2019 - Sisters of Mercy...1. Imprime la Guía de Reflexión para el Adviento o guárdala en tu computadora u otro dispositivo electrónico para leerla y reflexionar en tu oración

2019 Guía de Reflexión para el Adviento

Uso de esta Guía de Reflexión .......................i

Primera Semana de AdvientoCaminando por el camino de la maravilla por Hermana Celeste Nuttman ..............1Todos anhelamos la paz por Hermana Winnie Njuguna ..............2Viajes con mi camello por Compañera Cynthia Sartor ..............3Preparando nuestros corazones por Hermana Nidia H. Quispe ..............4Construye una casa sobre roca by Hermana Denise Lyttle .....................5Anticipando al Cristo Sanador por Hermana Anne Sekul ......................6Bienaventurados todos los que esperan al Señor por Hermana Danielle Gagnon ..............7

Segunda Semana de AdvientoPermanecer en el amor y ver por Hermana Leslie Porreca...................8El «sí» de María a Dios por Hermana Nimfa Exchaure ...............9Esperamos... Porque... por Hermana Larretta Rivera-Williams ....10Aligerando la carga por Compañera Suzanne LaVoie ..........11Las raíces sostienen la vida por Hermana Alicia Mac Adden ..........12

Portada de la Compañera Suzanne LaVoie

¡Miren esta generación! por Hermana Megan Brown ................13Oh llama de amor viva por Hermana Marian Thérèse Arroyo ..14

Tercera Semana de AdvientoCuenten lo que han visto y oído por Hermana Claudette Schiratti .........15El estado del desconocimiento por Hermana Kelly Williams ...............16Jesús: Palabra Divina de Carne Humana por Hermana Renee Yann ....................17Adviento: Un tiempo de esperanza por Hermana Cheryl Phillips ...............18Dios es constante por Asociada Kathy Swift ....................19Del desafío al deleite por Hermana Maria Cordis Richey ......20Perspectivas sobre Lucas por Hermana Mary Waskowiak ...........21

Cuarta Semana de AdvientoViviendo en armonía con el Ruah (Espíritu) por Hermana Moira Flynn ...................22Llamadas a ser mensajeras de Dios por Hermana Michelle Gorman ...........23Despertando a la promesa por AsociadaVirginia Fifield ................24Navidad por Hermana Mary Bilderback ............25

Lista de Contenidos

Hermanas de la Misericordia Guía de Reflexión para el Adviento 2019 | i

Queridas Hermanas, Asociadas/os, Compañeras, Voluntarias/os y Personal

¡Les deseamos abundantes bendiciones al comenzar nues-tra travesía de Adviento!

Con esta colección de reflexiones, ¡Despierta! Asómbrate, Da Acogida, caminamos juntos en el tiempo de espera. Nues-tro comité fue invitado a imaginar cómo podríamos crear una Guía de Reflexión para el Adviento para nutrir la vida espiritual de cada uno de nosotros en todo el Instituto y para honrar este momento en nuestro Camino de la Unidad. Bus-camos contribuciones de los miembros de nuestra Familia de la Misericordia en todo el mundo, y nos han impresionado sus inspiradas respuestas en las formas de iconografía, pin-tura, fotografía, prosa y verso. La gran diversidad compren-de la unidad de la Misericordia, y nos maravillamos de sus riquezas.

¡Despierta! Asómbrate, Da Acogida comienza con el primer domingo de Adviento y concluye el día de Navidad. La reflexión de cada día incluye enlaces a las lecturas del día y algunas preguntas para reflexionar mientras oras.

Te invitamos a utilizar este recurso cuando sientas tu llamado a la oración diaria. He aquí algunas sugerencias:

1. Imprime la Guía de Reflexión para el Adviento o guárdala en tu computadora u otro dispositivo electrónico para leerla y reflexionar en tu oración todos los días.

2. Considera las preguntas de reflexión planteadas por autores y artistas.3. Discute las preguntas para la reflexión en tus propios círculos de oración. También puedes unirte

a una discusión virtual en nuestro sitio web visitando sistersofmercy.org/adviento. Cada día comenzaremos una discusión usando la función de comentarios. Utiliza el botón de respuesta para unirte a la discusión. No es necesario conectarse para añadir un comentario, pero asegúrate de seguir las instrucciones de la página web para publicar.

Gracias por estar con nosotras en el viaje.

En la Misericordia,

USO DE ESTA GUÍA DE REFLEXIÓN

Hermana Mary BilderbackAsociada Virginia FifieldHermana Moira Flynn

Hermana Danielle GagnonCompañera Suzanne LaVoieHermana Anne Marie Miller

http://sistersofmercy.org/adviento

ii | Guía de Reflexión para el Adviento 2019 Hermanas de la Misericordia

Hermanas de la Misericordia Guía de Reflexión para el Adviento 2019 | 1

LecturasIsaías 2, 1-5 Salmo 122, 1-9 Romanos 13, 11-14 Mateo 24, 37-44

La siguiente reflexión está acompañada por la obra artística de la Hermana Celeste Nuttman, a la izquierda.

Reflexiones de viajera: Isaías, nuestro profeta, habló ofreciendo esta

promesa. Pero estamos acostumbradas a nuestra tribu, a nuestra gente, nuestros privilegios y él les dice a otros que se unan a nosotros, caminando juntos al monte del Señor; otros, no los nuestros, los extraños, los extranjeros, los intrusos. No-sotras los protegeremos y defenderemos contra ellos: lleven lanzas y espadas para estar seguras en la oscuridad en un camino desconocido hecho por nuestro caminar.

Ahora, en el camino, nos encontramos viajando juntas: los pies en el mismo polvo, la sed en los mismos pozos, las historias desplegadas mientras caminamos. La esperanza de tal promesa compar-tida, habitación para todas nosotras con montañas a aplanar, campos a arar, viñas a podar, frutos en abundancia. En este peregrinar, nuestra visión se hace más amplia: los extraños se convierten en aliados, los forasteros en familiares, los intrusos en ayudantes. Los arados se convierten en artículos de primera necesidad, por lo que las espadas se remodelan, las lanzas son innecesarias entre los amigos y se valoran más bien las podaderas.

Los corazones se ensanchan en este peregrinar y las tinieblas disminuyen a medida que camina-

Caminando por el camino de la maravilla

1 DE DICIEMBRE DE 2019

mos en la luz creciente. En efecto, «la noche está muy avanzada; el día se acerca». Entrenarse para la guerra parece una pesadilla que podemos per-der. Una nueva canción está en nuestros labios: «Me alegré con quienes me dijeron: ¡Iremos a la casa del Señor!... Por mis hermanos y (nuevos) compañeros quiero decir: “La paz contigo”. Por la casa del Señor nuestro Dios quiero pedir: El bien para ti».

— Reflexión y obra artística en la página ii por la Hermana Celeste Nuttman

Preguntas para la reflexión

¿Qué profecía escuchamos? ¿En qué profecía esperamos?¿Cómo estamos armados en nuestro camino desconocido? Con qué extraños y forasteros viajamos, en el mismo polvo y en los mismos pozos, haciendo nuestro camino al caminarlo. ¿Escuchamos las historias de los demás abriendo nuestros corazones?¿Nuestro armamento se transforma para el bien común? A medida que la noche disminuye, ¿cuál es nuestra nueva canción?

Hermanas, asociados, compañeros, voluntarios y personal: ¿quieren discutir sobre esta reflexión? Compartan su reflexión en sistersofmercy.org/adviento.

http://usccb.org/bible/lecturas/120119.cfm






2 | Guía de Reflexión para el Adviento 2019 Hermanas de la Misericordia

LecturasIsaías 4, 2-6Salmo 122, 1-9Mateo 8, 5-11

Por mis hermanos y compañeros quiero decir: «La paz contigo».

El adviento, nuestra preparación para la venida de Cristo, es un tiempo que trae la paz que todos anhelamos. María, nuestro modelo de paciencia, nos invita a acompañarla al dar luz a Cristo en nuestro mundo roto y sufriente.

Muchas veces damos por sentada la paz. En la Misa ofrecemos el signo de la paz que nos recuerda que todos somos miembros del mismo cuerpo que es Cristo. La verdadera paz irradia de quienes somos como hijos e hijas del Altísimo. Nuestra llamada es a ser portadoras de esta paz, especialmente a nuestros hermanos y hermanas que sólo conocen la violencia, el hambre, la deportación y la indiferencia. Vivimos

Todos anhelamos la pazen un mundo donde las personas son agrupadas según su raza, color, credo, orientación sexual, género, situación económica o nivel de educación. ¿Cómo pueden estas personas experimentar la paz que Cristo trae si no nos acercamos a ellas?

Al sanar al siervo del centurión, Jesús restauró la paz en su casa. Dio muestras claras de su fe y eso movió a Jesús a la compasión. La paz viene de dentro y de fuera, así que si un miembro de la raza humana está sufriendo, todos sufrimos. Catalina McAuley vio la difícil situación de los pobres de su tiempo y eso la impulsó a hacer algo al respecto. Ella desafió los sistemas injustos que oprimían a los pobres. Como Misericordia, respondemos a los signos de los tiempos tal como los vemos.

Mientras esperamos con esperanza la venida del Mesías que nos hará gritar como el pueblo del Antiguo Testamento, «El pueblo que vivía en las ti-nieblas ha visto una gran luz», sigamos practicando este concepto del «Ubuntu», una filosofía africana de la unidad: «Umntu ngumntu ngabantu»... o, mejor dicho: soy, porque tú eres.

—Hermana Winnie Njuguna


¿Dónde anhelo la paz en mi vida?¿Cómo se me llama a ser la paz de Cristo hoy?



http://www.usccb.org/bible/lecturas/120219.cfm



LecturasIsaías 11, 1-10Salmo 72, 1-2 7-8 12-13 17Lucas 10, 21-24

A veces me he sentido como si hubiera estado montada en un camello siguiendo una estrella, sin saber adónde iba, pero extrañamente atraída por una misteriosa luz en el cielo. A veces me he sen-tido un poco mareada y confundida y me he pre-guntado si estaba yendo en la dirección correcta o simplemente vagando sin rumbo en el desierto. A veces me he sentido como si hubiera estado encima de este camello durante mucho tiempo y estaba cansada, y me dolían los músculos.

De vez en cuando, pensaba que había en-contrado la razón de la estrella que parecía estar llamándome y entonces había momentos en que me cansaba e irritaba con mi perplejidad y mi camello y entonces me sentaba y me negaba a ir más lejos. Pero entonces la estrella reaparecería y una vez más viajábamos, sin saber exactamente adónde íbamos, pero sabiendo que estábamos siendo llamadas a continuar nuestro viaje.

Ha habido momentos en que perdí de vista la estrella porque había muchas otras estrellas. Traté de seguirlas a todas, pero me sentí confundida y frustrada. Y ha habido momentos en los que no he podido encontrar la estrella. El cielo estaba oscuro, y las nubes parecían ocultar su brillo.

A veces, por pura frustración, miraba fijamente al cielo en blanco y me preguntaba si realmente había una estrella que seguir. Y luego están esos momentos en los que me sentí como si estuviera sola en mi búsqueda. Es durante esos tiempos

Viajes con mi camello


que miré a mi alre-dedor y busqué en el horizonte y miré al suelo y encontré huellas de otros que se sentían atraídos por la estrella. A veces, con fe ciega, seguí esas huellas. A veces seguía al camello y al jinete y confiaba en que todos íbamos en la dirección correcta. A veces viajaba sola, a veces con otros, pero siempre siguiendo la luz del cielo.

Por ahora, mi camello y yo continuamos, paso a paso, acercándonos cada vez más, siguiendo la estrella que parece llamarnos. Miro a mi alrede-dor y noto que no estoy sola, hay otros camellos y jinetes que viajan con nosotras. Avanzamos lenta-mente, animándonos unas a otras, observando la estrella y escuchándola decirnos: «Vengan. Vengan conmigo».

—Cynthia Sartor, Compañera en la Misericordia

Pregunta para la reflexión

La estrella que estás siguiendo, ¿qué es lo que te dice?








LecturasIsaías 25, 6-10ASalmo 23, 1-3A 3B-4 5 6Mateo 15, 29-37

En las lecturas de hoy, Dios nos hace recordar nuevamente el amor inmenso y profundo que nos tiene a todos sus hijas e hijos y a toda la creación. En el libro de Isaías nos podemos encontrar con un Dios del universo lleno de mucho amor y de mi-sericordia que se prepara para celebrar con todos los pueblos. Porque Dios quiere que todos sus hijos e hijas sean felices y que nos regocijemos con Él en su amor y en su ternura.

Para todas nosotras/os adviento es un tiempo de preparar nuestro corazón y todo nuestro ser al igual que una agricultora/agricultor con entusias-mo y esperanza prepara la tierra para que pueda

Preparando nuestros corazonessurgir o nacer una nueva vida. También es un tiempo de mirar nuestro caminar en misericordia como Dios nos ha ido acompañando y sosteniendo durante todo este tiempo en nuestra vida de comunidad donde nos tocó vivir y compartir, en nuestros ministerios o en otros espacios donde nos toca compartir nuestros dones, y en nuestro caminar espiritual. También podemos mirar cómo vamos poniendo en práctica en nuestras vivencias de comunidad y en los ministerios los Asuntos Críticos que nos plan- teamos en el Capítulo del Instituto.

Si compartiéramos nuestras bendiciones re-cibidas y como Dios nos ha ido sosteniendo en los momentos de desafíos en nuestro caminar en misericordia nos quedaríamos asombrados al igual que los discípulos en el evangelio, como Dios se va manifestando en cada momento, en cada aconte- cimiento, en cada persona, en cada detalle de la vida. Nos sigue invitando desde su compasión a compartir desde lo que tenemos entre nosotras/os.

—Hermana Nidia H. Quispe


La pregunta que nos haríamos hoy es: ¿Cómo estoy preparando para que Jesús vuelva a renacer en mi corazón? ¿En qué momentos concretos de mi vida me asombró Dios con su actuar?









LecturasIsaías 26, 1-6Salmo 118, 1 8 9 19-21 25-27AMateo 7, 21 24-27

La historia del Evangelio de hoy es muy fa-miliar y hasta el niño más pequeño puede con-tarla. En catecismo, se nos decía a todos que «construyéramos nuestra casa sobre la roca». De niña me preguntaba a menudo cuándo iba a poder construir mi casa. No fue hasta mucho más tarde que aprendí que esto significaba construir mi «casa» —mi vida— sobre los principios del cristianismo. Comprendí que cuando los demás se encuentran conmigo, yo debo encarnar algo diferente. Lamentablemente, a veces no hay diferencia; Puedo ser tan imperfecta como cualquier otra persona.

Como Hermana de la Misericordia conozco y creo en nuestros Asuntos Críticos, especialmente el que se centra en la Tierra porque vivo en la Amazonía. Sin embargo, mi saber y mi hacer no siempre están en sincronía; parece que hay una cantidad interminable de recursos naturales en la Amazonía, se convierte en un desafío para cada uno de nosotros recordar que debemos limitar-nos. Por otro lado, a veces uno se pregunta qué impacto puede tener una persona en este vasto mundo. Alguien dijo una vez: «Si crees que eres demasiado pequeño para marcar la diferencia, tra-ta de pasar la noche con un mosquito».

—Hermana Denise Lyttle

Construye una casa sobre roca


¿Qué único acto puedo realizar cada día para vivir conscientemente este saber y hacer? ¿Cómo soy el «rostro de Jesús»?¿Qué cosas sé que tengo que hacer y no hago?






Anticipando al Cristo SanadorLecturas Isaías 29, 17-24Salmo 27, 1 4 13-14Mateo 9, 27-31

Dos ciegos vienen llamando al Hijo de David para que los cure. Ellos saben que Él es el Mesías y saben que la sanación sólo puede venir de Dios. Cuando contemplamos el icono, nos encontramos atrapadas en un momento de fe. No sólo estamos llamadas a ver «la imagen», sino también a experimentar nuestra pro-pia ceguera. Anticipamos la curación de Cristo y sabemos que Él redimirá nuestra vista. Los iconos exigen que lleguemos a conocer a través de lo que vemos.

—Reflexión e ícono por la Hermana Anne Sekul


¿Para qué ceguera busco curación? ¿Cómo respondo a la ceguera de los demás?

Hermanas, asociados, com-pañeros, voluntarios y personal: ¿quieren discutir sobre esta reflexión? Compartan su reflexión en sistersofmercy.org/adviento.


«Jesús cura a dos ciegos»







LecturasIsaías 30, 19-21 23-26Salmo 147, 1-2 3-4 5-6Mateo 9, 35-10; 1, 5a 6-8

Cuando tenía ocho años, mis padres me daban clases de piano. A pesar de los esfuerzos de mi profe-sor, no me gustaba. Por mucho que lo intentaba, me equivocaba en todas las notas. Había una excepción: ¡El Cancionero de Navidad para Principiantes!

Oh, me encantaba tocar villancicos y no podía evitar hacer sonar «Mundo feliz, Jesús nació» y otros clásicos una y otra vez, en julio. Mi paciente madre, cansada de «Aquí llega Santa Claus» tocada en una melodía de una sola nota, me explicó que necesi- taba tomar un descanso de las canciones navideñas hasta el primero de diciembre. Parecía una eternidad. ¿Cómo podía esperar tanto tiempo?

A medida que he ido creciendo, los tipos de espe-ra se han vuelto más serios. Claro, hay las molestias de las largas colas, el tráfico inexplicable, y la música de espera mientras espero en el teléfono para hablar con el próximo operador disponible. Luego están las cosas realmente difíciles: esperar los resultados de las pruebas médicas; esperar la noticia de una nueva vida... o de una muerte; esperar para ver a alguien muy extrañado. La espera tiene un costo: nuestras mentes perturbadas, nuestros corazones adoloridos. Anhelar, preocuparse, resistir.

El Salmo 147 asegura: «Bienaventurados todos los que esperan al Señor». Bienaventurados, en verdad, los que permanecemos en la oración, los que per-manecemos en la esperanza, los que descansamos en Dios, especialmente cuando la espera tiene un gran costo.

Bienaventurados todos los que esperan al Señor

En el Evangelio de hoy, Jesús dice: «Gratuita-mente han recibido, gratuitamente deben dar». ¿Qué hemos recibido gratuitamente? Una respuesta salta del versículo anterior de Mateo: «... su corazón se apiadó de ellos». Nunca tenemos que esperar a que Dios esté con nosotros en nuestro sufrimiento.

El Adviento prepara nuestros corazones para recibir la misericordia de Dios dada una y otra vez en extravagancia, y luego dar para ser misericordia a cambio, extravagantemente, sin contar el costo.

—Hermana Danielle Gagnon


¿Cómo está Dios presente conmigo en esta espera de Adviento? ¿Cómo se me invita a dar sin contar el costo?









LecturasIsaías 11, 1-10Salmo 72, 1-2 7-8 12-13 17Romanos 15, 4-9Mateo 3, 1-12

Creación de un espacio de espera para el espíritu de DiosEn el fondo hay una agitación del espíritu de Diostocando el lugardonde está escrito en nuestros corazones. Miremos con nuevos ojos a lo que ya está dentro de nosotrosEl espíritu de Dios llamando a la Sabiduría, la Misericordia y la Justicia.

—Reflexión y fotografía de la Hermana Leslie Porreca

Pregunta para

la reflexión

¿Qué está escribiendo Dios en tu corazón?

Permanecer en el amor y ver










LecturasGénesis 3, 9-15 20Salmo 98, 1 2-3ab 3cd-4Efesios 1, 3-6 11-12Lucas 1, 26-38

Este dibujo representa a María, la Inmaculada Concepción, libre de pecado. Su «sí» a Dios es nuestra clave para la salvación, María es el instrumento de la victoria de Dios. Estamos llamadas a ser como María para servir a Dios a través de su pueblo.

—Hermana Nimfa Exchaure

Pregunta para

la reflexión

¿Qué servicios o dones puedes ofre-cer a Jesús para participar en el plan de salvación de Dios y en la construcción del Reino en el tiempo presente?


El «sí» de María a Dios









los niños están despreocupados y las familias están juntas.

¿Cómo uno restaura su reputación y se recupera de la difamación y las represalias?

¿Alguna vez te ha sor-prendido la resistencia del cuerpo humano; físicamente, psicológica-mente, espiritualmente?

Los disparos ya no perforan las noches si-lenciosas si a la luz del día se ven objetivos humanos.

¿Te has preguntado cómo una madre puede ente- rrar a su hija de doce años el viernes y volver a traba-jar el lunes? ¿Te has preguntado: «¿Por qué?».

¿Cómo puede el hermano de una víctima de ase- sinato perdonar al asesino en la corte?

¿Dónde está el valor del perdón o de la incomodidad?

¡No importa cuán débiles seamos si consideramos cuán magnífico es Dios!

¿Has considerado alguna vez lo que hiere el cora-zón de Dios?

Todo puede ser... «porque el aliento de Dios sopla sobre ellos». (Isaías 40,7)

—Reflexión y obra artística de la Hermana Larretta Rivera-Williams


LecturasIsaías 40, 1-11Salmo 96, 1-2 3 y 10 ac 11-12 13 Mateo 18, 12-14

La fuerza emana de la debilidad, la victoria surge de la derrota, y el consuelo ensombrece el dolor.

¡Un accidente automovilístico fatal! ¿Cómo puede un niño de quince años recuperarse de lesiones críti-cas y tener el deseo de vivir su vida al máximo de su potencial después de enterarse de que su mamá, su papá y su hermano menor están muertos?

¿Cómo se restauran las tierras resecas para que se conviertan en arbustos verdes en la ciudad?

¿Cómo puede una persona abusada sexualmente sanar del abismo de las heridas profundas y viejas?

¿Cómo sobrevive uno cuando está desprovisto de esperanza y atrapado por el miedo?

Un lago plácido se desvanece suavemente en un río caudaloso; una fuente de vida. Pocos días después, un río caudaloso se convierte en una fuerza mortal. ¿Cómo se reconstruye una ciudad después de los vientos de los huracanes Florence, Andrew y Katrina? ¿Cómo se intensifica una comunidad a partir de la devastación ardiente de los incendios en California?

Antes cuchillero, ahora terapeuta... Antes suicida, ahora lleno de vida...

Dios concede consuelo, fuerza y sabiduría en me-dio de la desesperación.

Los colores vibrantes de los patrones florales aparecen en las laderas de las colinas que delimitan los valles donde la gente se apiña en su pobreza. Los campos de maíz, col, algodón y tabaco esconden chozas de una habitación con pisos de arcilla roja donde viven los trabajadores migrantes; sin embargo,

Esperamos... Porque...


“Aliento de Dios”







¿Cómo podría perderme el significado de lo que veía ante mis ojos? El granjero era una perso-na amable, cariñosa y tierna con estos animales... y cómo ellos confiaban en su guía.

La Escritura de hoy es una invitación para que nos apoyemos en el hombro de Jesús que lleva nuestra carga junto a nosotras. En ese lugar seguro nuestras almas encuentran descanso y nuestra carga es ligera.

—Compañera Suzanne LaVoie


¿Qué carga necesito compartir con Jesús?


LecturasIsaías 40, 25-31Salmo 103, 1-4 8 y 10Mateo 11, 28-30

En un glorioso día de otoño de-ambulaba por los terrenos de la Feria Agrícola de Woodstock, Connecti-cut. Decidí ver el concurso de tiro de bueyes y fue en ese evento que la Escritura de hoy cobró vida.

Cada agricultor llevaba a su equi-po al campo donde eran enganchados a un trineo cargado con hasta 2.000 libras de bloques de cemento. El concurso consistía en tres rondas con más peso añadido cada vez. El ganador se deter-minaba por la distancia recorrida y el peso que podían soportar.

La mayoría de los granjeros usaban técnicas similares para alinear sus bueyes en sus yugos: empujaban, pinchaban, a veces con un palo pequeño sobre ellos, y gritaban. Algunos bueyes se empujaban unos contra otros, otros se salían de la pista, otros apenas se movían, algunos reco- rrieron una distancia considerable.

Pero un granjero sacó suavemente a sus bueyes, se puso delante de ellos y se arrodilló. Tomó sus grandes cabezas en sus brazos y se inclinó hacia ellos como para conversar. Luego caminó hacia la línea de banda, señaló en la dirección, y simplemente dijo en voz baja: «tiren». Esos bueyes tiraron más lejos y más rápido que cualquier otro par y con la carga más pesada. Este equipo ganó la competencia.

Aligerando la carga








Las raíces sostienen la vidaLecturasZacarías 2, 14-17Apocalipsis 11, 19a 12, 1-6a 10abJudith 13, 18bcde 19Lucas 1, 26-38 39-47

Esta pieza fue inspirada en el Salmo 85, 11-12: «El amor y la verdad se dan cita, la justicia y la paz se besan; la verdad brota de la tierra, la justicia mirará desde el cielo».

La imagen del árbol repre-senta el círculo de la vida que comienza con el nacimiento. La estrella resplandeciente ilumi-na el camino hacia el «pesebre de Belén», donde nació Jesús, nuestro Emanuel.

—Obra de arte de la mano de la Hermana Alicia Mac Adden

Pregunta para

la reflexión

¿Dónde y cómo está naciendo la justicia y la nueva vida entre nosotras?


«Árbol de la vida»

Hermanas, asociados, compañeros, voluntarios y personal: ¿quieren discutir sobre esta reflexión? Com-partan su reflexión en sistersofmercy.org/adviento.









¿Qué ve Jesús cuando me mira? ¿Y qué ve cuando nos mira a nosotras?


LecturasIsaías 48, 17-19Salmo 1, 1-2 3 4 6Mateo 11, 16-19

El Adviento teje su misterio a nuestro alrededor. Indicios de dulzura y ternura y oscuridad nos en-vuelven. Respira expectativa, esperanza y promesa. Sus días están llenos de maravillas. En este miste-rio de Adviento viene el lamento de Jesús: «¿Con qué compararé a esta generación?». En este miste-rio de Adviento viene la condenación de la multi-tud: «Está poseído... un glotón... un borracho... un amigo de los recaudadores de impuestos y de los pecadores». La yuxtaposición de este tiempo con la dureza de las lecturas es estremecedora.

¿Necesitamos que nos golpeen? ¿Qué pasaría si hiciéramos girar estas palabras familiares de otra manera? ¿Qué podría decirnos Jesús, ese maestro narrador? ¿Hablaría aquí de lo que él hace en otros lugares, sobre banquetes y fiestas y amistad? ¿Podría él decir: «¡Miren a esta generación! Saben de dónde vienen. Disfrutan de su amabilidad como amigos y profetas de Dios. ¡Mírenlos! ¡Ellos beben por la unidad que es posible en la diversi-dad! ¡Mírenlos! Saben que la compañía que tienen habla de quiénes ellos son, el uno con el otro. Mírenlos: festejando, bebiendo, amando, esperan-do, soñando, sirviendo...

Mírenlos: desafían las expectativas de los que les rodean. Porque Dios, sólo Dios les enseña lo que es bueno. Poseídos por una alegría sin límites, sus propias vidas hablan de la maravilla de un Dios que explota en la conciencia humana».

—Hermana Megan Brown

¡Miren esta generación!








cuadro es una manifestación de una de las extraor-dinarias y magníficas exhibiciones del Dios Trino al final del día en el Pacífico Occidental.

San Juan de la Cruz, poeta-artista cuya memoria celebramos hoy, ofrece un vistazo de la Llama Viva que reside en la médula de nuestro ser. La obra de la vida de San Juan no sólo requiere conocimiento y comprensión, sino que nos invita a recibir y experi-mentar el nacimiento de Dios en nuestro interior.

Catalina McAuley fundó nuestro Instituto en el Calvario. Al hacer esto, nos ha consagrado a cada una de nosotras a la centralidad de la Cruz de Jesucristo de la cual fluye el poder redentor y la misericordia de Dios. Mientras nos preparamos para la Navidad, que la cacofonía del anhelo humano, la lucha y la necesi-dad, y la vida comercial que nos rodea, sean absor-bidas por la paz silenciosa de la obra transformadora de Dios en nuestro mundo.

¡Oh, cómo el amor eterno y eterno de Dios, que arde en todo el universo cósmico, está contenido sin cesar en la ternura de nuestros corazones!

— Reflexión y fotografía por la Hermana Marian Thérèse Arroyo


¿Qué atrae la atención del centro de tu corazón mientras vives en la llama de amor, en medio de este tiempo de esperanza y preparación?


LecturasSirácida 48, 1-4 9-11Salmo 80, 2ac y 3b 15-16 18-19Mateo 17, 9a 10-13

Oh llama de amor viva¡Cuán manso y amorosorecuerdas en mi senodonde secretamente solo moras,y en tu aspirar sabrosode bien y gloria lleno, cuán delicadamente me enamoras!

San Juan de la Cruz, estrofa 4

¿Es esta nube de tormenta un remanente del fuego del carro de Ezequiel o una visión gloriosa de la palabra de Dios que se arremolina en los cielos? Para los espectadores del cielo y los terrícolas ocasionales enloquecidos por la carrera de la puesta del sol, este

Oh llama de amor viva








sus comentarios con «el más pequeño nacido en el reino de Dios es más grande que él (Juan)».

A mitad de este tiempo de Adviento, que la mez-cla de los sonidos del Adviento y de la Navidad, la necesidad de responder con las obras espirituales y corporales de la Misericordia y la multitud de los do-nes que se dan, las llenen de paciencia en medio del dolor, firmes en su convicción de que el Señor vendrá y nos salvará, confiadas en que la alegría y el gozo vendrán en la presencia y en las obras del Señor.

—Hermana Claudette Schiratti


¿Qué anhelas para este tiempo de Adviento?


LecturasIsaías 35, 1-6a 10Salmo 146, 6-7 8-9 9-10Santiago 5, 7-10Mateo 11, 2-11

Oh, ¡qué alegría oímos de Isaías!Ellos encontrarán la alegría y el regocijo, la tris-

teza y el luto huirán.Como las manos son débiles y las rodillas vacilan,

los corazones están asustados, cómo anhelamos ese día cuando los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos se abran, los cojos salten como un ciervo, la lengua de los mudos cante. El sufrimiento y el dolor continúan, los poderosos dominan a los débiles, la violencia abunda. ¿Cuánto tiempo, Señor, cuánto tiempo?

Vivimos en fe y esperanza de que el Señor vendrá y nos salvará mientras continuamos vivien-do el amor y la misericordia diariamente, algunos días pacientemente, otros días clamando, ¿cuánto tiempo, oh Señor?

El Adviento nos recuerda la larga historia de espera y los momentos de satisfacción. ¿Cuál es el anhelo de Adviento de este año personal y colecti-vamente como comunidad de Misericordia, como ciudadanos globales, siempre conscientes y actuan-do a través de nuestros Asuntos Críticos?

Imaginen a Juan el Bautista encarcelado que envía un mensaje a través de sus discípulos a Jesús: ¿eres tú el que ha de venir o buscamos a otro?—¡Juan, cuya vida entera fue preparar el camino para Aquel que ha de venir! La respuesta de Jesús es «cuenten a Juan» lo que oyen y ven. Jesús con-tinúa con alabanzas a Juan y sin embargo concluye

Cuenten lo que han visto y oído










En medio de nuestra alegría y espera, ¿cuáles son los caminos del Señor que necesitamos aprender? ¿Cuáles son las situaciones en las que necesitamos volvernos hacia Dios y decir: «No sé»? ¿Cómo nos estamos abriendo para caminar en los caminos del Señor y sentarnos con nuestro desconocimiento? ¿No estamos llamadas a confiar en que nuestro Dios sabe y siempre caminará con nosotros?


LecturasNúmeros 24, 2-7 15-17aSalmo 25, 4-5ab 6 y 7bc, 8-9Mateo 21, 23-27

Al entrar en esta Tercera Semana de Adviento, mi tiempo favorito de alegría, las lecturas de hoy nos llaman a un estado de desconocimiento. Seguimos en nuestro tiempo de espera. Se nos pide que admita-mos que hay muchas veces en las que simplemente no sabemos y, sin embargo, estamos llamadas a ser personas de fe. Con el salmista decimos: «Enséñame, Señor, tus caminos». (Salmo 25, 4). Nos encontra-mos con la instigación de Cristo para que los sumos sacerdotes y los ancianos admitan: «No sabemos» (Mateo 21,27)

—Reflexión e ilustraciones por la Hermana Kelly Williams

El estado del desconocimiento


¿No lo sabemos?








¿Cómo es que la Promesa Divina sigue impulsando a la familia de Dios? ¿Quién es la familia de Dios para ti?


LecturasGénesis 49, 2 8-10Salmo 72, 1-2 3-4ab 7-8 17Mateo 1, 1-17

La Palabra se convierte en Carne, carne dada por María y las generaciones que la moldean;carne dada ahora por nosotrosy a todos los seres vivos.

—Reflexión y obra artística de la Hermana Renee Yann

Jesús: Palabra Divina de Carne Humana







LecturasJeremías 23, 5-8Salmo 72, 1-2 12-13 18-19Mateo 1, 18-25

Preguntas para la

reflexión

La manera de «estar» con una obra de arte visual es simplemente cerrar los ojos y centrarse. Al abrir los ojos, y sin pensarlo, ¿qué hay en esta pieza que primero capta tu atención? Podría ser un color, una parte de una imagen, por ejemplo, el niño o una de las otras imágenes. Quédate con lo que ves y hazte dos preguntas: «¿Cómo se siente?». Entonces, «¿qué necesita?». Esto puede conec-tarse con algo en ti mismo. Es una técnica de sanación que puede ser usada como meditación en cualquier obra de arte.

—Reflexión y óleo sobre lienzo de la

Hermana Cheryl Phillips

Adviento: Un tiempo de esperanza



Haré surgir un renuevo en el tronco de David: será un rey justo y prudente y hará que en la tierra se observen la ley y la justicia.







Jesús siempre está conmigo, un ser querido en los buenos y en los malos tiempos.

—Reflexión y fotografía por la Asociada Kathy Swift


¿Qué papel permito que Dios juegue en los cambios inesperados?


LecturasJueces 13, 2-7 24-25aSalmo 71, 3-4a 5-6ab 16-17Lucas 1, 5-25

La esposa de Manoj e Isabel se enteran de que tendrán un bebé después de ser señaladas como es-tériles. ¡Imagínate cómo sus mundos se volvieron patas arriba! Me pregun-to qué hicieron primero ¿Prepararon la guardería? ¿Se preocuparon de los costos? ¿Hicieron una fiesta de «reve-lación de género»? ¿O dieron gracias a Dios?

¿Qué hacemos cuando cambia el futuro que esperábamos? Los cambios que tiendo a recordar son los negativos —las enfermedades de los que amo, los retos financieros, las mudanzas. Durante los cambios negativos, creo que muchos de nosotros pedimos a Dios, el «cajero automático» del que queremos retirar un resultado deseado en lugar de enfrentarnos a nuestra realidad.

También invoco a Dios en tiempos de incerti-dumbre. Isabel permaneció en silencio durante sus nueve meses de incertidumbre. Una consecuencia, pero también fue una oportunidad para estar quie-to y saber que Dios está cerca. ¿Soy tan rápida para hablar o pensar en Dios cuando las cosas suceden bien? ¿O me dejo llevar por las felicitaciones, las cele-braciones y el pensamiento del próximo triunfo? El salmo nos recuerda que Dios es constante, ya sea que nuestros mares de fortuna sean tormentosos o tran-quilos. De nuevo este Adviento, mientras me preparo para invitar a Jesús a entrar, oro para recordar que

Dios es constante








Del desafío al deleite¡No, no lo haré, Señor! ¡No voy a pedir una señal!No me obligues a hacerlo, Señor. ¿Qué sé yosobre tus motivos ocultos, tus planes profundos?Estoy tan confundida. ¿Qué pasa si un rayodesciende porque hablo tu voluntadcontra mi voluntad? ¿Qué es lo que séde nacimientos vírgenes y benditos misterios?Soy solamente yo. Olvídalo, Señor;Por favor, déjame fuera de esto, al menos esta vez.Y sin embargo, y sin embargo, está creciendo en mí, Señor;Amo la idea de decir tu palabraTu palabra. Tal vez mis palabras son parte,Una pequeña parte, de esa Palabra que llama a todas las cosas.(Nota que esta vez dije «Palabra» como nombre).Está creciendo en mí, Señor, así como la Palabraestá creciendo en su corazón, en su vida, en su amor.Tú ganas, Señor. Aquí estoy por fin bendecida,Pidiendo solamente este signo, hablando esta sola Palabra.

—Hermana Maria Cordis Richey


¿Alguna vez se te ha pedido que hagas algo más allá de tu capacidad? ¿Lo hiciste, mucho más allá de tus sueños? ¿Fuiste tú, o el Señor, o ambos como uno solo?


LecturasIsaías 7, 10-14Salmo 24, 1-2 3-4ab 5-6Lucas 1, 26-38

El Señor volvió a hablar a Acaz: «Pide una señal al Señor, tu Dios; en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».

Respondió Acaz: «No la pido, no quiero tentar al Señor».

Entonces dijo Dios: «Escucha, heredero de David: ¿No les basta cansar a los hombres, que cansan incluso a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará una señal: Miren: la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.

— Isaías 7: 10-14

Del desafío al deleite








¿Qué mensaje de vida (grande y/o pequeño) estás siendo llamada a acoger, a dejar crecer en ti?Al dejar que suceda, ¿qué está pasando?

Escoge una hermana o asociado/a que pertenezca a la «otra mitad» de la división de edad media. Permítete salir de tu zona de comodidad al elegir un/a com-pañero/a que te escuche. Ponte en contacto con él/ella y comparte tus reflexiones. Finalmente, reflexiona sobre la experiencia de vida compartida con otros. ¡Si tienes tiempo, hazlo de nuevo como un regalo de Adviento para ti misma y para los demás!


LecturasCantar 2, 8-14Sofonías 3, 14-18aSalmo 33, 2-3 11-12 20-21Lucas 1, 39-45

Sugerencia: Puede ser útil leer en oración esta sección en el contexto de todo el capítulo 1 del Evangelio de San Lucas. Nota lo que atrae la atención de tu corazón.

La edad media de las Hermanas de la Misericor-dia de las Américas es de aproximadamente 78 años. Esto significa que aproximadamente la mitad de las hermanas tienen más de 78 años y la otra mitad menos de 78 años. [Por favor, ten en cuenta que los asociados pueden tener una edad media diferente].

La narración de Lucas nos ofrece esperanza porque tanto la anciana Isabel como la joven María son portadoras de vida. En efecto, tienen algo que compartir una con otra y cada una de ellas tiene vida para nacer en aras de un futuro lleno de esperanza. Podríamos decir que sus historias fluyeron fuera de la experiencia humana ordinaria en formas simples, inesperadas, aunque sorprendentes.

¿Por qué nuestras vidas serían diferentes? Así que considera las siguientes preguntas y déjalas que te lleven a la acción.

—Hermana Mary Waskowiak


Tómate tu tiempo para considerar toda tu vida, con sus «buenas noticias» y sus «noticias difíciles». ¿Qué título darías a tu vida en este momento? ¿Por qué?

Perspectivas sobre Lucas 1, 39-45


Talla en madera

del padre de la

Hermana Biviana

Chique en Perú








los rituales y busca momentos de celebración que favorezcan una auténtica experiencia de Dios.

En su carta a los Romanos, San Pablo les recuerda que por el trabajo del Espíritu, han recibido la gracia y la misión para que todos los pueblos puedan recibir la fe en Jesucristo. No-sotros somos parte de ellos y por gracia, hemos sido elegidas y consagradas. Conscientes de que somos llamadas y miradas por Dios, nos atreve-mos a contemplar el mundo con su mirada y así releer los «signos de los tiempos» y el momento en que vivimos con la creencia de que el Presente es el «hogar» del misterio de la misericordia.

Pidamos juntos la gracia de vivir nuestro ca-risma y misión y de estar abiertos al Espíritu que nos transforma y nos convierte en seres solidarios para que podamos maravillarnos, acoger, sanar y celebrar de nuevo el misterio de la Navidad.

—Hermana Moira Flynn


¿Qué confianza crece en mi corazón a través de las lecturas de hoy?


LecturasIsaías 7, 10-14Salmo 24, 1-7Romanos 1, 1-7

¡Despierta, maravíllate y sumérgete cada vez más en Dios, Sabiduría y Misterio!

La profecía de la Virgen que da a luz a un hijo aparece en Isaías 7, 10-14. Emanuel, Dios con nosotros, se hace presente y en Él escuchamos las promesas que tantas veces escuchamos: «Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo».

Salmo 24, 1-7: «¡Portones, alcen los dinteles!... y que entre el Rey de la Gloria». Indica que el Dios hecho Hombre ha venido a vivir con no-sotros y elige vivir en el vientre de la Virgen María. ¡En ella, Dios se convierte en un ser hu-mano! María, viviendo en armonía con el Ruah (Espíritu), contempla la historia y la realidad con los ojos de Dios y en su Magníficat canta el triunfo del Dios vivo. Enseña una espiritualidad más fres-ca y vital que trasciende las mediaciones, relativiza

Viviendo en armonía con el Ruah (Espíritu)








tiempo de Navidad, que nuestro enfoque profético sea de amor, esperanza y compasión, mientras recor-damos la «feroz urgencia del ahora» que el Reverendo Dr. Martin Luther King, Jr. llamó a nuestra atención hace tantos años.

—Hermana Michelle Gorman


¿Realmente quiero ser guiada y enseñada por Dios? ¿Pruebas? ¿Cuán abierta estoy a escuchar los planes de Dios para mí; cuándo actúo fuera de mis propios planes? ¿Cómo soy profeta de la verdad de Dios?


LecturasMalaquías 3, 1-4 23-24Salmo 25, 4-5ab 8-9 10 y 14Lucas 1, 57-66

Cada uno de ustedes debe ser un mensajero, un profe-ta para decir la verdad y exponer mentiras.

—San Oscar Romero

Al reflexionar sobre las lecturas de hoy, nos enfrentamos al contraste entre los planes humanos y los planes de Dios. Ciertamente deseamos una alianza con Dios, pero rara vez estamos a la altura de la tarea de escuchar al mensajero y estar preparadas para el refinamiento y la purificación requeridos para ser profeta del mensaje de Dios. Ser el mensajero de Dios es un trabajo peligroso; en todo el mundo, a medida que experimentamos una mayor escasez de tierra y agua, y nuestra población sigue aumentando de 7.000 millones a 9.000 millones para 2050, la lucha por la supervivencia es más intensa. Se hace más difícil escuchar verdaderamente cómo Dios nos está guiando y saber cómo llevar el mensaje de Dios a nuestro mundo sufriente.

En el Evangelio, la opinión predominante era que el hijo de Isabel se llamaría como su padre, Zacarías; sin embargo, Isabel aparentemente había escuchado el mensaje de Dios y había seguido la elección de Dios, el nombre de Juan. Cuando escuchamos y seguimos el plan de Dios, se obtienen mejores (aunque no necesa- riamente más fáciles) resultados. Afortunadamente, el salmo responsorial nos recuerda que Dios guía y enseña con bondad y constancia cuando somos humildes y estamos abiertos a los caminos de Dios.

Al participar en las muchas celebraciones del

Llamadas a ser mensajeras de Dios








con toda la creación— para que nosotras también podamos cantar «Bendito el Señor, Dios de Israel, porque se ha ocupado de rescatar a su pueblo».

—Asociada Virginia Fifield


A nivel mundial, la sociedad está experimentando gran confusión. ¿Cómo te aferras a la promesa de Dios?¿Cuándo experimentas las «tierna misericordia de Dios»?


Lecturas2 Samuel 7, 1-5 8b-12 14a 16Salmo 89, 2-5 27 29 Lucas 1, 67-79

El Evangelio de hoy nos devuelve a la promesa que Dios le hizo a Abraham en Génesis 12,1-3. Nos lleva al principio del viaje de Abraham y Sara cuando Dios hace su promesa a su pueblo; «Haré de ti una gran nación, y te bendeciré». Pero ambos son ancianos y no tienen hijos, por lo que están más que un poco escépticos; Sara incluso se ríe de la idea. Pero Dios es fiel a su promesa y con el tiempo Sara da a luz a Isaac.

La historia de Zacarías e Isabel es muy simi-lar. Gabriel se le aparece al anciano Zacarías con la noticia de que Isabel iba a tener un hijo. No hace falta decir que Zacarías duda. Por esta duda, Zacarías se queda mudo durante el embarazo de Isabel. Pero cuando el niño nace y es presentado en el templo para su nombramiento, Dios libera la lengua de Zacarías y sus primeras palabras son palabras de alabanza; «Bendito el Señor, Dios de Israel, porque se ha ocupado de rescatar a su pueblo». Está hablando de nosotros. Entonces declara que es Juan quien preparará el camino para el Mesías y recordará al pueblo la «tierna misericordia de Dios».

El cántico de Zacarías es para nosotras hoy... somos el pueblo de Dios. Somos a quienes Juan llama para que nos arrepintamos y preparemos. Somos nosotras las que cuando las tinieblas amenazan con abrumarnos podemos ver la luz que Jesús trae. Somos a las que Jesús ha prometi-do traer la paz —una perfecta unidad con Dios y

Despertando a la Promesa






¿Qué hará falta para que despertemos y acojamos toda la vida en la Tierra como radiante, radiante con la «imagen misma de lo que Dios es»? (Hebreos 1, 3). ¿Qué mara-villoso amanecer yace justo más allá de las sombras que oscurecen nuestro mundo hoy en día? ¿Qué regalo puedo dar hoy para añadir a la profundidad del amor de Dios, a la plenitud de la gloria de Dios? ¿Qué nos está pidiendo la Tierra, su polvo radiante, en esta Navidad?


LecturasIsaías 52: 7-10Heb. 1: 1-6Juan 1: 1-18

En el primer día de Adviento oímos: «La noche está avanzada, el día se acerca». (Romanos 13, 12).

Hoy es Navidad.

Una vez más un nuevo comienzo. ¡Oh!Un amanecer radiante.Dios sopla en el polvo de la Tierra y nace. ¡Oh!Navidad. ¡Oh!Polvo radiante.

—Poema y reflexión de la Hermana Mary Bilderback

Navidad


Fotografía de John Bilderback




Notas

Agradecimiento del Equipo de Liderazgo del Instituto

Me gustaría extender nuestra más sincera gratitud al comité de la Guía de Reflexión para el Adviento y a todas las contribuyentes por compartir sus ideas escritas y talentos artísticos para este tiempo. Al caminar juntas como uno solo, valoramos la forma en que cada una de nosotras contribuye a la vida espiritual

de nuestro Instituto.

En la Misericordia,

Hermana Anne Marie Milleren nombre delEquipo de Liderazgo del Instituto

2019

Guía de Reflexión para el Adviento

Documents

2019 - Sisters of Mercy...1. Imprime la Guía de Reflexión para el Adviento o guárdala en tu computadora u otro dispositivo electrónico para leerla y reflexionar en tu oración