” comenta a RBTH Maria Haltunen, asistente del director y jefa de prensa de los gatos. Los felinos han residido en el Palacio de Invierno desde la época del a emperatriz Eli- zaveta Petrovna. En 1747, la zarina ordenó que un coche le llevara “gatos domésticos aptos para la caza” al Pala- cio de Invierno. Un carruaje lleno de gatos de la raza azul ruso fue transportado a toda prisa desde Kazán hasta la residencia imperial de San Petersburgo. Fue la sucesora de Eliza- veta, Catalina la Grande, quien transformó el palacio en una de las mayores insti- tuciones de arte del mundo. “Muy pronto se dio cuenta de que (el arte) era un sím- bolo del estatus entre los di- rigentes de Europa” , comen- ta Geraldine Norman, asesora del director del Her- mitage. Un vigilante del Hermitage recorre las salas del museo CONTINÚA EN LAS PÁGINAS 2-3 RUSIA, BAJO UN PRISMA DIFERENTE Visite nuestra página web es.rbth.com YURY MOLODKOVETS INES GUIMARAENS

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MARTES 25 DE NOVIEMBRE DE 2014 (N°26)ES.RBTH.COM

Este suplemento ha sido preparado y publicado por Rossíyskaya Gazeta (Rusia), sin la participación de la redacción de El Observador

Distribuido junto con la edición de

Página 4

La actualidad de Rusia

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Dos estudiantes rusas ofrecen su visión de Uruguay y mar-can las similitu-des y diferen-cias con Rusia.

Sociedad

Los parlamentos firmaron un

acuerdo de cooperación a fin

de fortalecer los vínculos

bilaterales

Uruguay y Rusia marcan un nuevo hito en su relación

A fi nales de octubre el presi-dente de la Cámara de Re-presentantes de Uruguay, Aní-bal Pereyra, y el presidente de la Duma Estatal (cámara baja del Paramento de Rusia), Serguéi Naryshkin, fi rmaron un acuerdo de cooperación que permitirá establecer vín-culos permanentes entre co-mités, comisiones y grupos parlamentarios de ambos paí-ses y al mismo tiempo ayu-dará a compartir la experien-cia parlamentaria.

Aparte del encuentro con el legislador ruso, Pereyra mantuvo una reunión con el ministro de Asuntos Exterio-res de Rusia, Serguéi Lavrov.

En una entrevista exclusi-va a RBTH, el legislador uru-guayo subrayó la importan-cia del acuerdo entre ambos parlamentos firmado en Moscú: “Es un paso muy im-portante que está enmarcado en nuestra agenda bilateral. En 2008 el Parlamento uru-guayo planteó a Rusia la po-sibilidad de fi rmar este do-cumento y lo acabamos de realizar. Además, entregamos una invitación a Serguéi Naryshkin para que viaje a Uruguay el año próximo para marcar una agenda puntual de la cooperación parlamen-taria. Nuestro compromiso es seguir trabajando para que nuestros pueblos continúen acercándose”, declaró Aníbal Pereyra a RBTH.

Durante la reunión que el presidente de la Cámara de Representantes mantuvo con el ministro de Asuntos Exte-riores ruso, se discutió acer-ca de las posibilidades de coo-peración en e l sector logístico y en la construcción portuaria (tema que también fue abordado durante el en-cuentro de los presidentes José Mujica y Vladímir Putin en julio de este año en Bra-sil). Además, trataron las perspectivas de colaboración en el campo ferroviario.

ELENA NÓVIKOVARBTH

JOE NEUMEYERESPECIAL PARA RBTH

El emblema de San

Petersburgo guarda muchos

secretos, entre ellos, los

felinos que vigilan su

colección desde mediados

del siglo XVIII

¿Quién custodia el Hermitage?Aniversario Los gatos forman parte de la historia del museo, que en diciembre cumple 250 años

El museo Hermitage de San Petersburgo, que el 6 de di-ciembre cumplirá 250 años, es el cofre del tesoro de Rusia. Fundado por la emperatriz Catalina la Grande, este pa-lacio de ensueño a la orilla del río Nevá contiene una de las colecciones de arte más conocidas del mundo. Pero bajo su grandeza barroca yace un submundo de con-ductos de calefacción y al-macenes. Allí las paredes no están cubiertas de Rem-brandts ni de Caravaggios, sino de fotos de gatos. La his-toria de los gatos transcurre en paralelo a la de la insti-tución que estos han custo-diado durante siglos, desde el esplendor hasta la pobre-za y de nuevo a la recupera-ción. “Es una auténtica sim-biosis de lo animal y lo humano,” comenta a RBTH Maria Haltunen, asistente del director y jefa de prensa de los gatos.

Los felinos han residido en el Palacio de Invierno desde la época del a emperatriz Eli-zaveta Petrovna. En 1747, la zarina ordenó que un coche le llevara “gatos domésticos aptos para la caza” al Pala-cio de Invierno. Un carruaje lleno de gatos de la raza azul ruso fue transportado a toda prisa desde Kazán hasta la residencia imperial de San Petersburgo.

Fue la sucesora de Eliza-veta, Catalina la Grande, quien transformó el palacio en una de las mayores insti-tuciones de arte del mundo. “Muy pronto se dio cuenta de que (el arte) era un sím-bolo del estatus entre los di-rigentes de Europa”, comen-ta Geraldine Norman, asesora del director del Her-mitage.

Un vigilante del Hermitage recorre las salas del museoCONTINÚA EN LAS PÁGINAS 2-3

R U S I A , B A J O U N P R I S M A D I F E R E N T EVisite nuestra página web es.rbth.com

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CulturaRUSSIA BEYOND THE HEADLINES es.rbth.com

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MARTES 25 DE NOVIEMBRE DE 2014

QUÉ ESCONDE EL HERMITAGE

RBTH RECUERDA CÓMO EL MUSEO MÁS GRANDE DE RUSIA, FUNDADO

EN 1764, VIVIÓ SUS VAIVENES A LO LARGO DE LA HISTORIA

EMBLEMA DE SAN PETERSBURGO

3DATOS SOBRE EL HERMITAGE

1 La colección permanen-te del Hermitage ocupa cinco edificios situados a

orillas del río Nevá. El principal edificio del museo es el Pala-cio de Invierno inaugurado en 1754, donde residía la familia real en la temporada invernal hasta el año 1904.

2 El nombre del mu-seo viene de la pala-bra francesa ermitage

que refiere a un lugar de reti-ro. Esto se debe al hecho de que la emperatriz Catalina II colocó la primera colección en un pequeño pabellón del pa-lacio llamado Maly Hermitage (Hermitage Pequeño). En 1852, cuando la colección creció, fue inaugurado el Hermitage Im-perial.

3 Una de las salas del Hermitage está dedi-cada a Rembrandt. Allí

están expuestas 24 obras del pintor holandés que componen la colección más grande de Rembrandt fuera de los Países Bajos. Uno de los cuadros fue objeto de vandalismo en 1985 cuando le arrojaron ácido sul-fúrico y lo acuchillaron.

ticos y gatos de la corte, que tenían un reino libre de salas. Su trabajo era más importan-te que nunca: en una carta, Catalina escribía: “Hay pocos visitantes en las galerías, solo los ratones y yo”.

En 1917, la Revolución de Octubre expulsó al zar Nico-lás II del Palacio de Invierno. Según Haltunen, los últimos monarcas Románov tenían un lugar reservado para los ani-males, familias de perros y gatos.

Así como los perros fueron fusilados junto con sus due-ños, los gatos fueron abando-nados en el palacio y escapa-

ron de su mortal destino.Los bolcheviques naciona-

lizaron el Hermitage, algo que supuso el inicio de un perio-do traumático para el museo que duraría más de tres dé-cadas. En los años de 1930, Stalin comenzó a vender el arte del museo para fi nanciar la industrialización de la Unión Soviética. Las obras de arte antiguas compradas por el ingeniero estadounidense Andrew Mellon se convirtie-ron en la base de la Galería Nacional en Wasington DC, por ejemplo.

Los días más oscuros lle-garon durante la segunda guerra mundial, cuando el sitio de Leningrado, que duró 872 días y provocó la muerte

En 1764, la emperatriz dio inicio a la colección del Her-mitage, al adquirir a un co-merciante de Berlín 225 cua-dros holandeses, fl amencos e italianos. Hoy, en los fondos del museo, se conservan 96 de esas obras que en un pri-mer momento se instalaron en salas retiradas del pala-cio. Esto originó el nombre del museo, ya que la palabra francesa ermitage signifi ca ‘lugar solitario’. Pero hace mucho que el Hermitage dejó de ser una colección privada, escondida en media docena de salas. Como cualquier museo de renombre mundial, el Hermitage también cuen-ta con fi liales en el extranje-ro.

En total, Catalina II adqui-rió unas 4.000 obras maes-tras antiguas y la asombrosa cantidad de 10 mil gemas gra-badas, de las que Norman asegura que eran su “gran amor”. “Era un asunto de amor, pero también política del Estado, y una política muy inteligente”, comenta Norman a RBTH. “Competía con los franceses, los alemanes, los ingleses, y los superaba cons-tantemente en sus compras de arte”.

Los tiempos oscurosEl creciente prestigio de la colección de Catalina, que abrió sus puertas al público como el primer museo públi-co ruso en 1852, se vio refl e-jado a su vez en el estatus de sus guardianes. Con Catali-na, el palacio comenzó a hacer distinción entre gatos domés-

VIENE DE LA TAPAde 1,5 millones de personas. La colección del Hermitage fue evacuada a los Urales, únicamente se dejaron atrás unos pocos marcos vacíos.

Mientras tanto, la ciudad moría de hambre. “Todos los animales desaparecieron de la ciudad, incluso las aves”, comenta Haltunen. “No había literalmente nada que comer”.

Los gatos sirvieron de ali-mento a sus dueños y esta fue la única época en la historia del Hermitage en la que se ausentaron del museo. Tras la guerra, el Hermitage re-clutó nuevos gatos proceden-tes de ciudades como Nóvgo-rod y Pskov. Mientras el país se estabilizaba, la creciente población de gatos del museo avanzó en paralelo a la ex-pansión de sus obras. Cuan-do murió Stalin, el museo vol-vió a mostrar l ienzos posimpresionistas y moder-nistas.

Un rublo por un gatoA principios de la década de 1990, el colapso de la URSS dejó el Hermitage desierto. En el documental Hermitage Revealed, el director del museo, Mijaíl Piotrovski, re-cuerda que no había dinero sufi ciente ni siquiera para re-parar el techo. En 1995, poco después de comenzar a tra-bajar en el museo, Haltunen bajó al sótano y quedó petri-ficada al ver a docenas de gatos devolviéndole la mira-da. Los gatos, como su casa, estaban hambrientos y aban-donados.

Haltunen y un amigo co-menzaron a bajar comida al sótano desde la cafetería para

alimentarlos. Iniciaron tam-bién una campaña llamada “un rublo por gato” con el ob-jetivo de recaudar dinero para comida y tratamiento veteri-nario, y se ganaron el apoyo de Piotrovski para dedicar el área del sótano al cuidado y mantenimiento de los gatos. Hoy en día, el lugar está lleno de rascadores, boles de comi-da y mantas colocadas sobre las estufas, donde los gatos se amontonan en invierno.

Embajadores culturalesBajo la dirección de Piotro-vski, el museo tiene una nueva vida. Hace dos años abrió un innovador departamento de arte contemporáneo, y este verano boreal albergó la bie-nal de arte Manifesta. Para la instalación de video Sóta-no, el artista danés Erik van Lieshout pasó nueve meses viviendo con los gatos en el sótano. “Los gatos son el alma de este edificio”, - comenta Lieshout. “Son una subcultu-ra”.

A pesar de que los gatos ya no vagan por los pasillos como hacían en la época de Catalina, los más sociales de ellos se aventuran a salir a los patios o a bajar a la ori-lla del río, parándose a ras-carse las garras en la puerta de la entrada. Hoy en día todos tienen su propio “pa-saporte” y ocupan a una de-dicada legión de voluntarios

y veterinarios. Existe incluso una fi esta anual en su honor, en la que los visitantes hacen cola para poder conocerlos (y adoptarlos).

Ahora ya no son tanto ca-zadores como embajadores culturales, pero su presencia todavía desalienta a los ra-tones. Siguen siendo parte de la historia del Hermitage, igual de esencial que sus pin-

Vista al Palacio

de Invierno, sede

del Hermitage en San Peters-

burgo

La historia de los gatos va en paralelo a la del museo que han custodiado durante siglos

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CulturaRUSSIA BEYOND THE HEADLINES es.rbth.com

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MARTES 25 DE NOVIEMBRE DE 2014

turas de Monet o su oro ar-caico.

Este año el Hermitage fue reconocido como el mejor museo de Europa por los usuarios de TripAdvisor, el mayor portal turístico de in-ternet en el mundo, superan-do a la Academia de Bellas Artes de Florencia y el museo d’Orsay de París. Coincidien-do con este aniversario, el

Hermitage vuelve a fl orecer. En opinión de John Varoli, pe-riodista estadounidense es-pecialista en cultura rusa, el hecho de que la sede del Her-mitage sea el incomparable Palacio de Invierno marca la diferencia con respecto a otros grandes museos.

“Por ejemplo, el Museo del Louvre dispone de una co-lección aún más valiosa, pero

TATIANA SHILÓVSKAYARBTH

El Hermitage fue el primero

en lanzar las aplicaciones

para los celulares. Las demás

instituciones rusas siguen el

ejemplo

Las aplicaciones para no perderse en los laberintos de los museos rusos

El Museo Estatal del Hermi-tage lidera la adaptación de los museos rusos al siglo XXI con el lanzamiento de dos aplicaciones para dispositi-vos móviles en ruso e inglés. Museo Hermitage y Audio-guía para el Hermitage, se lla-man las dos nuevas aplica-ciones que permitirán a los visitantes recorrer el museo sin la ayuda de un guía y sin perderse, lo que constituye una hazaña en una institu-ción con más de 3 millones de objetos expuestos.

Todo sobre el HermitageLa aplicación Museo Hermi-tage ofrece las últimas noti-cias acerca de la institución y sobre las exposiciones tem-porales, y permite crear un catálogo personalizado con copias digitales de las obras de arte favoritas del usuario. También puede descargarse contenido adicional gratuito como charlas educativas, ex-cursiones temáticas y visitas virtuales, además de adqui-rir complementos en la tien-da de la aplicación por un precio de entre US$ 0,70 y US$ 2.

Actualmente hay disponi-ble una selección de más de 10 libros electrónicos en ruso o inglés (Rembrandt, El an-tiguo Egipto, Temas bíblicos, El Palacio de Invierno de Pedro I y varios más). Por otra parte, la aplicación aconseja cómo llegar al Hermitage desde cualquier punto de San Petersburgo e incluye mapas del museo para que los usua-rios no se pierdan en el inte-rior del edifi cio. Otra de las funciones útiles que incluye es un recordatorio de los ho-rarios de apertura y cierre. La aplicación es gratuita y está disponible para iPad, iPhone y Android.

Audioguía para el HermitageLa segunda aplicación, Au-dioguía para el Hermitage, ha sido desarrollada expre-samente para iPhone. Este programa podría sustituir a un guía turística, ya que la colección de excursiones in-teractivas que incluye es muy completa. Lo único que le falta es el contacto personal.El Hermitage trata de resol-ver así el problema de la ba-rrera lingüística. “El próximo invierno se añadirán nuevos idiomas a la aplicación, como el chino y otras lenguas orien-tales”, explica María Sekliko-va, experta de la sección de tecnología informática del Hermitage. “Además, la apli-cación incluirá pronto una

Una visitante de la Armería del Kremlin escucha una

audioguía

GPS se aprovecha en el pala-cio de Peterhof para ayudar a los visitantes a desplazarse por el museo. Las aplicacio-nes gratuitas de Peterhof para iOS y Android ofrecen a los usuarios rutas por los parques del palacio con descripciones de los puntos de interés en for-mato de audioguía.

El carro del progresoEl parque Gorki de Moscú ha desarrollado una aplicación similar que incluye progra-mas de actividades diarios, anuncios de eventos de inte-rés, fotografías del parque y un mapa interactivo.

El museo Pushkin de Be-llas Artes también se sube al carro del progreso con una aplicación que contiene in-formación sobre todas sus pinturas italianas desde el siglo VIII al siglo XX. La aplicación incluye más de 550 obras de arte y un resu-men cronológico de todo el periodo de desarrollo de una de las principales escuelas de pintura de Europa. Tam-bién cubre la historia de la colección de maestros italia-nos expuesta en el museo, con descripciones de cada una de las etapas históricas de la escuela italiana. El pre-cio de la aplicación es de US$ 1,50.

base de datos de obras de arte y excursiones”. Ahora, solo está disponible la versión beta de la aplicación debido al tiempo que requiere incluir en el programa 3 millones de obras. “En este momento se pueden adquirir las excursio-nes visita guiada de una hora al Hermitage e Información general sobre el museo por US$ 6,50 y US$ 9,40 respec-tivamente”.

Entre otras funciones, la aplicación permite trazar una ruta hasta un punto de infor-mación, una cafetería, un ca-jero automático, una zona wifi o cualquier otro punto del Hermitage, lo que facilita el desplazamiento por las salas del museo. Y lo más impor-tante de todo es que se puede descargar de manera gratui-ta.

“En un futuro próximo, añadiremos la descarga auto-mática de contenido indepen-dientemente de si el disposi-tivo móvil se encuentra dentro o fuera del museo –anunció Seklikova a RBTH–, aunque de momento, debido a las ca-racterísticas arquitectónicas del edifi cio, no es posible. Las paredes son demasiado grue-sas para que las señales de GPS las atraviesen, pero es-tamos tratando de solventar este problema”. La tecnología

20 kilómetrosconstituyen el recorrido com-pleto por el museo, que cuen-ta con 350 salas en total (la ex-posición permanente ocupa 120 salas).

3.000.000de obras de arte, incluyendo te-soros prehistóricos y piezas de arte de la Antigüedad, están ex-puestas en el Hermitage.

2.500.000visitantes de todo el mundo re-corren el Hermitage cada año. En el museo trabajan 2.500 pe-sonas.

LAS CIFRAS

se encuentra alojada en un edifi cio de líneas austeras y poco atractivas, mientras que los interiores del Palacio de Invierno, residencia sublime y que oportunamente alber-gara a los zares rusos, son im-presionantes. A veces incluso atraen más la atención de los visitantes extranjeros que la propia colección del museo”, concluye el periodista.

ATRÉVASE CON RUSIA

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SociedadRUSSIA BEYOND THE HEADLINES es.rbth.com

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MARTES 25 DE NOVIEMBRE DE 2014

ANA GRISHKINA ESPECIAL PARA RBTH

JULIA ZAKHÁROVAESPECIAL PARA RBTH

Les invitamos a emprender

un recorrido por las

costumbres, los sonidos y los

sabores de Montevideo en

compañía de una estudiante

rusa

La manía de discutir por

todo, los interminables

paseos rambleros, el fútbol y

la imposibilidad de separarse

del mate terminan por

contagiarse

Uruguay en clave rusaTestimonios Dos estudiantes rusas ofrecen su visión de la sociedad uruguaya y marcan los contrastes con Rusia

Cuando llegan los últimos años de la Universidad los es-tudiantes rusos se enfrentan a un dilema: ¿adónde ir de intercambio? Uruguay está lejos de ser el primer país en la lista de deseos. Pero fue el lugar que elegí como mi des-tino, tan lejano de mi queri-do San Petersburgo, pero tan cercano a mi corazón.

Las relaciones ruso-uru-guayas no son precisamente las más dinámicas, y es por eso que el conocimiento que tienen los rusos de este país del sur se limita a la idea de una tierra lejana, donde siem-pre hay sol y hace calor, donde la gente fuma marihuana, juega al fùtbol y disfruta de la vida.

Casi todo esto es verdad, pero Uruguay es mucho más de lo que se ve desde el otro lado del océano.

En grandes carteles exten-didos a lo largo de la rambla que promocionan al Uruguay Natural se lee: “el país de en-cuentro”, “el país para disfru-tar”.

Realmente parece que los uruguayos descubrieron el se-creto de la felicidad y quie-ren compartirlo con el mundo. Los uruguayos sienten la li-bertad de ser ellos mismos, sin ningún tipo de vergüen-za –es por eso que no es ex-traño, tanto de día como de noche, escuchar en las calles los sonidos de tambores.

Vale la pena dar un paseo por la Cuidad Vieja para des-cubrir la diversidad arquitec-tónica desde el neoclasicismo italiano (Catedral Metropo-litana), eclecticismo y art déco francés (Palacio Taranco, Pa-lacio Salvo) hasta la arqui-tectura colonial española (Ca-bildo de Montevideo). Seguir el camino de la rambla lleva

Recuerdo las caras de sorpre-sa de mi familia y de mis ami-gos cuando, con orgullo, les anuncié que viajaría de in-tercambio a Uruguay. La misma cara tenían cuando me preguntaban: “¿Por qué no ir a Argentina, que es más co-nocida?”. Sonriendo les infor-maba que Uruguay es el país con el nivel de vida más alto en la región. En ese momen-to eso era lo poco que sabía sobre el país que había ele-gido. Y no me equivoqué.

Hay que decir que Uruguay es diferente de Rusia. Siem-pre quise sentir la verdadera cultura latinoamericana, aprender algo más sobre ella que no fueran las palabras “tango”, “selva”, “carnaval de Brasil”, que resultan tan exó-ticas para los rusos. Sin em-bargo, en ese sentido, Uru-guay resultó menos exótico de lo que esperaba. O sea que no sufrí un choque cultural en Uruguay. Quizá porque la sociedad uruguaya es la más “europea” de todo el conti-nente, o puede ser porque es una mezcla de las culturas donde cada persona fácil-mente encuentra su propio lugar. Aunque, claro, algunas cosas en este país me sorpren-dieron al principio. Mi estan-cia en Montevideo coincidió con la campaña electoral y tal vez este evento aumentó el entusiasmo patriótico de la población, algo que me llamó la atención.

Observaba con admiración cómo se inculca el amor por el fútbol desde muy chicos, cómo los niños marchan con sus padres por la rambla con banderas en apoyo a su equi-po… Se puede ver los carte-les en las calles que dicen “Vivís en el mejor país del mundo”. Esto no me parece

Ana Grishkina, cursa en la Universidad de Montevideo Julia Zakhárova, estudiante de Ciencias Polìticas

al barrio de Pocitos, que fue construido en un estilo mo-dernista en la segunda mitad del siglo XX.

Por otra parte el plato na-cional –el chivito– exige va-lentía. Solo el uruguayo ver-dadero podía darse el lujo de mezclar la comida tan diver-sa y crear esa obra maestra gastronómica.

Al fi n y al cabo, la cultura uruguaya es un mosaico in-creíble, creado por inmigran-tes de todo el mundo, que no tenían miedo de tomar ries-gos y probar cosas nuevas.

Es como el tango: primero se crea el caos, las figuras giran, pero luego viene la uni-dad, el movimiento en una misma dirección, el gusto por proceso. El contraste fuerte entre los rusos y los urugua-

pomposo: a los uruguayos les gusta su país de verdad y están listos para actuar a fi n de de cambiar su vida en la dirección correcta.

Los uruguayos parecen tener una visión optimista del mundo, la facultad de disfru-tar de la vida, de encontrar la felicidad, incluso en las cosas ordinarias. Reunirse con

sus amigos al aire libre o salir con la familia con un termo y un mate por la rambla es un ritual sagrado. Tan habi-tual que mis compañeras uru-guayas en la facultad me dicen: “¿Eh? ¿No fuiste a la rambla ayer?” Y si me viene la prisa por explicar, seguro que me dirán mi expresión favorita: “Tranqui”.

En realidad, las maneras de relajarse y divertirse acá

yos se observa en la relación con el medio ambiente. Para el ruso, el lugar principal es una casa, que es el lugar donde encuentra calidez y confort. Existe incluso un dicho bastante popular que resumen esta idea: “Mi casa es mi fortaleza”.

Los uruguayos, a la inver-sa, pasan la mayoría de su tiempo al aire libre, un hecho que los hace ser la gente más abierta al mundo.

En las noches cálidas en los parques, en la rambla, en los restaurantes de Montevideo apenas se encuentra espacio entre la gente paseando, mi-rando las estrellas o disfru-tando del mate.

Uruguay se ganó el cora-zón de cada uno de las dece-nas de miles de visitantes que lo visitaron a través del tiem-po. No fui una excepción: en mi alma la orquesta empezó a tocar piezas maravillosas, cuya existencia no conocía antes. Uruguay me hizo ad-mirarlo y a la vez hacerme sentir triste por nuestra pron-ta separación.

son un poquito distintas. Li-teralmente en Uruguay tuve que aprender la regla de salir cada jueves, viernes y sába-do. Además, los uruguayos (de todas las edades) se quedan para discutir las noticias, por-que todo, absolutamente todo, se convierte en objeto de dis-cusión.

Otro mito que fue destrui-do, por mi propia experien-cia: vivir en América Latina es barato. No en Uruguay. A pesar de que el país se espe-cializa en productos agríco-las, los alimentos son caros. Eso sí, de muy buena calidad, especialmente cuando se trata de carne, productos lácteos, verduras y frutas.

Estos meses en Latinoamé-rica me dejan una experien-cia inolvidable. Uruguay me contestó con su hospitalidad y una naturaleza divina. De verdad, es un país que des-pués de solo cinco meses de estadía puedo llamar “mi se-gundo hogar”, ese donde me siento tan cómoda que quizá vaya a sufrir un choque cul-tural cuando vuelva a Rusia.

Una mirada desde el otro lado del océano

Ese lugar lejano que es mi segundo hogar

Solo un uruguayo verdadero podrìa crear una obra maestra como el chivito

Otro mito que fue destruido: vivir en América Latina es barato. No en Uruguay

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